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NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA

BIBLIOGRAFÍA

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MONITORES DE HEMODIÁLISIS

El monitor de diálisis tiene tres funciones principales:

• Transportar la sangre desde el acceso vascular del paciente al dializador


y viceversa (circuito hemático extracorpóreo).
• Preparar el líquido de diálisis en condiciones de concentración iónica y tem-
peratura adecuadas (circuito hidráulico).
• Establecer la presión negativa adecuada para ultrafiltrar la cantidad pro-
gramada (circuito de ultrafiltración).

Además de estas funciones, comunes a todos los monitores de diálisis, exis-


ten algunos con accesorios que permiten la determinación continua de la dosis
de diálisis y del volumen intravascular (sistemas de monitorización continua).

CIRCUITO HEMÁTICO EXTRACORPÓREO

Su función es bombear la sangre desde el acceso vascular del paciente has-


ta el dializador y devolverla, en condiciones de seguridad adecuadas, a tra-
vés de unas líneas especiales: la línea arterial (del paciente al dializador) y
la línea venosa (del dializador al paciente). Para ello consta de:

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HEMODIÁLISIS (I)

• Bomba de rodillos. Su funcionamiento es sencillo ya que se trata de dos ro-


dillos que van aplastando un segmento de la línea arterial. La velocidad de
giro de los rodillos y el diámetro del segmento de la línea es lo que esta-
blece el flujo de sangre. Para un correcto funcionamiento deberemos cono-
cer el tipo de línea que acepta cada bomba (hay que tener en cuenta que
el flujo de sangre que indica el monitor no se basa en una medición direc-
ta del mismo, sino únicamente en multiplicar el número de giros por minu-
to por el diámetro teórico de la línea arterial) y asegurarnos que los rodi-
llos aplasten el segmento de línea completamente (pero sin sobretensión que
pudiera producir roturas).
• Transductor de tensión arterial. Se encuentra antes de la bomba de sangre
y mide la presión de succión de la sangre. Ésta será más negativa cuanto
menos flujo tenga el acceso vascular; cuando el valor sea demasiado ne-
gativo, se parará la bomba y sonará la correspondiente alarma indicando
un malfuncionamiento del acceso vascular.
• Transductor de presión venosa. Está situada en la línea venosa, y detecta
cambios de presión a este nivel: un aumento exagerado indica una obstruc-
ción en la línea (lo más frecuente es un colapso mecánico o coágulos) o bien
un problema en la vena de retorno (rotura, lo más frecuente); una disminu-
ción brusca es señal de una apertura del circuito (desconexión accidental
de alguna zona de la línea con el dializador, el monitor o el paciente), con
la consiguiente pérdida masiva de sangre. En ambos casos, se produce una
alarma y el paro automático de la bomba de sangre.
• Cámara atrapaburbujas. Está situada al final de la línea venosa, justo an-
tes de la reentrada de sangre al paciente. Su función es detectar la presen-
cia de aire en el circuito, bien en forma de burbujas más o menos grandes
o bien en forma de espuma, en cuyo caso se dispara una alarma que ade-
más detiene la bomba de sangre y pinza la línea venosa; en la mayoría de
los casos la forma de detección es mediante ultrasonidos.

CIRCUITO HIDRÁULICO

Es el encargado de la preparación correcta, tanto en lo que respecta a con-


centración de iones como a temperatura, del líquido de diálisis que va al dia-
lizador. Para ello, el monitor debe realizar una mezcla de agua (proceden-
te del sistema de tratamiento de agua), que previamente calentará (a una
temperatura entre 35,5 y 39 °C) y desgasificará, con el concentrado ácido
y el bicarbonato (si el líquido de diálisis utilizado es de acetato, se realiza-

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NORMAS DE ACTUACIÓN CLÍNICA EN NEFROLOGÍA

rá la mezcla únicamente con el concentrado de acetato). El método utilizado


para conseguir una correcta disolución iónica es la medida de la conducti-
vidad, directamente proporcional a la concentración iónica en una solución:
a mayor conductividad mayor paso de agua y menor de concentrado y vice-
versa. Asimismo, se mide el pH para asegurarnos una correcta concentración
de bicarbonato. Lógicamente, todas las desviaciones de temperatura, conduc-
tividad y pH fuera de los márgenes de seguridad previamente establecidos
(habitualmente ± 5%) provocan una alarma que corta el suministro de líqui-
do al dializador y para el circuito hemático. El flujo de líquido de diálisis es,
habitualmente, de 500 ml/min.

CIRCUITO DE ULTRAFILTRACIÓN

Establece la presión negativa, en el líquido de diálisis, necesaria para ultra-


filtrar la cantidad preprogramada. El valor de esta presión dependerá de las
características de la membrana de diálisis y de su superficie, de la presión
positiva del circuito hemático y de la presión oncótica del plasma. El control
de la cantidad de líquido ultrafiltrado por unidad de tiempo se realiza de muy
diversas maneras según el tipo de monitor, pero el más común y fiable es el
control volumétrico.

SISTEMAS DE MONITORIZACIÓN CONTINUA

En la actualidad existen varios métodos para el control continuo de la dosis


de diálisis, bien mediante la monitorización de los valores de urea plasmática
o de urea en el líquido de diálisis o bien mediante la medición de la dialisan-
cia iónica. Asimismo, existe un método de monitorización del volumen san-
guíneo, basado en la medida continua de la concentración de hemoglobina,
que nos permite prevenir los episodios de hipotensión intradiálisis.

LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN

Los monitores de diálisis deben limpiar y desinfectar todos sus circuitos des-
pués de cada sesión de diálisis. Existen dos métodos: químico y por calor (este
último prácticamente en desuso). Entre los desinfectantes químicos los más fre-
cuentemente utilizados son el hipoclorito sódico y el ácido peracético. Es muy
importante tener en cuenta que el uso de líquido de diálisis con bicarbonato
hace que precipite carbonato cálcico a lo largo del circuito hidráulico por lo
que es preciso una desincrustación previa que es imprescindible no sólo para

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HEMODIÁLISIS (I)

asegurar el buen funcionamiento del monitor, sino para que la desinfección


sea realmente eficaz; el agente desincrustante más eficaz es el ácido acéti-
co. En la actualidad existen en el mercado varios productos que mezclan un
agente desincrustante ácido con un agente desinfectante que debe tener ca-
pacidad bactericida, viricida, fungicida y esporicida.

BIBLIOGRAFÍA

De Francisco ALM, Escallada R, Fernández-Fresnedo G, Rodrigo E, Setién M, Heras M


et al. Medida continua de la dosis de diálisis mediante dializancia iónica. Nefro-
logía 1998; 18:408-414.
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ACCESOS VASCULARES

MEDIDAS DE CONSERVACIÓN

• Evitar las punciones en la arteria radial en todo paciente con insuficiencia


renal crónica (IRC) o futuro candidato.
• Evitar las punciones venosas en lo posible, sobre todo en las venas cefálicas
del antebrazo.
• En lo posible utilizar material de acero mejor que materiales plásticos (me-
nos trombogénicos).
• Informar al paciente de estas medidas así como retirar o aflojar el reloj de
la muñeca.
• Si precisa catéter central no utilizar subclavia (riesgo de estenosis). Utilizar
mejor femoral o yugular.

EVALUACIÓN PRECOZ PREVIA A LA REALIZACIÓN

• Historia: situación cardiovascular (insuficiencia cardíaca, isquemia perifé-


rica). Ecocardiograma. Antecedentes de cateterizaciones previas (abocath,
drum, vía central, etc.). Examen físico para valorar capital arterial y veno-

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