- “ninguna de las ciencias literarias (al igual que ninguna de las ciencias naturales) puede penetrar en los
momentos especiales que inspiran la creación”. P.15.
- “¿qué es lo que hace que las grandes obras reverberen con tanta vivacidad en nuestras mentes por lo común mundanas? ¿qué es lo que les da a las grandes obras de ficción su poder en el texto en el lector?” p.16 la psicología de la literatura: en el texto literario aparecen modalidades de carácter y personalidades que llevamos con nosotros, de forma inconsciente, como lectores. Esos modelos se ponen en juego en los textos. Pero resulta insuficiente porque no explica por qué motivo un texto ejerce tanta fuerza en el lector o no. Varios lingüísticas (Jakobson, Barthes) explican que el texto se interpreta al mismo tiempo desde diferentes niveles, para comprender su sentido literario, pero “sabemos muy poco sobre la manera en que los lectores lo hacen realmente, sabemos muy poco sobre el ‘lector en el texto’ como proceso psicológico” p.17. - Diversas preguntas que caracterizan a la psicología de la literatura, entre ellas, cómo es ese proceso por el cual los lectores atribuyen significados a lo que leen. - “El género parece ser una modalidad de organizar la estructura de los sucesos y de organizar su relato, que puede usarse para contar las historias propias o, en realidad, para ‘situar’ las historias que uno está leyendo o escuchando. Algo en el texto real ‘desencadena’ una interpretación de género en el lector…”, p. 18. Cuáles son esos desencadenantes y cuáles las formas subjetivas de los géneros que llegan a predominar en la mente del lector. - Los relatos son “modelos para volver a describir el mundo” (Ricoeur). “empero, el relato no es en sí mismo el modelo, es por decirlo así, la representación de los modelos que tenemos en nuestra mente”, p. 19. - Las diferentes maneras de leer el texto, en sus diferentes dimensiones, se van atacando entre sí, hasta se burlan entre sí, en la mente del lector. “Hay algo en la narración, algo en la trama, que desencadena este ‘conflicto de géneros’ en los lectores”, p.19. - “Si preguntamos a continuación cuál es el carácter y la función del genero psicológico –la concepción que tiene el lector sobre la clase de relato o texto que está abordando o ‘recreando’– en realidad no sólo estamos formulando una pregunta morfológica sobre el texto real, sino además una pregunta sobre los procesos interpretativos que son liberados por el texto en la mente del lector.” P.19. - “L revolución cognitiva en psicología, entre otras cosas, había permitido examinar cómo se organizaban el pensamiento y la experiencia en sus miles de formas. Y puesto que el lenguaje es nuestra herramienta más poderosa para organizar la experiencia y, en realidad, para construir ‘realidades’, comenzó a realizarse un examen más estricto de los productos del lenguaje en su rica variedad”. En los 70 las ciencias sociales se vuelven menos positivistas y se centran en la cuestión del significado: en qué sentido la cultura puede ser leída como un texto, por ejemplo. - Sobre los usos de lenguaje, luego del furor chomskiano, en los 70. Se estudió el uso del lenguaje que crea las ilusiones de realidad que constituyen la ficción. Problemas como “las gramáticas de los relatos” o qué es lo que hace a una buena narración, etc. Dos grupos o maneras de estudiar: los psicólogos, y los poetas, narradores, dramaturgos, críticos. Aquellos estudiaban de “arriba hacia abajo” y estos de “abajo hacia arriba” p.21. Los primeros parten de una teoría sobre el relato, la mente, los escritores, los lectores. Buscan en los relatos ejemplos que sirvan para explicar la teoría. Es el trabajo desapegado y crítico del científico, y participa del pensamiento paradigmático. Los que trabajan de abajo hacia arriba, se enfocan en una obra bien determinada, desde un cuento o novela, hasta una mera línea. Buscan la teoría implícita en la construcción del relato. “El proyecto es leer un texto por sus significados y, al hacerlo, poner de manifiesto el arte de su autor”, p.22. No rechazan las teorías, pero no buscan probarlas o refutarlas, sino explorar el mundo de una obra literaria determinada. II. Dos modalidades de pensamiento - Dos modos de pensamiento y de funcionamiento cognitivo, cada uno ordena la experiencia y construyen la realidad de una forma diferente. Si bien son complementarias, son irreductibles entre sí. Difieren en los procesos de verificación. “Un buen relato y un argumento bien construido son clases naturales diferentes. Los dos pueden usarse como un medio para convencer a otro. Empero, aquello de lo que convencen es completamente diferente: los argumentos convencen de su verdad, los relatos de su semejanza con la vida.” - Modalidad paradigmática o lógica-científica: trata de cumplir el ideal de un sistema matemático, formal, de descripción y explicación. Emplea la categorización o conceptualización y las operaciones por las cuales las categorías se establecen, se representan, se idealizan y se relacionan entre sí a fin de constituir un sistema. - “Su ámbito está definido no sólo por entidades observables a las cuales se refieren sus enunciados básicos, sino también por la serie de mundos posibles que pueden generarse lógicamente y verificarse frente las entidades observables; es decir, está dirigida por hipótesis de principios.” P.24. - “poderosos mecanismos auxiliares” para ayudar al pensamiento paradigmático: la lógica, la matemática, las ciencias y los aparatos automáticos. La “imaginación” paradigmática es la “capacidad de ver las conexiones formales posibles antes de poder probarlas de cualquier modo formal”. P.25. Falta de sentimientos. - La imaginación narrativa, por el contrario, construye historias creíbles, “se ocupa de las intenciones y acciones humanas y de las vicisitudes y consecuencias que marcan su transcurso”. La descripción de los acontecimientos particulares, situados en un tiempo y espacio determinados. “los relatos tienen desenlaces trágicos o cómicos o absurdos, mientras que los argumentos teóricos son sencillamente convincentes o no convincentes”. P.25. “El objeto de la narrativa son las vicisitudes de las intenciones humanas” p.27. - Dos planos en los relatos: 1. Relativo a la acción: agente, intención o meta, situación, instrumento; 2. Panorama de la conciencia: los que saben, piensan o sienten, o dejan de saber, pensar o sentir los que intervienen en la acción. Por esto, la realidad psíquica predomina en la narración. La realidad que excede a la psicología de los protagonistas es dejada como marco implícito. - “La ciencia –en particular la física teórica– también procede construyendo mundos de una manera similar, ‘inventando’ los hechos (o el universo) con respecto a los cuales debe verificarse la teoría.” Pero la ciencia tiene momentos de verificación. - “La actividad mental humana depende, para lograr su expresión plena, de estar vinculada a un conjunto de instrumentos culturales –una serie de prótesis, por decirlo así–…”; por eso hay que estudiar esos instrumentos utilizados. - El objeto de la narrativa son las vicisitudes de las intenciones humanas” p.27. aparecen diversos problemas en relación a la forma de un relato, sus límites, como identificar un relato. Todorov, Hayden White, V. Propp, coinciden en que todo relato realista, verosímil, comienza con un estado calmo que se rompe con un conflicto, el cual luego es solucionado, pudiéndose repetir el ciclo. Surge con esto el problema de los límites de los relatos, que hace a los relatos que sean tales. Y hay dos posturas; una que afirma que los límites son inherentes a la estructura de la mente tanto de los narradores como los lectores; y la segunda que los límites son convencionales. Para Bruner, ambas son insuficientes. ¿Se puede afirmar que hay una estructura que se repite en todos los relatos? Sin duda, hay una estructura en el mito, o en los cuentos folklóricos, pero, ¿es prueba suficiente? Por esto Bruner vuelve a la definición de narrativa, más amplia que la definición de relato propuesto por los teóricos anteriores. es una definición más flexible, y se hace cargo del postulado de la intencionalidad de un modo primitivo, es decir, de un modo categórico en el sentido kantiano. - Bruner vuelve con la definición de la narrativa intención (primitivismo): “es inmediata e intuitivamente reconocible: no parece requerir para su reconocimiento ningún acto interpretativo complejo por parte del espectador.” P.29. Sobre el problema de la causalidad: la causalidad se ve; la causalidad, no producto del hábito de asociación (Hume), sino que es una “categoría mental” en el sentido kantiano. P29. - Aunque no hay trabajos experimentales acerca de la intencionalidad primitiva; si un exp. Tal diese resultados positivos, “tendríamos que llegar a la conclusión de que ‘la intención y sus vicisitudes’ constituyen un sistema primitivo de categorías en función del cual se organiza la experiencia” p.30. Los trabajos de Piaget acerca del animismo establecen que la proyección de la intencionalidad psíquica a los sucesos naturales del mundo implica una categoría real que organiza la experiencia en niños pequeños. La idea es saber si es incluso anterior, si es tan primitiva como la percepción de la causalidad. - En el relato habrían desencadenantes que activan la mente del lector, generando respuestas, que convierten al relato en un relato de narrativa magnifico, una obra de arte. El relato tiene sus personajes y sus hechos, pero es la trama la que los organiza: “la trama es la manera y el orden en que el lector llega a saber lo que sucedió” p.31. De nuevo sobre el problema de una estructura profunda en las fabulas “primitivas”: ¿es la misma en el espectador de teatro o de cine? Y otros problemas; la cuestión es si hay “algún tipo de existencia en la mente del destinatario que le permite reconocerlas cualquiera sea la expresión en que se encuentren”. P. 31. - La búsqueda de cómo se integran el conflicto, el personaje y la conciencia (problema clásico: realidad interior y realidad exterior). P.33. - Los órdenes del lenguaje: desde los sonidos a los contextos. Jakobson. La relación entre significado literal y metáfora. P. 33. La escritura científica privilegia las palabras con un significado claro, definido, literal. Problematización acerca del lenguaje metafórico, narrativo, poético, y su referencialidad empírica: “De manera que ni vertical ni horizontalmente el lenguaje evocativo de la poesía y la narrativa se ajusta a los requisitos de simple referencia o de predicación verificable. Sin duda, los relatos literarios se refieren a sucesos de un mundo ''real", pero representan a ese mundo con un aspecto extrañamente nuevo, lo rescatan de la obviedad, lo llenan de intersticios que incitan al lector, en el sentido de Barthes, a convertirse en escritor, en el compositor de un texto virtual en respuesta al texto real. Al final, es el lector quien debe escribir para sí mismo lo que él se propone hacer con el texto real.”. P. 36. - “Y eso es lo que se encuentra en la médula de la narración literaria como acto de habla: un enunciado o un texto cuya intención es iniciar y guiar una búsqueda de significados dentro de un espectro de significados posibles”. P.36. Tomado de Wolfgang Iser. - De Iser también toma, si es que tiene razón en que las narrativas deben activar la imaginación del lector, ciertas características que guían ese proceso de “compromiso” del lector para con el texto: 1. La presuposición (construcción de significados implícitos), subjetificación (punto de vista particular), y 3 perspectiva múltiple (el mundo visto a través de un juego de prismas). P.37. - El acto de habla narrativo, con estas características, logran subjuntivizar la realidad, porque este modo lingüístico refiere a sucesos que no han sido concretados realmente, sino sólo concebidos como realizables, puede ser deseo, orden, suceso contingente. “Por ende, estar en el modo subjuntivo es estar intercambiando posibilidades humanas y no certidumbres establecidas. Un acto de habla narrativo “logrado” o “aceptado” produce, por tanto, un mundo subjuntivo”. P. 38. - La pregunta ahora es acerca de los medios técnicos de los relatos que generan esta realidad subjuntiva. Bruner retoma los trabajos de Paul Grice, quien especifica las máximas del discurso (claridad, brevedad, sinceridad) como reglas que son rotas constantemente para querer decir más de lo que decimos. Expresarse de estas formas, como una ironía, por ejemplo, suscita presuposiciones que llenan los intersticios generados. Las presuposiciones se van yuxtaponiendo en el relato, se van proyectando, a partir de los desencadenantes. - “…el desencadenamiento de presuposiciones, como las transgresiones intencionales de las máximas de la conversación, constituye un medio fecundo de ‘significar más de lo que se está diciendo’, o de penetrar más allá de la superficie del texto, o de llenar el texto de significado con el fin de crear una obra narrativa”. P. 39. - Las modalidades paradigmática y narrativa en relación a las presuposiciones las dos sacan ventajas. El científico, filósofo analítico, o el lógico, debe tratar las presuposiciones de manera explícita, en aras de la brevedad, de la economía textual, mientras que el narrador, si no usa el desencadenante de presuposiciones, su relato fracasará, carecerá de relieve. P. 40. - Freud “la trama pasa a ser una actualización hipotética de la propia ‘psicodinámica’ interna del lector” p.40. El lector o el oyente lee lo que lleva internamente. Es un logro inconsciente. - De Todorov, Bruner toma las “transformaciones” de las oraciones, que llevan a agregar información de modo subjuntiva. - “…el acto de crear una narración de una clase determinada y con una forma determinada no tiene por objeto suscitar una reacción estándar sino recuperar lo más adecuado y emocionalmente vivo del repertorio del lector. De modo que la ‘gran’ narración consiste, inevitablemente, en abordar conflictos humanos que resulten ‘accesibles’ a los lectores. Pero, a la vez, los conflictos deben presentarse con la suficiente subjuntividad para que puedan ser reescritos por el lector, a fin de permitir el juego de su imaginación”. P. 46. - “A medida que nuestros lectores leen, a medida que empiezan a construir un texto virtual propio, es como si emprendiesen un viaje sin llevar mapas y, no obstante, poseen una cantidad de mapas que podrían dar indicios y, además, saben mucho sobre viajes y sobre la confección de mapas”. P. 47. - “…la modalidad narrativa permite llegar a conclusiones no sobre certidumbres en un mundo prístino, sino sobre las diversas perspectivas que pueden construirse para que la experiencia se vuelva comprensible.”. p. 48. - Sobre el cambio en la narración de los mitos a la novela psicológica en la que predomina el personaje o elencos de personajes y sus perspectivas. Sobre la captación del personaje como una Gestalt. - “La inseparabilidad del personaje, el ambiente y la acción debe estar profundamente enraizada en el carácter mismo del pensamiento narrativo. Tan sólo con dificultades podemos concebirlos aisladamente. Existen diferentes maneras de combinar esos tres factores para construir los dramatis personae de la ficción (o de la vida). Y de ningún modo se trata de construcciones arbitrarias. (…) En ellas se reflejan (…) nuestras creencias sobre el modo en que las personas se insertan en la sociedad. En realidad, el acto de interpretar a otra persona es casi inevitablemente problemático. Por todo esto, la elección de una interpretación en lugar de otra casi siempre tiene consecuencias reales en el tipo de relación que establecemos con los demás.” Interpretar a una persona en la ficción o en la vida es un acto dramático, por lo subjuntivo de la cuestión. TEORÍA DE LA MENTE. P.49-50. - Las consecuencias éticas y sociales de considerarse personaje, figura, personalidad, individuo (morofología tomada de Amelie Rorty). - El problema de la narratividad en la historia; p.51.-53. Lo paradigmático y lo narrativo llegan a convivir.