Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Floculación iónica.
Sólidos en suspensión;
Partículas coloidales (menos de 1 micra), gobernadas por el movimiento browniano;
y,
Sustancias disueltas (menos que varios nanómetros).
Índice
1 Proceso
2 Tipos de floculación
o 2.1 Floculación iónica
3 Mecanismo de funcionamiento
4 Usos más comunes
o 4.1 Mantenimiento de piscinas
o 4.2 Tratamiento de aguas para autolavados
5 Véase también
Proceso
El proceso de floculación es precedido por la coagulación, por eso se suele hablar de los
procesos de coagulación-floculación. Estos facilitan la retirada de las sustancias en
suspensión y de las partículas coloidales:
La coagulación es la desestabilización de las partículas coloidales causadas por la
adición de un reactivo químico llamado coagulante el cual, neutralizando sus
cargas electrostáticas, hace que las partículas tiendan a unirse entre sí.
La floculación es la aglomeración de partículas desestabilizadas en microflóculos y
después en los flóculos más grandes que tienden a depositarse en el fondo de los
recipientes construidos para este fin, denominados sedimentadores.
En la minería, los floculantes utilizados son polímeros sintéticos de alto peso molecular,
cuyas moléculas son de cadena larga y con gran afinidad por las superficies sólidas. Estas
macromoléculas se fijan por adsorción a las partículas y provocan así la floculación por
formación de puentes interpartículas.
Tipos de floculación
Floculación iónica
Mecanismo de funcionamiento
El mecanismo subyacente es de tipo electromagnético a nivel molecular. De esta manera el
floculante ejerce aquí una alteración en la carga eléctrica a nivel iónico de las partículas
haciendo que estas se atraigan entre sí y formen juntas una partícula más grande y pesada
que se hunde, quedando depositada en el fondo junto a las otras.
Con el propósito de ayudar a conservar el agua, se puede utilizar floculante para reciclarla.
Para el efecto, previo paso por una trampa de grasas, se procede a aplicar floculante al 80%
de sulfato de aluminio y 20% de sulfato de cobre en una proporción de 5 dL por cada 10 m³
de agua a tratar. Se esparce de manera homogénea sobre la superficie y se procede a agitar
de manera fuerte y sostenida durante dos o tres minutos. Se deja reposar por al menos una
hora y se traslada a un tanque limpio procurando una máxima aireación.