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EL CUERPO TIENE LA PALABRA

ALICIA LOPEZ BLANCO

CAPITULO II Y III
INDICE

CAPITULO II – EL LENGUAJE DEL CUERPO

LOS ELEMENTOS BASICOS DEL LENGUAJE DEL CUERPO 5

El Rostro 5

Los Labios 6

La Voz 7

La Mirada 8

La Piel 10

Tacto Y Contacto 11

En El Útero 12

La Lactancia 12

El Contacto Corporal Con El Padre 13

La Comunicación Corporal Y La Sexualidad 13

La Postura 14

La Postura Estructurada 14

Los Patrones Repetidos De Actitudes Posturales 20

El Modo De Andar 24

Los Pies 27

Propuesta Para El Registro Personal 31

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Las Manos 33

Estilos De Enfermar 35

CAPITULO III - LA LECTURA DE LOS SINTOMAS

EL MÉTODO DE LECTURA HOLÍSTICA DE LOS SÍNTOMAS CORPORALES 47

Las Zonas Del Cuerpo Y Su Simbología 55

Los Hemicuerpos 60

La Lectura De Los Síntomas Del Sistema Locomotor 64

Los Desequilibrios En Las Articulaciones 66

Desequilibrios En Los Músculos 67

Lectura Holística De Síntomas Específicos Que Pueden

Afectar Al Sistema Locomotor 68

Caso Analia 74

La Lectura De Los Síntomas Del Sistema Nervioso 79

Alunas Generalidades Acerca De La Cefalea 83

Lectura Holística De Síntomas Específicos Que Pueden

Afectar A La Piel 86

Acné 86

Psoriasis 87

Dermatitis O Eccema 88
2
Urticaria 89

Erisipela 90

Micosis 91

Caso Maruja 92

La Lectura De Los Síntomas Del Sistema Endocrino 100

Caso Laura 105

La Lectura De Los Síntomas Del Sistema Inmunológico 108

Caso Darío 111

La Lectura De Los Síntomas Del Sistema Circulatorio 118

Caso Horacio 122

La Lectura De Los Síntomas Del Sistema Respiratorio 125

Caso Tomás 127

La Lectura De Los Síntomas Del Sistema Digestivo 134

Caso Antonio 138

La Lectura De Los Síntomas Del Sistema Urinario 144

Caso Mirta 146

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CAPITULO II

EL LENGUAJE DEL CUERPO

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LOS ELEMENTOS BASICOS DEL LENGUAJE DEL CUERPO

Las expresiones faciales, el contacto ocular, las características de la voz, el tacto, el


tono muscular, la calidad y estilo de los movimientos del cuerpo y la postura constituyen
los elementos básicos del lenguaje corporal.

El Rostro

En el rostro y sus expresiones pueden observarse señales externas de los estados


emocionales internos, así como también inferirse características de la personalidad. Los
resultados de muchas investigaciones sugieren que es posible saber mucho del estado de
ánimo, de la salud, de los sentimientos y pensamientos de los otros observando sus
expresiones faciales.

Según se ha podido comprobar, el rostro humano podría expresar con claridad las
seis diferentes emociones básicas: sorpresa, alegría, tristeza, ira, temor y asco, y todas
las combinaciones posibles entre ellas, con sus múltiples variaciones respecto de la
intensidad.

De un rostro enrojecido se puede inferir un estado emocional de vergüenza si la


mirada se torna huidiza, o de enojo en alto grado si la mirada es frontal y fija.

Una cara alegre mostrará una piel brillante y sonrosada, con ojos chispeantes y la
comisura de los labios elevada.

La tristeza se expresará con ojos y labios inclinados hacia abajo, mirada vacua y
falta de color en la piel.

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La sorpresa se hará evidente en los ojos proyectados hacia fuera, con el agregado
o no de la apertura de la boca.

El asco implicará la elevación de la nariz y el labio superior, y el pliegue del


entrecejo, mientras que la palidez repentina del rostro puede ser signo de temor.

Los Labios

Los labios son una zona del rostro muy expresiva. En canciones o expresiones
literarias se suele aludir a su sensualidad.

La boca es una zona de extrema sensibilidad, ya que posee enorme cantidad de


terminales nerviosas. En situaciones íntimas, las bocas se tornan más activas y móviles. Su
forma no es lo relevante, sino el modo en que se la usa. Puede estar cerrada de manera
estrecha como conteniendo la ira o en posición defensiva. Puede estar relajada, dispuesta
a abrirse en cualquier momento, o estar "fruncida" con el labio, superior elevado en
actitud de desdén.

Cuando los labios se extienden hacia los lados y quedan al descubierto los dientes,
aparece la sonrisa. Ésta puede expresar muchos mensajes diferentes; entre otros, alegría,
sarcasmo, amabilidad, hospitalidad. Pareciera que no son los mismos músculos del rostro
los que se usan para esbozar una sonrisa sincera o una que no lo es. La "sincera" aparece
y desaparece lentamente. Es bien marca da y simétrica. La "no sincera" o estereotipada
suele ser larga y cortarse abruptamente. Es soslayada y asimétrica. La sonrisa "nerviosa"
suele ser leve y de interrupción rápida. La sarcástica muestra una porción de dientes
menor, eleva más una comisura que la otra y se acompaña con una mirada burlona.

"Cerrar la boca" se asocia tanto a "callar", "no decir", como a no dejar que algo
entre por allí.

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La Voz

A la voz la constituyen las ondas sonoras que se producen en la laringe al salir el


aire y hacer vibrar a las cuerdas vocales. Las características de la voz forman parte del
estilo personal del sujeto. Si bien se emplea para pronunciar palabras, su tono, cadencia,
modulación y ritmo transmiten múltiples mensajes al oyente. En general, suelen
considerarse seductoras las voces graves, con mucha resonancia, y resultar irritantes las
muy agudas, de habla incesante. En medio de esos dos extremos, los efectos que
producen las voces en los oyentes, dependen también de elementos de la historia
personal. Puede ser que a alguien le resulte muy atrayente una voz que sea semejante a
la de alguna persona significativa de su infancia o, viceversa, que sienta rechazo ante una
que le recuerde alguna mala experiencia.

Las voces pueden transmitir también nerviosismo, tensión, tranquilidad,


seguridad, inseguridad, miedo o duda, según lo acelerado o lento de su ritmo o lo ligado
o cortado de su cadencia.

El tono de la voz depende de cada individuo y está determinado por las


características de sus cuerdas vocales, la tensión que el aire ejerce sobre ellas y la forma
en la que respira. Una vez que se origina, resuena en el pecho, garganta y cavidad bucal.
La calidad de la voz depende de la resonancia y de la manera en que vibran las cuerdas
vocales.

Para articular los sonidos, el ser humano se vale del movimiento de los labios, la
lengua, los dientes, las mandíbulas y el paladar. La articulación varía sutilmente de
persona en persona según las calidades con que lleve a cabo esos movimientos.

Existen pautas que establecen normas de lo que es esperable para el sexo, talla,
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edad, personalidad y necesidades del hablante. Así, puede resultar sorprendente que un
hombre alto, en el que se evidencia una caja de resonancia amplia, con cuello ancho y
pecho elevado, hable con voz aguda, fina y poco audible, o que una mujer que tiene que
pedir auxilio ante la ocurrencia de un accidente, lo haga con voz grave y seductora, con
voz de "bolero".

La Mirada

Con los ojos pueden expresarse: seducción, ira, amor, sorpresa, miedo,
indiferencia, resignación, tristeza, alegría, entusiasmo, agudeza, astucia.

Por esta capacidad, los antiguos poetas los llamaron "las ventanas del alma". En
una mirada sensual y seductora las pupilas se dilatan y los ojos se agrandan. La mirada
esquiva indica culpa o timidez. Si es fija y penetrante, agresividad. La mirada burlona se
expresa con ojos chispeantes y una boca con media sonrisa. Una mirada fija y prolongada
puede resultar amenazante. Flora Davis, en su libro El lenguaje de los gestos, dice: "La
potencia de la mirada fija ha sido reconocida a través de la historia de la humanidad, y en
muchas culturas diferentes existen leyendas sobre el 'mal del ojo', mirada que ocasiona
perjuicios a la persona que la recibe. El sabio judío Rab, en el siglo III d. C, sostenía que el
noventa y nueve por ciento de las muertes se producía por el 'mal de ojo'. La gente creía
que algunas veces estos extraños poderes oculares se adquirían en un pacto con el diablo,
y en otras oportunidades que eran una maldición que caía sobre un inocente".

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También se le ha atribuido a la mirada una función protectora. Mi madre solía
alentarme a realizar sola alguna acción diciéndome: "hazlo que yo te miro", como si eso
fuera suficiente para que yo quedara protegida. Lo más curioso del caso es que yo me
sentía tan segura con el cuidado de su mirada que efectuaba la acción sin problemas.

Muchas frases populares marcan significados de los ojos en la cultura:

• "¡Ojo con eso!", "¡ojito!", "ojo al piojo", indican advertencia, cuidado.

 En "Ojos que no ven, corazón que no siente", "caerse la venda de los ojos", éstos
están asociados al conocimiento.

• "Es la luz de mis ojos" alude a un amor superlativo.

• "La comida entra por los ojos" relaciona el ver y el desear. a "Tiene buen ojo",
"echar el ojo" aluden a la capacidad de saber elegir bien.

• "Clavar los ojos": controlar.

• "Costó un ojo de la cara" muestra la alta valoración de esa parte del cuerpo.

• "Tiene ojos en la nuca" muestra cómo la dirección de la mirada dirige a la persona.

• "Ojo de águila" o "vista de lince"; agudeza en la observación.

• "Hacer la vista gorda", disimular lo que observa.

En términos generales, los ojos simbolizan la capacidad de ver en todos los planos,
la comunicación: "ventanas del alma"; el control: "el ojo del amo engorda al ganado"; y la
sexualidad; "seducir con la mirada".

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La Piel

La piel es el órgano más grande de comunicación y de protección con relación al


mundo exterior. A través de sus capilares recibimos múltiples estímulos que nos brindan
información acerca de lo que nos circunda, a la vez que nos estimula a responder de
alguna determinada manera. Por otra parte, cubre la superficie del cuerpo formando una
barrera protectora contra la acción de agentes físicos, químicos o bacterianos.

Cumple un papel importante en el mantenimiento de la temperatura corporal


gracias a la acción de las glándulas sudoríparas y de los capilares sanguíneos. En
determinadas regiones del cuerpo las capas más externas de la piel se modifican para
formar el pelo y las uñas.

Su color puede variar según la raza, edad y color de tez. La palidez puede ser signo
de debilidad, baja energía, apatía o cansancio. Si se observa enrojecida, estará expre-
sando hiperactividad o la irrupción de alguna emoción como vergüenza o ira.

De las personas puede decirse, en sentido figurativo, que son suaves o ásperas en
referencia a su carácter o forma de expresarse verbalmente, y de piel gruesa o fina según
su grado de sensibilidad.

La textura está en general asociada con la humedad ¡ pues una piel seca es
áspera, mientras que una piel bien i hidratada tendrá, seguramente, una textura suave. El
amor y el contacto significan para la persona tanto como el agua para la piel. La carencia
afectiva y de acercamiento corporal podrían estar relacionados con un carácter áspero
hostil. Es también probable que éste pueda suavizarse ante manifestaciones de profundo
y sincero cariño. Infinidad de películas se han encargado de contar esto a través de
personajes hoscos, huraños y solitarios que ven sensibilizada su caparazón ante la tierna
expresión afectiva de un niño.

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La piel fina es signo de sensibilidad y vulnerabilidad, mientras que, cuando de
alguien se dice que "tiene la piel muy gruesa", está implícita la referencia a que las cosas
no lo alcanzan o afectan profundamente, que no es accesible o que no se brinda
fácilmente.

La temperatura del cuerpo varía en función de la temperatura ambiente. En


nuestras casas, cuando hace calor, abrimos las ventanas, y cuando hace frío, las cerra-
mos. Del mismo modo, el cuerpo tiende a concentrar el calor interno cuando el ambiente
afuera es mas frío y a expandirlo cuando hace calor. Si tomamos esto en un sentido
amplio podemos inferir que si el ambiente afectivo en el que a persona crece y se
desarrolla es "cálido", marcará en le persona una tendencia a brindarse en las relaciones
interpersonales y si, por el contrario, este fuera "frío", invitaría al repliegue.

La temperatura, que es una cualidad de la piel, también es un parámetro que se


suele utilizar para calificar actitudes. Para decir que alguien es distante o especulador se
distante es "frío", y suele llamarse "cálida" a una persona afectuosa.

Tacto Y Contacto

No es lo mismo tocar que hacer contacto. La diferencia fundamental estriba en el


grado de atención integral dirigida al objeto. Al tocar, la atención está en el Yo del que
toca, mientras que el otro ocupa el lugar de un objeto. Al hacer contacto, la atención se
reparte entre los participantes del fenómeno y se produce un encuentro de dos o más
sujetos.

El contacto corporal con aquellos seres significativos de las etapas más primarias
de la vida deja un sello indeleble en el cuerpo, y está implicado en muchas de las
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dificultades de comunicación corporal en etapas adultas, fundamentalmente las que
refieren a las muestras de afecto y la sexualidad.

En El Útero: Cuerpo A Cuerpo

En etapas prenatales la comunicación corporal es indiscriminada. Si bien el útero


aísla y protege al feto, éste recibe constantemente mensajes que inciden en su formación
y desarrollo, al mismo tiempo la madre recibe los mensajes que los movimientos de su
hijo le transmiten. Hay un diálogo cuerpo a cuerpo. Es una posición de fusión, no hay
discriminación posible y esto continúa así aún después del nacimiento y durante los
primeros meses de vida.

La Lactancia: Piel A Piel

El nacimiento no representa el comienzo de la vida ni el fin de la etapa de


gestación: es una prolongación de la vida intrauterina con cambios fundamentales en la
funcionalidad y en el espacio donde continúa el desarrollo. En esta etapa de gestación
fuera del útero la relación corporal madre/hijo es de gran importancia para la
maduración del bebé. Los mensajes que éste recibe a través de la piel constituyen su
primer medio de comunicación con el mundo exterior.

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El Contacto Corporal Con El Padre:
Un Espacio Para El Crecimiento

El contacto con el cuerpo del padre propone una saludable distancia al binomio
madre-hijo, que naturalmente tiende a la fusión. El hombre propone un contacto más
firme, que podemos simbolizar en ese juego usual de los padres con sus niños de lanzarlos
al aire y luego sujetarlos firmemente cuando caen. El padre lanza al bebé hacia el mundo
exterior brindándole seguridad con su sostén. Un juego que recrea esta experiencia en las
plazas infantiles es el tobogán.

La Comunicación Corporal Y La Sexualidad

La sexualidad se desarrolla sobre la estructura de base construida por el contacto


corporal de los primeros años de vida. El cuerpo aprende o no, de este modo, a obtener
placer, a responder a los estímulos y a emitir mensajes eróticos.

El significado del hecho de tocarse entre las personas es relativo al contexto en el


que tiene lugar, y variará si el escenario es social, familiar o laboral, amistoso o romántico.
Dependiendo de esos factores, el tacto puede sugerir afecto, interés sexual, dominio,
preocupación e incluso agresión. Muchas investigaciones comprobaron que cuando una
persona toca a otra de un modo aceptable para el contexto y circunstancia en la que el
hecho tiene lugar, la reacción habitual es positiva.'

Algunas frases populares muestran la significación de la piel en la cultura: "Es una


cuestión de piel", le adjudica cualidades de intuición y rechazo; poder "ponerse uno en la
piel del otro" es imprescindible para empalizar; "quedarse uno sin piel" es la frase que
evidencia la vulnerabilidad en grado máximo.

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La Postura

La postura corporal podría definirse como la manera en que una persona dispone
su estructura ósea en el espacio y la calidad de su tono muscular al disponerlo. Esta forma
de colocar su cuerpo es rica en información acerca de características de su personalidad
tanto como del funcionamiento de su organismo. Es índice de su postura ante la vida, de
los aspectos que resalta o prioriza, los que tiende a defender u ocultar, aquello con lo que
se contacta en mayor medida o de lo que tiende a alejarse.

La postura puede ser fija o coyuntura! según la mayor o menor plasticidad del
sujeto para cambiarla. Generalmente, hay patrones de base estructurados sobre los que
se cons-tru\ e un abanico de actitudes corporales desplegables para caca ocasión. Así,
podemos diferenciar tres modos: la postura fij^ o estructurada, los patrones repetidos de
actitudes pos-turales y las posturas ocasionales.

LA POSTURA ESTRUCTURADA

La postura, como manera fija de estar en el mundo, podemos observarla y


analizarla, diferenciando cuatro áreas fundamentales:

• Cabeza y cuello:

Área que simboliza el pensamiento, la imaginación y el vuelo creativo. Es la base


operativa, del control, las ideas y los proyectos. Es sede, además, de los principales
órganos ; relacionados con la capacidad de percibir el mundo exterior.

• Tronco y brazos:

Es el área del impulso y la acción, por ser esta zona del cuerpo la que alberga a
órganos como el corazón, motor de todo el organismo y los pulmones, su filtro vital. En

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esta área se reflejan los sentimientos, la identidad, el ego, el impulso, la responsabilidad,
la valentía y el coraje. Los brazos expresan la capacidad de alcanzar lo deseado y de
satisfacer las propias necesidades. También la de abrazar, sostener y retener.

• Abdomen:

Es el área de las emociones por excelencia, donde se evidenciará la capacidad para


aceptar, asimilar, transformar y aprovechar lo que la vida brinda. La metabolización de
afectos y sentimientos. La vulnerabilidad y sensibilidad. La expresión popular "panza llena
corazón contento" describe la simbología de esta zona del cuerpo: la alegría que produce
la sensación de plenitud afectiva y el desplazamiento hacia la comida de la carencia de
afectos.

• Pelvis y extremidades inferiores:

La pelvis es el área que simboliza la supervivencia con , todos los aspectos en ella
involucrados: la alimentación, el ,. techo, el trabajo, la familia, los hijos, la casa, la relación
con la autoridad, los límites, el descanso, la sexualidad y el sostén. La capacidad para
cuidar y proteger. Es el área de la eliminación de los desechos y la satisfacción de las
propias necesidades. Soltar o desprenderse de aquello que no es de utilidad o perjudica.
Capacidad de cambio, disfrute, apertura y entrega. Las piernas simbolizan el andar por la
vida y las rodillas, la aceptación.

De la postura fija o estructurada de una persona pueden inferirse algunas


características generales:

• Cabeza y cuello adelantados:

Se trata de una persona que da prioridad al plano mental o de las ideas. Tiene
tendencia a proyectar y fantasear. Se adelanta a los acontecimientos, posee un estilo

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visionario. Puede tener bajo registro sus necesidades más básicas, como la de saciar su
hambre o buscar abrigo ante el frío y, también ciertas dificultades a la hora de volver
tangibles sus fantasías o proyectos.

• Cabeza hundida dentro del tronco:

Puede asociarse con la frase "no puede sacar la cabeza afuera", que es lo mismo
que decir que no puede sacar afuere sus ideas, proyectos e imágenes. Tiene dificultades
en la comunicación con los otros. Puede mostrar tendencia a pones afuera la causa de sus
problemas, como si alguien le pusiera un pie encima para impedir su desarrollo.
Probablemente eso haya sucedido en etapas primarias y persista la tendencia a ubicarse
en esas posiciones en las relaciones con los otros.

• Tronco curvado hacia delante y hombros en anteroversión (proyectados hacia


delante y hacia abajo):

Esta persona podría tener dificultades para la acción la autoexpresión y la


autorrealización. Tendencia a hacerse cargo de los deseos y necesidades de los otros.
Inclinación a la melancolía y a experimentar sentimientos de culpa. Es la típica postura del
agobio, la sobrecarga, el abatimiento, la desesperanza y la culpa. Lo que el cuerpo está
reclamando es la revisión de estos aspectos. La espalda es la zona donde se expresan la
responsabilidad, el miedo y la seguridad.

• Tronco proyectado con amplitud, esternón elevado, hombros relajados:

Persona entusiasta que le pone el pecho a la vida Tendencia a la impulsividad;


alegría, empuje. Puede ser sociable y con capacidad de entrega al otro. Tiene capacidad
de acción. Puede ser señal de impulsividad desmedida, tendencia a la exposición y al
sentimiento de vulnerabilidad en la relación con los demás.

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• Tronco proyectado hacia delante, esternón elevado, hombros en retroversión
(llevados hacia atrás):

La espalda está tensa entre los omóplatos, y éste es un signo de miedo o tendencia
a sentirse perseguido. La persona no va de manera entusiasta al encuentro de algo sino
que huye de alguna cosa.

• Abdomen proyectado hacia fuera:

Sensible y emocional, posee capacidad empalica. Puede ser vulnerable y dependiente


en las relaciones con los otros. Adaptable, tratará de complacer al otro. Puede ser proclive
al desborde emocional y a la melancolía.

• Pelvis en anteroversión:

Dificultades para concretar logros y obtener placer. Actitud defensiva ante la vida.
Probables problemáticas sexuales y de contacto con el otro.

• Pelvis en retroversión, abdomen retraído:

La persona con esta postura tiende a priorizar aspectos instintivos y de


supervivencia. Esconde sus emociones y tiene dificultad para contactarse con lo que sien-
te. Estilo retentivo en todos los planos. Apego y dificultad para los cambios. Falta de
sostén, estabilidad o rumbo. Cualquier problemática que involucre a las necesidades bási-
cas: familia, trabajo, casa. Retención de lo tóxico.

• Rodillas estiradas:

Es la típica posición militar de "firme". Para sostener las rodillas de ese modo, es
necesario tensar la musculatura anterior de los muslos, o sea que la parte alta de las
piernas retiene el peso. La persona se sostiene desde una tensión, no descarga el peso

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en sus pies ni es el piso el que la soporta. Este tipo de rasgo puede deberse a la sensación
de no "tener piso" y haber desarrollado un auto-sostén que, ilusoriamente, es percibido
como seguro. Es, por lo tanto, un mensaje de inseguridad, un mecanismo defensivo que
indica miedo al derrumbe y que, por otra parte, implica un estilo de personalidad
propenso a la no aceptación de la diversidad en todos los planos, dificultad para
incorporar nuevas ideas o modos de resolver problemas y escasa capacidad empalica.

• Rodillas semi-flexionadas:

Es la otra cara de la moneda. Indica dificultades para autosostenerse y una


tendencia a buscar el apoyo de los demás. Evidencia un rasgo dependiente, con poca
capacidad para sostener al otro y también para conservar las propias ideas, las cuales
tienden a acomodarse a la tendencia general.

• Diferentes modos de apoyar los pies:

Una estática ideal está dada por tres puntos de apoyo, las cabezas distales del 1° y
5° metatarsiano y el calcáneo; cualquier alteración en estos apoyos desordena el
equilibrio orgánico y cuenta en qué aspectos la persona se apoya más, dónde hay
sobrecarga y donde hay déficit. Tomando como base la lectura de los pies que propone la
reflexología, un exceso de apoyo en los talones muestra en el plano físico sobrecarga en
el área pélvica, y por ende en todos o alguno de los órganos que allí se alojan y en el
plano emocional darán cuenta de inseguridad, apego y dificultad para los cambios. Una
mayor descarga en el colchón metatarsiano indica sobrecarga en el pecho, espalda y
hombros. Habla de una tendencia a la acción, a "ponerle el pecho a la vida". La persona
probablemente se hace cargo de las cosas de los demás. Cuando los pulpejos de los dedos
no apoyan en el piso podrían indicar un retraimiento en aspectos de la comunicación. Si
conjuntamente con esto se observa tensión en los tendones del dorso del pie y esta es la
razón por la que los dedos no apoyan, la traba puede relacionarse con rasgos de

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personalidad tendientes al sentimiento de culpa, que impiden alcanzar aquello que la
persona desea y necesita.

En el caso de que no apoye el istmo plantar, como en el "pie cavo", puede haber
una desconexión entre los sentimientos y las acciones. Por ejemplo, la persona puede
actuar, en general, de manera racional y controlada y, de pronto, verse sorprendida por
emociones que la desestabilizan y de las cuales no tenía registro. Experimenta inse-
guridad y siente que se afirma si gobierna la situación desde el pensamiento.

Lo mismo sucede cuando el arco longitudinal desciende y se apoya en el piso,


como en el "pie plano", y el peso del cuerpo tiende a llevarse hacia el borde interno de
los pies. Los bordes externos se elevan levemente, y por esta razón no ofrecen una base
segura de sustentación, pues ese apoyo saca de eje a todo el cuerpo. Esto muestra una
tendencia de la persona a salirse de su centro con facilidad y permitir que sus emociones
circulen sin control invadiéndolo todo.

• Codos en flexión constante (entre 45 y 90 grados):

Muestran dificultad para dar y recibir en todos o alguno de los planos afectivo, de
contacto o material.

• Puños cerrados:

Signo de agresividad contenida.

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Los Patrones Repetidos De Actitudes Posturales Y Las Posturas Ocasionales

Del mismo modo que las posturas fijas, estas actitudes posturales son formas de
disponer el cuerpo en el espacio, con un tono muscular determinado en respuesta a
determinado contexto. Involucran en general al rostro y la mirada. Pueden ser
habituales o presentarse en ocasiones, y siempre son verdaderos mensajes que el
cuerpo omite y que, generalmente, obtienen respuestas del entorno en el que tienen
lugar.

Estos patrones responden a sensaciones internas, como en el caso de


experimentar una profunda tristeza y expresarla mediante el tronco curvado hacia
delante con los hombros caídos; o a estímulos externos, por ejemplo, en un recital de
rock, los jóvenes que asisten muestran una actitud corporal de excitación caracterizada
por tono muscular alto, movimientos desinhibidos que tienden a elevar la estructura ósea
(la cual se dispone de modo dinámico y desordenado respondiendo a un ritmo grupal
compartido).

Una actitud corporal agresiva que podría estar caracterizada por ojos
centelleantes, mentón, pecho y hombros elevados, producirá, casi con seguridad, una
respuesta corporal defensiva por parte de los que rodean al sujeto. El modo de respuesta
dependerá de la personalidad de aquellos que la captan: así está el que huye, el que
enfrenta, el que se somete con una respuesta corporal acorde a lo que el otro le
promueve y a su capacidad de acción. Es muy difícil que las personas permanezcan
indiferentes ante este tipo de actitud. Esta es una de las razones por las que la agresión
emitida retorna desde fuera y, es también en esto, en lo que la persona reafirma la
ilusoria teoría de que su agresividad está justificada.

El tedio suele quedar en evidencia con una actitud corporal desorganizada y, o


demasiado movediza o demasiado quieta, la mirada vacía, errática o indiferente. El

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cuerpo parece no encontrar una posición confortable o ha encontrado una tan cómoda
que induce al sueño y a la desconexión con lo que sucede a su alrededor. El modo de
hablar puede ser pausado, monocorde, como con cierta dificultad para encontrar las
palabras.

La alegría muestra a un cuerpo con un tono muscular más elevado. La mirada,


chispeante, rápida, encendida. Los movimientos veloces y tendientes a elevar del piso a la
estructura ósea. El habla acompaña con fluidez y matices de sonido. Las palabras brotan
atropellándose.

Una actitud corporal que refleja ternura mostrará una mirada cálida, dulce,
bondadosa, un cuerpo disponible al contacto con el otro, generalmente inclinado hacia él.
El modo de hablar, suave, lento, íntimo, con ritmo.

Podemos notar la tristeza en una mirada desesperanzada y resignada o en un


cuerpo con un tono muscular poco vital, hombros caídos, espalda corva, cabeza inclinada
hacia abajo.

Diferentes actitudes corporales se expresan a lo largo de cada día con relación a lo


que la persona experimenta, según la calidad de sus pensamientos y sentimientos, en la
interacción con su entorno. En muchos casos, estas actitudes se hacen crónicas y el
sujeto está permanentemente enojado o triste o aburrido, y su cuerpo acompaña este
sentir. La actitud corporal se transforma así en una postura fija. Considero que este es
un círculo vicioso del cual la persona puede salir si toma conciencia y desea el cambio, y
que éste puede llevarse a cabo por dos vías, la de la mente y la del cuerpo. Desde la
mente, revisando su sistema de creencias, forma de vincularse, historia y, desde allí,
permitir que el cuerpo lo acompañe. Desde el cuerpo, puede comenzar a hacerlo desde
su postura, y desde allí conectarse con su emocionalidad.

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La postura de una persona puede variar a lo largo de su vida si ésta realiza un
proceso de crecimiento personal y se contacta con aquello que necesita cambiar para
obtener una mayor plenitud.

Se puede realizar un cambio postural y actitudinal desde un trabajo consciente y


voluntario con el propio cuerpo. El primer paso consiste en prestar atención a la propia
postura y actitudes corporales. Es un "prestar atención" sin intentar en lo más mínimo
modificarlas. Una vez que uno lo descubre, no es fácil permanecer pasivo, pero esa
instancia es sumamente importante en el proceso de transformación, ya que el
movimiento interno y su retención voluntaria le dan energía al motor del cambio para
que éste se produzca.

Una cosa es estar enojado y echarle la culpa al otro o a las circunstancias, y otra
cosa es tomar conciencia del enojo alojado en el cuerpo y experimentarlo como algo
propio, como algo que ocupa un lugar adentro de uno, que pugna por salir de alguna
manera o, como en el caso de una tristeza, sentir cómo invade, quita energía y puede lle-
gar hasta paralizar. Atravesar esta experiencia es necesario para poder hacerse cargo de
que ese es "mi enojo", "mi tristeza", que "si es mía, yo tengo el poder para modificarla":
"no depende de nadie más que de mí". Puede que alguien diga que no es cierto, que no
tiene el poder ya que no puede. Es cierto que el ser humano tiene "poderes" que no usa,
pero esto no significa que no los tenga. De la relación entre lo que se tiene, no se usa y la
influencia de las emociones en este proceso podemos citar muchos ejemplos. Uno podría
hacerse evidente ante situaciones en las que se experimenta un fuerte miedo, por
ejemplo ante un examen. Supongamos que la persona estudió; por lo tanto, "tiene" los
conocimientos, pero cuando el profesor la interroga, ellos no salen a la luz. El sujeto
busca y busca en su interior y el dato no aparece. Podría decirse que los tiene pero que no
están disponibles para él en esa ocasión. La emoción del miedo bloquea su capacidad de
arribar a ellos. Esta experiencia podría trasladarse a la experiencia de la propia vida en

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general. El ser humano es el constructor de su propia existencia, tiene todos los
elementos para ello, pero puede que los haya guardado en una caja cerrada con llave. Tal
vez, aún no ha encontrado la llave para abrir la caja, o cree y siente que el acceso le está
vedado. Como ' camino para transformar esto, puede revisar sus sentimientos y sistema
de creencias y puede, al mismo tiempo, promover un cambio desde el cuerpo.

Propongo un ejercicio muy sencillo para probar el poder del cuerpo en este
sentido:

Intente prestar atención a cuál es la emoción que con la que se siente identificado
en este momento y de qué manera repercute ésta en su cuerpo, en qué parte del mismo
podría ubicarla o la siente con mayor intensidad.

Preste atención ahora al modo en que está respirando, haga consciente esa
respiración sin modificarla, simplemente intente sentir cómo es.

Imagine que va llevando el aire a esa zona del cuerpo en donde se ubica la
emoción. Sienta cómo el aire recorre ese espacio y lo atraviesa. Busque, por unos
minutos, el modo de expandirlo con la ayuda de ese aire.

Luego respire libremente, del modo que el cuerpo se lo pida. Puede que necesite
suspirar y/o bostezar: no lo inhiba.

Preste atención ahora a cómo se siente, y compare este registro con el realizado
en primer lugar. ¿Algo se ha modificado?

Puede que la emoción se haya intensificado o que haya desaparecido o que otra
esté en su lugar. Lo que desde mi experiencia puedo decir es que difícilmente haya
permanecido igual. Y esto con un simple "prestar atención" y un "respirar". Estas no son
capacidades que requieran de un estudio universitario, están disponibles para cualquier

23
ser humano vivo que no padezca ninguna enfermedad que las haya afectado. Por esta
razón es que me parece interesante sumar la experiencia del cuerpo a cualquier proceso
de cambio que cada uno se proponga.

EL MODO DE ANDAR

El registro del modo de andar es un buen indicador del modo en que camina la
persona por la vida. Variables como andar ligero, lento, cargando con fuerza el peso
hacia atrás o hacia delante, en puntas de pies, hacia fuera o hacia dentro o con
frecuentes tropiezos, pueden llevar a la asociación y reflexión acerca de uno mismo o de
los demás: el paso es ¿temeroso? ¿decidido? ¿inseguro? ¿firme? ¿con los pies bien
apoyados en la tierra o como si estuviera volando?

Cada ítem observado en el registro se puede llevar, de manera analógica o


metafórica, a otros planos y echar luz sobre modalidades personales.

Si el caminar es lento o rápido puede mostrar la misma tendencia en la forma de


vivir de esa persona.

El caminar arrastrando los pies muestra necesidad de apoyo y seguridad;


cansancio, desesperanza, dificultad para despegar de aquello que sostiene. Es la típica
caminata del adolescente.

Si camina a los saltos, podría asociarse con la imagen del grillo: un instante está
aquí y al siguiente allí. Refiere a personas que no pueden quedarse en ningún lugar, que
van por la vida esquivando el compromiso.

El taconeo es signo de remarcado apoyo en el talón. En general es el caminar del


inseguro que quiere aparentar lo contrario. Muestra carácter enérgico y autoritario con

24
dificultades para los cambios.

Si se camina casi sin rozar el piso, podría indicarse poco contacto con la realidad;
es como "estar en las nubes". Puede ser indicativo de rasgos románticos, con tendencia a
fantasear y dificultades para concretar proyectos y solventarse económicamente.

El andar como en puntas de pie cuenta de inseguridad, timidez y necesidad de


reconocimiento y aprobación por parte de los demás.

Otro aspecto para tener en cuenta es el del ritmo en el andar. Éste habla del grado
mayor o menor de armonía general según sea parejo o desparejo. Todos los cambios
bruscos en la velocidad o el ritmo refieren a la misma característica en otros planos. Son
expresión de desarmonía e inestabilidad.

La dirección de los pasos expresa la actitud hacía el sentido de la propia vida". Las
puntas de los pies paralelas muestran a una persona que sabe lo que quiere y se dirige
hacia una meta. Las puntas hacia fuera son indicativas de dispersión, de personas que
hasta último momento no saben que dirección tomarán, puede ser que duden que se
abran a muchas posibilidades al mismo tiempo. Esta característica puede hablar también
de tendencia a la dispersión de la energía y dificultad para encauzar la propia vida. Las
puntas hacia adentro al caminar pueden indicar carencia de un proyecto personal,
timidez, retraimiento, introversión.

La inclinación del cuerpo es otro aspecto a observar.

Adelantar la cabeza al caminar muestra que se prioriza el aspecto mental. Si es el


pecho el que se proyecta en primer lugar, mostrará personas de acción que le ponen "el
pecho a la vida", que "van para adelante", que "arremeten" y que ante los embates
responden "a lo hecho, pecho".

25
Si lo primero que se adelanta es la pelvis, esto seria caminar inclinado hacia atrás,
y, por lo tanto, son los aspectos instintivos de supervivencia los que tienen prioridad.

El caminar alineado evidencia poseer un cierto grado de equilibrio y armonía.

Es un buen aporte el registrar si se tiene una tendencia a cortar la energía en las


rodillas al caminar, ya que esto evidencia que no está efectuando una buena descarga a
tierra y por ende no está confiando en su propia capacidad de sostenerse.

Un caminar fluido necesita de rodillas que se adapten al movimiento


flexionándose y estirándose según la necesidad.

Si permanecen constantemente estiradas brindan la ilusión de sostén, pero éste


no es real.

El estar todo el tiempo en flexión implica falta de fuerza y empuje para salir
adelante.

El registro consciente del propio modo de caminar puede echar luz sobre algún
aspecto no reconocido de nosotros mismos, y la toma de conciencia del mismo, ayudar
en el propio proceso de evolución personal.

26
Los Pies

Los pies son la puerta de entrada por la cual se recibe la energía de la tierra, y
también una vía de descarga. Son raíz y sostén. Desde los pies, al igual que los cimientos
de una cusa, la persona se construye. Ellos soportan la postura ante la vida y también la
revelan.

Se expresan con palabras como suave o áspero, laxo o tenso, flexible o rígido,
textura fina o gruesa, líneas o arrugas, frió o calor, y muchos otros signos que relatan el
estado energético de una persona y son decodificables para quien conoce su lenguaje.
Reflejan tanto el aspecto físico como el mental, emocional y espiritual, y constituyen una
estructura capacitada para recibir y emitir mensajes a todas las partes del cuerpo.
Observando los propios pies se puede aprender mucho acerca de uno mismo.

El diccionario los define como: "Extremidad de cual-pitera de te dos miembros


inferiores del hombre, que sostienen el cuerpo y sirven para andar. Base de alguna cosa y
parte en que se apoya”, y otras acepciones con la misma idea.

Las ¡deas centrales son la locomoción y ser base y sostén.

Durante los primeros meses de vida, los pies son un objeto de exploración y
contacto, de juego y de placer. Las madres y padres cariñosos suelen tocar y besar los
pequeños pies de sus bebés. Este idilio inicial se ensombrece con la socialización. Frases
que aluden a ellos como algo sucio y de olor desagradable van calando bien hondo en la
mentalidad de la gente. Se crean así una serie de prejuicios respecto de esta parte de la
anatomía humana, fundamentalmente en lo que respecta a su contacto y exposición. Es
interesante observar la relación de la cultura con los olores ya que, muy a menudo, se
establece una confusión entre la falta de higiene y los aromas naturales del cuerpo. Los
genitales, las axilas y los pies tienen, en general, olores que suelen ser característicos y

27
más fuertes que los de otras partes del cuerpo. Los animales se reconocen a través del
olfato pues lo tienen muy desarrollado. Los seres humanos también tendrían esa
capacidad si se abrieran, sin prejuicios, a descubrir sus propios olores y los del ambiente y
las personas que los rodean.

Otra razón del menosprecio de los pies es su ubicación espacial. Como están
"abajo", son considerados "inferiores". En una cultura que sobrevalua lo intelectual, "lo
que está arriba", los pies son mirados con cierto desdén en contraposición con la valorada
cabeza. Simbólicamente, constituyen un espacio íntimo dónde se alojarían aspectos
escondidos o no revelados.

Para mucha gente mostrar los pies es quedar expuesta o desnuda ante el otro, y es
bastante generalizado el pudor en ese acto.

Las niñas occidentales han recibido, desde pequeñas, un mensaje acerca del valor
estético de los pies pequeños y de su poder de seducción a través del cuento de "La
Cenicienta", cuyo diminuto zapato de cristal demostraría que el tamaño de sus pies la
hacía acreedora al amor del príncipe y le proporcionaba la salida de un mundo de miseria
y maltrato hacia la riqueza y consideración.

En nombre de una estética propuesta casi enteramente por la mirada masculina,


las mujeres apretaron y muchas aún aprietan sus dedos en afiladas puntas de zapatos y
elevan sus talones descargando la mayoría de su peso hacia el antepié.

Al terminar el zapato en una punta angosta, los dedos tienen que acomodarse
como pueden en un espacio muy limitado. Para poder lograrlo se enciman, se doblan, se
deforman y finalmente se atrofian. Sus articulaciones tienden a volverse rígidas por la
falta de movilidad y, para evitar que el roce lastime, la piel tiende a engrosarse en los
sectores de mayor contacto con el agente agresor. El dedo gordo se inclina y la
articulación que lo une al metatarso se desplaza dando lugar al "hallus valgus",
28
vulgarmente llamado "juanete".

Desde la lectura de los pies que propone la reflexología holística, los dedos se
corresponden con el área de la cabeza en el cuerpo y con el plano mental de una per-
sona. Si relacionamos lo que pasa en los dedos al ser comprimidos con lo que le pasa a la
mujer en su lugar en la sociedad, podríamos deducir, entre otras cosas, que apretar sus
dedos es comprimir los proyectos, la creatividad y la intuición.

El taco del zapato eleva al talón, que se corresponde con el área pélvica y las
extremidades inferiores en el cuerpo, y con el plano instintivo de la persona. Éste refiere a
la capacidad de concretar en aspectos relativos a la supervivencia: trabajo, teché,
alimentación, familia, sexualidad. Al elevarse, la pelvis tiende a la anteroversión (ir hacia
atrás), acentuándose, de este modo, las curvas naturales de la columna a la altura de las
vértebras lumbares y cervicales. Este exceso de curvatura produce allí cortes de energía
que se derivan de la compresión exagerada de nervios que conectan órganos y partes del
cuerpo. Estos bloqueos energéticos disocian aspectos tanto físicos como psíquicos y
dificultan la capacidad de afirmarse y concretar.

En estos momentos en los que la tendencia es la de bajar el talón de las alturas, las
mujeres pisan más fuerte, sienten más seguridad en sí mismas y necesitan menos que se
la brinden desde afuera.

29
Un buen apoyo garantiza una mayor dificultad para ser derribado y, por lo tanto,
confiere un mayor poder de realización personal.

Principalmente en los círculos que adhieren a las terapias y cuidados naturales del
cuerpo hay una propensión cada vez más marcada a apoyar bien los pies y a dejarlos en
libertad, como sucedía en épocas primitivas. Suelen utilizarse, tanto en verano como en
invierno, cómodas sandalias, tacos bajos y hormas anchas que posibilitan una mejor cali-
dad de vida, ya que la salud de los pies esta muy ligada a la salud de la persona entera.

En la medida en que las personas valorizan su propio cuerpo, lo aceptan y se


relacionan con él amorosamente, se establece un diálogo interno y se abre una
posibilidad de mayor y mejor contacto con los propios pies y)con los de los otros.

30
PROPUESTA PARA EL REGISTRO PERSONAL

Dedique un tiempo a contactarse con sus propios pies tanto con el tacto como
con la vista.

Confeccione una lista de características o cualidades (tanto sean consideradas


positivas como negativas) que se refieran a sus pies.

¿Alguna parte llama más la atención que otra?

¿Qué cree que ellos necesitan?

Tome la lista de cualidades que confeccionó y páselas a primera persona. Así, si


dijo "mis pies son flexibles", dirá "yo soy flexible". Puede ser que con algunos adjetivos le
resulte extraña o improbable la combinación, pero si deja decantar la idea, finalmente va
a llegarle el sentido. Por ejemplo, ante una cualidad como "mis pies son huesudos" decir
"yo soy huesudo" podría estar hablando de que sus huesos, en general, son prominentes
en referencia a su contextura física o, en sentido figurativo, que es una persona de
estructura sólida, lo que puede implicar que no se derriba fácilmente o que no ofrece un
contacto mullido a la hora de relacionarse. La cantidad y calidad de las asociaciones
depende de usted y es posible que no encuentre el significado en un primer momento,
pero al releer sus apuntes al cabo de un tiempo, éste se le revelará.

Lleve también a primera persona la respuesta a "¿qué cree que ellos necesitan?".
Como en el caso anterior puede ser que la respuesta sea obvia o presente alguna
dificultad en su traslado analógico. Ellos pueden necesitar masajes, protección, más
energía, flexibilizarse, limar asperezas, calor o más atención; y usted, ¿necesita también
eso?

Para analizar los adjetivos dedicados a cada una de las áreas es necesario conocer

31
qué aspectos de la persona está representando cada una. De ese modo lo que se haya
dicho de cada área podrá referirse a ese aspecto en particular.

Aquella característica que nos haya llamado la atención en nuestros dedos está
hablando de la misma característica en el área de la cabeza o en alguno de los órganos allí
alojados, o puede aludir a algún aspecto del plano mental.

El colchón metatarsiano representa a las áreas de echo, espalda y extremidades


superiores, y a los aspectos el impulso y de la acción.

La bóveda situada en la planta del pie refleja al área abdominal y al plano de las
emociones.

El talón, al área pélvica, las extremidades inferiores y s aspectos instintivos de


supervivencia.

32
Las Manos

Con mayor o menor énfasis, según las diferentes culturas, las manos acompañan
el discurso cotidiano con coreografías repetidas hasta el cansancio. Del mismo modo que
una persona tiene una particular manera de moverse, de gesticular, de reír y de caminar,
también tiene un modo propio de expresarse con las manos. Los gestos que se efectúan
con ellas sirven para aclarar, enfatizar o ilustrar el contenido del discurso. Sus
movimientos también revelan emociones. Pueden frotarse de manera nerviosa o
mantenerse apretadas en actitud de tensión y expectativa.

Ciertos movimientos o posturas de las manos poseen un significado reconocido


universalmente.

Con la mano estirada y en diferentes posiciones se puede decir adiós, mendigar o


prometer. Unidas por las palmas elevan una plegaria. Se apoyan sobre el corazón para
expresar afecto. Si se cruzan los labios con un dedo en posición vertical, es señal de
silencio; si, en cambio, se apoya la palma de todos los dedos sobre los labios puede
inferirse que la persona desaprobó algo de lo que dijo.

Muchos saludos convencionales, reconocidos en la mayoría de las culturas, utilizan


como recurso a las manos: estrecharlas es el más generalizado y, aunque no es de uso
habitual, el besar la mano de aquél que esta en una jerarquía superior ha sido una usual
forma de saludo que se ha sostenido a lo largo de la historia de la humanidad. Muchas
expresiones populares utilizan a la mano resignificándola: "Estar en las manos de otro" es
un signo de entrega total; "dar una mano", sinónimo de ayudar; ser "mano suelta",
generoso o con tendencia a despilfarrar el dinero; "agarrado", aludiendo a la mano
cerrada, es ser tacaño; un "mano santa" es un curandero, sanador; el que tiene "mano de
hierro o mano dura" es estricto al exigir el cumplimiento de normas. Contrariamente, el
"mano blanda" tiene poca capacidad para poner límites. Cuando una persona está "hasta

33
las manos" es que está muy comprometida o involucrada en algo. El de "manos limpias"
es honesto y el de "manos sucias", corrupto.

Es inmensa también la cantidad de significados simbólicos que la mano ha tenido


en diferentes culturas: en la tradición hebrea la mano izquierda de Dios significa justicia, y
la derecha, misericordia. En el taoísmo, la derecha corresponde a la acción y la izquierda a
la sabiduría. Para los budistas, la mano cerrada es símbolo de secreto, y la mano abierta
de Buda significa, justamente, que su doctrina es transmitida sin ocultamientos. En la
civilización celta la derecha representa al bien y la izquierda al mal, a lo "siniestro". En el
Medioevo el vasallo ponía las manos entre las de su soberano en gesto de sumisión. En la
mayoría de las culturas, el novio y la novia colocan anillos en sus dedos para sellar el
mutuo compromiso de permanecer unidos para siempre.

Las manos hablan en el idioma de los sordos; en los rituales hindúes y cuando
Buda levanta la mano derecha con la palma hacia afuera se forma un signo de paz. Las
manos hablan en cada gesto que realizan los yoguis y las bailarinas sagradas, en los ritos
cristianos y en los paganos, en los momentos de alegría y de tristeza, en el odio y en el
amor: en cada acto de nuestras vidas las manos siempre tienen algo que decir.

Daim Batangtaris, un investigador y estudioso de la mano, escribe: "La mano y el


cerebro representan dos aspectos complementarios del autogobierno de los órganos. Es
como decir que el cerebro posee el poder legislativo y las manos están dotadas del poder
ejecutivo; ellas son infinitamente versátiles y, en consecuencia, excepcionalmente
capaces de traducir las aspiraciones humanas en la realidad tangible... En efecto, toda
"cosa" inventada por el hombre es herencia directa del poder de la mano... Ninguna otra
parte del cuerpo es tan expresiva como este 'órgano de los órganos' con su libertad de
acción sin par. Es el interprete del espíritu, el mensajero del corazón, el medio a través
del cual el mundo de las ideas revela su proyecto de evolución".

34
Estilos De Enfermar

En la persona se integran las dimensiones "cuerpo-mente-espíritu-relaciones" que,


al interactuar de manera dinámica, constituyen la suma de las experiencias del sujeto.
Estas experiencias van conformando su personalidad, esto es su manera habitual de ser,
el modo en el que se dirige hacia el mundo, la forma en la que incorpora sus
conocimientos y la modalidad con la cual se relaciona con los otros y consigo mismo.

En la configuración del estilo de personalidad juegan un rol central las


recompensas y los castigos, los modelos de identificación con los que haya contado el
sujeto en sus etapas más primarias y los mecanismos defensivos que haya desarrollado
frente a situaciones de angustia y que le hayan resultado exitosos en experiencias
infantiles.

Millón, un estudioso de la personalidad y creador de instrumentos para evaluarla,


entiende a la persona como una gestait resultante de transacciones entre factores
constitucionales, neurobiológicos y contextúales. Califica a los estilos de personalidad
como un conjunto de patrones emocionales, cognitivos y conductuales.

Lo esencial del concepto de personalidad que Millón propone yace en su holismo


implícito, en la medida en que necesidades, motivos, mecanismos, rasgos, defensas, son
partes que la integran sin conformar su historia definitiva. Los estilos de personalidad son
fundamentalmente el resultado de experiencias de aprendizaje que se desarrollan en
contextos familiares y escolares, así como de una serie azarosa de eventos vitales a los
que se está expuesto desde el nacimiento.

La teoría de Millón de estilos de personalidad refuerza permanentemente la


noción del ser humano como un sistema integrado por los subsistemas biológico,
psicológico, social y cultural en interacción permanente.

35
A lo largo de mi experiencia clínica, pude observar que tanto la forma de
manifestarse como las características de los síntomas corporales de los pacientes estaban
profundamente relacionados con algún rasgo de su personalidad, o con sus estilos
personales en general. Me llamaba la atención que un mismo síntoma corporal o enfer-
medad se expresara de manera tan diferente en distintas personas y que, a su vez, esa
forma particular de manifestarse guardara relación directa con características de la
personalidad del que experimentaba el síntoma. Por otro lado, también observaba que
pacientes con determinados estilos de personalidad solían manifestar sus desequilibrios
mediante síntomas similares y experimentarlos también de manera parecida.

Se han realizado investigaciones sobre dos tendencias de la personalidad,


patrones de conducta Tipo A que relacionan el rasgo de hostilidad con la enfermedad
coronaria, y Tipo C, que relacionan otros caracteres con la depresión y el cáncer. Los
resultados obtenidos sugieren que determinados tipos de personalidad se relacionan con
determinados tipos de enfermedad.

36
Friedman y Rosenman (1974) fueron los primeros en definir el patrón de conducta
Tipo A. Reconocieron los siguientes rasgos en aquellas personalidades proclives a enfer-
medades cardiovasculares:

 Ansiedad.
 Competitividad.
 Adicción al trabajo.
 Mal humor.
 Irritabilidad.
 Enojo.
 Discurso explosivo.

La hostilidad y el permanente mal humor caracterizados por expresiones de


irritabilidad y enojo, promueven el desarrollo de la arterosclerosis que conduce a
oclusiones en el corazón e incrementa la probabilidad de eventos coronarios agudos
durante crisis ambientales. Esta conexión está sostenida por múltiples estudios.

Algunas interpretaciones sobre el patrón Tipo A sugieren que el enojo y/o la


hostilidad surgen como consecuencia de sentimientos de amenaza.

Por otro lado, Morris y Creer (1980) describieron a la personalidad Tipo C, que
asocia depresión y cáncer con las siguientes características:

 Cooperación.
 Pasividad.
 Baja energía.
 Sumisión.
 Represión (emocionalmente contenidos, sobre todo bajo estrés):
 Vulnerabilidad.

37
 Dificultad para expresar las emociones negativas, particularmente de enojo.
 Depresión.
 Desvalimiento.

El mecanismo psicológico propuesto como implica do en el cáncer relacionado con


el Tipo C está centrado en el paradigma de la indefensión aprendida. Este paradigma se
basa en experimentos realizados con animales de laboratorio que son expuestos a
estresores incontrolables, Estos desvalidos animales, al no poder controlar su situación,
tienen reacciones en su sistema neuroendocrino que afectan a su sistema inmunológico.
Su sistema de defensas se empobrece provocando el incremento del crecimiento de
tumores implantados, una reducción en la producción de linfocitos T y una reducción de
la actividad dé los anticuerpos naturales. También ha sido observada en estos casos la
elevación de los opiáceos naturales. De todos ellos, la merma de anticuerpos ha sido la
más vigorosamente perseguida como la conexión psicológica entre la vulnerabilidad e
indefensión humana y el cáncer.

Cannon y Seyle, en sus escritos, citan observaciones de estresores que inducen a la


muerte que datan desde el siglo XVI: "...un ominoso y persistente estado de miedo puede
acabar con la vida de un hombre"; por otro lado, formulan la hipótesis de que los cambios
en el ambiente, tanto positivos como negativos, producen un síndrome de adaptación
general que puede inducir a la enfermedad.

En el año 2002 realicé, junto con una colega, la Lie. Carla Marostegan, un trabajo
de investigación que relacionaba los estilos de personalidad descriptos por Millón y la
ocurrencia de síntomas somáticos. Los hallazgos más significativos que obtuvimos fueron
los siguientes:

38
 Ante la presencia del rasgo de reflexión en la personalidad, tendían a disminuir los
síntomas que afectaban a los sistemas locomotor y nervioso. Ante la ausencia de
ese mismo rasgo, los síntomas tendían a incrementarse. Este resultado pareciera
sugerir que las personas que procesan los conocimientos por medio de la lógica y
el razonamiento analítico y basan sus decisiones en juicios desapasionados,
impersonales y "objetivos", son menos proclives a manifestar síntomas que
involucren a los sistemas locomotor y nervioso.

 Ante la presencia del rasgo de comunicatividad en la personalidad tendían a


disminuir los síntomas que afectaban al sistema nervioso y, ante la ausencia de
ese mismo rasgo, los síntomas tendían a incrementarse. Podría por tanto inferirse
que las personas con más tendencia a la comunicatividad en las relaciones
interpersonales experimentarían menor predisposición a padecer síntomas del
sistema nervioso.

Otro hallazgo se obtuvo con el síntoma "adormecimiento de partes del cuerpo".


Éste fue referido por 48 personas de una muestra total de 165, lo que constituyó el 29 %
de la población estudiada. Los resultados obtenidos parecían sugerir que los sujetos que
padecen el síntoma "adormecimiento de partes del cuerpo" presentan, de manera
moderada, los siguientes aspectos en su personalidad de acuerdo a la teoría de Millón:

 Preferirían utilizar los propios pensamientos y sentimientos como recurso. Su


principal fuente de inspiración y estimulación no serían los demás sino ellos
mismos. Experimentarían serenidad y comodidad manteniéndose alejados de las
fuentes externas y serían propensos a seguir los impulsos originados en su
interior.

Por otra parte, en sus relaciones con los otros, presentarían:

39
 Falta de emotividad e indiferencia social. Serían silenciosos, pasivos, renuentes a
participar. Con poca capacidad para hacer amigos, apáticos y con tendencia a
desligarse de todo.
 Timidez. Experimentarían nerviosismo en situaciones* sociales. Con fuertes
deseos de agradar y ser aceptados, a menudo temerían el rechazo de los demás.
Sensibles y emotivos, podrían al mismo tiempo ser desconfiados, solitarios y
propensos a aislarse.

En base a estos datos podrían interpretarse como predictores de padecer el


síntoma "adormecimiento de partes del cuerpo" las características de personalidad
descriptas. Un segundo estudio focalizado en población clínica que presente el síntoma
permitiría confirmar esta hipótesis.

Con relación al síntoma identificado en nuestra investigación, llegamos a la


conclusión que en el "adormecimiento de partes del cuerpo" estaría involucrado el
sistema nervioso periférico y/o el circulatorio. La mayor o menor fluidez de la
comunicación nerviosa o sanguínea hacia las extremidades, tanto inferiores como
superiores, influirá en la aparición o no de este síntoma.

La obstrucción de las vías nerviosas puede producirse por compresión medular o


por verse impedido o disminuido el suministro nervioso a raíz de otras problemáticas.
También patologías o desequilibrios que afectan a los vasos sanguíneos podrían producir
esa sensación.

Tanto las extremidades como los músculos connotan movimiento, dinamismo,


agilidad, flexibilidad y actividad. Se podría decir que el "adormecimiento de partes del
cuerpo" tiene por característica la pérdida parcial de control de las funciones motrices
que normalmente pueden regirse a voluntad. Las extremidades nos conectan con el
mundo exterior, con los brazos tendemos a alcanzar aquello que necesitamos y también

40
vamos hacia el otro en el abrazo, con las piernas avanzamos por la vida. Por otra parte, la
característica fundamental del sistema nervioso es la de la comunicación, la cual en el
síntoma se encuentra impedida.

Con el "adormecimiento", el cuerpo estaría expresando una manera de ser. El


estilo de personalidad identificado en nuestra investigación presentaría una coherencia
con relación al síntoma: una tendencia al repliegue sobre sí mismos, sentimientos de
insatisfacción y una escasa o nula relación con los otros. También una tendencia a dudar
y temer, a no confiar en la propia valía, a sentirse inseguro.

Las personas tienen su propio estilo para todo, también lo tienen para enfermar.
Es por esto que toda forma de somatización habla de la persona y ofrece información
acerca de ella.

También forman parte del propio estilo las modalidades en las que los individuos
reaccionan ante el estrés. Éste significa fuerza que impulsa, presión, tensión,
contracción. También podría definirse como un modo de respuesta ante un estímulo que
la persona registra como de fuerte exigencia o demanda. En realidad, forma parte de la
vida y el ser humano lo ha experimentado desde que habita en este planeta.

Los cambios climáticos, la búsqueda y obtención del alimento y vivienda y, en


general, todas las situaciones (incluso las consideradas "positivas"), causan algún tipo de
estrés. Los hechos cotidianos traen aparejados desafíos que implican exigencias para la
mente, el cuerpo y las emociones. Un día frío causa estrés físico al cuerpo y como
respuesta éste altera su circulación sanguínea, la respiración y la frecuencia cardíaca. Una
preocupación laboral, un problema familiar o la muerte de una persona amada produce
estrés psicológico y una respuesta anímica determinada.

Hans Seyle identificó tres etapas en la respuesta del estrés:

41
 Alarma. El cuerpo reconoce el estrés y se prepara para la acción, ya sea de
agresión o de fuga. Las glándulas endocrinas liberan hormonas que aumentan los
latidos del corazón y el ritmo respiratorio, elevan el nivel de azúcar en la sangre,
incrementan la transpiración, dilatan las pupilas y hacen más lenta la digestión.
 Resistencia. El cuerpo repara los daños causados por la reacción de alarma. Pero,
si el estrés continúa, el cuerpo permanece alerta y no puede reparar los daños.
 Agotamiento. Su consecuencia puede ser una alteración producida por el estrés.
Una exposición prolongada al estrés puede agotar las reservas de energía del
cuerpo.

Para sobrevivir, las personas se adaptan al estrés y aprenden a vivir con y a pesar
de él, con el costo de un pronunciado descenso en su calidad de vida, ya que un estímulo
excesivo y constante sobrepasa la capacidad de adaptación del individuo y lo lleva a
enfermar. El estrés influye, principalmente, en las enfermedades en las que la persona
tiene predisposición genética. La capacidad de desarrollar una enfermedad está latente
en el individuo y el estrés es un disparador de ese potencial. Entre las patologías que más
comúnmente responden a ese estímulo se encuentran el cáncer, el infarto de miocardio,
la hipertensión, el aumento del colesterol y las autoinmunes.

En los últimos años, a partir de la década de los '80, se delinea un enfoque


específico que describe el estrés de los profesionales de los servicios de salud: el modelo
de burnout El concepto, que significa "quemarse por el trabajo", lo crea Freudenberguer
en Estados Unidos en la década del ' 70, y lo explica como respuesta al estrés laboral
crónico.

Maslach y Jackson, en la década del 80 enumeran sus principales características:

 Despersonalización: descripta como actitudes y sentimientos negativos para con


quienes se trabaja. Un ejemplo sería sentir indiferencia o fastidio por el dolor

42
ajeno.
 Falta de realización personal en el ejercicio del rol profesional: no encontrarle un
sentido a la tarea.
 Vivencia de agotamiento emocional: el que padece este síndrome podría
presentar signos de agotamiento, decepción, pérdida de interés por el trabajo,
fatiga emocional, impotencia, inutilidad, sensación de estar atrapado, falta de
entusiasmo y baja autoestima.

En las profesiones de ayuda o profesiones asistenciales y de cuidado del otro el


riesgo de contraer esta clase de estrés es mayor. El cansancio que resulta de una tensión
psicológica prolongada, o bien la incapacidad para disminuir el ritmo y las presiones
laborales, pueden dar como resultado sentimientos crónicos y generalizados ¡de fatiga,
pérdida de vitalidad y energía que no se revierte con el descanso.

El estado de agotamiento interesa principalmente |como antecedente del infarto


de miocardio y de la muerte cardíaca súbita. M. Isabel Pérez Jáuregui, en su libro Cuando
el estrés laboral se llama burnout, comenta que un número ¡estimable de pacientes
coronarios informan que el año anterior al episodio cardíaco experimentaban cansancio,
pérdida de energía, aumento de la irritabilidad en las relaciones familiares, enojo y
desmoralización causados por problemas en el trabajo y en el hogar.

Las variables principales que intervienen en la construcción del estrés laboral son:

 La naturaleza específica de la tarea: en las profesiones de ayuda, el encuentro con


lo más íntimo y doloroso del otro, y la sensación de falta de recursos para
ayudarlo constituyen un alto factor de riesgo para el profesional.
 El contexto laboral: la soledad a la hora de tomar decisiones, no tener a nadie que
pueda "vigilar" lo que uno hace, no tener la mirada de otro significativo en el
momento de actuar.

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 Las relaciones interpersonales: la mayor o menor contención de compañeros y
personas de mayor jerarquía respecto de los sentimientos y emociones que
presenta la Urea. Es importante tener la posibilidad de compartir y reflexionar
acerca de la experiencia laboral con los pares.
 Los factores individuales: la mayor o menor fragilidad emocional del individuo, su
fortaleza y coraje a la hora de afrontar los obstáculos que la tarea le presenta y la
capacidad de separar la evaluación de los resultados de la misma de su valoración
personal.

Desde una mirada integral de los procesos de salud y enfermedad, el estrés es un


factor de riesgo importante a considerar. Es muy personal la respuesta que cada indi-
viduo tenga con relación a él y, por supuesto, ésta dependerá de su mayor o menor
capacidad para afrontar los desafíos que la vida le proponga. Sucede que, en muchos
casos, las personas no tienen conciencia de cuál es la propia medida con respecto a esa
capacidad, y de que ésta no puede medirse por los parámetros de otro. Personalidades
con un alto grado de autoexigencia y competitividad son proclives a poner una barrera
entre su sistema de creencias y sus sensaciones, de las cuales suelen tener poco registro.
Una voz en su interior podría estar diciendo "si los otros pueden, yo puedo", o "esta tarea
no mata a nadie", o "tanta gente ha realizado esta labor durante tanto tiempo sin
problemas, ¿porqué yo no podría?", y un sinfín de frases por el estilo. Por otro lado, el
cuerpo podría estar expresando su agobio mediante variadas señales indicadoras del
agotamiento.

44
El hecho de tomar conciencia del propio estilo y de si éste puede o no constituir un
factor de riesgo para la salud es un modo de prevención. También lo es el imple-mentar
acciones tendientes a desarrollar la capacidad de registro personal. El reconocimiento de
las propias sensaciones y sentimientos posibilita la captación de las señales de alarma,
aunque éstas sean sutiles. Por otro lado, es de gran ayuda tomar contacto con aspectos
personales de impotencia y vulnerabilidad, e intentar aceptarlos.

45
CAPITULO III

LA LECTURA DE LOS SINTOMAS

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El Método De Lectura Holística De Los Síntomas Corporales

Si bien este método puede ser utilizado por cualquier persona que desee
decodificar los mensajes de su propio cuerpo, su desarrollo surge de la práctica clínica y
se incluye, como un recurso más, dentro del sistema terapéutico que he dado en llamar
Psicoterapia Holística, y cuyas bases están expuestas en la primera sección de este libro.

El sistema está compuesto por diferentes instrumentos o técnicas de abordaje


integral que contemplan los cinco ejes principales descriptos en el apartado "2. El hombre
integrado": corporal, mental, afectivo, espiritual y relacional.

El eje corporal es el que nos ocupa en este texto y es allí donde se ubica el método
holístico de lectura de los síntomas somáticos.

El método utiliza como recursos principales a las analogías y metáforas. Mediante


estos instrumentos, aquello que literalmente expresa el síntoma se traslada a situaciones
concretas de la vida de la persona que lo padece.

El concepto filosófico de analogía se basa en la relación de parecido entre dos o


más entidades. Ejemplos de analogías son algunas semejanzas observadas entre el ritmo
cardíaco y el de un reloj, o entre el cerebro y un ordenador.

En lógica, la analogía designa una forma de argumentar que asevera que si dos o
más entidades son semejantes en uno o más aspectos, lo más probable es que también
existan entre ellos más semejanzas en otras facetas.

Por su parte, la metáfora es la imagen que resulta al trasladar el nombre de un


objeto a otro, ligados ambos por una relación de analogía. Por ejemplo, "ríos de vida" es
una metáfora de la sangre. Según Aristóteles, el nuevo sentido sustituye al antiguo. Pero
otros investigadores de la metáfora afirman que no se produce una sustitución sino una

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interacción entre ambos sentidos, el original y el metafórico. La metáfora equivale a un
transporte. En la metáfora hay, más que un proceso de significación, un proceso de
simbolización y, como en todo símbolo, se ponen en juego varios sentidos que
interactúan y se enriquecen mutuamente.

Friedrich Nietzsche definía al hombre como "animal metafórico", aludiendo a "ese


instinto que impulsa a hacer metáforas, ese instinto fundamental del hombre del que no
podemos hacer abstracción un solo instante, pues haríamos abstracción del hombre
mismo". La metáfora implica una actitud filosófica presente en la vida cotidiana, implica
superar los límites que intentan acotar a las experiencias mediante explicaciones
simplistas y reduccionistas.

El método se basa en las siguientes premisas:

 Lo que sucede en el cuerpo le sucede a la persona entera. Cuando el síntoma se


manifiesta en el cuerpo, en algún otro aspecto de la vida del sujeto se está
representando la misma escena, de manera conjunta y simultánea.
 Existe la posibilidad de que el cuerpo sea el mensajero de algún conflicto del cual
la persona no es consciente y que el síntoma llame la atención sobre él.
 Otra posibilidad es que el sujeto sea consciente de la problemática que el cuerpo
expresa pero que ésta supere su capacidad de asimilación y afrontamiento. En
este último caso, el conflicto se expresaría de manera integral en todos los planos,
incluido el corporal.
 Los atributos y funciones de los elementos que conforman la dimensión corporal
(células, tejidos, órganos y sistemas) de una persona poseen semejanza con los
atributos y funciones de los elementos que conforman sus otras dimensiones:
espiritual, mental, afectiva y relacional.
 Los atributos y funciones del órgano en desequilibrio se toman como analogías
para describir al conflicto. La descripción intenta trasladar lo que sucede en el
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cuerpo a las situaciones de vida de la persona, mediante un uso analógico y/o
metafórico del lenguaje.
 El mensaje del síntoma puede iluminarse mediante esta descripción.
 El síntoma expresa una necesidad a la que la persona no está atendiendo.
 El síntoma reclama un cambio.
 La toma de conciencia de lo que el cuerpo expresa promueve el autoconocimiento
y la autocuración.
 Las acciones tendientes al cambio que el cuerpo reclama promueven la remisión
del síntoma en un rango que abarca desde un grado mínimo hasta su
desaparición, siempre que el estado del cuerpo así lo permita.

Para facilitar la comprensión de este modo de lectura corporal, resulta útil la


metáfora del teatro. Los elementos de la escena podrían distribuirse del siguiente modo:
el cuerpo sería el escenario y los personajes estarían encarnados por el órgano, sistema o
zona corporal que presentara un desequilibrio. Estos personajes actuarían la escena con
un parlamento referido específicamente a sus características y funciones esenciales, las
cuales presentarían, en otros planos de la misma persona, atributos semejantes. Así, por
ejemplo, si el desequilibrio se expresara como tendinitis en el hombro derecho, el
razonamiento podría organizarse de este modo: una de las características esenciales ; de
los músculos es la de ser elásticos, adaptables y fuertes; respecto a sus funciones, las que
más resaltan son las relacionadas con el movimiento.

En este caso, la tendinitis impide los movimientos del brazo. Entre las funciones
principales de los brazos se encuentran las de alcanzar algo, abrazar o sostener. Si es el
brazo derecho, los aspectos relacionados con ese hemi-cuerpo refieren al mundo externo,
lo material. Por tanto, el cuerpo podría estar expresando algún conflicto para alcanzar o
sostener algo concreto, algo que a la persona le representa un desafío, a lo que le cuesta
adaptarse o no tiene la fuerza para sostener.

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Las posibilidades son tantas como características o funciones tiene cada parte del
cuerpo, pero al expresarlo de este modo, es notable ver como cada uno encuentra en su
historia el referente adecuado y la analogía le facilita la toma de conciencia y comprensión
de lo que le sucede. Éste fenómeno, a su vez, posibilita el cambio que todo síntoma
reclama si es que la persona elige, libre y responsablemente, realizarlo.

Las escenas a representar serían siempre segmentos de la vida de la persona.


Estos segmentos pueden ser actuales o pasados, según sean síntomas que la persona
experi- menta en ese momento en particular o que padece de manera crónica.

Los actuales refieren a situaciones coyunturales por las que la persona pudiera
estar atravesando y podrían o no mostrar un patrón repetitivo de la manera de expresar
con su , cuerpo determinadas problemáticas.

Los síntomas crónicos muestran una tendencia más ,-estable, son como un rasgo
de personalidad, cuentan del pasado y su vigencia en el tiempo presente.

Por otra parte, puede ser que aquello que fue un elemento fundante de esta
tendencia no forme parte del repertorio actual de maneras de actuar o resolver
conflictos de la persona porque ésta haya realizado cambios pero, depende del grado de
compromiso que el plano corporal haya tenido en esa situación inicial, puede resultar
posible o no una remisión en el cuerpo de la afección si es que éste ya está involucrado
de modo irreversible.

Para intentar la decodificación de los mensajes de los síntomas corporales se


tienen en cuenta las cinco leyes fundamentales en las que se basa el método:

1. Ley de la Sincronicidad: el fenómeno se expresa de manera sincrónica en el plano


corporal y en algún otro aspecto de la vida del sujeto. Para poder develar lo que esta ley
está mostrando es necesario elevar la descripción de lo que sucede en el cuerpo a su
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máximo nivel de abstracción, en un intento de eliminar lo más que sea posible los
vestigios anecdóticos. Así, por ejemplo, si la persona padece de rinitis alérgica, en el
plano del cuerpo podría explicarse el suceso diciendo que "alérgenos en forma de
partículas suspendidas en el aire producen una irritación de la mucosa pituitaria que
recubre la cavidad interna de la nariz y como reacción toda la zona se inflama. Esto
implica un aumento de la circulación de la sangre e hinchazón que deriva en una
producción excesiva de tmucosidad que parecería no poder terminar de expulsarse y da
la sensación de no poder respirar". Llevar esta descripción a un plano de abstracción sería
decir que: "Alguna cosa proveniente del exterior produce una movilización conflictiva
(incremento de la circulación sanguínea, hinchazón) en el plano mental (cabeza), a pesar
de intentarlo, la persona no puede expulsar o rechazar lo que entró. El sentimiento que
acompañaría el proceso sería el de sentirse ahogado". Lo resultante de llevar el síntoma al
plano abstracto se traslada luego a alguna situación de vida que la persona identifique
como coincidente con las características descriptas. Si se tratara de una rinitis crónica,
podría inferirse que hay una tendencia a dejar entrar lo que molesta y después, aunque
hay un deseo de sacarlo, está inhibida la capacidad de hacerlo. Implicaría una dificultad
para poner límites a la entrada de pensamientos o ideas conflictivas o una dificultad para
reconocerlas, o sea una falla en la prevención.
2. Ley de la Necesidad: el síntoma expresa una necesidad a la cual la persona no le
está prestando la debida atención. Si continuamos con el ejemplo de la rinitis, la necesidad
sería la de poner límites o la de desarrollar la capacidad de autocuidado y prevención.
3. Ley del Reclamo de Cambio: todo síntoma reclama a su portador que éste realice
algún tipo de cambio. En la rinitis podría tratarse de un cambio de posición con respecto
al estilo de relacionarse con los otros: acciones tendientes a desarrollar la capacidad de
atención respecto de sentimientos y sensaciones precursores del conflicto.
4. Ley de la Toma de Conciencia: la toma de conciencia de lo que el cuerpo expresa
promueve el autoconocimiento y, como consecuencia, la autocuración. El hecho de
preguntarse acerca de cuál sería el mensaje de un determinado síntoma ya lleva al
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individuo a reflexionar acerca de sí mismo y sus tendencias. Se despierta así al observador
consiente, partícipe necesario del trabajo de reconocimiento personal que realiza todo
aquel que intenta evolucionar hacia estadios de mayor sanidad. En el marco del ejemplo
de la rinitis sería reconocer el factor o los factores que provocan irritación para poder
descubrir, mediante el recurso de "llevar la atención", el patrón usual en el cual el que
padece el síntoma está inmerso y, desde este "darse cuenta", reflexionar acerca de él. La
observación incluye la atención hacia sensaciones, sentimientos y acciones.

5. Ley de Remisión: las acciones tendientes al cambio que el cuerpo reclama


promueven un movimiento del modo de expresión del síntoma en la dirección de su remi-
sión. Esto puede suceder en un rango que abarca desde un grado mínimo hasta su
desaparición, siempre que el estado del cuerpo así lo permita. Si el cambio se produce, el
síntoma deja de tener un sentido. En el caso del ejemplo, sería accionar el límite o el
rechazo si se considera necesario, antes de que la cosa invada el propio terreno y la
reacción sea tan desmedida que el efecto se vuelva en contra del propio sujeto.

Para poder comprender de manera más clara y con-|tundente lo que el cuerpo


está contando, se efectúa un recorrido por los ejes que agrupan a los diferentes signos
que [conforman el lenguaje del cuerpo:

 Las zonas del cuerpo: cabeza, cuello, pecho/espalda, brazos/manos, abdomen,


pelvis, piernas/pies, frente/dorso.
 Los hemicuerpos: derecho e izquierdo.
 Los sistemas corporales: óseo, muscular» nervioso, endocrino, circulatorio,
inmunológico, respiratorio, digestivo y urinario.
 Los órganos al interior de estos sistemas.

Siguiendo con la lectura de la rinitis, ésta continuaría de este modo:

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 Zona del cuerpo en la que se manifiesta: la cabeza y dentro de ella, la nariz. La
cabeza representa al plano de las ideas. Es la zona de la comunicación y la
creatividad. Refleja la capacidad de captar los estímulos que provienen del
exterior. La nariz está relacionada más específicamente con la intuición.
 Hem¡cuerpo: no es relevante en este síntoma.
 Sistemas corporales involucrados: respiratorio e inmunológico. Con respecto al
respiratorio, la manera en que cada persona respira nos cuenta acerca de su
mayor o menor capacidad para conectarse con la vida. Palabras disparadoras para
reflexionar ante cualquier desequilibrio que afecte a este aparato son: la
dependencia y la independencia, el dar y el recibir, el atreverse o el sentirse aco-
bardado, la capacidad de cambio y la interrelación con el otro. Con relación al
inmunológico, sus mensajes se refieren a la modalidad de ataque o defensa de la
persona ante lo que percibe como amenazante. Específicamente la alergia se
relaciona con respuestas actitudinales de extrema sensibilidad y susceptibilidad
ante lo que provenga de situaciones de vida o acciones de otras personas.
 Órgano al interior de ese sistema: Fosas nasales y senos paranasales. Desequilibrios
de estos órganos podrían estar relacionados con el reconocimiento de la propia
intuición, la tolerancia y la aceptación.

Una síntesis del patrón posible que emerge al relacionar todos los ítems podría ser
que: alguna idea proveniente del afuera, específicamente de un otro (pueden ser ideas
provenientes de un "otro real" o de un "otro internalizado" que se expresa en forma de
mandatos), es percibida como amenazante, pero el sujeto desconfía de su propia per-
cepción, no hace caso a su intuición al respecto y abre la puerta. Luego, como en un
"darse cuenta" tardío, no puede evitar una reacción agresiva que implóta y termina
dañándose a sí mismo. Este patrón podría estar trabando cambios necesarios para la vida
de relación del sujeto y éste podría sentirse acobardado a la hora de realizarlos. En estos
cambios podrían estar involucrados aspectos relacionados con la aceptación y la

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tolerancia de lo propio y de lo ajeno. El síntoma reclama apertura, confianza, desarrollo
de la capacidad de prevenir, cuidarse y poner límites: el aprendizaje de la aceptación y
tolerancia hacia lo diferente, adquirir seguridad en uno mismo, atreverse al movimiento y
al cambio.

En los apartados sucesivos se brinda, de manera esquemática y sistemática, la


información que deriva de los ejes fundamentales del lenguaje del cuerpo. Para aquel
que esté interesado en realizar la lectura de una determinada problemática la sugerencia
es que:

 Tome conocimiento de las características del desequilibrio a decodificar y trate de


llevar la descripción de su modo de presentarse a un plano de abstracción que
posibilite su traslado a otros planos.
 Registre por escrito los datos emergentes de los diferentes signos.
 Integre la información obtenida en un relato despersonalizado que el protagonista
del desorden pueda relacionar con su experiencia.

Puede que aquello que el síntoma reclame sea necesario trabajarlo en un espacio
terapéutico que facilite, acompañe y contenga los sentimientos y emociones que el
cambio promueva, o tal vez la persona encuentre su personal modo de resolverlo. En
todos los casos es importante reconocer los propios alcances y limitaciones para accionar
así con la mayor responsabilidad a favor de uno mismo.

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Las Zonas Del Cuerpo Y Su Simbología

Cabeza: Cuero cabelludo-Boca-Dientes-Encías-Lengua-Ojos-Oídos-Nariz-Cara.

El área representa a lo sutil, lo abstracto, la mente, las ideas, la capacidad de


imaginar y proyectar. Es símbolo de lo superior, de lo que está arriba. Zona de la comu-
nicación, la creatividad y la intuición. Refleja la capacidad de captar los estímulos que
provienen del exterior.

 El cuero cabelludo se asocia con la vitalidad y el poder.


 La boca, con la comunicación verbal y la alimentación.
 Los dientes, con la agresividad.
 Las encías, con el sostén y la seguridad.
 La lengua, con la comunicación y el gusto por la vida. « Los ojos, con la capacidad
de ver y mirar en todo sentido, y con la comunicación.
 Los oídos, con la capacidad de escucha. « La nariz, con la intuición.
 La cara, con la identidad y la capacidad de ser responsable y afrontar los
acontecimientos ("encarar alguna cosa"; "enfrentar la realidad"; "poner la cara").

"Pierde la cabeza" el que actúa sin pensar, irracionalmente. Es "cabeza dura" el


que no quiere entender o se empecina en una idea o criterio. Hay quienes "se dan la
cabeza contra la pared" y ni aún así entienden, y otros transforman esa modalidad en su
estilo de vida y sólo captan el mensaje cuando llegan a ese punto.

Decimos que algunas experiencias "abren la cabeza" porque ayudan a cambiar


ideas, y cuando se dice que alguien o algo "trae muchos dolores de cabeza", es lo mismo
que decir que trae muchos problemas.

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Si una persona es soberbia es porque "se le subieron los humos a la cabeza", o
autoritario si "el poder se le subió a la cabeza": en ambos casos la ambición es excesiva.

Una persona muy mental, que es "pura cabeza", suele estar desconectada del
resto del cuerpo, tiene la energía "arriba" y probablemente sea muy perfeccionista y
controladora, al mismo tiempo que su sexualidad "abajo" recibe poca atención.

El que "levanta cabeza" ha logrado salir de la desgracia y el que "baja la cabeza" se


somete y obedece.

Cuando nos "calientan la cabeza" nos llenan de ideas de otros, y si se nos "suben a
la cabeza", tienen el poder. Ni qué hablar si "metemos la cabeza" donde no debemos. Si
se nos "mete algo en la cabeza" no nos detenemos hasta hacerlo. Si tenemos "la cabeza
llena de pájaros", estamos volados. Y, finalmente, si "sentamos cabeza", vamos a recibir
la aprobación de nuestros mayores, por lo menos de aquellos que tienen "la cabeza bien
puesta".

Cuello: Vértebras Cervicales, Músculos, Esternocleidomastoideo, Nuca, Garganta,


Cuerdas vocales, Glándula tiroides.

El cuello representa la zona de enlace entre los planos mental y espiritual con los
de la acción, los afectos, las emociones y las necesidades básicas. Zona de comunicación,
control y regulación.

Las vértebras cervicales, junto con la musculatura, sostienen a la cabeza en su


lugar.

Los músculos del cuello en general reflejan el grado de control que la persona
tiende a ejercer para consigo misma y los otros.

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Los escultores griegos de la época de Sócrates creían que el relieve, en el cuello,
del músculo esternocleidomastoideo era un signo de virilidad. Esos músculos hablaban a
los filósofos de la capacidad para ligar el mundo de lo real con el mundo de lo sensible.

La nuca remite a aspectos del pasado.

La zona de la garganta sugiere el paso de lo oculto a lo revelado, del pensamiento


a la palabra. Aquí se alojan las cuerdas vocales que nos permiten articular el lenguaje y
que representan la capacidad de comunicarnos verbalmente.

La glándula tiroides, que regula el metabolismo basal de todo el organismo, refleja


la capacidad de nutrirse, en todo sentido.

Pecho: Corazón, Pulmones, Bronquios, Mamas.

Es el área del impulso y la acción, por ser esta zona del cuerpo la que alberga a
órganos como el corazón (asociado con: fuerza, calor, energía, actividad, ritmo,
sentimientos, pasión, expansión), motor de todo el organismo y a los pulmones, su filtro
vital.

En esta área se reflejan los sentimientos, la identidad, el ego, el impulso, la


valentía y el coraje. Las mamas simbolizan aspectos sexuales y de nutrición en todo
sentido.

En la simbología popular, frases como "poner el pecho", o "a lo hecho pecho",


implican capacidad para; afrontar la vida; "tomárselo a pecho", la cualidad de
compromiso que implica esa zona.

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Espalda: refleja a la responsabilidad, la sobrecarga, el agobio. "Tener espalda
ancha" implica capacidad para hacerse cargo.

Hombros: son las zonas por medio de las cuales l| í espalda entra en contacto con
el pecho. Enlazan el atrás y el; adelante del cuerpo. El pasado y el presente, lo visible y lo
invisible, los miedos y el valor Las expresiones populares "llevar en hombros", "arrimar el
hombro", muestran su rol de ayuda y; sostén. "Bajar los hombros" implica resignación e
impotencia. ;

Brazos: los brazos expresan la capacidad de alcanzar? lo deseado y de satisfacer


las propias necesidades. También la de sostener y retener. Expresiones como: "luchar a
brazo partido", "no dar el brazo a torcer" y "no bajar los brazos", muestran su simbología
con relación al ataque y la defensa. "Estar de brazos caídos" implica haber perdido la
fuerza y estar con poca capacidad de acción. "Con los brazos abiertos" la capacidad de
acoger y abrazar.

Abdomen: Estómago-Bazo-Hígado-Vesícula Biliar-Intestino-Páncreas-Riñones.

Es el área de las emociones por excelencia, donde se evidenciará la capacidad para


aceptar, asimilar, transformar y aprovechar lo que la vida brinda. La metabolización de
afectos y sentimientos. La vulnerabilidad y sensibilidad. Es una zona que sugiere
movimiento y transformación, capacidad de adaptación y cambio.

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Pelvis: Órganos de la reproducción y excretores.

Es el área que simboliza la supervivencia con todos los aspectos en ella


involucrados: la alimentación, el techo, el trabajo, la familia, los hijos, la casa, la relación
con la autoridad, los limites, el descanso, la sexualidad y el sostén. La capacidad para
cuidar y proteger. Es el área de la eliminación de los desechos y la satisfacción de las
propias necesidades. Soltar o desprenderse de aquello que no es de utilidad o nos
perjudica. Capacidad de cambio, disfrute, apertura, entrega y concreción.

Piernas: las piernas simbolizan el andar por la vida, y las rodillas la aceptación. Su
simbología está totalmente ligada a la de los pies. Se asocian con la capacidad de
sostenerse y avanzar, la conexión con la tierra, el equilibrio.

Pies: simbolizan la raíz, el sostén, el soporte. El cable a tierra, el contacto con la


realidad: "con los pies sobre la tierra". Se dice que una persona "cae de pie" para aludir a
su buena suerte. "Hacer pie" o "perder pie" evidencian los dos opuestos entre sostenerse
a uno mismo o no, mientras que "permanecer en pie" muestra una actitud de fortaleza, lo
contrario de rendirse. "Quedar en pie alguna cosa" habla de su permanencia. "No poder
tenerse en pie", debilidad o falta de fuerzas. "Pisar en falso", arriesgarse y equivocarse.

Frente/ Dorso: la zona frontal del cuerpo simboliza el presente y el futuro, lo que
el individuo debe "afrontar" o "enfrentar", a lo que le "pone el pecho", lo que se
presenta "ante sus ojos", aquello hacia lo que tiende o se dirige.

La zona dorsal simboliza el pasado, lo que quedó atrás, lo que no puede ver, lo
que carga, lo que lo persigue, los miedos.

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Los Hemicuerpos

Los síntomas que se expresan en uno u otro hemicuerpo pueden presentar una
analogía con relación a las características o atributos del hemisferio que domina a ese
lado del cuerpo. Es bastante habitual observar en las personas una tendencia a padecer,
recurrentemente, síntomas de un solo lado del cuerpo. Éstos podrían estar hablando de
una analogía entre las funciones o formas de acción característicos de ese hemisferio y
formas de acción características de la persona.

Los dos hemicuerpos se corresponden con el yin y el yang de la medicina china;


así, en el derecho se encuentra la manifestación eje la energía masculina (yang), y en el
izquierdo, la femenina (yin). El lado izquierdo representa lo femenino, la relación con la
figura materna, es receptor y pasivo; se relaciona con el inconsciente. El lado derecho
representa lo masculino, la relación con la figura paterna, es emisor y activo; se relaciona
con la mente consciente.

El cerebro humano está dividido en dos hemisferios interconectado£ que poseen


funciones interrelacionadas. Los nervios de calda lado del cuerpo son controlados por el
hemisferio contrario.

El hemisferio izquierdo está reflejado en el hemicuerpo derecho, es analítico y


racional. Esto significa que para comprender a la totalidad, tiende a separar las partes: su
punto de vista es más estático. El hemisferio derecho, que se refleja en el hemicuerpo
izquierdo, es sistémico y puede captar a la totalidad: posee una visión más dinámica y un
pensamiento más creativo. Estas dos formas de pensamiento y captación de la realidad
trabajan juntas al interior de la mente humana. Para vivir en armonía el ser humano
necesita utilizar ambos lados del cerebro pero, en general, cada persona tiene una
predisposición o desarrollo mayor de uno de ellos, quedando potenciales sin aprovechar.

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El hemisferio izquierdo reduce al todo en sus componentes básicos y determina su
jerarquía u orden de importancia. Esta concentración en los detalles hace que desarrolle
planes muy precisos, generalmente de difícil aplicación por la rigidez de su curso de acción
(que deriva en dificultades de adaptación a las cambiantes condiciones inherentes a la
vida misma). Este es el hemisferio de la acción y funciona mediante el procedimiento de
prueba y error, chequeando la validez de sus teorías en la práctica y experimentando
hasta obtener los resultados deseados.

El hemisferio derecho posee una mirada totalizadora de las cosas. Relaciona unos
eventos con otros y estudia los efectos de esa interacción. Para llegar a su objetivo, puede
trabajar con un grupo de variables al mismo tiempo y no se deja apabullar por el tiempo
que tarde en llegar ya que posee gran perseverancia. Puede desarrollar un proyecto
delineando su contorno general, aún antes de tener especificados sus objetivos. Sus
planes son flexibles y se adaptan fácilmente a todo tipo de situaciones. Su estilo es el de ir
confrontando sus ideas con la realidad antes de aplicar la totalidad del plan. Es un teórico-
práctico.

Cada hemisferio tiene su propio lenguaje, capacidad de memoria, tono emocional,


área de competencia, proceso cognitivo y modo particular de percibir la realidad.

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En síntesis, las características de cada hemisferio y hemicuerpo, que
analógicamente podrían leerse como características de la personalidad, son:

HEMISFERIO IZQUIERDO trasladar a la acción.


 Intenta acumular conocimiento,
Hemicuerpo derecho:
enciclopedista.
Analítico/Masculino
 Utiliza el método experimental
(prueba y error).
 Capta la realidad gradualmente.
Se ocupa de:

 Pensamiento abstracto.
 Lenguaje.
Características:
 Ciencias exactas.
 Comunicación verbal.
 Rígido.
 Poca adaptabilidad.
 Racional.
Formas de acción:  Cotí capacidad de cambio.
 Dificultad para los cambios.
 Separa elementos.
 Extrovertido.
 Detallista.
 Sociable.
 Se ocupa de una variable a la vez.
 Optimista.
 Se convence mediante la
experiencia de la validez de sus
teorías.
 Produce detalladas teorías
generalmente difíciles de
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HEMISFERIO DERECHO
 Capta la realidad de manera

Hemicuerpo izquierdo: integral.

Sistémico/Femenino  Tiene memoria de la experiencia.

Se ocupa de:

 Pensamiento concreto derivado Características:

de la experiencia.
 Introvertido.
 Arte.
 Serio.
 Ciencias sociales.
 Reservado.
 Psicología.
 Paciente.
 Perseverante.
 Flexible.
Formas de acción:  Adaptable.
 Con capacidad de cambio.
 Mirada totalizadora.
 Relaciona elementos entre si.
 Trata de determinar los efectos
de esta interacción.
 Trabajo sobre muchas variables a
la vez.

Las personas con tendencia a desequilibrios en un lado del cuerpo o a desórdenes


en órganos impares podrían estar teniendo, analógicamente, alguna dificultad con los
aspectos característicos del hemisferio correspondiente.

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La Lectura De Los Síntomas Del Sistema Locomotor

Los dos sistemas que en el cuerpo humano tienen como función primaria al
movimiento son el esquelético y el muscular. Ambos componen al sistema locomotor.

Al sistema esquelético lo conforman todos los huesos del cuerpo y las


articulaciones, que son sus medios de unión.

Los huesos y articulaciones no pueden moverse por sí mismos. El tejido muscular,


por sus características de contractilidad, extensibilidad y elasticidad, es el que les posibili-
ta el movimiento.

Por otra parte, el sistema muscular está en movimiento sólo cuando recibe
impulsos desde el sistema nervioso.

El Sistema locomotor puede expresar desequilibrios relacionados con:

 Malas posturas en el desempeño de las diferentes actividades cotidianas o su


analogía, la ocupación de posiciones desfavorables en la vida de relación.
 Falta de la nutrición necesaria en el plano de las necesidades básicas y/o afectivas.
 Desequilibrio en el sistema neuro-endocrino y/o dificultades en la comunicación y
metabolización de los estímulos en general.
 Falta de movimiento corporal (sedentarismo), que provoca la atrofia o pérdida de
la masa muscular, y/o ; falta de acción en la vida, que produce un estancamien-
to energético.
 Estados emocionales que provoquen excesiva tensión muscular o demasiada
distensión.
 Emociones retenidas que se alojen en determinados seg- ! mentes corporales o
grupos de músculos provocando una tensión crónica y, por consiguiente, un
bloqueo de energía en esa área determinada. Como consecuencia de esto, se
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efectúa una demanda mayor en otras áreas, las que también se ven afectadas por
la sobrecarga.
 Excesos o deficiencias en cuanto a la plasticidad para amoldarse a las situaciones y
fluir con los cambios que impone la vida.
 Sensación de la persona de falta de sostén o segundad en sí misma. Necesidad de
una mayor contención.
 Trabas para articular aspectos internos que se viven como opuestos y que
dificultan el accionar.

Lo que los huesos expresan de manera simbólica está relacionado con sus
funciones fundamentales y refiere a los aspectos de: protección, sostén, estructura,
puntos de apoyo o de inserción y reserva de energía. Estos mismos aspectos pueden
trasladarse, simbólicamente, a situaciones de la historia de la persona que padece el
síntoma.

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Los Desequilibrios En Las Articulaciones

Toda articulación es un punto de encuentro entre dos huesos. Dependiendo de la


forma, tamaño y función, diferentes tipos de articulaciones poseen también diferentes
características. Algunas permiten mínimos desplazamientos y otras están diseñadas para
facilitar movimientos del cuerpo más amplios.

Cualquier problemática que afecte a las articulaciones está indicando, en general,


un conflicto en lo referente a la articulación de aspectos personales entre sí o en relación
con los otros. Hay fuerzas en oposición que traban el libre accionar de la persona.

La tarea sanadora en la relación con uno mismo consistiría en buscar la coherencia


entre sentimiento, pensamiento y acción. Con relación a los otros, buscar el modo de
vincularse con la distancia óptima: demasiado pegoteo genera roces y deformación del
espacio de encuentro (artrosis), y demasiada distancia no permite que el encuentro se
produzca.

En general, una persona con flexibilidad articular es flexible también en todo


sentido. Si intentáramos agrupar a las personas con referencia a este aspecto, haciendo
un reduccionismo, las variables posibles podrían ser las de flexibles, hiperflexibles o
rígidas.

La hiperflexibilidad articular habla de ligamentos lábiles u otras problemáticas que


afectan la función de sostén y reserva de calcio y minerales de los huesos y
articulaciones. Una persona con esta característica en el cuerpo tendrá, probablemente,
un carácter influenciable, necesitará guía y contención y será también proclive a
acomodar su manera de ser y de pensar a las expectativas de los demás.

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Las articulaciones rígidas hablan de una persona rígida, o que al menos lo es en
algún aspecto. Puede manifestarse con dificultad para los cambios, para incorporar
nuevas ideas o proyectos, para desapegarse de cosas, sentimientos o vínculos, y también
puede que se quiebre ante alguna situación inesperada y traumática.

Según el área del cuerpo en la que se manifieste una problemática articular será el
aspecto personal al qué este dato se refiera. Por ejemplo, la rigidez en los movimientos
de flexión y extensión de la cabeza o en la mandíbula es un signo de control de la
agresividad. Otro ejemplo lo brinda la mayor o menor flexibilidad de la articulación del
hombro, que se relaciona con la capacidad de dar y recibir en todos los planos.

DESEQUILIBRIOS EN LOS MÚSCULOS

Lo que los desequilibrios de los músculos expresan de manera simbólica está


relacionado con sus funciones fundamentales y refiere a las capacidades de movimiento,
de sostener una posición y de ser fuente de energía. Estos aspectos son trasladables,
analógicamente, a situaciones vitales.

Al músculo que realiza un movimiento se lo denomina agonista, y al que permite


que este se realice, antagonista; Así, un músculo que extiende un miembro es
antagonista de otro que lo flexiona. Muchas tensiones musculares se des arrollan por la
lucha entre estos dos aspectos, uno de movimiento y otro de freno, y reflejan esta misma
lucha en el interior de la persona.

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El siguiente cuadro muestra un listado de desequilibrios que afectan al sistema
esquelético y su posible lectura (por zonas).

Palabras Claves

 Sostén.
 Estabilidad.
 Rumbo.

LECTURA HOLÍSTICA DE SÍNTOMAS ESPECÍFICOS QUE PUEDEN AFECTAR AL SISTEMA


LOCOMOTOR
PODRIA ESTAR
EQUILIBRIO DEL: EXPRESANDO RECLAMARIA
CONFLICTOS CON:
La autoafirmación y Flexibilidad.
SISTEMA LOCOMOTOR
confianza en uno mismo. Apertura.
La fluidez ante los Movimiento.
(EN GENERAL)
cambios. Protección.
ESQUELETO AXIAL: El sostén.
Registro consciente de
CRÁNEO, COLUMNA El equilibrio.
necesidades, atención y
VERTEBRAL, ESTERNÓN Y La seguridad interior.
cuidado personal.
COSTILLAS La autoprotección.
La seguridad en las
ESQUELETO Apertura hacia el mundo
relaciones con el mundo
APENDICULAR: HUESOS exterior. Planteo de
exterior.
DE LA FAJA CAPULAR Y objetivos y movimiento
El movimiento hacia
LOS BRAZOS PELVIS Y hacia ellos.
metas.
PIERNAS Confianza
El contacto con otros.

68
ARTICULACIÓN DE LA La aceptación. Humildad.
RODILLA. El perdón. Aceptación.
El avance.
CIRCULACIÓN DEL Movimiento.
El movimiento en el
FÉMUR CON LA CADERA Confianza en uno mismo.
mundo exterior.
La entrega y la apertura
Apertura para dar y
ARTICULACIÓN DEL para recibir tanto en el
recibir en todo sentido.
CODO plano material como de
Entrega. Confianza.
los afectos.
Solidaridad.
La responsabilidad. Entrega.
ARTICULACIÓN DEL
La cooperación. Confianza.
HOMBRO
La capacidad de delegar Conexión con el propio
deseo.
La integración de
Delegación.
pensamiento, sentimiento
BASE DEL CRÁNEO Confianza.
y acción.
Registro personal.
El control

69
LECTURA HOLÍSTICA DE SÍNTOMAS ESPECÍFICOS QUE PUEDEN AFECTAR AL
SISTEMA LOCOMOTOR

SINTOMA CONSISTE EN: PODRIA ESTAR RECLAMARIA:


EXPRESANDO:
Dificultades para
Inflamación
articular aspectos
ARTRITIS dolorosa de Flexibilidad.
personales.
articulaciones.
Rigidez.
Desgaste de una Rigidez.
articulación con Dificultad para Flexibilidad.
ARTROSIS posterior fluir con los Intento de
inflamación cambios y para cambio.
articular y dolor. proponérselos.
Inflamación de la Dificultades para Flexibilidad.
bolsa sinovial. avanzar en la vida. Movimiento.
BURSITIS
Dolor e Conflictos en el Solidaridad.
inflamación. dar y el recibir. Afecto.

Retraimiento ante
Contracción
el avance. Miedos Iluminar los
muscular dolorosa
ante el miedos.
CALAMBRES muy prolongada
movimiento que Buscar ayuda.
que se relaja con
lleva hacia el
lentitud.
cambio.

70
Agobio.
Sobrecarga.
Se acentúa la Mirar a la realidad
Falta de
convexidad de la desde otros
CIFOSIS entusiasmo.
región dorsal de la puntos de vista.
Tendencia al
columna Elevar la mirada.
sentimiento de
culpa.
Falta de sostén y
equilibrio, Trabajar la
Desviación lateral especialmente en construcción de
ESCOLIOSIS
de la columna. etapas primarias una estructura de
de la vida de la sostén personal.
persona.
Desequilibrio en el
Inflamación en la accionar. Elasticidad.
FIBROSITIS estructura fibrosa Dificultades para Fluidez.
de los musculos. actuar o parar de Confianza.
hacerlo.
El disco Esfuerzo por
intervertebral sostenerse y
Fluidez.
HERNIA DE DISCO tiende a mantenerse en
Confianza.
INTERVERTEBRAL desplazarse y equilibrio.
Autosostén.
presiona una raíz Falta de
nerviosa. contención.

71
LECTURA HOLÍSTICA DE SÍNTOMAS ESPECÍFICOS QUE PUEDEN AFECTAR AL SISTEMA
LOCOMOTOR

PODRIA ESTAR
SINTOMA CONSISTE EN: RECLAMARIA:
EXPRESANDO:
Desplazamiento de
Tendencia a Escucha atenta de
la articulación
estructurarse en los propios deseos y
JUANETES metatarsofalangica
función del deseo de necesidades.
del dedo gordo del
otros significativos. Independencia.
pie.

Problemática Relegar a un
postural. segundo plano las
necesidades básicas.
Alteración de la Echar raíces.
Trabas en la
LORDOSIS Concreción.
curva vertebral que sexualidad. Confianza.
acentúa la Inseguridad tras la Entrega.
concavidad de la apariencia de lo
columna lumbar. contrario.

Dolor que se
establece en la Esfuerzo por
Estructura de
LUMBALGIA sostenerse,
región lumbar. Unas sostén.
mantenerse en
veces es central, Confianza.
LUMBO-CIATICA equilibrio y avanzar
otras bilateral o Movimiento.
en la vida. Falta de
Cambio.
unilateral. contención.

Proceso inflamatorio
de los huesos o de la Dificultad para
Autoestima.
medula osea, que defenderse de
aquello que Valoración personal.
OSTEOMIELITIS habitualmente se
debe a una infección desestructura. Marcar posiciones
producida por Fragilidad yoica. en las relaciones.
microorganismos.

72
Enfermedad que Falta de sostén y
Autososten.
afecta al hueso, estructura.
OSTEOPOROSIS Independencia.
disminución de la Necesidad de Afirmar la
masa ósea. contención. autoestima.

Fluidez. Cambio.
Inflamación de un Lucha entre el
TENDINITIS Integración de
tendón. impulso y la acción.
fuerzas en oposición.

Dificultad para
Inclinación lateral de considerar otros
la cabeza provocada Apertura mental y
puntos de vista.
por una alteración de la mirada sobre la
TORTICOLIS Fuerte ejercicio del realidad.
estructural o
funcional a nivel del autocontrol o
Confianza fluidez.
cuello. referido al control de
otros.

73
CASO ANALÍA
DOLORES EN PIE Y RODILLA

Analía (bailarina de tango, 27 años), consulta por fuertes dolores en el pie derecho,
area del metatarso, y en su rodilla izquierda. Habiendo consultado al traumatólogo, le
tomaron radiografias y este le dice que “aparentemente no tiene nada”, que deje de bailar
por un tiempo y que seguramente se le va a pasar.

Los pies, en general, simbolizan la raíz, el sostén, el soporte. El contacto con la


realidad. Permanecer en pie muestra una actitud de fortaleza, lo contrario de rendirse.

El pie derecho se corresponde con el hemicuerpo derecho, que refleja la relación


con el mundo externo, el consciente, la energía masculina, el padre, y lo laboral.

La zona del metatarso representa el area de pecho y espalda, zonas de la acción, el


impulso, la identidad, la autoafirmación, el Yo.

Hasta aquí puede deducirse un conflicto doloroso en el que esta en juego alguna
situación laboral, ya que el síntoma le impide bailar y este es su trabajo. Al sumarse la
rodilla izquierda, entra en juego la aceptación de algo que involucra a la energía femenina
(hemicuerpo izquierdo). Sintetizando: situación laboral, acción trabada por el dolor, no
aceptación de algo referido a su ser mujer. Podría pensarse en conflicto afectivo.

Reproduzco parte del dialogo con la paciente en el cual intentaba averiguar si mi


hipótesis era acertada:

Terapeuta: ¿Cómo es el dolor?

Paciente: es muy fuerte cuando bailo o camino.

74
T:¿es un dolor que se queda en el lugar o se mueve?

P: con el dolor del pie me viene como una corriente que me llega hasta la cabeza.

T:¿Te duele también cuando estas de pie, pero quieta?

P: No, de pie no me duele, tampoco sentada o acostada. Mas cuando bailo y algo menos
cuando camino. Para mi es terrible, bailar es mi medio de vida y ahora es un suplicio.

T:¿Cuánto hace que comenzó el dolor?

P: Hace mas o menos, a ver…6 meses o algo así. Si porque en Holanda me empezó a doler y
después se puso cada vez peor.

T:¿Qué hacias en Holanda?

P: Fui a trabajar, a dar clases y a bailar.

T: ¿Cuánto tiempo estuviste?

P: Un año y medio.

T: ¿Cuándo volviste?

P: Hace 4 meses.

T: Asi que te comenzó a doler mas o menos dos meses antes de volverte.

P: Si, mas o menos cuando decidi que ya no soportaba mas el frio y lo gris y ya no podía vivir
mas alla.

T: ¿Te costaba aceptar eso de volverte, tenias afectos allá?

75
P: Dejé a mi novio.

T: ¿Y cómo fue eso?

P: El tenía hijos y no se podía venir para acá. Yo no podía con las dificultades con el idioma y
la soledad. No podía vivir allá. Ya era la segunda vez que iba y volvía. Pero el noviazgo lo
rompimos por teléfono.

T: ¿Y cómo te sientes ahora con la decisión?

P: No tengo otro camino. (Observo, para mi misma, la relación entre camino cerrado, dolor
al caminar que está conectado con el plano de las ideas ya que irradia hasta la cabeza).

T: Y eso, ¿qué sentimiento te genera?

P: Estoy muy triste.

T: ¿Qué cosa crees que te haría sentir mejor?

P: No sé. La verdad es que no sé ...

T: Así que, cuando tomas la decisión de volver, te comienza un dolor que aparece con el
movimiento y desaparece con la quietud. En este relato de tu situación con Holanda;
¿dónde dirías que estuvo el movimiento?

P: Y, el movimiento, en regresar.

T: Aparentemente fue un movimiento doloroso.

P: ¿Y tú crees que lo de la rodilla tiene algo que ver con esto?

76
T: Tú misma comentaste la relación de la aparición del síntoma con ese momento y
situación. ¿Qué crees que es lo más importante que este síntoma te impide o dificulta?

P: Sobre todo bailar.

T: ¿Quieres seguir bailando?

P: Es lo que más me gusta hacer y lo que mejor hago. Ahora me llamaron de Holanda. En
dos meses tengo que volver para dar clases y participar en festivales. Si no se me va el dolor,
no sé como voy a hacer.

T: ¿Deseas volver?

P: La verdad, no, pero tengo que hacerlo para terminar mi relación con Ben. Yo dejé cosas
allá. Y para mí es importante cerrar la relación y por otro lado saber si voy a poder viajar
una vez al año a trabajar. Claro que también toda esta movida me resulta muy fuerte.

T: ¿Cómo son los dolores cuando te mueves?

P: ¿Qué increíble, no? (Allí, la paciente toma conciencia de la situación y entiende la relación
de su síntoma con su situación de vida) Y ahora, qué se hace con esto?

T: El hecho de verlo ya es un primer paso. Ya vas a ir viendo las opciones.

El conflicto que el mensaje del síntoma dejaba en evidencia era entre el "deber
ser" de lo laboral, que la llevaba a viajar, y el dolor que le producía volver para dar un
cierre a una relación. Ella no quería ir porque le resultaba doloroso y quería evitar ese
dolor. El síntoma reclamaba aceptación, autoafirmación y cambio. Analía debía dar
respuesta a qué cosa significaban para ella estos aspectos. En sucesivas sesiones se
trabajó haciendo foco en los aspectos de la situación concreta del posible retorno a
Holanda y pudo ampliar su mirada con relación a lo relativo a las cuestiones

77
profesionales. Ella, en principio, estaba convencida de que quería ir Holanda a bailar y dar
clases una vez al año, que tenía amigos y contactos de trabajo y que disfrutaba mucho de
su actividad allá, siempre y cuando no implicara convertirla en su lugar de residencia.

Cuando logró separar lo laboral de los aspectos referidos a la relación de pareja


pudo distinguir claramente su deseo de retornar. Con respecto a Ben, sabía que no estaba
dispuesta a volver a vivir con él pues muchas cosas de la relación no le resultaban
satisfactorias y se dio cuenta de que lo le más le costaba aceptar era que las cosas no
hubieran funcionado entre ellos, que se encontraba nuevamente sola y sentía mucha
necesidad de compartir con un otro una relación activa. Retornar a Holanda implicaba
enfrentar definitivamente la ruptura con Ben y asumir lo definitivo de la situación.

La última vez que Analía concurrió a mi consultorio e unos días antes de su viaje a
Holanda. Había decidido viajar para terminar su relación de pareja, retirar sus cosas de la
casa que compartían y tender redes laborales para un turo seminario. Se sentía segura de
la decisión y con capacidad para llevarla a cabo y afrontar sus consecuencias. Habían
pasado cuatro meses desde su primera consulta y manifestaba sentirse "sostenida por
sus pies", "en contacto con su realidad" y con fuerzas como para dar fin su vínculo con
Ben, con todo el sufrimiento que eso le implicaba. Cuando pudo llorar y hacerse cargo de
la tristeza, los dolores del cuerpo se transformaron en dolores del alma y paulatinamente
fueron disminuyendo.

78
LA LECTURA DE LOS SÍNTOMAS DEL SISTEMA NERVIOSO

Es el encargado de dirigir y correlacionar las complejas actividades psíquicas y


orgánicas, voluntarias e involuntarias, del cuerpo humano. Tiene como actividad principal
la de captar estímulos, conducir los impulsos que aquellos generan, elaborar y ejecutar las
respuestas adecuadas. Los estímulos pueden provenir tanto del medio exterior como del
interior del propio cuerpo.

El sistema nervioso central está formado por el encéfalo y la médula espinal. Al


encéfalo, que está encerrado dentro de la caja craneana, lo constituyen el cerebro,
cerebelo y el tronco encefálico.

El cerebro es responsable del control de todas las funciones mentales. Todas las
emociones humanas, como el amor, el odio, el miedo, la ira, la alegría y la tristeza, están
controladas por el cerebro.

Del cerebelo depende toda la actividad motora. Actúa en la coordinación y el


mantenimiento del equilibrio y en la regulación del tono muscular.

El tronco encefálico es el puente de comunicación entre el cerebro superior y la


médula espinal, y es también la sede de funciones vitales y básicas como la respiración, la
presión sanguínea o el ritmo cardiaco, y de actos reflejos como el movimiento ocular y el
vómito.

La medula espinal ocupa el conducto raquídeo y es un centro elaborador de


respuestas reflejas que viajan a través de los nervios hacia todo el organismo.

La función principal del sistema nervioso se denomina "función nerviosa", y podría


sintetizarse en la palabra comunicación": captar estímulos provenientes del medio
interno (hambre) o externo (la luz), conducirlos, elaborar y emitir las respuestas.

79
Mediante impulsos nerviosos, este sistema conecta a los órganos receptores (órganos de
los sentidos), con los órganos efectores (músculos y glándulas).

Los órganos de los sentidos son aparatos especiales que se encuentran en la


periferia del cuerpo y tienen por función poner al hombre y a los animales en relación con
el afuera. Actúan como receptores recibiendo las excitaciones y produciendo distintos
tipos de sensaciones conscientes. Son sensibles a estímulos específicos para cada sentido.
Sus desequilibrios expresan algún tipo de dificultad para comunicar i captar lo que viene
del mundo exterior.

Las alteraciones del sistema nervioso comprenden malformaciones genéticas,


intoxicaciones, defectos metabólicos, alteraciones vasculares, inflamaciones,
degeneración y tumores, y están relacionadas con las células nerviosas o sus elementos
de sostén. Muchas problemáticas neurológicas se encuentran relacionadas con
alteraciones vasculares, tales como la hemorragia cerebral y otras formas de apoplejía. El
sistema nervioso es también susceptible a las infecciones provocadas por una gran
variedad de bacterias, parásitos y virus.

En ciertas alteraciones, como la neuralgia, la migraña y la epilepsia, puede no


existir ninguna evidencia de daño orgánico.

Los desequilibrios que afectan a este sistema indican la dificultad de la persona


para captar la realidad, elaborar una respuesta ante la misma, tener control sobre sus
actos y organizarlos adecuadamente en el tiempo y en el espacio.

Es el primer sistema que se altera ante el estímulo excesivo y se expresa con


trastornos como la cefalea, dificultades en el dormir, la falta de concentración y de
memoria y la desorganización motriz, entre otros.

80
El siguiente cuadro muestra la lectura holística de desequilibrios que podrían
afectar al sistema nervioso.

Palabras claves:

 Comunicación.
 Integración.

PODRIA ESTAR
DESEQUILIBRIO DEL: EXPRESANDO CONFLICTOS RECLAMARIA:
CON:
Las relaciones con uno

SISTEMA NERVIOSO mismo y con el entorno. El Comunicación eficaz.


control de los propios
(en general) actos. Su organización en el Orden y organización.

tiempo y en el espacio.
La regulación del descanso.
El abastecimiento de las
necesidades básicas. El Atención de las propias
HIPOTALAMO
control de las emociones. necesidades
La atención, concentración
y memoria.
PLEXOS
Adaptabilidad. Aceptación.
El fluir de la energía.
Entrega. Movimiento.
(en general)

81
El dar y recibir. La conexión
con el mundo exterior: Fluidez en las relaciones.
capacidad de comunicar Comunicación eficaz.
PLEXO CERVICAL
mediante el lenguaje, ver y Registro y expresión de las
escuchar en todo sentido. emociones.
Expresión de la agresividad.

82
ALGUNAS GENERALIDADES
ACERCA DE LA CEFALEA

Es importante tener en cuenta que el dolor de cabeza puede ser un signo


secundario de un cuadro orgánico más complejo, pues muchos desórdenes físicos lo
incluyen entre sus síntomas. En esos casos se tendrá que observar el cuadro en su
totalidad.

En la cabeza se ubica el área mental, que es la base operativa y de control, el


espacio en el cual se diseñan las ideas, dónde nacen los proyectos. El área del cuerpo
asociada directamente con el pensamiento, la imaginación, el vuelo creativo. La zona
predilecta de la comunicación y de los órganos en los cuales se basa la capacidad de
percepción, análisis y observación de la realidad.

Desde una mirada orgánica, la cefalea, el típico "dolor de cabeza", es un trastorno


muy frecuente que, por lo general, no reviste gravedad. La mayoría de las cefaleas son
primarias (esto es, que no son síntomas derivados de una enfermedad) y se clasifican en
migrañas, cefalea en racimo y cefaleas tensionales.

La migraña es una cefalea intensa y recurrente, a veces acompañada de latidos o


pulsaciones intracraneales, náuseas, fotofobia y/o alteraciones de la visión. En ella hay una
alteración vascular de las venas pericraneales.

La cefalea en racimo es similar a la migraña, pero su duración es más corta, puede


ocurrir todos los días y se localiza alrededor de un ojo.

La cefalea tensional es un dolor de cabeza de localización difusa que suele estar


producido por un exceso de tensión en los músculos de la cara, del cuero cabelludo o del
cuello.

83
Para elaborar una interpretación holística sobre el tema se tendrán en cuenta los
atributos y funciones del área en la que éste se localiza y en la idea de que todo síntoma
expresa una necesidad y reclama un cambio.

Lo que el dolor de cabeza quiera dejar en evidencia tendrá, en cada caso en


particular, interpretaciones diversas que estarán relacionadas con las modalidades de
climatización de la persona, con su historia personal, su entorno, su estilo de vincularse y
un sinfín de particularidades que nos conforman como individuos.

Sin dejar de tener en cuenta lo peculiar de cada caso, pueden establecer algunas
generalidades: la cabeza representa "lo superior", "el control", "el comando" y también la
conexión con "lo espiritual".

Cada dolor de cabeza puede ser interpretado analizando sus características:

 Un dolor que irradia desde la frente hacia el hueco occipital puede referirse al
hecho de enfrentar una situación que moviliza aspectos dolorosos del pasado de
esa persona. Una pregunta útil en este caso sería: ¿encuentro en estos momentos
alguna semejanza o puntos en común con experiencias pasadas?
 Si irradia desde la nuca hacia la frente puede ser posible que alguna cosa del
pasado vuelva a tener vigencia y esté condicionando la situación actual. ¿Siento
condicionamientos o prejuicios con respecto a alguna decisión que se me impone?

 Si el dolor se localiza sólo en el hemisferio derecho podría estar referido a un


tema afectivo, sentimental, vincular, creativo. ¿Estoy reprimiendo alguna
mocilización relativa a estos temas u otros semejantes?
 Si el dolor se localiza sólo en el hemisferio izquierdo podría estar referido a un tema
económico, laboral, de la casa o la familia. ¿Siento presión por alguno de estos
aspectos?

84
 Si es un dolor fijo en la frente, ¿me preocupa alguna situación que tengo que
enfrentar? ¿Me siento frenado para encontrar una solución?
 Si el dolor se corresponde con la sensación de que "la cabeza se parte en dos",
puede referirse a una dificultad para integrar aspectos personales: a) si la línea
divisoria que separa los dos hemisferios, podría referir a una lucha entre los
aspectos opuestos que éstos representan; b) si la línea del dolor separa rostro y
nuca, la lucha podría referir al presente y pasado.
 Si la sensación es que "la cabeza estalla", la presión interna es enorme. ¿Qué idea
o sentimiento me ocupa de tal modo? ¿Qué acción que pueda realizar me
tranquilizaría?
Si tomamos como referencia al dolor de cabeza o cefalea ocasional o
crónica, vemos que en el 90% de los casos suele presentarse de dos formas:
 Una contracción o tensión de la musculatura externa del cráneo. La actitud del
cuerpo es la de cerrarse: "me pongo un casco", lo que es igual a "me protejo".
Evidencia una actitud defensiva que reclama apertura.
 Una inflamación o distensión de las arterias del área antedicha. El movimiento es
de expansión: "me estalla la cabeza", o sea, "me descontrolo". La sangre quiere
romper la represa, pugna por salir y en algunos casos transita con tal fuerza que
los latidos se sienten en las sienes. Esto podría estar dando la pauta de un
conflicto que no encuentra el modo de circular o de tendencia a las obsesiones y
pensamientos recurrentes. Los que padecen habitualmente este tipo de
problemática suelen tender al exceso de control o su contrario, el descontrol. El
reclamo del cuerpo es en la dirección del encauzar o contener.

85
LECTURA HOLÍSTICA
DE SÍNTOMAS ESPECÍFICOS QUE PUEDEN AFECTAR A LA PIEL

La piel es proclive a padecer síntomas que expresan una reacción a estímulos,


tanto internos como externos.

En general, los desórdenes que afectan a la piel estarían asociados a necesidades


de protección, diferenciación, límites, afectos, contacto, placer, accesibilidad y empatía.

ACNÉ

Es una enfermedad eruptiva de la piel que se origina por una alteración de las
glándulas sebáceas que rodean los folículos pilosos de la piel de la cara, cuello, pecho y
espalda. La secreción natural de estos folículos, el sebo, se acumula en exceso y se mezcla
con polvo y suciedad, lo que produce una inflamación de los tejidos circundantes y la
aparición de puntos negros.

El acné vulgar, la forma más común, aparece sobre todo en la adolescencia, época
de grandes cambios hormonales y psicológicos. El núcleo fundamental de este período
gira alrededor de la búsqueda de la identidad y la revisión del autoconcepto. Si el acné se
produce en los adultos, alguna de estas problemáticas está en juego.

Expresa: Temor a la exposición.


Crisis de identidad.
Inseguridad ante el contacto con el otro.

Reclamaría: Autoafirmación.
Autoconocimiento.
Entrenamiento en habilidades sociales

86
PSORIASIS

Es una enfermedad crónica y recurrente de la piel, que se caracteriza por la


aparición de placas eritematoes-camosas y pápulas sobre la superficie cutánea. Las
lesiones suelen estar ligeramente elevadas sobre la superficie normal de la piel y se
diferencian de forma clara de la piel normal; su color va del rojo al castaño rojizo. Suelen
estar cubiertas por pequeñas escamas blanco grisáceas que se adhieren a la erupción
subyacente y que, si se quitan, dejan una superficie eritematosa con puntos
hemorrágicos. La extensión de la enfermedad puede variar desde algunas lesiones
pequeñas a la afección generalizada de la mayor parte de la superficie cutánea. Afecta de
forma característica los codos, las rodillas, el cuero cabelludo y el pecho.

Expresa: Barreras crónicas al sentimiento.


Dificultades para aceptar la realidad.
Dificultades en el dar y el recibir, apego, rencor, agresividad contenida.

Reclamaría: Reconocimiento y expresión de los sentimientos, tanto los percibidos como


positivos como los que se registran como negativos. Aceptación de quienes
los otros son y de lo que tienen para brindar en la relación.

87
DERMATITIS O ECCEMA

Inflamación de la piel. Los síntomas son enrojecimiento, dolor y exudación de la


zona cutánea afectada. En los casos de larga duración es característica la formación de
costras, y la sequedad y descamación de la piel. Puede producirse como consecuencia
de la exposición a irritantes físicos, químicos o emocionales.

Expresa: Conflicto reprimido relacionado con los ejes temáticos de la parte del
cuerpo afectada. Reacción de rechazo que puede expresar un sentimiento de ser
rechazado.

Reclamaría: Aceptación de quien cada uno es, tanto lo evaluado como positivo como lo
que se registra como negativo. Aprendizaje de contacto corporal. Tolerancia y respeto por
las diferencias entre las personas.

88
URTICARIA

Es una alteración alérgica de la piel caracterizada por la aparición repentina o


reiterada de pápulas, lesiones cutáneas elevadas de bordes irregulares que se acompañan
de inflamación y prurito. Es una reacción alérgica de aparición rápida tras la ingestión,
inhalación, inyección o contacto con un antígeno específico.

Saber qué causa la produce puede orientar acerca de cuál es el conflicto:

 Si es un alimento, podría indicar algo que no podemos digerir en otro


plano.
 Si es algún tipo de tejido, el rechazo estaría más relacionado con alguna
forma de contacto.
 Si es un parásito, muestra falta de prevención y rechazo a lo que no se
impidió la entrada.

Expresa: Rechazo y molestia.

Reclama: Aceptación.

89
ERISIPELA

Es una enfermedad infecciosa y contagiosa de la piel que también afecta al tejido


subcutáneo, caracterizada por una inflamación de la zona afectada que se acompaña de
hinchazón y enrojecimiento. A veces, la erisipela se presenta de forma epidémica y con
frecuencia está causada por infección de heridas.

Se produce por una bacteria, estreptococo del grupo A, y primero aparece como
una mancha rojiza sobre la superficie de la piel. Se inicia con mayor frecuencia en la cara.
La lesión se va extendiendo y, mientras las manchas antiguas se desvanecen, van
apareciendo otras nuevas. Sobre la cara, la zona rojiza adquiere la forma característica de
una mariposa, cubriendo las mejillas y la nariz.

Expresa: Bajas defensas.


Sensación o vivencia de vulnerabilidad y/o exposición.
Ocultamiento de sentimientos y sensaciones (máscara).

Reclama: Desarrollo de la capacidad de cuidarse, prever y poner límites.


Reconocimiento y expresión de sentimientos y emociones.

90
MICOSIS

Enfermedades producidas por el crecimiento de un hongo en el organismo o


sobre la superficie corporal. En la mayoría de la1 gente sana las infecciones por hongos
son leves y afectan sólo a la piel, el cabello, las uñas, u otras zonas superficiales, y se
resuelven espontáneamente. Sin embargo, en las personas con un sistema inmunológico
deteriorado, este tipo de infecciones pueden persistir durante largo tiempo.

Los hongos también pueden invadir los órganos internos del organismo, en especial los
pulmones, donde las infecciones se parecen a la neumonía o a la tuberculosis pulmonar.
Son típicas de enfermos cuyo sistema inmune ha quedado deprimido por procesos como
el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), fármacos antitumorales o radiación.
También aparecen en pacientes tratados con hormonas esteroideas, como el cortisol, en
sujetos con diabetes y en quienes han seguido tratamiento antibiótico durante mucho
tiempo. Los hongos que pertenecen al género Candida, en especial Candida albicans (el
cual produce candidiasis), pueden infectar los órganos internos y las membranas mucosas
de la boca, garganta y tracto genital.

Expresa: Estrés.
Bajas defensas.
Relacionar con la parte del cuerpo a la que afecta.

Reclama: Organización eficiente del tiempo y las actividades.


Descanso.
Prevención.
Desarrollo de la capacidad de poner límites.

91
CASO MARUJA
ESCLEROSIS MÚLTIPLE

La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica y con frecuencia progresiva del


sistema nervioso central, que afecta y destruye tejidos del encéfalo y de la médula
espinal. En todas sus formas de presentación se encuentra alterada la función del sistema
nervioso. Sus síntomas pueden variar entre un leve entumecimiento y dificultad para
caminar hasta parálisis y ceguera. Pertenece a la categoría de las enfermedades
autoinmunes. En este caso, el sistema inmunología) ataca y destruye a la mielina que
recubre las fibras nerviosas del sistema nervioso central. La mielina favorece la transmi-
sión de las señales nerviosas que llevan información hacia dentro y fuera del encéfalo y
de la médula espinal. Cuando la mielina es atacada y destruida, proceso que recibe el
nombre de desmielinización, el flujo de la transmisión nerviosa se interrumpe, lo que da
lugar a trastornos neurológicos diversos. El lugar en el que la mielina es atacada suele
determinar el circuito nervioso afectado y, por lo tanto, los síntomas que se
experimentan. En el origen de la enfermedad parecieran estar implicados factores
genéticos, agentes infecciosos o un trastorno del sistema inmune.

Maruja no fue una paciente mía ni se presentó a la consulta para solicitar mi ayuda en la
decodificación de sus síntomas corporales, pero su testimonio me parece valiosísimo y es
por esto que decidí incorporarlo.

Conocí a esta mujer menuda y de discurso pausado a la salida de una de mis


conferencias sobre el lenguaje del cuerpo. Se acercó para saludarme al final del evento y
me dijo que se había sentido sumamente identificada por lo que yo había dicho acerca de
que el cuerpo es mensajero de aquello que la persona no se sabe decirse a sí misma. Me
preguntó si disponía de unos minutos para escucharla pues le parecía importante
compartir conmigo su experiencia por si yo, como comunicadora de este tipo de
información, quería propagarla. Ella se manifestó segura de que su caso podía ayudar a
92
otras personas que pudieran haber atravesado por lo mismo. Le sugerí que, además de
contármelo, buscara algún modo de transmitirlo personalmente, a lo que me respondió
que si bien usualmente lo hacía, yo poseía más recursos por mi condición de educadora.
Han pasado más de cinco años desde este conmovedor encuentro y sólo me ocupé de
comentarlo de manera parcial en algunas clases. Hoy cumplo con el deseo de Maruja la
cual, ante mi pedido, permitió en aquella oportunidad que grabara y transmitiera su
testimonio. Cambié el nombre y algunos acontecimientos para preservar su identidad. No
tuve ocasión de comentarle que publicaría su caso pues nunca más volvimos a vernos.
Transcribo a continuación los segmentos más significativos.

"Tengo en estos momentos 52 años y hace más de quince me diagnosticaron


esclerosis múltiple. Cuando el médico me lo comunicó, yo no sabía de lo que me estaba hablan-
do, ni lo que eso significaba. Dos palabras difíciles y huecas que no me decían nada respecto
de lo que había estado sintiendo desde hacía más de un año.

Todo empezó con una caída algo inexplicable, como si las piernas no me hubieran
respondido en un determinado momento. Pensé que se me habían dormido o algo así, o que
estaba distraída y me había tropezado con algo sin darme cuenta. La cosa pasó y al poco
tiempo noté que cada vez estaba más fatigada, con las piernas como adormecidas, como con
cosquilleos y, además, pesadas. Yo tenía 37 años y trabajaba sin cesar como contadora en una
empresa. El cuerpo era un instrumento más que me servia para mi trabajo. No registraba ni los
dolores, salvo que éstos fueran muy agudos y, luego me di cuenta, tampoco registraba ni
mis sentimientos, ni mis emociones, ni mis necesidades, ni mis ganas, ni nada. En ese contexto,
acepté como válidas las palabras de mi amiga Laura, que me dijo que seguramente tenía
problemas de circulación sanguínea, tal vez várices internas (ya que no se veían) y seguí mi
camino. Cuando, sin explicación, al mes volvía caerme y empecé a tener dificultades de
concentración en el trabajo, a estar muy cansada y con baja energía, decidí visitar a un médico
clínico el cual, supongo que por la vaguedad de mis explicaciones, infirió que presentaba un

93
cuadro de estrés y que lo que necesitaba era tomarme un descanso.

Si bien me indigné por la poca contundencia de su diagnóstico, esa fue la primera


vez que me puse a pensar en cómo me sentía con respecto a mi vida. Todo era un desastre,
hacía dos años que me había divorciado por segunda vez y con eso había dicho adiós a la
fantasía de formar una familia y tener hijos. No tenía intenciones de volver a involucrarme
en una relación seria pues mis experiencias habían sido por demás traumáticas. Mis dos ex-
maridos fueron personas egoístas, poco consideradas, irrespetuosas y agresivas, por lo que me
consideraba "fallada" a la hora de elegir. La pasaba bien sola, tenía buenos amigos y
mucho trabajo lo que me permitía estar muy ocupada y con poco tiempo para pensar en
otra cosa.

Después de esos episodios, todo pareció volver a la normalidad. Si bien no había


recuperado mi energía habitual, había realizado algunos cambios respecto de mis hábitos de
alimentación y pautas de descanso, y se acercaba la época de mis vacaciones, por lo que si el
estrés era el problema, según mis parámetros todo estaba solucionado. Pero la alegría duró
poco, porque mi ánimo empezó a decaer, me mentía invadida por una inexplicable tristeza,
estaba cada vez más cansada, otra vez con sensación de adormecimiento en las piernas y con
un nuevo síntoma, cierto temblor en un brazo que me asustó muchísimo. Una tía mía había
tenido Mal de Parkinson y pensé que yo tenia lo mismo. Eso me impulsó a hacer una nueva
consulta, esta vez a un neurólogo que fue el que finalmente después de muchos estudios y
vueltas, me diagnosticó la enfermedad.

Mi primera reacción fue el enojo. ¡Lo único que me faltaba, como si no tuviera de qué
ocuparme haciéndome cargo de mí sin recibir ninguna ayuda! Sólo podía comentarle el
problema a mis amigos, ya que mi madre había fallecido cuando yo tenía 25 años y mi
padre, que se había vuelto a casar con una mujer 30 años más joven que él, había for-
mado otra familia de la que yo estaba excluida. Hacía cinco años que no nos comunicábamos
ni relacionábamos.
94
Pensaba que esta enfermedad me había "caído del cielo" en el peor momento y
para complicarme la vida, y recuerdo que en esa época no dejaba de caer de mi boca el
dicho: "¡qué he hecho yo para merecer esto!", pero, aunque lo repetía incesantemente, en
ningún momento le di cabida a la idea de tener algún tipo de responsabilidad en el asunto.

A medida que pasaba el tiempo y me iba interiorizando de la dimensión del


problema me sentía más y más deprimida. El sentimiento que caracterizó a esa época fue el
de la autocompasión. Me tenía tanta pena que todos comenzaron a alejarse de mi, lo que
contribuía a confirmar mi desgracia.

No quiero detenerme ni en los tratamientos que hice ni en cómo fue evolucionando mi


enfermedad, sino en lo que me parece pertinente con relación a lo que el cuerpo tiene para
enseñarle a la persona. En el momento clave, que identifico como el principio del cambio, mi
situación era ésta: había perdido mi trabajo en la empresa y sólo me quedaban clientes
particulares, por lo que mis recursos económicos estaban por el suelo, mis amigos me
llamaban para expiar su culpa pero no elegían compartir sus momentos conmigo. Me
encontraba tan sola que había comenzado a frecuentar la relación con una vecina a la que
antes apenas si saludaba. Se trataba de una mujer algo mayor que yo, divorciada y madre de
dos hijos adolescentes. Era docente, iba al psicólogo y a todo le intentaba dar una explicación,
cosa que a mí me molestaba bastante, ya que no era mi estilo. En mi familia nunca se le
había dado importancia a los sentimientos y jamás se analizaban los hechos, simplemente se
juzgaban de manera terminante. En fin, Marcela, mi vecina, un día me invitó a un taller de
autoconocimiento que daban en el instituto donde ella realizaba un taller de pintura y yo, no sé
por qué, decidí ir. No recuerdo muy bien en qué consistió el ejercicio que me hizo abrir los ojos
a mi realidad, pero lo que sí sé es que lo que siguió fue un camino de ida hacia mí misma. Inicié
una terapia que me ayudó muchísimo a darme cuenta de lo que sentía y sobre todo de cuánta
agresión, falta de consideración y respeto yo había tenido hacia mi persona. Lo mismo que le
atribuía a mis hombres elegidos era lo que yo me hacía y también lo que la enfermedad me

95
estaba diciendo. Había vivido desconectada de mí, agrediéndome.

Esto es, fundamentalmente, lo que quiero transmitir: que el darme cuenta me


ayudó a cambiar. Que me empecé a escuchar y a partir de allí me atendí mejor y me cuidé
más. Que pude elegir un hombre que reflejara más mi condición actual de respeto y
consideración, y que compartimos la vida y sus hijos, a los cuales quiero tanto como si los
hubiera tenido yo. No voy a decir que me vino bien enfermarme pero, si no pude hacer otra
cosa para despertar, lo acepto como el recurso que tuve: no supe hacer otra cosa. A la
enfermedad la llevo muy bien, con cuidados médicos adecuados. Lo más importante es que
en todos estos años no ha avanzado. Llevo una vida normal con mi trabajo y mi familia."

Para leer al síntoma que expresa Maruja haremos un recorrido por los cuatro ejes
que conforman a la estructura de base del método:

La secuencia sería:

1. Las zonas del cuerpo afectadas: extremidades inferiores (adormecimiento de piernas) y


superiores (temblor en los brazos).
2. Hemicuerpos: no tienen significación en este síntoma.
3. Sistemas corporales involucrados: nervioso e inmunológico.
4. Órganos al interior de estos sistemas: encéfalo (cerebro, cerebelo y tronco
encefálico).

En primer lugar, se obtendrá la información de lo que las zonas cuentan:

Los brazos simbolizan la capacidad para alcanzar lo deseado y satisfacer las


propias necesidades. También la de sostener y retener. La expresión que más se acerca a
la realidad de Maruja es, primero, la de "luchar a brazo partido" o "no bajar los brazos",
que muestran su simbología con relación al ataque y la defensa, aspectos relacionados
con el sistema inmune (el cual, en este caso, se presenta también en desequilibrio).
96
Luego, la de "estar de brazos caídos", que se hace evidente en el síntoma de "pérdida de
la energía", haber perdido la fuerza y estar con poca capacidad de acción.

Las piernas simbolizan el andar por la vida. Se asocian con la capacidad de


sostenerse y avanzar. La conexión con la tierra, el equilibrio. En el caso de Maruja, su
"andar por la vida" sin ayuda le requería un enorme esfuerzo. Tenía dificultades para
conectarse con la realidad y con sus raíces (madre muerta y padre ausente y abandónico:
"¡Lo único que me faltaba, como si no tuviera de qué ocuparme haciéndome cargo de mí
sin recibir ninguna ayuda!").

Respecto de los sistemas corporales involucrados, el sistema nervioso tiene como


actividad principal la de captar estímulos, conducir los impulsos que aquellos generan
y elaborar y ejecutar las respuestas adecuadas. En el caso de la esclerosis múltiple, el
centro del conflicto se expresa en el sistema nervioso central, pero afecta finalmente a
todo el sistema. Las palabras claves para este sistema son: comunicación (en dirección a
uno mismo y hacia el exterior) e integración (de aspectos internos que pudieran estar
disociados). "No registraba ni los dolores, salvo que éstos fueran muy agudos y, luego me
di cuenta, tampoco registraba ni mis sentimientos, ni mis emociones, ni mis necesidades,
ni mis ganas, ni nada".

Los desequilibrios que afectan a este sistema indican la dificultad de la persona


para captar la realidad, elaborar una respuesta ante la misma, tener control sobre sus
actos, organizados adecuadamente en el tiempo y en el espacio y para las relaciones con
uno mismo y con el entorno. Podemos observar según lo manifestado por Maruja que
hay una coin cidencia entre la manera en que ella experimentaba su vida y lo que
expresaba su desequilibrio. "Yo tenía 37 años y traba jaba sin cesar en una empresa
como contadora. El cuerpo era un instrumento más que me servía para mi trabajo".

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Por otra parte, el otro sistema involucrado, el sistema inmune, es el que se ocupa
de destruir los agentes patógenos que considera amenazantes para el organismo. Su
desequilibrio cuenta acerca de cuánto la persona confía en sí misma, cómo y de qué se
defiende. Expresa la capacidad para poner límites a pensamientos, personas o
situaciones no deseadas. Sus palabras claves son: defensa, ataque, confianza, cuidado,
protección.

Las enfermedades autoinmunes se relacionan con el accionar de manera


autodestructiva: no cuidándose, no previendo, exponiéndose a situaciones de riesgo.
Todos estos aspectos se encuentran presentes en el caso de Maruja, según sus propias
expresiones: no registro ni atención de sus necesidades y deseos, falta de cuidado y
prevención con relación a su salud, relaciones peligrosas y poco satisfactorias en . el plano
afectivo.

Concluyendo: tomaremos a la esclerosis múltiple de Maruja como un síndrome,


es decir un conjunto de síntomas analizables de manera individual. Primero, en el ador-
mecimiento de las piernas y las caídas, el mensaje podría sintetizarse corno: hay un corte
u obstrucción en la comunicación al interior de esta persona (Maruja manifestó no haber
tenido registro de su cuerpo, sentimientos, necesidades y deseos), que se evidencia entre
la orden de movi miento y la acción. El cerebro le ordena un movimiento a las piernas y
éstas no obedecen, están "adormecidas", no pueden llevar a cabo la acción que se les
requiere. Podría decirse que las piernas no la pueden sostener más, que no puede "estar
más de pie".

Necesitó tener el síntoma para preguntarse sobre su vida y darse cuenta de todo
lo conflictivo con lo que evitaba tomar contacto.

98
Los cambios que el síntoma reclamaba se relacionaban con el logro de una
comunicación eficaz, orden y organización, apertura, confianza y autocuidado. Desarrollo
de la capacidad de prevención, una canalización adecuada de la agresión y
reconocimiento y valoración de lo propio.

Maruja pudo escuchar el mensaje y realizar los cambios que estuvieron a su


alcance. Se comunicó mejor con ella misma y con los otros, ordenó sus tiempos y
organizó cuidados con relación a su alimentación y descanso, pudo abrirse a una relación
afectiva y confiar en su elección, elevó su autoestima y aceptó su situación. Pudo, en fin,
escuchar y decodificar lo que su cuerpo reclamaba e inició un camino hacia sí misma que
le posibilitó una mejor calidad de vida.

Los resultados mostraron que la enfermedad se mantuvo controlada,


asintomática y sin una evolución desfavorable.

99
LA LECTURA DE LOS SÍNTOMAS DEL SISTEMA ENDOCRINO

El sistema endocrino es un conjunto de órganos y tejidos del organismo que liberan


un tipo de sustancias llamado hormonas. Éstas son sustancias químicas que se vuelcan
directamente en el torrente sanguíneo.

Los tejidos que producen hormonas se pueden clasificar en tres grupos:

 Glándulas endocrinas, cuya función es la producción exclusiva de hormonas. Las


principales son: pituitaria o hipófisis, pineal, tiroides, paratiroides, suprarrenales, timo
y las glándulas reproductoras o gónadas (ovario y testículo).
 Glándulas mixtas, que además de volcar hormonas en el torrente sanguíneo segregan
otros productos no hormonales.
 Tejidos no glandulares, como el tejido nervioso del sistema nervioso autónomo, que
produce sustancias parecidas a las hormonas, los neurotransmisores.

La hipófisis regula el funcionamiento de casi todas las demás glándulas endocrinas


del organismo y es por eso que se considera la glándula maestra. La glándula pineal
controla el ritmo circadiano y es regulada por señales que le envía el hipotálamo.

La tiroides depende del estímulo de la hipófisis y controla el metabolismo basal


del organismo, o sea, la velocidad a la que trabajan todas las células del cuerpo.

Las paratiroides actúan en forma independiente de la hipófisis. La hormona que


segregan interviene en la regulación del metabolismo del calcio. Su secreción es esencial
para el mantenimiento de la vida.

Las glándulas suprarrenales elaboran distintos tipos de hormonas. En su médula


produce la adrenalina, que genera respuestas para hacer frente a las urgencias y la
noradrenalina, encargada de mantener una circulación sanguínea normal.

100
El timo es un órgano formador de glóbulos blancos y de glóbulos rojos. Sus
funciones endocrinas refieren al crecimiento y desarrollo del esqueleto, la nutrición
general y la madurez sexual.

El páncreas regula el nivel de azúcar en la sangre mediante la secreción de dos


hormonas: insulina y glucagón.

Al aparato reproductor femenino lo conforman los ovarios, el útero y las trompas


de Falopio. Los dos ovarios que posee la mujer son los encargados de producir las células
reproductivas llamadas huevos u óvulos. Segregan hormonas que, junto con las
secreciones de la hipófisis, contribuyen al desarrollo de los caracteres secundarios del
sexo femenino y también a regular la menstruación.

Al aparato reproductor masculino lo componen los testículos, que producen


espermatozoides y testosterona, y la próstata, donde se forma el semen. Éste es el
resultado de la combinación del líquido prostático con los espermatozoides producidos
en los testículos y con líquido procedente de las vesículas seminales.

Las hormonas secretadas por las glándulas endocrinas regulan el crecimiento,


desarrollo y las funciones de muchos tejidos, y coordinan los procesos metabólicos del
organismo.

Desde una mirada holística, toda problemática del sistema endocrino está
relacionada con la mayor o menor facilidad con la que el individuo metaboliza la vida;
esto es, el modo más o menos eficaz en el que éste reacciona a los estímulos y se moviliza
hacia su propio crecimiento y desarrollo.

Desórdenes metabólicos como el hiper o hipotiroidismo, hablan de la exagerada o


disminuida intensidad de reacción ante los diferentes estímulos de la vida y expresan en
ese metabolismo rápido o lento los tiempos que cada uno necesita para asimilar y
101
transformar aquello que le sucede.

Son temas de este sistema la comunicación, regulación y equilibrio interno, la


posibilidad de transformar y utilizar los propios recursos, el crecimiento y evolución,
aspectos de la sexualidad y fertilidad, tranquilidad y nerviosismo, y la capacidad de
defensa y ataque.

En el siguiente cuadro se puede realizar la lectura de los desequilibrios que


podrían afectar al sistema endocrino.

Palabras claves:

• Incorporación.

• Transformación.

• Regulación.

102
PODRIA ESTAR
DESEQUILIBRIO DEL: EXPRESANDO CONFLICTOS RECLAMARIA:
CON:

Los tiempos de asimilación


y transformación en todos
Apertura.
los planos. Las respuestas a
SISTEMA ENDOCRINO Confianza.
(en general) los estímulos. La capacidad Comunicación Eficaz.
Creatividad.
de transformar y utilizar los
propios recursos.

El metabolismo en general.
Registro consciente de los
La regulación de los niveles sentimientos, sensaciones y
HIPOFISIS de estrés. La nutrición en pensamientos.
Desarrollo del autocuidado.
general y en todos los Orden y organización en las
planos. La sexualidad. actividades cotidianas.

La activación y vitalidad de
todo el organismo. Regulación.
TIROIDES El contacto afectivo. Afecto.
(en general) El estado de animo. Orden.
Lo nutriente en todos los Organización.
planos.

103
Aspectos de sostén y La construcción de
PARATIROIDES estructuras de contención.
protección.
Pedido de ayuda.

Regulación de los iveles


SUPRARRENALES Confianza.
soportables de estrés.
Contención.
Miedos.

Regulación y saneamiento
PANCREAS Comportamiento afectivo.
Relaciones interpersonales. de las relaciones afectivas.

OVARIOS Procesos de gestación y


Confianza.
UTERO creación en todos los Valor.
TESTICULOS
planos. Creatividad.
PROSTATA

104
CASO LAURA
TIROIDITIS

La tiroiditis agrupa a un conjunto de trastornos que se caracterizan por la presencia


de una reacción inflamatoria en la glándula tiroides. Las formas de manifestarse la proble-
mática, lo mismo que su evolución, presentan variantes según el tipo. La más habitual es
la llamada tiroiditis de Hashimoto, que se encuadra dentro de las enfermedades
autoinmunes en las cuales el sistema inmunológico ataca a células de su propio
organismo. Las manifestaciones clínicas más habituales son el aumento de tamaño de la
glándula (bocio) y el dolor localizado. La función tiroidea puede verse alterada, con
predominio de los signos y síntomas del hipotiroidismo (intolerancia al frío, fatiga,
aumento de peso, edema, estreñimiento) o, con menos frecuencia, del hipertiroidismo
(intolerancia al calor, palpitaciones, nerviosismo, sudoración, diarrea, pérdida de peso).

Laura es una mujer de 41 años, profesional y muy activa. Por ablación quirúrgica
de sus ovarios se le manifestó una menopausia precoz a los 38 años. Divorciada y madre
de una hija de 20 años que vive con el padre en el extranjero desde los 16, es abogada y
trabaja en un estudio jurídico en relación de dependencia. Relata en su primera
entrevista que le detectaron la tiroiditis hace dos años, por casualidad. Como había
aumentado de peso de una manera que le resultaba inexplicable consultó a una médica
nutricionista, la cual le indicó un estudio completo de tiroides que incluía el recuento de
anticuerpos. Cuando visitó al médico clínico éste le refirió que por los valores
encontrados en los análisis el problema se remontaba aproximadamente a un año atrás.
Le pregunté por as circunstancias de su vida alrededor de sus 38 años, ya que labia tenido
en esa fecha la operación de ovarios por quistes múltiples, conjuntamente con los inicios
de la tiroiditis. Laura contó que cuando estaba en el período postoperatorio atravesó una
situación terriblemente crítica. En esa época naca cuatro años que mantenía una relación
afectiva con un hombre casado, un abogado que había conocido en el Palacio de los

105
Tribunales. La relación la atormentaba porque ella lo amaba profundamente, pero no
podía permanecer sin sufrir ni separarse sin padecer, por lo que sostenía el vínculo a
pesar de que quería hacer un corte. Cuando estaba aún internada, extrañada por la
ausencia de llamados o comunicaciones, le solicita a un amigo que la había ido a visitar y
que conocía la situación, que lo llamara por teléfono. Cuando éste se comunicó con la
casa, la persona que lo atendió le dijo que esta persona había fallecido el día anterior de
una descompensación cardíaca.

Laura inició un proceso terapéutico que aún se continúa pero, a los efectos de
ilustrar el modo de decodificar el síntoma, me centraré en la forma en la cual éste contó
su problemática.

La zona donde se aloja el órgano afectado es la del cuello. Ésta representa el


enlace entre los planos mental y Espiritual con los de la acción, los afectos, las emociones
y las necesidades básicas. Es el área de la comunicación por medio de la palabra, el
control y la regulación. La tiroiditis expresa un corte energético en ese lugar, una
disociación entre pensamiento y acción.

La glándula tiroides regula el metabolismo basal de todo el organismo: refleja la


capacidad de nutrirse, en todo sentido. La zona de la garganta sugiere el paso de lo oculto
a lo revelado, del pensamiento a la palabra.

Dado el relato de Laura no parece casual la referencia a lo que está escondido, a lo


que no se dice. Ella transitaba una relación de la que no podía hablar y que la hacía sufrir.
Al no tomar la decisión de dejarla, se violentaba, del mismo modo que su sistema de
defensas atacaba la zona en la que lo oculto pugnaba por ser develado.

Por otra parte, su "nutrición afectiva" se encontraba desregulada y fuera de


control. Necesitaba "hacer un corte" y ese corte tuvo lugar en su propio cuerpo.

106
Evidentemente, el estrés de la noticia conjuntamente con el de la intervención
quirúrgica constituyó un exceso de estímulo para el sistema inmune de Laura, ya
debilitado por la falta de satisfacción en su vínculo amoroso.

En esta paciente, la tiroiditis expresaba un conflicto entre pensamiento,


sentimiento y acción, conjuntamente con una carga de agresividad dirigida hacia la
propia persona. El síntoma reclamaba autocuidado, prevención, regulación energética,
afecto, reconocimiento y expresión de las propias necesidades.

Actualmente, y luego de dos años de proceso, Laura ha logrado conectarse


consigo misma y brindarse sólo aquello que le produzca satisfacción o que, al menos, no
la dañe. Inició una relación amorosa "a la luz del día" en la que se encuentra muy
cómoda y contenta. Viajó en dos oportunidades para visitar a su hija, cosa que no hacía
desde que ella se había ido a vivir con su padre.

La tiroiditis está aún presente, pero los análisis muestran que los valores se
mantienen estables y no han sufrido ningún tipo de alteración.

107
LA LECTURA DE LOS SÍNTOMAS DEL SISTEMA INMUNOLÓGICO

Es el sistema corporal que se ocupa de destruir los agentes patógenos que


considera amenazantes para el organismo. Estos agentes son llamados antígenos. Al sis-
tema inmunológico lo componen células y proteínas. Los linfocitos son las células más
importantes del sistema inmunológico. Los llamados T se reproducen en el timo y tienen
la capacidad de recordar una exposición previa a un antígeno específico.

El sistema linfático colabora en la tarea de defensa del organismo. Sus funciones


son las de destruir sustancias tóxicas y oponerse a la difusión de enfermedades a través
del cuerpo. Lo componen los capilares linfáticos, que se ocupan de recoger los líquidos de
los tejidos, y los ganglios linfáticos, que se ocupan del filtrado y destrucción de los
materiales tóxicos e infecciosos.

El bazo pertenece también a este sistema. En él se forman células sanguíneas y se


eliminan glóbulos rojos alterados.

Desde una mirada holística, el sistema inmunológico cuenta acerca de cuánto la


persona confía en sí misma, cómo y de qué se defiende. Desde este punto de vista, los
desequilibrios en el sistema de defensas están relacionados con la misma condición en
todos los planos de la persona.

 La alergia, que es una defensa excesiva respecto de un estímulo, se relaciona


con respuestas actitudinales de extrema sensibilidad y susceptibilidad ante lo
que provenga de situaciones de vida o acciones de otras personas.
 Las infecciones se relacionan con la permisividad o dificultad para poner límites
a pensamientos, personas o situaciones no deseadas.

108
 Las enfermedades autoinmunes se relacionan con no poder discriminar lo
propio de lo ajeno o accionar de manera autodestructiva: no cuidándose, no
previendo, exponiéndose a situaciones de riesgo.
 El cáncer se relaciona con permitir que lo propio autodestructivo prolifere sin
oponer resistencia, o con hacer de los pensamientos o sentimientos negativos
(como la culpa y el resentimiento) un culto y, por ende, no realizar acciones
para modificarlos.

En el siguiente cuadro se puede realizar la lectura de los desequilibrios que


podrían afectar al sistema inmunológico.

Palabras claves:

 Defensa.
 Ataque.
 Confianza.
 Cuidado.
 Protección.

109
DESEQUILIBRIO DEL: PODRIA ESTAR RECLAMARIA:
EXPRESANDO CONFLICTOS
CON:
La respuesta defensiva. La
capacidad para poner
Apertura.
SISTEMA INMUNOLOGICO
limites a pensamientos, Confianza.
Prevención.
personas o situaciones no
(en general) Limites.
deseadas. Las capacidades Cuidados.
de cuidado y prevención.

La sensibilidad respectos de
ALERGIA Tolerancia.
los estímulos.
Aceptación.
Tolerancia al estrés.

INFECCIONES Los limites. Discriminación. Limites.

Autocuidado. Reconocimiento y
AUTOINMUNES Prevención. valoración de lo propio.
Discriminación. Aceptación.
Agresión. Tolerancia.

Emociones negativas. Afecto. Fortalecimiento de


Permisividad. Agresividad. la autoestima. Emociones
CANCER
Pasividad. positivas. Afirmación
personal.

110
CASO DARÍO

MELANOMA (CÁNCER DE PIEL)

El cáncer consiste en un crecimiento patológico de tejido, originado por una


proliferación continua de células anormales nocivas para el organismo por su capacidad
de expansión local o por su potencial de invasión y destrucción de los tejidos adyacentes
o a distancia. El cáncer puede originarse a partir de cualquier tipo de célula de los
diferentes tejidos del organismo; no es una enfermedad única sino un conjunto de
enfermedades con manifestaciones y un curso clínico muy variables en función de la
localización y de la célula de origen. Existen numerosos tipos cánceres; en el caso del
cáncer de piel se lo denomina carcinoma.

Existen tres tipos de cáncer de la piel:

 Melanoma.
 Cáncer de la piel basocelular.
 Cáncer de la piel de las células escamosas.

El melanoma es una afección en la cual se forman células malignas en las células de


la piel denominadas melanocitos (las que dan coloración a la piel). Los melanocitos se
encuentran en la parte inferior de la epidermis. Producen melanina, el pigmento que
confiere a la piel su color natural. Cuando la piel se expone al sol, los melanocitos
producen más pigmento, con lo cual la piel se broncea u oscurece.

Cuando el melanoma comienza en la piel, la enfermedad se denomina melanoma


cutáneo. El melanoma es más agresivoque el cáncer de la piel basocelular o el cáncer de
la piel de células escamosas. Puede aparecer en cualquier lugar del cuerpo. En los
hombres, afecta usualmente el tronco o la cabeza y el cuello. En las mujeres, el

111
melanoma se desarrolla con frecuencia en los brazos y las piernas.

Los factores de riesgo incluyen los siguientes:

 Lunares inusuales.
 Exposición a luz solar natural, incluidas quemaduras de sol durante la infancia.
 Exposición a luz ultravioleta artificial (cama solar).
 Antecedentes familiares o personales de melanoma.
 cabello colorado o rubio.
 Piel blanca o clara y pecas.
 Ojos azules.

Darío se presentó a la consulta de reflexología porque había leído mi primer libro


hacía unos años atrás y recordó que esta terapia podía ser útil para elevar las defensas de
su organismo. Había desarrollado en cuatro oportunidades tumores de piel malignos que
le habían sido extraídos. Tres de ellos (dos en la espalda y uno en la cara) no presentaban
mayor agresividad, pero el cuarto y último fue un melanoma en la parte posterior del
cuello y Darío se encontraba muy preocupado por las características invasoras de ese tipo
de tumor. Todos se habían presentado en el hemicuerpo izquierdo.

Manifestó haber tomado mucho sol a lo largo de toda su vida, sin ninguna
protección ni cuidado. Al momento de tener nuestra primera entrevista tenía 60 años,
había enviudado hacía cinco de su segunda esposa y se había vuelto a casar hacía pocos
meses. Trabajaba como ejecutivo en una empresa multinacional. Manifestaba estar
conforme con su trabajo, aunque todo el tiempo se mostraba pesimista respecto de su
permanencia en el puesto y de su capacidad para llevar a cabo la tarea. Era tan
convincente en su temor, que supuse que habría aífún indicio real que pudiera darle la
pauta de lo frágil de su posición o que la tarea que estuviera realizando fuera nueva y él
no tuviera la capacitación correspondiente para llevarla a cabo. Sorprendentemente,

112
nada de eso parecía estar en juego en esos momentos. Refirió que toda la vida había
tenido ese tipo de sensación en sus diferentes trabajos y que a todos los había dejado él
por propia voluntad y para escalar posiciones más favorables en lo que refería a
honorarios y prestigio.

Su lenguaje corporal mostraba tensión y rigidez; daba la impresión de una persona


"armada", como en la posición militar de "firme": espalda erguida, mentón levemente
elevado, exponiendo el pecho. Emitía su voz con timbre impostado y una aparente
seguridad. Su discurso era fluido y sin fisuras. Le pregunté acerca de cuál era la emoción
con la que más se identificaba, aquella que experimentaba más habitualmente, y noté
que le costaba mucho entender lo que le estaba preguntando. Traté de aclarar la idea
mencionando algunas emociones como alegría, tristeza, ira o enojo. Instantáneamente su
cuerpo se tensó aún más y sin responder mi pregunta específica comenzó a desarrollar un
extenso discurso sobre la vida, las responsabilidades, las desgracias, los problemas, que
"nadie me regaló nada", que "todo lo tuve que lograr con mi esfuerzo", que "nadie me
ayudó", que "no se puede confiar en nadie", que "yo siempre estuve solo"; en fin, que se
percibía a sí mismo como su único sostén. Le pregunté desde cuando tenía ese tipo de
pensamientos e ideas respecto de su realidad, y respondió que no recordaba haber
pensado distinto nunca porque, ya desde chico, se había dado cuenta de que estaba solo.
Su padre era "un tiro al aire, un irresponsable", y su madre, siempre enferma, había
tenido que sostener a sus hijos con un marido ausente que los había abandonado cuando
eran pequeños. Al preguntarle sobre sus experiencias matrimoniales comentó que él
siempre tuvo que mantener todo, desde todo punto de vista, y que de su primer
matrimonio tenía un hijo ya grande al que no veía porque lo único que le había traído
eran problemas. Otra cosa llamativa sucedió cuando yo, de manera espontánea, me
acerqué para darle un beso de despedida al término de nuestro primer encuentro. Me
dijo que a él no le gustaba que lo tocaran. Manifestó ser reacio a las caricias y el contacto
corporal afectivo e insistió en darme la mano como saludo, cosa que respeté en lo

113
sucesivo.

Mientras entrevistaba a Darío venían a mi mente las características que Morris y


Creer (1980) describieron respecto de la personalidad Tipo C, que asocia depresión y
cáncer. Mi alma de investigadora me llevaba a tratar de comprobar si había o no
coincidencias en este caso. Según el estudio, los rasgos sobresalientes de las personas
que desarrollan cáncer son: la tendencia a la cooperación, la pasividad, la baja energía,
sumisión y represión de las emociones, sobre todo bajo estrés. También vulnerabilidad,
dificultad para expresar las emociones negativas, particularmente el enojo, depresión y
desvalimiento.

Lo que me parecía coincidente con el caso de Darío era el discurso negativo que, al
ser crónico, evidenciaba una personalidad con tendencia depresiva.

También se encontraba presente un rasgo de autopercepción de vulnerabilidad y


desvalimiento que se hacía evidente en su inseguridad con relación a su futuro y sus capa-
cidades. Según detalles de su relato referidos al modo en que había cortado la relación
con su hijo, y muchos años atrás con su propio hermano, no parecía tener dificultades
para expresar las emociones negativas; es más, parecía estar invadido por ellas.

Para leer al síntoma que expresa Darío haremos un recorrido por los cuatro ejes
que conforman a la estructura de base del método:

La secuencia sería:

1. Las zonas del cuerpo afectadas: espalda-cara-cuello.


2. Hemicuerpos: izquierdo.
3. Sistema corporal involucrado: sistema inmunológico.
4. Órgano: piel.

114
La espalda refleja a la responsabilidad, la sobrecarga, el agobio, algo que Darío
expresa como una situación crónica de su vida, en la que tuvo que hacerse cargo desde
pequeño de situaciones que excedían sus capacidades. La sensación de no poder dar
cuenta de aquello que se requería de él lo acompañó durante toda su vida posterior.

La cara refiere a la identidad, a la capacidad de ser responsable y afrontar los


acontecimientos. La identidad es la conciencia que una persona tiene de ser ella misma y
distinta a las demás! Se construye a través de la sumatoria de todos los roles que una
persona ejerce a lo largo de la vida y por las experiencias que va internalizando en ese
intercambio con el contexto sociocultural. Aparentemente, en el caso de Darío ningún rol
parece haberse construido de manera saludable y funcional, ni el de hijo, ni el de padre, ni
el de esposo, ni el de abuelo. De todos modos, éstos fueron temas que no se pro-
fundizaron en nuestro intercambio a lo largo de las pocas sesiones que duró su
tratamiento.

El cuello representa la zona de enlace entre los planos mental y espiritual con los
de la acción, los afectos, las emociones y las necesidades básicas: es una zona de
comunicación, control y regulación. El tumor aparece en la zona posterior, que simboliza
al pasado, aquello que quedó atrás, lo que no puede ver, lo que carga, lo que lo persigue,
los miedos.

El hemisferio derecho se corresponde con el hemicuerpo izquierdo, que representa


a los aspectos femeninos de la persona. Tener desequilibrios en ese lado del cuerpo expre-
sa dificultades con relación a captar la realidad de manera integral, a asimilar las
experiencias. La flexibilidad, la paciencia, la adaptabilidad y la capacidad de cambio: las
características de la personalidad de Darío ya descriptas dan cuenta de esas dificultades.

Recordemos que los desórdenes que afectan a la piel están, en general, asociados
a necesidades de protección, diferenciación, límites, afectos, contacto, placer,

115
accesibilidad y empatía. Todos estos aspectos presentaban conflictos en el caso de Darío.
Falta de protección en la infancia, rechazo al contacto corporal, dificultad para diferenciar
células sanas de células destructivas, obstáculos en las relaciones afectivas y en la
capacidad para poner límites eficaces.

Desde una mirada holística, el sistema inmunológico cuenta acerca de cuánto la


persona confía en sí misma, cómo y de qué se defiende. El cáncer se relaciona con per-
mitir que lo propio autodestructivo prolifere sin oponer resistencia, o con hacer de los
pensamientos o sentimientos negativos (como la culpa y el resentimiento) un culto y, por
ende, no realizar acciones para modificarlos.

El cáncer expresa algún tipo de conflicto con las emociones negativas tanto
referido a su reconocimiento como a su expresión. También habla de una dificultad con
los límites, la agresividad y la pasividad.

En el caso de Darío, todo lo que contaba su cuerpo coincidía analógicamente con


su vida misma: en su organismo proliferan células autodestructivas que invadían tejidos
sanos, del mismo modo que los pensamientos y emociones negativas invadían su mundo
interior y dificultaban sus relaciones interpersonales. El exceso de defensas observable en
su rigidez e impostura corporal y vocal mostraba una polarización que dejaba al desnudo
a la vulnerabilidad en el extremo opuesto. Un desvalimiento crónico que aparentemente
nunca pudo superar. Todos sus mecanismos de defensa estaban dirigidos hacia el exterior
mientras que en el interior del organismo no podía poner límites a lo invasivo-
destructivo.

Lo que el síntoma reclamaba era afecto, fortalecimiento de la autoestima y el


reconocimiento y conexión con emociones positivas.

116
Le propuse a Darío combinar un tratamiento de reflexología con psicoterapia
holística y tuvimos una serie de encuentros interrumpidos por un empeoramiento de su
condición, ya que, al poco tiempo, se le presentó una metástasis en el esófago y no quiso
ni pudo continuar el proceso.

Durante el transcurso del mismo, en algunas ocasiones, estableció algún tipo de


contacto con un profundo sentimiento de tristeza y hasta llegó a llorar como un niño. Su
postura corporal se observaba un poco más flexible. En una oportunidad habló de algunos
recuerdos agradables y por primera vez lo vi sonreír.

Hubiera querido acompañarlo un poco más en el registro y despertar de sus


sentimientos, en el fortalecimiento de su confianza, en el reconocimiento de sus
capacidades y en el desarrollo de su capacidad de recibir. Tal vez algo se hubiera
revertido, o tal vez no: lo cierto es que no tuvimos tiempo.

117
LECTURA DE LOS DEL SÍNTOMAS DEL SISTEMA CIRCULATORIO

Es el sistema por el que se traslada la sangre a través de las arterias, los capilares y
las venas. Este recorrido tiene su punto de partida y su final en el corazón.

La sangre oxigenada viaja por las arterias hacia los tejidos del organismo. Las
arterias son vasos tubulares que se dilatan y contraen con cada latido del corazón. En el
camino inverso, la sangre desoxigenada es transportada por las venas desde los capilares
hasta el corazón. Los capilares son vasos sanguíneos, diminutos y muy finos, que
conectan las arterias y las venas.

El corazón es un órgano muscular hueco que recibe sangre de las venas y la


impulsa hacia las arterias. Está formado por cuatro cavidades: dos aurículas y dos
ventrículos. La actividad del corazón consiste en la alternancia sucesiva de contracción y
relajación de las paredes musculares de las aurículas y los ventrículos. La frecuencia de
los latidos del corazón está controlada por el sistema nervioso.

Desde un punto de vista holístico, todo desequilibrio en el sistema circulatorio


involucra un desequilibrio en la conexión del individuo con la vida misma: pérdida o
desencuentro con el sentido de la propia vida, exceso o pérdida de entusiasmo en
general.

La sangre es la vida que circula por la persona, y su estado cuenta de cómo circula
la vida en ella y de la capacidad mayor o menor de vehiculizar y transitar los propios
procesos. Una sangre con carencias o desequilibrios no puede aportarle a la persona lo
que ella necesita para vivir en salud. Podríamos decir del mismo modo que una vida
carente de recursos satisfactorios no le brinda a la persona la alegría necesaria para estar
bien. Enfermedades de la sangre podrían estar contando algo acerca de esta falta de
alegría y satisfacción, o referir a la conexión con la familia de origen y/o la descendencia.

118
Entre las problemáticas que afectan las vías de circularon sanguínea se distinguen
las que involucran a las arterias y a las venas.

Por las arterias circula la sangre oxigenada, la energía vital en todo su potencial. Los
desórdenes de estas vías hablan de resistencia a recibir ese caudal por ser éste
demasiado, o por no tener capacidad para contenerlo. En edades avanzadas, as arterias
tienden a endurecerse o disminuir el calibre de su diámetro, demostrando la tendencia a
disminuir el paso de la energía vital. Esto suele ser coincidente con las personas que ;e
encuentran cansadas de vivir y carentes de proyectos.

Las venas trasladan la sangre desoxigenada y con productos de desecho desde los
capilares hacia el corazón en la llamada "circulación de retorno". Si las venas pierden
elasticidad suelen retener esta "energía tóxica" y esto cuenta, en otros planos, de la
dificultad de la persona para brindarle nuevos aires a su vida.

El corazón es el órgano vital por excelencia, el motor hace circular la vida por el
organismo. Es un órgano en el que se depositan sentimientos y emociones, como lo
demuestran tantas expresiones populares que, con sentido metafórico, lo utilizan como
máximo exponente del amor. Puede "doler el corazón" ante la defraudación o el
abandono; le "abrimos el corazón" a quien queremos; seguimos una "corazonada"
cuando una intuición, que no podemos explicar con razones, nos muestra un camino; nos
"brinca el corazón dentro del pecho" ante una alegría, o se nos "seca" ante las
desilusiones. Todo esto cuenta que, cuando el corazón se enferma, lo que está enferma
es la capacidad de sentir, sea esto llevado tanto hacia los excesos como hacia las deficien-
cias: sentir demasiado o tener dificultades para conectarse con los sentimientos y las
emociones.

Alexander Lowen dice que el corazón es el centro de la vida y su ley es el amor.


Además, es un niño porque nunca envejece. Los sentimientos del corazón de un niño y

119
de una persona mayor son los mismos, el amor o el dolor de no ser capaz de amar. Los
cosmólogos y médicos chinos denominaban al corazón "hsin", y lo consideraban el dueño
de la alegría, el fuego y la risa. Veían a sus siete aberturas como ojos dirigidos hacia la
cabeza que, si estaban esclarecidos, despejaban a su vez las siete puertas superiores por
las que el universo sella el pasaje de los sentidos. Relacionaban a siete emociones básicas
dependiendo del corazón: la alegría, la rabia, la pena, el temor, el amor, el odio y el
deseo.

El siguiente cuadro muestra la lectura holística de los desequilibrios que afectan al


sistema circulatorio. Palabras claves:

 Movimiento.
 Vitalidad.
 Entusiasmo.
 Fluidez.

120
PODRIA ESTAR
DESEQUILIBRIO DEL: EXPRESANDO CONFLICTOS RECLAMARIA:
CON:

La vitalidad y el entusiasmo.
El equilibrio y conexión con Soltar. Dejar fluir.
los sentimientos y las Conexión con los
emociones. sentimientos y emociones.
CORAZON La capacidad de fluir y Confianza en uno mismo y
soltar. en los otros. Tolerancia.
La regularidad, lo previsible, Consideración.
lo cíclico, la repetición, el Aceptación. Ritmo.
orden, al dejar pasar, el Organización.
aceptar lo que viene.

El sentido de la vida. La
capacidad de fluir y Movimiento. Fluidez.
ARTERIAS
soportar el movimiento Flexibilidad.
vital.

Emociones negativas.
Depurar lo toxico en todo
VENAS Retención de lo toxico en
sentido. Movimiento.
todo sentido.

121
CASO HORACIO
TAQUIARRITMIA CARDÍACA

La arritmia consiste en la alteración del ritmo cardíaco considerado normal: entre


60-100 pulsaciones por minuto. En las bradiarritmias, los ventrículos se contraen con fre-
cuencia excesivamente baja, de menos de 60 latidos por minuto. En las taquiarritmias, el
corazón se contrae a mayor frecuencia de la normal (más de 100 latidos por minuto). Hay
distintos tipos de taquicardias según su etiología, la zona del corazón en la que se produce
la alteración y la forma en que ésta se aparece.

Horacio había sido alumno de mis clases de Expresión Corporal en su


adolescencia. Dejé de verlo por más de ocho años, hasta que un día me llamó con el
objetivo de iniciar un tratamiento de reflexología. Estaba muy preocupado porque había
tenido dos episodios muy fuertes de taquiarritmia, en el último de los cuales terminó
hospitalizado por más de 24 horas En esos momentos contaba con 26 años de edad.
Según su relato, a partir de sus 12 años había tenido taquicardia en muchas
oportunidades. Eran alteraciones ocasionales del ritmo cardíaco, y sus padres lo habían
llevado a realizarse todo tipo de estudios, sin que ninguno arrojara resultados positivos.
Su mamá es psicóloga y siempre trataba de asociar la aparición del síntoma con algún
suceso coyunturaL que Horacio pudiera estar atravesando, pero nunca habían tenido
éxito en descubrirlo. De manera anárquica, se presentaba en cualquier momento y en
coincidencia con situaciones diversas. Los episodios no habían revestido demasiada
gravedad y no se prolongaban en el tiempo, por lo que no les dio demasiada relevancia.

La diferencia con los que motivaron la consulta era la duración. Él último, que
requirió internación, se había prolongado por más de cuatro horas y habían tenido que
trasladarlo en helicóptero desde un centro de veraneo muy alejado hasta el hospital más
cercano.

122
En la época en la que era alumno mío, Horacio presentaba, como característica de
su estilo personal, mucha dificultad para organizarse en el tiempo y en el espacio. Siempre
llegaba tarde a clases. Si quedaba en encontrarse con sus compañeros sucedía lo mismo.
Siempre expresaba no tener tiempo para nada, estar muy ocupado, no poder parar y al
mismo tiempo, tener la sensación de que el tiempo no le rendía y que nunca podía
terminar lo que se proponía. Mientras escuchaba su relato no podía dejar de pensar en
este rasgo tan coincidente con el corazón y su ritmo. Conflictos con la regularidad, lo
previsible, lo cíclico, la repetición, el orden, el soltar y dejar fluir, el dejar pasar, el aceptar
lo que viene.

Quise enterarme de si esas características de su personalidad continuaban


presentes y traté de hacerlo con mucha sutileza, pues me daba la impresión de que, al
menos en aquella época, él no se hacía cargo de su protagonismo en esas dificultades y
siempre atribuía el problema a aspectos externos. Como no quería toparme con su
defensa, opté por pedirle que me relatara a qué se dedicaba en la actualidad y cómo era
su ritmo de trabajo (baso la elección de este tema en que, según mi experiencia, si los
hombres tienen algún conflicto, éste suele ser generalmente laboral, mientras que, en el
caso de las mujeres, suelen referir, habitual-mente, a afectos y vínculos).

Cuando comencé a escuchar a Horacio parecía que repeliera el mismo discurso de


otros tiempos, pero exacerbado. Habló de la cantidad de cosas que tenía para hacer y la
dificultad en encontrar el tiempo para realizarlas, el agobio permanente y el hecho de
"estar siempre corriendo" y no poder parar. "Igual que tu corazón" atiné a decir, y allí
quedó sorprendido por un instante, para inmediatamente defenderse diciendo que eso
no tenía nada que ver.

123
Hicimos un recorrido por los distintos aspectos de su vida en esos momentos y
todo parecía estar funcionando a las mil maravillas. Estaba muy contento con su trabajo,
convivía con su novia y la relación le resultaba muy satisfactoria. Entonces, le pregunté
yo, ¿qué crees que el síntoma te está contando? ¿Cuál será el conflicto?

A partir de allí inició un proceso terapéutico que incluyó reflexología y la


implementación de técnicas cognitivo-conductuales, que lo llevaron a organizar sus tiem-
pos de manera más eficaz.

Éste es un buen ejemplo de un estilo de personalidad reflejado en un estilo de


enfermar.

Después de seis meses de tratamiento, Horacio había cambiado su manera de


manejar tiempos y espacios y aprendido a controlar su ansiedad. Llegaba a horario a las
sesiones y se lo veía más relajad-o y distendido. No había tenido más episodios de
taquicardia.

124
LA LECTURA DE LOS SÍNTOMAS DEL SISTEMA RESPIRATORIO

El sistema respiratorio se encarga de la respiración. Sus órganos principales son:


las fosas nasales, la laringe, la tráquea, los bronquios, los pulmones y el diafragma.

La respiración es el proceso mediante el cual el oxígeno del aire inhalado entra en


la sangre, mientras que el dióxido de carbono es exhalado a la atmósfera. La relajación
del diafragma es fundamental para llevar a cabo una respiración saludable. Los estados
de angustia y desasosiego mantienen a este músculo en un grado de tensión permanente
que obstaculiza la oxigenación adecuada de todo el organismo.

Desde una mirada holística, toda problemática que afecte a este aparato podría
estar relacionada con la capacidad de conectarse con la vida de manera independiente. Es
este sistema el que permite que el ser humano comience a vivir fuera del seno materno y
se abra así a la vida. Detrás de sus desequilibrios se esconde el temor de afrontar la vida.
Permitir que entre el aire es permitir que entre la vida misma, y nos recorra; por eso la
manera en que cada persona respira habla de su mayor o menor capacidad Dará esta
conexión vital. Temas como la dependencia y la independencia, el dar y el recibir, el
atreverse o el sentiré acobardado, el cambio y la relación con el afuera, pueden ser
puertas de entrada para reflexionar ante cualquier problemática que afecte al aparato
respiratorio.

El siguiente cuadro muestra la lectura holística de los desequilibrios que podrían


afectar al sistema respiratorio.

Palabras claves:

 Conexión vital.
 Independencia
 Dar.
125
 Recibir.
 Retener.
 Soltar.
 Cambio.
 Relación con los otros.

DESEQUILIBRIO DEL: PODRIA ESTAR RECLAMARIA:


EXPRESANDO CONFLICTOS
CON:

SISTEMA RESPIRATORIO La capacidad de conectarse


Autoafirmación.
con la vida de manera
(en general) Movimiento. Cambio.
independiente

FOSAS NASALES El reconocimiento de la


propia intuición.
Autoafirmación.
SENOS NASALES Tolerancia. Aceptación.

Retención de la energía.
Soltar.
BRONQUIOS Tolerancia.
Paciencia.
Aceptación.
Autoafirmación.

Capacidad de abrirse a dar y Movimiento.


PULMONES recibir en todos los planos. Apertura.
Emociones negativas. Aceptación.

126
CASO TOMAS
ASMA BRONQUIAL

El asma bronquial es un desequilibrio en el cual el espasmo y la constricción de los


bronquios, conjuntamente con la inflamación de su mucosa, limita el paso del aire
provocando dificultad para respirar. El "ataque de asma" implica una inflamación de los
bronquios y bronquiolos que reduce el espacio por el que el aire pasa hasta llegar a los
pulmones. El organismo expresa mediante una conducta reactiva la irritación que le
produce alguna cosa (algún tipo de alérgeno, emoción intensa o situación irritante), y
estimula a su sistema inmunológico para que éste envíe unas células especializadas,
llamadas mastocitos, a la zona que sufre la irritación. Estas células liberan histamina, que
inmediatamente produce la dilatación de los vasos sanguíneos, es decir, una reacción
inflamatoria. La liberación de histamina es responsable, en parte, de la dificultad para
respirar que se experimenta durante los ataques de asma, pues puede causar un
broncoespasmo.

Delia es una mujer de 40 años, que reside en una importante ciudad del interior
de la provincia de Buenos Aires. Posee allí una empresa unipersonal dedicada a la
organización de eventos culturales y empresariales que le permite vivir "dignamente",
pero no "sin preocupaciones", según sus propias palabras.

Se presenta a la consulta porque está preocupada por su hijo Tomás, de cuatro


años, que padece de broncoespasmos desde los 9 meses de edad, y al cual los médicos
han calificado como asmático. El niño está en tratamiento médico desde el inicio de los
síntomas, intentando terapéuticas farmacológicas tradicionales y alternativas de mayor o
menor agresividad, cambios en la alimentación, alejamiento de su mascota y de juguetes
que pudieran acumular polvo, etc. Nada pareciera haber sido efectivo y la intensidad de
sus crisis han requerido internación en algunas oportunidades.

127
Pocos meses antes de que Delia me consultara, una amiga, psicóloga de profesión,
le dijo que lo que le pasaba a Tomás era que ella lo asfixiaba, que cuando dejara de
"ahogarlo" no iba a padecer más de asma. El comentario la enojó tanto que la llevó a
alejarse de esta amiga; no obstante, en algún lugar de su interior comenzó a preguntarse
si habría en esto algo de verdad. Durante muchos años de su vida había concurrido al
psicoanalista y de sus años de diván recordaba cómo, según su percepción, la culpa de
todos sus males había recaído en su propia madre. La idea de que pudiera estar ocupando
ella ese lugar la horrorizó y decidió que no era el psicoanálisis el enfoque desde el cual
quería mirar esta realidad, sino desde algún modelo terapéutico más operativo: la
gravedad y urgencia del caso le imponían la necesidad de un rápido "darse cuenta" y
resolver.

Ella sabía de mi enfoque holístico de los síntomas corporales a raíz de haberme


visto, en muchas oportunidades, en un programa de televisión en el cual yo era
columnista y hablaba sobre el tema. En la primera oportunidad en la cual pudo viajar a
Buenos Aires vino a verme.

El tratamiento "dedicado a Tomás" que Delia realizó se prolongó durante seis


meses. Como viajaba por trabajo a Buenos Aires aproximadamente una o dos veces por
mes y su estadía se prolongaba por uno o dos días, en total tuvimos doce encuentros.
Nos propusimos trabajar focalizando tanto en aquellos aspectos que el síntoma de Tomás
estaba contando como en lo que éste reclamaba y que los involucraba a ambos como
familia.

Delia y su hijo conformaban una familia monoparental. El papá de Tomás había


tenido con él escaso contacto, y desde su nacimiento no se había ocupado de asistirlo, ni
económica ni afectivamente. Ella se ocupó desde siempre de su crianza y manutención,
para lo cual realizaba un enorme esfuerzo personal. En su lugar de residencia no tenía
familia a la cual recurrir. Vivía en esa localidad desde hacía más de diez años, desde que,
128
estando en pareja con el que luego seria el papá de Tomás, decidió dejar todo (actividad
laboral y familia) y acompañarlo en una quimera de resultados desastrosos. Si bien él se
fue de allí antes de que el bebé naciera, Delia decidió quedarse pues creía que no iba a
poder soportar otro desarraigo.

De todos modos, interrogada acerca de cómo se sentía actualmente en ese lugar,


expresó que no le agradaba y que no se sentía perteneciente. Ante mi pregunta acerca de
a qué sitio sentía ella que pertenecía, dijo que no podía definirlo, por lo que deduje que el
"arraigo" referiría más a una manera de estar en el mundo que al haber encontrado un
lugar en él.

Cuando un niño manifiesta un síntoma, éste no puede evaluarse de manera aislada


respecto de la situación familiar. Yo prefiero tomarlo como emergente e involucrar a su
grupo primario en lo que el desequilibrio relata. El asma está contando acerca de una
hiperreacción con relación a un estímulo. Muestra una tendencia a defenderse de
manera excesiva ante lo que se percibe como amenazante. Cabe preguntarse aquí cuál
sería esta amenaza y qué sería lo que se encuentra amenazado. ¿Qué cosa es la que el
síntoma está defendiendo? No es tampoco casual la forma en que el organismo realiza
esa defensa, esto es, cerrándose a que entre la vida a través del aire. Si observamos que
la vida es "movimiento y cambio", vemos que lo que se resiste es algo en el orden del
"fluir".

Analicé este síntoma teniendo en cuenta los cuatro ejes del método de lectura
holística del cuerpo.

1. La zona del cuerpo en la que este síntoma tiene mayor protagonismo. En este
caso es la del pecho.
2. Los hemicuerpos, que no tienen relevancia con relación a este desequilibrio ya
que se manifiesta en toda el área.

129
3. Los sistemas corporales involucrados, que con respecto al asma son el
respiratorio y el inmunológico.
4. Los órganos más fuertemente implicados, que en lo que refiere a esta
problemática son los bronquios.

El pecho es el área del impulso y la acción. En esa área se reflejan los


sentimientos, la identidad, el ego, el impulso, la valentía y el coraje. En la simbología
popular, frases como "poner el pecho" o "a lo hecho pecho" implican capacidad para
afrontar la vida y aceptar las propias decisiones que se han tomado en el pasado.

Toda problemática que afecte al aparato respiratorio podría estar relacionada con
la capacidad de conectarse con la vida de manera independiente. Detrás de sus desequili-
brios se esconde el temor de afrontar la vida. Reflexionar sobre temas como la
dependencia y la independencia, el dar y el recibir, el atreverse o el sentirse acobardado
pueden ser puertas de entrada para intentar una comprensión del mensaje del síntoma.

Palabras claves para este sistema son: conexión vital, independencia, dar, recibir,
retener, soltar, cambio. El síntoma, por lo tanto, estaría reclamando autoafirmación,
movimiento y cambio.

Con relación al órgano implicado, los bronquios en desequilibrio podrían estar


expresando conflictos con la retención de la energía, la tolerancia y la aceptación. Al
reclamo se agregaría la capacidad de soltar y desarrollar la paciencia.

El otro sistema corporal involucrado, el inmunológico, es el que se ocupa de


destruir los agentes patógenos que considera amenazantes para el organismo. En
particular la alergia, que es una defensa excesiva respecto de un estímulo, se relaciona
con respuestas actitudinales de extrema sensibilidad y susceptibilidad ante lo que
provenga de situaciones de vida o acciones de otras personas. Las palabras claves son las
de defensa, ataque, confianza, cuidado, protección. El reclamo estaría direccionado hacia
130
abrirse y confiar, desarrollar la capacidad de prevención y cuidado y, nuevamente, cultivar
la tolerancia y la aceptación.

Al observar la actitud corporal de Delia noté que su esternón se presentaba


hundido, del mismo modo que el de los adultos que han padecido asma de manera
crónica, aunque ella manifestaba no haberla padecido nunca. También su espalda se
encontraba algo curvada hacia delante. Su forma de hablar como cansada, era lenta y
monocorde. Todo esto implicaría sentimientos de culpa y agobio, dificultades para la
acción y la autoafirmación.

Teniendo todos los datos en cuenta, intenté dialogar con Delia centrándome en
los aspectos que más me resonaban al observar su actitud corporal. Mis preguntas se
dirigieron fundamentalmente hacia:

 Cómo se sentía ella con relación a "afrontar la vida".» Si había cosas que se
reprocha respecto de decisiones del pasado.
 Cómo se evaluaba en términos de fortaleza y seguridad en sí misma.
 Sí había algún cambio o movimiento que ella sentía necesidad de hacer
para lo cual necesitaba autoafirmarse y ganar coraje.

Trabajamos también con ejercicios corporales, tendientes a despertar las zonas del
cuerpo que parecían retenidas en su postura y actitud corporal, y con ejercicios de
visualización que le permitieran detectar los miedos y el deseo.

En muy poco tiempo Delia tomó conciencia de que no soportaba más el hecho de
vivir en ese lugar. Que ansiaba trasladarse a una zona en la que pudiera encontrarse cerca
de su familia, de la cual se había alejado porque sentía que no la apoyaban y le
reprochaban sus decisiones. .Se dio cuenta de que era ella la que no podía perdonarse
por lo que evaluaba como "tendencia a las decisiones y elecciones equivocadas".

131
Tomó conciencia de que necesitaba mayor contención y acompañamiento en la
crianza de su hijo, de que se sentía sola y que había perdido la seguridad y confianza en sí
misma que ella consideraba que eran rasgos valorados de su personalidad.

Durante su proceso terapéutico, Delia fue tomando decisiones respecto de los


cambios que quería realizar. Se dio cuenta de que podía trasladar su pequeña empresa a
otros lugares si efectuaba los contactos necesarios como para conocer la nueva zona. Se
comunicó con miembros de su familia que, ante su sorpresa, la recibieron con los brazos
abiertos y se ofrecieron con alegría a ayudarla en ese cambio.

Habían pasado seis meses desde nuestro primer encuentro y decidimos dejar al
espacio terapéutico abierto para que Delia solicitara un turno cuando viajara y sintiera
que le resultaba necesario. El movimiento y el cambio estaban en proceso, y ella parecía
fluir con seguridad y confianza en sí misma. Hacía ya cuatro meses que Tomás no había
vuelto a padecer una crisis asmática.

No volví a verla hasta varios meses después. Encontré un cambio muy notable en
su actitud corporal y en su arreglo personal. Me contó que los últimos meses habían sido
como una "vorágine", que su prima le había propuesto montar una empresa juntas
aprovechando sus conocimientos y una casa desocupada que ella tenía, la cual podía
utilizarse para eventos.

Se había mudado de la ciudad en la que residía y alquilado una casita en su ciudad


natal, donde vivía su familia. Se sentía perteneciente y acompañada y la empresita ya
estaba comenzando a dar algún pequeño fruto, lo cual la tenía muy esperanzada.

En síntesis, se había abierto a dar y a recibir. Había adquirido confianza en sí


misma y en los otros. Había podido soltar y cambiar, moverse y autoafirmarse, casi todo
lo que el síntoma reclamaba.
132
Tuve noticias de Delia al verano siguiente. Tomás no había vuelto a padecer
problemas respiratorios.

133
LA LECTURA DE LOS SÍNTOMAS DEL SISTEMA DIGESTIVO

El sistema digestivo se ocupa del proceso de la digestión. Está compuesto por el


tubo digestivo, que comprende la boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado,
intestino grueso y ano, y por los órganos anexos, que son las gandulas salivales, el
páncreas y el hígado.

En la boca se produce la masticación. Ésta consiste en la acción de triturar los


alimentos sólidos para hacerlos más accesibles a la acción posterior de los jugos digesti-
vos. El bolo alimenticio obtenido por la masticación pasa por la faringe hasta el esófago.
Éste lo conduce hasta el estómago, el cual (con movimientos peristálticos y la secreción
de jugos gástricos) transforma a los alimentos que luego pasarán al intestino. En el
intestino delgado se produce la parte más importante de la digestión y se absorben la
mayoría de los nutrientes.

El intestino grueso transporta hasta el recto y ano a los alimentos que no han sido
absorbidos por el intestino delgado. Desde allí se excretan los materiales sólidos de
desecho Los órganos anexos al sistema digestivo colaboran en el proceso de la digestión a
través del aporte de sustancias químicas que transforman a los alimentos. Son las
glándulas salivales, el páncreas y el hígado.

Los desórdenes de este sistema están relacionados, general, con:

 Falta de libertad en la elección de aquello que queremos incorporar, o dificultad


para poner límites a aquello que se nos impone y no deseamos. Esto incluye la
selección consciente de los alimentos que vamos a ingerir, así como la de los
lugares que vamos a frecuentar, los vínculos que vamos a construir o desechar y
las situaciones de las que vamos o no a participar. Con esta dificultad están
relacionados la mayoría de los desequilibrios que afectan al esófago y al

134
estómago. Muchas expresiones populares que hablan del "sabor amargo de una
situación", de que "esto no lo puedo tragar", que algo cae como "piedra en el
estómago", esto es igual que "masticar clavos", o "tragar sapos", o "comer vidrio",
intentan dar cuenta de esta realidad que parece poner a la persona en un estado
tal de indefensión que no puede hacer nada por evitar que lo de afuera entre y
luego circule por su interior. Está implícita la falta de capacidad para asimilarlo o
la carencia de elementos para hacerlo. Los trastornos de la alimentación como la
bulimia, la anorexia y la obesidad tienen conexión con lo antedicho, pues
participan del patrón común en el que la persona está enajenada y carece de
libertad para hacer una elección que la beneficie de manera saludable.
 Dificultad para asimilar aquello que proviene de la realidad exterior y
transformarlo en energía vital. Esto se evidencia principalmente en los trastornos
intestinales, ya que es en los intestinos donde se absorben la mayoría de los
nutrientes. Cuando la persona siente que tal o cual situación le ha quedado
"dando vueltas" y "no la puede digerir" se encuentra ante esta dificultad para
sacar de cada cosa aquello que la beneficie y soltar aquello que le es imposible
asimilar. Los divertículos son un claro ejemplo de la cronicidad de este mecanis-
mo: crear espacios para alojar esto que no circula en ningún sentido y no es ni
asimilado ni desechado. Dificultad para soltar o desechar aquello que no produce
ningún beneficio y que si se retiene puede resultar tóxico para la persona entera.
La constipación y los trastornos del recto y ano están relacionados con este tema.
Resulta evidente en las personas que, aún cuando reconocen que algo no les
conviene, sólo les trae disgustos y no registran de manera consciente ninguna
satisfacción: estiman como imposible el cambiar esta situación, y así, ponen la
dificultad para este cambio en factores externos a su voluntad.

El siguiente cuadro muestra la lectura holística de los desequilibrios que podrían


afectar al sistema digestivo.

135
Palabras claves:

 Discriminación.
 Elección.
 Asimilación.
 Aceptación.
 Rechazo.
 Apego.
 Desapego.

136
PODRIA ESTAR
DESEQUILIBRIO DEL: EXPRESANDO CONFLICTOS RECLAMARIA:
CON:
Selección.
El apovechamiento y
SISTEMA DIGESTIVO Discriminación.
asimilación de nutricio en
(en general) Elección.
todo sentido.
Decisión.
La selección tanto sea
Observación atenta de lo
respecto a los alimentos a
que proviene del mundo
ingerir como a las
ESOFAGO externo. Discriminación.
situaciones de vida o las
Elección.
relaciones.
Aceptación.
Movimiento.
La capacidad de fluir.
Cambio.
La capacidad de
ESTOMAGO Reconocimiento y
transformar y soltar
aceptación de las
emociones negativas.
emociones negativas.

Movimiento.
La capacidad de retener lo
NTESTINO DELGADO Ritmo.
que sirve y soltar lo que
Fluidez.
quiere ser desechado
aprendizaje

Cambios.
Depurar lo toxico.
INTESTINO GRUESO Soltar el pasado.
Apego.
Fluidez en las relaciones
Los cambios en general.
interpersonales.

La capacidad de transmutar
Depurar lo toxico.
HIGADO afectos negativos como el Transformar.
resentimiento y el rencor Transmutar.

137
CASO ANTONIO
COLON IRRITABLE

Esta problemática, también denominada síndrome del intestino irritable, implica


un proceso en el que se alternan episodios de estreñimiento y diarrea, acompañados de
intenso dolor abdominal y una gran variedad de síntomas. La "diarrea" no es tal, puesto
que no existe un aumento en el volumen de las heces; el agua es absorbida con
normalidad y en general no aparece sangre con las deposiciones. Sí puede aparecer
mucosa en las heces, y existe la sensación subjetiva de que no ha habido una evacuación
intestinal completa tras la defecación.

Antonio inició un tratamiento conmigo derivado por su médico, el cual es un


amigo mío personal que respeta mucho mi labor y confía en sus resultados, sobre todo
en lo que él llama, "enfermedades que no son del cuerpo", y a lo que yo siempre replico
"enfermedades que son de la persona".

Se presenta a la consulta con algo de desconfianza y expresa en varias ocasiones


que se encuentra allí porque su médico lo manda. Cuando le pregunto acerca de qué
piensa él, manifiesta que está "desesperado" y que "en la desesperación uno intenta
cualquier cosa". Su discurso era confuso, vago, diría que se ramificaba hasta extremos en
los que me resultaba difícil seguirlo. Daba por entendidas muchas cosas y en la
repregunta me confundía aún más.

En los diez meses que duró su tratamiento prevaleció ese estilo, por lo que muchos
datos no fueron aclarados nunca para mi mejor entendimiento. Lo importante es que los
que sí aparecieron sirvieron de guía para una evolución muy satisfactoria de la resolución
de su problema.

Expresada de manera sintética, su situación al inicio el proceso terapéutico era así:

138
Antonio tenía 45 años, era comerciante textil, divorciado y con un hijo de 20 años
con el cual mantenía, según manifestó, una muy buena elación. Se encontraba en ese
momento en pareja con una mujer diez años menor, también divorciada, sin hijos,
maquilladora. Expresaba estar contento con su negocio, el cual si bien no le daba muchas
ganancias había repuntado en los últimos tiempos. También decía estar contento con su
pareja; en fin, que decía estar bien con todo. Pero su cuerpo expresaba un desborde y un
descontrol que, según lo que me dictaba mi experiencia, estaban seguramente presentes
en algún otro aspecto de su vida.

Las deposiciones diarias llegaban en ocasiones hasta más de veinte. Había dejado
de concurrir a las casas de amigos y familiares por la incomodidad que le producía el
síntoma, que también lo despertaba de noche. Sufría de dolores abdominales e
inflamación y los trastornos lo ocupaban tanto que decía que no podía pensar en otra
cosa. No lo recordaba bien cuando había comenzado todo pero sí que ya hacía varios
años. No lo relacionaba con ningún acontecimiento en especial.

De lo único que le interesaba hablar en nuestros encuentros era de la cantidad y


calidad de sus evacuaciones intestinales y evaluaba el éxito del tratamiento en si estas
habían aumentado o disminuido entre sesión y sesión. Por esta razón entendí que la
palabra no nos llevaría a buen puerto e implementé técnicas corporales (senso-
percepción y reflexología), psicodramáticas y de visualización creativa, focalizadas en lo
que el síntoma contaba. Si bien al principio se resistió, riéndose y ridiculizando mis
propuestas, luego comenzó a divertirse con ellas y a descuidarse de modo que, en el
transcurrir de los encuentros comenzaron a aparecer algunos elementos esclarecedores.
En lo referente al desborde, éste aparecía con relación al dinero, pero no en la figura de
Antonio sino en la de todos los que lo rodeaban. Su ex-esposa, a la cuál tenía que asistir
dado que "no sabía administrar el dinero"; su hijo que"... es joven, le gusta aparentar
delante de las mujeres, comprarse buena ropa, y quien tiene que hacerse cargo? Yo.

139
Como él tiene una extensión de la tarjeta no le puedo controlar los gastos"; su padre, un
hombre de 72 años que nunca trabajó y que siempre hizo "negocios": "el viejo es algo
irresponsable, le gusta ir al hipódromo, no digo que es jugador pero, como sabe que yo lo
voy a salvar...". Y, por último, su actual pareja, proclive a caer en estados melancólicos
que no le permitían sostener empleos ni actividades: "Yo la ayudo todo lo que puedo,
tuvo que luchar tanto que se merece un poco de contención".

A medida que venía la información cobraban forma en mi mente imágenes tales


como la de que Antonio "metía todo en saco roto". Sus esfuerzos de trabajo y economía
se esfumaban al caer en ese "barril sin fondo" que conformaban aquellos que lo
rodeaban. Como no creo en las casualidades y sí en que cada uno ocupa en las
relaciones posiciones que le producen algún tipo de beneficio, no me pareció casual que
el síntoma de Antonio que reflejaba inflamación (signo de conflicto), dolor y pérdida, y
cuyos efectos limitaban su capacidad de obtener placer y de trabajar, se viera reflejado
con tanta contundencia en su contexto.

Por estas razones tomé como elementos en los cuales Focalizar el trabajo a las
relaciones interpersonales y al rol que Antonio asumía en ellas, siempre el mismo:
contenedor, saltador, dador, nutriente; mientras que el desborde se presentara siempre
en los otros asumiéndolo él a través del síntoma.

Los desórdenes del sistema digestivo, y en particular del colon, están relacionados
con la dificultad para soltar o desechar aquello que no produce ningún beneficio y que si
se retiene puede resultar tóxico para la persona entera. En este caso, la posición que
Antonio asumía en las relaciones interpersonales era sumamente tóxica. Lo que le
sucedía en el cuerpo era una réplica de lo que le sucedía en la vida. Retenía lo tóxico en lo
referente a las relaciones, en las cuales quedaba ubicado en el rol de sostener las
conductas malsanas en los otros (la dificultad para asumir compromisos de su pareja, la
adicción de su padre al juego, la falta de límites de su hijo y la inmadurez de su ex-
140
esposa). El cuerpo era mensajero de un conflicto que superaba su capacidad de
asimilación y afrontamiento.

A medida que nuestra labor progresaba, Antonio comenzó a revelar que, desde
siempre (creía que desde toda la vida), había tenido dificultad para perdonar lo que los
otros le hacían. Tenía una "memoria de elefante" para ello. Decía: "yo siempre fui de
ayudar a todo el mundo y así me pagaron", o "ese que se decía amigo mío me traicionó",
etc. A mí me resultó llamativa la cantidad de relaciones interiores que habían terminado
mal por causa de una "traición", por lo que me detuve a aclarar más esa cuestión y a
tratar de construir con Antonio una visión algo más panorámica sobre esos eventos. Esto
lo llevó a un "darse cuenta" de un estilo personal de quedarse adherido a detalles y
nimiedades las cuales, a lo largo del tiempo, llegaban a adquirir proporciones
inimaginables.

El área de expresión del síntoma, la del abdomen, es la zona de las emociones por
excelencia. Allí se pone en evidencia la capacidad para aceptar, asimilar, transformar y
aprovechar lo que la vida brinda, la metabolización de afectos y sentimientos. Es una
zona que sugiere, movimiento y transformación, capacidad de adaptación y cambio.

Las funciones del colon son las de permitir el paso de los elementos a ser
desechados por el organismo, absorber algunos minerales y el agua y formar la materia
fecal, para que ésta pueda ser expulsada en su totalidad por el organismo. Las funciones
de este órgano tienen como atributos la permisividad, el desapego, la selección, las
capacidades de absorción de lo necesario y de expulsión de lo que no lo es. Si
trasladamos estas cualidades a otros planos de la persona podemos observar que en el
caso de Antonio algunos de estos aspectos se encontraban complicados e implicados de
manera desequilibrada.

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Con relación a la permisividad, no permitía que las cosas sucedieran, intentaba
permanentemente interferir en la resolución de todos aquello que identificaba como
problemas. Con relación al desapego, no podía perdonar (soltar, dejar pasar) nada de lo
que los otros pudieran haberle hecho, según su percepción, como negativo en el pasado.
Con relación a la selección, tenía dificultades para priorizar, daba la misma importancia y
adjudicaba la misma energía a una nimiedad que a algún acontecimiento importante.
Con relación a la expulsión de lo que no es necesario, retenía emocionalmente ese
conjunto de eventos y se obsesionaba con ellos llegando hasta el desborde.

En conclusión, en este caso, el reclamo fundamental del síntoma era el del cambio de una
determinada posición en las relaciones interpersonales. Otros aspectos a trabajar
implicaban el desarrollo de la capacidad de aceptación del pasado y de poder soltarlo.

Cuando Antonio ya no pudo cerrar los ojos a su lanera de vincularse y a lo tóxica


que ésta modalidad le resultaba, no pudo evitar que el cambio sucediera casi sin irse
cuenta y, junto con eso, su síntoma, también de forma paulatina, comenzó a desaparecer
y a molestarlo sólo en ocasiones de extremo estrés.

Comenzó a cambiar su posición de "abastecedor económico de todos" y empezó a


ocuparse de su propio "abastecimiento": su alimentación, sus cuidados personales, el
conocimiento de su deseos y necesidades y la ejecución ; acciones pendientes a
satisfacerlos. Aprendió a salir de situaciones en las cuales se encontraba repitiendo la
modalidad de "salvador". Al reconocer su tendencia y aceptar el hecho de que tenía una
inclinación a repetir el patrón si no estaba atento, se tornó más benévolo y paciente con
relación a sí mismo, tomando su estilo con humor. Esto le fue de gran utilidad para
realizar y sostener los cambios realizados. Por otra parte, en lo que respecta a los
"resentimientos y rencores", nota que esos temas lo ocupan cada vez menos, y con
menor intensidad.

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Actualmente continúa su tratamiento con mucho entusiasmo, no porque "lo manda
su médico" sino porque urge permanecer. Reconoce que el espacio terapéutico lo ayuda
a encontrarse a sí mismo y a cuidarse cada vez más.

143
LECTURA DE LOS SÍNTOMAS DEL SISTEMA URINARIO

Este sistema tiene dos funciones principales: excreción, que consiste en la


eliminación de productos nocivos, y regulación del balance de sales.

Los órganos que lo componen son los riñones, los conductos excretorios, la vejiga
y la uretra.

Los riñones son dos órganos cuya función principal es la del filtrado de la sangre y
el mantenimiento del balance de líquidos y los niveles de sal. Ayudan a mantener la
tensión arterial normal.

La orina, al salir del riñón, es recibida en un sistema de conductos excretorios que la


conducen a la vejiga. Ésta es un receptáculo elástico destinado a recoger la orina que
llega por el uréter y enviarla luego a la uretra, que es el conducto por el cual la orina es
expulsada hacia el exterior del organismo.

Los desórdenes de este sistema están relacionados en general con:

 La mayor o menor dificultad para soltar o desprenderse de lo tóxico en todos los


planos: desde lo más concreto, como lo son los productos de desecho del cuerpo, a lo
más sutil, como vínculos o situaciones que provocan sentimientos o emociones que la
persona percibe como poco satisfactorias o de consecuencias perjudiciales para su vida
y que, a pesar de ello, no se atreve o no se plantea la posibilidad de cambiar, o no
puede visualizar las opciones que tiene para hacerlo.
 La mayor o menor facilidad para controlar las emociones. La enuresis es un signo de
desborde emocional en el que subyace un exceso de control que ya no se puede
sostener.

144
El cuadro siguiente muestra la lectura holística de los desequilibrios que afectan al
sistema urinario.

Palabras claves:

 Filtro.
 Aceptación.
 Rechazo.
 Miedos.

PODRIA ESTAR
DESEQUILIBRIO DEL: EXPRESANDO RECLAMARIA:
CONFLICTOS CON:

SISTEMA URINARIO La capacidad de soltar o


desprenderse de lo toxico Discriminación.
en todos los plano. Autoafirmación.
(en general)
El equilibrio emocional.

RIÑONES Filtrado de lo toxico en Prevención.


todos los planos. Autocuidado.

Reconocimiento de
El control de las emociones
VEJIGA sensaciones y sentimientos.
en sus dos extremos:
Canalización saludable de la
desborde o represión.
carga emocional.

Expulsión de lo toxico en Capacidad para soltar lo


URETRA
todos los planos. que no sirve.

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CASO MIRTA
CISTITIS

La cistitis es una inflamación de la vejiga urinaria, usualmente debida a una


infección bacteriana que se origina en la uretra, la vagina o, en casos más aislados, en los
riñones. Produce dolor y dificultad en la micción, la necesidad urgente de orinar y, en
algunos casos, orina turbia o con sangre.

Mirta es una mujer de 44 años que está transitando su climaterio con bastantes
dificultades. A la irregularidad de sus ciclos menstruales se le suma un estado de
inestabilidad emocional, trastornos del sueño y sofocos intensos. Casada y madre de
cinco hijos entre 12 y 21 años, se ocupa de su casa y su familia. Manifiesta estar contenta
con lo que hace pero muy alterada por sus problemas de salud. Realiza su consulta por la
recurrencia de cistitis casi de manera cíclica desde hace más de 6 meses. Había tomado
mucha medicación antibiótica y antibacterial que le había recetado el médico, pero nada
de eso le impedía volver a padecer el síntoma. El médico le había dicho que era un
trastorno asociado a su etapa climatérica, pero una amiga le había sugerido la consulta
porque, según lo que ella sabía, había un componente emocional en ese padecimiento.

Interrogada acerca del inicio de la problemática y las circunstancias que


conformaban su contexto en esos momentos, Mirta refiere que su madre había fallecido
hacía más de un año y que su padre, a los cuatro meses de su fallecimiento se había
vuelto a casar. Al preguntarle sobre su sentir al respecto, manifestó estar contenta por su
papá y que su madre había tenido una larga y dolorosa enfermedad, que su padre la
había asistido y acompañado mucho y que ahora él merecía vivir su vida. Todo esto
parecía una explicación racional más que un sentir, por lo que repetí de otra manera la
pregunta, y entonces Mirta manifestó que tal vez el papá tenía esa relación desde una
etapa anterior al fallecimiento de la madre y que por eso se había casado tan pronto.

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Cuando le pregunté qué sentía respecto a eso, respondió rápidamente que si su padre
había hecho eso estaba enteramente justificado por la enfermedad de su madre. Ante la
nueva racionalización, se me ocurrió repetir de manera más despersonalizada lo que
Mirta acababa de decir y comenté: "Así que para ti está justificado que las personas que
tienen a sus maridos o esposas gravemente enfermos tengan otras relaciones". Ella
respondió dudando que bueno, que no siempre. Yo le pregunté cuáles serían entonces las
excepciones, y Mirta respondió que si dos personas se aman, se acompañan hasta el final
y se son fieles hasta las últimas instancias. Le pregunté acerca de cómo pensaba que era
la clase de afecto que tenían sus padres entre sí, y allí sucedió lo que me parece fue un
"darse cuenta" de resultados positivos para el proceso terapéutico. Mirta comenzó a
llorar y a insultar a su padre, a recriminarle su accionar con respecto a lo mencionado y a
sumarle a su demanda una lista interminable de reclamos y de cosas que no le
perdonaba.

Lo que me parece interesante destacar en este caso no es su evolución sino el


modo en el cual el cuerpo estaba contando la problemática.

La parte del cuerpo en la que se expresaba el síntoma, la pelvis, es el área que


simboliza la supervivencia, con todos los aspectos en ella involucrados: podemos destacar
particularmente en este caso a la familia y a la relación con la autoridad, cuya figura
simbólica es el padre. Por otra parte, es el área de la eliminación de los desechos y
simboliza, entre otras cosas, la capacidad para soltar o desprenderse de aquello que no es
de utilidad o nos perjudica.

Para el sistema de creencias de Mirta, la actitud del padre no estaba en realidad


justificada; evidentemente sus sentimientos acompañaban esa creencia pero, por alguna
modalidad personal, ella tendía a imponerse una idea adicional que se inclinaba a

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justificar el hecho. Todos los sentimientos y emociones negativas que el suceso había
despertado quedaban así, guardados en su interior y le producían un conflicto
(inflamación de la vejiga y retención de la orina). No podía soltar lo tóxico de sus
emociones, por lo que éstas circulaban sin contención ni rumbo.

El síntoma reclamaba el reconocimiento de las propias sensaciones y sentimientos


y la canalización saludable de la carga emocional

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