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CAPITULO I

1.1. ANTECEDENTES:
Dentro del estudio de los procesos de lixiviación directa de
minerales sulfurados, el proceso de extracción de cinc ha tomado
importancia en los últimos años. El proceso que se utiliza
actualmente en la industria presente serios problemas en cuanto
a utilización de energía y almacenamiento y manejo de
subproductos. La tecnología actual cosiste en someter al mineral
a una tostación en un lecho fluidizado. Oxidándose el sulfuro de
cinc a oxido.
Posterior mente, el óxido se lixivia en dos etapas, una neutra y ora
acida. Durante el proceso de tostación, se producen complejo
insolubles de fierro y cinc, ocasionando que el porcentaje global
de extracción de cinc disminuya; en esta etapa se obtiene dióxido
de azufre como subproducto, el cual se pasa a una planta
productora de ácido sulfúrico (Monhemius, 1979). El método de
lixiviación directa difiere del anterior básicamente en que el paso
de tostación del mineral no se lleva a cabo: el mineral sulfurado se
somete a una lixiviación acida en presencia de un agente oxidante,
cuya reacción es la siguiente.
𝑍𝑛𝑆𝑆𝑂𝐿 + 2𝐴𝑚 (𝑎𝑐) → 𝑍𝑛2 (𝑎𝑐) + 2𝐴𝑛−1 (𝑎𝑐) + 𝑆 0

Donde:
A= agente oxidante
m= valencia activa

En la figura 1 se presenta el diagrama de flujo del proceso


convencional (monhemius, 1979) , así como la alternativa que
representa la lixiviación directa del mineral. La eliminación de tres
etapas del proceso reduce gastos d operación, y se elimina el
problema de la producción de ferrita y dióxido de azufre.
ZnS

Concentrado

𝐻2 𝑆𝑂4 ZnS

Concentrado
SO2
PRODUCCIÓN DE ÁCIDO
TOSTACIÓN
SULFÚRICO

ZnO

LIXIVIACIÓN ACIDA LIXIVIACIÓN NEUTRA

PURIFICACIÓN

Zn2
EN SOLUCIÓN

ELECTROLISIS

Zn METÁLICO

Fig 1 produccion industrial de cinc metalico

Flecha azul= alternativa

Flecha negra= proceso en uso


Para que la etapa de lixiviación directa pueda ser implementada a nivel industrial,
se requiere optimizar los parámetros involucrado en el sistema, como son tipo
de agente oxidante y su concentración, temperatura de operación, acidez de la
solución y tamaño de grano de la partícula del mineral. Además, y como uno de
los puntos más importantes, se requiere el conocimiento de la cinética de la
reacción que se lleva a cabo.
En la literatura del tema, los agentes oxidantes estudiados son principalmente
los iones férrico y cúprico en forma de cloruro y sulfato, y dióxido de azufre.
Bjorling 1973 realizo un estudio de la oxidación selectiva de minerales sulfurados
con base en consideraciones termodinámicas obtenidas de un diagrama de
Pourbaix, contemplando tres grupos:
a) O2 como agente primario de la oxidación, combinado con otro agente
oxidante, como ion férrico, ion cúprico o ácido nítrico; estos agentes se
seleccionan por su facilidad de aplicación y por la relativa facilidad con
que pueden ser regenerados. La reacción que se lleva a cabo bajo estas
condiciones es la siguiente:
1
𝑀𝑒𝑆 + 𝑂2 + 2𝐻 + → 𝑀𝑒 2+ + 𝑆 0 + 𝐻2 𝑂
2
Donde Me es un metal
En condiciones básicas o neutras, la reacción que ocurre es
𝑀𝑒𝑆 + 2𝑂2 → 𝑀𝑒𝑆𝑂2

Esta reacción se favorece con temperatura y presiones altas, mientras que la


anterior puede llevarse a cabo a 100ºC y presión un poco mayor que la
atmosférica, para mantener bajo control el vapor de agua generando y la presión
parcial del oxígeno:
b) Iones férricos y cúprico como oxidantes; el ion férrico es un buen oxidante
a temperaturas moderadas y concentración favorable tanto en forma de
cloruro como de sulfato, aunque se prefiere el cloruro por su alta
estabilidad y menor tendencia a formar complejos insolubles. La reacción
que se lleva a cabo es.
𝑀𝑒𝑆 + 2𝐹𝑒 3+ → 𝑀𝑒 2+ + 2𝐹𝑒 2+ + 𝑠 0
Entre las ventajas de utilizar al ion férrico se encuentran su precio, la posibilidad
de operar a presión ambiental y su regeneración por electrolisis, la presencia de
sales de fierro en la solución remanente es, sin embargo, un problema importante
que puede alterar también la sección de purificación del proceso. En cuanto al
ion cúprico, este autor afirma que, bajo condiciones similares, es un agente
oxidante más eficiente que el ion férrico.
c) Ácido nítrico como promotor de la oxidación; la reacción que se lleva a
cabo en este caso es.
𝑀𝑒𝑆 + 2𝐻𝑁𝑂3 + 6𝐻 + → 3𝑀𝑒 2+ + 3𝑆 0 + 2𝑁𝑂 + 4𝐻2 𝑂
La desventaja de utilizar este agente es el problema que generan los iones nitrato
en la recuperación de los metales.
En el caso específico de esfalerita, bjorling 1973 recomienda utilizar ácido nítrico,
pero para sistema a presión ambiental, los iones férricos y cúpricos resultan ser
los mejores agentes lixiviantes.
Guy et al 1983 reportan extracciones de hasta el 98% de cinc de un mineral que
contiene cobre, cinc 9.8% y plomo utilizando cloruro cúprico. Esto autores
realizaron experimentos para determinar el efecto de la temperatura, del pH de,
la concentración de agente oxidante y del tamaño de partícula; afirman que un
pH menor que uno en el medio reduce la formación de sulfuros; la disminución
del tamaño de partícula y el aumento en la temperatura tienen un afecto muy
marcado en la extracción de cinc; los tiempos de operación para la obtención de
rendimientos altos son grandes (16 a 20 horas).
Lobo y palacios 1967 realizaron estudios con ambos tipos de agente oxidante,
encontrado que el ion férrico es más eficiente bajo condiciones similares. Los
rendimientos máximo alcanzados en 5 horas de operación de 80º C fueron de
70% cuando se utiliza al ion férrico y de 60 % cuando se utiliza al ion cúprico.
Diversos investigadores (Rath et al 1980) han utilizado cloruro férrico como
agente oxidante con resultados alentadores.
El estudio de la lixiviación directa a nivel laboratorio requiere del conocimiento
de la velocidad de agitación adecuado, con el fin de poder aislar los efectos de
los parámetros que se desea analizar. Este parámetro no ha sido
suficientemente estudiado, a pesar de su importancia. Se ha determinado que
para sistema similares al presente, la velocidad de agitación optima se encuentra
por arriba de 300 (rpm) (bobeck y su. 1985) en 200 rpm (reth et al. 1981) y entre
250y 900 rpm (jin el al. 1984) haung y Benal (1985) realizaron un estudio de la
influencia de este parámetro sobre la tasa de extracción en un rango de 300 a
600 rpm; la tendencia de sus curvas es siempre a aumentar con el incremento
en la velocidad de agitación y nunca obtiene la misma curva de extracción para
dos o más velocidades de agitación diferentes; aun así toman 600 rpm como
mejor opción.
Con respecto a la reacción que se lleva a cabo, bobeck y su 1985 realizan un
diagrama de pourbaix para el sistema esfalerita−cloruro férrico, encontrado que
para pH menor que dos, se favorece la existencia del ion férrico en el medio.
Encontraron de concentraciones del cinc a ion ferroso en la solución es
aproximadamente de dos, comprobándose así la estequiometria de la reacción:
𝑍𝑛𝑆 + 2𝐹𝑒 3+ → 2𝐹𝑒 2+ + 𝑍𝑛2+ + 𝑆 0
Se realizaron también experimentos con esfalerita pura, resultando menor la
extracción en este caso que para el concentrado; esto se explica por el hecho de
que las impurezas del mineral concentrado (fierro y cobre) catalizan la reacción
de oxidación.
En cuanto al estudio dela cinética de lixiviación, existen discrepancias en la
literatura tanto sobre el paso controlante del sistema como sobre el orden de la
reacción que se lleva a cabo, discrepancias que son mayores con respecto a lo
último. La mayoría de los autores derivan sus conclusiones al resecto del ajuste
de sus datos experimentales al modelo de núcleo decreciente con hipótesis de
pseudo−estado estacionario (ver sección II.I) desarrollado por yugi y kunii (1955).
En la tabla I se resumen las conclusiones de autores previos que han estudiado
este problema.
Dicho modelo ha sido mal empleado en varios casos, lo que puede ser causa de
la variedad en los resultados reportados.
Tabla 1.− resumen de resultados de investigadores previos respecto a la cinética
de lixiviación de ZnS Utilizando ion férrico como agente oxidan.

SULFURO DE CINC PASO E0 (Kj ̷ ORDEN DE


REFERENCIA mol) REACCION CAº (N)
TIPO dp (µm) CONTROLANTE TºC
Su (1976) concentrado 363, 256, ambos procesos son 1.0 (0.1 −1.0)
181, 126,y
por flotacion 91 importantes (44−90) 50
demopoulos cristales 126 y 42 reacción superficial 0.5 (0.3 − 3.0)
1977 45 − 85 54
dutrizac y cristales ̵ 212 ⁺ 150 reacción superficial 0.36 (0.001 − 1.0)
mac Donald
1976 25 − 100 42
rath al 1981 grado −75 difusión en la coraza 1.4 (0.2 − 0.8)
reactivo 30 − 70 90
vinkatasuaay concentrado −75 los datos no se no se
khangaonkar
1981 por flotación experimentales ajustan obtiene determina
a ambos modelos (106)
jin et al. concentrado −63 ⁺ 53 reacción superficial 0.5 (0,05 −0.8)
1984 por flotación − 125 ⁺ 105 (27 − 93) 0.0 (› 0.8)
0.5 (0.05 − 0.6)
58.9 0.0 (› 0.6)
− 27.5 ⁺
warren et al. concentrado 20.5 reacción superficial no se 0.5 (0.3 − 0.8)
por
1985 frotación -65 obtiene 0.0 (› 0.6)
bobeck y su concentrado − 150 ⁺ 100 reacción superficial a 1.0 (‹ 0.1 )
por
1965 frotación conversiones bajas y 0.0 (0.1 − 0.4)
medidas; difusión a con
y cristales versiones altas (87) 46.9
lobo et al. concentrado − 353 ⁺ 45 reacción superficial a no se
conversiones bajas; determina
1986 por flotación difusión a conversiones
medias y altas (50−87) 50.6
verbaan y concentrado no reacción superficial no se
crundwell
1986 por flotación especificado (25−80) 79.4 determina
lobo y palacio concentrado − 74 difusión en la coraza no se
1987 por flotación (35−80) 67.8 determina
Sobre la validez de la hipótesis de pseudo−estado estacionario en el modelo de
núcleo decreciente. Tayloret al. (1983) realizan un desarrollo para el sistema en
régimen transitorio y encuentran que la magnitud del parámetro CA ºb p (=‫ )ז‬es
lo determinante. De acuerdo a estos autores es válida para valores menores o
iguales que 0.1 de dicho parámetro. Bishoff (1963 1965) determino que dicha
hipótesis es válida para valores de ‫ ז‬del orden de 10−10 , rango que generalmente
corresponde a sistema gas−solido. El desarrollo realizado por Taylor et al. Toma
incruenta la variación de la concentración de agente oxidante en el líquido que
se encuentra dentro de la partícula, pero sigue considerando que en el seno del
fluido la concentración es constante y que la reacción superficiales de primer
orden.
Wen (1968) explica la posibilidad de determinar el orden de reacción
experimentalmente si la reacción superficial controla el proceso, y desglosa el
modelo de núcleo decreciente clásico (yagi y kunii. 1955). Indicando que dicho
modelo puede aplicarse a sistemas solido−liquido si la concentración del reactivo
en solución es lo suficientemente grande para poder ser considerando como
constante a lo largo del proceso de reacción. Manipulando las ecuaciones del
modelo, llega a las siguientes expresiones.
Control de difusión en la coraza:

𝜌𝑎 𝑅𝑝 2 1 2
𝑡= [1 − (1 − 𝑋3)3 ]
𝑏𝐶𝐴 ∗ 𝐷0
Control de la reacción superficial:
𝜌𝑎 𝑅𝑝 1
𝑡= [1 − (1 − 𝑋3 )3 ]
𝑏𝑘𝐶𝐴
Esta ecuaciones resultan adecuadas para el establecimiento del paso
controlante en el sistema cuando existe duda; lo anterior se logra graficando In
1
(t) vs In [1 − (1 − 𝑋3 )3 ] y analizando la pendiente de la recta así obtenida; si la
pendiente es uno, el proceso estará controlado por la reacción superficial; si es
dos, por la difusión; si el valor de la pendiente se encuentra entre uno y dos,
corresponde a un proceso cuyo control es mixto. Bobeck et al. 1985 utilizan un
criterio semejante para la determinación del paso controlante de su sistema.
Sohn y szekely 1072 encontraron que, para reacciones solidos−gas, el
considerar de primer orden una reacción que no lo es puede conducir a errores
apreciable en los resultados si el control del proceso es mixto; concluyen que la
hipótesis de pseudo−estado estacionario es válida si la concentración del
reactivo fluido puede ser considerada constante y si el proceso está gobernado
por una sola etapa; ambos requisitos deben cumplirse a la vez.
Su (1976) encuentra que sus datos experimentales ajustan a un modelo mixto
de difusión y reacción para la lixiviación de un concentrado de sulfuro de cinc
con ion férrico; entre 0.1 y 1 (M) de concentración de agente oxidante, reportan
un orden de reacción de uno, con una energía de activación de 50 [𝐾𝑗⁄𝑔𝑚𝑜𝑙] 12
[𝐾𝑐𝑎𝑙⁄𝑔𝑚𝑜𝑙]
Demopoulos 1977 realiza un estudio cinético sobre la lixiviación de cristales de
sulfuros de cinc, variando los niveles de concentración de ion férrico entre 0.3 y
3.0 (M); reporta control cinético en el sistema solamente cuando se utiliza el nivel
superior de concentración, con una energía de activación de 54 [𝐾𝑗⁄𝑔𝑚𝑜𝑙] 13
[𝐾𝑐𝑎𝑙⁄𝑔𝑚𝑜𝑙]y un orden de reaccion de 0.5 con respecto al agente oxidante. Las
condiciones experimentales empleadas por su 1976 y Demopoulos 1977 son
muy similares, pero sus resultados solo concuerdan en el valor de la energía de
activación obtenida, diferente en 4 [𝐾𝑗⁄𝑔𝑚𝑜𝑙]; estos valores (50 y 54 [𝐾𝐽⁄𝑔𝑚𝑜𝑙]
respectivamente) son más congruente con un tipo de control mixto, como el
reportado por su (1976).
Dutrizac y MacDonald 1978, utilizando cristales de esfalerita, encontraron un
buen ajuste de sus datos experimentales al modelo clásico con control de la
reacción superficial, con una energía de activación de 41.8 [𝐾𝐽⁄𝑔𝑚𝑜𝑙] (10
[𝐾𝑐𝑎𝑙⁄𝑔𝑚𝑜𝑙]) y un orden de reacción de 0.36 con respecto al ion férrico. Como
puede verse, el valor de la energía de activación obtenida no corresponde a un
proceso controlado por la cinética.
Rath et al. (1981) reportan control difusivo en la lixiviación con cloruro férrico;
aseguran que el orden de reacción es de 1.4 con respecto al ion férrico con una
energía de activación de 90 [𝐾𝑗⁄𝑔𝑚𝑜𝑙] (21.5 [𝐾𝑐𝑎𝑙⁄𝑔𝑚𝑜𝑙]), cantidad esta
difícilmente armonizable con un proceso controlado por difusión. Solo
experimentan con un tamaño de partícula, lo que posiblemente enmascara los
resultados; además, los niveles de concentración de ion férrico utilizados hacen
inadecuado el uso de la hipótesis de pseudo−estado estacionario para el
trasporte de iones a través de la capa de inertes.
Venkataswamy y khangaonkar (1981) reportan buenos, ajustes tanto para
control difusivo como para control cinético en la lixiviación de esfalerita con
cloruro férrico a baja concentración; estos resultados no concluyentes sobre el
control del proceso pueden deberse a que no se analiza el afecto del tamaño de
partícula, además, la concentración de agente oxidante siempre es muy
pequeña; la variación mínima en el medio es de 70%, por lo que la utilización de
la hipótesis de pseudo−estado estacionario no es adecuada. También realizan
experimentos utilizando tetracloroetileno para disolver la capa de azufre formada
alrededor del núcleo del mineral no reaccionado, reportando los minemos
resultados que cuando no adicionan dicho solvente; es útil hacer notar que el
uso del modelo de núcleo decreciente no es adecuado en esas condiciones,
pues la partícula varia de tamaño al realizarse la lixiviación.
Haung y Bernal (1984) utilizan sulfato férrico para lixiviar esfalerita, utilizando
oxígeno para regenerar al ion férrico durante la reacción; estudian el efecto de la
temperatura en un rango de operación de 120 a 160 ºC. Mediante cálculos
estadísticos no especificados, obtienen una energía de activación de 92
[𝐾𝑗⁄𝑔𝑚𝑜𝑙] (22 [𝐾𝑐𝑎𝑙 ⁄𝑔𝑚𝑜𝑙]), valor que se encuentran dentro del rango
característico para procesos con cinético.
Jin et al. (1984) estudian el efecto de la temperatura la concentración de agente
y el tamaño de de partícula para determinar la cinética de lixiviación de esfalerita
con cloruro férrico; el mineral utilizado contiene 62% de cinc (concentrado por
flotación) y alrededor d 4% de fierro, 0.8% de cobre y 0.1% de plomo. Aumentos
en la temperatura y/o disminuciones en el tamaño de partícula incrementan la
extracción. Atizando el modelo de núcleo decreciente. Encuentran que la etapa
más lenta es la de reacción superficial, con una energía de activación de 58.4
[𝐾𝑗⁄𝑔𝑚𝑜𝑙] (14 [𝐾𝑐𝑎𝑙⁄𝑔𝑚𝑜𝑙]) y un orden de reacción de 0.5 con respecto a la
concentración total de ion férrico para niveles de concentración de este entre
0.05 y 0.8 (M); para concentraciones superiores, encuentran que el agente
oxidante ya no afecta a la tasa de extracción. En un estudio posterior de este
sistema. Warren et al. (1985) encuentran que el orden de reacción con respecto
al ion férrico es de 0.5 para concentraciones entre 0.3 y 0.8 (M) y de 0.0 para
concentraciones mayores. Realizan también un estudio sobre la influencia de la
presencia del ion cloruro en el medio, encontrando que dicho ion incrementa la
tasa de extracción; obtienen un orden de reacción con respecto al ion cloruro
cercano a 0.5. Cabe hacer notar que solamente estos autores estudian el efecto
del ion cloruro sobre la tasa de lixiviación.
Bobeck y su (1085), en un sistema esfalerita−cloruro férrico, encuentran que
para conversiones fraccionales entre 0.0 y 0.8 controla la reacción superficial,
alrededor de 0.9 la velocidad de difusión a través de la capa de interés es tan
importante como la reacción química superficial, es decir, el control es mixto;
para conversiones superiores la difusión interna es la etapa controlante. Los
datos experimentales necesarios para realizar el tratamiento anterior fueron
obtenidos utilizando una concentración de ion férrico de 0.25 (M) y 5 (g) de
mineral con aproximadamente 55% de cinc, condiciones bajo las cuales la
hipótesis de pseudo−estado estacionario no es adecuada, pues la concentración
de agente oxidante en el medio liquido no puede suponerse constante; para
rendimientos superiores al 50% la concentración de ion férrico en el medio es de
tan solo el 66% de su valor inicial. Obtienen una energía de activación de 46.9
2
[𝐾𝑗⁄𝑔𝑚𝑜𝑙] (11.2 [𝐾𝑐𝑎𝑙⁄𝑔𝑚𝑜𝑙]). Difusividades efectivas del orden de 10−12 [𝑚 ⁄𝑠],
2
y constante cinéticas entre 9.2−10−7 y 17−10− 7 [𝑚 ⁄𝑠]. En cuanto a sus
resultados sobre la concentración de agente, encuentran que hasta 0.1 (M) la
tasa de extracción es proporcional a la concentración ya para valorar superiores
es insensible; estos experimentos los realizan utilizando sulfuros de cinc puro.
El trabajo realizado por Lobo et al. (1986), es un estudio preliminar de la cinética
de lixiviación de esfalerita con cloruro férrico; se encuentra que el proceso está
controlado por la reacción superficial a bajas conversiones y por la difusión a
través de la capa de interés a conversiones medias y altas. Las constantes
cinéticas obtenidas son del orden de 10−4 [𝑐𝑚⁄𝑠] con una energía de activación
de 50.6 [𝐾𝑗⁄𝑔𝑚𝑜𝑙] (1.09 [𝐾𝑐𝑎𝑙⁄𝑔𝑚𝑜𝑙], y encuentran difusividades efectivas del
2
orden de 10−6 [𝑐𝑚 ⁄𝑠]. Al utilizar una concentración de agente oxidante de 0.055
(M) para lixiviar 5 (g) de mineral con 43.5% de cinc, no se está cumpliendo con
mantener la concentración de agente oxidante constante, por lo que la hipótesis
de pseudo−estado estacionario no es válida. Por otra parte, el rango de tamaños
de partícula utilizado es muy amplio.
Verbaan y Crundwell (1986) encuentran que el proceso de lixiviación de
esfalerita con cloruro férrico está controlado por la reacción superficial; utilizan
oxígeno para la regeneración del ion férrico en el medio. La energía de activación
encontrada es congruente con el tipo de control observado. Proponen un modelo
electroquímico para el tratamiento de sus datos experimentales, de donde las
dimensiones de las constantes cinéticas utilizadas para calcular la energía de
𝑔 𝑚𝑜𝑙⁄
activación corresponden a una reacción de orden cero [ 𝑠 − 𝑐𝑚2 ], pero los
autores nunca se refieren al orden de reacción con respecto al ion férrico;
reportan un orden de reacción de dos con respecto a Fe⁺2, de uno con respecto
a O2 y de 0.36 con respecto a H⁺.
Lobo y palacios (1987) reportan control de difusión en la lixiviación de esfalerita
con cloruro férrico, con una energía de activación de 67.8 𝐾𝑗⁄𝑔𝑚𝑜𝑙 (16.2
𝐾𝑐𝑎𝑙 ⁄𝑔𝑚𝑜𝑙) valor típico de procesos con control cinético. El uso de mineral on
tamaño de partícula no acotado es probablemente la causa de la incongruencia
en los resultados obtenidos pues la presencia de finos causa un rápido
incremento en la extracción en los primeros momentos de la lixiviación y, cuando
estos se agotan, la extracción se torna más lenta.
De lo anterior, lo que queda claro es que el modelo clásico puede ser utilizado
para determinar la etapa controlante en el proceso, respetando sus limitaciones,
sobre todo en lo que se requiere a la concentración de agente oxidante; en
cuando a la determinación del orden de reacción, la alternativa es el desarrollo
del modelo en régimen transitorio, tomando en cuenta la posibilidad de que el
orden de la reacción sea distinto de uno y que la concentración de agente
oxidante en el seno del fluido sea variable a lo largo del proceso.

I. 2. - OBJETIVOS
La alternativa que representa la lixiviación directa de minerales sulfurados sobre el
proceso actualmente en uso hace necesario el estudio de la cinética de dichos
procesos. puesto que con base en el conocimiento emanado de dichos estudios la
creación de nueva tecnología es viable.
Para determinar la cinética de lixiviación de esfalerita, es necesario representar
matemáticamente los fenómenos involucrados en el proceso. Si el modelo matemático
empleado representa lo más fielmente posible a la realidad, pueden predecirse con
certeza las causas y efectos de cada una de las variables del sistema.
De acuerdo a los trabajos revisados sobre Ia literatura del tema. Los parámetros más
importantes en el proceso de lixiviación de esfalerita a temperaturas moderadas y
presión ambiente son los siguientes:
a) Concentración y tipo de agente oxidante.
b) Temperatura de operación.
c) Tamaño de partícula.
d) pH de la solución.
e) Concentración de cloruros.
f) Velocidad de agitación.
Para el conocimiento completo del sistema, es necesario el establecimiento de dos
puntos importantes:
a) Etapa controlante del proceso.
b) Orden de reacción.

De acuerdo a lo anterior. Los objetivos del presente estudio son:


o Determinación de la velocidad de agitación óptima para realizar
estudios cinéticos sobre el proceso.
o Determinación del efecto del tamaño de partícula.
o Determinación del efecto del pH de la solución.
o Determinación del efecto de la temperatura.
o Determinación del efecto de la concentración de agente oxidante.
o Determinación del efecto de la concentración de cloruros.
o Determinación de la etapa controlante.
o Obtención de la constante cinética y/o la difusividad, de acuerdo a la
etapa controlante del proceso.
o Determinación del orden de reacción.

Para determinar la etapa controlante del proceso se utiliza el modelo de núcleo


decreciente desarrollado por Yagi y Kunii (1955), y el orden de reacción se determina
mediante un modelo de núcleo e creciente en régimen transitorio.

METODOS EXPERIMENTALES

III.1. MATERIAL Y EQUIPO


El sistema experimental consistió de un reactor de vidrio Pyrex de un litro con
accesos para toma de muestra, medición de temperatura, condensador y sistema de
agitación. La temperatura en el reactor se mantuvo constante sumergiendo este en
un baño de agua.

Para el análisis del mineral y de la solución lixiviada se utilizó un espectrofotómetro


de absorción atómica marca Varían modelo AA 1475, con soluciones patrón marca
Sigma. La temperatura del baño de agua se mantuvo constante mediante el uso de
un termorregulador de inmersión m arca Haake modelos E2 y D3, y la temperatura del
agua en el condensador fue controlada con un termorregulador de recirculación externa
marca Cole Parmer modelo 1208-00. Para la agitación del sistema se utilizó un motor
marca Ciframos modelo RZRl de torque constante con flecha de vidrio y aspas de
teflón. La medición de la conductividad del agua utilizada se realizó mediante un
canductlmetro marca Yellow Springs modelo 31 con celda marca Yellow Springs
modelo 3402. El pH de la solución se ajustaba con un medidor de pH marca
Conductronic modelo pH. 20. Para el filtrado de las muestras se utilizaron microfiltros
marca Millipore (tamano de poro = 0.45 µml).
El mineral fue tamizado utilizando tamices marca Mont-Inox de acero inoxidable. El
agua utilizada fue tridestilada con una conductividad entre 6 y ~ 18 µΏ −1 ; todas las
demás substancias utilizadas fueron grado reactivo.
111.2. CARACTERIZACION DEL HINERAL
El mineral utilizado fue proporcionado por Industrial Minera México. Donde se
encuentro por flotación; los surfactantues utilizados en dicho proceso ocasionan
aglomeración del mineral al secar, por lo que el mineral presentaba un tamaño de
partícula aparente mucho mayor que su tamaño real; esta aglomeración desaparece
al poner al mineral en contacto con un medio líquido, por lo que, si el mineral es
solamente tamizado en seco, no puede conocerse la distribución real de tamaño de
partícula presente en el reactor. De acuerdo a lo anterior, el mineral fue tamizado
primeramente en seco, en presencia de agua y finalmente en seco. Las técnicas
de tamizado se describen en el apéndice B. Cabe hacer notar que un 80% del
mineral ya tamizado en seco se pasaba a las siguientes mallas en presencia de
agua. La apertura de malla de los tamices utilizados puede consultarse en la tabla II.
TABLA II: TAMICES UTILIZADOS

# DE MALLA APERTURA
µM
50 297
80 177
100 149
150 99
200 74
300 50

El mineral ya seco fue alimentado en recipientes de plástico cerrado para su uso


posterior.
El análisis del mineral fue realizado cualitativa y cuantitativamente, el primero utilizando
técnicas de colorimetría y precipitación (Charlot, 1982; Lurie, 1978; Comisión de
fomento minero, 1977) y el segundo por espectrofotometría de absorción atómica; los
métodos analíticos utilizados pueden consultarse en el Apéndice D. Para realizar
cualesquiera de estos análisis era necesaria la disolución previa de la muestra,
para lo cual se siguió el siguiente procedimiento: en 250 ml de agua regia (HCl:HN03)
se ponen 0.5 g de mineral; la mezcla se agita y se calienta hasta la disolución y la
muestra solida; el volumen de la solución resultante se lleva a 250 ml con agua
tridestilada. Este procedimiento se lleva a cabo con nueve muestras: tres para cada
tamaño de partícula utilizado en el estudio.
De acuerdo al análisis realizado por difracción e rayos X practicados a cada uno de
los tres grupos de tamaño de partícula utilizados, el mineral tiene como constituyente
principal sulfuro de cinc en forma ɞ; la principal impureza presentí es férrico en
forma de sulfuros. La baja concentración de los posibles elementos restantes impidió
su reconocimiento por este método.
Los resultados del análisis cualitativo pueden verse en la tabla III y los'
correspondientes al cuantitativo en la tabla IV. Puede apreciarse que el elemento
metálico presente en mayor proporción después del cinc es el fierro, como ya se
hablad determinado por difracción de rayos X. En el análisis cualitativo no se detectó
la presencia de cadmio en la muestra, debido probablemente a su baja concentración;
en cambio, se detectaron cromo y cobalto, especies que no pudieron cuantificarse.
La densidad del concentrado fue de 4.16 g/cm3, con una densidad molar de cinc de
0.0331 g mol/cm3 y un área superficial e 0.7 m2/g determinada por adsorción de
nitrógeno.

TABLA III
RESULTADOS DEL ANÁLISIS CUALITATIVO
Especie Porcentaje
aproximado
Zn 50
Cu 1
Pb 1
Fe 8
Mn 0.5
Ag Trazas
Cr Trazas
Co Trazas

TABLA IV
RESULTADOS DEL ANÁLISIS CUANTITATIVO
Especie Porcentaje
Zn 52.00
Fe 4.5
Cd 1.35
Ag 0.25
Mn 0.14
Pb 1.00
Cu 1.00
Sº 31.80

Valor calculado suponiendo que todas las especies están presentes como
sulfuros

III.3. PROCEDIHIENTO EXPERMENTAL


Se colocaban en él, reactor las cantidades requeridas de cloruro férrico y, en
su caso, de cloruro de sodio en agua y se llevaba a temperatura de operación;
alcanzada esta. se procederá a ajustar el pH al valor deseado, con el medidor
de pH previamente calibrado, adicionando HCl concentrado; el volumen de la
solución con el pH ajustado y a la temperatura de operación era de 750 ±2 2
ml. Se tomaban muestras de la solución para utilizarlas como "blancos"e n el Commented [p1]:
análisis espectrofotométrico. El mineral se adicionaba por el acceso de toma de
muestra del reactor y se iniciaba la agitacibn (t=O); a intervalos
predeterminados de tiempo se tomaban muestras de la solución filtrando
mediatamente para inhibir la reacción y diluyendo para su posterior análisis.
Las condiciones experimentales fueron las siguientes:
a) Velocidad de agitación: 500, 700, (900) y 1100 rpm
b) Temperatura: 30, 55 y (80) ºC
c) Diámetro promedio de partícula: (62), 124 y 237 µm
d) pH : 0.1, 0.3 y (1.0)
e) Concentración de FeCl3,: 0.0, 0.00625. 0,0125, 0.025 Y (0.095) (M)
f) Concentración de NaCl: (0.0). 0.45 y 0.90 (M)
g) Volumen de solución: 750 ml
h) Peso de mineral: 0.60 g.
i) Volumen de HCl concentrado (37%): 3 - 115 ml.
j) Temperatura en el condensador: 10 ºC
k) tiempo de reacción: 6 Hr
l) tiempo de muestreo; 5, 10, 15, 30, 45, 60, 90, 120, 150, 180, 210, 240,
270, 300, 330 y 360 min
Las cantidades entre paréntesis indican el valor utilizado de cada parámetro
para observar el efecto de los restantes.
ANALISIS DE LA SOLUCION.
Se utilizaron diluciones de 1 ml de muestra en 25. 50, 100 y 250 ml de agua
tridestilada de acuerdo a la extracción esperada a cada tiempo. Por regla
general, se utilizaban tres diluciones distintas en cada experimento. En la
mitad de las corridas experimentales se analizó el contenido de fierro en la
solución lixiviada, esto con el fin de verificar su constancia en la solución; los
resultados mostraron que el fierro que contiene el mineral, susceptible de ser
lixiviado, no alteraba substancialmente la concentración total de este metal
en el medio. Para evitar las interferencias en la lectura de concentración de
cinc ocasionadas por otras especies preséntese en la solución inicial, como
fierro, sodio y cloro principalmente, se utilizó esta como fondo en los blancos
de lectura con la misma dilución que la solución problema (ver apéndice D).

Imagen falta

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