"Eres un cuerpo. Lo demás poco importa. No se trata en la publicidad de plasmar una
persona femenina en toda su integridad y sus "deseos" reales. Sólo importa su Cuerpo, ese cuerpo de mujer pasivo e insinuante, melancólico, cariñoso o seductor. Ese cuerpo, despiezado la mayoría de las veces, que sirve como reclamo de cualquier tipo de producto. No ella, sino su cuerpo es el soporte de tornillos, piernas, bebidas, labios, bujías, senos, viajes, traseros, que no encuentran otro aliciente en sus productos publicitarios que estar asociados a cualquier parte del cuerpo femenino. Cuanta más erótica sea la zona elegida mejor, más vendible será el objeto en cuestión. Un respingón trasero juvenil para anunciar un tabaco, una mujer a medio vestir para publicitar un vídeo, otra tomando sol en una playa para una cerveza" Instituto Nacional de la Mujer. Así pues, podemos hablar de un primer modelo en lo que se refiere a la utilización de la mujer con un significado sexual, sirve como llamada de atención al sexo masculino. Su imagen aparece simplemente como adorno o vehículo de promoción del producto, pero eso sí, siempre es una imagen que sirve como reclamo erótico; primero atrae la mirada del espectador varón para traspasar posteriormente su atención al verdadero objeto, objeto del anuncio, la marca o producto publicitado. Generalmente suele ser una mujer joven y bella, de proporciones exuberantes que bien aparece desnuda o escasamente desnuda. La mujer es sólo un cuerpo, una pieza objeto del deseo del hombre. La mujer ha tratado de ser parte de una sociedad sin machismo, donde le sea permitido la participación política y no sea vista como un ser sin fuerza, mente e inteligencia. Esto ha sido un proceso que se ha llevado por muchos años, sin negar que en algunos lugares del mundo sigan siendo reprimidas, la mujer ha logrado introducirse en la sociedad sacando adelante el género femenino, demostrando que es tan capaz como el hombre de hacer las cosas por su propia voluntad. Así, la publicidad se ha aprovechado de esto degradando de una manera u otra a la mujer en sus anuncios publicitarios, donde son vistas como estereotipos para seducir al género masculino. Por ende, el uso de la mujer como “objeto” sexual en la publicidad genera violencia hacia el género. Lo peor de todo es que estos mensajes influyen en el comportamiento de la sociedad y se está reemplazando a esta mujer dinámica y pensante por la mujer objeto como una situación normal sin medir sus efectos. Ahora no es extraño encontrar hasta en las páginas web de deporte como lo es la página medio tiempo, en donde no sólo se encuentra información referente a futbol, sino que cuenta con una sección exclusiva llamada “chicas” donde se puede observar a mujeres en poca ropa, cuyo objetivo no es otro más que exaltar la imaginación del espectador, dejando de lado si su exhibicionismo en dicha página tiene que ver o no con el deporte. De los casos de maltrato de pareja registrados por Medicina Legal en 2004, 36.901 fueron contra mujeres, lo que las señala como las principales víctimas de violencia intrafamiliar. Del mismo modo, de los casos reportados de violencia sexual 85.76% fueron en contra de las mujeres. En Bogotá, durante el 2006 se reportaron 6649 casos de violencia física, dentro de los cuales 4300 correspondieron a mujeres maltratadas al interior del hogar. En el 2007, estudios hechos por Medicina Legal, se registraron más de 300 mil casos por lesiones personales de los cuales alrededor de 62 mil corresponden a violencia intrafamiliar, de esta cifra, 32.076 pertenecen a violencia de pareja, es decir, contra la mujer. Por qué si la mujer es exhibida de tal manera que su dignidad y valor se denigren; ¿Por qué el hombre no es exhibido de la misma manera?, si no que contribuye a la mayor propagación de este exhibicionismo, quitándole a la mujer el valor que en realidad merece. Pero lo peor no son sólo los hombres que disfrutan de este contenido, sino las mujeres que en la actualidad su valor les pasa por el arco del triunfo y sin importar realizan este tipo de trabajos, que, para mala o buena suerte, es demasiado remunerado. En la publicidad, “la utilización de la imagen de la mujer responde generalmente a los dos arquetipos clásicos: la mujer como objeto sexual o reclamo consumista y la mujer en su rol de esposa, madre y ama de casa”. Por contra, “la imagen del hombre representa la autoridad, la sabiduría y la experiencia; Las grandes realizaciones y profesiones les corresponden a ellos”. Otra vertiente sería, ¿Por qué o con qué objeto se toma a la mujer semidesnuda, hasta para anunciar una crema corporal? ¿A caso la imaginación de los publicistas no da para más? El hecho que se utilice a la mujer como objeto sexual, da a entender al espectador, que el valor de la mujer es equivalente a su atractivo y potencial sexual, volviendo así mismo el sexo únicamente como algo que se basa en lo genital, dejando de fuera el deseo, el cariño, la ternura y sensibilidad, de igual manera se incita a solamente disfrutar de dicha actividad sin darle realmente la importancia que debe tener. El hombre se crea la idea de que las mujeres son seres que se dejan manipular muy fácilmente, ya sea por dinero o por algo material que quieran obtener; que son un producto, el cual por darle algo a cambio, hará todo lo que se le ordene. Esto hace que él se sienta poderoso en su propio territorio, siendo este su hogar. Ve a la mujer como algo que está dispuesto a hacer lo que él desee, pues es quien trae la comida, paga los servicios y brinda seguridad, es decir, está a cargo, económicamente del hogar. Muchas mujeres tienden a caer en esa forma de pensar y ven a su pareja no solo como a alguien a quien aman sino como a alguien sin el cual no podrían vivir, permitiendo muchas veces que este las maltrate. El hombre se aprovecha de esto, y es así, como el maltrato verbal y más común el maltrato físico, llega al hogar, pues el hombre cree tener control sobre ella y una forma de demostrarlo es golpeándola y de una manera u otra esclavizándola. Todos somos dueños de sí mismo y tenemos derechos que deben ser respetados por la sociedad. A raíz de todo lo que el mundo está viviendo y del uso que la publicidad le está dando a la mujer, los derechos están siendo “vulnerados”. Ésta, es quizás una palabra muy fuerte en este caso pues, aunque muchos piensen que es una forma innovadora de comunicación, hay quienes viven en contra de la publicidad sexista. Pero, es cierto que tomar a la mujer como “objeto” sexual en la publicidad genera violencia en el género porque su dignidad es vulnerada. Ella, pasa a ser alguien más del mercado publicitario, deja de verse como ese ser importante que se debe respetar. Y es así, cuando se vuelven el hazmerreír de la sociedad, son vistas bajo el lente de una lupa y cualquier cosa que hagan es criticada. Ahora bien, es importante resaltar que el agua sucia no siempre se le puede echar a los medios de comunicación, los creativos y la publicidad en sí. Pues todos son culpables de lo que ha sucedido en pro del uso de la mujer como un objeto sexual en la publicidad, donde se ha dejado de vender una imagen femenina. La publicidad no es la causante que la mujer sea objeto de ella, es la mujer quien ha permitido que lleguen a este punto pues encuentra una forma fácil de conseguir dinero para tener todos los objetos materiales que le hacen la vida más fácil y alegre. Donde por medio de esta, han obtenido lujos, aceptación, reconocimiento y “admiración”, pero no precisamente por lo que son sino por lo que tienen. Y es que hay que tener en cuenta y reconocer, que las mujeres buscan facilidad en el medio social, pues por muchos años han sido rechazadas por la sociedad masculina, ya que son consideradas débiles e ineptas. La sociedad es tan machista que ha sido difícil lograr que una mujer sea parte de la vida política y salga de su hogar para hacer algo diferente a lavar, cocinar, planchar, cuidar sus hijos etc. Y aunque el medio social, el de la vida pública, la farándula y los medios de comunicación es muy competitivo, es en el que se ha sabido desempeñar. Las mujeres son las principales culpables en sentirse atacadas, al sentirse sin dignidad y al permitir que se le vea como algo que el género opuesto pueda manejar a su antojo. Son ellas quienes por obtener algo que las hará feliz por un momento, están dispuestas a venderse y entrar a un mundo el cual acabara con ellas, ya que muchas de las mujeres que entran a este mundo caen en drogas, son mal ejemplo para niñas que las idolatran y piensan que todo lo que las modelos y mujeres que aparecen en anuncios hacen, está bien. Y la aparición de anuncios publicitarios dirigidos exclusivamente al público masculino ha ampliado la capacidad económica y toma de decisiones con respecto a su vida profesional. ¿Es la mujer un objeto de explotación de la publicidad o es ella quien se explota así misma?