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Fundación H.A.

 Barceló – Facultad de Medicina 

Licenciatura en Nutrición
Bioquímica
Primer año
Módulo 14
Lección 3

1 1
Fundación H.A. Barceló - Facultad de Medicina

Transporte de electrones y fosforilación oxidativa

Durante las reacciones enzimáticas de la glucólisis, oxidación de ácidos grasos


y del ciclo de Krebs se producen equivalentes de reducción en la degradación
secuencial del combustible metabólico inicial. En el caso de la glucólisis, la
producción de NADH podrá ser reoxidado en el citoplasma por la lactato
deshidrogenada (glucólisis anaeróbica) o bien transportado a la matriz mitocondrial
mediante mecanismo de lanzadera de sustrato, con el fin de obtener el máximo de
rendimiento energético de la oxidación de la glucosa (glucólisis aeróbica). En el caso
de la oxidación de ácidos grasos y del ciclo de Krebs los equivalentes de reducción
se producen directamente en la matriz mitocondrial.
Con el objetivo de translucir este poder reductor en energía utilizable, las
mitocondrias tienen un sistema de transporte de electrones que se encuentra en la
membrana interna mitocondrial, o asociado a ella. Así, en el proceso de transporte
de electrones, la energía libre de la transferencia de electrones desde el NADH y el
FADH2 al O2 por medio de los centros redox unidos a las proteínas, la cadena de
transporte de electrones o cadena respiratoria, está acoplada a la síntesis de
ATP, un proceso denominado fosforilación oxidativa.

1. La mitocondria
La mitocondria es el sitio del metabolismo oxidativo eucarionte. Contiene las
enzimas que median este proceso, incluyendo a la piruvato deshidrogenasa, las
enzimas del ciclo de Krebs, las enzimas que catalizan la oxidación de los ácidos
grasos y las enzimas y proteínas redox involucradas en el transporte de electrones y
en la fosforilación oxidativa. Por lo tanto, con buena razón, se describe a la
mitocondria como la "planta de energía" de la célula. (Para más detalles sobre la
estructura y sistemas de transporte de la mitocondria ver el archivo La mitocondria)

2. Transporte de electrones
2.1 La secuencia del transporte de electrones
La energía libre necesaria para generar ATP es obtenida a partir de la oxidación
del NADH y del FADH2 por medio de la cadena de transporte de electrones, una
serie de cuatro complejos proteicos a través de los cuales pasan los electrones,
desde los potenciales de reducción estándares más bajos hacia los más altos.
Muchas de las proteínas inmersas en la membrana mitocondrial interna están
organizadas en cuatro complejos respiratorios. Cada complejo consiste en varios
componentes proteicos que están asociados con una variedad de grupos prostéticos
redox activos que sucesivamente incrementan sus potenciales de reducción, de esta
manera, cada elemento de la cadena puede aceptar electrones del transportador
precedente y transferirlos al siguiente en una secuencia específica.
Los electrones son llevados desde los Complejos I y II a el Complejo III por
medio de la coenzima Q (CoQ o ubiquinona), y desde el Complejo III al Complejo
IV por la proteína de membrana periférica citocromo c.

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Los cambios en el potencial de reducción estándar de un par de electrones a


medida que pasa sucesivamente por los Complejos I, III y IV corresponden, en cada
etapa, a la energía libre suficiente como para impulsar la síntesis de una molécula
de ATP.
Los electrones incorporados a través del Complejo II (la oxidación del FADH2
por la CoQ), no libera suficiente energía libre como para sintetizar un ATP; su
función es solamente la d inyectar los electrones producidos por el FADH2 dentro de
la cadena de transporte de electrones.

2.2 Componentes de la cadena de transporte de electrones


Las principales enzimas o proteínas que actúan como componentes de la
transferencia de electrones son (a) deshidrogenasas ligadas al NAD, (b)
deshidrogenasas ligadas a flavina, (c) proteínas hierro-azufre o ferrosulfuradas y (d)
citocromos.
Se conocen cuatro formas mediante las cuales las moléculas son capaces de
transferir electrones en los sistemas biológicos:
- Transferencia directa de electrones, como en la reducción de Fe3+ a Fe2+
- Transferencia de electrones como átomos de hidrógeno.
- Transferencia desde un dador de electrones a un aceptor en forma de
hidruro (:H–) que transporta dos electrones.
- Transferencia de electrones mediante la combinación directa de un reductor
orgánico con el oxígeno.
Todos los complejos se mueven lateralmente dentro de la membrana
mitocondrial interna; no parece que formen ninguna estructura superior estable. De
hecho, no están presentes en relaciones equimolares.

1. Complejo I (NADH:coenzima Q oxidorrecutasa)


El Complejo I (también llamado NADH deshidrogenasa) pasa los electrones
desde el NADH a la CoQ:

NADH + CoQ (oxidada) Æ NAD+ + CoQ (reducida)

Este complejo, que es probablemente el componente proteico más grande de la


membrana mitocondrial interna, contiene una molécula de flavina mononucleótido
(FMN) y de seis a siete agrupamientos hierro-azufre que participan en le proceso de

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transferencia de electrones. En los mamíferos, 7 de sus 43 subunidades están


codificadas por genes mitocondriales, y las restantes por genes nucleares.

El FMN y la coenzima Q (CoQ), las coenzimas del


Complejo I, pueden adoptar cada una tres estados de
oxidación. A pesar de que el NADH solo puede participar
en una transferencia de dos electrones, el FMN y la CoQ
son capaces de aceptar y donar uno o dos electrones
porque sus formas semiquinonas o radical son estables.
Por el contrario, los citocromos del Complejo III, a
los cuales la CoQ reducida les pasa sus electrones, son
solo capaces de reducciones de un electrón. Por lo
tanto, el FMN y la CoQ proporcionan un conducto de
electrones entre el NADH, donador de dos electrones, y
los citocromos aceptores de un electrón.

La cola hidrófoba de la CoQ la hace soluble en


la bicapa lipídica de la membrana mitocondrial
interna. En los mamíferos esta cola consiste en 10
unidades isoprenoides C5 denominándosela, en
consecuencia, Q10. En otros organismos, la CoQ solo
puede tener 6 (Q6) u 8 (Q8) unidades isoprenoides.

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Los agrupamientos hierro-azufre, se hallan comúnmente como


grupos prostéticos de las proteínas hierro-azufre. Existen cuatro tipos
comunes de agrupamientos hierro-azufre. Aquellos designados como
agrupamientos [2Fe-2S] y [4Fe-4S] consisten en un número igual de
iones Fe y sulfuro y están, ambos, coordinados con cuatro grupos
sulfhidrilo de Cis de proteínas. El agrupamiento [3Fe-4S] es
esencialmente un agrupamiento [4Fe-4S] al que le falta un átomo de
Fe.

2. El Complejo II (succinato:coenzima Q oxidorreductasa)


El Complejo II, que contiene a la succinato deshidrogenasa, la enzima del ciclo
de Krebs, junto con otras tres subunidades (todas codificadas por genes nucleares),
pasa los electrones desde el succinato a la CoQ. Este proceso lo realiza con la
participación de un FAD unido covalentemente, agrupamientos hierro-azufre y un
citocromo b560.
FADH2 + CoQ (oxidada) Æ FAD + CoQH2 (reducida)

El potencial redox estándar para la transferencia de electrones desde el


succinato a la CoQ es insuficiente para proporcionar la energía libre necesaria para
conducir la síntesis de ATP.
Sin embargo, el Complejo II es
importante porque inyecta estos
electrones, de relativo alto potencial,
dentro de la cadena de transporte de
electrones.
Además, otras dos enzimas
sintetizan y liberan CoQH2 en la
membrana mitocondrial interna y por lo
tanto, potencian la fosforilación oxidativa
a través de las acciones de los
Complejos II y IV. Estas enzimas son la
glicerol-3-fosfato deshidrogenasa de la
lanzadera glicerofosfato y la
flavoproteína de transferencia de
electrones:ubiquinona oxidorreductasa
(EFT:Q oxidorreductasa), que participa
en la oxidación de los ácidos grasos.

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3. Complejo III (Coenzima Q:citocromo c oxidorreductasa)


El Complejo III pasa los electrones desde la CoQ reducida al citocromo c.

CoQ (reducida) + 2citocromo c (oxidado) Æ CoQ (oxidada) + 2citocromo c (reducido)

El complejo III contiene cuatro


cofactores redox: dos hemos tipo b,
un hemo tipo c y un agrupamiento
Fe-S.

Los citocromos, son proteínas redox activas que contienen grupos hemos que
alternan reversiblemente entre sus estados de oxidación Fe(II) y Fe(III) durante el
transporte de electrones. Existen diferentes tipos de citocromos, a, b, c; y cada tipo
contiene un anillo de porfirina sustituido en forma diferente coordinado con el átomo
de hierro redox activo.

4. Citocromo c
El citocromo c es una proteína periférica de membrana que se halla laxamente
unida a la membrana mitocondrial interna. Se une alternativamente al citocromo c1
(del Complejo III) o a la citocromo c oxidasa (Complejo IV) y por lo tanto funciona
como una lanzadera de electrones entre ellos.

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La influencia de la estructura de la proteína sobre la velocidad de la


transferencia de electrones Los grupos hemos reducidos son entidades altamente
reactivas; ellos pueden transferir electrones por distancias superiores a 10-20 Å a
velocidades fisiológicamente significativas. En consecuencia, los citocromos, en
cierto sentido, tienen la función opuesta de las enzimas. En lugar de inducir a los
sustratos que no reaccionan para que lo hagan, ellos deben evitar que sus hemos
transfieran los electrones en forma inespecífica a otros componentes celulares. Sin
duda, este es el motivo por el cual los hemos se hallan casi completamente
recubiertos por proteínas. Sin embargo, los citocromos también deben proporcionar
una ruta para la transferencia de electrones a una molécula asociada adecuada.

5. Complejo IV (Citocromo c oxidasa)


La citocromo c oxidasa, la enzima terminal de la cadena de transporte de
electrones, cataliza las oxidaciones de un electrón de las cuatro moléculas
consecutivas de citocromo c reducido y la concomitante reducción de cuatro
electrones de una molécula de O2 para producir H2O:

2citocromo c (reducido) + ½ O2 Æ 2citocromo c (oxidado) + H2O

La citocromo c oxidasa eucarionte es una


proteína transmembrana compuesta por 8 a 13
subunidades, cuyas cadenas más grandes e
hidrófobas, las subunidades I, II y III están
codificadas por el ADN mitocondrial. La
citocromo c oxidasa eucarionte existe en las
membranas como un dímero. Las subunidades
I y II de este complejo contienen todos sus
cuatro centros redox activos: dos hemos tipo a,
a y a3 y dos centros que contienen cobre (Cu),
CuA y CuB. Los electrones pasan del citocromo
c al centro CuA y luego al hemo a y finalmente a
un complejo binuclear de hemo a3 y CuB. El O2
se une a este complejo binuclear y es reducido
a H2O en una reacción compleja de cuatro
electrones.
La citocromo c oxidasa debe adquirir cuatro protones desde el interior por cada
molécula de O2 que reduce a H2O. Este proceso de 4 electrones está acoplado a la
traslocación de hasta cuatro protones bombeados desde el interior hacia el exterior,
contribuyendo de este modo con el gradiente de protones que potencia la síntesis de
ATP. Nótese que un total de ocho cargas positivas son transportadas a través de la
membrana, de modo tal de contribuir con su potencial de membrana.
8H+interior + 4cit c2+ + O2 Æ 4cit c3+ + 2H2O + 4H+exterior

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3. Fosforilación oxidativa
Según hemos visto en Reacciones de oxidación y reducción, la transferencia de
electrones entre dos pares redox se asocia a un cambio en la variación de energía
libre de las reacciones redox. Así, a través de la ecuación:
∆G´º = -nF∆E´º
es posible calcular que en la que el oxígeno es reducido por el NADH:
½ O2 + NADH + H+ Æ H2O + NAD+
se produce una variación en la energía libre de aproximadamente de –52
kcal/mol.
En consecuencia, se puede describir que la energía libre disponible a partir de la
distancia entre el potencial del NADH y el del oxígeno en la cadena de transporte de
electrones es capaz de generar más energía de la necesaria para sintetizar tres ATP
(7,3 Kcal/mol por cada ATP) por cada dos equivalentes de reducción o dos
electrones transportados hasta el oxígeno. Además, debido al signo negativo de la
energía libre, este proceso es exergónico y ocurre espontáneamente, siempre que
estén presentes los componentes enzimáticos necesarios.
Este acoplamiento se logra por medio de la cadena de transporte de electrones
en la cual los electrones pasan a través de tres complejos proteicos que contiene
centros redox con afinidad progresivamente mayor por los electrones en vez de
pasar directamente al O2. Esto permite que el gran cambio de energía libre total sea
dividido en tres paquetes más pequeños, cada uno de los cuales se acopla con la
síntesis de ATP. Por consiguiente, la oxidación de 1 NADH da como resultado la
síntesis de ~3 ATP, mientras que la oxidación de FADH2, cuya entrada en la cadena
de transporte de electrones está regulada por un cuarto complejo proteico, se acopla
de manera similar a la síntesis de ~2 ATP. En consecuencia, la eficiencia
termodinámica de la fosforilación oxidativa aproximadamente de 42% bajo
condiciones bioquímicas estándares. Sin embargo, bajo condiciones fisiológicas en
la mitocondria activa (donde las concentraciones de los reactivos y los productos así
como el pH se alejan de las condiciones estándares), se piensa que esta eficiencia
termodinámica es ~70%. En comparación, la eficiencia energética del motor de un
automóvil es < 30%.

Existen dos mecanismos diferentes de fosforilación:


a) “A nivel de sustrato”, en los que una molécula fosforilada cede su fosfato al
ADP
b) “Quimiosmóticos”, en los que la síntesis de ATP está acoplada al movimiento
exergónico de H+ a favor de su potencial electroquímico:

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La síntesis endergónica de ATP mitocondrial a partir de ADP y Pi, que está


catalizada por la ATP sintasa traslocadora de protones (Complejo V), es conducida
por el proceso de transporte de electrones. Sin embargo, dado que el Complejo V es
físicamente diferente de las proteínas que median el transporte de electrones
(Complejos I-IV), la energía libre liberada por el transporte de electrones debe ser
conservada en una forma tal que la ATP sintasa la pueda utilizar. Esta conservación
de energía se conoce como el acoplamiento energético o transducción energética.

¿Cómo se acopla la oxidación de equivalentes de reducción a la síntesis de ATP?


Desde mediados de 1920 hasta la actualidad, los detalles del mecanismo de la
fosforilación oxidativa han sido objeto de intensa investigación y controversia, y se
han aventurado diversas hipótesis que tratan de explicarlo.
La propuesta original de Peter Mitchell comparaba los sistemas generadores de
energía en las membranas biológicas con una batería común. De la misma manera
que la energía se puede almacenar en baterías debido a la separación de cargas
positivas y negativas en los diferentes componentes de la batería, se puede generar
energía como consecuencia de la separación de cargas en sistemas membranosos
complejos.
El mecanismo de acoplamiento quimiosmótico,
propuesto por Peter Mitchell en 1961, postula que la
energía libre del transporte de electrones es
conservada mediante el bombeo de H+ desde la
matriz mitocondrial hacia el espacio intermembrana,
de modo tal de crear un gradiente electroquímico de
H+ a través de la membrana mitocondrial interna. El
potencial electroquímico de este gradiente aprestado
para la síntesis de ATP.
El transporte de electrones, hace que los Complejos I, III y IV transporten a los
protones a través de la membrana mitocondrial interna, desde la matriz, una región
de baja [H+] y de potencial eléctrico negativo, hacia el espacio intermembrana (que
está en contacto con el citosol), una región de alta [H+] y de potencial eléctrico
positivo. La energía libre secuestrada por el gradiente electroquímico resultante (la
cual, en analogía al término fuerza electromotriz es llamada fuerza protón motriz)
potencia la síntesis de ATP. Dado que el pH (afuera) es menor que el pH (adentro),
la exportación de los protones desde la matriz mitocondrial (contra el gradiente de
protones) es un proceso endergónico. Además, el transporte de electrones hacia
afuera de la matriz hace que la superficie interna de la membrana interna sea más
negativa que su superficie externa.

La hipótesis quimiosmótica consta de tres postulados:


1. La cadena de transporte de electrones trasloca protones a través de la
membrana mitocondrial interna conforme los electrones fluyen desde un
complejo de la cadena respiratoria al siguiente.
2. La F1-F0-ATP sintasa utiliza la fuerza protón motriz para llevar a cabo la
fosforilación del ADP.
3. La membrana mitocondrial interna es impermeable a los hidrogeniones y
oxhidrilos. Si la membrana se altera, no puede crearse una fuerza
protomotriz y, por lo tanto, no se produce la síntesis de ATP.

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Hipótesis quimiosmótica

3.1 Generación del gradiente de protones.


Tres de los cuatro complejos de transporte de electrones, los Complejos I, III y
IV, están involucrados en la traslocación de protones. Se han considerado dos
mecanismos que acoplarían la energía libre del transporte de electrones con el
transporte activo de los protones: el mecanismo del bucle redox y el mecanismo de
la bomba de protones.

El mecanismo del bucle redox


Este mecanismo requiere que los centros redox de la cadena respiratoria (el
FMN, la CoQ, los citocromos y los agrupamientos hierro-azufre), estén ordenados en
la membrana de modo tal que, la
reducción involucre un centro redox
que simultáneamente acepte un e- y
un H+ del lado de la membrana que
mira hacia la matriz. La reoxidación
de este centro redox por el próximo
centro en la cadena involucraría la
liberación del H+ del lado de la
membrana que mira hacia el citosol,
junto con la transferencia de los
electrones de vuelta hacia el lado de
la matriz. El flujo de electrones desde
un centro redox al próximo generaría,
por lo tanto, la traslocación neta de
un H+ y la creación de un gradiente
electroquímico.

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El Complejo III bombea a los protones a través del ciclo Q, un tipo de


mecanismo del bucle redox. El Complejo III funciona de modo tal que permite que
una molécula de CoQH2, un transportador de 2 electrones, reduzca de forma
secuencial dos moléculas de citocromo c, un transportador de un electrón, mientras
transporta cuatro protones. Esto ocurre a través de un mecanismo del bucle redox
modificado que involucra una notable bifurcación del flujo de electrones desde
CoQH2 hacia el citocromo c1 y hacia el citocromo b. Es por medio del llamado ciclo
Q que el Complejo III bombea a los protones desde la matriz al espacio
intermembrana. La esencia del ciclo Q es que la CoQH2 experimenta una
reoxidación de dos ciclos en la cual la semiquinona CoQ-· es un intermediario
estable.

Mecanismo de la bomba de protones


El Complejo IV transporta cuatro protones desde la matriz al espacio
intermembrana por cada O2 que se reduce (2H+ por cada par de electrones). No
contiene transportadores (H+ + e-) y por consiguiente, no puede hacerlo mediante el
sistema del bucle redox (similar al ciclo Q). Más bien, lo hace por un mecanismo de
bomba de protones que no requiere que los centros redox sean los transportadores
de H+. En este modelo, la transferencia de electrones da como resultado cambios
conformacionales en el complejo. La traslocación unidireccional de los protones se
produce como resultado de la influencia de estos cambios conformacionales de las
cadenas laterales de los aminoácidos y su exposición alternada a la cara interna o
externa de la membrana.

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3.2 Mecanismo de síntesis de ATP


La ATP sintasa traslocadora de protones (también conocida como F1F0-
ATPasa, Complejo V y ATPasa F tipo H+) canaliza la energía libre del gradiente
electroquímico de protones a través de la membrana mitocondrial para la síntesis de
ATP.
La ATP sintasa de las partículas submitocondriales está formada por dos
unidades F0 y F1.
El componente F0 está formado por
tres subunidades transmembrana, a, b y c
que forman el complejo a1b2c9-12, dando
origen a un canal traslocador de protones.
El componente F1 es un nonamero
α3β3γδε en el cual la subunidad β contiene
el sitio catalítico para la síntesis del ATP y
la subunidad δ es requerida para la unión
de F1 a F0. La F1 solubilizada puede
hidrolizar al ATP pero no sintetizarlo (de
ahí su nombre ATPasa).
Las subunidades c del componente
F0 forma un anillo transmembrana que
está en contacto con el tallo F1. La
subunidad γ pasa a través del centro
esférico α3β3 y las subunidades γ y ε de la
forma F1 se unen firmemente al anillo de
las subunidades c.
El mecanismo de síntesis de ATP de la ATP sintasa puede ser dividido,
conceptualmente, en tres fases:
1. La traslocación de los protones llevada a cabo por F0.
2. La catálisis de la formación del enlace fosfoanhídrido del ATP llevado a cabo
por la F1.
3. El acoplamiento de la disipación del gradiente de protones con la síntesis de
ATP que requiere de la interacción de F1 y F0.

Se ha propuesto que F1 tiene tres protómeros catalíticos interactivos, cada uno


en un estado conformacional diferente:
- uno que une a los sustratos y a los productos en forma laxa (estado L)
- uno que los une fuertemente (estado T)
- uno que no los une en absoluto (estado O o abierto).
La energía libre que se libera en la traslocación es utilizada para interconvertir
estos tres estados. El enlace fosfoanhídrido del ATP se sintetiza solo en el estado T
y el ATP es liberado solo en el estado O. La reacción involucra tres pasos:
1. Unión de ADP y Pi al sitio de unión "laxo" (L).
2. Un cambio conformacional conducido por la energía libre convierte el sitio L
en un sitio de unión "fuerte" (T) que cataliza la formación de ATP. Este paso
involucra los cambios conformacionales de las otras dos subunidades que

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convierten al sitio T, que contiene al ATP, en un sitio "abierto" (O) y al sitio O en un


sitio L.
3. El ATP es sintetizado en el sitio T de una subunidad, mientras que se disocia
del sitio O de otra subunidad. Sobre la superficie del sitio activo, la formación de
ATP, a partir de ADP y Pi, implica un cambio pequeño de energía libre, es decir, la
reacción se encuentra esencialmente en el equilibrio. En consecuencia, la energía
libre proporcionada por el flujo de protones facilita, principalmente, la liberación del
ATP recientemente sintetizado de la enzima; es decir, conduce la transición TÆO,
por lo tanto, interrumpe las interacciones enzima-ATP en el sitio T que previamente
habían propiciado la formación espontánea de ATP a partir de ADP + Pi.

Los cambios de unión son conducidos por la rotación del ensamble catalítico,
α3β3, con respecto a las otras partes de la F1F0-ATPasa. De este modo, el
ordenamiento casi circular e íntimamente ajustado de la superficie interna de las
subunidades αy β sobre el la subunidad γ, recuerda a un rodillo cilíndrico giratorio en
una manga. Aparentemente la subunidad γ, que se piensa que rota dentro del
ensamble α3β3, actúa como un eje de leva al conectar al motor giratorio conducido
por el gradiente de protones con los cambios conformacionales en los sitios
catalíticos de F1.
En la F1F0-ATPasa, se propone que el ensamble del anillo c con las
subunidades γ y ε forma el rotor, mientras que la unidad ab2 y la subunidad δ junto
con el esferoide α3β3 forman el estator. La rotación del anillo c en la membrana con
relación a la subunidad a fija, es impulsada por la migración de los protones desde el
exterior hacia el interior, como analizaremos más adelante. El ensamble b2δ funciona
como sostén del esferoide α3β3 en posición,
mientras que la subunidad γ gira dentro de él.
Los protones del exterior ingresan a un
canal hidrofílico entre la subunidad a y el anillo
c, donde ellos se unen a la subunidad c. El
anillo c gira casi una vuelta completa (mientras
que los protones se unen a sucesivas
subunidades c, a medida que pasa por este
canal de ingreso) hasta que la subunidad
alcanza un segundo canal hidrofílico entre la
subunidad a y el anillo c que se abre hacia el
interior. Allí el protón es liberado. De este
modo, la F1F0-ATPasa, que genera tres ATP
por vuelta y tiene 10 subunidades c en su
ensamble F0, 0,3 ATP por cada protón que
pasa desde el espacio intermembrana hacia la
matriz. (Vea F1F0-ATPasa)

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4. Desacople de la fosforilación oxidativa


El transporte de electrones (la oxidación del NADH y del FADH2 por el O2) y la
fosforilación oxidativa (la síntesis de ATP) normalmente están fuertemente
acopladas debido a la impermeabilidad de la membrana mitocondrial interna al
pasaje de los protones. De este modo, la única forma de que los H+ reingresen a la
matriz es a través de la porción F0 de la ATP sintasa. En el estado en reposo,
cuando la fosforilación oxidativa es mínima, el gradiente electroquímico a través de
la membrana mitocondrial interna se intensifica a tal punto que la energía libre para
bombear a los protones adicionales es mayor que lo que puede recolectar la cadena
de transporte de electrones, en consecuencia se inhibe el posterior transporte de
electrones. Sin embargo, se han encontrado muchos compuestos, incluido el 2,4-
dinitrofenol (DNP) y la carbonil-cianuro-p-trifluorometoxifenilhidrazona (FCCP), que
"desacoplan" este proceso.
La presencia en la membrana mitocondrial interna de un agente que la vuelve
permeable a los H+ desacopla al fosforilación oxidativa del transporte de electrones a
través de la generación de una ruta de disipación del gradiente electroquímico de
protones que no requiere de la síntesis de ATP. Por lo tanto, el desacople permite
que el transporte de electrones proceda sin obstáculos aún cuando está inhibida la
síntesis de ATP. Más aún, el desacople de la fosforilación oxidativa aumenta el
consumo de oxígeno mitocondrial.
Los desacoplantes se dividen en dos grupos:
a. Desacoplantes protoforéticos: son sustancias liposolubles que actúan
permeabilizando la membrana mitocondrial interna a los protones, por lo cual,
desaparece el gradiente electroquímico.
El DNP y la FCCP son ácidos lipofílicos débiles que en consecuencia pasan
fácilmente a través de las membranas.
En un gradiente de pH, los protones unidos sobre el lado acídico de la
membrana, difunden a través y son liberados sobre el lado alcalino y por lo tanto
disipan el gradiente. De este modo, estos compuestos desacoplantes son ionóforos
transportadores de protones.

Otros ejemplos de desacoplantes protoforéticos son las hormonas tiroideas, el


ácido salicílico, el dicumarol, etc.
b. Desacoplantes ionoforéticos: son péptidos que transportan cationes
monovalentes, como Na+ y K+, a través de la membrana interna mitocondrial y
disipan el potencial eléctrico (no el químico ya que los H+ quedan del lado exterior).
La valinomicina (para K+) y la gramicidina (para Na+) son ejemplos de este tipo d
desacoplantes.

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4.1 Generación de calor en el tejido adiposo pardo por el desacople bajo


control hormonal.
La disipación de un gradiente electroquímico de H+, que es generado por el
transporte de electrones y el desacolple de la síntesis de ATP, produce calor. La
generación de calor es la función fisiológica del tejido adiposo pardo (grasa parda).
Este tejido es diferente al tejido adiposo típico (blanco) dado que, a pesar de tener
grandes cantidades de triacilgliceroles, contiene numerosas mitocondrias cuyos
citocromos le dan una coloración parda. Los mamíferos recién nacidos que carecen
de pelaje, como los humanos y los mamíferos que invernan, contienen grasa parda
en su cuello y en la parte superior de su espalda, que funciona en la termogénesis
sin temblor. (La hidrólisis del ATP que se produce durante la contracción del
músculo al temblar, o cualquier otro movimiento, también produce calor.)
El mecanismo de generación de calor en la grasa
parda involucra el desacople regulado de la fosforilación
oxidativa en sus mitocondrias. Estas mitocondrias
contiene termogenina [también llamada proteína de
desacople (UCP)], una proteína que actúan como un
canal para controlar la permeabilidad a los protones de la
membrana mitocondrial interna. En los animales
adaptados al frío, la termogenina constituye hasta un
15% de las proteínas de la membrana mitocondrial
interna de la grasa parda. El flujo de protones a través de
este canal proteico es inhibido por las concentraciones
fisiológicas de nucleótidos de purina (ADP, ATP, GDP y
GTP), pero esta inhibición puede ser revertida por los
ácidos grasos libres. Los componentes de este sistema
interactúan bajo el control hormonal.
La termogénesis en las mitocondrias de la grasa
parda es activada por los ácidos grasos libres. Esto
contrarresta los efectos inhibitorios de los nucleótidos de
purina y por lo tanto, estimula el flujo a través del canal de protones y desacopla al
transporte de electrones de la fosforilación oxidativa.
La concentración de ácidos grasos en el tejido adiposo pardo es controlada por
la hormona adrenalina a través de su mecanismo de acción vía AMPc-PKA que
activa por fosforilación a enzima clave de la lipólisis (la triacilglicerol lipasa hormono
sensible). Finalmente, la lipasa activada hidroliza a loa triacilgliceroles para producir
ácidos grasos libres que abren el canal de protones.
En los últimos años se han identificado otros miembros de la familia de
proteínas de desacople (UCP):
Distribución y función de las proteínas de desacople (UCP)

Proteína Localización Función


UCP-1 Grasa parda Regula la termogénesis
UCP-2 Músculo esquelético, islotes Regula el metabolismo de los ácidos grasos.
pancreáticos, bazo, corazón, Disminuye la producción de especies
hígado, riñón, cerebro reactiva del oxígeno. Disminuye la secreción
d insulina.
UCP-3 Músculo esquelético, grasa Disminuye la producción de especies
parda reactivas del oxígeno. Regula la disposición
de ATP

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5. Inhibición de la fosforilación oxidativa


El conocimiento sobre la secuencia de eventos en el transporte de electrones se
basa en gran medida en el uso de inhibidores específicos.
Entre estas sustancias encontramos a la rotenona (una toxina de una planta
utilizada por los indios amazónicos para envenenar a los peces y que también es
utilizada como insecticida), al amital (un barbitúrico), la antimicina (un antibiótico) y el
monóxido de carbono (CO) el ácido sulfhídrico (SH2) y el cianuro.
De acuerdo al sitio de acción de los inhibidores, el transporte de electrones se
inhibirá por completo (como en el caso de CO, CN–) y en consecuencia, también se
detendrá la fosforilación oxidativa o, la inhibición no será completa, como en el caso
de la rotenona que inhibe en el complejo I, dado que los electrones pueden ingresar
a través del complejo II.

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6. Control de la fosforilación oxidativa


De acuerdo a lo visto sobre la regulación y control del metabolismo
(Introducción al metabolismo intermedio), la mayoría de la reacciones en una vía
metabólica transcurren cerca del equilibrio. Las pocas reacciones irreversibles
constituyen los potenciales puntos de control de la vía y usualmente están
catalizados por enzimas regulables que se encuentran bajo el control metabólico. En
el caso de la fosforilación oxidativa, la vía desde el NADH al citocromo c transcurre
cerca del equilibrio (∆G' ≈ 0):

½NADH + citocromo c3+ + ADP + Pi ↔ ½NAD+ + citocromo c2+ + ATP

Por lo tanto, esta vía es fácilmente reversible por el agregado de ATP. Sin
embargo, en la reacción de la citocromo c oxidasa, el paso terminal de la cadena de
transporte de electrones, es irreversible y en consecuencia, es uno de los sitios
reguladores importantes de la vía. La citocromo c oxidasa, al contrario de la mayoría
de los sistemas reguladores, parece estar controlada exclusivamente por la
disponibilidad de uno de sus sustratos, el citocromo c reducido (c2+).
Cuanto mayor es la relación [NADH]/[NAD+] y menor la relación de acción de
masa del ATP, mayor es la [c2+] (citocromo c reducido.) y en consecuencia mayor es
la actividad de la citocromo c oxidasa.
¿Cómo se ve afectado este sistema por los cambios de actividad física? En un
individuo en reposo, la hidrólisis del ATP a ADP y Pi es mínima y la relación de
acción de masas del ATP es alta; por lo tanto la concentración del citocromo c
reducido es baja y la fosforilación oxidativa es mínima. El aumento de actividad da
como resultado la hidrólisis de ATP a ADP y Pi, disminuyendo por lo tanto la relación
de acción de masas del ATP y aumentando la concentración del citocromo c
reducido. Esto da como resultado un aumento en la velocidad del transporte de
electrones y en su fosforilación acoplada. En este control de la fosforilación oxidativa
la velocidad de la fosforilación oxidativa aumenta con la concentración del ADP, el
aceptor del grupo fosforilo.
La compartimentación celular,
mitocondria donde se sintetiza ATP y
citoplasma donde se lo utiliza, plantea un
problema de control interesante: La relación
de acción de masa del ATP que ejerce el
control directo debe ser la de la matriz
mitocondrial donde el ATP se sintetiza, la
cual es impermeable a los nucleótidos de
adenina y al Pi, depende de los sistemas
específicos de transporte para mantener la
comunicación entre los dos compartimentos.
Esta organización hace posible que el
transporte de los nucleótidos de adenina o el
Pi participen en el control de la fosforilación
oxidativa.
Bajo condiciones de demanda baja o moderada de ATP, la relación de acción
de masa citosólica parece ser el principal factor de control de la oxidación
mitocondrial. Sin embrago, cuando la demanda por ATP aumenta, el traslocador

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ADP-ATP ejerce un mayor control hasta que finalmente, cuando la demanda por
ATP es alta, el control se desplaza hacia el bloque de suministro del sistema, la
fosforilación oxidativa.

6.1 Control coordinado de la producción de ATP


La glucólisis, el ciclo de Krebs y la fosforilación oxidativa constituyen las vías
metabólicas principales para la producción de ATP celular. El control de la
fosforilación oxidativa por la relación de acción de masa de ATP depende, por
supuesto, de un suministro adecuado de electrones para alimentar a la cadena de
transporte de electrones. Este aspecto del control del sistema es, a su vez,
dependiente de la relación [NADH]/[NAD+], la cual es mantenida alta por la acción
combinada de la glucólisis y el ciclo de Krebs que convierten 10 moléculas de NAD+
a NADH por cada molécula de glucosa oxidada. Por lo tanto, queda claro que el
control coordinado es necesario para estos tres procesos. Este control es
proporcionada por la regulación de cada uno de los puntos de control de la glucólisis
(hexoquinasa, fosfofructoquinasa (PFK) y piruvato quinasa) y del ciclo de Krebs
(piruvato deshidrogenasa, citrato sintasa, isocitrato deshidrogenasa y α-cetoglutarato
deshidrogenasa) por los nucleótidos de adenina o NADH o ambos, así como por
ciertos metabolitos.

El citrato inhibe la glucólisis


El punto principal de control de la glucólisis y del ciclo de Krebs está regulado
por varios efectores además de los nucleótidos de adenina o del NADH. Un efecto
regulador, particularmente interesante, es la inhibición de la PFK por citrato. Cuando
disminuye la demanda por el ATP, aumenta la [ATP] y disminuye la [ADP]. El ciclo
de Krebs disminuye su velocidad en sus pasos de la isocitrato deshidrogenasa
(activada por ADP) y α-cetoglutarato deshidrogenasa (inhibida por ATP), haciendo,
por lo tanto, que la concentración de citrato aumente. El citrato puede dejar la
mitocondria por medio de un sistema de transporte específico y una vez en el citosol,
actúa restringiendo la degradación de hidratos de carbono mediante la inhibición de
la PFK.

La oxidación de los ácidos grasos inhibe a la glucólisis


La oxidación de los ácidos grasos es un proceso aeróbico que produce acetil-
CoA, el cual ingresa al ciclo de Krebs y por consiguiente, incrementa las
concentraciones mitocondrial y citoplasmática de citrato. El aumento de la
concentración de acetil-CoA inhibe al complejo piruvato deshidrogenasa, mientras
que el aumento de la concentración de citrato inhibe a la fosfofructocinasa, lo cual
conduce a una acumulación de la glucosa-6-fosfato, que inhibe a la hexoquinasa.
Esta inhibición de la glucólisis por la oxidación de los ácidos grasos se llama ciclo de
la glucosa-ácido graso o ciclo de Randle. El ciclo de Randle permite que los ácidos
grasos sean utilizados como el principal combustible del metabolismo oxidativo en el
músculo cardíaco, mientras que se conserva a la glucosa para aquellos órganos,
como el cerebro, que la requieran.

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