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frente a la crisis
José C. Valenzuela Feijóo*
Aportes, Revista de la Facultad de Economía, BUAP, Año XVIII, Número 47, Enero - Abril de 2013
El artículo parte de la hipótesis que la crisis cíclica que empieza en el 2007 y se extiende hasta el
2009 o más, es también una crisis de orden estructural, donde no hay una única ruta de salida, pero
tampoco existe multiplicidad de alternativas. Para el caso de las relaciones centro-periferia, el
carácter de la crisis y de los reordenamientos que plantea, abre por lo menos la posibilidad de
obtener, por parte de América Latina, una «dependencia negociada», que mejore los términos de
la relación. En lo que respecta al funcionamiento interno de las economías de América Latina, el
autor argumenta que la crisis mundial debe expresarse como crisis terminal de la dimensión
económica del modelo neoliberal, una vez que dicho modelo cumplió sus funciones de incrementar
la tasa de explotación y de empujar a una mayor sujeción hacia el capital financiero internacional,
ante lo cual identifica cuatro posibles rutas de salida, centrando la atención en tres de ellas, para
las cuales identifica sus principales contenidos y los problemas que enfrenta su posible concreción:
«La ruta de una industrialización autoritaria y de posible corte fascistoide», la ruta de «Una
industrialización democrático-burguesa» y «La ruta demo-socialista», ésta última como la única que
busca ir más allá del capitalismo.
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obtener, por parte de América Latina (vis a identificar lo que aquí, en la región, entra
vis los Estados Unidos, que para nuestro en crisis. La respuesta es clara: la crisis
hemisferio funciona como centro impe- mundial en la región debe expresarse como
rial), una “dependencia negociada”, que crisis terminal del patrón neoliberal. Precise-
mejore —para la región— los términos de mos lo que esto significa y lo que no signi-
la relación. Por supuesto, que esta posibili- fica.
dad se aproveche o no y en qué grado, Lo de crisis terminal se refiere a la
depende de la situación interna de cada dimensión económica del modelo neolibe-
país y/o bloque regional, de las fuerzas ral y la entendemos como incapacidad del
sociales que asuman el poder del Estado. modelo para generar acumulación y creci-
miento (ver cuadros 1 y 2). Asimismo, que
III las posibles funciones históricas que cum-
Retomemos ahora la cuarta dimensión del plió —que básicamente giran en torno al
cambio estructural, concentrando nuestra aumento de la tasa de explotación y la
atención en América Latina. Lo primero es mayor sujeción al capital internacional fi-
CUADRO 1
MÉXICO, RITMOS DE CRECIMIENTO DEL PIB.
FASE DE “INDUSTRIALIZACIÓN SUSTITUTIVA” Y FASE NEOLIBERAL
Fase PIB PIB Crecimiento Años para
global (*) habitante (*) población (*) duplicar
PIB por habitante
A.- Fase neoliberal 2.06 0.41 1.65 170
B.-Industrialización sustitutiva 6.7 3.9 2.8 18
C=B/A 3.25 9.51 1.70 0.106
(*) Tasa media anual de crecimiento. En porcientos.
Período neoliberal = 1981-2010. Industrialización sustitutiva = 1940-81.
Fuente: Estimaciones del autor a partir de CEPAL.
CUADRO 2
MÉXICO, PLUSVALÍA, ACUMULACIÓN Y CRECIMIENTO
nanciero— ya han sido satisfechas. Más valía e intenta elevar (con resultados incier-
aún, que insistir en ellas resulta dañino tos), la tasa de acumulación. La ruta (4)
para el mismo sistema: hoy, la dinámica del apunta a ir más allá del capitalismo, debe-
capital, no puede asentarse en el ideario ría mejorar fuertemente la distribución del
neoliberal. ingreso y también los ritmos de crecimien-
Lo señalado no significa, necesariamen- to.2
te, que tenga lugar un reemplazo más o A título previo, daremos una indicación
menos inmediato del orden neoliberal. Para sobre dos “herencias” que deja el patrón
el caso recordemos el abecé: la economía neoliberal. Ello, pues estas herencias en-
puede presionar por el cambio pero no lo marcarán buena parte de las posible rutas
decide. Éste, dada la presión de la econo- alternativas.
mía, pasa a ser resorte de las variables
ideológica y política. Si éstas no ayudan a IV
impulsar el cambio, éste no tendrá lugar. Dos herencias neoliberales a resaltar.
Sentado lo de la crisis terminal del El estilo neoliberal, ciertamente deja una
modelo neoliberal, debemos pasar al exa- herencia muy vasta. Aquí, nos limitaremos
men de las posibles rutas de salida, de su a llamar la atención sobre dos aspectos que
contenido y de sus posibilidades históricas. resultan especialmente importantes: a) lo
Empezamos enumerando: 1) la que pre- que podemos denominar el parasitismo y
serva el modelo económico neoliberal o descomposición moral que provoca el neo-
ruta del pantano; 2) la ruta industrializante liberalismo; b) la muy alta tasa de plusvalía.
de corte autoritario-dictatorial, con un pro- a) Parasitismo y descomposición.
bable contenido fascistoide; 3) la ruta de En la fase neoliberal, el capital financie-
una industrialización de corte nacionalista ro especulativo opera como fuerza hege-
y democrático burgués; 4) la industrializa- mónica. Por lo mismo, la política económi-
ción de corte democrático popular y socia- ca se orienta en función de esos intereses.
lista. La ruta (1) supone que prosigue el En este marco, el sector improductivo —el
modelo neoliberal. Las rutas (2) y (3) pre- financiero especulativo en especial— se
servan la matriz capitalista pero implican torna un espacio de inversión privilegiada.
modalidades distintas del capitalismo (en- En suma, interesa más la apropiación de la
tre sí y respecto a la modalidad neoliberal). plusvalía que su producción. Esta lógica se
En ambas cesa el papel hegemónico del
capital financiero-especulativo. La vía (2) 2
Valga una precaución elemental: nuestra discu-
posiblemente no altera sustantivamente la sión se mantendrá en un plano bastante general. Por
relación excedente a producto del modelo lo mismo, si se pasa al análisis de tal o cual realidad
neoliberal (aunque cabe esperar alguna concreta (país o grupo de países) siempre se encontra-
rán matices, rasgos singulares, etc. Es decir, se nece-
disminución) pero eleva fuertemente la sitará ajustar y modificar en tales o cuales puntos el
acumulación. La (3) reduce la tasa de plus- análisis del caso.
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suele extender al conjunto de la sociedad y das coactivas a favor del nuevo estilo.
provoca un estilo parasitario en que la b) Alta tasa de plusvalía.
deslealtad, las trampas y una extendida Una muy alta tasa de plusvalía es un
descomposición moral se tornan la norma. rasgo medular del neoliberalismo. En Méxi-
Cambiar esto es difícil. Los empresa- co, vg., ha llegado a un nivel de 6.0 o más
rios, por ejemplo, se han desentendido de (Isaac y Valenzuela, 1999). Es tan alto que
las actividades productivas, de la ciencia y provoca muy serios problemas de realiza-
la tecnología. En vez de físicos, químicos, ción y, al final de cuentas, resulta disfuncio-
biólogos e ingenieros industriales, han pri- nal para el mismo sistema.
vilegiado a staffs de dirección donde domi- A primera vista, una menor tasa de plus-
nan los manipuladores financieros. En bre- valía se pudiera pensar que perjudica al
ve, han perdido sus capacidades empresa- capital y, por ende, a la inversión y al creci-
riales como productores. Corregir esta si- miento. El punto, nos lleva a discutir dos
tuación exige cambiar drásticamente no relaciones: i) entre tasa de plusvalía y creci-
solamente la estructura de las rentabilida- miento; ii) entre tasa de plusvalía y tasa de
des relativas a favor del capital productivo. ganancia. Y entre ésta y tasa de inversión.
También, un gran apoyo estatal (en tecno- Recordemos lo que hemos denomina-
logía, capacitación, etc.) e, inclusive, medi- do “ecuación clásica del crecimiento”:
pliada cae desde 0.857 a 0.80 (cae un un 25.8% y la relación inversión bruta
9.3%).3 En las nuevas condiciones de segu- sobre PIB a un 31.8% (cifra alta). Bajo estos
ro el producto de la tasa de acumulación supuestos, la tasa de crecimiento llegaría a
por el alfa marginal, sube sobradamente un 7.2%.
por encima del 10%. Supongamos que la ¿Qué pasa con la tasa de ganancia? En
tasa de acumulación sube desde 0.14 a directo, la tasa de plusvalía la perjudica
0.30 y que el alfa marginal se eleva a 0.30 pero hay otros factores que juegan y no los
(cifra eventualmente baja). En este caso podemos suponer constantes. Si nos limi-
el coeficiente de inversión neta (inver- tamos a lo que más nos interesa, para la tasa
sión neta sobre Ingreso Nacional) llega a de ganancia, podemos escribir:
improductivos. Valga explicar este punto. cedente sobre Ingreso Nacional), el que
Para la participación salarial (salarios pasa desde un 86% a un 83%. Y si cae (p)
totales sobre Ingreso nacional), podemos hasta un 3.5, el potencial de reproducción
escribir: ampliada llega a un 78%. En una economía
capitalista de corte no neoliberal, lo que la
(1) w = 1/(1+p) (1-si) historia ha mostrado como una tasa de
plusvalía más o menos normal (en el senti-
(1a) w = f ( p , si ) do estadístico, no como meta moral) debe
(-) (+) girar en torno a 2.0-2.4. Bajo estos valores,
la relación Producto Excedente a Ingreso
w= participación salarial; p = tasa de Nacional giraría en torno a un 0.67-0.71.
plusvalía; si = salarios pagados a impro- En suma, no es el excedente lo que escasea
ductivos sobre salarios totales. sino, más bien, como muchos autores lo
han subrayado, lo que falta son oportuni-
En la ecuación, podemos ver que si dades de inversión que ofrezcan una buena
aumenta el peso de los salarios a improduc- rentabilidad para el capital.
tivos, la participación salarial sube. Y vice-
versa. Si la tasa de plusvalía cae, la partici- c) Usos del excedente, inversión y crecimiento
pación salarial sube. En el modelo, se pue- Como usos o formas de utilización del
de esperar un importante descenso en el excedente, podemos distinguir tres gran-
coeficiente (si) y, muy probablemente, un des modalidades.
descenso leve en (p). Por consiguiente se 1) Acumulación. O sea, se usan los bie-
puede esperar un descenso en la participa- nes que integran el excedente en ampliar
ción salarial. Lo cual, si bien se analiza, no las capacidades productivas (acervos de
sería tan grave como, a primera vista, se capital fijo) del país. Por cierto, ésta es la vía
podría pensar. que provoca el crecimiento económico.
Supongamos que p= 6.0 y que si = 0.50. 2) Gastos improductivos. En este caso,
En este caso, la participación salarial se la parte correspondiente de los bienes que
acerca a un 29%. Una segunda situación se integran el producto excedente., se aplica
daría con una menor tasa de plusvalía, p = a la mantención de actividades improduc-
5.0; asimismo, suponemos que el coefi- tivas. Por ejemplo, en actividades banca-
ciente (si) cae hasta un 0.35. Por consi- rias, comerciales, militares, etc.
guiente, obtenemos una participación sa- 3) Remesas al exterior. Es la parte que
larial cercana al 26%. Conviene subrayar: fluye al exterior, por medios como utilida-
el descenso de la tasa de plusvalía, desde des de empresas extranjeras, intereses pa-
6.0 o más hasta un 5.0, da lugar a un gados por deuda externa, intercambio des-
descenso bastante pequeño en el potencial igual, etc.
de reproducción ampliada del sistema (ex- En términos formales podemos escribir:
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tividad; ii) las empresas impulsoras claves y En América Latina, se suele asociar el
lideres deben ser de gran tamaño y capaces crecimiento en función de los mercados
de aprovechar las posibles economías de internos a un incremento del consumo de
escala; iii) como la ocupación crecerá básica- masas y éste a una mejor distribución del
mente en el sector industrial (el pesado en ingreso. Pero no necesariamente es así. Se
particular), se debe producir un efecto pro- puede crecer para el mercado interno pero
ductividad del desplazamiento ocupacional de otro modo: ahora, en función del De-
muy elevado; iv) en la productividad (la partamento I (el que produce medios de
estadística) también debería incidir la mayor trabajo) de la economía.
intensidad del trabajo y las menores huelgas, En cuanto a la industria liviana, ésta se
algo propio de los regímenes autoritarios. escinde, trabajando una parte para los
La mayor productividad, entre otros mercados internos y en parte (que debería
impactos debería: i) posibilitar mayores ser creciente) para los mercados externos.
salarios sin perjudicar a la tasa de plusvalía Sucediendo algo similar (con mayor peso
y, por ende, a la tasa de ganancia; ii) mejo- exportador) con los sectores primarios,
rar el poder competitivo externo del país. ahora muy probablemente más asociados a
la agroindustria. Por cierto, un alto creci-
e) Sectores de desarrollo preferente miento de esos sectores, es también condi-
El modelo rescata el papel vital de la indus- ción (por el lado de la demanda de medios
tria en todo proceso de desarrollo. El énfa- de producción que pueden generar) del
sis, en este caso, recae en la industria pesa- crecimiento de las industrias pesadas. Es
da: el país pasa a impulsar, selectivamente, decir, se trata de reorientar las compras de
la producción de ciertos bienes de capital e esos sectores desde las que se hacían al
intermedios.10 ¿Con qué mercados de des- resto del mundo, a las que se aplican a la
tino? Básicamente, al menos en una prime- producción nacional. Desplazamiento que,
ra fase, se trata del mercado interno: em- obviamente, exige una política económica
presas privadas nacionales y, muy especial- activa y ad-hoc.
mente, por el lado de las compras guberna-
mentales (caso, vg., de la posible industria f) El sector externo
militar, de la aeronáutica, etc.). En el funcionamiento del modelo, puede
surgir un problema mayor por el lado del
10
En el caso de los bienes de capital (máquinas y sector externo. Parece lícito suponer que
equipos), se debe distinguir entre bienes de capital- las actividades improductivas a reducir
consumo y bienes de capital-capital. Este segundo
grupo supone un estadio de desarrollo bastante más operan con un bajo (o muy bajo) compo-
avanzado y muy ligado a procesos de investigación y nente importado. Al revés, la inversión y la
desarrollo altamente sofisticados. Por lo mismo, en el industria pesada operan con un elevado
caso que nos preocupa, se debe pensar en empresas y
ramas que producen máquinas y equipos que se apli-
componente importado. El estilo de desa-
can a la producción de bienes de consumo personal. rrollo que examinamos apunta a reducir
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esta dependencia. Pero no es algo que se funciones políticas del Estado —el Estado
pueda lograr en pocos años. en su núcleo más esencial, el del poder
La situación del sector externo –even- coactivo— se tornan muy evidentes. Sobre
tualmente muy deficitaria- debería dar lugar este rol de la coacción al servicio de la
a: i) manejar una muy activa política estatal economía volveremos más adelante; aho-
tanto para dinamizar las exportaciones como ra, nos interesa mencionar otro aspecto: el
para controlar y racionalizar las importacio- de la intervención o regulación económica
nes; ii) muy probablemente, se puede arri- que practica la institución estatal.
bar a una situación conocida: aquella en la En el modelo de industrialización pesada
que el balance de pagos determina un techo y autoritaria se parte de un supuesto (casi
al crecimiento posible del país y a su corres- siempre implícito): economías como las lati-
pondiente esfuerzo de inversión. noamericanas, dejadas a la “espontaneidad”
En este marco, conviene agregar. Pri- del mercado o, más bien, a la impronta de la
mero: como ya se dijo, dinamizar las ex- regulación corporativa, experimentan un
portaciones resulta vital. Para el caso, se crecimiento lento, acentúan sus desequili-
puede esperar que las exportaciones in- brios internos y también su dependencia
dustriales livianas jueguen un papel decisi- respecto a las potencias imperiales.
vo. También las de tipo primario, tradicio- Sentado lo anterior se avanza a una
nales sobremanera, las no tradicionales. segunda consideración: el Estado debe uti-
En este nuevo espacio, hay productos lizar toda su fuerza para romper dicha
—como vg. la caña de azúcar y el maíz— inercia y colocar a la economía en otros
que se pueden usar como combustible, ali- carriles. En el plano más general se trata de
mento animal, etc. Estos procesos pueden lograr una estructura de rentabilidades
resultar especialmente dinámicos, como en que estimule y canalice la inversión a favor
los últimos años lo viene mostrando Brasil. de los sectores de desarrollo preferente.
Segundo: diríamos que por definición, se Este propósito, necesariamente, debe des-
debe producir una sustancial (y selectiva) doblarse en dos: i) premiar a la inversión
sustitución de importaciones en bienes de (i.e., asegurar una alta tasa de ganancia)
capital y bienes intermedios relativamente que se aplica en las ramas a privilegiar; ii)
complejos. Tercero: el control de los flujos castigar, con una menor rentabilidad, a la
externos, con el propósito de evitar algún que pretende asignarse a los sectores que
estrangulamiento externo del crecimiento, no interesan al modelo. Junto con asegurar
exige una fuerte intervención estatal, en el diferencial de rentabilidades (para lo
términos de políticas cambiarias, arancela- cual el Estado debe aplicar todo el arsenal
rias, de control de importaciones, etc. disponible de políticas económicas), el go-
bierno debe preocuparse por crear “certe-
g) Papel del Estado zas de largo plazo” para los capitalistas en
Tratándose de un régimen autoritario, las juego. Algo especialmente importante si se
AMÉRICA LATINA: ALTERNATIVAS FRENTE A LA CRISIS 21
considera el largo período de maduración cuidar los mercados de venta. Para lo cual,
con que operan las inversiones a privilegiar. amén de orientar selectivamente el gasto
Una política económica activa y multi- público (vg. privilegiando a empresas nati-
lateral, para oídos neoliberales es escanda- vas en licitaciones de obras públicas, com-
losa. Pero es perfectamente factible, cui- pras y demás), debe regular las importacio-
dando de asegurar una visión de largo plazo nes (vía aranceles, cuotas o simplemente
y la congruencia en el uso de los correspon- prohibiciones) para evitar una competen-
dientes instrumentos de política. cia externa que, en los primeros años de
A título de simple ejemplo, se pueden desarrollo de los nuevos sectores, pudiera
señalar algunas políticas que giran en tor- ser letal.
no a: i) las disponibilidades de financia-
miento: el capital dinero inicial de Marx h) Bases de apoyo social
(=D); ii) el acceso al capital productivo: Por sus características intrínsecas, en lo
fuerza de trabajo y medios de producción: económico y político, se puede suponer
el capital mercancías inicial de Marx (= que el modelo engendra un muy bajo apo-
M); iii) asegurar ventas adecuadas, lo que yo popular. Si operara como reemplazo de
determina el nivel del D’ final de Marx y, la fase de industrialización sustitutiva de
por lo mismo, la diferencia entre D’ y D. En importaciones, el rechazo popular sería
que D’- D = ganancias. inevitable. Pero ahora, sería sucesor de la
Financiamiento: para las ramas de desa- fase neoliberal, lo que puede provocar una
rrollo preferente, se aplican facilidades respuesta social diferente.
especiales de acceso al crédito, con bajas ¿Por qué? Porque todos los males: es-
tasas de interés y largos plazos de amortiza- tancamiento, desocupación, bajos salarios,
ción. Con lo cual, valga advertir: la regula- represión política y mayor dependencia,
ción a la baja de la tasa de interés obliga a ya han sido experimentados en la fase
otra medida, el estricto control de la cuenta neoliberal. Caer más bajo es imposible y,
de capitales en el Balance de Pagos, para por lo mismo, la más leve mejoría será bien
así evitar fugas especulativas. considerada y hasta aplaudida. El modelo
Recursos productivos: en este plano el ahora no se encuentra con una burguesía
gobierno debería: i) proporcionar apoyo lúcida y nacionalista; tampoco con una
técnico de alta calidad a las empresas líde- clase obrera bien organizada y fuerte. Lo
res; ii) impulsar masivamente la califica- que encuentra son más bien despojos, una
ción de la fuerza de trabajo, vía educación población física y moralmente agotada por
pública gratuita y de alta calidad; iii) apli- sus derrotas, ya casi sin esperanzas. Reem-
car tipos de cambio preferenciales a impor- plazar a Videla y Onganía, no es lo mismo
taciones de bienes que sean estratégicos en que reemplazar al Perón primigenio.
la operación de los sectores líderes. El modelo de industrialización autori-
Demanda y realización: el gobierno debe taria, puede esgrimir tres aspectos en su
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sectores populares (campesinos, margina- reales del socialismo son mínimas, lo que
les urbanos, pequeña burguesía indepen- de verdad tiene lugar es la creación desde el
diente y asalariada urbana, proletariado Estado, de esa clase burguesa (éste podría
industrial y circulatorio, capitalistas me- ser el caso de Ecuador con Correa y de
dios y pequeños), bajo la dirección de la Bolivia con Evo Morales). Cuando la direc-
burguesía nacional.14 Entendiendo por ésta, ción es claramente demo-burguesa, a nivel
la fracción capitalista que trabaja funda- declarativo se puede radicalizar, pero en su
mentalmente para el mercado interno en eventual gestión pública se maneja con
la sección de bienes de consumo y que, pies de plomo y concilia con los peores
como regla, no ocupa posiciones monopó- enemigos, como vg. la banca y el capital
licas. Se supone también que es enemiga del financiero especulativo. Los casos de Lula
capital financiero y que busca reservar espa- en Brasil, de Alan García en Perú, Tabaré
cios de inversión estratégicos para el capital Vazquez en Uruguay y de Michelle Bache-
nacional. Es decir, regula fuertemente la let en Chile, son claros ejemplos de esta
presencia de capitales extranjeros. capacidad para “transar sin avanzar”.
En otros tiempos (primer tercio o mitad El modelo demoburgués en la región,
del siglo XX), esta fracción del capital llegó amén de su difícil implementación en lo
a jugar un papel importante en diversos político, encontraría (de llegar al Gobier-
países del tercer mundo. Estuvo detrás de no) problemas económicos agudos. Como
Perón en Argentina, de Vargas en Brasil, debe redistribuir el ingreso y encuentra
de Lázaro Cárdenas en México, de Aguirre una oferta relativamente inelástica, suele
Cerda en Chile. Hoy, más de medio siglo provocar inflación y desequilibrios en el
después, surgen dudas serias sobre su ca- Balance de Pagos. También suele enfren-
pacidad de liderazgo y hasta sobre su mis- tar dificultades para impulsar la inversión
ma existencia. Para el caso se puede seña- y el crecimiento. Estos problemas, aunque
lar: i) su debilidad económica; ii) su usual difíciles, se pueden resolver: una posibili-
cobardía política, su ceguera y tendencia al dad implica radicalizar el proceso y acti-
acomodo con los de arriba. Digamos tam- var-extender la intervención estatal (con-
bién que en muchas ocasiones esta fracción trol de la política monetaria y cambiaria,
inicialmente se escuda detrás de movimien- del comercio exterior, cambios múltiples,
tos políticos populares con dirección pe- inversión estatal, etc.).15 Fenómeno que
queño-burguesa y relativamente radicali- puede tener lugar sólo en el contexto de
zados. En este caso y en países de capitalis-
mo muy atrasado donde las posibilidades 15
Debemos subrayar un aspecto clave: en las
estrategias discutidas, es indispensable cierto mínimo
de planificación, prospectiva y de mediano y largo
14
No olvidemos que la categoría pueblo es relativa plazo. Como se trata de abrir senderos complejos y
al período histórico y a las condiciones socioeconómi- pueden emerger serios desbalances, resulta indispen-
cas concretas de tal o cual país. sable “ponerle numeritos” a los propósitos. O sea,
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una muy vasta movilización popular, la gruesos). Con lo cual, el potencial de re-
cual —helás— también acercaría bastante producción ampliada sigue muy alto pues
la posibilidad de una ruta de superación llega a un 80%.16
del mismo capitalismo. La otra posibili- Con una tasa de plusvalía igual a 4.0 y si
dad, que nada resuelve, es la del retroceso: suponemos que el coeficiente de salarios a
“tirar la esponja” y volver hacia atrás, nego- improductivos se mantiene en 0.50, la par-
ciando con el capital extranjero y el finan- ticipación salarial subiría a un 40%. Y si el
ciero, aplicando cierto gasto social (“apa- coeficiente (si) cae a un 40% (supuesto más
ga-fuegos”): una especie de neoliberalismo que optimista), entonces (w) cae a un 33%.
moderado con algún gasto social que salve
las apariencias. Esta “alternativa”, hoy por c) Inversión y crecimiento
hoy, no es infrecuente en la región. Empecemos con algunos ejercicios aritmé-
En lo que sigue, pasamos a examinar los ticos. Si la tasa de acumulación llega a un
ingredientes básicos del estilo y la probable 20% (un supuesto más que optimista), el
evolución del proceso. coeficiente de inversión neta resulta igual a
un 16% (el coeficiente bruto sería del orden
b) Excedente y distribución del ingreso de un 24%. Con ello y un alfa incremental
Al igual que el modelo autoritario, el demo- igual a 0.3, obtenemos una tasa de creci-
burgués se encuentra con la desmedida miento del PIB del 4.8%. Si el coeficiente
tasa de plusvalía que provoca el neolibera- de inversión cae a un 12%, manteniendo el
lismo. Por lo mismo, un altísimo excedente alfa marginal, arribamos a un crecimiento
relativo. En el secundario-exportador au- del PIB igual a 3.6%. Por supuesto, si se
toritario, el excedente se reduce muy leve- acentúa el descenso del coeficiente de in-
mente y se busca aplicarlo al aumento de la versión, menor será la expansión del PIB.17
acumulación. En el caso del estilo demo- Tratemos de acercarnos al proceso real.
burgués, el énfasis se suele poner en la Un gobierno como el esbozado, aunque sea
expansión del consumo masivo. Se aplican claramente pro-capitalista, suele provocar,
aumentos salariales elevados, se decuplica en un primer momento, desconfianza e
al gasto social asistencial (la “limosna pú-
blica”, ya aplicada por los neoliberales) y 16
Para altos niveles de la tasa de plusvalía, la
podemos suponer que la tasa de plusvalía respuesta al cambio de la variable del potencial de
disminuye quizá en un tercio, pasando reproducción ampliada, es muy débil.
17
desde un 6.0 a un 4.0 (en términos ultra Si en el momento inicial hay capacidades ocio-
sas, el aumento de la tasa de operación se reflejará en
un mayor coeficiente alfa incremental. Por lo mismo,
cuantificar metas (requisitos de inversión, de produc- el ritmo de crecimiento será superior al que se podría
ción, de importaciones, etc.) y asegurar un mínimo de esperar del simple aumento de la inversión neta. Para
congruencia en el proceso. Para lo cual, las técnicas de el caso se puede distinguir entre el alfa técnico (αt) y
insumo-producto son indispensables. Algo que ha un alfa estadístico (αe ). En que αe = αt (to), y en que
sido olvidado en el período neoliberal. (to) es la tasa de operación. Ver texto, infra.
AMÉRICA LATINA: ALTERNATIVAS FRENTE A LA CRISIS 25
tomarse cum grano salis: los posibles des- tos elevan su ingreso, la mayor demanda de
equilibrios económicos y los cambios en la alimentos puede resultar explosiva. Ade-
correlación política de fuerzas, pueden ir más, tenemos una oferta alimenticia inter-
alterando las asignaciones planeadas de la na que se ha derrumbado y un gasto en
inversión. O sea, podemos esperar bastan- alimentos que ahora funciona con un alto
te volatilidad en las líneas del desarrollo componente importado: hoy, la agricultu-
preferente. ra funciona con un saldo externo deficita-
rio. En este caso, recomponer una oferta
e) Problemas claves: un listado flexible demanda un esfuerzo ingente y no
Los desequilibrios que puede engendrar el materializable en un plazo corto.19
modelo suponen grandes desafíos y pro- 3) Elevar la tasa de acumulación, tanto
blemas a resolver. Podemos mencionar a para asegurar altos ritmos de crecimiento
los siguientes: como para suavizar los desequilibrios es-
1) Evitar un crecimiento inmanejable tructurales de la economía. El modelo
de los salarios (y, en general, del ingreso de muchas veces comienza con una dirección
los segmentos más pobres de la población). política de corte pequeño-burgués. Por lo
Entendiendo por inmanejable un aumento menos, con una fuerte incidencia de tal
que no pueda ser satisfecho con cargo a la perspectiva. Quizá por ello, se da cierto
producción interna y que no genere im- radicalismo inicial, el que acentúa los afa-
portaciones desmedidas. La clave, en este nes igualitaristas del proyecto a la vez que
caso, reside en la respuesta de la oferta tiende, con cierta falta de conciencia, a
interna. subvaluar (u olvidar) la importancia que
2) Lograr una producción y oferta na- tiene el proceso de acumulación. En otras
cional elástica en bienes de consumo y, palabras, el afán redistributivo suele debi-
muy especialmente, en el rubro alimen- litar el afán del crecimiento.
tos.18 Obviamente, mientras mejor sea la
respuesta, mayores serán las posibilidades 19
En realidad, las metas redistributivas y de incre-
de elevar los salarios. Para mejor dimensio- mentos salariales, dadas las elasticidades ingreso per-
tinentes, deberían deducirse de las capacidades que se
nar el problema, se puede mencionar el
tenga para lograr el máximo crecimiento de la pro-
caso de México: un segmento significativo ducción interna de bienes de consumo básico, de
de la población funciona incluso con déficit considerar el potencial exportador (y, por esta vía, de
alimentario y para una parte mayor el gasto financiar importaciones básicas de alimentos). Dado
el comportamiento de la oferta (de origen interno y
en alimentos se acerca a un 50-45% del externo) y dadas las elasticidades del caso, se debería
gasto total. Por lo mismo, si estos segmen- despejar el crecimiento de los salarios o, más en gene-
ral, del ingreso de los segmentos más pobres. En los
procesos reales, se suele operar con una secuencia
18
El modelo neoliberal y la apertura externa inversa. Luego, al despejar el crecimiento necesario de
indiscriminada (vía el TLC con EEUU y Canadá) ha la oferta interna y de las importaciones, surgen sorpre-
prácticamente destruido a la agricultura mexicana. sas o, más bien, problemas que son irresolubles.
AMÉRICA LATINA: ALTERNATIVAS FRENTE A LA CRISIS 27
o a caer en manos de la derecha. Más encuentra esta ruta son de orden mayor.
precisamente, retomando un estilo neoli- Podemos señalar algunas: a) en el presente
beral, ahora con gastos sociales del tipo (fines del 2011), la correlación internacio-
“apaga-fuegos” y con algún respeto a los nal de fuerzas (cotejando a A.L. en su
derechos humanos básicos. En los países conjunto con el resto del mundo) es muy
de la región, el socialismo chileno (Lagos, desfavorable a una vía socialista. Los países
Bachelet et al) han seguido la ruta del que lo intenten, encontrarán un duro boi-
retroceso: hoy practican un “socialismo cot económico y probables agresiones mi-
neoliberal”. Correa (Ecuador), Evo Mora- litares. Cabe también apuntar: como pode-
les (Bolivia), tienden a radicalizarse. Los mos esperar conflictos inter-imperiales
esposos Kirchner, en Argentina, probable- agudos (vg. entre China y EEUU) se abre
mente representan la modalidad más ge- una situación, si bien se maneja, aprove-
nuina y, a la vez, exitosa.23 En suma, difícil chable por los más débiles. Al interior de la
mas no imposible. región sudamericana la situación es dife-
rente: hay un país (Venezuela) que declara
VIII ir al socialismo, otros dos con gobiernos
La ruta demo-socialista relativamente radicales (Ecuador y Boli-
Por sus afanes, esta es la única ruta que via), más otros (como Argentina, Perú, tal
busca ir más allá del capitalismo. Exige una vez Brasil, Uruguay y Paraguay) que proba-
amplia coalición popular dirigida por la blemente serían respetuosos y estarían en
clase obrera industrial. Y si llega al poder contra de una agresión. Hoy por hoy, des-
no debe creerse que el orden socialista contando Centro América, la derecha sólo
pueda ser implantado de un día para el gobierna en Chile, Colombia y México; b)
otro. Como regla, se trata de un proceso en la actual América Latina, las fuerzas
que puede ser largo y sinuoso. Además, no políticas que se proponen avanzar al socia-
debe olvidarse que el mismo socialismo no lismo y comunismo, o no existen o son muy
es más que una fase de transición, aún más débiles. Incluso en Venezuela —que a nivel
larga y conflictiva y que perfectamente oficial ha declarado que su meta es el socia-
puede acabar en el fracaso. Esta connota- lismo— no se encuentra una organización
ción transicional genera una exigencia in- o partido político sólido que esgrima con
eludible: que la clase dirigente del proceso fuerza y claridad ideológica (vg. al estilo
opere con plena conciencia de los fines bolchevique de los rusos de 1917 o de los
últimos que se persiguen. espartaquistas alemanes de Karl Liebnecht
En la actualidad, las dificultades que y Rosa Luxemburgo) las metas del socialis-
mo y de lo que debería seguirle; c) existe
23
En este caso, por la vía del peronismo, la clase
una gran falta de claridad sobre las metas
hegemónica controla firmemente a sus bases sociales socialistas, las relaciones de propiedad a
de apoyo. impulsar, los mecanismos de gestión eco-
AMÉRICA LATINA: ALTERNATIVAS FRENTE A LA CRISIS 29
como las propias de la clase obrera no le que sepa hoy acumular fuerzas.
atraen (en realidad, ningún tipo de organi- Por cierto, la pregunta del millón que
zación les suele atraer) y plantean un pro- emerge es cómo acumular las fuerzas nece-
blema serio: el de cómo incorporarlos al sarias. Pretender aquí dar una respuesta
bloque popular. Hasta ahora, la única solu- adecuada es imposible, amén de que sería
ción o mecanismo visible es por la vía del necesario concretizarla al nivel del país
poder carismático de grandes líderes. Tal particular. Sólo podemos intentar —con el
parece ser el caso de López Obrador, Chávez, serio riesgo de caer en lo obvio— enumerar
Correa, Ollanta Humala y Evo Morales. algunas directrices básicas. Ellas serian:
También, con otros alcances, el de Lula (un 1) Recuperar el ideal, la “utopía” entendi-
hábil ex-obrero, desde siempre al servicio da no en su sentido más literal (=algo
del capital). El problema que esto ocasiona hermoso pero imposible) sino como “sue-
es conocido: la personalidad del líder arras- ño realizable”: como un mundo mejor que
tra a las mismas organizaciones, les impide no sólo es deseable, también es posible. Un
solidificarse y evita —espontánea, incons- mundo en que “el libre y pleno desarrollo
cientemente— la consolidación de una di- de cada cual sea condición del libre y pleno
rección colectiva. desarrollo de los demás”. O bien: que el
El panorama que se ha descrito no es hombre, que el trabajador, llegue a ser
para saltar de alegría. Pero no debemos dueño de su destino. Esta recuperación, que
olvidar: a) mientras exista el capitalismo debe ser también recreación, es fundamental
siempre existirá la necesidad de su nega- para: i) todo propósito hegemónico de la
ción; b) en épocas críticas se pueden pro- clase; es decir, para tener capacidad de atrac-
ducir (la experiencia histórica así lo mues- ción y de dirección sobre el más vasto bloque
tra) grandes saltos adelante en las fuerzas popular; ii) insuflarle fuerza vital (“combus-
sociales y políticas que impulsan metas tible”) a la clase y a los miembros de la
anti-capitalistas; c) si la izquierda deja de organización partidaria que busca impulsar
actuar y de acumular fuerzas, nunca llegará el proceso. Como se trata de una “larga
el día en que pueda sintetizar, en su favor, marcha”, este punto es vital: permite supe-
tal o cual crisis estructural. Si hoy no puede rar derrotas, desalientos, no pensar que no
decidir, mañana sí podrá, a condición de lograrlo todo en los términos de una vida,
significa el fracaso del proyecto de lucha.
plo, en países como Chile, Argentina, Uruguay y Es decir, sentirse solidario y “camarada”
Venezuela, el peso del campesinado es mínimo. Y lo
que resalta (en casi todos los países de la región) es el no sólo con los coetáneos que están al lado
peso de las capas urbanas, tanto las marginales (una y espalda con espalda, sino también con las
mayoría aplastante) como algunos segmentos (técni- generaciones que vendrán.26
cos, profesionales, etc.) denominados “modernos”.
¿Qué ofrecerle a éstas, cómo incorporarlas a un bloque
26
social popular? Además, ¿tiene hoy, la clase trabajado- “No conseguirás conmover otros corazones si
ra, capacidad para empujar un proyecto socialista? del corazón no te sale.” (Goethe, Fausto).
AMÉRICA LATINA: ALTERNATIVAS FRENTE A LA CRISIS 31
general y lo particular? ¿Entre esencia (lo dentro de la cloaca burguesa, esto también
interno) y apariencia (lo externo)? ¿Cómo supone una lucha permanente contra esas
se asciende de lo uno a lo otro? En corto, influencias disgregadoras.
estamos ante un problema metodológico Flexibilidad táctica significa reconocer
que es complejo y con una significación que la realidad se mueve, que va cambian-
práctica decisiva. Y como el punto escapa al do y que, en consecuencia, la eficacia signi-
propósito de estas notas, sólo podemos fica cambiar el modo concreto y particula-
advertir sobre su importancia y compleji- rizado en que se hace la política. Si la
dad. organización partidaria no se inserta en las
Firmeza estratégica significa jamás olvi- luchas cotidianas del pueblo y de la clase, se
dar las metas últimas por las cuales se aísla y se pierde. En esta fluidez de lo
lucha. Lo cual, a su vez, exige que: i) cada cotidiano hay que aprender a identificar lo
estadio o fase, cada paso o lucha concreta medular y a agarrarse de él evitando la
debe ser congruente con los fines últimos; ii) la dispersión. En alguna coyuntura o mo-
congruencia significa también eficacia y ésta mento, la clave puede ser una reivindica-
se debe medir en términos de la acumula- ción salarial, en otra luchar por un sistema
ción de fuerzas (i.e. lograr una fuerza política de salud (o educacional) público y gratuito,
creciente) que el paso o lucha concreta en otra “tomar por asalto el Palacio de
posibilita; iii) la acumulación es de fuerzas Invierno”. Incluso, puede ser necesario
para cumplir con las metas últimas; iv) tal ordenar un retroceso en todas las líneas del
acumulación no rechaza la lucha por refor- frente.
mas. Entendiendo a éstas como un meca- En ocasiones, si nos fijamos en lo apa-
nismo de acumulación de fuerzas (no al rente, pudiera parecer que la táctica con-
purismo, sí a la política) y no como formas tradice a los propósitos estratégicos. Pero
de legitimación del sistema (no al reformis- lo que debe interesar es lo sustantivo, lo que
mo); v) la firmeza estratégica tiene también a veces no se ve con la claridad necesaria. El
un ingrediente moral-personal: la con- examen, con cargo a la práctica cotidiana,
gruencia ética y moral de los cuadros polí- debe hacerse a fondo, una y otra vez. Y nos
ticos con los ideales y metas que se propone puede demostrar que sí había congruencia.
la clase. Por ejemplo, el funcionamiento O bien, que no la hubo, que incluso lo que
interno del partido no puede basarse en un se pudo entender como victoria no fue más
orden burocrático-autoritario. Por supues- que una derrota, un retroceso que se pudo
to, orden y disciplina sí, pero esto no equi- evitar. En este plano también se debe apren-
vale a despotismo de los dirigentes. La der que toda auto-crítica debe ser pública y
discriminación racial, de género y otras, colectiva: abandonar la extendida idea de
son igualmente rechazables. Y conviene que reconocer errores es beneficiar al ene-
subrayar: no se trata de forjar santos sino migo. En realidad, tal “ocultismo” sólo
de seres humanos dignos. Y como se vive confunde a los sectores populares.
AMÉRICA LATINA: ALTERNATIVAS FRENTE A LA CRISIS 33
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