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NUESTRA GOTA DE

LA VIDA
LAURA SOFIA IBARRA EGAS
6.5
Es el compuesto químico más común de
la Tierra. Existe tanta que si la corteza terrestre fuese
absolutamente plana, los océanos cubrirían todo el
planeta a una profundidad uniforme de casi 2.5 km. El
agua es la única sustancia que se puede encontrar, de
manera natural, en los tres estados de la materia:
sólido, líquido y gaseoso (vapor). Además, tiene otras
propiedades extraordinarias.
La Tierra se formó hace unos 5.000 millones de años.
Mil millones de años más tarde, el oxígeno se mezcló con
hidrógeno en la primitiva atmósfera y se formó el agua.
Gradualmente, las moléculas de agua fueron ocupando
la atmósfera en forma de vapor invisible, el cual, al
condensarse, produjo la lluvia.
La Tierra era entonces mucho más caliente que ahora y,
por consiguiente, la lluvia, al hacer contacto con ella, se
convertía inmediatamente en vapor y volvía de nuevo a la
atmósfera.

Así continuó sucediendo hasta que la Tierra se fue


enfriando y, en consecuencia, el agua se fue depositando
en las hondonadas, lo que originó que poco a poco se
fueran formando primero los lagos, luego los mares y,
finalmente, los océanos. Y fue aquí, en los océanos,
donde se originó y se desarrolló por vez primera la vida
sobre la Tierra.

Pero, sin unas condiciones


precisas y adecuadas,
nunca se hubiera producido
la vida. Así, si la Tierra
hubiera sido más pequeña,
la gravedad no habría sido
suficiente para atraer y
retener las moléculas de
agua.
Si ponemos, por ejemplo,
un recipiente con agua
en un sitio templado y
seco de la casa, pronto
se secará; sin embargo,
las moléculas de agua no
se pierden, sino que se
mantienen en
suspensión en el aire
que respiramos. Si se
hiciera lo mismo en la
Luna, el agua se
evaporaría
paulatinamente y se
perdería en la
inmensidad del espacio
celeste.

El agua es una de las sustancias más comunes,


aunque también, por varios motivos, una de las más
complejas. Puede ser líquida, sólida (hielo) o gaseosa
(vapor).En todas estas formas, el agua presenta
diferentes e importantes propiedades, que son objeto
de estudio de miles de científicos.

Elementos químicos de una molécula de Agua: 2


átomos de hidrógeno y 1 de oxígeno

El agua es un líquido inodoro, incoloro e insípido que


resulta imprescindible para el desarrollo de procesos
vitales, desde el ámbito celular hasta la propia vida
humana. Buena prueba de ello es el hecho de que
aproximadamente el 70% del peso del cuerpo
humano está constituido por agua.

La característica relativamente más simple del agua


es que, en estado puro, constituye un compuesto
químico formado por dos átomos de hidrógeno unidos
a uno de oxígeno. Científicamente, esto se expresa
con la fórmula H2O.
El agua está compuesta por dos átomos de hidrógeno
y uno de oxígeno, y su fórmula química es H20. Su
molécula, triangular, presenta un átomo de oxígeno
en uno de sus vértices y en los restantes los de
hidrógeno. La unión de cada oxígeno con los otros dos
integrantes de la molécula tiene lugar mediante un
enlace covalente; así pues, el oxígeno comparte un
par de electrones con cada uno de los hidrógenos.

Tanto el agua evaporada como el hielo y el agua


líquida son casi completamente transparentes; y si no
lo son, es debido a las impurezas o sustancias
disueltas, e incluso a las burbujas de aire u otros
gases que contienen. El agua pura es insípida, pero la
que sale del grifo suele contener unas cantidades
mínimas de sustancias disueltas que hacen que al
bebería resulte más agradable. Podemos conseguir
agua casi pura hirviéndola y condensando el vapor en
una superficie fría; es lo que se llama agua destilada.

También el agua de lluvia es casi pura, aunque la


precipitación en zonas urbanas es muy probable que
arrastre parte de las impurezas de la atmósfera.

Hay dos tipos bastante infrecuentes de agua. De cada


500 átomos de hidrógeno, aproximadamente uno es
de deuterio, una variedad de hidrógeno que pesa el
doble del normal, y cuando este átomo se une a uno
de oxígeno se obtiene agua pesada (D2O). El otro tipo
es el denominado óxido de tritio (T2).

La importancia del agua es tal en el universo que los


científicos se sirven de ella como patrón en los
sistemas de medida de densidad y temperatura. La
densidad o peso específico de una sustancia es su
masa en relación a la unidad de volumen.
La unidad de masa o peso es el gramo (g), que se
define como la masa de un mililitro (0,001 de un litro,
o exactamente un centímetro cúbico) de agua a la
temperatura de 3,98°C. La temperatura debe
consignarse, pues la densidad del agua varía al
calentarse o enfriarse.

La temperatura a que se
hiela o hierve el agua
pura a la presión
atmosférica del nivel del
mar es la base de
nuestra escala
termométrica. En la
escala Celsio o
Centígrada común, el
agua se congela a 0o y
hierve a 100°. Si se toma
agua pura,
completamente
desprovista de gas disuelto, y se calienta con mucho
cuidado, sin agitarla, se puede elevar la temperatura
hasta 180 °C y comprobar que permanece en su
estado líquido.
Esta agua sometida a tan elevadas temperaturas
parece como si de pronto hiciese explosión, pasando
a continuación a convertirse en vapor. Cada partícula
de agua se expande súbitamente a unas 1.700 veces
su volumen líquido.

Del mismo modo, si se


enfría el agua con sumo
cuidado, puede
alcanzarse una
temperatura algo por
debajo de los 0o, sin que
por ello llegue a helarse;
pero en seguida se
congela y se expande
también. Este mismo
proceso es el que tiene
lugar cuando se dice que
las cañerías se han
reventado en una helada
o que las botellas de
leche, por ejemplo, se
han roto; y la causa no es otra que la expansión que
experimenta el agua al congelarse.

A excepción del hielo,


cuya densidad es menor
que la del agua, la mayor
parte de las materias son
más densas en estado
sólido que en estado
líquido.
El hielo común tiene una densidad de 0,917,
comparado con un valor de 1,0 del agua líquida; de
ahí que el hielo, en cierta medida, flote. Así, cuando
vemos un iceberg, hemos de tener en cuenta que es
sólo una mínima parte lo que asoma a la superficie;
debajo se oculta una masa ocho o nueve veces
mayor.
Como sucede con casi todas las demás sustancias, la
densidad del agua disminuye al calentarla; por eso, el
agua más templada sube a la superficie del mar, y la
más fría, con mayor peso, permanece debajo. La
temperatura en que el agua pura presenta la máxima
densidad es de unos 4 °C (exactamente 3,98 °C), y
esto también es un hecho excepcional: si se la
somete a temperaturas inferiores, al enfriarse, su
densidad disminuye, al revés de lo que podría
esperarse.
Esta propiedad es vital para los animales marinos de
las regiones frías, pues el agua de la superficie, al
enfriarse por estar en contacto con el aire frío, se
vuelve más densa y se hunde lentamente formando
una capa con una temperatura de apenas de 4 °C
que no puede ser desplazada. El agua superficial,
menos densa, es la que primero se congela. En la
capa profunda, que permanece a 4 °C, puede
subsistir la vida hasta el deshielo de la primavera.

Si el agua no poseyera esta propiedad casi mágica,


toda el agua de un lago se congelaría hasta el fondo.
La densidad media del agua oceánica es de 1,014,
pero varía tanto en función de su temperatura como
de su salinidad.
Los científicos han descubierto que existen muchas
clases diferentes de agua y también ciertas
variedades de hielo de mayor densidad que ésta. Se
puede hacer hielo comprimiendo el agua a presiones
extremas antes de congelarla; incluso, después de
haberse formado el hielo, puede licuarse
comprimiéndolo. Una presión de 15,5 MPa (millones
de Paséales o 0,155 toneladas por cm2) reduce el
punto de congelación en 1 °C. El filo de unos patines,
por ejemplo, hace tal presión sobre el hielo que lo
funde momentáneamente, permitiendo así que el
patinador se deslice grácilmente sobre una
delgadísima capa de agua.
 . Comprende el consumo
de agua en nuestra alimentación, en
la limpieza de nuestras viviendas, en el lavado de
ropa, la higiene y el aseo personal...

 . En la limpieza de las calles


de ciudades y pueblos, en las fuentes públicas,
ornamentación, riego de parques y jardines, otros
usos de interés comunitario, etc..
 . En
agricultura, para el riego de los campos. En
ganadería, como parte de la alimentación de los
animales y en la limpieza de los establos y otras
instalaciones dedicadas a la cría de ganado.

 En las fábricas, en el
proceso de fabricación de productos, en los
talleres, en la construcción…
 . Aprovechamos el
agua para producir energía eléctrica (en
centrales hidroeléctricas situadas en los
embalses de agua).
En algunos lugares se aprovecha la fuerza de la
corriente de agua de los ríos para mover
máquinas (molinos de agua, aserraderos…)

 Desde muy
antiguo, el hombre aprendió a construir
embarcaciones que le permitieron navegar por
las aguas de mares, ríos y lagos. En nuestro
tiempo, utilizamos enormes barcos
para transportar las cargas más pesadas que no
pueden ser transportadas por otros medios.
 . En los ríos, en el mar, en
las piscinas y lagos, en la montaña… practicamos
un gran número de deportes: vela, submarinismo,
winsurf, natación, esquí acuático, waterpolo,
piragüismo, ráfting, esquí, patinaje sobre hielo,
jockey…
Además pasamos parte de nuestro tiempo
libre disfrutando del agua en las piscinas, en la
playa, en los parques acuáticos … o,
simplemente, contemplando y sintiendo la
belleza del agua en los ríos, las cascadas, los
arroyos, las olas del mar, las
montañas nevadas…
La contaminación del agua se define como la
presencia de sustancias u organismos extraños en un
cuerpo de agua en tal cantidad y con tales
características que impiden su utilización con
propósitos determinados.

 que se debe a fenómenos


naturales como la erosión y las erupciones
volcánicas y está relacionada con la composición
de suelos, aguas y los componentes de algunos
alimentos pero que no es tan grave como la antro-
pogénica.

 : que es generada por


las actividades que realiza el hombre como son las
industriales, mineras, agropecuarias, artesanales y
domésticas y es más grave por su naturaleza y la
gran variedad de contaminantes que genera.

 Contaminación biológica: se presenta cuando un


microorganismo (virus, hongo o bacteria) se
encuentra en un ambiente que no le corresponde y
causa daños a los demás organismos que lo
habitan. Con frecuencia es provocada por las
deficiencias de los servicios de saneamiento como
drenajes y alcantarillado, abastecimiento de agua
potable, sistemas de tratamiento de aguas negras o
por malos hábitos higiénicos.
Sin embargo, es relativamente fácil de prevenir y
controlar, ya que, si se llevan a cabo las medidas de
recolección oportuna y adecuada de la basura, su
confinamiento en lugares acondicionados para tal fin
y campañas de educación para la salud, se podrán
prevenir muchas de las enfermedades debidas a esta
fuente de contaminación.

 Contaminación física: es la provocada por agentes


físicos como las radiaciones ionizantes, energía
nuclear, ruido, presiones extremas, calor y
vibraciones. Se presenta tanto en ambientes
cerrados como los laborales, como en abiertos
donde provocan daños a la población en general.
 Contaminación química: es provocada por
diferentes sustancias de uso industrial y doméstico
que se encuentran dispersas en el ambiente. Se
considera como la más grave de las tres, pues
dichas sustancias suelen encontrarse en los tres
estados de la materia (líquido, sólido y gaseoso) y
por lo tanto quedar depositadas en el agua, suelo y
aire y por esta razón entrar más fácilmente en los
organismos vivos. También pueden incorporarse de
manera fácil a los ciclos bioquímicos, provocando
daños severos en el ambiente.

Existen dos tipos de tratamientos de aguas: el


tratamiento de aguas para su acondicionamiento al
consumo humano, ya que el agua tal y como se
encuentra en la naturaleza no puede ser utilizada por
el hombre, dado que puede contener sustancias que
provocan daños en la salud, y el tratamiento de aguas
residuales, que se aboca a disminuir la gran cantidad
de contaminantes del agua una vez que fue utilizada
por el hombre para actividades agrícolas, industriales
o domésticas.
Ambos tratamientos tienen los mismos principios,
pero el tratamiento de aguas residuales es más
complejo debido a que la cantidad de contaminantes
contenidos es más alta.
En la actualidad, cerca de 5 millones de personas en
el mundo mueren por beber agua contaminada, una
situación que se agudiza especialmente en aquellos
contextos de exclusión social, pobreza y
marginamiento.
La falta de agua potable tiene graves consecuencias
para nuestra salud y para la del planeta en general.
Por eso es esencial hacer un uso responsable del
agua y emprender medidas encaminadas a reducir
las causas que provocan su contaminación. Aunque
parezca un hito inalcanzable, empezando por ser
responsables a pequeña escala ya estaremos
contribuyendo a la causa.

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