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Mecánica de
suelos
Unidad 6-7-8
Definición.
Al observar depósitos de material muy suave situados en el fondo de una masa de agua,
por ejemplo un lago, se nota que el suelo reduce su volumen conforme pasa el tiempo y
aumentan las cargas por sedimentación sucesiva. A un proceso de disminución de
volumen, que tenga lugar en un lapso, provocado por un aumento de las cargas sobre el
suelo, se le llama proceso de consolidación. Frecuentemente ocurre que durante el
proceso de consolidación la posición relativa de las partículas solidas sobre un mismo
plano horizontal permanece esencialmente la misma; así, el movimiento de las partículas
de suelo puede ocurrir solo en dirección vertical; esta es la consolidación unidireccional o
unidimensional.
* La presión neutra se transmite a través del agua, requiere, por lo tanto, que haya
continuidad de la misma. El suelo debe estar saturado.
Preparación de la muestra:
1; Determínese el peso propio del anillo para confinar la muestra y de dos placas
de vidrio.
2; Colóquese una masa de arcilla inalterada del tamaño del anillo de consolidación
y, girando el anillo, córtese la muestra con un cortador hasta sus dimensiones
correctas.
3; Retírese la porción de la muestra que sobresalga por la cara superior del anillo,
hasta lograr una superficie continua a nivel.
4; Colóquese una placa de vidrio, ya pesada, sobre el anillo, inviértase este y
repítase la remoción del material en la cara inferior.
5; Anótese muy cuidadosamente y detallada descripción de la muestra.
6; Usando una balanza, pesese el conjunto de muestras, anillo y placas de vidrio.
7; Retírense las placas de vidrio y, en su lugar, céntrense cuidadosamente las
piedras porosas ligeramente humedecidas en sus bases, presionándolas muy
suavemente contra la muestra, a fin de lograr que se adhieran.
8; Colóquese un anillo de algodón hidrófilo, húmedo, entorno a la piedra porosa
superior, cubriendo la parte superior del espacio entre el anillo y la cazuela.
Procedimiento de la prueba.
1; Retirado el pequeño peso actuante sobre el marco de la carga, colóquese en la
ménsula el primer incremento de carga, evitando que el marco cause impacto
sobre la muestra y usando pesos apropiados.
2; Obsérvese y anótese lecturas del micrómetro en intervalos de tiempo
adecuados, 6 seg, 15 seg, 30 seg, 1, 2, 4,8 hrs, etc.
3; Dibujar la curva de consolidación.
4; Definir el tramo recto de consolidación secundaria, se considera que se
completo la primaria.
5; Seleccionar un tiempo correspondiente a un punto que caiga en el tramo de
consolidación secundaria a todas ellas.
6; Quitar las cargas en decrementos.
7; Hacer lecturas en diferentes tiempos para cada carga actuante en el siclo de
descarga, dibujando las curvas de expansión, análogas a las anteriores de
consolidación.
8; Permitir que la muestra se expanda durante 48 horas.
9; Quitar el micrómetro y desarmar el consolidometro
10; Sacar la muestra del horno y determinar su peso seco.
Toda obra de ingeniería exige seguridad, funcionalidad y economía. Cuando se habla de seguridad
en el caso específico de los suelos, se busca que el sistema que forman la cimentación y el suelo no
genere un mecanismo de falla que ponga en peligro la estabilidad de la obra. Para llevar a cabo el
mecanismo potencial de falla. Sin embargo, dicha determinación implica grandes retos para el
ingeniero de mecánica de suelos, en virtud de las variables involucradas en el problema, tales
como: tipo de suelo, grado de compacidad o consistencia, grado de saturación y anisotropía, entre
otras. El grado de saturación, por ejemplo, ha permitido crear la “Mecánica de Suelos Tradicional”
(para suelos 100% saturados) y la “Mecánica de suelos no saturados”. ESTADO DEL ARTE En 1776
Coulomb (ref. 1), físico e ingeniero francés, propone un mecanismo para estudiar la resistencia del
suelo, que consiste en aceptar que dicho material falla por esfuerzo cortante a lo largo de un plano
de deslizamiento. Observó que en dicho plano la resistencia al esfuerzo cortante, s, de cierto tipo
de suelos, resultaba proporcional al esfuerzo normal actuante, s, o sea: s ~ s (3.3.1). Para quitar el
signo de proporcionalidad introdujo un coeficiente, tan f, donde f representa una constante del
material conocida como “ángulo de fricción interna”. Observó también que otros suelos como las
arcillas saturadas, parecían tener una resistencia al esfuerzo cortante constante, c, independiente
del esfuerzo normal aplicado. Otros suelos tenían un comportamiento intermedio, con una ley de
resistencia al esfuerzo cortante igual a: c+=fstans (3.3.2) A la ecuación (2) se le conoce como la ley
de Coulomb. En 1882 Otto Mohr (ref. 2) plantea la “Teoría General de la Resistencia”, que se basa
en representar gráficamente en el plano de Mohr (s vs. s), los estados de esfuerzo en el momento
de la falla del material. La curva tangente a los círculos que representan dicho estado de esfuerzos
una línea recta se le conoce como ley de Mohr-Coulomb representada por la ecuación (3.3.2),
Terzaghi (ref. 3), basándose en el concepto de presión efectiva, modifica la forma de la ley de
Coulomb para suelos saturados, a la siguiente: c+=’tan’fss (3.3.3) Donde: f’ ángulo de fricción
interna en términos de esfuerzos efectivos. s’ esfuerzo efectivo entre los granos de suelo, dado
por: s’ = s – uf (3.3.4) Siendo uf la presión del agua de poro desarrollada por el suelo en el
momento de la falla. En 1936 Hvorslev (ref. 4) hace notar que la cohesión de las arcillas saturadas
no es una constante sino que depende de su contenido de agua, esto es: )(‘tan’wc+=fss (3.3.5) En
1958b Roscoe, Sholfield y Wroth (ref. 5) crean la “Teoría del Estado Crítico” que es un modelo
elastoplástico unificado que relaciona la resistencia con los cambios de volumen o cambios en la
relación de vacíos del suelo. A este trabajo siguió la “Teoría del Camclay” (ref. 6) en la Universidad
de Cambrige (Parry, 1960; Roscoe y Burland, 1968; Sholfield y Wrote, 1968; Atkinson y Bransby,
1978; Atkinson, 1981). En 1965 Juárez Badillo (ref. 7) aplica el “Principio de Proporcionalidad
Natural” al problema de la resistencia al esfuerzo cortante en los suelos, basado en los valores
Prueba Triaxial La prueba de ensayo triaxial es uno de los métodos más confiables para determinar
los parámetros de la resistencia al cortante. En un ensayo triaxial, un espécimen cilíndrico de suelo
es revestido con una membrana de látex dentro de una cámara a presión. La parte superior e
inferior de la muestra tiene discos porosos, los cuales se conectan al sistema de drenaje para
saturar o drenar el espécimen. En estas pruebas se pueden variar las presiones actuantes en tres
direcciones ortogonales sobre el espécimen de suelo, efectuando mediciones sobre sus
características mecánicas en forma completa. Los especímenes usualmente están sujetos a
presiones laterales de un líquido, generalmente agua. El agua de la cámara puede adquirir
cualquier presión deseada por la acción de un compresor comunicado con ella. La carga axial se
transmite al espécimen por medio de un vástago que atraviesa la parte superior de la cámara.
La presión que se ejerce con el agua que llena la cámara es hidrostática y produce por lo tanto,
esfuerzos principales sobre el espécimen, iguales en todas las direcciones, tanto lateral como
axialmente. En las bases del espécimen actuará además de la presión del agua, el efecto
transmitido por el vástago de la cámara desde el exterior. Es usual llamar σ1 , σ2 y σ3 a los
esfuerzos principales mayor, intermedio y mínimo, respectivamente. En una prueba de
compresión, la presión axial siempre es el esfuerzo principal mayor, σ1 ; los esfuerzos intermedios
y menor son iguales (σ2 = σ3 ) y son iguales a la presión lateral.
Presión Efectiva y Presión de Poro - Suelo.
Definiciones. El esfuerzo total que obra en cualquier punto de una sección de suelo saturado o
de roca, puede dividirse en dos partes. Una de ellas, llamada presión intersticial, presión de poro
o esfuerzo neutro uw actúa en el agua y en el sólido con igual intensidad y en todas direcciones.
La otra parte, conocida como esfuerzo efectivo p, representa el exceso sobre el esfuerzo neutro,
y actúa exclusivamente entre los puntos de contacto de los componentes sólidos. Es decir,
La experiencia ha demostrado que solamente los esfuerzos efectivos pueden inducir cambios en
el volumen de la masa de un suelo. De la misma manera, solamente los esfuerzos efectivos
pueden producir resistencia friccionante en los suelos y rocas. Por otra parte, los esfuerzos
neutros no pueden por si mismos producir cambios de volumen o bien resistencia friccionante.
A este enunciado se le conoce como principio de los esfuerzos efectivos (Te rzaghi, 1925, 1936;
Skempton, 1960). Su importancia es máxima en toda la Mecánica de Suelos y en la Ingeniería
de las Cimentaciones.
En forma indirecta, los cambios en los esfuerzos neutrales pueden producir cambios en el volumen
del suelo o influir en su resistencia friccionante, pero sólo bajo circunstancias especiales en las que
los cambios en esfuerzo neutral produzcan a su vez cambios en los esfuerzos efectivos. La
distinción entre los esfuerzos efectivos y los neutrales puede ilustrarse por medio de la fig. 2.4,
que muestra un recipiente parcialmente lleno de material granular y completamente lleno de
agua. El fondo del recipiente está conectado a un depósito, por medio de un tubo flexible. En la
parte a de la figura, el nivel del agua en el depósito es el mismo que en el recipiente, de manera
que no hay ningún flujo. En el plano ab, a la profundidad (H1 + z) la presión vertical es:
Donde γw es el peso volumétrico del agua y γsat el del suelo saturado. Puesto que p depende
del peso del suelo y el agua suprayacentes, se denomina presión total, Incluye al esfuerzo
efectivo p y a la presión de poro uw.
El agua sobre el plano ab tiene continuidad en los vacíos del suelo dentro de la altura z y es una
masa continua en la profundidad H1. Por lo tanto, según las leyes de la Hidráulica, la presión de
poro uw, en ab será:
La cantidad γsat - γw se conoce como peso volumétrico del suelo sumergido, γ' Por lo tanto,
para las condiciones ilustradas en la fig. 2.4a,
Así, la presión efectiva es independiente de la profundidad H1 del agua arriba del suelo o roca
sumergidos.
En las condiciones de la fig. 2.4a no hay flujo de agua a través de los vacíos. En el diagrama de
presiones que esta a la derecha de la figura, el cambio de anchura del área sin sombrear
representa la variación de la presión en el agua con la profundidad, y el área sombreada
representa la distribución de la presión efectiva. Si el nivel del agua en el depósito es diferente del
que tiene en el recipiente, entonces se producirá un flujo, y las condiciones son semejantes a las
ilustradas en la fig. 2.4b, o 2.4c. Por lo tanto, la ec. 2.10 ya no es válida, y las ecs. 2.11 y 2.12 ya no
pueden aplicarse.
Pruebas de laboratorio para determinar la resistencia al esfuerzo cortante.
Figura 3.3. Esquema del aparato de corte directo. Fuente: Geotecnia LNV., 1993. El ensayo induce
la falla a través de un plano determinado. Sobre este plano de falla actúan dos esfuerzos: - u n e s f
u e r z o n o r m a l ( σ n ), aplicado externamente debido a la carga vertical (Pv). - un esfuerzo
cortante ( τ ), debido a la aplicación de la carga horizontal. Estos esfuerzos se calculan dividiendo
las respectivas fuerzas por el área (A) de la muestra o de la caja de corte y deberían satisfacer la
ecuación de Coulomb: τ = c + σ n * Tg ( φ ) Según esta ecuación la resistencia al corte depende de
la cohesión (c) y la fricción interna del suelo ( φ ). Al aplicar la fuerza horizontal, se van midiendo
las deformaciones y con estos valores es posible graficar la tensión de corte ( τ ), en función de la
deformación ( ε ) en el plano de esta tensión de corte. De la gráfica es posible tomar el punto
máximo de tensión de co rte como la resistencia al corte del suelo. Los valores de τ se llevan a un
gráfico en función del esfuerzo normal ( σ n ), obteniendo la recta intrínseca (figura 3.4.), donde τ
va como ordenada y σ n como abscisa. El ángulo que forma esta recta con el eje horizontal es el
ángulo φ y el intercepto con el eje τ , la cohesión c .
MEJORAMIENTO DEL SUELO.
Las técnicas de mejoramiento de suelos consisten en modificar las características de un suelo por
una acción física (vibraciones por ejemplo) o por la inclusión en el suelo de una la mezcla del suelo
con un material más resistente, con el fin de:
- disminuir los asentamientos, tanto absolutos como diferenciales, y acelerarlos cuando sucedan,
Drenes verticales
Los drenes verticales se utilizan para el mejoramiento del suelo anegado. La técnica consiste en
hundir verticalmente en el suelo, según una malla regular, un dren prefabricado. Durante la puesta
en carga del suelo, los drenes facilitan la evacuación del agua de los poros de la superficie,
permitiendo una rápida consolidación de los suelos tratados. La sobrecarga se proporciona por un
terraplén de la pre-carga, o por otros métodos.
Vibroflotación
El vibroflotación, (a veces llamado vibrocompactación), se aplica principalmente a suelos
granulares, no cohesivos, como arena y grava.
Las vibraciones generar un fenómeno temporal de la licuefacción del suelo que rodea el vibrador.
En este estado, las fuerzas intergranulares son casi nulas, y los granos se reorganizan en una
configuración más densa que mejora las propiedades mecánicas. Esta técnica es comúnmente
aplicada a gran escala para la compactación de terraplenes de arena ganados al mar mediante
relleno hidráulico.
Columnas balastadas
La técnica de las columnas balastadas es una extensión de la vibroflotación a los terrenos que
contienen capas de limo o arcilla, cuyos elementos se pueden variar por la vibración. Las columnas
balastadas permiten tratar estos suelos por incorporación de materiales granulares (generalmente
llamado balasto) compactados por etapas. Estas columnas también se pueden hacer de mortero o
cemento.
También sirven para drenar y permitir una aceleración del proceso natural de consolidación. En
zona sísmica, reducen los riesgos de licuefacción.
Inclusiones
Utilizable para fundar todo tipo de obras en suelo compresible de cualquier tipo, este método
reduce en gran medida los asentamientos.
Las inclusiones son generalmente verticales y dispuestas en una malla regular. Deben presentar
características intrínsecas de la deformación y rigidez, compatibles con el suelo circundante y las
estructuras que deben soportar.
Distintos métodos de aplicación (perforación con o sin rechazo, golpeo, vibración) y distintos tipos
de materiales (balasto, la mezcla de grava, suelo-cemento y todo tipo de mortero o de hormigón)
se pueden utilizar con el fin de lograr un sistema de fundaciones superficiales de bajo costo, en
lugar de un sistema de fundaciones profundas.
El peso volumétrico o peso específico del suelo. Es la relación entre el peso de la masay
el volumen que ocupa, expresado de la siguiente forma: A partir del peso volumétrico de
la masa de suelo y su correspondiente
contenidode agua se puede determinar el peso volumétrico seco en la forma siguiente:
Donde “” se define como la relación de la cantidad de agua
con los sólidos, en peso.
Siempre sucede que el peso volumétrico de campo no sea idéntico al peso volumétrico
seco máximo. La diferencia entre ambos valores tradicionalmente se mide a través del
concepto grado de compactación. El peso volumétrico de campo se fija en base a una
prueba de laboratorio; la obtención del peso volumétrico máximo. Existe gran diversidad
de métodos para la obtención del peso volumétrico en campo, los cuales en determinado
momento deberán de adaptarse al tipo de material y a las condiciones en que esté se
encuentren.
El peso volumétrico o peso específico del suelo. Es la relación entre el peso de la masa y el
volumen que ocupa, expresado de la siguiente forma: