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POR DONDE EMPEZAR?

Las tres decisiones fundamentales están relacionadas con:

 la selección de la carrera y la institución


 la preparación de los exámenes de admisión
 la inscripción

1. Selección de la carrera y la institución.

Las decisiones más importantes a tomar son la selección de la carrera y la institución donde se harán los
estudios. Para ello es importante precisar los objetivos que persigues, seleccionar los criterios con los cuales
harás tu selección de la carrera y aquellos con los cuales te inclinarás por una institución. Deberás ponderar los
testimonios o recomendaciones que te han hecho familiares, amigos y profesores y organizar la información
que hayas recabado sobre ellos.

Para precisar los objetivos que te propones es importante que definas si quieres un programa y una institución
de grandes exigencias. Eso se percibe desde el comienzo: los requisitos de ingreso, el grado de dificultad para
conseguir un lugar, las cargas de trabajo que tienen quienes estudian en esos programas o esas instituciones,
la calidad de su planta académica y el perfil de sus instalaciones, el prestigio de sus egresados, la ambición de
miras en su misión institucional, etc.

A partir de los más altos parámetros puedes ir cambiando las exigencias hasta encontrar una institución más
adecuada a tus intereses y posibilidades. Nadie está obligado a someterse a presiones mayores de las que
cada uno pueda resolver exitosamente. Por eso también es importante que cada uno sepa si la carrera que
seleccionó es realmente lo que quería estudiar o si está dando gusto a un tercero. Lo mismo con la institución.
Los estudios superiores se parecen a un maratón. Dejando de lado las condiciones adversas que pueden
imponerse al alumno y que en muchos casos se convierten en obstáculos infranqueables para alcanzar el
objetivo, quien llega a la meta es el que comenzó la carrera universitaria por una decisión propia, el que tuvo
la disposición para resolver los muy diversos problemas asociados a una empresa de esta envergadura, el que
mantuvo la motivación para alcanzar los objetivos.

Cómo elegir la carrera?

Para la selección de la carrera es necesario hacer una revisión de tus campos de interés y de tus habilidades y
limitaciones. Luego habría que considerar el panorama de las carreras que en principio te interesan
precisamente por responder a tus preferencias y tus características personales. Para ese pequeño listado de
carreras posibles sería importante conocer el tipo de asignaturas que llevarás y, en su caso, los laboratorios o
prácticas de campo que deberás cursar como parte del plan de estudios. También convendría saber el tipo de
conocimientos, habilidades y destrezas que se requieren para realizar exitosamente esos estudios. Nadie se
inscribe a una carrera de música si no tiene un cierto talento para tocar un instrumento, para leer y analizar
una partitura o para cantar. Para estudiar una carrera vinculada a la literatura o a las humanidades y de las
ciencias sociales, conviene saber que será necesario hacer muchas lecturas y escribir ensayos de muy diversos
tipos. Si es una carrera de economía, deberás prepararte, además de los cursos vinculados a esa disciplina y
los campos afines, para aprobar los cursos de matemáticas que esa carrera implica. Si es una carrera de
ingeniería, necesitas un mínimo de conocimientos y habilidades para los cursos de matemáticas, química y
física y, en su caso, un gusto por el conocimiento de los procesos de transformación de materias primas en
productos terminados. Si te interesa el área de ciencias de la salud, es importante que te guste la biología, la
química, la anatomía y la farmacia, entre otras disciplinas. Y que además del interés en esos campos, es
importante tener disposición para tratar con enfermedades y con enfermos.

Es muy común que se tengan muchas dudas en cuanto a la carrera a elegir. Por ello es recomendable
consultar con un experto en orientación vocacional. La orientación vocacional es un proceso educativo
mediante el cual (con el apoyo de algunas herramientas) se ayuda a los jóvenes a aclarar el perfil personal en
cuanto a intereses y preferencias, rasgos de personalidad y habilidades y limitaciones y, como complemento,
se identifica un pequeño listado de carreras acorde a ese perfil personal.
Cabe señalar que con mucha frecuencia nos equivocamos en la selección de la carrera. Eso no tiene gran
importancia. Lo esencial es que no se interrumpan indefinidamente los estudios y que la nueva carrera sea
acorde a nuestros intereses y capacidades. Un porcentaje significativo de los mejores humanistas, científicos,
artistas y profesionistas empezaron por un camino distinto al que los hizo famosos.

De los aspectos mencionados anteriormente conviene enfatizar lo relacionado con las dificultades para obtener
un lugar en algunas carreras que están de moda o que concentran un alto porcentaje de la demanda. Se trata
de las licenciaturas en computación, derecho, administración, contaduría, diseño gráfico, comunicaciones,
medicina, odontología, psicología, entre otras, que por muchas razones se han convertido en las preferidas de
muchos aspirantes. Desde luego, es totalmente legítimo aspirar a ser médico, dentista, diseñador,
comunicólogo, abogado, contador o ingeniero en computación. Pero es necesario estar consciente de que en
esas carreras, por ser las más solicitadas, el porcentaje de alumnos admitidos entre el total de aspirantes es
muy pequeño: varía según la institución, pero en algunos casos es cercano al 5 por ciento, lo que significa que
sólo uno de cada veinte aspirantes logra un lugar. Una posible solución consiste en identificar las carreras
afines o más relacionadas con esa primera opción, e intentar obtener un lugar en alguna de ellas.

2. La preparación de los exámenes de selección.

Aunque en otros países la administración del examen de selección se centraliza en alguna agencia
especializada que por ley o acuerdo de los interesados asume esa responsabilidad, en México cada institución
decide cómo hacerla. Algunas de ellas realizan procesos de selección rigurosos, que empiezan con un examen.
La justificación de este proceso es en primer lugar académica: los planes de estudio definen las características
de los alumnos que buscan tener y los exámenes concentran su atención en las habilidades y conocimientos
acordes con ese perfil. En algunos casos, además del examen se pide que los alumnos aprueben un curso
propedéutico, o que soliciten una entrevista, que presenten algún trabajo previo (por ejemplo en las escuelas
de arte y diseño) o que tengan un conocimiento previo que garantice la realización exitosa de los estudios (por
ejemplo en las escuelas de música).

Mientras más prestigio tengan la institución y sus programas educativos, el número de aspirantes en relación
con los lugares disponibles puede ser muy grande y por lo tanto mayores las exigencias y más alto el número
de quienes no alcanzan un lugar. Es frecuente que eso provoque grandes frustraciones y sentimientos de culpa
entre quienes quedaron fuera de la lista. En la mayor parte de los casos, esos sentimientos son injustificados.
Ocurre que obtuvieron una muy buena calificación, que habría sido suficiente para alcanzar un lugar en otra
carrera, pero al seleccionar un programa de gran demanda sólo lograron quedarse quienes obtuvieron los
puntajes más altos. En esos casos, si hubieran seleccionado otra carrera, afín y muy relacionada con la
primera opción, las cosas habrían sido distintas. Por eso el hecho de no alcanzar un lugar en la carrera o la
institución elegidas en primera instancia no debe tomarse como un juicio sobre su persona o sobre la
institución en donde realizó sus estudios previos. Si en alguna parte del examen se registró un puntaje bajo, lo
que procede es reforzar la formación en esa área y reiniciar el proceso.

Ante la dificultad creciente para obtener un lugar en las instituciones de mayor demanda, es importante
diseñar una estrategia para aumentar las posibilidades de alcanzar un lugar en el sistema universitario. Lo
fundamental es prepararse lo mejor posible para los exámenes de selección. En algunas preparatorias se
acostumbra invitar a los estudiantes que están en el último año a presentar un examen semejante a los que
les esperan en las instituciones más exigentes, cuyo objetivo es identificar los puntos fuertes y las posibles
debilidades en la formación de los alumnos. Como consecuencia, se programas cursillos que buscan resolver
esas insuficiencias. Con estos esfuerzos adicionales se aumentan las posibilidades de éxito. Otro recurso para
preparar los exámenes consiste en seguir las guías de estudio que reparten las instituciones a los aspirantes.
Dado que las modalidades son diferentes de una institución a otra es importante familiarizarse con cada una
de ellas. Por otro lado, existen algunas escuelas que ofrecen cursos de preparación para los exámenes cuyos
egresados han logrado su objetivo. Para tomar una buena decisión es importante informarse con quienes ya
hayan tomado esos cursos.

No hay que olvidar que cuando se llene la solicitud, se mencione, si es posible, la segunda opción, para que en
el caso de que no se logre un lugar en la primera se asegure un lugar en la segunda. Por las mismas
razones, conviene hacer los trámites de admisión en varias universidades. De ese modo se tendrá la
posibilidad de seleccionar la que más se aproxime a sus preferencias y, en caso de no haber alcanzado un
lugar en la primera opción, tener la posibilidad de inscribirse en la institución alternativa.
3. La inscripción.

Los requisitos formales que piden las instituciones universitarias para inscribir a sus alumnos de nuevo ingreso
son generalmente los mismos: el certificado de preparatoria, el acta de nacimiento, etc. Pero además de los
exámenes de conocimientos y habilidades, hay instituciones que solicitan un certificado de conocimientos de
una segunda lengua, generalmente el inglés. También hay lugares en donde se pide lo siguiente: 1) la
presentación de exámenes psicométricos, 2) la realización de una entrevista, 3) la entrega de portafolios (por
ejemplo en algunas escuelas de diseño), etc. Es importante tener en casa un lugar seguro para guardar toda la
documentación que se pueda requerir.

Licenciatura en Pedagogía
28 febrero, 2016 Licenciaturas

El Licenciado en Pedagogía ademas del campo de la docencia, se desarrolla en orientación educativa, que
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haciendo el papel de observador y de intermediario sociocultural.

Como Licenciado en Pedagogía estarás capacitado para:

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demandas que la sociedad plantee en cada uno de sus niveles de enseñanza
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los campos de la orientación, la didáctica y la administración
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El Plan de Estudios se compone de ocho módulos:


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