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Unidad 1
Introducción al Derecho del Trabajo
Sesión 2
Fuentes y legislación del Derecho del
Trabajo en México
Texto de apoyo
Módulo 10. Relaciones individuales de trabajo
Unidad 1. Introducción al Derecho del Trabajo
Sesión 2. Fuentes y legislación del Derecho del Trabajo en México
Texto de apoyo
Índice
Presentación.......................................................................................................................................... 2
Fuentes del Derecho del Trabajo ........................................................................................................... 3
El artículo 123 constitucional y sus apartados ....................................................................................... 5
Apartados A y B ................................................................................................................................. 7
Leyes que regulan el trabajo en México ................................................................................................. 8
Autoridades del trabajo .......................................................................................................................... 9
Funciones administrativas y jurisdiccionales ...................................................................................... 9
Cierre................................................................................................................................................... 11
Fuentes de consulta ............................................................................................................................ 11
Presentación
En esta sesión analizarás las fuentes del Derecho Laboral, además de los antecedentes históricos del
artículo 123 y su importancia en materia jurídica. Dicho artículo reconoce todos y cada uno de los
derechos laborales en nuestro país, mientras que el artículo 5 establece el derecho al trabajo como
uno de los derechos humanos fundamentales.
Asimismo, y como parte del análisis sobre la aplicación de la norma laboral, identificarás las
autoridades que la regulan administrativa y jurisdiccionalmente, con base en el artículo 523 de la Ley
Federal del Trabajo (LFT).
Como en módulos anteriores se ha hecho referencia, las fuentes del derecho constituyen los orígenes
de los que emanan los derechos y las obligaciones jurídicas de las personas, que en el campo laboral
se encuentran contenidos en el artículo 17 de la Ley Federal del Trabajo, el cual a la letra establece:
A falta de disposición expresa en la Constitución, en esa ley o en sus reglamentos, o en los tratados a
que se refiere el artículo 6º, se tomarán en consideración sus disposiciones que regulen casos
semejantes, los principios generales que deriven de dichos ordenamientos, los principios generales del
derecho, los principios generales de justicia social que derivan del artículo 123 de la Constitución, la
jurisprudencia, la costumbre y la equidad.
Conforme a la transcripción del artículo, se da cuenta de la disposición por aplicar en primer lugar las
normas más favorables al trabajador, sea cual fuere su jerarquía formal, o bien, en otros términos:
“toda disposición que favorezca al trabajador sobre cualquiera otra, independientemente de su
jerarquía, se aplicará de manera preferente” (Dávalos, 2017:387).
Las fuentes del Derecho Laboral pueden ser de origen formal o material. Mientras que las formales se
originan en las manifestaciones de la voluntad creadora del derecho, las fuentes materiales se generan
de la estructura de la autoridad creadora de la norma.
Los sindicatos son un ejemplo de autoridad creadora de la norma, que en este caso
se trata de un grupo social. No se encuentra en posibilidad de imponer en el
ordenamiento legislativo, pero aportan elementos para el conocimiento del derecho,
así como la aplicación de la norma.
La analogía: Es un método de investigación aplicable al derecho del que a partir de una norma
concreta, se deducen de ésta nuevas consecuencias, diferentes de las expresadas en la ley, lo
cual es distinto de la interpretación, pues esta última busca comprender el sentido de una norma
ya formulada.
La costumbre: Pueden ser trascendencia local o regional y que al incluirse en los convenios
colectivos se homologan con la ley.
El uso comporta un elemento objetivo; un hábito seguido y practicado durante largo tiempo en la
profesión y la región y, por otra parte, un elemento subjetivo (opinio necessitatis: la creencia de que es
hábito es imperativo). El uso, por su modo de obrar colectivo, constituye un elemento de la costumbre en
su fase embrionaria. Aunque no debe confundirse el uso con la costumbre. Porque si bien el uso es una
repetición continuada de actos de la misma clase, esto no es suficiente para que constituya una
costumbre, como fuente de derecho. Para que surja la costumbre jurídica, es necesario que la repetición
constante sea avalada por la persuasión de que la reiteración misma es absolutamente obligatoria, esto
es, que los demás puedan exigirla y no depende, por tanto, del mero arbitrio subjetivo (Pérez, 1983:85).
Suele referirse a su origen revolucionario, puesto que el mismo se encuentra ligado a la aspiración por
satisfacer las necesidades básicas de todos, aquellas sin las cuales no se puede dar cuenta de una
vida plena, para la cual se establece la disposición de un estándar mínimo de condiciones económicas
y sociales a los trabajadores, sirviendo de base además para el desarrollo progresivo social basado en
la producción capitalista-industrial.
La comisión del Congreso Constituyente, presidida por Francisco J. Mújica, rechazó energéticamente las
limitaciones al campo de aplicación del derecho del trabajo, evitando sutilezas en la interpretación por los
partidarios del derecho privado, quienes hasta esa fecha insistían en que tales relaciones no se
incluyeran en la Constitución. Afortunadamente no fue así, pues la expresión constitucional es
terminante: “Y de una manera general todo contrato de trabajo”. Con ello se dejaron a un lado las
suspicacias e interpretaciones tergiversadas de quienes intentaban desvirtuar el sentido auténtico que el
Constituyente quiso darle, que no fue el de crear un régimen de excepción, sino la inclusión en él de toda
la clase trabajadora (IIJ, 1998:1275-1276).
Por otra parte, Néstor de Buen expone ciertos aspectos respecto a la contemplación del Derecho
Laboral en la Constitución, que son de llamar la atención, en tanto su inserción no estaba planeada del
todo:
El Nacimiento del 123 es una especie de milagro político. Carranza no tenía ninguna intención social.
Unos meses antes, el 1° de agosto de 1916 había puesto en vigor el famoso decreto que estableció la
pena de muerte para los huelguistas, y tuvo procesado y condenado a muerte aunque después lo
conmutó la pena por la más cómoda de cadena perpetua, a Ernesto Velasco, líder del entonces fundado
Sindicato Nacional de Trabajadores Electricistas (SNTE) que había encabezado la huelga.
Por otra parte, en el Gran debate del Constituyente para la creación de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos de 1917, ponentes como Héctor Victorina, externaron la necesidad de
reformar el antiguo artículo 13 de la Carta Magna para que se crearan tribunales que tuvieran como
finalidad principal el bienestar social, procurando la conciliación entre las partes y aquellas
controversias que no pudieran dirimirse, los tribunales actuarían como árbitros para resolver los
conflictos del trabajo, apegados a la verdad de los hechos. Después de un prolongado debate, se crea
el artículo 123, que en su fracción XX, apartado A, señala la creación de Tribunales del Trabajo:
Las diferencias o los conflictos entre el capital y el trabajo se sujetarán a la decisión de una Junta de
Conciliación y Arbitraje formada con igual número de representantes de los obreros y de los patrones y
uno del gobierno.
Y es así que el 27 de enero de 1917, queda aprobado el artículo 123 de la Constitución, consagrando
las garantías más importantes de los trabajadores. No obstante, con la creación de las Juntas de
Conciliación y Arbitraje surgieron muchas anomalías e irregularidades en la solución de los conflictos
de trabajo, pues las juntas laborales no fueron creadas como tribunales jurisdiccionales y de ejecución
de sus laudos, de tal suerte que la intervención de los tribunales comunes generaban retraso en la
impartición de justicia laboral y restaban credibilidad a dichas autoridades. A pesar de ello, la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, el 1° de febrero de 1924 emite una ejecutoria determinando que las
juntas son verdaderos tribunales resolutores de conflictos laborales, con el poder coercitivo para hacer
cumplir sus laudos.
Apartados A y B
Originalmente no había apartados en dicho artículo. En 1931, en la Ley del Trabajo, se habla del
apartado “A” y, posteriormente en 1960, al crearse la Ley Burocrática, se introduce el apartado “B”.
Apartado A: Regula las relaciones laborales entre trabajadores y patrones de la iniciativa privada,
abarcando incluso las actividades de algunas empresas paraestatales que contraten los servicios
personales y subordinados de un trabajador. La ley reglamentaria es la Ley Federal del Trabajo.
Apartado B: Por otra parte este apartado regula las relaciones de trabajo establecidas entre el
gobierno y sus trabajadores. La Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, es su ley
reglamentaria, la cual al igual que la Ley Federal del Trabajo tiene entre sus objetivos limitar la
jornada laboral, otorgar un descanso semanal, proporcionar vacaciones anuales, realizar el pago
justo del salario, entre otros. El jurista Euquerio Guerrero define a los trabajadores burocráticos de
la siguiente manera:
Es toda persona que presta un servicio físico, intelectual o de ambos géneros en virtud de nombramiento
expedido o por figurar en las listas de raya de los trabajadores temporales, con lo que nos está indicando
dos clases de trabajadores, los que son de tiempo indefinido y los temporales, agregando el artículo 12,
a los trabajadores por obra determinada, los trabajadores por tiempo fijo (1983:522).
A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le
acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad sólo podrá vedarse por determinación judicial,
cuando se ataquen los derechos de tercero, o por resolución gubernativa, dictada en los términos que
marque la ley, cuando se ofendan los derechos de la sociedad. Nadie puede ser privado del producto de
su trabajo, sino por resolución judicial.
La ley determinará en cada entidad federativa, cuáles son las profesiones que necesitan título para su
ejercicio, las condiciones que deban llenarse para obtenerlo y las autoridades que han de expedirlo.
Nadie podrá ser obligado a prestar trabajos personales sin la justa retribución y sin su pleno
consentimiento, salvo el trabajo impuesto como pena por la autoridad judicial, el cual se ajustará a lo
dispuesto en las fracciones I y II del artículo 123.
En cuanto a los servicios públicos, sólo podrán ser obligatorios, en los términos que establezcan las
leyes respectivas, el de las armas y los jurados, así como el desempeño de los cargos concejiles y los de
elección popular, directa o indirecta. Las funciones electorales y censales tendrán carácter obligatorio y
gratuito, pero serán retribuidas aquéllas que se realicen profesionalmente en los términos de esta
Constitución y las leyes correspondientes. Los servicios profesionales de índole social serán obligatorios
y retribuidos en los términos de la ley y con las excepciones que ésta señale.
El Estado no puede permitir que se lleve a efecto ningún contrato, pacto o convenio que tenga por objeto
el menoscabo, la pérdida o el irrevocable sacrificio de la libertad de la persona por cualquier causa.
Tampoco puede admitirse convenio en que la persona pacte su proscripción o destierro, o en que
renuncie temporal o permanentemente a ejercer determinada profesión, industria o comercio.
El contrato de trabajo sólo obligará a prestar el servicio convenido por el tiempo que fije la ley, sin poder
exceder de un año en perjuicio del trabajador, y no podrá extenderse, en ningún caso, a la renuncia,
pérdida o menoscabo de cualquiera de los derechos políticos o civiles.
La falta de cumplimiento de dicho contrato, por lo que respecta al trabajador, sólo obligará a éste a la
correspondiente responsabilidad civil, sin que en ningún caso pueda hacerse coacción sobre su persona.
Por otra parte, la Ley Federal del Trabajo (LFT), con fundamento en el artículo 123 constitucional,
reglamenta y fortalece desde su primera edición en 1931, pero es hasta su reformulación en 1968 que
se genera la iniciativa de Ley para otorgar nuevos beneficios a la clase trabajadora. Al respecto, De la
Cueva opina lo siguiente:
La nueva ley no es una obra final, por lo que deberá modificarse en la medida en que lo exija el proceso
creciente del progreso nacional, para acoger los grupos de trabajadores aún marginados y para
superarse constantemente, hasta la meta final las condiciones de vida de los hombres sobre cuyos
cuerpos está construida la civilización (1990:60).
Al tratar sobre las funciones administrativas de Estado en materia laboral, es de tenerse siempre
presente que el Derecho del Trabajo se caracteriza por adecuarse a las necesidades cambiantes del
desarrollo social, por lo que el Estado no puede realizar sus labores a través de un solo órgano y se
organiza en cambio, en la diversificación de instituciones administrativas, ordenando de este modo
algunas de las diversas facetas de lo administrativo en los asuntos laborales.
En cuanto a las autoridades jurisdiccionales, puede señalarse que están constituidas por los órganos
con la potestad legal de aplicar las normas de trabajo y de imponer a las partes su resolución. Los
conflictos que conocen y resuelven, son los siguientes:
- Conflictos individuales: Son los que se dan entre cada trabajador y patrón.
- Conflictos colectivos: Son aquéllos en los que se ponen en juego los intereses de toda o parte
de una comunidad obrera.
Conflictos entre trabajadores y patronos: Son en los que se afecta el interés general de la
comunidad obrera y posee una naturaleza jurídica, porque en ambos hay un derecho preexistente,
una convención colectiva o un mandato legal, cuya violación se demanda.
Conflictos económicos: Plantean la necesidad o conciencia colectiva de crear condiciones nuevas
de prestación de servicios.
Cierre
Cierre
Fuente: Flaticon
No obstante que la clasificación de las fuentes del Derecho Laboral pareciese establecer un orden
jerárquico en su aplicación, es de recordarse que su ejecución se rige por el principio de mayor
conveniencia que pueda acarrear al trabajador, sea cual fuere su jerarquía formal.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Dávalos Morales, J. (2017, enero-abril). Los principios generales del Derecho en la interpretación
del Derecho del Trabajo. Boletín Mexicano de Derecho Comparado, (38), 381-398. Recuperado de
https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-comparado/article/view/1487/1745
De Buen, N. (2001). La decadencia del Derecho del Trabajo. México: Porrúa.
De Buen, N. (2005). Derecho del Trabajo, t.1. México: Porrúa.
De la Cueva, M. (1990). El nuevo Derecho del Trabajo. Tomo I. Historia, principios fundamentales,
derecho individual y trabajos especiales (12ª ed.). México: Porrúa.
Guerrero, E. (1983). Manual de Derecho del Trabajo 1 (3ª ed.). México: Porrúa.
Instituto de Investigaciones Jurídicas [IIJ]. (1998). Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, comentada (12ª ed.). México: UNAM.
Pérez, B. (1983). Derecho del Trabajo. Buenos Aires: Astrea. Recuperado de:
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/4/1565/1.pdf
Legislación