Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
FACULTAD DE ZOOTECNIA
ESCUELA PROFESIONAL DE MEDICINA VETERINARIA
DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE SALUD ANIMAL
PRESENTADO POR:
Ms. SÁNCHEZ ACOSTA JUAN SANTIAGO
COLABORADORES
CERNA SUAREZ MIRNA
CHAMBA JIMÉNEZ NANCY
MADRID MASIAS MELISSA
SANDOVAL VÁSQUEZ STEFANY
SILUPU HUACHEZ LIZ
PIURA, PERÚ
2017
1
INDICE GENERAL
Página
RESUMEN 5
ABSTRACT 6
CAPITULO I: INTRODUCCIÓN 7
CAPÍTULO II: METODOLOGÍA 15
2.1. MUESTRA 15
2.2. ADMINISTRACIÓN DE FÁRMACOS 15
2.3. ADMINISTRACIÓN EPIDURAL DE MEDICAMENTOS 15
2.4. TÉCNICA DE LA OVARIOHISTERECTOMÍA 16
2.5. EVALUACIÓN 16
2.6. ANÁLISIS ESTADÍSTICO
CAPÍTULO III: RESULTADOS Y DISCUSIÓN 17
3.1. ANESTESIA – ANALGESIA DEL TREN POSTERIOR DURANTE
LA OVARIOHISTERECTOMÍA 17
3.2. TIEMPO DE LATENCIA, CIRUGIA, REACCIÓN MOTORA Y
PRESENCIA DE DOLOR DURANTE LA INTERVENCIÓN
QUIRÚRGICA 18
3.3. REALIZACIÓN DE LA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA 19
3.4. CONSTANTES FISIOLÓGICAS DE LOS PACIENTES 20
3.5. EFECTOS SECUNDARIOS O REACCIONES ADVERSAS 21
5.6. VALORACIÓN DEL DOLOR 22
CAPÍTULO IV: CONCLUSIONES 25
CAPÍTULO V: RECOMENDACIONES 26
CAPÍTULO VI: BIBLIOGRAFÍA 27
ANEXOS 33
2
INDICE DE CUADROS
Página
Tabla 1. Efecto de la asociación ketamina-fentanilo en la
sensibilidad cutánea y emisión de quejidos de las
perras 17
Tabla 2. Tiempo de latencia, de cirugía y de reacción motora de la
administración epidural de ketamina y fentanilo, y presencia
de dolor durante la ovariohisterectomía 19
Tabla 3. Constantes fisiológicas en la pre anestesia, durante la
anestesia y pos anestesia 20
Tabla 4. Valoración del dolor en el posquirúrgico inmediato y en
el posquirúrgico tardío 22
3
INFORME FINAL DE INVESTIGACIÓN DOCENTE
TÍTULO
PARTICIPANTES
RESPONSABLE
SÁNCHEZ ACOSTA JUAN SANTIAGO
COLABORADORES1
CERNA SUAREZ MIRNA
CHAMBA JIMÉNEZ NANCY
MADRID MASIAS MELISSA
SANDOVAL VÁSQUEZ STEFANY
SILUPU HUACHEZ LIZ
FILIACIÓN
FACULTAD DE ZOOTECNIA
DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE SALUD ANIMAL
LÍNEA DE INVESTIGACIÓN
Línea 5. Anestesia y tratamientos alternativos en animales
TEMA
Anestesia epidural en animales
4
RESUMEN
5
ABSTRACT
6
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
7
orígenes, posibilidades y limitaciones de las distintas modalidades del
tratamiento del dolor hay que considerar la base fisiopatológica del dolor agudo
y sobre todo del dolor crónico. Cuando los nociceptores periféricos se activan de
forma prolongada, se produce la llamada sensibilización periférica. El resultado
de esta sensibilización del sistema nervioso periférico local es un aumento de la
relación estímulo-respuesta. Como consecuencia, estímulos de una magnitud
limitada (o incluso una estimulación inocua) se perciben ahora como estímulos
de alta intensidad. De forma parecida, una estimulación prolongada de las
estructuras del asta dorsal en la columna vertebral podría producir también un
esquema de respuesta alterado. Se sensibilizan distintas neuronas del asta
dorsal, lo que genera un aumento de la sensibilidad a la estimulación sensora,
un aumento del campo receptor cuyo resultado es un aumento, hipersensibilidad,
del tejido sano que rodea la zona dañada, y un aumento de la duración de la
hiperrespuesta sensorial. Esta hipersensibilización tanto central como periférica
infravalora claramente la importancia de la prevención del dolor como opuesta al
tratamiento del dolor (existente). Con una terapia preventiva, precoz, se evita el
desarrollo de la hipersensibilización, haciendo que el tratamiento analgésico sea
más fácil, más eficaz o potencialmente más corto (Muir et al., 2008).
La clave para reconocer el dolor en un animal reside en comprender el
comportamiento específico de especie. El reconocimiento del dolor y la
necesidad de un tratamiento analgésico dependen, en primer lugar, de la
observación de aquellas alteraciones del comportamiento que han de
interpretarse subjetivamente y que pueden atribuirse al dolor (Henke y Erhardt.
2004).
Si se realiza una intervención quirúrgica, cabe esperar que cualquier animal,
independientemente de edad y especie, tenga dolores después de la operación.
A pesar de que en general se acepta esta circunstancia y de que se tenga la
obligación moral de, al menos, aliviar los dolores, lo que se hace en la práctica
no es suficiente (Henke y Erhardt. 2004).
La ovariohisterectomía en perras es uno de los procedimientos quirúrgicos más
comunes en la práctica diaria (Ruiz, 2008).
Hoy en día, la esterilización quirúrgica es el método de control reproductivo más
recomendado (Valencia, 2012)
8
Durante una intervención quirúrgica es habitual administrar analgésicos para
controlar el dolor; sin embargo, después de la operación, no es habitual la
administración sistemática de analgésicos, sobre todo, no en pequeños animales
(Henke y Erhardt, 2004).
En general, se utilizan los siguientes criterios de evaluación del dolor
posquirúrgico: (Henke y Erhardt, 2004)
ACTIVIDAD: puede verse reducida en condiciones álgicas, aunque también
puede presentarse agitación. Con frecuencia, el animal evita la eliminación de
orina y heces.
ASPECTO EXTERNO: cuando el animal siente dolor, suele disminuir su
comportamiento de aseo, por lo que el pelaje tiene un aspecto descuidado y los
orificios corporales están sucios.
TEMPERAMENTO: para poder evaluar este parámetro, es necesario conocer
individualmente al correspondiente animal antes de la intervención quirúrgica.
Animales que antes habían sido agresivos pueden pasar a ser apáticos, mientras
que animales relativamente mansos pueden mostrar súbitamente
comportamientos muy agresivos.
VOCALIZACIONES: con frecuencia, sólo un estímulo de dolor agudo
desencadena una vocalización.
INGESTIÓN DE COMIDA: este es un parámetro relativamente objetivo para
valorar el dolor o el estrés en animales. Se reducen la ingestión de comida y
agua, así como la eliminación de orina y heces, y disminuye el peso corporal.
Asimismo se aprecia una disminución de la turgencia cutánea y una sequedad
de mucosas.
AUTOMUTILACIÓN: es a menudo el lamido y el instinto de morderse el lugar
donde percibe el dolor y en la intervención quirúrgica podría notarse en la zona
de la herida quirúrgica.
Para el alivio eficaz del dolor en perros se puede elegir un tratamiento local o
una terapia analgésica sistémica. Las técnicas locales incluyen la infiltración del
área quirúrgica, o, si se apunta con más precisión, al suministro nervioso a un
área específica (bloqueo de la conducción, anestesia epidural). Los fármacos
empleados actualmente para este fin incluyen, además de los anestésicos
locales típicos como lidocaína o bupivacaína, también fármacos de la clase
opiáceos o alfa-2 agonistas. Generalmente estos fármacos se administran juntos
9
por vía epidural con analgésicos locales para obtener un alivio del dolor intenso
y de larga duración (Henke y Erhardt, 2004).
La prevención del dolor posquirúrgico se conoce como “analgesia preventiva”,
concepto introducido por Wall a finales de 1988, y se basa en la hipótesis de que
la analgesia administrada antes de que se produzca la agresión quirúrgica podría
bloquear el desarrollo de la hiperexcitabilidad neuronal en el sistema nervioso
central, es decir, que la sensibilización periférica y central se podría prevenir
mediante analgésicos que sobrevengan antes de la lesión tisular. Las pruebas
de la eficacia de la analgesia anticipada en animales han sido convincentes, pero
las obtenidas en seres humanos después de la intervención quirúrgica han sido
equívocas o no han podido brindar apoyo a este concepto (Argueta, 2012).
La manera más efectiva de controlar el dolor es la preventiva. Si no logramos
controlarlo con efectividad se pueden generar respuestas en el sistema
cardiovascular que ponen en riesgo la vida del paciente (arritmias, hipertensión,
etc.), y que causan inmunosupresión marcada, incremento en los costos
hospitalarios, mayor mortalidad, cambios morfológicos en los sitios nociceptores
y la médula espinal, que pueden producir aumento en la sensibilidad al dolor y
en la persistencia de éste (Dawn, 2012).
El control del dolor debe ser prioridad fundamental, tanto como cualquier otro
cuidado médico que requiera el paciente, buscando la satisfacción del propio
paciente por su estado y cuidados (Argueta, 2012).
Por éstas razones es más razonable, tener un enfoque multimodal antes, durante
y después del estímulo quirúrgico, es decir, analgesia balanceada perioperatoria,
considerando como para cualquier tratamiento médico, la relación
riesgo/beneficio en cada situación en particular y para cada fármaco y vía de
administración (Argueta, 2012).
Teniendo estas consideraciones de la necesidad del control del dolor se tiene
que acudir al tratamiento intervencionista del dolor que se refiere a la acción que
se lleva a cabo para alterar la producción por el organismo o la transmisión de
las señales dolorosas al cerebro. Puede consistir en un procedimiento invasivo
para tratar o abordar el dolor inyectando un fármaco o implantando un dispositivo
de liberación de un fármaco (Muir et al., 2008).
El espacio epidural es una excelente alternativa para la inyección de fármacos
para el tratamiento intervencionista del dolor. Es la cavidad existente entre la
10
duramadre que recubre la médula espinal y el periostio que recubre el canal
espinal. Desde el foramen mágnum, el espacio epidural se extiende hacia atrás
llegando casi hasta la 4ª vértebra coxígea. Las presiones epidurales parecen
influir sobre la distribución y posiblemente sobre la captación vascular de
anestésico locales en dicho espacio (Booth y McDonald, 1988).
La analgesia epidural consiste en la aplicación de un analgésico en el canal
medular (espacio epidural) normalmente a través del espacio lumbosacro. En
este caso bloquea las raíces nerviosas que inervan las regiones caudales del
animal, proporcionando analgesia de los miembros posteriores y de la cavidad
abdominal. La anestesia epidural, empleando un anestésico local, bloquea las
terminaciones nerviosas sensitivas y motoras; el resultado es el bloqueo de la
función nerviosa simpática, la percepción sensorial o la función motora según el
fármaco, el volumen final y la concentración del mismo. La efectividad de la
técnica es del 90% (Cabras y Cediel, 2007).
Los fármacos actúan directamente en la medula espinal, aunque puede haber
absorción sistémica, proporciona buena analgesia intraoperatoria y
postoperatoria, y buena relajación muscular; por tanto permite aplicar dosis bajas
de anestésicos generales para mantener una anestesia adecuada, es decir,
reducir sus efectos adversos y ampliar el margen de seguridad del paciente.
(Cabras y Cediel, 2007).
Se indica la administración epidural preferentemente en pacientes debilitados
con alto riesgo durante una anestesia general, pacientes que requieran control
profundo del dolor, siempre que se realice una cirugía de las extremidades
posteriores o región caudal de la cavidad abdominal (amputación de cola,
extirpación de sacos anales, cirugía perianal y perineal, uretrostomías,
manipulaciones obstétricas y cesáreas, etc.) (Cabras y Cediel, 2007).
Existen contraindicaciones de la administración epidural, tales como, Inflamación
o infección en la zona de punción, infecciones generales activas o septicemia,
hipovolemia sin corregir, hemorragias dentro del canal o alteraciones de la
hemostasia y coagulación, enfermedades axonales degenerativas (centrales o
periféricas), anomalías anatómicas que dificulten la técnica, algunas
enfermedades neurológicas suponen contraindicación parcial (meningitis,
cualquier enfermedad que produzca aumento de la presión intracraneal) (Cabras
y Cediel, 2007).
11
La ventaja de la técnica epidural es que se produce analgesia selectiva durante
más tiempo que en el caso de la administración parenteral y además tiene menos
efectos colaterales pues las dosis que se administran son menores (Booth y
McDonald, 1988).
En caninos y felinos la punción se realiza generalmente en el espacio
lumbosacro, bajo estrictas condiciones de asepsia. El paciente se coloca en
decúbito esternal, con los miembros posteriores recogidos y la cabeza apoyada
sobre la camilla, para no influir en la migración cefálica de la solución anestésica
(Otero, 2006).
Existen modulares del dolor en la médula espinal, dentro de los que se
encuentran los inhibidores, tales como, receptores B del ácido gama-
aminobutírico (GABA), Opiáceos, Agonistas α2 adrenérgicos, Adenosina (tipo A1),
Serotonina (5-TH2), Noradrenalina y el Cainato. (Henke y Erhardt, 2004).
Los analgésicos opiáceos siguen siendo la base de la analgesia en el control del
dolor perioperatorio y representan un tratamiento eficaz y de uso común para el
manejo del dolor moderado a severo; además, si éstos son utilizados dentro de
un régimen de tratamiento polimodal pueden ofrecer mejor grado de analgesia y
menos efectos adversos (Gurney, 2012).
La decisión de utilizar un opioide determinado en el espacio epidural debe
basarse en una apropiada evidencia de que su acción está determinada en los
receptores específicos medulares (Henke y Erhardt, 2004).
El Fentanilo epidural, fue estudiado durante los años 80 donde se realizaron
múltiples estudios sobre los opioides lipofílicos en el espacio epidural y por
supuesto concluían que producían analgesia. Desafortunadamente ninguno con
los controles adecuados para comprobar si estaba mediada por un efecto espinal.
Además repostan un ensayo clínico controlado sobre dolor postoracotomía,
donde estudiaron la concentración óptima de fentanilo asociada a bupivacaína
0,1% epidural, y concluyeron que la dosis de 5 µg conseguía el balance más
equilibrado entre el control del dolor y los efectos adversos. También se indica
que recientemente, han realizado un estudio sobre voluntarios sanos para
intentar confirmar la hipótesis sobre el diferente lugar de acción del fentanilo
epidural según se administre en forma de bolos o en infusión continua. En su
grupo observaron cómo la administración en bolos producía una analgesia
12
segmentaria medular y en cambio tras la administración en infusión continua se
conseguía analgesia vía sistémica (Mugabure, Echaniz y Marín, 2007).
Por otro lado el comportamiento del fentanilo epidural en la paciente obstétrica,
en el trabajo del parto, parecen demostrar una selectividad espinal. En un estudio
donde estudiaron a embarazadas durante el parto, mediante analgesia epidural
(AECP) con infusión continua de bupivacaína 0,125%, dividieron en cuatro
grupos, perfusión continua de fentanilo epidural (20 µg), fentanilo i.v. (20 µg), o
de suero salino fisilógico por ambas vías. Encontraron que la dosis de
bupivacaína fue menor en el grupo del fentanilo epidural sin observar diferencias
en el número de efectos secundarios. Sin embargo este último dato en el grupo
de mayor consumo de Anestésico Local (AL), el de perfusión continua de suero
salino, les hacía dudar de la eficacia clínica de la mezcla de fentanilo con AL. En
otro estudio sobre el dolor del trabajo del parto, con analgesia epidural con
ropivacaína 0,1%, ropivacaína 0,1% más fentanilo 2 µg, y ropivacaína 0,2% en
infusión continua a 10 ml. La calidad analgésica fue buena en el primer estadio
del parto con ropivacaína 0,1%, y la asociación de fentanilo mejoraba la
analgesia equiparándola al grupo de ropivacaína 0,2%. No hubo diferencias
entre el número de rescates o de efectos secundarios salvo más incidencia de
hipotensión en el de la ropivacaína al 0,2%. Estos trabajos concluyeron que la
adición de fentanilo epidural en el trabajo del parto reduce la cantidad de AL para
conseguir una analgesia equivalente posiblemente por un efecto directo espinal,
pero no mejora la satisfacción de la paciente ni reduce la incidencia de efectos
adversos. Muchos estudios en humanos y otros mamíferos han demostrado que
los sistemas analgésicos endógenos están activados durante el parto. Si los
opioides endógenos están aumentados durante el trabajo del parto, la cantidad
necesaria de fentanilo exógeno para conseguir la misma analgesia será menor.
De la misma manera, si los requerimientos de AL están disminuidos en la mujer
embarazada, la dosis de opioide necesaria para conseguir efecto analgésico en
presencia de dicho AL será también menor (Mugabure et al., 2007).
El fentanilo es una fenilpiperidina (N-[1-{2-feniletil}-4-piperidinil]-N-fenil-
propanamida), un agonista potente de los receptores opioides μOP3, de gran
lipofilicidad que le permite penetrar fácilmente al SNC, se metaboliza de forma
primaria en el hígado a través del sistema enzimático P450 citocromo oxidasa y
es eliminado a través de la orina (Vallejo et al., 2011).
13
Según Sano y col., 2006, el fentanilo tiene una potencia analgésica relativa 75-
100 veces mayor que la morfina, con inicio de acción y duración cortas. En perros,
al parecer las características farmacológicas son dependientes de la dosis, por
ejemplo después de una dosis IV única, las concentraciones plasmáticas
disminuyen rápidamente en un promedio de 20 minutos, presentando una vida
media de 0.75 a 6.0 horas según, Kukanich y Clark, (2012). Para Pasero (2005),
el fentanilo es considerado como un analgésico valioso, ya que puede ser
administrado por una amplia variedad de rutas para el manejo dolor
perioperatorio. Cuando el fentanilo es administrado vía epidural se mueve
rápidamente sobre de las meninges a través del líquido cerebroespinal, además
de existir propagación a sitios supraespinales y a la circulación general (Gobea,
2013).
La dosis de fentanilo en perros es de 1 – 10 µg/kg (Cabras y Cediel, 2007).
El uso epidural del fentanilo en perras ovariohisterectomizadas para producir
analgesia posquirúrgica será de gran ayuda en el control del dolor posquirúrgico
y el presente trabajo de investigación evaluó el comportamiento del efecto
analgésico del fentanilo administrados por vía epidural (previamente se realizó
la ovariohisterectomía, para una mejor valoración del dolor), para que el Clínico
Veterinario pueda tener una alternativa en la analgesia posquirúrgica que se
puedan suceder en el lugar de actividad de este fármaco.
La investigación proyectó demostrar la hipótesis: la administración epidural del
fentanilo es segura y controla el dolor, por lo que en pacientes caninas
ovariohisterectomizadas aliviará el dolor pos quirúrgico cuando se administra por
vía epidural, se planteó el objetivo general, producir analgesia epidural con
fentanilo en perras ovariohisterectomizadas para prevenir el dolor posquirúrgico
inmediato y controlar el dolor posterior a la intervención; y los objetivos
específicos, i) Registrar los signos de dolor posquirúrgico inmediato en pacientes
caninas ovariohisterectomizadas, tras la administración epidural de fentanilo y
por tres días consecutivos a intervalos de 2 horas mediante la observación de
los signos subjetivos de presencia de dolor; ii) Determinar las constantes
fisiológicas de las pacientes caninas ovariohisterectomizadas tras la
administración epidural de fentanilo y iii) Identificar los efectos indeseables del
fentanilo de administración epidural.
14
CAPITULO II
METODOLOGÍA
2.1. MUESTRA
15
2.4. TÉCNICA DE LA OVARIOHISTERECTOMÍA
2.5. EVALUACIÓN
16
CAPITULO III
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
17
por el sistema nervioso central, así como a nivel periférico y cuando se
administran en el espacio epidural permite su unión a un elevado número de
receptores opioides, la mayoría tipo mu, seguidos de kappa y delta, pre y post-
sinápticos, de la sustancia gelatinosa del asta dorsal medular. La activación de
los receptores mu produce analgesia supraespinal y espinal, depresión
respiratoria y bradicardia. Los receptores kappa median analgesia espinal y
sedación, mientras que los receptores delta participan en la analgesia
supraespinal y espinal. Cuando se bloquean, se produce una interrupción de la
transmisión nociceptiva, sin producir bloqueo simpático ni motor; y por la
actividad anestésica inherente de la ketamina demostrada por investigadores por
la capacidad para bloquear de forma no competitiva el canal de cationes que es
regulado por un tipo de receptor para aminoácidos excitatorios: el receptor para
el N-metil-d-aspartato (NMDA).
Así mismo Gynosar, Riley y Angst (2003) en su investigación, se plantean la
hipótesis de la actividad espinal del fentanilo y menciona que la infusión continua
de fentanilo fue tres veces más potente cuando se administró por vía epidural
que su administración intravenosa, demostrando, que este marcado incremento
de la potencia de la administración epidural, es debido supuestamente por un
mecanismo de acción de predominio espinal y no central.
Estos resultados concuerdan con Mendoza y Sánchez (2007) quienes
demostraron la pertinencia de realizar OVH mediante la administración epidural
de ketamina; así como con Sánchez (2012 y 2013), quien demuestra en sus
investigaciones, la realización de OVH en perras, con anestesia epidural
administrando ketamina con tramadol y ketamina con dexametasona.
18
Tabla 2. Tiempo de latencia, de cirugía y de reacción motora de la administración
epidural de ketamina y fentanilo, y presencia de dolor durante la
ovariohisterectomía
TIEMPO DE
TIEMPO DE TIEMPO DE INCISIÓN DISECCIÓN
PERRA REACCIÓN SUTURA
LATENCIA CIRUGÍA EN PIEL Y DIÉRESIS
MOTORA
Nº (MINUTOS) (MINUTOS) (DOLOR) (DOLOR) (DOLOR)
1 3 40 130 AD AD AD
2 4 40 120 AD AD AD
3 5 35 110 AD AD AD
4 3 30 100 AD AD AD
5 3 30 90 AD AD AD
6 4 35 110 AD AD AD
7 4 35 130 AD AD AD
8 5 40 140 AD AD AD
9 4 30 90 AD AD AD
10 3 30 90 AD AD AD
PROMEDIO 3,8 34,5 111 AD = AUSENCIA DE DOLOR
DESVIACIÓN
ESTANDAR
0,75 4,15 17,58
19
durante la cirugía, al incidir en piel, músculo y vísceras, llegándose a culminar la
intervención quirúrgica con éxito en todos pacientes.
Estos resultados, así como los obtenidos por Mendoza y Sánchez (2007) quienes
utilizaron sólo ketamina, y por Sánchez (2011) quien uso xilacina y ketamina,
muestran el éxito en la realización de las OVH, sin embargo hay que resaltar que
el presente trabajó utilizó dosis de 10 mg/kg para la ketamina, mientras que las
otras investigaciones utilizan la dosis de 15 mg/kg para la ketamina.
FRECUENCIA
PERRO TEMPERATURA FRECUENCIA CARDIACA
EDAD RESPIRATORIA
Nº PREAN ANEST POSAN PREAN ANEST POSAN PREAN ANEST POSAN
1 2 39,0 38.8 38.9 106 94 98 20 16 18
2 2 39.1 39,0 39,0 110 96 100 22 16 20
3 3 38.7 38.2 38.4 100 92 96 18 16 16
4 5 38.5 38.1 38.1 98 90 90 18 16 18
5 6 38.5 38.0 38.1 96 90 94 16 14 16
6 3 39,0 38.5 38.4 104 94 94 20 16 18
7 4 38.8 38.8 38.8 98 94 96 18 16 18
8 1 39.4 38.9 38.7 112 98 100 24 18 22
9 6 38.5 38,0 38.2 94 86 90 18 16 16
10 5 38.5 38.9 38,0 96 90 96 18 16 18
PROMEDIO 39,0 38,5 38,5 101,4 92,4 95,4 19,2 16,0 18,0
DESVIACIÓN
0,01 0,71 0,71 6,26 3,50 3,53 2,35 0,94 1,89
ESTÁNDAR
PREAN = PREANESTESIA
ANEST = ANESTESIA
POSAN = POS ANESTESIA
20
inmediata, mostrando variaciones leves, que, sin embargo, se mantienen dentro
de los parámetros normales considerados por Radostits (2002).
Estos resultados concuerdan con lo que manifiesta Arteta et al. (2016) en su
investigación realizado en el Hospital Nacional Guillermo Almenara, Perú, en
pacientes humanos ASA I y II, quienes concluyen que la frecuencia cardiaca y
respiratoria se alteran sin significancia clínicamente cuando se administró
fentanilo por vía epidural a los pacientes en recuperación de cirugías abdominal
y miembros inferiores.
21
Así mismo, Ríos (2013), en su investigación realizada en Toluca, Méjico,
administrando fentanilo y ropivacaína vía peridural en perras pos histerectomías,
concluye que la analgesia posoperatoria en el grupo donde se empleó
ropivacaína 2% 20mg y fentanilo 100mcg por vía peridural no se documentaron
eventos adversos como naúseas, vómitos, prurito y depresión respiratoria ni
variaciones en los signos vitales como consecuencia a la administración de
fentanilo por vía peridural.
Además, la investigación de D’Angelo et al. (1998), menciona la disminución
drástica de los efectos secundarios del fentanilo administrado por vía epidural,
frente a la administración intravenosa de este fármaco, incluso frente al grupo de
paciente donde se administró solución salina, para controlar el dolor.
22
La tabla 4 muestra la valoración del dolor, indicando que la actividad del paciente
no sufrió cambios en el posquirúrgico inmediato que se evaluó durante las 3
horas inmediatamente culminada la intervención quirúrgica; así, el
temperamento de los pacientes no sufrió variaciones, la vocalización (gemidos)
no se presentó, la ingestión de comida sin cambios y la automutilación no se
presentó y en el posquirúrgico tardío muestra que hasta las 72 horas los
pacientes no muestran signos de dolor.
Esta supresión del dolor se debe, según Vidal et al. (2006), a la presencia de un
elevado número de receptores opioides localizados en la sustancia gelatinosa
del asta dorsal medular y donde la inyección epidural de opioides permite la
unión de forma saturable y competitiva con estos receptores, con lo que se
consigue analgesia y disminución del riesgo de efectos adversos asociados a la
administración parenteral de los mismos.
Otro trabajo de investigación realizado por Lerman et al. (2003), afirma la
duración de la analgesia durante 24 horas de la asociación de fentanilo con
levobupivacaína, utilizando la dosis de 1 µ/ml de fentanilo, en la anestesia –
analgesia caudal de niños.
Así mismo, la investigación realizada por Aragón et al. (2004), reporta la adición
de fentanilo 50 μg al anestésico local, bupivacaína hiperbárica en anestesias
subaracnoideas para cesáreas es una técnica eficaz que permite un aumento en
la intensidad y duración del bloqueo sensitivo prolongando la analgesia
postoperatoria durante más de 6 horas sin afectar la recuperación del bloqueo
motor y sin repercusión fetal.
Sin embargo la investigación de Valera y Morales (2005), mencionan que el
tiempo más frecuente de aparición del dolor postoperatorio con el uso de
fentanilo epidural utilizando 100 µgr asociado a anestésicos locales, fue a las
cuatro horas.
También Martínez (2013), afirma la duración del efecto analgésico del fentanilo,
cuando es administrado por vía epidural, de 3 a 4 horas, a una dosis de 1 a 2
µgr/kg en perros y gatos.
Otra investigación, realizada por Ríos (2013), concluye que la analgesia
posoperatoria en el grupo, en el cual se empleó ropivacaína 2% 20mg y fentanilo
100mcg por vía peridural fue más eficaz (t=0.02) con respecto al grupo donde se
empleó solo ropivacaína 2% 20mg por vía peridural, por lo que la combinación
23
de ropivacaína 2% 20mg y fentanilo 100mcg administrados por vía peridural es
una medida terapéutica eficaz y segura para el manejo del dolor posoperatorio
en pacientes sometidas a histerectomía total abdominal, con un tiempo de
analgesia en promedio de 4 horas.
Por otro lado, Ginosar et al. (2003), estudiaron el trabajo del parto en nulíparas
bajo la administración epidural de bupivacaína 0,125% hasta conseguir la
desaparición total del dolor, y continuaron con una infusión epidural de
bupivacaína 0,0625%, a la cual añadieron en dos grupos, fentanilo epidural o
intravenoso. Determinaron que la infusión de fentanilo era más de tres veces,
más potente cuando se administraba vía epidural, que cuando se hacía vía
intravenosa, sugiriendo una acción selectiva espinal en estas condiciones.
24
CAPITULO IV
CONCLUSIONES
4.4. Existe un eficaz control del dolor posquirúrgico tanto inmediato como
tardío hasta las 72 horas, actividad vinculada con el opioide fentanilo
administrada por vía epidural.
25
CAPITULO V
RECOMENDACIONES
26
CAPITULO VI
BIBLIOGRAFIA
1. Aragón M., Calderón E., Pernia A., Vidal M. y Torres L. 2004. Analgesia
perioperatoria en cesárea: eficacia y seguridad del fentanilo intratecal. Rev.
Soc. Esp. Dolor 11: 68-73, 2004. Cádiz. España.
2. Argueta R. 2012. Analgesia preventiva perioperatoria polimodal, bases
fisiológicas y farmacológicas en Anestesiología Estomatológica.
Departamento de Ciencias Biomédicas, Facultad de odontología de la
Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Toluca, Estado de
México. Disponible en:
http://www.slideshare.net/ravetmx13/analgesia-preventiva-perioperatoria-
polimodal-aspectos-fisiolgicos-y-farmocolgicos-en-anestesiologa-
estomatolgica.
3. Arteta A. Castillo C., Marroquín H. y Arteta R. 2016. Fentanyl epidural vs.
Clonidina epidural en la analgesia postoperatoria. Departamento de
Anestesiología y Reanimación del Hospital Nacional Guillermo Almenara.
Lima. Perú.
4. Bistner S. Ford R. y Raffe M. 2002. Manual de terapéutica y procedimientos
de urgencia en pequeñas especies. 7ma. Edición. Editorial McGraw Hill
Interamericana. Madrid. España.
5. Booth N. y McDonald L. 1988. Farmacología y terapéutica veterinaria.
Editorial Acribia S.A. Madrid. España.
6. Cabras P. y Cediel R. 2007. Analgesia Epidural. Procedimiento 09 Servicio
de Anestesiología HCV-UCM. Disponible en:
http://www.ucm.es/info/secivema/docs%20anestesia%20pdf/GUIAS-
ANESTESIA-PDF/44-proced-epiduralpeqanim.pdf.
7. D’Angelo R., Gerancher J., Eisenach J. y Raphael L. 1998. Anesthesiology,
V. 88, Nº 6: 1519 – 23. American Society of Anesthesiologists. Disponible
en:
http://anesthesiology.pubs.asahq.org/
8. Dawn M. 2012. El control del dolor en pequeñas especies con analgésicos
de actividad central. Memorias. 2do. Simposio Bayer de Actualización
Veterinaria. Texas University, Texas. USA. Pág. 5. 25 – 27. Disponible en:
27
www.simposiobayer.com.mx/.../memoria_2do_simposio_bayer.pdf.
9. De León-Casasola O. y Lema M. 1966. Postoperative epidural opioid
analgesia: what are the choices?. Anesth Analg 83, 867-75. Extraído de
Castro J. 2005. Analgesia epidural en equinos: comparación entre el efecto
analgésico de tramadol, morfina y lidocaína. Memoria de Título presentada
para optar al Título de Médico Veterinario. Universidad Austral de Chile.
Valdivia. Chile.
10. Ginosar Y., Columb M., Cohen S. Mirikatani E., Tingle M., Ratner E., Angst
M., y Riley E. 2003. The site of action of epidural fentanyl infusions in the
presence of local anaesthesics: a minimum local analgesic concentration
infusion study in nulliparous labor. Anaesthesia and Analgesia 2003; 97 (5):
1439-45.
11. Ginosar Y., Riley E. y Angst M. 2003. The Site of Action of Epidural Fentanyl
in Humans: The Difference Between Infusion and Bolus Administration.
International Anesthesia Research Society. Anesth Analg 2003; 97: 1428–
38.
12. Govea N. 2013. Evaluación analgésica de la combinación de gabapetina
con dexmedetomidina y gabapentina con fentanilo en perras sometidas a
ovariohisterectomía bajo anestesia general con isoflurano. Tesis que para
obtener el grado de maestro en ciencias agropecuarias y recursos naturales.
Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca. México.
13. Gurney M. 2012. Pharmacological options for intra-operative and early
postoperative analgesia: an update. Journal of Small Animal Practice 53,
377-386. Extraído de Govea N. 2013. Evaluación analgésica de la
combinación de gabapetina con dexmedetomidina y gabapentina con
fentanilo en perras sometidas a ovariohisterectomía bajo anestesia general
con isoflurano. Tesis que para obtener el grado de maestro en ciencias
agropecuarias y recursos naturales. Universidad Autónoma del Estado de
México. Toluca. México.
14. Henke J. y Erhardt W. 2004. Control del dolor en pequeños animales y
mascotas. Edición española. Editorial Masson S.A. ISBN 84-458-1323-4.
Barcelona. España. Pág. 22-31.
15. Kukanich B. y Clark T. 2012. The history and pharmacology of fentanyl:
relevance to a novel, long-acting transdermal fentanyl solution newly
28
approved for use in dogs. Veterinary Pharmacology and Therapeutics 35,
3-19. Extraído de Govea N. 2013. Evaluación analgésica de la combinación
de gabapetina con dexmedetomidina y gabapentina con fentanilo en perras
sometidas a ovariohisterectomía bajo anestesia general con isoflurano.
Tesis que para obtener el grado de maestro en ciencias agropecuarias y
recursos naturales. Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca.
México.
16. Lerman J., Nolan J. y Eyres R. 2003. Efficacy, Safety, and
Pharmacokinetics of Levobupivacaíne with and Without Fentanyl after
Continuous Epidural Infusion in Children: A Multicenter Trial.
Anesthesiology 2003; 99:1167-1174.
17. López, J., Ríos, E., Baravalle, C., Macció, O. y Ludueño S. 2000. Efectos
de la asociación Xilacina – Ketamina por via epidural en búfalos.
Comunicaciones Científicas y Tecnológicas. Departamento de Clínicas -
Facultad de Ciencias Veterinarias. Universidad Nacional del Nordeste.
Corrientes. Argentina.
18. Martínez J. 2013. Terapéutica del dolor en perros y gatos: Bloqueos
regionales en anestesia. Canis et Felis Número 123 - Agosto 2013: 61.
Centro de Neurología Veterinaria. Anestesiología, Reanimación y Cuidados
Críticos. Madrid. España.
19. Mendoza J. y Sánchez J. 2007. Uso analgésico del clorhidrato de ketamina
mediante administración epidural en caninos (Canis familiaris). Trabajo de
Investigación Docente. Universidad Nacional de Piura. Piura. Perú.
20. Morales J. 2009. Anatomía clínica del perro y gato: Ovariohisterectomía en
la perra. 3a. Edición. Universidad de Córdova. Córdova. España. Disponible
en:
http://www.uco.es/organiza/departamentos/anatomia-y-anat-
patologica/peques/curso08_09/ovht.pdf
21. Mugabure B., Echaniz E. y Marín M. 2005. Fisiología y farmacología clínica
de los opioides epidurales e intratecales. Rev. Soc. Esp. Dolor vol.12 Nº 1.
Madrid. España. Disponible en:
http://scielo.isciii.es/pdf/dolor/v12n1/revision2.pdf.
22. Muir W. et al. 2008. Manual de Anestesia Veterinaria. 4ta. Edición. Editorial
ElsevierMosby. Madrid. España. Pág. 323-345
29
23. Otero. P. 2006. Manejo del dolor agudo y crónico en pequeños animales.
Área Anestesiología. Facultad de Ciencias Veterinarias Universidad de
Buenos Aires. Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina.
Disponible en:
http://jornadasdeveterinariapractica.com/adjuntos/2%20JVP%202006%20-
%20dolor%20agudo%20-%20P.Otero.pdf
24. Pasero C., 2005. Fentanyl for acute pain management. Journal of
PeriAnesthesia Nursing 20, 279-284. Extraído de Govea N. 2013.
Evaluación analgésica de la combinación de gabapetina con
dexmedetomidina y gabapentina con fentanilo en perras sometidas a
ovariohisterectomía bajo anestesia general con isoflurano. Tesis que para
obtener el grado de maestro en ciencias agropecuarias y recursos naturales.
Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca. México.
25. Radostits, O. 2002. Examen y Diagnóstico Clínico en Veterinaria. 1ª ed.
Editorial Harcourt. Madrid. España.
26. Ríos R. Eficacia de la analgesia por vía peridural con ropivacaina
adicionada con fentanilo comparada con ropivacaina simple en pacientes
postoperadas de histerectomía total abdominal. Hospital Gpeneral de
Tlalnepantla “Valle Ceylan”. Tesis ara obtener el diploma de posgrado en
Anestesiologia. Toluca. México.
27. Rocha G. 2007. Utilidad y seguridad de los coadyuvantes a nivel regional
central. Facultad de Medicina de RibeirãoPreto; Universidad de San Pablo.
RAA 395-397. Volumen 65: Nº 6. Simposio 2007. Disponible en:
http://www.anestesia.org.ar/search/articulos_completos/1/1/1145/c.pdf.
28. Ruíz I., Acevedo C. y Rodríguez M. 2008. Descripción y evaluación de una
técnica de ovariohisterectomía laparoscópica en perras sanas. Rev Colomb
Cienc Pecu; 21:546-558. Disponible en:
http://www.scielo.org.co/pdf/rccp/v21n4/v21n4a03.pdf
29. Sano T., Nishimura R., Kanazawa H., Igarashi E., Nagata Y., Mochizuki M.
y Susaki N. 2006. Pharmacokinetics of fentanyl after single intravenous
injection and constan trate infusion in dogs. Veterinary Anesthesia and
Analgesia 33, 266-273. Extraído de Govea N. 2013. Evaluación analgésica
de la combinación de gabapetina con dexmedetomidina y gabapentina con
fentanilo en perras sometidas a ovariohisterectomía bajo anestesia general
30
con isoflurano. Tesis que para obtener el grado de maestro en ciencias
agropecuarias y recursos naturales. Universidad Autónoma del Estado de
México. Toluca. México.
30. Sánchez J. 2011. Efectos de la Asociación Xilacina – Ketamina en la
Anestesia Epidural en Perras. Trabajo de Investigación Docente. Escuela
Profesional de Medicina Veterinaria. Facultad de Zootecnia. Universidad
Nacional de Piura. Piura. Perú.
31. Sánchez J. 2012. Uso epidural de la asociación Ketamina – Tramadol en
la Ovariohisterectomía en perras (Canis lupus familiaris). Trabajo de
Investigación Docente. Escuela Profesional de Medicina Veterinaria.
Facultad de Zootecnia. Universidad Nacional de Piura. Piura. Perú.
32. Sánchez J. 2013. Analgesia epidural posquirúrgica de la dexametasona en
perras (Canis lupus familiaris) ovariohisterectomizadas. Trabajo de
Investigación Docente. Escuela Profesional de Medicina Veterinaria.
Facultad de Zootecnia. Universidad Nacional de Piura. Piura. Perú.
33. Valencia C. 2012. Técnicas de control de poblaciones caninas callejeras.
Memoria de título presentada para optar al Título de Médico Veterinario.
Universidad Austral de Chile. Valdivia. Chile. Disponible en:
http://cybertesis.uach.cl/tesis/uach/2012/fvv152t/doc/fvv152t.pdf
34. Varela E. 2005. Bloqueos peridurales potenciados con fentanil en cirugías
ginecoobstétricas del Hospital Escuela Oscar Danilo Rosales de la ciudad
de León, en el período de agosto a diciembre del 2005. Trabajo
Monográfico para optar al título de Especialista en Anestesiología. Facultad
De Ciencias Médicas. Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. León.
Nicaragua.
35. Vallejo R., Barkin R. y Wang V. 2011. Pharmacology of opioids in the
treatment of chronic pain syndromes. Pain Physician 14, E343-E360.
Disponible en:
http://www.painphysicianjournal.com/current/pdf?article=MTQ4Mg%3D%3
D&journal=62.
36. Valverde A., Dyson H. y McDonnell W. 1989. Epidural morphine reduces
halothane M.A.C. in the dog. Can J Anesth 36, 629-632. Extraído de Castro
J. 2005. Analgesia epidural en equinos: comparación entre el efecto
analgésico de tramadol, morfina y lidocaína. Memoria de Título presentada
31
para optar al Título de Médico Veterinario. Universidad Austral de Chile.
Valdivia. Chile.
37. Vidal M., Aragón M. y Torres L. 2006. Opiodes como coadyuvantes de la
analgesia epidural en pediatría. Rev. Soc. Esp. Dolor. 2: 114-123; 2006.
32
ANEXOS
33
Se clampea el paquete vascular ovárico con 2 pinzas hemostáticas.
34
A continuación se coloca una ligadura por transfixión entre la
primera ligadura circunferencial y el extremo seccionado del
pedículo.
35
Se exterioriza el cuerpo uterino y se localiza el cervix. Muchas son las técnicas
que se han utilizado para ligar y seccionar el cuerpo uterino de acuerdo con su
tamaño y la preferencia del cirujano. Cuando el útero es pequeño se puede
realizar un triple clampeado. Se colocan 3 pinzas inmediatamente proximales al
cervix, teniendo cuidado al hacerlo, ya que pueden cortar el tejido en vez de
comprimirlo. El cuerpo uterino se secciona entre la pinza central y proximal. La
arteria y venas uterinas se ligan de forma independiente entre la pinza distal y el
cervix. Se coloca una ligadura circunferencial y floja distal a esta pinza y se la
retira a medida que se ajusta la ligadura sobre el surco que deja. Se coloca una
ligadura de transfixión entre la ligadura circunferencial y la pinza restante para
luego sacarla. Se evalúa el muñon uterino en busca de hemorragia y se coloca
en el abdomen.
Una segunda técnica para ligar el cuerpo uterino consiste en colocar puntos
de transfixión sobre cada lado del tórax (bilaterales). El cuerpo uterino se
exterioriza y se lleva hacia atrás. Estas ligaduras de transfixión inicialmente
incorporan a la vena y arterias uterinas y a un tercio del ancho del útero y se
colocan a cada lado del cuerpo uterino. Proximal a estas ligaduras se puede
pinzar para impedir el reflujo de sangre en el momento de la sección. El cuerpo
uterino se secciona entre la pinza y la ligadura proximal.
36
Se evalúa el muñon uterino en busca de hemorragia y se coloca
dentro del abdomen. Esta técnica tiene la ventaja de no colocar
pinzas en la zona uterina que va a ser ligada; por lo tanto, se elimina
la posibilidad de seccionar tejido durante la colocación de aquellas.
Cuando el cuerpo uterino está muy agrandado para ligarlo, se
puede utilizar una sutura de Parker-kerr. La arteria y vena uterinas
se ligan por separado, distal a la sutura que acabamos de
mencionar.
Los pedículos ováricos y el muñón uterino se deben evaluar en
busca de hemorragias antes de comenzar con la sutura de la pared
abdominal. El pedículo ovárico izquierdo se localiza mediante la
retracción del colon descendente hacia medial para exponer la fosa
paralumbar izquierda. La retracción del duodeno descendente hacia
medial expone la fosa paralumbar derecha y el pedículo ovárico
derecho. Los pedículos ováricos se ubican inmediatamente en
caudal del polo posterior de los riñones. El muñón uterino reside
entre la vejiga urinaria y colon y se localiza con la retroflexión vesical.
Cuando se hacen estas evaluaciones no se deben tomar las
ligaduras con las pinzas porque una tracción excesiva podría
soltarlas.
La incisión abdominal se cierra con un patrón de sutura ininterrumpida simple
utilizando material absorbible o continua simple con material no absorbible
(polipropileno o nailon monofilamento). Las suturas deben colocarse en la vaina
externa del recto, pero no es necesario que lleguen a la vaina interna del recto
ni al peritoneo. El tejido subcutáneo y la piel se suturan como siempre.
38
Anexo 2.
La inyección epidural sigue procedimiento: (Bistner y Ford, 2002)
a. El paciente se coloca en decúbito ventral o lateral.
b. Las extremidades posteriores se extienden para exponer el espacio
lumbosacro.
c. Prepare un área pequeña sobre la última vértebra lumbar y el sacro como
para procedimiento aséptico.
d. Identificar la cara cráneo dorsal de las alas iliacas y se traza una línea
imaginaria que una las alas iliacas.
e. El dedo índice puede fácilmente palpar el espacio entre las apófisis
espinosas de la última vértebra lumbar y el sacro.
f. Se dirige la aguja de calibre apropiado de acuerdo al paciente hacia abajo
y exactamente en la línea media.
g. Se nota la resistencia cuando se llega al ligamento intervertebral y la
presión continúa para penetrarlo.
h. Si se encuentra hueso, la aguja se jala ligeramente y dirige de nuevo en
busca del espacio adecuado.
i. Cuando se nota que la aguja ha pasado a través del ligamento
intervertebral, se suspende la presión y se inyecta el líquido, el cual debe
ingresar sin ofrecer resistencia.