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El docente como líder en la educación

Jimmy Alvarado Castillo

A través del tiempo la educación siempre ha tenido reformas, ya sea en su metodología de

aprendizaje o en su contenido curricular, orientadas siempre a mejorar la calidad de la enseñanza.

Hoy en día la educación sigue demandando reformas en busca de cambios significativos y que

además estén acorde con los avances científicos y tecnológicos. “La agenda próxima… es pasar

de una dirección limitada de la gestión administrativa de las escuelas a un liderazgo para el

aprendizaje” (Bolívar-Botia, 2010. P.81), esto significa que el docente no solo ostente un

sinnúmero de conocimientos adquiridos en el tiempo por los estudios y capacitaciones o

actualizaciones realizadas, complementados además por su misma experiencia, sino además es

necesario que el maestro ejerza un tipo de liderazgo, “el liderazgo educativo… se está

constituyendo,… en un factor de primer orden en el mejoramiento de la educación y en una

prioridad de las agendas de las políticas educativas” (Bolívar-Botía, 2010. P.81).

Necesitamos docentes que desarrollen sus propias cualidades personales, que permitan

despertar en sus estudiantes el gusto por adquirir nuevos conocimientos, que les permita

descubrir aquellos talentos para crear nuevos conocimientos, docentes que sean modelos de

inspiración. Docentes que además encabecen las políticas de cambio en la educación, dicho de

otra forma necesitamos docentes líderes. Se requiere entonces un líder del aprendizaje, un líder

de la enseñanza, un líder del conocimiento, entiéndase, como líder aquel que motiva, que mueve,

que inspira, que estimula y hace crecer profesionalmente. Entonces nos preguntamos ¿qué es ser

un líder? ¿Se puede aprender a ser líder? ¿Por qué es importante el liderazgo en la educación?

¿Cómo debe ser un líder en la educación?


El concepto de líder surgió con un significado muy diferente al de hoy en día, “En sus

inicios, el líder era un enviado de los dioses, quienes regían su conducta de guía. Este semidios

era el encargado de revelar verdades y transmitir a su grupo estos parámetros.” (Carlos Alberto

Gomez Rada, 2002. P. 63). Esta idea primitiva de líder ha ido cambiando y evolucionando, quizá

modelándose de acuerdo a los cambios de nuestra sociedad, tanto así que en estas épocas se

habla de la formación de distintos modelos o tipos de líderes. En educación es necesaria la

presencia de un líder o líderes que estén a la vanguardia con el avance de la tecnología, es decir

que use la tecnología como una herramienta para transmitir el saber de manera eficiente, rápida y

concreta, que sea capaz de manejar las tecnologías de información y comunicación de tal manera

que le permita desarrollar y mejorar sus competencias pedagógicas, “Liderazgo en la Nueva

Edad: este estará caracterizado por líderes que deberán conocer cómo se utilizan las nuevas

tecnologías, como analizar y sintetizar eficientemente la información que están recibiendo y

deberán entender que dirigen gente, no cosas, números o proyectos. Tendrán que ser capaces de

suministrar lo que la gente quiere con el fin de motivar a quienes están dirigiendo. (Carlos

Alberto Gomez Rada, 2002. P. 64).

Si bien es cierto “líder” y “liderazgo” son dos palabras con significados distintos, no

puede existir una sin la otra. Los conceptos de líder han ido variando y/o modificándose a lo

largo de la historia, desde el guerrero, el luchador hasta el carismático, pero todos llegan a un

punto en común: los líderes son personas competentes que conducen, mientras que el liderazgo

es el arte de conducir e influir en lo demás. “Liderazgo, diremos, refiere al arte de conducir

hombres y mujeres hacia el futuro y los/las líderes son personas (o conjuntos de personas)

competentes en el arte de conducir hacia el futuro” (Rojas, A. y Gaspar, F., 2006. P. 18). “El

liderazgo es influencia”. (John Maxwell). “Liderazgo es la influencia interpersonal orientada

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hacia el logro de metas mediante la comunicación” (Juan José Huerta, Gerardo Rodríguez, 2006.

P. 227)

Asimismo, no podemos concebir un líder sin seguidores, es decir para que un líder ejerza

su liderazgo es necesario las masas a quien deba liderar. “No es posible que exista un líder si no

hay un grupo humano dispuesto a seguirlo, a dejarse guiar por quien detenta el rol de líder,

dentro de un proceso comunicacional bidireccional, configurando un rol de perceptor (receptor y

emisor) del seguidor y que lo transforma en colaborador. Es decir, en alguien que también ejerce

influencia en el líder no tan sólo como receptor de mensajes sino como creador de respuestas y

nuevos mensajes que afectan o modifican al líder. (Marcelino Garay Madariaga, 2010. P.62).

Existen docentes que creen que ser líder es ser tirano, mandón, agresivo, el que debe tener

todas las respuestas, modelos antiguos que ya están obsoletos, otros quizá no se sientan capaces

de serlo, y quizá la inseguridad que tienen les hace pensar que no nacieron para ser líderes, que el

liderazgo no es para ellos. Sin embargo la obra de Roberto Lunas “Un líder no nace, un líder se

hace” desbarata estos complejos, “Es el momento del líder coach, consciente de sus emociones

(el liderazgo es ya inteligencia emocional en más de un noventa por ciento), capaz de escuchar a

los demás con atención, de valorar las sugerencias de sus colaboradores, de generar confianza en

los integrantes del equipo, de desarrollar profesionalmente a los suyos con eficacia, de mostrar

respeto en toda ocasión, de dar ejemplo en toda circunstancia. Un/a líder valiente, seren@,

optimista. Una persona íntegra, comprometida con los demás, gran comunicadora, con enorme

credibilidad” (Luna, R. 2010. P.8).

“Existen personas que de alguna manera nacen dotadas de cierto carisma que las hacen

líderes en diferentes circunstancias, son aquellas a las que usualmente se les llama “líderes

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innatos”. Cuando se habla de carisma, se piensa en los líderes de masa, líderes que cautivan, que

son grandes comunicadores. El carisma está más asociado a un rasgo de la personalidad... Otro

tipo de líder es el que se forma como resultado de una sumatoria de experiencias concretas de

vida y del desarrollo de algunas habilidades que lo van a ayudar cada vez más a alcanzar y

perfeccionar la función de líder”. (Delegado Torres, Nora y Delegado Torres, Dolores, 2003. pp.

81). Nos damos cuenta entonces que si bien es cierto algunas personas nacen con el don de ser

líderes, también podemos desarrollar y dominar las habilidades que ostenta un líder.

Por otra parte no todos tienen la capacidad de llegar a ser líderes, un docente que quiere

ser un líder efectivo en educación superior debe tener ciertas competencias entre sus cualidades

como son: saber gestionar el tiempo, llegar a dominar la comunicación efectiva-afectiva con sus

estudiantes, tener estrategia de negociación en su aula, saber escuchar a cada uno de sus

seguidores, tener una adecuada efectividad en la retroalimentación de tal manera que ayude y no

que baje la moral del estudiante. Además debe abordar los conflictos que se presenten en su

gestión educativa y buscar la mejor manera de resolverlos y por supuesto tener estrategias para

tomar decisiones.

Todas estas cualidades se forman en la persona a través del tiempo, es algo que se trae de

casa, de la crianza recibida en el seno familiar, que va moldeando la personalidad hasta llegar a

ser intrínseca del carácter, por eso recalcamos que el carácter es lo que distingue al líder. Para

que el docente pueda llegar a ser un líder en educación debe empezar con “el liderazgo en uno

mismo” es decir que tenga total autoconocimiento, y buen control emocional, “El Liderazgo

Personal es la condición humana del auto-descubrimiento. Es descubrir y potenciar sus

fortalezas; es aceptar y transformar sus debilidades, explorando las profundidades de su Yo

Interior. Cuando Usted se lidera a Sí mismo, está manejando las herramientas del conocimiento

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interior. Usted será un ser humano que ha decidido acompañarse a sí mismo y de "hacerse cargo

de su propio ser". Transformarse en un líder, es convertir la semilla en la flor del "uno mismo",

del ser auténtico, del ser con valores, del vencer los fantasmas de los miedos; El Liderazgo

Personal es un proceso de aprendizaje permanente”. (Fernando Daniel Peiró, 2012.Pp 30-31)

Es aquí donde los valores del docente se ponen de manifiesto, donde todos los valores

adquiridos se expresan espontáneamente por ser parte de él mismo, y nos referimos

exclusivamente a los valores éticos y morales. Un docente sin valores, no podrá llegar a ser un

líder. “Una persona con integridad no divide su lealtad (eso es duplicidad), ni finge ser de otra

manera (eso es hipocresía). La gente con integridad es gente «completa»; puede identificarse por

tener una sola manera de pensar. Las personas con integridad no tienen nada que esconder ni

nada que temer. Sus vidas son libros abiertos… La integridad no es tanto lo que hacemos sino lo

que somos. Y lo que somos, a su vez, determina lo que hacemos. Nuestro sistema de valores es

una parte de nosotros que no podemos separar de nuestra personalidad. Viene a ser el sistema de

navegación que nos guía. Permite establecer prioridades en la vida y sirve de patrón para juzgar

lo que debemos aceptar o rechazar”. (John Maxwell, 2011, P.28)

Además debe tener el valor de mantenerse inflexibles en su línea ética, en su escala de

valores, sin importar lo que los demás puedan pensar o decir. “El liderazgo ético exige valor, la

capacidad para hacer lo correcto asumiendo el riesgo del rechazo y la pérdida. El valor es difícil

de presentarse en una organización que se centra en llevarse bien y en adaptarse sin aspavientos

con el fin de obtener aprobación, promociones y aumentos… Valor no se refiere a dudar ni temer

al rechazo, el ridículo y la pérdida; significa que usted hace lo correcto a pesar del temor… El

valor también requiere de asumir la responsabilidad de los errores y los fracasos, más que tratar

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de encubrirlos o de culpar a los demás cuando usted asume riesgos”. (Robert Lussier, Liderazgo,

2011. P59)

Es a partir de ese liderazgo personal que podemos proyectar el liderazgo hacia el equipo

logrando motivar para el logro de objetivos, pudiendo además lograr desarrollar habilidades de

coaching y de esta forma lograr ejercer el tan anhelado liderazgo transformacional. Si a esto le

sumamos la ética, valores y principios, son las fuentes de inspiración para mantener el liderazgo.

“El coaching es el proceso de brindar retroalimentación motivacional para mantener y mejorar el

desempeño. El coaching está diseñado para maximizar las fortalezas de los empleados y

minimizar sus debilidades… Desarrollar sus habilidades de coaching es una parte importante de

su desarrollo en liderazgo”. (Robert Lussier, Liderazgo, 2011. P.201)

Otra competencia que debería ostentar el líder en educación es su capacidad para manejar

conflictos. “Así, el manejo del conflicto constructivo es una habilidad de liderazgo crucial. Su

capacidad para resolver conflictos tendrá un efecto directo en su éxito de liderazgo”. (Robert

Lussier, Liderazgo, 2011. P.210)

“Es posible aprender fácil y rápidamente las técnicas, las habilidades y las formas de

comunicarse propias de un líder. También es posible dominar las teorías, estrategias y tácticas

del liderazgo que se enseñan en cursos y seminarios. Lo que no puede adquirirse fácilmente son

los sentimientos, las intuiciones, las emociones, las sutilezas, los deseos, la empatía y la euforia

que caracterizan a los líderes”. (Huerta, Juan José 2006.Pág 228)

Finalmente podemos decir, para que el docente llegue a ser un líder en educación es

necesario como requisito primordial, fuerza de voluntad, “querer es poder”, quitarse los miedos,

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desarrollar sus cualidades personales, ejercer un liderazgo personal, debe además ejercer una

comunicación fluida, y tener solidos valores morales y éticos.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Bolívar-Botía, A. 2010. ¿Cómo un liderazgo pedagógico y distribuido mejora los logros

académicos? Revisión de la investigación y propuesta Magis. Revista Internacional de

Investigación en Educación, vol. 3, núm. 5, julio-diciembre, 2010, pp. 79-106

Delegado, N. y Delegado, D. 2003. El líder y el liderazgo: reflexiones. Revista Interamericana de

Bibliotecología, vol. 26, núm. 2, julio-diciembre pp. 75-88 Universidad de Antioquia

Medellín, Colombia.

Garay M., M. 2010. Comunicación y liderazgo: sin comunicación no hay líder. Cuaderno 33 |

Centro de Estudios en Diseño y Comunicación (2010). pp 61-72 ISSN 1668-5229

Gómez-Rada, C. A. 2002. Liderazgo: conceptos, teorías y hallazgos relevantes. Cuadernos

Hispanoaméricanos de psicología, vol 2 No. 2, 61-77.2002

Huerta, J. J. y Rodríguez, G. 2006. Desarrollo de Habilidades Directivas. Pearson Educación.

México.

Luna A. R. 2010. El líder no nace… ¡se hace! Viaje hacia el talento. Ediciones Obelisco.

Barcelona.

Lussier, R. N. 2011. Liderazgo: teoría, aplicación y desarrollo de habilidades. (4ª ed). Cencage

learning editores. Mexico DF.

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Maxwell, J. 1996. Desarrolle el líder que está en Usted. Editorial caribe. Nashville.

Rojas, A. y Gaspar, F. 2006. Bases del liderazgo en educación. UNESCO. Santiago de Chile.

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