Sunteți pe pagina 1din 10

La adopción literaria del

"nuevo cine español"


Laura Bravo
Becaria de F.P.U. (U.A.M.)

Anuiario del De 1 de Histoni y Teoría del Arte


(U.A.b4.1. VOI. m, 2000

RESUMEN

Las adaptaciones literarias que realizan los directores The literary adaptations pegomed by the directors oj
del Nuevo Cine Español de los años 60, que se presenta- the 60's New Spanish Cinema, presented as a fre.sh and
ba como un movimiento joven y renovadol; reflejan una renovated tendenq, rejlect a setback towards neo-realis-
vista atrás hacia obras neorrealistas de los 50 y hacia tic works from the 50 S and to consecrated figure,, fmm .8
. ,...
consagradasfiguras de la "Generación del 98". Sin em- the "Generation of '98".Nevertheless, this adaptations.
bargo, estas adaptaciones, que pretendían adecuarse a la pretending to comply with Franco's regime for political
política de ayudas del Régimen franquista para el cine a support towards the cinema through literaryprestige, ma-
través del prestigio literario, consiguen trasladar sibili- liciously tzchieve ad aptations (9f historicc21 references into
namente obras de concretas referencias históricas en ní- clear pict ures of the social and cultural condition~ ; of the
tidos retratos de las condiciones sociales y culturales que
se vivían en la década de los 60.
60' decad 'e.
. .
On the omer nana, opposzng rne rraazrzonal guzaeiznes
Por otro lado, contra la línea tradicional que sigue followed by the New Cinema tendenq, the School of Bar-
esta rama del Nuevo Cine, la de la Escuela de Barcelona, celona, represented by Gonzalo Suarez, writer or director
representada por Gonzalo Suárez escritor o director de of his own adaptations, accompIishes a rype of cinemato-
sus adaptaciones, va a mostrar un cine de carácter más graphic work that exhibits a more innovating cha
innovador; casi revolucionario, aunque menos apoyado almost revolutionary but lacking political help al
políticamente y sin el respaldo del público. hout the public support.

1. LA NARRATIVA Y EL CINE ESPAÑOLES DE e las adaptaciones Literarias fuc:Julio Diamante,


- -. * . mí-
LOS ANOS 60 con Los que nofuimos a la guerra, de wenceslao F L 2"

rez, en 1962, seguido de Mario Camus, que hacia !;us ini-


D e todas las películas que se acogieron bajo el enunciado cios, en 1963, se aventura con dos cuentos, uno de Daniel
de "Nuevo Cine Español", incluyendo aquí las de la Es- Sueiro, Los farsantes, y Young Sánchez (1959), die Igna-
cuela de Barcelona, catorce de ellas derivan directamente cio Aldec:oa, que fiormaba parte del libro El corazón y
de textos literarios, ya sean novelas o cuentos, de escrito- otros fmt os amargc)s. En ese mismo año, Ramón Comas
res españoles, ya fueran contemporáneos a sus directores dirige Nu evas Arnisitades, desde una novela que obitiene el
--
o parte de un pasado cercano. El primero que pareció de- premio Biblioteca Breve en 1959, de Juan García Horte-
ano: y una larga obra de Juan Antonio Zunzunegui publi- busca) con Fortzinata y Jacinra en 1970 y Marianela en
:ada en 1960, El mundo sigire, es trasladada al lenguaje 1972, y Gonzalo Suárez con La Regenta, de Leopoldo
:inematográfico por Fernando Femán Gómez. Otro escri- Alas Clarín, rompiendo con parte de su revolucionaria
tor. Jesús Femández Santos. que en estos años simultane- línea de inspiraciones literarias y cinematogáfkas ante-
aba esta labor con el cine, dirige Llegar a m&, con guión riof'.
propio. aunque sin constituir una obra literaria. Ante este panorama, representativo del salto cronoló-
En 1964. Miguel Picazo debuta con La tía Tula. lo que gico de diversos directores españoles en sus inspiraciones
,e denominó una libre adaptación de la homónima obra literarias, cabe señalar que en el contexto europeo tam-
le Miguel de Unamuno, publicada en 192 1, rompiendo la bién los nuevos cines italiano, inglés, alemán y de los pa-
ónica de acudir a escritores contemporáneos; y un año íses del Este decidieron recuperar obras clásicas de su li-
lespués, de nuevo Mario Camus acude a la literatura, y teratura, aunque no en sentido historicista ni de prestigio
)or segunda vez con una obra de Aldecoa, Con el viento (aunque éste último con reticencias), sino como búsqueda
,olaiio (1956). Por su parte. Antón Eceiza recurre al en- de referencias sobre modelos del pasado pero aún opera-
tonces joven escritor y latente director Gonzalo Suárez, tivos? Sin embargo, el caso francés se despegaría casi to-
adaptando su novela De ctrerpo presente, publicada en talmente de esta práctica, ya que éste se muestra encona-
1963. mientras que Vice~iteAranda lo haría con un capítu- damente reacio al llamado "cine de calidad de los 50,
'o de su novela Rocabnrno bate a Ditirambo (1964), con- apoyado con firmeza en adaptaciones literarias y en el
rirtiéndola en Fata Mor'qaan, punto de referencia para la prestigio que éstas ofrecían para el público6. En realidad,
3scuela de Barcelona. y dentro de cuyo seno el propio el Nuevo Cine Francés fue testigo de un movimiento lite-
M r e z se atrevería a trasladar él mismo dicha novela. con rario paralelo, el Nouveau Roman, cuya apuesta de reno:
:1 título de Diriramho en 1967. vación se dirigía más hacia la experimentación lingüística
También en 1966, Angelino Fons rea.liza su primera y no al tratamiento de la temática ni a la psicología de los
~elícula,La biisca, adaptada de la novel: i de Pío Baroja, personajes'.
de la Generación dc:198 juntoI con Unarnuno, ¿Qué sucede, por tanto, en el caso del cine y la literatu-
iblicada en 1904. Finalmente , era un cuento ra españoles? La década de los años 60 supone en el pa-
an Cesarabea, Smasi )ublicado :y pre- norama literario la salida a prácticas experimentales para
A- l.. --
itiauo t.11 1964. el aue se traslauaua iii cirtt:- ue ia iiiano de la novela, más, como se anunció, la supervivencia de un
:rancisco 1 pero bajo el título dj nos a realismo crítico que comienza a decaer tras un auge en la
'ernos.y e década anterior, en proceso de disolución tras el impacto
Así. tras de 7iempo de silencio. de Luis Martín-Santos en 19628.
larece confirmarse e 1 hecho de: que, por lo común, cual- Así, comienzan a alzarse voces contra aquellas formas de
luier movi miento art ístico fornia parte de un contexto SO- realismo, al que acusan de falta de imaginación y de an-
:iocultural, como suc:ede en el i\luevo Cine Español parti- quilosamiento, y escritores consagrados y con una amplia
e.. - -.- -i io sea éste parte pro; [ramada o cons-
:ularmente:, auriquc: e
trayectoria dentro de aquella postura se adscriben a las
:iente de renovación cultural^ . Sin emb:irgo. en elI caso nuevas comentes, como sucede con Camilo José Cela,
le1 cine esf,añol. pare:ce volvers,e los ojos,a un tipo delite- Miguel Delibes o Gonzalo Torrente Ballester, o bien otros
-A-
~ L U I I ~ II I propia
,-A--..
~ ~ de 1-" ..=-.. c,n , ...- -C . -
.--...m
IU:, aiius ->\J. ~ U iriaicaiia
..-.. .
U I I U nueva más jóvenes, que comenzaron su camino también con el
icha década. pero que en el siguiente decenio realismo. se adaptan definitivamente a la nueva etapa.
más bien una continuación por inercia, que so- como sucede con Juan Marsé, Juan Goytisolo o J. M. Ca-
J I C V I V I ~ ~aalelamenteal desarrollo de la experimenta- ballero Bonaldg. Sin embargo, ninguno de estos nombres
:ión2. IncliJSO las no1{elas clave: de escritc)res de la (Lrene- figuran entre los autores de las novelas o cuentos fmto de
,ación del 98, como Unarnuno y Pío Baroja const ituían
1 las adaptaciones que realiza el Nuevo Cine Español (de
nspiracióni para directores novpeles, aqué,110s que debían nuevo con la excepción de Gonzalo Suárez, que se co-
epresentar.el germeri de la novledad y la renovación cine- mentará en otro apartado), y el estilo de literatura que los
natográfica. Pero no sólo en el coto del "r iuevo cine'" pro-
i nuevos directores eligen dista mucho de referirse a la no-
)iamente dlicho se re1cuperan ol,ras literalias de corte de- vela dialécticaI0 o fantástica, representada por Álvaro
..-,.-,....
. ,.n.
r.
.iiii~iliviiicLr.
C I-
.VIUClio
..-e
. Bardem (citando Ju,u ,- J a p t a -
r X 1 n 1-c ",
Cunqueiro, ni el realismo mágico que cultivó el boom la-
:iones má:i cercanas a los 60) marchaba a México para tinoamericano.
d a r Sona tos en 19: i9, inspira1das en la prosa de Ramón De tal modo, la novela de los 50, fundamentada en el
le1 V a l l e.ni<.. .,
- l ~ ~*-,
I'~
..&;.L- V I F~
tIII~ II ~ U
D
~a,F. l ~ Pérez
i t ~ Galdós iba a ser realismo social o neorrealismo~~, será la que sirva en su
iaptacione:S del mismo Buñuf :l. con Nazorín mayoría de inspiración para el llamado Nuevo Cine Espa-
iisrcina ( 1 970). adernás de coiivertirlas en es- ñol, y serán los temas. más que la técnica o el lenguaje,
corde conI la propizi personal idad de aquél?. aquello que absorba y realmente aporte influencias a este
o haría A ngelino F iperador de ú1 cine1'. Así. la novela neorrealista ofrece un testimonio
Fig. 2. C,arlos E s t o&
~ y Ar~r
Tz~la",d,e Mano t:'icazo, 19(

llamada "Generación del 14", con una visión escéptica


del mundo, mas por medio de procedimientos hur---'-'; llU113LI-
cos y satíricos. Siri embargo, este autca no ejercena fe-
cundo magisterio entre los nuevos narradores, :y final-
.,"--
mente se deja don;lllm pvi L,1i ,..A,. m .rirrona:-t;r
..cn I\rnr
-pLvpa,xcxuuiauL
- :o de la
novela15, aunque :sus obras han Ilegaldo a ser f mto de
abundanites adaptaciiones a lai pantalla 1mr su "int erés ci-
nematográfico"l6.
-
Fig. 1. Carrrl de "La Brr~ca".[le Angelrno Foii~,1966. Por su parte, Daniel Sueiro, con un cuento a(
por Camus, se inscribe dentro de las preocupacion
moniales del realismo sociall7. Sus relatos breve
acerca de los aspectos negativos de la sociedad, remitien- tan, a partir de una observación costumbrista. el J -
do a aspectos como la dura vida del campo, el trabajo, la del padecimiento de los marginados, las fmstraciones y el
ciudad como foco de inmundicia, los suburbios, la abulia desencanto social, denunciando el pluriempleo f orzoso.
o la mezquindad de la juventud burguesa y, en general, el la intransigencia política hacia los exiliados o. en el caso
-,
desarraigo y la fmstración de la sociedad que rodea al concreto de Los fui rsantes, la!I andanzas de una covmpania m

autor, más sus sueños y esperanzas a veces inútiles, pero de cómic:os ambul;xntes que 5;ufren las c cias del
siempre con un necesario propósito de denuncia o crítica
al estado del mundo que les rodeal3.
hambre, la falta de trabajo y 1a desesperanza.
. a Hiaecoa, oojeto
En cuanto A,. .
. . ae
, aos . . ; tam-
, aaaptacionec .
bién por parte de Camus. es un escntor de la llamadaL "Ge-
neración puente"l8. la de aquéllos que no hicieron 1:i gue-
2. UN POSIBLE SÍN'TOMA DE LETARGO rra, pero padecieron sus consecuencias desde niñ os. al --- - -

DE LOS "NUEVOS DIRECTORES" igual que la mayoría de los directores dcel Nuevo CIine Es-
pañol. Su obra, que sí creó es1cuela, está inclinada al retra-
Acotando este escenario hacia los autores concretos en to del pueblo y a la captacióii de la hurnanidad de2 perso-
que los directores del Nuevo Cine Español se fijan, éstos najes huinildes, y es fiel refleiio de uno dle los neon.ealistas
se inscriben dentro de aquel neorrealismo literario o rea- .
más representativos de los 50 y a que injcide en el t estimo-
lismo crítico que se anunció, pero sin llegar a tocar las fi- nio de lai sociedad que le rodlea, mas dc~cantándo! se hacia
guras descollantes de esta comente, como Cela, Luis Ro- los persoiid~cbI I I ~ -I:-,~.a,.I-I I ~ U ULUIIIU
--.-e --e. -,
S.
-1
.-m -- a--:&-
CI X I L ~ ~ I UE:
P-.- - 1 ..:--
L U ~ 1 1 1 e1 1 1.1er1-
L

mero o Sánchez Ferlosiol4, e incluso no eligiendo las to solano, o aquéllc)S que b u s:an ~ la oportunidad de salir de
obras capitales de aquellos mismos autores. Así. comen- esa marginalidad para abrir camino a lc1s suyos. cc33110 SU-
, u u r l x u c t r r ~ r t c ~..
1-- V"..*.. lC L - - L - - l Q
zando cronológicarnente por los textos que interesan a los cede con el boxead^^
directores, el primero que parece caer en la atracción de la Por otra parte, Juan Garcí;3 Hortelan
literatura contemporánea es Julio Diamante, con Los que de otra tendencia ein la literatiira de los 2¡O,la del reflejo de
nofuimos a la guerra, de Wenceslao Femández Flórez, un la sociedad burgue sa y sus ccistumbres. al igual que lo hi-
escntor representativo del realismo de la preguerra o de la cieron Sánchez Ferlosio o Juan Goytiisolo. De carácter I

147
~bjetivista,pasa también a inclinarse hacia el testimonio en calificar de "nuevo cine", ya que entronca directamen-
iel cinismo y la falta de vitalidad de la juventud universi- te con la técnica y la ideología neomealista y, más aún, re-
.aria de su época (a la cual perteneció), reflejado en los cupera dos valores consagrados de unas novelas lejanas a
diálogos que transcribe. que denotan, ta mbién en cierto estos directores en decenios. ¿Qué sucedió, pues, con la
modo, la intención testimonial del autor. novedad que anunciaba buscar y encontrar el Nuevo Cine
En cuanto a Zunzunegui, qine atrae el interés dc:Fer- Español en los 60?
- .
lando Femán Gómez con El mimdo sigue. es el escritor
nás leído y premiado de la década de los 60. Autor de
mas extensísimas novelas de un realismo tradicional casi 3. UN" ,ICA PRUEBA DE AVANCE DE LAS
lecimonónico20, se dedica principalmente al retrato pin- "NI11 b VAS AL)AFTACIONESLITERARIAS"
.oresco y picaresco de la sociedad, en especial la madrile-
ia, pero finalmente cayendo presa de la amargura y el pe- rimer lugsu, habría (Iue mencicDnar que el Nuevo
- *.. ..
;imismo hacia las clases más humildes, así como de la ba- Une bspanol fue más una creación estatal que un movi-
eza moral y sexual dle la socieclad en general. miento nacido de inquietudes de los propios cineastas, en
Finalmcrnte, el cilento de Cesarabeai, adaptad o por un interito de emular la política de ayudas que se desarro-
?rancisco 1Regueiro, Icuy a título1 era Smasl king up!, sie tras- llaba en, Europa, niás por la necesidad de impulsar un tipo
, . . .
ada a problemas de caracter más internacional, como la de films que pudiesen hacer más que oscura sombra a los
ingustia del posible estallido de una bomba nuclear en que se presentaban en los festivales interna~ionales2~. Sin
1962, desde la perspectiva de un matrimonio formado por embargo, lo que también se pretendía mediante esta
m militar negroamericano y una española. Este cuento, nueva política era, a pesar de que se establece en 1963 el
jue acude a un esperanzador final feliz, sr:apartaría así de primer "código de censura", controlar la realización cine-
a tónica general de la novela social de lo!S 50. matográfica española y así evitar escándalos como el que
Han quedado para el final. precisamente por su diver- inquietó al gobierno con Viridiana25. Este fin,además de
zencia de la sintoníai de autorr:S con obr;as escritas en la por otros medios diversos, se conseguía mediante la de-
iécada de 1los 50, dos de las ada;ptaciones Imás importantes claración de "interés especial" para detenninadas pelícu-
.. - / . . - P . .,
iel Nuevo Cine Esp:iñol, refercrntes a do!s excelsos escri-
:ores ae ia creneracion aei ya, unamuno y aaroja, que
- -
las producidas en estos años, es decir, las que ofrecían
"garantías de calidad y contengan relevantes valores mo-
:ambién desarrollaron su producción a lo largo de pnnci- rales, sociales, educativos o políticos"26. A éstas se desti-
3ios del siglo XX. Centrándonos en estas dos individuali- narían las mayores subvenciones y se impulsarían de cara
Llades más que en el carácter general del ,mpo, enmarca- al extranjero, en contra de otras que contaban con una
io dentro de la crisis política. social y moral de 1898, la fuerte comercialidad pero que mostraban una baja calidad
-ecuperación de éstos parece suponer, en cierto modo, un artística27. Este panorama, reforzado por el hecho de que
-etroceso. no ya histórico, sino en cuanto a la problemáti- incluso en 1962 una obtusa mentalidad hispana todavía
:a social coetánea a los directores, así como a su testimo- creía necesario realizar encuestas entre la intelectualidad
lio y empeño critico. Además, aunque pertenecientes en para examinar la IeBtimidad artística del cine (habitual-
~rincipioal mismo ,ppo ideológico y literario, Pío Baro- mente negada), da muestras del desolador páramo en que
a, que curiosamente fue un referente claro e influencia el Nuevo Cine debía florecer28.
:lave en la producción del realismo crític~ o literario de los Ante esta situación, lo que debió incitar a los directores
503, parece centrarse más en la observación profuinda y del Nuevo Cine Español fue el respaldo cultural y el pres-
.A-- A - 1-
inalítica del mundo aue n
le rodea. más deuuura
-
ur IU tradi- tigio que podía prestarles la literatura como medio para
:ión realista, como rsucede en el caso dle Madrid en La conseguir el impulso del "interés especial", lo cual puede
5usca22. Unamuno, FIor su partr:,se intere:sa en mayc)r me- explicar la proliferación de adaptaciones de novelas de re-
iida por la plasmacicin de ideas y plantea]nientos filosófi- nombrados escritores29. Sin embargo, dicha calificación
:os, ya sean sobre problema! íntimos, psicológi cos y podía entrañar también una notable restricción de libertad
lasta exisitenciales?.3. Así, Ile,ga éste a matenaliz:ar un creadora, y suponía un hábil método censor, ya que así el
ipartamierito de la nc>velatradiczional, descriptiva de:deta-
1 .
.. - .- - --..- - ---- - --- .--..........
v i i i a c-ciiuaisc CII au auténtico
les +v ut. vaisait-sr x ~ r i i u i c s
1
Estado controlaba la producción del tipo de cine que le in-
teresaba, más que se presentaría en el extranjero y que
:oncepto c ltimidad dle1 ser permanecería ausente de las pantallas españolas30.
iumano, SI :s. Ahora bien, llegados a este punto, lo cierto es que lo
Así. las U U ~V ~ J I ~USU ~ V L ~ Uuc A,."
~ ~ SGIIUV~
S
....+A-,
~ U L V I Z S , La que pretendía ilustrar el "interés nacional" del Nuevo
Cirsca y I*I tía ficla Irespectiva1mente, par.ecen, en Fjrinci- Cine Español distaba enormemente de representar lo que
~ i oaparta
. rse de esa vía de reflr:jar los proiblemas de la so- el Estado desearía que se conociese de él en el extranjero,
ziedad cm:tánea a Ic director.es. A su 1fez. esta rnisma como ocumó con Los golfos de Saura en 1959, adaptada
iede suporier un dudl en lo que se da desde un artículo de Daniel Sueiro y seleccionada en Can-
nes, pero considerada de mediocre calidad desde el go-
bierno. Es más, incluso aquellos escritores recuperados
de la Generación del 98, m referente cultural indudable
para el país, representaban dos personajes antipáticos
para el Régimen por su oposición a ideologías conserva-
doras31, e incluso sufrieron ellos mismos la censura de
sus obras en vida por la Falange32, con lo cual, conseguir
adaptar sus novelas constituía todo un reto que de hecho
fue materializado. Además, puede constituir una mera ca-
sualidad, pero resulta curioso que, habiéndose calificado
despectivamente en ocasiones de "mesetario"33 al Nuevo
Cine que se impulsó desde Madrid, por su centralismo y
reflejo de la vida de provincias cercanas a la capital, sean
precisamente de renombrado origen vasco tanto Pío Ba-
roja como Unamuno, además de escritores adaptados que pera en
Fig. 7 . Teresa Gim, " rana", de
se comentaron como Aldecoa, Zunzunegui, o gallegos Aranda, 1966.
como Wenceslao Femández Fiórez y Daniel Sueiro.
Así, el cine que pretende representar la liberalidad. el
bienestar y la calidad de las producciones en España se una inmc jura que les obligaba a desviar la línea
convierte en el reflejo del desarraigo, la amargura, el pesi- original o incluso les condenaba a un ostracismo ahcnlii-
mismo, la abulia y la frustración de la vida cotidiana de to. Así sucedió con el aborto y el suicidio, dos temas co-
sus habitantes. Si La tía Tula servía para mostrar la repre- munes en Europa, aun con ciertas reticencias35, pero que
sión sexual y moral que padeció la población femenina en España eran objeto de estricta condena cinematogr5fi-
durante el Franquismo, La busca lo hacía para ilustrar la ca36. Así ocurre en Nuevas aimistudes, calificada en 1963
dificultosa tarea de ganarse lavida de un muchacho Ilega- con cuatro punto:S, es deci r, gravemente peligrosa",
do del pueblo y su contacto con la marginalidad, situación donde a través de iin joven qiae se traslada a Madrid a es-
frecuentísima durante estas décadas. Lo mismo sucedía tudiar se orrece un rerraro .~ae la burguesía de la cavital. A
3-

con el joven boxeador Young Sánchez, que pretendía sal- una de las parejas del p p o se les plantea el emb: u z o de
var de la miseria a su familia por medio de un deporte vio- una chica, decidiendo recumr al aborto pero quir, final-
lento, similar a la situación de Los golfos con el toreo. - 9 ---..=-
mente, acabará con el descubrimiento dci C I I X ~ I I Uaue han
L.

También el penoso rodaje de un grupo de cómicos ridicu- sufrido, ya que la t emble opc:ración que le habíari practi-
lizados por la burguesía en Los farsantes, la discrimina- cado no Iera un aboirto, ni ella 1estaba emtmazada. E3sta his-
ción racial y el destino fatal de los gitanos en Con el vien- tona, que consiguió con el libro el Pre mio de Bilblioteca
to solano, o el refugio esperanzador pero inútil de las qui- Breve en 1959, suf re serios ccxtes y canibios oblig:ados en
nielas futbolísticas como vía de escape a la pobreza en El el final de la pelícu!la,a pesar de que se Iconsidera coste frío
mundo sigue servían para ilustrar imágenes típicas de los y poco expresivo351. Así. en 1;a novela, e,1médico cIue des-
años 60. Sin duda alguna, no parecen ser precisamente - culpa
cubre el engaño l.." " P n.4- I";nfa' del ,wp,
-..a".
u UiGgV. JLLL"
.\,
--#
.
,U- ,
AP

aquel interés temático ni los valores morales que buscaría recer de escnípulo:s y de cordura, a lo que aquél responde
el Franquismo en esta década. dándole una tremetnda paliza. En la película, por el con-
Este repertorio nada alentador sí estaba en sintonía, a trario, es. L, ,,&,,,,¡;"o el que abofetea a Gregono delante del
al -

diferencia de la innovación lingüística en algunos casos, ,wpo, en un símbolo del asentamiento del orden y moral
con el abanico temático de los Nuevos Cines e~ropeos3~. establecidos, acorde con los valores qije buscab: in guar-
La dialéctica entre lo rural y lo urbano, la ciudad y la pro- darse mediante la censura.
vincia, los jóvenes proletarios que intentaban ascender Por su parte. en El mundo srgire. bemando Femán
socialmente o los marginados que no tienen posibilidad Gómez buscó un retrato esperpéntico de la sociedad espa-
de remisión, el peso de la tradición amorosa por medio del ñola, evitando el humor de la novela de Zunmnegi. aun-
matrimonio o el despertar del amor adolescente. el ahogo que respetando considerablemente la n0vela3~.y atre-
ante las nomas de una sociedad injusta, así como la figu- viéndose a subrayar el hecho de que de las dos hermanas
ra del antihéroe, son también algunas tónicas generales de protagonistas, la prostituta sea quien encame la voluntad
este cine en Europa, todo ello enmarcado en ámbitos re- positiva de vivir y quien finalmente triunfe económica-
presivos y asfixiantes que impiden a los protagonistas al- mente, mientas que la hermana casada acabe entrepnuu- -'-'-
canzar la libertad deseada. se desesperadamente al suicidio. Este aspecto. quc2 aterro-
También habría, sin embargo, rasgos temáticos que los rizaba a las convicciones de los censores, acabC conde-
directores españoles se atrevían a rozar, pero que sufrían nando a la película a severas medidas, y oblioándl-,-- ---
distribuicia por salais minoritarias. El d irector debiió espe- Lo mismo sucedería con otra adaptación de Camus,
rar años 1Jara la connprensión total de su película y SU con- Con el viento solano, por el cual el asesinato, en cierto
sagración, contrar'iamente a11 galardo nado y le idísimo modo involuntario, de un guardia civil por el gitano prota-
Zunzunegui, debiendo dedicarse a adaptar título1s como gonista, le supone el arresto de su novia y el rechazo de
LQ vengarncci de do] Mendo por encargc1, u obras dle teatro todos sus conocidos y familiares por miedo a represalias,
de Miguc:1 Mihura, más acordes con el gpsto del piíblico y con lo que finalmente se resigna entregándose desespera-
a - 1" --- -..--A0
~ u i n ' - . do en comisaría, y respetando un final que de por sí ya era
Sin ernbargo, miuchos directores sí consiguiercln saltar trágico y fatal.
por encirna de aque 110s recortes con cambios por voluntad Esa misma línea sigue Fons con La bzisca (figura l),
.v i v =v t a G-.I.L "....-'.l
SUS V G I I C U ~ ~ Sdesde las novelas o cuenlub uuc
A-,.
pero aquí con un determinante cambio en el final de la
adaptaban, dándole: un sentidc3 final mási cargado de trage- novela de Baroja. Si bien ésta ofrecía igualmente un final
dia, pesitnismo y dcrsolación. Así, parecían concot.dar con abierto, que dejaba presagiar el etemo devenir del prota-
ese simk~olismoqiie se ha señalado tiienen los Nuevos gonista Manuel por empleos rudimentarios, víctima de la
Cines, y2i que solía n acudir a de carácteT socio- desigualdad con la burguesía, y manteniéndose en con-
políticoJ 1, y que se encrudeci aso españc)l por la tacto pero lejos de dedicarse a la delincuencia como últi-
opresión del Francluismo, al us directotres una ma opción, en la película se le condena a un desgraciado
,
.
:
+
:.Z
4
.
,
a ,.L..-11,.
UGIIIIILIVU i i u c i i a
-.-"-.l "
a
IJCI~UII~ I iu . -a-'-
u u s vuuiia vis>ciirai>s
A
---e
final. Manuel mata por accidente en una pelea al
como un,a mera ad: tptación liiteraria. "Bizco", y espera angustiosa y amargamente la llegada
Así, sii bien el Nuevo Cine Español a teratura de la policía. Así, y a pesar de que se le ha acusado de ser
,r.,-,,1: "*" A-...,S :" a,. 1-e .--L:L-
i i c w i i c a i t a r a uc i v a 50. ademcls uc i u b r s i i i a s uuc r a i i i u i c i i
6,
un resumen de la novela barojiana47 y que ciertamente
desarrolló el cine de esa décasda y que u tilizaron B,erlanga retiene los personajes y ambientes con fidelidad, tanto
y Barde m41 (la rcipresión :sexual fe1menina eiI Calle este desenlace como la introducción de correcciones ide-
Mayor, :idaptada dle una obr a de Arnic:hes; el ot>stáculo ológic:as que acc:rcasen al espectador a su propio ambien-
económilco para la felicidad i~ersonal;1U-" > SULGSU: ; impre-
-..-,.m--
te coetáneo4*,convierten a la película en una versión ac-
vistos qu e truncan 1ese caminc3 hacia el 1bienestar), lo cier- tualizada de lo que Baroja pretendía con su retrato de
to es qucr el tratanniento es tremenda1nente m&; crudo, Madrid. Éste, que se apartaba de la visión casticista y
4- "",. L..- --..Lll-..
GACllLV3 UG CSG I L U I I I U ~CVII U U G a u u s l i v > suavizaba^^ ia ua-
riu--*rinr 1- "..e - amanerada de una capital de sainete y zarzuela49, com'a
gedia coitidiana de sus persoinajes (reciiérdese el caso de paralelamente a la intención de Fons de trasladar este
El rnrindc7 sigue) y crliminandc3 el halo dle sentimenitalismo hecho al cine de los 60, con la imagen de la ciudad que
q u c l a I-h
-..L. +a .:.L.-..l ..-
l I u I G I I 1GS a l 1 ovaba43. deseaba que también se visionase en los festivales inter-
Esto sucede con el Young ,Sánchez de Camus, clue des- nacionales, y contra una proyección cinematográfica de
cubre la desgarrad;3 realidad de las esperanzas fnlstradas señoritismo como la que ofrecía el cine de Sáenz de He-
y del frac:aso, por 1o que entr,oncaría directament~e con el redia y de Lazagaso. Además, también contra el cartel de
caso de 1a s golfos. En ambasi películas., sus penonajes se estrel las del folklore y la farándula que representaba el
entregan a un comiún trampo lín para lo1s jóvenes españo- cine cle género del Franquismo, películas como Los far-
les que buscaban fc)mina, los toros y el boxeo (tarnbién el sante.S ofrecían el envés de la moneda del mundo de la
C.<*L,.l A
,
+
o
.,
,
,.
,
,,
. , 1"" -
-,.- ""l.,:..:.. -. *-m-..+- -,.-,. y del espectáculo51.
~ v i i i c d i a

rellena 1: i protagon ista de El Imtindo sig ue), pero cIue aca- Finalmente, el caso de LA tíá Tula es también paradig-
bará en fracaso en Los golfos, y en laeintrada resignada a mático (figura 2). ya que la idea central inicial de Unamu-
lo m,Go '
A
,
=
-
.
< . -,
S',...-,. E1 ;-..a- L.nvanrl,...
no era la dicotomía de la unión de virginidad y matemi-
del cuento de Aldc:coa (que se sitúa d entro del c2apítulo dad, aiquello que la protagonista deseaba y de hecho logra
"Los coridenados" en la edic,ión que J(,sefina Ro~dríguez finalnlente conseguir con la convivencia pero no matri-
de Aldecioa prologaIde sus Cue n r o e ) biJsca ganar el com- monic-i con su cuñado Ramiro y con la crianza de todos los
bate "par a mi padre 110, para mu hermana y su es- hijos de éste52. Por el contrario, Picazo corta de un tajo
peranza, para mi m ranquilidad"", pero cd lector con el inicio de la novela, y da comienzo con el traslado
no conoc e cuál es e 1 de esta jo.ven prome sa, pues de Rarniro y sus hijos a la casa de Tula tras la muerte de la
A IAa-,.,, ,la-:rla orn .iiiant, .a,.'..-;.,-
,f
n I u c b w a UCCIUC a C a u a l a i i i CI c u c i t i v , v i i c c i c i i u w LIII
... n +
.=
\:
,.
o
riyt~a- hermana de ésta, centrándose la historia principalmente
mente ne:orrealista final abierto. Sin ernbargo, C amus le en las relaciones personales entre ellos dos'3, y en el re-
hace pre sa de las garras del soborno pugilísticc) de los chazo no del todo satisfactorio de Tula a casarse con él.
nhnntn;;"to,J6 al <..nfr\ are.
,.,m, r. .
<
-:
,.
o .,<a ? ,.oro h
Así. el final de la obra condena definitivamente a Tula a la
dehiendc1 además ''traicionar' ' a su entre:nador y a SU com- soledad, fruto consecuente de su negativa a unirse en ma-
pañero. (:onvirtién<iose asim ismo en preludio de: lo que trimonio a un hombre, en una escena tremendamente si-
fue éste iíitimo, el c:aso de la caída en piicado de uin joven milar a la de la solterona de Calle M a ~ o rde Bardem,
valor del boxeo. donde ambas pierden el tren (metafórico y real) de la feli-

150
cidad, y son condenadas a continuar una vida de clausura Asi, su primera novela y I?rimera aclaptaci6n I3e una
en un opresivo ambiente de provincias, un leit motifden- obra suya, De cuerpo presente *,a manos de Ant6n Ikeiza,
tro del panorama de 10s Nuevos Cines. rechaza el encuadramiento enI la realida~dde la sociedad
En definitiva, a pesar de las concesiones que algunos espaiiola y su ambiente, t r a ~.A""A,, l h ~ , 1", ~obra
1
~ al esc,,,,,,
.*"-"a

directores del Nuevo Cine Espaiiol debieron hacer en de lo que se intuye como una ciudad norteamericana y re-
favor a la protecci6n y la ayuda del Estado, como la con- cogiendo influencias de la novela policiaca y de ghsters.
trataci6n de actores famosos (asi sucede en La tia Tula. La Aqui se presentaba el principal inpediente - del humor v la
busca, Con el viento solano al elegir a1 bail& Antonio parodia, sobre todo con las sihuaciones n15s inveros
Gades, etc.) o la adaptaci6n de cllsicos o premiadas obras y rocambolescas qule pudiesenI encontrarse en la litc
literarias (que si conseguian ver la luz a pesar de sus fric- de ese momento, y entroncanc30 directarnente con
ciones con la moralidad oficial) lo cierto es que tambiCn guaje y la tCcnica de la novela experimental de 10s tjWX.A
se apartaban sibilinamente, seglin se ha estado comentan- la par que 10s personajes de estas novelas eran extranje-
do, de estos dictiimenes y de la tradicidn neorrealista del ros. tambiCn Eceiza introduce algunos actores de1 exte-
anterior cine y de la literatura en que se fijaban. Aunque nor, aunque el plantel bisico es nacional. y 10s sornot- -1 LICIC U k

10s temas Ilegaban a menudo a coincidir, y a pesar de que mismo argwmento complejo y enrevesadas pericias de la
no supuso el Nuevo Cine Espaiiol una evoluci6n en cuan- novela. Sin embargo, el final, que presenta la mue,rte del
to a procedirnientos tCcnicos o lingiiisticos, si es innega- protagonists por envenenamiento, se convierte en 1la peli-
ble que en el tratamiento de personajes, argumentos y es- cula en una persecuci6n por parte de sus enemigo!
pecialmente el final de las obras adaptadas, este cine con- que no parece sacarse, aunque puede intuirse su 2
s e p i a lanzar veladas criticas y eximenes morales contra miento, nitida conclusi6n. Sin embargo. el estrenc
el RCgimen, siempre alerta a la hora de cortar alas a estas pelicula result6 ser un fracaso, a pesar de la fresca diso-
licencias. nancia que suponia dentro del panorama del Nuevo Cine
A su vez, 10s directores consepian la calificacidn de Espaiiol, y de su novedosa experimentacibn e intelectua-
"inter& nacional" para peliculas de tratamiento m i s lidad (lo que parece de otra forma explicar el rechazo po-
amargo, pesimista, sin sentirnentalismo ni humor como pular de un pliblico acostumbrado a1 cir~ecostumt
las neorrealistas, ademas de su presentacidn en el extran- jocoso), y que a6n hoy es frutlo de diver!:encia de (
jero. Sin embargo, no alcanzaban el Cxito de pliblico que nes -por parte
- de la critica'g.
si tuvieron aquellas peliculas o algunas obras literarias En cuzinto a Fatc I (figura 3). extraida de un
adaptadas54. El cambio, mls que revolucionario, era una capih~locle su novel mo bate a Ditirambo, reali-
renovacibn, ya que debia desarrollarse bajo ciertos Kmi- zada por 'Vicente AI 964 (algo que no aciertan a
--
tes, conform6ndose con el tratamiento de temas viejos, referir las fuentes que seiialan la exacta procedenc-
como 10s que presentaba la literatura de 10s 50, desde un raria de esta peliculam), constituye un punto de ref~
punto de vista nuevo, es decir, ahondando en las profundi- estilistica, estCtica y lingiiistica para el cine de la E
dades de la critica y el malestar, hasta llegar a un simb6li- de Barcelona, estrenindose en esta ciudad por p I I X I I b L L I

co final pleno de frustraci6n. vez en 1967, y logrando una excelente acogida en el Fes-
tival de Cannes, aunque no asi en el 5mbito naciona1.
La innovaci6n dentro del panorama del Nuevo Cine
EMATO- Espaiiol cle Fata McFrgana la I lace. por tanto. ser refenda
como coimienzo in augural dc2 algo que cristalizaria en
Barcelon;a61, en su decisi6n cle apartarse de aquel "cine
.. -
Hasta aqui no se ha hecho menci6n alguna de las obras mesetaric)", como asi se calificaba a1 que se deswnll-h- LVIlUVU

de Gonzalo Su5rez adaptadas a1 cine, salvo para seiialar en la capita162. De hecho, tantc) Csta como las otras 1pelicu-
que constituyen una anomalia dentro de la linea de Iieo- las adapt2idas desde la literatu,ra de Su5rez suponeri el en-
rrealismo literario y cinematogrifico que se fue siguie"A,,
I1U" troncamitllrU
?."en ,4;.-,-4
uIzbcrv ,. bvll 1-c planteamientos que 1- E C
nrm
111 LI.7-

durante 10s aiios 60 en Espaiia55. Representando la prc~ p i a cuela de I adaptaba, Icomo la preocupaci6 n prin-
intenci6n de Su5rez de no hacer ni literatura ni cine rea- cipd por a la irnagen y dc2 la narraci6n. su
~ r de
lista, en su conviccidn de la imposibilidad de captar 1:I re- carjcter eAFIblLrrlbu&al v ~ ~ ~ -.,.-A;=+.,~ ~ U ~ U ~L nJ aL~ituaci~..,,
11
sL I ~
,,"PC
,
.r

alidad que rodea al ser humano56, sus textos adaptados a personaje:S ajenos a ~idridh-'. ademQ de: su apertulismo a
la pantalla (seiialando s610 10s largometrajes), que son De influenci;3s extranje:ms64. La base de SLI argumenito, una
cuerpo presente (1964), Fata Morgana (1964) y Ditiram- hecatomt)e nuclear que se au gura destruirS la ciudad de
bo (1967), suponen un acercamiento total a1 desarrollo Barcelon:a. con la consiguienl:e evacuaci6n de casi todos
que adapt6 la Escuela de Barcelona, a pesar de que 61 refi- sus habit;antes, mls el escenario dentro del mundlo de In
riera que rechazaba su adhesidn a este p p o , incluso ad- publicidad, la estCtica del coniic de van!yardia y 1a cien-
mitiendo tener puntos en comlin con ellos57. ..
cia ficci6il, palrLrlr
..-..a*,X- n,,..G-
"0:
a51
..nr r
. r-rF
b u l l r t t l t t u r J u I L L E I ~ Za1
O pro
. .
nismo dc:los arnbiientes reflejados por Iel Nuevo Cine Es- renovación y alejamiento de los rasgos del cine de los
pañol. A ún así, Suárez mana~ v serias o discrepancias con directores salidos de la Escuela Oficial de Cine de
el directsor del filn1, por lo q ue el escritor desistió ñnal- Madrid, a pesar de que su protagonista, de característi-
mente dcr su voluntad de cocfingir10 y decidió desde en- cas típicas del cine negro norteamericano, se españoli-
tonces a(laptar él mlismo sus F~ropiostext0~65,algo que po- zó, según los críticos, de modo negativo68.
dna venir corroborado por la opinión dt:parte de la crítica De cualquier modo, este cine no contaría nunca con
omn.-,.o A,m 1-"
iua fol1C.c .r. A o 1la película66.
aLviba
o .m .
o
.
- o;n..-.-
IIIIpIr.LiIaIuILGa el respaldo oficial del Estado, también debido a que el
Finalinente, la última pel ícula que se adapta de una tipo de literatura que adaptaba no respondía al "interés
obra de Gonzalo Suárez en los 60. j r el primer largo- nacional", espejo de los valores didácticos y formado-
metrqe que él dirige, es Ditirambo, que además tam- res que el Franquismo pretendía sembrar. Es latente, en
bién protagoniza. Tomada de la anteniormente Iiombra- suma, que las películas que adaptan las novelas de Gon-
da Rocci rbruno ba te a Ditii rumbo, es una novela que zalo Suárez ofrecen un planteamiento diferente al de la
también dará la cla.ve de Epílogo, di@ ida por él E:n 1984. tónica del Nuevo Cine Español. En suma, estas obras
-Ve nuevo se mantienen en la película -, -
las características suponen un tipo de cine y de literatura de carácter menos
de la novela negra, la fantasía desbordante de las peri- realista, más experimental e innovador, pero también
cias del protagonista (u- periodista en la misión de des- más marginal y antioficial, y que, si bien no lograría el
cubrir la verdad de inverosímiles situaciones) y con una respaldo del realizado en Madrid, fundamentaría la nota
acción rápida acorde con 1cts esquem:as expresiivos del diferencial en cuanto al estilo del cine de los 60 adap-
comic67. En defiriitiva, reciDge los nlismos rasgos de tado desde la literatura.

José Ennque NIUN.IEKU~,csreve KIAMBAU y casrmro i t Nuevos Ci os, 1955-1970, Lema, Madrid, 1987, p. 181.
Domins:O L w u R . ~ . , Historia y cntica de la literatura espuriola. .kpoca contemporhea: 1959-1980, vol. WII, Crítica, Barceloa, 1980, p. 347.
t

3 Con re:;pecto a Buiiuel, las causas de la ele:cción de Galdós que él fundamentaba parecen tener también la clave de la inclinación del Nuevo
Cine E: ;pañol hacia la novela de carácter rea lista, y que después será manejada, como hizo Buñuel, según los intereses del director. Rafael UTRE-
RA MA(
. . -, - ..,
%S. "La novela ae rerez craioos en la oantalla". en Galdós en la pantalla, Filmoteca Canaria, 1989, p. 13.
.-.-
* LUIS QlJESADA, 1 ;ola y el cinc?, JC, Madrii4, 1986, p. 105.
5 Véase 1a obra de M MAU y TCIRREIRO, Op. cit., pp. 184.192.
6 fdem, p. 50.
7 fdem, p
8 Juan Ignacio FERRERAS,LLJ novela en el s~gloM (aesae 1939). Hist oria cníca de la Literatum Hispánica-23, Taunis, Madrid, 1988, p. 80.
. -
9 María 1lolores de Asís GARROTE, Última hora de la novela en tspaña, Biblioteca Eudema, Ediciones Pirámide, Madrid, 1996, p. 86.
.- -
'U Esta novela, llamad:a "dialéctica", en contraposición con la "neorrealista" en España, se ha definido como una nueva visión del mundo del escr-
tor, que de una postura "no intervencionista" u "objetiva". pasa a utilizar su propia voz para mostrar su particular concepción del mundo y has-

medida -1, "..-.,,.


ta para destruirlo. Véase la obra de Domingo INDURAIN,op. cit., p. 416. Esta postura, más que en el caso del cine español, se adecuaría en mayor
.,., .,,..le que se desarrolla en Francia, y que vendría en consonancia con el llamado "cine de autor", rompiendo con el objetivismo
&

ictivismo.
11 AlgunoS autores, cobmo Santos SiANz VILLA~ pen entre UIia tendencia "neorrealista", de carácter comprometido y de narración obje-
tivista, pero descubiiendo la inji~sticiasocial :ión de la pemona, más la "novela social", que busca un testimonio directo que denun-
cie la desipaldad eii - s i i r i u>u- LUICLLIVU
---A: -- -.
Y ~-.. LU
U tC> ~ a ~ l c
-- ~--ai^
dIIIU I ~ I U Ctemas
S el del mundo obrero y el de la vida burguesa. Véase Historia de la
ra espaiiola ra ac&~, Ariel, Barcelona, 1994, pp . 107y 119.
u Como Sieñalan MON ibau y TORR EIRO, la apoia i ó n de los Nuevos Cines sería más en el ámbito de lo temático y de la ampliación
de lucha contra cen es, como ocim e plenameate en el ca!io español, y no tanto en su evolución estética, op. cit., pp. 198-199. Ade-
. ,. aue ta mnca cuioase a la literatura neorreaiista, aquélla en la que se fija el Nuevo Cine Español, precisamente de simplis-
más es sintomauco
mo o dce escasez té<mica renovaclora, María Dolores de P m, op. cit., p. 39.
13 Dominf:o INDLRÁIN,
op. cit., pp. 419-420.
Cela es precisamente el considerado inaugurador del nec literario, con Ln colmena en 1951, y también Luis Romero, con La noria en
- - - . - . . -. -
ese mismo ano, y Katael banchez Perlosio, con t i Jarama, de 1955. María Dolores de Asfs GARROTE, op. cit., pp. 34-41; y Santos SANZVILLA-
NUEVA, op. cit., p. I 54.
'5 Santos :SANZ VILLAF m v n , ídem, pp. 52-57. Flesulta descriptivo de este panorama el hecho de que algunas novelas de Fernández Flórez de carác-
.
ter fant:bstico, como t-.i hosque . . aeaan
animado. .. esperar década5 a ser adaptadas ante el escaso interés que despertó esta literatura entre el Nue-
vo Cine* Español.

152
I q u i s QUESADA,op. cit., p. 236.
l7 Santos SANZVN.ANUEVA,
op. cit., p. 140.
18 María Dolores de Asís GARROTE,
op., cit., p. 144.
19 Un estudio de los temas que este escritos trata en sus obras pueden Comprobarse en ei proiogo ae Josenna KODRIGUEZ DE ALDECOA a la eaict0n
de Cuentos de Cátedra, Letras Hispánicas, Madrid, 1995, pp. 24-32.
20 Santos SANZVILLANUEVA,
op. cit., p. 69.
21 María Dolores de Asís GARROTE,
op. cit., pp. 29 y 129.
22 a la edición de Lo busca de Caro Raggio, Madrid, 1997, p. IX.
Véase el prólogo de Julio CAROBAROJA
U Luis QUEDADA, op. cit., p. 154. Véanse también estas características en la misma obra Lo iía Tula, en la edición
~ S TCátedra,
, Letras Hispánicas, Madrid, 1999, pp. 13.59.
*4 Ésta es la opinión unánime de todos los historiadores. Véanse, a modo de ilustración, 10: comentarios de J. M. Cnr-us LEKA en nrsroi7u cr1-
rica del cine español (desde 1897 hasta hoy), Ariel Historia, Barcelona, 1999, pp. 125-130, que de: ;cribe este hcxho como despotismo Iilustra-
"

do", donde se incluyen también las condiciones de la política cinematográfica de García escudero, al mando de la Direcció~ n General de: Cine-
maropafía desde 1962 y verdadero impulsor de este movimiento.
*' Augusto TORRES y Manuel PE-m ESTREMERA, "Revisión crítica del llamado Nuevo Cine bspaTioi~',en Lúademos Hlspanoamenca-
nos, núm. 234, junio de 1969, p. 752.
26 ídem, p. 754.
'' Augusto MART~NFZTORRES,Cine español. años 60, Anagrama, Barcelona, 1973, p. 34.
*S Una de estas encuestas fue referida en el diario madrileño Pueblo, entre los que se encontraba el consagrado pceta José Hie,rro y otros intelec-
tuales con cargos relevantes, que negw'an el valor artístico del cine, a excepción del ensayista cinematográfico danuel Ville!gas. Véase e!ita cita
en el capítulo de Casimiro TORERO, "¿Una dictadura liberal? 1962-1%9", en Historia del cine español, Cátedra Signo e imagen, Madrid , 1995,
p. 300.
29 El prestigio cultural de reconocidas obras literarias es una de lasa principales causas de la práctica Iie la adapta<:iÓn, la que ;iquí parecen seguir
estos cineastas españoles, aunque también lo serán, como se verá a continuación, la de del éxito comercial que aFmrtan conociidos relatos r escri-
tores. Véase la obra de José Luis SÁNCHEZNORIEGA, De la literatura al cine. Teoná y om'lisis de 11ri adaptaciófi1 , Paidós Coimunicación, Barce-
lona, 2000, pp. 50-53, donde pueden encontrarse las razones y consecuencias de estas L&..e-:..".4"~
~ ~ -A-.:--.-
~
piacricn>.~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ - ~

30 Augusto M~rrrMEzTORRES,Cine español. años 60, op. cit., pp. 34-35.


31 Casimiro TORRERO,''¿Una dictadura liberal? 1962-1969", op. cit., pp. 3 1 4
32 Santos SANZVILLANUEVA,
op. cit., p. 21.
33 J. M. CAPARR~S,
op. cit., p. 133.
Véase el capítulo de José Enrique M o ~ E "La , renovación temática", ein Nuevos Ciires (años 60). Historia general del c,ine, Cátedra, Signo
e imagen, Madrid, 1995, pp. 158-171; y la obra de MONTERDE, RIAMBAU y TORREIRO, 6,p. cit., pp. 227-247.

35 RIAMBAu y TORRERO, ídem, pp. 153 y 164.


MONIERDE,
36 Casimiro TORERO, "¿Una dictadura liberal? 1962-1969". op. cit., p. 302.
37 Norberto M~NGLIEZ ARRANZ,"Análisis comparado de dos discursos narrativos", Lo nove Contraluz C ne, Edicione
Mirada, Valencia, 1998, p. 153.
38 Luis QUESADA, op. cit., p. 429.
39 TORRES,El cine español en 119 películas, Alianza, Madrid, 1997, p. 227.
Augusto MART~NEZ
* Antonio CASTRO,El cine español en el banquillo, Fernando Torres editor, Valencia, 1974, pp. 153 j .Jv.

41 "La renovación temática", op. cit., p. 153.


José Enrique MONTERDE,
42 Véase la obra de Jean-Claude SEGUIN,Historia del Cine español, Acento, Madrid, 1995, p. 46.
43 Augusto MART~NEZ
TORRES,Cine español, años 60, op. cit., p. 22.
Josefina RODR~GL~EZ
DE ALDECOA,
prólogo a Cuentos, de Ignacio ALDECOA,
op. cit., p. 38.
45 ídem, p. 181.
Resulta curioso que una novela de Zunmnepi, El premio, publicada un año antes de que Camus mede esta miicuia. WdiC también de oícaros
embaucadores y mfianes que se enriquecen a costa de jóvenes incautos, pero trasladada al ámbito c
prácticas comunes en España. Véase la obra de María Dolores de Asís GARROTE, op. cit., p. 128.
47 Augusto MARIINEZ TORRES,El cine español en 119 películas. op. cit., p. 257.
48 Esta intención es señalada por J. Cesarabea novelista adaptado por en Nuevo Cine Español. y guionista en lo ausca. utaao oor LUIS
DA,op. cit., p. 173.
49 Julio CAROBAROIA,prólogo a Lo busco. op. cit., p. X .
50 Augusto MART~NEZ
TORRES,Cine español. años 60, op. cit., pp. 55-56.
51 Casimiro TORRERO,
"¿Una dictadura liberal? 1962-1969". op. cit., pp. 333-334
52 Carlos A. LONGHURST.
prólogo a Lo tía Tula. op. cit., p. 22
Véase el Dicciomrio de Cine español. de Augusto MART~NEZ
TORRES,
Espasa Calpe, Madrid, 1996.
Augusto MAKI?NEZTORRES y Manuel EREZ FSTREMERA, "Revisión m'tica del llamado Nuevo Cine Español", op. cit., p. 753. Véase también la
lista de recaudación en taquilla desde 1965, aunque ya no entren aquí aquéllas que se estrenaron antes y sí tuvieron éxito de público, como Lo
tía fila. Esta lista puede encontrarse en la obra de Augusto MA&'EZ TORRES en Cine espanol, años 60.op. cit., pp. 119-122.
35 Gonzalo Suárez es uno de los ejemplos espanoles más paradigmáticos en el caso de los autores que utilizan el medio escrito y el fik~icoindis-
tintamente, tanto como adaptador de textos de otros escritores como de sus propias obras. Pueden encontrarse todas ellas referidas en la obra de
José Luic S.&NCHEZ NORIEGA. op. cit., p. 30.
5 Antonio CASTRO,
op. cit., p. 415.
7 ídem. un. 121-122.
8 Este hechc1, que es así referido por María Dolores de Asfs GARROTE, op. cit., p. 87, sin embargo no le merece aquí más que una breve cita, inme-
recida en ini opinión a la novedad que presentíiba Suárez en el panorama literario de los arios 60.
Las dos 01 3iniones opuestas quedarían represen'tadas, la más positiva, por Casimiro TORRERO, ''¿Una dictadura liberal? 1962-1969". op. cit., p.
-.- . - . . -.
~ I Y que
, inciuso señaia como es la mejor pelicula de la filmografía de Eceiza; y la más escéptica, la de Luis QUESADA. op. cit., p. 446, que cri-
tica su defectuosa planificaci'ón y su exagerado empeño en buscar fórmulas nuevas, un comentario algo paradójico dentro de la voluntad de
renovación estilística que sí materializó aquí Eceiza en la película y Suárez en el libro.
' Así. Luis @TSAD.~, ídem, p. 47, se refiere a un cuento corto de Suárez; o Augusto MAFnfMZ TORRES en El cine español eh 119 películas. op.
cit., p. 402, indica que procede de un cuento de Los once v uno, cuando el argumento de la película los personajes e incluso el guión se corres-
ponde sorprendentemente con el capítulo "La capenicita nibia" de esta novela. Véase Rocabruno bate a Ditirambo, Colección Ave Fénix, Pla-
za & Jané~.Barcelona, 199-, pp. 57-89.
' Román GUBERX.Historia del cine, Ed. Lumen, Barcelona, 1989, p. 419.
IRROS,op. CIir.. p. 133.
J. M. CAP?
3 Ver las calacterísticas Ique plantea .J. M. CAPAR
~ 6 5 ídem,
, pp. 131-132
Casimim 1~ORREIRO,"¿ Una dictadura liberal? 1'962- 1969". <>p. cit., p. 3;
c . . -
Antonio CASTRO,
.. . -
op. cit., p. 414. t<sta insatisfaicción que pirovoca para los escritoresi las adaptaciones cinematográficas de sus obras resulta ser
una tónica general, que comienza (:on la cesiói7 de los den:chos de auti3r de sus obras. Véanse algunos de los casos más relevantes en la obra
de José Luis SÁNCHEZ NORIEGA, 017. cit., pp. 213-29.
66 Aupsto MART~VEZ
TORRESy Manuel
. YEREZ ~STREMERA, op. cit., p.
-,
13'

Luis QLXSADA,
op. cit., p. 447.
5 Así lo consideran TORRESy E ~ I R E UERA,
I que inidican que GQ ~ SU^O :z creó un 1
' xrsonaje reprimido, quijotesco, tímido, falto de habilidad y
tipicamente hispánico", separándose de la idea central del 1ibm, op. cit., p 760.

S-ar putea să vă placă și