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JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

V I S T O el juicio de amparo 357/2016-II-LJ


promovido por **, por su propio derecho y en
representación de sus menores hijos1, contra actos del
Juez Mixto Civil y Familiar del Primer Partido Judicial
residente en Colima, Colima, que consideraron violatorios
de los derechos fundamentales previstos por los artículos
4°, 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; y

RESULTANDO

PRIMERO. Admisión, trámite e integración. Ante


la Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de
Distrito en el Estado de Colima, el tres de marzo de dos
mil dieciséis, los quejosos presentaron demanda de
amparo cuyo trámite y conocimiento correspondió al
Juzgado Primero de Distrito, quien previo requerimiento
el dieciséis siguiente la admitió, solicitó a la autoridad
responsable su informe justificado, dio la intervención al
agente del Ministerio Público de la Federación de su
adscripción, reconoció con el carácter de tercera
interesada a ** y fijó hora y fecha para la celebración de la
audiencia constitucional.

El juez auxiliado en esa misma actuación estimó


que los padres de los menores se encontraban impedidos
para representarlos al estar sus intereses en conflicto, por

1Se omite el nombre de los menores * y **, ambos de apellidos **en cumplimiento a
los puntos 9 y 10 del capítulo III de la Reglas de Actuaciones Generales contenidas
en el Protocolo de Actuación para quienes imparten justicia en casos que afecten a
niñas y adolescentes elaborado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
1
lo que solicitó al Titular de la Delegación Regional Jalisco
del Instituto de la Defensoría Pública Federal nombrara un
representante especial para que asistiera a los infantes en
este juicio de amparo, designación que recayó en el
licenciado *, profesionista que aceptó el cargo mediante
ocurso de catorce de abril de la presente anualidad (foja
34).

Finalmente, la audiencia constitucional tuvo


verificativo el cuatro de mayo de dos mil dieciséis (foja
41).

SEGUNDO. Mediante oficio STCCNO/405/2016 de


cuatro de abril de dos mil dieciséis, el Secretario
Técnico de la Comisión de Creación de Nuevos Órganos
del Consejo de la Judicatura Federal informó que en
sesión de esa data, la referida comisión determinó que
este órgano apoyaría en el dictado de sentencias al
Juzgado Primero de Distrito en el Estado de Colima. En
ese sentido, por acta circunstanciada de diez de mayo
del año en curso, el juez de amparo ordenó remitir los
autos a la Oficina de Correspondencia Común a los
Juzgados de Distrito del Centro Auxiliar de la Quinta
Región, con residencia en Culiacán Rosales; luego, en
proveído de trece siguiente, este juzgado federal auxiliar
se avocó al conocimiento del caso, ordenó realizar las
anotaciones respectivas en el libro electrónico bajo el
número 271/2016-III y se procediera a dictar sentencia; y

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CONSIDERANDO

PRIMERO. Competencia. Este Juzgado Quinto de


Distrito del Centro Auxiliar de la Quinta Región con
residencia en Culiacán Rosales, Sinaloa, es competente
para conocer y resolver el presente juicio de amparo, de
conformidad con lo dispuesto por los artículos 94, 103 y
107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, 37 y 107, fracción V, de la Ley de Amparo, y
en los Acuerdos Generales 52/2008 y 68/2008 del Pleno
del Consejo de la Judicatura Federal, relativos a la
creación e inicio de funciones de los Juzgados de Distrito
del Centro Auxiliar de la Quinta Región, con competencia
mixta y jurisdicción en toda la República Mexicana.

SEGUNDO. Precisión de los actos reclamados.


En términos del artículo 74, fracción I, de la Ley de
Amparo, se procede a fijar de manera clara y precisa los
actos reclamados, para lo cual se examinan la demanda,
los conceptos de violación y demás constancias de autos,
a fin de resolver la cuestión planteada; de lo que se
deduce que la parte quejosa en los autos del juicio de
controversias del orden familiar relativo a la guarda y
custodia * reclama del Juez Primero Mixto Civil y
Familiar del Primer Partido Judicial residente en
Colima, Colima:

a) La determinación de veinticinco de agosto de dos mil


quince, mediante la cual se concedió la guarda y

3
custodia provisional de los menores a favor de**,
madre biológica de los infantes.

b) La resolución incidental de treinta de noviembre de


dos mil quince que condenó al progenitor a otorgar
una pensión alimenticia en forma provisional por la
cantidad de tres mil pesos mensuales para sus
menores hijos.

Cabe hacer notar que los inconformes señalaron


como actos destacados en el capítulo respectivo de su
demanda “la omisión de respetar y garantizar el derecho
de audiencia de los infantes”, la “omisión de recabar las
probanzas que permitieran evaluar y ponderar con
objetividad la conducta de la tercera interesada” y la
“omisión de proporcionar a los menores información sobre
el procedimiento judicial de donde emanan los actos
reclamados”; sin embargo, esas abstenciones de las que
se duelen en realidad constituyen motivos de
inconformidad los que serán materia de estudio en el
capítulo respectivo, de ahí que no se establecieron como
actos reclamados.

En el mismo sentido, es oportuno indicar que los


peticionarios de amparo controvirtieron la interlocutoria de
treinta de agosto de dos mil quince; empero, la autoridad
responsable al rendir su informe de ley aclaró que se
trataba de la resolución de esa data pero correspondiente
a noviembre de aquella anualidad (foja 32); aseveración
que se corrobora con las constancias del juicio donde

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emanan las resoluciones controvertidas, de manera que


es indudable que impugnan la determinación incidental de
treinta de noviembre de dos mil quince.

TERCERO. Certeza de los actos reclamados. Son


ciertos los actos atribuidos al Juzgado Mixto Civil y
Familiar del Primer Partido Judicial residente en Colima,
Colima (foja 32), como así lo admite en su informe de ley.

Certeza de actos que se corrobora con las copias


certificadas del expediente **, del índice del juzgado
responsable que allegó en justificación del acto
combatido, probanzas con eficacia probatoria plena en
términos de los artículos 129, 197 y 202 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación
supletoria a la Ley de Amparo, por tratarse de
documentos cotejados por funcionario público en ejercicio
de sus atribuciones.

Así, conforme al informe afirmativo y a la plena


eficacia de las documentales exhibidas, está demostrada
fehacientemente la existencia de los actos atacados,
según las jurisprudencias doscientos setenta y ocho y
doscientos veintiséis, emitidas por el Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, visibles en las páginas
doscientos treinta y uno y ciento cincuenta y tres del Tomo
VI, Materia Común, jurisprudencia y Parte SCJN,
publicadas en los Apéndices de 2000 y 1995, de consulta
rápida en los registros electrónicos números 917812 y
394182 de rubros: “INFORME JUSTIFICADO
5
AFIRMATIVO” y “DOCUMENTOS PÚBLICOS,
CONCEPTO DE, Y VALOR PROBATORIO”.

CUARTO. Antecedentes de los actos


reclamados. Para una mejor comprensión del asunto
resulta necesario resaltar algunos aspectos relevantes del
caso, los cuales se obtienen de las constancias relativas
al expediente * del índice interno del juzgado responsable,
a saber:

1) El cuatro de agosto de dos mil quince, *en


representación de sus menores hijos, en la vía de
controversias del orden familiar demandó a * por la guarda
y pago de pensión alimenticia provisional y en su caso la
definitiva (fojas 2 a 11).

2) Correspondió el conocimiento de la demanda al


Juzgado Primero Mixto Civil y Familiar del Primer Partido
Judicial, residente en Colima, quien el veinticinco de
agosto de dos mil quince, la registró bajo el expediente **
de su índice, la admitió a trámite, ordenó el emplazamiento
del demandado *, notificó al Ministerio Público de su
adscripción y decretó las medidas provisionales que
estimó necesarias. Dichas medidas en la parte que
interesa son del tenor siguiente:

“…EN CONTROVERSIAS DEL ORDEN FAMILIAR

A) POR LA CUSTODIA PROVISIONAL Y EN SU


OPORTUNIDAD LA DEFINITIVA SOBRE LOS MENORES
*Y * DE APELLIDOS **, QUIENES ACTUALMENTE
CUENTAN CON LA EDAD DE 7 SIETE Y 3 TRES AÑOS,
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RESPECTIVAMENTE, EN EL DOMICILIO ACTUAL DE LA


ACTORA UBICADO EN CALLE * NÚMERO **, COLONIA
MILENIO EN COLIMA, COLIMA.
B) POR EL ASEGURAMIENTO DE UNA PENSIÓN
ALIMENTICIA PROVISIONAL Y EN SU MOMENTO
DEFINITIVA, A FAVOR DE LOS MENORES *Y ** DE
APELLIDOS **.
Considerando que la parte actora **, en los hechos
petitorios de su demanda, solicita como medida provisional
el otorgamiento de la GUARDA Y CUSTODIA
PROVISIONAL de los menores de nombre *Y ** DE
APELLIDOS **, con fundamento en artículo 212 del
Código procesal Civil en Vigor en el Estado de Colima, y
toda vez que a la fecha de radicación de la presente
controversia del orden familiar, se advierte que los
menores de referencia, actualmente tienen la edad de 7
SIETE y 3 TRES años, respectivamente, tal como se
acredita con las certificaciones de las actas de nacimiento
que obran en autos, expedidas por el Oficial del Registro
Civil de esta ciudad de Colima, Colima;
consecuentemente, en atención a dicho numeral, que
dispone que el juez decretará de plano, las custodias
provisionales y los hijos menores de 12 doce años
quedarán al cuidado de la madre; supuesto legal que en
particular se cumple; por ende, a juicio de este juzgador es
de CONCEDERSE y se CONCEDE DE PLANO LA
GUARDA Y CUSTODIA PROVISIONAL de los menores
de nombre **y ** de apellidos **, a favor de la
promovente del presente juicio, *, en su carácter de
madre biológica; sin que pase inadvertido para este
órgano jurisdiccional que de los hechos se desprende que
los niños, ya se encuentran bajo el cuidado de su señora
madre, y es ésta última quien los tiene bajo su depósito.---
----------------------
------ Por otra parte, y toda vez que la parte actora
demanda la PENSIÓN ALIMENTICIA PROVISIONAL, con
fundamento en el artículo 4º de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, en relación a los
numerales 3º, 5º, 27 punto 4 y demás relativos de la
Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada y
abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en
su resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989; así
7
como en los taxativos 1º, 3º, 5º fracción II, 12 fracción II de
la Ley de los derechos y deberes de las niñas, los niños y
los adolescentes del estado de Colima; 238, 939, 940,
941, 942 y demás relativos del Código de Procedimientos
Civiles vigentes en el Estado; y en concatenación con los
medios de prueba allegados al presente sumario,
consistente en la documentación pública relativa a las
certificaciones del acta de nacimiento de los menores de
nombres **y * de apellidos **, así como las documentales
privadas, consistentes en, 05 cinco facturas de compras
de la tienda denominada, La Marina, un recibo de pago
por **; un comprobante de caja expedido por La Caja
Popular Mexicana y una plantilla de gastos por adquisición
de alimentos y demás satisfactores; así como
documentales públicas, consistentes en una factura de
CIAPACOV; recibo de pago de la Comisión Federal de
Electricidad; un estado de cuenta de BANAMEX, que
exhibe la promovente a su escrito inicial de demanda; a
juicio de este órgano jurisdiccional, son suficientes para
acreditar la urgencia y necesidad de la medida provisional
de alimentos; máxime que existe la presunción a favor de
los menores de referencia de necesitar los alimentos, de
conformidad a lo dispuesto en el artículo 311 Bis de la Ley
Adjetiva Civil vigente en la Entidad; por tanto, y con el fin
de asegurar los alimentos de los menores, resulta
necesario, por está ocasión, el desahogo de la información
testimonial, a fin de acreditar las necesidades alimentarías
de los acreedores y la capacidad económica del
demandado, **, ya que de los hechos de la demanda, se
advierte que trabaja por su cuenta como abogado litigante,
y así deducir, la cantidad en dinero que deberá
imponérsele como pago de PENSIÓN ALIMENTICIA
PROVISIONAL, que solicita la actora *, a favor de sus
menores hijos, ante la presunción legal que existe de
necesitar los alimentos, ya que no los provee el obligado,
conforme a los numerales 303 y 308, del Código Civil en
Vigor. En tal virtud para el desahogo de la información
testimonial, que versará sobre el interrogatorio de dos
testigos, se señalan las 12:30 HORAS DEL DÍA 14
CATORCE DE SEPTIEMBRE DEL AÑO EN CURSO,
debiendo presentar a los testigos con identificación oficial
vigente al local del Juzgado…”.

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3) Como puede verificarse de lo expuesto, el órgano


jurisdiccional abrió el incidente respectivo para recepcionar
los medios de convicción que le permitieran conocer las
necesidades alimentarias de los acreedores y la capacidad
económica del demandado.

4) Desahogadas que fueron las testimoniales


ofrecidas, el treinta de noviembre de dos mil quince, el
resolutor condenó al demandado a otorgar a favor de sus
menores hijos una pensión alimenticia provisional por la
cantidad de tres mil pesos mensuales.

5) Por su parte, el demandado ejerció la prerrogativa


de la contestación de la demanda instaurada en su contra
y reconvino a la actora por la custodia de los menores.

Ahora, la determinación que decretó la guarda y


custodia provisional de los menores y la diversa resolución
a través de la cual se condenó al pago de una pensión
alimenticia en favor de aquéllos constituyen los
reclamados en esta instancia.

Hasta aquí se narraron los antecedentes de los


actos reclamados.

QUINTO. Estudio de causas de improcedencia.


En el presente sumario las partes no hicieron valer
ninguna causal de improcedencia o sobreseimiento y este
órgano jurisdiccional no advierte la actualización de
alguna; por lo que procede analizar el fondo del asunto.

9
No obstante lo anterior, es pertinente dejar
establecido que en el presente caso los agraviados
cuentan con legitimación e interés jurídico para atacar las
determinaciones materia de reclamo, dada su calidad de
partes en el juicio natural.

Es aplicable al caso concreto, la jurisprudencia


número mil novecientos veintiuno, sustentada por el
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Primer Circuito, visible en la página dos mil ciento sesenta
y cinco del Tomo II. Procesal Constitucional 1. Común
Segunda Parte - TCC Segunda Sección - Improcedencia y
sobreseimiento, del Apéndice 1917 a septiembre 2011
correspondiente a la Octava Época, del Semanario
Judicial de la Federación, con registro electrónico
1003800, de tenor:

“INTERÉS JURÍDICO. PARTES EN UN


PROCEDIMIENTO. Basta con que una persona intervenga
como parte en un procedimiento, para estimar que tiene
interés jurídico para impugnar las resoluciones que le sean
adversas”.

En efecto, lo que en el presente sumario se trata de


dilucidar es la regularidad constitucional de los actos
reclamados, al verificar si con su emisión el juez local se
apartó de las previsiones legales aplicables en la materia y
quebrantó los derechos fundamentales de audiencia,
participación, seguridad jurídica y debido proceso, para lo
cual los demandantes únicamente necesitan justificar ser
parte procesal.

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En otros aspecto, si bien procede recurso de


apelación contra la interlocutoria de pago de pensión
alimenticia provisional de treinta de noviembre de dos mil
quince; por la forma en que fue planteada la demanda de
amparo, se aprecia una excepción a la regla de
definitividad que rige la procedencia del juicio de derechos
fundamentales, pues se desprende que **, además de
promover por derecho propio, lo hizo también en nombre y
representación de sus menores hijos.

Aunado a lo anterior, el asesor jurídico del Instituto


Federal de Defensoría Pública que funge en este juicio
como representante especial de los hijos del promovente,
en escrito recibido el cuatro de mayo del año en curso
por el juzgado federal bajo auxilio, expuso:

“Por lo que ve a la determinación del Juez


responsable de fijar una pensión provisional para los
menores, que cubra sus necesidades alimenticias, estimo
correcta dicha determinación, en la medida en que
contribuye a garantizar que los medios de subsistencia
estén garantizados” (Reverso de la foja 40).

Luego, al haberse promovido este asunto en nombre


de los menores de edad impetrantes y estar directamente
comprometida su subsistencia e intereses alimenticios, se
actualiza una salvedad al principio de definitividad, pues la
interposición del recurso de apelación no suspende lo
interlocutoriamente resuelto sobre el tema de alimentos
provisionales, ya que conforme a la parte final del artículo
950 adjetivo civil local, “[…] Las resoluciones sobre

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alimentos que fueren apeladas, se ejecutarán sin el
otorgamiento de fianza”.

Como claramente se aprecia, la presentación del


recurso ordinario no admite la suspensión de la ejecución
del acto reclamado, lo que es lógico, ya que tratándose de
la ministración alimenticia provisional en favor de quien la
solicita, las resoluciones son ejecutables sin fianza.

Al caso es aplicable el criterio jurisprudencial 1a./J.


77/2013(10a.), sustentado por la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la
página novecientos noventa del Tomo Libro XXV, octubre
de dos mil trece de la Décima Época, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, con registro
electrónico 2004677, que a continuación se transcribe:

“DEFINITIVIDAD EN EL JUICIO DE AMPARO


INDIRECTO. SE ACTUALIZA UNA EXCEPCIÓN A ESTE
PRINCIPIO EN LOS CASOS EN LOS QUE ESTÉ
INVOLUCRADO UN MENOR DE EDAD, CUANDO EL
RECURSO ORDINARIO NO ADMITE LA SUSPENSIÓN
DEL ACTO. En términos del artículo 1o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su texto
reformado por decreto publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 10 de junio de 2011, todas las autoridades,
en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de
promover, proteger, respetar y garantizar los derechos
humanos, de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y
progresividad y, particularmente, otorgar una protección
especial a los derechos de la infancia por las
circunstancias de vulnerabilidad en que se hallan. Por lo
anterior, y en términos de los artículos 107, fracción III,
inciso b), de la propia Constitución y 73, fracción XIII, de la
Ley de Amparo, vigente hasta el 2 de abril de 2013, se
sigue que se actualiza una excepción al principio de
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definitividad en el juicio de amparo indirecto en aquellos


casos en los que esté involucrado un menor de edad,
cuando, de acuerdo con la legislación aplicable al caso, el
recurso ordinario que deba agotarse no admita suspensión
y cualquiera de las partes alegue un riesgo para el menor
en caso de ejecutarse la resolución impugnada, pues en
ese supuesto el recurso es inadecuado o ineficaz para
alejarlo de la situación de vulnerabilidad en que pueda
encontrarse. Lo anterior es así, pues el principio de
definitividad supone la existencia de recursos idóneos,
efectivos, oportunos y aptos para reparar oportuna y
adecuadamente las violaciones a las leyes cometidas en
el acto o resolución impugnada”.

También se cita, por identidad jurídica, la tesis


aislada XVIII.4o.3 C (10a.), emitida por el Cuarto Tribunal
Colegiado del Décimo Octavo Circuito, visible en la página
mil doscientos ochenta y cuatro del Libro XXI, junio de dos
mil trece, Tomo 2, de la Décima Época, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, con registro
electrónico 2003873, que enseguida se transcribe:

“PENSIÓN ALIMENTICIA. SI EN EL AMPARO


INDIRECTO SE RECLAMA LA DETERMINACIÓN
JUDICIAL QUE NIEGA LA APERTURA DEL INCIDENTE
DE INCREMENTO, EL JUEZ DE DISTRITO, NO DEBE
SOBRESEER EN EL JUICIO POR VIOLACIÓN AL
PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD. El artículo 4o., párrafo
octavo, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos establece, que en todas las decisiones y
actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el
principio del interés superior del menor, garantizando de
manera plena sus derechos, asimismo, que los niños y las
niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades
de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento,
para su desarrollo integral. Así, la tutela del interés
superior de la niñez debe ser un principio rector en todas
las decisiones y actuaciones del Estado, concernientes a
menores, lo cual, desde luego, incluye a las autoridades
13
jurisdiccionales. Por ello, si en el juicio de amparo indirecto
se reclama la determinación judicial que niega la apertura
de un incidente de incremento de pensión alimenticia
decretada en sentencia firme, y el Juez de Distrito
sobresee por considerar que no es la vía correcta para
impugnar dicha pretensión, dejando a salvo los derechos
del menor para que los haga valer en la vía y forma que
corresponda, el Juez debe considerar el impacto de su
determinación respecto del derecho de acceso a la
justicia, previsto en el artículo 17 de la Constitución
Federal y, además, el derecho de alimentos que debe
gozar un menor, aspecto protegido por el primer artículo
constitucional citado. Ante ello, no debe sobreseer en el
amparo por no cumplir con el principio de definitividad, en
caso de que no se haya promovido el medio de defensa
ordinario contra el acto de autoridad; en cambio, debe
estudiar éste, sólo para verificar que la autoridad
responsable, como parte integrante del Estado, haya
cumplido con el mandato constitucional de orientar sus
actuaciones y decisiones, dentro del ámbito de su
competencia, conforme al principio mencionado,
garantizando el derecho de acceso a la justicia y de
alimentos del menor. La excepción al principio de
definitividad se justifica en la medida en que el acto
reclamado se sujetará a un examen de mera
constitucionalidad, cuyo eje central será el respeto a la
tutela del interés superior de la niñez”.

En esas condiciones, al no advertirse causa de


improcedencia prevista en el artículo 61 de la Ley de
Amparo, ni de sobreseimiento conforme al ordinal 63 de la
misma, en el siguiente considerando se analizará la
legalidad de los actos reclamados a la luz de los
conceptos de violación respectivos, atendiendo también
los señalamientos que hizo el representante especial de
los menores en el escrito visible a fojas 39 y 40 del
expediente principal.

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SEXTO. Resolución de la litis constitucional. Por


lo que ve a la resolución de treinta de noviembre de dos
mil quince, en la cual la responsable fijó como pensión
alimenticia provisional a cargo del quejoso * la cantidad de
$3,000 (tres mil pesos mensuales 00/100 moneda
nacional), cabe señalar que no se expresaron conceptos
de violación; sin embargo, como se precisó al inicio del
presente considerando, toda vez que le reviste el carácter
de quejosos a dos menores de edad, este órgano
jurisdiccional procede al estudio del fondo del acto
reclamado.

Sobre este aspecto la normatividad aplicable


dispone:

CÓDIGO CIVIL DEL ESTADO DE COLIMA


TITULO SEXTO
Del parentesco y de los alimentos
CAPITULO II
De los alimentos
ART. 303.- Los padres están obligados a dar alimentos a
sus hijos. A falta o por imposibilidad de los padres, la
obligación recae en los demás ascendientes por ambas
líneas que estuvieren más próximas en grado.
ART. 308.- Los alimentos comprenden:
I.- La comida, el vestido, la habitación, la atención médica,
incluyendo la hospitalaria y en su caso, los gastos de
embarazo y parto;
II.- Respecto de los menores y mayores de 18 hasta los 25
años de edad, los alimentos comprenderán además, los
gastos para su educación y para proporcionarles algún
oficio, arte o profesión adecuados a sus circunstancias
personales;
15
III.- …
IV.- …
ART. 309.- El obligado a dar alimentos cumple la
obligación asignando una pensión competente al acreedor
alimentario, o incorporándolo a la familia. Si el acreedor se
opone a ser incorporado, compete al juez, según las
circunstancias, fijar la manera de ministrar los alimentos.
ART. 311.- Los alimentos han de ser proporcionados a la
posibilidad del que debe darlos y a la necesidad del que
debe recibirlos.
Determinados por convenio o sentencia, los alimentos
fijados en cantidades líquidas tendrán un incremento
automático mínimo equivalente al aumento porcentual
anual correspondiente al Índice Nacional de Precios al
Consumidor publicado por el Banco de México, salvo que
el deudor alimentario demuestre que sus ingresos no
aumentaron en igual proporción, en este caso, el
incremento en los alimentos se ajustará al que realmente
hubiese obtenido el deudor.
Estas prevenciones deberán expresarse siempre en la
sentencia o convenio correspondiente.
La pensión alimenticia determinada en cualquiera de las
modalidades citadas podrá modificarse cuando cambien
las circunstancias de la acción que se dedujo en el juicio
correspondiente, especialmente tratándose de menores de
18 años.
ART. 311 BIS.- Los menores, las personas con
discapacidad, los sujetos a estado de interdicción, el
cónyuge o concubina que se dedique al hogar, gozan de la
presunción de necesitar alimentos.
ART. 311 BIS 1.- Cuando no sean comprobables el salario
o los ingresos del deudor alimentario, el Juez resolverá
con base en la capacidad económica y nivel de vida que el
deudor y sus acreedores alimentarios hayan llevado en el
último año.
ART. 312.- Si fueren varios los que deben dar los
alimentos y todos tuvieren posibilidad para hacerlo, el juez
repartirá el importe entre ellos, en proporción a sus
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haberes.
ART. 313.- Si sólo algunos tuvieren posibilidad, entre ellos
se repartirá el importe de los alimentos; y si uno solo la
tuviere, él cumplirá únicamente la obligación.

En los preceptos legales transcritos, se encuentra


inmerso el principio de proporcionalidad que rige para
la fijación de los alimentos, lo cual implica que éstos han
de ser proporcionales a la posibilidad del deudor y a la
necesidad de quien debe recibirlos.

Para arribar a esa determinación, debe tomarse en


consideración la información proporcionada en la
demanda, bajo protesta de decir verdad, relativa a la
posibilidad económica del deudor y al nivel de vida del
mismo, así como el de los acreedores alimenticios y
las necesidades de éstos, atendiendo siempre a las
circunstancias particulares del caso.

Sirve de apoyo a lo anterior, a tesis de la otrora


Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, visible en la página catorce, del Volumen 83,
Cuarta Parte, de la Séptima Época del Semanario Judicial
de la Federación, con número de registro 241342, de rubro
y texto siguientes:

“ALIMENTOS, SU PROCEDENCIA Y
PROPORCIONALIDAD. El artículo 311 del Código Civil
vigente en el Distrito Federal, establece una
proporcionalidad entre la posibilidad del que debe dar los
alimentos y la necesidad del que debe recibirlos, por lo
que, en consecuencia, para la procedencia de la acción,
es suficiente que el actor acredite tanto la calidad con que
17
los solicita, como que el demandado tiene bastantes para
cubrir la pensión reclamada; pero como por lo que
respecta a la necesidad del acreedor alimentista, si bien
dicho precepto no supone que éste se encuentre
precisamente en la miseria, de manera que por el hecho
de tener bienes propios ya no concurre la necesidad de
recibir alimentos, sin embargo, ante la prueba del
demandado, sobre que el actor tiene bienes propios y
recibe íntegros los productos de ellos, éste queda obligado
a comprobar la insuficiencia de tales productos para
atender a sus necesidades alimenticias, que deben
cubrirse con la pensión que reclama, pues tanto la
posibilidad del demandado para suministrar los alimentos,
como la necesidad del actor para recibirlos, son requisitos
que deben concurrir para determinar la proporcionalidad
de la pensión alimenticia”.

Asimismo, sirve de apoyo, la tesis de la otrora


Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, visible en la página dieciséis del Volumen 67,
Cuarta Parte, de la Séptima Época, del Semanario Judicial
de la Federación, con número de registro 241642, de rubro
y texto siguientes:

“ALIMENTOS, PROPORCIONALIDAD DE LOS


(LEGISLACIONES DEL DISTRITO FEDERAL Y DEL
ESTADO DE VERACRUZ). La proporcionalidad de una
pensión alimenticia debe establecerse conforme al
resultado del examen conjunto y sistemático de dos
elementos, a saber: la posibilidad del alimentista y la
necesidad del alimentario, en los términos de lo dispuesto
por el artículo 242 del Código Civil del Estado de Veracruz
(igual al artículo 311 del Código Civil del Distrito y
Territorios Federales), que dice: “Los alimentos han de ser
proporcionados a la posibilidad del que debe darlos y a la
necesidad del que debe recibirlos”. La posibilidad
alimentista depende, principalmente, de su activo
patrimonial, según sea el monto de sus salarios o
ingresos, o el valor de sus bienes, los que han de ser
bastantes para cubrir la pensión reclamada; pero debe
atenderse también a sus propias necesidades, sobre todo
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cuando vive separado de sus acreedores alimentarios, lo


que, obviamente, ocasiona que sus necesidades sean
mayores; y la necesidad del alimentario ha de
establecerse atendido, de manera preferente, a los
conceptos que se comprenden bajo la palabra alimentos,
en los términos de lo dispuesto por el artículo 239 del
Código Civil de Veracruz (igual al artículo 308 del Código
del Distrito y Territorio Federales), que dice: “Los
alimentos comprenden la comida, el vestido, la habitación
y la asistencia en casos de enfermedad. Respecto de los
menores, los alimentos comprenden, además, los gastos
necesarios para la educación primaria del alimentario y
para proporcionarle algún oficio, arte o profesión honestos
y adecuados a su sexo y circunstancias personales”.

En consonancia con lo anterior, la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, determinó que
para fijar el monto de la obligación alimentaria debe
atenderse al estado de necesidad del acreedor y a las
posibilidades reales del deudor y además, es de
considerarse el entorno social en que éstos se
desenvuelven, sus costumbres y demás particularidades
de la familia a la que pertenecen, pues los alimentos no
sólo abarcan el poder cubrir las necesidades vitales o
precarias del acreedor, sino el solventarle una vida
decorosa, sin lujos, pero suficiente para desenvolverse en
su status.

El anterior criterio se encuentra en la jurisprudencia


1ª./J. 44/2001, sustentada por la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la
página once del Tomo XIV, agosto de dos mil uno, de la
Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y

19
su Gaceta, con número de registro: 189214, de rubro y
texto siguientes:

“ALIMENTOS. REQUISITOS QUE DEBEN


OBSERVARSE PARA FIJAR EL MONTO DE LA
PENSIÓN POR ESE CONCEPTO (LEGISLACIONES
DEL DISTRITO FEDERAL Y DEL ESTADO DE
CHIAPAS). De lo dispuesto en los artículos 308, 309, 311
y 314 del Código Civil para el Distrito Federal y sus
correlativos 304, 305, 307 y 310 del Estado de Chiapas, se
advierte que los legisladores establecieron las bases para
determinar el monto de la pensión alimenticia, las cuales
obedecen fundamentalmente a los principios de
proporcionalidad y equidad que debe revestir toda
resolución judicial, sea ésta provisional o definitiva, lo que
significa que para fijar el monto de esta obligación
alimentaria debe atenderse al estado de necesidad del
acreedor y a las posibilidades reales del deudor para
cumplirla, pero, además, debe tomarse en consideración
el entorno social en que éstos se desenvuelven, sus
costumbres y demás particularidades que representa la
familia a la que pertenecen, pues los alimentos no sólo
abarcan el poder cubrir las necesidades vitales o precarias
del acreedor, sino el solventarle una vida decorosa, sin
lujos, pero suficiente para desenvolverse en el status
aludido; de ahí que no sea dable atender para tales
efectos a un criterio estrictamente matemático, bajo pena
de violentar la garantía de debida fundamentación y
motivación consagrada en el artículo 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y,
eventualmente, hacer nugatorio este derecho de orden
público e interés social.

Luego, en la resolución combatida el juez


responsable señaló:

“… Así las cosas, tomando en consideración, que


para condenar al pago de alimentos, se debe demostrar la
obligación de dar alimentos y la capacidad económica del
demandado, es decir, una pensión alimentaria debe fijarse
en proporción de la posibilidad económica que tiene el
demandado para proporcionarla y la necesidad del que la
20
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

debe recibir, corresponde al Juez hacer el señalamiento


del monto de la suma o del porcentaje en base a las
percepciones mensuales ordinarias o extraordinarias que
obtenga como producto de su trabajo el demandado, es
decir, cualquier prestación recibida mensualmente por el
desempeño de su trabajo, por lo tanto, al haber quedado
demostrado en autos tanto el derecho que tienen las
acreedoras alimentistas a recibir una pensión alimenticia,
así como el derecho que tiene su progenitora para
representarlas en este juicio, y por otra parte, la obligación
y la capacidad del deudor alimentista para otorgarla, y si
bien no se señalaron a cuánto ascienden sus ingresos
mensuales, eso no impide que se le fije una pensión por
ahora de carácter provisional, por lo tanto, se considera
justo y equitativo, condenar a *,a otorgar una pensión
alimenticia de forma provisional para sus menores hijos de
nombres *, de apellidos, **, la cantidad de $3,000.00 (tres
mil pesos 00/100 m.n.) mensuales, y dicha la cantidad le
sea entregada de manera personal y directa a la actora
MARIA OBDULIA ROBLES TORIBIO, como madre y
representante de sus menores hijos *, de apellidos, *, por
concepto de alimentos provisionales, para lo cual deberá
requerírsele en el momento de la diligencia respectiva a
dicho demandado por el pago de la citada cantidad, y en
caso de no hacerlo embárguesele bienes de su propiedad
suficientes y bastantes para garantizar el pago de dicha
cantidad. Lo anterior tomando como base el salario
mínimo que actualmente es de $70.10 (setenta pesos
10/100 m.n.), lo cual multiplicado por 30 (treinta) días en
que (…) la cantidad de $2,103.00 (DOS MIL CIENTO
TRES PESOS 00/100 MONEDA NACIONAL) pero
cerrándose esta cantidad en $3,000.00 (tres mil pesos
00/100 m.n.), tomando en cuenta que son dos acreedores
alimentistas.”

En ese sentido, se tiene que toda vez que no existe


un parámetro para determinar la capacidad económica del
acreedor alimentista, el juez responsable consideró lo
siguiente:

21
El salario mínimo vigente en ese momento,
multiplicado por treinta días, lo cual da un resultado de
$2,103.00 (dos mil ciento tres pesos 00/100 moneda
nacional); además, señaló que por tratarse de dos
menores de edad esa cantidad se redondearía a
$3,000.00 mensuales.

Así, la responsable fijó como pensión provisional la


cantidad de $3,000.00 mensuales para los dos hijos,
basándose en el salario mínimo vigente, esto bajo el
argumento toral de que no existía certeza de a cuánto
ascienden los ingresos mensuales del deudor.

Es necesario destacar que el quejoso *no expresó


motivo de inconformidad alguno con la cantidad que le fue
fijada por concepto de pensión alimenticia, por lo que este
juzgado federal considera que no se inconformó con las
misma.

En las relatadas condiciones, lo procedente es negar


el amparo y protección de la justicia federal solicitadas
contra la resolución de treinta de noviembre de dos mil
quince.

Ahora bien, por lo que ve a la determinación de


veinticinco de agosto de dos mil quince, que concedió de
plano la guarda y custodia de los menores a la aquí
tercera interesada *, en sus conceptos de violación el
quejoso * expresó lo siguiente:

22
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

 La autoridad responsable lesionó las prerrogativas de


audiencia, participación, seguridad jurídica y debido
proceso de los infantes, en virtud de que les negó el
derecho a ser escuchados y tomados en cuenta
previamente a determinar el otorgamiento de la guarda
y custodia a favor de *

 Previo a resolver sobre la guarda y custodia de los


menores, la responsable debió recabar oficiosamente
medios de prueba para establecer lo más favorable
para ellos, es decir, debió determinar si la guarda y
custodia provisional que más les beneficia es a cargo
del padre o la madre y no sólo considerar la calidad de
madre biológica de la tercera interesada.

El motivo de disenso es infundado como enseguida


se verá.

Inicialmente, cabe destacar que el juez natural


concedió la guarda y custodia provisional de los menores
a favor de la madre con base en las manifestaciones y el
caudal probatorio que exhibió hasta esa fase, es decir, se
trata de un medida cautelar precautoria de carácter
provisional.

Para abordar el tema que nos ocupa, es oportuno


destacar las características de que gozan las medidas
precautorias, a saber:

23
 Constituyen mecanismos necesarios para
mantener la situación de hecho o de derecho existente,
así como para garantizar las resultas de una sentencia
ejecutoria.

 Son autorizadas por la ley para que el titular de


un derecho subjetivo asegure oportunamente su ejercicio
cuando carece de un título ejecutivo mediante el cual
pueda de inmediato obtener el cumplimiento del mismo en
vía judicial.

 Se dictan siempre con el carácter de


provisionales y están sujetas a lo que resuelva la
sentencia definitiva que se pronuncie en el juicio donde se
llevan a cabo.

 Excepcionalmente, dan lugar a un juicio


autónomo, como en los interdictos, pero aun en estos
casos tienen el carácter de provisionales.

 Pueden promoverse antes de que se inicie el


juicio en el que se haga valer el derecho subjetivo que
tiende a proteger la medida cautelar o durante la
tramitación del mismo.

 La persona que pretende obtenerla debe probar


su necesidad y el derecho para que se le conceda,
además de garantizar el pago de los daños y perjuicios
para el caso de que se declare improcedente.

24
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

 Son los instrumentos que puede decretar el juez,


a solicitud de las partes o de oficio, para conservar la
materia del litigio, así como para evitar un grave e
irreparable daño a las mismas partes o a la sociedad, con
motivo de la tramitación de un proceso.

 Se pronuncian sin audiencia de la contraparte y


se ejecutan sin notificación previa, aun cuando el afectado
puede impugnar posteriormente la medida, por lo general
a través del recurso ordinario correspondiente.

 En la ejecución de la providencia no se admite


excepción alguna.

 Constituyen resoluciones provisionales que se


caracterizan, generalmente, por ser accesorias y
sumarias: Accesorias, en tanto que la privación no
constituye un fin en sí mismo; y sumarias, debido a que se
tramitan en plazos breves.

 Su objeto es, previendo el peligro en la dilación,


suplir interinamente la falta de una resolución asegurando
su eficacia.

 Representan un instrumento no sólo de otra


resolución, sino también del interés público, pues buscan
restablecer el ordenamiento jurídico conculcado
desapareciendo, provisionalmente, una situación que se
reputa antijurídica; por lo que debe considerarse que la
emisión de tales providencias no constituye un acto

25
privativo, ya que sus efectos temporales quedan sujetos,
indefectiblemente, a las resultas del procedimiento
administrativo o jurisdiccional en el que se dicten, donde
el sujeto afectado es parte y podrá aportar los elementos
probatorios que considere convenientes.

Destacada la naturaleza jurídica de las providencias


precautorias, procede dilucidar de acuerdo con la
legislación de la materia, si tratándose de la medida
provisional decretada por el juez natural, consistente en la
guarda y custodia de menores, resulta procedente o no
otorgar previamente a su emisión la garantía de audiencia
a favor de los infantes sujetos a ella (reclamo del padre).

Es decir, para verificar si antes de dictar la medida


provisional resulta necesario otorgar la garantía de
audiencia previa a los menores; resulta necesario
memorar el contenido del artículo 4° párrafos sexto y
séptimo de la Constitución Federal reproducidos en el
considerando que antecede, dicho precepto contiene
básicamente un reconocimiento a los derechos de la niñez
para la satisfacción de sus necesidades de alimentación,
salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo
integral.

En tanto que el artículo 3° de la Convención sobre


los Derechos del Niño, señala:

"Artículo 3°.

1. En todas las medidas concernientes a los niños


que tomen las instituciones públicas o privadas de
26
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

bienestar social, los tribunales, las autoridades


administrativas o los órganos legislativos, una
consideración primordial a que se atenderá será el interés
superior del niño.
2. Los Estados partes se comprometen a asegurar al
niño la protección y el cuidado que sean necesarios para
su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes
de sus padres, tutores u otras personas responsables de
él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas
legislativas y administrativas adecuadas.
3. Los Estados partes se asegurarán de que las
instituciones, servicios y establecimientos encargados del
cuidado o la protección de los niños cumplan las normas
establecidas por las autoridades competentes,
especialmente en materia de seguridad, sanidad, número
y competencia de su personal, así como en relación con la
existencia de una supervisión adecuada."

Como se puede advertir de los artículos invocados


ninguna de ellas conduce a dilucidar si tratándose de
medidas provisionales como la guarda y custodia de
menores resulta procedente o no otorgar previamente a su
emisión la garantía de audiencia al menor.

En cambio, los numerales 939 a 942 del Código de


Procedimientos Civiles para el Estado de Colima, que
regulan las controversias del orden familiar, prescriben:

“Artículo 939. Todos los problemas inherentes a la familia


se consideran de orden público e interés social, por
constituir aquella la base de la integración de la sociedad.
Artículo 940. El juez de lo familiar estará facultado para
intervenir de oficio en los asuntos que afecten a la familia,
especialmente tratándose de menores, alimentos y de
cuestiones relacionadas con la violencia intrafamiliar,
pudiendo decretar las medidas necesarias que tiendan
a preservar la familia y proteger a sus miembros.

27
En todos los asuntos de orden familiar, los jueces y
tribunales están obligados a suplir la deficiencia en las
promociones de las partes.
En los asuntos familiares, con la salvedad de las
prohibiciones legales relativas a los alimentos, el juez
deberá exhortar a los interesados a lograr un avenimiento
y resolver sus diferencias mediante convenio, con el que
pueda evitarse la controversia y darse por terminado el
procedimiento.
Artículo 941. No se requieren formalidades especiales
para acudir ante el juez de lo familiar, cuando se le solicite
la declaración, preservación, restitución o constitución de
un derecho, o se alegue la violación del mismo o el
desconocimiento de una obligación, cuando se trate de
alimentos, calificación de impedimentos para celebrar una
relación conyugal o las diferencias que surjan entre los
cónyuges, sobre administración de bienes comunes,
educación de hijos, oposición de padres y tutores y en
general, de todas las cuestiones familiares que requieran
la intervención judicial.
Esta disposición no es aplicable en los casos de divorcio o
pérdida de la patria potestad y la liquidación de la
sociedad conyugal.
Artículo. 942 En los casos a que se refiere el primer
párrafo del artículo anterior, podrá acudirse al juez de lo
familiar por escrito o por comparecencia personal,
exponiendo de manera breve y concisa los hechos
urgentes de que se trate. Con las copias del escrito o
comparecencias respectivas y de los documentos que en
su caso se presenten, se correrá traslado a la parte
demandada, la que deberá comparecer en la misma
forma, dentro del término de cinco días. En dichas
comparecencias, las partes deberán ofrecer las pruebas
que a su derecho convenga. El juez las calificará y
admitirá.
Al ordenar el traslado a que se refiere el párrafo anterior,
el juez, en la misma pieza de autos, deberá señalar día y
hora para la celebración de la audiencia respectiva.
Tratándose de alimentos, ya sean provisionales, o los que
se deban por contrato, testamento o disposición de la ley,
28
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

el juez fijará, a petición del acreedor, sin audiencia del


deudor y mediante la información que estime
necesaria, una pensión alimenticia provisional,
mientras se resuelve el juicio por sentencia definitiva”.

De los dispositivos insertos se obtiene que las


providencias cautelares se decretan sin audiencia previa.
Por tanto, el órgano jurisdiccional que las ordena no
necesita atender previamente a los alegatos de la persona
contra la cual van dirigidos, debido a la existencia de los
presupuestos de cautela, urgencia y peligro que justifican
ese actuar.

Lo anterior no significa que el afectado por la


medida cautelar esté vinculado a soportar la ejecución de
ésta sin la posibilidad de ejercer su legítimo derecho a
defenderse u oponerse a ello.

Así, la obligación del juzgador de escuchar la


opinión del menor surge entre la imposición de la
providencia cautelar y la determinación definitiva, pero no
antes de emitir la resolución que decida si procede o no
dicha providencia porque desnaturalizaría la figura jurídica
de las medidas precautorias, para las cuales no se
contempla en los preceptos legales que las rigen ninguna
hipótesis de excepción, ni aun tratándose de los intereses
de menores.

Sobre el tópico, el Alto Tribunal de este País ha


establecido que las providencias precautorias deben
decretarse sin audiencia del cónyuge afectado y de los

29
menores involucrados, aun cuando se trate de la guarda y
custodia provisional de estos últimos, toda vez que
desatender el contenido de la ley para conceder dicha
garantía de audiencia implicaría desnaturalizar el espíritu
de tal institución legal.

La consideración anterior encuentra respaldo en la


jurisprudencia 1a./J. 28/2004, sustentada por la Primea
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible
en la página ciento treinta y ocho, del Tomo XIX, junio de
dos mil cuatro, de la Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta de consulta bajo el
registro 181312, de rubro y texto:

“MEDIDAS PRECAUTORIAS TRATÁNDOSE DE


LA GUARDA Y CUSTODIA DE MENORES DE EDAD.
NO PROCEDE, PREVIO A SU IMPOSICIÓN, OTORGAR
LA GARANTÍA DE AUDIENCIA EN SU FAVOR Y EN EL
DEL CÓNYUGE EJECUTADO (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE JALISCO). El artículo 249 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, que se
refiere al capítulo de las providencias precautorias,
establece expresamente que antes de iniciarse el juicio, o
durante su desarrollo, a solicitud del interesado pueden
decretarse todas las medidas necesarias para mantener la
situación de hecho o de derecho existentes, así como para
garantizar las resultas de una sentencia ejecutoria.
Asimismo, establece que dichas providencias se
decretarán sin audiencia de la contraparte. Por su parte, el
Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
sostenido en la tesis de jurisprudencia 21/98, que las
citadas medidas cautelares constituyen medidas
provisionales que se caracterizan generalmente, por ser
accesorias y sumarias y sus efectos provisionales quedan
sujetos, indefectiblemente, a las resultas del procedimiento
administrativo o jurisdiccional en el que se dicten, donde el
sujeto afectado es parte y podrá aportar los elementos
probatorios que considere convenientes, de tal forma que
30
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

para la imposición de esas medidas no rige la garantía de


previa audiencia. Luego, si con fundamento en el numeral
citado un cónyuge promueve ante el Juez competente
providencias precautorias a efecto de obtener la guarda y
custodia de menores de edad, resulta incuestionable que
para decretar la medida solicitada no existe obligación de
otorgar la garantía de audiencia a favor del cónyuge
afectado y de los menores involucrados. No obstante lo
anterior, como uno de los requisitos para decretar la
medida cautelar es que esté justificada la necesidad de la
misma, el Juez atendiendo a las circunstancias del asunto
y a los intereses superiores del menor, podrá determinar
en qué caso la audiencia que se dé en su favor debe ser
previa y cuándo deberá primero lograr el aseguramiento
del infante para escucharlo con posterioridad”.

Además, el Alto Tribunal ha sostenido mediante


jurisprudencia que las citadas medidas cautelares
constituyen determinaciones provisionales que se
caracterizan, generalmente, por ser accesorias y sumarias
y sus efectos transitorios quedan sujetos
indefectiblemente, a las resultas del procedimiento
administrativo o jurisdiccional en el que se dicten, donde el
sujeto afectado es parte y podrá aportar los elementos
probatorios que considere convenientes, de tal forma que
para la imposición de esas medidas no rige la garantía
de previa audiencia, salvo en el extraordinario supuesto
de que atendiendo a las circunstancias del caso específico
y al interés superior del menor, el juez del asunto
determine si la audiencia debe ser previa, o bien, debe
inicialmene lograrse el aseguramiento del o los infantes
para escucharlos con posterioridad.

31
En el caso concreto, el juez natural decretó las
medidas preventivas provisionales en atención a las
manifestaciones vertidas por la madre de los menores en
su demanda, fundamentalmente que ella tiene el depósito
y es quien se ocupa de las atenciones de aquellos, así
como de sus necesidades alimenticias.

Bajo estas consideraciones, es correcto el actuar de


la responsable en tanto que para la imposición de las
medidas consistentes en la guarda y custodia no se
requiere escuchar la opinión de los menores en el
sentido de elegir con cuál de sus padres desean cohabitar,
al tratarse de una determinación precautoria,
provisional y sumaria, sujeta a las resultas del
procedimiento jurisdiccional, pues lo que se busca es la
resolución más idónea y menos perjudicial para aquellos;
de ahí que en este asunto, hasta el momento que se dictó
el acto reclamado resultaba innecesario escuchar a los
infantes quejosos.

Lo anterior no significa que se les haya vedado la


oportunidad de ser escuchados en el procedimiento de
génesis, ese aspecto (derecho de expresar su opinión
libremente y que la misma sea tomada en cuenta, en
función de la edad y madurez) es objeto de prueba
durante el procedimiento, la cual, desde luego, servirá,
según sea el caso, para modificar o confirmar la medida
provisional y sentar las bases para emitir la que será
definitiva.

32
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

Se insiste, la autoridad responsable ponderó las


manifestaciones de la progenitora en el sentido de que es
con quien cohabitan los infantes, también expresó que
existía un acuerdo entre los padres relativo a la guarda y
custodia por una semana con cada progenitor, pero esa
circunstancia generaba inestabilidad emocional en los
infantes, además precisó que sufragaba los gastos de
aquellos, esas afirmaciones fueron las que dieron pauta
para que el juzgador adoptara una decisión judicial y
determinó que el escenario menos perjudicial para los
menores era quedar bajo el resguardo de la madre.

Cabe decir, sin duda alguna que la guarda y cuidado


de los hijos es uno de los objetos más comprometidos de
la decisión judicial que impone la organización futura de
cualquier familia a partir de la situación creada por la
ruptura definitiva de la convivencia conyugal entre sus
progenitores.

Es por ello que el juzgador al adoptar su decisión


sobre la medida debatida debe atender a los elementos
personales, familiares, materiales, sociales y culturales
que concurren en una familia determinada, buscando lo
que se entiende mejor para los hijos, para su desarrollo
integral, su personalidad, su formación psíquica, física,
tendiendo presentes los elementos individualizados como
criterios orientadores, sopesando las necesidades de
atención, de cariño, de alimentación, de educación, ayuda
escolar, de desahogo material, de sosiego, clima de

33
equilibro para su desarrollo, las pautas de conducta de su
entorno y sus progenitores, el buen ambiente social y
familiar que pueden ofrecerles, sus afectos y relaciones
con ellos en especial si existe un rechazo o una especial
identificación, su edad y capacidad de autoabastecerse,
entre muchos otros elementos que se presenten en cada
caso concreto.

Esa es la exigencia que subyace del interés superior


del menor, por lo que en aras de ese interés, el juez de
origen valoró las circunstancias que concurren en la madre
hasta ese momento y determinó que el ambiente más
propicio para el desarrollo integral de la personalidad de
los menores es con aquélla; pues no existían elementos
que evidenciaran que les resulte perjudicial.

Es aplicable la jurisprudencia 1a./J. 52/2014 (10a.),


visible a página doscientos quince, del Libro 7, junio de
dos mil catorce, Tomo I, de la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, bajo consulta rápida bajo el
registro 2006790 que indica:

“GUARDA Y CUSTODIA DE LOS MENORES DE


EDAD. EL ARTÍCULO 4.228, FRACCIÓN II, INCISO A),
DEL CÓDIGO CIVIL DEL ESTADO DE MÉXICO,
INTERPRETADO A LA LUZ DEL INTERÉS SUPERIOR
DE LOS MENORES Y DEL PRINCIPIO DE IGUALDAD
PREVISTOS EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, ES
CONSTITUCIONAL. El artículo 4.228 del Código Civil del
Estado de México, establece que: "Cuando sólo uno de los
que ejercen la patria potestad deba hacerse cargo
provisional o definitivamente de la guarda y custodia de un
menor, se aplicarán las siguientes disposiciones: I. Los
34
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

que ejerzan la patria potestad convendrán quién de ellos


se hará cargo de la guarda y custodia del menor. II. Si no
llegan a ningún acuerdo: a) Los menores de diez años
quedarán al cuidado de la madre, salvo que sea perjudicial
para el menor.". A juicio de la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, esta porción normativa
resulta constitucional, siempre y cuando se interprete a la
luz del interés superior de los menores y del principio de
igualdad. En primer término, es necesario señalar que al
momento de decidir la forma de atribución a los
progenitores de la guarda y custodia, hay que tener en
cuenta que la regulación de cuantos deberes y facultades
configuran la patria potestad, siempre está pensada y
orientada en beneficio de los hijos, finalidad que es común
para el conjunto de las relaciones paterno-filiales y, cabría
agregar, este criterio proteccionista debe reflejarse
también en las medidas judiciales que han de adoptarse
en relación con el cuidado y educación de los hijos. En
esta lógica, el legislador puede optar por otorgar
preferencia a la madre en el momento de atribuir la guarda
y custodia de un menor; sin embargo, este tipo de normas
no deben ser interpretadas en clave de un estereotipo en
el que la mujer resulta, per se, la persona más preparada
para tal tarea. Es innegable que en los primeros meses y
años de vida, las previsiones de la naturaleza conllevan
una identificación total del hijo con la madre. Y no sólo nos
referimos a las necesidades biológicas del menor en
cuanto a la alimentación a través de la leche materna,
sino, y como lo han desarrollado diversos especialistas en
la materia a nivel internacional, el protagonismo de las
madres en la conformación de la personalidad de sus hijos
durante la primera etapa de su vida resulta determinante
en el desarrollo de su conducta hacia el futuro. En esta
lógica, la determinación de la guarda y custodia a favor de
la mujer está basada en la preservación del interés
superior del menor, el cual, como ya señalamos, resulta el
criterio proteccionista al que se debe acudir. Esta idea,
además, responde a un compromiso internacional del
Estado mexicano contenido en el artículo 16 del Protocolo
Adicional a la Convención Americana de Derechos
Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales. Ahora bien, como también señalan los
expertos, pasado cierto periodo de tiempo, se opera un
35
progresivo proceso de individuación del niño a través de la
necesaria e insustituible presencia de ambos progenitores.
El menor necesita tanto de su madre como de su padre,
aunque de modo diferente, en función de la edad; ambos
progenitores deben hacer posible y propiciar la presencia
efectiva de esas funciones simbólicas en el proceso de
maduración personal de los hijos”.

Así las cosas, fue correcto lo decidido por el juez de


origen por lo que ve a que la guarda y custodia de los
menores debía quedar a cargo de la madre, en atención al
interés superior y en beneficio de éstos y no solamente
porque se trata de la madre bilógica como lo pretende ver
el inconforme, además por la edad de los menores –tres y
siete años- debían quedar a cargo de la progenitora de
conformidad con el numeral 2122 del Código Civil para la
entidad.

En otro aspecto, no se desatiende la circunstancia


de que constituye un derecho fundamental de los menores
el participar en los procedimientos jurisdiccionales que
afecten su esfera jurídica, esa inclusión de su opinión
denominado principio de participación democrática de los
menores y constituye un elemento fundamental para la
toma de las decisiones que involucran sus derechos,
siempre sobre el eje rector de su interés superior; sin
embargo, como ya se dijo en líneas precedentes, la
opinión de los infantes involucrados en este asunto será
escuchada durante la fase expositiva del proceso, dado el
carácter precautorio y urgente conforme a los elementos
2 Artículo 212. Si hubiere hijos menores de edad, serán puestos al cuidado de la
persona que de común acuerdo los cónyuges hubieren designado. En defecto de ese
acuerdo, el juez resolverá provisionalmente, debiendo en todo caso quedar al
cuidado de la madre los hijos menores de 12 años.

36
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

expuestos en la demanda lo más benéfico para ellos era


que quedaran bajo el cuidado de la madre, porque de
escucharlos antes del dictado de la determinación se
desnaturalizaría la medida precautoria, en la cual se debe
actuar de manera urgente, sin perjuicio que al resolver
sobre la definitiva se escuche a los menores

Lo precedente no significa que los menores no


tengan participación en el proceso donde es objeto de
litigio lo relativo a su guarda y custodia, pues con la
información proporcionada por el padre al contestar la
demanda la responsable estimó necesario escuchar la
opinión y sentir de los menores, por lo que ordenó su
citación con la asistencia de una profesionista en
psicología (foja 107 del anexo probatorio).

El razonamiento anterior encuentra sustento en


jurisprudencia 1a./J. 13/2015 (10a.) de la Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible a página
trecientos ochenta y dos, Libro 18, mayo de dos mil
quince, Tomo I, de la Décima Época de la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, bajo consulta el
registro 2006057, que indica:

“INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. EL DERECHO


DE LOS MENORES A PARTICIPAR EN LOS
PROCEDIMIENTOS JURISDICCIONALES QUE
AFECTEN SU ESFERA JURÍDICA NO PUEDE ESTAR
PREDETERMINADO POR UNA REGLA FIJA EN
RAZÓN DE SU EDAD. De conformidad con el artículo 12
de la Convención sobre los Derechos del Niño, los
menores de edad tienen derecho de expresar libremente
37
su opinión en todos los asuntos que los afectan. Ahora
bien, su participación en un procedimiento jurisdiccional
no puede estar predeterminada por una regla fija en razón
de su edad, ni aun cuando esté prevista en ley.
Atendiendo al principio de autonomía progresiva, la edad
biológica no guarda necesaria correlación con la madurez
y la posibilidad de formarse un juicio o criterio propio. De
ahí que no puede partirse de parámetros cronológicos
específicos para establecer una generalización de cuándo
los menores de edad deben participar en procedimientos
jurisdiccionales, pues es el juzgador quien deberá tomar
en consideración las condiciones específicas del niño o
niña, así como su interés superior, para acordar su
intervención, siempre con una actitud orientada a
favorecer la eficacia de su derecho de participación”.

En otra parte de sus motivos de inconformidad


sostiene el sedicente agraviado que la determinación
adoptada por la responsable es privativa de los derechos
de sus menos hijos de estar bajo su custodia y de él, la
posibilidad de ejercerla, habida cuenta que comparte con
la actora la custodia de los infantes.

En consecuencia, el motivo de disenso es


infundado, en la medida de que la guarda y custodia
provisional concedida a favor de la madre de los menores,
no es un acto privativo sino una medida precautoria,
accesoria y sumaria, cuyo efecto provisional queda sujeto
a las resultas del procedimiento jurisdiccional en la que se
dictó, donde el aquí quejoso * es parte material y podrá
aportar los elementos probatorios que considere
convenientes para modificar o revocar la medida
adoptada, pues en atención a las necesidades y las
circunstancias expuestas ante el juez estimó que lo más
conveniente para ellos es que quedaran bajo la custodia y
38
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

guarda de la madre, de ahí que se justifica la separación


de los menores de su progenitor.

Es decir, la autoridad judicial consideró que al


tratarse de una medida provisional, que se encuentra a
expensas de que se resuelva en definitiva, no era
adecuado para los infantes, el cambio constante del
entorno (una semana con cada uno de sus progenitores),
pues podría ocasionarles desequilibrio emocional; por lo
que determinó, que por el momento los menores
permanezcan con la madre con la que actualmente
cohabitan, sin que a esa data existan indicios de que tal
determinación sea nociva para los infantes.

Además, asegura el inconforme que el juez primario


omitió ordenar y recabar de manera oficiosa elementos de
convicción que le permitieran evaluar y ponderar con
objetividad cual es al ambiente más propicio y menos
perjudicial para los menores, previo al otorgamiento
provisional de la guarda y custodia de los infantes.

Es verdad que en los asuntos donde se resuelve


respecto de la guarda y custodia de los menores es
obligación del juez natural recabar de manera oficiosa los
medios probatorios encaminados a obtener mayores
elementos para conocer y decidir jurídica y objetivamente
lo más benéfico para el menor o menores hijos de las
partes contendientes, pues evidentemente existirá una
repercusión en la salud mental y física de los infantes; ello
es previo a la emisión de la decisión final, es decir, la
39
facultad de recabar pruebas de oficio es durante el
proceso, lo que en la especie se ha cumplido ya que por
actuación de cuatro de marzo de dos mil dieciséis (fojas
106 y 107), el juez de génesis ordenó de manera oficiosa
la valoración psicológica, socioeconómica y la
comparecencia de los infantes involucrados con asistencia
de la especialista; de ahí que resulte infundado el motivo
de reproche.

No pasa inadvertido para este juzgado la


manifestación del inconforme cuando refiere que expuso
ante la responsable que la tercera interesada ejercía actos
de violencia física, verbal y psicológica sobre el menor**;
empero, esa versión será valorada por la autoridad
responsable en actuaciones posteriores a la reclamada,
ya que esos hechos eran desconocidos cuando resolvió
procedente otorgar la guarda y custodia provisional de los
menores a favor de la progenitora.

Es menester recordar que el presente sumario se


analiza en suplencia de la deficiencia de la queja,
conforme a lo dispuesto por la fracción II del artículo 79 de
la Ley de Amparo, debido a que en el mismo tienen el
carácter de quejosos dos menores de edad.

Por las razones que la integran, resulta aplicable la


tesis jurisprudencial VI.2o.C. J/17 (10a.), sustentada por el
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto
Circuito, visible en la página dos mil ciento veintinueve del
Libro 29, abril de dos mil dieciséis, del Tomo III, de la

40
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

Décima Época de la Gaceta del Semanario Judicial de la


Federación, con número de registro 2011450;

“SUPLENCIA DE AGRAVIOS EN ASUNTOS QUE


AFECTEN AL INTERÉS FAMILIAR, ENTRE ELLOS,
LOS QUE ASISTEN A MENORES. CON MOTIVO DE
ESTA INSTITUCIÓN JURÍDICA EL TRIBUNAL DE
ALZADA NO PUEDE OMITIR SU ANÁLISIS POR
ESTIMARLOS INOPERANTES, INSUFICIENTES O
INATENDIBLES, PORQUE ESTÁ OBLIGADO A
SUPLIRLOS EN SU DEFICIENCIA O, INCLUSO, ANTE
SU AUSENCIA TOTAL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO
DE PUEBLA). En los asuntos en que se involucren
derechos que puedan afectar al interés de la familia, entre
ellos, los que asisten a los menores, en términos de los
artículos 509, fracción I, del Código de Procedimientos
Civiles para el Estado de Puebla abrogado, de similar
contenido al 398, fracción I, del vigente, el tribunal de
alzada debe suplir la falta de agravios o las deficiencias
de los que se hubieren expresado, a fin de salvaguardar el
interés superior que corresponde a los titulares de esos
derechos, atento a lo cual, resulta incorrecto que los
desestime por inoperantes, insuficientes, o inatendibles,
cuando cualquiera de esas connotaciones tiene por origen
un error en el planteamiento o estructura del argumento
relativo, pues la indicada institución tiene por objeto, en un
primer plano, corregir o perfeccionar los planteamientos
esbozados para impugnar una determinada resolución
jurisdiccional y, desde otra perspectiva, hacer valer todos
aquellos motivos de inconformidad que, de manera
eficiente, conduzcan legalmente a la emisión de un fallo
en que se salvaguarden los derechos de los sujetos a
favor de los cuales se suple la omisión advertida. Por
tanto, la autoridad jurisdiccional de segunda instancia
debe analizar la legalidad del fallo alzado para concluir en
lo fundado o infundado de la pretensión impugnatoria del
recurrente, sin que le esté permitido omitir la ponderación
de los agravios del inconforme sobre la base de su
inoperancia, insuficiencia o inatendibilidad, precisamente,
porque le asiste la obligación de suplirlos en su deficiencia
o, incluso, ante su ausencia total.”

41
Asimismo, se cita la jurisprudencia 1ª./J.191/2005
sustentada por la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, visible en la página ciento sesenta y
siete del Tomo XXIII, mayo de dos mil seis, de la Novena
Época del Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, con registro electrónico 175053, que dice:

“MENORES DE EDAD O INCAPACES. PROCEDE


LA SUPLENCIA DE LA QUEJA, EN TODA SU
AMPLITUD, SIN QUE OBSTE LA NATURALEZA DE
LOS DERECHOS CUESTIONADOS NI EL CARÁCTER
DEL PROMOVENTE. La suplencia de la queja es una
institución cuya observancia deben respetar los Jueces y
Magistrados Federales; suplencia que debe ser total, es
decir, no se limita a una sola instancia, ni a conceptos de
violación y agravios, pues el alcance de la misma
comprende desde el escrito inicial de demanda de
garantías, hasta el periodo de ejecución de la sentencia en
caso de concederse el amparo. Dicha suplencia opera
invariablemente cuando esté de por medio, directa o
indirectamente, la afectación de la esfera jurídica de un
menor de edad o de un incapaz, sin que para ello sea
determinante la naturaleza de los derechos familiares que
estén en controversia o el carácter de quien o quiénes
promuevan el juicio de amparo o, en su caso, el recurso
de revisión, ello atendiendo a la circunstancia de que el
interés jurídico en las controversias susceptibles de afectar
a la familia y en especial a menores e incapaces, no
corresponde exclusivamente a los padres, sino a la
sociedad, quien tiene interés en que la situación de los
hijos quede definida para asegurar la protección del
interés superior del menor de edad o del incapaz. Se
afirma lo anterior, considerando la teleología de las
normas referidas a la suplencia de la queja, a los criterios
emitidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
así como a los compromisos internacionales suscritos por
el Estado mexicano, que buscan proteger en toda su
amplitud los intereses de menores de edad e incapaces,
aplicando siempre en su beneficio la suplencia de la
deficiencia de la queja, la que debe operar desde la
demanda (el escrito) hasta la ejecución de sentencia,
42
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

incluyendo omisiones en la demanda, insuficiencia de


conceptos de violación y de agravios, recabación oficiosa
de pruebas, esto es, en todos los actos que integran el
desarrollo del juicio, para con ello lograr el bienestar del
menor de edad o del incapaz.”

Una vez precisado lo anterior, es necesrio tener


presente lo que dispone la normatividad aplicable:

CÓDIGO CIVIL PARA EL ESTADO DE COLIMA3


CAPITULO X
Del divorcio
ART. 282.- Al admitirse la demanda de divorcio, o antes si
hubiere urgencia, se dictarán provisionalmente y sólo
mientras dure el juicio, las disposiciones siguientes:
I.- (DEROGADA, P.O. 14 DE JUNIO DE 1975);
II.- Proceder a la separación de los cónyuges de
conformidad con el Código de Procedimientos Civiles;
III.- Señalar y asegurar los alimentos que debe dar el
deudor alimentario al cónyuge acreedor y a los hijos;
IV.- Las que se estimen convenientes para que los
cónyuges no se puedan causar perjuicios en sus
respectivos bienes, y en los de la Sociedad conyugal, en
su caso;
V.- Dictar, en su caso, las medidas precautorias que la ley
establece respecto a la mujer que quede encinta;
VI.- Poner a los hijos al cuidado de la persona que de
común acuerdo hubieran designado los cónyuges,
pudiendo ser uno de éstos. En defecto de ese acuerdo, el
juez resolverá lo conducente, tomando en cuenta las
circunstancias especificas, posibilidades y capacidades del
padre, la madre o de la persona que conforme al interés
superior de los hijos sea más conveniente para éstos, con
la obligación del que tiene la custodia de permitir la
convivencia con el otro progenitor o progenitores, si es el
caso. Salvo que exista peligro para el normal desarrollo de
3 No pasa inadvertido que el expediente del que deriva el presente sumario no es un
juicio de divorcio o pérdida de la patria potsetada; sin embargo, de la interpretación
sistemática del ordenamiento de mérito se desprende que por analogía las
disposiciones señaladas resultan aplicables al caso en estudio.
43
los hijos, los menores de doce años deberán quedar
provisionalmente al cuidado de la madre.
VII.- Imponer la prohibición de ir a un domicilio o lugar para
alguno de los cónyuges, así como las medidas necesarias
para evitar actos de violencia intrafamiliar.
ART. 283.- Durante el procedimiento el juez, de oficio o a
petición de parte interesada, dictará las medidas de
seguridad, seguimiento y terapias necesarias para evitar y
corregir conductas de violencia intrafamiliar, debiéndose
allegar los elementos necesarios para ello. En todo caso
estará obligado a escuchar a ambos progenitores y a los
hijos mayores de 14 años. Salvo que exista peligro para el
menor, el juez hará respetar el derecho de convivencia
con los padres. Las medidas podrán ser suspendidas o
modificadas en los términos del artículo 94 del Código de
Procedimientos Civiles vigente en el Estado.
La sentencia de divorcio fijará en definitiva la situación de
los hijos, para lo cual el juez deberá resolver todo lo
relativo a los derechos y obligaciones inherentes a la
patria potestad, su pérdida, suspensión o limitación, según
el caso y en especial, a la guarda y cuidado de los hijos.
TITULO OCTAVO
De la patria potestad
CAPITULO I
De los efectos de la patria potestad respecto de la
persona de los hijos
ART. 416.- En caso de separación de quienes ejercen la
patria potestad, ambos deberán continuar con el
cumplimiento de sus deberes y podrán convenir los
términos de su ejercicio, particularmente en lo relativo a la
guarda y cuidado de los menores. En caso de desacuerdo,
el juez de lo familiar resolverá lo conducente oyendo al
Ministerio Público, sin perjuicio de lo previsto por el
artículo 94, del Código de Procedimientos Civiles para el
Estado de Colima.
En caso de desacuerdo, el Juez de lo Familiar, con base al
interés superior del menor resolverá lo conducente oyendo
a los menores y al Ministerio Público, sin perjuicio de lo
previsto en el artículo 94 del Código de Procedimientos
Civiles para el Estado de Colima y con base en el
resultado de las pruebas periciales que oficiosamente
44
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

habrán de practicárseles a ambos en materia de trabajo


social y de psicología familiar, así como cualquiera otra
probanza que le alleguen las partes y las que estime
pertinente para resolver lo más favorable a los menores.
En este supuesto, con base en el interés superior del
menor, éste quedará bajo los cuidados y atenciones de
uno de ellos. El otro estará obligado a colaborar en su
alimentación y conservará los derechos de vigilancia y de
convivencia con el o los menores, conforme a las
modalidades previstas en el convenio o resolución judicial.
ART. 416 BIS.- A efecto de que el menor sea
adecuadamente escuchado independientemente de su
edad, deberá contar con un Asistente de Menores,
designado para tal efecto por el Juez que conozca del
asunto, pudiendo auxiliarse en los Sistemas para el
Desarrollo Integral de la Familia, Estatal o Municipales.
Dicho asistente deberá ser un profesional en psicología,
que asista al menor para facilitar su comunicación libre y
espontánea, valorar su aptitud para comprender los
hechos, y darle protección psico-emocional en las
sesiones donde éste sea oído por el Juez en privado, sin
la presencia de los progenitores.
ART. 417.- Los que ejercen la patria potestad, aún cuando
no tengan el cuidado del menor, tienen el derecho de
convivencia con sus descendientes, salvo que exista
peligro para éstos. En caso de oposición, el juez de lo
familiar resolverá lo conducente.
Sólo por mandato judicial podrá limitarse, suspenderse o
perderse el derecho de convivencia a que se refiere el
párrafo anterior, así como en los casos de suspensión o
pérdida de la patria potestad, conforme a las modalidades
que para su ejercicio se establezca en el convenio o
resolución judicial, respectivamente.
En cualquier momento en que se presente alienación
parental por parte de alguno de los progenitores hacia los
hijos, el Juez, de oficio ordenará las medidas terapéuticas
necesarias para los menores hijos, con la finalidad de
restablecer la sana convivencia con ambos progenitores;
teniendo éstos la obligación de colaborar en el
cumplimiento de las medidas que al efecto se ordenen.
Con motivo de lo dispuesto en (sic) párrafo anterior, en
45
caso de incumplimiento a las medidas dictadas por el
Juez, éste podrá hacer uso de las medidas de apremio
que establezca el Código de Procedimientos Civiles del
Estado, con la facultad en caso de ser necesario, de
decretar la suspensión de la custodia o convivencia
previamente establecidas.
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL
ESTADO DE COLIMA

CAPITULO III
Separación de personas como acto prejudicial
ART. 212.- Si hubiere hijos menores de edad, serán
puestos al cuidado de la persona que de común acuerdo
los cónyuges hubieren designado. En defecto de ese
acuerdo, el juez resolverá provisionalmente, debiendo en
todo caso quedar al cuidado de la madre los hijos menores
de 12 años.
Cualquier reclamación sobre el cuidado de los hijos, se
substanciará en los términos del Título Décimo Sexto,
Capítulo Único, de este Código.
TITULO DECIMOSEXTO
De las controversias del orden familiar
CAPITULO UNICO
ART. 939.- Todos los problemas inherentes a la familia se
consideran de orden público e interés social, por constituir
aquella la base de la integración de la sociedad.
CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO

“Artículo 9.
1. Los Estados Partes velarán porque el niño no sea
separado de sus padres contra la voluntad de éstos,
excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las
autoridades competentes determinen, de conformidad con
la ley y los procedimientos aplicables, que tal separación
es necesaria en el interés superior del niño. Tal
determinación puede ser necesaria en casos particulares,
por ejemplo, en los casos en que el niño sea objeto de
maltrato o descuido por parte de sus padres o cuando
éstos viven separados y debe adoptarse una decisión
acerca del lugar de residencia del niño.
46
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

2. En cualquier procedimiento entablado de conformidad


con el párrafo 1 del presente artículo, se ofrecerá a todas
las partes interesadas la oportunidad de participar en él y
de dar a conocer sus opiniones.
3. Los Estados Partes respetarán el derecho del niño que
esté separado de uno o de ambos padres a mantener
relaciones personales y contacto directo con ambos
padres de modo regular, salvo si ello es contrario al interés
superior del niño.
4. Cuando esa separación sea resultado de una medida
adoptada por un Estado Parte, como la detención, el
encarcelamiento, el exilio, la deportación o la muerte
(incluido el fallecimiento debido a cualquier causa mientras
la persona esté bajo la custodia del Estado) de uno de los
padres del niño, o de ambos, o del niño, el Estado Parte
proporcionará, cuando se le pida, a los padres, al niño o, si
procede, a otro familiar, información básica acerca del
paradero del familiar o familiares ausentes, a no ser que
ello resultase perjudicial para el bienestar del niño. Los
Estados Partes se cerciorarán, además, de que la
presentación de tal petición no entrañe por sí misma
consecuencias desfavorables para la persona o personas
interesadas”.

Así pues, las visitas y convivencias entre padres e


hijos están catalogadas como un derecho fundamental
contemplado en el artículo 9.3 de la Convención sobre los
Derechos del Niño e implícitamente en el artículo 4°
Constitucional4, por lo que se consideran de orden público
y de interés social.

4 “Artículo 4°. El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la
organización y el desarrollo de la familia.
Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada
sobre el número y el espaciamiento de sus hijos.
Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El
Estado lo garantizará.
Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y
modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de
la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme
a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución.
Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y
bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro
ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo
47
En aras de tutelar ese supremo derecho que tienen
los niños a ser amados y respetados sin condición alguna,
por regla general, sus progenitores deben ejercer tanto la
guarda y custodia, así como el derecho de visita y
convivencia en un ambiente de comprensión y respeto
para con sus hijos, procurando, en todo momento, su
pleno desarrollo físico y mental.

Concatenadamente, las autoridades administrativas o


judiciales se encuentran obligadas a que los menores
puedan gozar de ese máximo principio de convivir con
ambos padres y las familias de éstos, para lo cual deben
tomar las medidas necesarias a fin de proteger el interés
superior del niño; sin embargo, ese derecho se verá
limitado en aquellos casos cuando se justifique que la
dispuesto por la ley.
Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para
consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El
Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades
para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo
la participación de la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como
la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines.
Toda persona tiene derecho a la identidad y a ser registrado de manera inmediata a
su nacimiento. El Estado garantizará el cumplimiento de estos derechos. La autoridad
competente expedirá gratuitamente la primera copia certificada del acta de registro
de nacimiento.
Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La Ley
establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo.
En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio
del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus derechos. Los
niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de
alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral. Este
principio deberá guiar el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas
públicas dirigidas a la niñez.
Los ascendientes, tutores y custodios tienen la obligación de preservar y exigir el
cumplimiento de estos derechos y principios.
El Estado otorgará facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento
de los derechos de la niñez.
Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y
servicios que presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos
culturales. El Estado promoverá los medios para la difusión y desarrollo de la cultura,
atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones con
pleno respeto a la libertad creativa. La ley establecerá los mecanismos para el
acceso y participación a cualquier manifestación cultural.
Toda persona tiene derecho a la cultura física y a la práctica del deporte.
Corresponde al Estado su promoción, fomento y estímulo conforme a las leyes en la
materia”.
48
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

convivencia resulta más perjudicial que benéfica para el


menor.

Apoya la consideración anterior, en lo que interesa, la


tesis 1a. CCCLXVIII/2014 (10a.) de la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en la
página seiscientos del Tomo I del Libro once, octubre de
dos mil catorce, de la Décima Época de la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, con registro
electrónico 2007795, que dice:

“DERECHO DE VISITAS Y CONVIVENCIAS. ES UN


DERECHO FUNDAMENTAL DE LOS MENORES DE
EDAD. El derecho a las visitas y convivencias de los
padres con los hijos menores es un derecho fundamental
de éstos que se encuentra contemplado en el artículo 9.3
de la Convención sobre los Derechos del Niño e
implícitamente en el artículo 4o. constitucional, toda vez
que está vinculado directamente con el interés superior del
menor, principio que sí está contemplado expresamente
en el citado precepto constitucional. En este sentido, es
evidente que cuando haya separación del menor de
alguno de los padres, como ocurre en los casos en los que
sólo uno de ellos detenta su guarda y custodia, debe
prevalecer el interés superior del niño, lo que significa que
se tomen las medidas necesarias que le permitan un
adecuado y sano desarrollo emocional, lo cual sólo puede
lograrse si se mantienen los lazos afectivos con el padre
no custodio”. Lo resaltado es propio.

Ahora bien, en suplencia de la deficiencia de la queja


este órgano jurisdiccional advierte que en la resolución de
veinticinco de agosto de dos mil quince, que concedió de
plano la guarda y custodia de los menores a la tercera
interesada * la responsable no estableció un régimen
provisional de convivencia entre aquéllos y su padre**,
49
esto es, el juez de origen no precisó las circunstancias de
tiempo, modo y lugar, bajo las cuales los niños convivirán
con el quejoso en tanto se resuelva en definitiva sobre su
guarda y custodia.

Cabe señalar que con el derecho de convivencia se


busca encontrar la mejor forma de sustituir las relaciones
afectivas de amor y respeto que deben darse naturalmente
en una relación familiar, en la especie, entre el padre y sus
menores hijos, quienes de acuerdo a su edad, son seres
humanos en formación, altamente vulnerables y, por ello,
las instituciones tienen la obligación de buscar y otorgar
una protección excepcional apoyada en su interés
superior.

En otras palabras, los menores son seres humanos


vulnerables que están en pleno desarrollo físico, psíquico
y emocional; por ello, requieren de la compañía,
comprensión, supervisión, vigilancia, cariño y consejo de
sus padres para reafirmar su identidad y poder orientar su
vida.

Por tanto, toda vez que al resolver sobre la guarda y


custodia de los menores, la responsable fue omisa en
establecer un programa de visitas o convivencias con su
padre **, resulta inconcuso que la resolución combatida no
cumple con el propósito de asegurar, de la mejor manera,
el ejercicio pleno del derecho humano de los infantes para
convivir con su progenitor.

50
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

Bajo ese tenor, procede conceder la protección


constitucional para que la responsable fije un régimen
de convivencias entre los infantes y su padre, con la
finalidad de que los menores estén en aptitud de
relacionarse con *.

Tiene aplicación en lo que interesa y por identidad de


razón, la tesis VII.1o.C.8 C (10a.) del Primer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito, publicada
en la página mil seiscientos veintisiete del Tomo tres del
Libro XXIII, agosto de dos mil trece, de la Décima Época
del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, con
registro electrónico 2004198, que dice:

“DEPÓSITO JUDICIAL DE UN MENOR A FAVOR


DE UNO DE SUS PROGENITORES. SU DECRETO
OBLIGA AL JUEZ DE INSTANCIA A ESTABLECER EL
RÉGIMEN DE VISITAS RESPECTIVO, EN ATENCIÓN
AL INTERÉS SUPERIOR DE AQUÉL. De conformidad
con los artículos 3 de la Convención sobre los Derechos
del Niño, adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, el veinte de noviembre de mil
novecientos ochenta y nueve; 4o. de la Constitución
Federal; y 24 de la Ley para la Protección de los Derechos
de Niñas, Niños y Adolescentes, en todas las medidas que
tomen las instituciones públicas y privadas de bienestar
social, concernientes a los niños y niñas, los tribunales, las
autoridades administrativas o los órganos legislativos,
considerarán primordialmente que se atienda al interés
superior de éstos. En ese sentido, el derecho de
convivencia entre padres e hijos incide de manera directa
en los valores esenciales de la familia y constituye un
aspecto relevante en la integración de su concepto, por lo
que son los menores los que tienen derecho de convivir
con sus padres y no sólo éstos de convivir con ellos; en
esa medida, ante la existencia de un depósito judicial de
un menor de edad, se debe poner especial atención en la
51
preservación de los derechos de convivencia, pues si bien,
con el referido depósito se pretende salvaguardar su
integridad, lo cierto es que esa situación no se contrapone
con establecer un régimen de convivencia durante el lapso
que dure dicha medida, en el que el juzgador puede
servirse de las instituciones públicas establecidas, a fin de
que las visitas se realicen en un ambiente supervisado y
seguro, en el que se preserven en todo momento la
integridad y salvaguarda de aquél; e incluso, puede hacer
uso de cualquier medio legal para que se lleve a cabo”. Lo
destacado es nuestro.

En las apuntadas condiciones, ante lo fundado del


concepto de violación analizado en suplencia de la
deficiencia de la queja, se reitera que procede conceder
el amparo y la protección de la Justicia Federal
solicitados, para los efectos que se indican en el siguiente
apartado.

SÉPTIMO. Precisión de los efectos para los que


se concede el amparo. El artículo 77, fracción II, de la
Ley de Amparo establece que cuando el acto reclamado
es de carácter negativo u omisivo, la sentencia concesoria
tendrá por objeto obligar a la autoridad a respetar el
derecho fundamental transgredido y hacer que cumpla con
lo que éste exige.

Bajo esa idea, el Juez Primero Mixto Civil y


Familiar del Primer Partido Judicial con sede en
Colima, en la ciudad del mismo nombre, deberá:

1. En aras de privilegiar el interés superior de los niños,


fijar un régimen provisional de convivencias entre

52
JUICIO DE AMPARO 357/2016-II-LJ

el quejoso **y su hijos, en tanto se resuelve en


definitiva el juicio de origen.

Lo anterior sin perjuicio de que el juez responsable


tome las medidas que estime necesarias para que,
conforme al interés superior de los infantes, se tenga la
certeza de que esas convivencias no los afectarán física,
emocional o psicológicamente.

Por lo expuesto y fundado en los artículos 103,


fracción I y 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, con apoyo adicional en los dispositivos
74, 75, 76, 77, 107 fracción V, 124 y 217 de la Ley de
Amparo, se resuelve:

PRIMERO. La Justicia de la Unión no ampara ni


protege en el juicio de amparo indirecto 357/2016-II-LJ a
**, por su propio derecho y en representación de sus
menores hijos, contra el acto y autoridad indicados en el
inciso b) del considerativo segundo, por los razonamientos
expuestos en el considerando sexto de esta sentencia.

SEGUNDO La Justicia de la Unión ampara y


protege en el juicio de amparo indirecto 357/2016-II-LJ a
**, por su propio derecho y en representación de sus
menores hijos, contra el acto y autoridad indicados en el
inciso a) del considerativo segundo, por los razonamientos
expuestos en el apartado sexto de esta sentencia y para
los efectos precisados en la última parte de la misma.

53
Cúmplase.

Así lo resolvió y firma el licenciado Jesús Moisés


Gutiérrez Quiroz, Secretario en funciones de Juez Quinto
de Distrito del Centro Auxiliar de la Quinta Región, con
residencia en Culiacán Rosales, Sinaloa, en términos de
los artículos 43, párrafo segundo, en relación con el
diverso 81, fracción XXII de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación, designado mediante oficio
SEPLE./GEN./003/4362/2016, en sesión celebrada el
ocho de junio de dos mil dieciséis, por el Pleno del
Consejo de la Judicatura Federal, hoy diecisiete de junio
de dos mil dieciséis, fecha en que lo permitieron las
labores del juzgado, ante el licenciado Alejandro Haro
Reyes, secretario adscrito a este juzgado, quien autoriza
y da fe. Doy fe.

271-16-III.357-16-
GuardaCustodiaProvisionalColima.AN.AlimentosRegimenConvivenciaNoRigeGarantiaAudiencia(17-06-
2016)

El licenciado Alejandro Haro Reyes, secretario del Juzgado Quinto de


Distrito del Centro Auxiliar de la Quinta Región con residencia en Culiacán
Rosales, Sinaloa, con apoyo en lo dispuesto por el artículo 61 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de
Amparo; --------------------------------------------------------------------------------------------
------------------------------------- C E R T I F I C A -------------------------------------------
------------------- Que el presente testimonio constante de veintisiete fojas
útiles, es fiel reproducción de la sentencia dictada dentro del juicio de amparo
número 357/2016-II-L-J, que se tuvo a la vista y que fue firmada en original
por el secretario en funciones de juez y el suscrito secretario, lo que se hace
constar el diecisiete de junio de dos mil dieciséis, para los efectos legales a
que haya lugar. Doy fe.

54
El licenciado(a) Elvira Navarro Muñiz, hago constar y certifico que en
términos de lo previsto en los artículos 8, 13, 14, 18 y demás conducentes en lo
relativo de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada
legalmente como reservada o confidencial que encuadra en el ordenamiento
mencionado. Conste.

55

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