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STORICÛ ESPAiïi
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M E ilR IA L HISTORICO ESPAÑOL
COrBCClÓN

DE DOCUMENTOS, OPÚSCOLOS í ANTIGÜEDADES


QUE P U B L IC A

LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

TO M O X X X V

HISTORIA CRITICA Y DOCUMENTADA

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C O M U N ID A D E S D E C A ST IL LA
TOMO l

MADRID
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COLEGGIÓ>í

DE OOCÜMENTOS, OFUSCOLOS í ANTIGÜEDÍDES


QÜB PUBLICA

LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

r o M O X X X V

MADRID
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HISTORIA
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OB LAS

COMUNIDADES DE C A S T ILLA

TOMO PRIMERO
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pxr. K!(CVO. SKMOB

D. ANTONIO CÁNOVAS DEL CASTÍLLO

Entre los varios asuntos que ofrecí á vuestra reso~


lución, como Director de la Real Acadefnia de Ui
toriat p u ra continuar el M r u o r u i« H (8 t6 b io o ,
eogió vuestra superior inteli^encid la H is t o b ia o a l-
TIO A T D O C U M EN T A D A D B L A S C o iC D N iD A D S S D fi 0 a 9*

T IL L A .

Pocos díds antes de perderos p ara siempre, conoeís»


teis el estadio de los trabajos de alijunos años p rw
aieniásieis p ara su term inación, fígía ha líe^ado, y
puesto que la idea os pert¿nece, pertnitid que os eon-^
sagre y dedique esta obra, como testimonio de la gra^
tiiu d qfíe os ^ t r d a r S siempre vuestro adm irador

NfANURÍ, D a NVIí.A.

M a d r id d e O c t u b id J é <S97.
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K i U I ' a A O . *■■ ■ -•,. • « « > . » « H 9 & r a . . « I •

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FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

Desde que en 1884 escogí como tenia de mi discurso


de recepción eo la Uoal Academia de la Ilisíoria, La
Gerinania de Valencia^ que constituve una especialidad
dentro del movimieato revolucionario que se produjo en
España en el primer tercio del sigío xvi, conocido con
el nombre [jas Coniuixidadeíi d<e Castilla^ acaricié la es­
peranza de que algún dia pudiera escribir la liistoria cri­
tica y documeníada de aquel memorable suceso, que al­
gunos hisí.oriadores modernos sientan y sienten no ha­
berse escrito.
Encargado hace tiempo de la conlinuación del Memo­
r i a l HHTÓftiGO, coD la ilustradla cooperación de los seño*
res Fita, Menénde?^ Telayo v .Sánchez Mo^'uel» y termi­
nada la tarea que estos docLos Académicos se impusieron,
he tenido que elegir nuevo asunto para los ulteriores
trabajos del M km orial; y entre varios que señalé á la
ilustxación de nuestro inolvidable Director, mereció la
prelerencia el referente á Comunidades de Castilla^
en q ueá la par se armonizaban la importancia del suce­
so con la esperanza que abrigué liace ya doce año^.
Más de tres siglos y medio van transcurridos desde que
aquella gran rebeidia estalló como vas lo incendio y pa­
reció que iba á enseñorearse de ^oda la Península y aun
9
de algunas de sus más preciadas isla:^. Ilustres escrilores
españoles no han dejado en paz desde entonces sus Jñen
J cortadas plumas, y aun en el presente año han venido á
aumentar el tesoro de noticias acumuladas, eruditos tra-
líí^jos de tanto mérito, como la monografía escrita por el
ilustrado cronista húrgales D. Anselmo Salvá, tiiulada
Burgos en las Comunidades de Castilla, aunque traza­
da con excesivo color local; los Documentos relativos d
las CoiYLunidades del Archivo del Ayuntamiento de C6f-
dobñy publicados en el tomo C X II déla Colección del Mar-
qués de la Fuensanta del ValJe, que con éste su úllim o
trabajo literario se despidió de la Academia y de sus
amigos, dejando rectificado el folleto que en 1870 publi­
cara 1). Francisco de Leiva con el título de Los comu­
neros de Córdoba ante Cnrlos^ /, y ei boceto histórico
Diego de Álava y del Capitán de Arlillería D. Eduardo de
Oliver-Gopons, donde se consignan apreciables datos
acerca de D. Diego Martínez de Álava, vencedor del re­
belde Conde de Salvatierra en el puente de Durana, que
en 1803 había sido biografiado porD. Vicente G. de Eche**
varri en ia notable revista vascongada Bn^ikal-^Brrxa.
Y si de años anteriores cuenta hiciéí^emos, nos encon­
traríamos con la Memoria documentada de D. Francisco
de Bofarull, la cual, aunque viene arrebozada bajo el
nombre problemático de Predilección del Emperador
Carlos Vpor los catalanes^ es una Colección interesante
de documentos inédiios desde i")i() hasta 1558, que com­
prende, naturalmente, el periodo de Las Comunidades;
el curiosísimo Itinerario de Carlos /, por D. Manuel de
Foronda, suficiente para acreditar su amor á las cien­
cias históricas; el erudito prólogo de nuestro Correspon­
diente D. Julián de S. Peí ayo al libro Menosprecio de
corte y alabanza de aldea^ que escribió D. Antonio Gue-
9

vara, uno de los más afamados cronistas del Emperador,


y el preciosísimo estudio histórico de D. Antonio Rodrí­
guez Villa, denominado La Heina Doña Junna la Loca^
libro que encanta y embeíesa tanto, que no se puede de­
ja r de la mano hasLa que no se termina la lectura de una
narración tan interesante como dramática, y que en vez
de ser novela ó creación arbitraria del humano inirenio,
es una triste y dolorosa realidad, que sólo el amor ele una
mujer pudo legrar á la historia.
Esta fecimílidad de los hisíorir.dores españoles, aun
tratándose de sucesos que pasaron hace írescienlos se­
tenta y seis años, encuentra natural explicación en la
j^randeza y esplendor de una época en que la políti­
ca genuinamente naciona! había sufrido una profunda
transformación; el odio al yugo extranjero se manifestó
im{K)nente y vi^foroso, y fueron necesarias las grandes
pionas del primer reinado de los Ausirias, para que, fun-
diéndoseen un solo pensamiento trono y pueblo, se ofre­
cieran al mundo grandes é inauditas y niaravillosns ha­
zañas que, ofuscando el criterio do aquella sociedad, no
le permitían disiin^uir, ni descubrir cómo encerraban
el germen ponzoñoso de la desgracia y decadencia na­
cional. De aquí resulfa, que no solamente todos los cro­
nistas del Emperador Garlos V, sino también f.odos los
escritores empeñados en dar á conocer el distintivo ca­
rácter de tan poderoso genio, se han visto necesaria­
mente obligados á tratar, con mayor ó menor acierto,
de las que comunmente se llaman Comunidades de Cas-
tilla^ y á mi juicio no son sino La revolución empanóla
en el primer tercio del siglo xvi.
Pero antes de que los cronistas del Emperador dedica­
ran más ó menos páginas á reseñar el movimiento re­
volucionario que precedió al reinado de Carlos I de Espa­
ña y juslificar el proceder de este Monarca, varios es­
critores españoles, con diverso criterio, por maravilla
im parcial y casi siempre con intento desigual y aun apa­
sionado, escribieron preciosas monograíiaSjque aun hoy
se leen con iníerés. A este género pertenece el casíizo
Pedro Mexia, sevillano, cuya Crónica imprimió en 1<ST)2
la Biblioloca de Auíore^i Españoles con curiosas notas de
D. Cave laño Rosell; la dramática ¡Narración que nos legó
tú presbítero Juan Maldonado, traducida y anoíarla en
1840 por D. José Que vedo; la Relación que compuso
Pedro de Alcocer, loledano, previamente adicionada y
comeníatia en 1872, por el erudito historiador de Tole­
do D. Antonio M arlin Gamero, y que tanto se empeñó
i'TI desfii^urar el lVanees Terna ux; y entre otras varias
obras, las indicaciones que hacen en las suyas D. Aa-
lonio de Guevara en sus Epistolos familiares y y Pedro
M ártir de Anglería en las suyas; Juan Ginés de Sepul-
veda, en su Historia de Carlos V; Gonzalo Fernández de
Oviedo, en sus noíables Batallaíi y Quincuagenas; y no
citamos ai célebre Capifán Gonzalo de Ayora, porque ya
tuve el honor de demostrar ante la Academia, que el
manuscrito que se atribuía al cronista comunero, no ha­
bía salido de su castiza pluma (U.
A pesar de los deíectos de desaliño y falta de unidad y
fijeza de pensamiento, no puede desconocerse que, si bien
plagió mucho á Mexia, á Guevara y al supuesto Ayora,
tíl 01)is)>o de Pamplona, Fr. Prudencio de Sandoval, Iné
el primero que presentó un gran caudal de documentos
inéditos; siendo por esta razón jusfamenie celebrado,
como lo reconocen los mismos que no se conforman con

( i) ’h In Ufat Ac<idemi‘i dr. ia H istofia. lom o XXVIII» pHi{Íuu$


»“-US.
n
sus opiniones. Desde entonces, Ja obra del Obispo Sando-
val se ha considerado como arsenal indispensable para
tratar de las Oomimidades de Castilla^ jum am ente con
la Iñsíon a de Bur/^os, por Antonio Buitrago; la de Va^
l/adolid, por Juan Ortega y D. Matías Sangrador; la de
Zamora y por nuesiro compañero D. Cesáreo Femánde?.
Duro; la de Áviln^ por D. Jnan M aríín Garramolino; la
(le Sefjoviay por Diego de Colmenares, que ha corregido
é ilustrado el Sr. Lecea en el Boletín de la fieol Academia
de la HistoAa (0; la de Mitrcya^ por el Licenciado Fran­
cisco Cáscales; Ja de ^olnmanca^ por V illar y Macías; la
de Plasencia, por Fr. Alonso Fernández; la de (hiadala-
ja r a ypor Fernando Pecha, y los Annles de Arafjón, por
Jerónimo Zurita, continuados en su primera parte por
ol Dr. Bartolomé Leonardo de Argensola, y en su segun­
da por el Dr. Juan Francisco Andrés de U/^iarroz.
Después de obras lan fundamentales, los ingenios es­
pañoles no permanecieron indiferenícs ante un suceso de
tanla magnitud como el que me propongo historiar y cri*
licar; y las relaciones parciales, los folletos, el arle dra­
mático y hasta la novela, celebraron con destemplado
ardor el movimiento de las Comunidades, no tallando en
el presente siglo toda clase de exageraciones y extrava­
gancias, como la ridicula exhumación de los restos mor­
tales de los derrotados en Villalar.
Desde entonces, la pasión política invadió el tranqui­
lo é im parcial terreno de la historia, y en vez de buscar
en los documentos» que afortunadamente subsistían re­
cogidos y guardados, el esclarecimiento de la verdad, los
historiadores españoles sólo se cuidaron de encomiar el
movimiento revolucionario; de enaltecer como héroes á

(I) Tomo X IV . pags. fU - 2 6 1 .


los qne fuvieron la desgracia de que el movimiento se
extiD^ruiera entre su^ manos; de suponer qne con la rola
de Víllalar perecieron las libertades castellanas, y de
achacar á la monarquía española la decadencia y todas
las desventuras de la patria. Tomando inspiración de tan
equivocados conceptos, las relaciones debian resultar y
resultaron exageradas; la críüca perdió su serenidad, y
la luz de la realidad apareció nublada por la lérmenta-
ción de utópicas ideas reinantes.
Han pasado muchos años, y las nuevas publicaciones
que arriba indiqué, han iniciado una época de saludables
rectificaciones que, naturalmente, han de conducirnos al
esclarecímienfo de la verdad, base de la historia. Escri­
tores tan discretos como el P. Teixidor señalaron á me­
diados del s i g l o anterior, esta imperiosa necesidad de la
investigación de las fuentes, qne ha forma<lo escuela en
las D a c io n e s más cultas dei m undo, y hoy en historia á
nadie se cree si no prueba lo que afirma. Esta será, p o r
lo tanto, la primera regla de conducía á que ajustaré el
actual trabajo, como he ajusfado otros precedentes.
En 1879, uno de nuestros más laboriosos compañeros,
D. Antonio Rodríguez Villa, ai publicar en la Beoisia
Europea un manuscrito que conserva la Biblioteca del
Monasterio del Escorial, titulado La viuda de Ju an de Pa-
dilla, comenzó diciendo: «L>a historia critica y documen­
tada de las Comunidades de Castilla, está aún por escri—
hir. De tan memorable y transcendental alzamiento, lo
<[ue se conoce mejor es su sangriento y funesto desen­
lace. Quedaron en los campos de Víllalar sepultadas las
autiguas libertades castellanas, y en el Archivo general
de Simancas aherrojados y sumidos en la más profunda
obscuridad, hasta muy entrado el siglo presente, los
papeles relativos á aquel suceso; y mientras é^tos no nos
is
revelen de una manera ^ulénlica y fidedigna las verdn-
deras causas del alzamienho, sus alteroalivas, vicisitudes
y los múltiples motivos qae ocusionaron su rápida deca­
dencia, no es posible, en merlio ÚQ opiniones, apasiona­
das unas, incompletas (»tras, formar jnicio exacto sobre
esti) empresa.>
Era, en verdad extraño, que conservándose en et
Archivo general de Simancas el rico tesoro de los pape­
les y documentos relativos á las Comunidades de Casti­
lla, los lústoriadores españoles, en vez de fantasear á su
capricho y crear nna narración novelesca, no hubiesen
buscado la verdad en el punto principal, si no único,
donde puede encontrarse. Bien sé que la situación del
Archivo de Simancas no permite á los particulares gas­
tar el tiempo y el dinero que son indispensables para rea­
lizar nna detenida invesí.igación, en un pueblo donde
difícilmente encnenfxa regalar hospedaje el forastero;
pero aun dominando todos estos inconvenientes, la lec­
tura é interpretación de la letra usada en los comien­
zos del siglo XVI, ofrece á los profanos una dificultad in ­
vencible, que sólo puede dominar el iQleligente paleó-
grafo.
Por ello, la obra que en 1850 dió á la estampa el co­
nocido historiador D. Antonio Ferrer del R ío , y que á
nuestro juicio es la mejor que salió de su bien corlada
pluma, se resiente de carencia de justificantes, pues en
sus diez y nueve Apéndices se reproducen las conocidas
Epístolas de Pedro Mártir de Anglería; las cartas en que
Medina del Campo da cuenta de sus desventuras é Valla-
dolid, que ya nos había hecho conocer el Obispo Sando­
val; las invitaciones de Toledo á las demás ciudades para
reunirse en Junta, de todos sabidas; el parte d é la jornada
de Villalar, qne se enseña á todo curioso que visiía el Ar-
u
clüvo de Simancas; las carias que so suponen escritas ()oi‘
Padill.i, antes <le ser degollado, á la ciudad de Toledo y á
su esposa Doña María, anteriormente publicadas; y has­
ta un exiracto del proceso contra ü . Antonio de Acuña,
Obispo de Zamora, cuando hacía años se había impreso
el proceso original. Y en vez de explofar el rico filón de
Simancas, tan ilusfre historiador prefirió o ir ja opinión
de sus contemporáneos, que, por respetable que facse, d o
podía susiituír al coatenido de los documentos de la épo­
ca, que aún permanecen inéditos.
La mayor parte de los documenfos existentes en Si­
mancas, en número de 1.823, los posee desde 1853 la
Real Academia de la Historia, porque el archivero Don
Manuel García González, comprendiendo la iin por lancia
de la documentación á que aludo y la gran uiilidad que
podía reportar á ia docía Corporación, remitió copia de
todos ellos, unos períeclamente transcriptos y otros que
á ojos vistas exigían escrupulosa compulsa. Comencé,
por lo tanto, mis investigaciones con una base segura é
inexplorada, aunque bien conocida de algunos señores
Académicos; pero me aterró ia idea del necesario cotejo
y de la lectura de tanto documenlo del siglo xvi.
Mas quiso la suerte, que nunca abandona las buenas
intenciones, depararme Ja ventura de poder allanar lodas
aquellas dificultades. Guando en 1884 me impuse la tarea
de escribir una Memoria acerca del Poder civil en
paita f que en 18S5 premió la Keal Academia de Ciencias
morales y políticas, tuve necesidad de visitar el Archivo
general de Simancas para procurarme la mayor parte de
las ilustraciones. El tiempo que permanecí en aquel
mudo, pero elocuente recinto, me facilitó la comunica­
ción y afecto de aquellos custodios de la historia nacional
desde tos Heyes Católicos hasta el último de los Austrias.
Figural)a entre sus más modeslos oficiales, D. Alanasio
Tomillo, qne, aman le eotusiasía do !a ciencia histórica,
concibió Ja feliz idea de escribir una nueva historia de
las Comunidades de Castilla, rectificando documental-
mente los muchos errores que contienen todas las publi­
cadas hasta eí dia. Para ello comenzó, como bueno y en­
tendido paleógrafo, á copiiir lodos aquellos documentos,
á rebuscar todos lo? rincones del Archivo y á ordenar
una tan rica coleccióo, quede seguro no tendrá quien la
im ite ni a v enlaje con o ira.
Ya en 1884 in ten fó y aun propuse al Sr. Tomillo me
cediese su colección para escribir una nueva historia dü
las Comunidades; pero todos mis esfuerzos resultaron
iüiililes, y sólo alcancé que genorosamenie me faciliiase
una copia de la Instrucción que la Comunidad de Valla­
dolid entregó á sus representantes en la Junta de Avila
y que figura entre )as Ilustraciones del Poder civil en
España; y otra del Bando que expidió la Junta revolu­
cionaria pocos días antes de V illalar, mandando entrar
á sangre y fuego en los lugares de los nobles, partida­
rios de D. Carlos, y que facilité al Sr. Fernández Duro y
publicó éste al contestar á mi discurso de recepción ea
la Real Academia de la Historia.
Transcurrieron diez años sin qne el Sr. Tomillo ni yo
refrescáramos nuesfxas relaciones: el Sr. Tomillo, por
haber sido nombrado Archivero Jefe de la Biblioteca
universitaria y de Sania Cruz de Valladolid, y yo, por
las diversas posiciones quo la fortuna me deparó, y me
obligaron á constante residencia en la corte. Pero quiso
la suerte, que siempre ha sido generosa en mis investi­
gaciones, que al visitar el último verano los Archivos
municipales y del Cabildo de Burgos, Valladolid, Sim an­
cas y Tordesillas, me encontrara de nuevo con el Sr. T6-
miUo, renováramos nuestra aotlgaa amistad y alcanzara
cediese á la Academia su rica y única colección.
Comprende ésta 3.820 documentos, que ocupan 17.00«^
foiiosen 4 / , escritos lodos de puño v letra del Sr. Tomi­
llo, en los íiños que desempeñó el car<?o de oficial del
Archivo í?eneral de Simancas, con la misma orlografia
y aun defectos del original. [Representa es le trabajo toda
la viila de uo hombre es'udioso. Sirve de anticipado co­
tejo de los 1.823 documentos que ya poseía la Academia,
y hace innecesaria toda visila ó invesiigación c*n el men­
cionado Archivo. Mis gesiiones en la ocasión ciiada al­
canzaron el más satisfactorio resulfado, pues el Sr. To­
m illo, inspirándose en su pafriotismo y en su amor á los
estudios históricos, y siguiendo mi consejo, cedió á la
Real Academia de la Historia en 6 de Ocíubre de 18CT) la
colección á que antes aludí, y que ha merecido el reco­
nocimiento de la Corporación.
Con la base de toda la documentación existente en e)
Archivo general de Simancas, comencé á visitar Archi­
vos y Bibliotecas, y además de las obras consultadas, de
que va relación aparte, he rebuscado los Archivos ge­
neral Central y el Histórico Nacional, las Bibliotecas de
la Real Academia de la Historia, la Nacional de Madrid,
la particular de S. M. el Rey, la Universitaria Conlral,
la Universitaria y de Santa Cruz de Valladolid, la de San
Isidro de esta corle, la de la Corona de Aragón on Bar­
celona, y los Archivos municipales de Cataluña, Burgos,
Valladolid, Tordestilas y su Monaslerio de Santa Clara,
Álava y Guipúzcoa, enconirando en algunos de ellos, y
en los Archivos de catedrales tan anliguas como la de
Burgos, nuevos é interesantísimos documenlos.
Las investigaciones históricas, cuando van ofreciendo
resulfado, traspasan el límite del moderado deseo y lie-
gaD hasta la más exagerada codicia; y sospechando que
además del tesoro de Simancas y de cuanto se ha publi­
cado, que no es poco, podía conservarse alguna reliquia
histórica en los Archivos municipales, con rarísimas ex­
cepciones, imagine abrir una am plia información cscri-
blendo á doscientos alcaldes de las ciudades, villas y lu-
gares que tuvieron mayor intervención en el movimiento
de las Comunidades.
Tengo la satisfacción de anunciar, que la información
abierta sólo por mi personal influencia, ha dado excelen­
tes resultados en Sepúlveda, Illescas, Ocaña, Talavera
de la Reina, Cuenca, Murcia, Burgos, Aranda de Duero,
Haro, Santo Domingo de la Calzada, Agreda, Plasencia,
Badajoz, León, Falencia, Salamanca, Zamoi:a y Salvatie*
rra, apareciendo negativa en todos lo demás.
Con este resultado, y después de reunir y organizar
unos 7,500 documentos referentes á las Comunidades de
Castilla, creo que puedo dar por terminada mi investiga­
ción y comenzar la rectificación de la Historia del movi­
miento revolucionario de España en el primer tercio
del siglo XVI, sirviendo este capítulo para dar á conocer
las Fuentes f>if>lio{)rdficasi y tratar en el siguiente de la»
Causasi que produjeron el indicado alzamiento. Me pro«
pongo escribir la ITisioria critica y docwnentada de las
Comunidades de Canilla^ sin afirmar hecho alguno que
no tenga justificación y procurando ajustar el juicio á la
más severa imparcialidad, que sou las exigencias natu­
rales é indispensables de la ciencia histórica.

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l it f A i * fur _
OBRAS Y MANUSCRITOS CONSULTADOS

OBRAS

«Historia 1 npsritfl y Cesárea,» por Pero Mexia; Madrid,


«Qistori«) de Garlos V,s par Juan Ginés de Sepúlveda.* Madrid, 4780«
>4Vida y hechos del Cmperador Carlos V,» por F, Prudencio de Saa*
di>val: Amberes, 1681.
<De v iu liddríani VI,e por Paulo Jovio; Hasilea, 1578.
«Uistona del Hey D. Fernando el Católico,» por Jerónim o ZurUai
Za ra g u a , 1670.
«A nales de Aragón» [continuacíóo de Zurita), por e\ Dr. Bartolomé
Leonardo de Argensola: Zaragoza, 1630.
«Anales de Anig6n>» (segunda (m ne), por el Dr. Juan Francisco de
Uiturros: Zaru|^o¿u, 1663.
aHístoría de la^ sociedades» secretas,» por D. Vicente de la Fuente:
Madrid, 1874.
«Historia general de Kspaña.» por 0. .Molesto Lafuente [seguoda
edición): Ma Irid, I860.
q Ií)I Poder uivll en Bsp<iüii,» por D. Manuel Danvila: M adrid, 188 j .
«Historial de K spjñ.i,» redactadü y anotada con arreglo á la que
publicó en inglés M. Uunhuin, por D. A ntonio Alcalá Galiano:
Madrid, 1844, tomo U(.
«Bpíloine de U* vida y becbo¡$ del invicto Emperador Garlos V ,» por
A ntonio de Vera y Figueroa.
«Historia constitucional de la Monarquíu española:» Madrid, 1848.
«Historia de Carlos V,» por Robertssou; París, 1843-44.
« U i Liga de Avilu ó la Kspaíia en 1520,» por Du-iU m ol: París» 1840:
■Carlos V.» Crónica de su vida pública y privada, de su abdicación
y de su muerte» por Picbot: París, 1854.
«EspüQa bajo los reinados de Carlos V, Felipe II y Felipe 111,» por
Ranke, traducida del alem án al francas por Ü jiber: París, 1863.
«Historia de Carlos V ,» por J . B. Sluard: Pj j ís , 1843>44.
to
«VílA dell Inviuisim o Imperatore Garlos V austrìaco.» por Gregorio
L^iìi Arnsierdam» afio àIDCG.
tO . Carlos y Felipe II,» por Mony: París, ^863.
• helación de las Gomanidades de Castilla,)^ por Pero Mexiar Madrid.
4852.— Biblioteca de Autores Españoles, tomo S4.
«Kl movimiento de iispaña ó historia de las Comunidades de Gasli«
Ila.» por el presbitero D. Juan Maldonado, anotado por D. Jo^é
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«helaciòn sobre las Comunidades,» por Pedro de Alcocer, adicio­
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«Los Com uñeros.s Crónica castellana del siglo xvi, por K. Ternaux.
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de Veiasco: Madrid, 4884.
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«Las tres Comunidades de Aragón.» Discurso de recepción de Don
Vicente de la Puente en la Real Academia de la Historia: Ma­
drid. 18 CI.
«Comunidades de Aragón,» por D. Thomás Barra chi na. Colección
Salvá. Real Academia de la Historia.
«Documentos referentes á las Comunidades de C a stilla ,» to­
mos 1 ,11, X I y X X X de la Coleoción de documentos inédito»
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«Comunidades en Córdoba,« tomo CXIL Colección de documentos
publicados por el Marqués de la Fuensanta de) Valle: 1895.
«Los comuneros de Córdoba ante Garlos I,» por Francisco de Leiv»
y Muñoz: Cói*doba, 4870.
«Córdoba y la guerra de las Comunidades.»^ Articules de D. Antonio
Rodriguez Y üla. publicados en la Revista Europea de iS de
Febrero de 1875.
«La viuda do Juan de Padilla.» Relación bistórica del sigto X V I,
Biblioteca del Monasterio del Escorial [ij T-3), publicada por
D. Antonio Rodríguez Villa en la Revista Europea de 42 ó t
Enero de 4879.
«Bistoria de las Comunidades,» por D. Antonio Feri'er del Río: Ma­
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«V illalar,» por D. José Mario Sáenz Bnquero: Madrid, 488$.
«Breve noticia de las guerras de las Comunidades, antepuesta à Id
tragedia La viuda de P<idiUa, escrita por D. Francisco Martinez
de la Rosa, tomo lil, pág. 73.
«Burgos en las Coin unidades,» por J>. A os^lm oSalvá: burgos, 1895«
«Compendio de )d lusioria de Burgos,* por A nionio üuilrago y Ro*
mero: Burdos»
«La casa del Cordón,)» p o rL . Cantan Salazar: Burgos, <884.
«H islona de Valladolid, c por el Dr. Ü. Matías Sangrador y Vítores:
Valladolid, 4851.
«Historia de Los pueblos de la provincia de Valladolid,» por D . Juan
Ortega y Rubio: Valladolid, 1895.
«Historia de A vila,» por D. Juan Marlin Cnrramolino: M adrid, 1873.
«Memorials históricas de la ciudad de Zamora,» por D. CesáreoFer-
náhdes Duro: Madrid, i 88 ¿.
«Historia de Segovia,» por Diego de Colmenares: Segovia. 1637.
tDiscursos liistóricos de Murcia,» por el Licenciado Francisco Gas*-
cales: Murcia, 16 £i.
nHistoria de Salam anca,» por V illar y Macias: Saiacnanca, 1887.
«illístoria de Plasencia»'» por Kr. Alonso Fornándes: Madrid, 1627.
«Historia de la villa y corle de M adrid,» por U. Juan de Dios de U
Hada y Delgado y U. Antonio Forrer del Kío: Madrid, 1862.
'iGosas de la vieja Burgos,» por D. Antonio Salvó: Burgos, 4892.
«Historia general deG uipú^coa,» por D. Nicolás de Soraluce: Vito­
ria, 1870.
«Colección de documentos históricos del Archivo m unicipal de San
Sebastidii:» 1895.
a Investigaciones hist<VrÍcas referentes ó Guipúzcoa, c por D. Carmelo
Echegaray: San Sebastián, i893.
I Historia civil diplomática ^ eclesiástica, antigua y moderna, de San
Sebastián,» por ei pre:sb(tero D. Joaquín Antonio de Camioo j
Orel la; San Sel>astián, 1892.
«Indice de los documentos y papeles del Ai'cbivo general d é la p ro­
vincia de Guipú¿coa:» San Sabastián, 1887.
«£uskal''Crria,)> revista vascongüda. «Biografiad« D. Diego Martí­
nez de A lava,» por D. Vicente <*. de Celiavarri: Sao Sebas­
tián, 189!).
«1^1 libro de A lava,» por D. fticaivio Becerro de Bengoa: Vitoria,
1877.
«Historia de Mallorca,a por I). José María Qaadrado: .Mallorca.
«Uisioria de G ranada.» comprendiendo Jaén, A lm ería, Granada y
Málaga, por D. Miguel La fuente Alcántara: 1843 á 1846.
•iKmpei\os del valor y bizarros desempeños ó sitios de Fuen terra'»
bia. por el P. José de .Moret: 1654 [traducido por Arlegoi en
1763;.
«Bizarría guipuscuana y sitios deFuenterrabía,» por Antonio Bernal
de O'Reilly: San Sebastián, 187¿.
«Antigüedades de Simancas,» por Antonio Gabexudo: 4580.
«Teatro eclesiástico de las iglesias metropolitanas y catedrales
los reinos de las dos Castillas.»
«Ki Cardenal Cisneros. » Estudio biográfico por D. Carlos Navarro y
Rodrigo: Madrid, 4869.
tCartas <lel Cardenal Cisneros á D. Diego I^p e s de Ayaln:« Ma>
tlrid, 4867.
«La Reina Dona Juana la Loca,» por D. Antonio Rodríguez Villa:
Madrid. 4892.
«Itinerario do Carlos I.» por D. Manuel de Foronda: Madrid, 4$95.
«Predilección de^ Emperador Carlos V por los caiaisnes.» Memoria
documentada por D. Francisco de Bofarull: Barcelona, 1895.
«Don Quijote de la Mancha,» por D. Miguel de Cervantes Saavedra;
Barcelona, 4840.
•A rtículo sobre Carlos V y su madre Doña Juana^:» por Ben^enroht»
en la del Sr. Sybel, tomo X X .
«U. Alonso Núriezde Castro,» cronista de la Gasa del Infantado.
«Epístolas familiares,» de D. Antonio de Guevara: Valladolid, 4539.
«Menosprecio de corte y alabanza de aldea,» por D. Antonio de-
Guevara, con un prólogo biográfico de este cronista por I). Ju*
Íián de Són Pelayo: Bilbao, 4893.
«Cartas de Pedro M ártir de Anglería sobre la com unidad,» traduci­
das al castellano por el P. Maestro Pr. José de ta Canal.— Bi­
blioteca de la lieal Academia de la Historia, barios, ^-483.
A lgunas obras del Dr. Francisco López de Villalobos.-^BibUórilos es­
pañoles: Madrid, 4886.
«Biblioteca híspana nova,» por Nicolás Antonio: Madrid, 4T83.
«De la Casa de Austria en España,» por P. Antonio Cánovas del
Castillo: Madrid, 4869.
«Viaje á España en 4524,» por N a v a j e r o . f j / K t ñ a , to­
mo X X X V : 4872.
«Crónicas de las Ordenes religiosas,» por Fr. Alonso del Castilla
y Fr. Antonio Daza.
•Teatro clerical y apostólico de las iglesias de España.»
«Elogio de la Reina Católica,» porClemencin.— .Vemorta^de la Rea(
Academia de la Historia, lom o VI: 4852.
«Cortes de León y Castilla,» por la Real Academia de la Historia,
tomo IV: Madrid, 4882.
MANUSCRITOS

ARCHIVO OBNBRAL DE SIMANCAS

Proceden de este Archivo los 3.$20 documentos que forman la


colección dooada por D. Atanasio Tomillo á la Real Academia d e l^
Historia.

RBAL ACADKMIA DR LA HISTORIA

tfteuniÓQ en Burgos el 25 de A bril de 1517, acerca del ejército per­


manente y actitud de otras ciudades.»— Real Academia de la
Historia. T. N. 44, fol. 310.
»InstrucciÓQ que el Emperador d ió á su Secretario Cristóbal Barro­
so en 21 de Febrero de 1521, de lo que había de decir al Rey
de Portuga l. n— Idem id ., 4-4 03. Colección Mufloz, índiaá, 1.517,
1.5S», 76. fol. S65.
• Exposición de los Grandes de Castilla á los Gobernadores en áS de
Febrero de 15á1.»— Idem id ., T. N. 44, fol. 177 vuelto.
tCartH de Burgos ni Obispo de Avila en de A bril (1521?).»
— Idem id., T. N. 44. fol. 220.
«Gomunidadesde Castilla,» por 1). Facundo Porras Huidobro.— Idem
id.: Madrid, m i ,
«Medina, Simancus. Oviedo.»— Idem id ., 4, i , póg. 133 vuelta.
«Ordenes del Rey D. Carlos para sus Gobernadores de Castilla.»
— Idem id ..T . N. 115. fol. 634.
«Lo que los reinos de Castilla y León suplicaron á S. M. les otorga*
se por ley perpetua.»— Idem id .. T. N. 115. foi. 713.
• Capitulación que Burgos y los otros lugares hicieron de poco acá y
se envió á Plandes.B— Idem id ., T. N. 44, fol. 20$.
«Carta que Burgos, León, Zamora y Valladolid escribieron é las de­
más ciudades invitándolas á confederarse.»— Idem ¡d., T. N.
44, fol. 222.
«Avisos cuando el Emperador se partió de lo que se babía de pro»
veer.»— Idem id ., T. N. 44. fol. 240.
«Carta del Cardenal al Emperador reiterándole el propósito de las
ciudades de reunirse en Cortes.» —ídem id ., T. N . 44, tol. 207.
«Documento (sin fecha) ampMando los propósitos de los Procurado-
n
res traídos á Burgos por el Condestable de Castilla. »-«Idem ¡d.»
T. N. 4 i, fol. 216.
^Curia c(ue L tin escribió á Salamanca acerca del ejercito perm anen­
te y ¡actitud de oirás ciud»des.>— Real Academia de la Histo­
ria, T. N. i4 , fol. m .
«Contestación que Salamanca di 6 á León.«— Idem id ., T. N. fo­
lio ^24.
• Plática que se hizo al Regimiento de Toledo al principio de las
Comunidades, ó por el Maestrescuela Zapata, el Cojo. 6 D. Pero
Laso de la Vega, ambos comuneros.» — Idem id ., T. N. 44. fo­
lio . 17d.
«Hermandades y cuadrillas en la provincia de A lava.»— Idem id .,
T. N. 115, fol. 597.
«Dalos acerca de los brindos y parcialidades en el Heino de Nava­
rra.»— Idem id., T N. 115, fol. 600.
• Colección Salazar. m—Llera id«. A*-47.
«Historia de P<ilencia,> por I). Alonso t'ernándex de Madrid, Arce*
diano de Alcor.— Idem id ., Colección Salazar, /?«5.
«Vstoria yntitulad'i principio grandezas y c.aidH de la noble villa
de Medina del c^mpo. de su fundación y mmvre que a tenido
hasta el tiemp* ¡presente, compuesta por Juan i.opez Ossorio,
vecino della.»— Idem id ., est. ^4. gr. 2.* ü , nu m . 46.
«Misceláneas.» tomo VI.— Idem id., núms. 44. i'i, 7. 1.
«iuram ento de las Comunidades en TordesÍilas.»'^(dein id.,
«Breves de León X para proceder contra los comuneros y el Obispo
A cuúa.»—Idem id ., ^-1, C-106.

UIBLIOTKGA NAClOííAl.

«Verdadera relación de las Comunidades y la causa que tuvieron


estas alteraciones.» Atio 15¿0. — Biblioteca Nacional, fo­
lio m .
«Relación que se envió al Comendador mayor de parte de lo que
pasó en Toledo en tiempo de las Comunidades.»— ídeoi id.»
(j-67, 1.6S3, foK 296 vuelto.
Relación suntaria desde el cornienzo y suceso de las guerras civi­
les que llamaron de las Comunidades de Castilla, de cuya causa
se recogió la m uy ilu^^tr«« seúnra DoTia Maria Pacheco, que fue
casada con Johan de Padilla á P o rto c i.» — Idem id ., A-353.
«Kelación de las Comunidades y de lo que acaeció en la ciudad de
Toledo con el levantamiento quo hÍzo.»*~Ideui id ., /¿>293.
uComunidades en Kspafia: comenzaron e) año de 1SI 9 y se acaba­
ron el de 1521.»— Itlem id ., //'2.
«Relación de las Comunídadess (dnotada).— Biblioteca Nacional»
PV, fol. 6 , 3, núm- 64.
oDe lo que sucedió en España en cosas particulares desde la venida
del Rey Felipe 1 hasta su m uerte.»—*ldem id ., fol. 490»
«Historia de las Comunidades, que se suponía escrita por Gonzalo de
Ayora.»— Idem id. id ., Varioit (orno I, sala S.% asi, P-4.
«Carla que la ciudad de Toledo escribió al Rey en 87 de Marzo de
4517. suplicándole su pronta venida.»— Idem id., G-67, fol. 275.
«Carta que la ciudad de Salamanca escribió al Rey en 40 de Ju n io
de 1 5 l7 .» ^ ld e m id ., tí-67, fol. 275 vuelto.
«Carta del Rey á la ciudad de Sevilla en 22 de Septiembre de 4520.
agradeciéndoles cuanto habían hecho en su servicio.»— Idem
id.» i/írt-437.
«Escritura d e le qtie pasó en Tordesillas el 24 de Septiembre de
1520 entre la Reina Duña Juana y los Procuradores de las ciuda­
des y villas de voto en Cortes.»— Idem id.. PV. fol. 65, n ú m . 6 .
«Confederación jurada en Tordesillas el 25 de Septiembre de 4520
por los Procuradores de las ciudades y villas de volo en Cor>
tes.»—^Idem id., i f >29, Escrituras» n ú m . 2.
''Carta que el Hey escribió al Condestable de Castilla en 7 de O c tu ­
bre de 4520, acerca de la gobernación de estos Reinos.»— Idem
id ., Jfm-437.
Carta de la Junta de Tordesillas ¿ la ciudad de Burgos contestan*
do á carta de 20 de Octubre de 45 2 0 .» ^ ld e m id ., PVy F/-65.
tomo VII.
«Carta del Rey á la ciudad de Sevilla en 24 de Octabre de 4520,
partici|>aodo la consagración como Rey de romanos y corona*
ción como E m perador»— Idem id.,
«Carta de I). Pero Girón á la ciudad de Segovia en 2B de Octubre
de <520.n— Idem id ., PV, í'7-65, tomo VII.
«Cartü del Condestable de Castilla á las ciudades y villas de estos
Reinos luego que comenzó A gobernar en 34 de Octubre de
4520.»— Mein id .. .Vn>-437.
«Respuesta que envió Toledo á la carta del Condestable en los ú l t i ­
mos días de Octubre de 4520,»—Idem id . , PV, FA65, tomo VII.
«Carta de Juan de Padilla á Toledo en 2 de Marzo de 4521.»—Idem
id ., .V/rt-437.
« (^ r ta de D. Pero Laso á Toledo en 4 de Marzo de 4524.»— Idem
id ,, ^m-437.
>Tratados que pasaron entre el Prior de San Juan y Toledo á 4 de
Marzo de 4524.»— Idem id ., .Virn-437.
«Lo que se concierta para remedio de estos Reinos y paciñcacióo eu
Abril de 4524.»— Idem id ., PVf fol. C-23, núm . 32.
«Suceso de la muerte del Obispo de Zamora, hecha por el Alcalde
Uou(|uilio.»— Biblioteca Nucional, //-S67, fol. 136.
«líxlracto de las cartas Reales dirigidas á la ciudad de Murcia en la
época de lasCocnunldaiies.» por D. Ascensiode Morales.— Idem
id.» Dd, fols. 19D al 240 vuelto.
■Sam a y breve relación de los seflores y sefioras que han sucedido
en el señorío y casa de Ayala.»— Idem id .. A 't34^ hoy 3.033.
rtCorrespondencia del Alm irante de Castilla (47 cartas) referentes al
m ovím ientude la$ C om unidades.s^ldem id .. £-189» hoy 4.056.
«Contestación quo el Padre Guardián de la ciudad de Toledo, en
nombre de ésta, debia dar á los capítulos que trujo del Prior de
San Ju a n .» — Idem id ., J/m-437.
«Carta de Juan de Padilla á Valladolid, luego que tomó é Torre de
Lobaton.»— Idem id ., J/m-437.
«■Instrucción que Cisneros envió ¿ I). Carlos de lo que debía hacer á
su liegada á España y tomar el gobierno de estos reinos.»— Idem
id ., y-17, fol. I.
«Capítulos que tocitn a l bien general de estos reinos.»— Idem id.,
£-489. fol. <41.
«Memorial del Marqués de Villena que d ió iil Licenciado Olivares
que iba al Key de lo que le habia de decir.»— Idem' id ., PT.
F l^hy tomo núm. 7.
bInstrucción dada h I Emperador Carlos V por Adriano Florencio de
LovHyna, su niat'stro. Obispo que fuó de Tortosa y después Papa
Adriano V I.» — Idem id ., i/m-476, 24.

BIBLIOTBCA PARTICULAR DB S. M. E l. BKY

«Hiátoria de Carlos V,» por D. Francés de ZúA iga.^Biblioteca par­


ticular de S. M. — est. b\ /*»4.— Se publicó en el lomo 36
de Autores Españoles.
«Varias cartas de la ciuda I de Valladolid, del Conde de (Jruei^a, del
de Benavente. del Alm irante de Castilla y otros.» Las más son
del tiempo y de asuntos de las Comunidades. Son 24 folios.—
Idem id ., V’n n o í. lomo I, S-2, est, R, P-8 .
«Carta del concejo de Valladolid al Kmperadnr Carlos V , b Le da el
pésame por la muerte del Rey Católico.— Idem id . id.
«Carta de la ciudad de Valladolid al Rey D. Fernando» (sin fecha];
comienza así: «Escrivole que vuestro Real corazun y pensa*
m ie n to ......— Idem id« id.
«Carta de la misma a l Rey D. Fernando en Harso de 1511.M^Idem
id. id .
«Carta de )u mìsina al Emperador Carlos V» [sin fecha); comienMt
as(: «Despues que A rm ino por la d iv iaa provideocia......v—
Biblioteca particuhir de S. M.
•(^ r ta anonim a,» su fecha en V alladolidá 3 de Noviembre de 45(6.
— ‘Idem Id. id.
• Cnrta del Conde de Uraeña en A rch idon á,¿S 7 de Octubre de 15^0,
á la Ju n ta de Tordesíllad.s— Idem id. id.
«O irá del Conde de Benavente en Medina de Rtoseoo» á 4^ de Ko>
víem l.re de (5$0, para la ciudad de Vaitadolld.»— Idem id. id.
«Kespuesla de Valladolid, con la misma fecha, al Conde.»—>ldem Id.
ídem.
nCarta del Alm irante 1>. F a d riq u e á la Junta de Tordesillas.»— Idem
id . id.
i<Respuesta de V.illadolíd ó los Grandes en 30 de l¿nero de 15S4.»—
]dem id« id.
«Carta de Antonio de Mesa, en Chinchón á 46de Diciembre de 4590,
¿ la ciudad de Segovia.»— Idem id. id.
• Otra de Diogo de Ik re d ia ó la ciudad de Se^ovia, con h misma
ocasión de haberse lomado la fortaleza de Chinchón por la gente
de Segovia.»— Idem id. id.
«Colección de documentos referentes á la época de Us Comunid»-*
des. B— Idem Id. id., S-9, esl. fi, P-4.
«Copias de los antiguos privilegios concoilidos á la ciudad de B u r­
gos.»— Idem Id. ¡d.
«Carla de la Junta al Rey de Portugal (sin fecha), ezpresóndole los
agravios que el Reino tenía de Cnrios I, comenzando por titu ­
larse Rey y prescindiendo de los españoles para los cargos pú­
blicos.»— Idem id . id ., est. K , P-i, fol. 427.
• Documento en que se consignan las causas que habían impulsado
á las ciud;ides, después que Nuestro Señor se partió de los
Reinos. »Está dirigido al Rey. T ordesilbsiO de Octubi'e de45SO.
— Idem id . id ., foL 4Í8.
•Coarta de la Junta de Tordesillas á los de Burgas sobre el concierto
de aquella ciudad con el Condestable.»— Idem Id. id ., fol. 4$8 .
<4CreeDcia de la Junta a l Deén. de lo que había de decir al Hey de
Portugal.»“ Idem id . id ., fol. 435.
• Carta del Alm irante é Valladolid desde Tordesillas, á 4d de Diciem­
bre de 1590.»— Idem id. id., fol. 440.
«Carta de Burgos al Condestable, en 27 de Octubre de 45SO. para
que dejase en libertad ó la Reina.»— Idem id. id ., fol. 440
vuelto.
«Carta de la Junta de Burgos en f d de Octubre de 4520, justifican­
do sus actos.»— Idem id . id ., fol. 441.
«Curta del A ltnirsnteá Valladolid, en 23 áe Octubre de 4590, detea*
dieado el proceder del Uey.» A continuación se insertan unas
bases que comienzan asi: «Qae luego se nombrasen un gran
seHor y un xlado y un Cdballero de la Ju n ta .» — Biblioteca par­
ticular de S. M., fol. 445.
«Carta de la Justicia.» Moya 8 de Diciembre de 45^0.—Idem id . id .,
fol. 4 47 vuelto.
«Lo que han de decirlos Procuradores de la ciudad de León al seQor
Embajador Mos. de Laxan.»— Ideen id . id ., fol. 448.
«Belación de los augurios que biso eo Salamanca Andrés de la HÍd o *
josa.»— Idem id. id ., fol. 4 49.
«Carta de Valladolid al Buy. en ¿8 de Bnero de 1517, contestando ¿
la de 30 de Octubre que eavió Mos. de su Embajador,
acerca d e U venida que ofrecía el Uey.»— Idem id. id ., fol. 450.
«Carta de .Madrid, en ¿O de Ja llo de 4546, <icerca de la información
de la infantería.» — Ídem i 1. id ., fol. 451.
aCJn dooutoento del Rey referente al Priorato de S m Juan , desde
Bruselas, á *5 de Enero» (sin a£io].— ídem id. id., fol. 454 vuelto.
<cConcierto de Burgos, Valladolid, León y Salajnanca» (sin fecha).—
Idem id. id ., fol. 45^.
«Creencias recomendatorias é Pero Ramírez, sobrino del Obispo de
MáUga, y á ésta, de Bruselas á 48 de Octubre de 4546.0— Idem
id. id ., fol. 45Í.
«Cartel de D. Rodrigo Girón á Rodrigo de Espinosa, en U'reña ú 42 de
Mayo de 1517, para que levante fuerza armada en dicha villa.»
-Ulero id. id., fol. 153.
«Confederación y hermandad entre Burgos, León y Valladolid, para
el reme<lio de los daños que se seguian de la ausencia del Hey.»
— Idem id. id ., fol. 153 vuelto.
«Carta (sin fecba) que las tres ciudades B., L. y V. escribieron al
Rey rogándole su venida.» La firman Diego Osorio, el Dr. Zu­
mel, Francisco Vaca, Francisco Díaz, Diego Ramirez. Pedro
Bortogón, Comendador Santisteban, y sigue otra carta del Car­
denal, también sin fecna.—Idem id. id ., fol. 45ti.
«Carta de Soria á Us tres ciudades y ValLadoUd, mostrándose par»
tidaria de la hermandad.» Burgos y VaÜadoUd contestan á So­
ria :sin fecha) Burgos 4S de Junio ,sin a5oj.— Idem id . id ., fo­
lio 157.
aCarta de l<is ciudades y villas al Key> (sin focha).— Idem id* id ,,
fol. 438.
«Carla de Luis Carrillo de Albornoz á Valdé¿, Regidor de C uenca,
quejándose de que habiéndote dado cuenta de todo lo que p a ­
saba en el Reino, no le dijese lo que ocurría en Cuenca.» Se
so
reñere ¿ la época en que el Gandesiable convence é Burgos de
que no abandone et servicio de) Rey.— Biblioteca particular de
S. M., fol. IGO.
«Semencia dada en reheldíu contni 1). Fernando Dávatos do Toledo,
ímponic^ndoke la pena de muerte.» Valladolid de Diciembre
de — Idem id. id ., fol. 4*‘5,
<K)alo$ genealógicos de Doña .María de Rivera, m ujer de Hernando
Ddvalos.» Se dictó sentencia en IS de Octubre de 45S3 sobre
la dote y <irras, m andándose le pagasen.^Idem id. id .,fo l. 463.
«Sentencia en Toledo, á 40 de Octubre'de 4525, en fctvorde la mu>
je r de Pero Laso de la Vega.»— Idem id. id ., fol. 463.
• Nota de la bncienda de algunos de los exceptuados que tuvo á su
cargo e) Obispo de Oviedo.»— Idem id. id ., fol. 106 vuelto.
«Nota acerca de Adriano VI, según el Dr. l*aulo Jovio.— Datos acerca
d e Xebres.— Petición del servicio en la Coruña.— Ataque de
R onquillo y Fonseca á Hedin<i, y otros hechos.»— Idem id , id .,
fol. 167.
«Carta de consejos del Alm irante al Emperador.»—>Idem id. id ., fo>
lio 191.
«Relación de lo que pasó el de......de 45S5? sobre la salida de la
Chancilleria (Valladolid?).»— Idem id. id.» fol. 4 9 i.
«Los capítulos que la Junta envió al Rey.» Son 145.— Idem id. id .,
fol. 196.
« I ^ que pedia la villa de Villaescusa de Horco, de la Orden de San*
tiügo, en 3 de Octubre de 15S0.»— Idem id. ¡d., fok. 213 vuelto.
«Papel de cosas de V illar de Frades.»-^Idem id . id., foL S45.
«Lo que se voló de que las villas de la Guardia y el Sava......de San
Miguel.» Trata de la manera cómo cada cuadrilla debia nom­
brar Capitán General. Lunes 40 de Septiembre.—>Idem id. id»,
fol. 217.
«A quí est^ u n borrador de lo sucedido en el alboroto de Valladolid
sobre el salir de la Audiencia y dar del clérigo y sello y provi­
sion como más largo se contiene en la siguiente carta escrita de
la Gh^ncílleriu »i Uey.»— Idem id. id ., fol. 219.
«Carta de Granada al Rey, en 5 de Julio de 1520, contestando á la
carta de Toledo.a— Idem id. id., fol. 221.
«Cartii de Granada á la Justicia y Regimiento de Valladolid, en 4 de
Julio de Í5¿0, diciendo que ia ciudad tiene nombrado á Gon­
zalo de Salaiar.»— Idem id . id ., ful. 222.
«Carta de los Procuradores de Burgos, León, Zamora y Valladolid al
Rey, desde Burgos é 3 de Junio de 4517.»— Idem id. id., fol. 223*
«Carta de Sevilla á las ciudades de Burgos, León, Zamora y Valla«
doUd, á 16 de Junio de 1517.»— Idem id. id ., fol. 224.
«(«HfU de Gi'anadu á los mUmos> en 17de Junio de f 5 l7 .» —Biblio­
teca particular de S. M., tol. Sá5 vuelto.
de Murci;) i\ los mUmos, en 45 de Junio de 1517.h— Idem
id. id .. ful.^^G .
«Res|>uostii del Ue^ á las tres ciudades y villas. Burgus 3 de Agosto
de Í5 I7 .» — [dem id. id ., fol. 226 vuelto.
«tti^al cédula desde Gante, ó 6 de Junio de 4547, cunlestando á las
ires ciudades y villas.»— Idem id. id ., fol* iiS vuelto.
«Carta del Iley desde Sutnuteyie {sicj^ á 5 de Üicietnbre de 4517. al
Obispo de Mál<ij^ai Presidente de la Audiencia de Valladolid,
contestando á la que le envió con su sobrmo Pedro Hainíre¿ •
— Idem id. id ., fol. ^ ¿ 8 .
«Garla desde TordesiUus, ú 5 do Noviembre (sin dQo ni dirección),
reñriondo lo q u e allí p a sa b a .» ^ Id e in id. id ., fol. 228 vuelto.
^<Gárta de Uiver.i (sin f«^cb»] dandu cuenta de <|ueel Uey Uegóé Tor-
desilias después de visperasy vi6 ¿ la Itemu y á .>4.kI. Leonor.»
Da varios detalles de su permanencia allí.*— Mem id. id., fol. 929.
«Carla del A lm ira n te de Castilla para Valladolid. Cervera 23 deO c*
tubre de 4520.»— M em id. id., fuL 235.
«Carta del Alm irante á Valladolid desde Cervera á 23 de Octubre
de lo 2 3 .» ^ ld e m id. id ., fol. 289.
-Lo que pide Toledo.» T iene24 párrafos nu m e rad o s.^Id e m id. id .,
fol. 2 DI.
«Relación de lo que contienen los capítulos que se otorgaron á To­
ledo«»— Idem id. id., fol. 293.
uCarta de Medina á 20 de Agosto de 4520.»— Idem id . id ., fol. 295.
tCarta de Avila ú Valladolid, dando nuevas de Burgos y de U re­
belión del común.»--Idem id . id ., fol. 295 vuelto.
»Caria del Almirante al Emperador.'»— Idem id . id.» fol. 299.
«Traslado de carta de A vila á Valladolid en ¿7 de Agosto de 4520.»
— Idem id. id ., fol. 305.
«Carta de 6 ur^os a l Adelantado en 14 de Septiembre» (sin aüo].—
Idem id. id ., fol. 306.
«Carta de Burgos al Condestable acerca del nogocio de los Condes
de Buendiu» ¡sin fecha).—M em id. id ., fol. 306 vuelto.
«Carta de Burgos á Dueñas» (sin fecha).— Idem id. id ., fol. 308.
«Proposición que les biíoCastaQeda en nombre de S . para el ser­
vicio de GC quencos.»— Idem id. id ., fols. 311 y 345.
«¡Carta lieal de 45 de Agosto de 4517 á Burgos* León, Zamora y Va­
lladolid. contestando á otra de estas ciudades.»— Idem id. id .,
fol. 317.
«Nota de los privilegios de Mora y lo que solicitaba á S . M .»— Idem
id . id ., fol. 323.
«Carta Je Vailüdulid a l Almirante y C ardenal.»— Biblioteca p án ic a *
U r d e S . M ., h l 327.
cTrnslado de una csirta que envió la Junta de V alladotid ó \oi cdba-
lleroá, bI Giirdenal y A lm irante.»— Idem id. id ., fol. 328 vuelto.
«Pasquín quo sa halló fijiido á la puerta de hk iglesi» de San Pran*
cisco, de Vallüdolid. martes por la mañana de Marzo de
.» — Idem id. 1 1., tol. 330 vu elto.
«Carta del Obispo de Zamoia á la Ja n ta del Reino, 23 de Marzo de
1524.»— Iddin iJ . id ., h\. H33.
«Los capitulus en que e$tán conformes los sefkores Alm irante y Car*
denul y los Procuradores del Reino.s Hay un¡i nota fmdí de 13
do A bril de 152t.—ídem id. id ., fol. 334 vuelto.
«Instrucción del Obispo de Málaga cuando muerto el Rey Católico
le envió á Fl<indes al limporador siendo Presidente de Vullado-
lid antes de Ihs Comunidades, 4517.»— Idetn id . id ., fol. 345.
«De la Instrucción de Uuy Gome:í y el D r. Velascu de lo que habían
de suplicar á S. .H.»— Idem Id. id ., fol. 350.

BIBUOTRCA DE D. ANTOÍÍIO CÁNOVAS DEL CASTILLO

Manuscritos de Simancas, tomo V.

EN PODEa DEL AUTOR

Discurso de la Comunidad de Sevilla, nuo 1520, que escribió un


clérigo aprisionado de la Casa de Niebla.

ARCHIVO DB LA DIPaTACIÓN PROVINCIAL DB BÜROOS

Reales cédulas agradeciendo á la ciudad cuanto liabiaQ hecho para


la paciOoación.— Sección de( Consulado, leg. 1>)7, documea-
tos 21 y siguientes.

ARCHIVO DEL C A B II/O GATBDRAÍ. DB BÜROOS

Sesiones de 6 y 10 de Julio y 16 de Noviembre de 1520; i, 4ii, 95 j


34 de Enero, 4.* de Febrero, 5 de Abril y 17 de Mayo de 4521.—
Libro rfe acias capitulares.

MONASTERIO DK SANTA CLARA DK TORDRSILLAS

Real cédula de 34 de Diciembre de 1573, piira que entreguen el


cuerpo de la fieina Doña Juana al Obispo y .Harquós de Aguilar.
ARCHIVO DE LA PIPÜTACIÓN DE LOS TftF.S ESTAMENTOS
DB BARCELONA

Ñola de )d moneda y «Ihajas que extrajeron los ilamencos por


aqueUü Aduaod.

ARCHIVOS MUNICIPALES

Alicante.
Varios documentos referentes á su participación eo el movimiento
de las Comunidades.— Libros dé actas mnnicipafes.

Varios d«>camentos referentes al movimiento de las Comunidades,


procedentes del Áixhivo municipal,

Barcelona.

Varios datos acerca de la venida de D. Carlos á España, tomados de


los libros de la Diputación. Trienio de 1519 ó 45SI.

Cuenca.

Varios documentos y noticias sacados de sus actas municipales


desde 1518 á 1523.

Illescas.

Dalos referentes á las Comunidades.— PriuiV^^to^ de los años de


4405 d 1565.

León.

Varios documentos referentes al movimiento de las Comunidades,


procedentes del Archivo municipal.

Oca^a,

Datos consignados en las actas de su Concejo, referentes ¿ Comuni­


dades en 1520 y 1521.— £t6ro d$ actcts municipales desde 1505 á
45¿3.
Paltncia.

Dalos rpferenl^s á las Gomunidailes, cünsi^naiios ein sus libros de


« rta í municipales.

Sahatierra.

Varios documentos y dritos reterentes »1 m evim ientode las Comuni­


dades, y parle que en ellas turnó el Con<le de Salvatierra.

San Se^sHán.

Sentencia dictada por el Licenciado Acuñ a, Corregidor deGuipúzcea,


contra los que tomaron parte en el movimiento de las Com unida­
des (sin fecha).

Sanio Domingo d4 la Calzada,

Vories documentos quo acreditan su lealtad monárquica.

Sepúhcda,

Correspondencia <|ue medió entre la ciudad de Segovia y ia villa de


Sepúlveda, acerca de su adhesión á las Comunidades.— 4no4520.

Taladra de la Beina.

Dalos referentes é las Comunidades desde 9 de Enero é de


Septiembre de 1521.

VUoria.

l>ecretos de la Cámara del Concejo de la ciudad de Vitoria de 15t8


á 1522 acerca del mismo asunto.

Zafíwfa.

Varios documentos sacados de los libros de sus actas municipales,


que comprenden de^de el 4 de Ju n io de 15S0 al mes de Ju n io de
1521.

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CONSIDERACIONES GEN ERALES

S Ü M A IU O

Lo que son las revoluciones.— Utili U d o ta m ín n r sus —


NecesiiliiJ de escribir una Memoria acerca do Ias Comunida Íes
GdStilU.— Opinión do las Cortes esp<iúolris de 1821.— Trabajos
re<ilizadlas en el presente siglo.— Colección de Sim.mcas y nuevas
investi^.iclones particuUres.— Criterio oon que va » realisarse el
presente trabajo.

Las revoluciones, lo misino ea el orden físico que on


el moral, político y social, acusan un desoquikibrio en
los orijanismos del individuo, del Gobierno 6 de la so-
^jiedad. Averiguarlas, conocerlas y apreciar sus causas,
tarea es difícil, pero pvovecliosa; porque nada existe tan
importante como la paz y sosiego de los pueblos, sin el
cual el progreso humano es imposible. Por más que las
revoluciones sean perturbadoras y, por regla general,
reprobables, suele encontrarse en m sedimento algo
digno de estudio y meditación, deduciéndose consecuen-
<3ias para Ueyes, naciones, pueblos é individuos y, sobre
todo, luz y guía para el porvenir, que no debe olvidar
las lecciones de lo pasado.
Estas consideraciones generales tienen exacta aplica-
ci6ü al movimiento has!a ahora conocido con el modes­
to nombre de Comunidades de Oastilln, pero qne en su
fondo y en sus tendencias representa la revolu<nón más
importante y más Iranscendental ocurrida en España
desde que los Reyes Católicos consiguieron conquistar á
Graoadd y realizar la apetecida unidad de la patria espa-
ñola. Aquellos Monarcas lograron reconstituir un país
perturbado por insensalas ambiciones; hacer respetar la
justicia, siü ]a que los Gobiernos son imposibles, y crear
una política esencialmente española, que se inñKró en
la esencia de todas las clases sociales. La malograda
muerte del Infante D. Juan, primero, y la pérdida de la
Reina Isabel, después, marcan en la historia una dolo-
rosa Iransiciún que, al apreciarla, ha revestido el raro
carácter de la unanimidad, y que quince años más tar­
de, se traduce en una revolución que se inicia con <?e—
nerosos propósitos, que se desarrolla en sangrienta y
aterradora anarquía, que intenta atacar todos los inte­
reses fundamentales del orden social, y que acaba y mue­
re en^re escombros y ruinas salpicadas de sangre y ana­
tematizada por el pueblo español en su inmensa mayo­
ría . Así acontecerá siempre que se produzca una revo­
lución sin razón ni pensamiento politico, y sin un gran*
prestigio que acierte á dirigirla.
I,a primera consideración que ofrece el presente estu­
dio, es, ai después de tanto tiempo pasado y de la mulfi-
tud de trabajos literarios é históricos como se han pro­
ducido desde el primer tercio del siglo xvi, quedó aún'
algo nuevo que decir respecto de las Comunidades de
Castilla. Contestó satisfactoria mente esta duda la Comi­
sión parlamentaria que en 20 de Junio de 1821 emitió
dictamen acerca del modo de honrar la memoria de Juan
de Padilla y de Juan de Lanuza, pues en este documen­
to, poco conocido, no sólo se rechazó la autenticidad de
las cartas que se suponían escritas por Padilla, antes de
m o n r, á su mujer Doña María Pacheco y á la ciu^lad de
Toliido, sino que se declaraba gice no había sido fácil,.

\
bajo el vnperio del despolis mOf escrUir con exactitud n i
4^n verdad una parte tan interesante de nuestra /ivítoria,
<iwü era la de las Comunidades de Castilla y sucesos dé
Aragán; y después de esta declaración, excitaba al Go­
bierno para que encargase á la Academia, cuyo instituto
es ocuparse eo este género de trabajos, el que con pre­
sencia de los mismos documentos y de cuantos pudiesen
hallarse en los Archivos del Reino, escribiese y publica­
se dos Memorias en que se ilustrase completamente la
materia.
Establecido en España el régimen monárquico cons­
titucional, y con él el derecho de publicar libremente las
ideas sin previa censura, adquirieron todos los españo­
les la libertad de que se condolieron las Cortes de 1821,
y el tema por éstas señalado pudo examinarse y discu^-
tirse sin límite ni restricción. De los sucosos de Aragón
se ocupó on 1S62 el primer Marqués de Pidal, aprove^
chando los valiosos documentos que le procuró una in ­
vestigación afortunada, y escribió su célebre Historia de
¿as alteraciones de Aragón en el reinado de Felipe
que desde entonces no ha tenido impugnadores. De las
Comunidades de Castillan bien puede decirse que no ha
habido poeta, escritor ó historiador que no haya puesto
á contribución su ingenio para narrar aquellos hechos
como su fantasía imaginó. Desde un principio se dibuja*
ron dos tondencias diversas: la de los partidarios del
Oésar, que consideraron un deber ensalzar toda la polí­
tica de Carlos I de Castilla y robustecer la autoridad
Keal,y la de los que, simpatizando con los pueblos rebel­
des, creyeron ver amenazadas las libertades publicas, y
aplaudieron y celebraron la sedición y hasta la anarquía.
La causa de las Comunidades adquirió desde su comien­
zo carácter político, y como esta pasión impide oasi siem-
pre descubrir ei camino de la verdad, los ing^eolos espa­
ñoles acogieron sin reparo toda clase de leyendas, con­
sejas y Iiasia rnentos, y prescindieron de los documen­
tos, que son lu7. necesaria en los trabajos históricos. De
aquí ia falta de exaciitud y de verdad de que se condo­
lían >con razón, la:^ Cortes de 1821.
En el presente siglo, prescindiendo del drama y la no­
vela, donde lodo es convencional, se advierte una labor
perseverante y regeneradora que es digna de aplauso.
La inició en París M. Henri Ternanx, publicando en 1834
Les Comuneros y ckronique castetiane du X V I siécUf
d'apris Vhi.Hoire inedite de Pedro de Alcocer^ mutilando
algunos pasajes y bastardeando oíros, que la Sociedad de
Bibliófilos andaluces restableció en 1872, reimprimiendo
la iielación de Alcocer, é ilustrándola con notas de gran
valor el concienzudo hisloriador de Toledo D. A n ionio
M artín Gamero. Diez y seis años después, D. José Que ve­
do, laborioso Bibliotecario de) Monaslerio del Es<*orial,
tradujo, anotó y publicó en 1840 la Ilisloria de la reoo-
l u c ió n conocida con el nombre de las Comunidades de

Castilla, que en latin escribió el Presbítero D. Juan Mal-


donado. En 1844, D. Anionio Alcalá Galiano anotó la
Historia de España, que publicó en inglés M. Dunham ,
mostrándose muy parcial contra los comuneros, sin duda
porque Uobertson emitió opinión muy favorable á los
mismos. D. Antonio Ferrer del R ío, en 1850, dió á la es­
tampa un libro Historia del levantamiento de las
Comunidades^ que es, á nuesiro juicio, el examen más
profundo que se ha hecho en el presente siglo de aquel
movim iento, aunque concretándole á 1520 y 1521,y des­
conociendo casi toda la rica dooumenlación que se con­
serva en el Archivo general de Simancas y en algunos
de los Archivos municipales. El Dr, D. Matías San^
:^9

grador, en su fli.sforia de Valladoiidf adieioDÓ en


algunos datos apreriables. Rtvadeneyra, en su magnífica
Colección de bellesas literañas de España ^ d\6á conocer
en 1852 la Historia Imperial y Cesárea de Pero \fexiay
que comprende un curioso compendio de la Historia de
las Comunidades. Ese mismo año, el docto Clemencín
escribía su celebrado Elogio de la lieina Catolicay cuyos
consejos, desobedecidos, originaron el movimiento de las
Comunidades. En 186ü publicaban la Historia de Madrid
Ferrer del Río y D. Juan de Dios de la Rada y Delgado,
y sembraban su notable obra con alócanos datos referen­
tes á los comuneros de esta villa y corte» D. Vicente de
la Faente, en su fyismrso de recepción en la Real Acade­
mia de la Historia^ en 1861, trató magist raimen le de las
tres CJomunidades de Aragón; y á poco, en el Boletín de
la Sociedad geográfica de Madrid publicó un notabilísimo
Estadio aceroa de las Comunidades de Castilla y Ara­
gón, La Historia del Cardenal Cisneros, que no puede
olvidarse al estudiar las Comunidades, íué objeto en 186T
de una publicación oñcíal, con las cartas á D. Diego
López de Avala; de una inonografia más poli tica que his­
tórica de D. Carlos Navarro y Rodrigo en 1869, y de otra
más endeble en 1884 de D. Eusebio Martínez do Velasco.
D. Modesto La fuente, en su Historia de España, edición
económica de 1869, se lim itó á transcribir los datos y
juicios emitidos en 1850 por Ferrer dei R ío. D. Antonio
Cánovas del Castillo, en el mismo año de 1869, publicó
el Bosquejo histórico de la Casa de Austria en España,
presentando nuevos puntos de vista, y tratando con sana
critica el referente á las Comunidades. En Guipúzcoa,
donde el movinolento encontró eco, aunque sus ricos Ar­
chivos fueron incendiados en 1813 por el extranjero ve­
cino, aún pudo recoger algunos datos D. Nicolás de So-
io

raluce, en i 870, en su Histoña genei^al de Guipúzcoa y á


que ha adicionado otros D. Carmelo Echegaray en sus
Investigaciones históricas de 1893, completados por la
Colección de documentos históricos del Archivo municipal
de SanSebastidn^ en 1895. De las Comunidades de Álava
se ocupó D. Ricardo Becerro de Bengoa, con datos que
tendrán esencial y necesaria rectificación. Los comune­
ros cordobeses han merecido dos monografías: una en
1870 de D. Francisco de Leyva, con el título de Los co~
muneros de Córdoba ante Carlos y oira de D. Antonio
Rodríguez Villa, Córdoba y la guerra de las Comunida­
des, en 1875. Afortunadamente, el Marqués de la Fuen­
santa del Valle ha publicado en 1895 las Actas del Ayun^
tamiento de Córdoba, que sirvieron de base á las dos ci­
tadas monoífrafías. Al historiar Ávila, en 1873, D. Juan
Martín Garramolino, trató, con buena copia de datos, el
movimiento de las Comunidades. En 1879, D. Antonio
Rodríguez Villa nos dió á conocer el manuscrito de la
Biblioteca escurialense, escrito por un criado de Doña
María Pacheco, viuda de Padilla, explicando su fuga de
Toledo. D. Juan Ortega, en 1881, escribió otra Historia
de Vafíocfoító, y naturalmente,se ocupó délas Comunida­
des, aunque de manera incidental. Con mayor extensión
y abundantes datos trató D. Cesáreo Fernández Duro en
1882 el mismo asunto en su estimada Historia de Zamo^
ra. La Real Academia de la Historia, en 1882, publicó los
cuadernos de las Cortes de León y Castilla^ que com­
prenden las de la época que historiamos. D. Antonio
Buitrago, aunque ligeramente, se ocupó de lo mismo en
su Compendio de la Historia de Burgos. D. Ensebio Mar­
tínez de Velasco, en 1884, escribió un trabajo muy es­
timable titulado Comunidades y Germanias y Asonadas,
L. Cantón, en el mismo año, dió á coDOcer detalles de la
casa del Cordón y antigua residencia de los Condestables
do Castilla en Burgos. Algo dijimos en 1 8 ^ acerca de
las Comunidades en nuestra laureada obra E l poder citAl
en España, De la jornada de Villalar se ocupó, en 1886,
D. José María Sáenz Baquero. Publicáronse en 1886 las
Cartas del Dr. FrancAsco López de Villalobos^ que coQ-
Üenen curiosos datos para estudiar la época y sus hom—
bres. Villar y Maclas, en su Historia de Scdarnanoa^
en 1887, ofreció algunos curiosos datos acerca de los co­
muneros salmanlinos, D. Antonio Rodríguez Villa, en
1892, en su precioso estudio acerca de Doña Juana la
Loca, dió á conocer parfe de los documentos de Siman­
cas, que en 1853 remitió su Archivero á la Real Acade­
mia de la Historia. Al i‘eimprii«ir en 1893 un deudo de
D. Antonio de Guevara su libro Menosprecio de corte y
alabanza de aláea^ lo ha precedido de un notable prólo­
go, donde se trata de Guevara y de su intervención en el
movimiento de las Comunidades. D. Manuel de Forouda
ha publicado en 1895 un curiosísimo Itinerario de Car^
los /, que es de gran utilidad a) trazar la Historia de las
Comunidades. D. Francisco de Bofaru 11 ha añadido, en
1895, su contingente documental en su folleto Predileo-
ción del Emperador Carlos V por los catalanes. D. An­
selmo Saivá, en el indicado año, ha publicado una inle-
resante monografía titulada Burgos en las Comunida­
des, ilustrándola con muchos documentos inéditos. Y
D. José María Quadrado, en su Historia de Mallofva, y
la rica y variada colección de documentos inéditos para
escribir la Historia de España, tomos I, II, X I y X X X ,
han contribuido á acumular documentos para poder es­
cribir la Historia de la revolución conocida con el nom ­
bre de las Comunidades de Castilla.
Parecía que después de una constante labor de más de
sesenta años, todo estuviera dicho y aclarado, y, sin ein-
bar;?o, una persona tan competen le como D. Antonio
Rodríguez Villa dijo y proclamó en 1879, que la His­
toria critica y documentada de las Cotnunidades de Cas^
tilla está aún por escribir^ y así es en verdad. El Ar­
chivo general de Simancas conserva toda la documen­
tación diplomática, oficial y particular de aquellos acon­
tecí jni en tos, y la Real Acaüc^mia de la I-Iisloria no pose­
yó copia de parte de los mismos hasta lb53, en que la
remitió el Archivero González. Por esia razón no pudo
servirse de ellos Ferrer del R ío, que escribió su mono­
grafía en 1850, n i Laluenle, que se limitó á reproducir
los juicios y datos de aquél. Todas las iluslraciones de
) a citada monografía se redujeron ódiex y nueve Apéndi­
ces, copiados de la sección ú^Mannscñtos la Academia
do la Hísloria. D. Anionio Rodríguez Villa, al escribir
en 1892 su Estudio acerca de Doña Juana la ¡jO ca, pudo
aprovecharse de aquellas copias; pero como se preocu­
paba más de la personalidad de la Reina Doña Juana
que del movimiento de las Comunidades, dejó intacto lo
principal, y no pudo, además, conocer todo lo que se ha
i uves tigado posteriormente. La colección Tomillo y i a
investigación particular ha puesto en nuestras manos
una rica y abundante documentación que permite estu­
diar el suceso en toda su extensión» descubrir sus cau­
sas, apreciar su desenvolvimiento y término; en una pa­
labra, presentar en cuadro real y efectivo, loque podría­
mos llamar Filosofía de las Comunidades^ si por filoso-
lía se entiende el examen de las causas de los hechos
conocidos.'
El criterio con que este trabajo va á realizarse para el
M e m o r i a l H i s t ó r i c o , publicación subvencionada por el
Estado, no puede n i debe ser otro que el de la más se-*
i3

vera imparcialidad, condición esencial de todo trabajo


histórico. Los años que van pasados desde que comenza­
mos á estudiar la Historia de las Comunidades^ nos con­
siente tener formado juicio acerca de todos los hechos
que la componen; pero como no queremos escribir un
libro de polémica, sino de datos que cada uno podrá
examinar y apreciar libremente, nos limitaremos á no
sentar hecho alguno que no tenga su debido compro­
bante, publicando íntegros aquéllos que revistan excep­
cional importancia, procurando la mayor sobriedad en
los juicios y procediendo siempre con verdad, con im ­
parcialidad y hasta con justicié.
INTRODUCCION

-SUMARIO

Situación de Capa fia á ia muerte de la Keiua Católica Doña lsal)«l«


— Su úitim o testamento y oodicilo en de Octubre y de No­
viembre de 1504.— Patrióticas previsiones.— Su incum plim iento.
— Origen de las alcabalas.— Causas que motivaron su egresión de
la Corona.— Inu tilid a d de la revisión decretada.— Idea de cargar
un impuesto á la nobleza,— Puja de las rentas Reales.^D isgusto
que se produjo en los pueblos.— Rebelde actitud de la ciudad de
Toledo.— Origen de la confederación de las ciudades y villas da
voto en Cortes.— Concesión de oficios y dignidades ¿ los extranje­
ros.— Reinado de Felipe 1 de Castilla.— Transición de ia política
nacional á la extranjera.— Rivalidades entre Felipe I y D. Fer-
^nando el Católico por la Incapacidad de la Reina Doña Juana.—
Embajada conñada por D. Felipe á Mr. de Veyre.— Deseos de nom­
brar Contador mayor é D. Juan Manuel.— Tentativa de arrendar
¿ los pueblos por cuatro años las rentas Reales.— Condiciones de
D. Antonio de AcuQa, Arcediano de Valpuerta.— Misión que le
conñó D. Felipe en la corle rom ana.— Suspensión de los procedi­
mientos de la Inquisición en Espafla.— Inteligencia de Acuña con
los flamencos.*—Importancia de las Cortes de 4506.— Educación
extranjera que recibió D. Carlos.--'Reacción en favor de D. Fer­
nando el Católico.— Protección que dispensó é la nobleza españo­
la .— Disminución de la influencia de la corte flamenca.— Venida
á España de Adriano, Deén de Lo vaina, preceptor de D. Carlos.
— Disgusto que produjo al Rey Católico.— Muerto éste, se repro­
dujeron los disgustos entre Adriano y Cisneros, Gobernador del
Reino.— Inteligencia que Cisneros procuró con Mr. de Xebres.—
Extranjeros que rodeaban á D. Carlos en Flandes al fallecer el
ftey Católico.— Primeras disposiciones del Cardenal Cisneros.—
flesen Uní lentos de la nobleza.— Nombramiento ile Mr. de La\ao
para suavizar las asperezas de Oisneros.— Quejas de las ciudades
contra la r^pacidati Aamenc;) y la obtención de los cargos públi-
eos por los ex iranjeros.^O piiiión ái\\ Consejo Uea).— Llegada á
España de 1). Carlos l de C aálilU .— C<mtÍna>ioióa de la protección
é los flamencos.— Mercedes á Adriano de una c«moikgia en B u r­
gos y del capelo de CardenHÍ.^.Xnímosi Ud y ancouo entre lia-
menees y caslellanos.—Cortes de Valladolí I de Key ac­
cedió á las peticiones de Us ciud.tdes de no crear nuevos impues­
tos ni conceder á los extranjeros los oficios y beneñctos de Casti­
lla.— Muerto Mr. de Laxao, fuá sustituido por Merourino de Gati-
castillo de Lovh en Burgos ^e om uedió á Jofre de Co-
(annes.— El in<'umplimiento de lo ordenado por la Ueina Católica
tué un<t de Lis causas originarias del movimiento de las Com uni­
dades.

El 26 de Noviembre de Í504 terminó, con la muerte


de la Reina Católica, el reinado más español y m ásglo-
rioso que ha lenido Kspaña. El poder recobró todo su
prestigio, y ejerciéndolo personalmente los regios espo­
sos, encaminaron todos sus desvelos á mantener la paz,
á tanta costa conquistada. La justicia y el amor á los
pueblos se sobrepuso á leda clase de consideraciones, y
creó esa unión perenne del amor que estrecha con lazos
indisolubles el cora;.ón del Monarca con la gratitud de
los administrados. La nobleza, dividida y rebelde en los
reinados anteriores, acabó por resignarse; pero no se
declaró vencida á pesar de haberla mermado sus princi­
pales prerrogativas. El clero; no obstante con lar con
ilustraciones tan salientes como Gisneros, Tala vera y
Daza, encerraba en su organización gérmenes de indis­
ciplina y desorden, que se procuraron reprimir con gra­
ves y transcendentales reformas. Y el pueblo, afectado é
influido por el sistema feudal, del que quedaban respe­
tables restos, estaba sometido al yugo de los señores te­
rritoriales, que le explotaban sin piedad y le tenían su­
jeto por la más repujínante esclavilud. Añádase á este
cuadro, el esíado de la culínra general y de las verdadí?^
ras fuentes de la riqueza pública, y se rom prenderá, que
si bien los Reyes OaWlicos siniieron las necesidades dol
pueblo español y trataron de remediarlas, sus esfuerzos
se estrellaron anfe las encontradas aspiraciones é inte­
reses de las clases sociales, que fueron obstáculo pode­
roso para que los Monarcas católicos vieran realizados
sus generosos propósitos. Causa maravilla el numeroso
catálogo de las leyes que figuraron en lo« Códigos espa­
ñoles, dictadas duran fe el reinado de D. Fernando y
Doña Isabel,'remediando Jas necesidades de la política,
del Oobierno y de la Adminisiración pública en sus di­
versos ramos y dependencias.
Pero donde resalla la previsión y el talenfo de los Con­
sejeros de aquella í?ran Reina, cuya memoria se recuer­
da con deleite después de cuatro siglos, es en el lesta-
menlo qne en 12 do Octubre y codicilo de 23 de Noviem­
bre de 1504 otorgó, poco tiempo antes de abandonar esíe
mundo. El recuerdo de la unidad de la pafria española
se conmemoraba disponiendo la traslación de su cadáver
al Monasterio de San Francisco de la Alhambra, de (rra-
nada, y el amor conyugal ae consagraba, ordc^nando, que
sus restos descansasen junto á los de su esposo idolatra«
do. I>a modestia y el desvío de la humana vanidad se
demostró mandando que sólo trece hachas ardiesen en
las misas y Oficio divino, y que, en vez de lutos, ge vis­
tieran pobres y se facilitase estado á doncellas meneste*
rosas. Luego, atendiendo los continuados clamoreos de
los pueblos, reproducidos en las Cortes españolas y nu n ­
ca atendidos, ordenó consumir los oficios acrecen tados>
hasta que quedasen en el número que debían estar.
Anuló las mercedes de ciudades, villas y lugares perte-
(8
necieníes á la Corona Real, exceptuando únicamente las
hechas á los Marqueses de Moya, de la villa de este nom­
bre. Incorporó á la ciudad de Avila los lugares y vasa­
llos que el Rey D. Eurique hizo al Duque de Alba; al
Marquesado de Villena, lo que siempre le estuvo incor­
porado; y al Patrimonio Real, la ciudad de fribrallar con
su fortaleza y términos, de que se hizo merced á D. En­
rique de (ruzmán, Duque de Medmasidonia.
El punto referente á las alcabalas fué objeto de dispo­
siciones especiales. Recordó la Católica Reiüa, que sus
antecesores toleraron á algunos Grandes y caballeros que
llevasen las alcabalas y tercias, pechos y derechos per­
tenecientes á la Corona y Patrimonio Real en sus luga­
res y tierras; y como luego alegaban esta tolerancia co­
mo un derecho, la anularon y dieron por de ningún
valor n i efecto. Rn su codicilo encomendó, que personas
de ciencia y conciencia examinasen el origen y circuns­
tancias de las alcabalas, y sí hallaren que justamente se
podían llevar y perpetuar, ordenasen que en la recau­
dación no fuesen molestados los súbditos y naturales,
dándolas por encabezamiento á los pueblos, con bene­
plácito de ellos, en lo que fuere justo, y si para ello ne­
cesario fuese, juntasen Cortes; y si 00 pudieran perpe­
tuarse las alcabalas, reuniesen Cortes y se ordenara qué
tributo se debía justamente imponer para el sosleni-
mienlo del Estado Real, con beoeplácito de los súbditos
de estos Reinos para que los Reyes que sucedieran los
pudiesen llevar justamente, y que, dada así la orden, se
quitasen las tales alcabalas. Como después que ganaron
el reino de Granada ordenaron llevar las alcabalas como
se llevaban en estos Reinos, mandaba que se viese todo
lo susodicho y descargasen su conciencia.
Con altísima previsión, y presagiando acaso lo que
más larde iba á suceder, después de insliluir por uüiver­
sal heredera á la Princesa Doña Juana, Archiduquesa de
Austria, mandó que los oficios y dignidades de estos Rei­
nos no se diesen á extranjeros, y esto se cumpüera por
la obligación que ella, como Reina, tenía de m irar por
sus súbditos y naturales; y si el Príncipe D. Felipe, por
ser de otra nación, no se conformase con las leyes, fue­
ros y costumbres de estos Reinos, y la Reina Doña Jua­
na no gobernara conforme á ellas, entonces no serían
obedecidos ni S(»rvido8 como dé*berian y no les tendrían
el amor que ella queria, y ordenó, que no se diesen los
dichos oficios, alcaldías, tenencias, gobernación n i otro&
oficios de justicia á personas que no fuesen naturales de
eilüs. Dispuso, que estando dichos I^ríncipe y Princesa
fuera de estos Reinos, no se llamase á Cortes á los Pro­
curadores de ellos que á ellas debían y solían ser llama­
dos, ni hiciesen fuera de los dichos Reinos leyes ni prag­
máticas, ni las oirás cosas que en las Cortes se solían
hacer, según las leyes dellos, ni proveyesen cosa alguna
tocante á la gobernación y administración de los dichos
ReiDos. Lo mismo ordenó en cuanto á los arzobispados,
obispados, abadías, dignidades y beneficios eclesiásticos^
maestra7.gos y priorazgos de San Juan, para que fuesen
mejor regidos y gobernados por los naturales de estos^
Reinos, y las iglesias mejor servidas. Reina Católica
y los que le aconsejaron las anteriores prevenciones, co­
nocían bien el corazón humano y el carácter español,
altivo siempre y siempre independiente. Y como nada
ofende tonto la dignidad y hasta el amor propio de un
pueblo, como encomendar á extranjeros los cargos más
importantes de un país, suponiendo ineptitud en los na­
turales, la Reina Católica, temerosa de que al venir á
reinar un extranjero, como lo era D. Felipe, los oficios-
T o no XXXT 4
r,0

y diírnidades no se concedieran á los naturales, y ni el


de^er ni el amor se cimentasen en la obediencia n i en el
afecto, consignó aquellas nnemorabies prevenciones que
parecían presentir días nefas los. Y la previsora precau­
ción fné ían lejos, que para el caso en que la Princesa,
su hija, no se hallase en estos Reinos, ó si estando,
no quisiere ó no pudiere ente)ider en la gobernación de
ellos, nombro Regente del Reino al tley D. Fernando,
hasta que el Infanta D. Garios, su nieto, fuese de edad
legítima, á lo menos de veinle años cumplidos, con íal
que no enajenasen cosa al^juna perteneciente á la Coro­
na Real, y así lo jurase en presencia de los Prelados,
Grandes y caballeros y Procuradores de estos Reinos, en­
cargando á los Principes sus hijos obedeciesen, acatasen
y reverenciasen al Rey su padre, y siguieran sus conse­
jos y procurasen ensalzar la honra de Dios y de su santa
fe y los mandamientos de su Santa Iglesia, constituyén­
dose en protectores y defensores de ella y peleando con­
tra los infieles, sus enemigos.
Cuando después del tiempo pasado se contempla el
vasto panorama que ofrece et movimiento de las Comu­
nidades, uo puede mirar.se con indiferencia lo que la
Reina Galólica dejó previsto y aconsejado en su memo­
rable testamento y codicilo, punfo de partida, á mi ju i­
cio, de los graves sucesos y de las transcendentales trans*
formaciones que se realizaron en la política española.
N i ésta es ninguna idea nueva que merezca pateníe de
Invención. D Manuel García González, Archivero del
general de Simancas, al disponer con plausible celo, que
se remitiese á la Real Academia de la Historia copia de
los principales documentos referentes á Comunidades,
consignó por nota, en 10 de Junio de 1846, estas sig­
nifica ti vas palabras: <\^éase aquí su previsión (aludía al
•testamento de la Reina Católica), pues por faltar á ella
sobrevinieron las alteraciones de Castilla, conocidas en
la Historia por las Comunidades.» Esta frase en labios
del Archivero Gon/^lez, amante de la verdad hislóricaj’
entusiasta por facilitar el estudio de un punto tan impor—
lan te de la Historia nacional, era el primero que con
verdadera imparcialidad había comenzado á examinar ia
-documentación conservada en Simancas, y formando
una convicción que nace y se foríifica con el conoci­
miento de los hechos verdaderos, vió que las causas pro-
•ductoras hay que buscarlas en el origen de las cosas, y
que, de seguro, á guardarse y cumplirse los sanos con­
sejos que la Reina Doña Isabel dió á su esposo y á sus
hijos, no se hubiese perturbado la nación española tan
Jíondamente como se perturbó. Por eso hemos dicho, y
no no« cansaremos de repetir, que las verdaderas revo­
luciones, aquéllas que trastornan la manera de ser de
un país, no se producen por accidentes pasajeros n i por
motivos circunstanciales, sino que son siempre conse­
cuencia natural y forzosa de causas muy hondas y de un
profundo desequilibrio en las fuerzas vitales ^le la nación.
En los Reinos de Castilla y León, la alcabala, tributo
anterior é las Cortes de Burgos de 1312, se exigía en
unas partes para atender á las necesidades do la Monar­
quía; pero generalmenle era el tanto por ciento que se
pagaba al Fisco del precio de las cosas que se vendían,
trocaban ó enajenaban (M. Las necesidades de la recon­
quista cercenaron los derechos de los señores y aumen­
taron los de éstos y los de los pueblos que contribuye­
ron al general esfuerzo. De aquí que algunos Grandes y
Kiaballeros llevasen las alcabalas y tercias, pechos y de—

(4) Enciclopedia Arrazcla, palabra Alcabaia, lom o U, pdg. 378,


rechos pertenecientes á la Corona Real, y que, pasado
algún tiempo, tratasen de convertir en derecho la tole­
rancia do los Monarcas, de que se condolía la Reina Ca­
tólica. Unos pueblos suspiraban por el alivio de aquella
carga, y los más pretendían que se perpetuase, como me-
dio de evitar las continuas oscilaciones de la codicia.
Doña Isabel aconsejó la revisión del origen de las alca­
balas y de sus oircunslancias para llegar hasta su toLal
reducción. Todo fue inútil. Las cargas públicas fueron
aumenlando progresivamente; los receptores procedían
con rigor que acreditase el celo del oficio, y los pueblos
sentían malestar que predisponía á la rebeldía. El Car­
denal Cisneros, en carfa de 7 de Noviembre de 1516 á
Diego López de Ay ala le hablaba del estado poco sa*
tisfaclorio d e las rentas Reales. Del pi*opósito de aujnen-
tarlas se quejaba en 1517 Juan de Padilla, condoliéndose
de que quisiesen cargar un impuesto á la nobleza, que
siempre estuvo exenta de pago. Pero ya en 15Í0 la puja
de las rentas Reales se inició estando el Rey en Barce­
lona, por oferta en alza que le hicieron ciertos merca­
deres. La nolicia corrió como reguero de pólvora por
todo el Reino, y aunque ya Buríjos había iniciado el
pensamiento de reunirse las ciudades y villas d e voto-
en Cortes para suplicar al Rey el remedio de ios ma­
les públicos, Toledo, en 19 de Octubre de 1519, escri­
bió una caria á Jaén quejándose de que ciertas personas
de estos Reinos hubiesen pujado la masa d e Castilla, de
lo cual podrían seguirse muy -grandes inconvenientes,
pues n i S. A. tendría sus rentas tan sanas n i tan segu—
ras en recaudadores como sobre los pueblos encabez^ados^
según en muchas ocasiones ^ había visto, n i se evita-

(I) C<trtas de Cisntros a Diego Lúpe^ de Ayatú, 1867.


ría n los grandes agravios y extorsiones que á los pueblos
y gente menuda hacían los dichos arrendadores; y por
ello habían acordado enviar un Regidor y un Jurado á
suplicar á S. M . que mandase ver dichos agravios y los
remediase, todo lo que les comunicaban, por si querían
enviar á pedir lo mismo y suplicar otras cosas cumpli­
deras á su servicio y bien de éstos sus Reinos. Toledo es-
•cribió en el mismo sentido á Ávila, Cuenca y otras ciu-
-dades. Apoderó á ü . Pero Laso de la Vega y á D. Alon­
so Suárez, señores, y á Miguel de Hita y Alonso Ortiz,
Jurados. El Monarca, al conocer estos nombramientos,
escribió á las ciudades que se sosegasen, pues él regre-
•saría brevemente á estos Reinos, donde haría Cortes y se
trataría de esla materia. Los mensajeros toledanos Uega^
ron ó Molíns de Rey, y aunque el 19 de Septiembre de
1519 confiarenciaron con M r.de Xevres, Privado del Rey,
no consiguieron ser atendidos. D. Carlos escribió á To­
ledo el 4 de Noviembre, reprobando el envío de los m en­
sajeros, y en sesiones del Consejo de 2 y 5 de Diciembre,
al requerimiento del Corregidor de que se llamara á los
mensajeros de la ciudad que allá estaban sobre lo del en-
•cabezamienío, contestaron lodos los Regidores, que debía
escribirse una carta al Roy, insistiendo en que se oyese
á los comisionados para saber la verdad, pues los nego-
<5Íos de Castilla eran anluos y grandes, y era menes­
ter tiempo para proveerlos. Para redactarla se desig­
naron á los señores Fernando de Avalos y Juan de Padi­
lla, Rejridores, y Juan Solano y Bachiller Alonso Ortiz,
Jurados.
De los referidos antecedentes se desprende, que la ac­
titud de Toledo nació del temor de ver alterados los en-
‘Cabezamientos de los pueblos en daño de éstos, y del de­
seo de evitar nuevos tributos y acrecentamiento de los
existentes, en daño, como se suanrraba, de la nobleza^
que nunca había tributado. Y las mismas ciudades y vi­
llas, al contestar á Toledo, 6 se mostraron conformes en
nombrar mensajeros, como Murcia, Cuenca y Segovia; ó
se lomaron plazo para coniestar, como Madrid y Soria;
ó dijeron que era a^^unto que debía tratarse en Cortes,,
como Guadalajara, Córdoba y Granada; ó consignaron,
como Sevilla, que el pensamiento era bueno, pero que el
Rey tuvo razones para abandonar á Castilla. No faltó
quien dijera, que no debía hablarse del derecho de las
ciudades á intervenir en la gobernación. Y Burgos, ca­
beza de Castilla, al decir, por boca de su Corre¿fidor Me-
neses de Bobadilla, que todo estaba en paz y sosiego y
se ejecutaba la justicia, añadió que, publicada la ausen­
cia del Rey de España, el haber dado las rentas de Cas­
tilla á arrendadores y quitado los eneabezamienios, mo­
vió á algunos pueblos ú juntarse y concertarse en con­
cordia de todos para suplicar á S. A. algunas cosas que-
no parecerían su servicio, por lo que suspendió, dilafóy
excnsó estas juntas contra la voluntad de muchos que es­
taban en eJlo (*). Los pueblos enviaban á suplicar al Rey
que mandase dar sus rentas á las ciudades y villas por en­
cabezamiento, y sólo en principio de Diciembre, los más
pueblos que tenían voz y voto en Cortes estarían donde
S. A. esiuviese, y algunas cosas se inventaban allí que no
eran bien en la coyuntura, pero que fodoesiaba atajado,
á Dios gracias. Con el testimonio, pues, de los que tenían
el deber de decir al Rey toda la verdad, puede asegurar­
se, que el movimiento de las Comunidades tuvo lugar por
no cumplirse lo ordenado por la Reina Católica en su

(1) Archivo g e n m l d« Simancas, Comunidades de Castillay le-


^ í o 4.*, documento 4.^
testamento y eodicilo respecto de las alcabalas; y que el
arriendo de las renfas Reales y el lemor de la creación
de nuevos tributos, fué el origen de la confederación de
las ciudades y villas, con un propósito de interés y con­
veniencia, que consistía en no querer pagar más de lo
que se pagaba, sin que en documento alguno se hablase
de libertades, que nadie atacaba, ni de derechos de un
pueblo apegado al terruño, sujeto al señor, que en mu­
chas partes era dueño del territorio y de la jurisdicción,
y donde para el servicio domèstico, personas tan carao—
16rizad as como Pero Laso de la Vega y otros, gastaban
esclavos, que es la negación de toda libertad y la más
odiosa de todas las servidumbres.
Otra de las notables previsiones de la Reina Católica,
nacida del temor de que el Príncipe D . Felipe, marido
de la Princesa Doña Juana, tuviese que venir á gober­
nar esios Reinos como inmediato sucesor á la Corona de
España, y no gobernase con arreglo á las leyes, fueros
y costumbres de estos Reinos, dando los oficios y digni­
dades á los extranjeros, fué, la de que éstos se concedie­
ran á los naturales para ser servidos, obedecidos y ama­
dos; y aun añadió, que arabos Príncipes no debjan pre­
sentar más que á naturales para el goce de los arzobis­
pados, obispados, abadías, dignidades y beneñcios ecle­
siásticos, maestrazgos y priorazgos de San Juan. Hon­
rará siempre el alto y superior criterio de aquella gran
Reina, el sospechar lo que podía acontecer en España al
Influjo avasallador de la ambición extranjera, y la con­
veniencia de limitarla é impedirla, recordando que las
leyes debían cumplirse y los oficios y dignidades de un
país desempeñarse por los naturales, para recompensar
servicios y crear el senfirniente de la gratitud^ que sua­
viza el lazo enire el que manda y el que obedece, y crea
el amor que debe unir al pueblo con su Rey, auD en la
época del régimen más absoluto. Y en lo que la historia
presenta uoa rara ananimidad, es en que se realizaron
los trisíes presentimientos de la Reina Caiólica, pues
llegados á España los Principes D. Felipe y Doña Juana
para ser jurados como Reyes, vinieron rodeados y acom­
pañados de sus más in limos servidores flamencos, que,
ávidos de honores y riquezas, escalaron los primeros
puestos de la nación y entraron á saco con todas sus ren­
ías, para ex por Iarlas escandalosamente á su país.
E) mismo Rey D. Fernando, sabedor de que su hija
Doña Juana padecía la enfermedad que en los ricos se lla­
ma vapores de cabeza, y en los pobres locura (^), tan
pronlo como ocurrió la muerte de Doña Isabel, escribió
reservadamente á todas las ciudades, persuadiéndolas
qne la Reina Doña Juana, de resultas de la enfermedad,
estaba algo trastornada y no se le podía entregar con se­
guridad el gobierno de los Reinos, y que tampoco con­
venía, no teniendo Ubre facullad su mujer, que reinase
Felipe, que siendo extranjero, ignorante de nuestras cos­
tumbres é inclinaciones, tal vez daría en tierra con la Re­
pública Eslas graves afirmaciones convenían con las
que la Heina Galólica habla consignado en sus úllimas
disposiciones testamentarias, y establecían un completo
desacuerdo entre el (robemador del Reino y el marido de
la lie in a . I>a rivalidad quedó plan'eada en las Cortes de
Toro, donde se leyó una carta de D. Felipe, desde Flan-
des, alegando la incapacidad de la Reina, cuyas pruebas
mandó con el Secretario Martín de Múgica. Las Cortes

(4* H isto ria de D. Felipe / , p o r Ü . F lo re o c io d e P d d iJIa. M S. d e


la lie a l A o a ile m ia (ic la H is to ria .
{%] E l movimiento de E sp aña , p o r M a ld o u a d o , póg. i i .
reconocieron, y D. Fernando juró» el cargo de Goberna- :• A
áoT y AdmÍDislrador del Reino. La primera creencia que
D. Felipe confió fué á Mr, de Veyre, su Mayordomo m a­
yor, para que el Rey Católico nombrase Confador mayor
D. Juan Manuel, con otros dos, á quienes hizo impor­
tantes advertencias. La creencia á Mr. de Veyre y la car­
ta al Rey Católico se fecharon en Bruselas á 28 de Enero
<ie 15ÍJ5; y aunque en i3 de Abril escribió D. Felipe á los
Procuradores que asistieron á las Cortes de Toro para
H^ue no concluyeran cosa alguna ni ae disolviesen hasta
que él se presentase en Castilla no pudo cumplirse
aquel mandato, porque las Cortes se habían despedido en
Marzo (2). La incompatibilidad entre el Rey Católico y
D. Felipe no podía ser ni más profunda ni más significati­
va. Todos convenían en la incapacidad de la Reina Doña
Juana, á que delicadamente aludió su propia madre Doña
Isabel, y todos querían apoderarse de la gobernación del
Reino sin la declaración previa de aquella incapacidad.
Así, las primeras palabras á Mr. de Veyre le advertían,
que el Rey D. Fernando había provisto algunos oficios,
sin notar que era á su perjuicio y sin participárselo al
Rey, como el de Contador mayor; y siéndole necesario
que dicho cargo lo sirviese nna persona leal y antiguo
servidor, deseaba lo fuera D. Juan Manuel, de quien Ma-
riana dijo, y repitió Cánovas del Castillo, que era hombre
pequeño de cuerpo, pero de ingenio grande, depravado y
turbulento (3), Este hidalgo, pobre y codicioso, fué el fa-

(11 Arctilvo general de Simancas. Libros generales de la Cáma-


ra , Ub. II, foJ. I I vueUo á 16 vueUo.
(S) Historia de la Ugislaciiíny por M ánchalar y Manrique, (o-
C110 IX , p&g. 92.
(3} Bosgufjo histórico de la Casa de A ustna, por D. A ntonio Cá*>
novds del Castillo, pég. 6.
vorito de Felipe I, y llegó á ser bien pronto uno de ios
más importan les Ministros que hasta entonces conoció
Gas lilla. Es í ando reunidas las Cortes en Toro, el Rey Ca­
tólico» deseando atraerse la voluntad de los pueblos, ex­
pidió una Real cédula en 20 de Enero de 1505, notician­
do á las ciudades y villas que, por evitar daños y fatigan
á los pueblos de los recaudadores y arrendatarios de. ren­
tas, había lomado la providencia de arrendarlas á las
mismas ciudades y lugares que lo quisieren hacer por
tiempo de cuatro años W,
Era á la sa7.ón Arcediano de Valpuerfa D. Antonio de
Acuña, de noble estirpe, pero con condiciones más ade­
cuadas para servir la cota de m alla y empuñar espada,
que no para vestir el trajo talar del eclesiástico, y tan
pronto como m u ñ ó la Reina Católica comenjcó á intrigar
con los flamencos en Roma (^) para que el Papa Julio 11
le llamase ú la Corte pontificia. Eslas inlrigas coincidie­
ron con la misión que le confió el Rey de España en 28
de Junio de 1505 de lo que debía gestionar en Roma (3),
para lo cual le facilitó expresiva recomendación y creen­
cia é instrucciones, á fin de convenir la provisión de
todas las piezas eclesiásticas. Y debieron ser eficaces sus
gestiones, pues á la par que el Rey D. Felipe escribía á
los Ayuntamientos, á las ciudades y á los Grandes, ha­
ciendo públicas sus desavenencias con el Rey Católico,
incil ándeles para que no le reconocieran ni tuviesen por
Gobernador de estos Reinos, y ordenándoles que estu­
viesen preparados para ir al punto que él les designa-

(4 ] memorias de ia ciudad de Zam ora, por D. Cesáreo Pernándei


Duro, (orno Ü, póg. 484.
(2) Comunidades 1 / GermaniaSf por Marlínea Velasco. pAg, 54.
(3| Archivo geoeral de Simancas^ LiOros ffenera/és de la C ám a­
r a , líb. II.
ría í^), expedía desdo Bruselas, á 30 de Septiembre (^).
Rea) provisión mandando suspender los procedí míen íojí
de la Inquisición hasta la venida del Rey D. Felipe á es­
tos Reinos; provisión que en carta de la misma lecha
circuló á los Duques de Nájera, de Béjar, dcl Infamado^
de Arcos, deMedinaceli, de Medinasidonia, al Condesla-
ble y Almirante, y Condes de Cabra, do Benavenle, de
Urueoa, y Marqueses de V illenay de Pliego. Y no se h i­
cieron esperar mucho las consecuencias de tan transcen­
dental medida, pues en primeros de Julio de Í500, se sus­
pendió la jurisdiccióD al Arzobispo de Sevilla y á los del
Consejo de la General Inquisición, en el cual asistían el
Dr. Rodrigo de Morcado, ol Maesiro de Azpeitia,ol Licen­
ciado Hernando de Montemayor, ei Licenciado Juan Ta-
vera y el Licenciado de Sosa; resolución que produjo mal
efecto en toda la gente noble y de limpia sangre (*^J. Pero
aun con estos resultados, no inspiró D. Antonio de Acuña
gran confianza a los Reyes de España, pues en 12 de No­
viembre escribieron una caria al Santo Padre, anun­
ciándole enviaban por su Embajador al Maestre Philiber-
to. Preboste de Utreque, Canciller de la Ordon del Toisón
de oro, juntamente con el Arcediano de Valpuería y el
Preboste de Caselles IM. Y la prueba de que el bulli­
cioso Acuña se entendió más con los ñamencos que con
el Gobernador de España, la ofrece la carta que escribió
á Mr. de Xevres, solicitando ser nombrado Embajador
en Roma, mediante haber fallecido el que desempeñaba
este cargo.

(1) Archivo general de SimancaSf Libros de ía Cámat'a, lib. X I,


pág. 31 vueUa.
(2) Idem íü ., id ., pég. 35.
(3j Zurita, tíistoria de D. Fernando, lomo VI, pág. 67 vuelta,
(4) Arch. gen. de S im ., Libros (fmeraltsde la Camara, lib . X I.
Después de la efímera concordia de Salamanca y del
impolítico matrimonio de D. Fernando el Católico con
Doña (rermana de Foix, sólo por alcanzar la desleal
alianza de la Francia, desembarcaron los Reyes de Es­
paña en la Cor aña el 26 de Abril de 1506, con gran
ííuardia flamenca y 6.000 soldados que habían levanta­
do en Galicia, y ¡as ffierzas de los Grandes que saluda­
ban al sol naciente, disgustados del Rey D; Fernando.
Este, á su vez, se quejaba á los Grandes que le eran aún
adictos, que no le dejaban ver á la Reina Doña Juana»
su hija, y que se apercibía á darla su libertad. Y en las
conferencias del Robledal y Renedo confirmaron aquella
violenta situación, á pesar de las mutuas pruebas de ca­
riño de que hicieron alarde ios dos rivales. En Villafáfila,
á 27 de Junio, firmaron ambos una concordia de paz y
tregua; pero los contratos políUcosquese firman con la
pluma y no con la voluntad, duran poco, y así lo eviden-
ció el Rey Católico, protestando en Benavente el siguien­
te día 28 de cuanto acababa de concertar (<}. D. Fer­
nando circuló por el Reino los motivos de desavenencia
con su yerno D. Felipe (*). Y D. Felipe, en las Cortes
de 1506, después de jurar fidelidad y pleito homenaje en
manos de D. García Laso de la Vega, Comendador m a­
yor de León, alcanzó que se jurase á D. Garlos como he­
redero y legítimo sucesor de estos Reinos, siendo testigos
Ximénez de Cisneros, Arzobispo de Toledo; el Duque de
Escalona; D. Alonso Tello Girón, y el Obispo de Cata-
üia, D. Diego Ramírez de Guzmán. El concienzudo Zu­
rita reveló (3], que en estas Cortes se trató de recluir á

(4] La Heina Doña Ju a n a , por h . Antonio Rodríguez Villa, pá-


giaa 437.
(^) Historia de i>. Fernando, por Zurita>tomo VI, pág. 68 vuelta.
(3j Idem id., id.» pág. 75.
OI

la Reina como impedida ó inhábil para gobernar, y que


quedase al Rey su marido libre la administración, sin
niníjún respeto suyo, y él solo gobernase. Algunos par­
tidarios de D. Felipe lo juraron particularmente; pero el
Alniiran'e de Castilla lo contradijo. Apoderado D. Feli­
pe le^^almente del poder, quedó D. Fernando en desven­
tajosa posición, y abandonado de casi lodos los suyos,
vióse obligado á abandonar á España y refutarse en
Ñapóles. El Reino estaba entonces gobernado por el
Consejo Real, á quien prestaba sus fuerzas y apoyo el
Arzobispo de Toledo, Ximénez de Cisneros, y Bernardi-
no de Velasco, General de la caballería Los del par­
tido de D. Felipe instaban á D. íruillermo de Croy, por
sobrenombre Xevres, ayo y camarero de Ü. Carlos, para
que se trasladase á Esjiaña con su alumno, y entrase á
mandar el hijo, puesto que su madre la Reina ó no que­
ría 6 no podía desempeñar los cargos del frobierno. En
medie de tanto desacierto, consolaba el ánimo ver nom­
bramientos tan acertados como el <le pretender el capelo
cardenalicio para el Cardonal Cisneros, concedido por
Breve de Julio II de 17 de Mayo de 1507, añadiendo al
título de Santa Balbina la apelación honorífica de Carde­
nal de España, que había llevado su inmediato antece­
sor Mendoza y el Obispo de Osma, Pedro Frías, en el
siglo xiv (S).
Fallecido Felipe 1 tras breve y efímero reinado, vol­
vió D. Fernííndo el Católico á gobernar el Reino á nom­
bre de Doña Juana y D. Carlos su hijo; y éste, á la tier­
na edad de siete años, recibió por ayo y preceptor á
Adriano Florencio, nacido en la ^erm anía inferior y

(1) Maldonado, E l movimiento d f España, pág. 29.


(2) Navarro y llodríj^o, E¡ Cardenal Cisneros, pAs?. 98.

ciudad de Trayecto. Doctoróse en Lo vaina, donde llegó
á ejercer el cargo de Decano. Aunque nacido en hum il­
de cuna, le ennoblecieron las letras y su virtud, y por
tan relevantes prendas fué nombrado D eán de Lovaina.
Cuando el Príncipe resitiia en Malinas, era su profesor
y ayo el Obispo de Bisonto, varón religioso y grave, en
la facuUad escolásiica, única en su tiempo. Adriano, por
presentación de D. Garlos, fue nombrado Obispo deTor-
tosa, y alcanzado el capelo, fue primero Gobernador de
España y después Papa con el título de Adriano V I ¡0.
A pesar de que en 1507 se conocía ya que D. Garlos era
Rüy de España por la incapacidad de la Reina Doña
Juana, su madre, no se cuidó de nombrar por ayo y pre­
ceptor del joven Monarca á un español, que fuera impo­
niéndole del lenguaje, de las costumbres y hasta de la
historia de la nación cuyos destinos debería regir en
breve, sino que, al contrario, se le designó una persooa
sabia y virtuosa, pero al fin alemán, que, naturalmente,
había de educar al joven Príncipe más á la alemana que
á la española.
Mientras tanto, la reacción se operó en los espiritus»
y ante la incapacidad de la Reina Doña Juana y los po-
-cos años del Príncipe D. Garlos, se resolvió, muy acer­
tadamente, que sólo la experiencia y alias cualidades de
D. Fernando el Católico podía gobernar uo [>ais tan que-
braníado y dividido como lo era España; y llamado in ­
sistentemente de su voluntario ostracismo, regresó de
Ñápeles, se encargó nuevamente del Gobierno, cesaron
los bandos y la pestilencia, y hasta la naturaleza contri­
buyó á la general alegría, prodi^^ando agua, cosechas y
riqueza, en términos de apellidar año verde el año 1508

(1; Pílulo Jovia, De vita U adriuni \'l: Bdsila?, MDLXXVllI.


en que todo esto acontecía (M. Ei Bey Calólico inauguró
su segunda regencia procurando atraerse ó los nobles
que formaban la parcialidad de D. Felipe, y de.sde Gáce-
res, á 6 do Enero de 1509 (í), concedió al Marqués de
Villena el señorío de Almansa y Villena, siendo tesLigos
de la concesión el Duque de Alba y los Secretarios Al—
mascan y Zapa la. Desde entonces hasta que D. Darlos
desembarcó en Villaviciosa el i9 d e Septiembre de i517,
contando diez, y siete años, el favoritismo extranjero cesó
en España; pero sus tendencias se hacían notar desde
Flandes, donde rodeaban al Monarca algunos españoles,
muy pocos; pero, en cambio, casi toda su Coríe era fla­
menca, educación flamenca había sido, y las simpa­
tías hacia los flamencos se sentían. Así, en las Cortes
de Monzón de 1510 representó á la Princesa Marg;arita
Mercurino de GaLinara, que, como Gran Canciller, lle­
vó el nombre del Rey en las sucesivas Cortes ef^paño-
las (3), Más larde, en 1515, por la influencia de Ouiller-
mo de Croy. señor de Xovres, gran Privado del Príncipe
D. Garlos, según un autor flamenco {*), se obligó al
maesiro Adriano, Deán de Lovaina, á venir á E'^paña
para que, si faltaba su abuelo D. Fernando, gobernase
Jos Heinos de Kspaña con fldelidad y cuidado; y con efec­
to, el 1.^ de Octubre de 1515 le confirió el correspon­
diente poder. Estando celebrando el Rey Católico la fies­
ta del nacimiento de Nuestro S^ñor, llegó á Serena de
Plasencia ei Deán de Lovaina tras alguna resistencia
le recibió D. Fernando, hablándole de la venida del Prín-

( i) Pedro Alcocer, ñí¿ación de las Comunidades, pág. S5.


(t) Züntii, [{istoria de D. Fernando, Lomo VI, p<'igs. Í78 y 179.
(3) Idem , id ., id ., pág. 2 i3 .
(4) S»n lloved. Historia de Carlos V, lit). I, pág. 3 i.
(5) Bartolomé \- de A i^ensola, Anales de Aragón, líb. I, p<íg S.
cipe á España; de la unión de los tres Maestraziros en la
Corona de España, que decretó después al ser nombra­
do Papa; y deJ juramenlo del Rey en Cas (illa, echando
de sü Gorfe á los deservidores de su abuelo y á Mr. de
Xevres del oficio de Camarero mayor. Por haber otor­
gado Adriano esfo úllinio, fué en todas ocasiones su
enemigo.
Aun fallecido el í\ey CaióUco subsistió la prevención
contra el exfranjero, y aunque se suscitaron dificultades
entre Adriano y el Arzobispo de Toledo acerca de la go­
bernación del Reino, resolvieron asentar el Gobierno en
Madrid y consultarlo todo con el Príncipe D. Carlos. Sin
embargo, reunidos todos en Madrigalejo, se repartieron
algunos oficios, y estando D. Garlos en el Haya (Holan­
da) participó á Adriano y al Arzobispo de Toledo que
había nombrado Gran Canciller á Mr. de Xevres. El Car­
denal Cisneros desde Madrid, á 7 de Abril de 1016, con­
fió á Diego López de Aya la una creencia cifrada de lo
que había de decir á Mr. de Xevres, elogiando su bondad
y virtud, deseando su conformidad en todas cosas y re­
latando lo que hizo después que el Rey Católico m urió,
yendo á Guadalupe para poner recabdo en lo tocante al
Infante D. Fernando, porque no hubiese algunas revuel­
tas y alíeraciones en estos Reinos, gife oíros ¿iempos ha
habido sobre semejante cosa. Rogaba que si S. A. se ha­
bía de detener, pusiese dos personas que tuviesen car^o
del Infante, pues las que tenía no convenían en nin­
guna manera, é indicaba para una al Conde Palatino y
para maestro al Embajador Adriano. Y pedía comple­
ta uniformidad en todo y mucho secreto (*). Ser Go-

(1) Cartas de Cisneros á Diego López de Ayala, Carta L X ll, pá-


gioa 103.
bernador en España y no eslar en íntim a correspoo-
dencia con el Privado del Rey, era imposible en absolu-
lo. Así se explica la aDterior creencia, á que siguió el
alzar pendones eti Madrid ei 8 de .Abril por la Reina
Doña Juaníi y su hijo D. Carlos, ratificándolos el 11 y
despachando el 13 provisión á Jas ohancillerias, ciuda­
des y villas del Reino, mandando que al Príncipe Don
Carlos le llamasen Rey, Junlamente con su madre Doña
Juana, incluyendo la fórmula que debía adoptarse en las
provisiones y despachos. El día 30 de Abril fué procla­
mado en Madrid Rey de España el Principe D. Carlos.
Al fallecer el Rey Calólico, rodeaban en Flandes al
Principe D. Garlos: Mr. de Xevres, que era su gran Pri­
vado, Presidente del Consejo y después Gran Canciller,
Juan Selvagio, flajnenco, según unos, y borgoñón, se-
í?ún otros; Honlen Cusió y Roe sio eran Consejeros;
Mr. Armaslolf y Mr. de Laxao, Oeniilhombres de la Cá­
mara del Rey-Príncipe; Lorenzo Borrebot, Mayordomo
mayor; Carlos de Lanoy, Caballerizo mayor. Era favore­
cido del Rey Bartolomé Marliano, médico milanés, muy
docto en su facuUad, autor de la empresa del ÜUrny
puesta entre las dos columnas de Hércules, á quien,
con repugnancia del Cardenal de España, le agració el
Rey con el Obispado de Tuy. Entre los españoles desco­
llaba D. Juan Manuel, autor é instrumento de las dis­
cordias y pesadumbres enfre el Rey Caíólioo y el Rey
Felipe, su yerno, y otras personas de menor importan­
cia íO. Con tales Consejeros, era muy natural que al va­
car el Arzobispado de Sevilla sonaran algunos nombres
españoles; y que se dijese al (robernador de España, J i­
ménez de Cisneros W , que Mr. de Xevres habia mostra-
(l .i Argentóla. A m ies de Aragón, pág. 154.
[%) A rcb. g«n. de Sirn., EsUulo, leg. 4.

Tamo XXXV K
do y dicho algunas palabras por do se pensaba que lo
quería para un sobrino suyo que era clérigo, y si él lo
quería y lo pedía, claro está que el Rey no haría otra
cosa. El sobrino contaba diez y seis años, y además de
la poca edad era extranjero, y sería cosa deshonesta y
parecería mal. Se lo hacía saber para que avisase coa
tiempo en el proveer de las iglesias, pues era servicio
de Dios estorbar semejantes cosas, y Cisneros debía es­
cribir en favor del Obispo de Badajo?., pues el Rey da­
ría buen ejemplo y haría lo que era obligado. Entre las
primeras resoluciones del Cardenal de España, fué una
de ellas el sacar de Casi illa los aragoneses empleados
en oficios y reformar la casa de la Reina Doña Juana,
relevando del cargo de Mayordomo á D. Luis Ferrer,
caballero valenciano, y colocando en él á Hernán, Du­
que de Estrada, Maestresala que fué del Rey Católico.
Quiso batir moneda, mudó varios Consejeros, privó de
sus oficios á .muchas personas y á otras principales de
sus rentas y alcabalas, incorporándolas á la Corona
Real, lo cual produjo murmuraciones, indignación de
los Grandes y señores de Castilla contra sus Gobernado­
res, marchando algunos á Flandes á adular al Príncipe
Rey y á sus Privados, y dando lugar á la conocida con­
testación de enseñarles los cañones (M. La preponderan-
cía é influencia de Mr. deXevres en el ánimo del Rey era
tan absoluta como decisiva. Una caria de D. Diego Man­
rique, Obispo de Badajoz, al Cardenal Cisneros desde Bru­
selas á 8 de Marzo de 1516, ya publicada W, consignaba
que el Principe, aunque con m uy buenas inclinaciones

(r Argensolft, Anales de Araf^ón^ 6 i; Sandoval, ílis to n a


«itada» Ub. II, pág. 5$.
(2) Rixiríguez Villa» La Heina Dona Juana, pú|$. ¿95.
■y gran natural, le habían criado, y le criaban, m uy re­
traído y empachado, en especial con los españoles, lo
cual era un inconveniente, y lo seria más cuando vinie­
se á España. S. A. no sabía hablar ninguna palabra en
español, ni sabía hacer ni decir otra palabra sino lo que
Je aconsejaban y decían, siguiendo mucho á su Consejo.
Pero el principal que gobernaba, y por cuya mano ab ­
solutamente se hacia todoj era Mr. de Xevres, prudente,
manso y parecía buena persona; pero lo principal que
reinaba cerca de aquella gente era la codicia, que no se
tenía por mal n i pecado. Parecíale al Obispo de Bada­
joz, que si en F1andes se proveyesen las cosas y se hicie­
ran mercedes de oficios y beneficios, todo andaría en
-compra y venta, y por esto se había procurado que allá
no se hiciese ninguna merced» pues algunos no las m e­
recían, y otros se estimaban en más de lo que eran. A l­
gunos españoles recién llegados hablaban mal de la In-
•quisición (M. La correspondencia de Diego López de Aya-
la confirma los anteriores juicios; pero merece señalar­
se la carta de 20 de Noviembre, en que hablando al Car­
denal de España de la provisión de deslinos, para lo cual
había ido á Flandes el Duque de Arcos, se aconsejaba el
sistema de enviar relación de personas para los oficios de
las Audiencias y Consejos, para que S. A. los proveyese,
pues si de otra manera se hacia, cada dia recibiría m il
-enojos y CasLilla quedaría sujeta al Condado de Flandes,
llevando á él cuantas causas y negocios ocurriesen ¡í). Y
á su vez el Cardenal Cisneros, en 12 de Diciembre de
1516, escribía á Lópe?: de Ayala para que diese cuenta
al Rey de sus actos de gobierno, principalmente en lo

(1) Aroh. gen. de Sim., Estado, Fiandes^ leg. 496.


(2) Arch. gen. de Siin.^ Estado, leg. 496.
relativo á la provisión de deslinos, lamentándose de ver­
se contrariado en esta parle ). Después de recorrer Don
Carlos las villas de Gante, Amheres, í.ovaina y Mali­
nas, se volvió á Bruselas, desde donde envió alguna
^ente contra los de (itieldres. Y en estos días hizo Obis­
po de Badajoz al Maestro Mota, y á D. Alonso Manrique,
que tenía aquel Obispado, le dió la Iglesia de Córdoba,
y al Deán de Lovaina, que estaba ín España, le propu­
so para el Obispado de Torlosa. No pudiendo regresar
D. Garlos hasta el año siguiente, envi6 á Mr. de I^x a o
para dar razón de las causas que dilataban su venida y
otríjs i m por lAn íes asuntos. Arpensela reveló (¿) que Mr.de
I^x a o se llamaba Carlos de Chauls, y que se le nombró
Gobernador por las severas disposiciones que para e\
Gobierno adopíaba el Cardenal de Toledo y no se atrevía
á contrariar el Obispo de Torlosa.
Las quejas de los Grandes y caballeros, y aun de los
particulares, respecto de la provisión de los caraos pú­
blicos en extranjeros, transcendieron á las ciudades y
villas, que, como Burgos, en 25 de Abril de 1517, no
ocultaron su disgusto en medio de grandes demostracio­
nes de amor y respeto monárquico. De.sde Ja citada fe­
cha comenzaron los españoles á condolerse de*la rapaci­
dad de los flamencos, rogando al Rey viniese á Rspaña
para el mes de Septiembre (3). Lo mismo rogó .^lam an-
ca en carta que la ciudad escribió al Rey en 10 de Ju­
nio (4), señalando Jos inconvenientes que podían seguirse
de lo conlrario, y (*omo uno de los principales, la provi-*

ÍV Cartas de Cisneros á Lnpez fie Aya la , carta L X X X IX , pági­


na 183.
(S; ArgeDsola. Anales de Aragiin, pá.^. 322.
(3) Real Academia dd la Historia, MS.. T. N. i i , fol. ^4.
4^ Dihiioleca Niicional. M S., fol. S75 vuello.
sión ea extranjeros de los cargos públicos. A ate el es­
pectáculo de que se vendíao los priacipales oficios y d ig ­
nidades del Reino, el Consejo escribió al Rey uaa carta
á mediados del ano 1517, invocando algunos recuerdos
para reclamar gran prudencia en la provisión de los ofl-
cios, como lo hicieron los Reyes Católicos, y rogándole
atendiese al bien de la cosa pública, encaminándolo al
interés general y servicio de Dios, como las leyes de estos
Reinos lo disponían íM. Y menudearon tanto las quejas
de Valladolid, Burgos, i^eón y Zamora acerca de la con­
cesión de los oficios á extranjeros, que el Rey, desde
Midd el burgo, á 3 de Agosto, se vió obligado á contes­
tar aplazando el remedio de éste y otros importantes ex*
tremos para su inmediatx) regreso á España (^).
Llegado D. Garlos y desembarcado en Villaviciosa el
19 de Septiembre, acompañado de Mr. de Xevres y de
toda su Corte flamenca, se encaminó á visitar á su m a­
dre, que continuaba en Tordesillas, y desde allí se dirigió
á Valladolid, escribiendo al Cardenal de España y al
Consejo para que fuesen á Mojados á conferenciar acer­
ca de lo que tocaba á su casa. Diego López de Ayala, que
había quedado en Bruselas, escribía el 29 de Noviembre
al Cardenal Cisneros, indicándole que en ausencia del
Rey no era bien alterar las Comunidades, pues con elias
se haría lo que quisiere, y á ios Grandes ya los conocía
para qué eran y qué fines tenían (3). D. Garlos, ya en Es­
paña, continuó dispensando á los flamencos de su séqui­
to la misma protección que les había otorgado en Flan-
<les. Al Deán de Lovaina le dió primero una oanongia en

( i) Sandoval, Historia oit., lib. II, pág. 74.


(S) Salvá, Burgos en la i Comunidades, pág. ^5.
(3) Rüdri]^uez Villa, La Heina Doña Juana, pág. 301.
la Iglesia Catedral de Burgos, en cuya capilla de Sai>
Nicolás y del Nacimiento existe un retrato de Adria­
no VI, con la inscripción correspondiente que así lo con­
signa (<). Estando el Rey en Valladolid, el Papa I^ ó n X.
envió el capelo de Cardenal á Adriano, Obispo de Tor-
losa, Deán de Lo vaina, que lo recibió en el Monasterio-
de San Pablo de dielia ciudad, con gran solemnidad y
hallándose presente el Rey, que quiso honrar á su maes­
tro; pero la indignación general adquirió proporciones
alarmantes cuando ocu rrió el fallecimiento del Cardenal
Cisneros, á quien lodos obedecían y respetaban por sus-
grandes virtudes y probado patriotismo; se otorgó el
Arzobispado de Toledo, Primado de las Es pañas, á Gui­
llermo de Croy, Obispo de Cambray, sobrino de Mr. de
Xevres, contra la opinión del Marqués de Villena y otros
Grandes de Castilla. Y llegaron las cosas á tal punto^
que en la misma Corte de Valladolid no faltaron ruchi-
liadas, de que resultó un castellano muerto y otro heri­
do por los flamencos archeros del Rey (2). Y en 14 de
Marzo de 1518 fué tan enconada una justa real que se
celebró en la plaza de Vailadolid entre 25 caballeros
españoles y llamencos, pagando el Rey 40.000 ducados^
que resultaron varios heridos y siete muertos
Celebráronle las Cortes de Valladolid en 1518 para
tratar de las dos cosas que quería el Reino: la una, si
convenía jurar por Rey al Príncipe D. Carlos, viviéndo­
la Reina Dona Juana, propietaria de estos Reinos; y
otra, que el Reino estuviese encabezado por cierto pre­
cio y tiempo hasla que pudiera admitirse puja. Fn estas

(1) M. de Ve)d9co, Comunidades, pág. 5S.


(2) Are ti. gen. de Sí>n.> Cámara, Memoriales, )«g. 126.
(3) Sandovaí, Historia c it,, líb . 111» pAg. 94.
Cortes fué donde el Dr. Zumel, Procurador de Burgos,
mostró aquella entereza y valentía que le conquistó ian
gran celebridad, y que después empleó contra las Comu­
nidades y en servicio del Rey de España. E n estas Cor­
tes ofreció el Rey no crear nuevos impuestos ni conc^e-
der á extranjeros los oficios y beneficios de Castilla, y
obligar al Arzobispo de Toledo á que viniera y residiese
en estos Reinos. Y para los castellanos se pidieron los
oficios de la Gasa Real, y que el Rey hablara castellano»
lo cual prueba que no lo sabía. Y de la lealtad de estas
pi'omesas puede juzgarse recordando que, esfando el
Rey celebrando Cortes en Zaragoza, murió el Oran Can­
ciller Mr. de Laxao, é inmediatamente fué sustituido por
Mercurino de Oatinara, varón prudente, amigo de la
justicia y gran jurisconsulto; pero al fin extranjero. No
faltaron provocaciones é injurias al Rey, como lo prue­
ba el proceso instruido á Lope de AraozíM; pero nada tan
gráfico respecto de este punto, como la carta que el Doc-
U)T Villalobos escribió á D. Pedro Laso de la Vega desde

Zaragoza en 1518, pintando el estado del Reino entre


castellanos y flamencos, pues los primeros gobernaban y
los segundos negociaban» y las luchas de amores entre
los flamencas y las castellanas, que iban muy delante­
ras El castillo de Lar a, en Burgos, se concedió al
francés Jofre de Gotannes, posesión que más tarde lo
costó la vida. Y^ en 2 de Enero de 1519 se suspendió del
cargo de Gobernador de Valencia á D. Pedro Ma¿a, y
se nombró en su lugar á Antón Moreno, Camarlengo
del Rey.
El incumplimiento de lo ordenado por la Reina Gató-

{{) A re ti. gen. de S im ., Comunidades de Castilla, oúm . I . ‘


(9J Cartas dsl D r. Villalobos^ carta VI, pág. 19.
iica en su testamento y codicilo, respecto del encabeza­
miento de las alcabalas y concesión de los ofícios y
nidades á los extranjeros^ puede señalarse como una de
las causas originarias de la revolución española en el sí*
glo XVI, conocida vulgarmente con el nombre de las
Comunidades de Castilla.
Il

SUMARIO

Cambio Hcl espiritu y U ndencU de la politica española a la que re ­


presentó Felipe 1 de GastlUa.— Archiduque de Austria y extranje­
ro por eiiucación, por costumbres, por aficiones y hasld por in ­
tereses.— Paréntesis que en la induencia extranjera representan
ias Uegencias de I). Fernando el Católico y del Cardenal Cisne-
ros.— Merüa<)o establecido en Flandes.— Acompafiumiento que
trajo é Cspaña 1). Carlos.— Iníluencia decisiva de Mr. de X<'vres.
-^Gestiones de ó$te para que la nobleza pechase.— Acalorados
debates on ol Apuntamiento de Toledo.— A ctitud de Juan de Pa-
dillri. —Unicas excepciones que disfrutaba Toledo.— Límite de las
qu^j;)sde lus ciudaiies.— Décima impuesta é las reatas de los bie^
nes del clero.— Resistencia debiste.—‘ Hredicaciones contra elGcw
bierno dn( Rey.— Avaricia de Mr. de Xevres.— Exportación de mo-
ne.la y alhajas por la Aduana de B arcelona.^Servicio acordado
en Us Cortes de Vailadolid de 45i8.— Cambio de la actitud del
Dr. Zum el.— Merced á éste de 75.000 maravedises.-^Partida á
Flandes del Infante [). Fernando.— Concesión de! Arzobispado de
Toledo & un sobrino de .Mr. de Kevres.—Ju a n de PadilU , capitán
<le hombres de arm as por renuncia de su padre.— Luis Marliu-
no, Obispo de T uy.— Varias ciudades pactaron carta de Hf^nnsio*
dad.— P.dlecímiento del Emperador Maximiliano.— Ambición dd
O. Carlos de cefiir la Ci)runa de A lem ania.— Elección favorable.
^ A n te p u s o el título de Emperador ul de Rey sin consultar á las
Corles.— Convocó las de Santiago-Otruña para pedir uu nuevo
servicio.— Disgusto j¿<^neral.—Tomor de Xevres.-^Presidió las
Cortes M ercurinode Gütínara.— Acuerdos im p o rta n le s .^ S e n o m ­
bró é Adriano Gobernador de España.— Debilidad de este Go-
bierno.— Rebelión en Valencia.— Rebeldía en Toledo.— Al ausen­
ta i'se de España su Rey D. Carlos 1, dejó encendida ía guerra civil.

A los anteriores motivos de universal disgusto, pueden


adicionarse otros, que acaso expliquen la actitud del
pueblo español en general, y de algunas clases sociales
en particular. Nada hay que entusiasme tanto á un pue­
blo y le prepare á los mayores sacrificios, como los Go­
biernos honrados que sólo se preocupíin de la pública
felicidad. Por ello se recuerda con deleite el reinado de
D. Fernando y Doña Isabel. Nada contribuye á preparar
la rebeldía de las clases sociales como los malos Gobier­
nos, que anteponen los intereses particulares de los go­
bernantes á los generales de la nación. La Historia re­
gistra sangrientas páginas que confirman la considera­
ción an les expuesta. Con la muerte de la Reina Católica,
á quien prematuramente antecedió el Príncipe D. Juan,
quedó la sncesión española sin descendencia varonil, y
aquélla correspondió de derecho á la Reina Doña Juana,
enferma de espíritu, y casada con el Príncipe D. Felipe,
hijo del Emperador Maximiliano I y de María Carolina
de Borgoña, que nació en la ciudad de Brujas, en Ftan-
des, el 24 de Junio de 1478. Recaía, por consiguiente,
la gobernación de España en manos extranjeras, y se
trancaba la política genuinamente española por la dé la
Casa de Austria, que iba a imperar por muy cerca de dos
siglos. Tema es éste que ha preocupado á ingenios ex­
tranjeros y españoles, y que, ciertamente, merece capí­
tulo apar lo; pero es forzoso señalarlo para comprender
que, al lado del encabe/amienío general de las alcabalas
y concesión do empleos, oficios y dignidades á extran­
jeros, existían causas tan hondas como el cambio del es­
píritu y tendencia de la política, de donde nacieron to­
dos los abusos, todos los excesos, todas las ofensas, todas
las quejas, y se engendraban lodas las rebeldías.
Extranjero fué D. Felipe I para España, como lo fué
D. Carlos I hasta los diez y ocho años en que la represen­
tación del Reino en Cortes hubo de rogarle que hablase
castellano. Extranjera habia sitio su educación, sus cos­
tumbres, sus amistades y hasta sus intereses famitiares.
Los cortesanos que lo rodeaban cuando vino á Es­
paña, ex franjeros eran también; y aquella codicia fla­
menca que el Obispo de Badajoz halló tan desarrollada
en la Corte de Flandes, había de encontrar campo feraz
en la pobre España, desgarrada por sus intestinas divi­
siones, débil el principio de autoridad, revueltos todos
los intereses, desatadas todas las ambiciones y terreno
abonado para todas las posibles rebeliones. Duranie el
breve reinado de Felipe 1 se mostraron, pero no tuvie­
ron tiempo y espacio para arraigar, lodos aquellos insa­
nos apeiitos, y las Regencias de D. Fernando y de Cis—
ñeros tueron iin obstáculo perenne á la ambición des­
atentada de los que rodeaban y aconsejaban al Monarca.
Mas cuando pasaron aquellos verdaderos paréntesis en
la política española y D. Carlos vino á ser el primer Rey
de España que ostentaba su nombre, tuvo friste realidad
todo cuanto los comisionados del Cardenal Cisneros vinie­
ron escribiendo desde Flandes á contar desde 1516.
Cuando ocurrió el fallecimiento del Rey Católico y to­
mó la gobernación del Reino el Cardenal Cisneros, no
faltaron alteraciones en Tordesillas entre los empleados
de la casa de la Reina Doña Juana contra el Gobernador
Mosén Ferrer. Era Camarera mayor de la Reina, Doña
María de ülloa, Condesa viuda de Salinas, y en creencia
que confió á quion había de referirlo al Cardenal de Es­
paña (t!, relató todo lo ocurrido, obligando al Cardenal
á enviar á Tordesillas á Rodrigo Sánchez del Mercado,
Obispo de Mallorca, para que reslableciese el orden en
la casa de la Reina. Enojóse Ferrer por esta resolución

( i; Rodriguen Villa, ¿ a ñeina £h ña Juana, pég. 263.


y di mi lió su cargo, siendo reemplazado eo 3 de Abril de
1516 por Hornáa, Duque tle Estrada, natural de Talave­
ra, Maestresala que había sido del Rey D. Fernando y
enviado por los Reyes Católicos á Inglaterra para nego­
ciar el tnatrimonio de su hija la Infanta Doña Catalina
con el PríDcipe de Gales. El Cardenal de España había
comisionado al Conde D. Fernando de Andrade para ir
á Flandes y enterar al Rey y á sus Consejeros de los más
urgentes negocios, y singularmente de la situación de
la Reina Doña Juana, y allá se consiguió, que el mismo
Conde propusiese á un noble lia meneo pava Gobernador
de la casa de Tordesillas, propuesta que se aplazó hasta
el regreso del Rey. Cisneros designó á D. Diego Manri­
que, Obispo de Badajoz, para que fuese á Flandes y ha­
blara á D. Carlos, según instrucción que ha sido publi­
cada (O, y en olla se hacia una pintura exacta de aque­
lla Corte, de sus hombres y de sus ambicioues, diciendo
que Mr. de Xevres era el que gobernaba y lo hacía todo,
y la codicia se albergaba en todos los espíritus. Un libro
de mano que comenzó á escribir el Dr. Carvajal, del Con­
sejo del Rey Católico y de Carlos I (2), retrata el inm un­
do mercado que se había establecido en Flandes para
negociar dignidades, mercedes y beneficios, aprovechán­
dose de la codicia de los Ministros ñamencos, que desde
allí proveían los cargos más delicados é importantes, sin
tener para nada en cuenta Ja autoridad ni las protestas
del Cardenal Regente Fr. Francisco Jiménez de Cisne-
ros; y asi obtuvo su cargo el mismo Hernán Duque, Go-

(1j Rodrigues V illa, La Heina Doña Jitanay pág. ¿95.


(9) Memorial y suma de algunas cosas que sucedieron después
de la muerle del Rey Calólico, citado por Rodríguez Villa. La Reina
Doña Juana, pág.
bernador de la Cosa Ueal de Tordesillas, «y á la verdad
para bien del Reino y servicio del Rey, íUera mejor que
nunca fueran allá, porque pusieron las cosas en codicia
y avisos y en malos consejos, que de anfes los flamencos
no sabían nada, de lo cual sucedieron muchos males en
estos Reinos.» Ix)s flamencos y los Grandes que con ellos
estaban en secreta inteligencia, tra'aron que el Rey qui­
tase sus caraos é los del Consejo» hombres en su mayor
parte de gran experiencia y profundo saber; y aunque
esto no lo consiguieron del Rey, M. de Xevrt^s, que todo
lo gobernaba, favorecía es^osocultos manejos. Así, con­
siguieron muclíos comprar los oficios que prelendían,
con perjuicio de las personas dignas que los desempeña­
ban; «tanto, que muchas veces no bastaban servicioH
pasadtís. ni buenas costumbre«, ni ciencia, ni experieU'
cia, si no eran acompañados de dineros.» El Gran Canci­
ller Juan Salvaggio fomentaba esfa escandalosa inmora­
lidad, sirviendo de intermediario un Doctor, fam iliar
suyo, llamado Guquefe. Algunos oficios del Reino y del
Consejo de la Cámara se vendieron por dineros, que se
entregaron al Gran Canciller, y hubo algo más, «que
uno del Consejo, en nombre de Mr. de Xevres, según él
lo decía, anduvo requiriendo á todos los que tenian ofi­
cios principales en la Corte para que se compusiesen, y
que les darían provisiones nuevas, de lo qual se hazia
suma de veinte m il ducados que se habia de dar al dicho
Mr. de Xevres; y ansí lodos 6 la mayor parte, redimit^n-
do su vexacion, se dejaron coechar; y si alguno no lo
h)7o le cosió caro, y los que lo vieron saben que esto es
verdad.»
Con esta cohorte de explotadores vino D. Carlos á Es­
paña el 19 de Septiembre de 1517, y si durante su per­
manencia en Flandes sus Ministros consejeros tuvieren
en tan poco la honra de su Rey, á cuyo nombre pacta­
ban los cohechos, fácilmente se comprende lo que inten­
tarían y harían al encontrarse en el país que venían ex­
plorando, y con la mayor autoridad é influencia que les
daba el ser reconocido y aceptado D. Garlos por Rey <le
España, vista la creciente inc apacidad de su madre Doña
Juana. Su primera visita fué al Palacio de Tordesillas,
donde, según la relación de Lorenzo Vital, que iba en la
comitiva del Rey (M, éste solicitó una audiencia para
Mr. de Xevres, después que la madre y los hijos trocasen
su» ternuras; y con efecfo, Mr. de Xevres conversó, indi­
cándola que, para su niayor comodidad y reposo, y á fin
de que sn hijo aprendiese en vida de ella á regir su pue­
blo, convenía que le confiase desde aquel instante tan
difícil cargo, á lo que contestó la Reina que tenía razón,
y que de buena voluntad consentía en que su hijo Don
Garlos gobernase sus Reinos en su nombre. Este heclio,
y la faga de la Inianta Doña Catalina á Valladolid, pre­
parada por el mismo Rey con la cooperación deBeltrán
Plomont, servidor de la Reina, y conducida de una jna-
no por el señor de Trazeguies y de la otra por Mad. de
Xevres, descubren que, on sus primeros y transcenden­
tales actos, sólo los extranjeros dieron consejo y ejecu­
taron los proyectos del Rey, que ningún español aprobó.
El historiador coetáneo Pedro de Alcocer consignó en
su Relación acerca de las Comunidades, que la causa de
las alteraciones de estos Reinos que se llamaron Comu­
nidades, fué Mr. de Xevres, flamenco, que llegado á Es­
paña, mandó recoger en la Corte y demás lugares de es­
tos Reinos una moneda que el Hey D. Fernando v la

( k] CollecUoit des \>Qyag^i de% soMv^'ains de$ Pays Bas. — Gaclivrd,


Jeanne ia folle et Charles V, etc.
Reina Doña Isabel mandaron labrar, que eran ducados
de á dos con dos caras, que valían 22 reales cada uno, y
como daba 23 se consumieron en pocos días, dando oca­
sión al célebre y conocido cantar popular que retrataba
la codicia del coleccionador. Tras esto, trabajó por cre­
cer las alcabalas y que los hidalgos pechasen, y esto se
platicó con alg:uQos Grandes y señores, y aunque les
pareció mal, por contentarle, y movidos por lo que les
promeiia. vinieron algunos en ello; y con tanta fuerza
se trató es (o, que no sólo los Grandes y caballeros, sino
muchas ciudades y villas, se rindieron á su querer; y á
donde más se cobró esto fue en Toledo, ciudad Ubre y
franca, la cual pensaba negociar Xevres, y no se enga­
ñaba, si no lo contradijera y resistiera Toledo. Parecién-
dolé á Xevres que si esta ciudad traía á su devoción, lo
demás del Reino era llano y lo tendría de su parte, ha­
bló á algunos caballeros y Regidores poniéndoles por
delante el servicio del Rey y las mercedes y beneficios
quede S. A., sí lo hacían, podían esperar; ellos, venció-
dos con estas promesas, rindiéronse á Xevres y tomaron
á su cargo platicarlo en el Ayuntamiento, creyendo que
todos les seguirían, y llegando hasta ofrecer ía mitad de
sus haciendas para el servicio del Rey. Varias las opi­
niones, llegó el voto á Juan de Padilla, Regidor por To-
ledo, y afeando tal proposición y yugo sobre la nobleza
de Castilla, dijo que no era en ello, ni pluguiese á Dios
que él consintiese que los Reinos de León y Castilla» g a­
nados con muertes y derramamiento de sangre de los
caballeros hijosdalgo de cllós, los hiciese pecheros. E n­
tonces fué cuando el pueblo toledano acompañó á Padi->
Ha á su morada, y al verle venir su padre tan acompa­
ñado, sabida la causa, le dijo: Ju a n de Padilla, digooí^
qvs lo hübéis hecho y dicho como caballero del linaje de
donde i'enis. Yo tengo q(te el Rexf naefiiro Señor os pn^
gard este senicio que le hicisteis Al publicar estas
frases M. Ternaux, en 1834, truncó su natural sentido,
quo el hisforiador toledano Martín Gamero hnbo de res­
tablecer en 1872, declarando que las frases del padre ó
hijo bas5an para comprender cual fué el preíexio 6 el
fin principal de las Comunidades. Ei querer los Conseje­
ros de Garlos V que pecharen los cfiballeros é hijosdalgo
de Castilla, con motivo de la imposición de la alcabala,
sin que se hablase de Hberlades del pueblo, sino de los
privilegios y exenciones de la nobleza, por cuyos intere­
ses, y DO por los de la ciudad, abogó el Regidor Juan
de Padilla en el Municipio toledano. Acepíamosy repro­
ducimos como propios estos juicios, porque, según el
mismo Martín Gamero declara, refiriéndose á una de sus
Ilustraciones á la Historia de Toledo, esl a ciudad, por
privilegio de Enrique IV, de 30 de Junto de 1468, con­
firmado por ejecutoria del Consejo en 1576, sólo estaba
exceptuada de pagar alcabala <de iodo el vino e vina­
gre e mosto que sea vendido y comprado, e se vendiere
e comprare en la dicha ciudad y en sus arrabales.» Los
toledanos es (aban sujetos ai impuesto común y el Roy
en posesión de cobrarle. Así lo acreditan: primero, un
acuerdo municipal de 22 de Junio de 1520, en que se
mandó tomar prestados para el ejército comunero
tos é setenta e cuatro m ili e tantos maravedís de los re­
ceptores de alcabalas de S. M. en esta población; y se­
gundo, los juros que sobre ellas tenían varias familias
nobles, incluso la mujer de Padilla. Por eso, en el per­
dón especial que D. Carlo,s concedió á Toledo el 28 de
Octubre de 1521, dice: «En el capítulo de las alcabalas,

(() Alcocer, de las Comuiúdudes, p á ^ . 37 y 3S.


mandamos que se vea por justicia lo más bfevemenle
que ser pueda, y que entre tanto que se determina, se
conseroe la posesión nuestra y (ie nuestra Corona^> al
paso que en lo tocan Le á privilegios y costumbres no
l.uvo el Rey inconveniente en prevenir <que se guarden
y cumplan, asxj e segund que hasta aqui se han guarda-
do y cumplido^> dando de ellos confirmación en forma,
si se pedia W.
Pero aun volviendo á la época del regreso del Empe­
rador, de la que nos hemos distanciado bastante, y aun
acaso antes, resulta una gran uoanimidad en las ciuda­
des y villas de voto en Cortes en quejarse de la extrac­
ción de la moneda y de la provisión de oficios y digni­
dades á extranjeros, si bien haciendo resallar la lealtad
monárquica. Los capítulos en que tales quejas se consig­
naban llevan la fecha de 25 de Abril de 1517, y fueron
leídos en la posada del Corregidor, y lendíán á crear una
verdadera Hermandad, quejándose de la rapacidad de los
flamencos y rogando al Rey viniera para el mes de Sep­
tiembre W . Pero D. Garlos, resuelto á imponer todo gé­
nero de sacrificios á todas las clases sociales de España,
autorizado por el Concilio Lateranense, y con pretexto
de la guerra con el Gran Turco, suplicó y obtuvo del
Santo Padre una Bula, imponiendo á los eclesiásticos en
España la obligación de ceder la décima de sus bienes y
frutos por tres años para las apremiantes necesidades
del Estado. Esta Bula y lo que en ella se ordenaba, no
como donativo, sino como imposición, causó deplorable
efecto en el clero regular y secular, y reunidos todos los
Prelados, acordaron reclamar y resistir. El Arzobispo de

(1) Nota 40 á la Reiación de Alcocdr, publicada en 187S.


(2] Real Academia de la Historia, U S ., T. K. fol. SIO.
Touo ZKIV 6
Zaragoza escribió a) Cardenal Cisneros; pero no satisfa­
ciéndole la contestación, cornuoicó al Camarlengo Antón
Moreno de Onaya lo que sucedía. £1 Cardenal Cisneros,
colocándose en abierta oposición con todo el clero espa­
ñol, escribió á Roma ofreciendo al Papa, d o sólo la dé­
cima, sino todo cuanto poseía; pero oponiéndose á que el
clero de Castilla fuese pechero. Por consecuencia de
lodo esto, los Consejos y Chancherías pidieron al Rey
que relevase á Cisneros, porque no podían tolerar.su
entereza; pero éste insistió en su actilud y continuó en
su puesto (^). Pedro M ártir de Anglería en una de sus
cartas (^), y Argensola en sus Anales, relataron la mag­
na reunión del clero español» donde unánimemente
mantuvieron la neíraüva, Y Ja Iglesia de Toledo, como
cabeza de todas las de España, elevó al Papa León X re­
verente exposición contra U décima concedida, por ser
una imposición nueva y grave. Pero adviértese la coin­
cidencia, de que así como Juan de Padilla resistió la
proposición de Mr, de Xevres porque Jos hidalgos no pe­
chasen en los Reinos de Castilla y León, por Ja misma
raz.ón todo el clero españoJ se opuso á dar la décima de
sus bienes y frutos, por no querer ser pechero en Cas­
tilla.
Con estas tentativas de nuevos tributos contra la no­
bleza y el clero de España, coincidieron y comenzaron
los frailes á predicar por fndo el Reino contra el Rey y
contra sus Ministros flamencos, creando una atmósfera
letal para la buena gobernación del Eslado. Ix^s particu­
lares tampoco detenían su lengua en ofensa del Monar­
ca, y esta peligrosa propaganda creaba un ambiente

(4) Argensola, Anales <U Am gón, pág. 35?.


(3) Aoglería, carU IV de l'is nonas de Julio de 1519.
r
^iaâoso y perjudicial á las instituciones permanentes del
país. A l Obispo de Málaga se le preveoia procesara y
-castigase á los fraíies que predicaban la rebelión, y á
Lope de Araoz se le perseguía por injurias al Rey y á
los flamencos. El Dr. Villalobos escribía sus punzantes
•sátiras contra la voracidad flamenca. Y Pedro Mártir de
Anglería, aun exagerando los hechos que presenciaba,
relataba á los Marqueses de los Vélez y Mondéjar, sus
«discípulos, que era tal la avaricia del Capro (Xevres),
que no sólo se tragaba las rique^.as del Rey y de sus
Reinos, sioo que además devoraba su honor y fama (M.
La prueba se había consignado oñcíaiment^ en ios lí-
bros de la Diputación de Cataluña: TOO cuentos de mo­
neda se extrajeron por el puerto de Barcelona y 950 por
•el de la Cor uña, según afirmaron Maído nado, Ternaux
y Lafuenle, lo cual no ha podido comprobarse; pero, en
cambio, resulta certificado, que en 1518 pasaron por la
Aduana de Barcelona 300 cabals:aduras y 80 acémilas
•cargadas de riquezas, sin pagar los dereclïos del Gene­
ral, para Mad. de Xevres, que regresaba á Flandes con
otros dos compatriotas, que no andaron cortos en llevar­
se oro, plata y alhajas en gran número. El Confesor y
Consejero del Rey, D. Juan Arca, Obispo de Arbórea,
partió para Flandes con 10 caballerías y seis acémilas
con las ropas, oro, plata, etc., de su propio uso. Y la
mujer del Caballerizo mayor se llevó 40 caballerias y 10
acémilas cargadas de monedas y alhajas. Las Cortes de
Valladolid de 1518 concedieron 200 millones de servicio
en cuatro años, aunque Mexía dijo que el servicio fué de
600.000 escudos, y Fr. Antonio de Guevara que fueron
150 cuentos á cobrar en tres años. Estas Cortes, presidi-

;4) Mártir de A nglería, carta de 9 de Moyo de 1549.


u
das por el Gran Canciller flamenco, mol i varón aquella
arrog-ante actitud del Dr. Zumel, dulcificada por una
Real cédula expedida en Valladolid el i 5 de Marzo de-
i518, en la que se le hacía merced de 200 ducados de
oro, 6 sean 75.000 maravedises (^). Obtenido el servicio^
el Rey, á primeros de Abril, en unión de su hermana
Dofia I-^onor y de la Reina Doña Germana de Foix, viu­
da del Rey Católico, partieron de Valladolid para Aran-
da de Duero, y desde allí el Infante D. Fernando marchó-
á Flandes, como esíaba determinado, y el Rey concedió
el Arzobispado de Toledo al Cardenal de Croy, faltando
al compromiso que había contraído en las Cortes que
acababa de celebrar (S). En Calatayud, á fines de Abril,
entró D, Carlos con numerosos cortesanos, y en solemne
función religiosa que se celebró en la I^rlosia Colegial,,
ju ró guardar y hacer guardar los fueros, privilegios y
A'anquicias. Calatayud tenía Comunidad de 60pueblos(3).
Juan de Padilla fué nombrado desde Zaragoza, á 22 de
Agosto, Capitán de hombres de armas por renuncia de
sn padre Pero López de Padilla (*). El 20 de Noviembre
D . Carlos escribió al Papa León X , suplicándole admi­
tiese la presentación del Obispo de Tuy, D. Luis Marlia-
no, para la Abadía de Altofonte. Pero ya desde el 19 de
Agosto de 1518 cerníanse sobre España nubes precurso­
ras de próxima tempestad. Según escritura que se con­
serva en el Archivo municipal de Burgos (5), esta ciu­
dad, León, Valladolid y Zamora habían pactado carta de

(4) Arch. gen, de Sim ,, Céduhs, llb. X LIII, fol. í .


(9] Argensola, Ana/fs de Aragón, páfi;, i83.
(3) M. Velasco, Comunidades, pág. 99.
( i) Documentos inéditos para la /Ii$io7 Ía de España, tomo I» p á*
gina 26 i.
(5) M . Velasco, Comunidades, pég. 0 6 .
Hermandad «desde que prÍDcipiaron estos negocios,>
para obrar siempre de común acuerdo» y dejaron abier­
to el pacto «para todas aquellas ciudades que quisieren
venir en ello.»
Un nuevo y transcendental suceso vioo á aumentar el
descontento del pueblo español. El I I de Enero de £519
ocurrió ol fallecimiento del Emperador Maximiliano, y
desde que tuvo noticia de tal suceso el Rey D. Garlos U
todas sus aspiraciones se encaminaron á ceñir la corona
del Imperio, y no le arredraron n i los compromisos ni
los sacriñcios. Estando aún ea Barcelona, recibió en
1520 la fausía nueva de haber triunfado en la Dieta elec**
toral de su competidor Francisco I, Rey de Francia, y
accplando el Imperio sin consultar las Cortes españolas,
resolvió ausentarse de España, lo cual aumentó el gene-
ral disgusto. Inmediatameule comenzó á usar el título da
Majestad, y en todas las Pragmáticas, Reales cédulas y
Provisiones que expidió, adoptó primero los títulos de
Rey de romanos y futuro Emperador, que el de Rey de
ios españoles con su madre Doña Juana. Y como el ser­
vicio votado en las Cortes de Valladolid <ie 1518 debía
realizarse en tres años, y no bastaba para hacer frente
á la magna empresa que se acometía, se pensó en soli­
citar un nuevo servicio, reuniendo inmediatamente las
Corles. Como menudeaban ya las quejas y las reclama­
ciones de las ciudades, y Toledo había adoptado una ac­
titud revolucionaria, se resolvió celebrar las Cortes en
Santiago porque, según dijo Sandoval, <Mr. de Xevres
tenia mucho miedo de que le avían de matar, que él sa—
bia bien quan m al quisto estaba» y sentía los movimien­
tos de los lugares que podrían comenzar por él.» Las
Cortes se abrieron el 31 de Marzo por el Gran Canciller
Mercurino de Gatinara, con la asistencia de los Proca­
radores de todas las ciudades y villas, menos Toledo, y
se leyó la Proposición Real que había redactado el Obis­
po de Badajoz, revelando la necesidad de la partida, las
medidas de gobierno adoptadas, la seguridad de la paz
en ios pueblos, la promesa de volver dentro de tres años
y la desií^nación de persona que representase la Real
Majestad y gobernara estos Reinos, con mandato de no
dar, durante su ausencia, oficio alguno á quien no t^ese
natural de estos Reinos. Tras de estos ofrecimientos, se
pidió la prórroga del servicio por otros tres años, acaba­
dos los que corrían. Renació la cuestión de que, ante-
todo, se contestasen los Capilulos de las ciudades, y co­
m o en las votaciones que se reali7.aron resultó que sólo
aprobaron la propuesta del Presidente, Granada y Sevi­
lla, y que en otra posterior resultó empate, las Cortes se
suspendieron hasta que el Rey llegase á la Coruña. En
esta ciudad se reanudaron las sesiones el 32 de Abril, y
después de leerse las Provisiones prohibiendo la extrac­
ción de la moneda, prometiendo no conceder oficios á
los extranjeros y designando para Gobernador de estos
Reinos al Cardenal de Tortosa, que no era español, se-
terminaron las sesiones el 19 de Mayo, alcanzando la
prestación dei servicio y utilizando para obtenerlo toda
clase de reprobados recursos. De las peticiones formula­
das, se aceptó la que prohibía dar oficio alguno durante
la ausencia del Rey á persona extranjera. La que preten­
día que el Consejo y Oficiales de la Santa Inquisición fue­
ran personas generosas y de ciencia y conciencia, para
que guardasen la justicia. Los encabezamientos deberían
continuar como estaban los años pasados. El Rey debe­
ría obligar á los extranjeros que tenían iglesias á venir á
residir á estos Reinos. Y que no se pudiesen revocar las
leyes en Cortes. En todo lo demás se reprodujeron las pe­
ticiones formuladas en las Cortes de Valladolid de 151^.
El descontento del pueblo español en sus diversas cla­
ses sociales alcanzaba su límite. Más que incumplidas,
habían sido contrariadas las previsoras medí das'poli ti­
cas que la Reina Católica Doña Isabel dejó consignadas
en su último testamento y codicilo. El breve reinado de
Felipe 1 señaló un cambio profundo en la dirección
la política española, que hubo de buscar en Austria su
natural alianza para combatir á la Francia, que, sin co­
nocer la transcendencia de su actitud, se constituyó en
protectora inconsciente del protestantismo, que comen­
zaba á propagarse en Alemania. Después, tas regencia?^
del Rey Católico y de Cisneros, contrariadas en su ejer­
cicio por los favoritos de Flandes, crearon una situación
débil, de la cual nació la división de la nobleza, del cle­
ro y hasta del mismo pueblo. I^a energía del Cardenal de
España contuvo el desquiciamiento que amenazaba; pen>
la venida de D. Carlos, acompañado y dominado por los
flamencos y por algunos españoles como D. Juan Manuel,
que le habían hecho la Corte en Flandes, y la insisten­
cia en titularse Rey cuando aún vivía su madre Doña
Juana, produjeron en el país un gran disgusto, que au­
mentó cuando se hicieron públicas las depredaciones de
los flamencos; el deseo de aumentar las rentas reales, en
daño de los encabezamientos de los pueblos; la exigen­
cia de un nuevo servicio, aún no realizado el anterior,
y la resolución de abandonar á España por tres años
para ceñir la corona del Imperio.
Con un Rey de pocos años y escasa experiencia y unos
Consejeros extranjeros y avaros, no pedia constituirse
un Gobierno fuerte, y no se constituyó, porque en las-
Cortes de Santiago-Coruña, á la vez que se oí recia á los
españoles no proveer oficio alguno sino en naturales de
éstos Reinos, se nombraba Gobernador de España al
Cardenal Adriano, extranjero de origen, profesor que
había sido de D. Carlos en su juventud, persona elegida
para vigilar el Gobierno del Cardenal Cisneros, muy
leal, muy bondadoso y lleno de ejemplares virtudes; pero
á quien Callaban todas las condiciones de hombre de go­
bierno, y lo que es máí», la energía y demás cualidades
necesarias para somefer un pais rebelado, pues cuando
D. Carlos partió para Alemania, ya Valencia había de­
clarado su Germania contra la nobleza y caballeros de
aquel Reino, y Toledo gritaba ¡viva el Rey, pero abajo
los malos Ministros! y Lodas las demás ciudades y villas
se aprestaban á seguir la misma conducta. Podía decir­
se que la patria estaba en peligro, y para evitarlo, no
bastaban las notorias virtudes del Cardenal de Tori osa,
sino una de esas personas superiores que Dios concedo
providencialmente á las naciones para salvarlas de las
tremendas crisis que amena/,an su existencia. El Gobier­
no del Cardenal Adriano, TaUo de recursos y de la fuerza
necesaria para hacerse obedecer, vaciló entre e! rigor y
la templanza, y sólo produjo ia debilidad en el poder,
Fué necesario asociar al Gobierno al Almiraníe y al Con­
destable de Castilla, que al fin eran españoles, y que por
sus relaciones é iníluencia con la nobleza del pais, po­
dían constituir nn elemento de (nerza respetable, capaz
de contener el desbordamiento de los elementos popula­
res. El nombramiento de dos Gobernadores naturales de
estos Reinos, que compartiesen el poder con el Cardenal
de Tortosa, fué el reconocimiento de que la misión con­
fiada á éste era superior á sus fuerzas y que á su nom­
bramiento no presidió el mayor acierto. Y como el estu-
<tio del movimiento en Toledo ha de revelar sus causas,
lo reservaremos para el siguiente capítulo.
Ill

SUM\H10

Aniiguss parcinlidndes en Toledo entre Sllvds y Ayalas.— Disgusto


por la creucìón del ejercí io permanente y nombramiento de G u i­
llermo <ie Croy para el Arzobispado.^ In ilu e n c ia de Ju ^n de Pa­
dilla en el Ayuntamiunto comi) ilegìdor.— Predicaciones cooira el
Gobierno del Iley.— Iniciativa que tomó Toledo para que las ciu*
dados elevasen sus quejáis al R ey.— Límite de las quejas.— Hesia-
tencia que opuso el Ayuntam ienlo á que antepusiera el título de
(imperador al de Rey.— Nombramiento de mensajeros para con*>
fereneiar acerca del encabezamienki.— Las tres únicas cosas que
(lebiaQ tratar.— Contestación de las ciudades á la Invitación de
Toledo.— Infecto que causó en Burgos lu concesión del castiUo de
Lara á Jofre de Gotannes.— Debilidad del Corregidor Conde de
P alm a.— El liev desaprobóla actitud de Toledo.— Sustituyese al
Conde de Palm<i con D. Antonio de Córdova, ordeni^ndo tomarte
residencia.-^ConvoCfitoria de Ins Cortes de Santiago-CoruHa.^EI
Rey recomendó para Procurador á Cortes |K>r Toledo ¿ D. Guiie*
rre de Guevara.— Escribió á la ciudad que no insistiese en enviar
fnens<ijeros, sino Procuradores.— Toledo desobedeció el Heal m an­
dato.— Se comprometió á no conceder poder para consentir ser*
vicio alguno.— Concedió Instrucción á los mensajeros y escribió
•á las demás ciudades para que imitasen su oonducta.->^Sesión
importante del A yuntam iento de Toledo el 27 de Febrero de 4520,
— Actitud favorable del C abilJo C atedral.^L os predicadores ha­
blaban en los púlpilos m uy sueltamente.— Intervención y nom ­
bramiento de D. Pero L<iso como mensajero.— El Corregidor pro>
puso al Rey ei castigo del Ayuntamiento.— Disgusto que Burgos
demostró al i'ecibir al R ey.— Petición de servicio é Valladolid.—
Contradicción de Córdova para que Us Cortes se hiciesen eo Cas­
tilla.— Amenazas de D. Pedro G irón de tomarse la justicia por su
«nuno.— El Key excusó recibir á los mensajeros de Toledo y acor-
HO
áó )a prisión de D. Pedro Gtróo.— Alboroto en Valladolid conlri»
Xevres.— El Rey salió huyendo á Tordesillas.— Los mensajeros de
Salamanca se unieron á los de Toledo.— Pidieron al Uey que no se
ausentase, que diese é las ciudades parle en la gobernación del
Reino y que no se ifs exigiera servicio alguno.— E l Consejo Real
opinó que los mensajeros u>erecían castigo.— Su PresideiUe les
aconsejó nombrasen Procuradores para las Corles de Santiago.—
Disgusto entre Mr. de Xevres, el Conde de Benavenle y el Arzo­
bispo de Santiago. —Gestiones perturbadoras de D. Pero Laso.—
RoOejo que tuvieron en las Cortes.— Los Procuradores de Sala-
manc.i uo fueron adm itidos.— Opinión de Pedro Mórtir de Angle*
ría .— Destierro de los mensajeros de Toledo.-'Protesta escrita que
intentaron y $e rechazó.— A ctitud de Toledo.— Instigaciones de
Hernando de Avalos y Juan de Padilla.— Propaganda en los púl-
pitas.— Llamamiento de A valosy Padilla.— Motín preparado para
im pedirlo.— Gritos subversivos.— Se obligó al Corregidor á aban­
donar la ciudiid.— La Comunidad ocupó el A lcó ra r.- Q u itó las
varas á (a Justicia.— Desconocimiento en la Coruña de la verda-
dera situación de Toledo.— Concesiones tardías sobre concesión de
oficios á los naturales, prohibición de extraer moneda y nombra •
miento de Gobernador.— Los Procuradores de Toledo no íntervi>
Dieron en las Cortes de Santiago-Coruña.'-Juicios üe Pedro Már-
tir de Anglería, Petlro Mexía y Fr. Alonso Fernández.— Conclu­
siones que pueden deducirse de los anteriores hecbos.

A pesar de la concordia de paz que en 1506 celebra­


ron en Toledo los Silvas y los Avalas, no tardaron las
parcialidades muchos meses en ponerse en armas, y To­
ledo marchó inquieta y sediciosa hasta el movimiento
de las Comunidades, en que tomó activa y principal
l>arte. El mismo primado de Jas Españas necesitó armat‘
gente para la guarda de su persona. Cuando la creación
del ejercito permanente avivó el disgusto del pueblo cas­
tellano, hubo serios disgustos en Toledo, y en ellos in­
tervino Juan de Padilla, del estado noble y persona de
autoridad y prestigio en la imperial ciudad (<). A medi-

(4) Arch. gen. de S im ., Cámai\i, Memot'iaies, leg. 402.


da que se acaloraban los sucesos, Toledo invilaba á las
demás ciudades de voto en Cortes para reunirse y expo­
ner al Rey la precaria situación del Reino y el remedio
de las públicas necesidades. El disgusto entre las ciaseis
sociales aumentó en Toledo cuando, fallecido el Carde­
nal Cisneros, se confinó la Silla primada á Guillermo de
Croy, sobrino del Privado Mr. de Xevres, pero joven de
pocos años 0 ), y se concedió el capelo cardenalicio al
antiguo maestro del Rey, Adriano, el Obispo de Tortosa.
Después de nombrado Juan de Padilla Capitán de gen­
te de armas, por renuncia de su padre Pero López de
Padilla, fué elegido Regidor del Ayuntamiento, y su vo­
luntad se impuso fácilmente á la de la mayoria. Cuando
la elección de D. Carlos para ocupar el trono del Impe­
rio alemán lo obligó á partir de España y á exigir nue­
vos tributos, los predicadores pronunciaron algunas pa­
labras de mal ejemplo y escandalosas, y otras cosas con
mucha deshonestidad y desacatamiento, y el Rey se vió
obligado á ordenar al Conde de Palma («', su Corregidor
en Toledo, que hiciese información escrita y la enviase,
con su parecer, para saber la verdad y proveer lo que
conviniera. Igual síntoma de próxima rebeldía se había
advertido en otras ciudades.
Así como Burgos había iniciado el pensamiento de
reunirse las ciudades y villas de voto en Cortes,’ para su­
plicar al Rey el remedio de los males públicos, Toledo
escribió á Jaén una carta ¡3), quejándose de que ciertas
personas de estos Reinos hubiesen pujado la masa de
Castilla, de lo cual podrían seguirse muy grandes incon*

(1) Sandoval, Historia de Carlos V, lib. III» págs, 84 y 85.


(9) Arcb. gen. de Sim.» Libros de Cám ara y 49, fol. 43 vuelto.
(3) Idem id.» P. R ., Comunidades de Castilla, lib. I, fol. 6.
venientes, pues ni S. Á. tendría sus rentas tan sanas ni
tan seguras en recaudadores como sobre los pueblos en-
c^abezados, según en muchas ocasiones so había visto, ni
se evitarían los grandes agravios y extorsiones que á los
pueblos 3*gente menuda hacían los dichos arrendadores;
y por ello habían acordada enviar un Regidor y un Ju ­
rado á suplicar á S. M. que mandase ver dichos agra­
vios y los remediase, todo Lo que le comunicaban por si
querían enviar á pedir lo mismo y suplicar otras cosas
cumplideras á su servicio y bien de éstos sus Reinos.
A los dos días de escrita la anterior carta l^), reuníase
el Ayuntamiento de Toledo, presidido por el Corregidor,
dando cuenta de la Provisión Real, en que S. M. indica­
ba las razones que habia tenido para anteponer el título
de Emperador al de Rey. La mayoría de los Regidores,
y entre ellos Juan de Padilla, suplicaron de dicha Pro­
visión, hasta que viniese de la manera e segund e como
•con los Procuradores del R o í d o estaba asentado. El Rey
escribió á Toledo el 4 de Noviembre (^i, reprobando el
envío de los mensajeros, y reunido el Municipio los días
2 y 5 de Diciembre, con asistencia de Juan de Padilla,
opinó el Corregidor que, pues la partida de S. M. sería
ian presto, se llamase á ios mensajeros de la ciudad que
allá estaban sobre lo del encabezamiento. Todos los R e­
gidores votaron que debía escribirse una carta al Rey,
insistiendo en que se oyese á los mensajeros para saber
la verdad, pues los negocios de Castilla eran arduos y
grandes y era menester tiempo para proveerlos. Para
redactarla se designó á los Sres. Fernando de Avalos y

(1) Arch. gen. de Sím., R., Comunidades de Castilla^ leg. 1.^,


fol. 40.
(2) Idem id., id., Íü. id., id., foSícKS y 43.
Juan de Padilla, R e id ores, y Juan Solano y Bachiller
Alonso Ortiz, Jurados.
De esta suerte» y por el indicado motivo del encabe-
zamiento, comenz^ó la rebeldía de Toledo, quien en 7 de
Noviembre de 1519 (4), seí?úD Sandoval, había escrilO“
una carta á las ciudades de Castilla, condoliéndose de lo
repentino de la partida del Rey y diciendo que, como re ­
sidió poco en Castilla, las cosas de este Reino no liabían
tomado algún asiento, y yéndose como se iba S. M ., pro-
cediéndose más adelante, las cosas correrían peligro, y
como á todos locaba el daño, todos debían juntarse á
pensar el remedio. Sobre tres cosas debían juntarse y
enviar á S. A. mensajeros, suplicándole que no se fuese
de España, que no permitiese sacar dinero della, y que
se remediasen los oñctos qne estaban dados á extranje­
ros, y convenía que los que ovieren de ir fuesen juntos y
propusieran juntos.
Todos los que se inspiraron en los documentos publi­
cados por el cronista Sandoval, señalaron como fecha de
la carta que Toledo escribió á tas ciudades el día 7 de
Noviembre de 1519, y existen varios datos para creer en
80 exactitud. El Ayuntamiento de Madrid contestó el
11 (2), ofreciendo enviar la respuesta sin dilación, p o m o
estar presentes todos los Regidores de la villa. El de
Murcia, el 15 (3), se mostró conforme en seguirá Toledo
y designar mensajeros. El de Jaén dijo el 16 (M, qne mi­
rarla lo que más conviniese al servicio de S. A. y bien
de estos Reinos. El mismo dia, Guadal ajara P) apro—

(1) Sandoval, H isloria c it., llb . V, pág.


(2) Arch. geo. de S im ., Comunidades de Castiila^ le g .).% fol. S.
(3) Idem id ., id, id., id ., fol. 8.
¡4] Idem id.» id . id ., id ., fol. 9.
(5) Idem id ., id. id ., id ., fol. S.
3)ü las disposiciones de la imperial ciudaci; pero añadien­
do que no podría proveerse no siendo juntas todas tas
ciudades del Reino, y pues iban á hacerse muy presta­
mente Cortes en Burgos, allí se podría entender en toda
cosa de esta calidad. Córdoba, el 18 {^), contestó á Tole­
do, que le parecía muy bien todo lo resuelto; y como al­
go exigía determinación de Cortes, enviarían dos caha*
lleros para que, juntos con los de Toledo, suplicasen
á S. M. lo que pareciere que fuese servicio SU3 0 y bien
lie estos Reinos. Soria, el 22 (2), después de llamar áTo*
ledo norte, luz y espejo, por donde convenía que todos
se guiasen, alumbrasen y reviesen, pidió una breve di­
lación para dar respuesta. Granada, el 2 de Diciembre
dijo á Toledo, que en Cortes debía avisarse á S. M. ile
a.lgunas cosas que convenían al servicio de Dios y al bien
de estos Reinos, no debiendo hablar del derecho de las
ciudades d interoenir en la gobernación, Cuenca respon­
dió, por su acuerdo de 6 de Diciembre !*), «teniéndoles en
merced hacerle saber su voluntad, é que le paresce h\on
é que harán todo lo que mandaren ó les paresciere que
ellos están prestos para ello.> Segovia, el 12 (5), se mos­
tró conforme con la resolución de Toledo en esto y en
todo, porque eran ciertos que acertarían en lo que de­
bían al Rey y al bien de esíos Reinos. Sevilla, el í4 (®),
respondió qufi el pensamiento era muy bueno; pero tra-

{i) ArcK. gon. de S¡m,, Comunidades de CustUla, leg. fol. 9.


(2.1 Idem id ., i<], id., id., ful. 8.
(3) Ideiti ¡(1., cupiaá de la Kc¿il Academia de b H iuo ria, Comu^
nidadeS y leg. í.% n ú m . 58. “
(4) Mein id ., Comunidades de CasUllOy leg. fol. 8 .— Archivo
m unicipal de Caonca, Libros de actas de O, leg. 234, nú m . 1*’
(5) Idem id ., id . id ., leg. 4.*, fol. 8.
(6) Idem id ., id. id., iJ ., fol. 9.
tó de jui^Lificar la tardanza del Rey ea visitar Castilla.
Gomo alí?ucias de las contestaciones extractadas d o
ÍTuardan completa conformidad con la carta-circular
que Toledo suscribió el 7 de Noviembre de 1519, se es­
pontaneó la sospecha de si posteriormente reiteraría su
^ s t ió n y deseo, y, con efecto, en el tesoro de Simancas
se conserva la m inuta de otra carfa-circular (M que es-
-cribió Toledo á las ciudades del Reino, comunicándoles
la resolución de S. M. de ausentarse de Espafia para po­
sesionarse del Imperio, con íjran daño, perjuicio y fati­
ga de estos Reinos, y para evitar tan gran infortunio,
rogarle no privase á los mismos de su Real presencia,
y si no pudiesen alcanzarlo, suplicarle dejase en la go­
bernación de ellos, en su ausencia, personas muy doctas
y discretas y naturales, para que S. A. pudiera estar sin
ninguna congoja, dando á lo^ piieblosf la parte que el
derecho les da é le dieron lofi Reyes pasados en sem ejan
tes casos cMndo fué necesario haber gobernadores^ y
que éstos fuesen naturales y elegidos conforme á las le­
yes destos sus Reinos, y además que se cumplieran los Ga
pitulos otorgados en las Cortes de Valladolid; <y en cuan­
to á los títulos que su Cesárea y Católica Majestad agora
nuevamente se ha intitulado, fuese servido de guardar á
estos Reinos la preeminencia quo los Reyes pasados han
siempre tenido, y guardar el estilo y orden que hasta
agora se ha tenido.> Después de leer estacarla, se com­
prenden las contestaciones de las ciudades, y en especial
la de Granada, al decir, que no debía hablarse del dere^
cho de las ciudades á intervenir en la gobernación^
La rebelde actitud de Toledo no podía pasar desaper-

(<) Arch. gen. de S im ., copias de la Heal Acadornia dd la Ilis.-


ioria» C o m l e g . 1.*, n u m . 6^.
cibida para el Corregidor de Burgos, cabeza de Castilla^
Meneses de Bobadilla, y en carta que dirigió al Rey en
(le Noviembre le participó, que lodo estaba en
paz y sosiego y se ejecutaba jusücia; pero que publicada
su ausencia de España, el haber dado las rentas de Cas­
tilla á arrendadores y quitado los encabezamientos, mo­
vió á algunos pueblos á juntarse y concertarse en con­
cordia de todos, para suplicar á S. A. algunas cosa^
que no parecerían su servicio, escribiéndose cartas para
esta congregación; y como de eslas juntas solían salir
algunas pláticas de que V. A. no íuera servido, según
había sido avisado, suspendió eslas juntas, ya dilatán­
dolas, ya evadiéndolas, ya suspendiéndolas contra la vo­
luntad de muchos que estaban en ello. Ahora enviaban
los pueblos á suplicarle que mandase dar sus rentas á las
ciudades y villas por encabezamiento, y sólo en principio
de Diciembre los más pueblos que tenían voz y voto en
Cortes estarían donde S. A. esluviese, y algunas cosaf^
se inventaban allí que no eran bien en la coyuntura^
pero que todo estaba atajado, á Dios gracias. La carta
mandando guardar á Jofre de Colannes, su Aposentador,
todas las cartas y mercedes Reales respecto de la tenen­
cia de la fortaleza de Lara, se había cumplido; pero toda
la ciudad la tenía por cosa muy agraviada y se alboro­
taron mucho. Hablábase de la venida de A. á celebrar
Cortes después de terminadas las de Aragón, y como
meses antes la salud no fué buena, le añadía, que eso era
pasado y Burgos era el más sano lugar de aquellas co­
marcas; pero que si habla de ir antes de partir para
Flandes, lo dijera para disponer que todo estuviese abas­
tecido y en mejor precio.

(4) Arch. gen. de Sim.» Comunidades de CastUlay leg. 4.*» fol. 7.


Todas estas noticias, y más que ellas el conocimiento
de la siluaoióü de Toledo, se agravaba de día en día por
la débil conducta que o Inervaba el Corregidor Conde de
Palma, cuñado de D. Pero Laso de la Vega, que era otro
de los agitadores. Y ei Rey se vió constreñido á dar por
terminado el Corregímieü(o que le había prorrogado en
Í1 de Octubre y Noviembre (M, y á ordenar (?) que lo
entregase á D. Antonio de Còrd ova. A los pocos días es­
cribió á Burgos (3) dándole satisfacciones, pero excu­
sándose de celebrar las Cortes en dicha ciudad. Aun re ­
levado el Conde de Palma, escribió á Mr. de Xevres (*)
descul>riendo que él fué quien envió la caria que el Re­
gimiento dirigió á las ciudades, y remitía las contesí-a—
ciones en lasque no se hablaba cosa ninguna. La agita­
ción iba cundiendo por las ciudades, pues Pinelo añrm a
que, en tiempo de las Comunidades» 1legane lo sus inquie*
tudes á Madrid, la Priora de Santo Domingo el Real re­
tiró á su Monasterio las doncellas del lugar, sustentán­
dolas hasta que se acabó la guerra.
Al comenzar el año 1520, el Conde de Palma aún es^
•cribía al Secretario Cobos, á Mr. de Xevres y al Gran
Canciller (5;, noticiándoles que Toledo resolvió escribir
de nuevo á las ciudades sin poderlo evitar, y el Rey con­
testó (^1, que en cuanto á ia ida de los Procuradores á la
Corle, lo había hecho muy bien y se loagradeí'ía, y que
si no era partido de la ciudad, trabajase para que obo-
•deciescn sus mandatos, pues su partida para los Reinos

(1) A*‘oh. gen. de Sim ., Cantara, Céduias, lib. XLIV.


(S) I iÍa iii id ., id. td.. id.
(3) Salvá, Burgos en la$ Comunidades, pág. 49.
(4) Arcb. gen. do Sim ., tCslaflo, Castilla, leg. ¿, fol. 406.
(5) Idem id ., Comunidailes de CaslUia, leg. 3,*ful. 14i .
(6) Id«iii id ., Cám ara, Uh. X l.lX . ful. 13S.

Toao WKf 7
de Castilla sería aquella semana, porque las Cortes de Ca­
taluña estaban acabadas, y escribía al Ayuntamieoto de-
la ciudad que guardasen lo que de su orden les mandó,
porque de su venida no había necesidad ninguna, y ya
se ordenaba despachar las convocatorias para los Pro­
curadores de Cortes, con los cuales le podrían hacer sa­
ber lo que les pareciese que convenía debía m andar
proveer. El mismo dia 22 de Enero D. Garlos escri­
bió al Ayuntamiento de Toledo mostrándose enterado de-
la nueva circular dirigida á las ciudades y de la insis­
tencia de enviar mensajeros, y diciéndoles se había m a­
ravillado de que insistiesen en cosa que de su parte se­
les prohibía y ningún fruto venía á la ciudad, pues te­
nía remitido para cuando fuese en aquellos Reinos toda
lo que á ellos tocaba, y cualquier diligencia que antes
se hiciere no aprovecharía sino para hacer costas á los*
pueblos, mucho más cuanto partiría aquella semann,
pues las Cortes de Cataluña estaban concluidas; y que
escribía al Corregidor D. Antonio de Górdova para que
hiciese guardar y cumplir lo que el Conde de Palma de
su parte les mandó, y que no diere lugar á escribir nr
entender en lo susodicho. A pesar de que el Rey habia
escrito al Conde de Palma que lo hizo muy bien, desde
Fraga W ordenó á Córdova> que á él y á sus Oficiales se
les tomara residencia y se informara de él de qué manera
habían usado sus oficios los Regidores. Y á Meneses de*
Bobadilla, Corregidor de Burgos, le contesló(^), aproban­
do lo que habia hecho y encargándole impidiera se ju n ­
tasen los Procuradores de las vecindades é hiciese infor-

(4) Arch. gen, de S im ., Libros de Cárnnvo, libro XÜK, fol. <3^


vuelto.
[5] l(iem id., Cámara, lib . X Ü X , folio vuelto.
(3) Idem id.. Cédulas, lib. X LI, fol. 8$.
mación de lo que hablasen en contra del Real servicio*
Indudablemente para contener á Toledo y esquivar
las exigencias paríic.ulares de las ciudades, S. M. firmó
en Calahorra (M la convocatoria para las Cortes que de­
bían celebrarse en Santiago. Remitidas las cédulas con
la minuta del poder que debía otorgarse á los Procura­
dores, comenzó Betan7.os W protestando de su fidelidad
y diciéndole al Rey, que Zamora por si, y pretendiendo
tener voz y roto por Galicia, se había confederado con
Toledo y le suplicaban no diese crédito á dicha ciudad.
En vano Pedro Mártir de Anglería, Abale milanés y tes­
tigo presencial de los acontecimientos^ se lamentaba d^l
estado de los asuntos, de la ruina de Castilla y de la
suerte del Rey, á quien veía que precipitaban sus ene­
migos internos. El Rey se presentó en Burdos el 19 de
Febrero (3), y al siguiente día (^) expidió Real cédula
á D. Antonio de Górdova, Corregidor de Toledo, dicién­
dole que con el liamamiento de Cortes se habría sosega*
do la negociación, y debía procurar se hiciese la elec­
ción de Procuradores, porque el tiempo era breve, y
aunque Toledo quería fuese nombrado D. Gutierre de
Guevara, como la elección se hacía por suertes y no se
podría hacer así sin causar perjuicio á los otros Regido­
res, era su voluntad que en todo se guardasen los pri­
vilegios y usos de la ciudad, y así se lo dlria de su par­
te; y si de esta suerte se podía nombrar al dicho D. G u­
tierre de Guevara, se tendría por servido. SI los Regi­
dores insistían en querer escribir á las otras ciudades,

(í) Arch. gen. de Sim ., Corles, leg. 3.® Registro del Secretario
Villegas.
(S) Idem id.« Comunidades de CasliUdy leg. 1.*, foU. ISO y 4S I.
(3) Bul trago» Histi/i'ia de Burgos, pég. 31S.
(4] Arch. gen. de Sim ., Libros de Cámaray Ub. X L IX , fol. 149.
les daría la oarta que les enviaba y haria que se cum­
pliese. El Corregidor liabía mandado prender al escri­
bano del Cabildo por resistirse á entregar ieslimonio de
los acuerdos del Ayuntamiento, y el Rey escribió que
para pena de su yerro bastaba el tiempo que estuvo pn-
so, y alguna más carcelería por la ciudad por el liem|K)
que pareciere, sin qne se insisla mucho en ello. En la
Real cédula para el Ayuntamiento de Toledo, remitida
con la anterior (M, comenzaba el Rey quejándose de la
insislencia en escribir á algunas ciudades del Reino, y
nombrar personas que fuesen á suplicarle lo que al mis­
mo convenía, y pucslo que se había hecho carta de lla­
mamiento para Cortes, la ciudad podía enviar á supli­
car por sus Procuradores las cosas que tuviere necesi­
dad, y les mandó que no entendiesen más en escribir ni
responder carias á las dichas ciudades, ni en procurar
que se enviasen otros mensajeros demás de los Procura-
dores de Cortes, y, sobre todo, guardasen y cumpliesen
lo que el dicho D. Antonio de Córdova de su parte les
mandare, so las penas que les pusiese y por la presente
les ponía.
El mandato Real no podía ser más claro y term inan­
te. La rebeldía de Toledo no pudo ser más decidida.
Pruébalo la carta que D. Pero Laso de la Vega (2) escri­
bió el 21 de Febrero al virtuoso Sr. Pedro Hortega (3),
Jurado de Toledo en Valladolid, confesando que él y Don
Juan de Padilla vieron sus cartas y bien quisieran que
dicha villa tuviera más abierta determinación y que con

(1) Arch. geo. de S im ., Libros de Cárrvirn, líh . X L IX , fo!. H 9 .


(2) Kra ttíjo de D. Garcilaso de la Vega, Gomendadur mayor de
León.
(3) Arch. gen. do S íin., Comunidades de Castilla, copias da la
Real Acadeiuia de la Historia, leg. I.*, fgl.
brevedad les hicieran saber en lo qno estaban, atribu­
yendo á m aña del Conde de Benaventeel detener en sus
honras á los Regidores que faltaban. Ei lunes se eligie­
ron mensajeros para suplicar á S. M. las cosas que esta­
ban practicadas conforme á lo que á todo el Reino tenia
escrito, los cuales fueron el Sr. D. Alonso Suárez de To­
ledo y D. Pero Laso de la Vega, y por Jurados á Miguel
de Hita y á Alonso Orliz, y no fué Hortega nombrado por­
que no pareció bien designar un ausente. En lo de la pro­
visión de Corles convidóse para el miércoles, y procura­
ría que le echasen en las suertes, pues estaba en servicio
de la ciudad. En lo que tocaba al poder, esta ciudad no lo
otorgaría para consentir servicio en ninguna manera
del mundo, y eslo podía asegurar á esos señores (los de
Valladolid), porque resultaría contradicción suplicar
por un cabo que no se fatigase al Reino con tantos ser­
vicios, y por otro consentille en otorgalle. Los mensaje­
ros partirían el día que se otorgase el poder para ellos
y se firmasen los Capítulos que debían suplicar, que se­
ría el primer día de Ayuntamiento, y en el día de la
partida harían otro á esa villa (Valladolid) y a todo el
Heino, porque este negocio se hacía ajeno y apartado
de Cortes, porque así era menester para ver si esos se­
ñores tenían la voluntad que les habían escrito. Y aun­
que el Corregidor lo contradijese y pusiera todas las
penas del mundo, de todas suplicarían y no dejarían de
ir ante el Rey por todo el mundo junto» pues de ir á su
Príncipe no puede quitallo nadie. La partida sería muy
breve. La rebelión de Toledo era clara y resuelta. El
Rey les había prohibido que escribiesen á las ciudades,
y Toro les contestaba el 24 (<) mostrándose conforme

(i; Arch. gen. de Sim ., Comunidades de Casiilla^ leg. 1.®, fol. 19.
con los propósilos de Toledo, y como se aceleraba la
|)drLida de S. M ., le pedia la manera de la instaDcia y
poderes para que todo fuese uno y conforme. El Rey les
mandó que no nombrasen mensajeros, y los mensajeros
í’ueron nombrados y partirían en breve con instrucción.
El Rey ordenó que se nombraran Procuradores á Corles
y so Ies diera poder según minuta, y todo fué resistido
por el Ayuntamiento de Toledo.
Este escribió el 25 al Ayuntamiento de Madrid ! I; para
que diesen fe y creencia á D. Francisco Zapata, añadien­
do, qne luego que supieron que S. M. era entrado en Gas*
lilla, nombraron por mensajeros á D. Pero Laso de la
Vega y D. Alonso Suárez, Rej^idores, y otros dos Jurados
que fuesen á suplicar los Capítulos tocantes al servicio
de S. A. y bien del Reino, de lo cual haría relación el
referido Zapata. En el Arcliivo municipal de Toledo no
i'Xisten las acias de la época de las Comunidades; pero
afortunadamente para la historia, aquella falta la suple
<4 tesoro de Simancas, donde se conserva una copia de
la sesión que el Ayuntamiento toledano celebró el 27 de
Febrero de 1520 (*) y las tres cartas que en el mismo
día escribió el Corregidor D. Antonio de Córdova al Rey,
al gran Canciller y al Secretario Francisco de los Colx)s,
que retraían la situación de la ciudad y el progreso de
la rebelión.
Resulta del acta de la sesión del día 27, que el Ayun-
lamiento se reunió para ver una caria de S. A. orde­
nando, que la ciudad no envíase oíros mensajeros ade­
más de los Procuradores que S. A. mandaba fuesen por

(4; Documentos inéditos para la Historia de España, tomo 11,


j^ina 307.
(t) Arch. gen. de S im ., Comunidades de C usliila, leg. 1.°, fo­
lios m , V is a .
fiarte de esta ciudad á las Cortes. El Corregidor les reco­
mendó su cumplimiento bajo pena de 2.000 ducados á
cada persona que lo conirariase, y sólo alcanzó esta pro­
posición el voto del Alcalde mayor, el Alguacil mayor,
D. Juan de Rivera, D. Gutierre de Guevara y Lope de
Guzmán en parte. En cambio, suplicaron del manda­
miento y volaron en contra Juan Pérez de Guzmán,
Hernán Diaz de Rivera, Pedro Marañón, Antón Alvárez,
Licenciado Antonio de Baeza, Juan Niño, Hernando de
Avalos, Hernán Pére7. de G u m á n , Juan Carrillo, Gon­
zalo Gaitán, D. Pero de Ayala, Antonio de la Peña, Juan
Q a p a ta y Ju a n de Padilla, que al suplicar de la cédula
deS. A .añadió «que esa suplicación se enviaseá losmen<
sajero,s qne son idos, para que vista é oídos los mensa­
jeros, S. A. conozca que tanfo es lo que esta ciudad de­
sea su servicio, é que es en que conviden para dalles
poder.» Lo mismo habían adicionado Juan Pérez de Guz-
« lán , Hernán Díaz, Pedro Marañón, Jnan Niño, Her­
nando de Avalos y Gonzalo Gaitán. A continuación el
Corregidor presentó otra Real cédula mandando á la ciu­
dad otorgase el poder de los Procuradores de Cortes que
la ciudad enviase conforme á la minuta remil ida. Sólo
siete Regidores hicieron constar sa conformidad; pero
catorce votaron en contra, entre ellos Juan de Padilla»
adicionando conceptos que merecen ser conocidos.
El Regidor Hernán Pérez de Guzmán aseguró, que el
poder no era conforme á los remitidos hasta entonces.
En cuanto al servicio, S. M. ofreció por Cortes no echar
-servicio en estos Reinos, y el que se echó en Valladolid
en estas primeras Cortes ni estaba cumplido ni cobrado,
pues fallaban á pasar dos años, y al presente no se veía
•evidente necesidad para echarlo, como se había hecho
para casamiento de Infantes y defensa del Reino. Ade­
m ás, S. A. estaba de camino y ofrecía tornar muy pres­
to, y aún no seria cogido el servicio que estaba echado,
y cuando S. A. regresase sería justo el servicio, habien*
do causa para ello. A esta manifestación se adhirieron
oíros varios Regidores, y Juan de Padilla añadió, que el
Reino tenía mucha necesidad y las rentas ordinarias con
tí‘abajo se pagaban, y el Rey de presente no tenía nece­
sidad, por lo que no era en otorgar el poder para con­
ceder el servicio, y para lo demás lo concedería con al­
gunas limitaciones- Por lo hasta aquí comprobado, re­
sulta, y es di^no de no!arse, que la actitud de Toledo
nació cuando tuvo noticia de que se trataban de arren­
dar y aumentar las Reales rentas y privar á los pueblos-
de sus encabezamientos; actitud que se extendió en 27
de Febrero á la negativa del poder y á la prestación del
servicio que S. M. solicitaba, y cuya necesidad se discu­
tía en pieno Ayuntamiento. Hasta entonces no había so­
nado la palabra libertad, ni la rebelión tenía otro objeta
que pagar menos de lo que se pagaba y desobedecer los
mandatos del Rey.
El Corregidor Górdova se apresuró á dar cuenta in ­
mediatamente al Rey, á su Secretario Gobos y al Oran
Canciller pero refiriéndose en todas las carias á \ 3t
que escribía al último, porque, con efecto, en ella sumi­
nistraba datos y noticias que nadie ha publicado hast»
ahora. Comenzaba diciendo, que reunido el jueves el
Ayuntamiento, se alteraron algo, diciendo que era cosa*
nueva y nunca vista que S. M. les excusase que no fue­
sen á suplicalle lo que les convenía. R1 viernes se reu­
nieron para echar las suertes como lo solían hacer, s»

(4) Arch. gen. de S im ., Comunidades r.e Caslilla^ leg. U*, fo*


lio 424.
m
bien excluyendo al Corregidor y al Alguacil mayor, que
protestaron; y echadas, r^upo la suerte á D. Junn de Ki-
vera, Regidor, y á Alonso de Aguirre, Jurado, citándo­
se el lunes para otorgar el poder y hacer Jos Capítulos
que habían de llevar los Procuradores, encargando su
redacción á D. Gutierre de Guevara y á Hernando de
Avalos y dos Jurados, á presencia del Corregidor, según
costumbre. El viernes, el Maestrescuela de Toledo dijo
á las Dignidades y Canónigos de la Iglesia, que el Cabil­
do de ésta debía ofrecer toda cosa, y aunque lo contra­
dijo el Deán, todos los otros votos fueron en que se hicie«
se el ofrecimienlo, reuniéndose después el Maestres­
cuela con los Regidores que andaban en esla cosa á pla­
ticar con la liviandad en que estaban, y allí creía que se
hicieron los Capítulos que llevaban D. Pero Laso y Don
Alonso Suárez, cuyo traslado le dió el Deán, y acompa­
ñaba á la caria. Algunos predicadores hablaban en los
púlpitos muy sueltamente, aprobando lo que los Regido­
res hacían y pidiéndoles que estuviesen en ello, y dicien­
do el gran daño que al Reino venía de la ida de S. M .,
con otras muchas cosas para alterar el pueblo. Estos eran
el Prior de San Pedro M ártir y un fraile de San Juan de
los Reyes y el Obispo Campo, Canónigo de aquella Igle­
sia, á quienes no había hablado porque creía que lo ha­
rían peor. Había interceptado y enviaba copia de la car­
ta que D. Pero Laso escribía á un Jurado de Toledo que
eslaiia en Valladolid entendiendo en Ja cosa en que an­
daban. El dia anterior habían partido de Toledo D. Pero
Laso y D. Alonso Suárez y los Jurados Hita y Alonso
Horliz, pidiendo ir á sus lugares, diciendo los Regidores
que iban á la Corte y sin poder, según parecía, por la
priesa qne aquel dia se habían dado en otorgárselo. Es­
tando en el Avuntamiento entró el Arcediano de Madrid
con una carta de creencia de dicha villa, haciendo saber
á Toledo, que en todo le seguirían como á cabeza del
Reino, y quo la hiciesen saber en lo que estaban, por­
que en lodo se juntarían con ella; y aunque le contestó
que la ciudad tenía sacados Procuradores para enviar á
la Corte como S. M. mandaba, que allá se verían, y que
de presente no hahía más que decirles, bien creia que
habrían hablado largo con él á escondidas. También e n ­
traron en ol Ayuntamiento el Obispo Campo y Acebedo,
Caoónigos de aquella Iglesia, á ofrecer lo que quisieren
det Cabildo de ella para los mensajeros que querían en­
viar, por lo cual los Regidores les enviaron las gracias
por lo que les ofrecían. Indica, por ultimo, el Corregi­
dor, que tenían en poco lo que se les mandaba, y como
eran la mayor parle, apelaban de todo y pasaban por
ciudad, y convendría una cédula para que el escribano
mayor üei Ayuntamiento detuviese sus actos y escritura
hasta que S. M. fuese informado. En cuanto al otorga­
miento deJ poder, como estaban determinados en seguir
su mal propósito y aun algo aquel día se habían desver­
gonzado más que solían, ie parecía que era menester
casligallos, y él no Jo había hecho por ignorar de que
sería servido S. M.; «pero todavía decia que an menester
castigo y rezio, bien dándoselo allí ó mandándoles pa­
recer por Cédulas de S. M. allá.» Por cualquier vía, con­
venía el remedio presto. El Inquisidor Mendoza había
oído al Jurado Ilortiz que, después que Gonzalo Gailán
vino de Barcelona, dijo á los [Regidores, que esta nego­
ciación daba algún temor en la Corte, y después acá que
él vino, habían estado más recios en ella. Y terminó pi­
diendo 25 hombres, como tuvo el Conde de Palma, por­
que según los Regidores andaban alterados, menester
sería que la justicia anduviese más acompañada que
ailonces anduvo. Todos esíos tielalles <'onñrrnan
que rn lüledo se urdía una gran rebelión, iniciada por
iiidividuvs de la alia nobleza, como Laso, Padilla, Ava­
los, Aya la y Pérez de Gaznián; que su ací i lud estaba se-
<!undada en el interior de la ciudad por el Ayuntamien­
to, por la mayoría del Clero catedral y por algunas Or—
denes religiosas; y que en el resto del país algunas ciu­
dades veían con sim palia la rebeldía de Toledo, y otra»
la secundaban con entusiasmo. Así, no extrañará á na­
die, que en Zamora, Valladolid, Madrid y otras ciudades
de voto en Cortes, ei otorgamiento del poder para asistir
á las Cortes de Santiago ofreciese diversas dificultades.
La convocatoria de las Cortes para Santiago de Gali-
-cia, la concesion del castillo de liara al Aposentador Jo-
fi*e de Cüiannes, la incautación del peso real y 1a sisa
que se derramó para recibir dignamente á D. Garlos, pro­
dujo en Burgos disgusto y frialdad; y cuando el Hey se
presentó en la cabexa de Castilla el día 21 de Febrero de
1520, fué sorprendido por la embajada de Juan Zumel,
Kscribano mayor, y Juan de Hojas, Merino mayor, cc>-
misionados de la ciudad, que atajando el paso al Hey y
á su lucida comitiva, le invitaron á ju rar previamente
los fueros y libertades de Burgos, á lo cual accedió sin
vacilación, según el acta levantada en la puerta de San­
ta Maria, que ha dado á conocer recientemente el cro­
nista de la ciudad en su monografía Burgos en las Co^
munidades de CasHUa, El aparatoso recibimiento que
luego se hizo al Monarca y las fiestas con que le obse­
quiaron los burgaleses, no revistieron la alegría y mo­
vimiento de los grandes acontecimientos, n i crearon la
intimidad y el afecío de la gratitud y mucho menos el
del amor, El Monarca permaneció en Burgos escasos
días, y sus habifantes lo sintieron, por ser la primera
ve// que había entrado en la ciudad cabeza de Castilla en
el día de su cumpleaños.
Disgustado partió el Rey para Valladolid en los prime­
ros días de Marzo (i), y en los tres días que allí perma­
neció llamó á Palacio á la Juslicía, Regidores y Procu­
radores mayores y les pidió 300 cuentos de servicio.
Alarmóse el pueblo, y la Villa contestó que no consen­
tiría jamás en dar los dineros que se pedían para Reinos
extraños. La propaganda de Toledo había producido su
efecto en Valladolid, y la rebeldía se acentuaba cada
ve/, más, según carta que el Corregidor Córdova escribió
al Rey (í) parliclpándole la ineficacia de sus esfuerzos.
La ciudad de Córdoba suplicaba al propio tiempo que las
Cortes se hiciesen en Castilla y no en Santiago, porque
era gran novedad y en perjuicio de eslos Reinos. Y para
qu*) nada falcase en este lamentable cuadro de desacatos
á la Real Majestad, D. Pedro Girón, hijo del Conde de
Ureña, se querelló públicamente de que S. M. no le cum­
p lía lo que le ofreció en Barcelona el í / de Marzo de
iTii9 acerca del Estado de Medinasidonia, y pues ya que
no se lo hacía justicia, él entendía tomarla por su mano.
Fifi esta atmósfera de desconfianzas, insultos y amena­
zas, llegaron á Valladolid D. Pero Laso de la Vega y Doo
Alonso Suárez con el propósito de hablar al Emperador,
.se;<ún relata Sandoval (^); pero ésle excusó la conferen­
cia, citándolos para el primer lugar adelante de Torde—
sillas, pues allí les oiría.
Fueron estériles todas las súplicas de los mensajeros
de Toledo, y el enojo contra éstos se extendió á D. Pedro

4) Sandoval, tíisto n u c it.. ü b . V, pég. 143.


^2) Arcb. gen. de Sim ., Comunidodeí de Castilia, leg. 4.^, fo*
liu 132.
(3) Sandoval, Historia d i., lib. V, pég. <46.
m
Girón, acordando su prisión. Rápidamenle circuló por
la villa que los Regidores habían ya otorgado el servi­
cio que pedía el Rey, y que, á pesar de lo lluvioso del
f.iempo, quería marcharse y llevarse á la Reina fuera
<iel Reino. En esta siluación, amotinado el pueblo, débil
la autoridad é incierlo« los ánimos, un cordonero de n a ­
ción portuguesa subió á la torre de San Miguel, donde
estaba la campana llamada del ConRCjo, y comenzó á so­
narla como en tiempo de guerra. La multitud, en número
<le cinco á seis m il hombres, se alborotó y armó con de­
terminación de matar á Mr. de Xevres, á quien se hacía
responsable de las resoluciones del Rey, y á lodos los
flamencos, y de impedir la partida del Monarca. Mr. de
Xevres fné avisado por D. Alonso Enriquez, Obispo de
Osma, y al oir el alboroto y el estrépito de las armas,
preguntó á D. Pedro Por tocarrero qué era, y éste con—
tesíó: «Seiior, no es tiempo que os pongáis en consulta,
sino que pongáis á recaudo vuestra persona, porque an­
dan diciendo por las calles: ;viva el Rey D. Carlos y
mueran malos Consejeros!» Cíiando Xevres y los flamen­
cos se convencieron de la actitud del pueblo de Vallado-
lid, apresuraron la partida del Rey, y ei 5 de Marzo 10,
lloviendo y con cielo obscuro, pretendió el Rey ausentar­
se de la villa. Así como parle del pueblo impidió la en­
trada, parte contrarió la salida, cerrando las puertas y
embarazando el paso; mas resistiólo la guarda del Mo­
narca y prosiguió su camino á Tordesillas (í). Vallado-
lid quedó atónito y escandalizado de lo que había hecho,
y la justicia comentó información; y aunque el portu-

¡í) Sandova!, Historia c íl., lib. V, págs. <47 y 4 4S.


($) Cartas de Pedro J/á rtir de Anglería, 5 de Murso de 1 5 ^ ,
D Ú m . S6e>.
HO

gaés de la campana no fué habido, ofros pagaron su*


culpa, pues á unos cortaron los pies, á otros azotaron» á
otros desterraron y confiscarotv los bienes y á algunoR-
derribaroü las casas. El Provisor tamliien procedió con-
ira tres Olérii?os que había en San Miguel y consintieron
en el repicar de Ja campana, y llevados á la fortaleza de
Saldaña se interpuso la clemencia del Rey, que mandó
se sellasen los presos y no se hablase más de ello.
El mismo día 5, mojado y cargado de lodo, llegó Don.
Garlos á Tordesillas, y el 9 prosl^juió su camino, lle/?an-
do á Vi lia Ipando, donde esperaban los mensajeros de To­
ledo. Uniéronse á ellos los Procuradores de Salaman­
ca, D. Pedro Maldonado y Antonio Fernández, Regido­
res, y sus mensajeros, que lo eran Juan Alvarez Maído-
nado y Antonio Enriquez, que particularmente venían á
pedir lo que Toledo. El si<<uient«, domingo, fueron á Pa­
lacio á pedir audiencia; pero sin otorgarla, se les acer­
có D. García de Padilla y Mota, Obispo de Palencia, y
les dijo de parte del Emperador, que le comunicasen el
objeto de la embajada que Iraían de la ciudad. D. Pero
Laso y D. Alonso Suárez contestaron que sólo al Rey le
habían de decir cómo la ciudad les mandó, y Padilla y
Mota replicó, que si no lo manifeslaban no alcanzarían
audiencia. Ame tan inesperada resolución decidieron re­
velar parte de su misión, y entonces se les concedió au­
diencia para las dos de la tarde. A esta hora acudieron
los mensajeros de Toledo, insistiendo en que no debía
S. M. partir de estos Reinos, y concluyendo que, ai se
determinaba á la partida, dejase tal orden en la gober­
nación que diese parte de ella á las ciudades del Reino.
También pidieron que no se les existiese servicio alguno,
con otras cosas de menor importancia. El Rey contestó
que les había oído y les mandaría responder, y la misma
coatestación dió á los mensajeros de Salamanca, que le
hablaron después en el mismo sentido que los de Toledo.
Partida la Corle para Benavente, los mensajeros tole­
danos reclamaron la respuesta de su embajada, y el Rey
reunió su Consejo de Justicia y Estado, que opinó, aten­
didas las circunstancias y formas que habían tenido es-
las gen les, qne antes merecían casligo que alguna buena
respuesta ni satisfacción de lo que pedían. Llamólos el
Rey á su Cámara, y con rostro enojado y severo les re ­
prendió su conducta, y que acudiesen al Presidente del
Consejo, que él les diría lo que convenia q|je hiciesen.
D. García de Padilla les reprendió también, añadiendo
que cuanto hacían alteraban y desasosegaban las volun­
tades de los Procuradores de Cortes y de todo el Reino,
por la autoridad que Toledo tenía entre todas las ciuda­
des de Castilla, y que lo mirasen y considerasen bien.
El Presidente del Consejo Real, que era el Arzobispo de
Granada, les dijo que S. M. Iba á tener Cortes á la ciu­
dad de Santiago, donde los ¡Procuradores se juntaban, y
que Toledo debía enviar los suyos, haciendo que la ciu­
dad los nombrase, con memoria de las cosas que supli­
caban, para que viéndolo el Rey proveyese lo más con­
veniente á su servicio y al bien general. Desobedecien­
do el consejo, siguieron á la Corte hasta Santiago, para
ver si los Procuradores de las demás ciudades les apo­
yaban en sus desechadas pretensiones.
Desde entonces D. Pero T^so no se dió momento de
reposo hablando en descrédifo de Mr. de Xevres, lo cual
era simpático á la generalidad, y produjo entre los no­
bles que rodeaban á la Corte muy serios disgustos

(4} Arch. gen. de Sim ., Corles, leg. 3.^ Registro del Secretaría-
Villegas.
Entre Xevres, el Conde de Benavente y el Arzobispo de
Santiago, se originaron graves desavenencias, que ulti­
m ó el Rey; pero á disgusto del de Benavente y otros
Grandes, que, según Sandoval, se salieron de la Coríe
bien descomemos. Las Cortes de Santiago se abrieron,no
«1 i.* de Abril, como afirmaron dicho cronista y Ferrév
del R ío, sino el 31 de Marzo, como reza el registro de Vi*
llegas y la publicación de la Real Acadcmia de Ja Histo­
ria (I). Tampoco las presidió Hernando de Ve^a, Comen^
dador mayor de Castilla, sino el Gran Canciller, Sr. Mar-
curinus de Gatinara, y D. Pedro Ruiz de la Mota, Obispo
de Badajoz, que fué Presidente de las Cortes, y el que
leyó ia Proposición Real. En estas Cortes se reflejó bien
el resultado de los trabajos de los comisionados por To­
ledo. Los Procuradores de Salamanca se negaron á pres­
tar juramento mientras S. M. no otorgase lo que le ha­
bían pedido, y la misma actitud adoptaron Córdoba y
León. El Gran Canciller dijo, que en las Corles anlerio-
res se había otorj^ado el servicio antes de que se viesen
los memoriales y Capítulos de las ciudades, y pidió á los
Procuradores que ante todas cosas respondiesen á lo que
tocaba á dicho servicio. Y puesta á votación la propues*
ta por Córdoba y I^ ó n , se adhirieron á esfa opinión los
Procuradores de Jaén, Valladolid, Toro, Segovia, Zamo­
ra, Guadalajara, Soria, Cuenca y Madrid. Votaron por
la inmediata prestación del servicio Burgos, Granada y
Sevilla, y se abstuvo de votar Diego Hernández de Avila
y el Licenciado Juan de Knao, Procuradons por Avila.
El Gran Canciller qu^dó en hacer relación ú S. M. de lo
que habia pasado, y vueltas á reunir las Cortes en 1.® de

(1) Corles de León y Castilla. Publicación de Sa ¡leal Academia


<le la Historia, tomo IV , pág. 285.
Abril y conocida la insistencia del Rey, los Procuradores
fueron modificando su resolución si se les cumplía lo que
se les había ofrecido en sesiones del 2, y 4 de Abril,
en que se suspendieron las Cortes para conlinuarlas en
la Gornña.
La modificación delaacliíudde los Procuradores la ex­
plican dos Reales cédulas de 3 y 5 de Abril , al?.ándo-
les el pleito homenaje, fe y palabra y seguridades que
dieron á sus ciudades. Pedro Mártir de Anglería, lestl-
go presencial de los hechos desde Santiago de Compós­
tela, escribía á su discípulo el Marqués de los Vélez, con
fecha del mismo dia en que se suspendieron las Cor­
tes (í), que reunido el Congreso de los Procuradores de
ciudades y villas de volo en Cortes, habían concedido los
más el donativo trienal pedido, sin haber pasado la mi-
tal del otro. «Le han negado muchos; pero especialmen­
te la ciudad de Salamanca, cuyos Procuradores fueran
arrojados de las Cortes, porque se Degaron y quisieran
probar que no debía ni podía pedirse. Pero los Onvero-
tales voraces, á quienes sólo mueve la avaricia, ni les da
cuidado la ruina de estos Reinas, que veo venir por su
insaciable hidropesía, ni dejan de apretar las espuelas.
Piden que se haga y sea como fuere. Ei desgraciada é
inocente cordero Rey no sabe desprenderse de las suges­
tiones de sus ayos. Los hombres de juicio protestan que
así se pierden eslos Reinos; pero no les da oídos. La
ciudad de Toledo no envió Diputados á las Cortes y sí al
Rey dos comisionados, nobles caballeros de los prime­
ros: D. Pero Laso y D. Alfonso Silva. Vienen pidiendo

(1) Arch. gen. de Sim., CédulaSy lib. XLI, fols. 102 y 409.
(í) Cartas de Pedro Mártir de Ángleria.—Real Acíideraia de la
Historia, »est. 183.
Tomo xxiv S
que no se infrinjan tanto las leyes del Reino y que no se
pidan cosas no usadas. Se quejan también de que el Rey
haya obligado á las Cortes á ir á Santiago al cabo del
mundo, contra la costumbre de sus mayores, y haber
traído consiífo el Consejo, dejando tantos Reinos desam­
parados de la Real prt?sencia y del Consejo Real. Fueron
m uy mal oídos. Vino también el Conde de Palma, que
era Gobernador de Toledo. El Rey le ha privado del
mando porque no trabajó para que aquellos ciudadanos
asintiesen á la voluntad Real. No se le admite la discul­
pa de que no pudo. Quejándose de que se le hubiese q ui­
tado el mando, le respondió el Rey: «Se pasó el año que
estaba destinado: está en mi mano alargarle ó darle á
otro. Quando me acomode me valdré de tí: no tienes que
quejarte.>También se acercó D. Pedro al Rey, como he­
redero del Conde de Ureña, que pretendía tener derecho
al Ducado de Medinasidonia, como sabéis. Pidió que se le
resfifuyese en la posesión del Ducado, que había tomado
ya una vez por muerte de su cuñado. No lo logró. Ame­
nazó que si se le negaba la justicia, apelaría á las armas,
y el Rey le respondió: <Lo pagarás, D. Pedro Girón, si
intentas algo contra nuestra autoridad.» En otra carta
del 8 de Abril (^), Pedro M árlir de Anglería relató la
querella enlre el Arzobispo de SanJiago, el Conde de
Ren avente y el Conde D. Fernando Andrada, acerca de
si Zamora podía representar á Galicia y su entrada en
las Cortes, qne les fué negada. Levantando el grito á las
puertas, protestaron, oyéndolo los Procuradores y lo9
dos españoles autores de todo este negocio. Acercáronse
también los dos comisionados de Toledo, D. Pero Laso

(4) Cartas de Pedro Á íártir de A n g l e r í a . Academia de la


Historia, Epístolay 667.
de la Ve^a y D, Alfonso Silva, diciendo que no teodríaa
por válido lo que se hiciese si no se aguardaba á los Pro­
curadores de Toledo, que decían estaban en camino. Ix)s
dos Presidentes de las Cortes, el Obispo de Badajoz y Don
García de Padilla, no los oyeron, y contra ambos se m ur­
muró altamente. Se mandó á í^ s o por Ja inobservancia
que fuese á Gibraltar donde era GoberDador, y á Silva
que pasase á Nápoles á la campaña de que era capitán,
¡•os curiales castellanos, atónitos con estas cosas, están
en expectativa de lo que sucederá.»
El consejo que el Gorrejjidor do Toledo dió al Rey en
27 de Febrero, se llevó á la práctica en 24 de Marzo,
pues en esta fecha (•) escribió á Juan de Padilla, Fer­
nando de Avalos^ D. Martín de Ayala y D. Juan <le
Silva y Rivera, p^ra que se presentasen en la Corte, y
como contestaron el 31, que ¡rían si así conviniese, el
Rey expidió el 6 de Abril Reales cédulas á dichos Re­
gidores y al Corregidor de la ciudad apremiándo­
les para que fuesen dentro de doce días á responder a n ­
te el Consejo á las demandas que por los Procuradores
fiscales serían formuladas sobre las penas en que habían
caído é incurrido por no haber cumplido sus cartas y
mandamientos cerca de su venida. Sandoval añade que
también fueron llamados los Regidores Juan Carrillo,
Gonzalo Oaitán, D. Pedro Ayala y el Licenciado Pedro
Herrera, y que se mandó ir á Toledo á los Regidores que
estaban en la Corte, que eran Lope de Guzmán, Rodri­
go Niño y Martín de Ayala, para que, regresando los
otros, la ciudad revocase los poderes que habían dado á

MI Ai'ch. gen. de Siiu., fJbt'os de la Cámaray X L IX , fols. 478


y 179.
(?) Idesn id ., id. iJ ., id ., fols. 478 y 479.
D. Pero Laso y á D. Alonso Silva, y ge diesen otros á
D. Juan de Silva y á Alonso de Aguirre. De las Cédulas
que se dieron suplicaron todos, menos el Licenciado
Herrera, que la obedeció, lo cual creció el mal y la ciza­
ña y aumentó la maledicencia, pronunciándose palabras
muy pesadas y escandalosas.
Como los mensajeros de Toledo y los Procuradores de
Salamanca, lejos de cesar en Ja propaganda revolucio­
naria, dirigieron un requerimiento á los demás para que,
mientras los unos y los otros no fueran admitidos, no se
concediese cosa alguna y se atrevieron á presen-
larse en San Francisco, donde se celebraban las Cortes,
acompañados dei Escribano Antonio Rodríguez para
presentar una protesta escrita y pedir audiencia. Aun­
que con diversidad de votos, se negó la entrada á los de
Toledo, porque no eran Procuradores nombrados para
aquellas Corles. Protestaron los mensajeros; se produjo
gran escándalo, y aquel mismo día, Domingo de Ramos,
los Secretarlos Cobos y Ramírez fueron á la posada de
los Procuradores, y de parte del Emperador, mandaron
á D. Alonso Suárez que al día siguiente saliese de la
Corte y dentro de dos meses fuese á servir y residir en
la Capitanía que tenía de hombres de armas, do quiera
que estuviese, hasta que S. M. mandase otra cosa, so
pena de perdimiento de bienes y de la dicha Capitanía,
y á los Jurados que luego saliesen de la Corte. A Don
Pero Laso también se le previno que al dia siguiente sa­
liese de la Corte y fuese á residir en la tenencia y forta­
leza de Cribraltar, que era suya y de su mayora?^go, y de
olla no saliese sin licencia de S. M., so pena de perder
aquella tenencia y todos los otros bienes que tuviera.

(4) Sandova), ¡listona cil., lib. V» 454 á 158.


Mandóse eo las posadas que no los acogiesen. Sintiéron­
lo mucho los de Toledo; conferenciaron con Xevres, y
obtuvieron salir cuatro ó cinco leguas fuera üe Santia­
go, dejando una persona que, á nombre de todos, supli­
cara al Rey el alzamiento del destierro.
Al siguiente día D. Pero Laso y D. Alonso Suárez,
cumpliéndolo mandado, se fueron al Padrón, cuatro le­
guas de Santiago, y Alonso Ortiz, que quedó en la Cor­
te para gestionar, habló con Cobos para obtener una au­
diencia de Mr. de Xevres; pero éste se negó á lodo, di­
ciendo que lo había suplicado al Emperador, mas que no
lo podía alcanzar, y que así no quedaba otro remedio
que cumplir lo mandado. Grandes esfuerzos hizo Ortiz
para que tal acuerdo se modificase, y graves las conse­
cuencias que podían sobrevenir en Toledo al ser cono-«
cido el destierro de los caballeros; mas todo fué inútil,
según reíala Sandoval, terminando así su embajada.
El Ayuntamiento, el Cabildo de la Iglesia Mayor y los
Monasterios y Cofradías de Toledo, al conocer el llam a­
miento de Padilla, Avalos y demás Regidores, enviaron
un correo á Santiago con cartas que los Procuradores
debían entregar á S. M. (<), suplicando el buen trata­
miento de los Procuradores, excusando á los Regidores
por hallarse ocupados en algunas cosas tocan tes al bien
de la república, y pidiendo la suspensión de la orden.
Ortiz recibió las carias y la instrucción que Toledo le en­
viaba, y aunque se trasladó á un Monasterio de frailes
donde el Re}' se había retirado para pasar la Semana
Sania, no pudo verlo, ni siquiera entregarle las cartas
que llevaba. La Corle se trasladó ó la Coruña, y allí reci-
bió Ortiz nuevo poder de Toledo para la práctica de cier-

;i) SandovaP, H istoria oU.» Ub. V, pégs. 154 4 458.


las diligeocias. Ilízolasanteet Secretario Juan Ramírez;
pero sólo alcanzó que se ilieran otras sobrecédulas con
mayores penas, las cuales se llevaron á Toledo y se no­
tificaron á los oabaileros.
Conocido el deslierro de los Procuradores y el mal re­
sultado de la misión confiada á los mensajeros de la ciu­
dad, se produjo en ésla el natural desasosiego é inquie­
tud. Unos temían; pero otros, blasonando de vállenles^
excilaban los ánimos y proponían levantar el pueblo
contra la justicia. Figuraba como principal instigador
Hernando de Avalos> y éste animaba á Juan de Padilla,
que á la vez era hostigado por su mujer Doña María de
Pacheco. Predicábase en ios pulpitos que el Rey se iba;
que dejaba Gobernadores extranjeros, y que sus Priva­
dos y Ministros habían robado el Reino, dejando la tie­
rra flaca, pobre y esquilmada. Acordado reunir el pue­
blo, se dispuso quo la Cofradía de la Caridad saliese eo
procesión desde Santa Justa á la Iglesia Mayor, y por
contradecirlo Avalos perdió la popularidad que fenía.
La procesión se realizó, pidiendo en la letanía que Nues-
iro Señor alumbrase el entendimiento y enderezase la
voluntad del Rey para bien regir y gobernar estos
Reinos.
Es opinión reflejada por los historiadores, y que San­
doval exornó con gran riqueza de detalles, que cuando
las sobrecartas del Rey se notificaron á Juan de Padilla,
éAie trató con dos deudos suyos, Pedro de Acuña y Die­
go de Merlo, que, para excusar su presencia en la Corte,
hiciesen una demostración de alboroto en la ciudad, va­
liéndose de sus allegados y valedores, amigos y criados.
Resistiéronse Acuña y Merlo, que se habían criado en la
Casa Real, y entonces Padilla habló con los frailes de
San Juan de los Reyes y San Agustín, para que en uno
de los ííias de Letanías del mes de Abril, que iba de la
Iglesia Mayor á San Agustín, estando reunido el pueblo,
86 pusiesen á prender á los caballeros llamados por S. M.,
por cuanto nada aventuraban y estaban exentos de la
justicia Ueal. Celebrada la procesión, suscitóse una con­
tienda entre Hernando de Avalos y D. Francisco de He­
rrera, Capellán mayor de la Capilla de los Reyes nuevos;
promovióse un alboroto, y quedó en el olvido el primiti­
vo plan coDceriado. Entonces, como el plazo marcado
corría, se buscaron uo Procurador de caujias y otro lla­
mado Xara, hombres de vida airada, para que promovie­
sen el deseado alboroto y se evitase la partida de la ciu-
dad de los caballeros y Regidores.
Cou efecto: el dia 16 de Abril, al salir Juan de Padilla
de su casa, le salieron al encuentro 40 ó 50 hombres que
estaban avisados, y muy pronto se reunieron hasta
6.000 armados, que gritaban: «¡Mueran Xevres y los
flamencos que han robado á España, y vivan Hernando
de Avalos y Juan de Padilla, padres y defensores de esta
t\epública! (•).> Metiéronlos presos en una capilla de la
Iglesia Mayor, á pesar de sus fingidas protestas, y luego
liicieron otro tanto con Gonzalo Gaitán, D. Pedro de
Avala y otros Regidores, poniéndolos guardas. Inmedia­
tamente l\xé el tumulto á la posada del Corregidor, y le
obligaron con amenazas de muerte á reponer la notifi­
cación hecha á los caballeros y mandarles no saliesen de
la ciudad, porque en ello S. M. sería más servido. De
todo ello se envió auto y poder á Alonso Ortiz, que per­
manecía on la Corte; pero ya se ha visto que no sirvió
para nada.

(1) Juün de Chaves Arc^yos, Comunidades de Toledo, citado ea el


Apéndice 1(1 á las Comunidades de Alcocer, pág. 20'3.
Consumada y triunfante la rebelión de Toledo; aban­
donada la autoridad con la ausencia del Corregidor; pre­
dicada la bondad del movimiento desde los pulpitos, y
acalorada la revolución, se metieron en el Alcázar con
i). Jnan Rivera, que lo tenía á su cargo, dejándole con
sus bijos, hermanos y gente de su servicio. La Comuni'-
dad, que así se llamaba todo el resto de la ciudad, co­
menzó á fortificar y reparar los muros y lugares de im­
portancia, y se enseñorearon de las puertas y los puen­
tes El 21 de Abril D. Juan de Rivera rindió el Al­
cázar de Toledo, quedando por Alcaide un criado suyo,
y á poco el Corregidor fuó obligado á jurar que tendría
las varas por la Comunidad de Toledo, y esta quedó se-
íiora y dueña del campo, hizo sus Diputados y convenza-
ron á poner forma de G-obierno á su voluntad, diciendo
que lo hacían en nombre del Rey y de la Reina y de la
Comunidad. D. Pero Laso, en vez de cumplir lo que el
Rey le ordenó y posesionarse de Gibralfar, se fué á To­
ledo, donde los rebeldes le alzaron como uno de sus p rin ­
cipales héroes. A su vista, y con su asentimiento, la Co­
munidad, que ya se llamaba Santa, armó otro alboroto
para amenazar y echar de la ciudad al Corregidor y qui­
tar la vara á él, sus Tenientes y Alguaciles. El Corregi­
dor, con el Alcalde mayor y Alguacil mayor, se guare­
cieron en casa de D. Pero Laso, que los amparó, y so­
segado el tumulto los sacaron á pie fuera de la ciudad,
donde montaron en unas cabalgaduras, partiendo para
Alcalá de Henares, desde donde dió cuenta á D. Carlos
de todo lo ocurrido en Toledo.
El mismo día 22 de Abril (í), en que se reanudaron las

(1) Sandoval» H isioria c it., líb . V, pógs. á 158.


($] Ai'ch. gen. áe Sim ., Cédulas de Cámara^ legajo 50, fol. $1.
Cortes en la Coruña con la presidencia del Gran Can­
ciller, el R ey dirigió una Cédula al Corregidor de Tole­
do, dándose por enterado del alboroto de la Comunidad;
pero desconociendo su intensidad y consecuencias, y or­
denándole por lodo remedio, que hiciera información y
«procediese en todo ello con la mejor maña é templanza
que ser pueda, avisando de todo lo que clespuéd hubiese
sucedido ó sucediere, y poniendo todo cuidado y diligen­
cia en que las cosas se sosegasen. Por lo referido ante­
riormente, todo era tarde.» Las revoluciones se sabe có­
mo comienzan, pero se ignora cómo acaban. A l estado
que las cosas habían alcanzado en Toledo, donde el po­
der se disputaba de potencia á potencia, los expedientes
eran inútiles y se necesitaban resoluciones más enérgi­
cas. E\Rey y sus Consejeros, ó no supieron ó no quisie­
ron adoptarlas, sin duda por el natural deseo de ir á ce­
ñir la corona del Imperio. Todo lo que concedió antes de
partir para tranquilizar media Espafia sublevada y la
otra media próxima á sublevarse, fueron dos Provisio­
nes (í), prometiendo y jurando en una que, mientras es­
tuviese ausente, no daría oficio ni beneficio alguno en
ellos á persona ni personas algunas que no fuesen na­
turales de estos Reinos; y en la otra, que aníes de partir
dejaría Gobernador que representase su persona Real,
de autoridad y dignidad y celoso del servicio de Dios é
suyo y del bien de sus Reinos, con autoridad, gente ó
fuerzas para ejecutar lo que tuese mandado, y faculta­
des para hacer nombramientos, y que la justicia estuvie­
se bien regida y administrada. Durante tres años man­
daría pagar los Conlinos y otros Oficiales de la Gasa

(4) Ccri€S de León y Castilla. Ueat Ac^ideiriía de Ia Historia,


tomo IV, p á^. 309.
Real. La saca de moneda y caballos quedaba prohibida.
En cambio, en la segunda habla que hizo ei Obispo de
Badajoz el 25 «le A hril, congratuló del biien servicio
que la mayor parte do las cLndades le habían hecho, y
maaifóstó á los Procuradores que la administración de
la justicia quedaba libre y totalmente en el Presidente y
en los del Consejo, y dejaba para que representase su
persona Real y entendiese en las cosas del Estado al R e­
verendísimo Sr. Cardenal de Tortosa, persona de doctri­
na, de santa vida y de gran ejemplo y experiencia, con
cargo de toda la genle de estos Reinos, donde quería vi­
vir y morir. El Procurador de Murcia aún se atrevió á
suplicar que, en cuanto á la gobernación, dejase Gober­
nador con forme á las leyes de estos Reinos, y si insistía
en dejar al Cardenal de Tortosa, lo dispensase por una
vez; pero jurando que en adelante no dejaría en su au­
sencia Real, Gobernador si no fuese natural de ellos, y lo
mismo dijeron Valladolid, Córdoba y León.
Asi terminaron las Cortes de la Coruña, en las que no
lomaron parfe los Procuradores de Toledo, rebelados
confra la autoridad del Rey. Pedro Mártir de Anglería
escribía el de Abril al Marqués de los Vélez: «Al día
siguiente al eo que entró el Rey en )a Coruña recibimos
noticia de que Toledo quería levantarse, porque aquellos
ciudadanos oyeron que no habían sido escuchados los
comisionados. 'ÍW, que estás más cerca, lo sabrás mejor.
Se dice que los odios capitales que hay entre las faccio­
nes no influyen menos que la avaricia de los extranje­
ros, que devoran al Rey, y los facciosos contrarios, para
dar á entender que abrazan las opiniones de la parte
contraria, toman por pretexto los gravámenes y emplean
todas las fuerzas en incitar al pueblo. Otros dicen que,
sea lo que fuere, se debe temer y respetar al Roy. Se
m
dice que hay discordia, no solamente entre las familias,
sino también entre los hermanos. De muchos nobles de
la casa de Silva, Tumbo entre los cuales está el Obispo
de Segovia y D. Juan, Gobernador del castillo de Toledo
y cabeza de dicha familia, unos dicen blanco y otros ne­
gro. Tal confusión ha nacido, que inficionará el Reino
sí no se toman otras providencias. N i por esto desisten
de sus peticiones las Harpías. Desean sacar de a q u iá los
aires del Norte al Rey como de los infiernos al cielo, y
él desea lo mismo. Lo impiden los vientos. Volará en
siendo favorables.» Y , con efecto, D. Carlos contestaba
el 19 de Mayo los Capítulos que le habían presentado los
Procuradores de las ciudades y villas de voto en Cortes,
y el 20 partía para Alemania, soñando con las grande­
zas de un Imperio y dejando en España el dolor de la au­
sencia y las Iristezasde una guerra fratricida.
Pedro Mexia dejó escrito (^J que, cuando el Rey par­
tió, decían los españoles: «Colocará su trono en Alema­
nia, y olvidándose del Uereditario centro de sus grande­
zas, hará provincia del Imperio la que con sus tesoros se
le ha granjeado. Daránnos los forasteros nuevas leyes.
Veremos en los cargos y dignidades oí,ros rostros y otras
condiciones, y el oro que con tantos alanés, á modo de
indianas hormigas, sacamos de las venas dei Nuevo Mun­
do, servirá de alimentar y dorar la ostentación tudes--
ca y flamenca.» Y Fr. Alonso Fernández, en su llis-
ioria de Plasencia, añade (S) que, indignados los espa­
ñoles por los pedidos del Rey y la avaricia de sus gober­
nadores, se turbó la paz en todo el Reino, no sólo por la
gente del pueblo, que más siente ta falta de la hacienda,

} Pedro Mexia, Relación de laz Comunidades.


(í) Fr. .\Ionso Fernández, Historia de Plasencia.
sino también por algunos nobles, que sirvieron <le ma­
las g u í a s , en quien q o tuvo tanta cabida la riqueza cuan«
ta la ambición y desordenado apetito de mayor estado.
De cuanto hasla aqní llevamos expueslo, podemos de­
ducir las siguientes conclusiones: 1 / El movimieoto de
las Comunidades venía preparándose en España desde
que por la muerte de la Reina Católica y por la incapa­
cidad de la Reina Doña Juana, comenzó á regir los desti­
nos de este país D. Felipe I, exíranjero y partidario de la
Casa de Austria. 2 / La política verdaderamente nació*
nal, practicada por los Reyes Católicos, se sustituyó por
ofra exfranjera, paramente personal y de pandillaje, sin
arraigo en el país y contrariando todas sus costumbres é
inclinaciones. 3.' La nobleza española volvió ú dividir­
se en pi^rcialidades, y peleó más por sus intereses per­
sonales que por la causa nacional, y el poder se debilitó
y perdió la fuerza y cohesión del anterior reinado. 4." La
Regencia segunda de D. Fernando el Católico evitó las
rebeldías; pero no cimentó ni forfificó el principio de
autoridad, sin el que la vida social es imposible. 5 / La
Regencia del Cardenal Cisneros aporló la energín y la
moralida<l á todos los mecanismos sociales; pero cuando
intentó crear un ejército permanente para contener á los
señores y á los pueblos, éstos, conociendo la intención,
se sublevaron contra la idea haciendo estéril aque) guber-
namenfal propósito. 6.* Entre tanto, el encabezamiento
de las alcabalas y la concesión de los oficios y dignidades
á los extranjeros flamencos, crearon un disgusto pro­
fundo, que nacía de la idea que en España se tenía de la
propia dignidad. 7.® La venida de D. Garlos á España ro­
deado de sus Ministros flamencos aumentó la indigna­
ción de los españoles, que llegó á su posible lím ite cuan­
do se vió que se querían aumentar los encabezamientos
de los piieblosy se intentó hacer pecheros á la nobleza
y á la Iglesia. 8.* D. Juan de Padilla sólo defendió en
Toledo los intereses de la clase á que pertenecía; pero no
libertades ni exenciones, de que carecía, y que nadie
pudo pensar en disminuir ni menoscabar. 9.® El movi­
miento de Toledo lo iniciaron Regidores de la más dis­
tinguida nobleza, empeñándo??e en enviar mensajeros di­
rectos en vez de nombrar Procuradores que formulasen
en Cortes sus Capítulos; y cuando el Rey se negó á pla­
ticar con aquellos emisarios y los desterró de su Corte,
aquellos mensajeros se convirtieron en cabezas de la re­
belión, desobedeciendo todas las órdenes del Rey, negán­
dose á otorgar ni poderes ni servicios, desfiluyendo al Co­
rregidor y á la justicia, ocupando la fortaleza y ios puen­
tes y erigiéndose en poder supremo. 10. Para llegar á
tan extrema situación, los iniciadores del movimiento se
vieron obligados á estimular los insanos apetitos del pue­
blo toledano, en cuyas manos se acrecentó y desbordó la
rebelión, acabando por declarar la guerra á san<?re y
fuego contra los mismos que la habían, iniciado. í l . Falto
el movimiento de pensamiento político y de un hombre
que supiese imponerlo, dirigirlo y realizarlo, se convirtió
en espantosa anarquía, que se extendió arruinando todo
el país. 12. Cuando todos los intereses se vieron en peli­
gro, olvidaron todas sus aniiguas querellas, se unieron
ante un común temor y fácilmente derrotaron las abi­
garradas fuerzas comuneras, que si eran muchas para
destruir, eran pocas para crear y defenderse. Así aca­
baron las Comunidades de Castilla, después de vivir dos
años sobre el país, y de hacer alarde de su arrepenti­
miento, los mismos que acaloraron el movimiento, más
por miras particulares que por causas que la patria agra­
dece y la historia graba con letras de oro.
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Ä- •'.* 'Í. • ■ V.*
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IV

SUMARIO

Intervención d f la nobtez» española en e) movimiento de l<is Co*


munidades.— Prohibición desde antiguo de establ<»cer confedera­
ciones.— Causas de la división de la nobleZA.— Bnndos en Toledo
y otra$ ciudades.— Concordia de 1506 entre los Silvas y los Aya*
las.— Indisciplina social ingénita.— Contenida por los Reyes Ga>
tólicoSf renació á la muerte de U Eteina Gatólfca.— Contribuyó á
fomentorla el Gobierno de im Rey extranjero y la am bición de
sus M inistrus.^l.H ine^p»cidad de DoTía Jnann h h o renacer las
antijjUHS rivalidades y facciones.— PhcIo solemne al fiillecer Fe­
lipe I de CiíStilla.— AUtTiiciones en Andalucía.— D. GíirSos apo­
deró al Arzobispo de Toledo y Consejo Renl p^ra gobernar estos
Keinos.— Luego dió á la nobleza parle en la go bernación.»D is­
posiciones laudables de la Reina Dofta Juana.— Síntomas de re­
beldía en varias ciudades.— Provisión subrepticia del Obispado
de Zamora, y cuestiones que tuvieron lugnr entre D. Antonio de
Acuña y el Alcalde Ronquillo.— Desórdenes en Segovia.— Falla
de autoridad en el Consejo Real.— Regreso del R<*y Católico á
pik&a y efectos de su venida.— Origen de las desavenencias ontre
el Duque de >ledinasÍdonia y D. Pedro'Girón.— Rducación del
Príncipe l). Carlos conñada á Adridno, Deán de Lovaina.— Matri­
monio de D. Fernando el Católico con Doña Germana de Foix.—
Alteraciones en Córdoba y castigos que ordenó el Rey,— Amor>
tíguanse las divisiones de la nobleza.— Mercedes que se otorga»
ron á varios de sus individuos.—Gloriosas empresas en Africa
acometidas por el Cardenal Cisneros.— Las Cortes de Aragón, Va­
lencia y Cataluña reiteraron la fprohibición de la confediMVición
de Las Universidades.— D. Fernando el Católico ju ró el cargo de
Gobernador en las Cortes de Madrid de 1510.— Perturbaciones
en Andalucía.— Confianza regia dispensada al Obispo de Zamora.
— Su prisión en el Bcnrne.— Incorporación de Navarra á la Co-
roña de Castilla.—Cleiuencía gu;^rdada con el Duque de Medina^-
»Idonta y O. Pedro G irón.— Disturbios en Aragón.— Kigores de
Ronquillo cit Toledo.— Confederación, alianza y pleito lioinenaje
entre vario» nobles, un o de ellos el Conde de Salv<Uierra» en fa ­
vor de la lieina Doña Juan a y su hijo el Principo O. Chirlos.—
Tralado que éste celebró con Francisco I, Rey de Fr«mcia.— Pri-
de Mr. de Xevres, Gran Chambelán de U. Carlos.— Nom­
bram iento de Adriano para Gobernador de España.— Concordia
enti'e i). Fernando y D. Carlos.— Muerte del Itey Católico en 431^
> su testamento.— Desavenencias entre Adriano y Cisn^^ros.^— lv.s-
tablecímiento de la Corteen Madrid.— Compromiso ju rad « por ios
nobles de no levantar bandos ni parcialidades y defender ei d e ­
recho do Doña Juana y de D. Carlos.^A lborotos en Burgos entre
el Condestable y el pueblo.— Nuevos disturbios en And<ducia y
cerco de Sanlú&ir.— Murmuraciones contra los Gobernadores.—
Ampliación del poder á A driano.— Unión de ambos Gobernado­
res.— Nueva invasión de N avarra.— Embajada de Aragón para
rogar al Uey su venida á E spaña.— Extranjeros que íorniHban la
Corte de Flandes.— Priinenss disposiciones del Cardenal Cisneros«
— 1.Ü entereza de su carácter disgustó á Ut noblexd.— Su inteli«
gencia con .Mr. de Xevres.*-Creoción del ejército perm anente.—
Disgustos <|ue produjo.-^Proclamación de D. Carlos l\ey de Ks-
paña.— Sublevación de Málaga contra el A lm irante.— Más distur­
bios en A ndalucía.— Resistencia de Valladolid y otras ciudades á
la creación del ejército permanente.— Injurias al Rey.-f-Se ro­
busteció la autoridad de la I n q u i s i c i ó n . C a r d e n a l Cisneros^
Inquisidor genera).— Misión conñada á Mr. de Laxao p.ira sua­
vizar las asperezas del Canlenal Cisneros ^ G r a v e s i'evelaciones
de Juan Bravo.— Se m<indó sobreseer en todo lo referente ó lii
creación del re i tu.— Efecto que causó en Burdos la concesión
del Castillo de tara id francés Jofi'e de Cotannes.— Uis ciudades
rogaron al Rey apresurase su venida á lisp^iiVu— Provisión del A r­
zobispado de Toletlo en Guillerm o de Croy» sobrino de Xevres.—
Con^/Csión del capelo á AdrÍ<mo, Deán de Lovaina.—Encono con­
tra los Oamencos.— Autorización de Ui décima de las rentas del
clero y disgusto de éste.— Quejas de los aragoneses.—Temores de
que fuese proclamado Rey de España el Infante D. Fernando.—
Cuestiones acerca del Priorato de San Juan y cómo se resolvieron.
^T e n ta tiv a de reunirse en 4517 Burgos^ Valladolid, Loón y Za­
mora en Segovia.— Ei Rey mandó se evitase; pero en Agosto fir­
maron caria de Hermandad.— Toledo contradijo esta confedera*
ción.— Designación de los pueblos que constituirían la viudedad
d e D o n a G e r m a n a d e Ff»i<___L le g a d » d e l R e y § E s p a ñ a . —M a e rle
del Cardenal Gísneros.^— Disgusio general.—‘Cortes en VuUu<lolid
para ju ra r á D. Carlos Rey K$patV«i.— G<ipítu\os generales.-t-
Especialf^s de Gr<inada, Zamora, Cuenca, ^oriH, Tuledo, Avila,
Madrid, Yatladolíd y Burgo<.— No se suplicó libertad nlguna.-^
Cortes de Aragón.— El Rey juró I iís Corpunídades de Calatayud.
— Ei Gf'in (UincílkT, Mr. de Laxao. m urió, y fuó suslituído por
Mercurino de G alinara.— Cortes de Cataluña.— Nu llegaron á ce^^
iebrarse las de Valencia.— Kncono enire flriinencos y Cii^telianos.
— Rivalidades enire espafioles y renacim i^nio de los antiguos
odios.^Protección quo I). Cnrlo» disp«*nsó ¿ la Coniípsu de SaU
vatierra.— Partida del Infante D. F<'rn.mdo para Flandes.— Nue­
va con federación ile Burdos, Valladolid, León y Zamora en 1518,
d«*jando abierto e) pacto parri todas lasdemHS ciudades.— Secón*
iradice la opinión de Argensola respecto del origen de lasComu*
nid^diíS.'-’ Muerte del Emperador Maximiliano.—Se eligió para
sucederle al Rey de lUpaña.— Deseo en ^dte de ir á ceñir la Co<
ronu dei Imperio. —Inter(^s en sofocar el movimiento de la Ger-
manía en Valencia.— Comisionados <|ue se enviaron con dicho
objeio.— Ineficacia de su.s gestiones. — Pru^reso del movimiento
valenciano.-^DiferencidS entre la Germanía de Valencia y lasCo*
»¡unidades de CasiiUa, é inteligenciiis entre am bas.— La debíli«
dad dcl Gobierno engendró nuevas divisiones en Iüs clases socía*
les.— Desórdenes en Granada y Aragón.— Rebeldía de D. Pedro
G irón.— Ofertas d e l Rey.— Intervención de ódte en las querellas
tamiliares del Coode de Salvatierra.— Intento de trasladar á la
Reina Doña Juana de Tordesillas á Toro.— Reacción en favor de
la autoriiiad del Santo Oficio.— Lucha con el Rey de Francia.—
Interrupción de relaciones.— Petición de nuevos recursos.—«Au­
sencia de los flamencos cargados de riqueids.— Disgusto general.
— Rebeldía iniciada en Toledo.— Partida de D. Carlos para Flan-
des.^E x istencia de la guerra civil en España al ñ:iali£ar el
año 1519.

Como en diversas ocasiones se ha afirmado, que la di­


visión de la nobleza española y la iniciativa de algunos
de süs más ilustres individuos, contribuyó al movimien­
to de las Comunidades, y que la nobleza fué la que ter­
minó aquel movimiento en bien de la Monarquía y del
T ono x x x v 9
país, conveniente será exponer loa fundamentos de
aquellas afirmaciones. La nobleza española, desde re­
motos tiempos, estaba dividida y perturbada. Entre las
principales causas de esta división, pueden señalai'se, la
nominación de los car<fos concejiles y sus ambiciones
particulares, qne acercaban ó apartaban del Poder
Real. De aquí la existencia de las Ligas y ayuntamien­
tos, de antigruo prohibidas, y la formación de landos ó
parcialidades, que eran un constante peligro para la paz
pública, y que dieron mucho que hablar en las princi­
pales poblaciones de España.
D. Alfonso X el Sabio, por el Capítulo X X X V I ciel Or­
denamiento de las Cortes de Valladolid de 1258, prohi­
bió «que non fagan confradias, nin juras malas nin nin­
gunos malos ayuntamientos que sean á danno de la tier­
ra e á mengua del Señorío del Rey... Et manda el Rey
quü lodds las confradias que son fechas, que se desfagan
luego, sinon que yagan en aquesla penu sobredicha (1),>
Lo itiiamo repitió el Ayuntamiento de Jerez (?). Y el de
Carrión, en 1317, legalizó las Hermandades para defen­
derse de los agravios de los poderosos Las Cortes de
Guadalajara, en 1390, por su Petición 2 / otorgada, pro*
hibieron las Ligas y ayuntamientos i*). Lo mismo acor­
daron las Cortes de Madrid de 1392, por la Petición 2.*;
y las de Toledo, de 1462, por su Petición 14 (^). Y los
Reyes Católicos reprodujeron las anteriores prohibicio­
nes por sus Pragmáticas desde Barcelona en 1493; desde

(1} Ke»l Academia de la Historia, Corles de León y Castillay io~


Tno I, p¿ig. 61.
(2) Idem k\,y Petición páj;. 79.
(3) Meni ill., pág$. 322 y siguientes.
(4; Idem id., tomo \ \
, pág. 4^5.
(5j Idem id., tomo 111, pág. 711.
Granada, en i 7 de Febrero y 15 de Mayo de 1501, y en
la Ley 5 i del Cuaderno de alcabalas en la vega de dicha
ciudad (<). En todas las anteriores disposiciones se esta­
bleció la prohibición de ayuntamienlos. Ligas y confede­
raciones entre Concejos, caballeros ú otras personas. En
las Cortes de Monzón de ló lO , que fueron comunes á
Cataluña, Aragón y Valencia, se reprodujo la prohibi-
cií^D, y füé publicada como fuero para que nadie cele­
brase la antigua confederación de las Comunidades, ó
sea Hermandad. Y hasta el Ayuntamiento de Madrid,
reunido en público Consistorio con los Grandes y oaba—
IJeros del Reino, contrajo el 25 de Eoero de 1516 el so­
lemne compromiso jurado de defender el derecho y se­
ñorío de la Reina Doña Juana y de su hijo el Príncipe
D. Carlos; de no admitir dentro de la población á ningún
Grande que quisiera apoderarse de ella ó levantar bati'^
dos ó ¡xiráalvtades, y de exigir de lodo caballero ausente
el mismo juramento, ó expulsarlo si no lo pres‘aba (^),
Este era el estado jurídico español al iniciarse el m ovi­
miento llamado de las Comunidades.
Nunca se vió Monarcá alguno más vilipendiado, ni ia
Corona más escarnecida, ni la nobleza más imprudente
y procaz que en el reinado de Enrique IV. A redimir al
Poder Real de tania igoominia se encaminaron todos los
esfuerzos de los Reyes Católicos. Comenzaron por hacer
la guerra á su gran vasallo D. Diego López Pacheco,
Marqués de Vil lena, y Iras diversos comba tx?s con varía
fortuna, pactaron con él, como de potencia á potencia,
el cambio de varias fortalezas y ciudades, alcabalas, ter-

i) Leyes del tíl. X II, lib. X II <le h\Novisima Uecopilnción.


($) Kéiüii y Ddtg;)do y Ferrer ilel Río< H istoria de M adrid, io»
mo II, pág. 329, TiulQ \.*
cias y otros derechos análogos (<¡. Se atrajeron al Arzo­
bispo de Toledo. Crearon la milicia de la Hermandad,
Tuerza política y m ili lar. Emplearon el rigor contra los
rebeldes. Prefirieron el mérito á la cuna. Revocaron las
anteriores prodigalidades. Protegieron al estado llano y
encontraron en él el punto de apoyo para la reor<?ani-
y^ción del Poder nacional. La fuerza que la Monarquía
^.enía adquirida sobre la nobleza eslá demostrada por las
últimas disposiciones de la Reina Católica, encargando
la reivindicación de las alcabalas y tercias, pechos y de­
rechos que pertenecieron al Patrimonio Real, y decla­
rando la nulidad de cualquier uso, costumbre y prescrip­
ción contra la Real jurisdicción.
Pero lo que no pudieron evitar los Reyes Católicos fué
la división de la nobleza misma, que, árbitra de ios car­
gos concejiles, peleaba en el seno de las Corporaciones
municipales como anies lo hiciera en los campos de ba­
talla. De aquí los bandos y parcialidades en casi todas
las ciudades y villas de estos Reinos, de que, respecto á
la capital de Alava, ofrece elocuente testimonio la Real
cédula fechada en Burgos en 22 de Octubre de 1476, en
que se consigna la división en bandos de Ayalasy Calle­
jas, las reclamaciones que produjeron y la necesidad en
que se vió el Rey de ordenar la forma de la elección de
cargos, para procurar la paz y tranquilidad pública (2).
Y Marlin Oamero, en su nota 6 á la Belación de Alco­
cer, después de recordar que los bandos de Toledo ins­
piraron la musa dramática de D. José Antonio Oarcia

[4] Pleito promovida por los Duques de Príns y Uceda contra el


Estudo sobre carpís de Justicia. Arctiivo dei Consejo de Estado.
Pleito nú m. 1.415.
(2) Archivo m unicipal de Vitoria, armario 24, est. 4, legajo nú­
mero 4S.
m
del Prado, alude á los antiguos bandos de Castres y La-
ras en Jas minorías turbulentas de Alfonso V III y su hijo
Enrique I, representación de dos aníiíjuas familias, que
al terminar el si^jlo xti y comenzar el xiii pretendíaa
monopolÍ7,ar, allí donde alcanzaba su influencia, la go-
bernaoión del Gstado, mediante la posesión de los cargos
públicos. En otra minoría, la de Enrique III, hijo de Juan I
el de Aljubarrota, se constituyó un Consejo de Regencia
de hombres buenos que nombrarían las ciudades de Tole­
do, Sevilla, Burgos, León, Murcia y Córdoba; y como esto
se resolvió contra la opinión dol Arzobispo de Toledo,
D. Pedro Tenorio, se produjeron diversos al7,amientes, y
los bandos de Pedro I^pez de Ayala y sus parciales, que
manteniaa los suyos, y A ñas y Fernán Gómez de Silva,
caballeros portugueses casados con Doña Urraca y Doña
María Tenorio, hermanas del Prelado, que, naturalmen­
te, defendían la causa de éste. En loncos nacieron los
bandos de los Silvas y los Ayalas, que, según Eugenio
de Narhona, llegaron unos y otros á las manos pesada­
mente. Eslas malas pasiones despertaron con mayor en­
cono en el reinado de Juan II y en el turbulento de En-
rique IV , produciéndose escándalos, muertes é incendios
entre ambas parcialidades; pero esta situación no era
propia y exclusiva de Toledo, sino general á toda la na­
ción, donde existían los Cepedas y Alderetesen Tordesi­
llas, los Mercados y Bullones en Medina del Campo, Qui­
ñones y Ponces en Sevilla, Múxicas y A vend años en Viz­
caya, y otros distintos en Avila, Palencia, Salamanca,
Burgos, Valladolid y otras ciudades. Contribuía á estas
divisiones la protección que unos, como D. Pedro López
de Ayala, Conde de Fuensalida, dispensaban á los cristia*
nos viejos, mientras D. Alvaro de Silva, Conde de Cl—
fuentes, capitaneaba á los conversos ó cristianos nuevos,
conviriiondo en con tienda religiosa lo que en un prlnci-
pió íué simple cuestión particular con mera intención
.política. El odio de raza y la diferencia de seda enconó
cada ve'A más lus ánimos, y ias parcialidades no se die­
ron paz ni reposo, ni se trataron con piedad.
Con el reinado y polilica de los Reyes Católicos men­
guaron estas enconadas rivalidades, porque la jusLiñva'»
ción de los Monarcas inspiraba á todos confianza en la
jusLicia, y la nobleza se vió obligada ú guardar forzado
silencio; pero niuería Doña Isabel, renació el virus pon­
zoñoso de la íliscordia. liOS Silvas y los Ayalas volvieron
ú agitar á Toledo, y con motivo de la incapacidad de
Doña Juana, unos se declararon partidarios del Rey Don
Fernando el Católico, y otros del Arcliiduque de Austria,
D. Felipe, espoí^o de la Reina, en las cuestiones sobre
Regencia y gobierno de los Estados de Castilla. La con­
cordia de 12 de Diciembre de Í506 enlre los Silvas y los
Ayalas y Justicias y g<ínte principal de Toledo, pactan­
do paz perpelua, so pena de muerte, sirve para compren*
der á qué lamentable estado habían llegado las cosas en
la ciudad de los Concilios. 1 ^ cuesiión fué aplazada, pero
no resuella. Cuando el Cardenal Cisneros intentó reor-
ganijiar las milicias locales, Toledo, movida por los ban­
dos, fué de las primeras ciudades que se opusieron al
mandato del Cardenal Regente. Y cuando se sintió el mo­
vimiento de las Comunidades, los Silvas y los Ayalas dis­
putaron públicamente sobre la conveniencia de reunirse
las ciudades, como la de Toledo quería y logró, opinan­
do los primeros, contra los segundos, queá másdeserel
proyecto conlrario á las leyes, se originarían de él gra­
ves conflidos á la pal ría. D. Antonio Alvarez de Tolí^
do, Señor de Cedillo, y Juan de Padilla, con lal motivo,
»estuvieron en el Municipio la paz ó la guerra puñal en
m
mano. D. Juan de Silva, antes de iniciarse el levanta­
miento, salió, por suerte, Diputado para las Cortes de la
Coruña, y le cercenaron los poderes, á fin de que no fue­
se; él se resislió, haciéndose fuerte en el Alcázar con 400
hombres, y combatido, tuvo al fin que capitular, dejando
el campo libre á sus contrarios. Cuando los sucesos se des­
arrollaron y avanzaron, las casas, fortalezas y haciendas
de lo» Silvas fueron entradas^ á saco, batidas é incendiadas
por los Ay alas, los cuales les arrojaron de la ciudad, con­
siderándolos sospechosos. Hasta Doña María Pacheco,
esposa (te Padilla, se ensañó contra aquel partido, dando
ocasión á que los jefe^ se declarasen ynortales enemigos
suyos; á que la persiguieran per^^onalmente, y el día do la
victoria, ya que á ella no pudieron alcanzar sus iras, las
descargasen sobre su morada, como apunta Alcocer, Y
cuando el día de San Blas de 1522 los comuneros toleda­
nos se rebelaron contra el concierto celebrado con el
Prior de San Juan, y el Arzobispo de Bari tuvo que so­
meterlos por la fuerza de las armas, aún peleó al lado
de los imperiales el caduco Mariscal Payo de Rivera,
uno de los más ardientes partidarios de los Silvas. Lo­
grada la pacificación definitiva de Toledo, todavía no se
permitió residir en ella á D. Juan de Rivera ni á sus deu«
dos, hasta que viniese el Rey á España, por temor acaso
de que su presencia avivase el fuego de la discordia entre
las dos facciones enemigas. De estos datos, que con mayor
extensión apuntó el concienzudo hisloriador de Toledo,
Martín Gamero, pudiera sospecharse si el apasionamien­
to, encono y notable insistencia de los toledanos en el mo­
vimiento de las Comunidades, nació, más que de las cues­
tiones económicas que se trataron en el Concejo, del te­
mor de que los Silvas se apoderasen del Gobierno y persi­
guiesen á sus constantes é irreconciliables enemigos.
m
Pero al repetir lo que otros dijeron acerca de los Ban­
dos de Toledo, d o s hemos desviado bastante del objeto
del presente capítulo, que es marcar las divisiones de la
nobleza española, como circunslancia que vino á favo­
recer el movimienl.o de las Comunidades. «Había, A no
dudarlo, ha dicho un insigne estadista ;<), una gran in­
disciplina en el espíritu de los españoles de aquel tiem­
po, y la ambición particular se sobreponía, con sobrada
frecuencia entre ellos, al bien público.> Sólo por ese es­
píritu de rebeldía ingénita puede explicarse que, muerta
Dofia Isabel, renaciera en la nobleza la ambición de to­
mar parte en la gobernación del Reino, y mientras «nos
hacían llegar á oídos de D. Fernando excitaciones ten-
taÜoras, otros procurasen adquirir simpatías con la Cor*
te de D, Felipe, que iba á ser el árbitro de los destinos
del país, mediante la incapacidad de su mujer Doña Jua­
na. La circular remitida por el Rey Católico á las ciuda­
des, según Padilla y Maldonado W , revelando la incapa*
cidad de Doña Juana y la inconveniencia de fiar el Go­
bierno á un Príncipe extranjero, ignorante de nuestras
costumbres é inclinaciones, que tal vez diera en tierra
con la república; el imprudente pensamiento de resuci­
tar los derechos de la Beltraneja al trono español, que
á la sazón se encontraba en un convento de Portugal,
para contraer matrimonio y anular los derechos de Do­
ña Juana, D. Felipe y D. Garlos; el impolítico matrimo­
nio con Doña Germana de Foix, sobrina de Luis X II,
Rey de Francia, con condiciones desl’avorables á la in­
tegridad del ferritorio y honor nacional; y la poco me-

(1) Cánovas del OistUlo, Boifjitejo histórico de la Casa de A a slria ,


pág. U .
(9) H istoria de Felipe A |>or Florencio de Paditia, M S., ÍVeal Aca­
demia de tu HísiürU; MalduiidJo, E l inovim ienlo de Es¡Hiña. pag.
ditada intervención del Rey de Inglaterra para resolver
á quién pertenecía de justicia la gobernación de estos
Reinos, causaron pésimo efecto en Europa y en España,
donde el Rey D. Fernando, no sólo perdió la autoridad
moral que su prudencia conquistó en el anterior reina­
do, y que era necesaria en una Regencia de tan excep­
cionales circunstancias, sino que alentó de nuevo las
parcialidades de la descontenta nobleza. Las Cortes de
Toro, al reunirse el 11 de Enero de 1505, presididas por
Garcilaso de la Vega, Comendador mayor de León, die­
ron una prueba de patriotismo, aunque sólo concurrió
el estado llano, representado por los Procuradores de
Burgos, Toledo, t^eón, Granada, Sevilla, Córdoba, M ur­
cia, Jaén, Avila, Zamora, Salamanca, Soria, Cuenca*
Guadalajara, Toro, Valladolid, Madrid y Segovia, pues
en ellas, leído el testamento y una carta autógrafa de la
Reina Isabel, y otra de D. Felipe desde Flandes, alegan­
do la incapacidad de Doña Juana, fné ésta reconocida
por legitima sucesora, y á D. Fernando por Gobernador
y Administrador del Reino. La rivalidad entre D. Fe­
lipe y D. Fernando quedó desde oníonces planteada, y
aun el primero fió misión á Mr. de Veyre, su Mayordo­
mo mayor, para que las Corles apta/,asen sus acuerdos
hasta su inmediato regreso M), y anunció á las ciudades
que les arrendaría las rentas, si las querían, por tiempo
de cuatro años (^!. Ni la embajada fué atendida, ni la
promesa escuchada, y D. Felipe, desde Flandes, después
de pedir al Rey Católico que nombrase Contador mayor
á D . Juan Manuel, escribió á los Procuradores de las

(1] Arch. gen. de Sim ., Libi'os generales de la C ám ara, lib. X I,


ful. \1 vuellg,
(^) l'ernjridex Duro, Memorias de Zamora, torno I I , pág. ^ S i.
Cortes de Toro que no se disolviesen hasta que él se pre­
sentase en Casi illa, cuando se habían despedido el mes
anterior (<), mienf,ras D. Fernando, despedidas las Cor­
tes en Marzo, continnó en Toro hasla fines de Ahrll,
«por no apartarse, como dice Zurita, de aquella comar*
ca que es vecina de Portugal y entender la infención que
tenía á sus cosas el Rey D. Manuel, su yerno, porque
de Flandes cada día se publicaban malas nuevas, y que
el Rey D. Felipe no le quería ni aun por compañero en
el Grobierno (2).> D. Felipe se dirigió en 4 de Agosto á
los Grandes, Prelados, Títulos y caballeros del Reino,
anunciándoles que no hiciesen cosa alguna en perjuicio
de la Corona Real, según informaría Mr. de Veyre (3).
El 14 escribió cartas á los Ayuntamientos de las ciuda­
des y villas de voto en Cortes, para que eligiesen per-
soDas que estuvieran preparadas para ir al punto que él
les designaría, «para les comunicar algunas co^as que
serán servicio de Dios é nuestro é bien de estos R ei­
nos.» Y en 12 de Septiembre, desde Bruselas, dirigió
una circular á los Grandes y ciudades, revelando los mo­
tivos de su desavenencia con el Rey Católico, y rogando
que no le reconociesen ni tuvieran por Gobernador de
estos Reinos (*). El día 30 del mismo mes, avanzó Don
Felipe á expedir á su nombre y al de Doña Juana una
Provisión Real, mandando suspender los procedimien­
tos de la Inquisición, hasta su venida á eslos Reinos (5),

(I) M cinchab r y M anrique, Hislovia de /a Legisiacivn, lom o IX ,


l.ág. 92.
{%) ZuriU , HfStoria de 0 . Fernando, lomo VI. pág. í í .
(3) Rodi'i.^ucz VUltt, La Heina Doña J m iM , pág. 4^33.
(4) Arcli. gen. üe S im ., LV>ros fie ía C ám ara, Ub. X I. f<>(. 3 i
vueUo.
M erii i»l. id ., M . 33.
y lo participó por cartas á los Duques de Nájera, Béjar,
Infantado, Arcos, Medinaceli, Medinasidonia, al Condes*
table, y Almirante, y á los Condes de Cabra, Benavente,
Urueña y Marquesen de Villena y Priego, resolución que
produjo profundo disgusto en la nobleza que no se apoya­
ba en los conversos ó cristianos nuevos, Después de estos
hechos puede juzgarse de la sinceridad de la concordia
de Salamanca de 24 de Noviembre de 1505, publicada
6D esfa ciudad el 6 de Enero de 1506 (<), y de las oonfe-
rencias del Kobledat, junto á la Puebla de Sanabria y de
la do Renedo, como de la nueva concordia de Villafófila
de 27 de Junio, antes protestada que nacida (^), y por la
que D. Fernando renunció la Regencia y Gobierno de
«Jasiiiia en Doi^a Juana y D. Fetipe y sus hijos, reser­
vándose tan sólo las rentas que ie estaban señaladas por
el testamento de la Reina Isabel, juntamente con ta au*
minisiración de los Maestrazgos de las Ordenes m ilita­
res. Declarada la incapacidad de Dona Juana, quedó la
gobernación det Reino exclusivamente á cargo de Don
B’elipe, y á pesar de las protestas de D. Fernando, éste
salió de Castilla el 13 de Julio (te 1506, dejando entre­
gada España á los caprichos de D. Fetipe y á ta voraci­
dad de sus Consejeros.
De e.slas perdurables querellas resultó completantente
dividida la nobleza española, siendo Jefe del parUdo del
Key el célebre D. Juan Manuel, á quien los Marqueses
de Moya no quisieron entregar el Alcázar de Segovia, á
pesar de estar nombrado su Teniente. Toda Castilla es­
taba dividida en dos bandos, á causa de la enfermedad
de la Reina* Se revocaron las mercedes de todas las le-

(1) V illar y Maclas, H istoria de S'ifaw incfi, lotto II, ISO.


(^) '¿ür'iUi, ffislo ria de Ü. Fernanda, lomo VI. Gi á <i8.
nencias y oficios, coo gran alteración en el Reino, y es­
tando el Rey en Tu del a celebró concordia con loa Reyes
de Navarra, excluyendo á su suegro el Rey Católico (0.
En Andalucía se Junlaron el Duque de Medinasidonia, el
Conde de Urueña» el Marqués de Priego y el Conde de
Cabra, y hubo grande temor. D. Felipe quiso nonnbrar
í^’esidenfe del Consejo Real á GarciJaso de la Vega, y
los Grandes no lo consinlieron. Después acordaron dar­
le ayo al InTanle D. Hernando y que estuviese en Pa-
lencia, y también se puso estorbo en ello. D. Juan Ma­
nuel hacía el oficio de Presidente Cuando el Rey fué
á posar á Burgos en el mes de Septiembre en las casas
del Condestable, lo primero que hizo fué ordenar que sa­
liese de Palacio Doña Juana de Aragón, mujer del Con-
desfable, para tener inconninicada á la Reina. Se proce­
só al Duque de .\lba, y el Rey pidió al Almirante ana
de sus fortalezas como rehenes, por desconfiar de él. El
Marqués de Villena, el Duque de Nájera y el Conde de
Benavente, después de decir que podía valerse de ellos,
prometieron que luego se saldrían de la Coríe (3«, y á pe­
sar de estas persecuciones contra los partidarios riel Rey
Católico, al embarcarse éste para Nápoles el 4 de Sep­
tiembre, todavía le despidió gente de la nobleza de Cas­
tilla, Cataluña, Aragón y Valencia.
Victima de rápida é inesperada enfermedad falleció
Felipe I el 17 deSeptiembre de 1506(4). Un día antes de
que el Rey falleciese, hubo gran alboroto y escándalo
entre los Grandes y señores que estaban ya en parciali­

li) ZuritH. Historia de D. Ptrix:indo, llb, VI, pág. 77.


($) ¡ítem id. i^t.. Tal. 77 vuelto.
H) \Wm ¡«1. \d.y V i, ])6^. 80 vuotia.
,4} H . AuHtI. lu lli9 t ., C u le c . V vlá£i|uez, |ior
tt<»dri^uez Vitt.i, La ReifUi Doña Juatia, |Kig. i 4 t .
dad. El Almirante, el Condeslable y el Duque del Infan­
tado, se declararon por ei Rey Católico. Los caudillos del
bando contrario eran el Duque de Nájera y el Marqués
de Villena. En casa del Arzobispo de Toledo se reunie­
ron todos y se ordenó una escritura, comprometiendo
todas sus diferencias en el Arzobispo, Duque del Infan­
tado, Almirante, Duque de Nájera, Condestable, Micer
Andrea, Embajador del Rey de Romanos y Mr. de Vey-
re. La concordia se publicó el día 24 (t ). Las primeras
disposiciones que se adoplaron, fueron estal)lecer pre­
cauciones en Si mancas respecto del Infante D. Fernan­
do, que tenía sus parciales y defensores, por creer que,
como nacido en España, tenía un preferente derecho á ía
Corona, y convenir su entrega y conducción á Valladolid
para guardarle allí hasta nueva disposición de su madre
la Reina Dofia Juana (2). Y convenir de repente ambos
partidos en que cuairo de sus principales individuos se
encargasen del supremo mando, á saber: por parte de
D. Fernando el Católico, Rernardino Velasco^ Oeneral
de la caballería, y Federico Alvarez de Toledo, Duque de
Alba; y por la de D . Felipe, Diego Pacheco, Marqués de
Villena, y Pedro Manrique, Virrey de Navarra (3). Dada
cuenta del fallecimiento del Rey por Real cédula, en nom­
bre de la Reina Doña Juana, que sólo suscribió el Conse­
jo (*1, los Grandes volvieron á reunirse con el Arzobispo
de Toledo el I."" de Octubre (5) y confirmaroo lo concor­
dado, estableciendo en ocho otrosíes las condiciones de

(1) Zurita, Historia de />. Fernando, tomo VI, pág. 81 vuelta.


(S) Documentos inéditos parü la fd slo ria de España, tomo III, pá>
gina 400.
(3) Maldon?ido. E l inovifniento de España, pág. S7.
(4) Caalón Sil lasa r, Palacio de les Condestables^ LXIX-
^5) ZnriU», Ifistoria de D. Ferruindo, tomo VI, pág. S2.
paz, haciendo pleito homenaje en manos de Garcilaso
de la Ve;?a, y remiliendo copia á los ausentes para su ad­
hesión. Inmediaíamente se dirigió un mensaje al Rey
Católico, invitándole á que regresase á Castilla; pero
nada hasló á detener su viaje ú Kápoles, donde llegó el
10 de Octubre por la mañana (•], lo cual disgustó pro-
fundameníe á la nobleza castellana, dividida con motivo
de la reuoióo de Cortea, negada por la Reina Doña Ju a ­
na, eníre los parlidarios del Rey Católico, que eran el
Arzobispo de Toledo, el Condes!able, el Almirante y los
Duques do Alburquerque y Béjar, contra el Marqués de
Villena, el Duque de Nájera y el Conde de Benavente.
El Duque de Medinasidonia traló de apoderarse de íri-
braltar, y alterada la Andalucía, se celebró concordia
entre el Arzobispo de Sevilla y algunos Grandes, pro­
testando de la convocatoria de Cortes que había hecho
el Consejo, y firmaron confederación y ayuntamiento,
que podría aceptar iodo el que quisiese (2). Acerca de la
reunión de Cortes mediaron desavenencias entre el Du­
que de Alba, que lo contradecía, y el Arzobispo de To­
ledo, eí Condestable y el Almirante, que lo apoyaban.
El Inquisidor general se quejaba por los negocios de los
que estaban presos por la Inquisición. Los Procuradores
de Coríes iban reuniéndose; poro como no se les dieran
las seguridades que pedían, se marcharon hasfa que v i­
niese la respuesta del Rey. Conmoviéronse muchas ciu­
dades por diversos fines, y en Córdoba se alteró el orden
por causa do las personas que estaban presas por el
Santo Oficio de la Inquisición (3). Una carta Real fecha-

(4] Zurita, H ù to n a de D , Fernando, lomo VI, fols. S5 v 86.


{%) Idem id . id ., fols. 87 é 93.
(3) Idem id. id.» fols. 94 h m .
da en Burgos á 21 de Noviembre, y dirigida, por el L i­
cenciado Vela Núñez de Avila, al Corregidoi' y Jiie/, de
residencia de la provincia de Guipiizcoa, prueba que ha­
bía habido alboroto y reunión de gentes, puesto que se
mandaba se disolviesen y se hiciera información (0. En
Toledo, Madrid y Segovia se movieron novedades por
los bandos que en dichas ciudades prevalecían, y la R ei­
na Doña Juana, antes de salir de Burgos para Torque-
mada, acompañando el cadáver del Rey D. Felipe, re­
vocó todas las mercedes que éste hi/^ después de la
muerle de la Reina Católica, último fulgor de Ja memo­
ria de sü reinado, mientras los Procuradores de las ciu­
dades inslaban para reunirse en Cortes ¡2).
D. Fernando el Católico, á quien no podía ser indife­
rente el deslino de esle país, escribió carias á las ciuda­
des, nianifesiando gran pesar y senfimienlo por la muer­
te del Rey D. Felipe, y celebrando sirviesen con loda leal­
tad á la Reina Doña Juana, les dió las grííoias y les reco­
mendó con timbasen dando á sus mandatos la misma fe y
crédito que si fueren de él en persona, para mantener la
paz y quietud (3). Y á últimos de Noviembre, el Principe
D. Garlos, que contaba seis afios escasos, como Goberna­
dor délos Reinos de Castilla, confería poder al Arzobispo
de Toledo y al Presidente y á los del Consejo Real, para
que gobernasen el Reino durante su ausencia; mas por
observaciones del Arzobispo, envió otro en blanco como
Gobernador, para que fuesen sus Lugartenientes el Ar­
zobispo de Toledo y los Grandes que pareciesen al Con-^
destable y al Duque de Alba, á quien el Rey Católico

(1) Archiva municipal de 5»lva(ierra.


(S) Zuriui» H istoria dr f). F^'nandOy tomo VI. pág. <08.
[3) Fernández Duro, Memorias de Zamora, lomo [(, pág. 485.
había escrifo nna caria encomendándole el servicio úq
su hija Doña Juana, la pacificación do los Reinos y su
servicio í^). Y eran ian ciertas las discordias en las ciu­
dades, que los Silvas y los Ayalas tuvieron qne celebrar
la concordia de 12 de Diciembre de 1506, anteriormen­
te mencionada. Con una Reina loca de amor; con un
Rey niño de seis años gobernado por su ayo y preceptor
extranjero y aconsejado por personas que desconocían
por completo á España; retraído en Nápoles D. Fernando
el Católico; con una nobleza dividida en parcialidades, y
con unos pueblos levantiscos, sin respeto á una autoridad
que sólo exislía en eS nombre, fué milagro que subsis­
tiese y no se desmembrase la nacionalidad española, ro-
dea da de eternos enemigos. Y , sin embargo, la Reina
Doña Juana aún tuvo entereza para mandar quitar á
D. Juan Manuel los 11.000 maravedises del millar que
se pagaban de las libranzas; al Duque de Nájera, las al*
cabalas de la Merindad de Avila; á D. Alonso Téllez,
250,000 de juro, y á D. Hernando de Andrada, gran par­
te de las alcabalas de su tierra y de los juros que tenía
en Galicia. Asimismo revocó todo lo que había prometi­
do al Marqués de. Villena, Conde de Benaveníe, Duque
de Béjar y demás que tenían gracias y mercedes del Rey
D. Felipe I de Castilla,
Al comenzar el año Í507, se trató de perseguir á los
Inquisidores y oficiales del Santo Oficio de Córdoba, y el
Marqués de Priego, con el Corregidor y el pueblo, hubie­
ron de tomar el Alcázar. El Marqués de Moya tenía cer­
cada la fortaleza de Segóvía. En Toledo las parcialida­
des se pusieron en armas. En Madrid se juntaron 700
lanzas, con motivo de si debía escribirse al Rey supli-

(1) Alcocer, Relacitín de ¿as Comunidades, pég. S3.


cándole por su venida. En Cuenca, D. Mariano Vázquez
de Acuña se apoderó del regimiento. El Duque de Náje­
ra, con Ren fe de armas, andaba acompañado por la Cor­
te. En Valladolid, el Almirante y el Conde de Benaven­
le trataban de ganar la mayor parte del pueblo. El Ar­
zobispo de Toledo comenzó á traer gente de guarda (^).
Y la villa de Salvatierra suscitó pleito al Conde del mis­
mo título, D. Pedro de Ayala, acerca de) señorío; y aun­
que el Licenciado Vela Núñez de Avila dictó sentencia
condenando á la villa á continuar con las mismas pres­
taciones, Salvatierra apeló y la sentencia faé confirma­
da en 23 de Octubre de 1500; pero interpuesto recurso
de súplica ante el Consejo, éste, en 10 de Noviembre de
1518, revocó el anterior fallo y amparó á la villa de Sal­
vatierra en la posesión de ser libres y exentos de no pa­
gar al Conde lo que pretendía, lo cual explica la actitud
que la villa de Salvatierra y el Conde de este título
guardaron en la época de las Comunidades W . Desde el
comienzo del año 1507, estaba el Reino gobernado por
el Consejo Real, á quien prestaban apoyo y fuerzas el
Arzobispo de Toledo, Ximénez de Cisneros, y Bernardino
Velasco, General de la caballería. Los del partido de Don
Felipe instaban á Guillermo de Croy, por sobrenombre
Xevres, ayo y camarero del Príncipe D. Garlos, para que
se trasladase á España con su alumno y entrase á man­
dar el hijo, puesto que su madre, la Reina Doña Juana,
ó no quería ó no podía desempeñar los cargos del Go­
bierno (3j.

(1) Zurita, Historia de D. Fernando, tomo V’í, págs. 116 á 418


vuelta.
(S) Archivo municipal üe Salvatierra. Ejecutoria d e 4 7 d a D i­
ciembre de 1518.
(3) MaUonaiio, Hi rr^ovimisnío de U spam , 29.

Tom o x x x v 10
Por esta misma época ocurrió uno de esos hechos ex­
traordinarios que forman anfeceíloole para determinar
el carácter de ciertas personas y la explicación de suce­
sos posteriores. En Cédula del Consejo Real de 2 de
Mayo se hizo constar, que muerto D. Die;?o Melén-
dez Valdés, Obispo de Zamora, D, Antonio de Acuña,
olvidando la lealtad y fidelidad á que estaba obligado
como Embajador que e.rs de España en R om a, rompió
lo tratado y alcanzó fjicilmente del Papa que, sin pre­
sentación ni suplicación, le proveyese la mitra en se­
creto, viniéndose á líspaña sin aviso ni licencia, con
objeto de tomar posesión de la Sede, y que la primera
noticia del publico le hallara en ella. D. Antonio de
Acuña regresó á España el 15 de Enero de 1507, pro­
veído del Obispado He Zamora W ; y como intentase to­
mar posesión del Obispado, se produjo el consiguiente
alboroto y se dió cuenta al Consejo. Este comisionó al
Alcalde Ronquillo para que fuese á Zamora, hiciese in­
formación y evitara que Acuña se apoderase del Obispa*
do; y al mismo tiempo elevó exposición al Santo Padre,
suplicando de las Bulas y Provisiones dadas por Su San­
tidad á D. Antonio de Acuña para el Obispado de Zamora,
y poder conferido á D. Juan de Arellanoy á D. Pedro de
Lüján para parecer ante Jalio II y presentar apelación y
contradecir todo lo que fuese contrario á las prerrogati­
vas de la Corona de Cas li lia (3). Una Real Provisión ex­
pedida á nombre de Doña Juana, ordenó á Juan de Ma-
zaríegos. Alcaide de las Torres de la Puente de la noble

(í) Fernández Duro, ,i/emon'as út Zamora, lomo II, fú « . 173.


¡^) Zurita, Historia de O. Fn-nando, lomo VI, pág. H 9 .
(3) lleal Academia de U\ llistoríii, papi^les de $imíinc<i9. l^ñdjo
•le Acumi. — I.o publicó Lifuenle, por apéndice, en la ítistoria gen^“
de Es¡Hiña, lomo X , pá^. 501. Edición económica.}
ciudad de Zamora, no permitiese entrar ni estar en esta
ciudad ó D. Antonio de Acuña, Arcediano de Val puerta,
lo cual equivalía é la negación del Obispado (0. Las co­
sas pas?íiroii al revés de como las imaginó el Consejo,
pues el Obispo Acuña si Lió la posada del Alcalde H oni­
quino y lo puso preso, lo cual dió ocasión á cuatro Rea­
les provisiones expedidas desde Falencia el 6 de Abril,
prorroprando por cuarenta días la comisión dada al Licen­
ciado Rodrigo Ronquillo para hacer información de las
personns que habían ido contra Jas provisiones que se
dieron sobre la provisión del Obispado de Zamora y pro­
cediese contra los culpados como hallase por jusíicia;
otra emplazando á Alvar Pérez Osorio, Alcaide de la
fortaleza ^le Zamora, para que en el término de seis días
se presen ase ante los del Consejo; otra para que los Al­
caldes de la Audiencia de Valladolid secuestrasen los bie­
nes de úUú)o Pérez Osorio, y otra para que e! Corregidor
de Zamor;i quitase las armas á los que las traían en com­
pañía dpi Bachiller Vaquerín» y los prendiera por el
tiempo qiie le pareciere (^1. Se comisionó a¡ Bachiller
Fernan<l ilómez de Herrera para entenderán la libertad
del Liren lado Ronquillo, y á la vez se mandó á Juan de
Castilla, <!onde de AUamira, Comendador Rivera y Ca­
pitanía a *l Conde de Alba, se juntasen y auxiliasen al
Bachiller ílerrera, aposentándose en Fuenle-Saúco la
compañí,f mencionada y la de Diego Ilurfado de Mendo­
za. A es'as fuerzas debía reunirse la compañía de Gar­
cía Alonvi) (¡e Ulloa. El Cabildo de Zamora había puesta
entredicho á D. Antonio Acuña, y en 16 de Abril se or-

(I; Arch. gen. de Sim ., Cámara, Memoriales, leízijt» 56.


{2¡ Arcii- gen. drt Sim ,, Comunidades de Castilla, papiales de
Acun.i, c iti ios por Fernández Duro en sus Memorias de Zamora,
loirio II, púá. 201.
(leñó al Deán y al Cabildo que lo alzasen (<). Otra Provi­
sión del 19 de Abril al Corregidor de Zamora, consig­
naba la extrañeza de que consintiese sacar preso al L i­
cenciado Ronquillo y le ordenaba se juntase con el Al­
calde Herrera, á quien en el mismo dia se mandó se
entregase de la fortaleza de Fermoselle, que era del
Obispado de Zamora (^). Como todos estos aprestos no
daban resultado, se dispuso que D. Francisco Enriquez,
D. Antonio de Fonseca y el Conde de Alba de Liste, Don
Fadrique de Toledo, Duque de Alba, y las ciudades de
Zamora, Toro y Salamanca, diesen favor y ayuda al Al­
calde Herrera, facilit-ando Medina del Campo la ar tiDe­
ría, artilleros y municiones que le pidiere dicho Alcalde
para ir contra Zamora. Por otras Provisiones del 23 de
Abril, se mandaron secuestrar todos los frutos y rentas
durante la Sede vacante de Zamora (3); se ordenó que
Salamanca ayudase para soltar al Licenciado Ronquillo
y á Juan de Casfroverde, presos en Fermoselle, y se
mandaron nuevos refuerzos al Alcalde Herrera, que para
nada sirvieron, pues se relevó al Corregidor de Zamora,
nombrándose á D. Sancho de Quesada según unos, y á
Día Sánchez, según Fernández Duro (*). Inútilmente la
Reina Doña Juana ordenó á los vecinos de Zamora no
diesen ayuda á D. Antonio de Acuña (2»), y trató de ave­
riguar si el Gobernador y Alcaldes mayores de Galicia
habían cumplido las órdenes de no auxiliarle^ y se orde-

(f) Arch. gen. de Sim ., Con\xtnid<ides de C attllla, papeles d«


Acu&a.
(S) Idem id.
(3) Idem id ., pág. tO$.
(4) Arch. gen. de Sim.» Comunidadfs de CastUla, papel«» de Acu-
citados «n Ihs M tm oriai de Zamora, lomo II. pág.
(5) Idem id ., 190.
XLÓá los clérigos no se juntasen oi favoreciesen á Acuña;
pues bien pronto, el 17 de Mayo, hubo de tomarse bajo
el seguro y amparo Real á los clérigos del Olnspado de
Zamora que permanecieron contrarios á Acuña, y no se
hizo esperar el reconocimiento del Obispíído de Zamora
en la inquieta, pero vencedora personalidad de D. Anto­
nio de Acuña, pues el Rey Católico lo circuló el 30 do
Septiembre de 1508. Diez y nueve años después el Alcal­
de Ronquillo procesaba al Obispo de Zamora y le conde­
naba á muerte, haciéndole ejecutar junto á las almenas
(iel castillo y fortaleza de Simancas.
Lo que había ocurrido con D. Antonio de Acuña,
Obispo de Zam ora, y lo que acontecía en el resío del
Reino, demostraba Ja falla de autoridad en el Consejo,
que era el que gobernaba, y la ineficacia de ios medios
de que podía disponer el poder central confiado á varias
personas que representaban diversas tendencias y aspi­
raciones. El Marqués de Moya había producido gran al­
teración en Segovia por haber batido ó incendiado la
iglesia de San Rom án. Y ante el triste espectáculo que
ofrecía el país, escribía el Arzobispo de Sevilla al Rey
Católico el 21 de Enero, se diere priesa en la venida para
poner en orden las cosas de este Reino. Menudearon tan­
to las cartas con el mismo propósito, que el Rey D. Fer*
nando se resolvió por fin á regresar á España, como lo
participó á Zamora en caria de 15 de Febrero 0). Aun­
que no todos los Grandes se conformaban con el regre­
so del Rey Católico, el Papa Julio II concedía á Cisneros
el capelo de Cardenal, y D. Fernando desde Nápoles, y á
bordo de la Galera Real, comunicaba á las ciudades y
villas, que se había embarcado para venir á estos Reinos

(V Forni'indei Uun», de Zfimoniy louio ||, p¿g. <85.


y vei* ú la Reina Doña Juana, sus hijos y sus nietos. Y
fué prudente y polilica la venida del Rey Católico, por
que Fr. Francisco liim escribía en 15 de Mayo al Se­
cretario Almazán, hablándole de la resistencia de los
Grandes y del recelo que se tenía de la Reina Doña Jua­
na, pues resulta de varios documentos que comprenden
desde 15 de Mar/o á 2r> de Octubre, que el Rey de Ingla­
terra pensó contraer matrimonio con la mencionada
Heina (*). A la vez el En^ per ador Maximiliano escribió
desde Conslancia á D. Juan Manuel con fecha del 12 de
Junio, anunciándole que de dicho día en catorce ó quince
días, saldría para Brabante en dirección á Castilla, lle­
vando consigo al Príncipe D. Garlos, su nieto (-). Antes
de llegar á España el Rey Católico, se avistó con el de
Francia, asisiiendo á la conferencia el Gran Capitán.
Desembarcó en Valencia y desde allí se encaminó á la
villa de Almazán y Aranda de Duero, y con él venía ya
tanta gente, que no cabía por los caminos. A su entra­
da en el Heino, otorgó perdón general (3). La Junta de
Vasar te, á nombre de los Procuradores de la provincia
de Guipúzcoa, escribió el 28 de Julio al Secreiario Mi­
guel Pérez de Alm azán, ofreciendo su lealtad y buenos
servicios al Rey Católico. La Reina Doña Juana experi­
mentó gran alegría por la venida de .*?u padre. El Mar­
qués de Villena ofreció sus servicios. Toledo y el Condes­
table estaban muy descontentos de la Reina, y ésta, en
carta de 18 de Agosto, notició á los Grandes la vuella del
Rey Católico. Las ciudades se felicilaron del regreso, y
hasta el Duque de Nájera, que habia sido el más rebelde

Rodríguez Villa, L a Reina Doña Jw ina^ p¿g. i72.


(¿) Zuriid, M isiona de D. Fernando, lom o VI, 137 vuelU.
(3) A lcw er, fíelación de las Comunidades, jwg. 24.
á la gobernación del Rey Católico, hizo pleifo homenaje
en manos del Marques de Denia í*¡. Y como la Junta de
Alava reclamase la devolución de la Torre de Gauna,
que poseía Doña Giosefa de Ayala, y de la que le despo­
jó su hermano el Conde de Salvatierra, en 30 de Diciem­
bre se requirió á D. Pedro de Ayala para que derramase
la gente, fijando la ciudad de Tolosa para oir cualquier
reclamación dentro de los treinta días que restaban do
los contenidos en la Carta Real
El origen de las desavenencias entre el Duque de Me-
dlnasidonia y D. Pedro Girón, tercer Conde de Urueña,
y más larde uno de los Capitanes de guerra del ejército
comunero, se produjo en 10 de Julio de 1507 con la muer­
te del Duque de Medinasidonia, que dejó á su primogé­
nito en la tierna edad de once años, tomando la gober­
nación de su Estado su cuñado D. Pedro Girón, casado
con Doña Mencía de Guzmán, apoderándose de las forta­
lezas y pueblos del Ducado de Medina y Condado de Nie­
bla qvie tuvo y gobernó. Asistió con su cuñado á las Cor­
les de Burgos para ser el Uey Católico obedecido como
Gobernador (3). El mencionado D. Pedro Girón, tercer
Conde de Urueña, era señor del gran Estado de Osuna,
y sucedió á su padre el Conde D. Juan. Francisco I,
cuando estuvo prisionero en España, le llamaba el bel es­
pañol (sic) «le bea u espagnoU. Mostró su valor en la me­
morable batalla de Sierra Bermeja. Casó con Doña Men­
cía de Guarnan, su prima hermana, hija de D. Juan
Alonso de Guzmán, tercer Duque de Medinasidonia, y

(I) Z u r íu . HiUoyiti de O. F ttn a n d o , tomo VI, p¿ig. 446.


(^) Arctiivo munici|»dl (le SaWalierra.
(3) C rónica de los Duques de Aífdinasidoniay por el maestro Pe*
dro de Mulinu. Doeutuenio» iné^ÜLos la H istoria de tCspufui, to-
mo X X X IX , pág. 331.
de la Duquesa Doña Isabel de Veiasco, su mujer, herm a­
na de Doña Leonor de la Vega Veiasco» Condesa de
Urueña, su madre, de cuyo malrimonio tuvo una hija
llamada Dofia María Girón, que casó con D. Iñigo de
Veiasco y Tovar, Marqués de Berlanga, que adelante
vino á ser Condestable deCaslilla La creencia en que
esluvo D. Pedro Girón de que el Ducado de Mcdinasitlo-
nia correspondía á su mujer Doña Mencía de Guzmán,
y las dilaciones que su reclamación experimentó en el
Consejo Real, ñió causa de las turbulencias en que tomó
parte, que comienzan en 1507 y terminan con las Co­
munidades. Zurila afirmó, que en Diciembre del año ci­
tado dió en Sevilla gran ocasión á muchas novedades y
bullicios (2), que continuaron en los años sucesivos, te­
niendo en constante alarma á toda Andalucía, ya de suyo
temerosa de las piraterías de los moros fronterizos.
En 1507, cuando cumplía siete años de edad el Prínci­
pe D. Carlos, fue cuando se le dió por maestro al céle­
bre Adriano FJorencio, Deán de Lovaina, y después Pa­
pa con el nombre de Adriano V I. Fué varón de mucha
ciencia y grandes virtudes, y nació en la Germania in­
ferior, en la ciudad de Trayecto. Anies de ser elegido
preceptor del Príncipe, ejerció este cargo j^*el de ayo el
Obispo de Bisonto, varón religioso y grave, docto en la
facultad escolástica, única en su tiempo. En la entrevis­
ta que D. Fernando el Católico celebró con el Rey de
Francia, á presencia del Gran Capitán, debió convenir­
se el matrimonio con Doña Germana de Foix, que se
celebró en España y Dueñas el 22 de Marzo de 1508,
enajenándose Jas simpatías de los magnates y del pue-

(1) López de Waro, N obiliario, tomo K, p¿g. 386.


(?) Zuriui, ítistoria de I). Fernando, tomo VI, pág. 449 vuelta.
blo de Castilla, que lan risueñas esperanzas concibieron
de su regreso á eslos Reinos. A nombre de la Reina Do­
ña Juana, y en Abril del mismo año, se confirmaron á
]a villa de Salvatierra sus usos, costumbres y fueros que
anteriormente tenia W. Y aunque eJ Rey Católico inau­
guró su segunda Regencia con mercedes como la de Don
Antonio Fonseca en 26 de Abril, y ]a de D. Diego E nri­
ques de Guzmán en 30 de Mayo, concediéndole la forta­
leza y tenencia de Zamora (-), bien pronto se alteró Cor-
doba con motivo de haber puesto preso el Marqués de
Priego á un Alcalde de Corte que íué allá para castigar
unos delincuentes. El Rey, que Estaba en Burgos, re­
solvió ir personalmente á Andalucia á castigar tales ex­
cesos; pero los Grandes se interpusieron en favor del de
Priego; las fortalezas se entregaron antes de que el Rey
llegase á Córdoba, y aunque se dictó terrible sentencia,
no llegó á ejecutarse (5), Y consecuencia de esta expedi­
ción fué el concierto que existo en la Bibliofeca Nacio­
nal de París, asentado el 13 de Agosto, entre el Condes­
table de Castilla y el Conde de ürueña, en nombres pro­
pios, y en el del Duque de Medinasidonia y de D. Pedro
Girón, hijo del dicho Conde, y por virtud del que todos
se obligaron á servir bien y lealmente á la Reina nues­
tra Señora y al Rey su padre. Administrador y Go­
bernador de estos I^einos, y no ir en ningún tiempo con­
tra su servicio. El Conde y D. Pedro Girón entregarían
al Rey, dentro de treinta días, tas fortalezas de Sanlúcar

(4) At'chivo m unicipal de SdivaiíeiTá, leg«ijo i ( , cuuJerno 13.


,2) Heul Academia áe la ili$torí<i, colección SaUzar, K-i, foÍ. 6S
vuelto.
(Z) Zurita» Historia <k D. Fernando, tomo V I, pégs. á 168.
Notci un Ih cubierta del manuscrito de la Bibliuteca Nacional, a tri­
buido á Gonzalo de Avora.
y Huelva y Beier. El representante del Duque de Medi-
nasidonia se obIiíf<3 á que ésle y su casa no deservirían
al Rey en ningún caso, y que cuando el Duque fuese de
edad, ratificaria y firmaria la presente escritura >0. De
otros documentos ya publicados resulta que, cuando
el Rey entró en Sevilla de regreso deNápoles, mandó lla­
m ar á D. Pedro Girón, que gobernaba el Estado de Me­
dinasidonia, para que lo entregase á D. Iñigo de Velas­
co, Asistente de Sevilla. D. Pedro excusó su venida y la
del Duque, y entonces el Rey ordenó desposar al Duque
con Doña María de Archidona, hermana de Girón, á
pesar de tener aquél trece ai5os y ser de complexión fla<
ea. Insistió el Rey Católico en llam a rá Sevilla al Duque
de Medinasidonia y á D. Pedro Girón, y llegados ambos,
recibió muy bien al primero y no quiso hablar al se­
gundo, desterrándolo de la ciudad, de lo cual quedó Gi­
rón muy descontento. Aquella noche se fué al Monaste­
rio de las Cuevas; pero cuando todos se habían acostado,
regresó donde el Duque estaba y le hizo marchar á Por­
tugal, sin que la gente del Rey pudiese alcanzarlos.
Este mandó y le fueron entregadas las fortalezas del Es­
tado. El Alcaide de Niebla lo resistió, y el Alcalde Mer­
cado con fuerza enlró y saqueó el lugar, ahorcando á
Alcaldes y Regidores. Dió cargo de la gobernación del
listado del Duque á D. Diego de Deza, Arzobispo de To­
ledo, y á otros caballeros della. Zurita relata que el Rey
se apoderó por fuerza de armas de las fortalezas del Es-
lado de Medinasidonia, y tuvo agrias conteslaciones con
D. Peilio Girón, por haber llevado al Duque D. Enrique

(1) j)or lltiilnguez VíILi, La ttcina Í)oña Juun t, púgi*


un 4KÍ.
(2J lioeuiiiciilos inéditos p«ira Id Hisl. de España, taniu X X M X ,
á Portugal (^). La primera recomendación que el Prín­
cipe D. Carlos hizo á su abuelo el Rey Católico, fué en
favor del maestro Pero Ruiz de la Mota para el Obispa­
do de Galanía (2'.
Sin embargo, con la venida del Rey D. Fernando, y
acaso temiendo á su enérgico carácter, las parcialidades
de las ciudades y villas se amortiguaron, el cielo prodi­
gó sus benéficos üoDes, hubo cosechas y abundancia, y
con razón se llamó el año verde. Lo fué realmente para
el Marqués de Villena, á quien el Rey Católico el 6 de
Enero de 1509 concedió Al mansa y Villena, presando
homenajee) 18 en la villa de Alba, siendo testigos el
Duque de Alba y los Secretarios Almazán y Zapata. De
Salamanca pasó á Valladolid por Febrero, y de allí se
encaminó á Arcos, donde encontró á su hija la Reina
Dofia Juana con salud, pero ñaca y fatigada de la mala
disposición del lugar. Ei 14 de Febrero la hizo trasladar
á Tordesillas con la Infanta Doña Catalina, que habla
nacido el 14 de Enero de 1507, muerto ya su padre. Esta
versión de Zurita la rectifica el último historiador de
Salamanca, diciendo que el Rey fué á esta ciudad, v i­
niendo de Extremadura por el antiguo camino de ta Pla­
za, y estuvo un mes, siendo muy festejado, y partiendo
para Tordesillas á ver á su desgraciada luja la Reina
Doña Juana (^1. El Cardenal de España, señalando los
verdaderos horizontes de la política nacional, conquis­
taba Mazalquivir y Orán en 16 de Mayo, y el Rey Cató­
lico, después de encargar á Jerónimo Vicb, Embajador en
Roma, que gestionase la legitimación de dos hijas natu-

( I ) Zurila, H istoria de D. Fernando» lomo VI, páj^. 470 vuelta.


($J BibliulecB Nacionül de Piim, eitflHa poi* Kwiriguez Viila,
R tin a lioha Ju an a, pág. 48.
(3) Sillar y M.icius, Hiztoriade S'flanvínca, to m o II, iH\.
rales que había tenido, monjas y profesasen Santa Ma­
ría de Gracia, extramuros de la villa de Madrigal (M,
expidió Real cédala en Valladolid á 24 de Julio , á peti­
ción de la ciudad de Zamora, para que García Alonso de
Ulloa, Veedor general de las gentes de sus guardas, h i­
ciese salir luego las tropas que tenía aprestadas en los
lugares de Morales, Cubillos, Monfarracinos y la Hinies­
ta, y pasasen á los lugares de Muelas, Andavias y Alma­
zán, que eran los destinados por la ciudad para ello, por
el agravio que los otros habían recibido, y lo cumplie­
sen so graves penas W. El Obispo Acuña, alentado con
el éxito de su campaña, se entrometió en el conocimien­
to de ciertas cuestiones entre las ciudades de Zamora,
Toro y lugar llamado Fresno, referen les al término y
pasl.o de San Miguel de las Olivas, común á las dos ciu­
dades, y á solicitud de Zamora se expidió Real cédula
prohibiendo al Obispo interviniera en dichas cuestiones,
y remitiese proceso absolviendo á las personas censura­
das Al finalizar el mes de Diciembre, se celebraron
dos importantísimas concordias. Uca el dia 12 entre el
Emperador de Romanos y el Rey Caíólico, acerca de la
gobernación de Castilla (^). Y otra el 29, entre el Rey
Católico y ol Cardenal de España, Arzobispo de Toledo,
fijando las condiciones de la guerra que iba á emprender­
se en Africa (5). Consecuencia de estas empresas fue el
asiento y capitulación de la ciudad de Argel, firmada en
Zaragoza el 24 de Abril de 1510.

(1} Rodriguoz Villa, L a fíeína Doña /aan a, pág. 484.


(í) Fernández Üuro, Memorias (U Zamora, tomo II, pág. 186.
i3| Mfliti Id., pág. $03.
(4) Zmv'íU, Uisloiia de D. Feritando, lomo VI, págs. §09 vuelta y
t0 6 vuí*lt;i.
(5) Arch. de S im ., C o n ia d u ria s, ])n(Uk‘rii 201.
Encontrándose el Rey Católico en Madrid, convocó las
Cortes generales de Aragón, Valencia y Principado de
Cataluña para el 20 de Abril de dicho año 1510, El 4 de
Mayo se leyó la Proposición Real y terminaron sus ta­
reas el 2 de Septiembre. El 13 de Agosto se publicaron
los fueros de las Cortes de Monzón, y por ellos quedó re*
novada y prohibida para siempre, á no mediar la volun*
tady expreso consentimiento del Reino, la confederación
de las Unioerftidaáe!fy ó sea Hermandad, que desde tiem­
pos antiguos solía formarse entre ellas para la común
defensa y para la persecución y castigo de los malhecho­
res y bandoleros; mas d o por eso debían entenderse lim i­
tadas las facultades de las ciudades, villas y lugares para
establecer, conforme á fuero, sus ordenanzas y estatutos
municipales!*). En estas Cortes, celebradas con esplen­
dor y alegría, por ser las primeras que convocó D, Fer­
nando en Aragón, se le otorgó un servicio de 208.000
libras barcelonesas, superior á todos los ejemplos pasa­
dos; y represenlando á la Princesa Margarila, concurrió
Mercurino de Gatinara, luego Gran Canciller, y asis­
tieron e! Vicecanciller de Aragón, Antonio Agustín, y
Juan de Lanuza, Justicia de aquel Reino. Y desde Mon­
zón fueron convocadas las Cortes de Madrid, que se re­
unieron en el mes de Agosto, allanándose algunas diñ—
cuHades que se oponían á la Regencia del Católico, y
prestando ésle juramento como Gobernador del Heino
durante la vida de su hija, y como curador de su nieto,
conforme á la concordia celebrada en Blois con el Rey de
Francia «para mayor seguridad y firmeza de la subce-
sion de dicho Príncipe.> Las presidió D. Fernando de la
Vega, y en ellas Rodrigo de Tordesillas y Gómez Iler-

(1^ Dünvíld, Poder civil, tomo i, pág. 619.


nÁndez de Heredia, Procuradores de Segovia, reclama­
ron contra las mercedes o loriadas á ¡(^Marqueses de
Moya (<;. Al lado de estas satisfacciones registra la histo­
ria el desastre de los Gelves, donde el 28 de Agosto fué
muerto D. García de Toledo y 4.000 hombres del ejér­
cito que mandaba, entre ellos muchos nobles españo­
les Í^J. Consecuencia de esta derrota, fué el enviar á Car­
tagena á Antonio de Acuña, Obispo de Zamora, para que
reuniese armada y fuerzas, encargo que desempeñó con
prontitud, entregando una y otro, perfectamente provis­
to, á D. Hugo de Moneada, según lo había mandado el
Rey (3). La prueba acabada de la celebración de las Cor­
tes de Madrid de ITjlO, es la carta que el Rey D. Fernan­
do dirigió en el mes de Octubre á la ciudad de Zamo­
ra (*), noticiándola que los Procuradores de Cortes que
fueron de Zamora, llevaban escritura signada de Jos
autos que pasaron en dichas Cortes, que habían de lle­
varse los Embajadores del Emperador, y mandó que,
luego que la viesen, le pusieran el sello de Zamora y la
devolviesen con toda diligencia para entregársela á los
referidos Embajadores. La protección que venía dispen­
sándose al Obispo Acuña, dió ocasión á las capitulacio­
nes, juramento y pleito homenaje que en manos de Juan
Rodríguez de Fon seca hicieron varios caballeros de la
ciudad de Toro por servicio del Rey y de la Reina Doña
Juana, y para que dicho Obispo no pudiera tomar interés
de tierra en dicha ciudad (5). Y aun necesitó el Rev Don

(4) Danvila, Poder civil, pág. 625.


(2) S a n d o v a l, l ih . I . * , § 40 , y M a r ia n a , H istoria de España, li­
b ro 9 9 , c a p . $5.
(3) Malclcnarlf), E l movimiento de Es/Kiña, pág. 55.
(4 ) F e m á n d n D u r o , Memorias de Zamora, to m o I I , pág 486.
(5) Re^il Acadcmia la HislorU, Colección de documentas,
Femando escribir en i 5 i l al renombrado Obispo para
que no perturbase á la Justicia y regimiento de la ciudad
en la observancia de las Ordenanzas sobre que no se hi­
ciesen ni reparasen saledizos en las calles, ni excomul­
gase á los vecinos ni les formase autos por cortar leña
ea los montes de Valparaíso, ni consintiera que no se m o­
derasen los derechos que llevaban en la Audiencia su
Provisor y Vicario, porque de oLra manera sería nece­
sario que el Rey proveyese en ello como fuese de jus­
ticia (t).
A pesar de las severas disposiciones adopladas para
conservar la quietud en Andalucía, continuaban pertur­
bándola el Marqués de Priego y D. Pedro Girón, y en
Abril de 1511, el Conde Pedro Navarro» desde Montilla,
auxilió con mil hombres al Alcalde Mercado, y e n cum­
plimiento de orden del Rey fué derribada la fortaleza
de la villa de Montilla y desterrado de toda Andalucía
el Marqués de Priego (2). Un acontecimiento fausto
para la integridad nacional se realizó á primeros de No­
viembre del referido año. Con anuencia del Empera­
dor Maximiliano y Luis X II, se reunió en Francia un
conciliábulo de Cardenales, presidido por cl Rey, y de
aquí lomó ocasión D. Fernando para declarar la gue­
rra á Juan de Labrit, Rey de Navarra, que seguía el
partido de los conjurados; y enviado el Duque de Alba
con gran ejército, sujetó en veinte días todo aquel Rei­
no, habiéndose escapado D. Juan de Labrit y refugiádo-
se en Francia á los primeros movimientos de las tropas

lomo n , fol, 529, esl. 27, gr. 5, £ - ( f 7 , citada por Fernández Duro
en sus .\JemorÍQS de Zavwra.
(t) Fernandez Duro, Memorias de Zamora, lomo II, púg. 204.
(2) Alcocer, Heiacrón de la i Comunidades^ p5g. 26.
españolas (0. Las Corles incorporaron Navarra á la Co­
rona de Castilla; y el Dr. Villalobos, en caria á Jofre,
Aposentador de S. M. en Flan^Jes, á quien después se
hizo merced del castillo de Lara, y por ello fué asesina­
do en Burgos, se hacía eco de las murmuraciones do la
Corte y del es lado de los partidos españoles, deseando la
venida del Rey para que el país no se atribulase (5).
El Rey Católico continuaba dispensando á D. Antonio
de Acuña, Obispo de Zamora, toda su confianza. Asi que,
arrojado del Reino de Navarra D. Juan de Labrit, reci­
bió desde Logroño la comisión de partir para el Bearne
y declarar las condiciones que se le imponían; pero aquel
pretendiente, sin respetar la inviolabilidad de la emba­
jada, prendió al Obispo en Agosto de 1512 (5), y después
de muchas reclamaciones, fue puesto en liberlad por los
franceses para que viniese á continuar la pláfica comen­
zada con el Duque, dejando en rehenes tres sobrinos
suyos. El Duque de Alba, en fin de Diciembre, entró con
su ejército en el Reino de Navarra y se le entregó la
ciudad de Pamplona. Seguíale D. Antonio de Acuña,
Obispo de Zamora, con 450 hombres de armas, demos­
trando sus belicosos instintos, y el Duque partió vic­
torioso á 20 de Diciembre y tuvo la Navidad en San
Juan de Ortega, y el Rey salió árecibirle á Horrado, una
legua de Burgos (*). Los ouairo brazos del Reino, en
Marzo de 1513, reunidos en Pamplona y en Corles, ju ­
raron obediencia y fidelidad al Rey Católico, y éste juró
guardar las leyes y fueros del Reino de Navarra. En las

;i) Maldonado, E l m ovim Untodt España, pág. 30.


(9) Dr. Villalobos, Cartas castellanas, pág.
(3) Zurita, Historia de /). Fernando, lomo VI, pág. :209.
[i] Idem , id . id ., id«, pág. 206; Alcocer, Relación de las Comu­
nidades, pág. 33.
Cortes de Burgos de 1515, el Rey D. Fernando hi 20 cons­
tar, que el Papa Julio II le proveyó del Reino de Nava­
rra, privando de él á D. Juan de Labrit y á Doña Gala-
lina, su mujer, por ayudar al Rey Luis, de Francia, que
perseguía á la Iglesia con armas y con cisma, para que
fuese de él y pudiese disponer en vida y muerte á su vo­
luntad; y por el mucho amor que tenía al Príncipe Don
Carlos, daba el Reino de Navarra á su hija Doña Juana,
y le incorporaba á los Reinos de Castilla, León y Gra­
nada, guardándose los fueros de dicho Reino; y los Pro­
curadores presentes recibieron dicha merced y besaron
las manos al Rey, pidiendo testimonio de este caso. Así
quedó incorporado á España el Reino de Navarra.
En el comienzo del año Í513, el Rey Católico, á sú­
plicas del Conde de Urueña y de otros nobles, consintió
que D. Pedro Girón y ei Duque de Medinasidonia regre­
saran á la Corte y diesen sus descargos. Así lo hicieron;
pero en Osuna se agravó el Duque y falleció, sin suce­
sión, el 20 de Enero. Inmediatamente D . Pedro Girón
se metió en el castillo de Medina, disputando el Estado
al hijo mayor de Doña Leonor de Guzmán, madre de Don
Alonso Pérez de Guzmán. Acudió sobre ello á la Audien­
cia de Granada, y ésta mandó que Girón saliese de Me­
dina con toda su gente, lo cual obedeció. Entonces la
Duquesa con su hijo fué á Medina, donde todos les pres­
taron obediencia, y luego regresó á Sevilla En este
año de 1513 tampoco cesaron los disturbios en Aragón.
Los hubo en el mes de Octubre entre D. Alonso de Ara­
gón, Conde de Ribagorza,y D. Miguel Ximénez de ürrea,
Conde de Aranda, y D. Pedro, su hermano, y el Virrey,

(1) Docuinentos inéditos para la H i s t o r i a de E s p a ñ a , to*


m o X X X Í X , páginas 337 y 340.
To m o xxxt H
Arzobispo 1). Alonso de Aragón, les obligó á comprome­
ter sus diferencias en sus manos y en las del Conde de
Bel chite; pero sus voluntades quedaron mal compuestas,
á pesar de la sentencia que el Rey Príncipe pronunció
on Buen^rado. Egea y Taiiste, villas de Aragón, lo mis­
mo que Cataluña y Valencia, que promovieron diverjas
inquietudes en 15i0(t;. El célebre Alcalde Ronquillo des­
empeñaba en Toledo el cargo de Alcalde mayor, y con­
tra sus arbitrarios procederes reclamaba en 1514 Pe<lro
de Reynoso, denunciando que imponía la pena de azotes
y clavar la mano, y prendía á los alcaldes ordinarios y
de hermandad, poniéndoles grillos y cadenas, á pesar de
haber suplicado las órdenes (^1; y tanto allí como en Sevi­
lla se abusaba de las excomuniones, por si el Deán y Ca­
bildo de la Iglesia Catedral debían contribuir en ciertas
imposiciones (3). Por últim o, ei 8 de Diciembre, I). Fad ri­
que de Toledo, Duque de Alba, Marqués de Coria, Conde
de Salvatierra^ Señor de Valdebornejo, por sí y por Don
Pedro de Toledo, Marqués de Villafranca, su hijo; D. A l­
var Pérez Osorio, Marqués de Astorga, Conde de Trasta-
mara, de Villalobos y de Santa María, celebraron confe­
deración, alianza y pleito homenaje en defensa de los de­
rechos de la Reina Doña Juana y del Príncipe D. Carlos,
en manos del Rey Católico, Gobernador de Castilla (*).
Como hechos de marcado relieve en 1515, además de
la incorporación del Reino de Navarra á la Corona de

(1) Argén sola, Anales de A ragón, pág. 72; Zurita, H isto ria de
D. P c m a ru h y io m o VI, pág. 375 vuetta.
(2) Arct). g«n. de Sírn., C á m a ra , Memoriales, )eg. 94.
¡3) Arch. gen. de Sim ., Consejo lie al, P. P. y E x p ., lib . XXXI»
fol. \1.
(4j Archivodet seuor iVarqués de Villafranc«, Documentos inédí*
tos para la H istoria de E spoña, tomo V llf, |>ág. 550.
Españíí, S()Io pueden señalarse, con relación al movi-
mienlo <ie las Comunidades y sus causas el fallecimien'
to de Luis X ll, ocurrido en París en l.^de Enero, suce-
diéndolc Francisco I, hombre de corazón y codicioso de
grandes empresas, sin que pueda rlecirse qiiiéo de am —
ios Monarcas fué más enemigo y desleal con España.
Y, sin emhar;?o. desde Middelbourgo, á 10 de Mayo, el
Príncipe D. Carlos escrihía en francés una carta a) Rey
Católico, remitiéndole el trabado que su Embajador en la
Corte de I Vaacia habia celebrado con el Monarca fran­
cés, y los arlículos convenidos después de firmado dicho
tratado, conteniendo la designación de los aliadosy cuan­
to había creído conveniente para la seguridad de su Es­
tado y de su país (i). Comenzaba ya á nofarae la influen­
cia de Mr. de Xevres cerca dcl Príncipe D. Garlos, pues
ni actos tan transcendentales como un tratado de alian­
za podía celebrar un jo ven menor de quince años sin aje­
no consejo, y menos sin la aprobación del que con su
nombre i^ohernaba ios Reinos de España, ni es indife­
rente la carta que el Pripcipe D. Hernando escribía
desde el Haya en Holanda á S. A. el 30 de Junio, reve­
lando que Mr. de Xevres era su primero y Gran Chambe­
lán, y que no existiendo costumbre de recibir en Palacio
Embajador alguno de otros Príncipes, aposentaría al que
se enviaba cerca de ól; pero fuera de su casa y pala­
cio (2). l)e manera que, en 1515, Mr. de Xevres era el
Consejero íntimo del Príncipe D. Carlos, y hasta, porto
visto, del Infante D. Fernando. Razón tuvo un autor fla­
menco, aludido por Sandoval, para (iecir qae la venida
á España de Adriauo fue aconsejada y ordenada por

[4] Arch. ge a. de S im ., EttadOy leg. id6.


¡í) Idem id ., id ., leg. 49$.
GuiUermo de Croy, Señor de Xevres, gran Privado del
Príncipe D. Carlos. Con efecto: desde Bruselas, á 1.* de
Octubre, el Príncipe D. Carlos confirió poder á su maes­
tro Adriano, Deán de l^ovaina, para que, si faltaba su
abuelo D. Fernando, gobernase los í^einos de España
con fldelidad y cuidado. Entre tanto, el Rey Católico
adoptaba varias medidas de gobierno, como lo era la pro­
hibición del juego de dados en todos estos Reinos, y
ordenar que cada dos años se hiciese visita por los luga-
i'es de la tierra y se tomase residencia á los Corregido­
res (^). Y no le faltaron disgustos de otra índole, pues dijo
Argensola, que D. Jerónimo Cabanillas, Capitán de la
Guardia del Rey, y el Alcalde Herrera, prendieron al Vi­
cecanciller de Aragón, Antonio Agustín, y lo llevaron á
la fortaleza de Simancas, según unos, por no haber acu*
dido al servicio del Rey en las últimas Cortes, y, según
Argensola, por haber requerido de amores á la Reina
Germana (^). El verdadero motivo del nombramiento de
Adriano para Gobernador de los Reinos de España era
la grave enfermedad del Rey Calólico, por motivos bien
notorios, que el Dr. Villalobos denunciaba á un Grande
del Reino desde Calatayud á 6 de Octubre, á la vez que
le describía magistralmente las enfermedades de los cor*
tésanos, que ya comenzaban á inquietarse ante el t^mor
de perder al Rey Católico y verse sometidos al gobierno
de un extranjero (3). A prevenir toda contingencia ten­
día la concordia que el 30 de Noviembre celebró el Rey
Católico con su nieto el Príncipe D. Garlos (^; y á me-

(1) Fernández Duro, Memorias de Z am o ra , pég. ^87.


(3) Argensola, AnaUs de Aragón, pág. 6i .
(3) Carta / / coilellana del ¿>r. Vilíaioboé. Bibliófilos españoles,
pég. 5.
(4) Zurila, Historia de D, Fernando, tomo VI, pég. 400 vuelta.
diados de Diciembre celebraba ua tratado coa Eari-
que V III, Rey de Inglaterra, esposo de su bija la desven­
turada Doña Catalina de Aragón y de Castilla. Por muer­
te del Oran Capitán D. Gonzalo Fernández de Córdoba,
Duque de Terranova y de Sesa, que tantos días de glo­
ria dió á España, vacó el oficio de Gran Cf)ndostable de
Nápoles, de que el Hey hizo merced á Fabricio Colon—
na (♦), y estando celebrando la fiesta del Nacimiento de)
Señor llegó el Deán de Lovaina» y aunque al principio
no quiso recibirle, porque sospechó que no iba sino á ver
si se moría, por fln le recibió» hablándole de la venida
de D. Garlos, de la unión de los tres Maestrazgos de las
Ordenes militares, y del juramento del Rey en Castilla,
echando de su Corte á los deservidores del Rey su abue­
lo, y á Mr. de Xevres del oficio do Camarero mayor
que desempeñaba (í). Por haber accedido á esto último
Adriano, fuó siempre Mr, de Xevres su irreconciliable
enemigo.
Nos encontramos, pues, con una sitaación verdado-
rameóte deplorable. Doña Juana, que era la Reina pro­
pietaria, sin razón para gobernar. Su hijo D. Carlos, in ­
mediato sucesor á la Corona, en la edad de quince años,
entregado á la privanza de Mr. de Xevres y de cuantos
le habían educado y rodeado desde la infancia, emanci­
pándose de hecho de la tutela de su abuelo D. Fernando
el Católico, enfermo de muerte. Adriano, extranjero, y
además clérigo, con poderes para gobernar los Reinos
con prudencia y con cuidado. La nobleza, convencida de
sa poder, pronta á defender sus intereses, deseando a)
Rey, pero odiando al extranjero. Y los pueblos, resig-

(4^ Argensola, Anales de Aragón^ Jib. I, pág. 7.


Idem» id. id.» id ., pág. S.
nados con su suerte, pero resueltos á no dejarse menos­
cabar sus derechos y defender la integridad de la nación.
Gran cuidado y mucha prudencia era necesaria para
atravesar sin tropiezo semejante situación; y al estado
que las cosas liabían llegado, la menor indiscreción po­
día producir un conflicto. Veamos ahora cómo se des­
arrollaron los sucesos, aunque tengamos anticipados
muchos hechos y bastantes consideraciones en investi­
gación de las verdaderas causas del movimiento de las
Comunidades.
Cercana estaba la últim a hora de D. Fer^nando el Ca­
tólico. El 21 de Enero de 1516 escribió á su nieto el
Príncipe D. Carlos su últim a carta, que dió á conocer
Sandoval (i) y reprodujo Martínez de Velasco (5). El 22
otorgó sa tes lamen Lo en Madrigalejo (3). Y el 23 entregó
sn alma al Criador, no el 22, como dijo Maldonado, m a­
nifestando frisleza unos, pero los más de los Grandes de
Castilla contentamiento por una pérdida que au ambición
no les permitía apreciar (*). En su mencionado testa­
mento encargó la ejecución á la Reina Germana, y dejó
por testamentarios al Príncipe D. Carlos, su nieto, des­
pués que viniese á estos Reinos; á D. Alonso de Aragón^
Arzobispo de Zaragoza; á Doña Aldonja Enríquez, Du-
qaesa de Cardona, su lía; á D. Fadrique de Toledo, Du­
que de Alba; á D. Ram ón de Cardona, su Caballerizo
mayor; al P. Fr. Tomás de Matienzo, su confesor, y á
Miguel Velázquez Clemente, su Protonotario. Consigné

(4) Sandoval, Historia c it., pág. 38.


(2) Martínez de Veta»co, Comunidades, pág. 50.
(3) A rch. gen. de S im ., Estado, Pati'onato Real, Testamentos
Reales, ieg. S. fol. i 8.
(4) Zuriid, H istoria de D. Fernando, tomo VI, págs. 402 vuelU
y 405; Argensola. Anales de Aragón, págs. 14 y {9.
en dote á la Reina Germana, su mujer, para los ^as‘os
de su persona y casa, la ciudad de Zaragoica, Sicilia, y las
villas de Tarreña, Sabadell y Villagrasa, en el Principa­
do de Cataluña, y varias sumas sobre la Aduana mayor
de Nápoles y la de las Pécoras, ferias de Lanchano, y no
bastando, 5.000 ducados de oro sobre la Basílica. Encar­
gó al Principe D. Garlos, que tan pronto como viniese á
estos Reinos, hiciese sacar de la prisión del castillo de
Jáliva al Duque D. Fernando, su sobrino, que se halla­
ba allí por haberse rebelado contra él, y le tuviese con­
sigo y le diese el sustento necesario. Instituyó por here­
dera á su hija Doña Juana y al Príncipe D. Garlos, su
nieto. Luego, declarando que la Reina Doña Juana, por
lo que habia podido entender y conocer en su vida, es­
taba muy apartada de entender en gobernación ni regi­
miento de Reinos, ni tenia la disposición que necesitaba
para ello, nombró por Gobernador general de todos los
dichos sus Reinos y Señoríos al Príncipe D. Carlos, y en
su ausencia, de los Reinos de Aragón á D. Alonso de
Aragón, Arzobispo do Zaragoza y Valencia; y de los
Reinos de Castilla, León, Granada, Navarra, etc., al Re­
verendísimo D. Francisco Ximénez, Cardenal de España,
Arzobispo de Toledo, Primado de las Españas y Chanci­
ller mayor de Castilla. A l conocerse la muerte del Rey
Calólico, se acordó que el Dr. Carvajal y el Licenciado
Vargas la pusiesen en conocimiento del Deán de Lovai­
na para publicar el testamento. El Marqués de Denia
llevó el cadáver á Granada para reposar al lado del de la
Reina Católica, como él dejaba ordenado. Al Arzobispo
de Toledo y al de Zaragoza se les participó el cargo de
Gobernador que respectivamente se les confiaba. La tris­
te Reina comunicò á la Diputación del Reino de Aragón
desde Madrigalejo, á 24 de Enero, la muerte del Rey Ga-
tólico (^). Y reunidos todos en Madrigalejo, se repartie­
ron aIí?unos oficios, y ya se señalaron algunas diferen­
cias acerca de la gobernación del Reino, entre Adriano,
Deán de I^ v a in a , y el Arzobispo de Toledo, que acorda­
ron someter á la resolución del Principe D. Carlos, re­
solviendo asen lar el Gobierno en Madrid (2).
Establecida la Corf^ en Madrid, se reunieron en públi­
co Consistorio todos los nobles y caballeros que allí se
encontraron, y suscribieron solemne compromiso, obli­
gándose con juramenlo á defender el derecho y señorío
de la Reina y de s j i hijo el Príncipe D. Carlos," á no admi­
tir dentro de la población á ningún Grande que quisiera
apoderarse de ella ó levantar bandos ó parcialidades, y
de exigir de lodo caballero ausente el mismo juramento,
ó expulsarlo si no lo prestaba (3). La villa de Valladolid
se apresuró á escribir al Principe D. Carlos, aconseján­
dole su venida á estos Reinos y encomiándole las cuali­
dades del país y de sus hombres (*). El día 28 de Enero,
desde Guadalupe, Juan Uuiz de Calcena, Secretario del
Rey Católico, escribió carta al Cardenal de España, Fray
Francisco Ximénez de Cisneros, noliciándole la muerte
del Monarca, su nombramiento de Gobernador único de
estos Reinos, y la necesidad de proveer algunas cosas to­
cantes á lo de Aragón, porque allí había poco consejo y
poca prudencia y codicia de intereses y no buenas volun­
tades, y la Hacienda podría recibir daño. Le comunicaba

,1) Real Academia de la Historia, Colección S a ta za r, ^*47, fo­


lio 467.
($] S an d o v ^i, H istoria ext., lib. II, pág. 44; Argensola, Anales
de A ragón, p/tg. 30.
(3) liada y Delgado y Ferrer de) Río, H istoria de M ad rid , temo I(,
(Mgs 3S9, nota 4.*
(4) Arch. gen. de S im ., Estado, C a stilla , (eg. 3. fol. 44«
también, que donde las voluntades no están muy sanea­
das suele haber alj^unos bullicios ó movimientos, y el re­
medio de esto es poner freno á los principios, porque es­
taba certificado que se comenzaban á facer algunos b u ­
llicios y ampramientos de gente (^). Con efecto, la ciu­
dad de Burgos, en caria al Gard enal Cisneros de 5 de Fe­
brero, le dió cuenta de que á Ja muerte del Rey Católico
hubo allí grandes alborotos entre el Condestable y el
pueblo, y Burgos pedía que se castigasen (2).
Establecidos los dos Gobernadores en Madrid, comen­
zaron los Grandes á murmurar del Cardenal Cisneros y
del Deán de Lovaina, diciendo que el uno era fraile y el
otro extranjero, y no faltaron disgustos entre el Duque
del Infantazgo, el Condestable y el Conde de Bimavente*
Muerto el Rey, pareció á D. Pedro Portocarrero que
quedaba vacante el Maestrazgo de Santiago, y trató de
ocuparle por las armas. El Consejo despachó al Alcalde
Víllafañe; pero halló dificultad casi invencible por el
poco respeto que al Consejo y á su persona tenían. Don
Podro Girón, hijo mayor del Conde de Urueña, pretendió
qui[ar por la fuerza de las armas el Ducado de Medinasi­
donia á D. Alonso de Gu?;mán, y aunque apoyado por sus
vasallos y los del Duque de Arcos, tuvo dos días cercado
á Sanlúcar de Barrameda, hubo de levantar el cerco por
la valerosa defensa que opuso la Duquesa, y por el so­
corro que el Cardenal la envió con D. Antonio de Fonse­
ca. La ciudad de Málaga aumentó las alteraciones, to­
mando las armas por no querer pagar los derechos del
Almirantazgo, y llegaron sus tumultos á causar cuidado

(4] Arch. gen. de Sim ., Estado.— Leg. 3.-nDocumen(os inéditos


para la /¡istoria de España, lomo V il, pág. 57$.
[i] Arcb. gen. de Sim ., Estado. Castilla, leg. 3, fol. $36.
no vulgar y tomor de movimientos mí^yores (0 . En Sevi«
lia hubo varios alborotos entre el Duque de Arcos y
oíros (2). El Arzobispo D. Alonso de Aragón, en 3 de Fe­
brero, comisionó á Antón Moreno de Onaya, Camarlengo
de Aragón, para que diese cuenla al Embajador Adriano,
al Cardenal Cisneros y al Consejo, de la contradicción que
experimentaba en aquel Reino la sucesión Real, pues las
leyes de Aragón se oponían al testamenío, y so le había
nombrado curador de la Reina, lo cual no quiso aceptar
hasta que el Príncipe regresase á España. Refería el ex­
pediente instruido y razones contra el derecho de suce­
der las hembras para ser Reinas de A raigón. Los Gober­
nadores escribieron á Flandes y al Justicia de Aragón, y
nombraron al Duque de Nájera Virrey de Navarra. El
Príncipe Rey designó en su nombre y en el de Doña
Juana al mismo Arzobispo de Zarag07.a, Lugarteniente,
y le remitió la palenle de su provisión (3). El 11 de Fe­
brero escribió á la Reina Doña Germana, ofreciendo
cumplir todo lo dispuesto por el Rey Católico, y que para
su salud eligiese la ciudad ó villa que mejor le parecie­
ra (*). Y el día 14, al propio tiempo que desde Bruselas
ampliaba y ratificaba los poderes dados á Adriano, Deán
de Lovaina W , escribía una carta á los Gobernadores y
CoQsejo, ofreciendo visitarles muy presto, y encare­
ciéndoles que entre tanto gobernasen según dispuso el
Rey Católico en su testamento, y especialmente en la ad­
ministración de la justicia (6); al Cardenal Ximénez de

(I) Argensola, Anales de Aragún, pág. 69.


(S) Sandovai, Historia cit.» lib. ii, pág. 46.
(3) Argensola, Anales de Aragón, pág. 54.
(4) Sandoval, Historia c il., lib. II, pág. 49.
(5) Argensola. Afuües de Aragón^ pág. 63.
{6) Idem id ., pág. 47.
GisDei'OS, elogiando sa designación para Gol)ernador del
Reino, y rofjdn^iole diese creencia á lo que hablaría el
Reverendo Deán de Lovaina, su Embajador (O, lo cual
prodiyo la tmión de ambos Gobernadores (2). Y á la villa
de Madrid la escribió, que mientras venía á regir y go­
bernar esle Reino de España, reconociesen por Goberna­
dores de él al Reverendo Cardenal de España y al Con­
sejo Real, según lo dejó dispuesto el Rey en su lestamen'
to, y que el Embajador Deán de Lovaina escribiría en
todo lo demás, debiendo darle entera fe y creencia (3). Y
en el siguiente día 15 de Febrero, el Príncipe D. Carlos
dirigió carta á su hermano el Infante D. Fernando, ofre­
ciendo verle muy presto, y pidiéndole diese creencia al
Deán Adriano (*).
En el mismo mes de Febrero, el Virrey de Navarra»
D. Fadríque de Acuña, fué relevado porD . Manrique de
Lara, segundo Duque de Nájera y Conde de Treviño, á
quien se nombró Alcaide de la fortaleza de San Juan de
Pie del Puerto, á pesar de la contradicción del Condes­
table de Castilla, D. Iñigo de Velasco. Coincidiendo con
la división entre agramonteses y beamonteses, el Maris­
cal de Navarra, D. Juan de Labrit, penetró con gente en
aquel Keino; pero fué desbaratado y preso por el Coronel
Hernando de Villalba, que io llevó al castillo de Atienza»
donde permaneció hasta el año 1523, en que se suicidó
con un cuchillo, según las Memorias del tiempo. El in­
mediato fallecimiento de D. Juan de Labrit y de su mujer
la Reina Doña Catalina, consolidó la quietud del Reino

(1) Argensola, Anales de Aragón, |>ág. 48.


(9j Ferrer del Rio. Comunidades, pág. 6.
{3] Documeotos inéditos para la /listona de España, tomo II, p¿*
gina 305.
{i) Sandoval, Historia e\U, )ib. II, pág. id .
tle Navarra (^). Los Diputados de Aragón, el 29 de Febre­
ro, eligieron al Dr. Luis López, á D. líiigo de Bolea y á
D. Alonso de Aragón, Conde de Ribagorza, para que,
como Embajadoros, fuesen á Flandes á suplicara! Prín­
cipe D. Carlos que apresurara su venida á estos Reinos.
Avisaron á los Dipufados del Principado de Cataluña y
del Reino de Valencia, para que hiciesen la misma em­
bajada; y la instrucción que ¡levaron la publicó Argen­
sola W .
Una de las primeras disposiciones del Cardenal Cisne-
ros, füé sacar de Castilla los aragoneses empleados en
oficios. Reformó la casa de la Reina Doña Juana, rele­
vando del cargo de Mayordomo á D. Luis Ferrer, caba­
llero valenciano, contra cuya severidad se producían m u ­
chas quejas, y colocando en su lagar á Hernán, Duque de
Estrada, Maestresala que fué del Rey Católico. Y per­
suadió al Principe D. Carlos que mandase determinar Ja
causa de Agustín Miquel, como el Rey se lo dejaba en­
cargado en su testamento, y el Cardenal le mandó librar
en fiado. Quiso batir moneda; mudó varios Consejeros;
privó de sus oficios á muchas personas y á muchas prin-
cipa les de sus rentas y alcabalas y las incorporó á la Co­
rona Real, lo cual produjo indignacióD en los G-randes y
señores de Castilla contra sus Gobernadores, y dió lugar
á la tan conocida contestación de enseñarles los caño­
nes (3). Por esta misma época debió intentarse sacar
gente de guerra en la provincia de Alava, pues en el A r­
chivo municipal de Vitoria (¿ó Salvatierra?) existen los
Capítulos dados por la provincia á S. M, en el Consejo de

^4) Sandoval, Historia cít., lib. II, pág. 5S, y Argensola, Anales
de Aragón, pág. 137.
[$) Argentóla, Anales de Aragón, pág. 77.
(3) Idem id ., p ág . 64.
guerra, pidiendo no se sacase gente sin pagarla, y recor­
dando servicios (^).
Intentando los Procuradores de algunas ciudades re­
unirse en Falencia el día 15 de Marzo, se mandaron el 6,
desde Madrid, circulares á Zamora, Salamanca, Avila y
León, aconsejándoles do enviasen Procuradores para la
Junta indicada, pues de tales ayuntamientos nacian in—
convenientes (2). Y el Obispo de Badajoz, desde Bruselas,
á 8 de Marzo, escribió al Cardenal de España, Arzobispo
de Toledo, una notable Instrucción acerca del carácter
de los flamencos de la Corte del Príncipe D. Garlos y de
lo que allí pasaba, publicada recientemente por Uodrí-
guez V illa (3). Según Argensola, se instruyeron dos pro­
cesos con el objeto de probar la incapacidad de la Reina
Doña Juana para administrar estos Reinos, y se nombró
curador de ia misma al PríncipeD. Carlos, su hijo, como
estaba acordado (*). Y no es inoportuno hacer notar aquí,
que los frailes de San Francisco y varios vecinos de Ba­
dajoz, en 18 de Marzo, representaron enérgicamente
contra el Corregidor Gil Nieto, que tres años después fué
asesinado por los comuneros de Medina del Campo, y
arrojado por una de las ventanas del Consistorio (5).
Estimó necesario el Cardenal Cisneros dar conocimien­
to reservado al Príncipe D. Garlos de lo que convenía
hacer en la gobernación del Estado, y entregó á Diego
López de Ayala en 3 de Abril, una Instrucción cifrada de
lo que había de decir á Mr. de Xevres en Bruselas, co-

,1) A rchivo muD ¡cipa! de Salvatierra, armario 6^ est. 4« leg. 6.


(2) A rch. gen. de Sim.y Librosgeneralesdela C ám ara, lib. X X X V .
fo). vuelto. #
(3) Arcb. gen. de S im ., Estado^ F¿ande$, leg. 496.
{4] Argensola, Anales de A ragán, p¿g. 40/
(5) Arch. gen. de S\m., Cám ara» Memoriales, legs. 97 y 401.
meozando poi* elogiar su bondad y virtud, deseando su
conformidad en todas cosas y relatando lo que hizo des­
pués que el Rey Católico murió, yendo á Guadalupe para
poner recabdo en i o tocante al Infanle D. Fernando,
«porque no oviesse algunas revueltas y n i íoraciones en
estos Reinrjs, que otros [lempos ha ávido sobre semejan­
te cosa » Robaba que si S. A. se había de detener, pu­
siese dos personas que tuviesen cargo del Infame, que
podían ser el Conde Palatino, y para maestro al Emba­
jador Adriano, pues las que tenia no convenían en nin­
guna manera. Y pe<lia completa uniformidad en todo y
mucho secrelo ('). El mismo día que se suscribía la an­
terior Instrucción, se expedía una circular á todas las
ciudades y villas de e^tos Reinos, diciéndoles que el Rey
D- Garlo?, aconsejado por el Sanio Padre, por el Empe­
rador su abuelo y por los otros Reyes y potentados de
la cristiandad, debía titularse él solo Rey, como hijo
primogénito y sucesor de estos Reinos, para mejor re­
girlos y gobernarlos; pero mirando al honor y reveren­
cia debida á su madre la Reina Doña Juana, no quería
aceptarlo, sino juntamente con ella y anteponiendo en
todo su nombre, y por ello se intitularía Rey de Castilla,
juntamente con su madre la Reina Doña Juana, dándo­
le la precedencia y honor en el titulo y en todas las otras
insignias y preeminencias Reales, y así lo haría S. A.
para acelerar su partida y venir m uy presto á estos Rei­
nos (í). La villa de Madrid acordó alzar pendones por
Doña Juana y su hijo el día 8, y en sesión del Consisto­
rio del 10, lo ratificaron, mandando al Teniente Corre-

(í) Cartas L\£ y L X f l dei Cardenal Cisneros, péj?«. <02 y <03.


(2] R odríguez V illa , ¿ a Doña Juana, pdg. 49$; Fernóodes
D uro, Memorias de Zamora, lom o lí, pág. S93.
gidor que so verificase al dia siguiente. Bl 11, no el 13,
como dijo Saodoval, se efectuó, se^ún acta (O, y e) 30
fué proclamado Rey, si bien no se le juró como tal has­
ta las Cortes de VaüadoUd de 1518 (2). El 13 de Abril se
remitió despacho á las Cliancillerías, ciudades y villas del
Reino, mandando que al Príncipe D. Garlos le llamasen
Rey jun lamente con su madre Doña Juana, incluyendo
la fórmula quedebia adopfarse en ías provisiones y des*
pachos. Todo esto no se realizó sin que reunidos los
Grandes y Prelados que había en Madrid en las casas de
D. Pedro Laso de Castilla, donde posaban el Cardenal
Cisneros y el Embajador Adriano, no resullase la opi­
nión favorable del Dr. Carvajal, á que se adhirieron el
Almirante, Duque de Albano y otros caballeros, contra
el Marqués de Vilíena y otros que fueron de contraria
opinión, entre ellos el Consejo de Castilla (^). Todas las
ciudades y villas obedecieron la anterior Provisión; pero
Cuenca, en sesión de 14 de Junio (*), acordó se requirie­
se á los Regidores para que reprimiesen los alborotos de
que acusaban á Juan del Pozo Manrique .y Gómez Carri­
llo, Canónigos, en cuyas casas se refugiaban 20 hom ­
bres, y aparece el mandato de que salieran de la ciudad
con entrega de los malhechores, previniéndose á la vez
por el Concejo, que cada cuadrilla presentase 30 hom­
bres armados que defendiesen el orden. La ciudad de
Zamora anduvo rehacía en alzar pendones; pero hecha
notar su morosidad, contestó el 18 de Mayo que lo ha-

({) Rada y Delgado y Ferrer dcl Rio, H isto ria de M a d rid , to ­


mo II, págs. 333 y 3H$, nota i .*
(3) Sandova), H istoria o h ., lib . II, pág. 53.
(3) Argensola, Anales de Aragón, pág. 15 5/
(i) Archivo m u ñ id pal de Cuenca, Libros d t actas de 4516.
bía realizado como las demás ciudades y villas del
Reino (^).
Entre tanto ©1 Cardenal Cisneros, de acuerdo ya con el
Embajador Adriano, se ocupaba de la demolición de las
fortalezas de Navarra, que habían resultado inútiles para
la defensa (3), y el 12 de Mayo escribió á López de Aya-
la, qne aún continuaba en Bruselas, repitiéndole lo que
el día anterior comunicó al Rey respecto de la subleva­
ción de Málaga contra el Almirante y Jueces puestos por
él, y añadiéndole, que el Conde de Benavente se quería
enseñorear de Valladolid; que el Condestable y el Duque
del Infantadgo abrigaban resentimientos; pero que todo
estJiba pacífico y esperando la venida de S. M. (3). Don
Pedro Portocarrero, que estaba en la Corte de Flandes,
escribía al Cardenal de España, Arzobispo de Toledo,
hablándole del estado de aquella Corte, pidiendo noticias
de vacantes, y ocupándose de los disturbios de Andalu­
cía por parte de D. Pedro Girón y de los sucesos de Na­
varra <*)• Pero la principal misión que Diego López de
Ayala llevó á Flandes en nombre del Cardenal Cisneros,
y acreditará siempre sus condiciones de hombre de go­
bierno« es el Real decreto de 16 de Mayo, mandando el
alistamiento de la gente de ordenanza para crear un
ejército permanente que contrarrestara la fuerza de los
poderosos y se hiciera obedecer de los pueblos. Mal do­
nado ya consignó las causas que movieron á Cisneros
á organizar aquella fuerza permanente (5), cuyas Orde-

(1) F e rn á n d e z D u r o , Memorias de Zam ora, to m o I I , p á g s Í93


y $9 4.
($) C a rla L X I l l del Cardenal Cisnerc$¡ p é g . 407.
(3] C orta L X V de CUnet'cs, p á g . H i.
(4] A r c b . g e n . d e S im . , E stado, le g . 496.
(5] M al d o n a d o , E l movimiento de E spaña, p á g . 34.
nanzas se publicaron el 27 de díchu mes (*), y el Coro­
nel Gil Rengifo presentó nna Memoria acerca de la or-
í?aoización (^), y aunque re5?ulle que la innovación se
resistió y hubo alborotos en .3. varías partes, que déla-
lió Maldonarlo, es lo cierto que la organización del ejér­
cito permanente fué suplioa^ia por Salamanca, Burdos.
León, y especialmente ValladoUd, que lo resistió por
creerlo contrario á sus privilegios y libertades. A pesar
de la garanlía que ofreció el Presidente de la Chancille-
ría, el Capitán Tapia de Segóv¡a hubo de esconderse y
disfrazado h u ir á Madrid, donde dió cuenta al Cardenal,
que se enojó mucho contra Valladolid. En Salamanca,
Segovia y Toledo hicieron pacíficamente ia gente; pera
cuando conocieron la actitud de Valladolid, echaron á
los Capitanes é hicieron causa común. El Cardenal quiso
castiííar á los de Valladolid; pero esta villa se armó para
resistir, y hasta 1517, en que el Rey escribió de^de Flan-
des, la orden no fué obedecida (*). Entre tanto las quejas
llegaron hasta la Coríc flamenca, y el Rey escribió al
Cardenal que contra los privilegios de la villa nada in ­
novase, porque en verdad ayudaban muchos caballeros
para no consenlir la Ordenanza (5), Las inquietudes pro­
ducidas fueron tan grandes, que el Corregidor de Ma­
drid requirió á los Regidores, y éstos mostraron su con­
formidad en estar apercibidos con sus personas y gentes
y armas para ayudarle cuando fuesen por él requeridos,

[4} Arch. geD. de Sim., Ii6tv4 de cédulas de Ía C am af'a, núme>


ro 35 , fo l. U O v u e ito .
(21 Arch. gen. de Sim., Secr^larin de Mar, y Tierra.
[dj Arch. gen. de Sim., ¿¿Oros de ia Cariara, núm. 35, ful. 4^0"
vuelto.
(4) Sandoval, /físioría di., Ub, II, pág. 59>
(5; Documentos inéditos puPii ia //¿tíoria <¿e Ssprr/la, tomo L
Tom o k x x t I)
no acudiendo á otra persona ni Grande, so pena de per­
dimiento de sus bienes (^]. Sin embargo, Cisneros en
caria al Rey, en Septiembris íle 1516 , aún insistía en
Ja conveniencia de organizar la fuerza armada, y en Í4
de Octubre le decía, que el reclutamiento de genle no
ofrecía dificullad; pero á algunos Grandes les había pe­
sado (ielio, porque no podían hacer lo que ellos que-
rian (3 . Referían loa alborotos de Valladolid y preoAu-
oiones tomadas. En Noviembre, Salamanca echó á los
Capitanes enviados para la organización del ejército, y
deshizo la gente, resultando inútiles los esfuerzos del
Corregidor D. 0 onza lo de Carvajal, pues el pueblo no
vela en ello más que la car^a que le ocasionaba!*). Y
Burgos, la cabeza de Castilla, suplicó al Príncipe Don
Carlos que cesase el alistamiento para la fuerza perma­
nente decretada por Jiménez de Cisneros (5). Debía
suministrar m il hombres que recibiría Cristóbal Ve­
la zquez, y el Rey contestó el 30 de Noviembre, que ha­
bía nombrado á Mosén de )a Ghaulx para conferenciar
con el Cardenal Y en 24 de Diciembre se dió carta
de creencia á Francisco de Villegas para que hiciese síí-
l>erá la ciudad, que el Cardenal Cisneros solireseía en
lodo, pues deseaba que las ciudades y villas viviesen en
paz, y, con efecto, Burgos no dió los m il hombres que
se le habían repartido (7). Hasta Sevilla se alteró con

|i) Ilo c u m e n to s in é d ito s p a r a la H itto ria de E spaña, to m o I I , .


p á g . 305.
(^) Cfirtfis de Cisneros, c<iiia A A .V r , p,'ig. U 4 .
(3)Cartas de Cisneros, carta p é g . 189.
(4 ) V illa r y M auías, H istoria d¿ Salam anca, to m g I I, p á g . 181.
5} Mh Id o n a d o , E l movimiento de España, p á g . 36.
(6) S a lv é . B w gosen las Comunidades, p á g . 1H.
(7 ) Id ^ m id . id ., p é g . 45.
motivo de la organixacióo del ejército permanente (V, y
coDsta el repartimiento que hi/X) el Asistente de lo que
4ebian pagar los culpantes Conde de Urueña, D. Pedro
Girón, Dizque de Arcos, Conde de Palma y otros (2). Fué,
pues, la organización del ejército permanente proyecta­
da por el Cardenal Cisneros, un motivo más de disgusto
que el pueblo español venía acumulando desde la muer­
te de la Reioa Católica.
El descontento general se refleja en otros varios he­
chos quo acontecieron en 151G. La extracción de la mo­
neda, que motivó un notable memorial de Luxán (3); la
pretensión de Mr. deXevres de que el Arzobispado d^
O v illa se concediese á un sobrino suyo que sólo conlaba
Ja edad de diez y sois años las palabras injuriosas qoe
la gente que D. Iñigo Manrique tenía en la alcazaba de
Málaga profirió contra sus vecinos y contra el Uey, á
quien llamaban lie¡/ de mierda (5); la cuestión habida en
Toledo entre el Alcalde Mayor y sus alguaciles y los
criados de Pero López, de Padilla y Juan de Padilla, su
hijo, quienes arremelieron con ellos, tomándoles un pre­
so (6); la muerte en Junio de los titulados Reyes de Na­
varra, cuyo Reino estaba vendido por algunos natura­
les, según el mismo Cisneros 7); la perturbación de los
Inquisidores en el ejercicio de sus oficios, lo cual obligó

Arch. gen. de Sim .. E $lado, leg. 496.


(2) Arch. de Sim ., tol. H .
(3) Arcb. gen. de Sim ., E sfw io, C asliU a, Icg. fol, 285.
(i) Arch. gen. de Sim ., EsUtiio, leg. cilddo po r Koilrígaez Vi­
lla. pág. S99.
(5) Arch. gen. de S im ., Consejo R eal, P. P. y Kxp.. leg. 79, fo­
lio
(6¡ Arcb. gen. de Sim ., C áfnara^ \ femoriales, leg. 102.
(7) C artas de Cisneros^ c a r ia L\ XV, pág. 144.
al Rey á escribir el 22 de Septiembre desde Bruselas á
los Consülleres de Barcelona, para que les diesen todo
favor y ayuda (<); las continuadas quejas dei Cardenal
Cisneros condoliéndose de lo que al Rey escribían en su
contra, y principalmente en lo referen le á las órdenes y
provisión de destinas (2); los excesos que algunos caba­
lleros y otras jicrsonas habían cometido on el Obispado«
de Aslor^a contra aignnos recaudadores, ministros y
criados dcl Obispo el deplorable estado de* las rentas
Rcale?, que en 7 de Noviembre preocupaba al Cardenal
Cisneros (*), y las cartas de éste de 20 de Noviembre y
12 de Diciembre (5) para que Diego Wpez do Ay ala diese
cuenta al Rey de sus actos de "ohierno, principalmente
en lo relativo á la provisión de destinos, lamentándose
el verse con Ira riado en esta parfe, representan un cua­
dro de indisciplina, desorganización y ausencia de lodo
principio de gobierno, que forzosamente dobíno producir
conflictos y perturbaciones como el de las Comunidades.
Y este cuadro de luz y color se compleja en 15i6 con
los toques saliente:^ de la libre absolución del Vicecanci­
ller Antonio Agustín, decretada en 2-3 de Sepliembre
la restitución del Condeslable á su patria y Estados, de
donde estaba desterrado por la venganza tomada con el
Coronel Villalba, á quien se supone envenenó en Le-
r in (7); la dejación que hizo Diego de Deza del cargo de

(4) BoforulI, Autógrafos de C arlot V. p<íg. \k.


<í) C arlas de C í m m , curta L\\Vf¡, 452-
(3 ) A r r h . g en . de S ím ., C á m in t, Memoriales» le g . 4 49 , fi>U 230.
(4) Cartas de d in e ro s, carta ¿.YYY/I*, pág- 176.
(5 ) A rcti. gen. d e S ím ., Estado, 4 9 $, y Cartas de Cisneros,
carta L X X X IW pi-ig. 483.
(6) A rg e n s o la , Anales de Avagan,
(7) l^e?n id . Id ., pág , 464-
fdi
Inquisidor general que se confirió al Cardenal Cisneros;
la jura del Príncipe B , Carlos en el Monasterio de San
Jerónimo de Madrid, á que asistieron muchos Gran­
des. Y los nombramientos que el Uey hizo desde Bruse­
las, del Maestro Mota« para el Obispado de Badajoz; de
D. Alonso Manrique, que lo poseía, para la Iglesia de
Córdoba, y al Deán de Lovaina, que estaba en España,
le di6 el Obispado de Tortosa; y como D. Carlos no po­
día rej^resar hasta el año siguiente, envió á Mr. de La­
xao para dar rdz.ón de las causas que hablan dilatado su
venida, y otras cosas de importancia.*Según cartas del
Cardenal Cisneros de 12 de Noviembre y 15 de Diciem-
bre, esperaba cada día á Mr. de Laxao, oomuaioaba via­
jes do varios señores de la Corte y daba cuenta de la
provisión de algunos destinos y de la transacción en lo
del Priorato de San Juan. Pero nada iguala en impor­
tancia á la caria que Juan Bravo escribió al Cardenal
Cisneros en ¿6 de Junio de 1516 'J), referente á la orga-
ni/4kciún de las milicias, en la que declaró que ea Lo­
groño, Alfart), Calahorra y Santo Domingo, pueblos que
recorrió para hacer "ente de infantería, parecíale más
queñnn q>*e libartades.
Los disgustos producidos por la creación del ejército
permanente, contrariados por los nobles y resistidos por
los pueblos, aún continuaron durante el año 1517, y fué
necesario mitigarlos con la clemencia. El Uey D. Garlos
envió á Castilla por Gobernador á Carlos de la Cliaulx,
llamado vulgarmente Mr. de Laxao, para suavizar la se­
veridad de las disposiciones que para gobernar adoptaba
el Cardenal de España. Y ya el 20 do Enero, al mismo
iiempo que D. Carlos concertaba con el Rey de Francia

(í) Ai*oh. gen. de Sim ., Esiado, CasliU a, ieg. i, fal. 416.


la paz de Noyon, Mr. de I^x ao y el Deán de Lovaina,
como continuasen las alteraciones en Valladolid, escri­
bieron dos oarlas, una para la villa y otra para el Corre*
gidor, asegurándoles que, si dejaban las armas y se so­
segaban y no echaban sisa ni imposición alguna, se sus­
pendería el levantamiento <ie trentes de guerra y no se
procedería ni contra la villa ni conira persona alguna.
Valladolid pidió les diesen Procuradores generales y Cua­
drillas, oomo decían las hubo en tiempo del Rey Don*
Alonso X I, y el Cardenal, desde Torrelaí'una, lo conce*
dió, nomo eslaba concedido á Burgos, oon lo cual cesó el
levanfamiento ó motin de Valladolid sobre lo de la in­
fantería nueva (t). El 8 de Marzo, el Cardenal Cisneros
envió despacho á las Juslicias de VaDadolid, concedién­
doles cieríos Capítulos que pidieron cuando se alborotó;
y por Provi?<ión de la misma fecha, faculfó á los vecinos
de la villa para llevar armas sencillas, de noche y dedía^
según Cédula anterior que tenían El 18 pudo anun­
ciar al Emperador la leallad y quietud de Valladolid y
Arévalo, al propio tiempo que señalaba la dificultad de
consultar á S. A. cuando vacaren algunos oficios princi­
pales de justicia 13). Y el 30 escribió á un Licenciado,,
cuyo nombre no consta, pero que pudo muy bien ser el
Corregidor, agradeciéndole lo que había hecho por la
paciñcación de Valladolid, y rogándole evitara los ju n ­
tamientos, porque esto era lo que convenía (*). El albo­
roto de Valladolid habla revesLido importancia, pues el

(4) Sandoval, / / ú lo n a c it i, üb. II, pág. 72.


(2) A r c h . g en . d e Sim., Libros de la C áim iyi, lib. X X X V , p i^ i*
ñas 230 y 234.
(3) Idem id., Estado, A m xadasy Galeras, le g . 461.
(4) Id e m id,, L ib io i generales de la Cúm arfí, le g . 35 , fol. 241.
ílorregidor escribió el 3 <le Abril á Francisco de Luxán
refiriendo todos sus deialles; el Cardenal Cisneros, en la
misma fecha, relató al Alcalde Zárate cuanto allí hahía
ocurrido (^!; v hasta el Condestable y Gonde*de Benaven­
te se creyeron en el deber de redactar una Memoria de
cuanto había ocurrido en Valladolid cuando la organiza­
ción de las milicias. Pero todo ouanlo sucedió en Valla­
dolid y Arévalo fué perdonado y dado al olvido, según
documentos que conservan los Archivos españoles (2). 1^
mismo se hal)ía otorgado á I^eón por Carta R ta l de 11
de Febrero (3). Fr. Antonio de Espinosa escribió el 10 Je
Junio al Cardenal de Espafia y al Comendador de Cala-
ira va, Fr. Alonso de Espinosa, su hermano, relatando
Indo cuanto había hecho en Córdoba para su pacifica­
ción {♦). Hernando de I^oaysa, en 15 de Junio, participa­
ba al Coronel Espinosa y al Secretario Castañeda lo ocu­
rrido en Salamanca con motivo de hacer gente de infan-
oría 1®). Y D. Diego de Sotomayor, en ñde Agosto, dió
<‘uenta al Deán de liOvaina de lo que, por idéntico moti­
vo, aconteció en la ciudad de Murcia (^ . Es indudable,
pues, que la creación del ejército permanente, concebi­
da por el Cardenal Cisneros por elevados fines políticos,
como dijo ya Argensola, produjo disgusto en los señores,
que elevaron sus quejas ai Rey, el cual hubo de mandar
que nada se innovase contra los privilegios de Vallado-
lid y resistencia en el pueblo que en último lugar debía

(O Arel), ge a . lie S im ., Eslado» C a s tiila , leg. 3, fols. <5 y 25.


(Î) Idpm id ,, C om unidades de C asU lla, lib, II, fols. í y 2.
(3) Idem id.» L ibros de la C ám a ra , núm . 35, fol. ¿2*.
(4) Idem id ., C om unidades de C a s lilla , leg. 5. fols. 43 y 44.
(5) Idem id ., id ., fols. 41 y 42.
(6) Idem id ., id ., k g . nú m . .5.
soportar ]a carga; desacato que se convirtió á poco en
rebelde levaníamienlo, pues Valladolid primero, y lue-
ífo Burgos, reunieron fuer?,as, y con el favor de algunos
señores concibieron pensamientos muy peligrosos (^1.
A la actitud de Burgos coniribuyó en gran parte ia
í’oncesión del caslilio de Lara á Jofré de Colannes, Apo­
sentador general del Rey D. Carlos en Flandes, que en­
contró gran resistencia, por lo mismo que era extran­
jero, y motivó que el Consejo se opusiese, y su Procura­
dor jíiayor, Pedro Gómez de \'alladolid, levantara acia
notarial protestando en nombre de la ciudad, por tra­
tarse de una fortaleza suya, siendo la vez primera que
el representante de Burdos habló y repitió por tres ve­
ces la palabra Comunidad (2). Jofré de Colannes, deseo­
so de entrar en posesión de la merced qne le concedió el
Emperador, otorgó poder en Bruselas á de Mayo á fa­
vor de Felipe de Vi^arny el borgoñón, Gregorio de Hé-
jar y í ronzalo de Aimazán, para posesionarse del casiillo
<ie I>ara; y como se trataba do un francés, y el poder se
concedió en primer térnoino á oíro extranjero, aunque
juntamente con dos naturales, la animadversión de lo^
burgaleses acreció en lérminíís de presumirse graves
trastornos. Primero se suscitó pleito entre el Concejo de
Burgos y Jofré de Colannes sobro la pertenencia de la
fortaleza de Lara, y por parte de la ciudad se presenta­
ron muchos documeníos aniiqiiisimos de privilegios á
Burgos, y el tííulo de la tenencia de I>ara al referido Jo­
fré en Bruselas á 13 de Mayo, y sobrecarta de lo mismo,
á lo que se opuso Burgos, entre otras razones, por ser
extranjero. El Licenciado Bernaldino, que tanto figurt)

(4) Argensola, A naU sde Araffón^ pág.


(2) Satvá, fìurgfìg en tas Comunidades» pág.
‘despnes en el movimiento oomunero, füé el UefeDsor de
Ji>fré; pero esto no evitó que, cuando la rebelión estalló
en Bur^'os, Jofró fuese asesinado en sus calles y arras­
trado su cadáver, resultando una de las primeras vícti­
mas de las Comunidades 1*1. El Dr. Villalobos, en una de
sus pun7.antes epístolas, de 7 de Julio, á Diego López de
Ayalo, Can<>nigo de Toledo en la Corte de Flandes y re­
presen lan te en ella del Cardenal Cisneros, le decía, que
Jofré era hombre de burlas, y hablando irónicamente
pintaba el estado de los partidos* y que los frailes gana­
ban el jueífo como á la primera, do los siete valen más
que los caballeros ni tas otras figuras (^).
R1 general disgusto se respiral>a por todas partes. 1^
ciudad de Cuenca recibió la carta que el Key D. Tarlo^
<?8crlbia det^de Bruselas á 8 de Abril de 151T, manifes­
tando el deseo eficaz de venir á España, y añadiendo, que
era innecesario se reunieran las ciudades de voío en
Corles para suplicar dicha venida (3j. El 10 de Junio, la
ciudad de Salamanca escribió al Uey aconsejándole
pronto regreso á España y señalando losInconvenienU s
que podían seguirse de lo contrario, de los cuales uno
de los principales era la provisión en extranjeros de los
cargos públicos 'M. Y refiere Sandoval que, ante el es­
peo iàculo de que se vendían los principales oficios y d ig ­
nidades del Heino, el Consejo Real escribió una carta al
Hey al mediar el año I5 I7 (5), invocando algunos recuer-

(4) Arub. gen. de S im ,, Concejo ñeal, P .P . y Bxp., leg. 70. fu-


Á'io9.
[2] Carta IV ca&teUaaa del Dr. ViUalobos. B ibliófilot C8pañ/)lt'íi,
fiág. 13,
(3) Archivo municipal <'u6ne<i. leg. C. n ú m . 8 3 .
(4¡ Biblioteca Nacional, MS., (**67, fol, S75 vuoUo.
[5) Sandoval, oi(., lib, \[. pág, 7 i,
iJos para reclamar gran prudencia en la provisión de Ios-
oficios, como hicieron los Reyes Católicos, y rogando se
atendiese al bien de la cosa pública, encaminándolo al
interés general y servicio de Dios, como las leyes de es-
los Reinos lo disponian; lo cual no evitó que el Cardenal
Cisneros, ei 28 de Septiembre, desde el Monasterio de Ja
Aguilera, escribiese á Diego Ijópez de Ayala, indicando
las quejas que tenía contra el Consejo Real (M. Para ga*
rantizar las gracias que Su Santidad hacía de beneficios,
en favor de extranjeros, se abusaba de Jas excomunio­
nes en Andalucía, donde se produjo derla excitación, y
(t a reía Alvarez Osorio se vió en el deber de comunioar-
lü al Rey ,ái. por muer fe del Cardenal Cisneros vacó el
Arzobispado de Toledo, que fué provisto inmedialamen-
ie en Guillermo de Croy, Obispo de CíBmbray, sobrino de
Mr. de Xevres, con aquiescencia del Marqués de Ville­
na y otros Grandes de Castilla (5). A fines de 1517, el
Papa León X envió el capelo de Cardenal á Adriano,
Obispo de Tortosa, Deán de Lovaina, que lo recibió en
el Monasterio de San Pablo con gran solemnidad, ha­
llándose presente el Rey, que quiso honrar á su maes­
tro. Así, no es de extrañar que parte de la fuerza arma­
da en Málaga injuriase al Emperador,, gritándole Rey
de mierda; que Lope de Araoz lo derioslase, obligando al
Conde de Oñate á represoolar respecto del castigo que
merecía (*), y que el Capitán Palomino aconsejase al A l­
mirante de Castilla que convenía prender y ahorcar á
un cal)0 de escuadra llamado Narbais, por los excesos

(I) C a rta i <k C isnerot, c a r ia C X V II^ pég. 225.


(^) Arch. (^eo. de S im ., C o m n n id a d tt d t Ca^tiUay leg. uú--
mero 3. ^
(3) 8andeval, H isto ria c it., pég. 84.
(4} gen- <le Sim ., C á m a r a , .V m orm /r*, ki¿. ISO, fol. 48.
que cometía (M. N i debe sorprender que en las calles de
Valladolid los archeros del Rey y los castellanos resol-
vieran á estocada limpia sus querellas, y que las justas
y torneos que en la villa se celebraron por Navidad de
1517 fueran tan sansTientas entre Jos caballeros corte­
sanos y los extranjeros, que resultaron varias desgracias,
quedando á poco desierta Valladolid por rajcón de gran
pestilencia (í), que se extendió por toda Castilla la Vieja>
poro muy especialmente en Burgos y Tordesillas, resi­
dencia esta última de la [<eina Doña Juana í^i.
Desconfiada la nobleza y alterados los pueblos, sólo
fallaba que el disgnslo cundiese por una ciase lan respe-
rabie y de tanta influencia y poderío en la época que
historiamos, como el c'ero español; y con efecto, pre­
textando la g:uerra con el íVran Turco, y autorijcado por
el Concilio Lateranense, el Pa[)aéxpiíli6 Breve pidiendo
á los eclesiásticos de España la décima parte de sus bie­
nes y frutos por tres años. Como ya se ha indicado an­
teriormente, el clero español se reunió con sus I-Veladoí^
y reclamó. El de Aragón, como Arzobispo de regia estir­
pe, escribió al Cardenal Cisneros pro test an<lo, y no sa­
tisfecho de la con tesilación, participó lo que ocurría al
Camarlengo Antón Moreno de Anaya. Cisneros, que en
esta ocasión se hallaba divorciado de la opinión de todo
el clero, dió una nueva prueba de leallad al Rey y á la
Santa Sede, escribiendo á Homa y ofreciendo al Papa,
no sólo las décimas, sino lodo cuanto poseía; pero opo­
niéndose á que el clero de Castilla fuese pechero, que era
exactamente lo que respecto de la nobleza reclamó algún

(4) Arcli. gen. de Sim ., Comxtnidades de Casulla^ leg. 5.


(2) Sandoval, flistoria c it., póg. 85.
(3) Arch. gen. de Sim ., leg. O, fo), 332.
liempo después Juan de Padilla. Por consecuencia de tan
marcada aclitud, los Concejos y Ohancillerias pidieron
al Rey que relevase á Cisneros porque no podían tolerar
su entere7.a; pero ni el Rey se atrevió á tanto, ni el Car­
denal modificó su proceder, y antes de partir para Aran-
da visitó Alcalá de Henares, donde se habían congrega­
do todas las iluslraciones españolaste. Antón Moreno
de Anaya, Camarlengo de Aragón, partió para P1andes,
por orden dei Arzobispo de Zaragoza, á enterar al Hey
de lodo cuanfo pasaba en España y exponerle ias que­
jas que tenía contra varias personas, especialmente \ h)t
los agravios hoclios á los Duques de Gandía y Medinasi­
donia, sus yernos, y á D. Juan y á D. Fernando de Ara-
<?<)n; mas lo cierto es que ia décima no llegó á cobrarse,
pero el disgusto en el clero español quedó sembrado. Y
no le faltaba ra/.ón al Arzobispo de Zaragoza para que-
jarse de los atrevimientos de D. Pedro Girón, pues desde
Brujas, á 8 de Julio, se expidió Real cédula contra el
Conde de ürueña y su hijo D. Pedro {¿), y el Consejo Real
escribía al Hey en el mes de Agosto, rogándole su pron­
ta venida y avisando los atrevimientos de D. Pedro Gi­
rón, que se empeñaba en resolver por la fuen^a las cues­
tiones que su padre, el Conde de Urueña, sostenía con ei
Duque de Medinasidonia acerca de la posesión de este
Pistado (3).
Otros recelos y temores preocupaban por entonces ai
Hey D. Carlos y á su Gobierno en España. Rodríguez
Viiid dió á conocer los documentos que atestiguan que
ol Monarca español llegó á temer que su hermano Don

1) Argensola, de At'afjon, pág. 352.


($/ A re ti. gen. de S im ., Cám ara, M m o ría fes, leg. 56, fot. U k .
3) SAndovtfl, Hi.tforüt cit., iib. It. p<'ig. 76.
Fernando fuese proclamad» Rey de Kspaña, como infen-
laban algunos de sus parci?»les, por haber nacido en tie­
rra española, mienfras D. Garlos era hijo y nacido en
extranjero suelo Estando en Aranda el Infanfe Don
remando y los (robernadores, casi en principio de Sep-
Üembro de 1517, el Rey, desde Flandes, escribió al Car­
denal y al Deán de Ix)vaina para que quitaí^en de la
compañía del Infante al Comendador mayor de Galaíra-
va, Gonzalo de Truzmán, su ayo, y ciertos sobrinos su-
\0Sy y á Suero del Aguila, su caballerizo, hijo de Doña
Isabei de Oarvaja), su aya, mujer de Sancho del Aguila,
y á oirás ciertas personas, porque decían que éstos tra­
taban con algunos Grandes del Reino que favoreciesen
al Infante. FJI CanlenaU obedeciendo dicha orden, una
noche mandó cerrar las puertas do la villa, y aunque con
cierla alteración, puso al Marqués de Aguilar en lugar
del Ciomendador mayor, harto contra la voluntad del In­
fante, quien pronunció palabras más sueltas de lo que
convenía i\su edad, quedando muy desabrido con el Car­
denal, y así esluvo el Infante hasta que venido el Rey
fue pasado á Flandes y después á Alemania, de lo cual
sucedió después, que todos ó los jnás criados del Infanfe
siguieron la Comunidad. Con expresión circuuslanciada
de es! os motivos, el Rey D. Carlos escribió al mismo In­
fante D. Fernando y al Cardenal Cisneros, diciendo les
que enviaba á mandar al Comendador mayor de Calaíra-
va que se fuese á residir en su Encomienda, y al Obispo
de Astorga á su Obispado, y en su lugar que le sirviesen
y acompañaran el Clavero de Calatrava, D. Diego de
Guevara, y Mr. de Laxao su Embajador; y como estaban
ausentes, se encargaría del servicio D. Alonso Téllez Gi-

(1) Rodrigue! V dU , La Reina D m a Ju a n a , pág. 497.


vóTiy hermano dei Marqués de \'illena. La Inslvucción
que el Rey envió a) Cardenal es nmy expresiva, y en
ella se consij^na, que nao de los dichos Clavero y Laxao
había de dormir siempre oon el Infante en su cámara,
como lo hacía Mr. de Xevres en la suya, porque cuando
despenare, >-i quisiere, tuviera con quién hablar. La vís­
pera de Nuestra Señora de Septienjhre, íecha de esia
Instrucción, S. M. dormía en la Real Armada, para con­
tinuar el viaje al dia siguiente. Y encar^^aba al Carde­
nal dijese al Comendador y al Obispo de Aslor^a las co­
sas de que liabia sido ini’o rmado, y que por contempla­
ción al dicho Infante, se contentaba con la provisión que
hacía sin pasar más adelante; y como el Obispo era man
•culpado que el Comendador, le mostraría más clara y
abiertamente el enojo que de él tenia, <y que le digáis
algunas palabras matadas, por donde sienta y conozca
que ha sitio mayor pecado ei suyo que el del Comenda­
dor mayor.» El Cardenal Cisneros desempeñó esla comi­
sión tan á salisfacción del Rey, que el 22 de Septiembre
le escribió dándole las gracias.
El 'i’ribunal de la Inquisición, desautorizado desde la
suspensión decretada en el breve reinado de Felipe 1, no ’
liabía robustecido por completo su autoridad, especial­
mente en el Principado de Cataluña, y el Rey se vió obli­
gado á escribir desde Gante, el 15 de Junio, una caria á
los Consel teres de Barcelona, felicitándoles por su elec­
ción, insistiendo en que protegiesen á los Inquisidores, y
dándoles esperanzas de su pronto regreso (0 . Otro n.oii-
vo do disgusto se produjo entre D. Antonio de Zúñiga,
hermano del Duque de Béjar, y el Duque de Alba, por
pretender ambos el Priorato de San Juan; pretensiones^

(1) Bofarull, Autógrafos de Carlos I» p jg . 44.


<[{\e resolvió eí Rey a <>u regreso a Ks|»aña, tlecicliendo
que ambos íüesen Priores y se dividiesen las rentas os'os
dos caballeros. Existe, electivamente, una caria del Rey
D. Carlos al Cardenal Cisneros y al Obispo de Tortosa»
lechada en Bruselas á 21 de Abril de 1517 (<), ordenán­
doles que, de grado ó por lüei*za, hiciesen que el Duque
de Alba y el Prior I). Antonio de Zúniga eniregasen las
fortalezas, villas y rentas del Priorato de San Juan hasla
que se hiciera justicia sobre ello. Y añade Argensola (^]
que suscitada aquella diferencia, y convencido el Carde­
nal de que el Duque de Alba quería ocupar la viJIa de
Consuegra, se anticipó y la ocupó con genie de guerra,
sin hallar resistencia. Por i'epentina muerte de D. Diego
de Toledo, quedó sólo D. Antonio de Zúaiga con el Prio­
rato de 8an Juan, desde el cual prestó grandes servicios
para la pacificación de Toledo. Al Conde de Rivadeo, so­
brino del Almirante de Castilla, se le habían secuestrado
sus bienes, y osle, desde Medina de Rioseco, á l i de Sep-
tiembr3, escribió una carta al Rey, encomiando los ser­
vicios de su casa, y quejándose de la medida adoptada
confra su sobrino Y lodos estos hechos, y otros que
no se mencionan, comenzaron á sembrar desconfianzas
y temores en las ciudades, pues resulia que el Notario
Bartolomé de Santillana, en nombre del Consejo y Justi­
cia de la Corufia, escribió una carta al Rey de España,
para que les permitiera reparar muros y torres y ba­
luartes derrocados y caldos mucho tiempo há W .
Pero ei hecho más saliente del año 1517, con serlo mu-

(4) Ueal Academia do la Historia, Colfccion


(2) Argeosola. Attales de ArayOth pág. 377.
<3} Biblioteca Ndcioaal, C a rla s dei Á lm it'a n tf, MS tol.
vuelto.
( i) Arcb. gen. de Sim .. Com unidades de C a s tilla , leg. 66.
oho la vénula del Hey y la convocatoria de las Cortes de-
Valladolid, fué la teatafiva de reunirse varia« ciudades y
villas en Comunidad, y el hecho de pactarla en el mes
de Agosto, Burgos, VaJladolid, Leóa y Zamora, dejando
abierto el compromiso para que pudieran aceptarlo la!^
demás. Esto prueba que el movimiento de las Gomuni-
daíles traía antiguo abolengo, como lo revelan importan­
tes documentos. La ciudad de Burgos en 20 de Febrero,
escribió una caria ai Cardenal de España, revelándole
que las ciudades intentaban reunirse el 15 de Marzo en
Segovia, y presagiando mayares ir as tornos (*!. El pen­
samiento de las ciudades preocupó liondamenle al Go­
bierno, y el Consejo Real, en 6 de Marzo (^), dirigió Real
Provisión al Corregidor de Salajnaoca, para que no con­
sintiese que dicha ciudad enviase Procuradores con po­
der bastante á la Junia que se intentaba hacer en Palen-
oia (Segovia, según Burgos) el ló de Marzo. Toledo^
iniciadora de la rebelión dos años después, escribió al
Rey D. Garlos en 7 del mismo mes de Mar7.o, hablándole
de la necesidad de su regreso, de que algunas ciudades
querían juntarse, y quo de estos a y unf a mien tos solían
acaescer grandes inconvenientes, temiéndose otros mo­
vimientos y alteraciones (3], Con fecha del 1) (^) se expi­
dió á Burgos otra Real Provisión, confirmando que esla
ciudad había acordado reunir Cortes en Segovia (no Fa­
lencia), y reclamó contra los acuerdos que adoptó elJuez
de residencia,'García Pérez de Manzanedo, contra ia con­
vocatoria por carias y mensajeros, y se ordenó cesar en

(<j Arob. gen. de S im ., Cáinant, leg. ÍÍO, fol. <02.


(2] Arch. gen. de S ím ., Libros generaies de la C á m n i'íi, 35,
fol. 2.19 vuelto.
(3] BibUoteca Ndcionai, M S., G -07, fol. 275.
|4' SaWii. fíitrgoíi ea l<u C om unidades, pAg. 21.
la convocación á los Procuradores. El Cardenal Gisae-
ros, en caria cifrada del i 8 de Marzo á los Secretarios del
Rey*l^), les decía, que va las ciudades querían hacer
ayuntamientos sobpe la venida de S. A. y sobre otras
cosas, de lo cual no podían seguirse más que muchos es­
cándalos y grandes inconvenientes. La situación era gra­
ve, y en caria de 18 de Mar/o que el Dr. Villalobos escri­
bía al aposentador Jofró, asesinado después en Burgos (^1,
lo decía que todos tenían sed con ]a venida dei Rey; qae
iban y venían Embajadores, y el Rey estaba quedo.
<Aquí, añadía, ai ahora muy grandes bandos y tan tra-
vados que no se podrían atajar aunque venga el Rey,
porque el Conde D. Hernando defiende el partido de los
vinos de Rivadavia y de Santiago. Acá tenemos por me­
jores los de San Martin y Arenas. Hagoos saber, que
cada dia pelean y ay muchos cuerpos que havriays las­
tima de verlos por ahí tendidos, echando espumarajos
por las bocas. > El Cardenal Cisneros, en probable circu­
lar á las ciudades, fechada el 30 de Marzo (3), les daba
seguridades del regreso del Emperador, y les rogaba en­
viasen cartas y mensajeros con el propio objeto, evitan­
do hacer ayuntamiento alguno <de que podamos ser ca­
lumniados. > Y al siguiente día 31 escribía á Diego Ló­
pez de A}'ala, recomendando un Memorial de la ciudad
de Toledo, en que suplicaba al Rey viniese á España, y
le añadía, que el Corregidor Conde de Palma se opuso
á las juntas de otros pueblos y ciudades, que bien se
pueden estimar como los preludios de las Comunida-

(1) A rc h . g e n . d e S im . , Arm adas y Galeras» le g . iO Í .


(^) Carta / / / castellana del D r, Villalobos, Bibliófilos españoles^
pág . 9.
(3) Arch. gen. de Sim ., Lif^os generales de la Cám ara^ nú m . 35,
tu\. S40 vuelto.

Tovo XXIV 13
des !^). Con efecto, Trísfán de Veya, en nombre y como
Procurador ddl Concejo de Burgos, en Memorial de I.*
de Abril (í), aún persistía en su propósito deconvocár las
ciudades para dar orden de enviar una embajada al Kí^y
suplicándole su venida. D. Carlos so apresuró ó escribir
á Burgos desde Bruselas á 7 de Abril ¡3), dándoles espe­
ranzas de sü venida y ordenándoles no hiciesen más ins­
tancias, janlas ni convocación al^runa. En el siguiente
día 8 escribió otra carta á Cuenca, y es probable que á
las demás ciudades, expresando sn deseo de venir á Es­
paña, y añadiendo que era innecesario se reuniesen las
ciudades de voto en Cortes para supUcar su venida
Alborotóse, no obstante, Valladolid, y el Obispo de Má­
laga, Presidente de aquella Audiencia, hubo de escribir
al Cardenal Cisneros el 8 de Abril (5), dándole cuenta del
alboroto y respecto de )a reunión de ciudades en que se
insistía. La ciudad de Burgos y otras de Castilla llega­
ron é redactar unos Capítulos, que se leyeron en la po­
sada del Corregidor, y que era una verdadera Herman­
dad, quejándose de las rapacidades de los flamencos, y
pidiendo al Rey que viniera para el mes de Septiem­
bre (6). León escribió á Salamanca el 3 de Mayo (7), en­
viando á Francisco Hernández Cabeza de Vaca, su Pro­
curador, para darles cuenta de lo que se había conferen­
ciado entre Burgos, Valladolid, León y Salamanca. Estas

(1) C artas de Cisne7'0s, ca rta C J I I , pág. 209.


(f) Arch. gen. de Sim ., Cdm ara, Memoriales, leg. ItO , fol. 8 i.
(3) Salvó, en las C om unidades, pág.
(4) Archivo municipal de Cucnc<i« L ib ro de actas (¿e 4517, leg. 6,
núm s. 83 á SS.
(5) Arch. gen. de S ím ., E stado, C a s tilla , leg. 3, fol, 344.
(6) Keal Acüdetiiía de la Historia, M5., T. N. fol. ^10.
(7) Mem id ., fol. $24.
ciudades, mas Zamora, desde Burgos, á 3 de Junio, es­
cribieron á las demás ciudades respecto de la Embajada
que debía ir á Flandes á rogar ai Rey que resresase
pronto á España á mediados de Septiembre, y de lo con­
trario se reunirían los Procuradoros en Valladolid el
de Octubre (^). El mensaje al Emperador lo suscribieron
Burdos, Valladolid, León y Zamora, y el Rey les contes­
tó desde Middellburgho, á 3 de Agosto (®), acerca de la
saca de la moneda, oftcios á extranjeros, décima y tes-
tamentifacción de los clérigos. A pesar de estas ofertas,
Burgos, Valladolid, liCÓn y Zamora firmaron carta de
Hermandad en Agosto de 1517, con acuerdo oomún de
que se agregasen las ciudades que quisieren venir en
ello l^). Ante tan robusta documentación, no podrá ya
desconocerse que las ciudades y villas de voto en Cortes
intentaron, contra el estado jurídico vigente, reunirse en
representación nacional en 1517, primero en Segovia y
después en Valladolid, sin respetare! derecho consuetu­
dinario español, de que el Rey convocaba las Cortes y
señalaba los puntos que podían discutirse. Tampoco
cabrá duda de que la ciudad de Toledo, que luego fué el
alma de la rebelión, escribió al Rey el 7 de Marzo, pro­
testando de la proyectada reunión de las ciudades, por
quede estos ayuntamientos solían acaecer grandes in ­
convenientes y otros movimientos y alteraciones. Y que
la Hermandad firmada por Burgos, Valladolid, I^eón y
Zamora, y abierla para que se confederasen las demás
ciudades, era una Comunidad ilegal, cqmo terminante­
mente prohibida por las leyes de Rspaña, y comienzo

(I) Real Academia de la Historia, US.y T. N. 44,fol.


(I) Salvá, Burgos en las C om unidad^, pág. 95.
•(3) Fernándex Duro, M em orias de Zam ora, tomo II» pá^. 295.
cierto é indiscuîible de la rebelión que más larde se co-
Doció con el nombre de las Comunidades de Castilla. Y,,
sin embargo, Diego López de Ayala decía al Cardenal
Cisneros, en carta cifrada desde Bruselas á 29 de Noviem­
bre (<), que, en ausencia del Rey, no era bien alterar las
Comunidades, pues con ellas haría lo que quisiese, y á
los Grandes ya los conocía para qué eran y qué fines te­
nían.
En el resto del año i 517, sólo se registran como he­
chos principales, la súplica quo en 11 de Mayo dirigieron
los ocho Diputados de Aragón á la Reina viuda Doña
Germana, para que escogiese aquel Reino como punto
de residencia, según lo había ordenado el Rey Católico,
y la contestación que dió la Eleina, agradeciendo la in­
vitación, pero escogiendo la habitación de Castilla en las
villas de su viudedad (2). Y con efecto, D. Carlos escribió
al Cardenal de España, al Cardenal de Tortosa y á Mon­
sieur de Laxao, sus Embajadores, para que se ejecutase*
lo mandado acerca do la asignación de Doña Germana en
las villas de Arévalo, Madrigal y Olmedo (3), La renun­
cia que Pero López de Padilla, Capitán de armas en Cas^
tilla, hizo en favor de su hijo, Juan de Padilla, de dicha-
Capitanía (*), ante Francisco Rodríguez de Canales, el 7
de Agosto El regreso de D. Garlos á España lo anti­
cipó el Rey á la ciudad de Cuenca el 10 de Julio, anun—

(1) Rodríguez Villa, l a R eina D oña J u a n a , pág. 301, toinándula


del Arcb. gen. de Sírn.
(3) Argensola, A naU s de A ragón, pég. 3$6.
(3) Real Academia de h HlsUria, Colección S a la s a r, ^4-48, fo­
lios §82 y 989.
(4 ) C om unidades de C a s tilla , Arcb. gen. de S ím ., leg. 6.
(5) D ocum eníoi in éd itos p a r a la H is to ria de E spaña, tomo I, pá*
gina $85«
ciando su llegada á Mediambnsqae (MiddelLburgho, segúa
el itinerario de Foronda), puerto donde tenía sií arma­
da, con ánimo de venir á España, ofreciendo participar
el día que se embarcan (0; y á los dos días lo com ani-
«caba á los Conselleres de Barcelona (í), y el 23 á la ciu­
dad de Zamora y demás del Reino (3), rogándoles hicie­
sen oraciones y procesiones para que Dios le concediese
iuen viaje. Con efecto, el 12 de Agosto, el Rey D. Gar­
los, con su hermana la Infanta Doña Leonor, salió del
puerto de Middelhurgho con dirección á España, donde
ansiosos le esperaban todos sus moradores, y el 19 de
Septiembre desembarcó en Villaviciosa con Mr. de X e ­
vres y otros españoles y flamencos; pero encontrando la
tierra estéril^ se lom ó á embarcar y pasó á San Vicente
de la Barquera por mar, permaneciendo allí algunos días.
De San Vicente se encaminó á Aguilar de Garapóo, y á
todos ios que fueron á vi^iitarle los remitía á Valladolid. De
A^milar se dirigió á Becerril, donde le recibió el Condes­
table. Continuando el viaje, fné á Tordesillas á ver á sa
madre, la Reina Doña Juana, á quien babía anunciado sa
viaje desde Reinosa el 16 de Octubre, escribiendo cartas
el 26 á Fr. Juan de A vila, confesor, y á Fernán, Duque
de Estrada, jefe de la casa de la Reina, para que la pre­
parasen ]a visita IM. De Tordesillas volvió á Valladolid,
escribiendo cartas al Cardenal y al Consejo Real, para
•que fuesen á Mojados á tratar acerca de lo que toca­
ba á su casa (•^', y citando el 26 de Octubre para con-

(1) Archivo m unicipal d « G u e ao a , Libros de acias d$ («ga*


JO 6 , QÚins. 83 á 86.
(d) B^farull, A utógrafos de C arlos K, pág. 15.
(3) Arcbívo iiiuiiicipul d e Zamor», L ib ro de acuerdos.
(4) Arch. g e n . d e S im ., Cédulas, lib. X L . fol. 74 .
O) Scindovd), ffiS íoria c it., tonao íü , págs. 82 á S i,
fereociar en aquella villa, á los Duques de Medinaceli,
Alba, lofaniado, Medinasidonia, Alburquerque, Nájera^
Béjar, Arcos, Condestable y Almirante, Obispo de San­
tiago, Marqués de Villena, Condes de Benavenle y de
Ureña y al Infante D. Fernando 1<). D. Carlos, que ha­
bía caminado lenlamerte por e! Frincipado de Asturias
y antiguo Reino de Leún, llegó á las cercanías de Valía-
dolid á mediados de Noviembre, alojándose en el Monas*
terio del Abrojo, famoso desde la época deD . Juan II, al
Oeste de dicha villa, al lado de un coto Real con Pala­
cio que alH poseían los Reyes W . El día 18 de Noviem­
bre fué recibido D. Carlos en Valladolid con gran pom­
pa, y á los pocos días fué á la Chancillería y administró
justicia. Sandoval, Lorén Vital y Salvá han relacionado
minuciosamenle lo que allí pasó, y á aquellos relatos nos
referimos. Las esperanzas de los españoles estaban rea­
lizadas. El Rey de España, en España estaba, y había
llegado la hora de gobernarla como se gobiernah los
pueblos que tienen conciencia de su dignidad. La única
sombra que vino á empañar este espejo de alegrías y es­
peranzas, fué la muerte del Cardenal Cisneros, utia de
las más grandes figuras del siglo xvi, que, según Mal-
donado (3), ocurrió el 8 de. Diciembre, y según Sandoval
y Ferrer del Río, el 8 de Noviembre de 1517 (*).
Cuatro días antes de desembarcar D. Carlos en Villa-
viciosa de Asturias, que, según Argensola, quisieron lla­
m ar Viliadichosa, añadiendo que donde llegó la escuadra
Real fué á Tazones, lugarcillo cercado de altísimos riscos,.
/

{4J Arcb. $;en. de $¡m ., Cédulas, leg. 40, fol. 72.


(S) Martínez de Velasco, Comunidades, pág. 56.
(3) Uaidonado, E l movimiento de España» p¿g. 45.
(4] Sandoval, H isio ria cit., lomo 111, pág. 84; Ferrer del Río».
Comunidades, 48.
cerca de Gijón, aparecen convocadas las Cortes para el 24
de Enero de 1518 en Valladolid, con el objeto de jurar al
Rey D. Carios I de Caslilla Juntam ente con la Reina Do­
ña Juana, y tratar y otorgar cualquier servicio é otras
cosas muy cumplideras al servicio de Dios y al bien y
procomún de estos Reinos W . El 14 de Diciembre, día
de la convocatoria, se envió á la ciudad de Burgos y á
)as demás ciudades y villas de voto en Corles, Reales
cédulas previniéndolas eligiesen, conforme á las leyes y
costumbre antigua» Procuradores que asistiesen á las
Corles convocadas para el mencionado día (2). La ciu­
dad de Cuenca, según resulta de sus actas municipa­
les, otorgó en 5 de Enero de 1518 poder á Gregorio Al-
varez de Chinchilla y Fernando del Castillo, consiijnan-
dü im el acia del 18 del mismo mes, los Capítulos de pe­
ticiones que ambos Procuradores habían de hacer en el
sen ido de que se confirmara el privilegio del mercado;
se diera una casa para cárcel; se pusieran los sambeni-*
tos en una capilla y se llevasen los más á sus lugares,
pues estando en la Iglesia Mayor, estaban la ciudad é
Iglesia afrentadas; no fuese extranjero el Obispado, por­
que los genoVeses, arrendatarios de sus rentas, manda­
ban todas éslas á Roma; no se otorgasen cartas de na-
turale?^ á extranjeros n i les fueran conferidos cargos
públicos; se permitiese á los Regidores vivir con quien
qnimeran, llevar armas y usar de sus oficios como en
tiempo de D. Fernando; se les aumentase á mayor suma
el salario de 3.000 maravedises y se les abonara el que
aniiguamente recibían al salir en comisiones de la ciu-

(I) DanviU. Poder c iv il ¿n E spaña, iom o 11, pág. 33, y V, pági­


na i95f Documento 69.
(i) Idem id. id ., tomo V, pág. 496. lK>cumeDto 70.
dad; se castigasen por el Corregidor los delitos de fa­
miliares de eclesi as líeos; se guardara su privilegio al
Cabildo de caballeros y escuderos; no Ilevasen los No:a-
rios eclesiásticos más derechos que los fijados en aran­
cel ni arrendasen sus notarías; se trajera el agua á la
ciudad de las fuentes inmediatas por el gran trabajo de
ir á tomarlas de los ríos; se ensanchase la plaza llamada
del Rollo, próxima á las casas del Concejo; no fuesen
arrendatarios de rentas los Escribaoos públicos, y no se
deshiciera el encabeza mien: o de las ciudades. El 9 de
Abril presentaron dichos Procuradores testimonio <iel
juramento hecho por D. Carlos el 7 de Febrero ant« los
del Reino dentro de la iglesia del Monasterio de San Pa-
blo de Valladolid 0). El 22 se remitieron cartas Reales á
las ciudades y villas de los Reinos de Cas (i lia y León para
celebrar C ort^, y consia que el día 2 de Febrero de 1518
se reunieron en una sala alta del Colegio de San Grego­
rio, junto al Monasterio de San Pablo, de Valladolid,
realizándose aquellas memorables escenas en que adqui-
rió notoriedad por su enlere7.a el célebre Dr. Zumel, para
doblarse bien pronlo ante las reiteradas mercedes del
Monarca y constituirse luego en uno de sus más entu­
siastas defensores. El día 4 de Enero, según Sandoval,
habían llegado á Valladolid todos los Procuradores de
Cortes. Las dos cosas que quería el Reino eran: si con­
venía jurar por Rey al Príncipe D. Carlos, viviendo la
Reina Doña Juana, propietaria de estos Reinos, y que
el Reino estuviera encabezado por cierto precio y tiem­
po, hasta que se pudiese admitir puja. Reuniéronse las

(1) Archivo municipal de Guenua, Libi-o <íe oclas lega­


jo 233, n ú m . Mcirichalar y Munrique ü$(»gurdron [tomo V, pági­
na 137) que D. Garlos ju ró el 5 de Febreru por la larde.
<3ortes el 2 de Febrero ea el Colegio de Saa Gregorio,
bajo la presidencia del Gran Canciller. El Dr. Zumel
protestó conlra el nombramiento del Presidente y Asis­
tente» por ser ambos extranjeros. La Proposición Real se
leyó el 9 de Febrero. Y se concedió un servicio de 200
millones en cuatro años.
El Archivo general de Simancas conserva originales
los Capítulos particulares presentados en ias Cortes de
1518 por los Procuradores de Salamanca cuando se juró á
D. Carlos I Rey de España (0. Minuta del juramento que
loa Procuradores hicieron el día 2 de Febrero, de guar­
dar secreto en lo que se tratare (2). El extracto de las
primeras actas y sesiones que se celebraron, figurando
como Procuradores por Salamanca, D. Pedro de Ana ya,
señor de A naya, y D. Alonso Rodríguez de Fon seca, se­
ñor de Quejigal, negándose á jurar y siguiendo al Procu­
rador de Burgos. Dr. Juan Zumel (3). La solemne aperíu-
ra de las Cortes se efectuó el 5 de Febrero, y en este día
se presentó D. Carlos en el salón de sesiones, y después
de un discurso del Obispo Ruiz de la Mota, Presidente, el
Rey juró en el acto «explícitamente guardar y mantener
los fueros, usos y libertades de Castilla i M.» El 7 de Febre­
ro, que era domingo, prestó D. Carlos I juramento en la
iglesia de San Pablo, de Valladolid, cuyo traslado autén­
tico está publicado (S). Existe también en Simancas un
fragmento de la concesión del servicio al Rey en las

(1) Arch. gen. de S¡m., C ortes, log. 2.®


(S) Idem kd. id.
(3) Id e tn id.; V i11a r y Uacíd s, ílis l. de S a la m anca >tonio I I , pág.
(4) Ferrer ddl Río, Com unidade4, p^g. 23; M artíuet de Veiasco,
C om unidades, pág. 64.
¡5) Arch. gen. de Sim ., Cortes, leg. Documentos iné iítos
para la H is to ria de E s p a ñ a , tomo K, pág. 334.
Cortes de este año y contestación de los Procuradores
Sandoval recordó (2) que, según Fr. Antonio Guevara,
el servicio á cobrar en Ires años fué de 150 cuentos, y
según Pedro Mexia, áe 600.000 ducados. Y , por último^
conserva el Archivo de Simancas los Capítulos particu­
lares de los Procuradores de Cortes de Granada, Zamo­
ra, Cuenca, Soria, Toledo, Avila, Madrid, Valladolid y
Burgos (3), presentados el 6 de Marzo.
La situación del Reino y las quejas de los pueblos, re-
snllan con aterradora elocuencia de las 88 peticiones
qne constituyeron los Capítulos generales publicados por
la Real Academia de ia Historia (*). El Rey era soltero,
y el Reino pidió que se casase brevemente. Sus precep­
tores, á pesar dei tiempo transcurrido desde la muerte
de su padre D. Felipe, no se cuidaron de enseñarle caste«
llano, y el Reino suplicó que lo hablase. La Reina Doña
Juana estaba como recluida en Tordesillas, acompañada
únicamente de la Infanta Doña Catalina, y lo primera
que se pidió fué que estuviese como Reina y Señora de
esfos Reinos. Al Infante D. Fernando se le había man­
dado pasar á Flandes por temor á sus ambiciones, y las
Cortes pidieron que no saliese de estos Reinos hasta que
el Rey se casase. D. Garlos, desde su venida á España,
continuó dispensando á los flamencos de su séquito la
misma protección que les había dispensado en Flandes.
Según inscripción escrita al pie de un retrato de Adria­
no V I, que existe en la capilla de San Nicolás y del Na­
cimiento en la Catedral de Burgos (5}, D. Garlos dió al

(4) Aroh. (ren. de Sim., Cortes, leg.


(5) Sand<rval, cit., lib. 111, pág. 93.
(3) Arcb. gen. de Sim., Cortes^ leg.
(4) Ac. de U Hí&t.. Cortes de Le6n y CaiUlta» (orno IV» póg.
l5) MArtíne« de Veln«o, Comunidades, p¿g. 5S.
Deán de Lo vaina una eanongia en dicha iglesia. A Mar­
liano lo hizo Obispo de Tuy. Al Gran Canciller lo susti­
tuyó con Mercurino Gatinara (M. Y el Arzobispado de
Toledo lo proveyó en Guillermo de Groy, sobrino de
Mr. de Xevres. El Reino reclamó que no se diesen oficios
á extranjeros, y que tanío los oficios como los Embaja­
dores y servidores de la Casa Real se proveyesen en na­
turales. Habíase donado á Jofré de Cotannes el castillo
de I«ara, y el Reino suplicaba que no se le diese á nadie»
lo cual no evitó que el 20 de Diciembre se expidiese
Garla Real para que se le diera posesión á Joíré. Varios
é importantes bienes de la Corona Real se habían ena­
jenado, y Arévalo y Olmedo, cedidos a ia Reina Doña
Germana, y las Cortes, reclamaron la prohibición y de­
volución á la Corona R eal. También pidieron la conti­
nuación de los encabezamienfos hechos y que se confir­
masen las leyes, pragmáticas, libertades y franquezas.
Todas las restantes peticiones generales revestían ca­
rácter económico, administrativo ó judicial, resaltando
ia de que la justicia de Castilla fuese universal; que la
Inquisición guardase entera justicia; que no andasen po­
bres por el Reino; que los clérigos pudiesen testar, y
ias manos muertas no pudieran adquirir; que se conser­
vase el Reino de Navarra; que á los Procuradores se les
recibiera como á gen til hombres y les pagasen su salario
las ciudades y villas que representaban; que se quita­
sen todas la» imposiciones nuevas; que no valiesen las
exenciones que dió Cisneros á los que se asentaban en el
ejército permanente, y que no se pidiera nuevo servicio

D. Mercurino Gatinara se llamaba D. Mercurino Arboriéa,


Uarqués de GAiinara, Conde de Valencia y do bartírand, Gran Can<
cille r y del Consejo de S. M.—-Real Academia de la Historia. Coiec,
S a ia U ir, A*-47, fol. SOo vuello.
hasta pasados tres años de ésle. Eq las peticiones parti*-
calares de las ciudades: Granada solicitó, eotre otras,
que no se averiguase la extensión de los repartimientos
hechos; que pudiera la ciudad quitar uu juro que debía
á D. Alonso de Aguilar, y que no se diese la ciudad de
Huesca al Duque de Alba. Zamora, que, faltando por la
peste dos terceras partes de gente del Reino de Cralicia,
sería muy grave tener que pagar servicio. Cuenca, que
se le diese para posada del Corregidor una casa confisca -
da por herejía; que el Obispado no se diese á extranje­
ros, porque hacia cuarenta aílos estaba ea poder de ge-
noveses, y que no se pagase á las dignidades y canongias
eu vos poseedores residían en Roma. Soria, que se la res­
tituyesen las villas y lugares que solían ser de la juris­
dicción de la ciudad, y se residenciara á los Alcaldes
de la Hermandad y al Alcaide de las sacas y aduanas.
Toledo, qne se le restituyese la posesión de los lu<?ares
de que se había apoderado el Conde de Benalcàçar. Avi^
¿a, que se hiciese lo mismo con las cinco villas que eran
de la ciudad y tenía D. Pedro de Toledo. Madrid, que
se permitiese rozar y pescar en todos los montes y tér­
minos del Condado de Manzanares y con el Duque del
Infantazgo, y que en vez de las dos ferias se hiciese una
de treinta días. El Dr. Villa-Roel y Francisco de León,
Procuradores de Valladolid, pidieron se les librase todo
lo debido hasla entonces de sus acostamientos y de Gon-
tinos, y que se les librase en esta villa, sin hacer des­
cuento alguno al dicho Francisco León por ausencia que
hubiese hecho. Y Burgos pidió licencia para poner de­
manda sobre las fortalezas de M uñón é Pancorvo y Mi­
randa (^). En este espejo de las primeras quejas qae los

J) Arch. gen. de S im ., C o rí« , leg,


pueblos de España elevaban á su Rey se hablaba de todo;
pero no se decía una sola palabra de libertades, en el
sentido que la políiica atribuye á esfs palabra, n i era
posible pronunciarla en una sociedad que encerraba en
su seno todos los gérmenes del sistema feudal, incluso el
tormento y la esclavitud. El único dato elocuente que
resolta referente á las alutlidas Cortes, es que el altivo y
provocador Procurador de Burgos, Juan Zumel, defensor,
según algunos, de la pureza del régimen parlamentario,
aceptó una Real Cédula expedida en Valladolid el 15 de
Marzo de 1518, por la que se ordenó al Tesorero, Licen­
ciado Vargas, entregase al Dr. Zumel 200 ducados de
oro, ó sean 7r),000 maravedisesj de que el Rey le hacía
merced (•). Desde entonces fué uno de los más entusias­
tas defensores del Monarca. Y Fernando de Villafañe,
Regidor de León y Procurador en las Cortes de Vallado-
lid, escribía el 26 de Abril una carta á Mr. de Xevres^
condoliéndose de las violencias que se cometían contra
los Procuradores (2).
Terminadas las Cortes de Valladolid, quiso D. Garlos
reunir las de Aragón, Cataluña y Valencia, y en 11 de
Abril, desde Aranda de Duero, escribió una carta al A r­
zobispo de Zaragoza, avisándole para que, antes de su
entrada en Calatayud, se presentara con algunas otras
personas para tratar de asuntos importantes (3). La con­
ferencia debió celebrarse, pues consta que del 26 al 30
del mismo mes D. Carlos, acompañado de su hermana
Doña I^eonor y seguido de numerosos cortesanos, llegó
á Calatayud, y en solemne función religiosa que se cele-

(4) Arcb. g«n. de Sím ., Cédulas, lib. XLIII, íoL S.


(Sj Idem id. id ., Fstado, CasíiUa^ 5, foÍ. 44.
(3} Redi Academia de la Historia, Coiecc. $a/úsar, A ^M , fol. 70.
bró en la Iglesia Colegial, juró guardar y hacer guardar
los fueros, privilegios y frauquioids, entre ellas la de
tener comunidad con sesenta pueblos 1 . Desde el mismo
Galatayud, á 30 de Abril, escribió D. Carlos una carta á la
Diputación del Reino do Aragón, contradiciendo las du­
das que ofrecía el juramento de guardar los fueros y li­
bertades del Reino y tener Cortes, añadiendo que la Rei­
na Doña Juana, por indisposición de su persona, no po­
día venir á jurar y les dispensaba de toda pena de infi­
delidad. En otra carta de ^ de Mayo les anunció que al
día siguienle partiría para Zaragoza á prestar dicho ju ­
ramento; y con efecto, el día 6 de Mayo entró D. Carlos
en la capital de Aragón y Palacio Real de la A Ij a feria
con su hermana Leonor, el Cardenal de España, Obispo
de Tortosa, y muchos caballeros castellanos y flamen­
cos \5), celebrando Cortes el 7, con lo cual se rectifica el
error de Sandoval, que dijo (3) que el Rey entró el lo de
Mayo y el 19 fué á la Iglesia Mayor, donde se le hizo
ostentoso recibimiento* Reunidas estas Cortes, se leyó la
Proposición Real el 20 de Mayo, tratando de la jura del
Príncipe como Rey de Aragón; pero orilladas todas las
dificultades que se suscitaron, se juró al Príncipe y á su
madre Doña Juana como correinantes, después qne el
Principe juró también, por sí y en nombre de su madre,
guardar ias libertades del Reino. Estando celebrándole
estas Cortes, murió el Gran Canciller Mr. de Laxao y le
sustituyó Mercurino de Gatinara, varón prudente, a m i­
go de la justicia y gran jurisconsulto, pero extranjero,

(4) .Mdrtínez de Velasco, Comunidades, pág. 99.


(2) Ke^l Academia de la Historia, Colecc, S< ila5ar,/C 'i7, fuU. 171
vueito y 172.
(3) Sandoval, H istoria c it., lib. III. pág. 95; Ferrer del Río, Co­
m unidades, pág. 29.
r
que era lo contrario de )o que se habia ofrecido en las
Cortes de Valladolid 1<). Lox fueros hechos en estas Cor­
tes SOR conocidos, porque están publicados. Estendo el
Rev en Zaragoza escribió á los Con selle res de Barcelona
una carta el 17 de Junio, consignando la innata fidelidad
de Cataluña y ofreciéndoles ir presto para proveer tcido
lo concerniente al servicio, pacificación, reposo y bene—
ficio público (2). Y aunque el 20 de Diciembre convocó
las Cortes catalanas para el 7 de Enero de ÍÓ19, no se
reunieron hasta el 16 de Febrero, leyéndose la Proposi­
ción. Acordado que esta reunión no era legal, D. Carlos
y Doña Juana las convocaron de nuevo en 16 de Abril
para el 12 de Ma \o, celebrándose el Í3 la sesión regra y
leyéndose por segunda vez el discurso y la contestación.
Estas Corles terminaron en 1520 Las Cortes valen­
cianas fueron convocadas para San Mateo; pero no pu­
dieron reunirse, porque D. Garlos se vió obligado á em­
prender precipitadamente su viaje á Flandes y Ale­
mania.
El odio y encono entre españoles y flamencos llego á
ser tan intenso, que reflejaba en todos Los detalles de la
vida nacional. Encontrándose el Rey en Valladolid á 14
de Marzo, se celebraron unas fiestas Reales, que costa-
roa al Monarca 40.000 ducados, y en justa en que inter­
vino D. Carlos, realizada por veinticinco caballeros espa-
ñolesy flamencos, resultaron siete muertosy varios he­
ridos W. El Dr. Villalobos, en una carta á D* Pedro Laso
de la Vega, uno de los más ardientes caudillos de losco*

(1) Ddtiviia. Poder c iv il, tomo l(, pág. 40; Argensola, Anales de
A ragón, 405; Sdcdoval, //is ío n ti c it., Ub. lU, pág. 96.
(2) Bofdrull, Autógrafos de Carlos /, pág. 49.
(3) D^mvila, Poder c iv il, tomo 11, pág. 44.
(4) Sandoval, H isloria ciu» lib. III, pág. 94.
muneros toledanos (<), le pintaba el eslado del Reino
enfre castellanos y flamencos, pues los primeros gober­
naban y los segundos negociaban, y en la^ luchas de
amores entre las flamencas y las casteHanas, iban aqué­
llas muy delanteras. No ae equivocaba Villalobos en sus
juicios, pues las exacciones á que sujefó al país Mon­
sieur de Xevres, y que constituía una de las causas de la
animadversión contra los extranjeros, produjeron una
extracción de moneda de 700 cuentos por el puerto de
Barcelona y 950 por el de la Coruña. Esío últiino no
hemos podido comprobarlo; pero sí que la esposa de
Mr. (le Xevres, á fines de 1518, pasó por Barcelona, con
dirección á Flandes, 300 cabalgaduras y 80 acémilas car­
gadas de riquezas, y que otro tanto hicieron oíros dos
personajes flamencos. En alguna ocasión, de la animosi­
dad contra el extranjero participaba el Rey, pues no fal­
tó fraile que en San Sebastián predicó contra D, Garlos
y sus Ministros, según el Obispo de Málaga escribió á
Mr. de Xovres el 20 de Abril W , y que se ordenase al
Licenciado Legutzamo lo prendiera y enviara preso (3).
Y Lope de Araoz fué procesado por injurias á S. M. y á-
los flamencos, diciendo que buen Infante teníamos, y que
los flamencos eran todos unos borradlos (*).
A la par que desavenencias y encono entre castella­
nos y flamencos, eran de deplorar las rivalidades que
entre los mismos españoles se reproducían á diario en
las principales ciudades y villas, y que revelan en cuán
poco se tenía el respeto al principio de autoridad y á las*
declaraciones de la justicia. Los hijos de Mosén Alemán

(4) Cartii VI del Dr. ViUalobí«, Bibliófilos espaholei, pAg. 49.


(2) Arch, gen. de Sírn,, Cám aro, MemoríalfS, leg. 'SOS, fol. 5.
(3) Idem id ., Cédulas, líb. X LIII, fold. 3 y 24.
(4) Idem id., C(rmmid(sdes de C a s lilh , núm . I.®
sorprendieron al Alcaide y Capitán del Castillo mayor
de Perpiñáo, en la ciudad de Gerona, matándole dos
«criados, según se desprende de la carta que el Rey Don
Garlos I dirigió á los vecinos de dicha ciudad el 8 de
Marzo W. En 5 de Junio €«cribía el Rey á Jorge de los
Benedetes, mostrándole sentido de las cuestiones que
había entre su familia y Pedro de Ribera y Juan de Fe­
lices en Monzón (^). A la vez, y en 18 de Julio, el Gober­
nador de Aragón escribía al Rey manifestando la nece­
sidad de arreglar las diferencias que en varios puntos del
Reino se habían suscitado, y en particular la que en Ta-
razona existía con el Conde de Ribagorza, pidiendo aulo-
rÍ7>ación para intervenir en ella, por las muchas desgra­
cias de que estaban amenazados (3). El 15 de Noviembre
el Rey dictó sentencia arbitral, resolviendo las diferen­
cias que mediaban entre D. Miguel de Gurrea y D. Ugo
de Urríes, sobre ciertos derechos correspondientes á la
baronía de Ay erbe, adjudicada á óste(*). Reunidos los
Grande«^ de Aragón en el palacio del Arzobispo, tío del
Rey, se suscitó cuesiión entre el Conde de Benavente y
el de Aranda, que obligaron al Rey a mandar qne n in ­
guno saliese de su casa, so pena de la vida; pero desobe­
deciendo la orden Real, se armó uno y otro bando, y sa­
liendo de noche á la calle, resultaron veintisiete heridos.
El Rey obligó á ambos Condes á poner treguas, y los
Grandes de Aragón se conformaron con los de Casti­
lla (5). Por ello el Dr, Villalobos pudo escribir el 23 de

(4) U ca l Academia de U llis u , Oolecc. S o la z a r, /1>47, fol. UU.


(t) Idem id ., fol- 8 vuelto.
(3) Wem id., A - i7, foJ. 66.
(i) Uecn id .. A 'I S .f o l. 1».
(5 ) Sandoval, Historia c ít ., l i k 111, pág. 97.
T o u o XXXV U
Noviembre al Condestable de Castilla, hablándole de la
salud de la Reina, del Conde de Benavente, de D. Pedro
Girón, del Duque de Gandía y de D. Juan de Veiasco, que
desbandaba cuantos huerbs había en Zaragoza. Se con­
dolía de las dilaciooes de las Corfes. V consignó que se
despachó su asiento con el Rey, y asi entró en conoci-
mienLo con todos los extranjeros «assí que yo entré en
Palacio por la puerta falsa de Mr. de Xevres (^).> Reto­
que sucedía en Aragón y Cataluña, acontecia en los res­
tantes Reinos de España. Y no era porque el Rey no pro­
digase sus favores y mercedes, pues ya hemos visto que
al Dr. Zumel, en 15 de Marzo, se la concedió de 200 du­
cados de oro, para cohechar sus altanerías. En la misma
fecha nombró á D. Bernardo de Rojas y Sandoval, Mar­
qués de Denia, Conde de Lerma, Administrador y Go--
bemador de la casa de la Reina Doña Juana en Tordesi­
llas. A D. neniando de ¡a Vega, Comendador mayor, le •
otorgó, en 20 de Marzo, las fortalezas de Simancas, Ba­
yona y San Martín de Pravia W . m Marqués de Denia •
agradecía en 7 de Abril á Mr. de Xevres la merced que
le había hecho en Ventosilla (3). D. Gaspar de Mendoza,
en 30 de Julio, enumeró sus servicios en la Gorfe de*
Flandes, y pidió mercedes, porque decía que todos los
que estuvieron con los flamencos, medraron W. En 22 de
Agos'o se mandó á los Contadores mayores registrasen‘
el titulo ó asíenlo de Capitán de hombres de armas, con­
cedido á Juan de Padilla por renunciación de su padre

{4, Carta V II, castellanas, del Dr. Víllalolx>s. B ib lió filo s e s p a ñ ^ '
t o , pág
(i) Arcb. gen. de S ím ., C édulas, 1 ^ . 43, fol. 3.
(3) A rch. gen. de S im ., Estado, leg. 5.*. tol. 298.
(4] A rch. gen. de S im ., Cámara» M em orinUs, leg. 4dS.
Fero López <le Padilla U). Eu 20 de Noviembre, desde
Zaragoza, el Rey suplicó al Papa León X admitiese la
presentación del Obií^po de Tuy, D. Luis Marliano, para
la Abadía de Altofonte (2). Al Conde de Aranda, Ü. Mi­
guel de Jiménez de ürrea, ie concedió en 5 de Diciembre
la villa y ducado de Xévica (3). Y por caria Real de 20 de
dicho mes, se ordenó á la ciudad de Burgos dieso pose­
sión del casi.illo de Lara á Jofré de Colannes, que se en-
conlraba en la misma ciudad, contra la opinión del Reino
expresada en las Cortes de Valladolid; orden que se cum­
plió regando las calles de Burgos con la sangre del ambi-
cío so aposentador del Rey.
La investigación ha reunido diferentes documentos re­
ferentes á D. Pedro de Ayala, Conde de Salvatierra, que
tanta resonancia tuvo en la época de las Comunidades, y
que acaso aclaren una de las causas que le movieron á
rebelarse contra su Rey y faltar á la lealtad jurada, Ei
mencionado Conde, casi desde el comienzo del siglo, ve­
nía sosteniendo empeñados liLigios con la villa que daba
nombre á su título; peroá la vez mantenía querellas do­
mésticas con su mujer Doña Margarita de Saluzes, de Ja
estirpe Real de Francia. El Rey protegía resueltamenie
á esfa señora, y en 9 de Junio escribió una carta al Con­
de de Salvatierra, al Consejo Real y á D. Die^fo Martínez
de Alava. Diputado general» y dió Instrucción a Alonso
Navarro, gentilhombre del Emperador, de lo que había
de decir al referido Conde, respecto á sus diferencias con
su mujer, con quien deseaba hiciera vida maridable (*).

(1) Arcb. de Sim.. Comunidades di CoslillUy leg. 6.* Docu­


mentos inéditos para lo HistoHa de España, Iocdo 1, pég. 284.
(2) Real Academia de la Hist», Colecc, Salazat'. >4-4S, fot. 7.
(3) Idem id. id., fol. 9.
(4) Arch. gen. de Sim., Cédulas^ (eg. i2, fol. 46.
Kn 19 del propio mes se expidió Real Cédula desde Bar­
celona, para que el mencionado Conde no hiciere daño
alguno á loa procuradores y criados de sa mujer que iban
á cobrar los maravedises que la señaló W. Con fesIó el
Conde al Consejo Real en 13 de Julio, vindicándose de su
í'onducfa con la Condesa, y emitiendo juicios desfavora­
bles de los franceses W , y aceroa de este mismo tema,
escribió el 14 al Licenciado Cuéllar (3). Indudablemente
todas las Reales gestiones resultaron estériles, pues hubo
de ordenarse al Diputado general I). Diego Martínez de
Alava, que no consintiese qne el Conde de Salvatierra
sacase sus hijos de poder de la Condesa (*), y acerca de
este parlicular, tanto el Diputado general como el mis­
mo Conde, escribieron cartas al Rey en 7 y 10 de Sep­
tiembre (5). La rebelión del Conde de Salvatierra contra
el Rey, y la insistencia de la Junta de las Comunidades en
querer relevar de au cargo á D. Diego Martinez de Ava­
la, acaso puedan explicarse por los hechos que acaban
de referirse, y que hasta ahora permanecían ignorados.
Los demás hechos ocurridos en el año ló IS , que pue­
den tenor alguna relación con el presente trabajo, fue­
ron el Breve de León X , expedido en Roma á V de las
Kalendas de Mar 7.0 , ordenando á los Obispos de España
que defendiesen los derechos de la Santa Sede, vejados
por algunos usurpadores, refiriéndose tal vez á las difi­
cultades suscitadas con motivo de la imposición de la dé­
cima (®). La partida del Infante D. Fernando para Flan-

(i) A rc h . ge n. de S m .. leg. 47, fo!. 39.


;S) A rc h . geo. d p S im ., Cám ara, Mftnoriales, leg. 130.
(3) Idem id . id .
4) A rch, g e n .d e S im ., C é d u l a s 47, fo ] .$ 4 i.
^5) A rc h . gen. de S im ., Camara, Memoriales, leg. 429, fol. f 9 .
,6) biblioteca Nacional, M S., pág . 164.
(les, como estaba determinada, y nombramiento del Car­
denal de Croy para el Arzobispado de Toledo (<). La con­
cesión á Valencia de la Tabla com ún, pero sin quitar la
d© Bautista Burguerini (2). El desposorio en 13 de Julio
entre el Rey de Portugal y la Infanta Doña Leonor, her­
mana del Rey 1). Carlos La confirmación de la paz y
amistad entre los Reyes de Francia y España, cambián­
dose el Collar insignia de San Miguel por el Toisón. El
nombramiento dcl Maestro Fr. Antonio de Villegas para
volver á servir á la Reina Doña Juana, dándole todo
buen tratamiento (*)• Rendición de cuentas de los bienes
que administró Mosén Garcia Gil de Ateca, propios de
D. Fernando, Duque de Calabria (5). Y arrendamiento
dcl peaje de la quema de )a ciudad de Valencia
Pero lo que guarda directa relación con el presente es­
tudio, es la escritura que se conserva en el Archivo m u­
nicipal de Burgos (7), por la que Burgos, Valladolid,
León y Zamora consignaron en 19 de Agosto de i5ií¿,
que hablan pactado carta de hermandad tdesde queptin-
eipiaron estos negocios,» para obrar siempre de común
acuerdo, y dejaron abierto el pacto «para todas aquellas
ciudades que quisieran veuir en ello.» Esla ilegal confe­
deración, que ya se concertó en 1517, vuelve á reprodu­
cirse, y este solo hecho está demostrando, qne el origen
de las Comunidades no fué, como creyó Argensola, la
elección de Guillermo de Croy, sobrino de Xevres, para

(1) Argensola, Anaíes (U Ai'atjón, pág. 483.


(2) Heal Academia de la Híst., Coiecc. Salazar, fol. 44.
(3) Sandoval) Historia clt, lib. Ill, pág. 97.
(4) Arch. gen. üe S im .. Cédulas, leg. fol. 124.
(5) Real Academia de la Hist., Coiecc. Salazar, ^ - f8 , fol« H .
(6) Idem id», foL 9 vuelto.
(7) M ariíneí Veiasco, Cotnmidades, péji. Í46.
ei Arzobispado de Toledo, sino las distintas y variadas
causas que llevamos examinadas, y que produciendo un
general disgusto en toda la Nación, se condensaron en la
í’onlederación de 1517, se reprodujo en 1518, y tomó el
carácter de verdadera rebelión contra el Rey y sus Mi­
nistros. La Provisión del Arzobispado de Toledo, con­
traviniendo á lo prometido en las Cortes de Valladolid,
os un síntoma elocuente, pero no el origen del movimien­
to de las Comunidades, que, á nuestro juicio, respondía
Á causas muy complejas, y tenía profundas raíces.
Y llegamos por fin al año 1519, en que «n inesperado
acontecimiento, como lo fué ol fallecimiento del Empe­
rador Maximiliano y la elección de D. Garlos I de Casti­
lla para suslüuirle en el Imperio de Alemania, modificó
osencialmeníe la política española; obligó al Rey de Es­
paña á ausentarse de España por tiempo indefinido; á
comprometerse en empresas extrañas á nuestros legiti-
timos intereses; á pedir á la Nación nuevos y grandes
sacrificios, convocando precipitadamente las Cortea y
apelando á toda clase de ilícHos medios para doblar la
Justificada resistencia de los Procuradores, y con virtien­
do la esperanza en desesperación; el respeloy afecto, en
indiferencia y desamor, y lo que sólo era confederación
para hacer oir los públicos lamentos, en rebelión desca­
rada contra )a anieposición del título de Emperador al
de Rey, y contra todo lo que al Rey de España plugo or­
denar en el ejercicio de su indiscutible soberanía. Los
hechos, pues, que se desarrollaron en 1519, son el com­
plemento de la elaboración lcnl,a, pero pertinaz, de
cuanto venía ocurriendo desde la muerte de la Reina
Católica, y donde, á nuestro juicio, hay que buscar las
verdaderas causas de la revolución que se elabora, cre­
ce y muere en el primer tercio del siglo xvi,
D. Carlos y su Corte encontrábanse al comenzar el
año 1519 en la capital del Principado de Cataluña, doa*
de estaban convocadas las Corles para el 7 de Enero,
pero que no se reunieron hasta el 16 de Febrero, tenien­
do que convocarse de nuevo para el 12 de Mayo, según
se ha hecho notar anteriormente. Los Diputados quisie­
ron formular protesta acerca de la necesidad de jurar
previamente los privilegios de la ciudad; pero estas des­
confianzas las desvaneció D. Carlos en carta que el 7 dd
Febrero escribió á la ciudad de Barcelona (1), y el 14 en­
tró el Rey en el Monasterio de Valdoncella, en dirección
á Barcelona, donde el i 5 fué recibido con grandes de­
mostraciones de contento i^). El Rey fué jurado el 27;
pero las Cortes no terminaron sns tareas hasta el 19 de
Enero de 1520, en que D. Carlos se había ausentado de
España. El 5 de Marzo el Rey de España celebró en Bar­
celona la fiesta del Toisón de oro, recibiéndolo el Con*
destable, el Almirante, los Duques de Alba y Béjar y el
Marqués de As torga. El Conde de Benavente lo rehusó*
porque era muy castellano y no se honraba con blasones
extranjeros. Del Reino de Aragón lo recibieron el Duque
de Cardona y el Principe de Vissiñano, del Reino de Ná­
poles (3).
Una de las grandes preocupaciones del Monarca es­
pañol y de sus Ministros, fué atender á la conservación
del orden público en Valencia, donde anticipándose al
movimiento de las Comunidades, se había proclamado y
organizado la Germanía, con carácter social desde su
origen. Esta tesis quedó demostrada y documentada en

(1) BotarulU A M g rafo t de Carlos l, pág. 23.


(2) Archivo d« la Dipatación dd BjrceloDa» Dietario dei tricmo
^ á
(3) Sandovsl, //tirona cU., )ib. III, pág. 103.
el discurso de recepción del autor del presente trabajo*
al ingresar como individuo de número en la Real Aca­
dem ia de la Historia í^). En el sumario hisfórico que se
acompañó como primera ilustración, se consignó y pro­
bó, que la Germanía de Valencia íué creada en Septiem­
bre de 1519; que sus primeras reseñas se efectuaron de^
29 de Sepiiembre al 4 de Octubre del mismo año, y q ue'
fuó prohibida en 24 de Abril de 1520. Desde la primera de
las citadas fechas, comenzaron los desórdenes y excesos
en la capital de aquel Reino, y el Rey se vió obligado á
enviar, una tras otra, personas de su mayor confianza,
para am parar á las autoridades y á los nobles y castigar •
al pueblo rebelde. En 2 de Enero, desde Zaragoza, par­
ticipaba D. Carlos á la ciudad de Valencia que había
suspendido del cargo de Gobernador de la misma á Don
Pedro Ma/.a, y nombrado en su lugar á Antón Moreno,
su Camarlengo (2). El 2 de Febrero le dijo á D. Pedro-
Maza, que su cesación era mientras siguiesen los distur­
bios en Orihuela y Murcia, donde habían encontrado re-
Bonancia las inquietudes de Valencia (3). El 28 daba al^
Gobernador Moreno instrucciones para el desempeño de
su cargo, y mandaba á la ciudad suspender el poner
Tabla común al modo de Barcelona, hasta su llegada á
Valencia W . A los Jurados les transmitió el 6 de Mar/o^
varias disposiciones de gobierno interior de aquella ciu­
dad W , y al siguiente día les concedió facultad para po­
ner la Tabla común en Valencia, pero conservando la*
de Bautista Burguerini en su lugar y asiento del paga-'

(1) Dan Vi 1«, ¿ a Gem ianía de Valencia,


( t ) Real Academia de )a liís t., Colecc, Solazar, /i-18, fol. 45;
(3) Idem ¡d. id., fol. 45 vuelto.
(4) Idem id. id., fol. 33.
(5) Idem id. id.» fol. 57 vuelto.
dor de ella (<). Acerca de un empréstito de 30.000 libras
pedido á la ciudad, volvió el Rey á escribir á los Jura­
dos y al Gobernador el 18 de Mayo (2), y el 23 ordenó al
Bayle de Valencia que de los fondos que pudiese dispo­
ner, depositase en poder del tesorero Sánchez 2.500 du­
cados í'^). La elección de Jurados, que fué uno de los
pretextos para cohonestar el movimiento de la Germa-
nía, motivó varias cartas del Rey al Gobernador, Re­
gente, Bayle general, Racional y Jurados, fechadas el 5
de Junio (*), llegando hasta remitir una lista de las per­
sonas reputadas á propósito para Juradoa de Valen­
cia W . El 22 les ordenó no pusiesen impedimento á que
se pagasen al Secrelario Juan Ruiz de Calcena los 3.000
sueldos que tenía consignados sobre la Baylía de Valen­
cia {6). Y con gran impremeditación, en el mismo día,
autorizó al Gobernador y oficiales y á los Diputados de
Valencia, para crear una fuerza de ÍOO de á caballo con
objeto de proteger el país de las correrías de los moros
que aparecían en aquella costa (7), lo cual reiteró ol 7
de Julio (8). D. Francisco de Malferit fué preso y trasla­
dado al castillo de Pasina (sicj^ Paterna (^), para ir pre­
so á la fortaleza de Ceuta (^^). Y el Abogado fiscal de Va­
lencia fué autorizado por el Rey para decidir la compe-
tencia entre el Justicia v el Gobernador acerca del co-

(4) Real Acitdemiade Ja l li s l . , C o / e c c . 8 a / a z a r , f o l . 44 vuelto.


(2) Idem id. id ., fot. ^9.
(3) ídem id. id., fo). 59 vuelto.
(4) Idem id. id ., fols. 60 ú 66.
(5) Idem id. id ., fol. 56 vuelto.
(6) Idem id. id ., fol. 63 vuelto.
(7) Idem id. id ., fols. 64 y vuelto.
(8) Idem id . id ., foi. 68.
(9) Idem id. id., fols. 65 vuelto y 66.
(10) Idem id. id ., fol. 66 vuelto.
nocí miento de una causa sobre falsificación de mone­
da íO. El 18 de Julio el Rey volvió ó escribir al Bayle
general, Oficiales regios y Micer Rosell, para que se reu­
niesen con el Gobernador de Valencia y le auxiliasen en
cuanto les mandare para la defensa de aquella costa y
Reino (5); pero habiéndose extendido la peste que azota­
ba á Castilla, á la ciudad y Reino de Valencia, hubo de
autorizarse al Gobernador y Bayle general para trasla­
darse á Algecira (Alcira), quedando la ciudad á merced
de los revoltosos ¡3). Los alborotos comenzaron en el
mes de Septiembre, y el Rey escribió el 5 una carta al
Gobernador de Valencia, ya publicada (Mudándole ins­
trucciones acerca de lo que debia hacer. Pedro Mártir de
Anglería y Jerónimo Gabanilles, fueron comisionados
para i r á Valencia y excusar al Rey deque no podía
asistir á la celebración de lás Cortes convocadas; pero
que debían jurarle y dar el donativo de costumbre, y en
<5arla de 1.^ de Diciembre, desde Barcelona, decía á los
Marqueses de los Vélez y Mondéjar, que habia oído que
el pueblo de Valencia trataba de levantarse contra los
Grandes y ios nobles (5;, El 19 volvía á escribirles desde
Valencia, diciéndoles que estaba allí el Cardenal de Tor^
tosa, enviado por el Emperador, para que los valencia­
nos aceptasen de su mano el Real juramento de guar­
darles sus fueros; pero ellos insistían en no dar cosa al­
guna (6). El 24, en otra carta tronaba contra la voraci­
dad flamenca, diciendo que crecía hasta donde no llega-

(4) Re<il Academia de in Hidt.» Coiecc- Salazar, /4*IS, fol. €6.


Idem id . id. fots. 74 y 75 vuelto.
(3) Idem id. ¡d., foU. S i y vueito.
(4) Di^nvib, La Germanía de Valencia, póg. 494.
{&) Real Academia de la Historia, Varios,
(6) Idem td. id.
ría Satanás (<). Eq otra del 27 á Gatinara y M arüano,
les decía, que aunque el pueblo de Valencia habia sabí—
do su salida, esperaba que fuesen antes de dejar atrás á
Aragón. «Si no lo hacéis asi, quiera Dios que no os pese
á vosotros que amáis al Rey, como tememos el Cardenal
y yo (2).» Y en otra del 31, aún le añadi(í, hablando
del Gran Canciller y de Marliano. Consejero del Rey:
«Sé que los dos le dan buenos consejos y avisos; pero
poco á propósito para que deseche el grave peso de los
primeros maestros (3).> Y más explícito, les dijo en otra
Á Gatinara y á Marliano, que llegó á Valencia y encon­
tró tristes á los valencianos por la noticia de que el Rey
no iba. Gomo en Cataluña, la representación se dividía
en iresBra7.os: eclesiástico, m ilitar y popular. No lessa-
<5arían ni el nombre de Rey n i un maravedí. Decían
•que habían sido burlados, engañados y despreciados si
el Rey no iba y les tenía Cortes. Los artesanos arrojaban
y a á los nobles, y ninguno se atrevía á quedarse allí.
Terminaba aconsejando la ida del Rey á Valencia (*). Y ,
oon efecto, no fué, limitándose á escribir al Gobernador
desde /taragoza el 30 de Diciembre, que no permitiese
reunir ni marchar gente en socorro de la ciudad de Ori—
huela (5); dictar algunas disposiciones en Menorca por
la presentación de turcos y moros en aquellas inmedia­
ciones (6); prevenir á los habitantes de Murcia que no
hiciesen movimiento alguno contra Orihuela, y dicién—
doles que para arreglar 1 ^ diferencias entre ambas ciu-

(1) Real Academia de la Historia, Vatios,


(5) ]dem id . id.
(3) Ideio id. id.
(i) Idem id. id.
{5) Reat Academia d é la Hist., Coiecc. Saiasar^ .4*48, tol. Ü .
(6) Idem id . Id., fol. 67 vuelto.
dades, había nombrado ya dos Comisarios (í); y escribir
al Vicario eclesiástico de Alicante para que fuese á la
Corte, á fin de intervenir en las diferencias ó desórde­
nes del clero, que estaba fuera de su obediencia W .
La Germanía de Valencia y las Comunidades de Cas­
tilla nacieron á la par, y acaso por las mismas causas;
pero con tendencias muy distintas, pues mientras en Va­
lencia la revolución fué social desde su comienzo, en
CasUlla la iniciaron nobles tan caracterizados como La­
so de la Vega, Padilla y Avalos, contra los Ministros
del Rey, y por razón del arriendo de las rentas públicas
y de la prestación del servicio que pidió el Emperador
para ausentarse á Alemania, sin que la palabra libertad
sonase en ninguna parte, en un pueblo que soportaba
resignado el tormento, la esclavitud y los demás restos
del sistema feudal, tan hondamente infiltrados en la fa­
m ilia, en la propiedad y en la sociedad misma. El único
punto á investigar era la relación que las Comunidades
tuvieran con la Germanía; pero la investigación ha de­
rramado luz acerca de este extremo, y ya no puede du­
darse que ambos movimientos, aunque con distintas ten­
dencias, reconocían las mismas causas, y tuvieron la in­
teligencia que resulta entre los que procuran el mismo
m al y se colocan en abierta hostilidad contra el Poder
constituido.
Los gérmenes de división entre las diferentes clases-
sociales, continuaron y se acrecentaron durante el año
i519, que es condición de los Gobiernos débiles engen­
drar deplorables diferenci as entre los súbditos de un
país que se explota y se abandona al azar de los aconte-

(4) Real Acad, de )a Hist., CoUcc. Salazar, .4>t8» fol. vuelto.


(5) Idem id. id ., A-Ms fols. 134 vueU oy 4H2.
•ciinientos. Comenzaron ea Granada dei 2 al 10 de Enero»
entre la Justicia y el Cabildo, Ayuntamiento y Jurados,
sobre sacar la espada del Rey Católico en la procesión
^ue se hacia todos los años el día que se ganó la ciu-*
dad (0 . Seguía la desobedieocia de D. Juan de Gurrea á
la sentencia arbitral que dió el Rey en favor de D. Ugo
de Urríes y con i ra su hermano D. Miguel de Gurrea,
sobre los derechos en el termino de RoselK y agua del
río Mondote en Ayerbe (2). Calaíayud seguía pleito en­
tre los hidalgos y demás vecinos, y el Rey en 5 de Marzo
escribía al Ar/obispo de Zaragoza que debía terminarse
por compromiso que el mismo Monarca resolvería (3).
Ram ón de Mur se rebeló con gentes del valle de Ainza
y destruyó el castillo de Monclur(*), y el Rey, en 16 de
Marzo, ordenó proceder criminalmente contra los que
resultasen culpables (5). El Vizconde de Evol salió con
gente armada para impedir la ejecución de la sentencia
dictada en pleito entre* Doña Guiomar Maurique y Don
Pedro de Castro, y el Rey, en 5 de Abril, le ordenó di­
solviese la gente y volviera inmediatamente á Zarago­
za!^). Ocurrieron en Calatayud disfurbios y desgracias,
y el Roy escribió en 7 de A bril carta á los ciudadanos,
participándoles la comisión que habia dado á Micer Je­
rónimo Larraga para arreglar los disturbios de aquella
ciudad y castigar los culpables ("). En el valle de Lodio
-andaban clérigos armados, y en 3 de Agosto hubo de

(4) Arch. gen. de Sim ., Comunidadesde Castilla, n ú m . I.®


(2) Real Academia de la \l\sl., Co/ecc. Salazar, ^1-4S. fol. 22.
(3) Mem id. id., fols. vuelto, 35 vuelto y 36-
(4) Mem id. id., fol. 30 vuelto.
(5) Mera id. id., fol. 34.
(6) Mem \á. id., /1-4S, fols. 37 vuelta y 46 vu&lto.
(7) Idem id. ¡d.» ^«48- fols. 39 y 40 vuelto.
expedirse Real cédula al Obispo de Calahorra para
lo impidiese (O. Los Diputados de Aragón hubieron de
comunicar al Rey, en 3Ü de Septiembre, las diferencio'^
que existían enlre los Sres. del Gaslellar y de Quinto, y
los sucesos y desgracias ocurridas entre Galalayud y
Da roca por algunos foragidos (?).
Entre las grandes rebeldías, ninguna reviste tanta im ­
portancia como las de D. Pedro Girón y el Conde de Sal­
vatierra, que tan triste papel representaron durante la
guerra de las Comunidades. Era el primero hijo del CoD'
de de Urueña, gran magnate de Andalucía, qne se consi­
deraba con preferente derecho al Ducado de Medinasido-
nia, cuyos poseedores se defendían con la entereza que
presta el derecho. Diferentes veces habían venido á las
manos los parciales de ambas poderosas casas, turbando
la paz en Sevilla, Sanlúcar y otras poblaciones; y cons-
tanlemeníe D. Pedro Girón asediaba al Rey para que re­
solviese la contienda á su favor. ^Encontrándose el Mo­
narca en Barcelona el I.'" de Marzo, de nuevo instó G i­
rón y se dictó Real Cédula, prometiéndole que, acabadas
las cosas de Cataluña y Valencia, entendería brevemen­
te en hacer ver y determinar el pleito del Ducado de
Medinasidonia, con todo cumplimiento de justicia; y
desde Burgos, á 4 de Febrero de 1520, dirigió oíra á Don
Alonso de Castilla y Dres. Beltrán y Guevara y Li­
cenciado Acuña, para que oyesen á los letrados de Don
Pedro Girón y se enterasen y dieran cuenta á S. M. Así
lo consignó el Cardenal de Tortosa en carta al Rey desde
Valladolid á 6 de Julio de 1520 (^). Pero estas resolucio-

(I) Arcb. gen. de S im ., CédttlaSy leg. 41, fol. 30.


(9) Re¿il AcHÜemia áe la Hisl., CcUcc, Salazav, .4-47» fol. 174•.
(3) Arcb. ge o. de Sim.> Comunidades de Castilla, leg. 4.*, (o*
lío 4S4.
ncs no satiafacieron á Girón, y volvió á repetir sus ios-
la ocias, y «n 25 de Sepíiembre le contestó él Rey (O,
procurando calmar sus impaciencias, lo cual no consi­
guió, pues al año siguieote vuelve á figurar como uno de
los Capitanes del ejército comunero, para arrepentirse
bien pronto de su d(?sleaUad é implorar la clemencia del
Emperador, que le fué otorgada. El Conde de Salvatierra,
Ciro de los caudillos de las Comunidades, andaba desave­
nido con su mujer, de la esllrpe Real de Francia, á la
que protegía el Roy D. <^rlos, según se lia hecho notar
anteriormenie. El Diputado general, D. Diego Martínez
de Alava, que secundaija y cumplía los deseos del Empe­
rador, escribió á éste en 7 de Enero, dándole cuenta del
estado de aquellas cuestiones (í), y eo i8 de Mayo la mis­
m a Condesa escribió al Rey para que oo consiotiese que
su marido le quitase su hijo (3), y además le fuesen pa­
gados los maravedises que tenia coosigoados por el Con­
de. El 29 de Junio se autorizó á D. Diego Martínez de
Alava para que llevase fuera de Vitoria á la Condesa de
Salvatierra por esíar la ciudad invadida por la peste que
azotaba á toda España (*). Promovióse pleito entre los
Condes de Salvatierra, y eo 19 de Julio se expidió Real
Cédula al Obispo de Calahorra para que sobreseyese eo
el conocimiento de dicho litig io , porque S. M. pensaba
arreglarlo cuando viniera á España W . Y en 23 de Sep­
tiembre se expidió otra Real Cédula A las Justicias del
Reino, para que, salida de Vitoria la Condesa de Salva­
tierra coo sus hijos y criados, la acogiesen y trataseo

(I) Arch. gen. de S im ., Cámara, CédufaSy llb. XUV.


($] Arch. gen. de S im ., Cámara» Memoriales. lei¿. foi. 100.
(3) Arch. gen. de SUn.» leg.
(4) Arch. ^en. de Sim., Cédulas, leg. 47, fol. 39.
(5) Arch. gen. de Sim., fol. 62.
<’omo la calidad de su persona lo merecía (^). Toüas estas
deferencias y protecciones las correspondió D. Pedro de
Ayala, Conde de Salvatierra, revelándose y alzándose en
arm as contra su Rey, faltando á la fe jurada, sublevan­
do las provincias de A lava y G uipúzcoa, apoyando á las
Comunidades de quienes recibió el nom bram iento de Ca­
pitán General, y batiéndose con las tropas Reales y con
la gente de las Juntas ferales, para ser derrotado en el
puente de D urana, huir á Portugal y m orir después en la
cárcel Real de B urgos, por cuyas calles fuó paseado su
cadáver como traidor.
peste que afligía á la m ayor parte de las poblacio­
nes de España, penetró en la v illa de Tordesillas, resi­
dencia de la R eina Doña Ju an a, y en la correspondencia
del Marqués de Denia se revela que en la Gasa Real exis­
tía necesidad de dineros, y que el R ey otorgaba merce­
des al Gobernador y á M aría de Carta ni a W ; que en 6 de
Junio era peligrosa la salud en Tordesillas, pero existían
muchas dificultades para sacar de ella á la R eina (3), y
la Infanta Doña Catalina estaba mejor de la sarna W . El
Doctor de la Reina fué autorizado para ir á curar al Con­
de de Benavente (*5)- De pestilencia m urió nn repostero de
la R eina y cinco personas más, pero se habia encubier­
to, y por vez primera habló el Marqués de Denia de
trasladar la Reina á Toro (®). La idea de trasladar la
R eina á Toro avanzó tanto, que en i 5 de Septiembre se
expidió Real cédula en Barcelona m andando abonar los

(1) Arch. gen. de Sim., Cédulas, leg. 47, ful. $44.


(2) Arch. gen. de Sim., leg. 5.*, fuls. 291 y 30-J.
(3) Arch. gen. de Sim., leg. 5.*, fol. 307.
(4) Arch. gen. de Sim., Estado, teg. 6.*
(5) Arch. gen. de Sim.. Cámara, Cédulas, leg 44, fo!. SH.
(6) Arch. gen. de Sim.> Estado, leg. 5.*, foL 322.
gas los que la traslación produjese (♦). El traslado de esla
Real Cédula lo recibió el Marqués de Denia el 19 de Oc­
tubre, que acusó su recibo, hablando del desarrollo de la
epidemia y de la incomunicaciÓD adoptada (2). A D. G u ­
tierre de FoDseca, que poseía una de las mejores casa:^
de la ciudad de Toro, se le ordenó la franquease para
aposenlar en ella á la Reina; y otra igual se dirigió á Don
Juan Rodríguez de Fonseca W . Al Presidente del Conse­
jo se le ordenó nombrase al Alcalde Cornejo ú á otro
para que fuese á Toro con S. A. á proveer de manteni­
mientos (*).
La reacción en favor de la autoridad del Santo Oficio
continuaba avanzando. Ya en 20 de Agosto se expidió
Real Cédula para que el célebre Alcalde Ronquillo cono­
ciese, con su proverbial severidad, de cierto delito come­
tido contra la Inquisición {^). Y en 24 de Septiembre se
dió Instrucción á D. Lope Hurtado de Mendoza para quo
fuese á Roma y rogase á Su Santidad no publicase Bula
reformando las cosas del Santo Oficio, y revocando todos
sus privilegios y estalutos; instrucción en que se hacía
un gran elogio de cómo se conducía el Cardenal de Tor­
tosa como Inquisidor General, y la prudencia como dos--
empeñaba el cargo (6).
Pero el hecho llamado á producir una verdadera per­
turbación en la política española fué el fallecimiento del
Emperador Maximiliano en Belsis, que, despertando la

(1j Arch. gen. de S im ., Comunida^les <U CastiHa, ieg,


(S) Arch. geo. de Sim ., Eslado, leg. 5.*» ful. 3 i¿ .
{3) Fernandez Uaro, Memorias de Zaiiiova, tomo J[, pág. S95,
(4) Arcb. geo. de Sim ., Papeies de Comunidades, cit., por Fer­
nández Duro.
(5) Arch. ^en. de Sim ., Cám aj'a, )eg. 49, fol. 26 vuelto.
($) Arcb. gen. de Sim ., Consejo de Inquisición^ Ub. X IV , fol. 9S.

T omo xxxv 15
natural ambición en su nieto D. Garios, Rey de Español,
inició uoa lucha empeñada coa Francisco 1, Rey de
l^ancia, que aspiraba también á la Corona del Imperio;
después, la forzosa ausencia del Monarca ef^pañol para
tomar parte en la guerra religiosa que ya se había ini­
ciado, y como forzosa consecuencia, el necesitar grandes
recursos y convocar precipitadamente las Cortes para
procurárselos á toda costa. Abierta la Dieta de Franc­
fort y reunidos los siete Electores, determinaron, en 17
de Junio, ofrecer la Corona á Federico, Duque de Sajo-
nia, á quien por su talento, virtud y discreción denomi­
naban el Prudente. Este la renunció, declarando que vo­
taba por Garlos do Austria, Rey de España, el cual fué
elegido el 2S de Ju n io . El cónclave se apresuró á parti­
cipar á D. Carlos que había sido elegido Emperador; pero
la noticia no fué conocida en Barcelona hasta los prime­
ros dias de Julio, y el 22 de Agosto fué portador de ella
Federico, Duque de Baviera (0. El Rey de España reci­
bió numerosísimns felicitaciones, y Pedro Mártir de An-
glería escribía el 2^ de Julio á los Marqueses de los V ê­
lez y Mondéjar, que el Rey era de una condición exce­
lentísima y generosa, pero sus avaros pedagogos le
traían atravíllado y no hacía más que lo que le aconse­
jaban. A éstos no les hartaría un abismo lleno de oro.
Desde luego quedaron interrumpidas las relaciones en­
tre Francia y España, y D. Gíirlos expidió. Real Provi­
sión en 5 de Septiembre, justificando el anteponer el tí­
tulo de Emperador de Alemania al de Rey de España,
sin que por ello este p ii« reconociese superior (í), y or­

ti) Ai'chivodela Diputáción de Barcelona, Dietario del Irimio


d€ ISiSd 91.
(á) lleul Acjid. U Hisi., tumo VI de Uis MU-eláneas, S 4 i-, MS.
.1^, T, {, fol. 302 v.°; Arcb. municipal de SáiUo Doiningu «le lu Calduda.
denando la forma que el auevo Emperador había de
guardar en los despachos y provisioaes en España (^).
Márllr de Angleria, el día 8 de Septiembre, escribía al
Arzobispo de Santiago noLificáodole qae Mad. de Xevres
partía al día siguiente con todas las señoras y damas
que habla acá do Flandes. Hablaba de la escasez de du­
cados y de que el dinero se tomaba á cambio, pagándose
en tres meses 12 por 100; y la cosa iba estrechándose de
fal, manera, qae á poco no se hallarían á 100 por 100-
K1 Rey tenía más necesidad que todos juntos. De Xevres
decía que, no solamente se tragaba las riquezas del Rey
y de su Reino, sino que además devoraba su honor y fa­
ma (2). Estos hechos, comprobados, vinieron á justificar
las exclamaciones de M ártir de Anglería, qaien en carta
de 30 de Noviembre, después de indicar que el Rey, por
razón de la peste, había marchado á Badaloua, y de allí
á otro pueblo distante IS millas, aftadía que el Conde Pa­
latino insistía, á nombre de los Electores, en que acep­
tase la Corona del Imperio, exhortando al Rey á que
fuese á recibirla, lo cual oía de buena gana por el deseo
de ver su patria; pero los criados flamencos, cargados de
oro, lo oían mejor, y aún más los sátrapas que le gober­
naban. Se presumía que suspendería las Cortes de Valen­
cia, y si era así, pronosticaba que perdería aquel Rei­
no (5). Todos estos motivos de general disgusto se com­
pletaron con la exacción de la décima sobre los bienes
del clero, de la que Mártir de Anglería decía, en 4 de las
nonas de Julio, que habían llegado Diputados de todo el
clero español; que estaba citado á la Jun ta como P rior

Jj Santlovál, ¡íisloriu c h ., Uh. III, pág.


Real Academia de Li UÍ!»loria, Varios, B. 183.
(3) Idem id ., id ., E. 1^3.
de la Metropolitana de Granada; que era cosa horrenda-^
la concesión de un gran tributo, y todos estaban por la •
negativa, diciendo que el Pontífice hizo mal en conceder
lo que no podía (O.
Sólo faltaba convertir la confederación en rebeldía, y ,
según quedó comprobado en el capítulo III, Toledo tomó
la iniciativa desaprobando que el Rey hubiese usado eK
titulo de Rey después del de Emperador y sin consultar
á las Cortes; rechazando la modificación de los encabeza­
mientos de los pueblos y la creación de nuevos impues­
tos al clero y á la nobleza; empeñándose en nombrar
mensajeros que directamente tratasen con el Rey, en vez
de elegir Procuradores que fuesen á las Cortes á delihe- •
rar; negándose á tomar parte en las de Santiago-Goru—
ña, de 1520; contrariando todos sus acuerdos, y con vir­
tiendo en rebelión armada lo que comen7.ó por una con­
federación pacífica con miras exclusivamente económi— *
cas, ajenas á toda combinación política. Creemos, con lo
expuesto, haber señalado las causas dol movimiento re­
volucionario en el primer tercio del siglo xvi, que vino
elaborándose desde la muerte de ia Reina Católica por
una serie de hechos que produjeron un general descon— •
tentó, aumentado y agravado por los Ministros del Rey
D. Garlos, que se olvidaron del honor y fama de éste, y
sólo procuraron enriquecerse y arruinar á la nación, la •
cual era motivo bastante para que ésta significara su dis-
gusto.

J , Real Acdd«mia de la ü íslo ria, Varioi, E. 183.


SUMARIO

• Contenido de ia presente Introducción.— Resamen de las causas del


movimiento de las C ^jm unidades.^Juicio que nos merece este
movim iento.

Partir desde la muerte de la Reina Católica y señalar


ríos hechos principales ocurridos hasla fln del año 1519
para determinar las causas de la revolución producida en
España en el primer tercio del siglo xvi, era tarea difi­
cilísima y pesada, porque había que armonizar la breve-
• dad del relato con el conocimiento de los principales y
más importantes datos que ha procurado la investiga-
• ción. Comprende, pues, la presente Introducción todo
• cuanto con relación á las Comunidades de Castilla ocu—
rrió en España hasla ñnes del año 1519. Desde el co-
. miento del año 1520 se va dando á conocer la documen­
tación reunida, insertando íntegros los documentos que
; revisten capital importancia, y presentando en extracto
todos los demás, pero citando siempre la fuentey Archi^
vo de donde unos y otros se han tomado. Para no des­
viar el interés de la narración y poderla apreciar en su
. conjunto, hemos preferido la división por meses y la sub­
división por conceptos, haciendo preceder la primera,
cuando su importancia lo exige, de un breve juicio crí-
• tico de los principales hechos ocurridos durante cada
mes, sifitetna que se ha guardado severamente mien-*
tras han existido hechos que convenía relatar, conocer'
Y apreciar. Determinados aM lodos los hechos documen­
tados, y , por consiguiente, sabida la verdad histórica,
queda satisfecho e) deseo de las Cortes españolas de 1821»
en lo referente á las Comunidades de Castilla, y ya con
conocimienlo de causa rada uno podrá formar cabal Jui­
cio respecto de un movimienfo que ha sido tan diversa­
mente apreciado en un espacio de tiempo que tanto se
aproxima á cuatro siglos.
Resumiendo cuan lo dejan^os expnesto, entendemos
que las causas del movimiento de las Comunidades se
iniciaron cuando se dieron al olvido los sabios consejos
de la Reina Católica Doí^a Isabel, acerca de consumir los
oficios acrecentados; anular las mercedes hedías y con­
firmadas de ciudades, villas y lugares pertenecientes á la
Corona Real; dejar sin efecto la tolerancia de que algu­
nos Grandes y caballeros llevasen las alcabalas y tercias,
pechos y derechos pertenecientes al Patrimonio Real; no
dar juros perpetuos ni oficios y dignidades de esíos Rei­
nos á extranjeros; proveer en éstos los cargos eclesiás-
ücos, y que se examinase el origen de las alcabalas con­
cedidas, dándolas por encabezamiento á los pueblos con
beneplácito de ellos en lo que fuese justo, y á ser necesa­
rio que se juntasen Cortes. Ninguno de estos consejos se
siguió, ó mejor dicho, se hizo todo lo contrario de lo que
aconsejó la Reina Católica. El reinado de Doña Juana y
D. Felipe» aquélla con poco seso y éste con escaso juicio,
representan en la historia nacional una transición de la
antigua políticaespañolaá otra extranjera, impuesta por
Monarcas y Ministros nacidos y educados en lejanas tie*
rras y del todo ajenos al conocimiento de los legítimos
intereses de España. Asi pudo decir Cánovas del Castillo^
que superstición y miseria fué, en sunja, lo qae tras sí
nos dejó la Casa de Austria. Fomentó la división de la no*
l)leza española y la estimuló para la rebeldía como en sus
peores días. Concedió á los extranjeros, y hasta se ven­
dieron, los carg:os públicos más importantes, negando al
mérito el camino abierto por los Reyes Católicos. Trata­
ron á la nación española como país conquistado, explo­
tándolo con inaudita procacidad. Intentaron el creci­
miento de Jas alcabalas y que pechasen el clero y los hi­
dalgos, consiguiendo que el Papa decretara que todos los
bienes de los eclesiásticos contribuyesen con la décima
parte de sus rentas. Se aumentaron las rentas Reales, y
su puja en Barcelona alborotó las ciudades, disgustadas
por la creación del ejército per manen íe. Creyóse lodo re­
mediado con lo ofrecido en las Cortes de Í5 i8 ; pero á
todo se faltó descaradamente, y cuando ocurrió el falle­
cimiento del Emperador y se eligió por sucesor al Rey de
España, ésle. sin contar con la o a c iÓ D ni las Cortes, se ti­
tuló Emperador antes que Rey; consintió que los flamen­
cos extrajesen de España grandes riquezas, y convocó las
Cortes de Santiago-Cor uña para pedir un nuevo servicio,
no terminado el c'oncedido en 1518, y lo alcanzó sobor­
nando á los Procuradores; ausentándose de España, á
disgusto de todos los españoles, y dejando ya encendida
lina guerra civil, que lardó algunos años en terminar,
todo en ausencia del Monarca.
Falta únicamente consignar el juicio que nos merece
el’ movimiento de las Comunidades, y lo haremos en po­
cas, pero clarísimas palabras, Nació en el Reino de Va­
lencia, y más tarde se propagó al de Mallorca, con ca­
rácter verdaderamente social. Se produjo en Toledo, y
después se extendió á los Reinos de Castilla la Vieja,
Castilla la Nueva y Extremadura, .\lava y Guipúzcoa, y
continuaron leales al Rey los Reinos de Galicia» Asturias
y montañas, Aragón, Cataluña, Castellón, Almería y
toda Andalucía, á excepción de Jaén, que se declaró en
Comunidad. Su origen fué el disgusto general creado por
los abusos de quince años de m al gobierno, y sus moti­
vos exclusivamente económicos y de dignidad personal.
El movimiento lo iniciaron individuos caracterizados de
la nobleza, que dieron participación al elemento popu­
lar, que se apoderó de su dirección por completo. En sus
manos se desbordó la rebelión, ofendiendo los más sa—
grados intereses, produciendo la anarquía en el país, en-
cendiendo una verdadera guerra civil en España, que
acabó por declarar la guerra á sangre y fuego á los no­
bles y caballeros que habían iniciado la rebelión. Enton­
ces los intereses amenazados se reunieron y concerta­
ron y formaron un ejército respetable, con el cual per^
siguieron al ejército comunero, falto de cohesión y dis­
ciplina, en su fuga desde Torrelobatón á Toro, y al lle­
gar á Villalar se desbandaron vergonzosamente y se
ahogó con sangre indefensa un movimiento que si en
un principio pudo tener alguna disculpa, después, en su
desenvolvimiento, n i hubo pensamiento político, ni
hombre que lo dirigiera, ni ambiente que lo alimenta­
ra. Tal es el juicio imparcial que hemos formado de las
hechos conocidos, y que gustosos sometemos al más ilus-
trado de nuestros conciudadanos.

M anubl D a n v i í .a .
HISTORIA CRÍTICA Y DOCUMENTADA

DK LAS

CO M U N ID A D E S DE CASTILLA

P a r a iuvestigar y apreciar Las causas generadoras del ra o v i'


m ie n to de las C ornaaidadee. era neceeario recorrer el varia<l<»
p a n o ra m a q a e ofrece la H isto ria de E s p a ü a desde la m uerte <ie
la B e in a C atólica basta fínes del aQo 1519, y así creemos haber-
lo in te n ta d o eu la precedente Introducción, P o r idénticos m oti*
vos, pero con diversas teudeacias, V a le n c ia y C a stilla , a l ñau-
liza r el a fio l o l ^ , estabao y a sublevadas coutra el G o b ie rn o del
R e y D . Carlos I ; y c u a n d o el 19 de M ayo de 1520 se em barcó
ea el puerto de la C o ru ñ a para cefiir á su freate la a m b ic io n a ­
d a coro na del Im p e rio de A le m a u ia , n o h a b ía sabido evitar
u n a verdadera guerra c iv il, n i ae le ocurrió p a ra rem ediarla
m ás, q u e confiar el G o b ie rn o del pais á u u eclesiástico extraaje-
ro, lle no de b o n d a d y d e virtudes, pero sin la iu id a t iv a , el vi-
^ o r y la resolución q u e deben teaer aquéllos á quieues se confía
l a salvación de u a a n a c ió n e n m o m eato s difíciles.
In ic ia d o el m o v im ie n to e a 1519, a d q u irió ex traordinario des­
arrollo eu 1520> y esto explica la razóu p or q u é a lg un o s h is to ­
riadores com e azaro n el relato e n dic h o segundo a ñ o y dieron
p o r te rm in a d a la H is to r ia de las C o m u nida des con la jo r n a d a
d e V ilia la r en 1521. A ntes de 1520 h a y b a s ta n te q u e saber p a ra
p o de r apreciar las causas del m o vim ieu to . 0 e s p u é s d e la jo r n a ­
d a de V ilia ia r resta m u c h o q u e averigu ar p a ra poder m e d ir las
m
coDsecuencias del desastre. F o r e ro , lalliS T O R U crítica T docd -
u i >:ntada d b l a b CoMUKiDADes Di£ C ast illa form a c ap í tu lo a p a r­
te en E nero de 1520^ 8ub<iividiendo los diversos conceptos que
con tienen los m ism os docnm entos, sin perder la u n id a d del
relato.
C om en saraos, pnes, señaland o la triste preferencia q a e tu v o
ol m o v im ie n to d é la Germanía de Valencia; pero la realidad nos
o b lig a á confesar, qu e las aflicciones de C a stilla tenían m á s a n *
lig u o abolengo. L a s cartas del cronista Pedro M á rtir de An-
g le ria sirven p a ra apreciar el estado dei pais y de sa Gobier-
1)0 ^, la actitud dei clero regular y secular, la insaciable codicia
d e los M inistros y q u ejas qu e todas las clases sociales q u e­
ría n elevar al R e y . E ste general disgusto, agravado por la a u ­
sencia del M on arca y p or los hechos q u e precedieron y siguie­
ron á su partida» a n im ó á Toledo á proponer u n a coofederación,
q n e afíos antes h a b ía crítícado> y de la canfederaci<Sn se march^^
ráp id am ente á la rebeldía y de ésta á la revolución. P or ello,
n u n c a se repetirán bastante los datos qu e dem nestran la actitud
d e los valenclauos y los castellanos a l com enzar el aQo 1520.
A cto de g ra n d e b ilidad, qu e p rod ujo tristísicoas consecueu-
cias, fué el desoír las fund adas quejas del B razo m ilita r de Va*
le a cia contra el im prem ed itado arm a m e n to d ^ pueblo, y expe­
d ir la R e a i C é d a la de H1 de E oero, a uto rizan d o ó los gretuios y
coíradias para organizar u n a fuerza a rm a d a q u e h a b ía de uti*
lizarse contra loa poderes públicos. A cto de g ra u deb ilidad fu é
conaentir en Toledo el Corregim iento del C o nde de P a lm a , cu*
fiado de D . Pero Laso de la Vega, y em peñado en q u e se le de*
sig nara P ro c u ra d o r á Cortes, lo c u a l, lejos de im p e d ir, favore­
c ió la rebelde a c titu d del Concejo toledano, d on de nacieroa y
se desarrollaron las prim eras rebeldías, y el ejemplo» q u e n o
tardaron en seguir las dem ás ciudades y villas de voto en Cor­
tee. A dviérteose, s in em bargo, temores en el P oder R e a l, q u e
le o b lig a ro D á iDCorounicar á la R e in a D o ñ a Juan a» reclusa ea
Tordesillas. á c a i^ o del M arqués de D euia; á d a r esperanzas á
la c iu d a d de B a i^ o s , q u e com e nzab a é sim p atizar c o n Toledo;
á ofrecer al D eán y C a b ild o de la Ig le s ia M a y u r q u e » o tendrían
huéspedes y se les g a ra n tiz a ria u sus libertades, y ¿ com placer
a) P rio r y C ónsules, accediendo á sus pretensioues j celebrando
BU lealtad.
T e rm in a d a s las Cortes catalanas y su stitu id o 6l C o r r e d o r
d e T oledo, h izo saber éste á su Concejo, de orden del R e y , la
n e g a tiv a á a d m itir los mensajeros de la im p e ria l c iu d a d , rogan-
d o q u e en su lu g ar se no m brasen Procuradores de Cortes, pues-
to q u e tenía resuelto celebrarlas, lo c u a l se desobedeció p or
c o m p leto. A l Corregidor de B urgos se ie agradecieron sus ser-
v icios y se robusteció su a u to rid a d para qu e conservara el or*
d e n p ú b lic o y echase la sisa q u e estim aba conveniente.
Y e n el mes de E n e ro de 1520 se destaca el condicto p ro d u ­
c id o en C u enca entre ios Inq u isidore s y el T eniente Corregidor,
q u e m o tiv ó la intervención de las Cortes y la reform a del T r i­
b u n a l del S a n to O ñ cio , a u x ilia r poderoso en esta época del P o ­
d e r R e a l. Tales son los b ^ h o s principales qu e ocurrieron a l co*
m e near el m e ncio na d o a ñ o , y qu e h u b ie ra n p o dido evitarse
o to rg a n d o las justa s pretensiones que» tarde y á deshora, s&
concedieron á suplicación de las Cortes generales del K «in o .
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Enero de 1520.

SU M A R IO

Origen de la Germania ()e V alencia.^B stado de Castilla, según Pe­


dro Mártir de Anglería.— Actitud del clero.— Depredaciones de los-
flamencos. — Resolucióo del Key de ausentarse de España.— Aote^
puso el título de Emperador al de Rey,— Tentativa de aum eniar
las rentas Reales.— üísj?usto en el Re ino.-^Actitud de Toledo.—
Nombramiento de meDSAjeros.^lneñcacío de sus gestiones.—^To­
ledo pidió apoyo ó las demás ciudades.— Sus primeros acuerdos.
Límite de sus pretensiones.»Contestación de Madrid, Burgos,
Murcia, Gu¿idíilajera, Córdoba, Soria y Granada.— Se indicó la
idea de reunir Cortes.— A ctitud de Juan de Padilla y resistencia
de Toledo.— Adhesión de Cuenca» Segovia y Sevilla.— Es releva*
do el Corregidor de Toledo y sujeto á residencia.— Se agravó la
situación de Valencia.— Presencia en esta ciudnd de P^dro Mártir
de Anglería.— Estado de aquel pais.•^Comisión dad^ al Cardenal
de Tortosa para prestar el Real juram enlo en Valencia.— Resisten<
cia de los valencianos.— S a organitación ai*niada.— Ausencia de
ios nobles.— Desobediencia á las autoridades.— Diferencia entre
las Comunidades y la Germania.— Tardías i'esoluciones del Rey.
— Organ ilación del Poder popular.— Instrucciones dadas al Car­
denal.— Embajada valenciana al Rey.— Este se excusó de ir á
Valencia.— Autorizó el armamento de los agermanndos. — Inteli­
gencias de Juan de Padilla con .Ur. de Xevres.— Plsporan<as dadas
á Burgos.— Nueva resistencia á adm itir los mensajeros de Toledo.
— Conflicto entre los Inquisidores de Cuenca y el Teniente Corre­
gidor.

0rig:en de U 6ermani& de Tsianois.

H a lláb a s e Carlos I y sus (JoQBejdros en B arcelona preocupa*


dos eo obtener de las Corte« subsidios extraordluarios, c u a o d o
}ae clases industriales de V alencia ju r a r o n su h e rm a n d a d con
el titu lo de GsrtMnia, j realizaron sus prim eros alardes de loa
fuerzas qu e se lee h a b ía p erm itido r«UQÍr, á pretexto de coote-
iier ]a9 piraterías m oriscas. T u v o esto lu g ar del 29 de S e p tie m ­
bre a l 4 de O ctubre de 1519 ( l ) ; pero las aflicciones de C a s tilla
ie u ía u m ás a n tig u o abolengo.

Est&do de C^BtilU.

E l cronista del E m perador, Pedro M á rtir de A nglería, eu c a r ­


t a q u e desde B arcelona escribió á los Marqueses de los V élez y
M ondéjar á 9 de M a jo de 1519 (2), les decía: « E l capro (Xevres),
esta sim a insaciable de avaricia, q u e n o solam ente se traga la ^
riquezas del R e y y de sus reinos, sid o q u e adenaas devora su
h o no r y fa m a , h a discurrido u n m e dio d e recoger el oro q n e
h a y a p o dido quedar. V e n d im ió las Tifias de Castilla» y a h o ra
a!)da rebuscando a lg ú n ra m p o jo q u e h a y a podido q u e d a r entre
las hojas, f í a m o v id o al R e y á q u e p id a u n a B u la p a ra sacar
la décim a de todas las rentas eclesiásticas; cosa iu a u d ita eo E s -
pafia, ja m á s p e rm itid a en los Coucllios generales, á u o ser q u e
h a y a a lg u n a irru p c ió n de enem igos del u om bre cristiano. 8 i
C a s tilla sufre esta carga, será gran d e la exacción. E n otra carta
os dije lo qu e el capro y las harpías m enores h a b ia u re m itid o ¿
F landes. Desde entonces acá, s in d u d a h a n dob la d o la cao ti-
d a d ......N o p o d rá n los E spañoles sufrir ta n g ran d e é ig uom iu io-
90 latrocinio.»

Actitud del oiero.

E n otra carta á 4 de las nonas de J u l i o a fia d ía (3): «H au


llegado d ip u tado s de todo el clero español. iDstoi citado á la
ju n t a com o P rio r de la M etropo litana d e G r a n a d a . M e veo e n ­
tre Scyla y C a rib d is . E s delito a b la r contra las peticionee del

(1} Üanvíld, ¿ a Germanía de Vaieiicia, p»g. tí7.


(t) Real Academia de Id Historia, Biblioteca. Varios, E. 183.—
Traducción del P. Pr. José de la Canal, carta núm . 639.
(3) Idem id ., id . ¡d», núm .
r
K e y 110 p or q u e soi Cousejero de I adías; y es cosa borre a Ha la
<K>uc66Íou de u u g rave trib u to . L la m a d o q u e ^ea iré y catiaré,
apretaré los lab io a, ó p o n d ré el voto de G r a n a d a en los de T o l ^
^ 0 (1). T odos estati p or la negativa. D ic e n q u e el P ontiíice hizo
m a l en conceder lo q u e u o puede. C iU n las determ inaciones
conciliares q u e p ro h ib e u a l P a p a la p etición de la d é c im a á n o
ser p a ra guerra c o n tra loe enem igos de la religión. £1 iie y , é
m as bien los q u e le ro ban, h a n e n v ia d o á la j u n t a a l O ardeo al
de T ortosa preceptor del R e y y p or compaQeros á M ercu rino
G a t in a r a gran C a n celario , á los O bispos de B u rg o s y B a d a jo s,
a l B elga P a n o rm ita n o electo O bispo , y a l licenciado V a rg a s , te­
sorero. H icie ro n m u i m a l su oficio, pues n o persuadieron á lo s
oyentes. S e U sc o u te stó con u n a seca negativa. E l bueu C apro
n o sacará n i u n b ollo de esta h a r in a .»
L a s consecuencias d e la a c titu d del clero esp añol n o se hicíe*
ron esperar, com o lo com prueb a la E e a i C é d u la re m itid a al
C o n d e de P a lm a . Corregidor d e Toledo, con íecha 7 de A gosto
d e 1519 (2 ), encargándole secreta in fo rm a c ió n acerca de q u e
frailes, predicadores y clérigos h a b ía n d ic h o en sus sermones
a lg u n a s palabras de m a l exem plo y escandalosas y otras cosas,
c o n m ucU a deshonestidad y desacatam iento, en qu e iglesias 6
m onasterios predicaron, q u e personas oyeron los dichos serm o­
nes y Kes dieron favor p a ra los predicar, y todo lo dem ás q u e le
pareciere. E l hecho n o revestia no vedad, p orq u e el clero, y es­
pecialm ente el regular, v e n ía desde 1518 predicando c o n tra los
ñ a m e neos, contra el R e y y contra la nobleza, y eso m is m o h izo
en 1519, acalorando la re volu ción , y así c o n tin u a ro n a u n deS'
pues de termina<]a. M ientras el G obierno im p e ria l perseguía á
los provocadores, c o lm a b a de halago s y futuras mercedes á los
q u e . com o B u rg o s, p erm an ecían leales, segúu la C a rta R e a l
q u e desde B arcelona escribió el L6 de A gosto d e 1519 (S ).

(1) La Iglesia de Toledo, como cabeza de todas las de Kspa>


ña. elevó al Rey Ü. Orirlos una exposición determínomlo los agra­
vios que les producirla la dócim^ que el Papa habia concedido, lo
•cual era una imposición nueva y grav e .^S a n d o v a l, lib . l il , pági­
na UO.
(í) Arch. gen.de Sim ., Libros dií Cámara, 49, fol. 43 vuelta.
(3) Salvá. Buryos en las Comunidades, pág. 45.
DepndMíonw de los ñ&meneos.

L a s depredaciouea de )os ñam encos, ju sta m e n te reprochadas


p o r M á rtir de A nglería, tuvieron bien p ro n to deplorable reali­
d a d . £1 A rch iv o de la D ip u ta c ió n de Barcelona (1) conserva en-
tre sus deliberaciones del trienio de 1518 ¿ 1521, la franqueza
de trescientos ducados, sin pagar derecho de G eneral, á D . Joai>
A rc a , O bispo de A rbórea, Confesor y Consejero del Eey^ q u e ib a
á F la nd e s con diez y seis caballos y seis acém ilas con sus ropas,
o ro, p la ta , etc., de su propio uso. £ n 7 ds Septiem bre siguiente
a lc a n zó franqueza por 3.000 ducados la seflora M a d . de Xevres,
D uq u e sa de Sora, etc., qu e ib a á F la nd e s lle v a n d o en su c o m ­
p a ñ ía trescientos caballos y ochenta acém ilas cargadas de ro p a ,
o ro, p lata y joy as de su propio uso y de los suyoe y de su c o m ­
p a ñ ía (2). Y en 24 del m ism o mes se concedió fran q u ic ia p or 700
ducados á la se íio ra M a d . de S an seles, m ujer del G r a u C a b a lle ­
rizo del Sr. K ey, q u e ib a á Fiaudes lle vando cargados cu a re u ta
caballos y diez acém ilas. L a iuveetigación realizada en los A rc h i­
vos provinciales y m unicipales de la C o ru ñ a u o kia su m in istra ­
d o n in g ú n antecedente; pero el consignado respecto del Confe*
sor, Caballerizo m a y o r y M a d . de Xevres, bastan p a ra p ro b ar
c u é n fu n d a d a era la prevención de los españoles coutra Ía d o ­
m in a c ió n flamenca.

(1] Archivo de la Diputación de Barcelona, Deliberaciones del


trienio de 4548 ó 1521,
(S) K1 Dr. Villalobos» en carta de 8 de Septiembre al Arstibispo
de Santiago, le anunció la partida de Mad. de Xovres; y hablando*
de la escasez de ducados y de quo el dinero se tomaba á cambio
pagándose en tres meses 12 por 100, abadía: « Y va la cosa esire-
chéndose de tal manera, que de aquí A poco nos llevarán 400 por
400.B Carta X I caslellanai del Or. ViUaiobos» Bibliófil04 españoles,.
pág. 39.
Anseneii ifii Rej.

E l <lÍ6gU9to ddl pudblo eapafíol acrecentó cuand o en 5 de Sep*


tiem bre de 1519 (1)> noticioso D . Carlos de itaber sido el agid o>
E m p e ra d o r de A le m a o ia , sascribió u n a prov isión q u e fué oircu-
la d a á todos los d o m in io s españoles, á nom bre suyo y de su m a ­
dre la C atólica R e in a D ofia J u a n a , sentando q a e la d ig n id a d im-
perla! era antes q u e la de R e y , lo c ua l n o obstaba para q ne é, los
B eiuos de E s p a ñ a é Reyes dellos se les g u a rd a ra la libertad qu&
h a b ía n gozado y go zab a n de n o reconocer superior (2). C o n la
m is m a fecba sedespaciiaroa C édu las á todas las C bancillerías y
ciudades del E e io o , ordenando la fo rm a en q u e el n u ev o Em-
]>erador h a b ía de tener en los despachos y provisiones ea E s ­
p a ñ a (8).

Tent&tira dd &Dm«At&r Us rent&s Reales.

S e g ú n relata el cronista S a n d o v a l (4), estando el R e y en B a r ­


celona, propusieron a lg un o s arrendadores p u ja r las re utas R e a ­
les de Castilla^ ofreciendo cierta so m a de caen tos m á s de lo q u e
estaban encabetada». C u a n d o las ciudades conocieron tales
tienes, com enzaron á m ostrar su disgusto, y T oledo confirió p o ­
der especial á dos Regidores y dos Ju ra d o s p a ra q u e fuesen á
M o lín s de R e y , donde residía el E m p e ra d o r, y conferenciasen
con M r. de X evres. H ic ié ro n lo así, sirviendo de intérprete el
O b isp o M o ta , y al siguiente día besaron la m a n o a l R ey y des­
pués conferenciaron con el G r a n C anciller acerca d é lo s deseos
Y cartas de T oledo. R eprodujeron q u e la p u ja era g ra n destruc-
c ió a de estos R einos; q u e visitase los de Castilla, m a n d a n d o

Real Academia de la Hist., lomo VI de las Mtscfláwas, N. 44,


MS., 12, 7, 4. fol. 30t vuelto.
[i] Archivo municipal de Santo llomingo de la Culz.^da, año
4d 19; Salvá, Burgos en/as Comunidades de C astilla, póg. 46.
(3; Sandoval, H istoria del Em perador Carlos V, lib . III, pág. <05.
(4 Sandoval, H isioria cit., lib. IH, pág. 407.
Tom o x x X v <6
los C apítulo s couce didoi eu Jas Caites d e Vallad(^lid»
y q u d se m a n d a r a v euir á las personas de las ciudades á q u íe *
nes se h a b ía ordenado detener. E l G ra n C anciller contestó eva^
sivainente, ap la zánd o lo todo p a ra el regreso del E m p e ra d o r. £1
K egidor G o n za lo G a itá n se volvió á T oledo, q u e d a n d o en la
Corte el comi>afiero, de c u y a relación sacó 8 a n d o v a l estos
apuntes.

Dis^QSto on T&Udo y sus dsseu.

K l disgusto q u e los anteriores hechos p rod ujo en la im perial


c iu d a d , lo retrata 2a carta qu e T oledo circuló á las dem ás del
R eino y p rueba el origen y verdadera causa del alzam iento (1).
Les su p o n ía enterados de cóm o ciertas personas de estos R e i­
nos h a b ía n p u ja d o la m asa de C astilla ¿ la M ajestad del R ey
m u y gran d e s u m a de maravedises, d e lo c ua l se p o d ría n se­
g u ir m u y grandes i neo uve ni entes, y señaladam ente dos. E l u n o
q u e S . A . u o te n d ría sus rectas ta u sauas n i ta n seguras en re*
caudadores com o sobre los pueblos encabezados, según m u ­
chas veces h a b ía n TÍsto p or experiencia. £1 otro, los grandes
agravios y extorsiones q u e á los pueblos y gente meovtda h a ­
c ía n los dichos arrendadores, oomo era no torio. P a r a esto, acor­
daro n en v ia r u n R e g id o r y un« Ju ra d o á suplicar á S. M . q u i­
siese m a n d a r ver los dichos agravios y rem ediarlos, p ara qu e
sus súbditos y naturales n o fueran m olestados. Y Ies h a c ía n
saber cóm o ¿ 20 del próxicno N oviem bre los mensajeros serian
cou S . A . do q u ie ra q u e estuviese, p or si q u e ría n e n v ia r á su*
p h ca r lo m ism o y se ju n ta s e n los m ensajeros, así p a ra este n e ­
gocio com o ai acordasen env ia r á suplicar otraa cosas á S . A .,
couítplideras a su servicio é bien de éstos sus R einos.

Proferenois del titolo de Smperftdor &1 d i R ej.


A los dos días de escrita la anterior carta, reunióse el A y u n ­
tam ie n to de Toledo p a ra oir la P ro v isió n R eal eu qu e D . Car-

^4} Carta de Toledo ¿ Jaéo, 49 deO olubrede 1519.— Arch. gen.


de Sim», Comunidades de Castiilay o ú m . 4 .^ fol. 44 de la Colección
de la Academia.
■\o9 a n te p o n ía el títu lo de E m p e ra d o r a l de R « y de E s p a ñ a (1 ).
L a casi to ta lid a d de los liegidoree hicieroo constar q u d supli-
cab an de d ic h a P rov isióa. y J u a a de F d d illa f q u e era u n o de
d io s , d ijo <qu e lo h a c ía c o a la reverencia é a c a ta m ie n to q a e
deve fasta tanto q a e v eag a de la m a n e ra , é s e ^ u n d é c o m o c o u
los Procuradores del R eitio está asentado,» opiui«^a á q u e se ad-
h irió el R e g id o r D . Pero Laso y otros varios. E c o ñel de esta
actitud es la c arta qvie el R e g im ie n to de T o le d o escribió á las
ciudades q u e teuíau voto en Cortes eo los ú ltim o s d ía s d e
O c tu b re , a u n q u e n o consta la fecba, coudoliéndose d e la a u ­
sencia del R e y y propo oieudo rogarle u o partiese d e estos R e í«
nos; y si esto n o p u d ie ra u alc a n za r, suplicarle dejase en la go-
b e ru a c ió a d e ellos, en su ausencia, personas m u y doctas y dis*
cretas, y tales q u e conviuieseu á su servicio y á la b u e u a go-
berDacióu de sus súbditos y na tu ra le s, p a ra qu e S . A . p u d ie ra
estar «sin n in g u n a cong oja el tie m p o q u e fuere servido estar
fuera de éstos sus R einos; y á nosotros, aQ adía, nos sea g u a r ­
d a d a ju s tic ia , d a n d o á los pueblos la parte q u e el derecho les d a
é le d ie ro n los Reyes pasados en los semejantes casos, c u a n d o
fu é uecesario h a ver gobernadores, y q u e éstos fuesen n atu rales
y elegidos conform e á las leyes destos sus R e iu o s; y asitnism o
suplicarle qu e m a nd e S . M . q u e los C a p ítu lo s q u e otorgó p or ha*
cer bien y merced á éstos sus R e in o s en las Cortes de V allado-
lid , los m andase g u a rd a r é c o m p lir. E n cu a n to á los títu lo s
adoptados n u e v am ente, fuese servido g u a rd a r á estos R einos
la p re e m in e n c ia qu e los Reyes pasados de gloriosa m em oria*
sus progenitores, h a b ía n siem pre tenido y la R e in a nuestra Se­
ñ o ra y $ . M . tiene, y g u a rd a r el estilo y orden en el titu lo q u e
h a sta a gora se h a teuido; y de lo q u e en esto y e u otras cosas
les pareciere, escribiese□ á T oledo y ju n to s suplicasen lo q u e
c o n v e n ía a l servicio d e D io s y de S S . A A . y b ie n de éstos sus
R einos.

Idea do rennir Cortas.

S in esperar las contestaciones qu e las ciudades consultadas


d ie ra n á la anterior carta circular, T oledo v o lv ió á escribirlas

(1) Arch. gen. de Sim ., Comunidades de CastiUa, leg. i,\ fol, H .


en 7 de N ov iem bre la q u e d ió á conocer S a n d o v a l (1), esti­
m a n d o in m iu e c te la necesidad y peligrosa 2a d ila c ió n , y pnes»
to q u e yéndose coroo se ib a S . M . las cosas correriau peligro,
parecía que^ pues i todos tocaba el dafio, se ju n ta se n todos á
peosar el rem edio y d a r su consejo, y después de darlo, pres­
ta r favor y a y u d a . «Parecenos q u e sobre tres cosas nos de ve­
m o s j u n t a r y platicar sobre la buena expedición del!as. N u e s­
tros üien sajaros á 8 . A . en vi an suplicándole. L o prim ero q u e
nr> se v ay a de E s p a ñ a . L o segundo q u e por n in g u n a m anera
p e rm ita sacar dinero della. L o tercero qu e se remedien ios oñ-
cioB q u e están dados á extranjeros en ella. M u ch o , señorea», os
po dím o s p or merced, qu e vista esta letra, luego nos reapon<Ían.
C a conviene qu e los qu e vieren de y r v a y a n ju n to s , y p ro p o n ­
g a n ju n to s . P o rq u e siendo de todo el R eyno la d e m a n d a , iiar*
les an m ejor y cou m as acuerdo la respuesta.»

Disgusto 6D «1 Reino.

L a voracidad flam enca, q u e tan disgustados tenía á los es­


paño le s y de ta n ta p o p u la rid a d p riv 6 a l jo v e n R ey de E sp añ a ,
se a g ra v ó ex traordinariam en te c u a u d o resuelto el viaje á A le ­
m a n ia para ceñir la corona del L n p e rio , sólo se pensó en a u ­
m e n ta r los ingresos del Tesoro p ú b lico , ora creando la décim a
9ohre los bienes eclesiásticos, ora a d m itie n d o proposiciones al>
zando las rentas Reales, eu d a ñ o de los encabezam ientos de
los pueblos. E l clero secular y regular extremó las predicacio-
«es c o n tra el m a l G o bierno y basta contra el R e y . y a v iv a d a
ABÍ la o p in ió n en las ciudades, cuand o el M onarca español h izo
saber á todas las de estos R einos q u e h a b ía resuelto ausen-
tarse y anteponer el títu lo de E m p e ra d o r a l de K e y . u n s e n tí'
m ie n to u n á n im e se a dvirtió en todos los ám b ito s de la M o n a r ­
q u ía , y Toledo acertó á interpretar el general disgusto, de lar*
go tie m p o contenido.
L a p u ja de ias rentas Reales se estim ó com o a g rav io á la
m a s a d e Castilla. E nv iáro n se com isionados al R ey para que los
tiaturales n o fueseu m olestados. R eclam óse m u tu o a u x ilio . La<

{{) Sandoval, obra c it., lib . V, § 3.*, pág.


tcoperial c iu d a d fué la prim era qu e protestó contra la preteri­
c ió n q u d D . Carlos d a b a a l título de R e y de E sp a fía , y J u a n de
P a d illa y D . Pero L aso coDsigviierou im p o a e r su o p in ió o a l to ­
ledano Concejo, preparaudo así u n a rei)eli6n, q u e fué c la ra y
tsanifíesia el 7 de N oviem bre, a l oponerse á i a p a rtid a del Mo-
na rc a , á la exportación del din ero, á la coucesióu d e los ofí­
cios á los extranjeros, prop o uieud o la coufederacióu de todas las
c iudades, de a n tig u o p ro h ib id a en E spafia.

CoatMtuión d$ ias ciizdadw.

L a p rim e ra v illa de voto eu Cortes q u e contestó ¿ T o le d o , fu é


M a d rid (L), q ne eu U de N ov iem bre d e 1519 m au ife sté, q u e
todos los Regidores q u e h a b ía en la v illa u o estabaa presentes,
y q u e siendo el caso ta u ardu o y d e ta u ta im p o rta a c ia , lo m á s
síd dila c ió n q u e ser pudiese, e nv ia ría n la respuesta d e todo lo
q n e p or su carta decía. E l Corregidor de B urg os, Meaeses de
B o b a d illa , íiebió conocer aquellas inteligencias, to d a vez q u e eo
exposición a] R ey (2), fechada el d ia 14 de d ich o mes. asegura­
b a q u e todo eatnba eu paz y sosiego, a u n q u e uo lo estuvo ta n to
los días pasados» pues conocida la p a rtid a de S . M . á coronai'se
y haber dado las rentas de C a stilla á arrendadores y q u ita d o los
encabezam ieutos, ta lg u n o s pueblos se h a b la n m o v id o á ju n ta rs e
y coucertar en concordia de todos de suplicar á S . A . a lg u u a s
cosas q u e n o parescian su servicio, escribieadose cartas p a ra
esta congregación, y com o a q u e lla c iu d a d era cabeza de C a stilla ,
o c u rría á ella en todo; y p or qu e de a llí e u cosas sem ejanlea y
ju n ta s soliau salir a lg u n a s platicas de q u e S . A . u o fuera servi-
d o , seguu ae le avisó, h a b ia suspendido estas ju u t a s p or todas
las vias posibles d ila tá n d o lo a lg u n a s veces y evadiéndolo é
•otras, m a n d a n d o q u e n o se hicieseo c o n tra v o lu n ta d de m u ch os
q u e estaban en ello, y le a n u n c ió , q u e los pueblos e n v ia b a u á
suplicarle qu e m andase d a r sus reutas á las ciudades y villas p or
encak>ez a m ie n to , creyendo q u e eu p rin c ip io d e D iciem bre las
personas de los dem as pueblos q u e te n ían vos é voto e u Cortee

(4) Arch. gen. de Sim ., Comunidades de Coitüla» núm .


¿S) Idem id . id.
serÍRD don de S. A . estuviere; y era servicio q u e supiese qu e a lg u ­
n a s cosas ee in v e n ta b a n qu e u o eran bien en la c o y u n tu ra á que
todo estaba atajad o p or agora ¿ D io s gracias.» Refiriéndose ¿ u n a
C é d u la para qu e se guardasen a l aposentador Jofré de C otannes
todas las cartas y mercedes q u e tenía d e S . A . respecto de Ja te­
n e n c ia de la fortalei&a de L a r a y derechos d e ella, p orq u e u o eS'
tid>AD c u m p lid a s en todo, te rm in a b a diciendo (1), « q u e to d a la
c iu d a d la tenia por cosa m u y ag ra v ia d a p a ra ellos según deciau
anse alv o ro ta do sobre esto m u c h o agora roas d o em b arg a n te
eato )o qu e V . M . tnao da está todo c u m p lid o , y en cu a n to á lo
dem as y o h e sosegado la c ib d a d m u y bien y lo está, aunqvte n o
sin trabajo, y pende pleito sobrello ante los del su m u y alto
Consejo.»
L a c iu d a d de M u rc ia contestò á Toledo en 15 de Noviem-
bre (2), in d ic a n d o c q u e cuand o supo la deteru\inacion de ausen­
tarse de eslos R « in o s se le represen taro u a lg un o s in co nve nien­
tes q u e de su ausencia se podian seguir, pero pareciales lo qu e
á T oledo parecía y q u eda ba n p a ra seguirle y servirle eu todo»
y asi c u a n d o m andase u e u v ia r suplicación sobrello y sobre
otras cualesqnier cosas q u e les pareciere que c u m p lía n ¿ servi­
cio de 8, M . é bieu de^^tos K e inos, lo hicieren saber, p a ra que
la c iu d a d m andase á sus m ensajeros y se c o u form ara y ju n ta r a
c o n los de Toledo.» J a é n el 16 escribió (3), q u e esperándose m u y
presto la veoida de S. M ., com o siempre lo h a b ia n heclio, m i­
r a r la lo q u e conviniese á su servicio y bien destos R einos. G u a *
d a l a ja ra d ijo el 16, qu e a u n q u e aprobaba ias disposiciones de
T ole d o , h a b ia otras ciudades en el R e in o q u e te n ían prim ero
v o to q u e ella y pediao p or merced q u e se com unicase con ellas
c o m o era razón, p or q u e esto era cosa de calid ad q ne d o sepo*
d r ia proveer u o siendo ju n ta s todas las ciudades del R e in o ; y
c o m o se h a b la n de teuer m u y prestam ente Cortes en B urg os á>-
d o n d e les parecia el tie m p o m as p ro n to y aparejado, alU se p o ­
d r ía entender eu to d a cosa d e esta calidad, y pues estariau ju u -
tos ios Procuradores del R e in o , presentes se h a lla ria n los de

( 4 ) Arcb. gen. de S¡m., Comunidades de CasiiUay P. R., leg.


«ol. 7.
(2) Idem id . id ., fol. 8.
(3) Idem id ., P. R ., leg. 4.*, fol. 9.
dich ft ciudad q u e ped iao le eavifteeu el com o y la manerA qu e
lea pareciese se hubiere de teuer en eJlo. D e la is ia m a o p iu ió a
fu é la c iu d a d de C órdoba, q u e con feolia del d e N oviem -
bre (L)> ofreció enviar dos caballeros de la c iu d a d com o se sol ia
hacer p a ra qu e j a cto s coü los q u e p or parte de T oledo fueren,
suplicaseu á 8 . M . lo q u e conviniese, q u e entonces se podría
hacer m a s aproposito; y para Ío dem as q u e requiriere a lg u n a
brevedad, se despacharía u n caballero de a q u e l A y u n ta m ie n to
q u e juntaosente con las personas q u e T oledo enviare á la Corte
d e l K e y le suplicase lo q u e pareciere qu e era servicio suyo y bien
de estos Reinos. S o ria el 22 del m ism o mes (2), elogió el propó-
sito y leal in tención de Toledo» no rte ó espejo p or d on de con ve*
n ía qu e todos se guiasen y a lu m b ra se n y reviesen, y terroinó
s u p lic a n d o tuviesen p or bien <de a lg u n a d ila c ió n quesería m u y
breve para rescebir nuestra respuesta, porque todos guiem os
y vam os eudere(?ados en este su p a r ^ e r .» G ra n a d a en 2 de D i*
ciem bre (3)» creyendo q u e el Rey antes de ausentarse de estos
1^1 nos m a n d a r la ju n t a r Cortes, a lli era m u y bien q u e avisasen
á S . M . de alg un as cosas de lo q u e á Toledo parecía y de lo q u e
h a b ie n d o pensado b ie n todos en ello pareciere q u e conv enia al
servicio de D io s y de S S . A A . y a i b ie n de estos sus R einos. E u
lo tocante a l segundo c ap ítu lo de la carta en q u e decía « q u e se
debia suplicar á S . M . qu e diese á las ciudades la parte qu e el
derecho les d a b a cerca del proveer sobre la form a de la gober­
n a c ió n , á esta c ib d a d le parece q u e en a q uello n o se deve de
h a b la r , p or q u e teniendo el Key nuestro seQor la edad y avili-
d a d q u e tiene, cesan las causas q u e suele aver q u a n d o las cib-
dades deven de entender e n semejante negocio; y en q u a n to á
lo del titu lo , á esta c ib d a d parece a l p r ^ e u t e q u e n o se deve h a ­
b la r en ello.>

[f] Arch. gen. de Sim ., Comunidades dé Castilla, leg. fo­


lio 9.
(2) Idem id. id ., fol. 8.
(S; Idem id. íd ., fol. 9.
iotítod d» Jo&a dd Padílli in te «1 Concdjo d« ToI«do.

A n im a d a T oledo p or ]as anteriores conteetacioues y el m ism o


d ia 2 de Diciem bre en q u e conie8t<) G ra n a d a (1), v o lv ió ¿ reu­
nirse ei A y u n la m ie a to , presidido p or el Corregidor Conde de
P a lm a y Jn s tic ia m ay o r de Ja c iu d a d , y después de ieer u n a car­
t a del B e y fechada eu M olina de R ey á 4 de N oviem bre, para
q u e dieran creencia a l Corregidor acerca de los mensajeros que
q u e ría n enviar, in dicó el m ism o Corregidor, q ne el R ey b a b ía
p a rtido de B arcelona a l R e in o de A r ^ ó n para visitar los R einos
de C astilla, y tenia acordado man<lar lla m a r los Procuradores
del R eino p a ra hacer Cortee, d on de entonces Toledo y las dem ás
ciudades p o d ría n suplicar á S . M . todo lo q u e vieren q u e c o n ­
venía á su servicio^ bien é procom ún de la c iu d a d y del R eino;
y com o 8 . M . estaba entonces im p e d id o en despachar las cosas
d e A ra g ó n y n o tenía lu g a r p a ra entender en Jas de C astilla,
encargaba q u e n o enviasen persona a lg u n a n i m ensajeros sobre
lo susodicho DI sobre otras cosas desta calid ad ; y si algunos
h a b ía n enviado, los llam ase n p a ra qne se volviesen luego, pues
S . M . ceriiñcaba a Toledo, q u e venido eu estos R einos, «asi en
lo del encabezam ieuto com o en todas las otras cosas q u e le to ­
caren, les h a rá to d a la merced q u e aya lu g ar é com o su m u c h a
lealtad é servicios lo merecen.» Todos los presentes, entre los
cuales se encontraba J u a n de Padilla» después de leída la cai ta
de 8 . A ., pidieron q u e se convocase todo el R egim iento, según
costum bre, p a ra e ) p ró x im o d ía de A y u n ta m ie u to ; y con efecto,
e l d ía 5 se reunió éste, v o lv ió á leerse la cacta Jrteal, y el Corre­
gidor recom endó á los R e id o r e s enviasen á lla m a r los m e nsa­
jeros de la c iu d a d q u e a llá están sobre lo del encabe 9am iento,
o p in ió n con la qu e se conform ó G a sp a r de C órdoba, A lguacil
m a y o r. E l Etegidor F e rn á n Pérez de G u z m á n , a ñ rm a n d o qu e
8. A . u o fué in form ado de las causas q u e les m o v ía n para e n ­
viar sus mensajeros, propuso qu e la c iu d a d hiciese saber á S . M.
la ju s ta causa que les m o v ía á suplicarle les oyese y les hiciera
Jufllícia, pue8 eieudo «ia ti santo el proposito autos a b r ir á bu a l ­
teza a vis orejas á oyrlos é lea h a rá merced p or ello com o lo h a n
BUS auteceeores de gloriosa m e m o ria .» C o a form áronse c o u eata
propuesta H e n ia n D iaz de R í bade»eira, J u a n de Padilla> F e r ­
n á n do D auallos» J u a u C a rrillo , Á lfo o S u a re z d e Toledo, D. P e ­
d ro de Á y a la y á i U o d ío de la Pe&a. A d o p ta d o eate acuerdo se
n o m b ró á F e ru a n d o de A ua llo s y J u a u de P a d illa p a ra redactar
la coDtedtacióu á S. M . y cotnisiouarou á J u a n S olano y a lB a -
•cbiller A loufio O rtiz, J u r a d o s , p a ra despachar y en v ia r la carta
á 8u destioo. L a carta de T oledo (1) m o straba la eztrafieza de
q u e «u o se oyese prim ero á sus mensajeros p or qu e de ellos sabrin
la verdad de todo lo q u e a lli pasaba;» y si se anticip aro n á en*
v iarlo s a l R e iu o de A ra g ó n , fné p or dos cosas: <la u n a p o r q u e l
R e y u o de A ra g ó n es del sefiorio de V . A . ta n bíeo c o m o el de
C a s tilla y X. A . provee los negocios de acá desde a llá , com o
desde acá los negocios de a ilá . L o sy gu nd o p or qu e los negocios
de C a stilla son arduos y grandes y es menester tie m p o para q u e
V . A . los provea, y p or esto nos parece qnes g ra n servicio de
V . A . qu e deede Inego V . M . sea y n fo n n a d o d e las cosas q u e
nos parecen q u e á vuestra R e a l M agestad debem os su p licar, y
c u m p le n a l servicio de V . M . y bien destos sus R e y nos, coi no
fiuditos y ieales vasallos sumos o blig ad os. >
A l d ía siguiente de celebrar T oledo ia sesión del À yuntam ìeìi-
to oponiéndose á c u m p lir las órdenes del R ey. contestó C uen­
c a (2)» recordando la lealtad de la im(>erlftl c iu d a d , y diciendo:
*é p or qu e estamos prestos é aparejados de hacer é seguir io q u e
vuestras mercedee m andaren, a q uello c u m p lire m o s é p o m e m o s
e u o b ra .» Segovia, enterada de las cartas de Toledo y del tra s­
lado de la qu e escribían á S . M ., contestó el 12 de Diciem bre (3):
«nos parece q u e requiere breve respuesta, ques solam ente q u e
sepa v. m« questa cibdad está d e te rm in a d a de hacer lo m ism o ,
y en eeto y eu todo s ^ u i r la v o lu n ta d y parecer de v. m . por
q u e somos ciertos que acertaremos á lo qu e devemos a l servicio
d e l R ey nuestro sefio ry a l bien des tos sus R e i q o s.» S e v illa el

(1) Arch. gen. de Siin.^ Comunidades de C<isUlla, leg. 4.", fo­


lio 13.
(S) Idem id ., tomo I , fol. 8.
(3} Idem id . id.
]4 de) m i^ m o mes (1), diciendo qiid el pensam ieuto de Toledo-
e ra m u y bueno y para el R eal servicio, peusaba q u e la p a rtid a
d e S . M . n o sería tan breve y h a b ría h ig a r p ara qu e eataudo en
C a s tilla pudieses eo Cortes, 6 fuera de ellas, pedirle lo qu e con­
v in ie se á su R e a l servicio y bien de estos Reinos, y ofrecerle
a q u e lla lealtad qu e com o buenos é leales vasallos somos obli-
gados.

Bllevo del Corregidor de Toledo.

Pooo satisfecho el R ey de) com p ortam iento del C orregidor d e


Toledo, Conde de P a lm a , le ordeuó en 17 de D iciem bre (2), des*
de M oiíns de R ey, qu e entregase el corregim iento á D . A u io n io
d e C órd ova, y el 28 escribió á la ciudad de B urgos (3), agrade­
ciéndoles q u e n o enviaran los comisionados» porque el b ie n y
ncrecentainiento de la ciudad y R einos era la cosa del m u n d o
q u e m ás desea bft y entendía procurar» porque eran grandee y
señalados los servicios y au a n tig u a lealtad y fidelidad lo m ere­
c ía n ; y en cu a n to á tener Cortes en B nigos» com o lo b a b ía su ­
plicado el Coudesta))le y G a rc ía R u iz de la M o ta en no m b re d e
la ciudad, n o p o día to m a r determ inación de dónde )hb celebra­
ría; «pero n o p a rtiría de esos R einos sin ir prim ero á esa ciudad
para )a ver, conso)ar é alegrar cou m i presencia R e a l, y las co-
ftds delia m a n d a ré m ira r con m u y entera v o lu u ta d .»
L a causa de la deb ilidad del Con*egidor de Toledo, Conde de
P a lm a , q uedó solem nem ente consignada en la exposición q u e
p id ie nd o u n J u e z de residencia contra dicho Conde, elevaron á
S . M . los Regidores H e rtién Pérez de G u z m á n , D . G utierre de
G uevara, D . H e rn a n d o de S ilv a y L ope de G u zm án » el M ayor­
d o m o J u a n G la n o y los J u r a d o s D iego López d e T a m a y o , Gar*
c i P érez de R o jas, L ny a de A v ila , M ig u e l L u y s , A lv a r García
de Toledo, D iego de R ojas, P antoja, T h o m é Sanches y Ber-
n a ld in o de Orosco (4). Se a tr ib u la la representación de todos
D . H e rn a n d o de S ilv a , y com enzaba quejándose de qu e el Car*

(4) Arch. gen. de S im .« Comunidades de CnstíUa, tomo fol. 9.


[3] Idetii id., Cámara, lib. XL[V de Cédulas, fol. 1i7.
(3) Siilvá, Dut'yosenhs Comufiid<tdes, pág.
{4) .\i'cb. geik. (1« .Sim., Cámara, lib. 400, sin foUo ni íecliH.
d e n a l de E sp afía, contra las leyes, p ra g m átic a s y buenos usos,
n o m b r a r a Corregidor de Toledo á D . L u y s Pnertocarrero, C o n ­
d e de P a lm a , b a ria afio y m edio, n a tu ra l de d ic h a c iu d a d , co­
m o c asad o con D o fia L eo nor de la V e g a , b ija de Garcilaso de
la V e g a y de D o f ia S a n c b a de G u z m á n , p or lo q u e tenía a llí
m u c h o s caballeros deudos de d ic h a D ofia I^ o n o r . P or au par«^
c ia lid a d b a b ia recibido A lcaides ordinarios, criados y allega­
dos de caballeros y canónigos, personas parciales q u e n o ad-
lu in istra b E íu ju s tic ia sino p or favor, recibiendo m u c h o dafio la
O o m u n id a d de ToJedo. F u é á M a d rid y reU tó á los C ontado­
res mayores qu e se c u m p lía el tiem po p or q u e estaba encabeza­
d a la c iu d a d , y q u e ésta y su tierra recibirían m u y gi*an bene>
ñ cio en qu e le dieran las rentas aín n in g u n a p u ja , y así lo con*
cedieron ios Contadores; pero el C orregidor d ió las dichas rentas
p<ir a rre n d a m ie n to á los mercaderes de la ciudad con trezien-
to s m il m aravedís de p u ja cad a afio, q u e eran p or todoa loa
irea afios nobecientos m ili m rs., y éstas cou fa c u ltad q u e las
pudiesen re partir loa mercaderes en todoa loa partidos p or me*
u o r com o ellos quisiesen, á íin de q u e aquellos mercaderes stia
am ig o s p udieran aprovechai'se á costa de la C o m u n id a d , y de
los nobecientoa m iil m rs. se aprovechasen y se consum iesen en
a lg u n a s personas del A y u n ta m ie n to á v o lu n ta d del Corregidor
y entre sus am igos, á títu lo de c o m p ra r carne y otros gastos
q u e en la ciudad se h a c ía n , em pleando estos dineros y todos
loa dem ás q u e te n ía la ciudad.
T ra b a ja n d o asim ism o el C orregidor en q u e su cufiado D o n
l ’ero Laso fuese P ro c u ra d o r de Cortes, g u a rd ó las Provisiones
Reales, aiteró los térm ino s, h izo ofrecim ientos á los Regidores,
y después de salidos por suertes Loj>e de G u z m á n , R egidor?
C o n d e de F uensalida, A lg u a c il m ay or; Pedro de V elayos. J u ­
ra d o , com o el C o nde de P a lm a v ió q u e n o era P ro c u ra d o r st>
c u fia d o D . Pero Laso, d o obstaiH e haberlo m etido en suer-
t<*8, tra b ajó , com o si la v id a le fuera, p orq u e el C o nde de Fuen-
s a lid a llevase el poder de la c iu d a d , y n o p u d ie n d o obtenerlo,
d ila tó el despacho de los Procuradores y la conclusión de loa
C a p ítu lo s, p a ra c u y a redacción designó á D . Pero Laso y á tres
am ig os suyos, y h a biend o ordenado a lg un o s en desacato a l ser­
v ic io de 8 . M ., se retiraron d é la re u n ió n H e r o á u Pérez de Guz-
in á n y J u a n Carrillo» ausentándose de casa del Corregidor. E l
A y u n U m ie n to r ^ h a z ó dichos c ap ítulos; pero ei Oori'egidortu-
'sUild eu qu d el poder 8« entregare al C o ude de F u e n su lid a , y
lio p u d ie n d o a lc a ti^ H o , ideó qu e el poder $e diese á u n J u r a ­
d o . P edro de Velayos, para q u e cou éste y el poder fuese ei
O onde, y com o loa Kegidores u o pudierou dar el poder, o blig ó
a i E scribano m ayor y ¿ su T euiente q u e se ause utarau de la
c iu d a d p a ra q u e n o p udierau hacerle n in g ú n requerim ieuto.
E r a arb itra rio en la convocatoria y re unión del regitüieuto y
observancia de las O rdenanzas de la c iu d a d . P ro v eía cou p a r­
c ia lid a d ciertos oficios de ju s tic ia , g a n a n d o votos de los R e g i­
dores. Y term inó suplicando, n o sólo qv^e se nom brase u a Ju e z
q u e tomase residencia al dic h o C orregidor y su» justicias y c o ­
nociese de loa agravios q u e se h a b ía u hecho y se h acíau toda>
v ía , sino q u e se en v ia ra u n C o ntado r sin sospecha, q u e tom ase
la cuenta de cóm o se gastaban los propios de la c iu d a d d e To*
ledo, y en q u é cierto p a n qu e tenía la d ic h a c iu d a d depositado»
y de los n u e veden tos m il mAravedisea qu e h a b íau g a n a d o en
ei encabea^m iento, pueé en ello recibían m u y g ra u d a d o Ioa
propios, porque todos se qv;edaban en poder de los Regidores y
J u r a d o » y personas particulares de la c iu d a d de T oledo. E s ta
exposición n o sólo es notable por sus razon am ientos contra el
Corregidor C oude de P a lm a , cuyo relevo q u e d a pleuam euto
Ju s tific a d o , sino q u e descubre el em pe ño q u e tenía en qu e D o n
Pero Laso fuese non^brado ProcurHdor á Cortes, y todos los
m edios qu e puso en ju e g o p a ra conseguirlo, y las in titn a s reía*
ciones q u e el h ijo del C o n ie n d ad o r m a y o r te n ía en la im perial
c iu d a d , la facilidad con q u e p o d ía s o liv ia n ta rla y las pode ron as
influencias q u e p o d ía n intervenir p a ra lograr qu e abandounse
la rebelión, cuand o se vieron los peligrosos derroteros q u e t<e-
g u ía . C on razón p u d o decir F ra y A lo n so F ernánde z e n su
H istoria de P laseiuia (1), h a b la n d o de las turbaciones d e ib 2 0 ,
q u e in d ig n a d o s los es(>aQolea p or ioa pedidos del R e y y la ava«
ric ia de sus Gobernadores, se tu rb ó la paz eu todo el R e in o ,
n o sólo por la gente del pueblo, q u e m áa siente la fa lta d e la
h acienda, siuo tam bién a lg un o s nobles q u e eirvierou de m a las
g u ías, en q u ie n n o tuv o ta n ta cab ida la riqu eza c u a n to la am*
b ic ió n y desordenado apetito de m a y o r estado.

,1] Alonso Fernández, Historia de Plasencia, pég.


Gr&T«d»d de U lito&ción de Vil»Deí&.

A la par q u e eu C a s tilla , los sucesos se desarrollaban en


Jie in o de V a le n c ia con aterradora gravedad. A rm a d o el pueblo;
organizadas los grem ios eu sou de guerra; desobedecido e) Go>
b e rnador, D . L u is de Gabanilles. en sus prohibiciones de hacer
alarde de las fuerzas popularen; desautorizado, adem ás, p or el
m is m o R ey, q u e en C a rta Keal de 25 de N oviem bre consignó
«q ue lo proveído de arm arse y ord e n a rlo s ofíciosde la c iu d a d le
parecia m u y b ie n , > la a u to rid a d q uedó desprestigiada y sin fuer­
za m o ra l para contener las m uchedum bres, com o lo dem ostró el
pu e b lo valenciano al recibir y agasajar ruidosam ente á los E m ­
bajadores So rol la y C oll, qu e a ca b a b a n de obtener aquellas con­
cusiones en M olíns de R ey ( l) .
A la rm a d o el B razo m ilita r, eu 2 de D iciem bre elevó u n m e n ­
saje a l R e y , ro gándo le visitase el R eino y celebrase Cortes para
prestar el ju r a m e n to Toral y reform ar y asentar cosas de g ran
c a lid a d é im p o rta n c ia q u e de «presente se ofrecían. E n 17 del
m ism o mes dirigió otro m ensaje, insistiendo en la convocatoria
de las Cortes, necesaria a n te las novedades in ve n ta d a s por los
populares. E l d ía 28 , reunidos los caballeros q u e a á u resldíau
e n V a le ncia, acordaron env ia r E m b a ja d o re s para m anifestar al
lie y la in d u d a b le perdición del Reine» sin su R e a l presencia.
P edro M á rtir de A n g le ría escribía el 30 de N oviem bre á sus
am ig os los Marqueses de los V élez y M ondéjar (2), «quo se p re ­
s u m ía q u e el R ey suspenderla las Cortes de V alencia, y si era
asi. pronosticaban q u e perderla aquel R e in o . Lejos es<taba de
sospechar el im p e ria l cronista qu e al dja siguiente (8) volvería
á escribir á sus am a do s discípulos, q u e se le ordenaba ir á V a *
lencia eu c o m p a ñ ía de Je ro u im o Cabnuilles. O apitan de la G u a r ­
d ia im p e ria l, q u e b a b ia m e diado eu la e m b aja d a de Sorolla y
C o ll, y q u e le parecia qu e fio lograrían lo q u e á nopibre del R ey
se p e d ía , á saber: qu e le jurasen y diesen el do n ativ o q u e acos-

;t' D d Q v lia , L d G tr m a n ia de VaUnciay 6D.


(á) Ueai Academia de la tliat.» Tano^, £ 'tS 3 , oúm . 64$.
{^] Idem id . id ., nú m . 649.
tu m b ra b a n á d a r despues de celebradas Ug Co\(e». C ic iu ijM euo
h a ria u u i lo u u o u i lo otro. H a b ia oído qu e el pueblo de Valeu-
d a trataba de levaatarae coutra los G ra u d e s y los nobles.» F uu-
dados eran los preseiitimleDLos de A a g le ría , pues eu carta q u e
«scribió ai C au ciller G a Ü u a ra y ¿ M a rlia u o , O b isp o de T u y ,
Oousejeroa futim os del R e y , á l d u s de D iciem bre (1), les uoU-
d a b a qu e h a b ía lle gado á V a le u c ia y encon trado tristes á los
valeDciaaos p or la u o ticia de q u e el R e y oo iba. «P rim ero les sa­
careis u n ojo q a e el qu e d e u a l auseute el no m b re del R e y , n i
u n m aravedí. D ice n qu e h a u sido b u rla d o s y enga&ados y des-
preciados sí a o viene y les tie n e Cortes, según la a n tig u a u s a n ­
za. Los artesanos a r r o ja n y a á los nobles, y n in g u n o se atreve
á q uedar a q u í. E n los d ía s festivos, siü hacer caso de la des­
a probación del G o bernador y de ios Jueces Reales, to m a n Ina
a rm as y se e ie rc íta n c o m o si h u b ie ra n de salir contra enem igos.
Se q u ejan de haber sido excesivamente oprim idos h asta a h o ra
p or los Nobles. Los populares p ro c la m a n libertad y no o b e d e ­
cen Á los M agistrados. S í u o traéis a q u í a l R ey Cesar, perdereís
ig nom iniosam ente este R e y u o , y acaso p asará el contagio á los
vecinos.»
Av>recÍaciones tan graves in dujero n a i R ey á enviar á V alen*
•cía a l C ard enal de T o rto sa p a ra q u e los valenciauos aceptasen
•de su m a n o el R eal ju r a m e n to de guardarles sus fueros, q u e el
R e y ausente hizo p o n ie n d o las dos m ano s sobre los E va ng e lio s.
M ártir de A nglería, a l d a r cae u ta en 10 de D iciem bre (2) de la
lle g a d a del C ard enal, a ñ a d ía , desde Valencia^ «q ue ellos se esta­
b a n en sus trece de n o d a r la m e n o r cosa a l ausente n o ju r a d o
y s in celebrar Cortes. E l pueblo de V a le n c ia se divierte en co n *
tiDuas caracolas. L le n a n la gran p la z a q u e lla m a n el R eal; sola*
m eute toleran a l M arqués de Z e n e te entre todos los G randes, 6
porq u e les h a hecho favor dánd oles dinero p or géneros, p a r ti­
cularm ente á los sediciosos, ó p orq u e le a g radan los tu m u lto s .
M ás de tres m il a rm ado s se ju n ta r o n á esta fai-sa, á veces b a jo
•diez y ocho banderas. E ste pueblo está entonado con u n a h a »
m osa ardiente soberbia. S ó lo D io s sabe c uán to d u ra rá estd

(4} Keal Academia de la H isl., Cartas de P. M ártir de Angieriaf


n ú m . G54.
(2) ideen id. id ., n ú m . 652.
ID Oli s ti*u o. P i dárnosle q u e n o c u u d a e a ta peste. > hlii el ju ism o sen­
tid o de tem or y descoufíanza á la vez, volvió á escribir M ártir
de Á n g le ria eu 27 y 31 de D iciem bre (1 ), y a l cum eozar el a ¿ o
1520, decía a l C auciller m a y o r y á M a rlia u o , q u e <la c iu d a d
d e Valencia» la m as a m e n a de todas las nuestras, se precipita
y y a la oprim e su paso. Los nobles se m a rc b a u á sus lugares y
eu ellos viven aislados. E l v u lg o se ejercita e a las arm as Ioa
dias festivos. Y a uo obedece á n lu g u u M agistrado R e a l. H a i
cu a re n ta y ocho artes m ecánicas y c ad a u u a tieue dos jueces«
q u e lla m a a Syndicos. C u a n d o estos lla m a a s e re u u e u , siuo» uo.
lu fe rid lo qu e sa ld rá de a q u í.»

Diferencias entre l& Gernunia y las Cornuoidades.

E l m o v im ie u to eu C a s tilla y V a le n c ia se desarrollaba á la
par; pero m ieutras los castellauos g u a rd a b a n fidelidad y respe­
to á la in stitu ció n ru o u árq u ic a, y ú u ic a m e u te p rotestaban c o n ­
tra la rapacidad y abusos del g o b ie rn o del R e y , los valeaciauos,
desde el p rim e r instante, desacataron la a u to rid a d del G o bern a ­
dor, q u e representaba a l M onarca, y autorizados im p r u d e u te ­
m en te p a ra arm arse y organizarse, dueños y a de la fuerza, re-
c ia m a ro n m a y o r intervención en el gobierno de la ciudad» y
protestaron contra la tira n ía de los nobles» to m a n d o el m o v i­
m ie u to u n carácter m arcadam ente social. Y com o los m alos
ejemplos c im d e n fácilm ente en las locas m uchedum bres, el ele*
ro alicantino» á sem ejanza del de C a s tilla , p ro d u jo varios des-
<^rdenes y se puso fuera de la obedieucia dei V ic a rio eclesiástico
de Alicante» q u e fué lla m a d o á la Corte p or C a rta E e a l (2) para
recibir iusiruccioues. M u rc ia , p o r sus cu estío nee cotí O rí huela
c o n m o tiv o de la residencia de la S illa episcopal, trató de in v a ­
d ir d ic b a di tim a v illa , y desde Z a ragoza, á SO de D iciem bre de
1619 (3), Carlos I escribió u n a c arta á los habítaotes de M urcia
m a u d áu d o le s n o hiciesen m o v im ie u to a lg u n o contra O rlh u e la , y

(1) Real Acailemia de la Historia, Carlas deP, M ártir de Angle-^


r ía , 654, 655 y 656.
D Ú m s*
(S) Idem id., Colecc. Saíasar, A-47, fots. 431 vuelio y 13^.
(3) Idem id . id ., X-18, fol. Id vuelto.
a ñ a d ie n d o q u e , para arreglar las diferencìas entre a m b a s ciu­
dades, h a b ía no m b ra d o y a dos Com isarios. Y e u la m iam n
fecba (1) d irig ió o tra c arta a l G obernador de V a le n c ia , orde •
iiáudo le q a e u o perm itiese reuoirae n i m a rc h a r gente en socorro
d e la c iu d a d de O rih u e la . H)n A ra g ó n tam poco estaban lo^ ¿ u i^
nios m u y tra n q u ilo s, porque D , C arlos se vi6 ob lig ad o á d a r
idstrncciones á Francisco F ernánde z H eredia (2) p a ra arreginr
las diferencinfl entre ei Sefíor del Cantelfar y el 8 r. Q u in to ; entre
ia ciudad de T arasona y el Conde de R ibagovza, y entre lo s h i •
dalgos y ciu d a d an o s de C a la ta y u d . L a s públicas inquietudes
llegaron de ta l suerte á M adrid, qu e la P rio ra de S a n to D o m in ­
go el E e a l r e tir ó á s u M onasterio las doncellas del lug ar, susten-
(án d e las h asta q u e se acabó la guerra (3). E l baróm etro n a c io ­
n a l señalaba gran tem pestad, y n o se equivocó en la presente
ocasióu. L os pueblos, repletos de agravios, pedían q u e sus que*
ja s íueseu escnchadas y sus fueros y privilegios reí*pe lados. D o*
«laudo de la promesa de celebrar Cortes eu Castilla, t^ombraron
mensajeros q u e fueron rechazados. E l m a n d a to del R ^y fué des
obedecido p or Toledo, y su ejem plo /ué im ita d o p or otras oiu •
dades. L a rebelión eslaba in iciad a a l com enzar el a ñ o 1520.
Loa dos motores principaU s del m o vim iento revolucionario,
eran C astilla y Y ale o o ia . Según hice constar en m i D iscurso de
recepHóu eu la A cadem ia, n o com batido h a sta ahora, el 28 de
D iciem bre de 1519 se ehgió la J u n t a de los Trece q ne debía
llevar la dirección de la G e rm a n ía . Preociípado D . Carlos por
fs ta organización, escribió u n a carta en L * de E nero de
1520 (4) a l V icecanciller de A ra g ó n , D r. M i cer A g u s tín , en 1«
q u e consignando q u e sería im posible ir personalm ente á V a ­
lencia, h a b ía acordado enviar al C ardenal de T ortosa y al D eán
d e Besanc^n, de su Consejo, p a ra q u e dijesen las causas y la
]>ena q u e llevaba p or u o poderlos visitar y oonsoU r, y trab/^ja*«
seu p ara q u e en su uom bre tuvieren las Cortes, bien el Infaute-
D . E n riq u e , ó e! A rzobispo de ^a ra g o g a, ó el D n q n e de Segor-

J] lU al Academia de Historia, Colecc. Salazar, p jg , 42.


(8) Mem id. id., .U\7, fols. 154 y 15*.
(3) Antonio León Pi rielo. HUtrn id tie M adrid; Documentos inèdia
tos para la NistCfria de España, lotno II, pág. 306.
(i) Aroh. gen. de SiiQ., Estado, leg. ¿67.
be, l i otra persoua qu6 ellos quisieren; y si esto n o pudiese ser^
uegüciasen q u e ftlgunaa personas de c&da B razo saliesen a l c a ­
m in o ¿ recibir orden p a ra la goberuacidti q u e h a b ía de q u e d a r
en aquel R eioo . E l V icecaociller de A ra g ó n contestó ¡»m e d ia ta ­
m ente (1), q u e la h a b ilita c ió n p a ra tener Cortee n u n c a se h izo
ni se p o d ía hacer sino en Cortes, y n o estando 8 . M . en S a n
M ateo donde estaban convocadas, espi rari an y n o h a b ría Cortes.
E va dem asiado hacer despacho p a ra este caso; y si 8. M . m a n ­
d a b a q u e viniesen á Zarago^.a personas de c ad a E sta m en to , con
solas cartas p o d ía m andarlee v enir y decirlas todas las razone»
c u a n ta s el C ardenal y D e á n les p o d ría n decir, y u o poner la per­
sona del C ardenal en ta n poca negociación com o reqitería ésta»

81 G»d«n&l de Tortosa en Taleneia.

£1 C a rd e n a l d e T ortosa estaba y a en V a le ncia, según la car­


t a de P edro M á rtir de A n g le ría de 19 de D iciem bre de 1519,.
p or lo qu6 )a C a rta R e a l d e 1.^ de E n e ro de 1520 debe consi­
derarse com o In s tru c ción p a rtic u la r q u e com pletó la de 4 del
m is m o m es, d irig id a á los q u e c o m p o n ía n el R e a l Consejo del
R e in o de V a le ncia, explicando las condiciones con q u e se b a ­
b ía concedido el arm a m e n to del pueblo, y lo qu e de b ía hacerse
p a ra tenerlo sosegado, to m a n d o secretamente inform aciones de
cad a cosa p a ra castigar en ju stic ia . D ic h a carta se p u b lic ó eo
e! citado D iscurso {2), haciendo constar q u e p or otra de la m is­
m a fecha, d irig id a á los oficiales Reales, se dem ostraba que por
docum entos interceptados se conocía el alcance de la orgatiiza*
ció n p op u lar, y p or ello se c o n firm a b a n los p u n io s de vista a n ­
tes consignados; se aconsejaba qu e n o se procediese á cosa a l­
g u n a h a sta tener el pueblo sosegado, y q u e se gobernase eu
to d a paz-y ju stic ia , re m itiendo el parecer de todos.
C u a n d o los agerm anados tuviero n conocim iento de las ante*
rieres cartas y de otra de la m is m a fecha qu e D . Carlos escri­
b ió á los M ayorales de las cofradías y ofícios de V a le ncia, so­
bre asuntos referentes a l gobierno y arreglo de sus corporacio*

(1) Danvila, L a Germania de Vaíencia, 491.


(2) Idem id, id. Documento !.<*, pág.
Tom o xxí't 47
nen. reuniéroiie« lo« S iudicos y flcordanrii «siiviar n u e v a e m W
ja d a a l Em perftdor, p a ra lo c u a l ddsiguaron á C aro , Colly S c­
rolla. L os J u r a d o s y el R a d o it a l de V a le n c ia ta m b ié n en v i arco
otro m ensajero p a ra in fo rm a r al R ey de cu a n to oc u rría en la
ciudad, y c u a n d o el C ardenal de T ortosa n o tiñ c ó a l B ra^o m ili­
tar q u e el R e y n o p o d ía v isitar el R e in o , a q u e l B razo le recordó
la necesidad q u e te n ía n los M onarcas de A ra g ó n de ju r a r perso­
nalm ente ios fueros y libertades, y la necesidad de v enir á V a­
lencia p ara q u e ésta n o se perdiese. L a e m b aja d a de los ager*
m anados, p or la protección de M r. de X evres y de M icer G arcía
Gar^és de J a u m e s , R e gente de la C a ncilleria y Consejo de
8 . M ., alcanzó en F ra g a en 31 de E n e ro u n a R eal C é d u la {!)« en
q u e después de excusarse de ir ¿ V a le n c ia , m odificó la de 4 de
E nero , antes referida, y les concedió licencia, perm iso y fa c u l­
tad p o ra tener librem ente, sin in terven ción n i íicencia de otras
personas públicas, en sus casas y donde les pareciere, las ar«
m as com unes ó privadas, y u sar de ellas y de sus banderas é
in stnim ento s según lo h a c ía n antes de la proL ibícíón de 4 de
E nero , y n o obstante a q u e lla P ro v isió n , com o si hecho n o fu e ­
se. L a R eal C é d u la m e n cio n a d a fué e ntreg ad a p or acta n o ta ­
ria l a l RegentA Garcéa. q u e ordenó su c u m p lim ie n to en 20 de
Febrero de 1520. L a fuerza c o n tin u ó o rg a n iz a d a y triu nfa nte
en poder del pueblo. L a a utoridad R e a l d e p r im id a y sin el a p o ­
yo de la.«i clases sociales m á s elevadas.

Ofertss i Burgos.

L a m is m a dehihdad se sentía eu las cosas de Toledo. Pero


^ t a situación n o im p e d ía q u e M r. de X evree recomendase á
Pedro de Q u iñ o n e s al C a p itán J u a u de P a d illa (2), y qu e éste
contestase el 7 de E nero , qu e h a ría todo lo q u e m a n d a r a com o
era razón; pero q u e él iba á negociar c o n 8 . A . le hiciese m er­
ced de u n a la n z a en su C a p ita n ía , la c u a l le fuera lib ra d a ee-
tau do con é l, sin parecer á los alardea, pues él le a y u d a ría de
su casa con todo lo dem ás q u e pudiere. N i qvie el R ey escrí*

(4) Dan vil», La tìermania de yalencia. Documento nú m . 6, p á ­


gina 494.
(2) Arch. gen. de S im ., HsladOt CastíUa, le^. 3.% fol. ¿5S
biese el 18 a l M arqués de D eu i a (1) sobre la conveDÍeneia de
q u e n a d ie h ablase oon la R e ia a eu m adre, el m is m o d ía e a q u e
eocargaba á G a rc ía B u y e de la M o ta (2)» A lcaide m a y o r d e la
c iu d a d de Burgos» dijese al Cousejo* J u s tic ia y Regidores, q u e
sabía lo qu e Toledo y otras ciudades les escribierou y lo q u e
cootestaroiK q u e fu é tnuy bu e u o , y lo q u e de e lío s esperaba......
y sóio p or verlos y alegrarlos ir ía p or la d ic h a c iu d a d . A l D e á a
y C a b ild o de la Ig íe s ia M a y o r íes contestaría acerca de q u e n o
se díeeeu huéspedes en las casas de los clérigos y q u e se les
gu ardasen sus libertades; q u e siem pre te n ía especial c u id a d o
de la libertad de la Ig le s ia , y q u e creía q u e h abiend o estrechu«
ra de posadas, ellos m ism os te n d ría n placer de recibidos eu sus
casas. Y a l P rio r y C ónsules, qu e y a proveyó á los C a p ítu lo s
q u e le eu v iaro n con el Líceuciado de Béjar.

K^QS&jeros da Toledo desairados.

P u b lic a d a s eu B arcelona las nuevas Constituciones hechas


en Cortes (3) eu el M onasterio de frailes menores, y otorg ad o
el servicio de 250.000 libras barcelonesas, ei R e y e x p id ió dos
C édu las cou feclia 22 de E n e ro (4): u n a a l Conde de P alm a» q u e
a ú n perm anecía en Toledo, y o tra al A y u n ta m ie n to de ia c iu ­
d a d . eiupefiada en env ia r sus m ensajeros. E u la prim era» por
si a ú n estaba eu T oledo, le agradecía cu a n to h izo , pues lo h a ^
b ía hecho m u y bien» y le encargaba trabajase p a ra qu e n o se
hiciese m á s de lo q u e de su parte Íes m andó» pues su p a rtid a
p a ra aquellos R e ijio s sería en la sem ana, to d a vez q u e las Cor*
tes de C iita lu ñ a estaban acabadas. D e ía v o u id a de los m ensa*
jeros n o i) a b ía necesidad, p orq u e tenía m a n d a d o despachar ías
couTocatoriaH p a ra los Procuradoree de Cortes, con los cuales
le p o d ría n hacer saber lo q u e íes pareciere q u e c o n v e n ía m a n *
d a r proveer. E n la segunda, decía el R e y (5), qu e le m a ra v illa -

(4) Be.ll Academia, de la liist.» Colacc. Scilazar, >4*50, fol.


(5) Arch. g^Q. de Sim.» CédiUas, lib. 1.% fol. 85.
(3) Archivo de la Diputación de BarceUna» Dietario del trienio
-de
( 4) Arch. gen. <te Sim-, Cám ara, lib. X LIX, fol, i 38.
(5| Ídem id . id ., fol. 433 vuelie.
b a el qu d ÍD&istiese « n cosa qu e lee h a b ía p roh ibido , y e n «
q u e u itig ú n fruto venia á la c iu d a d , pues re m itía p a ra cuand o^
estuviese en aquellos B e y n o sto d o lo qu e á ellos tocaba, y c u a l­
q u ie r dilig encia q u e antes se hiciere u o aprovecharía sin o pará>
hacer costas á los pueblos. L a p a rtid a sería aq uella seruana,
p ues las Cortes de C a ta lu ñ a h a b ía o te rm inado, y escribía á
D . A n to n io de C órdova, su C orregidor eu T oledo, para q u e hl-
cievse gu ardar y c u m p lir lo q u e de su parte roandó el Conde de
P a lm a , y n o diese lu g a r q u e escribiesen n i entendiera eo lo su ­
sodicho, g u a rd a n d o y c u m p lie n d o lo qu e de su parte ordenare
el dicbo D . A n to n io de C órdova, porque así c u m p lía á su ser*
y'wio.
D . Carlos ^alió de B arcelona el 24 de E nero, y pasaudo p or
M o Iíd s de R e y , Ig u a la d a , Cervera y B ellp uig, llegó á L é rid a el >
29 p ara descansar el día SO y partir al d ía siguiente p ara Fra>
g a . Fechad a eu Ig u a la d a el 27 de E nero , volvió á escribir á Me-
ueses de B o b a d illa , Corregidor de B u id o s , agradeciéndole lo qu e
b iz o en su servicio, y encargándole m u y especialmente q u e no
d ie ra lo g a r e n luauera a lg u n a á q u e los Procuradores de las ve­
cindades, ni en las dichas ju n ta s , n i en otras cosas a lg un as, h i­
ciesen novedad, aparte de aq uéllas q u e acosturobrarony pudie*
ro n y debieron hacer y h asta entonces h a b ían hecho; y si algu>
u a hiciesen, asi cerca de sus ju n ta m ie n to s com o cerca de lo qu e
eu ellas hablasen q u e fuesen delitos dignos de ser castigados,,
h a b id a in form ación de ello, castigase á los culpados conform e
á derecho y ju stic ia , a visando continu am ente de todo ello y de
todo lo dem ás que pareciere qu e debía m a n d a r proveer para
p a z y sosiego de la c iu d a d y sus moradores, teniendo raucbo
c uidado de la paz y sosiego y buena a d m in istración d e ia ju s t i*
cia de la c iu d a d . G a rc ía R u y z de la M ota, A lcalde m a y o r de
B urgos, lle vaba la licencia para echar la Sysa, y cuand o esta
c a rta llegase y a la h a b ría recibido.

Conflicto OOD U InqaiuciÓQ d« Oa«ncs.

E n el mes de E n e ro de 1520 se p rod ujo u n conflicto entre los


Inq u isidore s de Cuenca y el Teniente Corregidor; y com o l a l o -
q u is ic ió n era u u a u z ih a r poderoso del P oder Real, n o será iu>
o p o rtu n o detenníD ar ia natu ra le za de aquel hecho y d e d u c ir
6Q9 naturales consecuencias. E l A rzobispo de Toledo re u n ía ei
cargo de In q u is id o r general, y ejerciéndolo el C a rd e n a l Cisne-
ros d is m in u y ó el o áiue ro de T ribun ales, d iv id ie n d o las I n q u i*
sicionss p or R «in o s 6 proviucías y uo p or O bispados com o au«*
teñ. E ) In q u is id o r general de la C o rona de A ra g ó n , D . Fr. J u a n
E n g u e ra , O bispo de V iq u e , redujo los T ribunales de la I n q u i ­
sición á Zaragoza, V alencia, B arcelona y P a lm a de M allo rca.
C u a n d o en 1510 el R ey D . F e rn a n d o ceiebrd en la v illa de
M o n zó n las Cortes generales de A ragón. C a ta lu ñ a y V alencia»
escuchó y a las quejas de las ciudades y pueblos coutra el T ri*
b u n a l de la In q u is ic ió o , y a u u q u e el Rey ofreció su rem edio,
h a sta el afio L512, en Cortes de la C o rona de A ra g ó u , q u e pre­
s id ió la R e in a G e rm a n a , u o se celebró u n a c o u c o n ü a , p o r la
c u a l qut.‘daro u lim ita d a s las franquicias y privilegios de q u e
h a sta entonces gozaron los lu q u isid o re s y sus auxiliares.
Fallecido el In q u is id o r general de A ragón, Fr. J u a n de E n ­
g u era, antes de to m a r posesión del O bispado de L é rid a , le sus«
titu y ó Fr. L u is .Mercader, m onje cartujo; y conq u istad o ei R e i­
n o de N a va rra, estableció a llí la luquisiciÓ Q . basta 1570 q u e
se trasladó ¿ l.x)grofto. E n 12 de M ayo de 1515 el S a n to P ad re
«o u tirm ó la coiicordia de 1512; pero a l a ñ o siguieute se cre6
u n uuevo T rib u n a l de la lu q u is ic tó n de C astilla en la c iu d a d d e
C u enca, para su O b isp a d o , separáudolo del de M u rc ia , y en 19
d e D iciem bre se u o u ib ró p or prim eros luq u isid o re s ¿ A u to n io
C o rro y N . M exía y F is c a l A louso H errera. A la m uerte del
R e y C atólico en 1516, renacieron las esperanzas d é lo s coutra-
ríos de la In ^ u is ic ió u ; pero el C a rd e n a l Cisneros las desvane­
ció, creando eu O rá u u n T rib u n a l para los ju d aizan te s y lua-
h o m e tiza u tesqu ef h u y endo de E sp a fia , buscaban asilo eu aquel
preei<Íio>j^'Hllecido Cisneros en 1518, fu é n o m brad o p a ra el A r ­
zobispado de Toledo el C ardenal G u ille n n o de C r o ii, O bispo
d e C a m b ra y , sobrino del A y o de 8 . M ., M r. de Xevres, y el
O b isp o de T ortosa fu é n o m b ra d o In q u is id o r general de C astilla
p a ra el de A ra g ó n , to m a n d o posesión e n A ra n d a de D uero ei
1.® de A b ril de 1518.
E u ias Cortee de V a lla d o lid de este a ñ o se p id ió la reforina
del T rib u n a l por los representantes de las ciudades y pueblo»
d e voto eu Cortes; y c u a n d o se h a b ía redactado u n a Pragm áti-
C8 reform ando dic h o T ri bit c a l, m u rió en Z aragoza 5ii a u to r,.
J u a u Selvagio, cuyo suceso inspiró á Pddro M á rtir de A n g le ría
la curta de 31 de M ayo á ios M arqúese» de los V élez y de M on«
d é ja r, dicleudo q u e el G r a u C anciller h a b ia caído enferm o y la
Sagrada In q u iiic ió n interesaba en q u e la p arca cortase los días
de su y id a , p orq u e si u o q u edaría postrada. M uerto Selvagio,
et O ardeual de T ortosa m ostró em pello ea m antener la iutegri-
d a d de la in stitu c ió n , y n a d a se consiguió h asta las Cortes de
Z a ra g o za de 1519. en q u e los aragoneses pidieron la reform a de
]& lu q u is ic ió u y obtuvie ron de la S a n ta Sede u n o s Brevet^ re­
v oc an d o todos los privilegios de a q u é lla y reduciendo su Tri-
b iio a l á lo s térm inos del derecho c o m ú u en la fo rm a de todos
los otros T ribun ales eclesiásticos del Ite in o .
T a n p ro n to com o D . Carlos tu v o cou oc i m iento de estos Bre­
ves pontificios, d ió desde Barcelona, á 24 de Septiem bre, u n a
In s tru c c ió n á L o p e H u r ta d o de M endoza, para que» com o E m *
b a ja d o r extraordìiìario cerca de la S a n ia Sede, reclau)ase la
derogación de dichos Brevee y el m a u te u im ie n to de los pñvile-
^ 0 8 de la In q u is ic ió n . L a reclam acióu fué a te n d id a p or Breve
d e 12 de O ctubre, y este resultado alentó ta n to a l C a rd e n a l
A d ria n o , q u e creó en A m é ric a la In q u is ic ió n de las In d ia s é
islas del m a r O céaoo y n o m b ró sus prim eros L iquisidores.
L a lu c h a entre los T ribun ales de la In q u is ic ió n y los de la
ju risd ic c ió n o rd in a ria p rod ucía frw uentes conñictos, y u no de
a i los se orig in ó en la c iu d a d de C uenca entre ei T eniente de
C orregidor y u n Receptor de la In q u is ic ió n de aq uella ciudad.
E l R eceptor, eu los prim eros díes del mes de E nero de 1520 (1)»
q u is o acu c h illa r á u n vecino, y el dic h o T eniente lo pren dió y
m a n d ó traer á la vergüenza y e n c la v a rla m a n o . L os In q u is id o ­
res lla m a ro n é ioterrogarou ei Teniente Corregidor, y a u n q u e
éste declinó su jurisdicción y apeló, los Inq u isidore s no le q u i­
sieron otorg ar la apelación y le detuvieron preso h asta m u y eu~
ir a d a la no ch e. A los pocos d ía s, y endo ei dic h o Teniente cou^
)a v a r a en la m a n o á hacer ju s tic ia , fué acom etido p or u n A l­
g u a c il de los Inquisidores y m á s de cuareuta hom brea cou es­
p a d a s sacadas, y le prendieron en la p laza p ú b lic a de C uenca^
p o n ié n d o lo e n u n a cárcel m u y obscura cou grillos, y asi le tu>

(1) Arcb. gen. de Sim ., Estado, C aitilla, le¿. núm . 7,


v ie r o n tres días prtao. Deepnés le sacaron á la Xgleeia M a y o r, y
8¡n notificarle sentencia n i acto alguno» lo hicieron a o d a r u n a
procesión y o ir u n a m isa cou u n cirio en la m a n o y le lle ra ro u
al coro d é l a d ic h a Igleaia, don de el Licenciado J u a n Y áfiez,
q u e era u n o de loa Inq u isidore s, p ro n u n ció u n a sentencia c o n ­
d e n á n d o le á q u e hicieae la penitencia q u e y a h a b ía hecho, y
en u n afio de destierro de a q u e lla c iu d a d y su O b isp a d o , y eu
15.000 maravedises p a ra los gastos del oficio de la S a n ta Li-
q u is ic ió n , perm aneciendo eu la cárcel h asta q u e lo pagase, y
a u n q u e v o lv ió á ap elar, c o n tin u a b a preso. B1 Consejo que
b izo esta relación a l R e y desde V a lla d o lid el de E uero, afia>
d ió q u e los vecinos de C u e nca estabaa m u y escandalizados y
atem orizados p orq u e era cosa n o vista y de m u c h o atrevim ien­
to, y suplicaron q u e se castigase á los Inq u isidore s qu e h a b ía n
preso y senteuciado a l Tenieute Corregidor» p orq u e éste h izo lo
q u e era ju stic ia . A l p ro p io tie m p o qu e el Consejo R e a l elevaba
a i R e y la a nte rio r s o lic itu d , escribía á M r. de X evres. G r a u
CaDciller de Borgofia^ u n a carta eu q u e 'le decían qu e lo hecho
p o r los In q u isid o re s de C uenca c o n tra el Teniente Corregidor
de a q u e lla c iu d a d , era la cosa m á s recia y de m ay o r desacata­
m ie n to y atrevim iento y m á s s in ju s tic ia n i causa q u e se h a b ía
visto en estos R einos, después qu e existía in q u is ic ió n en ellos;
y si u o se castigaba gravem ente, se p o d ía n seguir m ás inconve­
nientes. E sto m ism o lo h a c ía n saber a l C ardenal (1), p a ra qu e
com o In q u is id o r geueral lo remediase con toda brevedad; pero
p edían a l C anciller entendiese en el a su n to y esto se castigase y
remediase con toda brevedad y de u n a m a u e ra p ú b lica , com o
h a b ía sido la in ju r ia y afrenta q u e el Teniente Corregidor h a b ía
recibido.

ii) Arcb. gen. de Sim ., EíladOy Caslílla, leg. 7.


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Febrero de 1520.

SUMARIO

Org(i citación de ia fueria armada de los agermanados.— Fracaso de


la misión del G^irdenat de Turtosa.'—Juicio de Múrtir de Anglerí i
acerca de la ailuacién de Valencia.— Convocatoria de las Corles de
Santiago.— Agitación en las ciudades.— Quejas de Bet<in£os cuntra
Zamora.— Limitaciones en los poderes de los Procuradores.^In*
quietudes en V alladolid.— Instruccióq de Córdoba.— Itinerario del
Rey.— Su entrada en Burgos.— Intimación de la ciudad para que
prestase juram ento.— Prevenciones á Toledo.— Resolución de loa
toledanos de no otorgar el servicio ni retirar los mensajeros.—
Toro se conformó con T oledo.^V alladolid, Zamora, Salamancn,
Madrid y Buidos» ilificultaron la elección de los Procuradores.—
Itebeldc actitud del Concejo de Toledo.— Participación <lel G«ibil-
do de )a Iglesia Catedral.— Predicaciones de los frailes toledanos.

El Cardenal Adriano en Valsoeia.

A le nta d o s loa partidarios d e la G e rm a u ía p or la C arta R eal


d e F ra g a de 31 de E nero de 1520, y a u o ae disfrutó eu V a le n ­
c ia u u m om ento de pas y tra n q u ilid a d . A u to r iz a d a y leco u o ci -
d a oficialm ente la G e rm a n ia , quiso ésta hacer p dblico alarde de
aus fuerzas, y con efecto, el martea de CaruaT al desfilaron a n te
el C ard eual de T ortosa 8.000 infantes cou 4 0 banderas, a l g rito
de «v iv a el R ey D . C a r los. > A l siguiente d ía la J u n t a d e los T re ­
ce, q u e h a b ía a su m id o la represeutacióu del pueblo valenciano ,
m aolfestó a l representante del César, q u e todo se h a c ía p o r el
servicio del R e y . M uchos pueblos del R e in o se adhirieron á la
Germ aikia, y ésta sólo pensó e n organizarse uailitarm eute, De-
g a n d o á consignar a u le N o ta rio sus O rdenanzas de guerra (1).
Á lo qu e sobre el p a rtic u la r tenemos consignado en espe­
c ia l monografía» puede a ú n añadirse lo q u e resulta en la co­
rrespondencia del abate m ila n é s Pedro M á rtir de A nglería» tes-
tig o presencial de los sucesos. E n carta del 2 de Febrero al
C a n c ille r m a y o r y i M a rlia no (2), ies decía «q ue loa nobles se
m a r c b a b a u á sua lugares, y en ellos v iv ía n aislados. £1 vulgo se
ejercitaba eo las arm as loa d ia s festivos, y n o obedecia á n in g ú n
m a g istrad o HeaJ. H a b ia c ua re n ta y ocho artes m ecanicas y cada
u u a tenia dos jueces apellidados Syndicos, C u a n d o estos lla m a ­
b a n se re unía n, y s in o , n o . In fe r id lo q u e s a ld rá de a q u í.» E u
o tra de la m is m a fecha, y d irig id a á los m ism os personajes» les
a ñ a d ía (3) «que h a b ia llegado el O ardeual de T ortosa, enviado por
vosotros, d ig o , por el R e y .T ra jo el to m o d é lo s E vangelios, aobre
e) c u a l se dice q u e el R e y puso las m ano s ju r a n d o g u a rd a r sus
estatutos y privilegios. L o propuso á los v alenciano s, les mos-
ir ò el lib ro , y señaló el lu g a r del ju ra m e n to . Les exhortó á n o m ­
bre del R e y á qu e se contentasen cou esta prom esa. Les dice
qu e es im po sible q u e el R ey v enga por ah ora; les persuade á q u e
ju r e n a l K e y a u ^ n t e ; pero es en v an o . U no s tuercen la cabeza,
se estiran la nariz, y otros se rien. R abiosos los m as, em piezan
á decir adagios. Pero oÍd esta d e D . F ra n q n e lo , caballero d ora­
do , q u e se educó en el palacio del R e y D . F ernando. V in o á m i
casa riendo y g im ie n d o , y m e d ijo : ¿q u é os parece qne piensa de
nosotros ese vuestro R e y , q u e h a de ser nuestro?¿H a creido q u e
lo s valencianos estamos tan olvidados de la doctrina de Cristo
q u e DO tengam os el libro de los Evangelios? ¿Creyó qu e era pre>
ciso en v íá n i osle? Tenem os E vangelios y creemos en ellos; lo
q u e im p o rta es q u e v enga y n o nos desprecie. E sto dicen los va-
lenciauos desam parados.» E sta n d o acordado en las Cortes d e
O r í bu eia q u e las de V ale ncia se celebrasen de tres en tres años
personalm ente p or el R e y , ó en caso de necesidad, p or su p r i­
m o génito (4), > revocando todos los acuerdos tom ados eu c o n tra ­
rio ,» u o fué acertado consejo el q u e se d ió para negar á los va-

(4) Ü»nvila, La Germania de Valencia, |3ég. 72.


(5) Real Academia de la flist., V arioí, ¿'*183, n ú m . 6&6.
{3) Idem id. id ., núiit. 65.
(4) ÜanviU , La üerntania de Vaiencia, not«t 1.* al fol.
lencíaiios lo qu e sa h a b ia concedido á c ata la n e e y aragoneses, y
pro]K)uerlefl u u jur& m eato p or m edio de com isiouadoa, cou fór­
m u la s sim bólica« de d u dosa seri&dad, cuand o la desobediencia
á los m a n d a to s del R e y constiU iia la bande ra de la rebelión.
OoD razóu p u d o a ñ a d ir M á rtir de A n g le ría eo o tra carta de
10 d e Febrero a l C a n c ille r y é M a rlia no q u e <oo era entre
k>s Juegos de la fo rtu u a el m e n o r este del insolente p u e b lo v a ­
le n c ia n o , ¿ q u ie u vosotros babeis dado alas, com o á la h o rm i­
g a q u e q u iso volar, C o n la conceeion de sus deeeos buscan su
p ro p ia r u iu a y se la habéis concedido. C ou esta petición les h a n
n a c id o dos alas, cou las q u e subiendo p or el aire caerán de ham ^
bre luego, y serán pasto de las aves. B usca p a ra h a b ita r el aire
el artesano q u e a b a n d o n a el taller p a ra m a n e ja r las arm as. Se
h a c e n c ad a d ia m as holgA2anes con esta licencia, qu e ellos lla ­
m a n libertad. P ara presentarse elegantes en los dias de fíesta
los q u e antes se c o o te ntab an cou u u capote y pafiu basto, gaa-
U n cu a n to tienen en ju b o n e s de seda y m edias encarnadas, y
v ag u e a n y se em peflau, y perecen eu casa. L a o tra a la es la­
q u e lea p o n d rá luego eu la m ay o r miseria. L o s nobles y ricos
e rau ios q u e les d a b a n lo necesario para com er y vestir. ¿Q u ié n
les c o m p rará los géneros echados los nobles? ¿Q u é sastre, q u é
zapatero, q u é herrero g a n a rá de comer? M e com padezco de es*
ias ovejas tan perdidas siu pastor. D a r á n luego eu la boca del
lub o .» D espués, refíriéudose al recibim iento q u e el pueblo h izo
H los E m b a ja d o re s qu e alcansarou la c a ria de F ra g a , a ü a d ía ;
«H iib e is puesto la espada eu m ano s de u u loco y a u m e n tad o U
ia lo c u ra . A i anochecer h a cia tres dias, salieron los artesanos á
la b e rm ita d e S a u A n to n io . E sta b a n Uenos los cam iuos y c a m ­
pos de gente. Salieron cou hachas enct^ndidas y m as de d o s ­
cientos caballos. L a s calles es taba q repletas de ancianos, muge-
res y nifios. L o s carpi úteros cou grandes gritos y lag rim as en
los ojos» lla m a b a n á su com pañero libertador de la p a tria, y los
zapateros a l suyo. E a u u a p alabra, se les recibió com o á Ke-
yes. C o n esto h a crecido la insolencia de los oradores. > £ u vis­
ta d e la iaetìcacia de la com isi6u c o n ñ a d a á M á rtir de A ng lería ^
se le ordeuó (2) qu e abandon ase á V a le n c ia , y se apreeuró á

(4) Hdul Academia de la Hisl., Varios, £-183, n ú m . 660.


(9) Ideru id ., id ., irl., n ú m . 661.
c u m p lirlo , no 9¡n dscvibir a l C anciller j á M arÜ auo b u s ú ltim a s
im presiones: «M ieotras sd dispoue m i equipaje, voy á p edir la
v e n ia a l C ard enal de TortoBa. Llevó m u i ¿ m a l m í re pe ntina
m archa: se consolaba conm igo y h u b ie ra deseado m i com pa­
ñ í a h asta q u e se le llam ase á él, lo qu e espera con ausia. A utes
de m a rc h a r d e a q u í, los nobles, temerosos del furor p o p u la r,
decían q u e a u n q u e quisieran con el brazo eclesiástico acceder
á los deseos del R e y , n o p o d ia u , faltando los votos de otras c iu ­
dades de voto en Cortes.» In te n tó persuadir á m u ch os de los
4>rssentes 6. q u e adm itiesen las excusas del Cédar, qu e eran ur-
geatisim ae; pero unos recibían bien las razones y otros las oe-
g a b a n cou calor. D ecían q u e n in g u n a veuUija resaltaba á estod
R einos de q u e e) R ey fuese E m p erador, antes a l contrario,
v e n d ría m u c h a in co m odidad . L a E sp añ a , q u e era libre y goza-
b a de sus prerrogativas bajo el Im p e rio , se convertiría en u n a
p ro v in c ia miserable. L la m a bau a l no m b re im pe ria l, imperia-
a m b ic ió n h in c h a d a y viento v an o . « A q u e l cam po seco y estenl
d e l Im p e rio necesita a gu as extrañas p ara regarse. Se secarán
muestras fuentes y cam pos, uos fa llará el p a n para darlo a l e x ­
tranjero. E sto es lo qu e dicen Iob a b andon ad os valencianos >
A ú n perm aneció M ártir de A ng le ría alguuos días m ás en V a ­
lencia, pues en 21 de Febrero escribía ai G ra n C a n d lle r (1),
eeperanzu^io de qu e aute» de p a rtir para A le m a n ia veud ría á
V a le ncia, pues los valencianos esperaban su venida. E l enc<»*
m ia b a el g rav ísim o asunto de la entrevista del francés y e) in-
glés p a ra principios de M ayo. Los valenciauos n o a d m ite n d is ­
c u lp a a lg u n a . C orría en V ale ncia el ru m o r q u e h a b ía n llegado
enviados al Rey César de las ciudades de C a stilla y de lafam o -
Toledo, qne tiene el p rim er lugar. H e oído q u e h a n supU-
cado q u e el R ey n o quebrante las in m u n id a d e s concedidas |>or
aus antecesores á los castellanos; q u e se acuerde del ju r a m e n to
d e gu ardarlas hecho en V a lla d o lid , y q u e sus leyes p a trias no
fueron e^^tablecidaapor los pueblos, com o las de A ra g ó n y C a ­
ta lu ñ a , sino por los m ism os Beyes q u e las redactaron en el l i ­
bro lla m a d o de las Siete P artidas. Se dice q u e no fueron oídos,
y lo qu e es m ás, qu e fuerou expelidos con gran ig n o m iu ia . L a
paciencia a p u ra d a suele convertirse eu ra b ia . N o h a y asn illo

(4) lleal Aoademiít de la Kist., Varios, E. 1S3, n á m . $57.


tftii perezoso que. aguijoneado vivaioente, no levante la eos
o o n tia su a m o a lg u n a ves. ¿Q u é h a rá n los eepafloles q u e s o d

ler>hes eo la guerra?
N o p o d rá eucontrarse u n a p in tu ra de m ejor colorido y luz
q u e la q u e ofrece )a correspoudencia de P edro M á rtir de Angle*
r ía acerca de (a situ ación de V ale ncia eu el mes de Febrero de
1520. E l pueblo ín^ósiía en qu e el K e y fuese á la c iu d a d del
T u ría á celebrar Cortes, com o era debido. E s tim a b a de grandes
incoDTeuieotes p a ra Empatia la p a rtid a de D . Carlos para Ale«
xnania. C reía qu e se le despreciaba, ofeadiéndole en su a m o r
propio, desoyendo sus deseos, y eitviaudo u n o tras otro c o m i­
sionados p a ra aplacar su enojo. L os Brazos uoble, m ilita r y ecle­
siástico n o encontraron en la a utoridad p ú b lic a to d a la protec­
ción y a m p a ro q u e d e m a n d a b a n los altísim os intereses de su re<
presentación. Y c u a n d o el R ey les autorisó p a ra seguir a rm a *
dos y organizarse m ilitarm e nte , d e s a p a r ^ ió el respeto debido-
a i p rin cip io de a u toridad, y la m aterial y m o ra l pasó á poder
de la G e rm a n ía , protegida por el R «y . tolerada p or el Qoberna*
d o r, escudada p or el Kegeute de la Cancillería» y h a sta vista
c o u agrado p or el C ardenal de Tortosa. P o r docum ento fe h a ­
ciente consta (1) q u e . bajo la presidencia de dic h o C ardenal, se
reunieron en V ale ncia el d ía 22 de Febrero las trece personas
elegidas p or el pueblo p ara conservar la paz y tra n q u ilid a d p ú ­
b lic a y c u id a r del b u e n uso de las arm as q u e se les h a b ía c o n ­
cedido. L a represen tac i6u oficial de la G e rm a n ía tra ta ba y a con
el representante del K e y de potencia á potencia.

Bl Rey convoeó Cortés psr& 3anti&|fo de QiUcia.

D e la parte de C astilía se desarrollaban los sucesos con verti*


ginosa rapidez. R eq uerido D . Carlos p or varias ciudad'és para
q u e antes de su p a rtid a á A le m n o ia convocase las Cortes d $
C a stilla , hízolo así p or R e a l C édala, ñ rm a d a en C alah o rra (2) el

(1) lie;il Ac<)demÍ4 de la llist., Oolecc. Sdlazar, .4>19, foÍ.


<2) Arcb. Ren. de Sim-, l^g. 3-®, Cortes: Rügistro del Secretan ch
Villegas, fyl. <6; Danvila, Poder civil, tomo V, p á § . 497.
12 de Febrero dd 1Ó20, para el 20 de M a i/ o eii Sai illu d o dt> Gft-
llcia. R eco rdaba eu este docum ento su eleccióu p a ra cefiir Ift
coro s a del Im perio» y esforzaba la necesidad de la partU la, parA
regresar proDto á v iv ir en estos Reinos« qu e ta u to a n sia b a , apre
oiaba y quería; y p a ra dejar m a n d a d o lo q u e couveuía a l b u e u
gobieruof paz y sosiego y breve adm ÍD Ístracióu d e la ju s tic ia ,
h a b ía resuelto tener Cortes generales, y ro gaba á las ciudades
q u e eligiesso dos Procuradores p ara eu tender y d e ja r proveídas
las cosas q u e concernían a l servicio d e D ios y a l bieu é p roco­
m ú n de estos R einos durante la breve ausencia del K e y , «é
p a ra nos otorg ar é hacer servicio si pedido por nos les fuersri
q u e comience á correr pasado el tiem po deste presente servicio
q u e a gora corre é q u e se nos h iso é otorgó en las Cortes q u e
hobistes en la v illa de V a lla d o lid ,» reuniéndose en la c iu d a d de
S a n tia g o (G alicia) el 20 de M arzo, d on de tenía acordado n i a u '
d a r celebrar las dichas Cortes^ é á otra cua lq uie r psrte d on de
para el dic h o d ía estuviese el K e y . P o r o tra R e a l C é d u la d«^!
m ism o d ía 12 de Febrero (1}> se re m itió ¿ las ciudades y v illas
d e voto eu Cortes la m in u ta del poder in dicad o en la convocato­
ria. según la c u a l los Procuradores deberían ir autorisados para
p la tic a r, conferir y tra ta r sobre todas y cualesquiera cosas c o n ­
cernientes al servicio de D io s y de S S . À A .. y al b ie n d e estos
R einos y sefiorlos, y pai^a consentir cualquier servicio ó servi­
cios de qu e 8 8 . A A. quisieren ser servidos, com enzando á co­
rrer y pagarse pasado el tiem po del presente servicio, q u e c orría,
otorgado eu )as Cortes de V a lla d o lid de 1518.
A l couocerse eu las ciudades la convocatoria p ara celebrar
Cortes generales eu S a ntiag o , com enzó la a g itac ió n p ro p ia de
todo período electoral. L a v illa de Betanzos, reproduciendo sus
a n tig u a s querellas cou Z a m o ra , elevó u n a exposición a ! E m -
perador en 15 de Febrero (2), protestando de su fidelidad y
d ic ie n d o , qu e Z a m o ra por sí y pretendiendo tener vos y derecho
p or el R e in o de G a lic ia , se h a b ía confederado con los de T o ^
ledo, por lo q u e su p lica ba u n o diese crédito á d ic h a ciudad.

{ i) Arch. gen. de S im ., Cortes, leg. fol. 18 vuelto. llegistj*o


del Secretario Villegas.
(t¡ Aroh. geo. de S im ., Comunidades de Casi¿Hay leg. 4.^»
fols. 120 y 121.
¿e tltud d» Zi^mora &e6roa d» los poderes d« los P r » grado r a .

E r a C orregidor d« Z a m o ra , en Febrero d© 1520, D . F a d riq u e


d e Z ú O ig a y M a n riq u e , y en carta q u e de b ió ser íorzosam eote
•del ú ltim o d ía de a q u e l mea (1), decía a l E m p e ra d o r, q u e h a b ía
trabajado lo posible en la p aciñcación de aquel p u e b lo y su tie ­
rra; q u e sin tie nd o m u c h o la ausencia d e S . M ., pen^arou m u>
ch os m edios p a ra suplicarla n o dejara ta n t a soledad eo eete
R e in o , y a u n a lg u n a s ciudades escribieron á Z a m o r a con v o ­
lu n ta d de c u m p lir los m an d a m ie n to s Beales. L le g a d a u u a E e a l
Pro7Ís¡ón p a ra qu e la c iu d a d otorgase poder á los P ro c u ra d o •
rea de Cortes, se lla m ó , según costum bre, á los K egidores a u ­
sentes, y reunidos en el Coneistorio el luiies 2 ? de Febrero,
echaron suertes y resultaron elegidos tales personas com o c o n ­
venían a l servicio d e 8 . M . £1 d ía en qu e se escribía esta carta
llegó u n fraile con u n a carta, y creyendo sería a lg u n a cosa que
DO conv enía a l H e a l servicio, re q u irió á los R egido res p a ra q u e
n i se viese n i d e ella se hablase, y la re m itía o r ig in a l. Pava la
p a ciñcación y sosiego de la ciudad, b a s ta b a u n a carta d e creen­
c ia , ordenando se obedeciese lo q u e de parte del R e y se m a n d a ­
se en lo q n e se refería á los Procuradores, y eu las otras c o ­
sas qu e a l bien y pro de la c iu d a d conviniese, pues el C o rre g i­
dor m & ndaría lo q u e fuese justo. V is ta a lg u n a m a u e ra d e d is ­
cordia q u e h a b ía en la ciudad, y c o n v in ie n d o la p a rtid a de los
P rocu rad o j'es, m a n d ó a l E scribano dol C onsistorio diese los po*
deres; pero apeló del m a n d a m ie n to si n o se d a b a n ciertos Ca>
p ítu lo s q u e se deb ían d a r ¿ los Procuradores de Cortes» según
costum bre, y le pareció conveniente re m itir, com o re m itía , la
apelación. E l E scrib a n o del Consistorio u o obedecía los m a n ­
d a to s del C orregidor, lo q u e d a b a lu g a r á d e m a n d a s y respues­
tas entre los Regidores, y p or ello le im p u s o la p ena q u e cous*
taba en el testim onio qne se rem itía.
L a carta q u e se a co m p a fia b a á la anterior, era de los Padrea
a g u s tin o s y dom inico s de S a la m a n c a (2), y en ella s e in d lc a b a u

(1) Arch. gen. de Sim ., Estado, leg. 46, fo). 447.


(2) Idem id', id ., fo). m .
U s lÍinitac¡ 0 De8 qu e debían ponerse eo lo$ poderes á confenr á
Jos Procuradores qu e Z a m o ra debía env ia r á las Cortea de la
C oruC a, y q u e cou sii tufan ]a o p in ió n p red om in an te eo Sa)a-
inniica.
imiterai m ente dice aaí:

Carta de los agnslliios y dominicos de Salamanca, á ios fray les


(le Zamora para los Regidores de «sla ciudad (Z4 de tVbr«^ro
de 15201.

Ihus (4).

«Muy magníñcos Señores paz y eterna salud sea con vr^is mds
sel«» y amor del bien común destos Reynosy mas prÍDCipalrnentedel
servicio de dios e) Kdo. padre guardían de San francisco y lus padi'es
yoTracscriplos de la borden de Santo Agostín y Santo domingo desla
cíltiUd de SH^am«inca de voluntad de losSeí^ores Kegiduresdesta cib>
dad nos avernos bailado presentes a )o:s tratados que se han fecho
para enbiar los procuradores alas cortes a sy<lo tan hoeno y tan en
servicio de dios lo giie se acordo que nos pareció que heramos obli-
g;ados notiñcalla a vnis nirds para que den poder conforme al que de
acá va y sy algún aviso que no se cumpla a\ servicio de dios y del
bien destos Rey nos y del Rey nuestro SeAor ¿seamos avisados porque
]os Regidores y sesmeros desta cibdad tienen a esto tan buena voluD*
iad que se conformaran con to<Ío mejor parecer que mas cumpla eo
bien poder limitado y demas deste poder limitado cierta ynstrucion
firmada de todos los Regidores que presentes se brillaron piden en el
po«ler qae por ser el negocio que en cortes$e h4 de (rator U n nrduo
tan nuevo y (sn peligroso Requiere mucba deliberación se dilaten las
cortes por medio aAo y q.se tengan en tierra llana supUc»n al Rey no
se viiya e que no de consentimiento a su partid<i que no consientan
sacar por ninguna via dineros del Reyno ni de las Rentas heales ni
de las dignidades ni oficios ni benc^íicios que a) presente están en
poder de eslrangems que no se den dignidades ni oficios ni tenen­
cias a exlrangeros que no se quite la contr.it.icion de las yn lías yslas
e tierra firme de Sevilla ni se pase a Hundes que los olícios de las
dichas yslas et no se den a entr<mgen>s que no se consienta en ser­
vicio ni repartimiento quci Rey pida al Ueynoca decada cosa destas
se da en el poder una brevotica Razón la ynstruciun contiene queso

(4) Arcb. gen. de Sim ., Estadoy leg. 16, foL 416.


Aitesa ponga los de) su consejo ansi del secreto corno del publico en
lo que a estos Rey nos toca esp. en las de ios Hey nos de Giistilla que
su Alteza no de los provechos desios Uey nos h estrangeros sino a
naturales que en cas» de sa Alteza se crícn los ñjos e Hjas de los n o ­
bles dei Beyno en caso que no puednn ynpedir su partidn Requie-
ran al Rey nuestro Señor con el devitio acatamiento que se case y
des pues que nos dexore subcesiun se vaya y sy esto no o viere logar
piJan e Requieran huelba al ynfinte y sy esio no ovíere lui^^ir le
bagan un Requerimiento con tres o quatro escrivanos que si algo se
hiciere conplidero al bien de.stos Reynos de que su Alteza a parecer
de los que leacoDsejcin l<i pariida no se tanghi por servicio que las
Comunidades destos Reynos Qo c<iigan por ello en m<d caso que mas
obligados son al bien destos Reynos en que biben que no a lo que
pareciere a los que le aconsejan la partida y mases su servicio estar
en ellos e go ve ran ríos pur su presencia que no absent^irse y en
caso que no aproveche nada este Rü(|uerimi«tnto pedir al Uey nues­
tro Sor tenga por bien se hagan arcas de thesoro en las coinuiiidn-
des en que se guard<m las rentas destos Uey nos para defended los e
acreccnt^irlos e d o s e ríos (fiie nr> es Uaion su cesarea inagestnd
gaste las lientas destos Ueynos en las de los otros Señoriusque tiene
pues cada qual dellos es bastante pava si y esto no es obligado a
ninguno de los otros ni subjeto ni conquist.ido ni defondido de gen­
tes estrajias que se provea como por ontr^ir moneda en estos Ueynos
de oíros salga la tnuned^ de oro que se aice la moneda de oro al
thenor de los Reynos cotriai-oanos porque corra alia nuestro oro e si
pareciere se al>axe en quilates lo qu»l sera mejor pt^rque no crescan
ios precios de las cosas y en caso lo que dios no quiera questos Rey-
nos a ya n de quedar en go ver n «idores lo qual sy todas las ys tori as
decios Ueynos ansy las modernas como lasantiguas se Itron siempre
fue daíiosa que se provea de gorernadores conforme alas leyes des­
tos Reynos e que Íes ((uede poder muy basiantisymo tal que puedan
proveer do los oficios tenencias dignidades e encomiendas porque
de otra miina semn muy vexados en enbiar por la provision a lian,
des o a Alemania e no se podran guardar las leyes que se piden
conviene a saber queno se vendan los públicos oñcíos et e iodo se
venderá yen<to por ello a dandes o a Alemania que se modere este
desacato a la sangre de xpo. con tanta m ultitud de bulas y tanta fal­
sedad como los eohacuervos predican y la bexacion que a los pue>
blos se ha¿e ansy en detenerlos en los lugares que no vayan a sus
lavores como en compelerlos yndireetamente que tomen las bulas
modernas suspendiéndoles IdS viejas lo qual aunque el papn lo pue­
da faser parece ynjusto pues dieron sus dos Reales | yten que en

Tom o ix x v (S
grandesc^n<falo no solo la cdbsa \
t\si en que se deve espender la m«v
neda de la cruzad<i muchas vezosesduobdosa o oculta ai pueblo mas
es publica ho2 e fama que los dineros habidos de la cruzada quedan
de mrd a gente estranjera o fuera del del proposito de las pías cab-
sas e ynfinitos males que desta suceden e son públicos como es dis*
pensar con uomunidades e en cosas que aunque sean de ju re posy-
tivo se debia de dispensar con particulares et como es en carne e hue*
vos et I los He^idores desta cibdad e la comuoidad porque sin mas
ynconvinientes e hiciese nos Rogaron que escrí viésemos a vrasmrds
por que por manos de Religiosos esla carta viniere a macos de vras
mrds aca se K;i fecho esta contra voluntad del teniente que queria
se diere el poder por cierta m enuia que el Rey nuestro Señor enbio
están m uy deverminados todos los Regidores pueblo e clerecía de
estar [ en esto hasla que les eche los muros acuestas no verna tanto
mal I por servicio de dios vr»s mrds hagan lo que de tan nobles
señores se espera y nos abisen sy otra cosa ay sobre hesto que no
conventza { y sy por ventura ovieren dado poder y no fuere lim ita­
do que lo Revoquen e lo den limitado o den minuta por la qu<il se
Rijan los cava Meros que fueren o dexen fecho pleyto omenaje de no
eceder della I no curen en esto de )a juslicía que bazen lo quel Rey
les manda por temor servil y no porque les parezca ser convenien­
te sern muy mas fructuoso sy es contradicho por la justicia porque
mas parecera la voluntad de los que aca quedan syendo contradicho
que de otr» manera y los procuradores tornan mascabsa de Resys*
tir y tem an alexados muchos ynconvenientes y peligros | y porque
confiamos quo los claros entendimientos de vras mrds tiene ñro
Seuor alumbrados y sus voluntades ynOamadasen suamorañciona-
das al bren común al culto divino a la conservación deste Reyno lo
qual todo perascería syno es Remediado sobre males tan notorios
parecenos que ofenderiamos a tan generosas y nobílisímas personas
en largo suadir l<in grandes bienes y d isuadirían exseclaws e gran*
disimos males nro Señor prospere en su servicio las magnifícas per*
sonas y muy catolicos ánimos de vras mrds de Sa* ov .dia de Sant
m atia.— Capellanes de vras mrds.» — Pr. Alfonso meriñen magr
Crispto.— Fr. Antonio abila a / — Fr. Johanes de argamañonor.* m j.»
— Fr. Johanes de Victoria magr. orM p. dtos,— Pr. Jo. de Jarandilla
o r .« S. aug.— Fray, d® doeapo (ors S.» agu.)
Sitado de Cutilìa.

P edro M á rtir de Á ng leria , qu e y& h a b ía regresado á V a lla *


do]ld, escribía a l G r a n C anciller u n a carta en 17 de Febrero,
tro n a n d o c o n tra la a m b ic ió n , la a v a ricia y la a d u la c ió n q u e ^e
hospeda en los palacios de loe Rey as; y defen (Riéndose de la jo-
c u lp a c ió n de q u e era acre e u censurar las cosa« q u e p a sa b a n ,
(iijo: «C astilla me c o lm ó de bonoreé y me a m a m u c b o . C asi to>
do9 9V1S grandes b a u sido discípulos m ios. Debo p a g a r á Casti*
lia lo EDUcbo q u e h a hecho p or m i. N o m e q ueda otra cosa sino
el qu e conozca cu a n to siento su ru in a . L lo ro al m ism o tierupo
y com padezco la suerte del aíorbuuado R ey C arlos, á q u ie n veo
q u e precipitan sus enem igos internos. Se m e dice q u e está tau
oinpeftado quo n o puede lev a n ta r cabeza» lo cual a tr ib u ía á l a
voracidad del C a p ro , A yo del R e y , concluyendo con estas pa>
labras: « N i creáis q u e yo m u d e de estilo m ientras p or a llá n o
m u d é is Ue costum bres.»

Nombramiento de Procur&dores ea YilUdolid y Oordoba.

L a v illa de V a lla d o lid com eusó á sentir iu q uietu des con oca*
eióu del D om bram iento de Procuradores. D esem peñaba el car^o
de C orregidor D . J u a n de A cu fia, y re uu id o el A y u n ta m ie n to
el 17 de Febrero, se acordó q u e dentro de ocho d ía s volviera á
reunirse para el n o m bra m iento de Procuradores. C o n efecto,
el 24 ae ju n tó el R e g im ie n to eu las casas del Consistorio (1),
y recordando la couvocatoria p ara celebrar las Cortes en S a n ­
tia g o . se prom ov ió diecasióo, o p in a n d o unos Regidores porque
se lla m a se á a lg u u a s personas, caballeros, ciudadanos y perno-
lia s religiosas p a ra el otorgam iento del poder; y otros, q u e éste
debía otorgarse desde luego, porque n o tra ía novedad sobre los
otorgados anteriorm ente. £ I Corregidor, estim and o qu e todo se
h a d a p or d ila ta r el otorgam iento del poder, les apercibió p a ra
q u e cum pliesen lo m a u d a d o , y consta de las actas de las Cortes

(I) Arch. gen. de Sim ., Cámara, Memoriales, füls. 38 y 136.


de S a ntiag o ( I ) , q u e foerou no m b ra d o s Procuradores, y repre­
sentaron á V a lla d o lid , Frauciflco de la S erna y G av riel de San-
tysteban.

Instraccidii i los PrMO redores d» Córdoba.

L a ciodod de C órdoba, con g ra u tra n q u ilid a d , ee reaoió en


C a b ild o ei I S de Febrero (2), bajo la presidencia del Licenciado
T oi'o, A lcalde de la ju s tic ia y T euiente del Corregidor, q u e d a n ­
d o no m brado s por Procuradores á Cortes D . Francisco Pache­
co y Pedro de los R ío s , veinticuatros. lu m e d ia ta m e u te se lee
entregó u n a In stru cción (S), eo q u e la c iu d a d com eDzaba expre­
sando 8u sen tim iento p or Ía ausencia del R e y , autes de la cual
d e b ia visitar las provincias y ciudades de estos Reiuos» prome-
tiendo y ju r a n d o volver i ellos dentro de dos años y antes. L a
R e in a d eb ia estar en aquella caea y asiento debido ó su Rea)
M ajestad. P e b ía casarse Ío nsáa brevem ente qu e ser pudiese. N o
d eb ían concederse oficios y beneficios, dig nidade s y encom ien*
das, tenencias y gobernaciones sino á los naturales de estos
R e in o s . N o debían llevarse dineros por laa renuncias de los ofí^
d o s . L os E m b a ja d o re s deb ían ser naturales de estos Reinos. No
debía ensjenarse cosa de lo tocante á la C o rou a R eal. ix )s sa­
larios de la gente de guerra y guardas de la fronlera de G ra n a ­
d a deb ían situarse en las rectas Reales del A n d a lu c ía . L os p ro­
cedim ientos de la In q u is ic ió n conv enía reformarlos, recordando
los abusos q u e ei Licenciado L ucero com etió siendo In q u is id o r
de la ciudad y O bispado de C órdoba, y qu e se relatan. T odo el
R e in o c o n tin u a ría encabezado, según se acordó eo las Cortee
de V a lla d o lid , y n o se d a ría n espectativas. N o se consentiría la
extracción de oro, p la ta , m o n e d a n i caballos. E s ta Instxucción
c o ntenía otros extremos referentes á las apelaciones de 5.000
maravedises é dende abajo; visitas de Ioa médicos; ju e g o de
dados; suspensión de pleitos; visita del R eal Consejo y Cí^auci-
Herías; arancel de éstas; derechos en las ejecuciones; residencia

(1) Reai Academia de la llist., Cortes de León y C asliila, tomo IV ,


pág. 290.
(2} Leivd, Los comuneros de Córdoba atite Carlos / , |>ág. 9.
(3) Ídem id . id ., pág. 4i .
de loa A lcaldes de Corte; C h A n d Herías y A lguftd le^; provisión
d e Pesquisidores; cobro de atrasos de las alcabalas y otras re n­
tas; traer seda, brocados dorados y plateados; la b ra r vellón y
m o neda m e n u d a; pago de los criados con tinos é caballeros de
la C asa R e a l del foudo d e 8 . A .; libertad de tom ar las Bulas;
com posición p or la C ru za d a , p or las corridas de toros é otras
cosas; lle var rediezmos; teoer arancel de Ju e c e s y E scribanos
eclesiásticos; p ro h ib ir el arriendo de la ja ris d ic c ió a á los O b is ­
pos y Prelados reaideutes fuera del R e in o ; p ro h ib ir a l P a p a no
diese reservas eu los cuatro meses de los O bispos, y éstos visi­
tasen sus iglesias; n o c o n s u m ir n in g u n a e a n o n g ia de los Ig le ­
sias Catedrales; libertad de poder testar los clérigos; p ro h ib ir el
m a n d a r bienes raíces á Iglesias, M onasterios y Ck>fradías; a g re­
g ación de beneficios de C a stilla á O bispados de R e in o s e x tra -
fios; provisión^ previa presentación R e a l, de los O bispados y
dignidades q u e residían en R o m a y otras parte«; condiciones y
orden de los Jaeces conservadores; traslación d é lo s Jueces ecle­
siásticos de las villas á la cabeza del O b isp a d o ú o tra parte; ne*
g a d ó n del repartim iento de los pleitos; p ro h ib ic ió n de d a r car*
tas d e h id a lg u ía s á labradores pecheros; h m ita c ió n del derecho
del Correo m ayor, q u e residía e n ta Corte, á percibir el diezm o
de los Correos d e las ciudades y villas det R e in o ; m e dición de
los pafios y sedas sobre ta b la ; n o m b ra m ie n to p o r el R ey de los
E scribanos de los A lcaldes de Corte; a u d iencias en las plazas y
lugares determ inados; fo rm a de ver y sentenciar los procesos y
visitar las cárceles; condiciones de los Receptores e x tra o rd in a ­
rios; pago de los P rocuradores de Cortes p or las ciudades y vi-
ila s q u e los enviaban; n u lid a d de tedas las nuevas im posiciones
q u e se h a b ía n puesto en estos R e in o s coutra las leyes y p r a g ­
m áticas de ellos; revocación de las caballerías concedidas p o r el
C a rd e n a l á los pecheros; p ro h ib ic ió u de q u e Ju e z a lg u n o n i C o ­
rregidor cobrase el todo n i parte de las penas de C á m a ra ; q u e
en estos R e in o s n o hubiese otra ju s tic ia sin o la d e C a stilla , u n i­
versal para todos; liberación de huéspedes en los lugares d on de
estuviese la Corte; c u m p lim ie n to de lo q u e los Reyes Católicos
y el R e y D . F e lip e m a n d a ro n d a r p or títu lo de dote; c u m p li­
m ie n to de Lo acordado ea las Cortes de V a lla d o lid acerca de los
beneficios patrirooniales; qu e c u m p lid o el servicio q u e se h a ­
b ía de hacer u o m andase pedir u i pidiese o tro s e rv id o , c o m o lo
p rom etió en las Cortes de V a lla d o lid , porque estos R einos y los
pueblos de ellos estaban m u y fatigados y costeados con la coo«
tin u a c íó n de la p a g a del dicho servicio; suplicación de las c au ­
sas crim inales ante los A lcaldes dei crim en de 1« A u d ie n c ia de
G r a n a d a para ante el alto Consejo, sin la m il é q u in ie n ta s d o ­
blas; revisión de las sentencias consentidas p or el Consejo
R ea); aum ento de a lg ú n salario á los E scribanos de Consejo de
estos R e in o s , y p rohibición de n o c o n tin u a r el arrendam iento de
la saca de p a n , p or ser c o u tra las leyes y pragm áticas y en gran
dafio y perjuicio universal. E l contenido de esta In stru cción
p ru e b a q u e , á pesar de la paciñca m a n e ra de c u m p lir los R ea­
les m andatos^ n o h u b o a su n to referente á la gobernación del
R e in o q u e los cordobeses n o pieveyesen» y a u n en Cabildos de
1.^ y 3 de M arzo siguiente (1) se suplicó ¿ S . M . qu e las Cortee
se hiciesen en C a stilla y n o en S a n tiag o , p or el tra b ajo y p o r­
qu e eva m u y g ra n no vedad y en perjuicio de estos R einos; y
respecto á la concesión del servicio, a u n q u e se previno á los
Procuradores á Cortes q u e n o lo otorgasen si n o fuere con que
la c iu d a d pu diera echar la c an tid ad por repartim iento ó p osi­
c ió n , ó com o m ejor visto les fuere, qu e lo procurasen asi com o
ib a en el dicho C a p itu lo , é lo trabajasen con esta diligencia; é
c a a u d o n o pudieren, lo otorgaseu s iu esta condición , y u o sien­
do visto q u e lo h a c ía n contra lo q u e llevaban p or instrucción.

Viaj» del R«y d» in g ó u i Burgos y u t it u l de est& oind&d.

D . C arlos, q u e h a b ía perm anecido en B arcelona del IS a l 24


de E nero de 1520 (2). h izo r u ta p or L é rid a y penetró en el R e i­
n o de A ra g ó n a l com ienzo del mes de Febrero, m o ra n d o en ia
A lfa je ría del 4 al 6 , desde d on de se dirigió á L og rofio, N ájera
y S a n to D o m in g o de la C a lzad a del 14 a l 10, p a ra descansar
u n d ía y u n a noche el IB eu la C a rtu ja de M irañores (3). De
e lla sa lió el d ia 19 p ara entrar con toda solem nidad en Burgos,
cabeza de C astilla, don de perm aneció h asta el d ía 27 , y relata

(4) Leiva, Los comuneros de Córdoba, pógs. 36 y 37.


(5) Foronda, Estañefus ¡/ viajes de C arhs V, pág. S I.
(3) Notes socadas dei libro Becerro de la C artuja, citado por
A d Ionio Buitrago en su Historia de Burgos, pág. 343.
su a ctu al croQÍsta ( I ) q u e . uoticiosa )&c iu d a d de la lle gada, Be
acordó echar u n a sisa p a ra aatísfucer los gastos del recibimiea*
to, DO 8Íu q u e las Tecíudades se opusieseu y se coQcedierau al*
gUQOd condicioDes. C u a u d o el A y a u ta m ie o to conoció el d ía de
la llegada, acordó qu e D . Carlos, com o todos sus autecesuree»
lio entraría en B urgos si autes de e u trar u o prestaba ju rau ie ii>
to solem ne de respetar y g u a rd a r y c a m p lir todos ios fueros,
libertades, fra n q u ic ia s y prerrogativas de q u e la c iu d a d le gíti­
m am e nte gozaba (2). A pesar de las observaciones q u e se h w
cierou c o n tra este acuerdo, el C a b ild o de B urg os n o m b ró Á
J u a o Z u m e l, el atrevido P ro c u ra d o r de las Cortes de V allado-
lid de 1518, y á J u a n de R o ja s , p a ra qu e pidiesen y tom asen al
R ey el ju r a m e n to . A c e p ta d a la com isióu; ex tendido el corres«
p ou di en te poder, y dispuesto todo lo ueceaario para la j u r a y
recibim iento del Soberano, llegó D . Carlos á B u rg o s, u o el 21,
com o a ñ r m a su cronista, sino el 19, com o aseguró S a u d o v a l en
su tiem po y F o ro n d a en el presente, a p oyado eu docum entos
fehacientes. E l re<übimiento q u e S a lv á describe con m inuciosos
detalles, y la in tim ac ió n qu e Z u m e l y R o jas hicieron ai R ey eu
m edio del puente q u e d a b a e n trada á la ciudad, y , sobre todo»
e) acta de ju ra m e n to reproducida' p or el cronista, dem uestran
q u e m ás se recibía á D . Carlos com o sospechoso enem igo, que
c o m o K e y a m a n te de sus pueblos. E l de B urgos, á in s ta u c ia d e
las vecindades, in te n tó pedir a l M on arca la concesión de otro
m ercado; pero u i llegó á form alizarse la p e tición, n i consta la
negativa: pero si q u e el B e y perm aneció en B urg os h a sta el d ía
27 de Febrero, p a ra salir el 28 y estar en T o rqu em ad a, el 29
eu Duefios y lle g a re ! 1 / de M arzo á V a lla d o lid .

Pr67»ociones s i Corr«gidor ¿« Toledo.

U n a d e las pruebas de q u e D . Carlos llegó á la c iu d a d de


B urg os el d ia 19 de Febrero, la ofrecen las dos R eales C édu las
q u e el d ía 20 ex pidió desde d ic h a c iu d a d a l Corregidor y al

(1) Salvá, Burgos en icts Comunidades de Castilla, págs. oS y si-


guíenles.
(2) Hxisteo copias de toiios los privilegios de Burgos en la Bi­
blioteca particular de S. M. el Rey.
ísO
A y u n ia m ie jíto dd Toledo ( I ) , cuya a c titu d ta n to preocupaba
a l M oo arca y á sus Consejeros. E n la prim era, después de a g ra ­
decer i D . A iito u io d e G órd ov a lo bien q n e se h a b ía p orta d o en
su servicio, le h a b la b a de la elección de los Procuradores; y
a u n q u e su deseo era q n e se nom brase p a ra dic h o cwrgo á D o n
G u tierre de G u e v a ra , com o la elección de aquéllos se h a cia por
suertes» era su v o lu n ta d q u e en todo se guardasen los privile-
gios y usos de la c iu d a d , según coatnirbre, y si haciéndoio así
se p u d ie ra n o m b ra r h1 dic h o D. G utierre do G u e v a ra , a bría
placer y se le rn ia p or servido de llo . S i los K egidor«s insistíau
en querer escribir á las otras ciudades, e n v iaba con la presente
u u a carta p a ra q ne se la diese, hacieud o qu e se c u m p lie ra . Y
aprobó el q u e hubiese m etido preso a l E scrilia n o del C abildo
p or u o haber querido entregarle testim onio de los acuerdos de
la C orporación. E n ia C é d u la a l A yuntau^iento se m ostraba
m a ra v illa d o el R ey de q u e , n o obstante lo q u e m a n d ó ei Con<Íe
de P a lm a y reprodujo D . A n to n io de C órdova, insistiesen eu
escribir á alg un as ciudades del R eino p a ra qvie eligiesen perso­
nas q u e ju n ta m e n te suplicasen las cosas qu e decían tocabao al
bien del R eino y de esas ciudades, pues notificada la carta de
lla m a m ie n to para Cortes, los Procuradores q u e nom brasen po*
d ia n su p lica r a q uello qu e creyesen necesario, y les m a n d ó qu e
n o entendierau m ás en escribir o i responder cartas á n in g u n a
de ]&s dichas ciudades u i eu procurar q u e se enviasen otros
mensajeros adem ás de los Pi'ocui'adores de Cortes, y, aobre to­
do, guardasen y cum pliesen lo q u e dicho D . A u to n io d e C órdova
lie su parte les m a nd a re , so las penas qu e les pusiese, las cua«
les p or la presente les ponía, d áu do le poder c u m p lid o para eje*
cu tari as en sus personas y bienes.
E l tem or q u e m uestran las anteriores curtas estaba reahnen.
te justifícado, pues D . P ero Laso, en u n ió n de J u a u de P a d i­
lla, q u e d irig ía n el m o vim iento de T oledo, escribió á Pedro O r ­
tega, J u r a d o de d ic h a c iu d a d en V a lla d o lid , u n a carta im p o r ­
ta n tís im a (2) desde la im pe rial ciudad á 21 de Febi ero, que
dice así;

Arch. gen. de S im ., Libros de la Cámara, núm . 49, fol. H d .


(iS) Idem id ., Comunidades de Castilla, leg. n ú m . i , fol. 48.
Copld de la carta ú t D. Laso |»ara el j arad a Pedro Orlei^a.
Techa en Toledo 21 de Febrero de (1520) (4).

Vtrtuos<> SeQor, vuestro correo llego ol D om iogoen anocheciendo


y luego vino aqui el Señor Juait de Pmlillu y él y yo vimos vuestras
cart»s y bien quisiéramos que es» villa tuviera mas abierta determi-
Hticion y que con brevedad nos hicierd saber en lo que estaban y
sospecbnmos $<*gua todos los grandes del Uoino no est>in bien en este
negocio que no sea mana U quci Gond«* d**. Bcn» vente ha^e en dete>
ncr en sus honras á los regidores que decís que lo que esta
cibJad e) lunes fud elegir mensajero par^i suplicar á Su Magd Lis co*
sas que están platicadas conforme á lo que á todo el Keino tenemos
escrito los cuales fueron e\Sr. D. Aionso Suares de T.* y á m í y por
jurad o sá Miguel de lltta y á Alonso ortiz no tuistes voi Sr. el nom ­
brado porque les pareció á estos Señores que no era bien nombrar
abseate porque los que no habían ^ana esto no husiesen do a llí,
esto paso por cibdad en lo de la provinion de (Wrtes conviJose para
e) miercoles yo tengo prevenidos á tocios estos Señores p^^ra que os
echen Señor en h s suertes pues estáis en servicio de la cibdad y en
esto no habrá duda en lo que (oca al pocler esta cibdad no le otorgara
para consentir servicio en ninguna manera del m undo y esto podéis
asegurar á esos Señores porque paresce que nos contraitiriemos si
tal se hiciese suplicar por un cabo que no se fatigue el Ueino con
tantos serN icios y por otra consentille en otorgalle. Asi que lo que
podré decir que nuestros mensajeros partirán el dia que se otorgue
el poder para ellos y se ñrm en los Capítulos que hemos de suplicar
que Sf»rá el prim er día de ayuntamiento y en el di» que partiéremos
haremos otro á esa villa y á todo el Uoyno razón en lo que los tene­
mos escrito, esto es lo que se hace y queste negocio hacemos a;;ena
y apartada de Cortes porqués ansí menester quel que fuera á su p li­
car esto no entienda en otra cosa por eso si esos Señores tienen la
voluntad que nosban escrito agora es tiempo que la muestren y que
todos nos conformemos en cosa que tan gran servicio de Su Mugd
digoslo que se ha de hacer tan determinadamente porr;ue aunque el
corregidor lo contradiga y ponga todas las penas del m undo de todas
suplicaremos y no dejaremos de hir antel Uey nuestro Señor por
todo el mundo ju n to pues de ir á Su Principe no puede quitallo na*
(lie, de todo esto podéis dar cuenta á esos Señores y demas se la po­
déis dar que es de como nosotros vumos sin ningún salario á servir
á la cibdüd en esta jormida y hase esta ofrescído por cuul creo yo
que no irá ninguno de los jurados nouitmidos y es bien que vos Se­
ñor esleís allá en lo de vuestro salario no hubo ayer lugar de h<ihlar-
se porque no se leyó la carta ni se entendió en mns de lo que he d i­
cho leer.sea mañana y yo suplicare á estos Señores que trabajen
como se os envien Seiior dineros que ya he mostrado la cuenta de
lo que se os debe y cualquiera cosa quede nuevo se ofresoa nos a v i­
sad Seuor dello )>orque ansi conviene no einhurgante que nuestro
partida será muy breve.-^Nuestro Señor vuestra virtuosa persona
guarde.— De Tolei^o ó veinte y uno de Hebrero.— A lo que Señor
mandardes.— Don Pero í^^so.

£ s te enérgico lenguaje; la iudic&cióu q u e h a cía D . Pero L aso,


de acuerdo con P a d illa , de q u e ib a ú, la jo rn a d a siu salario por
servir á la c iu d a d y q u e )a p a rtid a sería m u y breve, c o u fin n a la
resolución de Toledo de desobedecer loa órdenes dei Key y de
inaistir eu u u mensaje q u e éste les h a b ía p roh ibido . L a c iu d a d
de Toro les a n i m ó ó g u a rd a r aq uella a c titu d , pues en carta de
24 (le Febrero (1' consignó su conform idad con el parecer de
Toledo, ofreciéndose á procurar y trabajar cou toda diligencia
lo q u e pareciere el servicio de D ios y de S . M . y bien de estos
R einos; y porque h a b ía n recibido i^a n d a m ie u to p a ra no m brar
y env ia r P rocuradores á las Cortes, su p lica ba u les escribieaeD
la m a n e ra de la i us t a n d a y poderes q u e debían llevar p ara que
todo fuese u s o y estuviesen conformes.

Diácult&dss en V alladolid, H sdrid, 2sm ors j f i a r ^ por los poderes de los


Protinradores.

L a elección de los Procuradores p ara las Cortes de S a ntiag o ,


ofredó alg un as dificultades en varias* de las ciudades y villas
q u e seguíau las iuspiracioues de T oledo. U u a de ellas era V a ­
lla d o lid , donde ejercía el cargo de Corregidor D . J u a u de A c u ­
ñ a ; y estaudo el K e y en B urgos y conociendo lo qu e a llí se tra­
m a b a p a ra confederarse con T o k d o , escñbió cou fecha 25 de
Febrero u n a c arta al Corregidor y u n a R e a i C é d u la a l Coucejo
d e V a lla d o lid ( l ) , agradeciendo a l prim ero sus servicio», proca*
ra n d o q u e la eleccióu se hiciese en personas com o a l R eal ser­
vicio c u m p lía y q u e el poder se otorgase de la m a u e ra q u e se
h a b ía ordenado, u o d a n d o lu g ar, h asta q u e lo u n& y lo otro es­
tuviese hecho, á q u e Be llam aseu y entrasen eu el C a b ild o per­
sonas de fuera de él p ara enteader en ello, pues sería novedad;
pero 9i insistieren p o d ía cousec(írseles después de haber hecho
la elección y otorgado el poder. A l Qoncejo le prevenía a sim is­
m o qne d o adm itiesen personas extrañas a l C abildo para hacer
ia elección de Procuradores. V a lla d o lid a n d a b a remiso en el
o torg am iento del poder, y el Corregidor A c u ñ a escribió ei 26 y
28 de Febrero a l Secretario del R e y , P . F ra ü c isc o de los Cobo»,
c o m u n ic án d o le q u e los Regidores n o q u e ría n otorgar el poder
d e la m a n e ra q u e se h a b ía re m itid o . E s ta n d o en el A y u n ta m ie n ­
to, el G u a r d iá n de S a n Francisco dejó u n a c arta á los Regidores
de ciertos religiosos de la c iu d a d de S a la m a o c a qu e c o iiteu ía co*
sas de m u c h a im p o rtau cia, co n v in ie n d o m u c h o uo meter en los
a y u u (a m ie n te s en semejantes casos m á s de los del n úm ero
del los, p orq u e m ejor era qu e estuviese el negocio eit p articulares
q u e en todo el pueblo. L leg ó asim ism o otra c arta de la c iu d a d de
Z a m o r a , haciendo saber á los Regidores cóm o S a la m a u c a les
h a b ía escrito otra carta ig u s l, y les parecía todo m u y bien y que
se debía c o m u n ic a r y d a r parte á Ih c iu d a d de L eón y Burgos
p a ra q u e todos fueseu e n u n parecer. P o r R e g im ie u to n o con-
s io tió q u e se respondiese n i escribiese cartu a lg u n a , y lo estor- •
b a ria todo lo q u e pudiese.
R e s u lta de testim onio de lo qu e pasó en el A y u n ta m ie n to de
V a lla d o lid el martes 28 de Febrero (3), q u e después de leída
u u a H «al C é d u la fechada eu B urg os el d ía 25, p ro h ibiend o q u e
pava la elección de Procuradores se metiesen en el CabildocJer*
tas personas ajeuas á é l, y ordenaudo que sin d ila c ió n eligiesen

(1] Arcb. gen. de Sim ., Libros de la Cátnarat núin, i i , ful. 179


vuelto.
(S) Idem id ., Comunidades de Castilla, líb. 1, fol. f 26; idom, Ca-
m ara, Memoriales, T-136, fol. 32.
(3) Arch. gen. de Sim ., Comunidades de CastillOf lib. l, folios
427 y 128.
lo8 Procuradores en i a fo rm a a co stu m brada. L os Regidores
m anifestaron q a e los Procuradores y a estaban elegidos; pero
en c n a n to a l otorgam iento del poder, los Sres. Francisco de
L e ó n , P edro d e T obar, Jorge de H errera, L u is G odinez de A l ­
earan, de V erdesotü, G o n za lo F ranco de G u z m á n , el C o ­
m e nda do r S aotisteban, D . B e roaldiu o P im e n le l y J u a n R o d ri*
guez de B ae^a, dijeron qu e ellos h a b ía n v otado q u e se lla m a ­
sen de cad a E stado cuatro {>er8onas» las m á s de buena v id a é
ele ciencia y conciencia é sosiego q u e se pudieren lla m a r, coiuo
así m ás largam ente se h a b ía hecho en cosa de m u c h a menos
c alid ad , y lo m ism o se h a b ia p e dido por todas las catorce cua*
dril las de la v illa , y se a ñ r m a b a n en sus votos p orq u e S . M . u o
d e b ía estar in fo rm a d o desta costum bre y su p lica ba n de la Rea)
C éd u la qu e acababa de leerse. D iego Lóp ez de (,''úñiga, D . A n ­
to nio N iO o d e C astro y A .^ d e M on tem ay o r, se afirm aron en lo
q u e h a b ía n votado el ú ltim o viernes. K) D r. F rancisco Góm ez
de V illa Roe) y J u a n de F ig uero a , o p in a ro n q u e se nom brasen
dos cabal)eros del R e g im ie n to q u e fuesen á hacer relación á
S. M . de lo q u e h a b ía pasado desde el ú ltim o A y u n ta m ie u to , y
m a n d a ra proveer sobre ello lo q u e fuese su servicio y bien des­
tos R einos. D . J u a u de Z úf^ig a o p in ó |K>rque se g u a rd a ra la
costum bre seguida h asta entonces. £1 Corregidor p id ió y le fué
eatregado testim onio de la a nte rio r votación; ¡>ero u n id o á él
aparece el m e m orial q u e dieron los de V a lla d o lid sobre la p a r ­
tid a de S . A ., en q u e le su p lica ba n proveyese alg un as cosas que
lies parecía c o nv e nía n a l bien del R e in o . Protestando qu e pro*
c u raría n con torlas sus fuerzas ei servicio de S . M , y acrecenta­
m ie n to de su C orona, su p lica ba n diese su p a la b ra Rea), p o r me­
d io de C é d u la lirm a d a eu su no m bre , de volver á éstos sus R e i­
nos dentro de tres afios det d ía q u e saliere delios. Y sup lica­
ro n , adem ás, qu e u o se permitiese sacar m o neda de estos R e i­
nos; q u e m ientras durase la ausencia n o se proveyeeeu oñcios
n i beneficios á n in g ú n extranjero; q u e se pusiesen G o b e rn a d o ­
res q u e tuviesen pacíficos y en ju s tic ia estos R einos, dejándoles
a u to rid a d y fuerzas y poderes para proveer los cargos d e ju s ti«
c ia á personas hábiles y suñcientes; q u e se facultase á los G o ­
bernadores p ara poder proveer los ofícios qu e se renunciaron
couform e á las leyes de estos R einos, y c o n firm ar los q u e debía
confirm ar S . M.¡ q u e la Casa R e a l fuese p a g a d a según la eos-
tu u ib r « a n tig u a y n o liubieaû iieceeidad He bnacAr señorediiue-
V06. Y tdrmÎDÔ suplicftodo 9e diese u a a P ro v isió n proroetiendo
por la fe K e a l q u e esto serin coocedido à e^toa R einos y efec­
tua d o eti kas C o i tes m a n d a d a s celebrar en S a n tia g o de G a lic ia ,
cou lo c u a l esta v illa recibiría m u c h a merced y serin causa de
su sosiego, alegría y cousuelo.
Toledo, ta n pronto com o h u b o no m b ra d o sus mensajeros, se
a[>resiiró á no ticiarlo ¿ las dem ás ciudades y v illas a m ig a s, y
eu 25 de Febrero escribió u u a carta á la v illa de M a d rid (1\
m ostrándose satisfecho de la v o lu n ta d q u e tenía p a ra juD tarse
con este v illa y su p lica r a l R ey lo qu e á su servicio y bien de
estos R einos convenía <2':. H a b ía n n o m b ra d o p or mensi^jeros
á Laso de la V e g a , S uárez de T oledo y á dos Ju ra d o s, y dé todo
les h a ría relaitióii D . Francisco Z a p a ta . Estas gestioues dieron
p or resultado q u e la v illa de M a d rid se negó á firm a r los pode-
res (3) segúu la m in u ta q u e se la h a b ía e n v ia d o p a ra las C or­
tes de S a n tiag o , según la c aria y testim onio q u e el Corregidor
escribió a l E m p e ra d o r eu los ú ltim o s días de Febrero ¡i), Y que
c u a n d o n o m b ra ro u los Procuradores, Ies dieron u n a lostruc*
ción para q u e n o se quebrasen las O rde nan zas y ju ram e n to s
qu e te n ían hechos, de n o n o m b ra r p or P ro c u ra d o r persona a l ­
g u n a ausente^ d e q u e ib a in fo rm a d o F rancisco de V a rg a s . P a ­
recidas diñcultades se suscitaron en Z a m o ra, pues el 27 de Fe*
brero (5) el Corrsgidor o rdenab a a l E scrib a n o del A y u nta*
m iento q u e en el d ía diese los poderes á los P rocuradores de
Cortes, sin em bargo de q u e éstos h a b ía n dicho n o lo hiciese sin
darle las instrucciones.
D isgustada la c iu d a d de B urgos p or la corta p erm anencia del
Rey eu la cabera de C a s tilla , com enzó p or a p lazar el nombwi-

(1) Acuerdos del Ayuntamiento de Madrid, MS. de 1^ UenI A c i i <


deiniiute la Historio, est. S7, gr. 6.*,
(S) !>ocam4nl04 inéditos jxtra la Historia de España, toiim II, pá­
gina 307.
(3) Arch. gen. de S im ., Contunidttdes de CasUlla^ !íb. I, folios
130 y f n .
(4) US. de la íteal Academia de la Ifistoria, est. 27, gr. 6.*,
¿'-155.
(5) Arch. gen. de Sim ., Comunidades de Castilla» lib. I, fol. 125.
m id u to d e Procuradores, com o deseaban los represeutanU a
de las vecindades. T ra ta ro n éstas de qne los no m brado s fae-
aen precisam ente de la clase dei pueblo; pero desechada esta
tendencia, fueron designados el C o m e n d ad o r G a rc ía R a íz de
la M ota y J u a n Pérez de Cartagena, A lcalde m ayor, y se les
entregó la Instru cción general y p a rticu lar qu e a l efecto se ha>
b ia redactado. Recientem ente el cronista de B urgos (1) h a
d a d o á conocer la p rin cip al parte de dichos documentos» enea-
m inados á p ro c u ra r la m ejor gobernación de estos R einos; á
q u e se les líbrase del servicio; á q u e n o se concediese á los ex­
tranjeros los oñuios, beneíicÍos> encom iendas, tenencias é capi*
taoias; q u e d o se exportase la m o ne d a ; qne n o se diesen posadas
sino p agándo last cocnoae h a cía en A ra g ó n ; q u e la gente de ar­
m as qu e estaba en N ápolee se pagase de la renta de aquel R e i­
no; q u e la Casa R e a l se sirviese de los naturales; qu e se pusie­
ra m oderación en las com pras que h a c ía n los m onasterios y las
m a n d a s qu e se d a b a n á todas las iglesias; q u e los asistentes de
los A lcaldes o rd in a rio s ee pagasen de penas de C ám ara, y que
se pubhcase la P ra g m á tic a p a ra qu e n o se sacase oro» n i plata,
n i caballos, d í ganados, ui pan, d í otras cosas vedadas. E n la
In s tru c ción p a rtic u la r se m a n d ó á los Procuradores, pidieran
merced de la fortaleza d e L a ra , y de n o p a g a r servicio; que fue*
ran burgaleses los dos A lcaldes de Corte qu e a ü í h a b ía; q u e el

cuerpo del R ey se m a n d a se dep o sita r en el M onasterio de Mi-


raflores, dejando á ia R e in a en B urgos con el Cousejo y Gober^
nadores, ju n ta m e n te con S . A . T a m b ié n se Ies encom endó, e n ­
tre otras cosas, la fo rm a del encabezam iento de ias alcabalas.
P artidos los P rocuradores y noticiosa la ciudad de B urgos de
q u e el ú n ic o objeto de las Corles de S a ntiag o era exigir u n
cuantioso servicio, acordó escribir y escribió n n a carta á R u iz
de la M o ta y P érez de C artagena, ordenándoles qu e n o otorga­
ra n aervicio a lg u n o á S . M . p or n in g ú n concepto. A u n q u e Bur-
goa conservaba in c ó lu m e su lealtad m o n árq u ic a, e) contenido
de las Instrucciones conferidas á les Procuradores y sus últi-
moe acuerdos, prueban eu disgusto y su energía en loa asuntos
referentes á la gobernación del país, com o lo consignó la ciudad
en m e m orial a l E m p e ra d o r ( I ) . a p e llid an d o in fa m ia y dándose
p or m a y sentida p o rq u e ae afirmase q u e B u rg o s n o h a b ía ser­
v ido á S . M ., com o en verdad lo h a b ía hecho, para esclareci­
m iento de lo c u a l e n v ió los autos y escrituras q u e h a b ían pasa«
do, p a ra q u e real y verdaderam ente 8 . M . se inform ase de
todo.

Toledo aoentad sa iiOtitiid.

Toledo, origen del iDovim iento» ace ntuó de d ía en d ía su


deaohediencia y e sp íritu rebelde. R e u n id o en Consejo el d ía 27
de Febrero (2)» el C orregidor A c nfla les m ostró la c arta del R ey
para q u e n o enviasen otros m ensajeros adem ás de los Procura*
doree lla m a d o s á las Cortes de S a n tiag o , y de nuevo las re q u i­
rió p a ra qu e la cum p liesen, so p e n a de 2 .0 0 0 d u c ado s á c ad a
u n o . C on form áronse c o d esta o p in ió n P edro del Castillo, A l­
g u a c il m a y o r, y D . Jtm n de R iv e ra , R egido r; pero J u a n Pérez
de G u z m á n m anifestó, q u e d ic h a C é d u la era la m á s n u e v a cosa
q u e se h a b ía visto en tiem pos presente« y pasados, y su p lica­
b a de e lla para q u e se enviase á los m ensajeros de la c iu d a d ,
á fin de qu e la presentaran á S . A . D e la m is m a o p in ió n fue­
ron H e r n á n D ía z y P edro M a ra ñ ó n ; pero se a d h ir ió á la s u p li­
cación interpuesta p or Pérez de Q u z m a n , el R e g id o r A n tó n Al*
7arez, el L icen ciado A n to n io de B aeza y los R egidores J u a n
N iñ o , H e rn a n d o de A v a lo s , J u a n C a rrillo y G o n za lo G a itá n .
D . G u tierre de G u e v a ra , q ne era el c an dida to del R ey para
P rocurador, op in ó q u e se cum pliese la C é d u la de S . A . J u a u de
P a d illa , com o R e g id o r, se a d h irió á la suplicación y fu é de pa*
lecer «se enviase á los m ensajeros q u e son idos para q u e , vista
la su p licación é oídos los mensajeros, S . A . conociese q u e ta n to
es lo <iue esta c iu d a d desea en su servicio é qu e es en q u e coD'»
viden p a ra dalles poder. > Cou esta opiciión se c o nform aron los
Regidores 1).. Pero de A y a ia , A n to n io de ]a P e ñ a y J u a n Qapa-
ta . Y el A lcaide m a y o r, D . Ju a ti de S ilv a, acabó p or conform arse
con la o p in ió n de D . J o a n de R iv e ra . A l ver el Corregidor q u e
la votación era c o n tra ria a l c u m p lim ie n to de la orden d e S . M .,

(4) A rd í. gen. de Sim ., Estado, Castilla» leg. fol. 341.


(2) Arch. gen. de Sim ., Comu'iidiuUs d t CmtiUa» leg. 4.^, fol. 20.
ord^uó al E scribano m a y o r y á b u T e nieoteq ue h o de9[>aehA9en
poder a lg u n o p a ra los dichos meusejeros, so p ena de p«rdimieii-
(o de BUS bienes é de estar b u s persouas á merced de S. M . por
v ia de c ib d a d . E l E acribaao m a y o r , J u a n F ernánde z de Oae-
g u era, m ientras n o se le m ostrase C édula, C arta 6 P rovisión de
8. M. p ara q u e el Corregidor le ordenase lo q u e le ordené, ape­
la b a dd ello, iusistiendo el Corregidor en sn m a n d a to y el Fer*
uández en au apelación. E uto u ce s el J u ra d o Je ró n im o de Á v i­
la c o n tradijo la suplicación del E acribnno m ayor, p or c n a n to no
se pudieron n o m b ra r loa m ensajeros p or n o haber Cé^iula de
convine, com o era costum bre; y á esta o p in ió n se adhirieron
J u a n B autista» M ig uel R u is é D iego de R o ja s . lu m e d ia tam e n *
te el Corregidor presentó o tra R e a l C é d u la m a n d a n d o i la c iu ­
d a d otorgase el poder á los P rocuradorea de Cortes c o n ío n n e á
la m in u t a i'em itida. P u e rta á votación la proposición del Co­
rregidor, v o ta ro n con él el A lcalde m ayor, el A lg u a c il m a y o r,
D . J u a u de R iv e ra , L o p e de G u z m á n y D. Gutierre de G uevara;
pero H e rn á n Pérez de G u z m á n d ijo , q u e el poder n o era coU'
forme á los qu e h asta entonces lin h ía n vetiido en lo tocante al
servicio qne p or Cortes p ro m e tió S. M, no ec h a r en esto» Reí*
nos, y el q u e se echó en V'alladolid en estas prim eras Cortes n o
estaba c u m p lid o n i cobrado, estando cerca de dos eño^a p or p a ­
sar; y q u e a l preaente n o veía evidente necesidad p a ra q u e se
echase el servicio conform e á In q u e Im ^ta entonces se h a b ía
echado, q u e era p a ra casam iento de Infantes y defensa del R e i­
n o , y tam bién S . A . estaba d e c a m in o y ofreció su bi^naven-
tu ra d a to ru ad a m u y presto y a ú n n o seiia cogido el servicio
q u e estaba echado c u a u d o 8 . A , viniese, q u e para cuand o S . M .
n o ra b u e n a viniera sería ju s to el servicio, habiendo causa [>ara
ello; y por esto no era en otorg ar el poder sin o con otras lim ita ­
ciones, las cuales puestas él lo otorgaría. Pedro M araA ón, el
L icenciado de Baeza, J u a n N ifio, F e rn a n d o de Avalos, Ju a n
Carrillo» Pero de H e rre ra , G o n za lo de G a itá n , D . P edro Ue
A yaia. A ntonio de la P efia, J u a n (j/spata, H e rn á n D ía z de R i­
vera y A n tó n A lvares, ae adh irie ro n á la o p in ió n de Pérez de
G u z m á n , y J u a u de P a d illa afiadió, qu e el otro d ía antea qu e
se echasen las suertes pensaba decir su parecer sobre e^to del
poder, porque él sabía c o m o cosa notoria, q u e ei R e in o tenía
(DUcha necesidad; q u e a u n las rentas ordinarias con trabajo se
r
p a gaban, y qu e el K e y nuestro Sefior de presente n o te n ía n e ­
cesidad n i pluguiese á D io s q u e ja m á s la tuviera; n o era en
otorgar el poder para conceder el servicio, así por io u n o com o
por lo otro, é q u e l poder p a ra lo dem ás desde luego sería en
ello, coD a lg u n a s lim itaciones q u e p arecían á estos sefiores.
E l m is m o día 27 eu q u e el A y u n ta m ie n to de T oledo se n e ­
g a b a á conferir el poder p a ra conceder el servicio pedido por
S . M . p a ra ausentarse á A le m a n ia , el Corregidor D . A n to n io de
C órdova escribió tres cartas: u n a a l E m p e ra d o r, o tra a l Secre­
tario Francisco de los Cobos y otra a l G r a n C anciller M r . de
Xevres, q u e dicen así:

Carla original (le D. Antonio de Cordova al im perador, fecha


en Toledo a 27 de Febrero de 15Í0 (1).

3(uy alto muy Cotolico y muy poderoso Rey nueslro Señor.

dos letras de V. Magestad he Recebído esta Semana y lo que por


ellas v r s msgt, me mand¿iva.'he hecho y en la manera del nombra­
miento délos procuradores que v. m . m anda qne se hagan para y ra
las Cortes esta cibdad los saco por suertes como lo tienen <le uso e de
costumbre, y para que otorgasen el poder como v. m. lo mandava
por su letra yo les notifique, la cédula de v. mt. de esto y de lodo
lo f|ue les be mandado de parte de v. m t. tienen suplicado como
V. mt. podra m andar ver p o r los abtos y carta (que) al gran chanoí-
ller enbio a quien me remito. Ntro SeAor guarde y pi^ospere U vida
y muy Keal estado de v. al. con acreceotamiento de mas Keynos e
Señoríos. E n Toiedo xxvij de hebrero.— m. p. S .— de rra m al. muy
vmilde servydor y vasallo que sus m uy Reales pyes y manos dr^
v. mad. besa.— don antonyo de cordoua.

Carla del Corregidor D. Anionio de Curdo va al Sr!o. Franelsco de los


Cobos, fecha en Toledo á 27 de Febrero de Íd20 [2).

Áíagnifico Señor,

dos letras de vra mrd e Recebi do la una a xx. del presente y la


otra a xxnj— del mismo por entrumas beso las manos a vra md.

(4) Arcb. gen. de Sim .. Comunidades de Castilla, leg. 1/ , foi. 123.


(5) Idem id ., id . id.,.fol. 4 H .

T omo x x x v
este e Rccebydo muy grande en sprovar vra m d. lo que aquy e
hecho. Syenpre me de dyos gracias con que pue<ía mostrar Lo que
deseo servyr a su magestad en todo lo de adelanic Mgyre el man<
damyento de vra md las cartas que escrevy a los tres desle fueron
con uu correo esperto que despacharon unos gynoveies ase dycho
que muryo en el camyno el orle (síc) de correos que tenemos
aquy me que no se perderán las cartas | lo que hasta oy a pa>
sado vera vra md por la letra que escryvo ai suñor cbancyller con
todo lo demas que enbyo que es lo que e podido aver con toda
buena m aña, convyene que con toda presteza se me mande lo que
tengo de hazer porque lo de aquy a rni ver rrequyere ya rezyo cas-
tygo según se va desvergon<;ando la cosa con toda dcteniiyndcyon
como se ve por lo que se baze.
a lo de la elecyon de los mensajeros que estos Regydovea an he­
cho quanto a sydo en m uy e ecbo asy por penas como por maña y
como ellos son cydad y comygo no avya estacfo mas que don gu»
tyerre eiygeronlos aunque les mande que no lo bizyesen como es­
tán lodos en un voto apelan de lo que les mando el escrybano no
les dyo poder por las penas que le puse m«s oy como vra md vera
por los abtos que pasaron se lo otorgaron ellos se parlyeron secre-
tamente oy de aquy fyngyendo que van a sus eredades crea w a
m d . qne no queda cosa por hazer délas que puedo como se vera por
lo que enbyo.
en las penas de cainara no ay dineros y sy^un veo cada dya serán
menester desp<icbar correos suplyco a vra m3. mando proveer de
donde se an de pagar los que enbyare porque los pasados y esle yo
los e pagado.
por el Secretaryo e hecho )o me a mandado y el al otro dya sa-
bydo que la traya mandada et rnysnio me dixo que la dyese siem­
pre le sirvo en lo que puodo no se a hallado en el ayuntamiento en
nada de lo pasado | el S. don francysco de mendosa me a escryto
que espera un c r y ^ o suyo que a enbyado a vra md para luego par*
tyrse supUcoa v. md syenpre me escryva lo que de aca le parece
porque signn el temor tengo de no err«r es gran mrd la que recybo
en ver letra de v. m d. cuya magnyfyca persona nuestro Señor guar-
de y estado prospere en loledo x xvij— de hebrero.— besa las manos
a vra m d.— don antonyo de cordoua.»
Carla original M Corregidor de Toledo D. Anlonio de €ordova
al fr a a Canciller, fecha en Toledo á 27 de Febrero de 1520(1).

m u y illustre Síñor.

el luQes que se contaron veynte del presente escrevi n V. S. lo que


hasUi estonces avia pasndo en el ayuntamiento destd cibdad el mier-
coies siguiente Hei^ebí el despacho que se me enbio de Burgos a
veynte de hebrero y aquel dU aun que hera honlinario de ayunta«
miento por ser ññ^ia y prim er dLi de quaresm^. pid¡er«¿nmd algunos
Regidores que diíiri(»SK el ayuntiimiento hasta el viernes siguienle.
yo aun que lo avia g;ina porque crey.i que no p^iÜa ta r ja r res­
puesta do V. S.* de aquel dia ynrormemd syn mostra lies tener v o ­
luntad a el)o dol escrivano de ayuntam iento sy se solía liaser lo que
me pedian porque en todo se guardase el uso y costumbre de la eib-
dad sabido del que se suele hater ansy mande que se difiriese hasta
el viernes el ayuntamiento, y como el mismo dia dada 1« una Uecebi
el despacho en l<i hora mande conbidar pjra otro dia Jueved ayun>
tamiento para ver cierta cédula que de Su nns^t. me hera llegada.
juntáronse el jui?ves en ayuncamiento do vieron )a ceJu U de Su
m a^t. con l:i qu<il es Ilequeri alteráronse algo diciendo que era cosa
nueva y nunca viat?i que Su m gt. les escusase que nu fuesen a su-
pjicalle lo que le i convenia. y com ) a cosa de gran novedad querían
aver su acuerdo para respm der y para esto quo se cunbíJase para
oy lunes, yo les dixe que sy bien entendía la cédula de Su magL por
ella les dava la libertad para que con los proijuradorc^ que sacasen
para \as cortes enbiasen a suplicar a Su iiMjjt. lo (¡ue quisiesen a
esto Kespondieroii que para las suertes que se avian de hecharde
ios procuradores esta van co ubi dados para el viernes siguiente, que
entonces los sacarian aun que les poreci.i gran novedad lo que Su
mgt. por aquella cédula que les avia notiñcado mandava por ser la
dilación de u n dia poca y el alteración que tenian mucha no los
aprete mas de hizellos que conbidasen para eoliar las suertes el
viernes siguiente y con esto se desparcío el ayunta:nieuto eí jueves.
el viernes sygniente se juntaron en ayuntamiento para echar las
suertes y venidos a meter los nombres do aví<in de estar no metían
a m i ni a m i alguacil mayor en las suertes como lo solían hizer. pre*
guntada la causa de aquella novedad, dixeronme que avia previsión

(1) Arch, gen. de S im ., P. R., Comunidades de CmiUla, log. 1.°.


íol.
de Sus altezas en <]ixe manda van que e\ alcalde mayor por quien yo
tengo voto y ei ulguuci) innyor no eutraseioos en las suertes | vistn
la provision yo díxe que aquella no bablava con el corregidor ni su
alguacil mayor syno con los oíicliiles naturales y que por esto quoria
suplicar della que durante tui Suplicación no hera bien quitarm e U
posysyon de entrar un las suertes Hespondít'ron que hern híen lo que
dezia y que entrellos y m i no pudia ;iver oiro juez syno el rrey
nuestro Señor, que sa d^ñriese el echar de las sueltes h<ista quo su
inagt. mandase sy avia de entrar en ellas o no entendida la dilación
que querian tomar drxeles que \o tenia en mas cum plir el mnnJa*
m i«nlo de Su ma¿¿t. sin dilación como lo inandava que el ynlereso
que so me po<iia seguir de la procuración sy me cupiese que portan*
to no parando }>erjuyzio al oíicio para lo de adelante que hcciiasfn
U$ suertes cnirr ?llos y aunque vvo algunos que con esta c^iusii qui>
sieran dexar de eciiar las suertes no se pudo escusar y echiidas cupo
la suerte a don Ju<in de liibera Bexidor y a Alonso de Aguirre jura*
do. y conbldiíS^ par» oy lunes para otorgar el poder y h;izer los ca­
pítulos que an de llevar los procuradores de que se dio cargo que
los hiiiesen a don gutíerre de gueuara y a hornando de avalos y dos
jurados en mi presencio como se acostumbra liazer y con esto se
despartió el ayuntamiento del viernes.
este dia el mae$lre»>scuela de toledo en el cabildo de la yglesia me
dizen que les dixo a los canon ígos y dinídddes que esta van presen­
tes que ya sabia n como los mas Regidores <leU cihdod esta van ^n en*
bíar mi;ns<ijeros al Rey nro. Señor, y que ^stos tenían y;i elegidos
que hera bien que por el Cabildo de esta Santa yglesía se les en-
biase a ofrecer toda cosa, pues veyan los inconvínientes grandes que
se seguían de la yda de su niag. deste Uey no y por este mo^lo m e d i­
te n que alargo su razón quanio pudo contradixotoel deán y don pe-
dro de mendo 9 a y el capollan mayor y todos los otro.^ votos fueron
en que se liiiiese el ofrecimiento esto me ha dicho el deán que paso
ansy y que en casa del maestre escueU se an juntado los llegidores
que andan en esta cosa a platicar en la liviandad rn q u e están y que
a llí cree quo sean hecho los capítulos que llevan don pero hiso y don
alonso suarez y con gran secreto me dio el mismo deán este trasla*
do que aquí va díziendo que lo avía ávido de quien avia comunica­
do con ellos bien creo que deven llevar mas destos que a V. S.* en­
bio aca no sabe nadie que an llegado á m i noticia n i se lo doy a en­
tender.
algunos predicadores an hablado y habU n en los pulpitos muy
sueltamente aprovando lo que estos Regidores ha^en y pidiéndoles
que esten en ello y diziendo el gran daño que al Reyno viene déla
^da de S u m t. con otras irtucbas cos^s \h\r.\ n lte n r el pueblo, estos
son el prior de San pedro m ártir y un tr^yle de San ju a n de los Re­
yes y el obispo c«inpo canóniga desta y^lesia no les be hablado por*
que creo que lo barlan peor sy vioran qud hago chso escrivame
V. S.* lo que en esto m anda que se haga porque me d ite n que se
alargan en esta platica mas que devrlan.
ia semana pasada fui a vísjdoq u e don pero laso escrivia a v a lla ­
dolid a un jurddodestaciu'iad que esta allí entendiendo e n e sU oosa
en que andan sygun parece y tuve aviso quando partía el mensaje--
ro y enbie doshonbreicon un alguazil y fudrii de la ju rís d ic io n üesta
cibdad diciendo que hara Udron lo tomaron y calaronle las cartas
que Ilevav 4 syn que lo viese tr<tslad^se esta que aqai va y tornose
ii cerrar como yva y dieronselasal mensajero syn que el supyese que
se avia trasladado yd isie nd o q ue no h e rj el el que busca van ied e*
Xiiron y rd o dello aviso a V / S.* porqug el jurado esla en valladolid
de quien se podra aver mas larga ynformacion de lo que allí ha he-
cbo y no se sepa que de aca se enbio la carta ni el traslad ) de los ca­
pítulos porque seria avisallos para lo de adelante.
don pero bso y don alonso Suares de toledo y el Jurado h ila y
iklonso liorllz jurado me dizen que partieronayer de aquí Qnjendo yr
a sus lugares y oy por lo que V. S.* vera en el abto q u e enbío del
ayuntamiento mostraron los Uegidores que los eligeron que van a la
corte y syn poder sygun parece por la priesa que oy se an dado ea
otorgarse? lo.
oy estando en el ayuntamiento entro el arcediano de m adrid con
una caria de creencia do aquella villa en kase (sic) saber a esta cib^*
dad que en todo la an de seguir como a cabera del Rey no que le
bügan saber en lo que están porque en todo se jun taran con ella y
aunque yo le Respondi que esta cibdad tenia saca Jos prcx^uradores
püra enbiar a la corle como Su m agl. manda va que alia se verian y
quede presente no avia mas que desilles bien creo que abran habla­
do largo con el a e^conilidas U carta venia ñrrnada del escrivano
del ayuntamiento de m adrid y deiia que bera escripia con acuerdo
de algunos regidores y cavalleros y escuderos y comunidad de aque*
lia villa.
tam bién entraron en el ayuntamiento oy el obispo campo y Ate-
bedo canonígos desta yglesia a ofrecer lo que quisyesen del cabildo
de la yglesia para los mensajeros que querían enbiar. enbioseies de
la cibdad a dar gracias por lo que les ofrecían de parle de los Seño^
res de la yglesia y que al presente no avia en que ponellos. dizenme
que este ba removido el maestreescuela coini> arriba digo.
por lo que va en el ablo de oy vera Vra. 8 * en quan poco se tiene
lo que les mando pues con üezírq ue apelan dello como es la mayor
parte de la eihdad p<iSAn por cibdad conforme a sus hordenan^as y
fuero reai lo qne quiem n para esto sera bien sy a V. S.* pareciere
que se enhie una cédula para el escrivano mayor del ayuatümiento
y su 1ugarlen i en (e en que se les mande que a u n ju e sean los mas
votos que loque conlradixere la justicia en servicio de su m a^l. que
mandándole la justicia que no lo de que detenga ei tal abto o escvi*
tura hasla que su magt. sea informado*
la segunda cédula que su magl. enhlo a esta cibdad presente oy
ya que vi que eslavan para votar en no otorgar el poder que sn magt.
Ies enbio como lo hisieron pensando que con t^nta merced y buenas
palabras como su magt. les dezia en ella hizieran loque se lesm<m-
dava pero pareceme que están determinados eo seguir so mal pro­
posito I y aun alpo oy se an desvergonzado ni^s que suelen parece-
me que es menester castignlios yo no lo he hecho oy porque su
magt. no se de que sera servido pero todavía di^o que an menester
castigo y rezio quier d^ndogeloaca o mand<indoles parecer por ce*
dulas su magt. aila por qualquier via conviene el remedio presto, á
don juan de liihera que es el que ha de yr por procurador a las cor­
tes dire que se parta con el abto de oy y al tanto al jurado no se st
querrán esperar lo que su magt. les enbiara a mimd<ir.
oy me ha dicho el ynquisídor mendosa que abia oydo al jurado
bortͣ que despues qoe gonzalo gaiian Hegidor vino de ba roe lo na
avia dicbü a estos Regidores que esta uegociacion dava alg ún temor
en la corte y que despues aca que el vino an estado mas rezios en
ella aviso dello a V. S / porque se provea lo que mas convenga a
servicio de Su magt.
sy Su magt. fuere servido menester es que se me den los veynte
y cinco bonbres que se d»van a Mosen ferrer y al conde de palma
corregidores que fueron desta cibdad porque según estos Re^idorei^
andan alterados menester seria que ia justicia anduviese mas acon>
paliada que hastii aquí a andado.
en las penas de Gomara no ay dineros smtes en las quem as que se
an tomado al Recebtur al&*)n9 a a la Camara j>or quinze m il marave»
di^ los correos que he despachado y este he pagado yo suplico ¿
V . S.* pues cada dia convendría avisar de lo q u e a q u i pasa me m an­
de baier saber de que se pagaran los mensajeros.
beso las manos a V. muchas veces por aprobar por bueno lo que
aca he heclio. Crea V. S / que no me falta deseo mas crecido que
otro para servir a So m»*gt. y este yra siempre en crecimiento, la
carta de Su magt. se dio a don gotierrede guevara y ei esta en Ío de
a q u í como verdadeio servidor de So magt. | las cartas que escrivi
m
«I V. S.^ a tres de bebrero se dieron al oste de correos de y el
dise que darH quenla dolías, nuestro Señor la m uy yllustre persona
de V. S.‘ guarde y estado b¡en«iventuradamente prospere en toledo |
xxvij. de liebrero pues estos esUn determinados en no otorgar el po­
der como de alia vino V. S .‘ provea con toJa presteza lo que fuera
servido de Su magestad.— de S. muy cyerto servydor que Sus
manos besa.^-don Antonio de Gordova.

£1 mes de Febrero u o te rm iu ó s iu q u e se dirigiese P ro v isió n


¿ D . D iego Osorio, Corregidor de C ó rd o b a , con íecha del 28 (1);
coucediéudole liceo cia p ara venir á la Corte, dejaudo p ri enero
u o iu bradas las persunae qu e h a b ía u de aer Procuradores á C o r­
tes « y 6iu qu e en la m is m a fecha se expidiese C éd u la á D . J u a u
M a u a e l, E m b a ja d o r eu R o m a (2 ). p a ra que suplicase a l P a p a
m andase conceder u n a itesciba en favor de J u a u de H errera y
J u a u E sp in o sa , h ijo s del D r . E spiuo sa, de V alladolid » hasla
eu cauti d a d de 500 du c ad o s de oro de préstam os ó benefìcio 9
eu ios O bispados de Z am ora, O sm a ó Segovia, siu perjuicio del
P a tro n a to R e a l del O rd in a rio y de los h ijo 9 patrim oniales. £1
Corregidor de V a lla d o lid , D . J u a n de AcuQa« en carta al S e ­
cretario Cobos, del m ism o d ía 28 (5), le p a rticip ab a las d ific u l­
tades q u e ofrecía el otorgam iento del poder, pues si bien u o h a ­
b ía discordia en la elección de Procuradores, no estaban los
Regidores m u y conform es e u otorgar el poder de la m auera
q u e se envió. E sta n d o en el A y u n ta m ie u to , eutró el G u a i'd iá u
de S a u Fraucisco y dejó u u a carta á los Regidores de ciertos
religiosos de la c iu d a d de S a la m a n c a , en q u e les decían cosas
de gran im p o rta n c ia p a ra el servicio de S . M . Y qu e asim ism o
h a b ía llegado o tra carta de Z a m o ra , ig u a l á la q u e S a la m a n c a
h a b ía escrito á V a lla d o lid , y leA parecía todo m u y b ie n , y q u e
se d eb ía c o m u n ic a r y d a r parte ¿ las ciudades de León y B u r ­
gos p a ra q u e todas fuesen eu u u parecer. C o m o resulta com ­
p rob ad o, la p ro p a g a n d a revolucionaria se h a cía descaradameu-
te y á ella a y u d ab a el clero secular y regular.

\\) Arch. gen. de S im ., C ám ara, lib. X Ü V de Cédulas.


(S) Idem Id., Cédulas, líb . XLI, fol. 44.
(3) Idem id.> Comunidades de C astilla, leg. foÍ.
-‘T»:
r ’-I.

i'îW Î

•«Í*í>«í1í
Marzo de 1520.

SUMARIO

0. Carlos en V^lbiHotíd.— Pretoniúones que formalizó.—Contesta*


ción que merecieron.— Llegada é influencia de los com(.*^ionndos
de Tolddo.— Rounión con los de Salam anca.— El Rey, disgustado,
resolvió partir á Tordesillas.— Actitud del pueblo para im pedirlo.
— Se realizó la partida violentamente.— Inútiles averiguaciones
acerca de quién tocó la campana de San Miguel.— Incidente ocu*
rrido en Vaiiadolid entre el Rey y D. Pedro G irón.— Juicio de
i^ártir de Anglería respecto de las Cortes convocadas en Santia­
go.—Toledo otorgó poder á sus mensajeros.— Permanencia del Rey
eo Tordesillas.'— Conterencias con los comUíonados de Toledo y
Salamanca.— En Benavente el Consejo opluó se procediese con ri­
gor.— Rectificación de los poderes de los Procuradorc/s por Madrid.
— Critica de la politica imperial.-—Notable Instrucción de Segovia
úsus Pmeuredores.— LealtaJ de Cuenca y Burgos.— Coníirmacíón
de los privilegios á Santo Domingo de la Calzdda.— Apertura de
las Cortes de Santiago.— Consecuencias del fallecimieoto del Obis­
po de Palencia. ^ P ris ió n de un fraile de San Francisco.

Estancia 7 pr«i»B8ion«8 d»l en Valladolid.

D el a l 4 d e M arzo perm aneció D . C arlos en V a lla d o lid ,


resideucia de La C a u c ille r ia y del Consejo. E l re sidir a llí laa pria*
cipales personalidades del R e in o , c o u le nía el m o v im ie u to i n i ­
ciado p or Toiedo, s iu qu e por ello escasearan los adictos u i h u ­
biese m ás tra n q u ilid a d eu los espíritus. N o ae o b lig ó á D . C a r ­
los á ju r a r los fueros y libertades aotes de entra r en la ciudad>
com o aconteció ea Burgos; pero, eu c am bio, el d is e n tim ie n to de
v oluu tad es eutre ©i R «y y di pueblo fué m és notorio, y éste mos­
tró su desagrado alterando el orUeu público y despidieudo a l
B m p e ra d o r electo de m a u e ra h a rto vergouzosa.
E l crouieta S a n d o v a l (1) fu é q u ien su m in istró mayores deta­
lles p a ra poder apreciar lo q u e en V a lla d o lid aconteció en la
breve estancia del M onarca. L as depredaciones de los Hameu-
cos, la no tic ia de la p a rtid a del B ey , ea escasa residencia ea
B urg os, la n e g ativ a de M r. de X ev res á tener Cortes eti V a lla ­
d o lid , la sospecha de qu e la convocatoria p a ra Santiago sólo
tenía por objeto p edir u n extraordinario servicio cuand o a ú n no
estaba cobrado el anterior, la concesión é. los estraujeros de los
m ás codiciados cargos públicos, y otros varios hechos q a e u o es
necesario relatar, h a b ia u creado u n general disgusto en el R e i­
n o , evidenciado p or la actitud resistente de las principales c iu ­
dades y v ilias, q u e a m e n g u a b a el debido respeto ó. la a utoridad
R e a l, com o lo dem ostró el insolente D . Pedro G iró u , y com o é
d ia rio se p ro c la m a b a en los p ú lp ito s y en las iglesias.
M a l aconsejado D . Carlos p or sus íntim os, tan pronto com o
llegó á V a lla d o lid congregó en su P alacio á la Ju sticia, R e g id o ­
res y Procuradores m ayores, y les participó los m o tiv os q u e le
oblig ab an á ausentarse de E s p a ñ a , para posesionarse del Im p e ­
rio de A le m a n ia , y la necesidad eu qu e se encotitraba de q u e se
repartiesen en C a stilla trescientos cuentos de m aravedís por
cabezas y servicio, c o m o pensaba dem andarlo eu las pi ó zim as
Cortes. Ofreció regresar de a llí á tres años, y reconociendo que
lo qu e V a lla d o lid acordase lo im ita ría n y seguirían los dem ás
tugares del R e iu o , te rm in ó ofreciendo á d ic h a v illa las m erce­
des q u e en \$.r Cortes sus Procuradores le pidiesen. Presencia­
ro n esta conferencia el A rzobispo de S antiag o, el O bispo M ota,
el Conde de B enavente, e l M arqués de A sterga y M r. de X e ­
vres, q u e coustantem ente perm anecía a l lad o del R ey.
L us convocados p id ie ro n plazo p a ra deliberar, y re unid o el
Cousejo m anifestáronse diversas opiniones; pero la m a y o ría no
encontró m edio de poder com placer a l M onarca, para c u y a re.
soluciót^ in flu y ó bastante la m u rm u ra c ió n y el estado de la opi*
n ió n pública, n a n e a despreciable. C o n trib u y ó á acalorarla i a
lle g a d a á V a lla d o lid de lo s mensajeros de T oledo, q u e inmedia-

(<) Sandoval, ftistoria del Emperador, lib. V.


ta m e ü le , y com o eo triu n fo , según d ijo Ferrer deÍ R ío , se en-
cainiiiaroD á 8 au P a b lo , d ou de se b a ila b a re u u id o o l Couaejo, y
tra ta ro n de atraerlas á su actitud . D . fíe r n a u d o E iiríq u e z , her*
tu a u o del A lm ir a u t« , les contestó qu e ellos u o h a b ía u a ú n de­
berm i n ado lo q u e coQ veuía hacer, y p a ra resolverlo eetaban
re u n id o s, y entonces los m eusajeros toledanos se dirigieron á
P alacio.
E n tre ta u to , V a lla d o lid acordó rogar a l R e y qu e residiese en
estos R einos, y no sólo los trescientos cuentos q u e pedía, sino
todas sus haciendas se gastaríau en su servicio ( 1 ); m a s p ara
irse y quedarse el R e in o sin su persona y sin los dineros, para
llevarlos á R e iu o s extrafíos, q u e n o era bien, n i ellos vendrían
ja m á s en ello, n i n n u c a D ios ta l cosa quisiese. Jn u ta s , consul­
tas, ruegos y am enazas, todo se em pleó p a ra q u e V a lla d o lid
modificase su actitud ; pero todo fvié eu vano. L os q u e reeistie'
ro n el ruego del R e y fueron arrojados del Consistorio, c a lific a '
dos de desleales é in ju ria d o s de varias m aneras. C orrió la n o ­
tic ia dei suceso, y el pueblo m o n tó en cólera y d ió libertad á la
lengu a y a l ju ic io . A s í estaban los á n im o s el tercer d ía q u e el
R ey perm aneció en V a lla d o lid , y h a b ie n d o circulado el falso
ru m o r de qu e el R egim iento consentía y firm a b a el R e a l deseo,
se a m o tin ó el p u e b lo , y euojado el R ey ordenó p a rtir p a ra Tor*
desillas.

Goaferencias con los mensajeros do Tolodo.

A lonso H o rtiz, Ju ra d o de Toledo, facilitó á lo s mensajeros de


esta c iu d a d el acceso á la R e a l C ám a ra , don de se reunieron con
los com isionados de S a la m a n c a , y a u n q u e llegaron á presencia
del Soberano, sólo escucharon q u e después de com er y o ir vís­
peras saldría de V a lla d o lid . D . P ero Laso de la V ega contestó,
segúu Ferrer del R ío (^2), q u e m u c h o m ás ib a en qu e S . M . les
hiciese la merced de escucharles, q u e en d ila ta r u n poco de
tie m p o su p a rtid a , y m á s siendo el d ía ta u destem plado y IJO '
vioso. Pero la a c titu d del R e y n o se m odificó, y todo lo qu e ob*
tuvieron los com isionados de T oledo y S a la m a n c a fué la pro^

(<) Sandoval, H istoria del Em pei'odor, lib , V, pág. 4W.


(2] Ferrer del Río, Decadencia de E spaña, pág. 38.
mesa d « escacharlos naeTamente « u el p u e b lo adelante de Tor-
desillasf c a m in o de S a atia g o , lo c ua l proporcionó á aquellos
Regidores y Ju ra d o » el c a m io a r detrás de la c o m itiv a R eal» cou
desdoro y m e u g u a de su com isióu y represeutaciÓD.

^ol«nt& partida d«l Rsy.

L os vallisoletauos o o dierou crédito a l proyecto del R e y de


ausentarse de ia v illa á los tres días de perm anecer en ella; pero
c u a n d o advirtierou los preparativos de m a rc h a y la in u tilid a d
de los ruegos qu e se d irig ía n a l M o n arca, la m u c h e d u m b re se
alborotó; sonó la c a m p a n a de S a n M ig uel tocand o á rebato,
com o eu los grandes conflicto?, y cuenta el caballero Pero Me-
j ía ¡1 ) que. luego qu e fué oida» ein eu tender ni saber para qué
to m a ro n las arm as coa q u e se pudieron h a lla r cinco ó seis m il
hom bres del p ueblo, y viéndose así a rm ado s, m uch os quisieron
estorbar la p a rtid a del E m p e ra d o r á tiem po qu e é l sa lía y a de
su posada p a ra c am inar; y cuand o llegó á la p u erta de la v illa ,
a cu dió parte de la gente qu e se h a b ía ju u ta d o , q u e p o r lo m u ­
cho qu e llo vía se h a b ía algo detenido, y algunos de ellos acó*
m etieron á cerrar la puerta, y p or Ja g u a rd a del E m p e ra d o r
les fué resistido; y a u s í prosiguió su c a m in o , y el lu g a r q uedó
m u y escandalisado y alborotado de lo q u e h a b ía n h e c h o , y
otros de verlo hacer; pero com o la cosa n o h a b ía ilevado fu n ­
d am en to n i causa, luego se acabó y a m a n só el tu m u lto , y que­
daro n confusos y atajados del desacato q u e h a b ía n hecho. F e ­
rrer del R ío , q u e siguió ei relato de M ejía y S a n d o v a l, dice que
el viaje del R e y m ás pareció el a b a n d o n o en a d e m á n de fugiti>
vo de u u a p oblación de don de m u c h o s de sus ascendientes
a co stu m braron á s a lir bendecidos y llorados.
G r a n em peño m ostró D . Carlos en q u e se averiguase q u ié n
fué el qu e tocó la c a m p a n a de S a o M ig u e l el d ía qu e p a rtió de
V a lla d o lid . E l 7 de M arzo desde Tordesillas ex pidió R e a l C é ­
d u la a l Consejo R e a l (2 ), agradeciendo m u c h o el trabajo y di-

{i] Pero Mejía, Relactán de i<tí Comunidades de C astilla. B iblio»


leca de Autores españoles, tomo X X I, pág. 374.
(2) Arcb. g e n . de S im .. Cédulas de Cám ara^ lib. L, fol. $.
]igencia q u e h a b ía n puesto eu aver eL h o m b re q u e t a ñ ó la cam-
paua> y re cni ti éu dolé las cartas pedidas p a ra delegar eu pereo-
u a s qu e bubieeen de entender en el uegocio y castigar los cié*
rigos qu e fueroQ culpados. E n otra R e a l C é d u la del d ía 9 (1)
a l D r. CorDejOj Licenciado G il G o nzález de A v ila y Licenciado
R o n q u illo , A lcaldes de casa y Corte, se h a cía constar qu e era
portugués el q u e re picó la c a m p a n a ; qu e h a b ía algunos pre 8<»s
qu e deb ían c o n tiu u a r á buen recaudo, y q u e se enviase relación
de todo p a ra dispo ner lo conveniente. Y D . H e rn a n d o E n r i ­
q u ez, h e rm a n o del A lm ira n te , con fecha 7 del m e ncionado
mes (2} escribió ¿ M r. de X evres u n a carta h a b lán d o le del t a ­
ñ im ie n to de la c a m p a n a y de u n o s carteles qu e se pusieron eu
ciertas partes, lo q u e h a sta entonces n o h a b ía p o dido saberse,
pero todo era liv ia n d a d qu e el R e y n o de b ía teuer eu n a d a .
T ra b a ja r ía por el sosiego de a q u e lla v illa y de todas las dem ás
del R e in o , y u n a de las cosas q u e m á s c o n v e n ía n era poner p or
Corregidores tales personas, q u e allende de ser servidores ver­
daderos de S. M ., supieran tem p lar las pasiones de los R egido*
res y sosegar los ím p etus de la C o m u n id a d , y esto conv enía
m u c h o m ás en a q u e lla v illa q u e en o tra parte. R e co m e nd ó
p a ra Corregidor de V a lla d o lid á Pedro O renze. p rim o del O b is­
p o de B a dajoz. C o m o el cargo se h a b ía provisto en el M arqués
de Falces, a ñ a d ió E u ríq u e s por postdata, q u e a u n q u e Falces
era b u e n a persona p ara otras cosas, p ara el C o r r a i m iento h a ­
c ia m u y poco a l caso.

ProvM»dor4 acthnd de D. Pedro GirÓQ.

O tro incidente ocurrió en V a lla d o lid antes de la p a rtid a del


R e y , qu e señalan todos los historiadores; pero n in g u n o de ellos
con tantos detalles com o dejó consigo ados el c ro a ista S a n d o *
v al eu su celebrada historia ( 8 ) . Refíere q u e c u a n d o D . Carlos
estaba en V a lla d o lid rodeado de su Corte, entró en la R e a i es­
tan c ia D- P edro G iró n , h ijo m ayor del C o nd e de U ru e ñ a , y re-

(1) Arcb. gen. de Sim ., Cédulas de Cóm ora, lib . L, fol. 16 vuello.
(3] IdeiQ ¡d., Cámara, leg. 165. sin folio.
;3¡ Sandoval, Historia dei Empentdor, pág- t47.
cordò m u y eu p ú b lico que, p a r R eal C é d u la fechada eu Barce-
lo u a á l.'^ d e M arzo de 1519, le p rom etió qu e venido á C astilla
m a n d a r ía qu e aum aria m e n te se viese y detenaiua.^e la ju s tic ia
qu e tenía a) E stado de M edi nasi do m a p or parte de D o ñ a M en­
cía de G u s m á n » su m u je r, b ija del D u q u e D . J u a n , y a difuoto»
y qu e deepaé«, lo m is in o en B u rg o s qu e en V a lla d o lid , se lo
h a b ía v uelto á recordar y s u p lica d o , y pues 8 . M . n o le h a cía
ju stic ia , é l entend ía to m a rla por su m a n u , 3' q u e sobre u u a g ra ­
vio tan g ran d e y s iu razón tan p ú b lic a y conocida, c o m o S . M.
le h a c ía eu lo presente, h abiend o perm itido q u e se hubiese he*
c b o con éi c o n tra su ju s tic ia y contra lo q u e S. A . debía á su
R eal p a la b ra , y h a b ie n d o él c u m p lid o ta u la ic a m e n te con to*
dos los cum p lím ieotos á su le altad debidos, u o le qviedaba més
q o e decir n i q u e h acer, sino q u e S . M . supiese que, en defecto
del remedio q u e n o se le h a b ía d a d o y de l a gran sinrazón q u e
agora se le h a b ia fecho, é l p o d ía y bien pensaba usar de todo
a q uello q u e las leyes de estos R e in o s de E s p a ñ a disponen en
rem edio de los caballeros agraviados; y p a ra esto bastaba pedir
licencia á S. A ., com o la pedía d elante de todos los presentes,
p a ra u s a r de ella sin qu e se le diese. D ich o esto, se h in c ó derodi-
Has y besó la m a n o elL R e y , q u ie n a lg o a ltera do contestó lo si­
guiente: «D . P edro cuerdo soys, uo pienso q u e hareys cosa p or
do yo sea obligado á castigaros; p orq u e sí lo fìcieredes, m a n ­
daros e castigar.* D . P edro respondió: «S eñor en azer lo que
dig o, u o hago cosa q u e n o n de va, y n o la faciendo vuestra m a ­
gostad u on la far» consigo. Q u e aquellos d on de yo vengo, n u n ­
ca pensaron fazer cosa qu e no n deviessen, n i yo la pienso fa-
zer. L o qu e yo os e dicho señor qu e haré es, entender en el re*
m e d io de m i ag ra v io , conform e á lo qu e se perm ite p o r las le­
yes destos R einos: y si p or h a zer y o lo q u e debo, entendiere-
des voe señor e u castigarm e, vos vereys si hazeys en ello, lo
qu e á vos m ism o deveys.» A esto d ijo ei R ey: « Y o pieuso haze-
ros ju s tic ia D . P edro, com o os h e d ic h o , y he c um p lid o lo que
os tengo prom etido.» R e p lic ó D . Pedro: «Señor s o y s m iR e y , y
u o os quiero responder; lo q u e vos m e pronietistes a q u í está en
eeta C édula y luego se puede ver^ y lo q u e ayer se ñzo en vues*
tro Consejo, oy está m u y bien sabido;* y dic h o esto, lo p id ió
p o r testim onio. E ntonces el M arqués de V illena» q u e era u n o de
los presentes, dijo á D . Pedro G irón qne n o hablase m ás, y D o n
P edro 96 salió de la C á m a ra , y coa él el C o u d e de B eaave iite y
el Condestable, que llegó después de com e nzad a la p látic a , y lue>
go todos los otros caballeros, ju n tá n d o s e en la a n te cám ara del
Rey, d on de D . P edro G iró n c o n tin u ó quejándose del agravio
qu e se le h a b ía hecho en n o c u m p lir c o n él lo qu e el R ey por
su C é d u la le h a b ía p rom etido y asegurado.
H a parecido conveüiente establecer este recuerdo, p orq u e
D . P edro G iró n , cuyas a ntig u as querellas acerca de )a sucesión
del E stado de M e d in a sid o n ia bou b ie n notorias, fué u u o de los
prim eros cau d illo s de la re volu ción , a u n q u e bien presto volvió
á la obediencia del E m p e ra d o r, el c u a l tardó a lg un o s afios en
otorgarle su perdón desde el célebre M onasterio de P re ix del
V a l, en té rm in o de B urgos; y b u eno es conocer los m óviles que
in d u je ro n a l h ijo m ay o r del Conde de U ru e íla á unirse á la c a u ­
sa popular» p a ra a b a n d o n a rla bieu p ro n to , m ás p or agravios
personales q u e p or otros estím ulos ajenos p or com pleto á la na«
turalezñ y carácter del m ovim iento.
Pedi'O M á rtir de A n g le ría , q u e eH aba en V a lla d o lid y era
p aisano del G ra n C anciller y pariente del O bispo de T u y , C o n ­
sejeros ín tim o s del R ey, quienes le ordenaron q u e perm anecie­
se a llí, escribía a l prim ero, con fecha 1.^ de M arzo ( I ) , q u e por
do q u ie ra n o oía m ás qu e m aldiciones; qu e ju n t a r las Cortes eu
S a n tia g o y n o lle var n iás poderes qu e los de obedecer lo que
m a n d a se el R e y , q u ita b a la libertad, y esto se aco stu m braba
m a n d a r á esclavos com prado s. L a concesión del d o n ativ o lia«
xnado servicio, sería p a ra m a l de los españoles. « N o os ñéis de
q u e h a y a cedido B urg os, c iu d a d p rin c ip a l. Se dice q u e ei Maes­
tro M ota, su c o nciu dad ano O bispo d e B adajoz, q u e es sagaz é
in trig a n te , h a corrom pido y sobornado particularm en te á a ig u *
nos de los Regidores para lisonjear a l César y a l C ap ro, á q u ien
teme, y su bir m ás en la ru eda de la fo rtu n a . E l v u lg o , pues,
lia u f^ á este oñeio p a ra con el César, fu e rza, n o concesión;
d u c c ió n . n o v o lu n ta d del pueblo. > E n o tra carta del 5 de Mar-
zo á los M arqueses, sus discípulos (2). les no tificab a q u e el Se*
n a d o R e a l se trasladaba á S a ntiag o . í L os pueblos m u r m u ta n :
dicen q u e es cosa nuev a y d u ra , y ju z g o q u e lo es, porque el

( l) F\8iil Academia de la Historia, Varios» núrn. 663.


{ i) Idem id. id ., nú m . 664.
f u ^ o q u e q u e m a Ia casa está ea case. £ ^ t 06 ñ am e n c o a y fran-
ceses q u e g o b ie rn a o a l K ey, se em pefian y a en que C a stilla pu e­
de y debe ser gobern ada p or la fuerza, E sto do h a salido de lae
ofíciuas bárbaras extranjeras. Loa españoles ladinos q u e buscau
caza con talee inveDCÍoues. aiu q u e ee les dé c uidado d é la ru in a
de su p a tria , eon loe m a q u in a d o re s de eeto. M e tem o a lg u n a
cosa grave, porque el R e y piensa a b a n d o n a r á E sp afia desde
8 a u tia g o .> A m p lia n d o estas noticias, v o lv ió á escribir el 14 ( I )
«que el d ía 4, lloviendo á cántaros, n )o n tó el R e y á caballo
p a ra ir á Tordedillae á ver á su m a d re y pasar el d ía a ll í , y de
a llí é G a lic ia y luego á F la n d e s. L a no tic ia tu rb ó a l pueblo y
m o v ió u n a sedición, porque ae le d ijo q u e los Regidores h a b ia n
conce<lido el servicio s in c u m p lir el plazo del otro. Corrieron a U
g u ü o s á tocar la c a m p a n a de S a n M ig uel q u e sirve p a ra losre-
batos: la tocan, se a rm a el pueblo, se dirig e á las puertas p ara
im p e d ir al R ey la salida, y lo hu biera logrado ¿ n o retardar la
del p u e b lo la g ra n llu v ia . Y a estaba-el R ey cerca de la puerta
por d on de h a b ía de eaÜr, cuand o llegó m u c h a gente del pueblo
arm ada. Los prim eros q u e llegaron quiiiieron cerrar u n a de las
puertas. Se lo im p id ió la G u a rd ia R e a l y salió el R e y . Conviérte-
se la ra b ia del pueblo contra loe Regidores, qu e ee decía haber
concedido el don ativ o, y ee ven eu peligro...... E aio i dispuesto
y a para seguir a l R ey, q u e á estae horaa h a salido de Torde-
a illas.i
M ie n tras los meneajeroe de Toledo gestionaban en V a lla d o lid
qu e el R ey lee otorgase au d ie n c ia para exponerle los deseos de
la c iu d a d , su Corregidor, D . A n to n io de C ó rd o v a . escribía al
G ra n C anciller con fecha 1.^ de M arzo (2), q u e et d ía anterior to­
dos los R egidores, excepto D . Gutierre de G u e v a ra y Lépez de
G u z m á n , otorgaron poder á lo s mensajeros q u e tenían enviados
a l R e y , lo cual n o p u d o im p e d ir p orq u e apelaron de todas sus
providencias. E n cu a n to á los poderes p a ra loe Procuradores á
Cortes, dijeron q u e n o loe otorg arían sin los aditam entos vota-
dos el lunes pasado, q u e eran u o otorgar eervicio n i o blig ar sns
personas y bienes com o eu la m in u ta del poder se contenía, y
reaueltos á otorgarlo en esta fonua> requirieron a l Corregidor

(1) Real Academia de la Historie, Varios, f- 4 83, n ú m . 665.


(2) Arch. geo. de $iin«> Comunidades de CasliUa, lib . I, M . 13f.
p a ra q u e coiicurriesd a l o to rg am ie n to , lo c u a l obligó á éste á
salirse de) Coucejo din q u e el poder se otorgase. E l E scribano
d al A y u n ta m ie n to se negó á darle testim onio, lo c ua l era recia
cosa y gran desacato. E l jaevee 1." de M arzo volvieron á re u n ir­
se é insistieroa en su a c titu d , y eí Corregidor ofreció diferir el
otorgam iento del poder cu a n to pudiese. E u ú llim o térm in o , n o ­
ticiab a qu e h a b ía interceptado la carta q u e ia c iu d a d de Toro
eecrihia á Toledo, y cuyo o rig in al n o se h a b ía leído en A yu nta*
m iento. A l m argen del anterior despacho ae lee el decreto si­
guiente: «Respuesta á dou A n to n io de C ordov a q u e le tiene en
servicio etc. y q u e trabaje q u a n to pudiere por b u e n a m a fia com o
86 d ilate el otorgam iento del poder de las Corlee hasta tan to qu e
R e c ib a o tra carta de au m a g d . q u e sería m u y presto sy á el no
le pareciese q u e la cosa esta en tales térm inos q u e otorguen el
poder com o de aca se enhió.>

Kq6 V ^ confereneiis en T o rdnilU s y BenavftZkte.

M ex ía y M á rtir de A n g le ría desde remotos tiem{K>9, y Ferrer


del R ío desde reciente fecha, afirm aron qu e el R ey p a rtió de
V a lla d o lid el 12 de M a rz o y se detuvo u n d ía en Tordeftillaa;
pero el It iiu r a ñ o de F o ro n d a , y» sobre todo, los docum entos,
prueban qu e S a n d o v a l estuvo m á s en lo cierto al afirm ar, q u e
D . Carlos a alió de V a lla d o lid el 4 p ara llegar m o ja do y cargado
d e lodo á Tordesillaa, aco m p a sad o sólo de Xevres, y en esta
v illa perm aneció del 5 6.1 8, p a ra estar en V illa de F rade sel
llegar el 10 á V illa íp a n d o y residir a llí este d ía y el 11. L o q u e
a llí pasó con los m ensajeros de Toledo y con 0 . P edro M aído*
n a d o , qu e después fü é degollado, y A n to n io H e rnán d e z, P ro c u ­
radores á Cortes p or S a la m a n c a , y J u a n A lvarez M a ldou ad o,
Juat^ A ria s y A n to n io , m ensajeros de d ic h a c iu d a d , q u e se u n ie ­
ro n á los de Toledo é hicieron causa c o m ú n con ellos, es m u y
conocido, p orq u e lo relató M exía, y después, con escasas v aria n ­
tes de estiio, lo h a n repetido todos los historiadores. E l R e y ú n i­
cam ente recibió á los menaajeroa de Toledo, á presencia del in *
separable M r. de Xevres, del Caballerizo m a y o r D . Carlos de
L a n o y , del M aestro M o ta , O b ís [)0 de Patencia, de D . G a rc ía de
P a d illa y del Secretarío Francisco d é lo s Cobos. Los com iaiona*
TúH» ZKXT 20
doB de Toledo reprodujd]*ou sus conocidas preteiisioDes, afía-
d id u d o q u e , 6i iusistía en su p&rtidu, dejase ta l ordeo en la go ­
bernación, qu e diese parte delta á las ciudadea d e l R e in o , y
q u e fuese servido de d o pedir q u e se otorgase servicio u in g a n o
p o r entonces. L os de S a la m a n c a reprodujeron Ih m is m a solici>
tu d , y á am bos cootestó evasivamente, diciendo, p or m ediacióu
dei O bispo de P alencia y D . G a rc ía de P a d illa , q u e pues el Con*
sejo estaba eo Beuaven(e> fuesen a llí, q u e les m a n d a r ía res pon*
der. Loa com isionados partieron p a ra Benavente, d on de el R ey
perm aneció los d ía s 12 y 13.

Rigor aooDMjsdo por el Consejo R eal

R e u o id o el Consejo de E stado y G rac ia y Ju a tic ia , o p in ó que


los m ensajeros de T oledo y S a la m a n c a en lu g ar de respuesta y
satisfacción m erecían castigo, y el E m p e ra d o r loa m a n d ó lla>
m a r á su presencia y cou rostro severo, según contaba D . Pero
Laso, les afeó su proceder, rem itiéndolos a l Presidente del Con-
sejo, q ne les d iría lo q ne oonvenia q u e hiciesen. C o n efecto, el
Arzobispo de G r a n a d a les aconsejó, qu e pues ib a n á reunirse
las Cortes eu S a n tia g o , y a llí h a b ría de resolverse lo q u e m ás
convenía a l servicio del R ey y bien general de todos sus sú b d i­
tos, acabaseu de enviar sus Procuradores y n o insistiesen eu
las novedades q u e h a b ía u com enzado. Desoyendo este consejo
los mebaajeros de T oledo y S a la m a n c a , com pletam ente idenií-
ñcados, siguieron sn p eiegriuación h asta S a ntiag o , d on de el
Rey llegó el 2G.

C ritiu de U politioa imperial,

Desde T ordesillas, d on de estsba el R e y el d ía 7, expidió u u a


Rea) C éd u la á la v illa de M adrid para qu e e n m endaran y re ­
form aran loe poderes dados á sus Procuradores p a ra las Cor«
tes de S antiag o. Obedeció la v illa ; pero a l propio tie m p o , coa
fecha del 15 ( l) , elevó al E m p e ra d o r u u a solicitud q u e se h a

(4) Real Academia de la Historia, h'tiebas para iiu slrar la His­


toria de las Comunidades; Ferrer del Río, ApéJiclice 3.*, p ig . 35?.
•cousíderado u h u críLica de la política im pe ria l. A través de
graitües piolestas de lealtad nionárq nicA , resalta m i p ro fu n d o
seiitim ieuto porque faltase en Ca$<illla ia O o ro u a R e a l, pues (os
G ra n d e s q u e q ueda rao a o tendrían necesidad de nadie, y fai*
tftodo necesidad y so b ra nd o convenieocia p or la falta de d in e ­
ro, la gentd m o riría de liam bre. A usentes los oñciales uiás oe-
cesarios p a ra el a ta v io de la Corte, faltaría el trueco, el (uial ce­
sando sería la m ás misei^able tierra, y m ás pobre ésta de cuaa-
tas hubiese en el in u o d o ; y esta gente, p or el consiguiente,
estaría m u y necesitada, en especiai v in ie a d o sobre tantas nece­
sidades del R e in o y haber sacado ta u to dinero del q u e se co­
no cía n o to riam ente en la falta del dinero qu e en é l h a b ía , y en
los g e m id o s d e los labradores q u e erau pies de ia repúbli(^a y
ios veían desjarretados. Los caballeros h idalgos y hom bres de
b ie n , n o teniendo q u ie n les di&^e á comer, n i q u ie n mostrase
tener necesidad de ellos, tem ían q u e perdiesen el a m o r, el c u a l
es el qvie bace m o rir los buenos p or el R e y y p or su república,
y se üonvirtieAe en desam or 6 desesperación, para q u e , com o
cuerpo q u e ra b ia , c o m a á los otros m iem bros, de lo c u a l podían
resultar h u rto s é robos é muertes é otros iu s u lto s d la república
é alteración eu ¡as cibdades, ím p e tu eu los á n im o s , n o seguros
los cam iu os, u i tratos ni ferias y otras cosas q u e destruyesen la
re pública. Ib a n s e á perder las costum bres buenas de estos Kei>
uos; las p uertas de los oficios solían ser letras, fa m a , coucieii«
o la, a u to rid a d de personas, servicios á la C orona E n al. y veían
q u e alg unos, n o siendo 8 . A . dello sabedor, se v e n d ía n é c o m ­
p raban p or a lg un o s m alos vecinos deste R e in o y otras perso-
uas, de m a n e ra q u e n a d ie p ro c u ra b a v irtu d , sino din ero, y los
virtuosos en él encogían, y los viciosos se e ntro m etían. Ijo s pe­
ligros en el exterior p o d ía n ser mayores teniendo los intíeles
c o m o ladrones de casa en los R einos de G r a n a d a y de V a le n ­
cia, cou gran peligro p a ra la relig ión cristiana. D e ja b a n de de­
c ir lo q u e se esperaba c ad a d ía de los francesas en KspuQa. Y
te rm in a ro n c o nsig na nd o , q u e se seguiría g ra u detrim ento <ie
otorg ar c u a lq u ie r nuev a im posición ó servicio; y p a ra todo lo
dem ás q u e de b ía p ro d u c ir eu Cortes, entero p o de r h a b ía n e n ­
v ia d o , y si vuestra alteza recibe la verdad q u e le decim os, co>
nocerá el señalado servicio q u e le hacem os. E s ta so lic itu d u o
p o d ia ser, n i m ás expresiva, n i m á s elocuente.
InstrnMión d« 8«gOTia k sus PrnorAdorM.

Cotí serlo ta c to , lo fué m u c h o m á s la In s lru c c ió ü q ne la cíu-


cíhH (h Segovia d ió á bus Procuradores R o d rig o de Tordesillas
y JuA n V ó zq u e z (1), p a ra solicitar d e S . M . qu e no consintieee
la exlracción de la m o neda de estos R einos; q u e su gobernacióü
n o se encom endase á persoua extranjera, pues el Consejo bas­
ta b a p u ra ello, y q u e los oficios y beneficios no se diesen é. ex-
trnujerofi; qu e m a n d a ra c u m p lir Jo q u e respecto dei encahesa-
m ie n to de las alcabalas se ofreció eD las Cortes de V a lla d o lid ,
pues Iñs pujas y oecim ieiU os causaban gran d a ñ o á estos Rei>
no s, q u e siin^pre q u e se ofrecía servÍKO m u y enteram ente ¿ sus
Reyes y Sefiores cou las personas y haciendas; qu e ordenase &\
OoDPejo votare y seiUeiiciase p or ju stic ia el pleito qu e hacíft
v e in te afios seguía con D , G o nzalo C h a c ón sobre los té rm in o s
q u e q u e ría ocupar eu tierra de Segovia, y cuyo litig io se sus-
p end ió c o n tra lo prom etido eu las Cortes de V a lla d o lid ; qu e se
cum pliese lo ordenado p or la R e in a C atólica acerca de los vasa*
líos qu e fueron apartados de la d ic h a ciudad y tenía D . F ernán*
do de B o bad illa; qu e se la guardase la in m e m o ria l costum bre
d e elegir los Regidores cuand o vacaban, y los Escribanos p or
priv ilegio y costum bre; q u e se les perm itiese a u m e n ta r el s>ala>
rio á los Regidores cuand o fueran á negocios de la c iu d a d 6 á
v isita r los térm inos y tierra de la m ism a; q u e se diese licencia á
los Regidores para usar de las preem inencias y derechos q u e
p o r razón de sus ofícios antigudDieute solían tener, y llevar los
derechos q u e acostum braban llevar; q u e se revocase la feria
otorg iu la a l M a tq u é s de A storga; q u e pues el caso q u e aconte­
ció en c iu d a d c u a n d o el alboroto del D o m in g o de la T r in i­
d a d sobre q u e v ino ei A lcalde R o n q u illo , fn é caso u o pensado*
com o p or l a inform ación parecía, y eu ausencia el A lcalde pro­
cedió contra Francisco de Coiitreras, Kegidor, q u e n o hirió ni
m a tó ó nadie» y en rebeldía fué condenado» y la parte h a b ia
perdonado, qu e S . M . le perdonase su justicii»; y q u e proveyese
el C orregim iento eu D . J u a n de Avala» cu m p lie n d o el año D oH '

(4) Arcb. gen. de Sim ., CorUs, leg. í.®


J u a a de A c u fia . E s ta la s tru c c ió ii te rm in a b a diciendo, qu e eu
^ t a s coflaa h a b ía n de h a b lar y negociar loa Procaradords m u y
•eotoramente p or todas laa m aneras q u e pudieren, y en esta svibs-
'Lancia diesen todas laa peticíoaaa q u e con viniera d, y de parte
d e la c iu d a d no h a b ía u de eutender e u otra coaa p a rticu lar de
u ^ o c io s particulares della n i de aa tierra, a u u q u e d ig a u q u e
l o quiereo hacer en au oom bre ó p or ai, y do com o P rocurado-
rea de Cortes: en n o m b re de la c iu d a d , en laa coa as de Cortes
o n i versales d e l R e iu o euteoderíau cooform e á los poderes c o n
Joa obroa Procurad orea del R e in o .
S egovia otorgó loa poderes cou forme á )a In s tru c ción q u e
•daría Ía c iu d a d , ñ rra a d a del E scribano del Consejo; y.echadas
suertes, c u p o á J u a u V á z q u e s y ó. R o d rig o de Tordesillas, á q u ie ­
nes previno el Corregidor q u e dentro de cierto tiem po se pre<
sentasen eu la Corte d e S . M . y n o saliesen de ella siu su R e a l
lOHudato, so pena de perd im ie nto de los oñcioa; pero c o m o se
puaierou alterados y com euzarou á revocar el poder, dicie udo
•que q u e ría n ir ó d a r cuenta p or q u é u o se otorgaba, el Corre*
g id o r sobreseyó su m a n d a m ie u to , consignando q u e , según le
dijeron, el poder era bastante, pues u o tenía c ondición en to
d e l servicio, y si qo estuviese bien, se to rn a ría á hacer com o se
m a n d a re y con ta aspereza qu e conviniere, com o p ara d a r avie­
so á sus mercedes, de qu e se d iz qu e de alg unaa partes do se
e n v ia b a n buenos poderes, porque puea h a b ía tie m p o , entra
tauto proveyese S . to q u e m á s á au servicio cum phera. E i
L icen ciado D i ^ o de Colm enares, qu e escribió la H istoria de
Segonia, después de haber revuelto los A rchivos geuerales y a l­
g u n o s particulares de la c iu d a d y O bispado, in c u rrió eu la in-
e x a c ü tu d de suponer q u e las Cortes de S a utia g o se abrieron el
Junes d ía segundo de A b ril, presidiéndolas H e rn a n d o de V e g a ,
y ee lim ita á decir q u e fueron Procuradores p or Segovia J u a n
V ázq u e z del E sp in a r y R o d rig o de Tordsaíltaa. P or este silea*
•ció resultan m ás estimables los docum entos q u e a h o ra d am o s á
•conocer.

W t s l de Cnenoa j Burgos.

C on ia rebelde a ctitud de Toledo y otras ciudadea, contrasta«*


iba la lealtad de Cuenca y B urgos, segúu lo com p rue b a la R e a l
C éH nla q u e desde Tordesillns, fechada en 9 de M arzo (1), se
d ir ig ió á la prim era de diobae ciudades, agradeciéndole la coo*
testxcióu q u e b a b ía o dad o á T oledo, y diciéndoles que, conoci­
d a \h p rin c ip a l c&uea p orq u e m a n d ó celebrar les Cortes, debían
d a r ordeD á sus Procuradoi'ea para qu e partiesen con los pode*
res c o m o se les lia b ía u rem itido. Y el J iie s de residencia de
l^uigi>5, en 11 de M ar?o (2)| escribía a l E m perH dor la a ctitud
favorable de la c iu d a d pura 2a concesión del íiervicio» pues
a u n q u e la m a y o ría b a b ía resuelto qu e se concediese de ciento
ciu<'ilenta cuentos, la In s tru c ción ib a libre y le parecia q u e si
8 . M . escribía A B urgos q u e q u e ría tantos cuentos y qu e diesen
lib e rta d & aus Procuradores q u e los otorgneen, creia qu e ]o
b a rín n com o buenos vasallos obligados o\ servicio de S . M . y
defensa de los Beinos, y u o da b a n de buena g a n a Instrucción
libr«) p a ra otorgar lo q u e S . M . pidiere, porque veían q u é los
P rocuradores a lc a n za b a n mercedes cou el servicio qu e hacía el
R e in o , y decían q u e la libertad de los poderes q u e fué introdu-
c id u p or la R e in a C atólica p or n o causar discordia en las Cor-
Íes, se reparaba con las Instrucciones q u e lim ita b a n los pode­
res; y m a n d a r qu e diesen l>bres ias Instrucciones, era q u ita r la
o rd e n y poder del R e in o , q u e haciéndose agora será in tro duc­
c ió n perpetua, y siéntenlo m u c b o . S i V . M . lo quiere, ai cabo
n n h a b rá n a d ie q u e m á s lo ose contradecir, p or aer V . M . tan
g ra n P rin cip e é tem ido.

ip e rto r» de l u C ortil de S&otia^o.

E s ta n d o y a el R e y eu S a ntiag o de Com postela, confirm ó á .


S a n to D o m in g o de la C alzada sus privilegios, c o nsig na ndo las
tres razones porque los Reyes deben bacer gracias y merce­
des (3); escribió a l P a p a L eón X sobre asuntos referentes a l Sau*
io O ficio de la In q u is ic ió n (4], y redactado el D iscurso de la Go-

{4] Arch. gen. de S im ., CédulaSy lib . X U , fol. 96.


(2 ) Id e m id ., Estado, CastiKot leg. ful. 42.
(3) Archivo m unicipal de ¿raolo Domingo de Id Calzada.
(4) Keai Academia de la Historis, Coifvc. Salazar, 4-48, fols. 4!^^'
voelloal 430 vudtv.
roQd pov M ftríiano , O b isp o de T u y , segúu c arta del Secretario
J n a n R a m ír e z de '21 de M arzo ( l ) , se preparó la apertura de
las Cortes, q u e tu v o lu g a r el d ía 31.

FaUfloinilento Obispo de Falencia y sns conseoneaoiaa.

E l O b isp o de P a le n c ia . D . J u a n de Veinsco, sin h a b e r e n ­


tra d o en su Diócesis, faileció eu Castigoveide de Cerrato, Sede
vacante , y fué n o m b ra d o el A rcediano de C a rrió n A lc a y d e de
V illa m u r ie l (2 ), y a l ir á posesionarse de su fortaJeza, d o quiso
abrírsela In é s d e A lv a ra d o . m u je r del A lcayde, p o rq u e éste es­
ta b a ausente. L o propio h izo la A lcaydesa de M a g a z, ne g án d o ­
se á d a r e n tra d a a i A rcediano del A lco r, y a m bo s hechos ex­
p lic a n la a la r m a de la c iu d a d ec fecha posterior y el m o tin
p a ra derribar la fo rtaleza de M agaz y entregar la c iu d a d a l p a r­
tid o de la J u n t a ó d e las O om u c id a d e s. E l clero regular a n d a b a
á In sazón m u y revuelto, pues el O bispo de C órd o b a y el Conde
de C a b ra, en los ú ltim o s días del m es de M arzo (5), p a rtic ip a ­
ro n á S. M . la p risió u üe F r . H e rn a n d o de la R ocha» p or el
G u a r d iá n de S a n Francisco de B adajoz» lo c u a l se h iz o saber
a l G eueral F r. F rancisco de los Angeles, p a ra su aprobación,
habiéndose p o rta d o m u y b ie n el A lcalde Leg uizam o.

(4) Arch. gen. de Sim ., Cortes, ieg. 3.^ Registro del Secrelario
Villegas.
(2) Arcbivo de U Catedral de Pa)encí¿i, Carla de D. Francisco
Simón y Nieto de \^ d t Octubre de 4896» á quien debemos gratitud
por su ilustrada cooperación.
(3) Arch. gen. de S im ., Estado^ Castilla, leg. nú m . 7.
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Abril de 1520.

SUMARIO

Apertura y presiiiencia de las Cortes de Santiago.— No estuvieron


representadas Toledo y SyUmunca.— l^zplícaeión de Mártir de
Aoglería.-oMyyores dotaDes según Mexia.— Destierro de D. Alon­
so Suárez y 1). Pero Laso.— Rec)am<icÍones del Reino de Galicia.—
Amenazas del Conde de VíIlHiba.— Su destierro.— Acuerdos de
Us Cortes de Santiago.— ftesi»tencÍH á la concesión del servicio.—
Alzamiento del juram ento y pleito homenaje á los Procura^l^ires.
— Bstado de los únimos en Toledo y .Salamanca.— Anim osidad
contra Mr. de Xevres. —Unm am iento ó la Corte de los toledanos
más caracterizados.— Kvisivas de Avalos y Padilla.—Trama ur­
dida para no presentarse en la Cort(^.— Alboroto en T oledo .^D e­
tención Je A valosy Padilla.— BKcitnciones á clérigos y frailes.—
Entrega del Alcázar de Toledo.— Destitución popular de) Corregid
dor y sus oficiales.—Continuación de las Cortes en la Corui^rf.—
.Suevas concesiones á las ciuJades.— Otorgamiento del servicio.—
Disgusto de las ciudades pur ta ausencia del R ey.— Nombramiento
de Lugarteniente y Capitán General de Gula luna. Aragón y Va­
lencia.— D i^uáto que produjo el nombramiento de Gobernador en
favor del Cardenal de Tortosa.— Ruego á los valencianos para que
recibiesen bien al Conde de M é lito .^ S e les ofreció guardar y con­
servar sus fueros y privilegios.— Conspiración descubierta en la
casa del Infante D. Fernando.

Oort«8 de Santiago de Oalicift.

L a p u b lica c ió n de las actas de las Cortea d e S a n tia g o y la Oo-


r n ñ a de 1520, realizada en 18B2 p or la R e a l A c a d e m ia de ia
H is to ria , h a rectificado los varios errores eu qu e iacarrieroD
M exia, Alcocer, S a n d o v a l y Ferrer <lel R í o , respecto de su co-
m teiizo y presidencia. D . Carlos llegó á S an tinge de Composte-
h i i'l 2G d e M u iz o (l)» doude perm aneció h asta el 6 de A b ril ei>
q u e 66 trasladó a) CoQveoto de S a n Loreozo, p a ra volver á San-
t i ¿»^0 el 12 y residir a)li h asta el 4 de M ayo, en q u e partió para
l a C orufia, donde em barcó el 20 eo direccióu a In g la te rra y Ále*
m a n ia . L a s Cortes, qu e fueron couvocadas p ara el 20 de Marzo-
en S antiag o de G a lic ia , n o se abrieron h a sta el 31 eu el mouas*
U rio del Sefior S a n Fraucisco d e la d ic h a c iu d a d (2). L a s pre-
fal lió, n o H e r o aDdo de la V ega, C o m endador m ay o r de C astilla,
vtHuo h asta ah o ra se h a repetido, siu o el extranjero M a rc u rin u s
tie Q a tin ara (3), G r a n C anciller del K e y , y el Maestro D . Pedro
lit. iz de la M ota, O bispo de B a d a jo z , y su L im o sne ra m ayor; el
I.i\;enc'iado D. G a rc ía de P a d illa y D . L u is (R apata, y los Doc-
l«>ies lo r e n z o G a línd e z de C a rv a ja l y Jos, del Consejo de S. M.,.
]jotrados asistentes de estas Cortes; y A n to n io V illegas, Secre>
iu rio del E m p e ra d o r, y J u a n R a m íre z, Secretario de S . A . y s a
escriban o de Cortes. (4). R e u n id o s todos en la claustral, com-
pareciei ojj ios Procuradores de B urgos, G r a n a d a , S e v illa, M u r­
c ia . Ja é n , Z a m o ra , Avila> Segovia, C aeaca, V a lla d o lid , Toro»
S o r ia , G u a d a la ja ra , M a d rid , C órdoba y L eó n , y presentaron
\<>a pijderes q u e quedaron eu poder del Secretario y escribano*
do Cortes.
N o estuvieron representadas las ciudades de Toledo y Sala>
m a n c a ; pero dice el acta, q u e estando los Presidentes, asisten tea
Letrados de Cortes, en la d ic h a c a p illa j n uto á las dichas Cortes^
entraron en ella D . P edro M a ld o n a d o P im en tel y A n to n io F e r­
n án d e z, Regidores y Procuradores q u e dijeron ser p or la c iu d a d
de S a la m a n c a , según poder q u e tra ía n ; pero e x a m in a d o , como-
iio re sultaba otorgado p or la Ju s tic ia y Regidores d é la ciudad>
i j i e n su A y u u (am iento, se declaró n o ser bastante y fu é devuel-

I) Foronds, Ilinei'ariodeC oí los K, pág. 29,


(t) Ucdi Academia de la Historia, Corles de León y CosiUldf
t(Miio pág. 290.
(3) i). Mercurino Arburiéo, Marqué$deGatlDara,í^ondede Vdleo-
cia y de Sartirana. Gran Canciller y del Goosejo de S . M.— Real
Acík!. de I» Historia, Colecc. Salazar» A*-47, Tol. 205 vuelto.
(4) E l reyistro de Vüleyas se encuentra en el Arch. gen. de Sim.»
Corles, leg. 3.% y sirvió para ia publicación de la Academia.
to á los intereaadod, q(i<» lo recibiei-on. Iiitn tx iin U iiie iu e . e8ian>
d o aÚD « u )a d ic h a c a p illa , entró en ella B a r io io m é d « Torrea,
c riado de D . J u a o de A y ala, C orregidor de $ a i a m a le a , maDÍ-
feetando q u e él tra ía otro poder p a ra q ne M a ld o o a d o Pirneutel
y F eruáo dez fuesen P rocuradores en las d ic h a s Cortes, y p id i6
fe Ie6 requiriese p a ra qu e lo aceptasen; pero n o consta la reso­
luc ió n q u e se ad o p tó, a u n q u e es de presum ir q u e fuese u eg a tiv a ,
pues lo s Procuradores de S alaniA nca n i p re g aro n ei ju r a m e n to
de g u a rd a r secreto, n i in tervin iero n en las distintas votaciones
í|Ue se realizaro n.
P edro M á rtir de A ngleria, en c aria de 5 de A b ril á los M a t '
queses sus discipnlos , a l darles cuenta de las votaciones re-
Torentes hI servicio* les deciu. qu e le litib íau negado m uchos,
|>ero eí^pecialmente la c iu dud de S a la in an e a , cnyot« Pi'ocurado-
íes fueron arrojados de las Corles porque n e g a ro n ,y qnisie-
lo u p ro b ar q u e n o de b ía ni ]K>dja pediree. L a c in d a d de T ole­
d o DO envió Dipnta<los á Ion Cortes, y sí a l Hay d<»s c o m isio n a ­
dos nob)p!t ralm lleros de los prim eros, q u e e n m D . Pero
y D . A lfonso S ilv ti. «V ie n e n p id ie nd o qu e n o se ijifrin ja n tani<»
las leyes del R e in o y q ne no se p id a n coíhs usadas. Se quejan
ta m b ié n de qu e el R ey h sy a o b lig a d o á celebrar las Cortes á
S a u tiü g o , al cabo del m u n d o . C(»ntra la costum bre de sns nia^
yores, y haber traido c<insÍgo el Consejo, de ja n d o U m los reinos
<lei>amparados de la R e a l presencia y del Consejo R e a l. Fueron
m u y m a l oídos.» l>a versión respecto de los Procuradores de Sa-
la m a n c a , n o resulta ex a c ta ro n arreglo al registro de V illegas,
pues sí n o se a d m itie ro n los poderes, m a l pndieroii tiegurse a
prestar el ju r a m e n to o rd in a iio , ni ser expulsados do las Corles,
c o m o atirniaro n A n g le ría y Ferrer del K ío, c u a n d o n o lle g aio ii
á entra r en ellas.

Hsstíerro de los mensijsros d« Toledo.

Pero M ex ía a u m e n tó los detalles del relatado suceso (2); pero


su p o n ie n d o ta m b ié n qu e después de leída la P roposición R e al,

(I) Real Academia de la Historia, VarioSy £>183. nú m . 606.


(3) Mexía, H$!acíon<U las Comunid<td4ty ya citada, pég. 37
nlguiios Prooarttdores estaban eu otorgar el dervicio, ei tio fueron
lo8 de S alam anca, q u e descubiertamente n o quisierou hacer la
solem uidad dei ju ram e n to ordiu ario s ia qu e prim ero 3. M . otor*
gase lo qu e le h a b ía n pedido, lo c u a l, teuido p or desacato, les
fué raaodado q u e oo eutraseu m ás en las Cortes n i fúeseu adm i*
tidos, y aosí se hiso; y otro d ia siguiente se Ju n ta r o n con loft
mensajeros de Toledo, y determ inaron hacer u n requerím ieuto á
los P rocuiadores de Cortes, q u e p or cu a n to los Procuradores de
la c iu d a d de T oledo u o eran veuidos> y los de S a la m a n c a n o
erau ad m itid o s, q u e h asta hallarse preseutes los unos y los otros
no se determ inase n i coucediase cosa a lg u n a , y si n o , q u e pro>
testaban q ne n o parase perjuicio á sus ciudades. Escrito esto,
fueron á S a u Francisco, d o n d s se b a c ia n ias Cortes, á p edir u n a
audiencia; pero éata les fué n e g ad a, ocasionando protesta y
autos. Sabedor el R ey de c u a n to ocurría, aq uella m ism a nochs
ordeuó al Secretario Fraucisco de los Cobos y a l del Consejo
J u a n R a m íre z, hiciese saber á D . A lonso Suárez, qu e a l otro d ía
lunes eu todo el d ía saliese de la Corte, y fuese á servir la Ca*
p ita u ía de hombres de arm as q u e tenía, do quiera q u e estuvie­
se, hasta n u e v a orden de S . M . y bajo ]<eua de perd im ie uto d e
bienes y de d ic h a C a p itan ía . Y á D . Pero L a s o , qu e saliese de
la Corte a l d ía siguieute, y dentro d s cuarenta días se fuese á
residir en la tenencia de G ib ra lta r q u e del R ey te n ía , y no sa­
liese de ella so pena de ¡»erderLa con todos sus dem ás bienes.
Disgustados quedaron am bo s, y a u n q u e gestiouarou m u c h o
p ara c o n tin u a r eu i a Corte, todo fué in ú t il, y hubieron de m a r­
charse á P a d ró n , convento iu m e d ia to , Suárez p ara c u m p lir el
m an d a to y Laso para dirigirse á Toledo y consu m ar su rebelión.
A ntes de com enzar las Cortes, ocurrió otro incidente qu e ve­
n ia anteriorm ente indicado. H a y en las Cortee, decía M ártir de
A ng lería a l M arqués de los Vélez (1), )a a u tig u a costum bre q u e
los Procuradores de Z a m o ra , q u e a lg uu o s erróueam eute creen
ser N u m a n c ia , voten p or ei R e iu o de G a lic ia , porque éste u o
tiene voto eu Cortes. E l A rzobispo de S a n tiag o , p rim e r G ran d e
d e a q u e l R eiuo; el Conde de B en av ente, q u e tiene v illas y l u ­
gares en las gargantas de aquel R e in o y dentro , y ei Conde D o u
F e rn a n d o A u d ra d a , u u o de ios prim eros sefiores de G a lic ia ,

(í ) Cartas de Pedro M ártir d$ Anglería, n ú m . 667.


fueron al C onvento de 8 a u Francisco, d on de ae tenían iaa C o r­
tea, y pidieron se lea oyeae. Se lea neg<^ la entrada y fueron
echados de a llí. L e v a n ta n d o el g rito ó las puertaa, protestaron,
oyénd olo loa Procuradores, y los dos españoles autores de todo
eate negocio, m anifestaron qu e te n d ría n p>or n u lo cuanto conce­
diesen los Procuradores de Z a m o ra , y q a e el H eino de Galicia,
m erecía ser a d m itid o . S a n d o v a l, conv iniendo eu lo substancial
riel relato, lo a u m e n tó con detalles cariosos (1), diciendo qu e
entre D . H e rn h n d o de A n d r a d a , C o nde de V illa lb a , y Garci
R u iz de la M o ta , h e rm an o del O bispo de M ota, q u e era Proca«
ra d o r p or B urgos, se suscitó a lg ú n alboroto en las Cortes, por
palabras q u e se cruzaron de m u c h a pesadum bre, E l R ey en car*
g6 al m ism o O bispo q n e lo remediase; pero com o las p alabras
sou tan ligeras, todos se enzarzaron de nu e v o , y el C o ude de
V illa lb a llegó á decir q u e se ju n ta r ía cou D . Pero Laso. E sta
a m e n a z a sonó tan m p l en P alacio, q a e in m e diatam ente se h izo
saber á dic h o Conde q u e dentro de u n a h o ra saliese de la C o r­
te desterrado, y q u e n o entrase en ella sin Ucencia d e S . M . E l
C o n d e p a rtió desde luego á Ía C o ru íla , donde tenía su casa y
asiento, y c u a n d o el Bt^y se trasladó á d ic h a c iu d a d p a ra c o n ti­
n u a r y c o n c lu ir las Cortes, m a n d ó a lza r el destierro al Conde de
V illa lb a . Todos estos disgustos eran fatal presagio de qu e la reu­
n ió n de los Procuradores de Cortes, lejos de pacificar el pais,
ib a á ]»roducir la guerra civil y i& a n a rq u ía .

Proposición Reii.

E l m ism o d ía S I de M arzo en q n e se abrieron las Cortes d «


S a n tia g o de G a lic ia (2), se leyó la Proposición R e a l q u e h a b ía
redactado el O bispo de T u y , en la q u e después de jas tífíc ar la
p a rtid a de E sp afia p a ra cefiir la C o rona del Im p e rio , se a n u n ­
c ia b a qu e las cosas de la ju s tic ia q u e d a rían bien ordenadas y
proveídas; en lo del R e in o de N a v a rra se h a b ía m a n d a d o hacer
n n a m u y b u e n a é segura proviaión; la coata de la m a r q uedaba
proveída; eu las ciudades se d a ría orden p a ra q u e los q u e en

(I) Sandoval, Historia del Empef'ador, citftdA, lib. V, pág. 150.


(S) Be<il Acad. de l«t Hi st.. Cortes de León y Castilla, pág. S90.
«Das vivieren estuvieran en toda quietu d y reposo, y c a d a n u o
fuese $e0 or de sí y de su casa; se haf^íaii iiecbo las provisiones
necesarias p ara q u e d o se sacase el oro del R e in o , caballos» n i
Mrnies n i otras coshs vedaeJas; la gente de a n u a s y C a sa R e a l y
fuerQAS y acostam ientos, q u e d a b a proveída la p a g a dellos p or
tres años, qu e serian los de la auseiicia á m á s tardar; dejaría
q u ie n representase la (>ersona R eal, sieudo de a u to rid a d y <1le ­
n id ad , virtuosa y sa n ta v iila y celosía del servicio de D io s y did
R e y y bien del R e in o , paz cou lodos los P ríncipes cristiano»*,
bien proveído )o de allende y conservada y sostenida la A rm e •
d » q u e estaba eu Ita lia , Y em peíló la R e a l p alabra, y p ro u ie iió
q n e d u ra n te el tiem po de la ausencia n o d a ría oficio en e.^tOH
R einos á hom bre q u e no fuese n a tu ra l de ellos. C ouio lénnio«»
de todas estas prom esas, p id ió la p rórroga d«Í servid o corrien­
te p or otros tres años, acabados los q u e eutouces corrían. S . M .
confirm ó de palabra todo lo q u e el O bispo de B adajoz les h a b ía
d ic h o eu su nom bre, y el C o m end ado r G a rc ía K u iz de laM <»in,
¿ D om bre suyo y de J u a n Pérez de Cartageua, Procuradores de
Cortes p or la ciudad de Burgos« respondió q u e les era extraflo.
áspero y d u ro oir y saber q u e (e u ia determ inado brevem ente
partirse, y a u n q u e la causa de la p a rtid a era m u y justa» t a m ­
bién era ju s to el dolor q u e sentían p or la ausencia del R ey é
S eñor. L a s provisiones inaada^^as hacer erau con formes á lo
<|ue esperaban y deseaban de la clem encia de S. M .; pero t a m ­
b ié n su p licaban oyese otras cosas de qu e este R eiu o tenía ne-
oesidad de remedio general y particular» y m a n d a rla s proveer
com o lo pedían, pues todas ib a n enderezadas a i servicio de
S . M . y bien del K e ino . Y en c u a n to á lo del servicio, la causa
era ju s ta , la nec^esidad grande y la tídehdad n u n c a b a b ía de
faltar, y Burgos» cabeza de estos R einos, siem pre fué en la de<
lan tera eu todas las cosas, y así lo h a ría con m u y m a y o r v o ­
lu n ta d , ci'eyendo q u e lo h a ría n todos aquellos caballeros. L o s
Procuradores de las catorce ciudades cuyos poderee fueron apro>
hados» m enos S a la m a n c a y T oledo, pidieron licencia á 8 . M .
p a ra conferir y c o m u n ic a r y poder m ejor responder, y otorga*
d a , te rm in ó la p rim e ra sesión d e las Cortes.
C o n tin u a ro n éstas el d ía L.° de A b ril, y h a biend o pi'esentado
los poderes los Procuradores de C órd o b a y L eó n , fueron a d m i­
tid o s y prestaron el ju ra m e n to del secreto. E l G r a n Canciller»
Presideute de esLaa Corted, rogó á lus P rocurudor«s eu nuinU ie
d e S . M . q u e dieseu su respuesta en c u a u to a l dic h o servicio»
p orq u e S . M . c u m p liría lo qu e les h a b ia ju r a d o y p ro iae tid o , y
ID a n d a ría proveer luego, autes q u e se partiese, en todas a que*
lias cosas q u e ellos, en uom bre de sus R e in o s , pidieseu y suplí-
•ca^en q u e c a ic p lía n a l servicio de D io s y de S . M . y de éslos
sus Reinos. Los Procu radones de B argos respondieron re produ­
ciendo lo q u e liabíaD dic h o el d ía anterior; pero los de L e ó n y
O^Srcloba presen taro u u n a m o ción p a ra q u e las Cortes n o enten­
diesen en cosa a lg u n a h asta q u e se m acdasen ver y se viesen
las lastru c cio n e s y C a p ítu lo s q u e los dichos Procuradores de
Cortes tenín n . S o m e tid a á votación esta propuesta, votaron
ap ro b án d o la las ciudades de C órdoba, J a é n , V a lla d o lid , M u r ­
cia, Toro, Segovja, Z a m o ra , G u a d a le ja ra , S o ria , C uenca y Ma-
•drid; o p in aro u q u e el servicio se concediese antes, las ciudades
de B urg os y G r a n a d a , y se ab stuv o la c iu d a d de A v ila . T a n
desfavorable i'esultado o blig ó a l G r a n C anciller á suspender las
Cortes p a ta d a r cuenta á S . Bí.; y re un id a s tm evam etiteel m is ­
m o d ía 1.* de A b ril p o r la tarde, volvió á m anifestar el G ra n
C anciller que, enterado S. M ., estim aba q u e lo hecho era cosa
n u e v a y n o aco stu m brada en las Cortes pasadas, y qu e e n é s ­
tas n o se debia hacer novedad, p o r lo q u e v o lv ía á rogarles h a ­
blasen prim ero eu lo q u e tocaba al servicio, pues S . M . les ofre­
cía q u e antes de p a rtir m a n d a r ía ver y proveer los m em oriales
q u e se diesen en las d ic h a s Cortes. S o m etida esta propuesta á
n u e v a votación, se v ió m u y claro q u e )a firm eza de los P ro c u ­
radores h a b ía sido h o n d a m e n te perturbada, pues la concesión
in m e d ia ta del servicio tuv o ocho votos y los restantes se a bstu ­
vieron h asta conferenciar con los d e m ás Procuradores. D e n u e ­
v o volvió á enterarse 8 . M ., y el d ía B d e A b ril re pitió el G r a u
C a u cille r, q u e B. M . estaba d e term inado q u e cerca del proce^
der en las dichas Cortes u o se hiciese no vedad a lg u n a d é lo q n e
se h a b ía acostum brado hacer en las Cortes antepasadas. Todos
se refirieron á los votos qu e te n ían dados, y sólo Z a m o ra, M a ­
d r id y C órd o ba su p licaro n á S . M . m andase ver y proveer Jos
C a p ítu lo s de todas las ciudades del R e iu o q u e se h a b ía n d ado .
V olv iero n á reunirse las Cortes el d ía 4 cou el m ism o objeto, j
n u ev am ente se m o straron contrarios los Procuradores de L eóu,
C órd o b a , T oro, J a é n y M a d rid , y c o n cierta indecisión se pro-
dujeroQ M u rc ia , V a lla d o lid y Z a m o ra , lo c u a l obligó al G r a o
C anciller á a n u n c ia r la suspensíÓD de las Cortas p a ra c o ntinu ar­
las en la c iu d a d de la C orufia.

Retisienúa i U eosuslón del Bervieio.

L a vacilacióD de los Procuradores á Cortes la explican sufi-


cientem entd dos docum eutos im portantes. U u o <le ellos es la
R eal C é d u la, suscrita en S a n tia g o ¿ 3 de A b ril ( l) , revelando
q u e algunos de los Procuradores lia b ía n hecho pleito hom eoa>
je y ju r a m e n to y dado palabras y otras seguridades de qu e ha-
ria u ó c u m p liría u alg uu as cosas, por m a n e ra q u e u o teuíai^
entera libertad n i verdaderam ente podían servir al Key n i hacer
lo q u e c u m p lía al bien é p ro c o m ú n de estos R eiuos; y usan d o
del poderío R e a l absoluto, a n u la b a dicho pleito houienaje, fe
y palabras, y les d a b a p or libres é qu ito s de todo ello p a r& q u ^
a gora n i en tiem po a lg u n o les pudiese ser pedida u i dem auda-
d a cosa a lg u n a n i im p u ta d a culp a n i cargo n i in fa m ia p or n o
c u m p lirlo , pues Íes absolvía de todo ello y les repotiia en el ee«
tado en q u e estaban antes y al tÍen)po q u e lo susodicho pasó»
O tr a R eal C éd u la se firm ó el 5 de A b r il (2), esto es, a l d ía si-
gu ie n te de suspendidas las Cortes de S a n tiag o , a lzand o el plei*
to h o m e n a je y dem ás obligaciones contraídas á B ernardino de
Led esm a, Corregidor de la c iu d a d de Z a m o ra, y á Fraucisco
R a m íre z, Procuradores á Cortes de d ic h a c iu d a d . £1 m ism o d ia
5 de A b r il el R e y d irig ía u u a carta a l P rio r y Cónsules de la
U niversidad de los mercaderes de B urgos, agradeciéndoles lo
qu e h a b ía n hecho p a ra la paciñcación y sosiego de la c iu d a d y
ofreciéndoles q u e h a ría m ira r las cosas d e la tierra.

Animosidad «ontr& Ut. dd IflTr^d.

M ucho m ás qvie la actitud de los Procuradores adm itidos en-


las Cortes» preocupaba a l R ey y á sus Consejeros ín tim o s lo q u e

(4) Arch. gen. de Sim ., Cédulas, lib. X L I, fol. <02.


(2) Idem id ., id . id ., fol, 409.
r
•oblaba [msaiiüo «n Toledo y S a la m a n c a , d on de Ics à u im o s se
acaloraban á m e d id a qu e ib n u lle gando noticias de lo qu e acón-
'UKiía en ia C orle cou sus meusajeros, y m ucbísi:Q o m á s la a u i*
uiosidad q u e m e d ia b a eu la Corte m is m a entre los flam eaeos y
los iu d iv id u o s m ás caracterizados de la nobleza. E l destierro de
D . P edro Laso; el desaire hecho a l A rzobispo de S a n tia g o y á
los Condes de B enavente y V illa lb a ; el ru m o r d e q u e p o r me-
'd io de d á d iv a s y mercedes se h a b ía c orrom p id o á a lg u n o de los
Procuradores, p ro d u jo n n a creciente a n im o s id a d c o n tra M r. de
Xevres, á q u ie n se su p o n ía a u to r d e todo>y de q u ie n d ijo M á r ­
tir de A nglería» con su p u n z a n te iro n ía , q ne sólo le m o v ía la
a varicia, im p o rtán d o le poco la m i n a de estos R einos, qu e veíau
v enir p or sii insaciable hidropesía, y el desgraciado é inocente
cordero R ey n o sa b ía desprenderse de las sugestiones d e sus
ayos. L a a n im o s id a d p rod ujo la m ü n n a r a c ió ii. y pronto se llegó
á los mayores extremos, a trib u y e n d o a l mie<lo el traslado d é la s
Cortes á la C o ru a u , p a ra qu e el R e y pu diera em barcarse fá c il­
m e n te tan p ro n to com o se le concediera el servicio s u p lica d o .

LUmanuQDto de áT& bs y Pidilla.

C o no c id a la resistencia de T oledo á entregar los poderes á los


Procuradores, insistiendo en la a utorización c o n ñ a d a á sus
mensajeros, se pensó en la Corte qne lo m á s eficaz sería lla m a r
á los toledanos m ás caüfícados y env ia r á T oledo los Regidores
qu e estaban en la Corle» y q u e eran L o p e de G u z rú á n , R o d rig o
N ifio y M a rtín de A y ala, para q u e idos a llá gestionasen la re­
vocación de los poderes conferidos á D . P ero L is o y A lo n so
O rü Z f y se concediesen otros á D . J u a n <le S ilv a y A lo n s o de
A gu irre. Los toledanos llam ado s á la C orte fueron H e rn a n d o
de A v a lo s, J n a n d e P a d illa , J u a u C arrillo , G on^rilo G a y tá ii.
D . P edro de A y a la y el Licenciado P edro de Herrei*o» lodos R e ­
gidores. E n estos datos, su m in istrad o s p or S a n d o v a l, resulta
a lg ú n error, pnes las Reales C édulas expedidas desde Sanliag«»
el 6 de A b r il (1), á los dos d ía s de suspendidas las Cortes, kh
d ir ig ie ro n u n a a l C orregidor D . A n to n io de Cardo v a, y las d e -

(I) Arch. gen. de S im ., Libros de la Cámara, 49, fols. i 78 y


Tono XXXV 91
m ás á loa Regidores F e roatid o dab&los, á J u a n <1e P a d illa , á
M a rlfu de Á y a la y á D . J u a n d e S ilv a y de R ib e ra . D e eato»
docum eotos se despreade, qu e el R ey les escribió el 24 de M ar*
20 para q u e se presentaraa en la Corte; q u e el Corregidor noti*
iicó á A valos y á P a d illa el 81, cootestando a m bo s evasivameH’
te, y q u e p or ello se volvió á escribirles el 6 de A b ril, reiterao-
d o el m a u d a to p a ra qu e dentro de doce días, y n o obstante ias
excusas alegadas, ae presentasen ante el R f y , «so las penas ea
q u e caen los súbditos vasallos q u e u o c u m p le n n i obedecen los
m a n d a m ie n to s de sus Reyes y señores naturales, y las q u e lo
oo ntrario faciendo, desde entOQoee les im p o tiia > £ n la C é d u la
a l Corregidor, después de agradecerle lo q a e h a b ía hecho eu su
servicio y ejecución de la ju s tic ia y sosiego de k c iu d a d , le p re­
ve n ía qu e uoii6 oara nuevam ente á P a d illa y A valos las C é d u ­
las de em pU sam iento para q u e compareciesen dentro de los
doce días á responder á ia d e m a n d a q u e loa Procuradores fis­
cales i>oudrían sobre las penas en q u e h a b ía n in cu rrido p or uo
h aber c u m p lid o las anteriores cartas y m a n d a m ie n to s acerca
d e su venida. £ n postdata se le recom endaba q u e n a d ie supie­
se el despacho qu e el correo llevaba h asta qu e la noti6caciói>'
estuviese hecha.

Alboroto OD Toledo par» «xcnsarlo.

T odas las anteriores medidas, lejos de tra n q u iliz a r los á n im o s


en T oledo, crearon u n estado de cosas en q u e la desobedieoci»
trocóse en rebeldía. £ r a im po sible qu e P a d illa y Avalos, p rin c i­
pales fautores del m oviroieuto, p udieran excusar au presencia
en S a ntiag o después de los reiterados m a od am ientoa del R ey;
y para c o n tin u a r al lad o de sus parciales, era necesario supouer
u n a fuerza m ayor, prom over u n a cuestión de orden p ú b lico y
fin g ir qu e las fuerzas populares, a m o tin a d a r, h a b ia n im pe dido
á P a d illa y A valos c u m p lir los m a u d a io s del R e y . E l cro n ista
M e z ía sum inistró y a datos curiosos acerca de esta tra m a , y S a n ­
d o v a l contó con detalles, q u e sólo in sp ira la verdad, io q u e en
Totedo pasó cuand o se notificó á P a d illa y A valos q u e fuesen á
l a Corte dentro de doce días. E x istía eu la im pe ria l c iu d a d u n ^
grau Cofradía, lla m a d a de la C aridad, que a u u u ln ie u te celebra*
b a u n a solem ne procesión), saliendo de S ^ u ta Ju s ta h a sta la
Iglesia W ayor. D . H e ru a a d o de S ilv a , A u to u io A lvarez de T o ­
ledo y otros, presum iendo lo q u e iba á suceder, re quirierou á
ios cofrades qu e d o ju u ta se u n i alborotasen el pueblo so co«
lor do devociÓQ» eu deservicio del E m p e ra d o r y desacato d e la
ju slic ta. L a actitud de Si)va p ro d u jo grau descouleuto e u la
m u ch edu m bre , q u e cou sigu ió q u e ia procesióu se realizase, p i­
diendo eu )a leta nía qutd N uestro S eílor alu m b rase el enteudi-
m iento y enderezase Ih v o lu u ta d del K e y p a ra b ie u regir y go ­
bernar estos Beinos. F u é grande la coutradiccióu de vohm tadee
q u e d e todo esto resultó, y S ilv a a b a n d o n ó T oledo p or cousejo
del C orregidor y se fué i la Corte, m i e n t r a P a d illa y A valos
d irig ía u ia v o lu n ta d de T oledo dentro y fuera del R egim iento.
E n esta situ ación fué c u a n d o J n a n de P a d illa buscó á eu c u ­
fiado P edro de A c u fia y á sn p rim o D iego de M e rlo , persouas
poderosas eu Toledo, y les d ió ¿ couocer los térm inos de las dos
cédulas QOtlñcadas, d e las cnales h a b ía n suplicado ; pero q u e era
veo id a la tercera, de la c u a l n o p o d ia n suplicar; cque teniau
pensado q u e p a ra qu e pareciese qu e el u o obedecer n o era por
fa lta de ellos, eh\o á m as do poder, qu e se ju n ta s e u estos c ab a­
lleros y a lg un o s de sus allegados y valedores, am igos y criados,
y qu e hlcieseu u u a dem ostración de alboroto ea la c iu d a d , y los
prendieseD y detuviesen, n o consiutiéadoles partir, p orq u e h e ­
cho esto lo tom asen por testim onio y se enviase á la Corte paru
defensa su ya, y librarse de las penas q ne en la C é d a la se les po-
u fa n (1).» A c u fia y Merlo, qu e se h a b ia u criado en la C asa R eal,
estim aron temerario lo q u e les p ro p o n ía J u a u de P a d illa , y n o
q uisieron pouerse en ello, y entonces P a d illa h a b ló cou loe
frailes de S a n J u a n de los Reyes y de S a n A g u s tín , p a ra <jue n u
d ia de las le ta n ía s del mes de A b ril, a l ir la proceeión general de
la Iglesia M ayor á S a n A g u s tín y estar re im id o el pueblo, pren­
diesen á los caballeros lla m a d o s p or S . M ., toda vez qu e esta­
b a n exentos de la ju s tic ia R e a l y n a d a a v e n tu ra b a o . C o nc e rta ­
dos ea esto, y c u a n d o la procesión seguía su carrera, H e rn a n d o
de A valos y D . Fraucisco de H errera, C a u ó n ig c de Toledo y Ca-
p e lláu m ay o r de la C a p illa de los Reyes N uevos, t u viere u unas
palabras de q u e se o rig in ó ru ide y alboroto, y p a ra sosegarlo se

(i) ¡saadova), Historia del Emperador, Ub. V» pág. 154.


o lv iííó lo qne estaba conveoido. Aprem iarlos p o re l tiem po, Pa-
dillfl y A vaio s eucom endarou el m o tín , según velata S a n d o v a l, A
HD P rocurador de oauaaa, otro lla m a d o X ftra y otro8 de la raía*
in a v ida, qu e com placidos aceptaron el encargo deloA cabaile-
roa toledanos.
É rase el día 16 de A b ril, y vestido J u a n de P a d illa c<>n traje
d e c am ino , fíguró q u e p a rtía p a ra la Corte y pidió te^lim onio.
V a rio s hom brep, concertados de c n a r e n ta á cincuenta, salieron
a l encuentro de P a d illa voceando y diciendo: «P rend am o s á
J u a u de P a d illa , q u n se noa va é la Corte;» y según otros, que
n o h a b ía de conseutirse qu e n i P a d illa n i loa dem áa caballeros
saliesen de T oledo, q u e era perdición de todo el pueblo y gran
desagradecim iento y crueldad dejarloa ir A padecer. L a m u ltitu d
a u m e n tò con gente arm a d a , y tnienlraa unos g rita b a n s m uera
X evres y los flam encos q u e hfin robado á E ap a tia,» otros vocea­
b a n «v iv a ü e r u a n d o de A valos y J u a n de P a d illa , padres y d e ­
fensores de esta república. » A sf ae realizó la prisión de J u a u de
P adilla^ q nie n ñngid am e n te protestaba le dejasen I r á c u m p lir lo
q u e las C édulas m a n d a b a n . M etiéronlo en la Iglesia M ay nr, en
u u a cap illa de la claustral lla m a d a del O biapu D . Pedro Teno>
rio, don de le ordenaron hacer pleito hom e naje com o caballero,
q u e estarla preso en a q u e lla cap illa y n o saldría de ella s iu li>
ceucia y m a n d a to de ellos. L u e g o fueron y trajeron presen á
H e rn a n d o de A va lo s. á Gommalo G a itá n , á D . Pedro de Ayah\ y
á otros R egidores, y los metieron eu la m is m a c a p illa , p o n ié n ­
dolos guardas. Los detenidos [>roteataron de la fuer 2 a, q u e d a n ­
d o m n y satisfeci ios del restii tado de la jo rn a d a . P a r a term inar­
la , los alborotadores ae dirigieron á la posada de) Corregidor re-
q u irié n d o le p a ra que a n ílla s e la s notificaciones hechas á aquellos
caballeros de las C édulas Reales, y aaf tuv o que hacerlo, cediou*
d o á la presión de la u in ltitu d , de lo c ua l se sacó testim onio q ne ,
c o n poderes, se envió á A lonso O rtiz , q u e se h a lla b a en S a n tia ­
g o . S a n d o v a l criticó dtoramente la deb ilidad del Corregidor,
puesto q u e en la c iu d a d h a b fa m uchos caballeros q u e favorecían
la ju s tic ia , y a u n afiade, qt^e de sanim ado se retiró á au posada,
donde estuvo a lg un o s días sin fuerza n i a u to rid a d , y a l cabo se
salió de la c iu d a d , tem iendo qAe le h a b ía n de m atar.
A l d ía siguiente, el C orregidor y M a rtín de A y a la dieron
cuenta a l E m p e ra d o r del alboroto ocurrido el d ía anterior, y el
Rey, y a en la C o n iñ a , «8oribi6 el 22 de A b ril á D . A n to u io de
CórduVtt (1)» fi|>robaado la buetia m a n a , y t e m p l a u ^ q u d tuvo
dn apuciguav y sosegar, pues t»llí se procedería contra los q u e
lio liabíaQ obedeciflo n i c u m p lid o las cartas y m a n d a m ie n to s
Keales y contra ios quo h a b ía n aldo culpadnA en todo, abriendo
luforiziación sobre todo elio en la m ejor m a u a . é te m p lan za que
ser pudiese, y se la e u v ia r ía lue go, avisándole de todo c u a u to
BUoedierH. Colocados los robeldes lolodauMa « u peudieute tau
peligrosa, pusieron ñ u á su proyecto, ex citando á los frailes y
clérigos p a ra q u e desde los pulp itos pregottaseii loa d años y
agravios q u e pro c u ra ba n los ñámemeos, \o^ nuevos tributo s q u e
q u e ría n crearse y otras varias cosas q u e se i u ventare o . A s i au~
m e u tó ei tu m u lto , y m ientras nuca se ausetitabau de la ciudad,
otros se m e tían eu sua casus» y otros se guarecieron en e! A lcá­
zar q u e tenía á su cargo D . J u a u de R ive ra, á q u ie n el R ey es­
c rib ió ei 25 de A b ril (2) agradeciéndole sus servicios, coucedién*
dolé un h á b ito de Sau ti ago para u tio de sus hijos, y haciendo
jvgresur á Ti>le<lo á D . H e rn a n d o de S ilv a , C o m end ado r de
lioios y g n ad alíje rza \sict. L á C o m u n id a d com enzó á íortiñcar
y reparar los jo uros y se hicieron señoi’es de las puertas y puen«
les. poniéndose todos en pie de guerra.

B ntrig » d»l A l e m r de Toledo.

Gerendo el Alcázar» D . J u a u de S ilv a h u b o dee utregarlo sa­


lì ém lo^e cou sus hijos, am igos y criados á u u lu g a r suyo, d is ­
tante cuatro leguas de T oledo. D . Pero L a s o , h ijo del Co-
U)eudndor m ay o r de L eó n , eo vez d e i r á G ib ra lta r, c u m p lie n ­
d o lo q u e S. M . le h a b ía m a n d a d o , m a rch ó á Toledo eu las cir-
cuustaucias q u e acaban de relatarse, y el pueblo alborotado lo
pren dió y Lo llevó á la Iglesia. F a lta b a tan sólo destruir la so m ­
b r a de a u to rid a d qu e restaba en Toledo, y así se h izo , q u itá n ­
d ole la vara á él y á sus tenientes y alguaciles. R e fu g ia d o en
casa de D. Pero Laso» q u e lo am p a ró , p u d o salir de la ciudad
á pie, don de letiia «postudn» í<uft cabalj^^duras, y p a rtió p ara
A lc a lá de Henares.

( I) A rcli. gen. de S im .. C é fliilas /{t C am am . lib . í., Tol. 61.


[i] Idem ¡d., leii. \MX, fol. 18«.
G:^atioDaoiÓQ de las Cortes.

L a s Cortes se c o n tiu u a ro n en la cia d ad de la C o rn fía el 22


de A b ril, es decir, c u a n d o ya se h a b ía rebelado la c iu d a d de
T oledo, y la re unión tu v o lu g ar en la e rm ita de S a n c ii Es-
p iritas, ju n to al M onasterio de S a n F r a o cisco. E l G r a n C a n c i­
ller. com o Presidente de dichas Cortas, m anifestò q u e S . M .,
c u m p lie n d o lo q u e h a b ía prom etido, ordenó a lg u n a s Cartas y
Provisiones concernientes al bien é p ro c o m ú n de estos R e i­
nos, leyéndose las ordenadas para qu e n o se sacase inon«*dn
n i caballos de estos R einos; pero los Procuradores, después de
besar loa pies y m ano s de S . M .. p or la cuenta qne ües habíci
m a n d a d o dar, le su p lica ba n q u e m andase proveer en las otras
cosas qne q u e d a b a n p o r c u m p lir. C o n tin u a d a s las sesiones el
d ía 23, el Secretario J u a n R am íre z leyó otras dos Provisiones
de S. A-; la u u a e n q u e 8 . M . ju r a b a y prom etía p or su fe y pa-
h(bra R eal, q u e á lo menos^ entre tanto qu e estuviese ausent»«
<le estos R einos, n o d a ría ofícios a lg u to s en ellos á n in g u n a per­
son a q u e DO fuese n a tu ra l de los dichos Reinos, y otra j u r a n ­
do y prom etiendo q u e antes de p a rtir dejaría G obernador qu e
representase su persoua R eal, q u e fuese de a u to rid a d y d¡gni>
d a d y celoso del servicio de D ios y suyo, y del bien de estos
Reinos, con to d a la a u to rid a d , gente y fuer?,as q u e conviniere
para ejecutar lo m an d a d o ; qu e por tres años m a n d a r ía pagar
ins coutinos y otros oñci^les d é la Casa R eal, y qu e dicho Go*
bernador p odría pasar p or renun ciación, regim ientos y escñ>
banías y oíros oficios, g u a rd a n d o las lej’es del R e in o , y p ro ­
veer los o ñcio s de Corregim ientos, gobernaciones y otros car
gos de ju s tic ia eu personas hábiles y su6cientes p ara ellos, con
objeto de q u e la ju s tic ia estuviese bien regida y a d m in istra d a ,
sin necesidad de recurrir á la R e a l persona.
T e rm in a d a la lecturK de las anteriores Provisiones, el G ra n
C anciller in v itó de nuevo á los Procuradores para qu e clara y
nbierlam ente determ inasen lo q u e q u e ría n hacer en lo tocante
a l servicio, y puesto ó votación, resultó aprobado p or g ra n m a ­
yoría, exceptuando M a d rid y Mui-cia y uno de los P ro c u ra d o ­
res de Ja é n . A l siguiente d ía , 25 de A b r il, S . M . h izo lla m a r á
lo9 Procuradores a l palacio don de m o ra b a , y d e n u ev o el 0 b i9 «
p o de B a d a jo z aceptó el servicio coucedido y les a n u n c ió q u e la
adminÍ4tracii5n de [a ju stic ia q uedaba libre y to ta lm e u te e n el
Presidente y los de su Consejo; y p a ra entender en las cosas dei
E stado, de ja b a a l sefior C ard enal de Tortosa» qne p or el m u ­
c h o tiem po q u e h a b ía estado en estos Xleinos era u a tu r a i de
ellos, dejándolos s in n lo g ú n recelo de guerras, y rogándole«
^ u e d u ra u te su aueeacla, q u e sería breve, estuviesen en a q u e ­
lla obediencia y fídelldad q u e é l esperaba y ellos a c o s tu m b r a ­
b a n , pues venido ea estos R eiu os, h a b ía u de v iv ir y m o rir en
ellos. T odos los Procuradores consignaron su parecer, y a lg u ­
nos de ellos, com o M u rc ia , V a lla d o lid , S oria y L e ó a , h icierou
observaciones respecto de q u e el cargo de G obernador de b ía
conferirse á n a tu ra l de estos R e in o s . Los C apítulo s generales n o
fueroD contestados h a sta e) 19 de M ay o, p ara em barcarse a l
•dia sig uiente en el puerto de la Cornfia.

Dis^stos y ooaMsionM.

M ientras d u ra ro n estas Cortes» y especia Unen te en el mee de


A bril, grandes preocupaciones se a n id a ro n eu el á n im o del R ey
y de sus Consejeros. Sevilla, por conducto de su C orregidor
O a r c i A lvares O áorio (1), expresaba a l R ey el general deseo de
q u e p ro n to regresase á Ifispafia. D . J u a a de Velasco enaltecía
los servicios del Asistente de Sevilla» p or lo b ie u q u e h a b ía ser­
v ido á S . A . D . Carlos, en 12 de A b ril, escribía á los catalanes
y a l G obernador de A ra g ó n , participándoles el no m b ra m ie u to
de D . D iego de M endoza p a ra L ugartenie nte y C a p itá n general
d e C a ta lu ñ a , A ra g ó n y V a le n c ia (2). £1 16 se e n v ia b a C é d u la
á F r, J u a u de A v ila para q u e continuase e u el cargo de poner
y remover los religiosos y capellanes qu e cou él re sidían, p a ra
d e c ir las horas y oñeios acostum brados don de estaba el c u e r­
p o de S . A . el R ey D . F elip e (8). J u a n F e rnánd e z, c o m isio na d o

(1) Arcb. gen. de Si<a., Estcuio, Castilla, leg. núrn. 8.


(S) D. Francisco Bofarull, Áatúgt'afos d t Carlos l. p jg . Real
Academia de la Hisioria, Cofecc. Solazar, A-18, fo l U 6 .
(3) A reh.gen. de Sim ., Libros de Cám ara, iomo L IX , fol. 190.
«le P à te o c ia p a ra gestionar asuntos ea la Corte, escribía el 26*
du H ftn do de la eñoacia de sns trabajos, a i)u n c ia n d o l a salida
d e l E m p e ra d o r á prim eros de M ayo y la prisa q ne p a ra ello se
d a b a , y a ñ a d ie n d o ( i ) , qu e el n o m b ra m ie n to de G obernador en
faTor del C ardenal h a b ía sido recibido con disgusto p or los
G ra n d e s . E l C ardenal de Tortosa, aanqvte n(» era G obernador
del Reino» d irig ió el 29 de A b ril (uia Pi*ovísión a la Jn a tic ia de
S iitiu n c a s, egradedécdoles m u c h o su fidelidad y exhortándoles
p a r a l a defensa de la v illa , Y en los ú ltim o s días del mee de
A b r il (2). D . Carlos escribía á la ciudad, h a b itan te s y a b o g a d o '
fiscal d e V alencia» rogándoles recibieran a l C o nde de M élito.
u o m b ra d o para an*eglHr los disturbios de a q u e lla c iu d a d , ofre­
c ie n d o g u a rd a r y couservar los fueros y privilegios de la
m is m a .

CoQfpirftciÓD 6D U MS& ddl In fa n te D. Fera&ndo.

Pero a u n siendo todo esto m u y grave» lo fné m u c h o m á s la


D neya de q u e en la casa del In fa n te D . F e rn a n d o h a b ía m u-
chas personas qu e h a b la b a n en desacatam iento de la R e a l y de
la p a z y sosiego de estos Reinos, lo c ua l m o tiv ó u n im[>ortan-
iís im o despacho del R e y a i C ard enal d e T ortosa, q u e dice así:

Hinu(a de despacho al Cardenal de Torivsa r3 .

Rmo. el. e muy Rdo. in Christo padre cardenal de Tortosa núes*


tro muy caro e muy amado amygo e nuestro enhazadur | muchas
v<.‘2es y por diversas partes dvemos sido yo formados que a n m ser­
vicio coDvenia üdr orden e puner Remedio en la C^sa del YUcno. Yn-
fanie nuestro m uy caro e muy amado hermano pori|ue nos avisaban
que las personas que estavan cabo el le ponían en cos«s livianas e
bulliciosas e malos pensamientos en desevuicio e daño del dicho Yn*
fante esto mismo se nos ha cscripfo en el mes pasado por las postas
que DOS viníeroQ 1 e agora por la postrera posta que nos vino en la

(4) Archivo municipal de Falencia, Cartas de Simún y Nieto,


(5) Real Acíidecpia de la Historia, Coiecc. SalazaVy tols. 435^.
436 y 137.
(3) Arch. gen. de Sim-, Kstado, Casfilia, leg. 4.*^» ful, 48.
(|uai se nosavi^a que en ciisa del dicho Vníante se h^ibbm inachns
cosas en desacalamienlo de nuestra persana y aun de U {>h£ y so-
syego destos Reynos creyéndolos turbar con )a persona dei dicho
Y nítin le hablando y escriuiendo a algunos grandesy cibdades que en
ausencia nuestra nonbrasen por g^vernador desos Reinos en nonbre
de la Beyna m i S.* al dicho Yllmo. Y n fjnte en su poder p orq u anto
dis que nos encargavamos o vos $l dichn Rmo. ('.arlenal que le tru>
xieredes con vos a fin de le en vareare snc;ir fuera dei Reyno e otras
m uchas cosas de mala calidad y en grand deservicio nuestro e bien
del dicho Ynfante de Ihs quales syno las Tn<indasemos proueer y
Iternediar se syguiria que al dicho Yntante pornian on desconHan^»
«leí am or que le tenemos y v o la n ia d a s u acrecentamiento y pure^to
syguíeiido el paresoer de muchos servidores nuestros que de alU
nos han escripto acordamos de inijndar a) Comendador mayor de Ch*
iatrava que se vayti <i su encomiend;i niayury mI Obispo do Astorga
que se v jy a a su obispado y a gonzalo de guzinan q u e se saiga de ta
corte como ver^ys por las carias (|ue para ello os embíninos | escrí-
uimos asymismo al YUmo. Ynfante esta provision que hazemos y
como la cabsíi prinrip.il que nos mueve a hasello es el bien del dicho
Ynie. y 2>u acrecentamiento y porque el ^ m o rq u e le tengo va>a
siempre en crecimiento Rogándole que por m i am or lo aya por bue^
no lo qual estoy cierto de su cordura que sy nvra.
la orden que en haser esto avcys de tener es la syguiente.
primeramente hablar al Y llm o. Vnrdniesolo y apartado con vos­
otros declarándole m i voluntad y ñn que en esto tengo pur Us mejo
res y mas dulces palabras que podays por mana, que lo tome bien lo
qual esperamos mediante vras. firudencias y teniéndoos el como os
tiene \)or muy amigos suyos | dezille eys ;isy mismo como en lugar
destos mandamos puner al clavero de Giilatrava don diego de guc-
vara y a Mossde laxao nro.enbaxadory hasla tanto que estos llegue ti>
a don Al.^ telies girón hermano del marques de villena certlñcall '
ey» que el amor que le tengo es lan entrañable que es ma.s que di*-
hermano, y que es mucha mas parte el para llevarme en esos Rey
nos quellos mismos porque la verdxd es esta y que llegado plazien
do a dios en ellos lo vera por la obra y que lo primo eo que tengo de
entender es en lo que loca a su persona y casa y por su acrecen ta*
miento tengo de poner la mia cada ora. j dezidle que porque sepa
la mala información que le han becbo cerca de la conclusyonque se
tomo aca en su casa con el obispo de astorga que aqi^U a dio al en-
perador nuestro Señor y padre y madama margarita ora. lia Señora
con los del mi Consejo y que despues de tomada esta porquel mis>
nio obispo DOS dlxo que su casa esta va alcanzada le mandamos acre­
centar por seys iuq^hs <|ue era el iieiupo que nos p^irescia que nos
podíamos deU»ner aca otros qu^tro m ili ducados e mas por Hespeclo
suyo 6 porque no cargase s su costa ia venida del dicho obispo le
herirnos m d. de otros dos m ili ducados como s^ibeys I desylüe tam-
Uien que menos verdadera fue la que se hizieron de mos«. de
bres y de mi gran chanciller porque le ju ro e certyfico que son tan
servidores suyos que níngund día pasa que no me hablen de su per
sona lo que se deviera habU r en su casa de la mía.

P o r todas partes el cielo aparecía n u b la d o y torm entoso.


Mayo de 1520

SUMARIO

Mercedes otorgddasiá los Procuradores de lasciudades que asistieron


à las Corles de Sdnildgo-Gorüña.— Efecto que ca usó eu ésla la a el i*
tu<! de Toledo.— Consejo al Hey de que fuese á pacificar T o le d o .^
pjrLida del Monai'ca al extranjero. W u ic io s de Mártir de Anglería,
Villalobos y M exia.^Lim itaciones impuestas al Cardenal de Tor>
iosa.— Tranquilidad del Obispo de Zamora.— Probibicion á los clé­
rigos de Sevilla de congregarse.— Alteraciones en Orense.— Ase*
sinato de Tordesillas. Procurador por Segovia.— Mercedes á sus
hijos.— Juan Bravo, autor de U rebellón segoviana.— Sucesos en
Zamora.— Quema de las efigies de los Procuradores.— Gl Carde*
nal con el Condestable se refugiaron en V alladolid.— Rebelión de
■Guadalajara.— Primera caria del Cardenal al.Eley.— Murcia pro^
niaiiió la Comunidad.— Helalo det Alcalde Leguiiam o.— A liam ien*
io de M ula.^[nte)igencias que propusieron los agermanados de
Valencia.— Disposiciones adoptadas en esle Reino.— La elección
de los Jurados produjo una siluación de fuerza.^N om bram ienlo
(le Virrey de Aragón á favor de l). Juan de L a n u ia .— Disgustos
y reclamaciones que m olivó.

líireedos i Los Proonndores de CoHw.

N o se c om p letaría ciertam eate la h isto ria d ^ las Cortes dd


'Santiago y C o ru fia d e 1620, si n o diéram os á conocer d o c u *
fnentos q u e h a n perinaDecido ig norado s trescieutos setenta y
«eis afios» y qu e ah o ra ex plican satisfactoriam ente la v e rsa tili­
d a d de los Procuradores de las ciudades y villas q a e acudieron
á dichas Cortes, y q u e com e nzan do con la u d a b le entereza á
•c u m p lirla s instrucciones qu e se lea h a b la n c o m u n ic a d o a l c o n ­
ferivi es la representación q u e ostentaban» neg an do el servicio
zu
q u e D . Ctírlos le» suplicó, acabaron p or conceder ésle, falUudcK
H iaa iustruccíoues recibidas, y lo q u e es m á s gruve todavía, re«
cibleudo dinero por fa lta r á sus deberes.
E l A rch iv o geueral de S im an ca s (1) conserva u n a vergouso-
5a n o ta q u e dice asi: «Los m aravedís de qu e el Ile y nuestro se­
ñ o r hizo merced á alg un as cibdades del R e in o y á los Procura>
liorea de Cortes dellas eu el servicio qu e se otorgó por ellos eu
Ja c ib d a d de la C o ru ñ a de qu e J u a u K e m ire z, E scribauo d »
S . M ., despachó las C édulas de merced dellos es lo siguieute. A
J u a n A lvarez de T oledo y D , L u is Pacheco, q u e ol d ia I . ^ do
A b r il su p licaro n á S . M . q u e se viesen prim ero los C apítulos é
si d e otra cosa fuese servido q u e se guarduse la costumbre»
o lo rg u ro u el ser,vicio en la larde del m ism o d ia . y al primerO'
d e dichos Procuradoras se le concedieron 50.000 mra- en el p ri­
m er a ñ o de servicio, y a l segundo P rocurador 05.000 mr$.
A F rancisco de la Serna, qu e o p in ó sacar los C a p ítu lo s y me-
m oriules antes qu e se otorgase el servicio y qu e por la lard e
d ijo q u e no p o día responder liasta h a b la r con los otros Proeu*
radores, y a d ijo ei d ia 4 q u e V a lla d o lid u o contradecía dic h o
servicio. R e cibió de merced por su inconsecuencia 30 0 ducados
« u el p rim er a ñ o del servicio. D iego H e rnatidez de A v ila , q u e
se abstuvo en la p rim e ra votación por la m a ñ a n a , m anifestó
p o r la tarde q u e otorgaba ei servicio, y cou efecio, se pi'em ió
este voto con 150.000 m rs. e n el prim er a ñ o d«l servicio. F r a n ­
cisco R a iu ire z. q u e p or la m a ñ a n a p idió q u e a n te todo se pro>
veyese á los C a p iin los de las ciudades, {>or la tarde se reservó
b a sta h a b la r cou los otros Procunuiores, y en ia C o ru ñ a otor*
gó el servicio, recibiendo de su prim er a ñ o la merced de tr e iu ta
y siete m il é q uinientos m aravedís. R o drig o de Tordesillas y
J u a n V ázquez del E s p iu a r, qu e desde u n p rin cip io estuvieron
conform es con 2a a ltiv a actitud de L e ó n p a ra conceder despuea
el servicio, recibieron p or merced el prím ero 800 ducados, y el
segundo cincuenta m il m rs. en el servicio del p rim e r a ñ o , p a ­
reciendo q u e le eetaban p or p a g a r de cien m il m rs. qu e el R ey
D . Felipe, q u e sa n ta gloría h a y a , le hizo merced com o P ro c u ra ­
d o r de Cortes q u e fué. A la c iu d a d de S ev illa se le concedió p o r
m erced m il y q u in ie n ta s doblas de c a b e i^ en los tres a ño s del
servicio en satisfacción da Ias m il é q u iuieütafi doblas q u e p a g ó
de pena an el pleyto q u e tvuxo sobre el eticabe 9am le n to d e l h1-
inox arífadgo, A la c ib d a d de G r a n a d a quatrocieutos rail m re.
en el servicio pagados en tres a ño s en satisfacción de las qua-
trocieutas m ili qu e p agaron de a lc a v a la de la cevada y trig o
q u e se traxo p or la m a r á la d ic b a c ib d a d para m a n te u im ie u to
de los vecinos d e lla p a ra qu e dellas se de^erobarguea los p r o ­
pios de la cibdad qu e p a ra los p a g a r em pefiaroti é p a ra to r n a r ­
se á co m p rar los qu e vendieron p a ra lo susodich o.»
N u te rm in a a q u í el triste catálogo de las fragilidades h u m a -
ñas. E l d ía 7 de M ayo se expedía desde la O oruQ a u n a B e a l
C é d u la al C orregidor de V a liado lid (1), diciendo q u e Francisco
de la S erna y G a b rie l de S a n tiste b au . Procúvadores á Cortes
p or V a lla d o lid . estuvieron eu las Cortes de S antiago-C orníla,
•con m u c h o trabajo de sus persouas y gasto de sus haciendas; y
com o d ic h a v illa n o d a b a á los Procuradores d e Cortes m á s de
4.000 m aravedises, m a n d ó el R ey q u e de los propios ó rentas de
d ic h a villa, ó don de pareciere, diese y pagase á cad a u n o de los
referidos Procuradores á rasóu d e u n d u c a d o c ad a d ía desde el
«D q u e salieron de la v illa h a sta el 9 d e M a y o ea q u e los mao-'
d ó despedir y despachai*, s in q u e de dic h o salario diesen parte
á persona a lg u n a , a u n q u e m ediase pacto ó costum bre en con-
irario» Y otra R eal C é d u la del 17 ordenó á los Contadores m a ­
yores (2) que» del servicio votado, entregasen á G a rc i R u y z de
la M o ta , A lcalde m a y o r de la c iu d a d ^ e B urg os y P ro c u ra d o r
de Cortes de Ih m is m a , 600 ducados de oro, qu e m o n ta b a n
*225.000 m aravedises, de q u e le h a cía merced e n re m un eración
de su» servicios y p a ra a y u d a á casar u n a íiija su y a. E n el m is ­
m o d ía 17 se ex pidió otra (8), haciendo merced á D . F a d riq u e
M a n riq u e y de (Jú fiig a , Corregidor d e Z a m o ra , de otro Corregi­
m ie n to , p or lo m u c h o q ne h a b ía servido eu las m anoseadas
Cortes; á Meneses de B o b a d illa , C orregidor de B urg os (4)» se le
m a n d a ro n d a r 500 ducados de o ro, en re m un eración de los
servicios prestados e n cosas import&tites del R e a l servicio; á

(1) Arcb. gen. de S ím ., Cámara» lib. G X X X V II, tol. 18.


(2) Idém id., Libros de Cámara, lib. X U X , fol. í3 6 .
(3) Idem id., Comunidades de Castilla.
(4) Idem id .. Libros de Cám ara, lib . X L IX , fol. 216.
D . J u a n de A y a la se b b i z o merced de 40 0 ducados de ora (1>
p or sua servicios c o u tra el Keceptor del servicio dei p a rtido de
Segovia; y a l C o m end ado r y C a p ità u D iego de B ivera (2) se li^
m a n d a ro n d a r 500 ducados de oro. N o se d ir à , pnes. q u e D on
Cavíos DO se povtó generosaiueote con los qu e le otorguron <.4
servicio para a b a n d o n a r E s p a ñ a y partir á A le m a n ia , dejando»-
in q u ie to y perturbado todo el país.

P&rUd& dol Roy i iU m ftnia.


ft

M ien tía s eo tales prodigalidades se preocupaban el Rey y su »


Consejeros» llegó á la C o ru ñ a el 8 de M a y o (3) aviso de queT o*
ledo se b u b ía a m o tin a d o , q u ita n d o las varas a l Corregidor y
MinÍBiros, dándosela# á coiuuueros. JjOS G randes de Casti 11a
•ooDsejaron a l E m p e ra d o r que, a u n q u e fuese p or la posta, par*
tiese á a p ag ar aq uella centella, antes q u e brotase fuego, y m á a
su ausencia. E s tu v o en hacerlo, a ñ a d e Colm enares; m as loa
flam encos ]o estorbaron, y eu p a rticu lar M r. de Xevres, deseo*
sos de verse libres con su presa. S ig u ió esta resoiución, y cow-
seguido el servicio y n o m b ra d o G obernador A d ria n o F lorencio,
y a C ard enal, se em barcó para Flandes el d o m in g o 20 de M a y o ,
torciendo el rostro á las desdichas de Ca$tíiia> cuyos pueblos,
libres con la ausencia de su Prfncipe» se a m o tin a ro n casi e u u n
d ía , im pe lidos p or a lg u u a infeliz coQStelacióa. P edro M á r tir de
Atkglería Labia escrito desde la C o ru ñ a el 28 de A b ril, q u e los
arpías flamencos deseaban sacar de a llí á los aires del N orte al
B e y , com o de los infiernos al cielo» y él deseaba lo m ism o. L o
im p id e n los vientos. V o la rá en siendo favorables (4). Y cou
efecto, voló, dejando tristeza en los corazones españoles, q u e
veían la E s p a ñ a convertida ejj u n a p rov ìncia gobern ada desde
e) O céano. E l C ard enal se quejaba de qu e se le hubiese dejado

(1) Arch. geu. de S im ., Libros df Cámara, tomo X L IX , fol. 21 i


vuelto.
(2) Idem id. id. id.» fo). 242.
(3) Corneo a res, ¡iiU oH ade pág. 466.
(4) Cartas d t P . M ártir d f Angleria, Varios, Í ’-I83, núins. 668
y 670. '
poca íacuiükd de hacei* bíeo. Y coÍDcidiecdo con opioioDds ta n
reapelables» escribió di D r. V illalo b o s desde M e d in a d e Rioseco
a l A lm ira n te deC ftstiiia, ea 10 de M a y o (1), q u e «las o u e v a s d e
a c á 80Q q u e el R ey puestro sefior c o n to d a la nobleza de Spa-
fia , está e n loa postreros te n s iu o s del Occidentef los u d o s p a ra
cneterfle en el m a r h u y endo de nuestra vista, y los otros p ara
echarse en l á m a r desesperados d e la suya.> Y el caballeroso
M ex ia relató (2) q u e . a l conocerse la p a rtid a del R ey Carlos á
A le m a n ia , decían los españoles: «C o lo cará su trono e o A lem a-
QÍa, y olvidándose del hereditario centro de sus grandezas, h a rá
p ro v lu c ia del Im p e rio Ía qu e cou sus tesoros se le h a granjea­
d o . D a ra n n o s los forasteros nuevas leyes. V erem os en los car­
gos y dig nidade s otros rostros y otras condiciones, y el oro q u e
c o u tantos afanes, á m o do de iu d ia n a s h o rm ig a s, sacam os d e
las venas del nu e v o m u n d o , servirá de a lim e n ta r y dorar la os­
tentación tudesca y ñ a m e u c a .»

Llmitaoion» impBMtss ú Csrdensl de Tortee».

A pesar de q u e el no m h ra m ie u to de G obernador d e £ s p a fla


en favor de D . A d ria n o d e T rajeto, C ard enal de T ortosa, se a uu n«
d ó en las Cortes espaQolas el 25 de A b ril, la R e a l C é d a la (3)
se ñalán dole tres cuentos de m aravedís cad a afio m ientras desem-
pefiase ei cargo, n o se iirm ó h a sta el 17 de M ay o, pocos d ía s
aulee de em barcar D . C arlos, y el poder é In s tru c c ió n q u e s e íe
confirió n o se suscribió h asta el siguiente d ía 18 (4). Sus litera^
les térm inos son los siguientes:

Poderes del Rey D. Carlos para Adriano, C srdenal su gobernador


en Casillla (5).

Don Carlos por la gracia de dios etc« reverendísimo ynfanie sa*


kad y gracia s^pades bien sabedes que estando como yo el Rey al

(1) Cartas castellanas, X II, pág. 43; Bibliófilos españoles, Pi ólo^


ffO. pág. 31.
(3) iíe x ía . Historia im perial y cesárea, pág. 615.
(3) Arch. gen. de S im ., llb . V. QuiiaiñoTies.
(4} Real Academia de la Historid» tomo CXV» pág. 684«
(5¡ Idem id . id. id., tol. 634.
presente estoy en los dichos nuestros royaos cío c a n illa enlcndien-
do en la governacion y alm inistracioa do ju s tic b dollus plugo a la
divin» clemencia que por los principes e(ect0r0 !$ üol ynporio rro-
mano en vtíma concordia fue elegido por emperador la q ual de
ole^cion losdicbos electores por sus etnbctxaJores y mensugeros me
yaviaron a m anifestjr y coa vientan ynst.in^ia a pedir y suplicar que
fuese al dicbo ynporio a lom ^r la posesión del y a rescibir el ju ra *
mento de la ñdelid»d que como emperador y seQor del me hera de*
vido y se ino avia de lia^er y ame consagrar y rescibir las coronas
del dicho ynperio y por sor como e^ la dicha dignidad ynporiat lan
gnmdo y sublimo sobre lo jn s las otras dignidades temporales de i»
• ierra por mi fuo acoplado y ju re on forma de guardar los es atutos
y eütahiecimientoj y ol thenor do la buU aurea quo entro otras eo>
sas especialmenve dispone quel ^leto onperador luogo como fuore (lo­
gado a de yr a U cibdad do apay5?(sioj granase consacrar y rescibir
la corona de rey de romanos y de ay a de tomar las coronas ynpe-
ria1o»t y despues aca contitiuamente be s id j y soy con m ucha yns-
tancia rec{uerUlo y suplic ado asy p^r los dichos electores como por
Ins otros principales perhidos y revd>it irios y f ib 1 1 les y villas y
iugiros dcti dicho ynperio que guarda rido los di«¿hos estatutos y os-
tablocimientos ynporíalos y ol thenor U dicb i bula aui*oa vaya »
tomar la pososion del dicho ynporio y a rescibir o\ juram ento y
íl lelidad quo como onperador y ssúor dol me 05 d e v ilo y sdnue a
del j» ie r y por estar y a me consagrar y a rescibir las dichas coro*
ñas y a poner en borden el g >vierno y ju U icia dol dicho ynperio y
a hn^or todas ias otras cosas quo co^no a oleto onporador devo e soy
oblig'idoa hazor como stempro lohU iorony m m d a ro n los «lotos en-
pera.lores mis antecesores do q u ilq u io r nación que fuesen lo q ual
ansí misino nos an suplicado y continuamonto los om basad ires de
los señores y ^ih.lados y tierras y qua por falloscimiento de la cesa­
rea magostad dol onperador m i soiior abuelo sub^idi y como quiera
que por el mucho y grande amor que he tenido y tengo a ostos
nuestros roynos y por la grand nobleza y grand lealtad que en
ellos ay a los qaalos yo vino con volunta I y determlniiciun dostar )
b iu ir en olios por tenor como los tongo por fortaleza y anparo y so-
guridad de todos los otros roynos y señoríos nuestros no puodo sin
gran tristesa y pena apartarme y avsentarme deIIos pero de las
cobsas su^odichiís no^esario y forsailo por conplir con lo que devo
a dios nuestro seúor y a la divyna inpenal que soy ologido con los
dichos estados y establecimientos yiiperí«iles y con la dicha bula
uurea y lo q u e en olla so contiene y con el juram ento que tengo he­
cho y presenta lo y hize y presente al tiempo que la dicha m i ele-
cion me fue pi'eseniada y syguien l'i en esto lo que los otros enpera- 'f
dures antecesores an hecho y hizleron y porque entiendo y conozco
mi vda 9Í dicho inp^rio ser conplider» d servicio de dios nuestro
señor y a (o<U nuestra religión cri»t¡<in<i y acresoentatnienlo de to­
dos nuestros reynos y sefiorios y paz perpetua dellos y los glandes
ynconvinifinles que devo yr y de dilatar mi yd» se podrían seguir
fardando en esto mi voluntad he determinado de abseni»rme destos
dichos reynos y yr en el dicho ynperio a me coosu^rar y coronar y
tom^ir Ui posesion del y rescihir el juram ento de la ñ ie liJ a d que
como a tal enperador se me ha de hazer y presentar y poner en
orden las cosas del govierno y justici:) dcl, y otro sy las délos otros
se&orios y tierras que asi nuev^itnente heredo por fallecimiento de
su cesare» magostad b s cuales como sal>eys son grandes y ricos y
poderosos en lo general luego en llegan lo en el dicho ynperlo en-
tendre con toda dilij^encia y cuid ido y trabajo a mi posible p»rque
mas brevemente cum pliendo mi deseo y voluntad pueda tornar y tor­
ne a goz<ir y estar y vivir en estos dichos reynos y aJm inistrar eo
ellos las justicias y bazer los otros oScios de principe y porque de­
seamos y que traten que entre tam o que yo el Iley esioy ausente
los dichos nuestros reynos esten en toJa pa¿ y aosiego y tra n q u ili­
dad! y hay/) quien en nuestra absencia y en nuestro lugar represen­
te nuestra propia persona por manera que ios dichos nuestros reynos
y señorios de los subditos y naturales dell«« no sean fatig.tdos n y se
gasten y antes por el reme lio y despacho de las cosas que sub^edíe-
ren y se devieren proveer con muy m aJuro acuerdo avernos m irado
y pensado que persona podra que lar en la a Iministracion de los d i­
chos nuestros reynos y seúorios qu<^ ygualmenie haga y adrninisire
en ellos el oficio de buen gobernador y sin afíjion pHrcialidad y m i­
rado y platicHdn en ello y avido consejo con alguno de los grandi^s
y perlados y otra persona de santa vida con ynstituydas en dig n i­
dad ea estos nuestros dichos reynos parescioque deviamoadexar U
4ioha administración y governacion al muy reverendo en christo
padre Cardenal de tortosa por ser como es persona de buena linpiü
santa y onesta vida y costumbres y peloso del servicio de dios nues>
tro setior y nuestro y bien y conservación de los dichos nuestros rey-
nos conystituida en tan alta digni lad en quien consisten todas las
mas caridades que para ello conviene por ende nos acatan.lo las
cualidades y cosas suso dichas que en su persona concurren y con­
fiando de su idatidad y (iileliJad y eiUemlimiento que cum ple asy a
servicio de dios nuestro sonor y bien de los dichos nuestros reyaos
y seíkorios por la presente de nuestra cierta ciencia y poderio real
absoluto de quien esta persona queremos vsar y vsamos como reves
\señori's m rPConiK’.i^ndo superior a i \<* (•*mp'>r.i1 elngimo$ y seña-
huno« y noTiibr»mos al dicho muy reverendo c:ivdfínnl de tartos» por
iidfnini^tradoi* y gobernador de los dichos nuestro» reíaos y señoríos
de cnstilU y He león y de ^m nada y navarra y ysU sy de candínas y
lasyndías y tíerr.i lirinedcl rn»r oc;ear)odescat>ierlH y por desi^ubrir
le d<in>os y otor^ninos lodo nuestro poder compiído hbre lle o e r»
b;sUiiile sc^unU que nns avernos y Uñemos y de hecJio y dn dere­
cho nuis i^uode y debe valer pura que entretanto que yo ei rey
estuviere »bs^nie de (os dichos nuestros rey noa e sénior ios e por el
tiempo q u e fuere nuestra merced y votuniad tenga y use por ñus y
en nueslro nombre y como ouesLr<is inísm.is personas la g )verna-
clon y adniiiiistrácíon deslos dichos nuestros reyans y seucrios pue>
da bat<M' y manditr hazer conplír y executar de las cosáis de q u a )'
quier caSítiad que sm que el viere que conviene y se debe h u e r
para la buena {^vernacion destos dichos nuestros rey nos y paz y
sosiego dellos y execucion de la jusUci^ y pueda proveer y provea
en nuestro nombre y como nos lo p >driamos proveer todos y cu»-
lesquier oficios y beneñcios de los dichos nuestros Uey nos asi por
vacación que a nos son de proveer y despachar y ba^^a y pueda faazer
y despachar todas las o* ras cosas que a nos mismos pn Iriamos pro>
veor y hazer porque vos mandamos a todos y a cada uno de vos
como dicho es que en lan ío que Is nuestra merced y voluntad fuere
Mvays y t«mgaís al dícbo muy Reverendo Cardenal de Tortosa |>or
^overnador de los dichos nuestros reynos de castilla y de león y de
granada y navarro y yslas de canaria y Us yndías de tierra firme del
mar occe mo descubiertas y por descubrir y le mireys y reve^en-
cieys y ocateys como a persima que líene nuestras vezes y lugar qui*
en este caso rt* presen te nuestras personas realas y hagays y c u im -
plays sus mandamientos y vcdula*« y cartas en lodo y |)or todo se-
gund que lo dixere y mandare y fuere eontenydo en las dichas me­
dulas y cartas syn poner enello escusa ni dilación alguna syn nos
mas requerir consultar ni esperar sobre ello otro nueslro mandato
bien asy uor^o sí lo que el dixere ordena re y mandare nos por nues­
tras mysmas personas <» por nuestras carias firmada de nuestro n o n *
i>re lo dige>emos y ordenásemos y mamlasemosy las dichas cartas y
mandamientos se dieren fuesen fynnadas de nue<«tra propia mano
syn poner en ello escusa ni dilación alguna y syn dar a ello ny par­
te dello y cosa n y entendiniiento ni interpretación ni dedaraciun lo
qual vos maniiainos que asy hagays y cunplays so pena de caer ea
m al caso y de las otras penas en que caen y íiicurren los que no
obedezcan las carias y tnanilamientosde sus reyes y se ores natura­
les y nos por la présentele damos concedemos e otorgamos para tado
r
tic lo d e llo d e p e n d ie n te e n q u a lq u ie r m an e ra y por q u a lq u ic r rai<»o
in d o n iie s lr o pciiler non po lei* b js U iU c sd g n n d q u e nos lo avo m > « y
tóndtnos y d e d a r rati p u o Jo y debe v a le r co n toilas su $ y n 9 i le n ­
t ia » y dH penden9Ì«» y m e rg e n cìu s a n e x id a d e s y c o n e s i U á e s y «{ue-
rem os q u e l d ic lio m u y re v e re n d o ca rd e n a l d e lo rto sa tenga U dioh«
a ilm in is ira o io n g o v e rn a c io n seg u nd q u e d ich o es no e m b ^ rgim teq tjft
sen o pued» se r e n todo o e n parte co n tra q u a le s q u ie r le y e s o fu e­
ro s o derechos y V50 S y co stu m b re s q u e p ara lo su so d ic b o no aya
y n te rv e n id o n i y o te rv e n g a la s soten iia d e s y cosas q u e $e re q u ie ra
lo q u a i todo nos p o r la p resen te en q u a n to a e«io toca d isp e n sarn o s
y abrogH inos y derogarnos q u e d a n d o e n s u fuer¿a y vigiar p .ira a d e -
im te debim os y (U m o> n u e iir a fee y p .d a b ra Ueal q u e iod o quanti»
e l d icb o iim y re v e re n d o C a rd e n a l d e lo rto sa e n n u e stro n o m b re y
com o n u e stro g o v e rn a ]o r a c o rd a re y d ix e r o y o rd e n a re y m a n d a re
p o r e scrito p o r la p a U b n con form e a este d icb o pod er q u e Ih hem o4
y a v re m o s p o r fírm e osU ible vale d ero p ara ag>ra y p ,ira s y e n p ro ja -
m as y q u e no lo revo c;ire m o s d í ire m o s n i m an liire m >s y r c o n tra e llo
n i co n tra parte d e llo agora n i e n a lg u n d tie iip o n i p o r a lg u n íi m in e ­
r a d ad a e n la cib d a d d e co ru ^ Ía a d ie z y ocb> d ia s det in e i d e m jy >
aCko d e l n d scim ien to d e n u e stro s a lv a d o r ib asu crist.» d a m ili y q u i •
n ie n to s y v e in te aiio s.

don Carlos por la d iv in a clemen9ia re y de ro m in o t e e jip ;r a t o r


sem per aügusto rey de spana de la s dos semillas y de iberus.ile.a y J»
m uy reverendo y n c ristii padre cardonal de tortosa e & . de la m ane­
r a que aveys de pro veer ios o íi^io i y otras cosas.
aveys de proveer pura renun ciació n todos los oñi^ios de v ey n te y
q u n lro s y regim ientos y ju ra d e ria s y o scrivan ias del con;^jo y del
mismo fír'les y executorlas y m ayordom ias y cob reri.is y otros q u a -
Iflsq u ier o íiJo s de todas las cibdades y v illa s y lugares destos re y -
nos de can<)ria y de las yndias ei‘<epto de la s ^^sori.is de la ca»a de la
moneda y (*scrivanias de re n U y escri ven ias de crim en y de la s q u e
v a l^ m de diez in ill in aiaved is de renta y del de arib ii y cim qa«^ los
d ich os o lid o s no sean de los nuevam ente acrecentados y qun vayan
la s pro visio nes con Ioü casos que se acostumbrar) y no a vey:i de d is ­
pensar en ninf^uno dellos escibto en l i s sesenta d ia s en q ue s * a de
presentar e$ p ro v e y d j q ue la s vezes que os pareciere y o viere nes*
96stdHd dellos poJuys proveer y syem pre tener mu^^ho cuyd íid o que
las p e r^ n a s en q u ie n se renua^iare:) lo i d icb o so ü cío s sean abile# y
suficientes.
No »veys de pasar ninguna renunciación de los oñcios de l»
eorle.
que los perdones de muerte que ovierdes de dar sean çibladoslos
c»5os y con perdón de las partes y con que ayd p;isado (res años y
no de otra manera.
No aveys de perdonar ninguna pena de los de toledo de lo de] de­
lito y sentencia syn consulta mia-
No aveys de proveer por vacación ningund oñcío de las çibdades
y villaft que tienen voto en las cortes nt de las çihdadesde xerez de
lu frontera y eçija y ubeda y baeça malaga y phsençia caceres ba-
d.ijoz y que en toilas las díebas çibdades y vill;is y lugares donde
ovíere eleçton de oñcios podays señalar las persnnHS nombradas la
que mejor os pareciere y conñrmar las dichas eleciones y asy m is­
mo proveyreys de Us lanças y Vdllestas marcantes que vacaren.
No oveys de proveer de las ante yglesias y monesterios y prevos-
Vidos por vac<içion ni renuiiciacion ni las conñnnf^vfl.
No aveys de proveer de ninguna yglesia ni ben<*ñdo de todos los
que a uos perieneican la presentaçion o provision en estos reynos
de caslilla y navarra y en las iglesias catred¿ilt*s ni colegiatas de^
rey no de gran;ida y canaria y yndias eçibto de las raçioncs de las
dichas yglesLis asi mismo las calongias de canario y yndias y de
guadíx y baça y «Imeria que es m i voluntad que podays proveer y
que asi mismo proveays de lodos los beneñcios que bacaren en las
dichas iglesias del dicho reyno de granada y en navarra yndias.
no aveys de dar títulos de duques condes marqueses y adelan­
tados.
Proveereys de t(w1os los oficios de justicias tenpor.des destos rey-
nos ecibto ccmsi'jo y chancellerlas de granada y valladolid y galizi»-
y y»la esp<iíl<^Ía y rigentes de navarra.
No aveys de baser merced de ningunos botos ni maraveilises n i'
otras cosas cuníisttadas que pertenezcan a nuestra camara n i de las
í|ue por otro qualquier razón ni cabsa nos pertenezcan ecibto que
en las penas yncutklas oy alguno avisare y tomare cargo de prose­
g u ir le podays dar la parte que os paresçiere y lo liemas que dexa-
mos iodo lo suso<liclio que a nos pertenezca y es mi voluntad que*
podays hazer merced a las personas que os paresçiere hasta en con-'
tra de diez m il m^iravedis a cada uno.
No aveys de h»¿er ningund asiento en los libros.
l>espues que ayan quedado los monteros quesyrven a la reina nir
se&ora en tordesillas y los porteros en el numero que se ordeno por
U reformación quiero que podays proveer los q te v.icaren que sean
Ji>s otros monteros despedidos pero no aveys de proveer mucho de
<los otros oHoiosde Id casa de la dicha reyna m i sefkora por vacación
renunciación.
No aveys d« übrarcosa alguna en la hazienla «yno aquello p»ra
que ay especial mandam ienio ñrmado de mí rn^mo syno fuei'e para
la cosa de ne$9esidad de estado que de ofrexoa en que U dilación po-
d ra traer yncoaviniente.
Noaveys de proveer ninízunos maravedis de por vida por renott-
<^iacioD y vacación.
No aveys de proveer ninguna tenencia ni capiiania por renuncia­
c ió n n i vacación.
No aveys de renunciar ni proveer syn consulté! mia los oficios de
asistente de sevylla y governacion de gaÜcia y corregidores de tole-
do y granada.
No aveys de proveer en los yndías los oficios syguienles por rc-
nuDcíacion n i por vacación ni por traslación fundi lor y marcador \ o
de la escobilla escrivanias de minas veedor y thesorero contador y
fator alcaydia y escrivania del juigado.
No aveys de dar hidalguías n i cavallerias ni grados de licenciados
n i dolores.
No da reys represarías syn consulta mia.
No aveys de dar cédulas para que se vean buenamente pleitos de
grandes syn consulta mía.
No aveys de d ^r ligea^ias de armas a los nuevamente convertidos
del reino de granada.
Xo di^pensareys del servicio de los oficiales de la casa longa la^
bordenan 9as.
No aveys de dar legitimaciones de hijos de clérigos ni frailes.
No aveys de dar facultades para mayorazgos syn e^ibtar los casas
4ii secundar las m inutas antiguas en esto ni en otras cosas.
No aveys de dispensar con los que ovieren recibido corona.
no aveys de dar espetativas.
El Rev.

F u e ro u tales y tau im portautee las lim itacloiiee y proh ibicio­


nes q u e con ten ÍH la lu s tru c c ió n q u e a c o m p a s a b a a l poder a u »
teriorineute relatado, q u e cou sobrada ra zó u p u d o condolerse
el C ardenal- G obernador de q u e se le dejaba p o c a fa c u ltad de
hacev bien. E l c atálogo de las prohibicionee era copioso y á Ift
vez elocuente» p orq u e la provisión de todos los altos cargos y
de todas las grandes mercedes» se las reservaba el R e y ausente
|>ara favorecer á la cohorte de sus fu tim o s consejeros.
£1 deearrollo dd los aucesce en el país, conocida y a la reéolu*
ció n de D . Carlos de p a rtir p a ra A le m a n ia , u n a vez obtenido el
servicio» se reil^ja en varios docnm entofl h a sta a h o ra descono­
cidos. £ i D u q u e del Iiifa i)ts d o , tío d e D . Pero L e so de Ja V e g a ,
cuftn do del C orregidor de Toledo, C o nde de P a lm a , conocedor
del in feliz resultado de la em btijdda q u e le llevó á la C orle y de
su destierro, debió escribir á S . M . para q u e etnavisara sus rlgo-
m ; pero el R e y se m a u iu v o íutx o ra b le , según carta qu e d ir ig ió
a l m e ncio na d o D u q u e p or m a n o de su sobrluo D . Pero Gou<^-
lez d e M e n d o fa eti 9 de M ayo (1)« E n esta fecha. D . A n to n io de
A c u n a » O b isp o de Z a m o ra , perm anecía tra n q u ilo eu su dióce­
sis, y el R ey le escribía (2) recom endándole term inase el pleito
quH f^eguía con el D e á n de B urgos sobre el A rcedianato de V al*
pu«>rta, y teniéndoles p or m u y ciertos y verdaderos servidores.
£ i 10 se e n v iaba u n a R e a l C é d u la a l D eán y C abildo de Se*
v illa (3), p a ia q u e los clérigos u o asistiesen á n in g u n a Congre­
g a c ió n q u e se tratase de hacer en estos R einos, si n o tuviesen
ex p iesa com isión de Su S a n tid a d y consentim iento ReHl; y el 19'
80 d irig ía otra al A rzobispo de G ra u a da, Presidente del C o nse­
j o (4), p ara q u e evitase la congregación de las Iglesias y proce­
d ie r a c o u tra los clérigos escan d a leeos y crim inosos.

Ált^raoiones «n 0r«n8« y SegovU.

A ú n DO h a b ia p a rtido de E sp a fia su R ey D . Carlos, y y& e\


r
C o u d e de F u e n sa lid a , desde L u g o , escribía a l G o bernad or, con
fecha 12 d e M p y o (5), noticián dole lo ocurrido en O rense, y
coH udo se preparaba pnra ir sobre ellos, cam b ia ro n de propósi­
to, cou ia a ctitud de Jos sefiores y ciudades q u e moe tra b au vo*
lu u ia d de ju n ta rs e COD é l, p o r lo qu e n o c o m u n ic ó la uuev a
p o rq u e u o h u b o causa, a u n q u e los p rin c ip io s , en estos casos,
suelen ser m u y peligrosos si c o a tiem po u o se rem ediau. G om o

(1) A rch. gen. de S im ., Libros de Cám am , lib. X L lX , fol. 306.


j2 ) Idem id. id ., fol.
(3) Idem id ., Comunidades de C aililln, leg. 2 .^ fol. 260
(i) Idem id ., Libros fjfwrales de Ín Cám ara, hIÍos á
(6) Idfm iH„ Cofìwnidodes de ('a s li/h , lih. IV, fol. 9u.
reguero de p ólv o ra corrió p or tu d a E s p a ñ a q u e 2o8 P ro c u ra d o ­
res h a b ía n coDcedidü el aurviclo pedido por el R«)y, y q u e ésle
p a rtía apresuradam ente p ara A le m a n ia . Robos todos loa respe-
tos, c u n d ió ]a rebeldía de Toledo y S a la m a n c a , y S egovia en­
sangrentó aus calles con la de au P rocurador H o d rig o d é T o r-
desilias, á q u ien n o a d m itió aus diacuipas. C l croniata S a a d o v a l
re ñrió íoa heclioa com o los h a b ía c o m u n ic a d o u n correo a l C a r ­
de n al y Consejeros estando e n B en av ente, y después Coim eua-
res detalló el acontecim iento valiéndose de docum entos ia d a b t*
ia d o s. Sería atrevim iento in a u d ito a íla d ir u n d a to uaevo, pues
a u n q u e en u u m au uacrito de la B iblioteca N a c io n a l ( I ) se dice
qu e el 28 de M ayo se ju u t ó la c iu d a d de S egovia y com ensaron
loe alborotos, el cronista de S egovia asegura, q u e el C o m ú n se
re u n ió en el tem plo de Corpui> Chriati el martes d e E sp íritu
Sant(», q u e en 1520 fu é 29 de M ayo, y esto es Lo exacto. Presen*
tose n n a proposición quejándose de la ausencia del Corregidor
y atribuyendo á n n a lg iia n il, q u e por la noche p rendía á los hom-
lireH cun {>erruft, <toino.HÍ fueran m o m s . D e a q u í se pasó á m u r ­
m u ra r de todos UiA M iniátroa, y com o entre loa presentes aeen-
t’Ontrase n n viejo lla m a d o H e r n á n Lóp ez M e ló n , aalió á defen-
iier á la jusfiu ia , y dándose p or a m e n a z a d o s los q u e estaban
reunidos, lu sacaron de la iglesia, le e c h a ro n a l cuello u n a soga,
y arrastrándole lo llevaron fuera de la c iu d a d , a l sitio lla m a d o
C ru 2 del M ercado, y y a m uerto, lo colgaron en u n a horca qu e
la nnich e dun ibre im prov isó con m a d e ra del p in a r d e B a ls a ín ,
q u e a llí frecuentemente b a b ía . A l regresar, laa turb as encontra­
ro n á otro córchele lla m a d o R o q u e P ortal, y c o m o le viesen e s­
cribir con papel y p lu m a , creyeron q u e lo m a b a nom bres, y Le
arrastraron , colgándole en la m ia m a horca don de perm anecía el
cad áver de M elón.

AsMÍDSto «Q Segovis del Procurador Tordeeílls^.

Tordesillas y V ázquez, q ne regresaban d « la C oruña» su p ie­


ro n el suceso en S a u ta MarÍA de N ieva, y a u n q u e e) segundo
propuso á su com pañero qvie se fuesen al E s p in a r, donde tenia

(4) MS. Biblioteca N<icional, 1*. V., fols. 6-3, núm . 6 i.


caan y facnilia (1), TordeailUs n o quiso ace^^Ur tnn prudente
conseje y resolvió c o n tin u a r hasta S eg o ?¡a, 9Íu d u d u poi* la con*
ñ a u sa de poder justificarse, ó acaso aguijoneado p or el deseo de
unirse á su m ujer, q u e lia b ia quedado en la ciudad. A pesar de
ios am istosos avisos q u e Tordesillas recibió a q u e lla m ism a uo*
c*Í)e. se obstinó eu presentarse a l siguiente d ía en el A y u n ta *
m ieuto, y vestido lujosam ente, m archó á la cesa m u n ic ip a l, y
y a en el trá n sito , le ro gó Pedro de S egovia, c u ra de S an Mi-
gue], q u e u o in8istieí>e; pero descayéndola aúpiica, llegó á la tri­
b u n a de la iglesia de S a u M iguel, qu e estaba casi eu medie» (ie
lo qne hoy es P lazn M ayor. P u b lic a d o y circvda<lo e) liechu» ^e
ugvupó m a c h a gente» se ceiró la p n e rtii de la iglesia! pero aqné*
lia pidió qu e saliese Tordesillas. Ilíz o io éste cou m ás á n im o <|ue
prndeitcia; se trabó de palabras con la a lb o ro ta d a plebe, qne
acabó p or echarle al caallo u n a soga y arrastrarle h asta la h o r ­
ca, d on de le colgaron ju n to á M elón y P o rtal (2 ). N a d a bastó
para contener á la desbordada m u ltitu d : u i la exposicióu de la
Sag ra da F o rm a , n i las siáplicas del G u a rd iá u del C o n veo to de
S a n Francisco, h e rm an o del m ism o T ordesillas, u i laa a m e n a ­
zas de a lg uu o s ciudadanos; uada p u d o evitar la catástrofe, o r i­
gen de mayores malee y enseñanza para los que h a b ía n icicia-
d o el m o v im ie u to con bieu distintos ñnes.

h t a Bravo, jefd de h rebolión «n

Sucesos de esta gravedad n o ocurren ja m á s sin u n a causa qu«^


los im pu lse y u n a cabeza q u e los dirija^ y Segovia n o se sustrn-

(4) \ ín Giirt;« Heal desde Bruselas ¿ de Ju aio, aprobó U co(»>


ducta de Vázquez y que mandaría satisfacerle tcKiu el daf^o que h u ­
biese recibido. Arch. gen. de S im ., Cámarút lej^. 138, fol. 30.— Los
danos que sufrió, los reUtó Vázqaes en mernoríal á S. decreta*
da en 17 de Jum o de 15$1. Arch. gon. de S im ., Cámara, leg. 141,
fol. 1i(4 antiguo.— Tiene muchos detalles.
(5) El Cardenal de Tortora, en carta á S. M. de ^5 de Junio
de 1520, recomendó á los bijos de Tordesillas. Arch. ^en. de Sim.,
Comunidades d$ CasliUay leg. 1 .^ fol, 178.— Por Provisión Heal de
1520, se hizo merced de un regimiento en Segovia á Gonzalo de
Tordesillab, por vacación de Rodrigo de Tordesillas, su padre. A r­
chivo gen. de Si ni., Libros de ta Cámara, lib . X Ü X , fo!. 264.
j o á dsta regla de bueu s d iü id o . T oledo, con in>U ejem plo y
las caritis q u e c irc u ló á las dem ás olvidaden y v üIhs de voto en
'Corles, leu ía acalorados los á n im o s y sem brado los gérm enes de
io d a conm oción p o p u la r. C ierto es qu e la c o u d u c la d é lo s P ro­
curadores de S egovia h a b la sido poco escrupulosa; pero todo
ello, y m u c h o más» u o a u to riz a b a el horreudo aseshiato de trefl
hom bres á quieues se im p id ió toda defensa y h a sta pouerse bien
c o u D io s, p a ra ser vergonzosam ente colgados de la horca. Y es
•excusado decir q u e la casa de T ordesillas fué saq ue ada é in c e n ­
d ia d a . £ l m a nu sc rito de la B iblioteca N a c io n a l antes citado^
añ a d e q u e la c iu d a d se ju n t ó á tra ta r estos negocios, y p u d o
ia n t o la persuasión de estas cartas (las de Toledo), con lo q u e
J u u D B ra v o , caballero de S e g o v ia, les d ijo , qu e a u n q u e hubo
ulg uu os m u y buenos caballeros y sacerdotes y hom bres p a rli*
•cu lares q u e deseabau ser leales á su R e y , y )o p u b lica ro n con
ob ra s y p a la b ras, p u d o m á s la parte de J u a n B rav o y c o m ú u , y
procu rando resistir su alteración el R e g id o r Tordesillas, le qui-
ijieron m a ta r, y h u y e nd o se m etió en la iglesia de S a n M ig u e l,
de donde incontinenii, cou g ra n irreverencia del tem plo, lo sa-
curou y lo llevaron á la horca, d o u de le ah o rc a ro n entre dos
porquerones, com o á Jesucristo Nue.^tro S eñor entre dos ladro*
nes. O tr o m a nu sc rito de la época (1). dice «q ue deutro del C a ­
b ild o lo lua taro u y echaron p or Ía v e u ta n a abajo , de a llí lo to-
iiiarou los m u ch ach os y le llevarou al cam po d on de le pararon
ta l á pedradas, q u e casi n o q u e d ó cosa q u e pudieí^en enterrar.»

Sn0«808 in Zamora.

Poco cuesta creer qne J u a u B ravo encendió el fuego de la re­


belión en Sego via, c u a u d o consta qu e D . Pero L aso, obedecien­
d o acaso á la consigna d a d a e u Toledo, se presentó en Z a m o ra,
co m isio na d o p or ia im p e ria l ciudad, p a ra p rop a g a r en la s de­
m ás el m o v im ie n to revoluciouavio. Y n a o de sus ú ltim o s histo­
riadores a ñ a d e (2) q u e , sin entra r eu Z a m o r a , se a lo jó eu el Con-

(I) Rtlaciún de ios Comunidades y la causa qw tuvieron eslat


aileraciones.— US. Biblioteca Nacionbl, G-53, foh 3 i 6.
(%) Pernándes Duro, Memorias hislút'icas de ia ciudad de Zoma-
ra , toma II, pág. 213.
veuto de F ia n cisco, extramuros» d ou dd fué ta n ta gente del
pueblo & verle, qu e h u b o de salir á u n a c a p illa y h a b l6 recapi*
m ia n d o los agravios q u e docía se h a b ía n hecbo c o n tra el eet^TÍ-
c ío de la C orona, y proponiendo q u e sig u ie ra n la v o lu u ta d d&
Toledo de ponerles rem edio. £ ) R e g id o r J u a n de P orras y otros
caballeroB quisieron c a lm a r e) alboroto pro<Íucido p o r D . P ero
h a ^ o , expouiendo q ne Z a m o ra u o h a b ía cousenUdo eu lo deL
sor vicio pedido eu k s Cortes; pero esto era u n ardid de buena
v o lu n ta d , pues a u n q u e a l elegir por Procuradores i B e rn a rd iu o
de L edesm a y á Francisco R am írez» les dieron p or In s tru c ción
4|ne negaran en absoluto h\autorizaciéu p a ra la s a lid a d e l E m *
|*erador de E sp afia y todo nuevo bributo» antes de qu e respon­
diera á los mem oriales y peticiones tocantes a l buen servicio do
D io s y del E s la d o , las actas de las Cortes de Santiago-G alicia
p ru e b a n q u e u o hicieron n i lo u n o n i lo otro, y docum entos y a
relatados dem uestran qu e R a m íre z recibió, eu el p rim e r efto del
servicio, 37.500 m aravedís. N o es extrafio, p or lo tanto, qu e todos
los referidos hechos, y el alza m ie n to del pleito h om e nsje q u e los
Procuradores hicieron á la c iu d a d , u n id o á olrcs ju ic io s exage­
rado» c|ne por entonces circularon, produjeran p ú b lic a in d ig n a ­
c ió n y deseo de castigar eu sus personas el m a l desempeño de sus
i argos. A visados oportunam en te de la acLitud del pueblo zam O '
ra n o , tom aron el prudente acuerdo de refugiarse eu u n M o n as­
terio, distante u n a jo r n a d a de Z a m o ra y apellidado M ontam ar-
la . E n tre tanto, se saqueó é in ce n d ia ro n sus casas, y a u n iuten-
taro n derribarlas, lo grau doicn p edirlo el Conde de A lba de Liste»
y m ás a ú n la C ondesa, que. penetrando entre las turbas» consi­
g u ió refi'enarlas; pero u o evitó qu e en la P la z a M a y o r se q u e ­
m a se n las eñgies de los Procuradores, qu e ta u m a l h a b ía n ser­
v id o á Zam ora» y qu e se colocasen otros bustos de los m ism o »
&1 frente de la casa de C ap ítu lo s, con carteles q u e ostentaban
epítetos calum niosos y deshonrosos. Desde entonces sonó en Z a ­
m o ra la p a la b ra Ccmunid^td, y los zam oranos ee dividieron ea
dos bandos. U u o los del R e g im ie n to , qu e apoyados p or el
(^ r r e g id o r y D . Diego E n ríq n e z , Conde de A lb a de L iste, y
u nid o s ¿ los caballeros y sus allegados» proveyeron la fortale­
z a y fortiíicarou la c iu d a d . Y otro la revuelta plebe, q u e a n i­
m a d a p or D . Pero Laso, y cap itaue ad a p or el O bispo D . A n to ­
n io de Acvi ñ a , viuieron ¿ las m anos, llevaron la peor parte, y
decidieron a] P r^ k H o á trocar el b á c u lo p or la espada y iu p&£
p o r l a guerra» stliéudoae e) O bispo de la ciudad cotí varioa de
s u s parciales.

El Cirden&l y CondMtable r«fngiadoe ra TtlUdolid.

L ib a d o s estoa hechos á conocim iento del C a rd e u a l de T o r­


tosa, G o b e rn ad o r de estos R einos, q u iso refugia rae en V allado*
lid , residencia del Consejo R eal y d e In O lianciH ería, y rogó al
C oodestable, q u e estaba eu V illa lp a n d o , q u e le ncompaftaae.
H ís o lo aai» y am bos entraron eu la v illa el d ía del C orpua. tiii*
«entáudose deapué» el C o ndestable. L a presencia del Presiden-
te del Consejo» anles de la entrada del C ardenal y Cc»udesla-
hle, c a lm ó m u c h o lo» án im o ? , pi'edispueatos c o n lra los P r o ­
curadores Francisco de la Serna y G abriel de S a n lis te h a n , q u e
h a b ía n otorgado el servicio en laa Cortea de Santiago-C orufla,
y ale ntado s p o r 1o q u e estaba sucediendo en Segovia y Zamo<
ra . A pesar de la presencia de lúa m á s altaa dig uidades del R e i­
u o . la m u rm u ra c ió n n o cesaba y la in q u ie tu d en los á n im o s
perm ajiecía latente, y acaí^o h u b ie ra llegíido á p ro d u c ir u u tras­
to rn o en la q u ie tu d p ú b lica , si Procuradcoes y R e g im ie n to ,
puestos de acuerdo, n o liu b ie ra u resuelto a p la z a r la publicació]>
d e los C a p ítu lo s otorgados. L la m a d o el A rzobispo de G ra n a d a ,
Presidente del Consejo, consigu ió aplacar el m o v im ie n to , has
ta q u e , ocurrido el desastre de M e d in a del C am p o , saltó el fu e ­
g o q u e o c u lta b a Valladoli<l, y éste fué el foco p rin c ip a l de la
rebelión y donde se constituyeron las Cortes revolucionarias y
l a J u n t a revolucionaria de la c iu d a d y sus cuadrillas.

RibeliÓQ «n (xD^aUj&ra.

L a c iu d a d de G u a d a ia ja ra ta m b ié n se rebeló contra sus P r o ­


curadores D . L u is y D . D iego de O u z m á u , p ro c la m a n d o p or
je fe a l c aip intero Pedro Coca y dem oliendo ias casas de loa
G u zm a u e s ( l ) . N o p u d o auto rizar estos desm anes D . Dieg(»

(1) Núñez de Castro, HUloria de Guadalajai'a, lib. 111, p/ig. 15d.


H u r iu d u U« MeiiduzM, t«rc;er D u q u e del In fa n ta d o , y re u n ie n d o
los vasallos de sus extensos Estados, ap acig uó ol tu m u lto , y
apriflionaudo ó. Pedro de Coca, le h izo estraug ular eo la p ri­
sió n . Á d u tuvieron valor para rogar a l D u q u e q u e les fav ore­
ciese y ay ud ara, am enazándole qu e supiese que, de lo c o u tra -
río, n in g ú n G ran d e h a b ia de q u e d a r en la ciudad. E l C o nde de
S a ld a fia y el D u q u e del lu fa iH a d o , viendo la c iu d a d ta u a lb o ­
rotada y sintiendo qu e el fuego se extendía p or tudo el H eino,
acordaron escribir al C ardenal ro gándo le qu e m irase q u e estaba
¿ su cargo rem ediar tantos m ales, pues D ios y el Bey le h a b ín n
puesto eu aquel lug ar, y qu e sin pasión hiciese u n perdón g e ­
neral; q u e hiciese q u ita r el servicio; q u e las alcabalas volviesen
ul estado en qu e estaban veiuticin co afios antes; q u e los o fi­
cios y beneñcios se diesen á los n a tu rales y se quitasen los qu e
teníon los extranjero!^; q u e esto todo se hiciese luego. L a c arta
pareció bien a l C ardenul; pero n o atreviéndose á resolver en
aquellas críticas circvmstancias. se resolvió ¿ consuUivr a l E m ­
perador y hacer lo q u e el Consejo le ordenase.

CoiDÍ6DZft U oorrupondeneia d«l Cardenal «on «1 Rey.

Los anteriores datos relatados p or S a n d o v a l, pueden am-


pilarse con parte de c arta cifrada q u e ei C ard enal de T ortosa
escribió al E m perador ^ I), d áo d o le cuenta del m o v im ie n to de
las ciudades y v ilU s, y cüoiéndole respecto de G u a d a la ja ra : « L o
q u e de^'pnes descrito á vra. in d . sucedió, fué, q u e el h o n rad o
D o c to r de M e d in a com o platico sa luda do r ó sacam uelas, fi2o
a i pueblo q u e estaba ju n to , u n a la rg a h a b la eu favor de la C O '
m u nid ad » con tantas esclam aciones á m anera de serm ón, pues­
to de pies sobre u n poyo á la p u erta de S . G il | del S r. Conde
de S a ld a ñ a , de la m is n a m anera, con u u a cruz en la m a n o
com o com isario á de^pedim iento de c ru z a d a , to m a n d o ju ru -
m e ntó á todos, v inie nd o á poner la m a n o e n la c ru z u n o ¿ une»
qu e tardó b ie n dos lloras largas» y el S r. Conde h a ira y d o oy
la vara p or la c o m u u p or su m an d a d o ; y la v a ra de A lg u a *

(1) Arch. g e n .d e S im ., Comunidadesde Castilla, lib . II, fo>


lío (56.
cil m a y o r ©l S r D ......y p a r a m a ü a n a se h a n concertado dep o -
uer C orregidor y a cabar de derribar todas las paredes de la!^
casas d e los Procuradores y seinbrallas d e sal, y esperause mu*
cbas novedades. D u a rs afírm a con ju r a m e n to q u e fuera m as á
la la rg a qu e é D ios y esto p or u n poco de tem or com o S a o t
pedro ¡ Creese el S e ñ o r D u q u e salirse fuera üe la c iu d a d y r e ­
traerse á buy trago de g u a d a la ja ra . >

Lft OomQiüidid en Horcift.

M u rc ia tenía p or Corregidor a l Licenciado M a rtíii de V a lle ,


y babiéüdose ausentado el 8 de M a y o de 1520, dejó p or Te<
DÍeote de C orregidor a l L icenciado A u tó n Pérez de B o m a iti» .
E l 17 d e dic h o mes se re u u ió m u c h a gente del pueblo en la
claustral de la Ig le s ia M a y o r y proclam ó la C o m u u id a d . £ l Te*
uiente A lc a ld e re un ió in m e d ia tam e n te el C a b ild o , asistieudo a l­
g u n o s caballeros qu e detalló Cascales, y vista la a c titu d del
p u e b lo , q u e a rm a d o h izo p la z a de a rm a s eo S a n ta O la lla , acor-
d a ro u a v ila r a l Consejo y G o bern ad o r del R e in o para q u e pro*
veyeee de rem edio cou brevedad, confiando la e m b aja d a á F u l-
gencio de A lm ela, qu e fué e n v ia d o á la C h a n c ille ria de G r a n a ­
d a p a ra d a r parte prim ero i D . P edro F a jardo , M arqués de los
V élez, y á la Corte p ara d a r aviso á D iego R iq u e lm e . E l Conse­
j o com isionó a l L ic e n ciad o L eg uizam o , A lcalde de C orte, q u e
llegado á M u rc ia p id ió favor y a y u d a ¿ la Ju s tic ia y c ab alle­
ros, c u a n d o y a h a b ía n echado de la c iu d a d a l M arqués de los
V é le z y preso á m u c h o s contrarios á la C o m u n id a d , Leguiza-
in o conm enzó secrete pesquisa, y entre los culpados condenó á
u n sapatero á pena de cieu azotes; pero c u a n d o ib a p or la c a ­
lle recibiéndolos, el pueblo se alb o ro tó , y con gran algazara y
vocerío q u itó á ia Ju s tic ia el azotado. E l M arqués de los V élez
voW ió á la c iu d a d y c u lp ó m u c h o a l A lcalde de Corte de haber
a u m e n ta d o el alboroto con ta n to rigor, y entonces los Síndicos
d é l a C o m u n id a d , A lo n so R u b io , B a rto lo m é B o n a q u e , J u a n Bo­
nete y otros, se reunieron y acordaron m a ta r a l A lcalde; pero
varios caballeros, entre ellos el C a p itá n L e a n d ro de A lm e la,
conocida la resolución de los agerm anados, a n im a ro n a l A lc a l­
de para qu e c o n tin u a ra sus investigacioues y le ofrecieron sus
vidftd y baciend&s. L a actitud dei O a p itâ o A lroela afeau do la
«o n d u c ta dei pueblo, le ocâsio nô el ser herido y m a ltra ta d o por
los com uneros. Q u is o Leg^)Í2Amo reconvenir a l M arqués de (os
Vêlez; pero éste se h a b ia m a rch ado de ia c iu d a d c a m in o d<«
M olin a; le sig u ió h asta este p u n to ; le reconvino a g riam ente,
requiriéndole b a jo pena de m uerte q u e volviese á la c iu d a d .
V u elto á M u rc ia el A lcalde, se alborotó la C o m u n id a d y cercó
su casa cou propósito de q u e m a rla y m atarle; pero gracias á lu
intervención de) C a p itá n A lm e la, Legviizaino eutregó los proce
sos form ados á la C o m u n id a d , y dentro del angustioso plazo do
u n a hora» acom paí^ado de A lm e la y de otros compaÚeix>9. p a r ­
tió para M o lin a rony corrido y enojado. A d u tra tó de sacar
gente para volver sobre M u rcia; pero a v isad a L o r c a y C a r t e e
n a, se reunieron u n o s 8.000 h om b res y se e n c a m in aro n h acin
M o lin a en busca dol A lc a ld e , qne, h u y endo de d ía y de noche,
no paró h a sta V a lla d o lid . E l en<go p o p u la r se m ostró contra el
C a p itá n L e a n d ro de A lm e la y los qu e le a c o m p a fia b a n , q uo
fueron traídos á M u rc ia , m etidos en u n a m azm o rra, y lo b u
hieseu pasado m a l si u o hubieseu escapado d e la prisión y del
peligro de m uerte. L a C o m u n id a d echo de la c iu d a d al Consejn
y R e g im ie n to y á todos sus parciales, quienes, reunidos en Ai-
c a n ta rilla , protestaron d e su fidelidad a l Hey.
£1 A rch iv o geueral de S im a n c a s conserva copia del M e m o ­
ria l q u e el A lcalde L e g uizam o dirigió á S . M . ( l ) , d á n d o le
cuenta de cu a n to h a b ía ocurrido eu M u rc ia , y el relato diñere
bastante de lo qu e historió Cáscales. A lte rad a M urcia, el Car^
deual y el Consejo le e nv ia ro n p a ra qu e la pacifícaaeé hiciese j u s ­
ticia. Llegado á M o lin a, q u e era lu g a r del M arqués de loe V élez,
fué in form ado qu e los alborotadores q u ería a echar los hom brea
de arm as q u e estabau eu la c iu d a d y h a b ía n venido de A frica;
y p ara qu e el alboroto n o se propagase, se trasladó L e g u iz a m o
á M urcia, y el d o m lu g o p or la m a ñ a n a los de la G e rm a n ía h i*
cieroti su reseúa con atamboj*es y banderas, oom o solían, con
grandes escándalos, y proyectaron bacer otra m ay o r aquel m is ­
m o d ía . Según L eg u izam o . com enzó á pacificar la gente; m aa
la víspera de S antiag o supo q u e el M arqués de los V élez q u e rU
o u tra r en la c iu d a d sim p atiza n d o cou la rebelión, y, con efecto,
«ti )h m a ñ a n a del d ia de S a ntiag o e n tró cou todos ios de la
G e rm a u ía . d a n d o m u c h o favor a i C a p itá o y S íodicos d© elJa,
üfreciéudoleB su perdona y «ata io , y a p ro b a u d o lo q u e eatabaa
h acieudo, cou lo cual se altero m u c h o la c iu d a d . D ijo q u e u u u -
c a conoció en el M arqués b u e n a in te o c ió a , pues se m ostró m u y
<juejoso de 8 . M . y de M r. de Xevi*es. Concertáronse n u o s y
otros, y todos ju u to s estuvieron en la o p iu ió a de T oledo, y dos
R egidores y D iego de V e ra to m a ro u ias varas de la J u s tic ia .
R e la tó q u e , requerido el M arqués p a ra q u e le prestase favor y
ayuda» se ausentó de la c iu d a d y sa fa é á V élez ,siu decirle u n a
p a la b ra . L o dem ás del relato se refiere á época posterior; pero
resulta claro q u e el M arqués de ios V éle z com enzó discu lp antlo
á los rebeldes de M u rc ia , y q u e éstos, después d e apoderarse de
la a u to rid a d , h icieron q u e el A lcalde L e g u isam o se m archase
h u y e n d o h a sta V a ila d o lid , a n te el tem or de m o rir q u e m a d o
dentro de su m o ra d a , com o lo in te n ta ro n los a m o tiu ad o s ( 1 ).

Rebdiió'i «Q Mala.

D e a u pleito q u e siguieron los clérigos de la v illa de M u ía ,


q u e fué de D . Pec3ro F a x a rd o , A d e la n ta d o de M u rc ia y abuelo
del M arqués de los Vélez (2}. se deduce com o p ro b au za a rtic u ­
lad a por u n a de las partes, q u e el afio 1520, estaudo a ú u ei E m ­
perador en F landes. v ió uno de ios testigos q u e los m á s de ios
vecinos de M u ía se rebelaron y alearon eu C o m u n id a d é G enna-
u ia , y q u e entre ios legos a n d a b a n N ofre M exía, H u r ta d o P é ­
rez y A lonso M u fio z, clérigos, hijos y vecinos de M u ía , y q u e
los v ió á todos alborotados y alterados contra ei d ic h o sefior
M arqués y sus servidores, q u e u o q n e ría u ser de ia C o m u n id a d ;
y q u e este testigo vió cóm o de&de á dos ó tres días después q u e
se a l 9 aron é rebelaron, se ju n ta ro n en la iglesia de S a n M ig uel
de la d ic h a villa, y desde a llí subieron todos á la fortaleza y la
to m a ro n , y en ei com bate m a taro n á S a n c h o de M e n a. Q u ita *
ro n ias varas á ias Ju sticias y pusieron otras, h u y e n d o el A l-

( t ) Ferrer del R(i), Historia del levantamiento de ias Comunida^


des de Castilla, cap. 1(1» pág. 74.
( í) Arch. geo. de S¡m., Consejo Real, leg. 453.
calde. S e jiin ta ro Q y dscríbierou á los lugares comarcatios q u 0
les favoreciesen. V ió ju n t a r p ú b lica m e nte en el cementerio de
la ígleaia de S a n M ig uel, en la P laza y en la C á m a r a de) Cou-
cejo á todos )os rebe)ados. )os q u e fuerou á wn L etrado á p e d ir
consejo d e ]o qu e h a b ía n de hacer.

latsUg^DoUs 6 0 n los agerm&o&los de ValeDcía.

L os com uaeros de M n rcia tra ta ro n in m ediatam eato de esta


blecer inteligencia con )os agerm anados de V a le u c ia ( l ) , y 4
este propósito n o m b ra ro n dos com isionados qu e propusieron la
u u ió u de am bas ciudades, y fueron recibidos con deiuostracio-
nee d e cariñosa sim patía, dándoles u n a m a g n ífic a cena en la
casa-cofradía de los peraires» d on de todos ju r a r o n la G e rm a n ia .
saliendo después bien acom pañados cou hachas encendidas y
paseándose p or las calles de V a le uc ia .

Disposicionss ra Tileneia.

P reocupaba m u c h o á los agerm anados la elección de los J u ­


rados. porque pretendían que, con arreglo á n n privilegio de
D . Pedro 1, deh iau nom brarse dos de )a clase de caballeros y
cuatro de la de ciudadanos; y estando Je ró n im o O oll comisio-
))ftdo p or los agerm anados cerca del E m p erador, éste, con fecha
4 de M ayo (2), escribió u u a c arta a l C o nde de M élito , inand án*
dolé a c ü v a r eu m a rc h a p ara V ale ncia; otra, en la m ism a fe­
c h a (5), al G obernador de V a le n c ia sobre los disturbios de esta
ciu d a d y medios de pacificarla; otra a l B razo eclesiástico (4),
sobre la provisión de aquel A rzobispado, qu e tenía hecha en el
O b isp o de L iíga, D . B rardo de la S íu rc a , y n n a In s tru c ción para
D . D iego de M endoza. C o nde de M élito (5), de lo q u e h a b ía d e

(i) Danvila, La Gerrtuinia de Valencia, pág. 120.


(S) RijHÍ A cad em ia d e la Historia, Coiecc. S alaiar, tomo X V III,
fol. 4 33 vuelto.
(3) I lein id ., id ., fol. vuelto.
(4) \Icm id ., id ., fol. 136 vuelto.
( 5 ) Id e m id ., id ., fols. 137 a) 1 4 1 vuelto.
hacer ooii el cargo qne llevaba: creación de WiO 6 doa a lg u a c il
Í66, y establecim iento del grem io <le torcedores de seda. E l mi^-
m o d ía 7 y 10, q u e D . Carlos eiilregA A C o ll dos cartas para el
V irrey, á f i n de q u e se in fo rm a s e y [>roveyese lo qu e fuera justo
en la in m e d ia ta elección de Jura<Íos, escribió otra a l Conde de
M élito ( l ) sobi'e los aanutos de goUíeruo de la c iu d a d y m o d o
de hacer Ift elección de Ju ra d o s ; otra al L ugarteniente, para
qu e ae conservara )a form a a n tig u a en la elección de Conseje­
ros; y otras dos ¿ los Ju ra d o s y a l M a rq u és de Moya» ro gando
á éste an*endase la m adera de los m ontes de M oya á la c iu d a d
y pueblo de V a le n c ia . Y el 10 d ir ig ió otras al B ayle gen<aral,
R a c io n a l, Ju ra d o s y menestrales de la ciudad (2), acerca dei
m o d o de hacer la elección de Ju ra d o s, y les in o h iy ó u o ta de Jhs
personas designadas p or el R ey para q u e entre ellas recayese la
elección. A l siguiente día 11 autorizó al G obernador de V a le n ­
c ia (3) p a ra ausentarse de la c iu d a d el tiem po necesario p a ia
recobrar su sa lu d , y se encom endó á M osén Ferrer el gobierno
de V ale ncia; y com o el C o nde de M élito dem orase su p a rtid a ,
el R ey le m a n d ó el 15 de M ayo (4) q u e cu a n to antes fuese á
V alencia; le d ió instrucciones (5) p a ra la paciñcación, y en ig u a l
sentido escribió a l B razo ecleeiásUoo. E l m ism o d ía escribió otra
á M ig uel L o b as a, S in d ic o del pueblo (6 )^ m a n d á n d o le c u m p lie ­
se cu a n to le ordenaba el D r. G a rc ia Garcés» } procurase qu e
fuesen aceptados D . D iego de M endoza p or L u ga rte n ie n te y el
Obispo de L ie ja p or A rzobispo.
L a elección de los Ju ra d o s p ro d u jo agrias contestaciones en«
tre el Virrey y Sorolla, V illes y Lledó, com isionados p or la
O e n tia u ía (7). L os trece, apoyados p or M icer M onfort, a d o p ta ­
ro n u n a a c titu d rebelde; desobedecí ero u ias Intim aciones del
Regente de la C h ancillería, y llegado el d ía 26 de M ayo se h izo

Real Academia de la Historia, CoUcc. Salazar, tomo XVIII,.


fuU. 143 vuelto »1 144 vuelto.
($) Idem id ., id ., fols. 445 á 447 vuello.
(3) ]Jem id ., id ., fol. 148.
(4) U em id ., id ., fo l 453.
(5) Mem id ,, id ., fol. 455 vueltoi
(6) Idem id ., id., fot. 455,
(7) Danvils, Germania de Valeticia.
la elección cou arreglo a l privilegio del R ey D . Pedro, q u e esta*
b a derogado; y p or haberse negado el V irrey á coufereuciar
con los elegidos, tuv o el B ay le q u e recibirles ju r a m e n to eu la
Iglesia M ayor. Desde eutoiices q uedó preparada eutre unos y
otros u n a situ ación de fuerza y en abierta p u g u a a l V irrey de
V ale ncia con el pueblo valenciano. L a G e rm au ía, en ves de
a b a n d o n a r su confederación, in sistió en ella, é hizo reseña con
arm as y bande ra p or delante de la casa del V irrey, dispai'ando
tiros y g rita n d o « jv iv a el R ey D . CarlosU con tal b u llic io y a l­
gazara, qu e faltó poco p a ra q u e d e terror enfermase D o fia A n a
de la Cerda, esposa de D . D iego de M endoza, q u e á los pocos
diaf^ tuvo q u e h u ir p or los tejados con su h ijo y sirvientes, hasta
ei 6 de J u n io , eu q u e el m ism o V irrey , disfrazado sobre u n a
ron la, h u y ó valerosamente de la ciudad.

Kombraraianto da Virrey d« Aragón y dÍ8gQBto$ gue produjo.

E ncontrándose el R ey en la CoruQa, y con fecha 17 de M ayo


d e 1520, expidió titu lo de Visorrey del R e in o de A ragón á favor
d e J u a n de L a n u za; n o m bra m iento q u e se consideró contrario á
los fueros y libertades del R e in o , y q u e m o liv ó diversas recla­
m aciones (1). F u é tam bién m otivo de disgusto entre los aragone*
ses el qu e los luq u isid o re s de C ataluQ a n o guardasen la c a p itu ­
lación de M o n zón , qne de a lg u n a m anera m odificaba las a trib u ­
ciones y facultades del T rib u n a l del S a n to O ñcio; y com o unos
y otros h a b ía n a cu dido á la Corte ro m a n a p a ra q u e decidiese
este asunto, los D ip utad o s del R e in o de A ra g ó n , en 16 de Ju-
'u io , suplicaron á S . M . escribiese á los Inq u isidore s de C a ta ­
lu ñ a guardaseu la c ap itu la c ió n de M o n zón , ínterin se deepacba*
b a la B u la confirm atoria (2). A l tener noticia los D ip u ta d o s del
m encionado R e in o de qu e éi V isorrey, C o m endador L a u u z a , se
presentaría á fices de J u n io en la c iu d a d de Zaragoza á prestar

(1) Real Academia cíe la Historia, Coiecc, Solazar, AT-47, fol. 8


vuelto.
(S) Idem id ., id., fol. 1. •
jo r a me u to y to m a r posesión de su cargo, escribieroti en la m is ­
m a feclia de 16 de J u n io u n a c arta a l Conde de A ra n d a , rogáu*
dole estuviese en la c iu d a d para fin de mes, con ei objeto de re>
c ib ir a i V i sor rey y tratar dei servicio de D ios, de Ih Cesárea M a ­
jestad y del a u m e n to y tra n q u ilid a d dei R eino; y en ei m ism o d ia
dierou instrucciones a i mensajero Mr. M ufloz para qu e confe-
ren ciase con el Reverendo C ard en a i de T urtoaa y ie m anifesta*
ra qu e sentían la ausencia del K^y» pero q u e les consolaba ia
perm anencia del C ard enal, volviendo á trabar ia cuestión d e ia
lu q u iític ió n (1).
E l Ooineniia<lor L a n u z a llegó á Z a ra g o za la nociie dei 8 de
J u lio , y los D ip u ta d o s dei R e iu o rem itieron á S. M . la s d iv e r­
ja s op in ione s nignifìcarias, ro gándo le qu e el Visorrey n o se p o ­
sesionara liH Stii q ne S . M . contestase; y D . C arlos, desde G ao-
te á 3 y 4 de A gosto, denegó ia consulta; ordenó recibiesea e).
ju r a m e u to h1 L ugarteniente G eneral y le diesen favor y a y a d a ,
y tn a n d ó á los Ii qnisidores cum piieseu lo convenido eu los Ca-
p ituios de las Cortes de M o n zón , c u y a coutinHaciJm otorgó el
S a u to P ad re, »«xooptuaudo ei crim en de ItHr^jln (2). E) Visorrey
L a u u z a ju r ó el 10 de Septiem bre, y el R e y , deflde Bruselas á
16 de Se|»tidmbp'i4, declaró qu e la carta del B de A gosto se refe*
ría á los C a p ítu lo s de ias Cortes de M unzSu y a la escritura qu e
£ r m ó aparte el C ardenal de T ortosa, Inquini« i or general, q u e
h a b ía escrito á R (»m a se confirm ase. L os in q u is id o re s de A r a ­
g ó n eran D . T oribio de S a ld a íia y Licencia« <<> L t p e U garte. E i
privilegio p ara (]ue J u a n de Lanvtza fuese Ju h u c íh de A ragO n,
sedespaciió en ( iu n t e á 3 de A gosto de 1520. y t^l <iín I I sepre*
seutó á prestar jiira in e u to . siendo testigos J im n G o n zále z de V i-
lla sim p liz, cabulieru, y A n to n io de V ille g a s . *Se<T«»turio del Em-
{>erador, refrendam iole ei Secretario D . U g o d ^ Urríes. Se s u s ­
c itó g ra n divergencia entre ios D ip n ia d o s <ioi R n in o y ei C o nde
d e A ra n d a y otros sobre el c u m p lim ie u to dei n o u d )ra m ie n to de
V irrey. H n b o desórdenes en Z a ra g o z a , y se ncordó enviar m e n ­
sajero á S . A . E ra éste el Coronel A lv a ra d o , y ie dio lustrile-
■cióu. E scribieron ta m b ié n á M r . d e X e v it s . E i E m p e ra d o r

(1} Koai Academia de U Uistori», Colecc. Saluzar, A*-47, fols« 4


suelto y 2 .
(2) Idem id., 1 1., fols. 7, 9 y 10.
m a n d ó q u e jurasen (1¡. £1 C ardenal de T ortosa, desde Torde-
sillas á 28 de E uero d e 1521, ordeuó á los Inq u isidore s de
A ra g ó n q u e de cum pliese la B u la de l . o de D iciem bre de 1520,
a u n q u e fué subrepticiam ente im pe trada.

(1) Re^l Academia de la Historia, Colee* Salazur^ AT-i?, fols. 9


vuello al 12 .
Junio de 1520.

SUMARIO

Correspondencia diplomática de! Oardcnal Gobernador con e( de


España.— Cni<^n de los toledanos con los salamanquinos.— Desaires
comunes.— Alboroto en Salamanca.— Rsta ciudad socorrió á Segi>>
vía. —La nobleza y el clero dp >yaron el movimiento de Salam an­
ca.— licodci movimiento en B urgos.^ Destitución de su Corregi­
dor.— Oou|>acÍún del Alcázar.— Saqueos, robos é in c e n d io s .^ ln i*
prudencias de Jufre de GoUunes.—Su Hsesínalo en Burgos.— E n­
trada d(‘l ConciesUible.— Jurum enlode no »bandonar al pueblo.—
Fui^ nombrado Cnrregidor.^Prím enis disposiciones.— Movimien­
to en M adrid.— Ataque infructuoso a) Alc>'i^r.—-Varonil esfu^rio
de Doña .María de Lago.— Rendición del Alc<í:¿ar.~A)zan)iento ele
Cuenca.— ^^angríenta venganza de Doí\a Inés de Barrientos.— Pro-
pósitos parídcos de Valladolid.— Actitud de León.— huevas ^es*
tíones de Toledo.— Intento de reunirse en Cortes.— Salamanca
nombró Procuradores.— Fidelidad de A v ila .— Kfeoto del asesinato
del procurador Toi'desi lias en Segovia.— líz pedí ción de ÍUnquiUo.
-Protestas de lealtad do Medina del Campo.— Ocaü.i y Alicante
secundaron el movimiento.

<Jorrespoadeneia diplomática del C&rdsnal Oobera&dor oon el Ref de Sspt^ña.

Celebradas las Cortes de Santiago-C orufia, y acordado ser­


vicio q u e deaeaba el E m p e ra d o r, p a rtió éate p a ra A le m a n ia á
placer de los ñ a m ea eos y con tridteva de los eepafioles» q u e m i '
rabu n la m ísera E sp afia cou vertí da ea u n a pro v iu d a q u e h a b ía
de ser goberuada decide el O céau o, lo c u a l era contra ias leyes
d e l R e m o . V endiéronse u u a porcióa de ju ro s , y en adelante, se­
g ú n M á rtir de A u g le ría, serían pocas ias fuerzas de C a stilla , p o r
haberse enajenádo los réditos. T a l idea tenían form ada los cas-
tellauos de la voracidad d « los qu e cercaban al R e y , qu e n a d a
a tr ib u ía n á huen fio, sabiendo q u e u u n c a se h a rta b a n .
A usente el R e y , y confiada ja gobernación del R e in o al Car*
den n i de Tortosa» q u e representa en la historia la antítesis del
C ard enal Cisneros, pues todo lo q u e en éste fué fírm e la y aun
Fobra de carácter, representó a q u é l a n a gran deb ilidad y laca*
renciii de ]aa condiciones esenciales en todo h o m b re de gobier­
n o . forzosam ente la revolución h a b ía de tener pronto y grave
desarrollo; y com o así sucedió en el mes de J u n io de 1520, en
q u e com enzó la correepoudencia d ip lo m átic a del G o bernador
A d ria n o , C ard enal de T ortosa, con el E m p erador, h a ^ ia ahora
p o r com pleto ig norada, continuarem os re i a tan d o las ciudades
y v illa s á don de se extendió el m o v im ie n to , y el ju ic io q u e éste-
m erecia á la a lta d ig n id a d eclesiástica, en cu^as m au o s se h a ­
b ia depositado el gobierno del país,

üniÓD de toledanos y saUmanqninos.

D esde q u e los Procuradores á Cortes p or la ciudad de S a la ­


ra a nca se unieron y form aron causa c o m ú n con los de Toledo»,
y DO fueron a d m itid o s en las Cortes de S a n ti ago-C o ru ñ a , era de
pre s u m ir q u e la representación de a m b a s ciudades h a b ía de se­
g u ir la m is m a suerte. P o r insaculación fueron designados Pro*
curadores p a ra les Cortes de S a n tia g o los R e g í<1ores D . Pedro*
M a ld o n a d o P i m e n tei, sobrino del C o ude de Benavente, y A n to ­
n io F e rn án d e z, y consta de las actas de dichas Cortes, p u b lic a ­
d a s p o r la R e ai A c a d e m ia de la H isto ria , qu e dichos Procura­
dores presentaron sus poderea en la seaión de 31 de M arzo, y no*
fueron a d m itid o s, porque dic h o poder n o era de la Ju s tic ia y
Regidores de la d ic h a ciudad de S a la m a n c a , n i fecho n i otorga*
d o e n el A y u n ta m ie n to de ella n i p or las personas q u e lo debían
otorgar» y p or éstas y otras causas qu e resultaban del dic h o po*
der, DO era bastante y fué devuelto. Y a u n q u e B arto lo m é d e
Torres, criado de D . Ju a D de A y a la , C orregidor de S a la m a n c a ,
presentó in co niintnti otro poder p a ra q u e M aldonado P im eu tei
y F e rn án d e z Jo aceptasen y u saran deél^ d o resnita de las acta»
p u blicadas qu e se a d op tara n in g ú n acuerdo, p or lo c u a l n i To*
Jedo UL S a la m a n c a tom are a parte eu laa v o ta d o uea qu e se efec-
tu a ro u ei d ía I.** de A bril.

Sn06d08 en 3&lamanoa.

S ig a ie u d o la c o ndu cta de los toledaDO^, los sa lam au q utu o s


n o m b ra ro u ta m b ié u m ensajeros independientes de los D ip u t a ­
dos ¿C o rte s^ y lo fueron J u a n A lvarez M a ldonado, sefior de
Barregas, y A n tó u E n ríq u e z , señor de T avera, a u n q u e el ero*
c is ta M ex ía afiade, q u e lo fué ta m b ié n J u a u A ria s . Estos m en*
sajeros sufrieron los m ism os desaires q u e ios de Toledo, y com o
éstos, se negaron ¿ to d a concesión si antes u o ju r a b a el M o n a r­
ca otorgar los C a p ítu lo s de las ciudades; pero esta a c litu d se
re pu tó desacato, y acaso fuera la razóa u o haber sid o ad in iti*
dos eo las Cortes. L a c iu d a d de S a la m a n c a , á diferencia de la
de Segovia, recibió cariñosam ente á sus P rocuradores; y com o
consecuencia de la actitud q u e a d o p tó , ee puso eu arm as, co-
m enzaroQ las rondas y velas de costum bre, y c u a n d o se pi'e*
sentó u n m ensajero de S egovia pidiendo q u e S a la m a n c a la a u x i­
liase y ayudara^ se p rod ujo u n ex traordiuario tu m u lto con d i­
versidad de opiniones: u n o s por socorrer p rontam ente á Sego­
v ia , y otros p or solicitar su p erdón a l G o bern ad or y al Conse«
jo . L a tendencia p o p u la r la com batieron resueltam ente el Co-
n*egidor D . J u a n de C a stilla , u n C a p e llán del O b isp o D . F ra n ­
cisco de B o b a d illa , y Francisco de K iv a s, M ayordom o de D o n
A lfonso de Fonseca, A rzob isp o de S a n tiag o . L a libertad d e és­
tos en m anifestar su o p in ió n p ro d u jo la in d ig n a c ió n p o p u la r, y
a u n q u e salvaron sus vidas apeland o ¿ la fu g a , alg un as de sus
casas fueron asaltadas, y otras, com o la del M ay ordom o R lv a s,
incendiadas.
S a la m a n c a envió á S egovia el socorro qu e e^ta c iu d a d le h a ­
b ía pedido, y á V a lla d o lid dos mensajeros p a ra q u e soliciU seu
el perdón de Segovia; y triu n fa n te la re volu ción , ezpulsaroa
de la c iu d a d á Los q u e se m ostraron desafectos a l m o vim iento ,
in clu so a l Corregidor, q u e pretextó ir á V a lla d o lid á consultar
cou ei Consejo. E i ú ltim o historiador de S alan^anca h a d ic h o (1)

{ i) M. Villar y Maclas, Historia de Salamanca, tome II, pág. 4SG.


q u e graD parte de la nobleza $>almantina ap ellid ó libertad, co­
m o el pueblo, A gorando en ella D . Pedro M a ld o u ad o Pim eritel,
í^eAor de B abílafuente; su p rin io , Francisco M a ld o n a d o , señor
del Mtíderfil, nietos am bos del famoso D r. R o drig o M aldooado
de T alavera; el yerno de éste, Diego de G u z m á n ; el m ozn, se­
ñ o r de Ih A ldeh ue la, q u e estaba casado con D o ñ a Isabel Mal-
do n ad o , señora de Itue ro; el P r . R o d rig o de Ledepma, señor de
M «cÍjacbos; Pedro B o n íil, a^ñor de Iñ ig o ; F r. Diego de Alma-
raz, C om end ador d e Z a m a y ó n en la O rden de S a n J n a n , y otros
m u ch os. E l clero tenía tam b ié n nnm ero?a representación, y
m u y elevada, en F r . Jv;an de B ilbu o, G u a rd iá n de S a n Fruncis-
uo, y en el D eán de la S a n ta Iglesia. D . J u a n Pereira, el mozo;
cuuio k U niversidad, eu los Dres. A lfonso de Z ú ñ ig a y J u a n
G o n zále z de V a ld iv ie so , Bedel del estudio, cargo entonces de
im p o rta n c ia m a y o r qu e eo el día; te n ía o) comercio á Pero
G o nzález, joyero, y al cintero P edro S ánchez, qu e de su propio
c a u d a l facilitó fondos [>ara el viaje de lo» em isarios despacha­
dos a l K m perador por los com uneros con el M e m o rial de sus
peticiones; y al tu n d id o r J n a n de V a l loria, qu e com o soldado
lid ió contra los moros de Sierra Berm eja y coutra los franceses
en It a lia , y qu e tan p o p u la r era eu S a la m a n c a por su decisión
y eutusiasm o: fué u u o de los com uneros m ás severamente j u z ­
gados p or los escritores im periales; él designó com o c a p itá n y
cabeza de la hueste sa lm a n tin a á D . Pedro M a ld o n a d o Pim en-
te), de q u ien era L ugartenie nte sn p rim o Francisco M alduuadn,
R e g id o r del Concejo, qu e redactó los poderes de los Procurado*
res p ara las Cortes de G alicia; era R egidor de S a la m a n c a , B a ­
chiller eu Leyes, de fácil palabra, atrayente condlclóu , y com o
su prim o, de m u c h o valor y bríos. L e v a u tó u q tercio d e estu­
diantes, y con él m a rc h ó á poner en a rm as á A lb a y C iudad-
R odrigo.

Seo del moTÍmieato en Burgos.

B urg os, cabeza de C astilla, tenía que seotir la in flu e n cia de


tan peligrosas vecindades, y la sintió efectivainonte. E l c ro n is­
ta Pero Mexíu trató en breve párrafo los acontecim ientos que
se desarroUarou en B u id o s c a a u d o c iu d a d tau im p o rtan te se
ad h irió al m o v im ie n to de las O om iinidadefl. J u a u M aldonado»
testigo presencial, fué el qu e con m á s extendióii relató los h e ­
cbos, c u y a substancia com entaron S a n d o v a l, Ferrer del R ío . y
tiitim a m e n te D . A nselm o S alv á, crotiista de B urgos (1 ). T odoa
C’ODvieneD en q u e los euceeos de T oledo, S egovia, Z aiuora»
G u a d a i a ja ra , M u rc ia y S a la m a n c a produjeron g ra n ansiedad,
q u e se convertía en m u n o u r a c ió u y eng endraba el tem or, m a n ­
te nien do u n a c o n tin u a in tr a n q u ilid a d , q u e era presagio densa*
yores quebrantos. E l Corregidor, conociendo la gravedad de
eete m o vim iento , y acaso haciéndose la ilu sió n de contenerlo,
■convocó á los Procuradores de las vecindades el 10 de J u n io de
1520, según M a ldonado, á u n a re unión en la c a p illa de S a n ta
C a ta lin a de la Iglesia Catedral, don de el p u e b lo solía reunirse
l>ara escuchar las cuentas de la a d m in istración m u n ic ip a l.
A llí, u u tal J u a n , espadero, y B ernardo R o c a , som brerero,
según M aldonado; ó A n tó n , cuchiilero, y R e in a l de la R ix a ,
com o dijo S a nd o v a l; 6 <jfnU8 comunes e no principale9, com o dice
S a lv á qu e rezan los pa{>eies del A rc h iv o m u n ic ip a l, a i h a b la r
d e lo9 Uvaníadoreg, desm intieron a l C orregidor y aseguraron la
verdad de los alarm antes rum ores qvie c irc u la ba n. £ l C o rreg i­
d o r quiso castigar in m e d ia tam e n te a q u e l desacato y ordenó la
prisión de los prom ovedores, cuyo hecho p rod ujo u n espantoso
y form idable levantam iento, reuniéndose m u c h a gente a r m a d a ,
y retirándose á los primeros gritos el C o rre g id o r, q u e después»
á ruego de algunos Regidores, se refugió en el C onvento de S a u
P ab lo . C u a n d o eAto se supo, la plebe, a m o tin a d a , v o ló á S a n
Pablo, sitió el sagrado asilo y amenaz.ó á los m o njes con el s a ­
q u e o é in cen dio del tem plo si n o a b ría n laa puertas. A terrado
el Corregidor, entregó la vara á los frailes p a ra q u e la diesen á
aquellos hom bres perdidos, antes qu e entrasen (>or fuerza en el
te m p lo . L a m o ra d a dei Corregidor n o escapó del saqueo.

Se sustituye el Corregidor.

Apoderados del e m b le m a de la a u to rid a d , era necesario d e ­


positarlo eu m ano s dig n a s; y com o accid entalm en te se encon­
trase ea B urg os el Corregidor d e C órdoba, D . D iego Üsoño»
q u e á la dazón 9e ansenteba aconipañftdo de 6U eeposa. á él ee
diriglero)! con g ra n vocorio, eligiéndole y n o m b rán d o le Jefe, y
eococnendácidole el cuidado de la república. D e n a d a le valle*
ro n sns excusas, y h u b o de ceder ante la presiÓD y a ctitud am e­
n azadora de lu m u ch edu m bre , a d m itie n d o la o iag istrntara y
ofreciéndoles su apoyo. In m e d ia ta m e n te , p a ra deshonrar la au-
toñclnd q u e h a b ía n puesto eu Jas m ano s de O sorio, le pidieron
ordenase q u e fuese q u e m a d a y a rru in a d a la casa de G arci K u is
de la M o la , P rocurador de B urg os en las Cortea de ia Corufia,
q u e vot 6 el servicio, recibió mercedes y era h erm ano de Pedro
M o ta , O bispo de P alencia, qu e ejercía gran in fluen cia cerca del
E m ))erador, y sólo p or eato era aborrecido de loa populares.
G lo r io se opuso á aemejante exigencia, y procuró a p lazar la re­
solución; pero io do fué in ú t il. L a caaa de M o ta fué saqueada,
y con ella I as riquezas hialóricas q u e atesoraba; y si au m ujer
é hijos n o la hubiesen aba n d o n ad o antes, sufrieran in fausta
suerte. E l otro P rocurador, J u a n Pedro C artagena, á pesar de
ser A lcalde m a y o r, era m euos aborrecido; pero aquel d ía se
o c u ltó en ei M onasterio de los benedictinos, y conocido el p ro­
pósito de los am otinados, Oeorio p u d o avisar á C artagena y
éste ponerse en aalvo. L a m u ltitu d , al ver defraudado eu pro­
pósito, se encam in ó á la casa do D iego Soria, P rocurador qu e
fu é en las Cortes de V a lla d o lid (1), y antepuso sus interese«
particulares á la conveniencia p ú b lica ; m as encoQtraado* vacía
la casa, el m a l intento n o se realizó. F a lta b a soltar los presos,
y laa puertas de la cárcel se abrieruD y los crim iualee alc a n za ­
ro n su libertad. L a « cántaras con q ne eu la ploza se m e d ia el
p a ra sacar la décim a con q u e se aliv iab a el E ra rio p ú b li­
v íd o

co, fueron rotas. Y com o era y a u iu y de noche, a n u n c ió el pre­


gonero q u e a l am anecer del siguienle d ia se re u n iría n arma-
doH todos los ciudadanos p ara acom eter el A lcázar y estar se­
guros contra el Virrey y CoDsejo R eal.

(4) Según Keales Cédulas al Condestable en 4d de Agosto de


15^0, se le previno que nsdíe pusiese emburazo á Diego de Soria
para rep.u'ar loque le derribaron en sus casas, y le hizo roerced de
400.000 maravedises y $00 ducados. Arch. gen. ü e S im ., Cédulai,
lib . X LI, fol. 450.
Ocnptción doL ¿leáz& r j otro« excesos.

C on efecto, en la m a d ru g a d a d « l d ía 11 de J u d í o se r « u o i 6
6 D la p ls z a u n a im p o u e u ie m u U itud a riu n d a , y se encam ioa-
ro n a l A lcáza r. L es salió a l paso el C orregidor O sorio y el D eán
D . P edro Veiasco con otros uobles; pero fueron in útiles los ee-
fuerzos q u e hicieron p a ra disuadirles de su propósito, si bien
a lc a n za ro n q a e se le s perm itiese conferenciar con el Alcaide.
B a jó el puente ley adizo, y entonces supierott q u e el A lc á z a r d o

l>odía defenderse, c o n tra el deseo de los conferenciantes. O b t ú ­


vose u n a tregu a b a sta p or la tarde> y re unida la plebe en ma-
y o r nú m ero , acom etió y pasó el foso, a rrim a n d o las escalas d
Ihs prim eras alm enas, y entonces el A lca ide , bajo la palabra
d e loa nobles, fran q ueó el A lc á z a r, q u e desde aquel m o m e n to
q u e d ó custodiado p or el pueblo.
E b rio éste con au fácil v ic to ria , volvió á las casas de G arcin
M o ta y D iego Soria, por si q u e d a b a algo por destruir; y cotDo
io d o estaba q u e m a d o y a rru io a d o , acom etieron hostilm en te )k
casa d e Francisco C astellón, recaudador de las reutas Keales.
p o rq u e h a b ía g u a rd a d o a lg u n a dureza en el c u m p lim ie n to de
s u deber, y el saqueo y el iocen dio a lu m b ra ro n a q u e l salvaje
a te n ta d o . A m euazab a propagarse el fuego á las casas ium edia-
ios, y entoDcea acud^erou todos á Osorio p a ra q u e socorriese á
Ib c iu d a d q u e estaba ardiendo; pero el Corregidor n i tenia au^
torid ad , n i fuerza, n i m edioa p a ra e v ita r tantos desm anes. Pal*
ta b a , sin em barco, el m á s atroz, y B urg os lo realizó c o n tra u n
h o m b re solo, indefenso y p or todos a b a n d o n a d o .

As69ÍD&to de Jofré de Cotionss.

C u a n d o del saqueo y el robo se b a b ía p asado a l in cen dio y


e ra necesario llegar a l asesinato, acertó la m u ltit u d , q u e era
d u e fia del poder, á pasar p o r la casa de Jofré de Cotannea,
francéa de origen, qu e p or sus estimables condiciones fué reci­
b id o en su tiem po p or el R ey D . F e rn a n d o y p or la m a y o r par­
te d e los cortesanos de la época. S u p o re u n ir grandes riquezas;
casó en B urg os, don dd tu v o varios hijos, y coustruyó u n a casa
q u e teoia rícam ante alh»ja<la, y a l sncontrarse frente á é$ta,
<]UÍ90 vengar pasados agravios. Jofré h a b ía estado en F ia i> d ^
con g ran in ñ u s n c ia m la Corte y cerca dd M r. de Xevres, y al*
c a n só li* A lc a id ia perpetua de i a fortaleza y castillo d e L a ra ,
q u e sieu)pt'e estuvo costodiadü p or uu c iu d a d an o d e B u r ­
gos ( 1 ) . C o ntra la v o lu u ta d de su Cousejo, Jotré alcanzó, d o

u n a , sino tres Keaies C édulas para qu e se le entregase el casti­


llo de L a ra ; pero aplazado todo para el regreso del K e y, tau
proDto com o éste pisó tierra e sp año la, gestiouó y o b tu vo del
C onsejo u u Decreto para que Jo tré m a u d a se e n L a ra . A quellos
ciu d a d an o s, dice M ártir de A n g ie ria eu carta a l G r a u C a n c i­
ller 2 . «aborrecía» á G Io tr e d o . M ariscal de C a m p o del K e y ,
aquel cliistoso á q u ie n contra ia v o h in ta d de los burgaleses d is ­
teis e) castillo de L a ra cuya g u a rd a les c o s ta b a .> S u desgracia
la relató M a ldonado, y después la b a n repetido historiadores y
cronistas,
Ig n orando lo que en B urgos pasaba, llegó J'>fré, acom paña*
<lo del Pj^ubajador de Fraucisco I , la tarde m ism a eu q u e el pvie*
blo se apoderó del A lcázar; m as a l conocer la situaclóu de la
c iu d a d , ei E m b a ja d o r p a rtió precipitadam ente p a ra F r a u d a , y
Jotré buscó refugio en la m o ra d a del C o nde de S a rm iento . D e
ésta, p or cousejo de loa uobles q u e le p rotegían, bascó eu el si­
g u ie u te d ía asilo eu u u M o n as ie ñ o de d ow ioico s q u e existía
fuera de B urgos; pero quiso su n.ulu suerte q u e , couocido el
saqueo d e su casa, c u a n d o ib a c a m in o de F ra n c ia , encoutrase
á dos p^»pulares y lea dijese euojado: < Y o reedifíoaré m i casa
con las cabezas de los m arran os de los borgaleses, p ouleudo
eit ella dos cabezas p or c ad a piedra q u e se h a a rra ncado.» R e ­
la ta d o el hecho, se alborotó el pueblo, pidió a l C orregidor u u a
orden p a ra traer preso á Jotré, concedióla éste verim lm ente y
se aprestó á seguir á la m u ltitu d , de q u ie n venía sieudo dócil
instrum e nto . Jofré, perdida la sereuidad, se refugió, segúu

(1) S^gón privilegios oor)ceilidos b Burgos en 1S77, 1299y 43S7.


el Rey no podU proveer los oñeios sino habiendo vacuQie, y nio-
^ú n M erino del Bey podU entrar ea la aldea de Lara. Bibiiobeca
particular de S . M. el Rey.
Cartas de P. M ártir de Anylena, u úm , 67 i
M a ld o n a d o , á q u ie n sigue 8 »lv á , en A U p u e rc a, y flegán San-
do val, en la rgle^^ia de u n a aldea á tres legnaa d a B u rg os, lla ­
m a d a V iv a r del C id . Lo® diálogos de los nobles y de P edro de
C a rta g e n a n o calm aroQ el furor de las turbas, y se resolvió lie'
v a r á Jofré á la c iu d a d , ^ a ra q u e eu m edio de la p laza fuese
ahorcado cabeza a b a jo com o traidor. D eh ídam ecte cuj^todiado
e n tró eu B urgos, y a u n q u e el C o nd e de Salina®, el D e áu y J u a n
R o y o , avisados p or el C orregidor, se interpusieron al paso, só)o
alcauzaron q u e Jo fré fuese m etido en la cárcel. Pero este resul­
tado a lb oro tó al pueblo c o n tra el Corregidor, qu e preslam eate
se m e tió eu su casa, y alK fueron á pedirle q u e dictase senten­
cia de m uerte contra Jofré. B n tre ta n to , la m u ltitu d ro m p ió la
p u erta de la cárcel y asesioó i n h u m a n a m e n te á Jofré eu los
horribles térm inos q u e dejó escritos M a ldonado. L o s restos de
aq u e l desventurado fueron arrastrados p or ias principales ca*
lies de la c iu d a d , y eu la c o lu m n a de [>iedra del ceutro de ia
p la za fné colgado cabeza abajo» q u e era la pena q u e le h a b ía
im puosto la b ru ta l tira n ía d e la m u ltitu d burgalesa. N o conten­
ta con haber asesinado á Jo fré . a ú n o blig ó a l Corregidor á q u e ,
sentado en los escalones de la c o lu m n a de la plaza, dictara con­
tra los restos del cadáver u n a rid ic u la sentencia de m uerte. V i ­
llalobos ( l ) . gran a m ig o y corresponsal de Jofré, eu c aria de 7
de J u n io a! Clavero D . Diego de G u ev a ra , escribió u n a in tere­
sante descripción del asesiuálo del Ai>09entad0r del R ey C a ­
tólico, G a rc i Jofré, qu e c o n stitu irá siempre u u a p á g in a la m e n ­
ta b le eu la historia de B urgos.
Después sucedió lo qu e suceder debía. E l rem ordim iento de
ta n to exceso, p rod ujo u n a saludable reacción; los com uneros
n o m b ra ro n Procuradores de vecindades, qu e organizasen el go«
b ie m o de la m u n ic ip a lid a d , y diariam e n te se re u n ía n en la Oa*
tedral y su c a p illa de S a n ta C a ta lin a . T o d a s sus m iras se diri*
g ía n , según M a ld o n a d o , á q u e reinase ]a dem ocracia m ientras
la R e in a D ofía J u a n a viviese; á qu e n a d ie peusase en obedecer
a i V irrey, n i intentase qu e se pagara e) trib u to á los m a g istra ­
dos del pueblo. Decretóse el arm a m e n to de éste y la g u a rd a
de las torres ds las puertas. E l plebeyo F rancisco Mazueio^ q u e
asistía á ias J u n t a s y fué com isionado para escribir u n a carta á

(1) Oleras de Villalobos, Bibliófilos españoles, pr6\o^, pég. 31.


lo 8 roontafieses situadoa entre B urgos y el O céano con el obje­
to d e qu e secundasen el m ovíifiieiito , n o p n d o conseguir q u e 1&
ñ n n a s a el Corregidor Osorio, y eu cam bio alcanzó qu e aeenvia*
sea dos de loa m á s principales de la c iu d a d eu com isión a l V i«
rrey A d ría u o y Cousejo R eal, para qu e tratasen de d is m in u ir
los temerarios atentados de loa burgHleees y alcanzasen el per­
d ó n ; y si no p o d ía n conseguir esto, rastrear a l menos cóm o pen*
aaban acerca de los de B u rg os. F uero n com isionados el Conde
Sarm ietito y el D e án Veiasco; pero n a d a p u diero n alcanzar,
porque y a el Consejo S uprem o h a b ia decj'etado q u e antes de
poder entrar en ajuste a lg u n o de pas, deb ían sufrir la m uerte
los autores de la sedición.

Entrftda del CondMtable en Burgos y sus jnr&niflntos.

E n esta situ ación llegó á B u rg o s D . Ifíig o de Veiasco, qu e á


su c alid ad d e Condestable re un ía la de tener le g ítim a in ñne neia
y verdadero a m o r á ias cosas de aquel país. L a c ircu nstancia de
presentarse solo» bízo m as sim p ática su v enida; y a u n q u e exia-
te (ii^iparidad acerca de ai le b izo ir el Consejo, si le lla m ó el
C orregidor ó si ie in vitó ei C orregim iento, coujo dice S u lv á , ea
lo cierto q ne , ta u p ro n to com o llegó á la d u d a d , se reunieron
los R e g id o r « y el Corregidor, y rogaron a l Condestable ju r a r a
n o a b a n d o n a r a l pueblo n i rehusar sufrir n in g ú n peligro ni tra ­
b a jo p or la plebe. Com enzó prestando dicbo ju ra io e u to , y en-
(ouces O sorio, q u e deseaba descargarse de u n oñcio q u e tantos
disgustos le procuraba, propuso y ae aceptó n o m b ra r C orregi­
dor á D . iQ ig o de Veiasco, com o esperanza de p úblico sosiego.
N o p o día idearse m ayor usurpación de la a u to rid a d R e a l; pero
al ñ u el Condestable aceptó, ju r a n d o q u e lia ría cu a n to pu diera
eu obsequio del pueblo, pero bajo la a u to rid a d de D . Carlos, de
qi«i<en todos erau súbditos naturales. S u s prim eras dis|>osicione8
8« e n c a m in a ro n á o rg a n iza r a lg u n a s fuerzas p a ra sostener el
orden p ú b lico , á apoderarse de la torre lla m a d a de S a n P a b lo y
guarnecerla de saeteros y arcabuceros; y com o u n d ía el aom *
brerero y el cuchillero q u e in iciaron el alboroto y el elocuente
M azuelo se m o straron insolentes c o n tra loa acuerdos propues­
tos p or Veiasco, éste ios m a n d ó a ta r y poner en la torre de S a n
P a b lo , p ro d acie ado agitacida enird la a q u ie ta d a m u ltitu d . A l
d ía sigoieuto fueron puestos eu libertad, á pesar d e q u e eu Coü-
aejo de noble« alg uuod op iu a ro n q u e los presos deb íao ser a h o r­
cados; y poco tiem po después, com o ocurriera u u a esplosióu de
p ólv o ra eu la cada del C ondestable, produci^odose alg un as des­
gracias, el v ulgo acogió fáciliueute la p atrafla de q u e las fuer-
zas de Velasco d is m iu u ia u p or haber com enzado ú tra ta r de h a ­
cer traidÓD a l pueblo y conbeuer la lii>ertad. E l crouista S a lv á ,
q u e iiatu ralm e u te h a teuido á la m a n o los cora probantes del
A rc h iv o m u n ic ip a l de B u rg os, asegura q u e eo el mes de J u n io
y sus días 19, 20 y 2f> el Condestable celebró reuniones p a rti­
culares pava explorar ia v o lu u ta i de la geute p r iu c ip a l y res­
tablecer la no rm a lid a d y legalidad del poder p ú b lico .
À c o u ñrm a r a lg uu o s de los datos referidos viene el documeu-
to siguiente;

€ a rU original del Condeslable a l límperador, feehsda en Burgos


á 24 de J udío , síq año (I).

ya V . m i. abra s a b id o Ioí« ü e sc o n cie rlo s q u e e n esta c lu d íid a a v i­


d o y a u m ju e yo b in e tn rd e a R e m e d ia r io pas>ido p lu g o a d io s q u e
se r e m e iío q u e n o h u b ie re m a s m<il e n tr e e $lo s ecesos q u e a q u i se
h iiie r o n h in ie iid o J u tr e <iposontador d e V . m t . con el e n b a n d d o r ü e
fru n c ía lo p r e n d ie r o n y lo m a ln r o n y p u e s V . m t. s ie m p re a c o s tu m ­
b ra d e bdKer n id . a los h ijo s d e los oñeios d e sus p a d re s s u p lic o u
V. a l. h;ig>i m d . a s u h i j o d e j u f r e <lo el otioio q u e o l te iiid . c o n e l m e s*
m o s » (^ río y a s y m e s m o d e u n o s q u in c e m i l i oiris. q u e v . a l. le a v ia
mand<)do d a r p o r s u v id a , q u a n d o le m a n d o q u e d e x a s e )» te n e n c ia
d e lara g u a r d e n r o . 5 v . s u m u y Ueal p e rso n a d e b urg o s x x u t j. d e
ju n io .

E l 29 dei m ism o mes de J u u io , el Coudestuble de C a s tilla d i­


rigió a l C ard enal de T ortosa la siguieute c a rta :

(4 ) A r c h . g e n . d e S im . , EstadOy C a sliU a , le g . fo l. 5.
Carla original <lfl Condestable al Cardenal de Torlosa, frcliada
en Üur^OK á '¿\> de Juniu de 152o [i).

Rmo, Señor.

oy viernes Recibí dos cartas de V. S. y a los del (^ b ild o mostré


la que hazia a su proposito y el tei^timonio. an toin;ido aqiierdo
pam Uos[>onder. toledo torno a escrivir s burdos sobre esla jun ta
do pr<>ciirHdorf>s que quieren büser. yo be detenido Ih respuesta qua-
tro dÍHS hii y agora con mucba inoportunidnd he trabajado que se en-
bie i'espuesta de terminad i», pero aegund los tentiinos lleva esle ne>
gocio vo creo que no otorgándoles V. S. a esta gente lo que os em-
biaron a suplicar, que aunque toledo se dexase desta conbocacion
que b<i2c están estos en proposito de no dexarse deila [ la verdad es
Señor que Uis cosas de los pueblos están en la! dispusicion. que son
pocos los que pueden sacnlles de su proposito, hago saber a V. S. lo
que pasa, porque vista la dispusicion del tiempo V. S . determine y
probea lo que viere que mas conviene a servicio de Su mt. I cuya
Bm a. persona y estado guarde nuestro Sefior. de burgos xxix. de j u ­
nio besa las Re.cDM maoosde bra. Sefloría e) Condestable.

HoTimiento en Madrid.

M ientras estos sucesos se desarrollaban en laa principalejr


provincias de E s p a ñ a , ei disgusto general tvivo su eco en la Ti­
lla de M a d rid , elevada bascante después á la categoría dd«Corte
de sus M onarcas. £ l cronista M ex ía dedicó m u j pocos renglones
ó reseñar Jo qu e pasó en d ic h a v illa en e! p rim er período de ias
C o m u n id a d e s. S a n d o v a l tam poco fué m u y extenso. Ferrer del
R ío , a l hacer la tiistoria dei levantam iento» a m p lió los iiatos>
recogidoa. Y doco años después, a i escribir con D . J u a n de la
R a d a y D elg ado la H isto ria de la V illa y Corte d t M adrid, c o n ­
sig nó la m ay o r y m ejor escrita y do c u m e n ta d a relación del co-
m ienzo de laa C o m unidades eo M a d rid . £ i trabajo está hecho y
p uede consultarse provecbosam enta.
M a d rid , desde el p rin cip io del m o vím ie oto qu e in ic ió Toledo,
v 6DÍa 8Ím p a tiza a d o con la a ctitud de esta c iu d a d . A cogió cou
a m o r al com isiouado D . Fraucisco Z a p a ta , q u e explicó la rasóu
de n o in b ra r ineusajeroB y d o querer designar Procuradores p a ra
las Cortes de S a n tia g o , aegúii docum entas publicados (1). Acre*
ceutó su eiiojü con todos los hechos q u e acontecieroa desde
Febrero ¿ ñnds de M ay o; y á prim eros de Ju n io , la ine.*(perada
lle g a d a de H e r n á n G ó m e z de H erre ra, A lcalde de Corte, qu e
v e n ía de V a lla d o lid , don de residía el G obertiador y el Consejo
R e a l, y el ru tu or de qu e estaba com isionado para reclutar gente
contra Toledo» a lb o ro tó lo s é n lm c a y se resolvió prenderlo. £ x *
cusado el golpe, ei pueblo n o quiso m o d iñ ca r su actitu d , y e n ­
c am in án d o se á las casas dei Licenciado Francisco de Vargas,,
qu e te n ía el A lc áza r p or el R e y , laa saquearon, apoderándose
de las a rm as q u e a lli estaban depositadas y trasladándolas á
otra parte p a ra c u a n d o fueran menester. O c u p a ro n las puertas
y colocaron guardas, ro n d a n d o d ía y noche com o en tiem po d »
guerra.
U n o de sus prim eros acuerdos fu á apoderarse del A lcáza r, y
a u n q u e dirigieron varias iu iim ac io u e s á V a rgas, éste se negó á-
fa lta r á sus deberes; pero com o carecía de fuerzas, sa lió secre­
tam ente u n a noche á procurárselas en A lc a lá d e H enares.
R e u n ió , efectivamente, cuarenta hom bres; pero a l regresar fué'
descubierto y derrotado» h u y e n d o p recipitadam ente y dejando-
el A lc áza r sin p o sib ilid a d de recibir refuerzos. N o a b a tió esta
contrariedad el á n im o de D o lía M a ría de L a g o , esposa del A l '
caide» q u e cou v a ro n il esfuer;co se puso a l frente y a n im ó á la
g u a rn ic ió n p ara defeuderse» h a sta q u e los azares d e la guerra
p riv ó á los sitiados del q u e d irig ía la artillería, y les o b lig ó á
rendirse, haciéndose el pueblo d u e ñ o del gran n úm ero de arm as
q u e a lli estaban depositadas desde q u e los Reyes C atólicos dis-
puí^ieron la jo r n a d a de los Gelves. D e l A lcázar to m ó posesión
el Licenciado Castillo^ q u e era A lc a ld e m ay o r de la v illa , e a
n o m b re de ia C o m u n id a d .

(i) Coiecc. de Documentos inéditos para la Historia de Españar


lomo II, pág. 307.

To m o x ix t
Alzamiento d« Gq 6d c i .

C u enca pi'eaenció eaceima m á s terribles é inesperadas. Cod-


tag ía d o el pueblo p or las noticias qu e c ircu laban refereotes á
laa dem ás ciudades, se a m o tin ó á la voz de C o m u n id a d , aca u ­
d illa d o por u n ta l C a lah o rra. E ocontrábase en )a c iu d a d D o d
L u is Carrillo y A lb o rn o z, sefior de T erral b a y de Beteta, y se
lan zó á coDteoer el tu m u lto ; pero fué desobedecido é in sultado ,
con gran risa y a lg azara de la plebe. J u r ó to m a r v e ng a nza su
a ltiv a esposa, DoQa Inés de BarrientoSf pov el desm án com eti­
d o contra au esposo, y u n a noche^ fingiendo jú b ilo pov la con­
m o ción del pueblo y a m o r á sus prom ovedores, com o cuenta
Ferrer del R ío , lea c ou vid ó á u n a o p íp ara cena y les produjo
letárgico suefio. O tro d ía am atiecieron aus cadáveres suspendi­
dos de las ventanas; y exaltada la plebe, cerró coutra todo lo
qu e a gu zab a en au m e n te la m e m oria de la c rim in a l in ju r ia con
sed de sangre y furor de m uerte. S aud oval, citado com o fu e n­
te, n a d a dice de esla anécdota, pero en c am bio, J u a n P a b lo
M á rtir KÍco, descendiente del m ila né s M á rlir de A nglería, Ío
consignó en su H iito r ia de Cuenca, y después lo h a n repetido
los histoñadot'ee.

Propósitos psci8«03 d« TalUdoIid, IMn y ÁviU.

E n contraposición á )a actitud revolucionaria de T oledo y


otras ciudades, exiate la carta qu e la v illa de V a lla d o lid escri«
b ió á Z a m o ra en 4 de J u n io de 15 ^0 (1), euplicándola escribie-
se á T oledo p a ra q u e se apartase del propó.slto eu q u e estaban,
p or ser cosa provechosa para ellos; y si acaso á d ic h a c in d a d le
ocurría a lg u n a pi'ovisión q u e debiera hacerse p a ra estos R eiuos
y b ie n de la c iu d a d , enviase sus m ensajeros a l G obernador
Presidente del Consejo, qu e éstos le procu rarían seguro p a ra su
v e n id a , estada y v u e lta . L a a ctitud pacífica de V a lla d o lid n o ea
de estrafiar, porque el C ard enal G obernador eligió d ic h a v illa
{»ara su resideocia, j eu ella fu ó recibido, ju n ta ro d iit« c o q «l
Cousejo R e a l, con las consideradooea debidas á su a lta digiii-’
d a d (1). LeÓD, á 7 d e J u n io , com o a ñ rm ó S a a d o v a l (2), c o n ti­
n u a b a tra n q u ila y a l servicio de eu R e y , y a u n q u e V a lla d o lid la
p r ^ u n t ó ei Toledo les h a b ía e n v ia d o á prevenir algo, L o ó n coa*
testó q u e haeta eotoucee d o les h a b ía eecrito cosa a lg u n a ; qu e
L e ó u estaba, c o m o siem pre estuvo» te n d e te rm iu ad a de d o ha*
cer coea e n deservicio de la Cesárea Majeetad; q u e en coea qu e
les pareciese q u e era c o n tra h\ñ d e lidad deb ida á su R e y , u o la
h a ría n por todo el haber del m u n d o , m a y o rm ente q u e d a n d o por
G o bern ad o r el R . C a rd e n a l y el Presidente y O idores, á qaie-
uee L eón te n ía ta u ta o b lig a d ó n . Toledo bien presto, puesto q u e
fu é el 8 de J u u i o (3), v o lv ió á escribir á V a lta d o lid , encareciea-
d o la g ra n D e ce e id a d en qu e la ausencia det R ey p o n ía a l R d o o ;
q u e c o n v e n ía á todaa las ciudades ju n ta rs e y platicar, y q u e
m irasen e u la form a qu e se deb ían ju n t a r y d ó n d e , y q u e se
c o nform arían con V a lla d o lid , y q u e esta v illa lo tratase con las
ciudades y v illas com arcanas. E l m ism o d ía 8 (4) Toledo v o lv ió
á escribir á las dem ás ciudades y villas de voto en Cortes, m o s*
t^áD doee reconocida á C órdoba p or la aco g id a dispensada á sus
meneajeroe, confiando q u e e n el p o rv enir h a b ría e n tre estas c í a '
dades m u c h a h e rm a n d a d y am or; dicie ad o q u e e n T oledo existía
m u c h a p a z y ju stic ia ; q u e el despacho q u e trajeron los P ro c a ­
radores y mensajeros desas Cortos fué destierro y m u c h o m a l
tra ta m ie n to , n o p or v o lu n ta d de 8 . M . , sin o p o r n o ser 8 . M .
t a n bien aconsejado en estas cosas com o era razó n ; y qu e para
p latic a r y conferir con todas las ciudades del R e in o sobre cosas
ta n grandes y t a n substanciales, c o m o es ra z ó n qu e ee provean
d u ra n te la ausencia de S . M ., deberían ju n ta rs e en el lu g a r ó
parte qu e fuéredes servidos (5). T oledo recordó á C órd o b a la
•conveniencia de confederarse, y eu seeióu de 13 de J u u i o acordó

(1) MdCías Sangrador Vítores, H istoria (U Voll(%d(Áiáy lemo 1, pA-


gind 339.
(2) Sandoval, H istoH aíU l Emperador, lib . V, pág. Í76.
(3) Idem id . id . id., pág. 1ii.
(i) Documentos inéditos para la Historia d$ España, tomo C X II,
4)lg. 9.
(5) Keal .\cademia de la Illito n a , US., T. N. i i, fol. 207.
contestar pegativam ente, fundándose eu la lealtad y a c a tau ie u -
to q u e siem pre g u a rd ó á lr>s Reyes y á saa M íuistroa (1). L o
xniamo repitió el 15, couteslaudo á la carta del B (2). y en el 22
dispu so recibir con regocija á loa Procuradores de C órd o b a , p or
haber c u m p lid o á satisfacción de la c iu d a d en las Cortea de-
S a ntiag o (3). Y el 25 acordó c u m p lir la P ro v isió n prohibiendo
jo D t a r a e Di confederarse con los com uneros (4). E l C ard enal de
Tortoaa ae apresuró á re m itir á F la ud e s u n a n o ta relatando e l
p ropósito qu e tenían los pueblos del R e in o d e C a stilla de j u n ­
tarse en Cortes si el Rey u o regresaba p or todo el mes de Sep«-
iie m b re . Y en 10 de J u n io la c iu d a d de 8 a la m a u c a escribió
á B urgos, L e ó n , Z a m o ra y V a lla d o lid (5), diciéndoles q a e cu an­
do recibió su carta y a h a b ía n despachado sus Procuradores
p a ra a llá ; pero q u e le parecía m u y bien la deliberación de en-
v ia r suplicación á S . A ., y en su v irtu d cesaban de enviar los*
Procuradores elegidoa y re m itían petición á S . A ., p or ser con­
form e á la v o lu n ta d y deseo q u e todos tenían y a l servicio d e
D io s, de S . A . y bien de estoa R eiuoa. L a c iu d a d de A v ila cou-
tín u a b a p or entonces en la obediencia R e a l, pues eu 16 de J u ­
n io (6) el G o bernad or, eu no m bre del R e y , le agradecía au leal­
ta d y fidelidad en el servicio de la C orotia Real» y encargaba
ooDtiuuaseu en ella, haciéndolo saber todo a l C ardenal de T o r­
toaa y a l Presidente y á los del Consejo» q u e proveerían lo que*
m erecían sus servicios.

CoDLÍ0E2i h «orr»ftpQiideneis del Girdenal Oobem&dor eon «l Key.

L legam os a l período m á s interesante de esta H is to ria , qu e v a


á trazar, n o la ap asionada p lu m a del croniata» ora afecto a l E m -

( í ) Rodríguez V illa, Córdoba y ¿os c(muntros. Revista europea,


28 de Febrero de 1875.
(S) Documentos inéditos para la H istoria de España, tomo CXII,
pág. <0.
($] Idem id ., pág. H ; Leiv<i, Los comuneros de Córdoba, pág. 43.
( i) Idem id ., pág. Rodrigues Villa, lug. cii^do.
[5] Arcb. geo. de S im ., Comunidades de Castillat leg. nú en. {,
fol. 21.
(6) Arch. municipal de A vila, leg. 258, Doc. n ú m . 8.
perador, ora aím patisador coa ia revolución» elno el Q o b erna «
'dor de E sp afia, q u e tra n s m itía a l K e y , su d is cíp u lo , cu a n to
peuaaba, c a a u to 7eia, c a a u to creia q u e de b ía hacerse p a ra aaU
v a r el T rouo y la P atria. E s ta correspondeiiüia, p or lo aoiéaU -
ca, p or lo veraz y p or io iu e zp io ra d a, lia de lla m a r poderosa­
m ente la atencióu p ú b lic a , sorpreudleudo q u e h a sta a h o ra u o se
h a y a u tiliza d o u n eie m eato (a u im p o rta uto para fijar d efia iti*
v a m e u te la verdad de u u intereaaute período de nuestra H ia to *
i!Ía. E l p rim e r d o cu m en to q u e eu ei orden cronológico i i ^ a á
nuestras m a no s, y qu e in ic ia i a correspondencia d ip lo m á tic a
entre el C ardenal G o bero ad or de E s p a d a y su R ey D . Carlos»
•electo E m p e ra d o r de A le m a n ia , ea el frag m en to d e u u a c arta
cifrada en q u e p in ta el eetado del país (1) en estos térm ino s:

<Lu que se sacó de la cifra de curia üei Cardenal.» La carta


parece dirigida a l lilinpcrador (I).

tontas cos<is se dizen aca de algunos <Íe los grandes según he eo*
iendiilo pur una carta escrita a don francisco de MenJo 9a que se me
ha emliicido | en lu qual hay el capítulo siguiente | Lo que despues
descrito .1 vr«i. ind. &uce<)io fue que el hotirr^io Doctor de Medina
como platico saludador | o saca írmelas { lizo al pueblo que estaua
Ju n to una l.ir^a habld en fuuor de la Comunidad con tantas esclama-
ciones a manera de sermón puesto de pie» sgbre un poyo a la puerta
de San gil I del seAor conde de Saldaua do la misma manera con una
c r u i en la mano como comisario a despcdímiento de cruiada j to­
mando juram ento a todos viniendo a poner ia mano en la c r u z u n o a
uno que tsrdo bien <los horas largas y el Seuor conde ba Ira ydo oy
la vara por U uumun por su mandado | y la vara de alguacil luayor
el Sefiur don Apostol de......y para mañana se han concertado de
poner corregidor y acabar de derribar todas las paredes de las ca*
sas de ios procuradores j y senbrallas de sal | y esperanse muchas
Qovedfides j todas las que bovierc v. m d. las sabra lut»go | Duarz
a6rm«i con juram ento que fuera m asa la larga que a dios y esto por
un poco de temor como sant pedro \creeze el Seüor duque salirse
fuera d é la ciudad y retraerse a bu y trago de guada lajara || plega dios
que es4as novedades no sean verdaderas: abunque he sabido por

(1) Arch. gen. de Sim ., Comunidades de CastiUa, líb . II, foh 156.
(1) Ai'cii. gen. de S im ., Comunidades de Castilla, leg. 2.% fo*
iio 156.
cartas que Ih Rebuelta bay en guadülajara. y que por ios miradores
que consintieron en las cortes | fue procurada por e) lijo mayorazgo
del Duque del Yotantazgo | y mas se tiene por muy claro y mag-
niñeslo que el.«... de (^amora ei> aquella cibdad, y en toro con rué*
goá y con promesas ba concitados los ciudadanos, y escripto a to*
ledo conñrm^indoles en su mal proposito, y dm endoles que no te-
míessfn cos^i n in g u n a que...... fag» que no puede fdzer nada sin el
y sin promesa de al^UD buen hombre [ por m ana, no lo he podido
alcanzar | el condestable es buen hombre | y dícesse que se dae-
ie mucho de l^s cos^s que han acaecido j en burgos ha fecho el
juram ento j y permitió que se publicare el pregón en nombre de la
Rey na y del Key y de su Condestable y de la comunidad de bur(;;os {
lo q ual ba parecido a todos muy feo [ ha Recebido er. su persona la
vara que buulan dado a don diego osorio | porque aquel se>;an nos
ba escripto se quiso descargar j ahunque fue enbiadoal Condesta­
ble { lope de Soria a saW r sí era contento asistir al castigo de los
prÍDcípales m»\ fechores | Soria encontro al conde de Salinas y al
deán de burgos y a otros | los quaics me fueron enbiados | y a con-
seio deUos no h a b lo al condestable porque el pueblo no le tomase por
sospechoso | y boluiendosc j según ledixicron. di 2 quo traen comis*
sioD de pedir tres cosas | la primera remisión de todo lo que han fe­
cho I In segunda que se les Remita el servicio oonceüido en la Cora­
ba K la tei'cera que los enea be9a mien tos sean como les tue prom eti­
do en las cortes do Valladolid || Madrid tiimbien se alborotik | que el
pueblo ba quitadas las varas de la justicia | y dadola a otros | Dise­
se que la alieracion fue porque algunos afirmauan que el alcalde
berrera hauia ydo acompañado de dos m il hombres darmas para los
castigar j de)o que cierto no se ha tenido pensamiento 1 Pero el dicho
alcalde ha ydo con mandamiento de Vra. magd. a nquella Villa a in«
pedir la congregación de los clérigos [ en Salamanca están tanbien
m u y cerca de leTantamienlo. que mucho dessean de Resistir a que
n o se admita persona estrangera a l gouierno | y que el seruicio otor­
gado DO surta a ningún effecto j . y como ninguno ha escrito a V. Al.
contienden en que las Rentas Reales y el seruicio que corre sea
puesto en deposito basta la buelta de V. Mad. a estos sus tteynos ||
Madrigal taubien ha quitadas las varas de la justicia y dadolas a*
otros demandando que sean que la Corona Real, y esentos y libres
déla juridicio n y potestad de la Reyna germana segunJ oy d os ha
sido declarado por sus procuradores offreciendose de Hecebir y ad­
m itir al Corregidor q u e a lli les diere en nombre de V. Mad. | a todos
los del Conseio parece que no se de enojo a aquel pueblo porque no
se desmanden de la obediencia de V. Mad. lo que se ha mas de temer
áe A revjlo y Olmedo || Estamos aea a U midericurÜa de dios síq ma>
nos y pies con que nos podamos ayudar | los levantadores de pue­
blos fazeo sus con federaciones | de unos coq otros | y trabajamos
quanlo podemos en desviar e im pedir que no se ju n ten ni haya mas
confederados.
para castigar a todos los culpados hay necesidad de graodes | pero
si siempre ocupan todas las rentas reales como sin duda lo haran sí
presumen o sienten que bayan de ser tralados dura y erudam.ente
toda la negociación seria dcl todo desLruyda | mucho me pesa en
sentir tan gran oncendimienio como hay en e^tos Reynos | que cierto
es el mayor que nunca sospeche | ya ven con que congeturas les
dixe de antes ¡ la osadía que ternian estos pueblos ] pues que una
vez como hombres aborrecidos perdiesen la verguen 9a a V. Mad.
para esto conven ia reservarse la facultad [ para demediar lo de to­
ledo. que de cada dia la pon 9ona que alli ha nacido se derrama en
Untos lugares y con mal proposito se confederan luego para que no
sean castigados O Kl asistente de Seuilla me ba dicbo oy que ahun
en aquella ciudad hay rebuelta | demanda carta para el Ar 9obispo
sobrello | la qual le he dado para facerse con don Enrríque mas
donde hay tanto de pueblo no hay esperanza con que se pueda ata­
ja r n i asegurar sin que se renuncie el seruicio déla Coruña | y que
los encabe9 amientos esten de la manern que lee ha sido prometido
en las cortes deValladoMd coro o dicho es.
todos tienen esperanza que echado que fuesse ya del reyno a
muerto ternian las universidades tiempo de conponcr y cuncertar lo
que qulssicsseo | y por esto no aborrecen cosa mas. que sostenerme
en el cargo de la jovernacíon | y q u antoa lo que a m í toca yo estimo
poco estos peligros | si me echan fasenoe hian gracia en librarme
desta caivel y de sus miserias | nsatandome | poco daño podna ser
para m i ca pocos anos he de biu ir || Dicen que los ílamcnco3 no han
dexado cosa que hayan podido llevarse | y que este robo dizen han
llevado dos o tres personas en la mayor parle | creo que pocos de los
nuestros tenian aca seguros | y por ventura si alguno viniesse no le
quedarla facultad de fazer lo que quísiesse para materia de sedicio­
nes y alborotos tan perjudiciales a que se han dado en estos Rey-
nos yduelense tanto que hayan dexado......| los del Consejo todos
están dudosos en la fe ¡ y no piensan que deuamos esperar | plu-
guiesse a dios que luego llegassemos al estrema de los males pues
nos quedasse esperan 9a de Jos m itigar y asentar ||en todas partes
predican no quedar cosa alguna con que V. Mad. les pueda sojuzgar
y en burgos algunas vezes dizen que han de meterlas manos en los
créditos de los mercaderes pura remediarlo [ los moros corren re*-
«lamente la costa de granada que en un día lleuarori sesenUi xpia*
nos de los que trabajan en e) a)uubre | los nuestros ahun no estuD
aparejados n i donde se h» cQno<‘rtado de hauerse dinero para fustas
I por la gran dilación que pone eu la paga el mercader no hay apa­
rejo para nías de seys dentro y seys fuera del conbate |) y si despues
de lomada ka primera coronacion V. Mad. no buelue a esU)s Rey nos
o adelante püsasse perderán o padeceran dallos y rre para bles.

L a im p o rtan cia de la anterior carta cifrada» donde resalta la


candorosa sinceridad del G ardciiai G o bernad or, se acrecieuta
coD otras dos fechadas eu V a lla d o lid el 25 y ú ltim o de Jvinio
d© 1520.
L a prim era ealaba coucebida en los siguientes términos:

P árrafo s de carta o rifín a l del r a r d e n a l <]e Tortosa (Adriano] «1


im perador, fecha rn Valladolid á 25 de Junio de 1520 (4).

s. c «.* n. c .

Lo que principalmente tememos | son las praticas que tienen las


Ciudades en coíer y guardar en deposito las Rentas reales y el ser­
vicio que corre, hasta la vuelta de V. A l. a estos sus Reinos | A de-
ziseis deste mes de Junyo el corregidor de Salamanca que se dize
don joan dayala me screuio de su entrada en aquella ciudat | y co­
mo platic»uan sobrel coier y depositar de las rentas reales y del
seruicio que corre basta la buelta de v. m at. y demandándome le
cerlifícasse | o si cum pliría mas consentir que aquello ae hiciese |
que perm itir que otras turbaciones se siguiesen en U dicha ciu­
dat I yo ie screui que eo ninguna manera conuiene perm itir, o con­
sentir aquello por innumerables inconuenientes que dello se sigui-
rian I y que con todas sus fuerzas que contienda y travaieen im ­
pedir y desviarlo | no sabemos si podra porque aquella ciudut es
muy solicitada por los de icledo a hacer aquello.
El mesmo dia Samauyego posentador de V. A l. viniendo de Se*
gouia recito y reñrio a m i y a loa del consejo que los gastos que se
hacen en Segouia para las velas y gente de sueldo se haven de los
dineros de la cruzada y rentas reales.
El Condestable esta en Burgos al qual hice gracias { a deziseys
r
desle porque ha ydo dl)d d seruir s V. A l. para opazíguar aquella
ciarlat rogándole (]ue felicemente continué lo bien em pe;ado, y e n ­
tre las otras C0S4S que treuaie de im pedir los ayuntamientos de Ids
ciudaHes los <7uales toledo procura con todo studio y vigilancia ¡ y
el inesmo condestable despues que fue entrado en la dicha ciudat
d e burgos fue requerido por los procuradores de los vezindados de
aquelU I y según me ha scrito por una carta suya de quinze Heste |
toreado prestar juram ento de fiJelidat que di:¿en pleyto homenaje
de ser con ellos en bien y en mal | y el lu hizo desla manera que
sería con ellos y les ayudarla y fauorecerid en las cosas que íuessen
seruicio de dios y de la Corona de Castilla, y pacificación de aque­
lla ciudat y bien destos Uey nos.
Lo que Vra. m a i. pi'ometio en las cortes celebradas aqui en va-
lladolit da al pueblo gron color de jnstificacion destas cosas atenta­
das I y es que permitiesse Vra. A l. lodo lo que sta encabezado por
aquel precio que estonces lo staua y por aquellos que quisiesen en­
cabezar conforme al testamento de la Reyna doña ysabel de glorio-
s» memoria | lo qual no se les ha guardado j y dizeo el Rey prome­
te y no lo guarda I y por esto es menester que lo proueliamos por
otra via | A Vra. Mt. embio la clausula o capitulo assi como fue
pascado en las dichas cortes para que graciosamente les mande
screuir V. A. que no fue su intención contrauenir a aquello | antes
bien que quiere que sea guardado | y que pues ha venido á su no­
ticia quo esto ha sido prometido, que del todo entiende y e s su Real
voluntad de lo guardar [ El obispo de burgos y el Secretario Joan
de Vozmediano me declararon y pienso que hon escrito lo niesmo a
V. M<it. que desto nínguoo^ o poco preiuyiio habra V. A l. en las co*
sas pecuniarias I y ahunque para en lo venidero huulesse de ser no­
table prejuizio por el honor y consciencia de Vra. Mat. conuendria
guardar al Reyno lo que les es prometido por V. A l. en las Cortes
susodichas.
El Comendador mayor de Castilla me ha fecho saber q u e don Pe>
ro lasso el de toledo ei qual tiene alia mucba p¡irte y ha disp<írgi-
do la pon^ona en otro^ lugares, que si se lo diesse rem isaíoQ q uer­
ría salirse de toledo { y piensa que con el salran muchi>s Caualle*
ros y nobles los quales ensamble con el entenderían en reduzir
«iquella Ciudat a obediencia y castigo de los malos I A los sabios y
prudentes parece aqua que conuiene que v. al. me de aquella facul­
tad para que por ventura con la dilación no perdamos la oportuni-
dat I Es necessario que en este crim en común de todo el pueblo a l­
gunas vezes se perdone a algunos culpantes para que de otras se
pueda tomar venjanza y castigo, y quanio mas se permite la pon-
^oria en el puelilo tAnto m^s se arrayga y esliende en raucho$ | no
empero dcx<m tus de toledo en procurar de corromper a otros y
9 tr¿<herios n su perdida opinion [ a fìn que ellos no sean csstigados.
En la ciudat de !eon stau¿i cerea que se hiziessesemeiunte tumul«
iu y scandalo eonira los procuradores de Cortos si dios specialcnen*
te no lo staiara, y para en esto ayudo mucho que yo tengo gran
üinií^tad con la parte contraria de los procuradores | 6:» a SHber, coo
juan ra mires que es hermano del Comendador mayor de Calatrava,
pero todos assistei) en esto que del seruicio no quieren pagar cosa
ninguna Hunque ios procuradores lo bayan consentido sin que to-
do» l<ia ciudades del Beyno lo paguen, y quanto mas tardare v. mt.
de declarar abiertamente que renuncia a aquel seruicio y nunca
hauerles de pedir algo por la concesión dol fecho en la Guruúa, sera
sem brar males en estos Reynos, y el pueblo no se podría plena*
mente placar ni apazi^uar, y temese que por esta o otra tal vía la
libertad del Beyno siempre velara.
a veynteuno deste duque dei Ynfantasgo me hizo saber que la
v íIIh de Guadalarara ya esta reducida a ia obediencia real, y que le
han restituydo la fortaleza y las varas de la justicia» empero con dos
condiciones | las quales dÍxo que treuaíaria en las procurar, no que
absolutamente las baya prometido \es a saber { que no bayau de
pag<ircosa alguna del seruicio concedido en la Coruña | secundo |
que todas lascos^s que bizieron en el levantamiento les sean per­
donada» \HI marido de una hija suy» tuuo comission de decirme
que no enbargante esta prouision { si Us otras ciudades, o la mayor
parle dellas pagassen el servicio que ahun induziria aquella villa,
a pagarlo | e que la remissioD no querría que se les otorgasse sin
que tres ó quatro de los principales se hubiessen de p u n ir | e yo
tam bién le be respondido assi moderadamente y de manera que por
mis cartas no me be o b li^ d o a cosa alguna, puliesse á dios que
los oíros lugares que son de mayor importancia assi tan facilmente
se pudiessen atraer a obediencia» es menester screuir al Duque una
carta graciosa agradeciéndole lo que ba fecho, a ñ a de que nos
assista para otras cosas y este en su buen proposito | e ba iupedido
que Guada laiara no confederasse n i se congregasse con toledo | por
ventura Madrid con enzem pio de Ouadalaiara se reduzira mas fa-
cilmeoto a obediencia | Kl Conde de A guilar muy liberalmente ba
ofrecido toda su gente y quanto sta en su poder para castigar los le*
vantami«>ntos | y de fecho ba mandado á sus subditos que esten
prestos y apareiados para siempre que fuese menester de lo qual
cierto merece gracias | y remuneración para en lo que se le ofre­
ciere.
No se oluidb V. Mal. áe ios hijos del procurador kirüesyllas muer-
Ut en Segouia por su Keal seruiciopara que lodos hayan condigna re­
muneración de los méritos y servicios del padre.
M aJrigal se alçô á veynte deste por la Corona Real, y quilo las
justicias pueblas por )a Reyna doña Germana y pidiéronme les díes*
se Corregidor en nombre de V. M at. ¡ y no Ío quiso hazer porque
nopar^ciesse que yo loaba lo fecho | pero puesta la cosa en con-
seío I ha todos ba parecido que no se les deuia bacer cosa alguna
con rigor | para que por ventura uo se junlaasen con otras ciuda­
des, y se rebelassen a V. Mdt. \en esla sason es menester tratar las
Uoiuersidades y subditos casi como a hueuos crudos, que sino se
tocan y manean con blandura luego se quiebran | tantas platicas se
bazon por aqua en induzir Los pueblos de toiio el Reyno, a pedir li­
bertad. e que no están en la seruitud que hasUiqui han p»sado del
sacar del dinero d o solamente en specie y d e fecho, mas abun en
cédulas de cam bio, que apenas lo podemos ataiar | la cosa stá pues­
ta en la balança y de manera que con poco mouimiento peUt^ra todo
de caber en ma! | por todas partes predican y dizen que aqua no se
l^uardan ningunos dineros | míis que todos se sacan con grandissi*
m o daño del Reyno | y nocreheu a ma^ persuasiones ni palabras
quando les dezimos que Vra. M al. ha de bolver ó estos Keynos y
por eslo conuocan ayuntamientos de las universidades para proue-
her alo que conuíniere á la utilidat del Reyno y al remedio del d i­
cho daúo.
A xxtij desle el Asistente de Seullla con mucha instancia me ro­
go que prouea a que en SeuiUa no se sigua sedición y ieuanUmien-
(0 como en olrus partes destos Reynos | porque tiene pueblo pode»
roso I y quasi es la tercia parte del Reyno ¡ y hanie dicho que ya el
Duque Darcosempieça de reboluerel pueblo | y que muy prestóse*
ra manifiesto el escanda lo sino se orouehecon celeridal I todo loquu
pudiere haré con intervención de los del conseio para at»jar esto,
pero muchas veces consultamos de balde faltándonos lo que conuie-
Ae para executar y cum plir lo que se h^ concertado.
Los Em baladores de burgos expusieron lo que por aquella ciu*
dat les fue encomendado me dixiessen» y es primeramente recnls*
sion de todo lo que ban fecho assi conlra su auloridat y prehemi-
oencia real como contra otras personas | segundo que se les remita
el servicio concedido en la Coruña con contradicion de algunas ciu­
dades I Lo tercero que se les guarde lo que se les prometio eo tas
cories de valladolit sobre los enoabeçamientos, y un doctor que te­
n ia cargo de hablar por ellos dixo que esto no se pide por la utili-
dat de aquella ciudai, que ab antiquo diz que tiene priuüegio de no
baucr de contri buyr en seruicius | y que a esie niesmo efecto ba im­
petrado cartas reales | mas por lo que esto cum ple a) seruicio de
V. A i. y al biea del Reyao, y porque es fea cosa que no se guarde
lo prometiilo en lo de los encabeza tnieotos» que parece que esto ha
sydo causa y oca si on principal dei leuantamiento y m urm uración
dei puebio en esle Reyno | Ueplicemosie que ahun no parecían se­
ñales ni principio de penitencia ni de arrepentimiento pues ahua
perseueran en usurpar la regia auctoridat y en tenerse la fortaletá,
ni traiien medios honestos con los qudles V. Mal. con Konrra suya y
COQ que no fuese derreputado eutreU s naciones estranyas puiliesse
hazer la tal rémission | d iïo que aquella ciudat es cabeça del Hey-
DO y que ha seruido mucbo a la Corona Redi y que sie/npre podra
bien seruir | y que le parece grande expediente a la honrra y auclo*
ridal de V. Alt.* tenerla presta y cierta a su rreal seruicio para que
no se confedere con las otras ciudades rebelles en mengua y deser ^
uicio de Vra. A l. y de su real auctoridat, y con todo eslo ias exorte
que impetrassea facultat, o comissiou que con medios honestos la
cosa se pudiese concertar y acceptarse con honrra de V. Al. | y si
ios de burgos se sometiessen a V. A l. y lo dexassen en sus manos
ternia por buena quaSquíera via de concierto y assiento razonable
con honra de V. .Mat.
Algunos de la parenteia y sequela de d o n ju á n manuel con el ade­
lantado de Castilla Qos han dicho ser muy necessario que luego ten­
temos el castigo de los de burgos | y que piensan que fácilmente se
podra hater si el condestable sale de la c iu d a l y da lugar, a qu e los
olrus hagan lo que cunpliere al seruicio y honrra de V. Al« como
don Anthonio Manrique á h que lo dixo al mesmo Condeslable | yo
les dixe que quiero oyrles con algunos det conseio, pero que no po­
demos emprender muchas cosas ensemble para que despues no sa-
lliessemos | sino fuesse menester dinero para lo que los caualieros
ofrecen y por otras cosas que pertenecen a guerra facilmenle se aca-
haria el negocio | dH lodo lo que succedyere auisare h V. A l. lo mas
presto que ser pudiere | marauillome que no lenga respuesta de
V. Mat. a lo que sobrestos leuantamientos le tengo escrito, porque
cierto la tardança'de sus cartas trahe muchos peligros.
ya por otra he scrito a Vra. al. quanto ha seruido y sirue el co­
mendador Santysteban ( 1 ), en que cierto merece por ello condigna

(4) En 20 de Junio de 1520 el Emperador expidió Real Cédula


desde Bruselas agradeciendo al Comendador Santisleban lo que h a ­
cia para pacificar Valladolid. (Arcb. gen. de Sim ., Cédulas, lib . 53,
fol. S7.}
remuneración \y &ssi me parece que V. Mt. le ileue m andar png^iren
ausencia iodos los salarios quo haurin de ha ver en presencia, pues
mas y con mayor ulilíÜHd airue aqu» a V. Mt. que si stuuíese pre­
sente alia y leaconpanyara \estos salarios diz que llene en los lU
bros de flandes^__
Don aloD so niyo de Gaslro merino mayor do esta villa sirve mu-
chOf y desea hauer m r d . del abito de Santyago para el y para u d
hijo suyo I suplico a vra. a lt e ^ que mirando en esto Ío que es ra-
2on y se le deue me mande screuir su voluntad sobrello.
E i Marques de Astorga» el Conde de luoa, el obispo de Auíla ] el
adelantado de Castilla, y don Antlionio Manrrique se han ofrecido
mucho para uxlo lo del seruicio de V. A. [ Sera bien que se les scri^
uan a todos carias graciosas» y que les mando V. Mat. tener por
encomendados en todo lo que les tocare ) cá el marques y el dicbo
obispo creo que vei*nan muy presU) a residir aqua | y ba de saber
V. A l. que el conde para assegurar de leuantam ienio la ciudat de
león hizo venir a ella dos mil hombres de su tierra | y pues fasta
hura sta paci5»i halos enbiado a sus casas coo ianto questen apar«
cébidos para siempre que sea menester.
(Sigue otro párrafo recomendando al Conde de Salinas» al Deán
de Burgos y D. Diego Osorio.)
Martin Hoyz de Mendafio entiendo que tiene mucha parte en Viz­
caya, y que en aquolla prouincia es de los principales | ba ofrecido
con macha voluntad su persona y h.izíenda para todo (o que fuere
seruicio de V. Al. y assi íelu he acepta lo para en lo que se le ofre­
ciese y es razón que V. Mat. ielo agradezca.
Don Juan dayahi Corregidor de Salamanca me ha scrito y embia-
do un memorial o relación de lo que bizo en aquella ciudat este
viernes passado sobre lo del s(^ruicio como lo ver.i V. Mat. por el
traslado que sera con esta j mandarlo a ver V. Mat. y scriuirme so­
brello su voluntad, y a todo particularmente por m ?. se me respon­
da. Ntro. Sef^or la vida y Real stado de V. Mot. luengamente guar­
de con toda prosperidat como sus seruidores desseamos y bauemos
menester [ Bti ValkadoÜd a xxv de ju n io de m il quinientos y vein-
10.— Vro. tres hum ble seruiteur II C«rl. dertusenj.

L a c aria de ú ltim o de J u a io decía así:


Carta original del Cardenal Adriano al Emperador, fecha eo
Valladolid á úlllm o de Ju n io de 1520 {V¡.

S. C « .* C. R.

Ya por otra que ahora postreramente screui a V. haura vi$-


to ei leuantarniento de Madrid, y despues tengo carUa de don joan
dayaU corregidor de Salamanca en que mescriue que aquella c iu ­
dad 5 ta determinada mente puesu en tres cosas [ esa saber ] en que
lasrentas re.iies sean puestas en deposito hasta la bueltd de V«Mat. |
que no se den oficios ni benefi^Hos a personas eztrangeras | y que el
«(«ruicio naeuamente concedido en U Coruf\a que no solamente no
»ea pagado | pero que no se piense en ello, y crea V. 5(rit. que no ay
sperancd con que se pued« a u ja r ni asientar el leu<uitamtento del
pueblo sin que totnlmenlese renuncie al seruicio de la Coruñyi, y que
los encdbe^amientas sCen de la manera que por V. Mat. le^ fue pro*
metido en las cortes en esta villa de Valladolid celebradas, lo qual
todo sí por V. Mat. no se liiize sin dilación sin dudu acrecentaran y
aum entaran estos peligros | y tanto que despues no se adm itiría re­
medio ninguno para ellos | y tam bién parece a los sabios y pruJuri-
tes que conuiene que vra. A l. deu<i darme facultad y poder p^ra re ­
m itir los de totedo en to lo o en parte con sano y maduro parecer de
los de Su fti^al Consejo porque por la dilación no perdamos la opor­
tunidad y es necesario qutí en eslo crimen común al;^unas vezas ae
perdone ad algunos culpantes para tom^ir vengan 9a y castigo de
otras { y qu into mas se permite la pongonya en el pueblo, tanto mas
se arrayj^a y estiende en muchos, y si cl pueblo desta Villa se albo­
rotase certifico a V. A l. que todo lo del Key no sería perdido, y que
la cof^a sta puestu ala baU n 9a y de manera que con puco monimiea-
(0 peligra de caber en mal si todo esto no se remedia y assienla se ­
gún dicho es.
losdtt toiedo cada dia se afirman mas en su pertinacia | entiendo
por cartas del Marques de Villena scrilas a su hermano que procu­
ran atrdher aquella ciudat a la libertad de la manera que lo stan la
ciudad de Genova y otras en y talla, y que no quiei'en obedecer al
Gouernador por V. Al. puesto y constiiuydoni al Conseio Ueal, mas
laD solamente a las chancillerias | y alo mesmo Irebaian de Indusir
las otras ciudades con las qual es stan confederados tenieoJo por
pré$upue5to lodo lo concluydo «n SaUmanca | dicen que hdii ofre*
«ido socorro a Segovia par» que no sean cadtig%^lod, y qae tarnbien
Mndríd ha fecho lo mismo | ya escreui a V. A l. del peligro en qiie$ta
SeulUa, y clei'to sino haze lo que toledo y Segovia sera gracia y m er­
ced de dios I es menester proveherlooon mayor celeridad á t la qne
hastaqi]i hauemos acostumbrado porque toda dilación es danyosa |
q u e no solnmente aum entan Us llagas mas ahun se encienden [os
huesos y sino se ataian y cortan todo el cuerpo sera de presto muer­
to y perdido.
No exprimire fácilmente los peligros en questam os que todos de
monor hasta) mayor maldicen y auorrecen la gouernacion basta hora
fecha sobrel sacar del dinero tanto en speciecomo por letras de c»m-
bio I del tender de los oñcios, lo que nose acostumbraua en liempo
del Rey Gathco. y Roy na doña ysftbeK y de no guardarse lo prome­
tido sobre losencabet^amientos en las cortes que en esta Villa se ce-
labraron | y del seruicio que vra. A l. accepio en la Coruña contra-
diciendo, a e^lo muchas Ciudades I de la provision de dignidades a
personas no y doñeas por no ser de edat, y porque son imperitos o
mala vida I oirosi, que se dan coadiutorias sin consentimiento de los
obispos, y que se coustituyen pensiones despues de la muerte de>
Hos, que parece que aquello les trahe presto el voto de la m uerte, y
esto nu solo se babia par las pliiQdS mas »huii lo predican en las ygle*
sias como en Salaméinca que uno predicando al puebio, y maldizlen-
do V abominando esto diso que querría ser veníugo para executar
la justicia contra aquellos que tal hacen | y en estodixo a vu 2 alta un
labrador ¡ ju ro a dios i|u«» procuraremos de darhos el primero obis­
pado que vacai'e diciendo todo el pueblo si si si |j yo he diido sperao*
9a a lodos que V. Al. guardara lo qne prometio quant» alo de los
encabezamientos y que remitirá el servicio que ellos a ñrinanno ha-
ver sido legítimamente concedido ¡ Bl otro dia quando vino posta y
DO tru:(o el despacho desto, apenas pude assose^arles, porque todos
stduan levantados y mouidos a alboroto ¡I decláreles que la posta no
podía ahun ser en llandes quando V. Mal. mando despachar asta
postrera que vino j Entretanto siempre iiiquiren si vendrá la posta,
y cierto temo que sino trnhe las dos cosas | es a saber j lo del ser­
uicio y encabezamiento que aq ui habha leuanta miento ye.scandalo,
y assi a parecer de todos los prudentes quo tenemos | Spüíia seria
perdida si ya dius milagrosamente no lo remedíasse j aqui atjimos en
mucba falla y necessidad de dinero | que ni a los de cauallo ni de
pie, se paga al tiempo deuido según que lope hurtado lo «lira y de­
clarara a V. A l. por el memarial que el Licenciado Vargas le ha
dado I el qual tam bién consultara con V. Mt. sobrel memorial del
rec^pl^r de la orden dd Saniydgo | Suplico a vra. Mat. me mande
responder presto alo uno y lo otro y declararme sobrello su volun­
tad II l^l mesmo Lope hurlado ahun informara a V. Mat. de lo que se
haze en burgos, y lo que aconsela don Diego Osorio e) qual cierto
entre los otros parece ser muy fíel servidor a vra. miigt.
Los Alabarderos de la guarda de V. Mat. que aqua residen stan
muy alcanzados y según dicen deueselos mucho do su quitación y
b m en enpeniados | Suplico a V. A l. manila a su thesorero luys Sán­
chez que de orden en que se les pague lo deuido, y m « mande reS'
poo<ler subresto, que cada día sev^rn quexando | y la necessidat no
jes da lugrir a otra cosa.
Much<is causas tenemos de sospocbar que «^sta tanta rebelUon vie­
ne y toma principio de los grandes | y la coníinnacion desta opínion
m a díxo el procurador del Duque del Ynfantnzgü | y como ha sido
soliciiado el mesmo Duque de los grandes y de los pueblos que se
quissiesse ju n ta r con el pueblo y fauorecer las partes de aquel, y
que por seruicio de V. Mat. lo ha recusado, empero he entendido de
los suyos que se quexa, que a mas de la$ mercedes que vra. Alteza
le ha denegadas ahun no pudo alcanzar p»;;a de las cosas que se le
deuen | con u i ene que vra. Mat. le f«<uurezca y conserue en ^u gracia
y seruifio | ca los vasos de tierra fácilmente se rompen.
Las Ciudades de León, Cuenca, Ubeda y Baeza se han ofrecido al
seruicio de V. Mat. y ahun al castigo de los alborotadores i conviene
que vra. Mat. les mande screvir letras graciosas y que les tenga en
su seruicio |l tam bién al Conde de Luna por una diligencia e indus­
tria la Cíudftt de León titubando y esc^irdeando de primero I se ha
reduzido ala fe y se mantiene y sta ñrme en ella | y ahun al Conde
de Salinas el qual parece quanto puede hazer por seruicio de V. Al.
en la Ciudat de hurgos> y siempre nos ba fecho ofrecimientos de su
vida y bazienda, y pide ahora q ue por quanto vra. Mat. habra de
hazer gente darmas le ha^a vra. .MhI. Capitán decie nto o doscientos
hombres darmas, que el parecer de todos es que lo merece bien.
don beltran de la Cueuj hijo del Duque de Alburquerque ha dado
comision a su cunyado don Luis de la Cueva de solicitar cierta gra*
cia que suplica a vra. Mat. hame rog>*do que le fuesso interccssor,
y pues su padre merece lo que al hijo se puede dar | y dizen m u ­
chos que vra. Mat. hizo mercedes a otros que no las merecían | y ha
dexado oluidado al Duque y sus grandes méritos I de questan des­
contentos I cierto si el tienpo da lu^ar a ello | seria bien que el hijo
conociesse eo esto con obras los méritos del padre. (Sigue un pi'ii'ra*
fo recomeodando al Comendador San tisteban.] Don Pedro girón y los
suyos se quexan a muchos ditiendo que los que merecen mercedes
f
(le vra. Mat. nuncd Kan pudiiloaloançar cum plim iento de justicia y
cierlo marauillomi* por<[ue nu se ha traydo a fin el compromisso que
<\esu negocio se concerto Hen todo eslo va todo el stadodel Reyno |
y en esta sazon se podria poner lodo el Heyno en diuision | su parle
contraria el Duque y duquesa de Medinacedonia prometen muchaS’
cosas I y sej^un pienso pueden mucho ¡ pero mas fácil cosa es da-
nyar que aprovechar | y cierto es gran infamia y deseruicio d »
V. AL que tanto liempo difieren la adminisirncion de la justicia y
muevese reciamente el pueblo quaodo se díte que el Rey no quiere
i o no puede adm inistrar justicia entre los suyos | Suplico a V. M«i(.
que luego mande prouetierque por otra parte se comprometa estd
causa I o mande por yin ordinaria ministrar justicia si se deue ad-
ntilir la querella de la otra p jrte |j mas santa y honesta cosa es para
con dios y para la jente que por la administración do la justicia ¡ a
V. A. se le otrezcan gastos, e inutilidades, que no por la dilación, o
denegación de aquella» que para esto es constituydo Key V. A l. en*
administrarla [ a sus subditos I] a$»i que vra. A l. en esto procure de
cum ptir con lo que deue a dios para que no le desempate ni le falte
en el tiempo m alo y no le deseche como sieruo in ú til por no hauer
dado a usura los bienes que del ha recibido V. A l. cuya vida y Keal
estado nuestro Sefior guarde con toda prosperidad con autnento de*
mas Ileynos y Señoríos ¡ e victoria de sus enemigos | en valladolid
postrero de junyo de m il quinientos y veyn(e.— vre. tresbum ble ser-
uiteur 11. Cari, dertusenj.— En papel suelto y adjunto en Turma d ^
postdata.— Areva^n y Olmedo ahun se han exhiniido de la Reyna, y
buellose a la corona Real de V. Al. allegando que por priuilegios que
tienen no podían ser alienados de la Corona ’ en que es obligado
V. Al. I a recebir y detend«*rlos en sus príuilegios \el tiempo no da
lu^ar que contra ellos se haga rigor alj^uqo ' que luego se juntariaiv
alos otros lugares rebelles ¡ de los quaies son requirídosa confede­
rarse con ellos y a pactos iilicito^ j no se pueden ahun reduzir dr
V . A), los ret>elles ¡ y assi | a parecer de todos ios que aquí somos |
muchu menos estos para que no se pussiessen en alguna rebellion o
periinaci» contra V. Mal. y juzgan que en este tiempo seria gran
daño como mas convengan ahoni est<is lugares al seruicio de V. Mat.
que todos ios otros.

R e tratan las anteriores cartas, n o sólo la m ísera situación del


país, en p le u a revolución la m a y o r p a rte de las ciudades, sin di-
uero y sin a utoridad n i respeto al poder» sin o o diad a y m aldecida
la ú n ic a som bra del q u e h a b ía delegado el R e y , eu persoaa de
bellisim oe sentim ientos, pero aislado» sin recursos y conñau-
TO HO XXXT 35
d o con cristiana resignación m ás en D io s qu e en los hom bres.
T odo cu a n to el C ard eual G obernador escribió a l R e y refe­
rente á Burgos, todo está confirm ado p or otros docum entos. E l
L icen ciado P az, A lcalde m ay o r de) A delantam iento de B urgos,
decía al C ard eual desde Presencio ( I ) , á G de J n u io , q u e deede
q u e el E m p e ra d o r se em barcó se cízafiaba y p u b lic a b a en m u ­
chas y grandes v ÍIIe is de la C orona R eal contra el servicio otor>
g ado, y a n d a b a n concertándose de se ju n ta r , á lo c u a l les dijo
q u e esto n o se a co stu m braba, com o sabían ; pero q u e cou venía
escribir cartaa á las dichas v illa s y lugares diciándolee la nece-
eidad de la p a rtid a de S . M ., y dándoles esperanza cierta y bre*
ve de su venida, y encargándoles la paz y sosiego, com o s ie D i-
pre la tuv iero n, y ofreciéndoles mercedes. Accedió el C ardenal
G o bern ad o r á lo qu e el Licenciado Faz le p ro p o sía , y el 17 v«>l-
v ió á escribir (2 ) que, m o strado el despacho en las villas y lu ­
gares. se conm ovieron á estar en toda paz, deseando servir á
V uestra Revei-endísi tu a coo g ra n d ís im a afición, ofreciendo a vi*
sarle de cua lq uie r cosa qu e ocurrieee. Y el Coiidestable de Cas­
tilla , en 24, se creyó en el deber de com isionar á D . Pedro de
G u ev ara p a ra q u e dijese á S. M . lo siguieute;

t i m em orial 4|U^ d ió don de t i u o a r a á t p a r lf d el


Condestable ,3'.

lo que oí Seuor don pedro de guevara a do llevar por memoria


por me h;izer md es esto.
dar quenta a su mt. como el Cardenal y el presidenie me scrivie'
ron que coovenia a servicio de Su ¿il. que a la ora yo viniese aqui y
asy lo hize. y que aáymísino ciertos cavalleros desta Cibdad. estan­
do en lo mas recio dell alboroto me escriuieron que convenía para
el remf^diode la cibdad que yo dex/idas toiasoos»s viniese luego por
las postas, purque ninguna oosa podia paciñcalia. ni sosegalla y ser
causa qoe no se quemase y pusiese a saco syno mi presencia, y con
este despacho me hizieron una posta y yo vine lo mas presto que
pude.

(4) Arcb. gen. de Sim ., ComunidaíUs de CasliUa, leg. 2 .^ fol. 5.


(9) Idem id ., id. id ., fol. 8.
(3) A rcb. gen. de S im ., P. R.» Comunidades de Castilla, leg. 4.%
fol. St3.
desir como 6l díd ^uo aqui enlre baile que demás de los dtño s
recebídos te......1o$ de la comunídiid se5al<idas Ireynta y dos casAS
para derribalUs y saqueallHS y asymisino U nían acordado de q u e­
mar las e s l A l u a s de ios procuradores y hechos ya, yo lo estorve
porque fuera cosa escandalosa.
el día que echa 1*01) de aqui al corregidor y a sus tenientes hizo la
comunidad a don díe^^o osorio que por fuerza tomase la vara d é la
justicia y COD ella, ni con quantas dilígenciii® hha no pudo ia p idir
n i estorvar que no hiiiesen muchos desatinos, como fue las c^sas
que quemaron, la casa de garcía Uuys que saquearon y derribaron
parte della. la toma de la fortaleza, la muerte de jofre.
visto yo esto y que don diego anda va avergoncado con la vara,
porque no pudia seruír con ella al Uey como lo procurava acorde de
tomalla por......yendola yo ubiesen mas empacho los de la com uni­
dad y asy se hito, que del dia que yo la truxe en adelaDte nunca
ubo mas desconciertos.
el mismo dia que tome la vara escriui al Cardenal para que eti-
biasd a m andar a los alcaldes ordinarios que tomasen la vara entre­
tanto que probeian de justicia.
ante^ que yo viniese los pregones que se hazídn. eran en noubre
de la com unidadsyo nombrar a la Reyna n ia l Rey.
vislo que )a comunidad eslava, metida en los pre^^ones yo acorde
de dar un pregón p ira que ninguno fuese osado de hazer escandalo
n i echar mano a armas, y el pregón deiia m anda la Reyna y el Rey
y su condestable y la com unidad | este fue un pregón S d Io pareció­
me que con venia que se diese asy en roí nom bre por que los casos
nuevos muchas vezes requieren nueva mona, de remedio, y como
esta va yo aqui presente tuviesen temor al pregón que en m í nonbre
se diese, y asy parei^io que aprobecho porque contra to.lo lo que en
aquel pregan se mando ninguno de la comunidad oso yr ¡ luego otro
dia syguiente hize dar un pregan, m anda la Reyna y el Rey como
es uso y costumbre, y con ver los de U comunidad que yo me saliu
del pregón j uvíeroQ por bien que no se nonbrasen olios.
dezir como he hecha todas las deligeneias posibles porque pare­
ciesen todas las escripturas. que no fueron quemadas o ronpidas y
las que an parecida, las he hecho poner n recado en el monesterio
de San francisco desta cibdad.
de¿ír como un clérigo tru to el testamento del Key y de la Reyna
que dios aya están lo juntos los Regidores que aquí ay y los pix»cu-
radares de la com unidad, y yo le lome, y aunque me le an pedido
muchas vezes no le he querido dar. y yo le tengo para entregallc a
quien su m t. mandare.
q u e luego q u e a q u í lle g u e tra b a je coq la co m u n id a d , q u e s e c o -
nociese por culpada, y como U l enbiase d pedir pdrdou. ai Carde­
nal. y consejo. sol>re lo qual fueron el conde de S«ilina$ y el deán*
m i sobrino y truxeroa tan mal despacho que aquello hho tornar aK
l«rar esta comunidad y dozir que se quieren juoti^rcon (oledoy co d
las otras cibdades queslan alteradas.
el presidente del cuní^ejo esia m ^I comigo* porque yo soy de boto*
que todo el Reyno se sosegase, castigando modendainente y perdo­
nando el no a querido syno degollando y abrasando de m a iu . que
son mayores ios casos que agora se hazen. que los pasados y serán'
mayores los de aqui adelante.
direys a su magt. que sino va a la mano al presidente, questos
Reynos. llevan cacnino de perderse, no solamente conviene reme-
díallo. pero que sea luego, y que suplico a v. mt. se mande informar
de personas discretas, y de quien se confíe del entendimiento y con­
dición dei presidente para ver sí conviene a su servicio comelelle
tan gran cargo como le a dado, porque para esto conviene que fuese
querdo. tenplado. sufrido y de buena yntencion y que considere los
ynconvinientes presentes y ios que puedan subceder | a muchos ser­
vidores de su mt. parece que ninguna parte deslas tiene ei presi­
dente y que para cargo y cosa particular tenía muchos defetos quanto-
mas para pender dei tocia la suma del Heyno | y ques m i deudo y m i
amigo, deseóle toda bonrra y acrecen ta míe uto ma» tengo eu mas el
seruicio de su mt. y por esto digo. esto, lo que no baria en caso uno
propio. I y que de la paciñcación de burgos crea su m t. que pende
la paciíicacign y sosiego de todo el Reyno y quen tienpo del Rey que*
dips aya sufriere, por quel Rey esta va presento, despues que talle­
ció ya su alt. sabe de U mana, questa van el y el Cardenal.
en fìn de toJo os suplico seiior digays a su mt. que yo vine aqui
a pacificar esta cibdad y la he tenido en paz hasta a^ora en lo qual^
pienso que he servido a su al. que te suplico en lo de aq ui en ade­
lante menvie detenidamente a m andar lo que haga.

3« resoalra o u tig a r i Stgori».

E l m o v im ie n to qu e se d n t ió en la m ay o r parte de U s c iu d a ­
des y villas de voto en Curtes, y especialmente los saugríoutos
sucesos de Segovia> sorprendieron al Cardona) G o bernador y ah
Consejo R eal en Benavente. In m e d ia tam e n te eligió V a lla d o lid
p a ra residir de ordinario y tener u n centro de operaci o ues. Don-
A n to u io de R (gas, A rzobispo de G ran ad a y Presidente del Coo*
'Sejo, entrò en d ic h a T illa el 3 de J a c io ( I ) , y el C a rd e n a l y el
Cougejo entraron el d ía 5, siendo recibidos coa la consideración
debida á eu elevada d ig n id a d . A llí, aegún S a n d o v a l (3 ), estabao,
entre otros, D . A louso Téllez G iró n , sefior de la P u e b la d e M o u -
talb án ; H e rn a n d o de V ega, C o m end ado r m a y o r de C astilla; el
O bispo d e B urg os, D . J u a n deF o nse c a , y A u to n io d e F onseca,
sefíor de Coca y Alaejoa, y el Licenciado F rau cisco de V argas,
Tesorero general. L os caballeros y R e g i do ree de S egovia e n v ia ­
ro n com isionados á protestar de la m uerte de T ordeeillas, qu e
atribu yeron ¿ u u a m u ltitu d de pel ay res, hom bres fo ra g id o se x *
tranjeros qu e h a b ía n h u id o y derram ádose de 4a c iu d a d . E l Pre-
sidepte del Consejo les contestó con sobrado enojo y ios comisio*
n a d o s retornaron á Segovia» y re unid o in m e d ia tam e n te el C o n ­
sejo ^ se d ib u ja ro n dos tendencias, la del rigor y la de la cLemeQ'
cia. E l A]*zobispo R o jas o p in ó p or los grandes escarm ientos, y
á esta o p in ió n se a rrim ó el R egente de la C hancilleria. D . Alón'»
eo Téilez G iró n creía qu e deb ían m á s proveer y re m e d ia re n qu e
n o 96 aclarasen las intenciones m a las de Castilla, q n e n o e n q u e
c o n rigor ne castig aran los cardadores de S ^ o v ia . T a m b ié n fué
escuchado el cronista G o n z a lo de A y ora, q u ie n después de la r ­
gas disquisiciones, d ic ta m in ó q u e de b ía pedirse á 8 . M . c o n v o ­
cara Cortes en V a lla d o lid , donde a y u n ta d o s sería m á s fácil cosa
reducir á todos á b u e n concierto. D e estos pareceres, y a p u b li­
c ad os por S a n d o v a l, el C ard enal G o b e rn ad o r aceptó el del P re ^
sidente Rojas» qu e consisti a en castigar resueltam ente á Sego-
v ìa . E l C ondestable, com o se h a visto, era contrario á d ic h a
o p n ió ii.

Misión eonñada áloalde Ron^mllo.

L a em presa se confió a i y a célebre A lc a ld e L icen ciado R o n ­


q u illo , qu e te u ía acreditados sus rigores, d á n d o le p or C apitanea
á D . L u is de la C ueva y R u i D ía z de R o ja s , recién venidos de
lo s Gelves, y com o fuerza m il hom bres d e á c ab allo q u e poco

(1) Matías Sangrador Vítores, Historia de Valladolid^ tomo 1» pá<


4$ina 339.
(2) Sdndoval, Uisioriu cit., lib. V, pág. 463.
b a b ia erau T e n id o s de a q u e lla jo r n a d a . L a consigna fué q u e si lar'
c iu d a d n o recibia a t A lca lde, eo procediera c o u tra ella h asta
re n d irla y a lla n a rla . A l llegar eatos planes á conocim iento de los
segoviaDOS, acreceutaron su v io ie uta actitud y escribieron á las
ciudades de C a stilla qu e viviesen alerta p or si necesitabaa su
a p o y o . A la par ^ apercibieron ó la pelea, y los m á s iiidiferen*
tesbieierou causa c o m ú n cou lo s rebeldes, lle gando iiastalevan-
Uvr u n a h o rc a eu m edio de la p laza , b a rriéndola y re gánd o la á
d ia rio p ara c o lg a r de ella á R o n q u illo . C u a n d o éste se presentó
á las puertas de S egovia, encontró cerradas las puertas, i a gen*»
te e n arm as y preparada y no m brado s loa C apitaues. A la pri-
D)era in tim a c ió n de R o n q u illo , contestó J u a n B rav o (I): «que-
y a h a b ia p a s a d o el tiem po de los leguleyos, c u a u d o u n o s al-
caldee in s ig u i ficantes, apoyados eu sus varas, h a d a u te m b la r
á la m iserable plebecilla, y qu e si c o n ñ a b a eu sus tropas, se
acercase u n poco m á s y v e ría p or experiencia c u á u d is tin to era
b u s c a re n p a g a u n a b o g a d illo a lq u ila d o , interpretando la*ley á
tuertas y derechas, y pelear cou hom bres en b a ta lla .» N o ta d a
eeta resistencia, R o u q n illo estim ó m ás pru dente retirarse á A ré ­
v a lo y d a r c u e n ta a l C ard enal G obernador, q u e le envió á lia*
cnar á V a lia d o lid ; pero R o n q u illo , desobedeciendo, se e n c a m i­
n ó á S a n ta M a ría de N ie va , don de seutó sus reales, cou el pro-
p ó sito d e im p e d ir el a b a sted m ien to de Segovia, entreteniéndose
eon fo rm ar procesos y dictar auto s y p r ^ o n e s , y desterrar á los
m erodeadores del c am p o en tales circunstancias. A n im a d o s ios
segovianos p or la pasiva a ctitud de R o n q u illo , reunieron unos
c u a tro m il hom bres y salieron á su eucuentro, lo c ua l n o se
efectuó p or la pru deu cia de los u n o s y de ios otros. S ólo o c u ­
rrie ro n a lg u n a s escaramuzas, en qu e varios fueron aprehendió
dos y ahorcados, y otros condenados á varias penas. L os d e Se*
g o v ia regresaron á la c iu d a d , au m e n taro n sus fuerzas h asta doce
m i l hom bres, y se prepararon á u u a defensa desesperada. A v ila ^
s e g ú u S a n d o v a l, les a y u d a b a com o si fuera causa propia» y
a u n q u e a m b a s ciudades suplicaron at C ardenal G obernador q u e
DO usara c o n ellas tanto rigor, n o recibieron b u e n a respuesta.
Tnb&jos en Tftlladolid.

M i en tras talea hechos se desarrollaban co la p rov in cia de Se-


g o v ia , Sd h a cía eeiitir eu V a lla d o lid y Biirgoa la ìn d u e a c Ìa del
C ard enal G o bernador, del Cousejo R e a i y del Condestable. EL
d ia 4 de J u d ío la v illa de V a lla d o lid sup licó á Z a m o ra (1), qae
escribiese á Toledo p a ra q u e se apartase del propósito eu q u e
estaba. L eón u o quiso secundar el m o vim iento (2) m ientras u o
recibieee aviso de Toledo; y esta c iu d a d escribía y a ei 8 a Va<
llu d o iid (3) la gran necesidad eu q u e la ausencia dei R e y p o n ía
a l R e in o , y la conveniencia de jn n ta r e e y platicar todas la s c ia *
dades, m ira n d o en la fo rm a q u e se h a b ía n de ju n ta rse y dónde;
q u e se conform arían c o u V a lla d o lid , y q u e eqta v illa lo tratase
c o u laa ciudades y villas com arcanas. E u la c ita d a fecha u o se
h a b ia detenni oado la re unión de la J u n t a e u Á v ila, pnes sólo
se p rop o nía la c o n v e D ie o c ia de reoDirse, y se dejaba á Vallado-
Ud la form a y la elecciÓQ d e l p u n to d ou de h a b ía n de ju n tarse.
S a la m a n c a , el 10, escribía á Burgos, L eó u , Z a iiio r a y V allado-
lid (4i, qu e eu lu g ar de Procuradores e nv ia b a n peticióu á S . À.»
y si su venida ae d ila ta b a , se coufo m ia r ía con todo lo que fuese
servicio de D ios, de 8 . Á . y b ie n de estos R einos. M e d iu a del
C am p o (5 ), centro p riu c ip a l de la contratación del R e iu o , m o s­
trándose contenta de qu e el C ardeual G obernador la visitase, se
m ostraba a la rm a d a p or loa m o vim ientos habidos en a lg un o s
lugares, y esperaba m u c h as pérdidas en laa feriaa, rogando u n
seguro general p a ra todos los mercaderes, c o m o otras veces ae
h a b ia dado ( 6 ).

{4¡ Archivo m unicipal de Zamora.


(S) Sandoviil, Historia li b . V, p á g . 176.
(3) Idem id . id ., pág. U 4.
( 4) Arch. gen. do Sim ., ComunidaiUs de CasliUa^ leg. i .**, fol. S I .
(5) Idem id. id., leg. tol. 6 .
(6 ) En de Jum o se expidió cé<lula al Alcalde Rooquillo para
que se guardase el seguro otorgado á la villa de Me<liQa del Campo,
00 prendiendo ni deteniendo á ningún mercader n i tratante de los
que iban á su feria. Arch. geo. de S im ., CédiU/ts, Ub. XLVII, fo­
lio 365.
Capitoloe d» Tol»do pu& U pa^íño&eión.

Toledo, a u n q u e uúcleo de ]& insurrección, n o se h a lla b a tan


ho stig a d a com o S egovia, y com o té n n iu o de su p ro p a g a n d a y
lazo qvte uniese á los rebeldes eo u n com prom iso de h ono r para
porvenir, resolvió» no m brado s los Procuradores d é la s parro*
<jUÍAS, redactar varios C apítulo s para la pacificación de la ciu*
d a d , qu e debían jurarse solem nem ente p or todos los caballeros.
Regidores, Jurados, P rociu Adores y D ip u tad o s. E sta solem ni­
d a d , q u e recuerda otras semejantes de nviestra historia, tu v o lu-
g a r el d ia octavo del C orpus, 14 de J u n io , eu m anos del Preste,
luego qu e acabó de decir m isa ( I ) . £ i Preste fué ol O bispo D o n
F e m a n d o del C astillo , C a n ó n ig o , el cual tenía en las m au o s ei
m isal, u n a cruz y u u a A r a del S a n io Sepulcro; y acabado el j u ­
ram ento se hizo u n a proeesióu p or toda la ig le s ia , c an tando el
Tt-Déum y olr«is oraciones. A l propio tiem po V alladolid escri­
b ía á T oledo, con fecha del 15> estim ando vedados los a y u n ta ­
m ientos q u e esta c iu d a d p ro p o n ia sin licencia de 8 . M ., y ro ­
g án d o le cesasen en ellos y e nv iaran sus mensajeros ó G o b e r­
nadores ante el Consejo. P o r otra parte, el C ard enal G o bern a ­
d o r d irig ió P ro v isió n a l Corregidor de M a d rid (2) p a ra q u e el
pueblo n o se ju n ta s e en la ooche de S a u J u a u á a n d a r en o r­
d e n an za con arm as, m ediante á q u e en semejAnte« Ju n ta s se
suelen ofrecer ruidos y escándalos, y pu diera aer qu e entre ellos
naciesen alg uu as diferencias p a ra en adelante, eu q u e el R ey
sería deservido.

Actitud d« Avila,

E l m ism o d ía q u e los revolucionarios de Toledo se ju r a m e n ­


ta b a n , se d irig ía desde V a lla d o lid u n a R eal C éd u la a l A y u n ta ­
m ie n to de A v ila (3), para q u e n o se hiciesen reuniones cou

(4) Juan de Chaves A rea y os, Comunidades de Toledoy citado en


el Apéndice 3.^ á las ComunidoíUi de Alcocer, pág.
(5) Documentos inéditos para b Hisioria de tomo II,
pág. 342.
(3) Archivo m unicipal de A vila, leg. 958, núm . 1.550.
•otra® cia<3ftdea da e«io 8 R einos o i m enviA ien á ellas ProcurA-
dores q I mensajeros; 7 com o la c o n tse U d ó n fuese satisfactoris.
e l C ardenal G o bern ad or to W íó á escribirla (1 ) en n o m b re del
R e y . agradeciéndola s u lealtad y fidelidad en el servicio d s la
C orona R eal, y encargando continuasen en ella, h a cién d o lo s a ­
ber todo al C ard enal de Tortosa y a i Consejo, q u e proveerfan lo
q u e merecían sns servicios.
Escasos y a u n contradictorios son los datos referentes á la
c iu d a d de A v ila q u e h a n d a d o á conocer los historiadores; pero
u n a a fo rtu n a d a investigación (2 ) nos perm ite conocer, aparte
de los datos generales qne conserva el A rc h iv o de S im a n c a s, ia
historia iu terna del m o vim iento , según las actas del Consistorio
de 1520. y libros del C a b ild o de la S a n ta Iglesia Catedral.
E u las Cortee de Santiago-Corvifia representaron á l a c iu d a d
d e A v ila D iego F e rn án d ss de A v ila y el L icen ciado J u a n de
K e n a o , am bos Regidores; y ta n pronto com o el R e y D . Carloa
se ausentó de E spafla, com enzó en todas las oiudades la resi­
dencia de sus Procuradores en los térm inos y a relatados. A v ila
no p u d o sustraerse a l m o vim iento de geueral in d ig n a c ió n qu e
se sin tió en to d a C a stilla , y resulta q u e el 5 de J u n io S anch o
Z y n b ró n escribía á D ie g o F ernánde z la siguiente carta:

Carla de Sancho Zynbrén á D lfgo Fernández de Avila, fechada


en A^lla a 5 de Junio do (520 (3).

Magnifico señor,

ya V . m . sabe el cargo que des(a cibdad llevó pare yr á )as Corles


que el Rey nuestro señor celebró eo la oo ru i^, y porque todos de­
seamos saber lo que en las dichas Cortes se fizo, pedimoa i v. m . que
hallándose desocupado venga á dar quente ¿ esta cibdad para quio*

(4) Archivo m unicipal de Avila, doc. núra. 8 .


(5) D. Antonio bénchez Moguel nos ba procurado los documen­
tos que vamos ó reseñar, y consiguamosaquí la gratitud que le de­
bemos.
(3) Sancho Zyubróo no fué Procurador en las Cortes de la Coru*
fia, como algún historiador supuso, sino Capitán por la Comunidad,
y uno de ios oou)isionados para llevar á Flaades los Capítulos de la
Junta.
zedÍHSÜesle tn^s de juny o, porque para aquel dia eslá mandado
venir el Lic.° Juuu de Ileoao, porque sy pnra aquel di« no viniere,
la cibdad hará lo que le pertenesce. nuestro $«*1^ la vida y estado
de v. in. acrecienta escpta á AvÍIh é cinco di:is de ju n io de quinien­
tos é veinte «lílos.^saocho'zynbron.

La E n is m a invitacióu se hizo ai D oU ds^Q or el Licenciado He-


nao. L os Procuradores F e ruáu d e z y H euaO u o debiarou a c u d ir
a I lla m a m ie n to de Ift c iu d a d , donde los nobles se coucerlaron
cou el pueblo, iuterviuieudo tam b ié n el a lto clero, pues resulta
d e los libros del C abildo catedral (1), q u e el viernes 15 de J u u io ,
«reunidos en la C a p illa de S a u t B aru abé (2) los Reverendos se­
ñores ju n to s i su cabildo ordiD ario y eoo ellos el Reverendo se-
fior D e an , dixerou q u e no m braba ii y n o m b ra ro u a l Reverendo
señor D . A lv a ro é a l señor Licenciado M a ld o n a d o p ara y r á la
cotigregaciou de Toledo, y asielir en la d ic h a congregación d o n ­
d e quiera qu e se llegare sobre todas las cosas que les pertene­
ciere é á todas sus clausulas acostum bradas.» E ste d ia com e­
tieron á los Reverendos señores D e á n D . A lonso de Phego y
D r . A y a la para qu e hicieseu los mem oriales p ara la congre­
g a ción.
Y resulta de tas actas m unicipales (8) q u e en el Consistorio
se discu tía la c o ndu cta s ^ u í d a en ta C o ru ñ a p or los Procura-
dores de A v ita , y q u e el S r. D iego de B racam ou te , R e g id o r de
ia c iu d a d , en sesión de 19 de J u n io , c o n tradijo io q u e iiicieron
aquellos Procuradores, diciendo: <que pues le constaba qu e por
los señores Ju s tic ia é regidores deeta cit>dHd avya sydo c o u tra­
d ic h e todo aquello q u e D iego F ernandez de a v y la é el L ic.^^
J u a n de H e n a o couio P rocurador de Cortes y en su nom bre
sivian otorgado eu laa Corlee qu e se celebraron en la C o ru fia é
peijuysyo de la d ic h a cibdad é su tierra é c o m u n y d a d é del yn-

(I) lib r o manual de 1590, de Diego de Dueñas, clérigo de Avila,


Notario apostólico y Capitular del Deán y Cabildo, y Secretario de
las c*)sas capitulares de dichos señores. {Archivo dei Cabildo Cate­
dral de Avha.)
(9) La capilla de San Bernabé tenia entrada por el claustro de ia
Iglesia Catedral, y es hoy la sacristía mayor.
(8) Archivo m unicipal de A viia. Acias dei Consistorio de 1530.
ju s t o otorgam iento del servicio ó servicios q a e se desya qu e
a v y a a otorgado é dello a vy au suplicado p a ra a n te el K e y Dues*
tro sefior é p a ra a n te los del su cousejo, qu e desde agora qu e
v e o id o a su no tic ia c o u o regidor d e la dich a cibdad, h a cia la
m iscoa contradicción é saplicd de todo a q uello q u e los dichos
sefiores Ju s tic ia é regidores a vy au suplicado y en todo se llega va
á su voto é parescer qu e ec esto teoiaD dado y asy lo p id ió por
testim onio.»
L a desautorización de los Procuradores de A v ila fué tan
com p leta, com o la intelige ncia de esta c iu d a d oou Toledo» pues
c o n s ta q u e el R e g im ie n to acordó el 26 de J u n io ( i ) m a n d a r li­
bra r á «Cristoval G o n za lo uueve reales^ de u u m ensajero q u e 1»
c ib d a d e n v ió á Toledo é respuesta doti*a carta q ne d a lla avia
v e n id o á esta cibdad é la q u a l carta llevo Francii^co de Pajares
p a ra q u e p or ella responda ¿ ia d ic h a c ib d a d de T oledo s ^ u n d
é c o m o se ordenó eu el dicho regym iento.» Y com o si todo eilo
tío bastare, a d u acordó el 30 de J u n io « q u e se escriviese á to-
da s las v illas de la p rovincia, fasleudoles saber com o la c ib d a d
tenia suplicado de todo lo q u e los Procuradores de Cortee íizye-
ro n en las Cortes en lo qu e toca a l servicio é escriba las cartas
Cris tova] del Peso é G il X uares.»

ICedins del Gimpo »firoitb& sa l»U&d.

E l E m perador, desde Bruselas, h a b ia ordenado (2) q u e Pedro


d e Q u in ta n a , Secretario del R ey y del Cousejo, p o r su la rg a
experiencia de las cosas de E stado, interviniese eu el Consejo
d e la guerra y en todos los q u e ae hicieseu de cosas de E stado .
L a v illa de M ed ina del Caropo d ió las gracias a l C ard eual Go-
l>ernador p or las buenas nuevas q u e le com u n ic a b a refereutee
AÜ v isje d e 8 . M . (8)^ y a ñ a d ía : «R ecibim o s u n a prov isión R eal
sobre estos tributos q u e S atauás h a le v a n ta d o en estos reinos.
A q u í estam os m u y ciertos y seguros q u e n u n c a S . M . ta l p id ió

(4) Acias del OoD$istoño de Avila eo 13^0.


(5) Arch. gen. de Sim ., Cédulas de Cámara, lib , L, fol. 101
vuelto.
(3] Se Leyó en el Ayuntamiento de Córdoba é de Juaio. Docu*>
n; en tos inéditos para la fíÍ$toria de España, tomo G X IÍ, pég. 42.
n i pensó pedir; piega á nuestro S eñor qu e con D iv in a sentencia
sean castigados ios q u e «sta m a la sy mien te a u sem brado (1).
A q u i estamos ¿ Dios gracias en paz y sosiego y prestos y a p a ­
rejados para el servicio de S. M . y p a ra el de V . S . R m a . eu
du noml>re qu e a q u i n u n c a faltará toda lealtad.» E l C a rd e n a l
G o bernador d irig ió desde V a lla d o lid el 2L de J u n io u n a carta
á los in div idu os de ia nobleza qu e h a b ía qu edado fiel a l R e y ,
volviendo á encargarles q u e procurasen tener pacíficas las ciu-
dades y sus tierras. L o m ism o h a cía desde Bruselas el E m p e ­
rado r electo, según R eal P rovisidn q u e se conserva en S a u to
D o m in g o de la C a lzad a (2); y com o la fidelidad de V a lla d o lid
era notoria. D . Carlos escribió a l R e g im ie u to y caballeros de
d ic b a villa agradeciendo su lealtad y qu e peusaba volver p r o n ­
to á estos Reinos; pero qu e si se sentían a lg u n a s alteracioues y
m o vim ientos, se reprimiesen y allanasen.

Ocañft é lUesftu sMnodaron 6Í m ori mirato.

L a actitud de Toledo debía producir» y p ro d ujo , sus n a tu r a ­


les consecuencias en aquellos pueblos qu e pertenecían al Arso-
bispado de qu e era poseedor u n extranjero com o G u ille rm o de
O roy. E u O c a fla se h a b ía proclam ado la C o m u n id a d ; pero el 28
de J u n io , desde Torrijos» escribió el A delantado de G r a n a d a a l
Cardenal G obernador (3) q uo los á n im o s se h a b ía n ap acig uado
y diduelto la C o m u n id a d , m ediante haberse re unid o todos los
caballeros y escuderos de a q u e lla villa cou todo el otro pueblo,
para q u e e u otros tom asen ejem plo, y todos ju r a r o n lo m ism o .
E n llle s c a s el m o tín revistió m a y o r grav e d a d , puee co nsta q u e
varias casas fueron saqueadas y derribadas, y a lg un o s vecluos
m altratados y pregonados, com o aconteció con el C a p itá n
Francisco de C iarte, según h a n consignado sus deudos (4). Y

1 Arch. gen. de S im ., P. R., Comunidaties d$ Castilla, leg. i.* ,


fol. 7.
(¿) Archivo manieipal de Santo Domingo de la C a lu d a .
|3) Arch. gen. de Sim ., Comunidades de Castilla, leg. 2.^, fol. 9.
(i) Cuaderno de los servicios hechos por los Olartes, Saltos y
Pena losas á los Reyes de España. En poJerde D. Federico Fernán*»
dez Soto de Illescus, fols. 22 al 3^2.
existe el despacho ó Itistraccióa de 29 de J u u io , q u e llevó á
lile a c a s e l C o ntado r B e ltrá ú del S alto, y cayos literales té r m i­
n o s aoD loB siguientes:

Despacho que llevo Britran del SdUo a la villa de Ilicsca» á 2^


de Junio (15*¿0) ;l ).

El Rey

Lo que vos el oont«idor Beltran del Salto aveis de hazer en la villa


de lllescd$ dunüe vais por nro inamiado es lo sig u ie n te «
Dar«'is m i caria de d'oïl en cia que i levais parala dha villa de II les­
eas y lo que por vertud delU les diréis es que avernos savido que
por inddciroienlo de algunas personas la dha villa se ha alterado
contra oro serv.” y del muy Reverendo Inxpo padre Cardenal de
Cruy Arzobispo de la Santa Iglesia de Toledo cuyo es la dha
v illa que estamos inaravilladus dellos por que según su lealtad y
ñdelideid que siempre an tenido á nra Corona Real en ios tiempos
pasados nosecreya dellos que liiiiesen cosa que fuese en nro deser­
vicio y desasosiego de la dha villa y de las otras del dho arzobispado
como esia es quo les Rogamos y encargamos mucho q ue esten en toda
patificAoion e sosiego y obedescan y tengan por sus Justicias y alcay-
(te a las que en ella tiene puestos el dho muy Rever<*ndo In z p o pa­
dre Cardenal do Croy arzubispo de^a dha Santa Iglesia «de Toledo y
que pnes la dha vüla y naturales della continuamente han estado
en toda pa» y sosiego y obedientes a nro servicio quo asi lu hagan
agora para que dolía tomen enxemplolos dhos lugares del dho Arzo­
bispado deziondoles a este proposito Ío que a vos mas paresçiere
que convenga para ios poner en toda pnz y sosiego y que siempre
en lodo lo que les tocare los t iene por encomendados para les m an­
dar gratiñcar y hazer merdes como por la obra verán y apercibién­
doles que si otra cosa quisiesen haserque no se ha do d«ir logar a e)l<y
y que sea forzado provelio como cumpla a nro Seruicio y a la paz y
sosiego de nros Reynos éSeuoriosydel estado del dho arzoi)lspado |
de Toledo=
Asimismo lleváis cartds de crohencia para algunos vesinos de la
dha viila que a vos paresçiere que sera bien que se den darselas eys
y ablales eys lo que fuere nc*cesario conforme a lo q u e se ha do de­
sir a la dha villa travajando en (»do que atraygan a ios vezinos d«lla
y a todos los demás que en ella están alvorotodos que eslen en tocia
|>RZ y sosiego y que tengnn to<ld acuitamiento y ovedescan a las Justi­
cias de di)o muy Re.^o Cardenal de Cray segund y c<»mo hasta ago­
ra lo an fcbu |
Asimesino lleváis otra m i carta de crehencia para Juan Arias de
Avila cuya es la villa da Torrejon que es persona que podra apro­
vechar en todo ello si fuere menester darsela e y sy hablallereys lo
que os pareciere para que ayude y travaje en ello como del se
espera [ .
En llegando a la dha villa de lllescas lo haréis saber á D. F ra n .^
de Mendoza nro governador del Arzobispado de Toledo dandc^le
parte deste despacho por que como persona que esta ynfurmttdo
de Uis cosas de la dha viUa y del dho arzobispado os dara aviso de lo
que cerca dello ovieredes de hazer y en todo si^und su acuerdo y
consejo porque esta bien informa Ío de todo lo de aila ¡ .
Avisareis luego de la manera que hallareJes la dha vitla y de (o
q u e hizieredes y de todo lo demás que se ofresciore teniendo enello
toda templanza y buena solicitud como de vos se espera que en ello
me servireis, Fha en Valladolid á 99 de Junio de m il y quinientos y
veinte años.— ó Carilenal dertusensis por mand.ido de sus H<ig'les.
el Governador en su nombre arguello y señalada de (,'apata, Vargas,
y Polanco»

Todas la» cosas de Toledo se m ira b a n con tem p lan za, in ieU '
tras se em pleaba la fuersa 6Q las de Segovia, y eso q u e el AyuQ-
tam ieu to de la im p e ria l c iu d a d acordó en 22 de J im io ( I ) t o ­
m a r prestados 274.000 y tantos maravediaee de los receptores
de alcabalas de S . M.» sobre las q u e teuíaD ju ro s varías fami-
Has lio bles, ia c lu sa la m u je r de P a d illa . T oledo, aderaáe> de
acuerdo cou S egovia y S a la m a u c a, c o u tiiiu a b a e.^cribie»do á las
ciudades p ara q u e se ju u ta s e u y trataran, y T oro lo c o m u n ic a *
ba é, Z a m o ra (2) pava ver lo q u e cotiveuia hacer eii caso tan
substancial y de m u c h o peso. Burgos, qu e ta m b ié u recibió la
iovitQci6n, a p lazó la respuesta cuatro días (3); pero el Ooodes-
table decía a l C a rd e n a l G o b e rn ad o r, qu e si n o otorgaba á aqu&*

(4) Alcocer, C ^itn id ad e s d t Castiila, pág. 105, nota iO.


(¿] Archivo m unicipal de Zamora.
(3) Arch. gen. de S im ., Comunidades de CostUla, lib. 9.^, fo-
4io M 2.
l ia geate lo q u e e n v ió á suplicar a u n q u e T oledo se dejase de la
convocatoria q u e h a c ia , «están eetos en proposito de n o dexarse
della. L a verdad es sefior, q u e las cosas de los pueblos eeU u eo
ta l disposiciou, q u e son pocos los q u e pueden «acalles de eu
propósito.»

Sitnuión d€ Oastill& t«rfflintr /unió.

L a situación de C a s tilla a l te rm in a rc i mes d e J u u io de 1520.


n o p o d ía ser n i m ás difícil n i m á s desfavorable p a ra la causa
del H ey. Sublevadas las principales ciudades de E spafia; p ró ­
x im a s á sublevarse las restante$>; desconocida la a u to rid a d en
todaa ellas; perturbadas y h asta interveuidas las rentas Reales»
y sin u n a fuerza m aterial q u e restablecer p u diera e) im perio de
Lft l^y y del derecho, la situ ación ei a de verdadera a n a rq u ía , y
sólo p o d ía salirse de e lla conceutraudo todo el poder de la n o ­
bleza c o u tra el elem ento p o p u la r, q u e c a m in a b a a iu freno p or
el c a m in o de su perdición. C u a n d o las revoluciones se a tiz a n y
prom ueven sin p la n y sin otra tenden cia q u e destruir los in te ­
reses perm anentes, su m uerte es sólo cuestión de tiempo^ del
q u e se necesita p a ra reaccionar la o p in ió n sana y sensata del
país. B u rg os, en carta á V a lla d o lid (1), concretó el peusam ieu*
to d o m in a n te en aqvtella c iu d a d , diciendo qu e p or evitar los
males del R e in o , re m ediar los agravios y a u m e n ta r las lib e rta ­
des y franquezas, fué aco rdado qu e se hiciere J u n t a general»
p a ra qne euteudierau eu lo q u e ue d eb ia hacer, y aquello qu e
fuese ju s to y bueno, h u b ie e n i de suplicar á 8 . M . lo m andase
hacer. L os de la J u n t a deh ian entender en ello y dejar ei go^
b ie rn o de la R e in a nuestra Sefiora á qu ien le tenía p or m an*
d a d o de su h ijo , q u e era q u ie n m á s la quería, y a l G o bernador
y Consejo qu e 8 . M . dejó. S í a lg ú n defecto resultaba, debía
suplicarse á S . M . io m andase rem ediar; pero sin hacerle sa­
b er cosa a lg u n a n i ser prim ero oído y requerido; la c iu d a d de
B u rg o s n o consentía eu ello, y si sus P rocuradores lo con si u-
tie ro n, pensaban q u e n o h a b ía sid o con s u acuerdo, p o r lo
c u a l b a b ía n acordado hacerles saber, q u e si p a ra a q uello qne
la J u n l a se concertó querfau q u e ae pusiese eu ob ra , auplican-
do á B. M . rem ediase laa cosas pasadas y qu e el gobierno del
B e iu o lo tuviese q u ie n quisiere S. M ., e n v ia u d o ciertos C a p í«
tu loa p a ra q u e S. M . lo concediese, así les rogabau lo hicieaen
ellos é h ic ie ran á aus Procuradores que dejasen de entender eu
las cosas de) gobierno. L a influencia qu e el Cotidestable había
c o n q u istad o eu B urgos, eatá c o m p ro bada eu la carta qu e aca­
b a de reseñarse.
E li V a le n c ia la situación em peoraba. Desobedecido el V i*
rrey desde su lle gada, h a b u de a b a n d o n a r la c iu d a d el 5 de
J u n io ; y a u u q u e la J u n t a de lus Trece in te u tó justifíc a r su
co nd u c ta , n o e v itó q u e D . Carlos desde G a n te adoptase laa
enérgicas reaolucioues q u e bem os historiado en o tra parte (1).
£1 destierro del M arqués de Zecete, p or sim p atizar cou los re­
beldes; el h e c h o de confiar el gobierno de V a le n c ia ó Mosséo
Ferrer; la com isióo encargada á M icer G a r c é s , in sp ira d o r de
las anteriores debilidades; la a n u lación de la elección de J u r a ­
dos y la p ro b ib ic iÓ D de qu e usasen de sus oficios, y la promesa
d e env ia r refuerzos p a ra q u e el V irrey pudiera contener á loa
rebeldes c o n el apoyo de loa nobles valencianos m ás caracteri­
zados, hechos son q u e resultan docum entados por la colección
S a lazar y otras fuentes, y dem uestran el ráp id o y h a sta verti-
gitioso ru m b o y e m pu je qu e te n ían a d q u irid o los acontecim ien­
tos de V alencia.

Las Comunidades en ilieaate.

D u d a n d o de la exactitud de la a firm ación de E sco lano y


otros, de q u e el m o v im ie u ro de lea C om unidades, q u e ta n to
eco tuv o en O rih u e la , E lc h e y J ijo n a , n o se extendió á la c iu ­
d a d de A licante, buscam os la ilu strad a cooperación de D . Ale­
ja n d r o H a rm s e n , B a ró n v iu d o de M ay als, Correspondiente de
la R e a l A cadem ia d e la H isto ria , y este seflor, eu vez de remi«
tir u o (a d e los docum entos existentes en el A rc h iv o m unicipal»
coa envió u n erudito trabajo reseñando el desarrollo del m o v i­
r
m iento eti A licaote. E n la im p o s ib ilid a d de iraccioitarlo, h e ­
m os preferido insertarlo íiU egro, c o iisignau do a q u í niiestra gra­
titu d a l q u e de esta saerte resulta m i ilu strado colaborador de
esta obra.

Durante id guerra civil conocidd con el nombre de his Comunir^a*


des de Castilla, sufrió también la ciudad de Alicante grave» compro­
misos, aunque en menor escabi que otros pueblos.
Hay quien aseguro que Alicante no tomó |>art^ en el prim er
miento liberal de Espafia (t); pero esta plaza fué indudablemente
una de las iniciadas en el pronunciamiento patriótico; y en pruelia
de ello, por espacio de muchos meses tremoló en uno de los cuarte­
les establecidos en la antigua calle de Hidalgos (hoy de Labradores)
la bandera que llamaba al alistamiento ó condcrifición de lodos los
buenos patricios.
Los trabajos de propaganda se extendieron á los campos y pue­
blos circunvecinos, y en esta época se reedifícoron varias turres que
boy se ven en la huerta de esta ciudad, lodo lo cual era costeado,
asi como los gastos de alistamiento y propHganda, con un depósito
de fundos secretos que facilitó Mosén Pancracio de A qui no. ecle­
siástico, agente privado de D. Juan de Padilla, su deudo y amigo (9).
Estos trabajos se extendieron tam bién à varios pueblo?« impor­
tantes de esta región, y no sin fruto, pues el grito d^ rebelión r»*s0'
DÓ en Elche, Orihuela y Jijona, que se alzaron casi hI propio tiem­
po con sus castillos y fcirtífieaciones, de que era du**ñH l,i fui<rza c í­
vica; y lal fué el tesón de estas plazas, que se vió obligado el Em­
perador Carlos V á enviar buen golpe de K^*nte para reducirlas (3).
Mas no era ésia empresa que debia decidirse con la fuerza mate^
ria!, porque se estrelló en el tesón de los ciudadanos, y así el Mo­
narca comisionó al Marqués de los Vélez y á D. I’edro Mnza, á fin
de que negociaran la reducción de la ciudad de Alicante, que se
dió á partido bajo condiciones honrosas, como se verá más adelante.
En cuanto á Elche, Jijona y Orihuela. na<la pu<Ííeron conseguir,
hasta que la prisión de los jefes del alzamiento puso sangriento fin

(4) Bendicho, Crónica inédita: Escolano, F>écadas de la Historia


de la ciudad y fíaino de Valencia.
(á) Bendicho. á pesar de la parcialidad con que trata este asun­
to. no puede menos de adm itir y confesar eetc hecho. Crónica inédi­
ta, fol. 306.
(5) Pastor de la Ruca. Historia de la ciudad de Alicante; Nícasio
C. Jover, Reseña kittórica de la ciudad de Alicante^ pág. 46.
T omo x x z v 86
al mi^mo, y entonces las tres plazas se entregaron ni Secretario im ­
perial Juan González de V illasim plit (4).
E) rnovimicnlo iniciado en Alicante, de un caréclercasí exciusi-
vamenCe popular y dírípido por artesanos, entro los que se agUa*
ban elemontos extra Tíos y desconocidos en este país, si bienltuó re­
cibido en su principio con benevolencia y basta con simpatía por la
ma varía de los habitantes de la población, que sin adherirse á él
« n absoluto, mantenían respecto al mismo una nctitud de expecta­
ción bendvola, aunque no exenta d(» ali^iin recelo, no tuvo, sin em­
bargo. fuerza bastante para alterar ol gobierno de la ciudad, cuyo
Concejo contiouó inconmovible en su leal proceder respecto á la
autoridad y ol poder Real: un hecho lamentable que ocurrió cuan­
do lo^ revoltosos intentaron que aquélla se adhiriese resuelta y os­
tensiblemente al alzamiento, vino á enajenarles las voluntades y á
decidir á las clases nobles y gente acomodada, así como á la parte
sensata y pacifica del vecindario, abriéndoles los ojos acerca del
alcance y las consecuencias que aquel movimiento pudiera traer
consigo, á colocarse resueltamente frente á la rebelión y al lado del
Concejo.
r j hecho de referencia fué el siguiente:
Kra Justicia en aquel aSo (45?0)» Martín Fernández de Mesa, y
Jurados Alfonso Martínez de Vera, Juan Roig. Andrés Guíliem y
Francisco Pérei. liste últim o, del Brazo tniliinr, fué invitado por
los rebeldes para que, poniéndose á su frente, se impusiese al Con­
cejo y se apoderase del mando, declarando á la ciudad en abierta
rebelión; pero, pundonoroso y caballero. Francisco Pérez rechazó
semejantes inslancias. manteniendo la fidelidad que como m ilitar
había jurado y como individuo del Concejo prometido,
Convencidos los revolucionarios de que la voluntad de este caba­
llero no se doblegaba á sus intentos, valiéndose de la fuerza, pusie­
ron la bandera rebelde en la ventana de su casa; pero apercibido
Pérex de este atontado, m andó á un esclavo que tenía la arrojase in>
mediatamente, lo cual exasperó á las masas, en tal manera, que en
tumultuoso mntin asesinaron a aquél y a l digno Jurado, cuyas órde­
nes había obedecido (2).
Como queda dicho, esle hecho crim inal, añadiendo la sangre ino­
cente derramada á otros desmanes que le habian precedido, produ­
jo un cambio radical en la actitud, hasta entonces pasiva, de la parte
sensata y realmente importante de la población, decidiéndola á opo-

(4) Martín de Víciana, Escolano, Bendicho, Crónica inédita.


(5) Viravens y Pastor, Crónica de la ciudad de Alicante, fol. 99.
nerse en absoluto al movimiento y á realizar, de consuno con el
CoDoejo, uu acto ostensible de adhesión á las instituciones; :iclo que
se tradujo en un meiisoje de fìilelidad al Monarca, en cayo Redi
nombre fué contestado en de Junio del mencionado a£ko por el
Virrey de Valencia, D. Diego Hurtado de Mendosa, en los lérmínos
siguiente:^:
«Ais a m a u y feels de Sa católica Magestat los Justicia, Jurats y
Gonsell de la CiutHt de A la c a n t.^ A m a ts y feels de la cat6iica y
real, y cesárea Magest<il, y bons ainichs nosues: vostra Uetra
hauem rebuda y entesa l<i creen&a que eo virtut de aquella, vostre
Ju rat y Slndích nos ban suplicat per parí de <iqueixH Ciut^t y O fi­
ciáis de aquella y la voluntai de tols y afecció y fì'ielitat que signi­
fican teñir á la cesárea M^gestat, y servey de aquella, nos eo perso­
na de sa Altesa la tenim per molt accepta y cuant se ofrureiica to
cas, ab molta complacencia, ne pendrem aquella part que deurem,
en é per lo servey de la dita católica Magestat, á la cual »e farein
tal velació que ocurrent alguna cosa en benefìci de dita C iutal 6
farà; y gratiñque les ofertes que ab lauta fídelitat y oíictio no hauen
fetes segons que mes llavch ais dits Jurats y Sindicb no b.tuen de
parauia significai á la relació dets cuals nos referun, prc^gjmvos y
encarregam que en lo regiment y ben auenir y en la admioistracíó
de la Justicia de dita Giulat, vos á face ab la cura, 6 integritat que
de voKAltres beconfìam que dem<^s de c um p lir a) vostre correch ne
seruiren m olí A la dita Cntólica M^igestat.— DaLs <>n XjUiva [4)¿
dei Juni 1520.— D. Diego Hurtad^» de Mendoza.— Franciscas Ce-
lles (t).8
No por esto se dieron á partido todavía los rebeldes, que a ú n es­
peraban triunfar en Alicante, como habían triunfado en HIcbe y
Oribuela, con cuyas poblaciones se entendían; pero reducidas éstas
a l fin ú la obediencia por el Secrelario Imperial O. Juun Gunzálexde
Villasimpli2, trasladóse éste á Alicante con igual objeto, robuste­
ciendo con ello la fuerzH y autoridad del Concejo, y conocieron e n ­
tonces aquéllos que su causa estaba perdida.
Entabláronse negociaciones para llegar á un término pncifico, y el
Monarca comisionó al Marqués de los Vélez y á D. Pedro Maza, quie­
nes llegados á Alicante, y en unión de González de Vilia^im pliz y

(1) E n San Felipe de Játiva se hallaba á la sazón el Virrey, re­


cién nombrado para ejercer aquel cargo en tan difíciles circuns­
tancias.
(S) Documento original existente eo el Archivo m unicipal de A li­
cante.
(le) Concejo, consiguieron la sumisión completa de Id rebelión bajo
condiciones honrosas, ¿ principios de concediendo ú la ciudad
algunas franquicias, como premio á s u leal aciilud frente á loa rebel*
des, imponiendo como castigo una gabela sobre las familias que ha*
hian secundado el alzamiento de las ComunidHiles.
E l producto de esta g o M a se invirtió en obraa de construcción de
los muros antiguos de Aiicante (que no se acabaron de edific ar basta
el alio 4535, en que se completaron con los dos torreones de San Se>
baslián y San Barlolomó. por mandato del entonces Virrey de Va­
lencia, Duque de Calabria y Teniente General de los Ejércitos im pe­
riales) (í).
Como el espíritu de rebelión continuaba, ¿ pesar de todo, y la par­
te levantisca de la pol>la<!Íón simpatizaba y aun fraternizaba con la
Germania, que menoa moviilu por oposición 6 la Autoridad regia,
que dominada por el odio que sentían hacia los nobles, tenía tras­
tornado el Reino de Valencia; y como no pocos individuos de las her*
mandades de Artes y Oficios de Alicante se hallaban afílindos á los
tAgermanals,:» noticioso de ello el Monarca honró al Justicia y Ju ­
rados de dicha ciudad con una carta fechada en W orm s, cuyo con-
tenido es como sigue:
«Et Rey.— Amados y fieles nuestros: Sabido habernos el desóvden
que en Videncia se ha cometido en quitar los derechos ordinarios»
que ha sido cosa muy mal mirada y mucho en deservicio y desaca­
tamiento nuestro, y porque de las cosas mal hechas nadie puede
tomar f^jempío, mucho os encargo y mandamos que no curéis de se­
guir i<in mala introducción y tan dañosa á Sa república, antes os
apartéis totalmente de la union y germanía del dicho pueblo, pues
por la experiencia veis los malos efectos della, y fagais y obedez­
cáis todo aquello que por nuestro lugar theniente y Capitan Gene­
ral Don Diego Hurtado de Mendoza, y por los otros oñciales nues­
tros, en su ausencia, de nuestra parte, os será ordenado é manda-
dO} que asi cumple à nuestro servicio, é al bien común y pacificación
de ese Reino, y del contrario seriamos muy deservido y pues presto
Dios mediante nos vereis en ese Reino, sed ciertos que de los méri­
tos y deméritos de cada uno auremos debida memoria y que los
que ahora no enmendat'en sus faltas despues por aventura no serán
á tiempo. Dat$ en Vormres (Wurms) á 30 do Marzo de 4531.— Yo el
Rey.— Urries. Secretario (2).»
E n vista de esta Beai comunicación y de otra que tam bién dirí*

(4) Pastor de la Roca, ffisíoria d$ A/¿cante,


(2) Archivo municipal de Alicante,
gió el Virrey explicándose en el mismo sentido, rounióse el Conce­
jo de A licante, tomando el acuerdo que literalmente díce así:
4Los sobredits magniííchs Justicia, Jurats y Consellers, cascii per
si é tots concordatment, ab burrets en les mans en sena) de
moUa llealtad de la M^gesUt de son Rey, é, senyor, di^ueren que
obehíen y obeeixeu é, reben aquelles ab aquella fus h a m il é su-
bieuta reverencia que de son Rey e senyor natural se pertaAi com
afeels y fidclisims Tasalls de aquella desifunts que sempre sos me-
Damenls sien posatsen exe^ució (1).»
Los cuantiosos gaslos que origin^iba la guerra, á la cual concu­
rrieron algunos caballeros de Alicante que se embarcaron en el
puerto de Denia para formar parte de las fuerzas reales, obligó al
Virrey ¿ ncudír u\ patriotismo de los pueblos líeles á fin de que
contribuyesen con dinero pava acabar la rebelión. Con este objeto
escribió al Concejo de esta ciudad, con fecba de 26 de Agosto de
1531 desde Peiílscola. y llamada así la ciudad de Alicante á demos-
Irar nuevamente su fidelidad, aunque exhaustas de numerario las
arcas municipales^ no por eso permaneció sorda á los deberes que
en tan apurado trance para el Estado exisia el patriotismo: reuni­
do el Concejo, acordó que sin pérdida de tiempo se tomasen á cen­
so 2.000 ducados, connriendo al ciudadano Jaime Torres poder bas­
tante para ello, entregándose de la suma Mu^iin Luis Juan Cava-
llero, comisionado al efecto por la regia Corte, el cual se bizo cargo
de ella de parte y en nombre de S. A .
En el iino siguiente (1522), comprometidas las tropas del Rey
por el pasmoso inci'emento que tomaron )as facciones, el Virrey»
que se encontr.iba en Canales, se dirigió nuevamente en i 8 de No^
viembre al Concejo de Alicanie pidiéndole socorro de gentes, á lo
cual accedió gustosa la M unicipalidad, enviando á su cosu 450
hombres, que pelearon como héroes para restablecer el im perio de
las instituciones. Obstina los los agermanats en su espíritu resisten­
te, provocaron una batalla en las inmediaciones de Gandía, y allí
ios bravos alicantinos, en combinación con las fuerzas leales» p ro ­
baron su valor, contribuycm Jo no poco al exterminio de los rebel­
des (2j.
El proceder siempre ledl de la ciudad de Alicante y los repetidos
servicios prestados por Ui misma en circunstancias tan azarosas y
difíciles, no podían quedar sin recompensa, y al reconocerlo así con
agrado Carlos 1, que en 452¿ regresó á l^spaüa de su viaje ú Ale-

í4] Archivo m unicipal de Alicante.


(2) Víravens y Pastor. Crónica de Alicante.
mdnÌH. tuvo á bien expedir un Privilegio, concediendo á esla oÍu«
d a d el Toisón de oro para la orla del escudo que usa Alicante de^^de
antiguos tiempos, y que v ie D e ostentando desde entonces tan pre­
ciado timbre.
Gomo muestra especial de su Real aprecio, y reconociendo la im-
portaocia que tenía para et Reino el custillo de Santa Báibura, rega­
ló además ek Monarca á Alicante, para defensa del misino, dos magní­
ficos cajunes de bronce, en ios que bi2o esculpir sus armas (\),

(4] No hé mucho tiempo que el autor de este capitulo pudo


verlos todavía en Ire los cánones antiguos de dicho metal y de díte-
rontes calibres que formaban el artillado del castillo. Todos ellos
ban sido recientemente [en el pasado año de 4896) enajenados por
el Estado como bronce in útil. La histórica fortaleza de Santa Bér-
baíR, agentada sobre la abrupta roca do Benaoantil, desde donde
dom ina, á mi) pies de altura, la ciudad, el puerto y la bahía, con sus
siete pU tas y los cuarenta y cinco edificios y cuarteles construidos
¿ pruebi\ de bomba en su vasto recinto, ha quedado desmantelada
y abandonado, y en el día ya sólo se u tiliia corwo prisión militar,
m ie ntra s se va desmoronando piedra tras piedra y consumándose su
total ruina, inminente en plaso ya no lejano, habiéndose suprim i­
do por el ramo de Guerra toda consignación para su conservación y
sostenimiento.— /iVWo particular.)
Julio de 1520.

SUM ARIO

Lucha entre el poder Kee) y el revolucionario.— VÁ priiuero se con»


centra en V allaJolíd.— El segundo propone reunirse en Segovia y
después en A vila.— Disculpas de Segovia por el ase:>¡nato de Tor­
desillas.^L os seguvianos se alzaron en armas para resistir á Ron­
q u illo.— Avila se a h ó en Com unidad.— Cuenc;i hace lo mismo.—
Tardías concesiones á Valladolid.— Juicio del (^rdenal de Tortosa
acerca del estado del país.— Inteligencia de Burgos con el Cabildo
Catedral.— Quejas de Córdoba.— Deseo de las ciudades de reunir­
se en Segovia.— Indicación de Toledo de reunirse en A v ila .—Te­
mores de Segovia de verse atacada por tío nquillo.— El Obispo de
Zamora se presentó en Salamanca secundando la Com unidad.—
Zamora so adhirió al movitniento.— Inlenló el Cardenal introducir
la discordia entre las ciudades y villas convocadas para A v i l a . ^
Juan de Padilla S 'i l i ó en socorro de Segovia.— Primeros actos y
acuerdos de la Junta de A vila.— Instrucciones que algunas ciuda­
des dieron ¿ sus Procuradores. -Nombramiento de Padilla de Ca­
pitán General por la Junta de A vila.— Organización de las fuerzas
populares.— Avileses comprometidos en el movimiento.— Princi­
pales acuerdos adoptados en A vila.^C onsejos del Cardenal y Con­
sejo Real al Rey.— La situación de Valencia empeoraba.— Vacila­
ciones de Palencia.— Permanecieron leales Córdoba y Santo Do­
mingo de la Calzada. >-&e robusteció la autoridad del Tribunal del
Santo Oíicio.

Lucha entre el poder Real y 0I raroheioDario.

£1 m o v im ie n to de o p in ió o qu e entre el poder R e a l y el ib v o *
luc io na rio se h a b ía establecido desde la p a rtid a del R e y , el u n o
p a ra im p e d ir la reunido d é la s ciudades agraviadas, el o tro p ara
convertir eu fuerza colectiva y n a c io n a l las aspiraciouee in d i vi­
m
duales, se coucretarou eti el juea de J u lio , íijan d o los com a-
ueros couio p u n to de re uu ió u, prim ero la c iu d a d de Segovia
y después la de A r ila , y p ro c u ra n d o los im periales q u e los
Procuradores se congregasen eu V a lla d o lid , residencia del Oar>
denal G o bern ad o r y del Consejo R eal. T u v o D . Carlos n o ti­
cia exacta de todo cuanto en E s p a ñ a ocurría, p or la correspon­
dencia q u e m a n tu v o cou su representante y con el Condestable
que procuraba en B urgos el servicio de 8 . M ., y supo, com o lo
h a pregonado )a bietoria (1), q u e a l verse Segovia asediada por
R o n q u illo » escribió á T oledo y á otras ciudades de C astilla u n a
carta fechada el 29 de Ju lio , en que, atrib u y e n d o la m uerte del
P rocurador T ordesillas á cin c u e n ta peí ay res y tejedores, te m ía n
qu e el C ardenal G o bernador y )os señores de) Consejo quisieran
quitarlee la v id a y coudenarles com o traidores. E l A lcalde R o n ­
q u illo , n a tu ra l de A révalo, era venido á S a n ta M a ría de N ieva
com o cruel tirano, q u ita n d o la a n tig u a j>ose9Íón y j u r i 0dicci<^o
qu e eu $us propias tierras tenía Segovia, pues a l E s p in a r y Vi-
llacaatíii d ió facultad y licencia para poner horca y p icota. E x a ­
gerando el tem or, propuso la n z a r de la tierra á R o n q u illo y lue­
go ju n ta r lo á entender eu el rem edio de to d a E s p a ñ a . C inco días
aates (el 24) (2) estuvieron cinco m il segoviano? á la vista de
S a n ta M a ría de N ieva, y h u b o heridos de u n a y otra parte; pero
R o n q u illo recibía refuerzos, y el 28 se le re unió io d a la c o m p a ­
ñ ía de D . A lv a ro . Segovia toda se h a b ía puesto eu arm as; pero
se necesitaba in m e d ia to socorro, com o lo d iría n los com isiona^
dos R o d rig o de C ie^a y A lv a ro de G u a d a rra m a .

&7iU por U Comunidad.

A pesar de los halagos y promesas que el R ey h a cía á todas


las ciudades qu e ie g u a rd a b a n lealtad, A v ila se a d h irió a l m o ­
v im ie n to revolucionario eu Kps prim eros días del mes de Ju-

(4) Sundoval, Historia cít., pág. 478.


(3) Pedro Mártir de Anglería, encarta de 5 de Julio, d ió detalles
del encueiiti*o de las fuerzas de Ronquillo con las de Segovia^ dicieo-
do que el ejército ds éste era de 8.000 hombres y pocos caballos.
Real Academia de la Uist., Varios,
lío ^l), y com enzó p or hacer blaoco de sus iras á los P ro c u ra d o ­
res D iego H e ru áo d e z de Q u i Qo Des y SaD cho Z iin b r ó n (2), p or
h aber v otado el servicio pecuoiario ex traordi D arío p e dido en las
Cortes d é la CoruQa. A visados o p o rtu na m e n te , b u sc aro n 6 u sal­
v ación en la fu ga; pero aus casas fueron saqueadas y d e s m a n ­
teladas, y con ^ t o se apaciguó la ira p op u lar, fo rm ándose en
seguida, en am ig able transacción, ia J u n t a de go bierno de la
C o m u n id a d a vi lesa, qu e reem plazó en el ejercicio d é l a a u to ri­
d a d K e al á los agentes del poder R e a l, y com puesta á la vez de
nobles y plebeyos, d e hacendados, fabricantes y artesanos, for-
man<Ío cabeza u n perchudor de p año s lla m a d o P it i ll o s , ^egún
unos, y Pefiuelaa, según otros. K l A lc á z a r lo to m ó su A lcaide
D . G o n za lo C h a c ó n , señor de Caaarrubíoa, y se p a ctó ante N o ­
tario u o hostilizarle.
£ n c om p robación de lo anterio rm ente expv;eeto, resulta del
lib ro M a n u a l del Secretario de las cosas capitulare s de A v ila ,
qu e el d ía 2 de J u li o el C a b ild o n o m b ró á los se& oresDeán, a l
L icen ciado E scudero é A rcediano de B o n illa <para q u e vayau
a l R e g im ie n to y con los d ip u ta d o s p or ellos y p or la C o m u n i­
d a d . y p a ra conferir con ellos todo lo q u e sea servicio de dios
é h o n rra de l a d ic h a iglesia y de los dichos reverendos señores
D e an y C abildo é de to d a la clerecía p a ra lo q u a l les dieron
todo su poder c o m p lido p a ra ello é p a ra lo á ello anexo y co-
u ex o.» A l síguieute d ía 3, el C onsistorio d e A v ilu (3) m a n d ó
«q ue se escriviese á D . C hacón sobre lo quel alcayde del
Cim ori'o faze eu el C im o rro sobre las vidrieras q u e la yglesia
m a u d a poner é la scriva F r . ^ de Pajares la q u a l eecrive en uom*

( í) Miiriín Carramolino» ílistorin de Avila» tomo III, pág. 436.


($) Kn cUa del Sr. Garramolino hay notoria ínex<ict¡tud,
pues Siincho Sánches Zimbrón no fué Procurador por Avila en las
Cortes de la Coruña, sino el Licenciado Juan do Henao en unión de
Diego Periiández. Sancho Zim brón desempeñó ei c^rgo de Capitán
por la Comunidad de Avila, y represenlánjolu <)SÍ»tió á lu ju ra que
tuvo lugar en el Paiamo Rc^l de Tord«*$illas el de Septiembre
de 4520. Fué otro de los comi.sionados p.ira llevar ú Flandes U>$<^-
pitulos de la Junla revolucionaria, tltceptnodo del perdón de ^ S d e
Octubre de 45^2, mereció el indulto por sus servicios en las jo rn a ­
das de Navarr».
(3) Actas del Concejo de Avila de IÒ20.
bre de )a cib d a d .» Y C ristóbal del Peso com o D iego de B r a c a ­
m e n te , v otarou sobre )o q u e los Procuradores hicieron eu las
Cortes de la C orufia; y el m ism o d ía n o m b ra ro n <ai señor Cris-
to v a l del Peso é a l sefior F e r n á n G o m es de A vila, Kegidores
p a ra qu e asistan é esten presentes á fablar eu ias C ongregacio­
n e s .» Y entre los a p u u te s del Secretario d e las cosas capitula-
res (1 ', aparece q u e el d ía de Ju lio , «en la C a p illa de San
barnabe los dichos señores ju n to s é. su cabildo é cou ellos el
Reverendo D e a n , paresció presente el eeñor D . A lv a ro Carrillo
de A lb o rn o z é d ls o , qne p orq u e él está u om brad o p or ia cou*
gregaciou p a ra y r á R o m a poi* su procurador y p a ra i a Corte é
consejo.de) R ey nuestro señor, q u e él p e d ia á los dichos sefio-
res ]Í9en<^ía para su cam ino ; y luego los dichos señores qu e pre­
sentes estavan dixierou q u e les p lazia y qu e asi lo m a u d a v a n é
m a n d a r o n .»

Cnesc» 86 ipdbirió &l movimiento.

L(\s actas del Coticejo de Cuenca acreditan qu e esta c iu d a d


y la de T oledo v e n ía n en com pleta inteligencia desde ei afio
1519. Los Regidores toledanos F e rn á n Pérez de G u z m á n , J u a u
Ca9ti))o, D . A lonso X u á re z de T oledo, J u a n M iñ ó n y J u a n de
P a d illa , escribieron á C u e u c a e l 5 de E n e ro p a ra q u e uotnbra-
sen personas prudente« y de g ra n a u to rid a d qne suplicasen a l
E m p e ra d o r todo cu a n to conv enía á la buena gobernación del
Reino» y u o de asuntos particulares en q u e generalm ente se
o c u p ab a n los Procuradores de Cortes. Contestó Cneiioa el 7 de
Febrero, qu e h a ría com o lo m a n d a b a y estaba dicho, p id ie nd o
aviso; pero el 14 acordó la C o m u n id a d y C abildo de caballeros
y escuderos n o encabezarse» sin o qu e los arrendadores del R ey
fueseu á cobrar las rentas. A cerca de la carta de Toledo» se en­
v ió mensaje a l E m p e ra d o r, y el Teniente Corregidor, el d ía 17,
n o m b ró á T ris tá n de la M u e la p o r m eusajero. E l C oncejo sor­
teó el 19, y el 26 confirió poder a D . J u a u A lvarez y D . L u is Pa-
checo. T oledo volvió á escribir el 8 de M arzo, q u e h a b ía e n v ia ­
d o mensajeros a l R ey s in otorgar poderes para pago del servi-

(1) Maaual del Secretario de las cosas partió alares de A vüa, ya


citado.
c ío , y C u e iica conteató qu e h a b ía m a n d a d o Procuradoras. U n a
R d a l C é d u la del 9 prevenía á C u eu ca q u e uo 96 ju n ta s e c o n ios
de T oledo. In s is tió esta c iu d a d , m e n u d e a n d o la corresponden­
cia, y p or o tra E e a l C éd u la del 14 de J u n io se d e s m in tió el
re p a rtim ie n to ó exacción q u e se su p o n ía de u n du cado p or ve­
c in o E m p e ra d o r de u u a parte, y el C ard enal G o bern ad o r
p o r otra, encargaroo á C u e n c a paz y sosiego; pero el d ía 6 de
J u lio aco rd a ro n la C o m u n id a d de C u enca, el In q u is id o r, et
P ro v iso r, el T eniente C orregidor, los R egidores, el Procura-
d o r de la C o m u n id a d , el de caballeros y escuderos, el de la tie ­
rra y R o d r ig o M a n riq u e , C o m e u d a d o r de Z a ia n ie a , q u e h u ­
biese m ercado en C uenca. E l d ia 10 los dos Procuradores Síu>
dicos de la c iu d a d y C o m u n id a d contradijero n el voto de los
Procuradores de Cortes sobre concesión a l R e y <iel servicio de
150 cuentos. B urgos escribió el iiS, qu e se ju n ta s e con esta c iu ­
d a d . Cuenca se alborotó, y el T eniente C orregidor e n tie g ó la
Tara de la ju s tic ia á A n d ré s de V a ld é s y ¿ G rego rio C h in ch illa ,
q n e la conñrieron á R o d rig o M a n riq u e . E l 21 se reunieron para
elegir ju s tic ia y ae sortearon A lcalde y alguaciles, p re sta nd o ju *
ra m e nto . L a s doce c uadrillas n o m b ra ro n u n J u r a d o p or cada
u u a , y acordaron lla m a r a l C orregidor R o d rig o de C árdenas, qu e
estaba en H uete. L u is C a rrillo fué el q u e en Coucejo de) 24 p i­
d ió qu e C u enca secundase el UQ O vim iento de B u rg o s y Toledo, y
e( 1 o de A gosto D . L u is Pérez de P ale u c ia , con poder del C o ­
rregidor de C árdenas, recibió de los A lcaldes ordinarios la j u ­
risdicción; prestó ju r a m e n to en el .Monasterio de F u e n s a n ta á ios
C ap ítulo s de la C o m u n id a d ; Juró R o d rig o M a n riq u e eu u n ió n
de otros, y del m ism o D . L u is , atender a l castigo de delitos, asi
com o ta m b ié n au x ilia rle en su cargo, y protestaron los R e g id o *
res d e la presencia de J u r a d o s en el Concejo. B urg os in v itó á
C u enca á q u e enviase sus P rocuradores p rim ero á V a lla d o lid y
después á A v ila , á lo c u a l se accedió en sesión de 4 de S eptiem ­
bre. Se o rganizó la g u a rd a n o c tu ru a de la c iu d a d . Se ratificó el
m ercado franco, y el 18 ju r a r o n el Coucejo, J u r a d o s y D ip u ta ­
dos los C a p ítu lo s del C a b ild o C atedral, leyéndose ta m b ié n los
q u e dichos Procuradores h a b ía n de lle var á la J u n t a . E l 21 se
otorgó poder ig u a l a l de T oledo á los P rocuradores d e Cuenca
L icen ciado T itos y J u a n de G u a m á n , p o r el E stado de caballe­
ros y escuderos; J u a n de O livares, p or el E sta d o de G u isa do s de
caballo, y F e rn a n d o de Alcocer, p or el E s la d o d« la C o m u n id a d .
Despnéa apareoe Cuenca eu c o m iin ic a cióu con la J u n t a deT or-
desilla^; p r o t ^ t a el Obií^po de C u6uca c o n tra ei envío de los
Frociuadores á A v ila , y la C o m u n id a d form a, p a ra Aa defensa,
u n a íuei-za <]e 50 lanzas y 200 ínfautes, y n o m b ra C a p itá n de
ellos ¿ L ilis C arril lo. S in em bargo, en O ctu bre el Concejo acor­
dó prestar obedleacia a l T eniente C o rre ^ d o r L u is Pérez de F a ­
lencia. y coufirió nu e v o poder á J n a n de O livares, F e rn a n d o de
Alcocer y Licenciado Franciaco de T itos para c o n cu rrir á T o r­
desillas ó donde eetuviese la R e in a . Se p re g o n ó la coüfederacióu
de las ciudades en T ordesillas. Se p u b lic a ro n las inauifestacio-
ues de la R e in a D o ñ a J u a n a . Se acordó proteger a l M arqués de
M oya. P id ió la J u n t a de T ordesillas se la remitiese el im porte
del servicio R e a l p a ra sus gastos. E l 18 se p ro m o v ió u n gran
in o tin , por querer los servidores del R ey a[>oderarse de la c iu ­
d a d . Se p u b lic ó la coronación del E m p e ra d o r en A le m a n ia , y el
concierto celebrado entre la c iu d a d de B urg os y el Condestable
de C astilla, y se consignaron m u ch os detalles del m o tín lla m a ­
do de S a n Lucas, capitaneado p or R o d rig o M a u riq u e , C orregi­
d or de Z a la m e a; el C a n ó n ig o D iego M a n riq u e , y otros m uchos
vecinos de C u enca (1).

Concesiones lardiis.

E i m ism o d ía q u e D . CarloR escribía á los D ip u ta d o s del ge­


neral de C ^ ai u ñ a com unicándoies la elección de E m p e ra d o r,
decía Pedro M ártir de A n g le ría a l G r a n Csnciller y á M a rlia ­
n o (3) lml>er oído qu e h a b ía venido u n a orden á n o m b re del
R ey p a ra q u e á los de V a lla d o lid se les perdonase el don ativ o,
tuviesen m ercado y feria libres y se vendiera la pesca, el trigo
y cebada siu p a g a r trib u to . 'Tarde piache, a ñ a d ía . S iu em bargo,

(1] Archivo m unicipal de Cuenca, libro de actas de 15^0, lega­


jo s .* , núai. y 94; leg. núm s. 99, 100, Í 0 1 ,402 y 403; legajo
4.4O i, nú m . S; leg. 434» núm s. 4, 5, 6, 9, 10,4 4 y 4$; leg. 4S, n ú ­
mero 76; Icg. 4,497, num . 14.
(t) Pedro Mártir de Anglería: Valladolid 1.^ de Julio de 1520.
Real Academia de la Hisi., Varios, £*183.
di pueblo S6 b a sosegado a ig ú ti ta n to con este acto de beneñ*
ceDcia. ]O ja lá durel L a cuestióü de n o exigirse el servicio vota*
d o p or ias Cortes de la C o ru fia y restablecer los encabezamiea-
tos de los pueblos a l a u tig u o estado, fueron la constante preo-
cupaciói) del C ardenal G o bernad or, del Cousejo y del Condes­
table de Castilla. C u a n d o el Condestable eo 2 de J u li o eacti'
b ía á S. M . (1) ex trafiando au Mleucio y condoliéndose de q u e
las turbaciones de estos R einos h a b ía u venido eu la peor coyuD-
tu ra q u e p u d ie ra n venir, repetía qu e é l ]e serviría com o m uchas
veces se lo tenía ofrecido, y esperaba a l C o nde de S a liu a s, al
D e á n , su sob rino , y al D r . Q u m el, q u e h a b ía n estado en V a lla ­
d o lid con ei C ard onal y te n ían qu e regresar a l d ia siguiente ó el
miércoles, de todo lo c ua l le d a ría cue nta. P ero h abiend o reci­
b id o carta desde B ruselas, á 25 de J u n io , se apresuró á contes­
ta r el 7 de J u lio (2 ), co nsig na ndo q u e fué á B urgos porque el
Cardenal U escribió que cum plía asi al servicio de S. A /., y des­
pués la c iu d a d estuvo eu to d a p a z , pues tra b ajó m u c h o para
qu e entrasen en tratos con el C erdeual y Consejo, p a ra q u e t o ­
m asen ]ey los otros pueblos y todos estuviesen en el acatam ien­
to y obediencia debido. A requerim iento de todos los cabulleros
y gente d e paz. se h izo cargo de la ju s tic ia p or haber echado al
Corregidor y sus T euieotes. L o s pueblos se q u e ja b a n de q u e el
R ey les h a b ia m ostrado poco a m o r y poca g a n a de aprovechar
á estos R eiu os. teniendo á los naturales p or extraCos y ajenos á
las d ig nidade s, beneficios y oñeios qu e se h a b ía n provisto eu ex*
tranjeros. L a m o n e d a de estos R e in o s se h a b ía sacado p or di­
versas form as y m aneras. Los Prelados se h a lla b a n ausentes, y
las dig nidade s y beneficios se proveían en extranjeros (8). E u las
Cortes de V a lla d o lid se d ió á los pueblos las alcabalas p or en­
cabezam iento, y á los pocos días se las q u ita ro n , y á los P rocu­
radores q u e fueron á las Cortes de la C o ru fia , á u n o s con mer­
cedes y á otros con oñeios» les hicieron qu e otorgasen el servi­
cio s iu h a b e r aca b a d o de recaudar el anteriorm ente otorgado»
e n m u c h o perjuicio de los pueblos. Y q u e en la gobernación n o

(4)' Arch. gen. de Sim ., Comunidades de Cüsíillat leg. nóm.


foL m .
(5) Idem id., id ., fol. S25.
(3] lile m id ., Eslado, Comunidades de Caslillay lib. 1, fol. 181.
ie h a b ía n g u a rd a d o las leyes y costum bres de estos R einos, y
era grau v ejación y tra b ajo p a ra los n a tu rales ir <5en v ia r ¡)or el
despacho de sus negocios ó F la n d e s 6 á otras partes don de S u
Majestad i'esidiese. E l rem edio de estas quejas lo encontraba el
A lm ira n te en conform arse c o d el eDcabezaiDiento, soltar el ser­
vicio, prom eter q u e los oiicios y beneficios se d a ría n á naturales
y m a o d a r q u e la m o n e d a n o se sacase del R e in o . E n cu a n to ó
lo sucedido en las m ás ciudades de estos R einos, oyd decir m u ­
chas veces al R e y Católico, qu e d e b ía n castigarse los pequeños
delitos para c^ue d o se hiciesen otros m ayores, p orq u e siendo los
excesos grandes, n o se p o d ía n castigar. £ l castigo h a b ía de ser
la R e a l clem encia, p ro c u ra n d o m á s la e n m le u d a de sus errores
q u e la v enganza de sus culpas.

Oorrwpondeiicia diplomática «Qtre el Osprdra&l Gobernador


y di Rey de España»

C on este criterio coincidió el del C ardenal G o bernad or, segúa


la c arta qu e escribió a l R ey desde V a lla d o lid á 6 de J u lio , y que
dice asi:

Carta origina) del Cardcoal de Tortosa a l Rey, fecha en Valladolid


á 6 de Ju lio de 1520 (4).

S. C e s .^ R . C , -W.«'

De balde se hecha la medesina quando la dolencia es fech:) incu­


rable I tun rezinmente crecen en estos Heynos las malas se<líciones,
que sl presto no se ataíasen ningund remedio parece que aprove-
charia I M^idrik del lodo se ha confedor;ido con toledo as»i el pueblo
como los nobles con tanta pertinacia que no quieren lober ni rocebir
las caria« que se le sh ^n embiado por los del Conseio de vra iñal.
I y b(in forjado al que tiene la fortaleza que jurasse que no h^ra
cosa al|^un;i contr<i Sa villa \y que no recibr;< eo aquella fortaleza
mas gente ni municiones, pero dize vargas que eslo solamente es
para cierto tiempo hasta en tanto que el teniente principal su pa-
rienic haya venido a M ndnl || los de toledo tientan los ánimos de to­
dos tos del Reyno | y dizen que p o ru tiliila t de la República deS'<edn
tener cortes o oyunt^ininiitos de lus ciudades y universidades | y
tienen tal manera de persuadir y exortar <j esto que induzen las
otrns Ciudades que ahun están en obediencia de vra m at. | e indi-
nani.is a hazer )o rnesnioque ellos, lemo que íinalmenie sera impo­
sible impedirlo, que »llegan causas no solamente eon color | mas
abun Justas ¡ disiendo que no se les guarda lo quo vra al. les pn-
metió en las cortes celebradas en estu villa sobro los enonht«9<*mlen­
tos fechos, y que el servicio fecho en la Coruña no fue legiliinaiuente
concedido pues es con contradicion do nigunas Ciudades | en donde
la contradicion de uno aboslaria para estorbarlo | ahun jue v. mat.
pretícnd.i que le haya sido concedido rectamente y que le era obU-
gatono, para lo qual dizen que con platicas menos honestas de lo
que convenía impetro consentimiento de algunas ciudades despues
que eran acabadas las cortes J en que sulicientemente se les explico
no ab.istar el consentimieatode la mayor parte en cosa graciosa sin
que todos consintiesen, y los destas ciudades dizen que es necessa-
rio prouelier \o dol Ueyno par^i que loá del mesmo Reyao no sean
travdos a esta scruitud y huuiessen de ser foryados p.igar ahun(|ue
haya contradicción de algunos sobre seruicios graciosos, y que suc-
cessiuamente con promesas fuessen enganyados | y pnrquedespues
que no pudiessen hauer n i alcanzar el efecto y cum plim iento do lo
que v. al. promete y da su palabra real, y tienen penbamiento que
otro remedio no se puede iimjor procurar sino que se desm,<nden y
salgan do la obedienoia de v, al. | o que fagan castigos en los pro*
curadores que consintieron en el dicho seruicio y en aquellos que
les fuuoi'eciaroD para ello | si vra al. piensa que en algún tiempo ha
de alcan 9ar y hauer utilidad deste seruicio muy gran yerro seria y
no bay ningunos en todo el reyno ni seuilla ni viilladolid ni q jales-
quiera otras ciudades que iamas qnieran pagar algo dcdlo j todos
los grandes y todos los del Conseio se m^irauillan que pretienda
v. al< que daquella conoession baya dependido alguna obligación si
vra mat« quiere sperar de proueher en esto hasta que las ciudades
se lo supliquen | creo que mas presto se partirá v. al, para estos
heynos | que ellos den tal suplicatioa | y entretanto no solamente
se deternan las pecunias de las rentas reales | mas ahun las gasta>
ran para lo que les cumpliere I assi como ahora de fecho se añrina
por hombres dignos de té que los de toledo pagan de los dineros de
la Cruzada y daquel ur 9obispado á los soldados que han de em biar
para en ayuda de la ciudat de Segovia | que ahora han tomado dos
m il ducados de la Cruzada, y otros dos m il del arzobispado | cierto
pesaïuo mucho que vra mat. contra ei conseio y parecer de todos |
de oooassion al pueblo de alterar su Rea) fama como que desseasse
forçai* sus subditos por iniuria, y V P''t>*bra que v. a l. les
ha dado no se les ;¿uai'de en esto que iinalmente no $e h<i de alean-
çar provecho ninguno | y suele dios algunas vetes ayudar y sub»
uenir los iniuri» los | y si r|ueremos procurarnos el ayuda de ntro.
Sefior I es menester primoro que todas Us iniurias cessen | y cierto
ahueque solo este bien viniesse de la remission de aquel seruicio y
del ^uarilar de la palabra en lo de los encabeçainienlos que los lu­
gares no rebeldes perseuerassen en la obediencia real, conuendria
perder dublada suma, de lo que es el dafio que se podría pretender
de Ih remission del dicho seruicio | y de la obseruacion de Ío pro­
metido S o b r e los dichos enoabeçamientos | y que sepa el pueblo que
vra mat. sea auisado desto j luego que entenderá que vra al. o no
quiera rem itir el seruicio | o conocer que no b a svdo legítimamente
concedido ] o guardar su palabra sobre los encabeçamientos | sin
duda ninguna todos se rebellaran | y que no podremos cunseruar a
valla lolid en vra obediencia ¡ suplico a vra al. que aduierta y mire
qu<m graue daño y deshonra serla perder Spaua | y no piense vra
al. que proveyendo en esto con toda la celeridnt que pudiere ser se
prouea i u h s temprano de lo (|ue es menester | que por presto que se
hag.1 temo que apenas se hará con tiempo | y lo que mas desto alle­
gan mueue muchos a sedición y leuantamiento j mas en cosa d o
stan puestos todos assi universalmente como en los dos susodichas j
es a sal>er | del seruicio de la Coruña y en lo de los encabeça-
mientos.
Las letras de V. Mat. con que promete, como es menester, que
tomada la primera Corona holuera a estos Rey nos embiamos a las
ciudades mas a Consejo de todos nos hauemos abstenido de embiar
copia de las mercedes fechas a las ciudades, que no osamos nombrar
merced aquella remission de ireynta mil ducados porcada año { ti-
mendo que el pueblo harrumtaria o pensaría desto que no les quis-
siesse V. Al. guardar lo de los encabeçHmienk»s c^i^mo les fue pro­
metido en las cortes, y que todos sobresto semouerian a rebeDíon ¡
si dilata Vra. al. de otoi^ar llanamente estas dos cosas susodi«
chas I temo que antes de poco tiempo se arrepentiría de ello, y no
seria menester ni aprouecbaria que yo residiesse mas aqua on
nombre de V. Al.
promptamente huuimos aqui provisiones de donde se pudiesse
reduzir Segouia a obediencia de V. Mat. y el castigo de aquella ciu­
dat fuera de las otras en enxemplo y miedo para que no cometies-
sen semeiantes cosas, y los que las cometíessen fuessen castigados
según sus deméritos H sobrevenido el mandamiento <(e V. Mac.
para fonseoa para que se detenga de poner mano en las pecunias de
I» guarda, y que las busque en otra parCe | el cual mandamienio
destruye toda la prornision fechH porque no ae puede gente sin dine­
ro y paga presta | En el pueblo h»y fam» según que o\ de parte de
i4)do el conseio me dixieron el presidente | y el licenciado ^apatH y
polanco que el dinero con el qual se pudiesse rem ediarla destrucion
destos Heynos por letras de cambio se trshe a otras partes fuera de-
líos I y tam bién dizen que de los dinerns del Reyno prim ero se ba
de socorrer a laa necessidades de aquel | antes que ae b^yirn de sa­
car por otras urgentes necessidades | lo q ual también parece a to­
dos q u e de los dineros de V. Al. que aquí se coien se deuen lomar
tantos quantos abastaren para ataiar y quitar los peligros del Uey*»
no para q u e el mesmo no se pierda ahunque V. Mal. fuese for9ado
a ello. I pues es para tal efecto | y que cierto seria cosa looa y va­
na aperaren tanta necessidat y peligro el consentimiento de V. Al.
para tomar los dineros mas promptos, y que ahunque fuesse contra
voluntad de V. Mal. se doue hazer para que con mas utilidat se
despachen y hagan los negocios de V. Al. ¡ heles dicbo que he pro­
metido a V. Mat. que no pornia mano en el dinero que es reserua-
do para las necessidades de V. A l. | replicáronme que sin duda e)
pueblo qne esta ahun en desobodienci^i meter» las manos en el para
que se guarde p»ra quallesquier cosas necessarias al Reyno | y en
que no se siguan y bagan tantos danmajes como han fecho los in-
ñeles en el Reyno de Granada j en donde juntam ente han. lomado
setenta hombres, y las galeras ni las fustas no son apareiadas para
ofenderles, n i siendo aquellas apareiadas podrían resistirles | y
ahun si alargamos de seruírncs del dinero paral casligo de los rebe-
lles { las ciudades obedientes se ju n ta ra n con las otras rebelles | y
daran ley y orden subrel guardar dcl dinero para que el Reyno no
se enpobrezca mas | y cierto mas útil cosa seria a V. Al. que fuease
gustado el dinero paral castigo de los rebelies y remedio y conser-
uacion del R ej no mientras que bay opoi*tunidad quedar ocasíon. h
que el pueblo metiesse la mano en ei | Acuerde V. Mat. con toda
celeridad lo que mandara haier | que la cosa no 9 ufre dilación y los
peligros nos circuyen por todas pnrtes, y stan ya a las puertas, y
sino se ataian luego sin duda el Heyuo se perderá j y lenga V. A l.
por cierto que si quisiere que todo el dinero que tiene consignado
se lleue a flandes o alemanya que toJo se pei'dera, y si dezare bue­
na parte paral remedio destos Reynos hay speranza que el resto le
sera saluo y seguro e podranse los alemanes y la guarda entrele-
ner | y no piense V. A l. quo daqui en adelante podra remediar oi
assenlar los escándalos con carias ni palabras [ que mas peligro
tienen de iu que se podHa dezir aqui ni explicar | maravillóme que
V. M at con mas diligencia nv entienda en esto | que ya le amones­
te dcnde Valencia, y porque no me crcyo vehe y se parece bien a
que peligros y a quanta deshonrra suya ha venido aquel Reyno | y
ahora le amoniesto y preuengo y si fuesse en presencia de V. Al.
inuocarÍH por testig<is el cielo y la tierra de la adm onidon fecha,
para que si viere oirás cosas pehores confiando en loquescriue por
sus cartas y no sigui«*ndo los sanos conseios | no digo el mío | mas
el de todos los sabios del Ueyno | que sean imputadas y contadas
solas para V. A l. a quien toca la perdición de tanta cosa ¡ o ad
aquellos que con su conseio, o con vanos ofrecimientos detienen a
Y. Mat. de la prouision presta dello { lo qual ya es tiempo que se
prouea con gran celendal y para ataiarlo todo antes debia V. Al.
qu itar de su bocii lo que es menester para la prouision dello | que
dexarlo de bacer | de sus costas superfluas callo.
para que Vra. m al. sepa lo que siente todo el Reyno del seruicio
concedido en la Coruna | embio é Lope hurlado las cartas que el
corregidor de avila me ha scrito \de las quoles sabra que ellos en­
tienden que no ha sido legítimamente concedido.
De lus alemanes que se han de embiar a navarra bay diuej'sas
opiniones, que a unos parece expediente para lo que toea a la de­
fensión daquel reyno contra los franceses, y oíros muchos no son
de parecer qne sera conmocion del pueblo y de que todo aquel Hey-
no se moucra n alboroto^ y no veo como pr>dr¿m ser seguros de la
paga sí el pueblo ya ha empegado a lomar de los dineros de la cru­
zada y ahun de las rentas de V. A l. | Luego serán confus^is todas
cosas que ni vra. Al. terna dinero fuera del Reyno ni aqua se po­
dran hauer para pagar Sa gente y otras cosas necessarias | he habla­
do con tonseca y con el licdo. vargas pero conformes slan en per>
plexidad y en duda como yo.
también he comunicado con el presidente y otros del consejo lo
que manda V. Mat. de quintana que entreuenga en todos los con*
selosde stado y guerra [ y dizen que es bien se admita como Secre­
tario I es a saber qu«» ova Us conclusiones | no empero que esle en
el votar y acordar | Kl Q uintana d o es ahun huello de su patria | y
m aravillóm e que tan estrech^imente mande V. A l. que ninguna
posta se despache sino por su mano I como que ni a m í fuesse lici­
to por mis privados o públicos negocios que querría que otros no lo
supíessen ¡ expedir po^ia | lo que creo no procede de la mente real
de V. Mat. | si assi quiere atarme en todas cosas las manos entien­
do de quitarm e este cargo y de renunciar la gouernacion | y si lo>
dauia manda que se guarde eslo daré lugar que se bag'i { pero que
Vra. Mat. de a otro U susodicha gouernacion, y crea que yo no su­
friría estas burlas ni afruenias y que me y ría.
Don Anthonío M anrrique por parte del Adelantado de Castilla y
de la suya y de sus amigos lia ofrecido gente darmas en gr>in quan-
iidad 1 si V. Mat. querrá entender en el castigo de losrebeUes príD -
cipalmente de los de Burgos | tam bién Martin royt por Guipuzcoa |
y el Conde de Lemos | Ei marques y Obispo de .\storga y el Conde
de Luna y el de Salinas | es menester escreuírlfis letras gnoiosas
notificándoles en cuanto servicio tiene V. A l. sus orreoimientos.
Don Pedro girón me lia presentado dos cédulas de v. m at. despa­
chadas por el Secretario Couos el efecto de las quales es el que se
stgue y la primera dellas es dada en baroelona el primero de inarto
d e M.D.xvicij. con que promete v. m t. al dicho don pedro» que aca­
badas que habría Us cosas de Gathaluña y valencia | lo mas breve­
mente que ser pudiesse entendería en le m andar ver y determ inar
ei pleyto del ducado de Me tinacidonia con todo conplimieato de
Justicia sin parecer de ninguna persona de las que antes huuian eo-
teruenído en ello es, a saber en Krmar las preuisiones iniust<)s j la
otra es despachada en burgos a u ij. de hebrero de este pi'e^ente
afio dirigida a don Alonso de Castilla [ al doctor beltran, al doctor
gueuara v a l licenciado Acuña todo» del Conseio de su mat. con la
qual les manda su mat. que todos juntos | o los que dellos se hallen
présenles oyessen la i n ton nación que los letrados del dicho don pe*
dro girón harían cerca del dicho <lucado | e que viossen (oíos los
Ututos y soripturas que por su parte les fuessen mostrados | e tra-
baiassen de ser informados del negocio para que pudíessen haxer
dello entera relación a Su Mat. y para que se proueieie ptí ello etc. |
y cierto no satisfrice a la honrra de V. Mdt. que lo que ha prometi­
do tantas vezes y tan solemnemente parezca abora que lo tiene en
lan poco como sino huuiera prometido cosa ninguna ¡ Suplico a
V . al. que p o ru ñ a vía o por otiM mande sobrello adm inistrar Justi­

cia y no traber la cosa mas con promessas j que cum ple mucho a
su Real honrra y otramente seria gran deiection de su tama.
A vra al. embio como manda los memoriales de p.irte de los hijos
de tordesillas procurador que tue de Segouia j haga v. m jt. por su
clemencia con ellos que la gente entienda quanto es agradecíJo eu
los que por su seruicio p idecen en bienes y en persona.
Con que estudio y extrema diligencia | toledo, Salamanca, Se*
gouia y toro se estuer^in en conuoc^r las ciudades del Heyao al
mesmo lugar que quisieren por las cartas de toledo y toro lo enten­
derá fácilmente v. mat. ||con todos (os medios y vías que podemos
m
resistimos | le me m os q ue nosotros forjados muchas oi oda des s e ju c •
taran y despues fcioilrnenle traberan las otras, a su opínioa | vea
V . a l. si manda que deuamos persistir en lo empegado sobresto {

empachándolo quaoto pudiéremos | o que se de fa c u lu d | a todas


de juntarse aqui comigo en valladolitcoa seguridat de los rebelles*
conque por ventura podríamos procurar muchos votos para que no
se arresten ni se detengan sus Rentas reales hasta la buelta de
V . mat. I a estos sus Reynus.

Don Gnn 9aio GhjcoQ me ha dado e) memorial l que va con esta |


suplico a V. mat. lo mande ver y proueber en todo f y screuírme
acerca dello su voluntad | y lo que fuese su real seruicio | Guarde
N .‘ Señor la vida y Real estado de v. m at. con toda prosperidad
como hauemos menester | E n Valladolit a vj de Julio de m il qui-
Dientos y veynte.-^vré tresburobie seruiteur il Gard. dertusenj»

B u rg o s y V a lla d o lid ap oy aron con sa o p in ió n el criterio q u e


resalta en la anterior im p o rta n tis im a carta del C ard enal G ober­
n a d o r. B u scan do la cabeza de C a a tilla m á s a u to rid a d p a ra sus
gestiones, in ic ió u n a intelige ncia c o d e i C a b ild o C atedral p a ra
tra ta r de la pacificacióu del p a « b lo , y consta de las actas capi«
tuiares (1) q a e ei 6 de J u lio se reiiiiierou eo C a b ild o F e rn a u d o
d e T obar y Pedro de C artagena, de parte de los Procuradores, y
D ip u ta d o s d é l a c iu d a d y C o m u n id a d e s, p ropo niendo qu e el
C a b ild o diera dos D ip u ta d o s p a ra procurar con los dem ás la
p ú b lic a pacifícacióu. E l C a b ild o acordó el 10, q u e p or c u a u to los
D ip u ta d o s elegidos se excusaban con pretexto de sus enferm e­
dades y negocios, n o m b ra b a n á A ndrés O rtega de Cerezo y á
D iego de H u id o b ro . Pero G a rc ía Lóp ez de Pretines, A b a d do
S a n Medel y C anónig o, d ijo qu e él u o d a b a diclio poder, salvo
a l señor D e án y á u u C a n ó n ig o qu e el sefior D e á n eligiese.
L a s vecindades de B urgos, m ientras la C o m u n id a d y el C a b il­
d o iie v a b a u ias anteriores negociacioues, escribieron a l Carde*
n a l G obernador (2) para q u e hubiese por b ie n se ju n ta s e n cou
ias otras ciudadee p or c u m p iir asi a l servicio de S . M . V allado-
lid , contestando ¿ carta del E m p e ra d o r (3) en q u e les agradecía
su lealtad, le rogaron n o cogiese el servicio otorgado.

(1) Archivo del Cabildo Catedral de Bargas. Actas de 15S0.


($) Aruh. gen.de S liu,, ComunidaiUs de CastiUa, leg. 1.% fol. <33.
(3) Sandoval, H útat ia cit., libro VI, pág. 194.
Adviértese fácilm ente, q u e tas p riucipales quejas de laa ció-
dades, y ba a ta lae dei m is m o B urg os, qu e n a c ía n a l calor y con
la protección de persona ta n caracterizada com o el Condestable
d e C a stilla , h a lla b a n eco eu la v o lu n ta d del C ard enal C ^berna-
d o r y del Cousejo E e a l, com o lo h a hecho n o to rio la carta del
6 d e Ju lio , no ta b ilísim a b a jo m u ch os conceptos; pero to d a v ía
h a n de encontrarse eu la correspondencia d ip lo m á tic a , in é d ita
h a sta ahora, nuevas y agradables sorpresas. L a c iu d a d de A v i­
la , su b le va d a ya, escribid el S de J u lio á Z a m o r a ( l ) . m a n ife s ­
ta n d o q u e pues b a b ía a visto los escándalos y alteraciones q u e
d e la ausencia del B e y se h a b ía n seguido y se esperaban seguir,
u o era necesario traerlos á la m e m o ria; sólo sí q u e c iu d a d de
T oledo les h a b ía escrito q u e las ciudades y las v illas de estos
K einos se ju iita se n p ara poner rem edio en la saca de din ero,
q u e era su to ta l ru in a , suplicáudoles qu e p a ra ello escribiesen lo
m e jo r qu e ae p o d ía hacer m ás c u m p lid e ro a l servicio de Sus
M ajestades y b ie n de estos Reinos.

Qnejas de Córdoba.

L os Procuradores de C órdoba, a l d a r c u e n ta de lo q u e h ic ie ­
ro n en las Cortes de S a n tia g o , recordaron las cin c u e n ta y seis
peticiones qu e dirigieron a l E m p e ra d o r (2); haciendo constar
e n acta, q a e todo cu a n to p idieron, todo les fué neg ad o; qu e
votaron c o n tra el servicio, y o p in a b a n q u e u o de b ía pagarse.
E n tre las peticiones fo rm u lad as fig u ra b a n la de q u e el G o b e r­
n a d o r é Gobernadores, oficios y beneñcios, se proveyesen eu
naturales y uo eu extranjeros; q u e la R e in a estuviese en a q u e ­
lla casa y asiento qu e era debido; qu e n o se export&seu cosas
vedadas; q u e en la C asa R eal se recibiesen los hijos <)e c ab alle ­
ros y oobles de estos R einos; q u e los encabezam ientos estuvie­
sen com o estaban los afios pasados; q u e se c u m p lie ra lo m a n ­
d a d o en laa Cortes de V a lla d o lid , y otras m u c b a s coaas e u que

(\) Archivo m unicipal de Zamora.


(S) Difieren algo de la$ que $e les entrega roo al ser nombrados
en Cabildo de 48 de Febrero. Documentos inéditos p<n'a la Historia
de España, tomo CXII, péj^j. 43 y 48.
ee respira e l odio a l oxLraDjero; pero es d ig n o de ser D o ta d o qu e
lo prtucip al d e ias p e tid o u e s de la c iu d a d de C órdoba, era lo
q u e a l C ard enal G o bern ad o r y a) Consejo R e a l les h a b ía parecí*
d o ju s to , conveniente y Iiasta neceeaño p a ra la salvación de
e sto s R einos.
B u rg o s fué la p rim e ra ciudad q u e , contestando á Toledo (1),
se m o stró quejosa de q u e n o se hubiesen atendido sus reclama-
ciones á los Reyes, y a fia d ió que, la re u n ió n propuesta p odía
realizarse en S egovia, ro gándo le lo escribiese á lae dem ás c iu ­
dades. A sí se trasladó á S egovia, A v ila , S a la m a n c a , Z a m o ra,
C uenca, S oria, L e ó n y T oro. E l C ardeual G o bern ad o r volvió á
escribir a l R ey de E sp añ a , con fecha del 10, la siguiente carta:

Carta original del ( ardenal Adriano al Emperador, fecha en


Valladolid á 10 de Ju liv de 1520 (3J.

S. fl. C.

De cada dia es mas publico e) acuerdo que las ciudades tieoen


de congregarse» según que por la carta del Correjsidor de toro que
m e screuio y vnn con esta vera V. ^ La ciudat de burgos sta
determinada eu esto que se congregue con toledo y con las otras
ciudades según quo también por las letras que ei Condestable y
aquella Comunidat mescríuleron podra m andar ver V. A), en que
me dizen que couuenia que con consentimiento, o orden mió se hi­
ciese este ayuntamiento, yo para suspender el negocio les he scrito
que ya sobresto be consultado con Vra. U M para que lo diñeran
hasta en tanto que me haya respondido Vr7. alteza que luego les
haré saber su Intención y real volum ad sobrello.
Lo que querrán ordenar en esta congregación por lo que don
ju a n de Uiloa me escriue lo eatender^i V. a l. y son cinco cosas |
primeramente del seruicio en la Corui^a concedido j secundo de los
encabezamientos | tercero que a los Regnícolas y no a estrangeros
se den los oficios y beneñclos ||quarto que no se saquen los dine­
ros fuera del Reyno | quinto que la gouernacion se de a uno natu­
ral del fieyno | y publicanien(e disen que no pretienden cosa al-

(1) Carta de Burgos: 9 de Julio de 4520. Leiva, Los comuntrog


<U Córdoba, pág. 74.
(S) Arcb. gen. de S im ., P. li., Coniunidadet d$ Castilla, leg. 1.*,
fol. 483.
m
guna que sea contra m i en este caso en mas de ser yo esirangero |
Si esta congregación se haze para que mas se pued.m defender |
depataran alguno de (os grandes y en el Reyno habrá cisma | si aU
gunas ciudades me qaisíeren ayudar | oira^t sientes por los Gober»
Dadores elegidos, o depatados por ellos j para euitar lo qual me pa«
rece que Yra. A ltela les deue dar G<puernador natural del Reyno j
y para ello no veo persona mas prompta y conueníente que el pre­
sidente I y quanto a este punto que dísen que rompa V. A l. las le­
yes del Reyno dándoles GouernaJor estranjero alaiarse bia laquexa
deilos I y seria á m i gran beneficio relevarme de lan gran carga
que siempre me ba parecido ínconportable ||Continuamente per­
demos algunas cosas por no responderme V. A l. presto con pensa­
miento que la dilación dello trahe proaecho y esle gran duuo | si el
pueblo entendiere que V. A l. quiere pedir esle seruicio y no guar­
dar lo prometido en lo de fos encabezamientos sin duda todos se
diiran a inobediencia, que apenas podemos y con grandes treuaios
detenerlos en inobediencia basta que V. A), responda ¡ dándoles
speran 9a que ha de guardar lo prometido y renunciar presto al ser­
uicio I olrosi manda V. A l. que se le responda y acuda entegra-
mente de todas las pocuuias queslan consignadas para su propio
uso durante su ausencia, y faitandonos las pecunias que son ne«
cessarias al castigo y defensión para que U s ciudades hag^n lo que
quieren [ y arresten el dinero de la Cruzada y del seruicio, y otras
cosas y las detengan hasta el tiempo de su bienaventurada vuelta
a estos Reynos, dizen exprescimente qne las pecunias de Castilla se
deuen gastar al prouecho de Castilla y no de Alemanya Aragón o
Ñapóles e tc / y que V. ba de j^ouernar cada una Ierra cun el
dinero que della recibe \de manera que en efecto no quieran dexar
nada para las consignaciones y libranzas fechas para Alemaila j de
ocho quenlos n y . para don Diego en Cathaluña ] ni para la guarda
questa en Ñapóles | en donde disen hay mucho dinero | para las
necessidades daquel Reyno y ahun harto sobradlo \algunos dellos
dizen hauerse de reuocar y abolir las venias fechas por V. |
mayormente en algunas tierras que ccmo ellos disen tienen priui-
legio de no potierse cargar rentas sobreUas | otrosí dicen m il vitu­
perios de la Cruzada que el dinero que se coie del sudor de los po­
bres que DO gasta ni emplea paral ñn a que es ordenado poi'que no
se paga a la gente darnias n i a las ñaues que son en africa | ni se
deñenden los Reynos de la invasión de los infieles { Las Galeras y
fustas ahun no son apareiadas y los infieles toman y cada d ia cali-
van xpianos de vuestros reynos en. gran numero ||estas y semejan«
tes cosas se d iie n y predican entre vuestros pueblos ¡ y sino vieren
algún castigo sobre la rebollioQ sin iniodo todos serán de un parecer
mismo I y dizen, que por esta via de sediciones y rebelliones es ne-
cessario de reduzir la gouerDacion a buen estado | yo muchas veces
en m i mesmo me maraulllo | y los del conseio de V. A. que conm i­
go residen ta m b ié n stan en Ío mesmo y espantados que qu»8i todos
JusliñcAn p a r te dol pueblo üiziondo quo ellos h:izon j u s u CHUsa
dedi'scontoDlar y quexarsedc tan perdida gouernaciim en ditri-
inoD to y doslrucion dcl llcyno y que es menester poner mnno p»ra
rcmodiui’ '! pues V. no lo ha fecho ni baze, y pocos o ningunos
hay que les pese destas sédition es y alborotos, y pieni»an que para
curHr estos males y enfermedad de la gouernacion hay necesidad
de tal moleciud | Muchos temen que la r a y z dostc negocio tra he
principio y fundamento de algunos grandes [ En tiempo del fiey
don Enrríque los puebIcKS le »m auan | y los grandes le eran con*
irario^), pero ahora parece que los pueblos se ([ucxan de
V.
A syete deste mes el marido desta hija bastarda del Duque del
Infantazgo <|ue aqui es su procuradur en nombre del mysino Duque
ba pedido (|ue se ret^ponda | ó GuadaUiara sobre lo del seruicio en
la Coruña concedido y de los enea boça míen tos y como yo les dixo
<|ue uhun no hauia recebido respuesta do V. A l. | mas que sporaua
i|ue \ernia luego | dixo que tenia comission del duque de dezirmo
dos cosas en su noitkbre | la primera que siempre estaua para el
seruicio de V, y que nunca faUaria ni se desmandarla dello H
La segunda que Mo>s.<^^ de Xebres no nierecia del ningún favor [ y
que piensa que a Ci«usa s u y a se dio en la Coruña tan mala respues­
ta sobre sus cosas [ y por esto que si algo hiziesse contra el dicho
Xebres no debria iniputur ni tomarlo como si fuesse contra V.
porque muchas \ozes los grandes teniendo entre ellos controversia
stan (leles a su Uey |l dix ele que el Duque por su prudencia no do-
bria tentar cosa alguna <(ue nu fuesse fundada con jusla razón y de
donde 5e a u men tasse la turbación del Ue\no | respondióme que lo
i(ue dizc no es por<)U6 ol Duque baya de hazer algo contra Moss.^^'
de Xebres | Aqua en Corte se dizen mucbas cosas dei Arzobispado
de Toledo, y que si el Duque biziese algo contra el que no repute
aquello hazerse contra V. Al. o su Heol seruicio I esto me dixo y
mas no pude sacar del { algunos interpretan que estas fueron como
menazas a solo fin que obtenga de V. A l. lo que en la Corufia le
pidió.
oy me ha significado y scrito ol Duque de Naiera que en bearn
se ban juntado dos mil hombres y que es gran inconveniente que
la guarda | o hombres darmas en Navarra no sean pagados | por­
qu e el pueblo en donde son recebídos se enoia y no le$ quiere fiar
los manlenim ientos y otras cosas j a ellos necesarias 1| hable con
íoo»eca para que procuraste que fuesen pagados [ y d iz o m e q u e lo s
que hasta aq ui tuuieron cargo de pagar que no bistraheran de bu e­
na voluntad el dinero porque vehen que !as rentas Reales son de*
tenidas por algunas ciudades \y que no han de cobrar segurarDon>
ce lo que se ha de coíer lo qual han bistraydo j temo que tememos
la mysma dificultdd en io de los alemanes que viniereo y de toda
la guarda de Vra. A l. [ Hl Duque de Naiera d íz e n q u e h u preuenido
lodos los de »u tierra y comarca, y quespera que si algo aquellos
tentaren fácilmente les podra resistir.
Vea Vra. que perplexiddd siamos a q u i que sino respon­
de presto y prouehe con celeridad del dinero ques menesier paral
castigo y para la pdcincacion del lieyno todo se penlera [ El presi*
dente y todos los del Conseio como por otra be escripto son deste
parecer que aliun contra voluntad de V. se hayan de tomar los
dineros nocessarios para ataiar la perdición del Reyno [ yo quanto
puedocon gracia y buenos medios alHrgolo | hasta que haya el con-
aentimiento de V.
lil Marques de Astorga dize que Vra. ...... mrs. de los bienes
de Dtego López de Qamora, e) q ual ahora con otros sesenta y ano
ha syilo condenado 1 y pide que le sean consignados estos bienes lo
que si se hizíesse no quedaría harto paral salario de los oficíales de
la Sta. Inquisición y para pagar las deudas | entre estos sesenta y
dos que fueron condenados solamente los dos algo tienen | el uno
de los quales es el diego lopez y muchos gastos ha bouido V.
en sustentar los pobres que tam bién han sydo condenados |l sí el
dicho Marques scriuiese ¿ Vra. sobresto podrale m andar dar
alguna parte j>ara que el resto sea reservado para las necessidades
de) oricio, no cum ple vaziar la bolsa del Santo oficio porque cada
dia muchos gastos por fuerza se han de hacer en cali var los heréti­
cos y en sostener los pobres en la administración del Santo oficio.
Em bio a V. M.’»^ una carta del doctor fi^uerola que me screuio
para que conozca V. M.«^ en que dispusicio'n slan las cosas del Rey*
no de Valencia | Suplico a V. M.'^^ no me dexe en sta perplexidat
sin fruto de su bonrra | o prouecho.
Suplico a V. A l. que concierte y ordene alia sus cosas de mane>
ra que tomada la primera Corona se vuelva a Spaua | otramente
certeñco a V. que ahunque hora todos estos Rey nos stuuiessen
pacíficos que les p o rn b en gran peligro de se perder | y mande
scriuir continuamente de subuelta á estos Keynos según dicbo es [
que a lo menos eslo obrara en algunos que por miedo se conserua-
ron en la obediencia d« Vra. y ahun sera m uy bien que se
scriua è todas las ciudades a esle mesmo efecto.
Otro si que se me embie poder y facultad de concertar los nego­
cios de toledo para que pudiendo hazer algo dello eon lus amigos
por la dilación no perdiessemos la oportunidat si lo Imuíessemos de
consultar con V. H.*t
Kl doctor fortun garcía dercílla diz que tiene m rd. de V. X\, del
titu lo de) Conseio de Castilla con sessenta m il mrs. de partido y que
le prometto V. de recebirle en el conseio con entero salaría ha-
uiendo luj^ar pura ello | y porque ahora por fallecimiento del obispo
dalmeria se ofrece oportunidat, me ha rogado entrevenga por el en
esto con Vra. A l. yo Meo se que el presidente se enoiaria si el di­
cho doctor entrase en el conscio porque diz que no querría en el
vizcaynos | pero Vra. mamielo ver y proueher en ello lo que
fuer« su ftl. voluntad y scruicio | cuya vida y siado No. Sr. luen*
gañiente guarde con toda prosperidad || Hn valladolid a x. de J u ­
lio ^ 2 0 . ________
Vre ireshumble seruiteur II Card. dertusenj*

B urg os, q u e fué la qu e propuso e u 9 de J u lio qu e la reuoiÓD


de ciudttdes se realizare en Segovia, eacribi6 el 13 á Z a m o ­
ra (1) dicieudo qu e com o h a b ía n euviado sus Procuradores al
K evereudísim o C ardeual y Cousejo, y u o h a b ia u tenido respues­
t a , acordaron ju n ta rse y hacer J a u t a de Procuradores porque
cou venia al servi ció de D io s y de los Reyes y procom ún de estos
R einos, y escribieron á la c iu d a d de Segovia, su h e rm a n a , que
eetaba en com arca don de los de aqueude y de allende ios p uer­
tos se podrían ju n ta r , qu e fuese a llí, y así p e d ia a se escrilñese
á las ciudades aus herm anas, q u e ellos ta m b ié n escribíau á las
suyas, y todas estuvieran ju n ta s p a ia ú ltim o s del mes de Ju lio ,
y de todo hiciese breve reepuesta. E n P a le c c ia com eusó, a l pro*
p ío tiem po, ]a agitación, y el 18 de J u lio (2) el pueblo co m e n­
zó á intervenir eu los*debates del A y u n ta m ie n to , con m o tiv o de
h aber sido m altratados unos segadores p or ciertos vecinos de
V illa m u r íe l. señorío del O bispo , con el q u e m e d ia b a u a ntig u as
y enconadas querellas. Y eu la m is m a fecha del 18, el C ardenal
Gobernador» o b lig ad o á decir a l R ey el estado de sus cosas en
estos R einos, le relató c u a n to o c u rría e n eatos tè rm iuos:

{{) Archivo m unicipal de Zamora.


(2) Archivo munícipul de Pale acia, Carla <ie Simón y Nieto,
Carla original del Cardenal de Tortosa aJ Kmperador, fecha en
Valladolid á 13 de Ju lio de 1520 ;i;.

S . C « .* R. C.

Por el cargo de mi oHcío soy forzado hater saber a V. M.»* ias


malas y tristes oueuas para que V. A l. sepa el stado de sus cosas en
estos Heynos | R1 Corregidor do Salamanca me scriue de lo que alia
se ba fecho en preiuysio y d.iuo de V. A l. remitiéndose a Id orehen-
cía que a my ba sido dada en scrito j de la q ual fácilmente vera que
la ciudiid de toledo y las oira^ re bel les para que no sean punidas de
sus crim ines y delictos f atrahen d si a las otras ciudades con spe--
rnnza de ser libres de la seruitud de tos derechos que a V. pa-
gau tanto en las alcabalas como en los seruicios, es a saber que n u n -
ca a V, A l. se le otorgue el seruicio y que las alcaualas se redu^egan
a lo de los encabezamientos para que nunca puedan crecer ni a u ­
mentar I Esie mal casi ¿«ssen taramos por (odo el Reyno 1 como ya
en Gdrtagenia según que el duque de Sessa me scriue gritan alia
viua el Uey y la libertad de la tierra ¡ y como el Duque scriue tienen
buen fm a esto que nunca de aqui adelante se otorgue a V. A l. oí
seruicio | y que las alcabalas se dism inoyan dendel principio y que
Analmente no paguen nada dellas { Pues que el pueMo vehe que las
principales ciudades se rebellan y que advierten a esto | tacilmenie
in cita d o s Cambien a esto se conforman con ellas y se rebellan { los
que zelan y dessean el seruicio de V. Al. y acostumbraron ofrecer­
le su vida estado y hacienda | tanto es el temor que tienen destas
comunidades rebelles, que dudan ahora en la fe como ios aposteles
en la passion de xpo. Del Priur de San Juan Uon Antonio se me dio
una carta a xj. deste en crehencia de uno suyo 1 el qual me requirió y
pidió le diesse conseio de lo que me parece que deue hazer sobre lo
que toledo le requiere | o si se deue declarar por V. AS. y persistir
en la ñ rm e u que tiene en lo de su real servicio ¡| yo le respondido
que en manera ninguna deue tomar la parte de los rebelies n i assis-
tirles contra la obediencia deuida I ahunque según lo que el disesi
niega esto, haura guerra no solamente con los de toledo j mas ahun
cou sus propios vassallos [ porque cum ple mas z u friry padecer de­
trimentos que faltar a la fidelidad ni afrontar asi mesmo.
A un somos en esta grande perplexidad de Madrigal, Arévalo y
Olmedo que i)espu(*s d« se haver âiçado por la Corona Real son im *
porlunxdos con diverssos medios por Segouia y otras ciudades rebe­
lles a que se quieran ju n ta r con elUs { ofreciendo y prornetiendoles
que para sienipre les ayudaran «ii la defensión desus privilegios |
en que no puedan ser enaienados de la Corona Real, y fasta bora se
han detenido y apartado áñ pacto tan feo y de confederación tan
preiudicial y dañosa a V. A onte deste presentaron una su p li­
cación en que les confirmase sus priuilegios para que no puedan ser
alienados de la Corona Real, o/reciendonos que obtuuiessen e impe*
trassen de nos esta con lirmación, de assistirnos contra cualesquier
ciudades rebelles | pero que si se les negassemos | les convendría
procurarse remedio por otra via, y aparte llanamente me d iiiero n
que si no les mantuuiessemos en sus priuilegios y aquellos les con-
ílrmassemos se jun tarían con las ciudades rebelles | de los quales
son ya combidados con grandes promessas | a todos los que aqui
assisten para ser necessario tener estas ciudades en su obediencia y
procurar que no se junten con Ias rebelles, porque perdidas aque­
llas luego perdería V. A l. esta villa üe Valladolid y assi toda Spaña
sería perdida ) y que convendría de nuevo conquis Liria y aparaíar
para ello grandeexercito> y que sería muy difícil y casi imposible
cobrarla V. Al. sí quissiese ser Uey de Spaua || Este negocio be re­
metido al Consejo Real por ver a que es obligado V. en ello [ los
quales todos una vuce según que por su carta vera V. disen que
estas ciudades piden lo justo y que V. Al. no solamente es obligado
a mantener y guardarles sus privilegios por la justicia que deue a
sus subditos, (>ero abun por lo que con juram ento ha prometido a
tudas las universidades de les guardar sus privilegios y derechos ||
A l dicho Consejo real y a toJos los otros del priuado conseio purece
que es necessario que siu dilación se les embíe confirmación de sus
privilegios y <|ue les prometa V. A. so fe y palabra real suya que
nuncH dara lugar ni permeti*ra que sean alienados de la corona real^
ni los reduzira ni tomara a obediencia de la Serenísima Reyna doña
GerDoana, y si V. A l. no mand<i pi'oueer luego esto» la duda que estas
tres villas tem an dello hará escarde» r a mucbas otras» y si vehen
que la coaa se alarga juntarse ban con las otras rebelles según que
arriba digo | y sdra causa de la perdición de toda SpaQu» y no píen-
se V. Mt. que con otros alhagos podra entretener al pueblo destas
ciudades » que no se le rebellen n i se ju n ten con otras, que abun
bauemos pensado alcançar gran benelicio y no con poca díQcuU
tad que sperassen sobresto respuesta de V. Al. | la qual les díxe, y
prometí luego que la procuraría ¡ Dios sabe quanto me pesa screvir
esto por l'especto del .Marques y de Sa Ueyna | mas tanta es la neces-
sidat, que querría mas derramar m í sangre que perm itir que estas
ciudades se desman<1a6en de Su Heal ubeilíencía.
Ayer recebímos cartas de Diego de Vera d e n le Cartagena^ en
domle diz que llego con veyntequatro naves a dos del presente | y
ha embiado las capitulaciones que don Ugo de Moneada en nombre
de V. M>t hí 2o con los morus de los Gerbens | )o9 quales sometiendo^
secón todo acatamiento, hnn tomado a vra. A l. por Rey y Se^or
deUos ^flc ia s a Ntro. Setlor.
Don Diego de Mendo^ i me ha escrito dende Xatiua | a siete deste
y por su varia me signifíc»! que la armada ha llegado en Gartagenia
I y porque los desordenes de Valencia c^da din crecen en mengua y
desseruicío de V. A l. | tiene por grande inconveniente que aquella
gente dannas venga a estos Heynos sin que primero sean c.istig»dos
los valencianos y los de Murcia que tam bién llenen secnejünte dolen-
cia de los valencianos, de los quales son solicitados sobre las reglas
y conciertos que han do tener para que se bagan con conformidat ]
mas t<mta es la necesidai, y la gente aquella mayormente los c<iuallos
están t<m fatigados e indispue.>ios, que a todos parece, no solamente
U til coS'i mas necessaria que sin diU cion vengan a nos | y si no son
tan vHÜentes quanto querríamos { a lo menos pornan spanto a m u^
chos y con huen capitan podran aprouechar para otras cosas útiles.
E l Obispo de Osma me ha rogado que interoediesse por el a V.
a que consintíesse que para un piiriente suyo el qual piensan aigu*
nos que descemle del en recta linea» que pueda cargar sobre aquella
yg1e«ia suya de Osma pensión de mil ducados | y ct'eo que sobresto
ahun scriue a V. M.»t | el ofrece su persona y casa y la del alm iran­
te su licrtiiano para en todo lo que fuere de su Rl. seruicio | V. A l.
ba menester ahora en estos Reynos el fauor y ayuda de muchos | y
todos dessean venderlos caros y con speran^a de mercedes.
Despues que recebi las letras de V. M.*t de xxv del plisado no he
bauido otras suyas [ y cierto marauillome de tanta dilación en co­
sas tan peligrosas y de donde por ella viene tan gran peligro j| De
cada dia peniemos muchas cosas, y dentro de pocos dias estamos
en peligro de perderlo todo si el pueblo con esta dilación empie*
9a de uyr m urm urar que vra. A l. no les quiera goardar lo pro­
metido sobre lo de los enea b f 9a mien tos, y releuarles del seruicio
concedido en la Coruña | no hfiuiendo sydo legítimamente otorgado
II Aqua estamos en grandes treuaios y nras. perplexidades creQen
continuamente porque en las cosas necessarias donde no hay otros
remedios tiene en poco vra. A l. nuestro conseio.
Con mui^ha diligencia y peligro de su persona sirven don Juan
d<iy<ila en Salamanca, y el Conde de Albadeliste en Camora.
Ei Gondestablti ba^e mucho en burgos | y el Duque del Ynfantaz-
go en el Ueyno de Toledo { conuiene que v. Mt. les mande screuir
le ^a s graciosas | y ahun s i adelantado de Castilla j al Conde de S a­
linas I al Comendador de Santysteban | y oíros lates que pueden aU
go y quieran que se scrlua a muchos | mas no de una mesma forma
ni sin dttla | que aqua elegiremos lo que nos pareciere necessarío y
oportuno ¡ Guarde Nuestro Señor la vida y Ueal stado de V. M.**oon
toda prosperidad | En Valladolid a xig de Julio de M .D .X X ,— vre,
ireshumbie seruiteur Yl Card. deriusenj.

E n m edio de ta n severod ju ic io s , d o o lv id a b a el G obernador


de E ep afia el deber q u e le im p o n ia su cargo y las círcuuaCaa«
cias; y si por u n a parte p e d ía a l R ey dinero, p or otra requería
á los G raudes q u e a p o y a b a n la p o lític a del M o n arca, q u e aper*
cibiesea la gente de sus casas p a ra servir á la R e iu a y a l R ey y
paciñcar éstos sus R e in o s . P ru e b a acabada ofrece la c arta q u e
en 14 de J u lio escribió al D u q u e de A lb u rq u e rq u e desde Oué-
lla r a l C a rd e n a l G o b e rn ad o r, contestan do á la q u e h a b ía reci-
b id o el d ía 12 (1), y oírecieudo estar cou s u p e re o D a , caaa y
gente doude el R e a l servicio lo reclamase; pero en esta m i^ m a
c arta em itió su parecer de qu e deb ían traerse los pueblos á so ­
siego antes q u e m á s a y u n ta m ie n to de geute se hiciese, porque
n o se alteraseo m á s las C o m u n id a d e s, viendo q u e u o lee q u e ­
d a b a otro rem edio sino m o rir p or defender s u s personas, h a ­
ciendas, hijos y mujeres; y com o los pueblos eran de la R e in a y
del Rey, se a co rdaba de haber o íd o decir a l R e y C a tó lic o que,
a u n q u e u n c ab allo diese á su duefío u n p a r de coces, u o p or
eso le debía de m a ta r , y ra zó n era q u e sus dichos tuviesen a u «
to rid ad de ley. A P ale o cia, q u e com enzaba á inqu ietarse, envió
el C ard enal G o b e rn a d o r u u a P ro v isió n p a ra q u e se guardase
la paz y sosiego de la c iu d a d , y p o r acuerdo dei A y u n ta m ie n to
fu é p r ^ o n a d a el 15 de J u l i o (2). Y desde O rense, el o^ismo d ia ,
u u o q u e se G rm aba P ocacbo, q u e era h e rm an o del Secretario
det V icecanciller de A ra g ó n , escribía a l C ard enal qu e aquel
R e in o estnba m u y sosegado; pero q u e com enzaba u u a cosa

(1) Rodrigues Villa, La Reina Doña Juana, pág. 304. Tomado


del Archivo del Duque de Alburquerque.
(8) Archivo m unicipal de Palencía, Caria de Simón y Nieío: A r­
chivo gen. de S im ., Comunidades de CasliUa, (ib. II, fol. 61.
q u e , 8i u o 86 ram ediaba, p o día o rig in a r m a c h a desobedieocia,
alborotos y m uertes. P a r a ©vitarlo, el C atólico R e y D . Fernaa-
d o q u itó laa bodas y R ogas eo a q u e l R e y n o , q u e recibió m e r­
ced y h olgó ujucho^ y de dos meses á esta parte ee h a c ía n ias
dichas bodas y R o g a s akuy p ú b lic a m e n te , ja c tá n d o s e en a lg u ­
nas dos ó tres m il hom bres y p a g a u d o diuero p úbiicaiüeu te,
ro b a n d o el R e y n o , y en tales ja u t a s se h a c ía u ligas y alborotos,
lo c u a l se debería rem ediar p o t e i daQo q u e de lo c o n trario ve­
n ía . T e rm in ó s u p lic a n d o se le nom brase A lg u a c il del In q u is ì*
d o r de aquel R e y u o .
L a c iu d a d de T oledo tam p o co p erm anecía in a c tiv a (1), pues
adem ás de iusistir eu la re u u ió a de todas las ciu d ades, com o
p a rtic ip ó el C orregidor de J a é n , L u is M e jía , d ir ig ió u u a carta
á la c iu d a d de M u rc ia el 17 de J u l i o (2), no ta nd o q u e ésta u o
se d e te rm in a b a eu la J u u t a d e las ciudades p or n o ser venido
u n o de sus Procuradores; pero todas h a b ía n contestado, y la
J u n t a sería el 1.* de A gosto. N o p o d ía ser eo Segovia, p u r la
m a n e ra com o estaba; pero se h a ría en A v ila , q u e estalla en co*
m a rc a de B urg os, y ro gaba enviasen a llí sas m eusajeros ó P r o ­
curadores, con sus cap ítulos, iu stru c c ió u de lo q u e les parecie­
re p a ra el servicio de 8 S . M M . y b ie u de estos R ey nos, y espe­
cia lm e n te sobre ia diferenci» q u e el A y u n ta m ie n to tenía con la
C o m u n id a d é G e rm a u ía de a q u e lla c iu d a d , en lo c a a l era razón
q u e todas las ciudades em pleasen; y te rm in a b a in d ic a n d o , q u e
R o n q u illo estaba cerca de S egovia, c u y a c iu d a d necesitaba
a y u d a . A u n á aqnellas ciudades q u e . com o C órdoba, se h a b ía n
m ostrado contrarias á la cou federación, ta m b ié u Volvió á in v i­
tarles T oledo, in d ic a n d o que, de teuer fecha h e rm a n d a d , se se*
g u iría á C órdoba m u c h o provecho (3). A u n q u e c o n esta carta

{{) Arch. gen. de Sim ., Comunidades de Castilla, Ie g .2 /, fol, 78.


¡S] Documentos inéditos pard la ffistoria de España, lomo II,
pág. 349.
(S) Leí va. Los comuneros de Córdoba, pág. 73. El Rey y el Car­
denal felicilaron á Córdoba por su lealtad, y cuando recibió nueva
invitación de Toledo p a ra reunirse en A v ila , contestó lo misino de
la vez primera, añadiendo que no la escribiesen más sobre el par­
ticular porque no contestaría. Rodríguez V ilU , Córdoba y ¿os comu­
neros. Revista europea de 28 de Pebre 1*0 de 1875.
se envió o tra de B urg os propouieado á T oledo qu e la J u n t a de
Procuradores se celobraBe eu Segovia (1), u o se m o d íñ c ó la re*
so lu ción de reunirse eu A v ila , io c u a l h izo ex clam ar a l Con*
destable, en carta q u e desde B urgos escribió á 8 . M . el 20 de
J u lio (2). qu e las cosas de S ^ o v i a estaban peor qu e autes» y
si el C ard enal y los del Cousejo u o teníau facultad para a rre ­
g la rlas , conv enía q u e 8 . M . lo hiciese, p orq u e los negocios se
ib a n d a fia n d o c ad a d ía m á s . E n P alen cia, la a ctitud d é la s p a ­
rroquias era altanera» y el Corregidor les propuso env ia r co>
m isionados a l C a rd e n a l para pedirle a lg u n a s cosas, a u to rizán ­
doles para qu e lo hiciesen sin repiques de c a m p a n a jú a lb o ­
rotos (8).
A u n q u e el cronista S a n d o v a l d ió m in u c io s a cuenta de las
fuerzas q u e T oledo envió p a?a socorrer á Segovia y las qu e
a sim ism o h izo v enir de N a v a rra el C ard enal G o b e rn ad o r para
chocar cerca de S a n ta M a ría de N ieva y d e s a lo ja r de a llí al A l­
calde R o n q u illo , es curioso conocer la c arta q n e Segovia escri­
b ió á Z a m o ra el 18 de J u lio (4), p a rtic ip á n d o la el peligro en q u e
se veía, p orq u e el A lcalde R o n q u illo estaba coutra la ciudad
coD doscientas lanzas y a lg u n a gente de ó pie qu e se h a b ía n
aposentado en S a n ta M a ría de N ie v a , saliendo á los cam inos á
q u ita r los bastim entos q u e ib a n á la c iu dad; y h a b ie n d o salido
c o n tra elios, los echaron fuera y les hicierou pasar el río, y la
c iu d a d se apoderó de la casa don de el R o n q u illo h a cía audien-
cia, y q u e m a ro n la cssa y los pleitos q u e te n ían contra la c iu ­
d a d , y de a llí á dos días v o lv ió el R o n q u illo con m á s fuerzas
de gente y se hizo fuerte; y á esta cansa, Toledo, M a d rid . V a*
llado lid, S a la m a n c a y otras cindadee se m o v ía n p a ra ir al
socorro, y ta m b ié n B urgos, por lo qu e suplicaban á la c in*
d a d de Z a m o ra les enviasen á decir q u é p o d ría n hacer en co­
sa de tan santo y ju s to p ropósito y les m andase responder en
todo á 3U v o lu n ta d . D e la a c titu d de S a la m a n c a n o dejan du«
d a a lg u n a varios fragm entos de cartas de su C orregidor a l Car-

(1) Documentos íDi^ditos para la HU toria de España, lome 11,


pég. 322.
(2) Arch. gen. de S im ., Comunidades de Castilla, leg. 3.*
(3) Archivo m unicipal de Palencíd, Carta de Simón y Nieto»
(4) A rch ivo m u nicipal de Za mora.
de u a l dd 18 y 2 0 de J u lio ( l) , qu e se reproducen litéraliceute:

Reiacíón d t Iv ci Carüeiial escribió y de las cartas y memorial


ÜH Corregidor <le Salamanca de x\íu y x x dcl mes pasado (2).

E l inarquds de los VoUz mando a 5U procurarlor que dixese pu>


blícamenle tales p<ibibras | que no quiere servir al Wey, m ^enlra el
ladroa de Mosáieur de Xebres aya parte, o entienda en la governa*
cion.
en la primera carta o memorial de xvig.^ de jutlío dite el coire-
gldor que se dixo publicamente que a xij. del dicho mes a vid ydo a
aquella cibdad el obispo de ^am ora | y hablado con los deservii lores
de su mt. y que pareció ser cierto porque otro dia se ju n taron con
fin de le quitar las varas | si el no estorvara que el ayuiitamieuto
se desvara tase.
dize mas que es avisado de avila y segobia que principatriiente se
R ie r e n jun(<ir para concertar de yr a tordesillas a sacar la Keyna
nru Señora para dar coUr a sus cosas teniendo a su persona Real de
sa mano.
en la otra caria dize que despues de escrita la de xvitj.° se junto
toda bi cíbdail 1 y en cas^i de don Alonso hasta quarenU y cinco ca*
valleroK y <|ue la comunidad les envío a de¿ir que fueran a ju n c a r ­
se con ellos | y ellos les respondieron con don .ilonso de azebeJo y
don bernaldino del casCilUi que heclusen aquella j^ente de a lli, y no
estuviesen armados porque hablase cada uno se.^^ura lo que le pare­
ciese I no quisieron antes dize que dezian que repic;isen la cam pa­
na que olla haría lo que no querían hazer los cavalleros | y que ha­
blando en lo que avian de h aier por Segovia ubo palabras entre don
pedro inaldonado y fmncisco de Ribas criado d fl arzobispo de San-
tiago pusieron mano a las espadas sobre esto ubo ^ran alboroto y
rrepicaron las c^mpxnas y da van grita buscando a don pedro inaU
donado I y el corregidor salió |)ensando Remediar el alboroto con
mucho peligro de su persona j no pudo t^nto que no pegasen fuego
a la casa del dicho francisco de rribas 1 y se quemo toJa y buscan<
dolé para le ahorcar quemaron la puerta de San francisco y cataron
a Santisteban | de allí dize que le dixcron que entrase en las casas
de los cavalleros a buscar las armas sino que ellos entrariau ] y lúe-

(4) Arch. gen. de Sim ., Comunidades de CasiiUa, leg. fo­


lío la ? .
( í) Arch. gen- de Sim ., P. R ., Comunidades de CustiHa, leg.
fol. 187.
Tom o xxxy
go pegaron fuego a Id c a s i » de don beriialdíno del Castillo y basca-
ronld las a rn iits que tenia | y al arzobispo y a don alonso su sobri-
DO, y a d"Q garcía míinrríquc y a antonío enrríquez y al comend<i>
dor ntvranda y a otros rnucbos ca valleros yendo mas de dos m ili
hombres <irm<tdos.
enbia m«<s una carta de los cavalleros de Salamanca lo qual en*
bíaron con don alonso de azebedo y don Bernaldino del Castillo y
pedro de anaya y ant<mio enrriques para que hiziessen Relación a!
Cardenal de lo que en S<ilam<inca pasaba y de sus voluntaiUs y les
enbiafi« a m andar lo que hiziesen que mas fuese seruicio de t . mt.
parrcolc al Carden»! que su mt. de ve escrevir a todos los que
vienen fírtnados en la carta que son xvj. y principalmente á los
quatro teniendoles en seruicio lo que hazen y ofreciendoles la paga
de sus d^i^os pues por su seruicio los han recebido.
enbia mas una Relación de dos aposentadores a quien libraron en
Salamanca y fueron alia a cobrar sus libr^n^as. | no se las quisie­
ron p<igar I y rrespondíeronles q u e hasla que se juntasen las cortes
y viesen lo q u e era menester para el gasto de Castilla no podían ser
pagiidos p o r q u e podrían tener C ü u t e l a | faciendo tales libranzas d e
ju n ta r muchos dineros para enbiar a flandes.
dízc mas el corregidor que hablaron en que se enbargns^m los di-
necí>3 de ta cruzada, y redenzion de catiuos [ y que pusiesen sisa
para armas y gastos que la comunidad hiziese y otras cosas | esto
no ubo cfecto.
Dize cl corregidor qne sí pudiese se saldra de allí [ y vendrá a
dar mas larga cuenta al Cardenal.

E l 20 de J u lio el C ardenal G obernador escribía al E m pera*


d o r u u a carta concebida eu estos térmitioa:

Carla «leí Cardenal de Torlusa a l l*^niperador, fecha en ValladoKd


á 20 de Julio de 152U (1).

S. C « . « /?. C» J /.- í

Allende de lo que ya antes escriuí | a T. i)e algunas ciuda­


des reales que detienen en deposito el dinero de sus rentas reales
hasta la buelt¿i de V. Mat. a estos sus reinos ¡ soy ahora for9ado de
escreuírle | que los ihesoreros de la Cruzada recusan de responder
de b s cíeD t mil daeadoij que son obligados consignar en esta feria
passadf) de M e l i u i i dol Gjtnpo | disiendo que en l» capitulación» o
concorilia que tienen con V. M.*^ se contiene que por algún«) turba­
ción que naciesse ] o se ofreciesse on el KevDo no son teñidlos de
guardar los términos y plazos concertados y que han paga lo mas a
V. Al. de lo que e)l05 hcjn cobrado do la Cruzada, remitiendose a U
cuenta y libros on los quales consta del numero de \9¡é bullas y
composiciones despnchadas | Demandáronme que para esto en ma­
nera ninguna díosse executoriales contra ellos por este término,
mas que permitiesso y diesse lugar que Ía cosh so declarasse por
justicia en el consejo real, y Qo hauicndo p u Jid o acabar con ellos,
que a lo menos assegurassen lo que se ha de aplicar para lo de
Africa I es a saber Oran, buxia. Aljer y tripot p««ra que no sean
causa que se pieria lo quo con tanto thesoro y perdición do saagre
Christiana se ha comprado [ amenazóles quo sino me osegurassen
desto que daria las executorias ¡ y que no esperan que el consejo
Heal viesse si son obligados o no juxta la dicha concordia n i que
«ontencia^se sobrello | Kilos hablaron con algunos dol dicbo con­
seio I ios quales les respondieron que tieuon raxon y ju itic ii | yo
les allegue quo otros letrados conocen y sienten esto da otra mane­
ra, y que on cosa que fuese en tanto prejnyzio do la honra y el p ro­
uecho de V. y de Spaua no se deue dar ni otorgar dilación ||
finalmente obtuvieron de m i plazo de tres dias | alleganme p>breza
y que por U ejecución perderian el crédito | y que V. A l. no care­
cerá por ahor<i desto do l«i O u z a d a , y que tien *n p jg ido mas Je lo
que han cobrado como he dicho ¡ y que los de toledo tomaron dinero
de la mesma cruzada para la p<iga de la gente que tienen ¡ yo veo
qu están aparuiados grandes des pro uec hos { a V. si breucm^nte
no se apaciguan estos tumultos de pueblos y que no se podria coier
cosa ninguna j o poco de las reatus reales ni del seruicio ni c ru ­
zada.
Por la dilación dei remedio tanta es la audacia que toma el p u e ­
blo, que muchas villas que ah u n están en obediencia se atreguan y
dizen expresamente que si no se les confirma este priuiiegio o les
otorga otras cosas que piden se jun taran con las otr.is ciudades re>
helles I y muchas veces se me notiScan do uu mesmo lug^ir cosas
contrarías, y c o m u D M ie n t e la peor parte es verdadera assi c o m o de
Medina del Campo me dixeron dos caualieros quo del todo eHaria
por Vra. AL pues perm itiesse que la poluiiru y las piezas de arti-
lleria pertenecientes a Vra. M.«t se sacassen para el casligo de los
rebelles | A veynt ) deste me dixeron que eu manera ninguna per­
m itirían esto contra Segouia, y luego que se haze algo que txo agrá-
úé é villas meD«izan (|ue se rebelhirai), y si u n o Je los lugares
rcbdlles fuesse castigado | todos esperamos que los otros ídcílinente
boluerían a obedleacia con condiciones justas y honestas | n lo que
dlca 090 de los grandes y populare;^, sera impossible ac>ib»r que se
permíta a V. que se suquen díiteros del Reyno á su llana vo­
lun tad. A los pruilentes parece quA se debían dar gracias <i dios que
pueda sacar V. A l. las quo Imuíere menc.ster moderadamente para
la sustentación de su estado tanta es aqua la variedad e inconstan­
cia I que si oy bay paz y repuso en una vUla, manyana hay tu rb a ­
ción y tienen fin a cosas destmostas que no se han de hablar á V. Al.
según que p o r las cartas que k lope hartado embio para las comu*
nicarcoD Y . AU lo entenderá.
Suplico á V. no haya dilación en la prouision de lo que he
escrito cunuiene totalmente para la paciHcacíon destos Heynos [ es
a saber en lo de los encabeQamieiitcis y remissioQ del seruicio nue­
vamente otorgado en la Coruüa | otrosí que se me scríua onsomble
sobre lo de Madrigal Arévalo y olme lo que es lo que mandare que
se haga, y si siaran stos lugares jun tos y unidos sin que obtengan
perdón ||o que deua yo embiar algunos para moderar la iiegocia-
tion o que dcua yo personulmente ontreuenir en ello | o dar lugar
que se hagan a su voluntiid lo que quisiesen | lo quo sobresto se ha
de tratar embio por cifra a lope húrta lo el qual hara relación dello
a V. Dizese que el Condestable a requesla de Burgos h<i de ve­
n ir aquí para interceder sobre la remisión de las cosas que has-
taquí i>on fochns con presupuesto que se les guarde lo procnetldo
sobre lo de lus encabcyamíontos y que se les remita el seruicio que
se afírma no hauer sido legítimamente concedido en la Goruiia.
El Presidente y <^apat^ me han venido deolarandume co^no en
Seuilla Cordoua y Granada hay gran defecto y falta de justicia por>
que el assístente de Seuilla de míe<lo de perder la vida no ha oxado
ni osa yrse ad aquella cíudat ¡ Don Diego Osurio Corregidor deCur*
doua sta ausente, y díton quo stos dos no son harto suficientes ni
ydooeos pnra la administración de la justicia en Cdtas ciudades ma>
yormente en este tiempo de rcbueítiis | Contra dou Antonio de la
Gueua se dizen tantos crímenes y cxcessos que sin grande infam ia
suya no se podran dísslm ular tomándosele la residencia, y porque
s íd consultarlo con Vra. M .^ no me es pertnitido que h a y a m u d a n ­

za sobre los oñcíos de assistente y Corregidor de granada es me­


nester que V. M.^t cómela ad alguno que prouea en estas cosas, ca el
defecto de la justicia por insuficiente e poca habilidat de los corre­
gidores es causa en gran parte de la turbación dcstos Reyoos.
[Sigue un párrafo recome adundo al Comendador Saotisteban.)
Los Procuradores (le Qamora y Giia>l<i!»j'tr<i stan »qua p^ilecien-
do di* hi^mbre y dízen que no lienen conque n \de doncfe socerrer-
se I lo que cierto es lastim a, mándeles Vra. A l. ayudar con algo,
que a mas que en ello seraira a dios, les hara en esto muoha l i ­
mosna.
En el armada quo llego de Afríci) viene una capitanía que tiene
joan (le padilla | vea V rj. A l. si es seruido de proueherla y hazer
merced della a don bernundo de Sylua que pareoeine qu*« se ahor­
rarían ios cíeDt m ili mi's. que tiene de V. A l. b^isU que haya una
capilc»DÍa I o otra cosa equivaient'. (SigUH recomen iacióa del Doc­
tor Beltrán Francisco de O jorio y el aposentador Torres.)
Guardo Nro. SeAor la vida y Real suido do V. con toda pros-
peridat ¡ En Valladolit a x i de julio
Vre tí'eshuinble serviteur II C;ird. dertusetij.

E l 24 de J q Iío el C ard e ual G obernador v o lv ía á escribir al


R ey condoliéndose de la falta de rem edio en estas sediciones, y
decía así:

Carla original del Cardenal de Tortosa a l ni perador, Techa 24 de


Ju lio de 15'¿0(4).

$ . C « .“ /?. C.

Con la dilación de la melerina creoc la dolencia | y trabe peligro


de muerte 1 esto mesmo parece que obra en estas sediciones la falta
del remedio || En Salamanca han v enilo a esta audacia y rehellion
que no les ha abdstado K mer arrestado las pecunias de las rentas
reales | mas almo han aco rdaiode ha^er lo mismo de las pecunias de
la cruzada I y esta semana pasada quemaron las cas:isde algunosca-
ualleros que querian esforçarse en conlrndczir y resistirles los ma­
les susodichos y porque eslauan y persístian en el seruicio de V.
y han acordado de emhiav socorro a Segouia para que no puedan
ser castigados de excesos y casos tan feos y enormes oomo han me­
recido y merecen | y tienen sus confederaciones con otras ciuda­
des con las quales acordaran y ordenaran en ei ayuntamiento que
ley se hahra de dar s >brel detener de las pecunias reales, y sobre
otras cosas que lope hurtado en m i nombre dira a V. )ÍM g Con di-

(4) Arch. gen. de Sim ., Comunidades de Castilla, leg. 4 .^ fo­


lio 186.
versAS cartas he dcriptü d )9 cosus needá$»ri<is para iimuteaer y sos­
tener en obediencia de V. Mat. aquellas que ahun no se han rebe-
llado I es a saber lo det seruicio de h CoruHa conceJido [ y lo pro­
metido sobre tos en(»ibe9a mien tos en las Cortes de Valladolit \ \Mas
he escripto de las tre.s villas do Madrigal Arévalo y Olmedo | lasqua*
les según que son solicitadas por diuersos medios ^ ju n ta r a n cou lus
ciudades rebelles ^i V. A l. como e.« obligada ju x ta sos priuilegios a<y
les torna y encorpora a la Curen» Roal.
Las Ciudades rebelles con grande diligencia y socolor de utilidad
del Reyno el qu») disoit que sta destruydo y pobre por el mal regi>
m iento y abusos que vra. ilM ha puesto eti el, instan a otras ciu­
dades que procuren y entiendan jum am ente con ellas en dar reme­
dio a lantns male^ | y en re&isktir al seruicio | y en hdZer C|Ud so les
guarde y serue lo prometido en los dichos encabeza mien tos | y que
se estorue que no saquen dineros fuera del reynoensu dauo | y que
tos oñcios y heneOcios etc.* U Ni faltan predicadores que particular y
publicamente induzen y amoniestun el pueblo | diiiendolos que
tollas estas cosas son necessarias para la buena conseruacion de
Castilla a que del todo no s« pierda como ya ba ciiipe^ado de se per­
der en la mayor parle | Ahora a Ja fíesta de la Muda lena en esta villa
de Valladolit hun frayle de la onien de Predicadoras | despues de
hautT predicado e x c e lle n le m e n t e c D el yglesia de la Uadatena y pro­
movido y trahido el pue-blo a deuocion basta llorar | dixo publica­
mente que los lugares rel>elles han fecho bien para la d«‘densa y con­
seruacion de suspriuilegios y del Reyno | y que no debnan ser cas­
tigados de lo que han alentado | mas ser loados por ello pi>rque hí-
zieron lo que conuienc a la utilidad del Rey y del Reyno | y que
vra. M>^es verdadero Uey destos Reynos y propielano | y que ha
conprado con dinero el Vm|>er¡o que no ha da transferir ni pasar en
sus herederos | y que V. so ba enpobrecidocomo lo sta el Uey-
no I y que los suyos se han enrequucido excesivamente y engrande
manera con muchos otros etc. E&te fraile esta preso en el Monaste­
rio de San Pablo, y iiúrarefiios que sea castigado como su'i deméri­
tos y pertinacia | pero el mal e^ um universal que ap<^nas se ha de
ha ver ratón ni abastara con que uno ni dos sean castigados || vra.
dilata de p(*oveher quandu es tiempo despues seria imposible j
casi se detienen todo ei dinero que la gente de las ordenan^«):» ni*
de la guanla no sean pagados | finalmente servirán a las ciudades
contra V. y seria a m i necessario ynne y no sta ría seguro de
Ueuar comigo mis cos^ts, pero de mi persona no tengo miedo.
Esta manyana he recebido cartas del padre del Duque darcos j
haziendoine saber que Seuilla ahun esta en gran peligro, y que ni>
m
hay remedio p a ra alaìar qoe no se rebelle aquellii c iu Ja t, sino pro­
curo que los Caualleros salgan della }| Hl assistenlo de la dicha cia-
dat II Sancho Martines de Leyua a y n xxtj deste me ha auisado
por cartas d« su m ujer y de su teniente que si en breue | o por
V. 1 o por m i no se les declara que vra. A l. tiene el seruicio de
lu Coruña por remitido, o por nullo tnnta sera la rebelüon en la dicha
ciudat quanto en otra parte j| dizenme que yo les lleuo con buenas
palabras | mas e\ñn venidero sera engaño ||vea V. M.^t y mire que
alarg<indo y dissimulando estone se hagi) incurable la dolencia | yo
diligentemente hago lo que deuo en avisar y persuadir a vra.
r y soy libro y sin culpa de la perdición de Spaña si es por negligen­
cia de V. A l. I ^utro in ñniias molestias y en esto tengo gran despla-
zer que vra. tenga en tan poco estas cosas de importancia
que no las prouea de remedio deuido.
Por faliecliñienlo del Arcediano de Salamanca vaca el Abiidia de
Cueva rubios que según entiendo es de poco valor | suplico a V. Al.
haga mrd deUa ai doctor de la parra el qual ia merece bien y ha
bien seraido al Señor Ynfdnte su hermano [ y a vra. | le ha
prometido proueerla de alguna buena cosa hasta e n q u a n tia de mil
ducados.
(Siguen unos párrafos recomendando al Dr. Manso para el Obis­
pado de Almeria; ofrecimiento de D. Antonio de Mendoza, Corregidor
de Toledo, y de no haber a ún adm itido la Abadesa de l'edralba á una
hija de A ntón Navarro, Contador da las inquisiciones de Aragón.)
Kn Salamanca ba procedido el pueblo a tanta locura ) u^^dia, que
u fuerza de armas querian foJ9<ir los caualleros a ju ra r los capí­
tulos que son contra V. y han quemado las casus de algunos
dellos y iomadoles cauallos y armas y buena parte de las hacien­
das de los que no querían jurarlos | a lope hurtado embio los nom>
bres de los principales que a m i vinieron y de los que con ellos re-
s isti eron a la común ida t | sera gr*i.n beneficio que V. M.'^^ les haga
gracias con buenas palabras y con efecto de rnrJs J que por su Hde*
lidat sin que habieron respecto a sus intcressescontradixieron a las
mayas y sediciones de aquella comunidad poniéndose en peligro de
perdición de vidas bienes de sus mujeres y hijos, y cierto si vra.
A l. no gratifica a los buenos y fieles servidores, y d o castiga a los
desseruidores ¡ no hay ninguno que dudase abarse contra V. M.*^
n i tanpoco que entienda de seruirle fielmente ¡ los buenos príncipes
suelen quitar las facultades y bienes de los deseruidores | y darlas
a los fieles seruidores.
(Un párrafo en recomendación de D. Juan Pacheco, que pedía un
hábito de Santiago para un hijo suyo.)
Los Patrones de Us naaes que fueron a africa las quales casi se
destruyeron en aquellos mares orientales | piden aqua lo que les es
deuído de sus salarios, y l<is quexas que dan cierlo incil^in y mué-
uen mucho al pueblo en oyr | que ni en la Cruzada se btiya dcxado
donde se les pueda pagar algo ni en las rentas Reales, o que ni en el
año primero venidero de veynle uno se les pueda consignar al^o, y
por grandissimo abuso allef^a cl pueblo que de lener qu<in(idüt de
dinero cogido de sangre y bolsas de pobres casi no se guarda nada
coofonnea la primera intención de los que han dado el dicho dine*
ro I y están sobresto todos los patrones tan desesperados que diten
y amenazan que annairan sus naves, y se pornan en la boca del rio
de Seuilla y que tomaran quantas naves vinieren de las Yndías y que
con ellas se.... y pagaran cumplidamente de quanto les es debido \
que perdidos por perdidos quieren prouar sus venturas, también em*
pie^itn de acudir por la paga los de las que fueron a (lundes ¡ míre­
lo bien Vra. A l. que ya velie quan justo es que sean todos pagados
y el ÓAfio e inconveniente que podría ofrecerse de la dilación dello.
Ivi Corregidor de toledo sta fuera daqueHa ciudat | y Ios0unt:ido-
ros haten dilicultad en la consignación de su salario | mande v. MM
10 que fuere seruido que se haga en estu pues el seruicio no falta
por C a u s a del db» Corregidor ni por poca voluntad para ello ¡ y r e s >
pondame por m rd acerca desto.
Las quexas contra D. Antonio de la Cueua Corregidor de Granada
de cada día crecen | y porque no tengo facultad de embiar pesqui-
sidor sobrellas ¡ es menester que Vra cou la primera posta man^
de despachar y enibíar comissíon acerca dello | para q u e se prouo-
ha como cum ple a l seruicio de V. y a la buena administración
de la justicia | y al desagr^uiode las parles | Guarde nro. Seuor la
vida y Keal estado d e V. M.>*^ con toda p ro sp e rld H t | Et\Valladolit
m t t j de julio de m il <|Uinientos y veynte.— v r e treshumbleseruiieur
11 Cari, dertusenj.

Pedro M á rtir de A n g le ría , eu carta del 23 de J u lio a l G ra u


C anciller (1), p in ta b a la irritación de Toledo p or haber conse­
g u id o del P o n tíñ c e qu e el Presidente del Consejo R e a l pudiera
corregir los delitos de los sacerdotes. S a la m a n c a ta m b ié u habia
arrojado á los nobles y elegido p or C a p itá n a l p etulante joven
D . P edro M a ld o n a d o y P im e n te l, que> im ita n d o á Clodio, se
pasó de la nobleza a l pueblo. E r a sobrino del C oude de S e ñ a ­

lé) lleal Academia de la Historia, VarioSt ^-183, núm . 680.


vente, y atraído por el aura p o p u la r, se c o m p la cía eu esta a U
tañería. L o m ism o h a b ía hecho A v ila , y c o m o eran vecinas, fá*
cilm eu te ae asocíaríaQ. M e d in a del C a m p o seguía y a su ejem plo
y n e g ab a a l C a rd e n a l y a l Consejo la a rtille ría q u e p edian para
d a rla á R o a q u illo , diciendo qu e n o q u erían d a r in atrum entos
para hacer dañoa á los segoviauos, útiles á aus ferias y am igos
suyoa, y s u p lic a n d o se abstuviesen de asolar á Segovia, pues si
)o in te n ta b a n , u o p odría m enos d e aviziliar á aua vecinoa. L o
m ism o p e d ía V a lla d o lid . T oledo b r a m a b a com o u n toro porque
se d ió su A rzob ispado á u n extranjero in ep to, b ijo de sn ene­
m ig o , adem ás d e otros m otivos. Mur<;ía tam b ié n ae levantó:
q u itó los M agistrados y acom etió con fu ria hI G o bern ad o r Le-
g u iz a n io COD in te n c ió n de m a tarlo ; pero se escapó m edio des­
n u d o , h u y e n d o tres leguas d e a llí. S ig uié ro n le los pasos, y q o
b a ilán d o le , se volvieron tristes p or u o poder repetir lo q u e se
biso eiL B urg os cou G iofredo. C reía q u e se a p la c aría el á n im o
d e m uch os contrarios p or l a g racia q u e h a b ía e u v iad o p a ra u o
ex igir el d o n a tiv o , a u n q u e concedido p or m u c h a s ciudades.

Jnnta de U s Comnoidades en Avila.


Z a m o ra , en carta del 28 á T oledo (1), acusó recibo de la del
18 y del traslado d e )a de B u rg o s, de q u e se d ió cuenta al
A y u n ta m ie n to y á los caballeros, h ijosdalgos y C o m u n id a d , y
p or aer el caso de tu iita calid ad , q u e ría n lla m a r loa caballeros
q u e eataban aua en (es p ara, con acuerdo de todos, hacer lo qu e
fueae provechoso a l aervicio y tra n q u ilid a d de estos R e in o s , y
«a tando ju n to s , de lo qu e hubiere se e u v ia ría la respviesta á
A v ila , y DO se hablase m á s u i era necesario decir m á s . Con
efecto: esta carta im p lic a b a haber rocibido la convocatoria p ara
tener en A v ila la J u n t a de la c iu d a d ; estar conform e cou qu e
la re u n ió n ae celebrara en A v ila y n o en Segovia, y n o ser ne­
cesario decir m ás, porque realm ente todo lo decía et hecho de
a c u d ir al lla m a m ie n to de Toledo. E u c am bio, M u rc ia se reunió
e u Concejo el 2 4 (2 ), y leídas las cartaa de T oledo y B urgos del

(4} Archivo municipal de Zamora.


(2) Documentos inéditos para la íiistorift de España, tomo H,
págs. 318 y 325.
17, a c o r(16 contestar qu e se b&bíaii declarado á m á s de lo qu e
ellos creían, pues su peD6amieu(o n o era desobedecer los m a n ­
dam ie nto s de S. M . y desacatar y coutradecir ¿ su G obernador
y sefiorea del Consejo, y reiteraban su fidelidad, ro gando u o hi*
cieseh cosa en deservicio n i desacatam iento de S . M . E n la úl*
tim a carta q u e en el mes de J u lio escribió a l R ey el C ardeual
A d ria n o , describía la situ ación del R e io o en los siguientes tér«
m inos:

Carla original dei Cardenal de Tortosa al Emperador, fecha c d

Valladolid á 28 de Ja\\<¡ de 15ZÜ (1).

S. Ces.» ñ . C.

E\ Duque del infantazgo se quexa de no hauer recebido de v. tnM


ningunas letras a los monos particulares en que por ellas supiesse
de salud de su real persomi | conviene que v, a l. le m^inde scre-
uír ugradeciendole su fidelidat y los seruicios (]ut* hasUi aqui b<i fe-
chos I exortundole que en estu tempestad de turbaciones y rebuel*
tas se hnyn como el y sus predecesores acostumbraron siempre ha*
zer por la Corona Reai [ también le fue dicho que yo me huuia que-
xado contra el mas a eslo suñcientemente le satisñze.
Los de toledo con sus cartas incitan y mueuen lu indignación de
los otros, quo auorrcciendo que yo me nombre Gouf>rnadi»r ¡ y que
los que residen comigo se nombren del conseio real ¡ dizen que mus
presto nos hduemus de nombrar enemigos de la Regia Corona y <iel
bien publico por las crueldades que dizen son fechas por el alcaide
Ronquillo | y exorlan a otros que so pena de tixiydores llamen a los
continuos y a los que siruen contra segouia y que pongan otras
grauissim»!« penas, y las executar a losque no obedeciei'en los m an­
damientos dellos I otrosi m andan que no don lugar a lu gente dar-
mas que viene a que passe por sus terriiorios ¡ mas que les tomen
los cauallos y armas hasta que la ciudad acuerde y ordene lo que Ses
pareciere se deua hazer dellos ¡¡ Item incitan y mueven a Us otras
ciudades que enibien a Segouia socorro so color de assegurar el ca­
mino pura que st'guramente puedan yr a la ciudad de auilla, la qual
ban eligido paral ayuntamiento de las ciud^ides y universsidades |
otrosi hanso concerlado las ciudades y comunicado unas con otras
qu e si vra por causa de U rebellíon alentada priuare ad algu-
nos de \oi sti^x^ndius | ograciusquc tienen Oe U Goi*oaa Kcul ! que
todos ellos sean tetiidos recompensar y sutísfazerles todo el daño
passado seguacl que v. inat. lo vera por Sas letras y memoriales que
«m bio I a Lope Hurtado a) q ual suplico a v. al. se dígne benigna­
mente o ) T jj Mucho se les confírma la pertinacia en parecer que
V. al. carece de dinero, y que no se cute v. mat. de pruueher en )o
qu e tengo scrito ser Decessai'io pora todas las ciudades ossi obe<lieci*
t('S como rrebelles | es a saber de guardar lo prometido sobre lo
d é lo s enoabeçamientos | y de la remt$$ion del seruicio concedido
en la Ooruña.
(¿mbie a francisco romero a la ciudat de avila para quo aquella
reduiit*se con buenas informucioDod del crrcv en que están | de lo
qual ernbio memorial al musmo Lupe hurtado para que lo lea a vra
que ya nos lo leio el dicho romoiM en consejo y no.s presento
[•* que clnramentú vera v. m.i^t m quo pensamiento stan ellos ] y
casi todos los dfíslos roynos sobre ío de la Guuernacion.
En Palencia In Comunidad prouocada y inouida con enxrm plo de
las otras ciu«lad£3 ahun quiso m udar la justicia y proueher de los
Kegimientos que el obispo daquella ciudad acostumbró proueher |
y querian derribar la casa episcopal { y a todo esto procedieran sino
se atrauessara a ello Don Diego de Castilla persuadiéndolos con bue<
nos medios para que mas madurarnootc sobre^^to deliberasen | dán ­
doles esperança que con autoridat de v. se proueheña dellos
regimientos en otras perstmas de las que stan proueydas por el
obispo I con el mesmo don Die^o mo vinierou diputados daijuellM
ciudat di^mandandomeque en notnbrode v. al. diesse los regiuiien-
to sa o tra s personas | allegándome que muchas uezes tienen pley-
tos con el obis lo [ y que assi los regidores por el puestos na curan
suficientemente pe lo que toca a la u lilid a td e la ciudat, y que uias
procuran congraciarse con el obispo del qu^il han alcançado tal
honrra | finalmente les respondí que lueior seria reiniiir el negocio
a V. m > ^ a la qual el obispo no le negaría quslquiera cosa por este
tiempo en que honestamente se pudiesse otorgar | y que yo procu-> '
raria que v. al. me respondería luego y al mas tnrdar dentro de un
mes II Entiendo que en tiempo del Uey Ccitholico y de la Ueyna dufia
ysabel de gloriosa memoria se trato concordia entre aquella ciudat
y el obispo que la Corona Real tuuíesse aquella preheminencia de
poner los reñidores y otras cosas | a cuyas causa hay de cada dia
pleytos y renzillas entrel obispo y la dieba ciudat | Bien seria que
dhora otra vez se platicase desta concordia | y si por ventura antes
dol Uarço siguiente la mesma concordia no se efectuase con apro­
bación y loacion de la Sede apostólica | que no menos v. al. p&ra el
marvo ueoidero con consenti^nú^nto del obispo nombrasse los regi­
dores I y en este m eJio I h ciudat süiria en paz y obediencia de
V. m.M ( I j I menesteres nhora se g ú n la doctrina del apostólo i'edi-
m ir tiempo | por|ue los di»s »on mnlos.
Buscando fun^^eeu de quien puJiessemos hauer dineros para estas
necedsijades que se ofrecen en el Reyno hablo con don alonso de
acebedo Caualiero de Salamanca el qual sabia que tenia dinero sí
queria prestarlo a v. | con buena sei^uridat | respondióle que
todo lo que podía haier por sdruicio de v. al. que en uinguna ma>
ñera lo ba de negar | bansele desado u este eauallero en testa­
mento cinquenta m il ducados con condicion que no los pueda Ueuar
sino empleándolos en rentas | si vra quisiessc constituirle
renta porquarenta rnill ducados de buena gana los daría | y cierto
de su buena afición y seruicio que en esto sta apareiado de hazer
a V. in>^ se ie han de dar gracias | pero a mi no me parece con-
ueiiir A vra. a!, que venda rentas mayormente en tal sizon | que
estas es una de las quexas de los pueblos que v. m.«^ La uendido
rentas no enbargante que ha houido del Ueyno seruicio y cruzada.
\'Áalcalde Ronquillo como sabe v. al. es persona que ha seruido y
sirue iMUcho al q ual cierto se deue todj gratiñcacion | suplica a
vra. al. le baga m d. de an regimiento de Sepulveda que es diz quo
de uno de los condenados en ausencia, y tam bién de una escrivania
de otro en Segouia \merced recíbre mande v. al. ver esto y pro-
ueUerlo ansí | y que sobrello se me responda | y que se escríaa al
dicbo alciUde de lo quo se hiciere.
Don ju a n arias girón diz que es charlaman y gentilhombre de
T . m.*t y que en barchna v. al. le dio licencia para venirse a curar |

y que a causa de star relien casado no passo con v. ^ flandes,


y porque su padre y el siruen mucho aqua | suplica a v. n\, le de
Ucencia de star acd algún tiempo, y que se le pilquen en ausencia
losg<ijes y quitaciones que se le {>aguriati en presencia, pues el ju n *
t.imente con el dicho au padre puede at^ruir nías a vra al. aqua que
ülla ses^un dicho es.
(£ n ct/ra.^—travajam oipjra meter deuision entre Sas viUas quan-
to al lugar de a su ayuntamiento ofreciendo seguridad a los que
quidierea acudir a esta villa pora ordenar la suplicación que se
o viere de presentar a v. lo qual ha pedido Burgos | no sabe

(I) t n Cabildo de Falencia de 28 de Julio se leyó una carta del


Cardenal, prometiendo atender los deseos de la ciudad para que no
interviniese el Obispo en la nominación del Ayuntamiento. (Arcbí'*
vo m unicipal de Palencia, Carla de Sim ón y N ieto.j
mos si aprovechara, lemen los sabios que si toitos se ayuntaren y
Juraren sus c<ipitulos | es i\saber | <!e lomar la Eeyna Doña juand
Duestra Señora | de m ud^r el gol>emador, y consejo | y mudarlos |
(le enbiirgar que e! Rey nro Señor no pueda sacdr dineros del rey-
no I y oirás c<isas [ que antes con s;tngre suya defenderían los capí-
lu lo s asi jurados | que aparlorse de sus propios propósitos y cosas
mal comen 9adas. (tuarde nueslro Señor la vida y real eslado de
v. al. En valladolid a xxvnrj de Julio 1520.
vre tresbumble seruiteur II Cardenal dertusenj.

Los trabajos del C ardenal G obernador p a ra in tro d u c ir la dia«


cordia entre las ciudades y villas convocadas para la J u n t a de
A v ila , resultaron in útiles, por n o decir inocentes, ate n d id a la
gravedad de las circón s ta n d a r . S a n d o v a l y Ferrer del R ío (1)
p u b lica ro n la bien escrita C ircular q u e T oledo re m itió á ias
ciüdadeí; del R e in o , ia vitán dolas á reunirse en la c iu d a d de
A v ila . E l 29 de J u lio de 1520. el m ism o d ia q u e J u a u de P a ­
d illa dalió de Toledo en socorro de S«»govia, se re u n ia n en el
C a p itu lo de la Iglesia M ayor los representantes d e Toledo, M a ­
d r id , G u a íJalajara, Soria, M u rc ia , C u e n c a , Segovia, A v ila , Sa­
la m a n c a , Toro, Z a m o ra, L eó n , V a lla d o lid , B urg os y Ciudad-
R o d rig o . Fvjerou Presidentes D. Pedro Lasso de la V e g a . P ro ­
curad or d e Toledo, y el D eán de A v ila , n a tu ra l de Segovia. E li­
gieron sus Secretarios y Oficiales, y sobre u n a cruz y los Evan«
gelios qu e te u ian en u n a mesa del C a p ítu lo , ju r a r o n q u e serían
y m o riría n todos en servicio del R ey y en fa v o r de la C o m u n i­
d a d . L os q u e se resistieron ¿ h e rm a n a rs e de esta suerte, com o le
aconteció ¿ D . A n to n io P onze, caballero del h á b ito d e SatUia-
go é h ijo del a m a del P rin cip e D . J u a n , vieron m a ltra ta d a s su 9
personas y derribadas sus casas. R e u n id o s caballeros de antU
g u a prosapia, hom bres de ciencia y m érito, respetables re li­
giosos y menestrales é industriales d e h u m ild e c u n a , a n im a b a
á todos u n a m is m a idea, y com e nzan do p or hacer a d o p ta r á la
J u n t a el sobrenom bre de S a u ta , la rodearon de cuantos lazos
m orales tiene la religión, y tra ta ro n la m a n e ra qu e se p o d ía te*
ner p a ra rem ediar loa daños del R e in o y suplicar a l E m p e ra d o r

(i) Sandovcil, lib. VI, pág. 496, y Ferrer del Río, Apéndice V,
p<ig 359.
fi)6A6 Aervido ddllo. L&s d«li)>eracioues com eiizaroi) b a jo ei im ­
perio dd )a m a y o r tira o ia , pues en m edio da la rouniÓQ existía
u n banco pequefio, d on de se sentaba el tu n d id o r P in illo s , se­
g ú n S a u d o v a l, ó Pefinelas, según Ferrer del R ío , teniendo u n a
vara en la m a n o , y m ientras él d o a la b a a l orador, nadie
p o día u sar de la p a la b ra . E l tu n d id o r era, pues, el verdadero
Presidente, y el cargo confíado á D . Pedro L as^o y o l D eáQ de
A v ila re sultaban desairados y h a sta nom inales.

Primeroe m \
oí d« U joEta de Lv'út,.

A pesar del ju r a m e n to de m o rir todos en servicio del R e y , la


J u u t a de Á v ila com enzó p or q u ita r la vara a l Corregidor, que
era la representación de la sn p re m a ju risd ic c ió u , q u e radicaba
e a el M o n arca. A cordó escribir a l A lcalde R o n q u illo qu e d o
eutrase en tierra de Segovia, poniéndole graves penas si lo c o n ­
trario hiciese. Y n o m b ró C a p ita n G eneral de la J u n t a á Tuan
de P a d illa , qu e a u n q u e C a p itá n de a rm as p o r el R e y , venía
sieudo, en u n ló a de D . Pedro Lasso y H e rn a n d o de A va lo s, el
prom ovedor y sostenedor de la rebellón toledana. N o faltó
q u ie n , c u m p lie n d o instrucciones reservadas del C a rd e n a l Go«
bernador> reveladas eu su carta a l R e y de 28 d e J u lio , iu te o tó
desviar el ru m b o q u e d e b ía to m a r la J u n t a ; pero todo fué in ­
ú til. L os Procuradores de A v ila h a b ia n p roclam ado a u te todo
la e m ancip ación del C ard enal G o b e rn ad o r y del Cousejo R eal;
m as a l advertir la dirección y transcendencia de las resolucio-
ue^, propusieron artifìci o mámente qu e las sesionen* de la J u n t a
p o d ía n trasladarse á V a lla d o lid p ara tra n s m itir las s ú p lic u s m á s
fácilm ente á F landes, O tros se b rin d a ro n á p ra c tic a r iguales
gestiones en A v ila , y h asta el C o m e n d ad o r H iñ e s tros a se com ­
prom etió á llevarles u n m ensaje verbal; pero h a b ié n d o lo sabi*
d o la J n u t a , le proh ibió entrase en A v ila bajo p e n a de la vida,
y desde entonces, según S a n d o v a l, lo$ del Oontejo llam abM á
los de Id Ju n ta traidores, y los de la Ju n ta á los del Consejo ti*
ranos. Reconociendo qu e p a ra defender los acuerdos d e la J u n ­
ta , y a u n á la m is m a J u n t a , era necesario o ^ a n i z a r los div er­
sos elem entos de fuerza qu e cou g ra n e ntasiasm o ofrecían las
ciudade.«^ confederadas (1 ), ta u p ro n to c o n o P a d illa fué Qoua-
b ra d o C a p itá n G eneral áe las fuerzas populaved, cooiqüzó 8U
o rg a uiza c ió u a u n dentro de los m ism os m u ro s de Á v ila , centro
p or entonces del m o v im ie n to revoluoicuario, h a sta q u e se tras*
la d ó á la v illa de Tordesillas.

loBtrnocioDes d« l u ciudades rabeU ias.

A utes de fteguir los m o vim ientos del ejército p o p u la r coutra


R o n q u illo h a sta obligarle á a b a u d o n a r S a n ta M a ría de N ieva
p a ra ir á M e d in a del C a m p o á p edir a rtille ría é in c e n d ia r la
v illa , y teuer q u e h u ir á F la n d e s aco m pafiado de Fouaeca, tie ­
ne grau interés histórico el couocor las Instru cciones q u e B u r ­
gos, V a lla d o lid y Segovia dierou á sus com isionados p a ra ir á
la J u n t a de A v ü a , p orq u e ellas, m ^jo r q u e u in g ú u otro doctw
m e ntó, c o m p ru e b a n la actitud de las tres referidas ciudades.
Conocíase la In s tru c c ió n qu e los com uneros de V a lla d o lid die­
ro n á sus Procuradores en la c ita d a J u n t a (2)> y q u e se con*
sidera la c o nstituc ió n p o lític a de las C o m unidades de C astilla;
pero se ig n o ra b a la q u e B u rg o s d ió á sus representantes, en
térm ino s q u e el cronista de la cabeza de C a stilla sólo dice (3)
q u e á Pedro de C artagena y Je rón im o de C astro se les dieron
instrucciones claras y term iuantes, q u e ju r a r o n c u m p lim e n ta r.
L a In s tru c ción de los oom uneros vallisoletanos, representa­
dos p or el R e g id o r Jorge de H erre ra, A lo n so S a ra v ia y A lonso
d e V e ra , com p re n d ía 108 capítulos, com e nzan do p orq u e se
averiguase Ja enfei m edad de la R e in a y se ordenara la Casa
R e a l, q u ita n d o los Consejeros qu e 8. A . h a b ía tenido h asta en­
tonces y q u e en adelante fueseu de estos R e in o s . S ó lo se a p o ­
sentaría á la C asa R e a l. N o se d a ría n p o r dinero los oficios p ú ­
blicos, y éstos sólo se otorgarían á ios naturales del R e in o . Se

(4) Salamanca envió 200 lanzas y S.OOO peones que reclutó eo


la ciudad y sus términos y eu Ciudad-Rodrigo y E s tremad ura, de
que era cabeza Salamauca. V illar y Maclas, ffisíoria de Salamanca,
tomo 11, pág. 487.
(2) Danvila, Del Poder civ il en España, tomo V, pág. áOO.
(3] Salva, Bui'gos en las Comunidades» pég. 97.
apellid ab a á Xevres euem igo de U cosa p ú b lica p or haber pro­
visto el A rzob ispado de Toledo en su sobrino, de m u y poca
edad, y se p rop o nía q u e dic h o A rzob ispado se dividiera en tres
O bisp ados. Se in d isa b a cóm o h a b ía n de gastarse y d is trib u ir­
se los diueros de las C ruzadas. Se bu scab a i^emedio para evitar
q u e reuiaseu persouas extranjeras en h a b la y en su form a de
v ivir. Se su p licaría a l H ey casase c o d l a In f a n t a de P ortug al.
S . M . n o traería flam encos, u i franceses, n i de otros B eíuos á
tener ofícios en la C asa R e a l, pues éstos serian servidos p or na«
turales. In d ic a b a n varian reformas eo la a d m in istración de
ju s t ic ÍH . L a s fortalezas y encom iendas se d a ría n á naturales, y
esto se b a ria cou las quo A n to u io de Fonseca tenía en estos
R einos. L a s alcabalas se reduciríau á la c a n tid a d de encabeza­
m ientos qu e estaban c u a n d o la R e in a D oQ a Isa b e l falleció, y
los pueblos las lo m a ría n p o r encabezam ieutos, p a g a n d o los si­
tuadas. S S . A A . se c o ntentarían con las rentas y otras oosas
qu e lle v a b a n del K e in o , sin p edir otros servicios. La^ ciudadee
y villas qu e tenían voto en Cortes, n o m b ra ría n y d a ría n poder
á sus Procuradores librem ente, sin darles Presidente n i poder
pedir merced, y revocando las qu e se otorg arou á los P ro c u ra ­
dores de Cortes en la C orufia. Se revocaría todo lo d o n a d o de la
C o rona R e a l. Se p ro h ib iría el sacar g a nados y m o n e d a del
R e in o . Se re m itiría el castigo q u e a lg u n a s ciudades del R e iu o
h a b ía n hecho á sus Procuradores. Se lla m a ría n los P ro c u ra d o ­
res del C o n d a d o de V izc a y a , p rov in cia de G u ip ú z c o a , y A s tu ­
rias. de O viedo, p a ra darles noticia de lo qu e se hubiere hecho
en ia J u n t a general. L o s Procuradores de Cortes se elegirían en
adelante p or las C o m unidades, sin em bargo de otras c o stum ­
bres qu e tuvieren, y los de V a lla d o lid se c o nform arían cou lo«
otros del R e in o eu lo q u e fueee bien p ú b lico univ ersal del mis<
m o . L o q u e se ordenare eu la J u n t a se otorg aría p or v ía de con*
trato irrevocable. L a s ciudades y v illas que tenían voto en C o r­
tes se confederarían y h a d a n u u ió u p a ra luanteuer y sostener
lo q u e se hiciere en Ía J u n t a , y de todo se d a ría u o tic ia á la
R eitta p a ra <(ue lo aprobase. E u varios cap ítulo s se Ajaba el or­
den de ver los pleitos, uso de trajes y vestidos, pago de la Casa
R e al, arancel de Jueces y E scribanos eclesiásticos, atrasos de
dineros rezagados, visitas de b o tic a a y otros extremos de m e nor
im p o rta n c ia . E u c am bio, se p laticaría ia m a n o ra de la defensión
Ae las ciudades del R e iu o , cfilableciendc qu e Bejuutaseu de dos
eu do8 aQ09 6 d e tres eu tres; q u e se cuinplieseu a lg u u a s cosas
de las concedidas en V a lla d o lid y la C o ru ñ a , y qu e c u a u d o ae
llam are á Cortee, antea ae deaagraviaae á loa agraviados, y ain
«lio u o ae püdieaeu concluir. Y term inó toda eata aerie de c a p í­
tu lo s p roliibiendo á l o s q u e com prarou ofícios después q u e el
R ey C atólico falleció, q u e usasen de eltoa so pena de m uerte ó
(ie p e n lim ie u to de bienea. C on a lg u n a razón se h a caliñcado
eate d o cu m en to d e C o nstitución p o lilic a de las C o m u nida des de
C astilla, porque n i I h s pereouee dei R ey y de la R e in a se esca­
paron á ia p ú b lic a intervención, iti Im bo extremo de la gober­
nación p ú b lic a q u e con m á s ó menoa acierto u o se propusiera
an remedio. P a lp ita b a en la In s tru c ción de los com uneros de
V a lla d o lid gran odio a l extranjero; el deseo de confederarae y
aux iliarse recí[>rocamente, constituyendo u u ejército p a ra d e ­
fensión de la libertad (1) y bien p ú b lico de eatos R einoa, q u e m i­
ra do todo lo acaecido, y lo q u e |>odía suceder, era necesario aute
todas coaaa. L a rebeldía se p re m ia b a cou la im p u n id a d . L us a l­
cabalas se i'educían y arrendaban á loa pueblos. E l R ey debía
contentarse con las rentas Reales, sin p edir otros servicios. Y el
poder p a rla m e n ta rio se revestía de tales facultudes, q u e laa del
poder m o d e ra d o r q u edaban p or com pleto auulad as.
Según M a ld o n a d o y n o ta 6.^ q u e adicion ó el Bibliotecario del
Eeoorial, D . José Q uevedo, c o p ián d o lo de S a n d o v a l, la ciada*i
de B urgos estuvo repiesentada p or Pedro d e C a rta g e u a y Je r ó ­
n im o de Castro, y la In s tru c ción qu e ae tes d ió p a ra ir á la J u n ­
t a de A v ila com prende 89 c ap ítulo s (^i), com e nzan do p or pedir
q u e uo se sacase m o n e d a , oro n i p la ta d e eatos Reinof». N in ^
g ú n oficio, benefício, encom iend a, {>enaióu n i teneticia podría
darse m ás q u e á n a tu rales de estos Rtíinoe> revoeán<lo8e Us
cartas de natu ra le za concedidae. E l encabezam iento de todo el
R e in o ae otorgaría según lo dejó m a n d a d o eu su testam ento la
R e in a D ofia Isabel. C oncedidas las alcabalaa por D . A lfonso X I ,
n o de b ía haber servicios, pues n o era conveniente, n i de buetiu
conciencia, go zar am baa cosas. A los extranjeros n o se les libra-

(4) Capítulo X X IX . tomo V. p.'ig. 2á6.


(i) Arcb. gen. de Sim ., Comunidades de Castillay leg. fo­
lio
m
H a cosa a lg u n a en estos R e in o s . E n la C asa Rea) d e b ia u servir­
se de personas naturales y u o de otra a lg u n a . L a s posadas s<^io
se concederían á la R e a l C asa y Oñctales. N o se d a ría C orregi­
d o r con salario de c iu d a d u i villa. Se p ro h ib iría la saca de car-
uee para A ra g 6 n y p a ra otras partes. E n las concesiones de
('ru z a d a ó lu d n ig e u c la se vería la causa de ello en Cortes gene­
rales. A los zurradores, silleros, guarnicioneros, íreueros y ceste­
ros se les libertaría de la renta nu ev aeetablecida de veinte años
á esta parte. Se p u b lic a ría el testam ento de la R o iu a Isabel y se
d a ría copia á los Procuradores de la J u a t a . lu d ic a n d o el origen
d e los alborotos y escándalos habidos en estos Reiuos» se p r o ­
p o n ía u n a n u e v a form a de elección, según la c u a i lo 9 qu e lia-
b ía o de elegir loe Procuradores u o deb ían ser encargados u i
m andado s de parte de S . M .; g o zarían franca libertad p ara j u n ­
tarse sin Presidente n i o tra persona de parte de S . A ., y m ira ­
ría n las L ) 8trucciones q u e llevasen. S i en estas lastrucciones no
Be determ inase lo q u e deb ían otorgar, p o d ría n c onsu ltar á sus
ciudades, y los Procuradores u o deberían recii>ir merced, gracia,
oñcio, benefìcio n i esperanza. L a s ciudades tendrían fa c u ltad de
reunirse, por io m enos, u n a vez a l a ü o con sus Procuradores
p ara hacer los C apítulo s qu e debería proveer S . M . Se regaría
a l R ey regresase lo m ás presto q u e pudiere y u o dilatase su ca-
tam ie n to . Se g n a rd u ría n las fronteras de los moros y se tendríau
eii sosiego, ju s tic ia y paz los R einos de N ápoles y S ic ilia , h a ­
ciendo lo m ism o en el C o ndado de R osellón y eu el R e y n o de
N a v a rra . E l G obernador de estos R eiu os, d u ra o te la ausencia
del R ey, p odría proveer cualesquiera oñeios públicos. E l re«<to de
los gastos del R e in o se g u a rd a ría h a sta la venida de 8 . M . y se
q u ita ría n los ju ro s veudidos, p ag a nd o lo q u e 8 . M . y el R e y su
padre debieren á naturales de estos R einos. 8 . A . debería c o n ­
firm ar los privilegios de las ciudades. Se reclam abau varias l i ­
m itaciones á los A lcaldes de Corte y Alguaciles. Se a n u la ría n las
ventas de ju ro s y situados y toda cua lq uie r o tra merced de ju r o
q u e hubiese hecho. D o q u ie r a S . M . estuviera fuera del R e y n o ,
tendría Consejo de personas de estos Rey nos y no de otros a lg u ­
nos de su» Selioríos. Los Obis[>o8 deberían residir en sus di<^cesis.
L o s betjetìcios [>atrimoniales n o se proveerían p or R o m a , E l A r ­
zobispado de Toledo debería proveerse en n a tu ra l p or n a c im ie n ­
to de estos R einos, residir en él y servi:se de los n a tu rales del
B e in o y u o de otros. Se h avían Araacelea p a ra lo s Jueces 7 Es-
cribaiiod eclesiásticos y civiles. D e cua lq uie r m a u e ra qu e S . M .
ae tuviese p or deservido p o r cosas pasadas, h a ría p e rd ó D g e n o *
ral p a ra la c iu d a d y vecinos de ella. 8 e p ro p o n ía n varias m e d i­
das p a ra d e slin d a r la ju ris d ic c ió n eclesiástica y o rd in a ria , e m ­
plazan) ie utos de Ju e z eclesiástico, delegado y conservador. E n
el c a p itu lo 43 se p id ió iim it ic ió n á la facultad de a m o rtiza r q u e
tetúan las iglesias. inonaM erios y hospitales. N o se d a ría n e x ­
pectativas de oñcio de h o m b re vivo. L a s deudas y descargos q u e
te n ían los Católicos Reyes deb ían pagarse d e lo q u e la C o rona
Rea^ teuía eu estos R eiuoa. L a lefla de los m ontes com arcanos
sólo ae d a ría á los Reyes y Reinaa» Príncipes é tu fan tes. D e b ía
continuarse y acabarse la reducción de los m ouasterios á la ob*
servaucia. Na<iie c o m p ra ría p a n adelantado d e lab rador. Se t o ­
m a r ía cuenta de las alcabalaa, servicios, bu las y tesoreros de
India^^i á los q u e las h a b ían a d m in istra d o . E n loa puertos se re­
gistrarían las m ercaderías q u e ae im portasen, n o perm itiendo
sacar m ás q u e el v alo r de las m ism as. Loa acostam ientos se li­
b raría n en la c o m arca d on de cada u u o v iv ía . P ara m oderar el
precio de las carnes, se tasarían las dehesas y yerbas. N o sepa-
g a ría alcabala de las calzas de hombree, p or ser anexas á ias
eirmas. T a m p o c o se d a ría carta de h a b ilid a d p a ra ejercer otício
a l h ijo d e hom bre q u e m a d o n i reconciliado. D ebería impe<iirse
la saca de las lan as de estos Rf>inoa, A l M onasterio de las fín e l-
gtis y otros se les debería o b lig a r ¿ pagar diezm o. E l A lcalde
d e l A delantam iento y los A lcaldes de k H e rm a n d a d d e b ía n ha-
cor residencia. T odas ias ciudades y viÜas q u e en la J u n t a es-
tuvieren h a ría n confederación y ite rtn a n d a d p or s u b pueblos
p a ra ser todos u n cuerpo y c o n iú u el b ie n 6 el m a l, env in ndo
c a d a u uo la geute qu e pudiere bien a rm a d a y aderezada eu so
corro de ia q u e le o viere menester y sobre...... h a g a g r a u d con
federación con todos los capítulos é ju ra m e n to s necesarios. L o«
lugares d e señoríos qu e se hubiesen alzado ó alzaren se favore-
cerían p or todas las C o m u n id a d ^ . A costa de las rentas R e a ­
les ae sostendrían los ejércitos, prontos siem pre á favorecer la
ju s tic ia y pacificar el R eioo . Se pregonaría, so gratides petins.
q u e n in g u n o q u e viniese con gente, a u n q u e fuese de los m Í 5*mos
señoríos, n o acudiese á señor H iguno n i a l su y o propio Coutra
d ì Dg u n a C o m u n id a d . A l D u q u e d e N ájera se ie m a u d a r ía q u e au
gente en maDer& a lg u n a saliese dei H eino de Ñ avarra. T oda« Ias
c iudades, v illas y logares del R e in o estarían apercibida« para la
deíf^nsa del R e in o de N a v a rra , y m ayorm ente las fronteras <1&
V izcay a, G u ip ú z c o a , A la v a y Logvoflo y dem ás frouleras y
puertos com prendidas eu las Iniitrucciones. N o se pagaría libra ­
m ie n to a ig n n o á extranjeros. N o se p o d ría i p o n e r eutredicho
c o n tra n in g ú n e zco m ulg ado . Se su p licaría á &. M . qu e cuando
regresase á estos R o íd o s , d o trajese conmigo gente de guerra q u e
pasase de 2 0 0 hom bre« de g u a rd a . S. M . m a n d a r ía prender á
A n to n io de Fonseca, G utierre Q u ija d a y A lcalde R o n q u illo y
los re m itiría áe^tos R e in o s para hacer ju stic ia , por haber reah-
zado In destrucción y q u e m a de M t'dina del C a m p o , q u e pagaba
de 500 cuentos. T odos los bienes de los dichos Fonseca» Q u ija ­
da 7 R im q u illo serían secuestrados y v endidos p ara pAgar los
daños d e M e d in a del C a m p o , y si n o bastasen, S . M . lo m a n d a ­
r ía p a g a r de sus rentas. N o se p a g a ría portazgo á n in g ú n sefior
o i abadeng o siu qu e ia J u n t a exam inase el privilegio. 8 . M des*
p e d iría de au casa y Consejo á M r. de Xevres, a l Obis[>o de Pa-
le ncia y B adajos, á D . G a rc ía de P a d illa y a l Secretario Fraa-
cisco de Cobos, haciendo proceso c o n tra ellos p or los m uchos
dineros q u e se h a b ía a llevado de estos R einos. L os P rocurado­
res BO p o d ría n excederse de lo contenido en esta In stru c ción , n i
h a b la r, p latic a r d í proponer se conferenciase con grande, ni
caballero, d í persona p a rtic u la r. N o serían obligados á poner
terceros los señores y m onasterios y hospitales qu e tenían por
merced las tercias Reales. Se a d op tarían alg un as precauciones
e n la venta de la sal, g a nados y trigo. L a s visitas de ias ju ris d ic ­
ciones n o d u ra ría n m ás de dos días sin expresa necesidad. 8 «
revocaría la concesión de u n a e s c iib a n ía á P edro de C anijio. l^os
pleitos de la gente de guerra en servicio de )as C o m unidades se
suspenderían, d o api'em iándoles á pagar las deudas m ientras en
ello estuvieren. L a s ciudades cab^'Zas de provincias tendrían p o ­
derío p a ra convocar C o m u nida des q u e se favoreciesen u na s c o q
otras y repartir gente p ara su servicio. Se m a n d a ría traer tras­
la d o del testam ento de D o ñ a Is a W l p a ra c u m p lir lo en él o r ­
den ad o . A todos los criados co m in o s del R ey qu e jurasen estar
en favor de las C o m unidades, se les p ag a rían sus libranzas y sa*
larios. Se to m a ría residencia a l Tesorero de las lu d ia s y de la C a ­
sa de la contratación de S evilla. L a J u u t a escribiría á F la n d e s,
'G ante, B rujas y otras v illas, quejáodoae de los daños q u e X ev res
y dem ás Consejeros del R e y h a b ia o hecho eu estos R e iu o s dee-
pojáudolos d e sus dineros. Y te rm iuó dicie ndo eu el c a p ítu lo
89, qu e la J u n t a proveyera q u e el Condestable n i u in g ú u o tro
'G ran de n o hiciese j u n t a de gentes so color qu e era p a ra servi­
cio de SS . M M . y les pusieran grandes penae, la¿ cuales se eje-
cutasen, y q u e todos estuviesen conform es p a r a ello, y esto se
proveyese cou g ran presteza luego, m ayorm ente á los G r a u des
•de esta p roviucia, y euviasen provisiones para ello con perso*
ñ a s q u e se atreviesen á notificarlas. E s ta lu stru c c íó o , a u D q u e
redactiida después del incen dio de M e d in a del C a m p o , d o por
eilo deja de ser im p o rta n tísim a p a ra determ inar la a c titu d y los
deseos de los com uneros burgaleses, y del recelo y prevención
q u e las C o m u n id a d e s com e nzah au á teuer c o n tra los nobles, y
m u y especial m ente c o u tra el Condestable d e C astilla.
Segovia, q u e ae h a lla b a y a en arm as c o u tra el ejército R e a l y
q u e exiaba representada en la J u n t a de A v ila p or el B a c h ille r
Alonóte de G u a d a ia ja ra y A lo n so d e A rellar, d ió u u a luatruc*'
ció n y creencia á Diego de Cáceres (1) p a ra q u e dijese á la S a n ­
ta J u n t a cóiuo J u a u B rav o, C a p itá n G eneral de d ic h a c iu d a d ,
íu é con la geute y ejército de ella en servicio de ia S a u ta J a u ­
t a y residió en T ordesillas h a sta qu e se le m a n d ó qu e fuese
a estar con su geute y ejército en la fortaleza y v illa de A lae»
ju s , donde estuvo eu su cerco, y Segovia p a g ó su geute todo el
tiem po q u e p u d o , huflta q u e la R e iu a m a n d ó q u e se pagase de
au acostam ieuto. J u a u B ravo h a b ía escrito qu e la gente d is m i­
n u ía p o r n o p a g a rla , de lo c ua l estaba m u y afrentado; y si d o
se proveía com o conv enía para q u e ét tuviese la gente q u e era
ra z ó n , q u e é l se quería venir, lo q u e Segovia c o m u n ic a b a á l a
J u n t a con el S r. Diego de Cáceres, p a ra qu e lo remediase ó per­
m itie ra q u e B ravo regresase, pues S egovia sin m a n d a to d e 1&
J u n t a n o consentía qu e se hiciese m u d a n z a . Sabía> adem ás,
cóm o enviaron á m a n d a r á Segovia y su p ro v in cia qu e jurasen
la h e rm a n d a d y u n ió n q u e entre todas las ciudades de estos
R eiuos se h a b ía hecho p or su m a n d a d o ; y com o d ic h a c iu d a d
l a ju r ó y envió á la v illa de Sepdlveda sus mensajeros c o n la
escritura d e la dichft h e rm a n d a d p a ra q u e la ju ra s e n , n u n c a la
h a b ía n querido ju r a r y su p lica ba n la m andase ju r a r . L o otro
era q u e el S r. D íf g o de Cáceres hiciere alarde de ]a gente q u e
S egovia e n v iaba á la S a n ta J u n t a , y la hiciese coutar y la viese
y Ira je ra relación para saber sj estaba c u m p lid a y la geute qu e
fa lta b a ; de dónde y d e q u é {»artes y lugares, p a ra q u e la c iu ­
d a d proveyese en el rem edio dei lo.

Joan de P&dilU, CapiUQ G«Q«ral por U Jn&ta.

N o habiéndose conservado las actas de la J u n t a revolucionaria


de A v ila desde q u e se instaló h asta su traslación ¿ Tordesillas,
c o m o se conservan las de las Cortes y J u n t a re volucionaría de
V a lla d oh d . He q u e oportunam en te nos ocuparem os, es forzoso
a c u d ir á los historiadores, q u e desde M a ld o n a d o á C a rram o lin o
b a u a c u m u la d o bastantes datos p a ra saber q u é hizo y q u é
acuerdos a d op tó la lla m a d a S a n ta J u n t a de A v ila . Coiiocem o»
la form a de su constitucióu y el elemento eu ella p red om in an te.
Sabem os que, deecouocieudo la a u to rid a d del C ard enal Gober­
n a d o r y Consejo R e a l, se erigió en S u p re m a J u n t a y n o m b ró á
J u a n de P a d illa C a p itá n General de la m ism a , com enzando la
o rganización de las fuerzas populares p a ra resistir al ejército
R e a l y prestarse las ciudades rebeladas e ü a s z y m u tu o apoyo.
Y la R e a l C éd u la de perdón expedida en V a lla d o lid á 28 de Oc*
tu b re d e 1522, h izo uoto rio , qu e q u e d a b a n exceptuados Góraes
d e A v ila (1), vecino de A v ila , P rocurador eu ia J u n ta ; Suero del
A g u ila (2). vecino y R e g id o r de A v ila , C a p itá n en la Ju n ta ; el
L ic e n c ia d o G il G o n zále z de A v ila , A lcalde q u e fu é de la Corte;
F ra o c is c o de V illarroe l (3), vecÍDo de A v ila . C a p itá n de la Jiin>
t a ; S a n c h o de Z im b ró n (4), vecino y R e g id o r de A v ila , Capitái>

(1) Abandonó l<is Comunidades. Fué Jefe del pendón avilés con
los imperiales.
(2) Carramolino le llsm a varón piadoso 6 ilustrado y fundador
d e l Monasterio de San Jerónimo (tomo il l , pág. 444).
(3) Fué el prim er C apitán elegido para m andar la hueste de b
ciudad.
(i) Soldado esclarecido, como lo acr<ediió eu 4a guerra de Na­
varra.
d « la J u u i a ; D . A loiiao de Pliego, D eán de A v ila , y A lv a ro de
B rac a m o n te (J) y G a rc ía de H e tia o , C a p itán ; Francisco Palom a*
res, CapiLán; A lonso A lvarez de Cueto, A lv a ro Serrano, C ristóbal
A lvarez, T o m é F e rnánd e z, P edro de O n ti veros, B las, c arp in te ­
ro; P edro, calero; L u is , bonetero; J u a u de O s m « , el Licenciado
d e V e g a , el L icenciado J u a u de H errera y G a b rie l S áu ch ez, N o ­
tario, veciuos de A v ila . E l hisloriadov C a rram o líu o a ñ a d e á la
lis ia de íiustrefl com uneros avileses, D . A u tó n Vázc^ne;; D á v ila ,
ilustre guerrero é h ijo del bravo G eneral D . tíaocho D á v ila y
D a z a , 8ÍD d u d a porque y a antes h a b ía obtenido clem encia del
E m p erador; D . D iego d« Le$qv)ina, á q u ie n las C rónicas l la ­
m a n ta m b ié n P rocurador de la J u n t a ; pero el tesoro de Si<*
m a n c a s nos proporciona u n valioso docum ento (2 ) q u e esclare-
ce e] es trem o de los av i lesee com prom etidos eu el m ovim iento
revolucionario. E s la cavia d e poder otorgada eu d de M ayo
de 1521. ante G óm e z de C a m p o rrio , p or ia Ju atic ia , Kegidorea»
Caballeros lom ado s de tas q u ad rilla s y P rocurador de la Couau-
iiid a d de A v iia y su tierra, reunidos eu las casas del A y u n ta ­
m iento, á iavor del m u y m agn ífico cabaiU ro D . Pedro de A v ila ,
sefior de V illa fra n c a y L a s N avas, y á C ristó b a l del Barco, ve­
cinos de A v ila , p a ra q u e en n o m b re de to d a la c iu d a d y su tie­
rra compareciesen a u te el C ard enal de T ortosa y Condestable
y A lm irA nte de C a stilla , Gobernadores de eslos Reinos, y asen­
taren todas las cosas q u e fuesen servicio de D io s y de S u s Nfa-
jeetades y bieu y p ro c o m ú n de la c iu d a d y su tierra, y d e todos
sus vecinos y moradores^ sobre las m u d a u za s y m ovim ientos,
alteraciones del R e in o acaecidos en él después q u e S u s M ajes­
tades partieron, basta entonces, y sobre ello, hacer y otorgar
todas lus escrituras y asieutos y conciertos qne fuese menester.
A c o n tin u a c ió u de este poder h a y u n a lista de esceptaados (3),
<iue dice así: <L<2í per$ona$ qM van ecetadas en el perdón qae
se dio a la cibdad de A v ila son tas siguientes: V illa R u e i C a p i­
ta n — B racam on te h ijo de G u ille n — H e n a o O apitan— Paloma-
)*ee O a p ita n — C ueto P rocurador d e la C o m u u id a d — A lvaro Se-

{{) Noble.
[t) Arch. f^en. de Sita., Comunidudes de C asiiila, leg. folios
488 á 490.
(3) Idem id ., id ., fol. 189.
r.^u o — C riíto v a l A lva re z— Fonlyveros— B las carpintero— Pe-
<lrc> c a le ro —L u y s bouetero-^Tnau D o s m a — E l L ic d o . de V ega
— E l Licdo. H e ire ra — T om e F e rn a n d e z- C o h e te el tu n d id o r—
G ravieiS m ichez» n o tario .» A con tin u a ción de esta lista, h a y otra
con varias tach aduras (1), q u e por lo curiosa se traslada inte-
gra: «Suero dell á g u ila , e g o m e z d a v ila e fraucisco de pajares y
ei deán a l p rin cip io fueron com uneros pero q u e brevem ente los
v id o tornados a) servicio de su m t. derecham ente q u a u to lo p o ­
d ía n estar | según ques uoto rio a lo s se ñ o re sg o v e n iad o re s S an ­
cho de y n b ro fué procurador de la C ibdad y este siempre procu­
ró q u e se consultase con el Key e asy fné con los capitulos al
Rey despues q u e v ino u u n c a quiso m as volver á la C o n u n id ú d .
Barrientos C a p itá n esta preso—^Villarroel C a p ita n de soldados
— bracam onte h ijo de gu ille n C a p ita n — heuao C a p itan — p a lo ­
mares C apitan estos tres dexaron la gente e bolbieroDse á la
C ib d a d — diego dell esquina —X p o v a l V a le ro fueron P rocurado­
res eu la ju n t a p or la C ib d a d — Cueto procurador de )a Comvtnl-
<lad— A lv a ro serrano señalado p o r k s cavalleros para qu e estu ­
viese en ia ju n t a de la d ic h a C ib d a d por e l l o s - ^ p o v a l alvarez
noubrados p o r los cavalleros— O n ti veros com unero. (Signen
cinco nombVes de com uneros q u e están rayados.) blas c a rp in ­
tero m u y com unero— p.^ calero m u y gran com unero— luys bo*
iietero m u y g ran co m u nero — J u a n D o s m a m u y g ran comune-
i'o— el licenciado de V ega— el liceociado herrera— tom e her-
nandez m u y grande a lb oro tad or— Cohete el tu u d id o r qu e hizo
q u ita r las varas a l C orregidor e á sus oficiales— graviel Sauchez
notario. > C ou estos nuevos datos puede formarse concepto de los
elementos heterogéneos qu e constituyeron la C o m u n id a d de A v i­
la; de la im po rtan cia de los caballeros q u e fueron nom brados
C apitanes de la J u u t a , y las disculpas de los u n o s y la caliñ-
oación q u e merecierou los principales fautores del m o v im ie n to .

Principslos acuerdos de la jQDta de áviU .

C o m o h asta q u e la J u n t a de A v ila se trasladó á Tordesillas


n o fo rm uló sus espiraciones p or escrito eu m eusaje qu e rem itió
ix\R e y , únicam ente se ocupó de su stitu ir su a u to rid a d a l poder
K ea). y organizar laa fuerzas popularea p a ra hacer triu n fa r sas
p r 0 |ióait08 y a u x ilia r á Segovia en el trance e u q u e ia tenían el
ejército qu e com nn d a b a n D . A n to n io Foneeca» G u tie rre Q ni-
x ada y el A lcalde R o n q u illo . L o s historiadores M a ld o n a d o y
CftrramoUno h a n reconstituido la parte m á s esencial de los
acuerdos q u e a d op tó la J u n t a de A v ila m ientras fu nc io nó com o
J n n t n revolucionaria, y á falta de las actas d de otros docnm en-
toa q u e revelasen la verdad» forzoso es a c u d ir a l relato de los
tiempos» sobre todo c a a u d o lo apoya la raz6u y los hechos co­
nocidos y probados. M a ld o n a d o co n sig n ó (1) qu e re unidos en
A v ila los Procuradores de cerca de veinte ciu dades, caliñcarou
d e S a n ta la J u n t a para granjearse d ig n id a d y a u to rid a d , y pro­
c la m a ro n q u e era u n objeto piadosísim o el reunirse p a ra a liv ia r
la pobreza d e loa miserables. D espués ae tra tó de separar del
G o bierno a l C a rd e n a l de T ortoaa y al Consejo R e a l; su stitu ir los
Corregidores y dem ás O ñciales, y d a r parte d e la consütuciÓD
de la J u n t a a l M o u arca, á los P rocuradores y M agistrados R e a ­
les. Ferrer del R ío convino en Ío su bstan cial de lo a fírm ad o por
M a ld o n a d o (2); aseguró que, descubiertas las in trig a s q ueR eiu*
tentaron cerca de la J u n t a de A v ila , q u e d ó declarada la guerra
entre ésta y el G o b e rn a d o r y el Consejo, y desde aquel in s ta n *
te sólo so tra tó de fo rm a r un ejército respetable dentro de los
ni uros de A v ila , n o m b ra n d o á J u a n de P a d illa C a p itá n G eneral
de la S a u ta Ju n ta » c u y a p o p u la rida d era m á s g ra n d e que su
aptiítid p a ra el mando, com o el propio Forrer del R ío declara con
verdadera sinceridad. C a rram o lin o (3), en los tiem pos m oder­
nos, recogiendo cu a n to dijeron cronistas é historiadorea, y re­
cordando con A riz y otros cronistas avilenses qu e el m o v im ie o '
to de A v ila fué o rig iu a d o p o r los sucesos de S egovia, pues á
am b a s ciudades las u n ía n vínculos de sungi'e de sus m á s dis*
tiu g u id a s fa m ilia s , afirm ó q u e la C o m u n id a d avilesa fué p ro ­
d u c to de u n a am ig able transacción después q u e la ira p o p u la r
se ensañó contra la m o ra d a de sus dos Procuradores á Cortes.
C a d a c iu d a d ó p oblación im p o rta n te designó sus representan­
tes, y el d ía 29 de J u lio se reuuló en A v ila la S a u ta J u n t a p a ra

(1) Maldonado, E l movimiento de España, púg. l i d .


(2) Ferrer del Río, ¡kcodfn'ia de España» pég. 84.
(3) Carramolino, Historia deA vita, tomo Ul, pág. 436.
o rg a n iza r la goberuftcióD dei R e io o . L a s reclam aciones erao,
desgraciadam ente, ciertas; poro los m edios em pleados p a ra al>
causar b u rem edio fueron i i i con T en i en te s y peligrosos, p orq u e
DO es fácil cosa conm over y sublevar u o pueblo in ic ia n d o u n
estado de a n a rq n ia , s in freno n i rer^peto a) poder público , y pre*
tender después condu cirlo por el c a m io o del orden p a ra respe*
la r el p rin cip io de a utoridad y las le y e s . D . A n to n io de G u ev a ra ,
e n sus celebradas EpUtohéy señaló despiadadam ente el m ó v il
p a rtic u la r q u e excitó á a lg un o s iu d iv id n o s de la nobleza á aca*
lorar a l pueblo castellano; pero c u a n d o buscaron a l elem ento
p o p u la r p a ra tu rb a r la paz p ú b lic a , la dirección del m o v im ie u to
se escapó de s u s m ano s y fué á p a ra r, com o eu A v ila , á poder
del pelaire P inillo s, s in perm iso del qu e nadie p o d ía u ^ a r de La
p a la b ra en la S a n ta J u n t a , de ig u a l suerte qu e en M e d in a del
C a m p o m a n d a b a el tu n d id o r B o b a d illa ; en B urgos, u u cerraje-
i'o; en F alencia. Pacheco el alg u a c il, y en S a la m a n c a , el pelle­
je ro V illo ria , q u e fué otro de los justiciados. Y desde q ne el mo*
v i m ien tú. de aristocrático y sostenedor de las clases privilegia*
das, se convierte eu p o p u la r y dem ocrático, nace la tendencia de
re p rim ir las preem inencias del a lto clero y de los nobles, y o b li­
garles á restituir Isa grandes propiedades territoriales, sus seño­
ríos y dem ás rem iniscencias feudales q u e te o ia u desm em brado
el d o m in io de la Corona. F a lto ei m o v im ie n to de u n id a d , d e d i­
rección y de gobierno, su cu m b ió fácilm ente, s in dejar com o h u e­
llas m á s q u e sangriento catálogo de crímenes y extravíos, y la
dolorosa enseñanza que la historia proporciona p a ra el porve-
n ir de los pueblos y de los intereses, sin c u y a existencia d o pue*
de subsistir la v id a oacioo al. O a rra m o lin o asegura qu e eu la
S a la C a p itu la r de la Ig le s ia C atedral, q u e hoy es la espaciosa
c a p illa destinada á los actos académ icos de los concursos á c u ­
ratos. edificada e u la época de D . E n riq u e I V , se discutieron
largam ente y redactaron por prim era ves, eu el mes de A gosto,
las quigas qu e las C om unidades elevaban á S . M . Cesárea, t o ­
das en censura del régim en y gobernación del E stado, de que
se h a b ia n apoderado los fiam encos, y qu e después aprobó defi­
nitiv a m e n te la J u n ta , cuand o y a , entrado el mes de Septiem ­
bre. se trasladó á Tordesillas.
Lealtad de V izcaja j in d a ln o ia .

E l C ard enal G o bern ad o r y el O onsejo R e a l, q u e estim and o


ju8t&8 a lg u n a s de las quejas de las ciudades rebeladas, babia)>
aconsejado reiteradam ente a l R e y q u e cediese el serTÍcio a lc a n ­
za do en las Cortes de la C orufia y redujera los encabezamien-
to8> concediéndolos á lo s pueblos, segúu de a n tig u o v e n ía ob>
servando, en uiodio de ta u ta desventura com o rodeaba la go ­
b e rnación del pai6» recibió el consuelo de escuchar las pro tes-
ta s d e adhesión y le altad q ne el C o n d a d o de V izc a y a elevó a l
E m p e ra d o r el 80 de J u lio (1); la p a trió tic a insistencia con q u e
la c iu d a d de G r a n a d a contestaba á Toledo rechazando los a y u n ­
tam iento s qu e se propon ía n p a ra lograr la pacificación del R e i­
n o (2), y la circular q u e d irig ió á S evilla, C órdoba y J a é n (S),
ju stifíc a n d o la contestación d a d a á los toledanos p a ra q u e la
J u n t a se hiciese doude estaba el G o bern ad o r y el Consejo, por
tener u n a m is m a v o lu n ta d d e procu rar el b ie n general de estos
R einos. Y do bastando esto á G r a n a d a , d irig ió u n a c irc u la r ó
las d e m ás ciudades explicando la razón de n o haber enviado
Procuradores á la J u n t a d e A v ila y dicie ndo lo q u e , en su con-
cepto, de b ía realizarse (4).

i^av&oi^D del estado de Talanoia.

L a situación de V a le n c ia v e n ía em peorando de d ía e o d ía (5),


E d la moDOgrafía L a O erm tnia de Valencia, valiéndose d e la
correspondencia d ip lo m á tic a seguida entre el E m p e ra d o r y las
a u toridades de la c iu d a d , q u e fo rm a parte de la Colección Sala-
sor q u e conserva la R « a l A cade m ia de la H isto ria , se dem ostró
q u e el atropello de i a caea don de m o r a b a el V irrey , y eu aueen^

(1) Arcb. gen. de Sim ., Comunidades de Castillfi, lib. I, fol. 434.


(9) Idem id ., id ,, fol. TI.
(3) Idem id ., id ., fo). 73,
( 4 ) Idem id., id ., leg. 4 .^ fols. 76.
(5) Danvila, La G eñnania de Valencta, pág. 89.
c ia de V alencia, obligó al R ey á seguir el ú n ic o posible c a m i n o
p a ra restablecer el im perio de la ley y el m p e t o a l p rin c ip io de
autoridad, siu el q u e la v id a nocial es im posible. E u cargado el
G obierno á Mosséu Ferrer, el E m p e ra d o r rogó á los uobles m ás
caracterizados q u e ayadasou &1 V irrey; dispuso se )e enviasen
refuerzos, y d irig ió varias cartas p ara q u e se cortigiesen los ex*
ceeos de los Trece, am enazándoles coa recios castigos. A l M aes­
tre R a c io n a l le reconvino agriam ente p or haber sido causa y
p riu c ip io de poner en a rm as al pueblo de V a le ncia, m a n d a n d o
se depositasen ou terceras personas p or todas las v iu s y m edios.
Y puesta la confianza en el Maestre de M ontesa, ordenó á éste
y a l C a p itá n G eneral, C o nde de M é lito , qu e desarm asen á la
G e rm ania, para lo cual se e n v ió circ u la r á todos los pueblos
d o u de aq ué lla se h a b ía establecido á sem ejanza de la c a p ita l. A
D . D iego de M endoza le previno u o ex trañara la diversidad q u e
a dvertiría en las cartas rem itidas; ie p ro h ib ió se ausentara de la
c iu d a d por cosa del m u n d o ; le no tic ió la im p o sib ih d ad de qu e
se socorriese la a rm a d a d e D . H itg o de M oneada, y le autorizó
p ara conceder a lg iin p e rd ón p a rtic u la r, n o siendo á las cabezas
y promovedores de los delitos. L a a ctu al investigación n i a u m e n ­
ta n i m odifica lo q u e se h a escrito acerca de la m a rc h a d e la
revolución valenciana en el mes de J u lio .

Fidelidad de otras cindtdes.

Y fuera del desarrollo de los sucesos en C astilla y V a le nc ia ,


poco ocurrió en el m u n d o político d ig n o de ser no tado. Carlos 1,
desde Bruseias, escribió en 3 de J u lio (1) divei«as cartas á la
v illa y G obernador de C astellón de la P la n a , a l Conde de Oo-
c e n ta y n a y a l D u q u e de Segorbe, m anifestando su g ra titu d por
n o haberse querido u n ir á los revoltosos de V a le nc ia . F alencia,
in stigada p or Toledo y T oro, buscó el cousejo de D . D iego de
C a stilla (2). A y o del P rín c ip e D . J u a n y persona de auto rid a d ;
psro el 5 de J u lio n o veia necesidad d e en v ia r Procuradores. £ l

(4) Beal Academia de la Historia, Coiecc. S(üa%ar, fo-


lius i 77 y 78.
($] Archive muDicipal de Paleacia, C arla de Simón y Nieto.
p u e b lo in t d m n o el 13 en loa debate» del A y u n ta m ie n to , y ei 15
se pregonó u n a P rovisión del C ard e nal p a ra q u e ee gnarciase la
p a z y soeiego de la cindad. E l 18. la a ctitud de las pa rro qu ia s
era a lta n e ra y ee lae autorizó p ara en v ia r com ieionados a l Car*
d e n al, eieinpre qu e lo hicieeeu sin repique de c a m p a n a s n i a lb o ­
rotos. E l 22 eligieron ¿ D . Diego de C a stilla , u n L e tra d o y tres
d e l pueblo; pero qu e n o fuesen loe R egidores, p orq u e eet«vbau
no m b ra d o s por el O bispo . E l 28 se leyó en C a b ild o u u a carta dei
C ardennl Gobernador» prom etiendo atender los deseos de la
d u d a d p ara q u e el O bispo n o interviniese en (a n o m in a c ió n del
a y u n ta m ie n to . L a c in d a d de C órd o b a , a u n q n e v ió desateudi-
d a s todas ias peticiones de sus P nicuradores y o p in a b a qu e el
servicio votado n o de b ía pagarse, llegó h a s ta negarse á contes­
t a r á las invitaciones de Toledo (1). L a le altad de S a n to D o m in ­
go de la C a lzad a fné p ro c la m a d a desde Ipres el 20 de J u li o (2).
A l Corregidor deT tdedo, D . A n to n io de C órd ova, qu e ib a errau-
te, eo le [»revino por el C ard enal G o bern ad o r (8) q u e sei'euniese
con D . Francii^co de M endoza, G o bern ad o r del A rzob isp ado, y
ayudase eu lo de la pacifícacióu y buena a d m iu istra c ió a de la
Ju s ü c ia .

S< ro^QS(6si6 U autoridad del Santo Oñcio.

y c u a n d o te rm in a b a y a el mes de J u lio , D . Carlos, R ey de


E spañH , escri))fa u n a carta al P a p a León X (4), m a nifestándo ­
le su 8grad*'cimiento p or la resoluvión de los negocios de la
In q u is ic ió n y revocación de la B u la en disfavor y derogación
de dic h o S a n to Oficio.

(1) DocumenLo!» méclites para !a Historia de España, tomo GXII,


pág. i 3.
(3¡ Archivo municipal de Siinio Domingo de la Calzada. >
(3) Aich.izen. t\t‘ Sim ., Librot generales d$ ia Cámara, siios 1518
á 45S0, f<»l. 958 vuelto.
(4) ili'al Academia de la Historio, Colecc. Solazar, X*18, tol. 193
vuelto.
V *"l' ih \'.: 9 W U«*iÜTT4hríy&ÍVlv^
T. ‘ " i'l in i- ^ 'V * ^‘s; .•\Sw'.v*'*í
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A ir w > j . 'j». y:> .•^.*’,_^,,^-


Iría
Agosto de 1520.

SUMARIO

Situaciór) y Kuoha nntre aiitbos eji^rcilos.— Primera enlrovista üe


Judn He Padilla con la üeíDa DüQa Ju an a.— Gorrespoudenciii di-
plomáticd eriire di Cardenal Gobernador y el Iley de ICsp.iík».—
La Junta de A vila.— De^arroilo de lo.s sucesos en Valla^loiiJ, re­
sidencia del Cardenal y dei Consejo lieal.— Acias de la Com uni­
dad en diolla v illa .^ A c titu d de Burgos.— Popularidad de P«<dilla
en ToleJu.— Temores en Segovia.— Medina del Campo__ Su in-
cenJio.— Proceso inédito.— Situación de Zamora.— Toro.— Sala­
manca.— León. — Paleada.— Plasencia. — Ciudad-Rodrigo.— So*
ria.—'Kstado de An ialucía.— Rebc»Mia de Ja é n .— Madrid y saqueo
de Torrejdo de Veiasco.— A vila.— Mur»iia.— Animos! lad entre el
Alcaide Leguizamo y el Marqués de los Vélez.— Valladolid secun«
dó el movim iento.— Se resolvió el cerco de Aiaejos, que era de
Fonseca.— El ejército de las Comunidades socorrió á Medina del
Campo,— Asesinato del Rt^gllor G il N íeto.^N uevos datos acerca
de la Germania de Valencia.

Situ&oióiL dd los ejércitos.

L a s reiteradas excitaciones de la c iu d a d de Segovia, y espe^


c ia lm e u t« su carta de 29 de Jv ilio de 1520, n o sólo auinaó á las
ciudades y villas con d ic h a c iu d a d confederadas, siu o q u e las
d e term inó á organizar aus fuerzas p a ra la lu ch a, y á ofrecer á
los segoviauos el socorro q ne con ta n ta necesidad re claiu aban.
£ l A lcalde R o u q u illo n o encontró en la tierra de Segovia to d a
la buena acogida qu e m erecía el ejército del R ey de E s p a ñ a , y
yaciiaute y h asta temeroso, se situó en S a n ta M a ría de Nieva«
eutreieniéudose eu hacer pregoues, forn^ar proceaoa, prendieu*
m
do i loa qu e ib a n 6 v o lvían d e Segovia. y esperando loa refuer­
zos q u e h a b ía reclam ado a l C ardenal G o bernad or, m ientras lo»
m oradores de S egovia levan la b a u u n a h o rc a en ia p la z a públi-
ca, y todos los días la barrían y regaban, dícieodo que era para
ahorcar á R o n q u llto .
T e n ía ^9te, í«egún S a u d o v a l, 350 lanzas y pocos peonee. y de
V a lla d o lid ae le reunieron b u e n a parte de escopeteros, lanzas y
hom bres de arm as. C on 50 0 lanzas, de ellas 300 gruesas y 200
ginetas, com enzó á correr la tierra, llegando hnata Zam arraina-
la y volvie ndo 6 S a n ta M a ría de N ieva, donde, p or n o ser m e­
nos q u e ]os segovianoa, h izo levantar en la p laza p ú b lic a u n ca>
dalso, desde don de h a c ía aus pregones y aulos, prohibiendo el
abastecim iento de la ciudad.
TJn d ía , q u e n o se determ ina, salieron de Segovia 3 500
hom bres bieu a rm ado s de coseletes y lanzas, alabardas y espa*
das, m a nd a d o s p or u u R«^gidor 11untado Peralta, qu ien los di^
rigió derechos á S a n ia M oría de N ie va , encontrando é dos le­
gu as de S egovia las fuerzas del A lcalde K cm q uülo . A llí sona­
ro n u n o s tiros, y com o laa fuerzaa Renles ^e retiraran h a cia el
lu g ar, creyeron los de Segovia q ne h u ía n : arremetieron contra
ellos, y a lg un o s salieron heridoa de u n a y otra parte. L a s fuer­
zas de R o n q u illo prendieron al C a p itán R e g id o t D iego de P e ­
ralta, y la gente de é^te pren dió á au vez á u u A lg u a c il lla m a ­
d o J u a u G ü d ie l y á otros. Desconfiando B a n q u illo de sua fuer­
zas. a b a n d o n ó S a n ta M aría de N ie va , q u e o cu p ó la gente de
Segovia, q u e m a n d o el cadalso y los edivtoa eu él fijados; y co-
m o v inieran d e Segovia 3.000 hom bres m á s , siguieron todos en
perf^ecución del A lcalde, disparán dole dos tiros gruesos, qu e le
m a ta ro n dos de á caballo, y aprehendiendo á u n p agador q u e
lle vaba sobre dos cuentos en dinero, qu e con otros presoR en­
viaron á la c iu d a d . R o n q u illo a ú n p u d o sorprender u n a p a rti­
d a de cuarenta, hombrea» de los q u e pren dió algunos, ahorcó
dos y los dem ás loe llevó á O ooa, d on de se m etió; y los de Se­
g o v ia , rescatado eí C& piiáu Peralta, tornaron m u y contentos á
)a ciudad .
T oledo y S a la m a n c a , atendiendo á los ruegoa de Segovia,
com enzaron por n o m b ra r Capitanea de guerra, y designaron
p or la prim era d e d ic h H S ciudades á J (m n de P a d illa ; S a la m a n ­
ca á D . Pedro M a ld o u ad o , y Segovia á J u a u B ra v o . Toledo
levautó 1.000 hom bres y 100 jinetes, con a lg u n a s piezas de
artillería, m a n d a d o s p or el C a p itá n H e rn a n d o de A y a la . M a ­
d rid levantó 400 hom bres y 50 jioetes, y a m b a s fuerzas se reu*
iiieron eu el Espinar^ d o u d e salió á recibirlos J u a n B ravo con
lu gente de Segovia, re unieud o coa todos 2 .0 0 0 infantes y 150
caballos. C ou esta fuerza acó m etieron á R o n q u illo y le h ic ie '
ro n a b a n d o n a r S a n ta M a rja de N ieva; y conocido el hecbo por
el C a rd e n a l G o b e rn ad o r, según consignó M ex ía y reprodujo
S a n d o v a l, acordó acrecentar las fuerzas de su geute y hacer
form a de c am p o para re p rim ir con él la fu ria de los pueblos; y
p a ra esto m a n d ó á A n to n io de Fonseca, señor de las v illas de
C oca y A laejod, C a p itá n G eneral del R e in o , q u e oon la gente
d e la Corte y continos de la casa del R ey y con los dem ás q u e
pudiese haber de á pie y de á c ab allo , se fuese á j u u t a r con Rou-
q u iilo , y de la a rtille ría del R ey q u e eetaba eu M e d in a del C a m ­
p o , tom ase la q u e le pareciese, y á R o n q u illo le m a n d ó , que de
n in g u iia m a n e ra v in ia s e á las m ano s cou los dichos C apitanee,
»ino q u e buenam ente se ju n ta s e con A u to u io d e F o n seca p a ra
dic h o efecto. A l propio tiem po el C a rd e u a l G o bern ad o r envió á
m a n d a r y requerir á los q u e se h a b ía n re unid o en A v ila q u e
n o hiciesen J u n t a , pues estaba vedado por ley y derecho, sin
licencia de sus Principes, y si algo quisiesen p edir v inie ra n á
V a lla d o lid , qu e el Consejo y é l lo sup licarían á S . M ., j u n t a ­
m ente cou ellos. E l secreto de la p a rtid a de A n to u io de Fonseca,
d e V a lla d o lid , n o pasó desapercibido p a ra sus m oradores, y a l
saber q u e re unía gentes, se alborotaron en tales térm ino s, que,
reunidos en el A y u n ta m ie n to , enviaron á su p lica r a l C ard enal
G o bern ad o r q n e n o consintiese q ne en aq uella v illa se sacase
gente n i a rm as contra Segovia; antes enviase á m a n d a r á R o n ­
q u illo q u e se retirara cou la q u e en su com arca te nía. M ientras
el C a rd e n a l entretenía la gente d e V a lla d o lid , F o n seca salió de
la v illa d isim u la d a m e n te y fué á la de A révalo (1) con la geute
q u e h a b ía p o dido re uu ir, ju n tá n d o s e cou R o n q u illo y con los

[ I) Arnao de Veiasco escribió al Arsobispo de Granaba en 23 de


Agc»sto, intlicando las precauciones que convenía adoptar si U Rui-
nH ae trasladaba á aquella villa, y al propio tiempo faoililó noticias
de las gentes que reclut^han el Sr. de NjVHrrés y el Uuijue de Al­
ba. A rch. geo. de Sim ., fístadot CaitUlaf leg. 8.*
ToHo XXIV 3u
Capitanea q a e con él eatabau, y acordando ir ¿ M e d in a del
C a m p o á to m a r p or fuerza la artillería del R e y , si de grado u o la
q u e ría n d a r. com o y a la h a b ían negado después q u e se m a n d ó
q n e la diesen a l Alcalde.
L a c iu d a d de S egovia tu v o ta m b ié n couocim íento de la co-
m is ió u d a d a á A u to u io de Fonseca, qu e a trib u y ó á geationeede
su h e rm an o el O b is p o de B urgos, q a e eetaba en M ed ina, y en
17 de Agosto escribió u n a carta á M e d iu a (1). di ciándola qu e
R o n q u illo estaba en S a n ta M a r ía de N ie va haciendo m o rtal
guerra á aq uella a n t l ^ ia c iu da d; q u e el O bispo estaba en M e ­
d in a p idieud o con m u c h a Jusisteucia la artillería p a ra q u e su
h e rm an o fuese con ella á S egovia. y com o los mercaderes d u ­
d a b a n si M e d in a d a ría a l O b is p o la a rtillería, escribían qxietal
pensam iento era tentación del dem onio , porque sería iitjusto
q u e S egovia enviase sus p a ñ o s p a ra enriquecer las ferias de
M ed ina, y M e d in a enviase su m u n ic ió n y artillería p a ra des­
tru ir los m uro s de S egovia. Toledo e u v iaría en breve poderoso
socorro, y M e d in a debía tener en m á s la a m istad de T oledo y
ei servicio de Segovia, q u e n o el ruego del O bispo D . A lonso
de Fonseca. C on esta c arta se resolvieron los de M e d in a del
C a m p o á u o entregar la artillería del R ey qu e b a h ía eu d ic h a
v illa .

Pñm6r& 6atT6viat8i de Jnan d« coa U K m t DoñA Jd&d&.

M esía, M a ld o n a d o , S a n d o v a l. y ú ltim a m e n te Ferrer del R io ,


h a u dic h o qu e el C ard enal G o bernador de K spafiñ, y los del
Conf^ejo, resolvieron en v ia r provisiones á las principales oiud a ­
des y villas del R e in o , condenando el m o vim iento de las Com u*
nidades. £1 C ard enal y el Consejo se trasladaron á Tordesillas
á procurar q u e l a R e in a D o ñ a J u a n a auscribiese las Provisio-
nes redactadas» p orq u e conocían la a u to rid a d q u e el pueblo
preslaba á los m a n d a to s de su R e in a y S e ñ o ra , recluida en su
P alacio de Tordesillas p or los sentim ientos de su grau corazón
de esposa. £1 cronista S a n d o v a l relató, y este relato lo reprodu-
jo literalm ente Ferrer del R ío , los discretos térm inos de ta u im -
d«dilias a x x iij—de agosto de | © d t i . años, el lesiímoaio se tomo
a n ie el escri v^ino de yuso escrí ptc» y sote ochoe de oíd nda I por man*
dado y acuerdo de los Señores coucejo justicia e Regidores de la villa
d e TordesilUs I Alonsci m artia de balboa.

para el Cardeoal.
m uy ylle. y Hevmo. Se5or:
lo que oy a p a s a d o aqui y a sucedydo por donde d o ha podido s e f
m e n o s de lo que s e ha fhoel tesorero Ochoa d e O l a D d a lo d i r á , yo se
bien queste no es Becne^liosyno [>ara apaciguar el pueblo. Suplico a
Vra Setioria mande venir a l Obispo de Cueaca y al Uuenciado ^apata
y al l i c e n c i a d o polanco y al l i c e n c i a d o a g u i r r e y los mande avisar de-
mas del respeto que ellos tyenen a l servicio d e la Rey na y Rey núes-
iros SeQores e a\bien d e s u s Reynos de lo que han de hazer Nuestro
Seftor guarde y prospere vra muy ylluslre y R.®» persona y estado
de tordesillas a xxiij— de Agosto.
Servidor de vra deñori» que sus manos b e s a ^ e l marques,
yo hernando de VillafraDCa escrivano de sus majestades digo que
yo vy esl«is tres cartas e testimonio origiD alm eate de los subredi^
chos que quedan en mi poder<-*hernaudo de V iilafraQ ca^Rubrioa«

D e o tro testituouio lib ra d o p o r loa N otarios A lo n so R o d rig u e s


d e P a lm a y B a c h ille r C ristóbal de C a m a fia , resalta c o m p ro b a ­
d a la coofereucia q u e ios C apitanea del ejército d e las O o m u n i*
dades tuviero u cou la R e iu a D o ñ a J u a n a el 29 d e A goeto
d e 1520.

T estiaonio de la plática que Ju a n de P adilla, J d i d Bravo y Ja a a


de Zapata tuvieron con la Heina Dofia Ju a n a en Tordesillas el
de Agosto de 1520 (1).

Este es treslado bien e ñel mente sacado de una escritura de cier»


ta platica que pascaron los capitanes del hexercitoe gente de lascib*
dades de toledo e Segovia e villa de Madrid con la Keyna do&a juana
nuestra Señora e Su altesa oon ellos en la villa de tordesyllas escri­
to en papel e signado de dos notarios públicos seguod por ella pa­
reada su thenor de la q ual es esta que se sygue.
Notorio e maniñesto sea a todoe los que la presente vieren como
en ia villa ôe (ordesyllas miercoles veynte e naeve di»s dei mes de
dgosto año dei nascimienio de nueâlro Salvador jesuchristo de m ill
t quinientos e veynio «Piosen presencia de nos Alonso ñud rign ei de
palm » escrivano de sus ma^eblades en la su corle y en iodus los sus
rcynos e señoríos y escrivano publico de los del numero de la dicba
villa de tordes! 11»$ por el inonealerio de Santa CUrn In Real do
dicba viSI» e el hachiller X pal deCatnanas p rotonaario a|>osU>lico e
noiario aposioücoe ynperial e de los testigos de yuso escritos estan­
do )a muy alta e muy poderosa Reyna doí^a juana n u e s ln Sefkora
en las casas de sus palacios de la dicha villa a unos corredores de
ios dichos palacios que salan si>bre Ih plaça questa ante Us puertas
delloa mirando de los dichos corre<]ores los exercitos de ias gente»
de pie y de cavallo que venían de ju/m de padilla capiian general
del excrcilo de la m uy noble muy leal cibdad de toledo e del exer*
cito de juan bravo capitan general de la m uy noble e muy leal oib*
dad de Segovia e del exercito de ju a n de Ça pala oapitan general de
la noble villa de Madrid Ins quales dichos exercitos pasavan por i»
dicha plaça delante los corredores del dicho palacio y su magestad
los miraba dellos e llegando los dichos capitanes lodos e cada uno
dellos hisieron la reverencia e acatamiento devído a su alteza e si>
magd. en personas les hiiu aeñascon la mano por la qual maniñes*
lamente páreselo oiandaHes subir adunde su alteza eslava e luego*
los dichos capitanes generales ouedeciendo el dicho m andam iento
de su juntam ente con hernhndo de ayala e antonio telles de
guzroan e p.* Lopeide ayala e diego Serrano e pedro de aguirre e
alonso quiles e luys Çapata e Cisneros todos capitanes de la gente
de los dichos exercitos entraron en el dicbo palacio y se apearon y
subieron a donde su magestad estava e las rodillas en el suelo se
presentaron ante su alteza e le pidieron la manu e su alteza los ftes-
clbio benina e alegremente e luego el dicbo ju a n de padilla las Ao-
d ilU s en el suelo por si y en nonbre de los dichos exercitos y capi>
(«Des dellos bizo relación de 1m oabs» de su venida largamente y
entre muchas palabras y Hasones que hablo a su altezii dixo c<»ino
ellos venian a besar las manos a su roagestad e a visitarla como a
su Reyna y SeAora natural j hazerle saber los grandes males y es>»
eandalos y dahos que estos sus reynos avisa Kescebido e Rescebian
a cabsa de la mala governacion que en ellos avia ávido e asyinisnio
para proyvir y escusar que su magestad no fuese ynpedida por al­
gunos tiranos que avian procurado de la ynpedir y de tomar a la
jlu strisim a señora ynfanta d o i^ Catalina que tanto hera descanso y
eonsaelo de su magestad | a las cuales razones su magestud le Kes-
pondio ditiendo por cierto yo os soy en mucho cargo y en verdad os
(pngo oblig.* de tan buen «leseo como«vey$ (anido y teiiey$ a mi
servicio y al lienpo quel dicho Juan de padilla dixo (]ue tiranos
flviuD querido llevar la señora ynfiinte su magesUd se áspero y Re­
sabio dello mostrando grao sentimiento | y el dicho ju a n de padilla
le dixo Señora raanda vra alteza que pues algunas cibdades desios
vuestros Reynos y ccuiunidades dallas nos hemos juntado para el
servicio de vra altera y para estar en su defan&n que sera bien de-
clariimos su voluntad y lo que mas sea su sprvicioque se h^ga e sy
iikinda vrn a), que estemos uqui en su sei vicio a lo qual su
Hesjx»ndio sy sy estad aqui en mi servicio y avísame de iodo e cas-
ligar los malos que en verdad yo os tengo mucha obligación y que
le pliizia de las personas que con tal deseo y voluntad se avian asi
movido y el dicho juan de padilla Respomüo ansi se hHtd como vra
lo manda y be^o )as manos de vra a lo qual todo que dicho
es los dichos escrivnnos fuymos presentes y io vimos pasar y desir
segund e como diobo es y fueron dello testigos el licaneiado bernal*
diño de Castro justicia en la dicha villa de tordesyllas e Reman de
vega y femando de vega Regidores de la dicha villa e diego de Ri*
(>era Camarero de Su alteza y el comendador luys de quíntanilla ve­
cino de mediua del campo e otras personas ansí de los dichos exer*
citos como criados de su magesiad e vecinos de la dicha villa que se
hallaron presentes dellos a todo lo qua dicho es y dellos a partea
dello y el dicho ju u n de padilla y los otros capitanes lo pidieron por
testimonio va escripto entre rrengiones o diz e notario apostolico
vala e no le c^npesca. | e nos los dichos alonso rodrigues do palma y
ei bachiller X pual de Cainaña escrivanos e notarios públicos suso*
dichos presentes fuymos a todo lo que dicho es en uno con los d i­
chos testigos e lo vimos e oymos pasar asy como de suso se contiene
e por ende feiimos aqui nuestros sygnos a tales ea testimonio de
vurdad prolonotario Ca mañas—el bachiller ca mañas protonourio |
alonso Rodríguez de palma.
fecho e sacado fue este treslado de la dicha escritura oreginal en
la noble villa de valld* a Ireynta e u n dias del mes de agosto a£ko
del nascimiento de nuestro Salvador jesuchristo do m ili e quínien-
ioA e veynte uños testigos qne fueron presentes a ver leer e concer­
tar este d icho treslado con la dicha escritura oreginal donde fue sa^
cado ju a n de turega no e gregorio Romano esc rí va no de sus mages-N
lid e s e X p u al de ^am ora portero del Regimiento desta villa e veci­
no della I e yo ju a n de prado escrivano de aus cosareas católicas
en la au corte e en todos los sus reinos e señoríos e escrivano
publico del numero de la dicba villa de vallad, presente fuy a loque
dicho es en uno con loa dichos testigos a leur e concertar este dicho
ireslaHo con l& díba escriptura oreginal e va cierto e concertado é
por ende fue aquí es(e mío signo que es a tal— en teslimonio de
v enU d—ju a n de prado.

P a d ilU , B rav o y Q a p a ta estaban el siguiecte d ía SO eu V e *


lilla , y desdd a llí eBCribieroo la siguiente carta a l Tufante D o n
J u a n de G r a n a d a y á la C o m u n id a d de V a lla d o lid :

Carla de Padilla, Bravo y Zapata al Infante D. Juan de Granada


y á los Diputado«de ValladoUili desde Velilla á 30 de Agosto de
1520(0-

muy magniHcos Señores:


desde medina del Canpn escrivirnos a v. m . baxiendoles saberco-
mo tbenia mos acordado de llegarnos a tordeíiillas a besar las manos a
su A l. e a vesilarla en nonbre de las comunidades e lesauplícavamos
nos eserívie<^en su parecer cerca deslo y esperamos la respuesta dos
o tres dias y porque nos parescío que se detenía tornamos a escri-
v ir io mismo y en respuesta desta segunda caria Vs. ma. nos escri>
vieron ayer no baziendo mención alj^una deslo de que principal­
mente esperavamos ser guiados por el mandamiento e acuerdo de
Vs. ms. e páreselendonos que callando cerca deste artyculo aprova-
van vs. ms. nuestra yntencion la posymos por obra e llegamos a
lordesyllas e sa al. nos recibió con mucha alegría e se estendio mas
con nosotros de lo que de syete ahos a esta parte jamas nadie la
vido segund nos dixeron to<los los criados e Us dueñas que Hesyden
en servicio de su A. e pasamos mucbas cosas con su magi« e nos
respondio m u y agradablemente a todas de las quales enblainos aqui
a vs. ms. las mas sustanciales por un testimonio que alli se tomo y
iuego ecbo esto nos pasamos con nuestros exercitos aposentar en
algunos lugares de aSReiledor de aquella villa por oo dar molestia
A personas que tanto nos avian deseado y con (anta ynstancia nos
avian ynportunado que llegásemos a vesitar a su A. que en la ver^
dad despuos que llegamos a medina nunca nos follaron Rogadores
delios a este fin tanto que ya ibenian por sospechosa nuestra tar­
danza e porque creemos aver echo muy buena jornada e muy con­
venible al servicio de vs. ins. e de su m uy noble villa e al bien e
pro de todas las comaoidades y echado buen fundamento para la
paz e sosiego e buena governacion destos Reynos suplicamos a
VS. ms. lo Uesoibftn ansy y en lo porvenir les plega imincÍArnn$
sy^mpre qud sy (obieren por bien tomar la m ano en guiar nues­
tros echos y escrevirnos su parecer en to'lo procuraremos de con
formarnos con «quel prospere nuestro $e?kor ei m uy magníñco es*
tarto de Vs. ms. de Velilla a xxx do agosto, besamos las manos de
Vs. ms. juHH de padiüa. brabo. juan Qapata.

£1 lu ía n te D . J a a n de G r & u a d a y loe D ip u ta d o s de U C o ­
m u n id a d de V a lla d o lid couteetarou á loa C apitanes d e la J u n ­
ta , al 3 L de A gosto, lo siguleuta:

Carla original de la Comunidad de Valladolid á l»s CapUaoes


do la Ju n la en 31 de Agosto de 152(> (I).

m uy magníficos Seí^ores:
Rescebirnos la carta de Vs. ms. y vimos el testimonio de lo que
con la Reyna nuestra Soi\ora pasaron y de todo eilo hemoa avído y
tiavemos mucha alegría ya VS. ms leñemos en m rd. la cuenta que
deslos les ha placido darnos, y sy alguna negligencia obo en d o
responder tan syna a la caria que vs. m s. nos enbiaron quando
partyan de la villa de medina no pensamos que fue lanía n i de
U ntos días como Vs. m s, por su caria dizen. porque nosotros Res­
pondimos a la cart.i primera que vs. ni», nosenbittron y a la carta
segunda y en la primera Respon iímos al pro^iosilode lo que vs. ms.
por ella nos escrivieron cerca de la yd^ a tordesyllas y somos mara-
vdlados n o a v p ry d o á mano de Vs. ms. nuestra cart» y conforme a
lo que en ella escrivimos a Vs. m& los Uespondimos y escrevímoa.
A los m uy magniñeos Señores procuradores de laju n U i uen eral de
la cibdad de Avila que lo mismo nos escri vieron que vs. mds. y fue
en efeclo nuestra Hespuesta a la una parte y a ia olra que hera muy
buen consejo y bien acordado yr á U villa de tordesyllas adonde
por el com^ejo e llegidores e comunidad de la dicha villa vs. ms.
heran llamados e que no se hyziendo muda 09a de la Reyna nuestra
S.* syn su voluntad e mandado de aquella viJla adonde esla que se
proveyese eu tal mana en la guarda e liverlad de Su alteza que
no se po'líesen tyranos algunos apoderar de su casa e persona Real
e que pudiesen hazerestorvo o ynpedimlento alguno a nueslro buen
proposito y de v. ms. y bien universal del Reyno y esla fue e es
nuestra voluntad que se haga e asy pedimos por m rd. a vs. ms. que
86 haga e film pi» y de aver yntervenido en estola voluntad y man*
dado <]UGbU ü lliz a como por el testimonio que V.S. ms. nos enbia«
ron pdre&ce y de aver mas clarsmenle hablado y respondido con
t«Dto saber y prudencia que lo ha echo despues que alli esta, da*
cnos muchas gracias a nuestro Señor que bien parece ser eslo obra
de sus manos. | plega a nuestro Señor de nos enoanimar a todos
como biignnios lo que fuere su servicio y bien universal destos
Reynos e que aquello quiera e permita que se lleve adelante pues
quela ynlencion de tcxios los que en esto entendemos es tan jus­
ta purescenos asim ism o que la forma e horden que se deve «sy-
ntismo comunicar con los Señores procuradores de )a Junia gene­
ral e q iie a voluntad e consentimiento del Concejo justicia e Ele-
^güiliento e comunidad desa villa se hagü e ponga, y pues ya que a
Nro. Se^or ba placido que contra el exercito de vs. ms. no aya
lança enhiesta ni cosa que resistirles pueda ni h la jun ta de Jas
cibdades desios Reynos que no se devia ni deve entender eu cosa
de hecho h«sia que por la dicha juu ta general sea determinado
adonde nuestros procuradores y los de las otras cibdades que basta
aquí no los avian enbiado se hallaran no dexando de faborecer e
a y u d a ra la lastymada villa de Medina del canpo e n lod o lo que pe*
diere e ju slo fuere para lo qual asy mismo enblamos nuestra gente
e capitanes | nuestio Se&or acresciente la vida y estado de vs. ids.
de valladolid xxxj de Agosto de dxx.
nos juo n de prado e femando de granada escrívanos de sus alto*
z ís e del numero desta villa la íeoimos escrevir por mandado del
yllustre señor capitán general y de loe diputados de la Comunidad
della. juan de prado— femando de granada.

D espués de consignado en docum eotos cuya veracidad està


com probada, r o cabe d u d a q u o el d ia 29 de A gosto de 1520>
los ejércitos de T oledo, 8^govi& y M a d rid , al m a n d o de los C a ­
pitanes P a d illa . B rav o y Ç a p a ta, estuvieron eo la v illa deT or-
de s illa sy éstos h a b laro n cod la R e in a D ofía J u a n a ; qu e dichos
ejércitos n o tuvieron e) propósito de apoderarse de ')& persona
d e la R e in a , com o supuso M exía, pneato que a l d ía siguieuteae
re tiraiu u á V e lilla , desde d ou de dieron cuenta do c u m e n ta d a al
C a p itá n G eüeral y C o m u n id a d de V a lla d u lid , quienes ee moe-
Iraron satisfechoe y aprobaron la c o ndu cta de los Capitauee de
las C om uuidades.
ComaponddDcU dlplomitie» entn 6l O&rdtnal Gob«rD&dory el Rey de España.

F u e ro n ta n ta s y tan reiteradas las súp licas del C ard enal Go*


b e m a d o r de E sp afia p a ra q u e su R e y renunciase a l servicio con-
cedido en laa Cortes de la Corufta, y prorrog ara el encabeza­
m ie n to q u e te n ían Íes ciudades, v illa s y lugares de estos R einos
en el m ism o precio en qu e estaban antes qu e las p u ja s de las
rentas se hiciesen el a ñ o anterior en B arcelona, q u e y a el l.* d e
A gosto,desde G a n t e ,c o m im ic a b a C a r lo s Iá la ciudad deC órdo*
b a q u e de a m b a s cosas h a b ia hecho g racia á las ciudades le a ­
les; pero )a concesi^^n d eb ia estar hecha a lg un o s <Í/as antes, por*
q u e el C ardenal G o bernad or, en el m ism o d ia de Agosto^ es«
cribi6 Á los m ensajeros d e la ciudad de S a la m a n c a , q u e podían
decirla, q u e estando en la obediencia q u e d e b ía n com o buenos
y leales vasallos, sin d a r lu g a r ¿ o tr o s alborotos ni ayuntam ien-
to s de P rocuradores de pueblos ni otros desasosiegos, y consu l­
ta n d o las cosas qu e la ciudad q u e ría su p licar, se h o lg a ría de
cirios, puesto q u e la v o lu n ta d de 8 . M . era gratificar y hacer
merced á estos R e ino s; q n e n o sería pedido ei servicio q u e en las
Cortee q u e se celebraron eu la C o rnfia fué otorgado, y leseríai>
prorrogados los eocabezam ientos eu el precio y según q u e pos­
treram ente lo s te n ían , listo s ofrecim ieutos u o c a lm a ro n los
á n im o s n i en S a la m a n c a n i en B u rg o s, segdn la c arta q u e el
8 de Agosto escribió ei C ard enal G o bern ad o r a l E m p e ra d o r, y
q u e , a u n m u y m a ltra ta d a , p erm ite conocer su contenido.

Carla orlRlfisI, may m altratada, d f I Cardonal de Torlosa al Empe­


rador, techa rn Valladolid i 8 de Agoste <le 15'2U (1).

S. C « . “ C. H. Jf.«»

E l Condestable tenia speran 9a de apasiguar y sossegar los de 1»


ciud...«. dales leguridat hasta la bienaueDturnda venida de......que
eo el entretanto no se les eiecutase pena a lo ..... remission del ser­
uicio« y porrogacion | o contum ...... tanta rebuelta en aquel pue­
blo { que so ha direpentiiio de..... lu al dicho pueblo | y quisiera
hauer dexado aquella ciudal...... entremetido de su coiQuoiJat | A
cinco (leste hduiendo hablailo con..... el qual procura aqua sus nego>
dos screui al mesmo Condestable para que pudiesse pr..... al pueblo
otro remedio | y es esle | que por la honrra y seruicio de V. M.** y
seguridiid del Heyno, y oara que de cada día d o procedan | a tale$
atreuimientos y excesos se &isUgasseii cinco o seys de los c u l­
pantes y que del resto ^ hiciesse re m is ió n | o que dándoles medio
de suspensión ensemble les prometiessu en m i nombre q u e h<iuien-
do oportunidut con todas mis fuei*9as les procurjria la remissioQ su­
plicándolo yo a vr«i y elloá mereciéndolo 1 Lo que huuiese de
succehei' desto no lo se | muchos dizen y amoniestan que se deue
hazer y dar total remission a los que la piden | lo que cierlo no me
parece que conuiene a la honra de vra A l. n ía la u tilid a td e l Reyno.
temo mucho.s peligros en estos Reynosy eo el de Nauarra de la
gente darmas de la guarda, ca ayer se me hizo relación eo el conseio
que V. M.t ba consignado al Licenciado Vargas de las rentas q u e se
suelen consignfir para la guarda treynta y nueue quen tos para otras
COSAS I y que a esia causa no es pagada la gente darm asy que en
Mauarra se les deuen siete meses U l¿l duque de Naiera me scriue
que aquella gente de guarda deue mucho al pueblo por los manteoi-
miontos I y que pues no puede cobrar de la dicha gente lo quH se les
deue, que siun muy «pareiadoa para hazer algún mouimieutu | y el
mesmo inconueniente seria en este pueblo sino se pagu a la gente
darnms que por aqua reside......lo que puede | mas no se paga a
ningunos cunplidamente | quando......ya sera rauy mayor laneces*
sidad y falta de dinero y si......pu^^blo | diziendo que V. A l. consij^-
na los d in ...... quita y Ueua de las necessidades propias destos
Reynos.
Los Maestros y patrones de las naves que fueron a Àfrica c o n ti'
nuamente nos......y dan vozes en presencia del pueblo 1 y cierto do:»
ponen en confusion que n i de presto se les puede pagar algo n i con-
signárseles en la Cruzada ni en otra parte | diteci que bluen de lo
que toman a usura j y que finalmente bauian de vender Us ñaues |
o dexarlas por interesse usurario || bien seria dende ahora procurar
de la Sede apostolica la continuación de la dicha Cruzada por otros
dos o tres años | y podria seles dar alguo socorro | o refrigerio con
que alcan94sseo la paga en aquella Cruzada.
. ... se han confederado con Segouia | y embian gente | a socor­
rerla para que pue.. .. Hilo y a su gente | mucha osadía les da la
falta que uehen..... naos hazer la geate con el poder que fuesse ne­
cessario......marauilld que casi todo el pueblo los grandes y ........j iu *
p ia ijue (odo m ddue perdonar par» que las ciudades y villas......
cas, y quando se Ifs replica que no sería honesto a V. n i..... y
que desto los malfechores lomarían audacia en mouer alborotos a
toda su voluntad | responden por parte det reyno que tules consi­
deraciones y respectos se han de dexar aparte ¡ cucno ile los ínoon-
uenientes lo menos sea lo tneíor | Los mas prudr*nles disen que no
embargante la reraissíon de V. no menos hauria suficiente causa
para castigo en a las partes agrauíadas el interesse les qued» shIuo |
y que assi a requesta dellas se podrían castigar \como si lamas
V. Al. les remili(*ra ¡ El peligro es tan graue y tan universal, y I»
Sidida de lo que se trata por íuer9H darinns sta tan dudosa e incier­
ta I que me parece conuenir mas en perdonar del todo ad algunas
ciudades piira que otras se puedan castigar que no ^uurdur'el peli>
gro que se spera de lo contrario de que hagu mención con lo que
scríuo por cifra a Lope hurt»dn | sobre Ío qual desseo respuesta de
V. A l. y saher con toda presteza su parecer | y lo que fuere su real
voluntad y seruicio.
Dizen al}<uno3 que hay speran94 que si V. M.*^de consentimiento
del Gouernador de Bressa quisiere dar aucloridad y consentimiento
suyo I que de la Cruzada que papa ju lio de pía memoria concedío
se podra cobrar algún dinero sin liater injuria n i preíuyzío a nadie
de los que del mesmo Governador de Bressa compraron y pagaron
las rentas de )a Cruzada concedida por el mesmo pupa ju lio | y po*
drase hazer sin preiuysio del dicho Gouernador porque el iamas po*
dría hauer nada desto.
...... congregan ahora los procuradores de muchas ciudades en
Avila I y disese...... bar.ealla mucha»cosas y que casi preside entre
ellos I y quanto mas..... tanto mas se encienden en hazer el ayunta­
miento so ro lo rq ue a llL .... del Keyno | mayormente para la exemp*
eion y liberation......consienta y peniiítv que todos vengan aquí I a
templarles sus......por fauorecer y adherirse a su pertinacia nu ten-
ten mayores y mas graues males j y si fuesse cierto que do ten-
tassen algo de mal sino que me diessen las peticiones las quales pu*
diesse enibiar a vra Mag.^ facilmente me inclinaría a complacerles
en sus desseos | pero raas parece que quitada la gente darmas que
les da algim temor osarían confederarse y ju r a r unos a otros | e in-
duzirian » l^s otras ciudades que ahun stan en obediencia a hazer lo
m ismo I y por esto iamas les quise prometer que la armada de
V. se desfiziesse.
E s c riu e m » e l C a rd e n a l ja co b a c io q u e a h u n q u e do ha p u d id o
alcan^.ir la possession...... obispado de Gussano \no obstante que
haya procurado e impetrado de D...... breuede do preiudicar | y que
üOti esta condicíon vra.......la posseasion | Suplico b V. M.^ mande
screuir..... y procure que e) vUorey de Ñapóles le de )ue......
Entendí Jo he que Moole mayor regidor desta villa autes que
v in i......fue el primei'O que a l 90 en elie los pendones por V. M > y
que ahora...... GoruQa fue el primero regidor que dio voto en que
se hiziese y a mns desto...... seruido y $irue mucho a V. A l. y que
tiene mucha parte en este lugar | tiene un hijo que se dice pedro de
Monteinayor paral qu>il dessea mucho el abito de Santyago | todos
suplici^mos a V . A. le baga m r J del | y perdóneme V. A l. si le in-
portuno acerca dcsto | d o embargante lo que se mescreuio en lo del
Merino desta villa | que a los que bien sirva no es razón se les Degue
todo justo fduor y mrd.
(Si^ue un párrafo recomendando al Regidor Gonzalo Prnuoo, y
otro á ílamiro Nú&es d e G uzm án, quien deseaba r e D u n c i a r un re g i­
miento en A lvar Pérez de Guzután 6 M<irtm d e G uzm án, sus hijos.)
No puedo entender lo de»tos pueblos puestos en esta rebellíon eu
queslaii | a m i no ine quieren por G<»uernador por no ser yo natural
destoa Reynos según sus leyes diz que io requieren y la Hey na dotid
ysabel de gloriosa memoria lodexo ordenado en su testamento | pero
dizen que todo esto d o les m oueriaa rehusar a m í persona ^ino por­
que entienden que d o hago......sía conseio de losque ellos m uy mal
quieren | y que son por v. orden......todo y entre los otros es­
pecialmente a uorrecen al presidente y......y tam bién a l obmpo de
burgos I si los puebii^s sal Mesen......ra estos ya dichos según común-
mente habU n | apen......zes estos que si hechados estos ¡ se tomas-
sen otro para conse......lo que les maailassen | pero difícil cosa se­
ría juzgar lo que barian | ..... a V. en esta materia | proueba
V. A l. en ella lo meior le pareciere......quan peligrosa es y lo que
inporta { Guarde Ntro Señor la vida y real stado de v. m.*^ luenga­
mente y con toda prosperiJad | E n Valladolid | a viij de Agosto de
M.D.zx.—'Vre treshumble seruiteur II Gar.^ dertusenj.

£ i i otra carta de 11 de Agoato (1 ), el C a rd e n a l de Tortoaa


recom endaba a l E m p e ra d o r á J u a n Arias d e A v ila , q u ie n no
aólo u o h a b ía querido ju n ta rs e con los de Toledo, Segovia y
M a d rid bus villas y foVtalezas, el u o q u e levautó á su costa g e u ­
te de ¿ c ab allo y de á pie e u eervicio R e a l y pedia vm h á b ito de
S a n tia g o p a ra su h ijo, D . J u a u A ria s G iró u , C h a m b e lá n y Geu-
tilb o m b re del E m p erador, y q u e le perm itiese v e u ir á estos Reí-
uoe ¿ cap itaue ar la gente de su padre. E l d ía 12 escribió otra
c arta a l E m p e ra d o r eu loa siguieute^ tércnínos:

Csrta orlglndl del Cardenal de Tortusa a l E m p n a d o r, fecha eo


Valladolid á 12 de Ag;osto de L520 (1).

S . C e í.“ C, H. ;!/.«*

Muchas vezes lie scriln u V. A l. dei inconveniente que en


faltar 1<1 paj^a a la gt^nte, y porque veo el peligro a h s puertas no
puedo «scusar de replicarlo \el D jq u e de N^ierd mescriue que la
^ente deputada para la guarJa del fteynode N avarra ya come sobra
la hazienJa d e aquel pueblo porque no tienen con que p^g>ír ni
mantenerse, y segim dize deueseles ooho meses [ y que el dicho
pueblo se mueae a alborotos y que no sabe como se remedie sino
se les paga luego j fonseca dlse que se deuen seys ine^es y que otros
dos corren y que ahun no son p^g^dos y que no puede p<g^r a la
gente d<irinas siuo dos meses | Los oñciüies que han de d istribuir el
dinero fi la dicha gente a ñn n a n que no conuiene qu e se les enbie
cosa tan poca [ y que también seria causa de tum u U u y de rcbuel-
tas I heles exortado y dicbo que con interesse o a asura se busquen
dineros con que a lo meaos se les paguen q u atro meses para que
aquel UeyQO de Navarra no se perdiesse y con esto no tuuiesse este
pueblo de Castilla nueua causa de perderse | ülze fonseca que no
puede h .ilh r de quien se haya dinero con Interesse | El Duque
ahun se quexa que a ellos no se pagan sus salarios [ Suplico a
V. MM mande proueher esto con tiempo, q u e si una vez se perdies-
se el reino de Nauarra como por otr^s le he scrito pienso que lamas
se cobraría y serla dafko irreparable y gran oonfusion | piense
V. que sera en lo venidero quando vinieren los tres m il alem a-
nos I la pobre gente questa en lalger no es pagada de veynte me­
ses que se les deuen, y empieza a mutinarse | y » mas desto ahun
se deue mucho a lo sd e b ux ia | y en Alger y h u g ia no tíeuen diz de
que comer por un mes | di¿en vargas y voz ncdiano que la culpa es
de los thesoreros de la Cruzada de Cathdljíkd | yo de cada dia lo
solicito y no aprvuccha | Vea V. A l. qudn ciertas cahen y como se
cumplen las consignaciones en co&as que hay tanto pt>lígro ]j yo cier­
to querría quitarlo de mi boca para que se prouiesse en estas ae>
ce&sídacíes, y m ir« que en eslo sdtidtara a Ío que deue al seruicio
de dios y a la conserudcion He su bonrra y slado.
El Obi«pü de Osma sirve a V. fielmente en entrHener esta
villa de Vdllddolii en pHciíicaciort y obediencia y t«nihien a otros
lugares quando puede | y cierto yo no veo minguno que zele mas
y que con mas voluntad procure el seruicio de V. A i. qae el | y se­
ria bien honrrarle cun cartas sctiuiendule que siempre que quisie­
re puetid star en conseio y ensemhie con ios otros dar su voto en
iodo i a hunque creo que verna pucas vetes, a ello | ya soreui »
V. A i. que pide y suplica consentimiento suyo de poüercargar pen­
sión de mil ducadossohi'e su Obispado | la qudl creo que la quiere
para algun deudo suyo muy cercano ¡ ei se querría yr al dicho su
obispndo y hele detenido porque su estada aqui cum ple mucho pa­
ra la pacifìcHcion de la dha villa.
yo creo que se acordara V. Al. como im pedí en gran paile con
orden del Comendador lline&trosd que no fuese elegida persona al
Mastraggo de Calalraua despues de) fallecimieoto del iWy Catholico
de gloriosa memoria en preiuyzio de V. | como muchas vesos
les dixe y postreramente en burcelona | suplicando á V. A l. uo le
quitase la admÍDÍstracÍou de los ex idos de Cftracuel y el pdn y el
vino y montarazia det corral de Caracuel y diz que tomaron todo lo
que bauian rentado y mas la posesion y linalmeote V. M .^ c o n im *
poriunucion y suplicacian del Arzobispo ^arago^a defunto bizo m rd
delia a don bernando su hijo \E&te Comendador hinestrosa merece
mucho y ahora lamas cansa de seruir a V. A l. muy fielmente y en
esta suzun V. M .^ carece de seruidores prudentes y buenos purque
de presente bay pocos | bien sería y cierto cum pliría mucho que
Y . A l. con otra cosa contentase al don Hernando» y que permitiesse
y diesse a) bínestrosa la administración daquella susodicha parte [
suplico a V. A l. me mande responder a eslo muy bien | y proueher
en ello lo que se deue a l dicbo Comemlador binestrosa.
Ayer quando se platícsua en cunseío de los seruicios que el ^M>n~
de de luna haze a V. M.^ en la ciudat de ieon | los de) Conseio me
hablaron entortándomequescrlbiese a V. AL que al Conde que gas-
la mucho en la dicha ciudat le de Vra. grac ias porello con aigu*
na merced, o socorro en mas que por cartas | que con solas ellas no
podria comer n i sostenerse, y <tuda que sí con efecto de obra no se
le ayuda a el y a otros servidores para los gastos que h«izen j que
pocos haran tales seruicios | y si V. A), no conienUsse a esle con«
de, serle bia forjado relraherse, y también si no socorre a don Alon­
so lellez de los dos d i í I ducados jrse hia y perderíamos a ei y al
Marques de villena y a su parcialidat*


E i Conde Hiiliia de lisie para <iparlar la ciudntdA C^amord do c o n -
federacion con los rebelles abun gHSla mucho | y cierlocum ple que
V. A. le recunozc^i sus seruicios | que »hora tiempo es desemí)rar y
«^per^ir para que pacificadas lascosasde estos Reynos se pueda coier:
Muchos caualieros yendose de Sal¿im;)ricd acuden a alu«i para que
no purezca que fí'uorecen los desconciertos de aquella ciudat | y
para que desta lo.'iDera | o de olra conozca ella sus errores, con­
uiene que V. M .t le$ fauure*¿ca con letras graciosas, y para en lo
venidero les ofrezca mercedes.
vilU de irugillo lo ha fecho muy ñetmenie en seruicio de
V. M y ofrece gente de a píe y de cauallo en gran numero paral
castigo de las rebelliones empe 9ad»s según que lope hurtado larga­
mente lo explicara a V. AL piden Ayuda de cost'i para su corregi­
dor par<i t^ner alguna gente paral castigo de algunos maliuolos que
por ventura a im portunación de los rebelles tenias$en algo, y cierto
conuiene q u e en todo caso V. \es assista y se adherezca á sus
peticiones I todo esto AUpiioo a V. A l. mande ver y responderme a
ella particularmente ||Gu» rde Ntro. Señor la vida y real eslalo de
Vra. luengamente y cou to la prosperidat ] Kn Valladolit a
XU de Agusto de quinientos y veynte.
Hn Madrigal vaca un regimiento por muerte de uno que fue mu-
yordomo de la abadessa de Pedralb>*s hija del Rey Catbolico de glo*
riosa memoria | Suplica la »Kidesa a Vra. A l. haga mrd de aquel a
un hijo del mismo mayordomo ¡ en una de las cartas de xx del pa­
sada man ía V. que no prouea de los oHcios que vacaren en
Arévalo Madrigal y olmedo y en otra carta con que manda confir­
mar ¿ las dichas villas los pnuilegios que tienen de no poder ser
enagenado^ de la corona real, y que sean per|>ecuamenie anexos a
clhi I no se base de lo susodicha mención ninguna en que parece
que ya como de suyo ha retniti lo la prouision dellos aqua | y cierto
á todos estos Reynos es graue que por oficios de tan poca im portan­
cia se de!»a recorrerá V. M . «Estando tan lexos ¡ si Vra. Alteza fue­
re seruido mandara proueberlo de manera que se pueda conpla-
zer a 4a dicha abadessa y qui^ de los otros uñcios que vacasen en los
dichos lugares se proueha aqua como pareciere meior conuenir j y
cierto esta reseruacion a V. le trabe daño y ahun al Reyno ea
con est<is rebiielt.is meior se conoce aqua que alia lo que cumple a
su re»! seruicio De ValL«dolit ut s.”
Vre tres hum ble seruitvur II Card. dertusenj.

E l d ía 19 ( l ) , desde Bruselas, agradecía el E m p e ra d o r á Jua«»


de H ojas, M eriuo m a y o r de Burgos; L u is S arm íeuto , Pedro
B aralum a^ A lcaldes mayores; D . D iego O so rio, A n to n io de S a n ­
tander, Petiro de C artagena, A n to n ia d e Melgar^ Pedro d e Ja
Torre* Francisco S a rm iento y P .^ de T orquem ada» R e g id o r « ,
ia v o lu n ta d que tenían de servirle; en o tra (1) m a n d a b a librar
100.000 m aravedís á J u a u P érez de C artagena, A lcalde roayor
de B u rg os, y en otra (2) ordenaba á loa Contadores nom brasen
peraotia que entendiese eu el cubro del servicio de d ic lia c iu ­
d a d , porque D iego de S o ria n o p o día entender p or entonces eu
este asun to . T a m b ié n ae m a n d ó eu la m is m a fecba (3j que, no
obataute ballarae fuera de Toledo y n o usar de su ofício el C o­
rregidor D . A u to n io de C órd ova, se le pagaae an sueldo. Y en
o tra ^4} se ordenó que, atendidos los gaeto» qu e D . G a rc ía Cba*
cón h a b ía hecho y b a c ía p a ra tener la fortaleza de A v ila en la
g u arda, q u e era menester se le pagase lo debido.
D u ra n te el mes de Agoato a ú n escribió el C ard enal G obenia*
d or dos cartaa m á s a l R ey de E s p a ñ a , la u n a el 24 y la otra el
BL, q u e dicen así:

Carla orÍ^;Ínul d ri Tarden«! Adriano a l Km|»crailor, fecha en


Valladolid ¿ 24 do AK:osto d^ 1520 (5^

S . C « .- C. R. .V.-*

Con esla embio a V. Al. los Priuilegios de nrevalo madrigal y ol­


medo señalados por los del Consejo para que V. M >i'los 6rme y
mande despachar de la rnesma forma que en su real nombre se les
ofrecieron | y que luego se nos embiar | que en esto saion no sola-
raenle conviene al seruicio de V. ¡ m asatiun es muy necessnrja
la presteza del despacho dellos.
E n el ayuntamiento que de hecho se haze en Avila | hay procura­
dores de las ciudades de Toledo Segouia Salamanca y de Toro.
^am ora embio alia tam bién sus procuradores | y revocáronlos

(1 j Arch. gen. de S im ., Cédulas. Ub. X L I, fol. 150.


(¿) Idem id. id., fol. 150.
(3) Idem id. id., lih. L ili, fol. 67.
(4) Idem id . íd ., fol. 79.
(5) Idom id. id ., P. li-. Comunidades de Castilla, Estado, leg. 1.^
fol. 192.
ínsU m ioloel Conde de Alba He liste 1 f principal mente por c^usa
que U c íu iá td e Burgos les b^tuia escrito quetreuaiaria que el ayun-
tdiniento se hiiiesse eo esló villa para que eo m i presencia todo se
pudies^e meiur concertar || hauemos trcuaiado de írapedír por me>
dio de lus mcnaaíeros que Sdidmanc^ nos embio a que no enbíassen
dicho ayUQtHtikiento procurailore^ j y hi 2Ímos que \
a mayor parle
de aquell.i ciuilat se hauiri udheridü y coiiformadose con nosotros j
mas ia menor parle fue poor y üurilmente preuatio | ahua procu-
rjm o s con muchos otr^s diuersos medios ea r e Ju iír la dh^ba ciudat
•en obediencia de Vra } mas d o sabemos si por de dios
sobrello »aldrentos con la Questra.
A svtij desle Ía ciuddt de Bur^^os por medio d»l Condestable me
pidió que ase¡^urasse a lus procunidores suyos y de otras ciudades
que aqua quisíes^eo venir para suplicar a Vra lo que a su Keal
seruicio y al bien del Reyno dixen conuenir j y el parecer de todos
ha ay lo que eu ninguna manera so les deuia de negar | porque si n
duda tueran oon las otras rebelles a Auilu, y todo el reyno acudie­
ra a la inesnia c iu d 'ii | en donde se crehe proueyeran cosas pehores
d e líis qu«* íiarian si aqui viniessen.
Tanta tue la rebuelta que en el mismo dia buuo aqui en Vallado-
lit que a ti>d >$ parecia que no se les ha via de n«>g«ir cosit que pi->
diessen \y cierto están de manera que libremente en particular y
publicamente puedan dezirh» qtjequieren j y casi to.los los prcdioa*
dores | y ahun en cni presencia | usan dozir que el pueblo tiene mu**
cba rü 2un de i<lhi>roiavse visia la p »bresa del Reyno a causa del sa­
c ar del dinero j y que los oitcius y BeneHcios se han dado a estran-
gerus sin hauer proueydo dellus a los naturales destos Reynos sino
oon|>r<»m)« >los.
Con e:áta Víin las copias de unas cartas de toledo para (])amora [ y
Cambien Lope hurtado in ustnra a V. copia de las cosas que la
oiudat de Soria ha de pedir y de lu que alU se dize |] Las ciu lades
rebelU'S no ^ufren que los suyo^ sean castigaJos n i a h u n las otras
qu e se dizen ser obedientes quieren dar iu|{ar que por fuerza sean
conbtreñid<>s a penoetir esiu f Kn los u ipitulos que por parle de las
obedieiite>a y rebelles se han da platicar hay uno principal | y es
que lu Gauernucion se de a persum natural del Reyno confunne a
las leyes H le^eoen grande in mera descargarme | y pareceme que
esto nu lo deuee^cusar Vea para que no parezi^a que el pueblu
4eD;4u jasta c.tusa de se levanU r j K>han fama que con m ili e qui-
D Í e n t o s p<*bones de toledo y de M^drit y co» otra gente que hiiuran

de S^da manca Auila Segouia y de toro que aeran todos bast.i siete
m il entre de cauallo y de pie 1 que veraau a esta villa y nos haran
huyr I y que dende »qui yran a tordesillas a ver lo que Íes quiere-
m and'ir la Reyna Nuestra S / — Ahora cierto no conuiene tener guer­
ra con ellos, y aunque lo quisiessemos no [Kxiriainus por la tnlia.
que hny de dinero U VA conseio de iodos es que devemos requirir lo$>
l^rand«*» porque nos assislan contru los pueblos rebuellcs.
El Conde de Benauenie y el obispo de Osma travaian mucho en
sosUmeresta vilUi en paz y en obmliencU de Vra | mas tanto es
el calor que el pueblo menudo tiene de a l^ jr y rebellarse, que n i
escucha razón, ni se puede apemis constrefiyr h«isiendole miedo ni
oiros seniles de rigor | ICn este sábado passado me víniuron a rogar
casi mano armada que hiziessc* retirar al alcalde ronquillo c tu toda
la gente | disiendo que cumplía para la pacificación destos Reynos,
y visto es(o fue torfado proueherlo como <o pedian, y assi se retiro
el dirbu alcalde | y se vino a Arev^lo j y cierto este pueblo vino a
pedir I e instar esto con tanla furia y alboroto | que todos fueron
de parecer que si se ie$ negara que en ei mismo punto se aÍ9ara y
leuantrtra | El martes siguienl4> lue^o quo vino a su noticia que fon-
seca para poder tomar de Me<iina ia ariiUerid que allí esta, becbo
fuego en muchas partes duquella villa ¡ iitouido con gran furor fue
a las casas que f<mseca tenia en esta villa y se las quemo | y a mas
desto quemo | ahunque no del todo j la casa de Pedro dA Portillo y
casi todas las mercadurías que en ella tenia que eran diz qoe muy
ricas que ban seydo estimadas en q u iren ia mil dacaJos j y des­
pues s*iquearon y quemaron parto de la casa y hazienda de fran­
cisco la Serna regidor desta villri y procurador que fue en estas pos­
treras I orles (1) I y abun buuieran quemado la casii del Comenda*
dor Satktisteuan sí no se les empachara j a causa que dizen pertene*

(1) El Cardenal, en cArta al Kmperador de i de Septiembre^ re­


lató los daíios causados é la Serna y pidió misericordia. La
gente de Padilla le robó 1.000 cabezas de carnero.— Arch. gen. de
S im ., Estodoy CQ$liUay leg. fol. i^¿9.
Terminada la revolución, el CoinenJador Santisteban pidió mer­
cedes. > en exposición á M. relató todo cuanto le p»só la nocbe
del de Agosto para escapar del furor de las turbas. E( relato es
m uy interesante.— Arcb. gen. de Sim.^ Cásnara, líh . CXX.XV11, fo­
lio S I.
D. Pedro de Mendoza, en exposición ¿ S. .M., habló muy mal de>
Gomend<ulor Santisteban; peroeloj¿ió los servicios deau hijo D. Ju a n
de M h d«zi», que sir>ió en Valladolid en tanto extremo que los co­
muneros le tuvieron para degollar.-«•Arcb. gen. do Sim.^ Cám ara,
MffítcrialeSt leg. 457, foi. 6.
c e ja r e bdrediiarioa la ygldsia, y si pudieran tornar al á\6ho Co-
m endaJor no escapara su vida | y es publica fama que si no tuuíeran
respecto a mi persona sacaran de m i casa al presidtíate con dos del
conseio y temo que los huuieran muerto |j El Licenciado Vareas no
parece mas | El presidente tiene gran miedo hame diübo que des­
sean quemarle ia casa y que esta en gran peligro | a los xxij deste
procurándolo mucho el Conde de Benavente se han amansado y re­
mediado algo estos tumultos y alborotos j los quales pensaua todo
el m undo que en la noche siguiente bauian do ser muy mayores ex­
cesos y escóndalos || han ordenado capitan al Infante de granada ul
q u d l liayd de yr cada noche y rundar con docientos hombres esta
v illa , y si vieren alguno que de palabra o de fecho moviere algún
alboroto le castiguen | y si fuere menester le ahorquen || El GonJe
y Laminen el obispo do^ma me han prometido qae en sus casas ter­
na n gente orinada con que podran bien socorrer | si por caso el
pueblo tentasse otra ve?, de rebol uerse | y para en seruicio de Vra
M M ofrecen sus personas y casas | y ahun el adelantado de g'ilizia
]a del alm irante | mas en ninguna manera conuiene empe 9ar guerra
con sus sulxiitos l| pesame mucho de lo que se ha quemado en Me­
dina» abunque fonseca me scriue que no se hizo por orden suyo a i
que tanpoco lo pudiera prohibir | porque desto tememos machos
«neniigos, aqua passan las cosas otramente de lo que V. podria
pensar, y creo que no ubastaria hun grande exercito a refrenar ni
castigar la osadia destos rebelles | de una sola cosa me alegro que
todos generabnente am an mucho a vra al. | y dizeo que solamente
tienen fín en trabajar y remediar los agravios que por vra alteza, o
por los del su consejo se les han fecho || peJirnos a y u ia y socorro a
los grandes para que por via de negociatioQ assistan para la paciñ-
cacíon { y a todos casi parece que en tanta necesidat no deuo espe­
rar mandamiento de Vra por el peligro que hay en la tardanza
sino rogar a todas las ciudados y uniaersidades que luego conuen-
gan aqui para celebrar cortes prometiéndoles que para con vra al.
les avadare [ y que lo que pidieran siendo justo y razonable no se
les negara.
Don ju a n de padilla con su exercito se dize qae ahora es en .Me«
<lina y quo oy o maíkana yra a tordesyllas para tomar la Reyna
nuestra S.* | tordesyllas no ba querido receÚr a fonseca ni a su
gente ¡ procuramos por medio | e intercesslon desta villa que el di­
cho don ju a n no tente cosa tan odiosa y tan mala ||no puedo escre­
vir particularmente todo lo que passa, que casi no me abasta ni a l­
canzo tiempo para comer j y ahunque las ciudades rebelles me re­
cusan por Goueroador cono a strangero { quanto a lo de m í perso­
na '1 lo que puf^do comprr^nHer me tienen buenu voluntad, y nanea
tt'nii ni temo peli^tra ninguno por eslo | mas despláceme que de
ca<la àif» se ofrecen mil necesAÍd.ides y que saa menester regirse
otr^menK» de lo que conuiene | a razón | »hora parece ctáramente^
quan jusUi causa tenia yo en quexarmo de la mala prouision de)
Reyno jj l.os moros discorren cada dia todo el Reyno y costa <le gra-
nudfi II l<is gHleniK no pueden naueg<ir porque h^y necesidad de otro
remeiiio ¡ y no podemos proueher de gente parn la defenS'i daque-
llospttbres pueblos por falta deUtoero | a m i parecer tanta es la ne-
cesidat que no solamente se ha de m irar en la honrra y seruicio de
V . Al I mo& ahun en procurar que d o sa sigan pehores males [ y
as^i conviene mucho qu» vra alteza me de facultad para perdonar
del todo I a algunas ciudades que no han mucho delinquido | y qui*
ça sera menester reniitir y perdonur a todas | si no quisiésem os
«sperar cosas pehoi'es | y p>irece ya que to>fos son desta opinion )
porque otrKmente no vehen remedio | y la parte de los rebelles con­
tinuam ente crece y U nuestra disminuye.
A XXMI del mesmo hauemos entendido por cartas de los de Me­
dina que casi toda aquella villa sta quemada, y eu tanta manera
stan mouidos e indignacios contra fonseca que si le pudiessen hauer
antes se arroiHrian coutra el a bocados que le dexassen una hora »
vida. I villa me vino requiriendome que le i'euocasse de la ca>
pitdnid general y que deshiziesse toda aquellagente que tiene ¡ y que
les diesse licencia para poner sisas para que con ellas puei)an p a ^ r
y sostenerla gente que embiarnn a socorrer a Medina | y ahunque
temo que no sea tam bién para matar al dicho fonseca y a los suyos |
y allende desto pidieron licencia de embiar procuradores h1 ayunta-
miento de Avila | a todos los que aqui stamos parece que v »J.deue
reuocar al fonseca de la Capitanía general o que de facultad aqua
para ello y de hazer otro C»pit;m general j si ya (lo nos determinas*
senios en tener t ^ o el Reyno por enemigo. \y perm itir que aquella
gente fuesse echada | tanto stan io«lignadus contra fonseca que si aU
guno habla una sola palabra en fauor suyo | .rhunque no digan sino
que es buen cauallero luogo dan sobvel y se esfuerçan en matarle |
hase concertado que en manera ninguna deuemos resistir a las pe­
ticiones dosta villa | si acordamos de saluarnos lus vidas | vea
Vra si hay otro conseio que sobresto y en lo demas deuamos-
tom ar | y tornando a lo de fonseca | los que le hun seruido con har>
to Iraoaio pueden guardar sus personas» que parte dellos han huydo>
y los otros están escondidos por monasterios.
Yo se que el Rey de Portugal ha sydo requerido que fauoreciesse
a los rebelles y les ayudasse, y el cierto ie les héi negado y manifíes*
UKorntd les lia dicho $u mtincion y volunlad ser en fjuor de v. al. y
corno ie desplazian mucho esias rebueltas | dessea muclio a y ud ara
V . , i \ . como a hermano verdadero ¡ y por \ i } f i suyos que aqui residen

me ha ofrecido todo socorro assi « n dinero como en gente | mas veo


«juesM doieoci^i no se podria bien s<mar a fuei>;» dbrmas | sino con
otra melesina mas suaue | y a todos los mas prudentes del Keyno
f>areüe que el mas conveniente romedio pan» esta cura seriu | si
Vm M.^^quan presto ser pudiesse secasasse con la Señora Infanta
de Portugal | que luego con el ayuda de diu» lernin V. M.»* Iierede-
ro para contentamiento dei Reyno | y mucho dinero que le daria el
ii<^y de Portugal para ayudar¿ie con el en esta tempesta y necesi*
(lai |[ esto ya se bien que se ba de tratar cun mucha cordura para
qne primerasnente se desbaga el articulo questa concertado tocan*
(lo al crisamiento con la hija del Hey de fi aneia | mas ci*eo que taciU
mente se huria st el Uey de Inglaterra pusiesse en ello su medio e
intercession.
Acuerdese V. A l. que en Nauarra se deuen d aquella gente como
por otras le he escrito ocho meses j| fgnseca sta casi desterrado de
todo el Keyno || Vargas ha huydo y tam bién Vozmediano ¡ pliacies-
se a dios que V. M>^ con tiempo oportuno y cod vigilancia proue-
yera enescusar esto como muchas vezes le persuadí sobrello \mas
para lo pasado nu hay conseio | quanto a lo venidero mande V. A.
proueher luego toilo lo que ser pudiere j porque estas cosas no
fran ninguna dilación | tampoco se prouehe de dinero para la guur
da que nqul reside | ni el thesorero daragon lo ha proueydo como
V. Al. me lo ha mandado screuir [ y es lastima verles tan necessí-
tiidos I y quando el pueblo vehe la miseria destos 1 tíenelcs en poco
y toma mas anim o para qualquier escandalo.
Al Conde de benauente \al Obispo de Oáina ¡ y a otros de seme-
iante qualidat que »iruen bien ¡ conuiene screuirles carias muy
graciosas [ regraciándoles lo que han fecho y haxeo en seruicio de
V. M.»í y persuadiéndoles que lo continúen y que nos fauoreican
ayuden y assistan en todo lo que fuere menester j pero adviértase
questas cartus no sean de un mesmo tenor» que viendo ellos que no
se haie diferencia de unos o otros afruenlanse dello» y en lugar de
aprouechar las tales cartüs danyao y echan la negociación a toda
perdición.
Los negocios desta villa eran ya venidos» muy buen estado | que
el lunes passado les hauia perdonado lo de u n poco alboroto que
mouieron, y despues juraron de persistir y estar íírines en seruicio
de V. [ y en verdat la seguridat deste pueblo parecia tan gran>
de, que por medio suyo creyamos que muchas ciudades se pudie^
iMii re duiir | a obeJíencia |l pues víno a nolicia dellos la gran-
«I«* y cruel deslruciun que ei fuego hizo en M(*dina, se han alboro-
Udu eo Ujo U manera | que pocos seruidores de V. que aqui
stan se tienen por segurus de La vida ¡ y los que untes nos obede­
cían y eran subilitos a bora parece que niand.m y que no nos tienen
obediencia [¡ los dM conseio lamas piensan en otra cosa sino en don­
de se podran recoíer y eatar seguramente |.' toilas las puertas desta
villa se guardan, y aq ui y en otras parles abren las cartas ¡ sí de
special gracia y con intervención de amigo,s no lo dexan | no se si
staremos mucho en esla villa | hirnos hiamos a Areunlo si no stu-
uiesse alli fonseca que ahora es enemigo de toda Spaua j crea v. al.
que ahunque lo destos Keynos stuuiesse assentado y paciñco no po­
drid star mucho tiempo absente dellos | si ya no dicsse lugar V.
• que otros la setioreassen.
Prira que Medina se pudiesse rehedificar y reparar dizen que seria
fiiuy Sla. cosa que v. al. le hiziesse merced de las ülcaualas daque*
lia vitU por algunos años | pero si algo se prouehe en ello bagase
siu preiuyzio de don pero Usso que es bueu caualtero y muy buen
seruidor de V. M.*»
El obispo de Oviedo despues que coaualecio en Santyago se ha
venido a esta villa en donde ha estado y sla siempre en seruicio de
V. I cuya vida y real stado Nro Seítor lueng<imenle guarde con
(oda prosperidad | en Valladolid a xxinj. de Agosto Je mil quinien­
tos y veynte.
vre tres liumble seruiteur II Card. dertusenj

L a gravedad de la situación de E s p a ñ a se deapreade d e l au-


leríor relato. E l ú n ic o qu e no la corapreudió fcié el Cardenal
G u b e rn a d o r, qu e do ae h a b ía hecho cargo de la s circuustancias.
A u n q u e fuera u u santo, com o dice S a u d o v a l, se oecesitan otras
condiciones para gobern ar u n país en p le u a revolucióo.
T a n críticos eran los oj orneo tos a l ñ u a liz a r el mea de A gosto.
<}ue y a u o baató al C ard enal G o b e ru a d o rla cor responde ocia se*
m a u a l, y el 31 com iaiouó, eu coucordia de todos, q u e fuese á
Fiaudes, com o testigo presencial de loa hechos, R o d rig o N ifio ,
caballero ñel y cuerdo, á q u ieu p o día d a r eutera fe y creencia.
L a carta de creencia dice así:
Carta origintii del Cardenal de Torlosa a l Emperador, feclia vh
Valladolid á 31 de Agoslo de 1520 (1).

S .^ O w . “ y U ith.^ .V.«*

A ios del Consejo de V. tnM y a Ío$ grandes que están aquí y a


todo el pueblo iia parecido que con algún cauaÜero ñel y cuerdo que
ha visto y sé*ntido las c o s h s de aca deuo ynfonnar de))as a V. por­
que desta manera se haie m ascunpüdam eQle quo por carias, y para
eiio en concordia de todos hauemoa elegido a Rodrigo Niño leuador*
desta en quien concurren las calidades ya dichas y entera atTecioo
ai seruicio y estado de V. A. Muy humíltnente suplico a V. que
como a criado y seruidor suyo, y como a testigo de vista de Íhs c o >
sas de aoH. ie plega oyr cerca délias y darle entera fe y creencia, y
proveer en su remedio lo que mas a seruicio de dios y de V. m.«t y
bien paz y sosiego destos Reynos conuenga | N. S. la vida y estado
de V. m.*^ acreciente a su seruicio como su Keal coraçon lo desea, de
Valladolid x ix j. de Agosto de oxx.
( Oe letra del Caf'denai.J Si re les choses de par deçà sont beaucop
plus aspres ei peíors que je ne les vous escreps en mes ieitres je
vous prie donner entiera fi>ye uu porteur de rester come a moy m e ^
m e.— vre tr es humble seruiteur A. Car.^ dertu^enj.

E u i a iniam a fecha ei C ardenal eacribió a l E iü p e ra d o r, coûtes-


ia u d o á la ael 20 de J u lio , eti ios siguieDiee térm inos:

t arta original del Cardenal de Tortosa a l im perador, fecha ea


Valtadolid á 3J de Agosto de (2).

S. 6’es.«* R. C.

A xxvdij del presente recebi la caria de vra A l. de veynte del


inesmo a ia qual respondere y dire particularmeote por esta lo que
conuiene j y quanlo a los uegosios desie Reyno, parece que van a
total perdición ¡ Si dios especialmente uo pone la mano en el reme^
dio y assiento dellos [ y no hay ninguna c iu Ja t que se pueda redu-
sir <1 ob&i]ì('n<'Tn sin que le de remission do todo lo pasado || Kas
ciudaiks rebclles tienen grande «innada en el campa { y Valla<lo)id
li*s h« embiado m il infantes para en ayuda y socorro | no embargan­
te que 5f dize s^r obediente, Medina de^puesdel miserable incendio
y fuego entregado el »rtillerid de vra en pgder de don jaa n
de padilla y olros capitanes | y a xxviiij deste hn entrado en lorde-
syllas I dizese quc licuaran la lieyna Nuestra b.* al lugar donde ellos
quisieren | de lonle.sylias rehusaron do reeebir el armada de
V. y ahura dexan entrar los de toledo | han solittìiado iimcbas
veces con la Reyna» a que proueiese en esUis alborotos y escHnda-
los I su Aitezu Ics ba respondido ptud^niemente en algo, ahunque
ha mezclado en elio algunas cosas por l.is quales faciimontc se com ­
prendi! que su Alteza no esla cum plidam ente en sì | mas el pueblo
desto toma io que haze a su caso y parai «fecto de sus intenciones \
y en lo contrario no quiere tener considcracion ni rt*>pelo alguno ;
Dizese que el Mnrqu«‘S de Denia sta mal quisto de todos los criados
de Su A l. hízomo saber...... veynte y nueve deste questa casi preso
y de tal manera q u e le h¿*n mandado que......sal^a d e ) a furtaleza,
y que ahunque hayan trebaiado por muchas vias a induzir...... su
Allcza que firmarse« jam as lo ban pudido acabar con ella, ni se
orche que lo acabaran j dizese que los procuradores que se ban jun~
tado en Avila con auctoridod de la Keyna quieren hazer Gouerna-
dor o tiouernadores y detener y arrestar todo el dinero y hozen otras
scmciantes cosas [ Casi todas las ciudades y abun Burgos Valladoüt
y Guadalaiara quieren embiar sus procuradores ad aquel ayunta*
miento | a lo qu ti cierto no hallo oí tengo medio paru lo esturuar |
sí V. no permite y me da facultad para poder perdonar a todos |
o ad algunos según qu e meior vieremos conuenir todo lo passado
como dicho es { Cada dia parece que mas se encienden los corazones
y voluntades de los puebtos contra todos por cuyos mt^dios les pare­
ce hauer sydo teníanlo y procurado que se sacassen dineros di'stos
Ueynos para V. {{ Ningunos procuradores de losque han cunsen*
tido y otorgado el seruicio | ahunque rem itid» | se tieaen por segu­
ros ni los regidores que les han dado facultad de consentir a ello | A
muchos del conseio y a otros oliciales amenazan j| Ei presidente»
pata, Vargas, don Alonso de Castilla, Vuzmediano y su hermano |
Xuarez y ahun el comendador mayor de Castilla y utros muchos son
huydos par^ librarse de tanto peligro { si todos s« van en ñn seguir­
los be I mas m> sabemos en qoe lugar de Castilla poilriamos sUrse>
guros I yo he dicho que soy contento de inmolar y padecer por
ellos I y star firme aqui fasta q u e todos lo sq u e temen sean ydos,
que juntos no nos dexarian yr { y si me fuera yo primero sin duda
d^iuuíeran a los otros que quedaran Ha loHos los grandes y mas sa­
bios del reyno y a m i parece qu<a ea menester us^r de clemencia y
perdonar lo que en otro tiempo do se hdl>ria de rem itir porque do
las rebellionea no se aigan ni ha^an co^as pehores de las fechas y que
despues no haya remedio sino con grande armada por via de guer­
ra I de ia qua) es stempi^e incierta la salida | suplico a V. qui*
coo to<ÍH celeridat me m ande respon<ler h eslo | yo qu/into pudien*
xne aforrare de usar con tocia limitaoloD de la poies(a<i que vra Al.
me diere sobresto.
^^o se a quien se ba scrito que los spa fióles y mayormente el Du­
que daiua no son bien tratados por vra >1.*^ \uque cierto conmueuu
los ánimos de muchos a mal | y dizen que V. no cura desios
Ileynos pues no manda proueher con tiempo a lo n<^cssarÍo | si so
sometiese a otro rey sera muy dificil e i m possi ble cobrar estos Rey-
nos ¡ [incúlpame porque de mucho tiempo aqua no ho enluéido a
V. A l. algún oamdlero par<i le hazer rdaziort de palabra <le todo lo
q u e l>a passado y det stado en que eslan estos reynos \y no c^ ehen
que se lehen a Vra Al. las cartas que acerca dello se le scriuen (
abunque yo se y digo y les aHrm<> que si.
En lo las rentas y del seruicio y cruzadas con ^rnn trebaio po­
demos impe<lír en alp^unas ciudades quo no se arresten | luas ñnal-
mente todas las detendrán h$$í ins que se dizen obeileeer a V.
como las otras \si ya con perdón de lo pausarlo y con pacto expresso'
no pudiesseinos acabar y procurar que no detengan ei diu<^ro de las
dinbas rentas sc^rvictos y cruzadas.
1.0 de las consignaciones questan fechas en lo de la Cruzada y en
otras cosas procurare que se cum pla como V. lo manda | ahun-
qiie por las turbaciones del Key no | los tht*soreros no pue<len cobrar
sino poco de lo que se les deue | y de cada dia menos | pero darse a
en ello iodo el orden que fuere posible.
las que stan fechas al L ic .^ Vargas | el pueblo ie las detiene en
algunos lugares y si el ayuntamiento de Auila passa adelante | todas
se las deiernan | haré en ello lo que pudiere [ que cierto razón es
que se le cum plan assi pOr lo que ha seruido como por star ahora el
dicho licenciado fugitiuo y escondido por seruicio de V. Al.
Bn el cum plim iento de la )Íbran 9« de los treinta m il ducados del
Ihessorero Mosen LuisSanobez d o se puede proueher cosa ninguna
basta que sea passado el plazo que se ha dado a ios thessoreros da la
C ruiada en los quales se libraron | pero en passando el plazo se pro*
curara que se le pague lo que le sta acebtado | y en lo de las cuen­
tas de loa dichos thessoreros ae prouebera«
Los veynte m il ducados que el licenciado Vargas y el doctor bel*
irán bauian ofreuido | n i VurgdS bd httllado de donde se liubí»sen ni
quien le enpreslaae parte d^^llos, ni ei doctor io5 ballaua sino con
m uy grande inierease | de manera que no le$ ha venido a cuenta, i
En la pftf^a de los Maestres de las xt»o$ | ni en lo que consigno a Var>
gas para lo'del armada de africa 1 ni en esta cruzada ni en otra p a r­
te no vemos ni subemos que se les pueda librar un maraueüi | y
cierto seria santa y justa cosa que se cumpliese con ellos | que aqua
echauan vozes y erd lastima de verles | en lo que be pudido les be
contentado, que beles dfido carta que en la otra primera cruzada se
les consignara lu que se les debe.
toda via me parece que la vonida de los tres m ü alemanes se deue
esousar por los respectos que tengo scrito a V. Al.
En lo de Us rentas de Areualo Olmedo y Madrigal baretodo lo q u e
en mi fuere como V. Al. lo manda.
basta aqui Seuilla ha stado y sta pacifica | no se con estas nuevas
alteraciones y ayuntamiento q je se b.ira | pero Saacbo Mjrtinez de
Leyua no os«i enprender de yrse alia por mas que se lo hayamos
dicbo.
La bueita de Vra Alteta a eslos reynos | plega a dios que sea ia n
presta quanto es menester qne aunque aqua )a publico | ian extre­
ma es ia necessidat de su venida que no hay quien la crea | viendo
que todo lleua camino de toUl perdición.
Lo de toledo sla tan dañado que ya el Marques no puede a p r o v ^
cbaralla cosa ninguna | Al duque del Y nfanlaigo be embiado la car*
ta de V. A l. y conforme al efecto della lehescríto lo que me pareció
conuenir al seruicio de Vra
Kl Obispo de Osma se fue ya a su obispado | e iibiarle he su car­
ta } ahunque creo que nostara m uy coniuiito della pues no se le p e r­
mite la pensión de ios m il ducailos | y a lo que V. A l. dize que ha-
oían de las pensiones que se ponen ¡ esso es en las que son contra
voluntad de los que poseben | perú pues fuessen con consentim ien­
to de los que tienen las digni iades no se «igrauiariaQ dolías qu e assi
lo dizen.
t i poder para componer | e ygualar sobre loa bienes confiscados
por la inquisición recebi \y pues V. no es seruido de me dar
otro que pedí para remouer y mudar alguno de los receptares | star*
se han como hastaqui.
Salamanca también ha embiado gente y socorro a las otras ciada>
des rebelles.
Don Anthonio de Cordoua sta en Alcala con don francisco de Men*
do^a» y pues ninguno de ios Contadores | ni Vargas stan aqua no bay
lugar do imtender en lo de la paga de su salario ni de los dozlentos f
veynte ducados que á h que gasto en correos | mayormente no ha-
uiendo de que.
K loft Pt’ocüradores de enamora y Guadalaiara fuera bien se les em-
biara « l^ u n refrigerio { lo que se deue proueher en cad^ uno de los
que h»n padecido quedara pora qu^ndn plaziendn a dios V. A l. vi­
niere a estos Ueynos | si ya no se ofrecoD al^^unas cosas que de pres*
to se hayan de despachar alia.
£ l frayle quñ hizo el sermón el dia de la Hadalena e.stuuo pre:4o
unos días | y en este tiempo tamos otros se desmandaron | qae nc»
fue posible darle otro castigo | Despues fue sollado | que si este se
huuiera de c«istigai' fuera menester punir muchos otros | y el tie m ­
po no lo 9 ufre ni diera lugar a ello.
Er> lo de Falencia cierto don Diego de Castilla ha seruido bien | sii
carta se le embiara y le ^ riu ie re como lo m^nda vrd Al. \Kn lo de
los capítulos y cos<»8 que suplican a V. Al. parecc a todos qui^ en pre­
sencia del obispo se prooehera meior alia que aqun.
Cierto el Alcalde Uonquillo merece por sus seruicios toda gratifi­
cación y mercod | mas ahora el sta puesto on tanto treuaioqiio creo
que tiene mas cuydado desuardar su persona q u e d e procurar nue-
uas mercedes.
Al Conde de Benauente se dio la carta que V. Al. le mando screuir
i s i marques'y obispo de Astorga se em biaran las suyas» y cierto es
mucho seruicio de V. M.^Wjue aquel ias dos casas esten unid.is y pa**
cíñca^ siéndole todos tan buenos seruidores | que ea verdad ellos
han ofrecido sus personas y casas p.<rül seruicio de V. M>^con de­
mostración de mucha voluntad y entero sela, y el Conde hóie aqua
y procura lodo lo que puede al seruicio de V. Al.
\/>s dos m il ducados de que V. A l. hizo mrd a don Alonso tellez no
veo aqua en donde se le podra mudar | y cierto es mucha razón que
se tenga con obras todo buen respecto a la quulidat de su persona y
seruicios ¡ diz que se quiere yr | si pudiere yo le detorne | q u e no
bay aqua ninguno de los otros del conseio de guerra | la Ce<lula de
V. Al. para los Contadores mayores sobre lo de la tenencia de Auila
se ha dado al dicho don Alonso para que la embie a don Gonzalo
Chacón y entienda en procurar lo que Vra A l. manda por ella.
Cn lo de la mrd que hizo V. A l. h\marques de Astorga de los bie­
nes daquel que fue condemnado p )r la Santa Inquisición en Q.imora
procurare que se le den las dos tercias partes si pagados Lus cargos
del Santal ofício quedare tanto.
De lo que por aqua se ofrece y se ha de proueer | no se de quien
tomar parecer | que muchos del consejo son ydos» y los que quedan
conmigo stan lan alonitos | que en qualquíer cosa que se pongan
\mu6slr<in tener ntüs caydado de poner sus personas y baiiendasen
saluo, que en todo lo demas.
E l duque de Alburquerque y don juan dayala me ban sorito las
que van con esta | roandelas ver V. A l. y baser en ello lo que fuere
su real volnnlad y seruicio | que cierto cum ple que se tenga con
ellos toda consíderdcioo | que assi se les deue pur sus fteruiclos.
yo bauia scrito a diego de Vera que con la gente darm<is que trabe
consigo socorriesse al castillo deM aürit \al q ual empegaban ya de
fallar las vituallas | sobrello me respondio por carta de xxMiij.
deste que tomados que buuo de don juan Arias doiíentosdccauallo
fue alia y que bailo que minauan aqunl castillo en d iu e r ^ s lugares
de una p^^rte para que los questan dentro no les pudiessen haser
contramina n i impedirles en eilo | y que por esto | y pur no bauer
tenido gente de pie en ninguna manera le pudo socorrer | díñese que
ya sta tomado pero abun uo se sabe lo cierto ; speramos lu nueua de
bora en bora.
De la mia de ocbo y de las dos otras postrera!^ ¡ spero con desseo
respuesta de V. A l. cuya vida y reai stado Nuestro Señor luenga­
mente guarde con toda prosperidad | Ea Valladolid postrero de Agus
to de m il quinientos veynte......
F alla el popel donde debía estar lo ñrm a del Cardenal.

Eftta gi'éfíca p iu la r a de la sitaacidn de las cosas eD fin de


Agosto de 1520« dem uestra qu e el C ard enal G obernador teula
perdida toda autoridad; uo c o ntab a oí con dinero o l cou fuer*
zae, n i siq u iera con los Consejeros de 8 . M .. q u e b a b ía n b u id o
d e V a lla d o lid a b a n d o n á n d o lo com pletam ente, sin dejar á su
lad o m á s q u e partidarios temerosos qu e tan s^^lo le aconsejaban
ceder á todas las exigencias y perdonar todos los delitos y exce>
sos com etidos. L a situación <iel extranjero á q u ie n D . Carlos
h a b ía confíado el G o bierno de EspaC a, n o p o día ser m á s crítica»
n i m ás lastim osa, n i m ás difícil, y la» consecuencias se preveían
n a tu ra lm e n te , pues á m u y poco el C ardenal y los q u e á bu lado
q u e d a ro u tenían q ne a b a n d o n a r vergonzosam ente ia v illa de
V a lla d o lid .

U Jonta de Avila.

T odo lo referente á la constitución, m anera de fu n c io n a r y


p rin cip ales acuerdos q u e a d op tó la J n n t a revolucionaria de
A v ila in a u g u r a d a el 29 de J u lio , q u e d a tratado autenorm eote;
pero la invddtígacióu nos h a p roporciouado la correapuiiU enda,
h asta ah o ra iu é d ila f q u e d ic h a J a u t a in a n ta v o d u ra n te el mes
de A gosto COD sas C ap itaues de guerra y coa las C o m a nidades
d é la s d istiu ta s ciudades q a e se h a b ía n adherido a l m o v im ie n ­
to; do c a m en ta c ió n im p o rta n tís im a q a e aclara hechos descono­
c idos iiasta ah o ra en naestra historia n a cio u al.
E l prim er d o cu m en to q u e debe escaiuicarse acerca de este
p m ito , es la parte cifrada de u n a carta q u e el C ardenal escri­
b ió a l E m p e ra d o r eu la p rim e ra deceua del mes de Agosto. D i*
ce así:

Cifra de una carta ü c i CarUcoal a l l:)mperador (Un f«ciia) (1).

A siete deste el secretario del marques de Villena por ana carta


decrohenciD del dicho marques de tres del dicho dirigida a mi dlxo
de su parte fo siguiente | que los procaradores de la Junta de A uila
ileuauan principa) ñn de ir contra el Uey nuestro Sefior y contra
su autoridad y gouierno | y quitarle el nombre de Rey durante la
vida de la reyna N. S. y que si algunas proutsiones diesse con rey^
que no se obedeciesseD, y que algo b.iuria de scriuir | ser de ruego
como príncipe | y uo de otra manera ¡ y que no le acuJiessen con
las rentas reales \y que si se le houiesse de dar algo dellas j fuesse
como a principe, y cu poca quantidad y que lus ofíicios y ar 9obis*
pados que diesse, que no valiesson y que muchos de los dados c o r­
rerían peligro I que me hnzla s<iber lo susodicho en lugar de su
ma.^ y como a su gouernador por cum plir con la íiiielid.id que le
deue como vassallo y seruidor para que lu hlzlestte saber a su
m i A que lo mesmo diría a sp m a . ^ si aca estusse | y que demas
de la obllga^úon de vassullo | y seruidor que el marques deuia a su
n )M lo dezla como caualiero del tusón que es ] assi mesmo que ya
»abla comu el condestable se metió on burgos con de&sco de seruir
a su m . ^ y que su estada alia ahunque no hauia podido escu­
sar todos los daños que el quisiera que todaula liauia aprouecha*
do mucho en que d o fuessen mayores dellclos \y que liaul.i sabido
el marques que en üandes d o liauían recebido aquello tamhieu co­
mo fuera raZ(»n | y que por esto el hauíu dexado de meterse en lo-
ledo \donde entiende que houiera fecho algún fruto en sovuioio de
su I que me auisdua dWlo para que viesse que era seruicio
de su m a > ^ y se )o m»nd;iu& de su parte, que el enlraria en tole-
do I y (|ue ahunque fuesse a su costa y Irauajo procurariu áe seruir
fi\ÍH a su muA y que de creher es que antes Irahera al Si\f>Uc y al
zapatero de la com unidad a su seruicio | que ellos a el a su de-
seruicio.

L a p rim e ra carta q u e conserva el A rchivo general de S im a n ­


cas (1), escrita de orden de )o8 Procuradores de las ciudades y
villas q u e asistían á lu J u n t a general qu e se h a cía en A v ila , es la
q u e con fecha 20 de Agoato re m ítíao al Concejo, Ju s tic ia y Ke~
gidores de la ci(tdad de Ja é n , e x trañando q u e ea cosa tan grau-
d e y tan general com o la q u e a llí se trataba» se hiciese sin la
a utoridad de J a é n y sin q u e enviasen sus Procuradores, toda vez
q u e la J u u t a era para eoteoder y ord e u ar la b u e n a goberua-
ciÓD de esios K einos y suplicar á S . M . qu e la m o n e d a no se
sacase de ellos; q u e nuestra n a ción go zara de los ofícios y be-
Defícios y 0 0 se repartieseu á los extranjeros, y generalm ente se
le suplícase m a n d a ra proveer sobre todos los otros agravios qu e
á estos R e in o s se les b a b ía n hecho. A l siguiente d ía 21 . la m is­
m a J u u t a de A v ila escribió a l Consejo y C o m u n id a d de V a lla ­
d o lid agradeciéndoles lo qu e h a b ía n procurado para q u e el A l­
calde R o u q u illo saliese de S a n ta M a ria de N ieva, y h a cién do ­
les saber cóm o después se h a b ía ju n ta d o con Fonseca y apode­
ra do de Arévalo» io qu e les parecía m u y grave, p orq u e redu­
cido com o eataba eate lu g a r á la C orona R eal, se procuraba de
m a la m a n e ra q u e fuese enajenado , y su p licaban qne en cosa

q n e tao to convenía se procuraste q u e A révalo quedara en la


libertad qu e tenía antes, puea ellos procu rarían hacer lo m is ­
m o p or su parte. L a v illa de O lm edo se apresuró á escribir á
i a no ble C o m u n id a d de la congregación de A v ila el d ia 22 (2),
agradeciendo la carta q u e les h a b ía rem itido el 18 p or las mer*
cedes de tenerles en la m em oria y ofrecer su v o lu n ta d y obrft
á la nuestra. Y J u a n de P a d illa , J u a u B ravo y J u a u Z a p a ta ,

(1] Arcb. gen. de Sím .. Consejo Beal, fol. 6i5.


(2) Arch. gen. de S im ., Comunidades de Castilfa^ leg. fo­
lio
el d ía 25 escribíerou u u a c arta á la J u o t a de A v ila , coucebida
eu los digaidQtea térm ino»:

Carla uriginal de P adilla, Kravo y (.apata á la JuQ la de A ^lla, fe*


flia en MarÜn MüÍíot de l»s Pusjcias á de A^ostu (Oebe ser
lie 1 S 2 0 ) ( r .

/Us.« y m uy m aÿ.’^ Sf^'iores.

O y jueues por la m < k t^ a u a Uecebi una leira de V . S . ‘ ea que n o &

escriveik qae les paresce que es bien acordado camInHr con estgd
ezercitos para medina del canpo y dexar la yda de bontíueros f y
por poaer en o bra el parescer de V. S.* tomamos laego al punto el
cam ino e venimos a este luj^ar de mftrtin mu&oz de las posadas,
donde Reusamos Reposar m u y poco y turnar cnn la mayor brevedad
que podamos el caiuino de medina: e la cabsa porque torcimos algo el
camino e acordamos venir p t aqui es porqae sy ouícramos de pasar
como era forçado que pasasemos por tierras do fonseca aviendo do
y r por el otro camino fuera cosa y n pos i ble escusar qne naestra gen-
te DO saqueara y quemara aquetlos lugares, y como esto sea cosa de
grande ynportaacia y d os parezc;i muy apartado de nuestro fyn en*
plear nuestros sudores en saquear las aldeas, to vimos por mejor ro­
dear algund poco que no desmandarnos a U n poca presa, que aun
quando esto se ovíere de hater. lo q ual dios no quiera n i se ha de ba*
zer syn abtoridad de V . S.* n i d os hemos de enconar eD taa pocas co­
sas. d í tan poco a batí mos tanto nues tros pensa mi en tos aba zer q uepa-
f^uen los justos um ¡lides por los pecadores tiranos sovervios y crue­
les. la borden de las cosas dem anda que primero se procure a l ra*
medio de los daños Recebidos y despues se castigue al dañador, v
no que digan nuestros amigos que buscamos en la vengança de sus
diiños con nuestro prouecho. esto creemos que parescera bien a
V . S.* porque donde tanta prudencia esta no es de creer que les pa­

rezca Ñen syno lo que fuere fundado sobre justicia y Razón, y pues
dios DOS ayuda a justificar a nuestra cabsa y los contrarios a enpeo-
rar y ennegrecer de cada dia mas la suya justo es que lo conozca«
mos I de lo pasado no ay mas que dezír despues que a V. S.* escre*
vimos I en lo poruenir siempre avisaremos de lo que sucediere]
nuestro viaje ha de ser mediante dios de aquí por medina desando

To no x z x r
SI arevülo uii<i Itfguu a m d ii derecha | donde creemos que al presente
e^tan fonseca y ronqüîllo con su gente. Suplicaríamos a V .S." tuvie­
ren cargo de escrevir a sus cibdades que brevemente hagan la gente
mayormente de cavallo que espenimos qne hdn de hazer syno espe-
rciscmos que se lo tienen muy u cargo | porque todo el bien de los
negocios eutendido se esta en darles buen principio y a tener nosoli'os
conpetcnte oumero de gente de cavallo sola nuestra fuerça les des-
varatarí(k que sy en algo se esfuerçan no o» por U s Vitorias que de
nosotros han ávido sea ia glorya dclio syno por ei poco num ero de
^ente de cavallo que sdben que tenemos ] y sy mas fuerças quere­
mos toda es para eoplearlas en esecuiar el paresoer y ntandamienU»
de V. S.* prospere nuesti*» SeAor el yllustre e muy mag.»> estado de
V. S.* de tnartín muñoz de ias posadas a xxitj. de agosto \besamos
las niíinos de V. S.*— Juan de padyüa.— J . brauo.— Juan Çapata.

L a m is m a J u n t a de Á v ila , en el propio d ia 23 (1), v o lv ió á


cácribir a l Concejo, Ju s tic ia , Regidores, caballeros y m u y bou-
ra d a C o m u u id a d de V a lla d o lid , recordándoles liaber d irig id o
dos correos cou el ruego de qu e euviaseu sus Procuradores pura
proveer eu ol rem edio de eatos R eyuo s y acerca de la peroia*
n e u c ia de R o u q u illo eu S a n ta M a ria de N ieva; pero ofreciéudose
<lespuéa lo de M ed iua, la co«a m á s recia y m á s d ig n a de ser caa-
lig a d a de c u a u ta s se h a b ía n visto y o ído , era necesario castigar*
lo, pues la J u u t u lo b a ria con todo rigor de ju stic ia , procediendo
c o n tra los tiranos q u e ta l cousejo y m a n d a m ie n to dieron y c o u ­
tra los crueles robadores, traidores, deservidores de la Corona
R e a l, q u e o bra tan fea y tan a b o m in a b le pusieron en ejecuciou.
P a r a ello, eu A v ila y eu todas las ciudades del R e y u o se re clu ­
taba gente p a ra cou toda brevedad hacer ejecución de la ju s tic ia
y defender eJ b ie u com ún¿ y ro gaba á V a lla d o lid q u e , to m a n d o
ejem plo, hiciese gentes, pues ta n b u e u aparejo tenía p a ra ello»
3’ u o consintiesen estar eu a q u e lla no ble v illa á los tiranos q u e ,
p or sus pasiones particulares, h a b ía n destruido estos Reynos,
y m andase prender y castigar to d a la gente q u e h a b ía eu V al-
destilles y eu ios pasos y c am in o s q u e c o n d u c ían á ia v illa ,
porque estaban a llí puestos p or m a n d a d o de los tirano s para
qu e n o p u d ie ra u pasar los correos.
N o se hicieron esperar m u c b o ias m edidas de rigor coutra el
Presidente é io d iv id u o s d e l Consejo R e a l, pues a l siguiente d ía
*24 la J u u U de A v ila escribid u n a c arta a l In fa u te D . J u a n d e
'G r a n a d a , C a p itá u geuerai de V a lla d o lid , p a ra preuder a l Pre*
flidente del Consejo y á todos los q u e aconsejarou ta jo r n a d a
sobre M e d in a , p o n ie n d o á buen recaudo sus persouas y secues­
tra n d o todas sus haciendas p a ra p od e r satisfacer en a lg o el d a fio
y p é rd id a q u e todo el R e y n o h a b ía padecido c o n el in ce o d io de
M e d in a del C a m p o . Desde M a r tín M u fio z d e las P osadas, á
d o u d e P a d illa , B rav o y Q a p a ta se dirig ie ro n p a ra ir en socorro
'de M e d in a d e l C a m p o , volvieron á escribir á la J u n t a de A v ila
c u á le s erau sus propósitos; y h a b ie n d o d ic h o V a lla d o lid q u een>
v ia ría u sus P rocuradores á l a J u n t a d e A v ila , contestaron el
27 (1) d án d o le s gracias.
L a c arta dice:

C arta originat de Avj?a á los muy magníficos sefiores In fa jilc D od


Ju a n de (iransds Ta pitan General e Depulados e v iiy honrada
ComuniJad la muy aol>le j muy leal villa de Valladolid: 27
de Alfosio de 1520 (2).

Muy magníficos Seí^orés


Rejcibimos la carta de vra merced y con ella la n ío p lac e ré ale­
gría cuan lo era razón por la buena n u e v d y esto fue tan genoral en
esla cibdad por lodos como si a cada uno le dieran una gran cosa y
creemos Señores que fuisles alumbrados por ei espirilu Santo por*
que una obra tan excelente y lan necesaria cuanto saldrá desleí
ju n la no se im pidiese mayorcnenle por esa muy noble y m uy'leat
Tilia que es el quicio por donde en estos Reynos se rodea la jusUcia
y por eHlo estimamos en mucho la caria de V. m . y la venida de
sus procuradores, ellos v e n g »n cn horstbuena cuando v. m . m anda­
re por que serán hien resci Indos y aposentados en esta Cibdad y
creemos que estos Señores procuradores ju n la mente con los nue.>-
tros DO entenderán en cosa de mucba imporUincia fasta que se^in
venidos los desa villa y ansi os pedimos Señores por merced que
con mucba instancia v. m . procure con las otras cibdades e villas

(1] MS. de la Real Academia de la Historia. Ferrer del Río (o ciló


en el Apéndice núm« (V, pág. 358.
{¿] Arcb. gen. de S im ., Comutúdaiies de C asiiíia, leg. I.*, fe-
lio 35.
de vuestra clientela é parte que vengsn á la dicha Junta que poe»«
ba de ser para tanto bien sea en concordia de todos y para remediar
y satisfacer é los querellosos los dap&os que de los tiranos ban res*
cibido ansi como los de la muy noble villa de Medina del Campo é-
ansi mismo los que est«'in aparejados de presente e otros que vemos >
venir, una cosa 2»ei^ores nos paresce que es bien y muy necesaria
que essa noble villa de entero favor á esos Señores de la CbancilU*-
ria para que no cesen de ejercicio é uso de la justicia como cosa
m uy conveniente y necesaria destos Reinos y esotros Señores que
se dicen del consejo pues tan mal consejo han dado en el iraln*
miento que ¿ lc»s vasallos áe Sus Majestades han fecho que con ju.4-
ticia y buena razón los paguen de sus bienes. Nuestro Señor las
m ay magnificas y eslado de v. m . acresciente de lo cual mandamos
diir la presente suscrita é firmada de Juan de Mirueñ» escribano
público de la muy noble é leal Cibdad de Avila é escribano de nue^*
(ra congregación que es fecho en la dicba Cibdad de Avila á veinti*
é aiele días del mes de Agosto de m il e quinientos é veinte años.
Yo Juan de Mirueña escribano publico suso dicbo la fice escribir
f>or mandado de los muy magniñcosy muy reverendos Señores Cib-
dad é cabildo ó estados é comunidad e pueblos de su tierra.—Juan
de Mírueña.

C o m o U c iu d a d de J a é n do contestó á la in v ita ción d o la


J u n t a de A v ila del d ía 20 , le escribió otra el 27, concebida en
estoa térm inos:

Carla de la Junta de Avila á la ciudad do Jaén á 27 de Agosto


de 1520 (»].

Muy mag.«“ Señores


ya por otra nuestra carta que vras inmes abran visto sabrao*
como a nuestro Señor gracias las cosas que por algunas cibdades
destos Reynos estavan comentadas en serv.* de la Reyna e del Rey
nuestros Señores y en remedio de los dai\os questos reynos tienen
rescebidos van tan adelante como cosa alum brada por dios en cuyo
servicio se an fecho e paran todas las cosas que en esta tan justa
ju n ta esperan do platicar a donde concurren todas las cibilades e
villas que tienen voto de aquende los puertos y aun de las desatien­
de vieuen cuenca y m adrid y esperamos en dios en cuyo servicio es<
‘iodo que na quedara ninguna cibddd ni villa de las que tienen voto
en esio$ fieynos que no se ju n ten en esta muy noble cibddd donde
quedamos esperando loa procuradores de vra r ñ ^ como por la otra
nuestra carta se lo enbiamus á suplicar y agora por la brevedad de
su venida les pidimos por ñírd por quA con acuerdo de cibdad tan
noble e tan antigua como esa es justo que se ba^an las cosas que
aq ui se ovieren de haser y porque no solo en el bien tfeneral del
Üeyno emos de tener y tenemos cuydado mas de qualquier cibdad
a quien particularm enle tocase, qualquiera cosa q u in to mas a esa
muy noble cil>dad a la qual hazemos Saber que por nuestras guar­
das fue tomado un escribano del Concejo de A ndujar el q ual trsya
ias cartas que a y a vra m d. enbiamos (1) para que por ellas puedan
9«^r avisados de las maldades que aquello» que las escriuen procu-
r.iD contra esa muy noble e Cibdad e personas particulares
della y porque al presente no so ofrece otra cosa que a vra m d. es-
crivamos Syno hazelles saber como fonseca y el alcalde Ronquillo
tienen tiranizada la villa de arévalo e de alli so color de tom ar el
artillería que estava en medina del Campo para ofender con ella a
los vasallos de sus altezas quemaron todo io mas de la dicba villa e
saquearon algunas casas que pudieron de que todos tenemos el
sentido que es razoú e asy oreemos quando vra m ? lo aya sabido lo
tem an como de cosa tan ynjusta e tan mal hecha asy inesmo nos
paresce que es bien q u e vra m d . sepan como los exercitos del bien
■común que agora tienen iiechos las muy noblese m ag.*^cibdades e
villa de Toledo Segovia e m adríd están en Medina del Campo para
procurar la satisfacion del daño que los tyranos bizieron aquella
m uy noble villa con los quales exercitos se van a ju n ta r los que
para el mesmo ñn tienen mandados fazer las m uy nobles e leales
«cibdades e villa de A vila Salamanca e Toro e Valladolid para que
todos juntos esten resistiendo ¿ los que tiránicamente quisiesen ha­
zer mal a los vasallos de Sus mag.< damos esta cuenta ó vra m d . y
enbiamosles alguna relación de los capítulos que a su se a a de
pedir para q u ede iodo ten g«)n noticia porque venidos sus procurado*
Tes como en breve esperamos que vras luds los mandaran ue nir con
« u acuerdo se tomara la conclusión de lo que mas conviene al serv.*
de sus e a l bion destos reynos nuestro Sei^or la muys mag.«*«
4>ersonas y estado de vra m d acreciente de lo qual mandamos dar, e

[<) Lascarlas interceptadas por la Junta y remitidas á Jaén eran


dos, una del Or. Santoyo eo latín, y otra de la ciudad de A ndigar
a l Cardenal de Tortosa, dándole cuenta dal movimiento de Jaén en
•«I día anterior. {Arch. gen. de S im ., Consejo Reai, leg. 645.)
Jatnos la presente suscrita firniiidd de Jnan de Mirueña e Antonio*
Rodrigue« escribanos e notarios públicos nombrados para nuestra
Juntd que es fecha e otorgada en la m uy noble e leal cibdad de
Avild a veynte e syete dias del mes de Agosto de m ili e quinientos
e veinte ai^os nos los dichos Juan de Miruefla e A nt.* Rodrigues es-
crivanos e notarios públicos de la Reyna e Rey nuestros Sefiores^
fecimos escribir por mandado de los Sres procuradores de la^
cibdades c villas que asisten para la ju n la g enJ que se haze en
esta m uy noble e leal cibdad de A vila leales vasallos de sus —
Juan de MirueAa A m onio llodriguez.

E l m ism o d ía 37 de A gosto los Capit&nes del ejército p o p u ­


la r , P a d illa , B rav o y (^apata, escribieroo á la J u n t a de A vilfr
o tra carta n o tiñ c a n d o su lle gada i M e d in a del C a m p o concebí«
d a e n los siguientes térm inos:

C arU de P adilla, Bravo y Hapala á la Jn n la de Avila desde Medina


del Campo é 27 de Ag:osto de 1520 (4 ].

Muy magnificos Señores.

despues que ayer que fueron veynte y siete diasdesle mes escri*«^
vimos a v. D). y también a los capitanes del eiercito del bieu común
sobre los avisos que avian tenido de los tratos que algunos deserv i-
dores de sus magestades trnyan con el marques de denia fiara apo­
derarse de su rreal persona y lo que en ello nos parescio que se
devia haier s}n aver ávido rrespuesta de la enría que les escrivi-
mos a la ora queste correo despachamos rrecebimosde los capitanes
del bexercilo una caria cuyu lenor es este.

y ll.^ y mwy señof'es.

esiando con nuestros hexercítos de toledo e segouia e rnadrid en.


esla villa de medina del carneo adonde aviumos venido a<larles a l­
gún fevor contra estos tiranos que tanto m al hizieron en este pue»
blo syn lenelles culpa ninguna p orq u e aun esta villa se lemia n a
tornasen a acabar do destruyrla | nos enbio la villa de tordesyllas
por tres vezes ciertas personas principales della Rogándonos, con
mucha yslancia que por lo que de víamos al seruicio de la Católica
MugcstQd de la rreyna Duestrù Señora y al biea.coiitun <lo$tosÌiey-
nos quo fuesemus con toda brevedad a rressysiir que U presonu
Heul do su a l. nu fuese tomada por mauos de los tiranos destruy*^
dores desle rreygno que ya anda van en ttdctos de lo hazer y nos*
otros h^illijndonos aqui tau cerc» o duliondonos de los mules que sv
pudWran seguir si ansy no lo hiiyer^imos aconiamos de lom ar esta
jornada e por el grande |>eligro que avía en I<i tard.in^a no lo podi*
mos hazer saber antes a V. S. para que sepan quel fin de nuestra
jornada no 6s otro syno yr a se rv irá su al. e a escusnrque su Roal
f»ersona no c<irozea de su lívertad. e no para mas enpacharnos en
otra alguna cusa syo qua V . S. e todas las cibdades e villas destos
Ueygnos vean lo que conviene que se haga para el descanso de su
magestad. e para la buena gouernacion e paz dellos e para ei bien
común de todas las comunidades | por tanto suplicamos a V. 5. rre*
ciba nuestra voluntad en servicio e manden dar nr<1en todo aquello
que en este caso les paresce q.« devamos hazer pt»rque syn el man*
damionto y autnrídad de todo el rreynono entendemos mudar el pie
ni hazor cusaalgumi mas de estar alli por guarda e seruicio » l\eve>
re nda do la presonu Real de la católica magestad de la Hcygna
nuestra Señora como lo do ven los buenos a verdaderos e ñeles va­
sallos y servidores a su Reyna y Sei^ora natural ¡ prospero nuostru
el y 11.« y muy magnifico estado de V. $ . de medina del cai>-
po x w ij d(' ogoslo. besa las manos de V. S. Juan de padilli). | J. bra*
vo I Juan (pappiti) | a los y ilustres y muy mag.^o^ SeiW es los Seño­
res de la jun ta destos Reynos on la m uy noble cíIkIuI de Avila.

y aunque crohetnos que lo¿ dichos Señores capitanes ^ivran dado


desto entera rrelaoion a v. m . párese lonas ser justo liuzet^elo nos­
otros Señores s«jl>er para que v. m . como prosonas que no podran
herrar cu lo quo les paresciere y están mas cerca de tordesyllas es­
cri van a los dichos capitanes lo que los parescera que en este caso
deven hazer porque crehemos que aquello cunpliran como cosa quo
a todos sera tan aprovechada y por oscusar de consultar de tan
lexos cosas de tauta ynportancia a v. m . suplicamos en la venida de
sus procuradores manden dar mucha prisa porque con su acuerdo y
parescer todos estaremos satisfechos de qualquicr cosa qne seofres*
ca y on su absencia estamos con mucho cuydado. de no hazer algu­
na cosa que después oviese de sor enmendada | nuestro Seilor las
Diuy magnilicas presonas y estado de v. tn. mande y prospere de lo
qual mandamos dar la presente suscrita e firmada de ju a n de rai-
rui'ña e ant<mio rrodriguez. escrivanos o notarios públicos nonbra-
ó o » para nuestra jun ta que$ fecli<i en la m u y noble e leal cibdad de
Avilií veynte eocho díadde agosto dd m ili e quinientos e veinte años.
Nos los dichos johan de rnírueíld o antonío Rodrigues e^cnuanos
notarios públicos de ia Keyna e Rey nuestros Señares Ih feziinos
<*scriuirpor mandado de los señores procuradores de ias cibdades
«* villas que ai^ysten para la jun ta general que se hazo en está muy
fíoÍ)le e leftl cibdad de avila leales vasallos de sus magestades.—
ju a n de miruo&a.— antonío Rodríguez.

E l m ism o d ía q u e llegó á S a la m a n c a la c arta en q u e la J u t iia


<)e A v ila excitaba á las ciudades á n o m b ra r Procuradores p a ra
4}ue acudieren é d ic b a J u n ta , a b a n d o n ó el Corregim ieuto D o n
J u a n de A^^ala y fué n o m brado Corregidor D . P edro M aldona-
do; y a u n q u e p a ra ir á la J n n ta de A v ila ae n o m bró a l D r. Z ú *
flig a p or ser persona de m erecim iento, cleucia y coucieucia,
éste 8d excusó, y en su lu g a r fué designado el D r. T hom as» q u e
así lo participó en carta de 28 de A gosto (1). T o d o el anterior
m o v im ie n to lo couocía el C ard enal G o b e rn ad o r, qu e estaba en
ÍD tim a relación con el In fa n te de G r a n a d a , C a p itá n G eneral de
V a lla d o lid ; y deseando m itig a r el enojo de las ciudades contra
Fonseca y R o n q u illo , d ió la orden de disolver el ejército R eal (2),
orden q u e llegó á A révalo el d ía 29 de A gosto, y qu e obedecie­
ron los C apitanes D . L u is de la Cueva, D . P edro V élez de G u e ­
vara, V . Ic ig o su h ijo , D . J u a n de L u n a , G a rc ía A lonso de
U llo a , D iego I^ópes de Z ú fiig a , P edro de B a z á n , P edro de
U llo a , D . A louso de la C ueva y el T euiente de C a p itá n de la
g u a rd a y M osén F e rn a n d o , C a p itá u de escopeteros de 8 . M . T o ­
dos ellos se eucontrabai) el 29 eu A révalo con A n to n io d e F o n -
seca, y a llí se les notificó qu e el C ard enal G o bern ad o r y los del
Consejo m a n d a ro n pregonar en la vÜ ia de V a lla d o lid q u e loa
ooDtinos y la g u a rd a y geute de las g u a rd a s de S . M . y lag e o te
<le acostam ientos saliesen de A révalo, y con acuerdo del C a p í*
tá o G eneral luego se salieron cou d ic b a gente y fuerou á dor­
m ir el 30 á Cozeces de Iscar, desde d o u de aup lic a ba a se lee
m andase lo q u e deb ían bacer (3).

¡1 ) Arcb. gen. de S im ., Comunidades de CasliUa, leg. 1 .’ , foi. i 1 .


(S) Idem id „ id. id ., leg, 2.*, fol. SO.
[3) Idcui id., id. id ., lib . L fol. ii.
E l mes de Âgoato te rm io ô para la J u a t a de  v iJa cou la pro-
TÍ8Íón d irig id a á D . D iego E n ríq u e z , Conde de A lb a de Liste;
D . D iego de T oledo, P rio r de 8 a u J u a n , y D . P edro E u r íq u e z ,
iodos de Zam ora» en la q u e se h izo constar q u e . p o r p a rte de
H e n ia a d o de P orras, de la m is m a v ecindad, y A lo n s o de Cue-
Ha. vecÍDo d e la ald ea del P alo, les h a b ía sido hecha relación
d e qu e h a cia q u in c e dias, de acuerdo con D . F a d riq u e de Z ú -
fiig a , Corregidor, y su Tenietite, fueron presos J u a n de Porraa
y G a rc ía F ernánde z de C am p o en la fortaleza q u e d ich o Conde
ie n ia en ieaencia, y q u e a sim ism o q u iso pren der á G a rc i Lóp ez
d e Porras, h ijo m a y o r d e dic h o J u a n de P o rras, y á N u fto Do*
« a m p o , desterrándolos dos leguas alrededor de la c iu d a d , to ­
m a n d o laa torres de la p u e n te á Pero de M a za riego a, qu e las
tenia p or 8 8 . A A ., y m ovidos m u c h a s veces de ir á to m s r la
torre de la Iglesia M ayor, haciendo m u ch os agravios y extorsio­
nes á los vecinos q u e te n ían v o lu n ta d a l servicio de D io s y de
S S . A A . y bien d e la re pública, y fw rque h a b la b a n eu ello les
m a n d ó d a r de palos y acncliiliarlos y am enazarlos y azotarlos,
h aciendo tra b a ja r p o r fuerza á los veciuos eu las fortalezas de
la c iu d a d , y o b lig an d o á ciertos escuderos del O b isp o á tom ar
las a rm as y caballos y salir fuera de Z a m o r a dentro de dos h o ­
ras. P o r todo ello m a n d ó la J u n t a q u e dentro de tres d ia s s i­
guientes á e s t a carta selieseu de la c iu d a d d e Z a m o ra y de su
tierra y n o im pidieren n i á vecinos n i á la J u s tic ia qu e se sol-
tase y pusiese en lib e rta d á (os dichos J u a u de P o rras y á G a r ­
c i H e rn án d e z de C a m p o ; qu e se restituyesen á Pero de M a za ­
n t e s las torres del puente; q u e n o im p id ie ra n la a d m in is tra ­
c ió n de ju s tic ia , de ja n d o entra r en la c iu d a d así á los desterra­
dos com o á todo el q u e q u isisra ir á ella, c o n a p ercibim ien to de
proceder c o n tra ellos y de p a g a r c o n sus personas y bienes to­
das las costas q u e hiciere el R e y n o en p a ciñc a r y a lla n a r la
c iu d a d de Z am ora.

y&llsdolid.

E n las circunstancias en q u e el C ard eual G o bern ad or de £s-


p a ú a v e n ia colocado, falto de apoyo, de fuerzas y h a sta de c o n ­
sejo, a b a n d o n a d o d e los suyos y pendiente io do de consultas á
F la n d e s, q u e generalm ente se resolvían tarde y mal» n o puede
culpársele de q u e n o contuviese el m o v im ie n to re v al u d o u ario
q u e ib a cuuU ieiido p or to d a E s p a ñ a c u a n d o eatim aba ju a ia a las
q u ejas de sue p\ieblos y creía arreglarla todo con el perdón d o
lo pasado. U u a á u n a se ib a n separando de la obediencia á S . M .
las principales ciudades d e l R e iu o ; y a u n q u e y a hem os visto
c u á n d o se separó la v illa de la obediencia y p roclam ó la Gomu*^
n id a d , reviste ta l im p o rta n c ia la correspuodeucia de V a lla d o lid
cou las dem ás ciudades y h a sta cou el C ardenal, q u e es in d is­
pensable extractarla c o m o c o m p le m e nto d e los acuerdos de la.
J u n t a de A v ila y del curso progresivo de los acontecim ientos.
P o r lo m is m o qu e en V a lla d o lid residía el C ard enal G o b e r­
n a d o r y el Consejo, p a rtía n de a llí p a ra las ciudades todas las
órdenes y deseos d e la a u to rid a d R e a l, y eu 10 de A gosto co*
m u n ic ó á la c iu d a d de Z a m o ra (1) q u e , según decía el mencio-
itado G o bernad or, á todas las ciudades y villas de estos R e in o s
q u e b a b ia u estado obedientes á S . M . y R e a l servicio so les p er­
d o n a b a lo q u e d e b ía n de sus encabezam ientos, y q u e para en
a d e la n tó s e prosiguiese p or cuatro afios m á s com o ha^ta e u ­
touces, por lo q u e S . M . m a n d a b a qu e Z a m o ra lo acatase y so­
bre ello en v ia ra sus Procuradores*, lo q u e pareció era ju s to p a r­
ticiparle.
E l incen dio de M ^ i n a del C am p o eu n in g u n a parte reper­
c u tió m ás qu e en la v illa de V a lla d o lid , don de y a hem os visto
q u e , alborotado el pueblo y puesto eo arm as, saquearon, derro­
caron é ioceodiaron varias casas, y re unidos eo el M onasterio
de ia T rin id a d eligieroo nuevos P rocuradores y D iputad os^
U a m a ro ti á todos los caballeros y vecinos de la villa y les bl«
cieroii ju r a r la C o m u n id a d . N o m b ra ro n p or C a p itá u General a l
In fa n te d e G r a n a d a . E c h a ro u d e la v illa a l O b isp o d e O s m a ,
h e rm an o del A lm ira n te . Ofrecieron socorro á M e d ic a del C a m ­
p o , y u o m b raro n seis Procuradores p a ra env ia r á la J u u t a q u »
se h a b ía de hacer e n A v ila y q u e y a lla m a b a n S a n ta . E l A r ­
ch iv o general d e S im an ca s conserva u n docum ento de iuapre-
d a b le valor, qu e es el lib ro d e actas de la C o m u n id a d de V a ­
lla d o lid . q u e com prende desde 24 de A gosto de 1520 h asta el
17 de M arzo de 1521. E o este d o c u m en to , to d a v ía iu é d ito , so
lee lo q u e sigue:
1.0 qiie parece por \o%libros d« ta Ju n ta de V alladolH <|ue se ficie-
ron por los de la Comunidad della desde T e y n le e quatro dia$ del
mrs d e A fo slo del aúo qae paso de quinientos e T e y n le anos <*n
adelante es lo siguiente (1]:

este día estando juntos en la yglesís mayor en una capilla della el


yD^inld de granada como capitan general e goo 9alo franco de gui-
m an e pedro de tovar é ju a n deslrado e francisco de tamayo y el li-
cenciado bernaldino y francisco de bibero y el a r . ^ de Snnt les e
pedro de Mayorga e garcia de dueí^as e gonzalogomez y el licencia*
do Aban<^a y Velasco de Cuelo y fraacisco d.mdlno y luy» gon^ale»
de Mercado y pedro de palencia y el bachiller pulgar y gil de Sant
pedro y ju a n de Salazar y aionso de Ver^ y lorento de Valencia y
Sancho l>rabo y diego de Valladolid acordaron loSyguiente.
que se pusiesen guardas en las pu(>rtas de I h V illa y que los Re­
gidores cavalleros que las tenían ñsíesen plito omenaje p^ra las
guardar y que conociesen de los agravios que se ñsíesen por las
personas quo las guardasen.
y ten que se diese petición al cardenal y al Consejo para que die­
sen licencia para faser esta ju n ta e ynterpusyeson a ello su ahtori-
dad y decreto pues se Has ia para la pacilicacion destos Reynos y
desta Tilla y que la petición físiese el licenciado bernaldino.
y&en que escriviesen a las cibdades hasyendolas saver que en-
biav»n sus procuradores a la jun ta de A vila (S) y que las CHrijs la^
oHeitase bernaldino.
yU*.n que escriviesen a Medina hasiendoles saber la gente que les
enbíava y que la carta la escriviese el licenciado A banta.
ylen mandaron que a los ayuntamientos que dende en a d e lin le
fisiesen viniesen dos del estado de la yglesia dos caualleros por el

(1) Arch. gen. de Sim ., Comunidades de Castilla, P. R., atado


ieg. 6.♦
(2) Reviste gran importancia la consulta que Valladolid bizo ¿
sus Letrados acerca de las instrucciones que debían darse á los Pro­
curadores acerca de relevar al Consejo, no mencionar al Key en las
provisiones, sino ¿ la Reina y al Reino, provisión de cargos, recau­
dación de i*entas Reales, suplicar al Rey que otorgase las cosas Ju s­
tas y enviar personas á besar las manos ¿ la Reina y ó ver su dis­
posición j qué les m andaba.— A rch. gen. de S im ., Comunidades de
CastiUa, leg. cuad. 2.®
«s u d o de caualUrod que fueseirdoD pedrode baçan don bernardino
pimentel y de Id yglesia los que el cabildo proueyese.
este día fisíeron plíto omemijo para las guardas de las puertas
luys godínez e don míguel velaiqaea y Sancho brabo Juau Rodri­
gues de baeça Alonso de Saravia«

Jutúad e XXV fU Agosto.

esle dia don pero laso de Castilla biso pUto omenaje en manos de
gon^alo franco de ser eo favor desta villa en lo que fuese servicio
de dios y de Sus magestades y bien e utilidad y procomún desta vi­
lla y denlos lie y d o s .
este dia biso el mismo pÜto omenaje don bernardino de velasco.
Id . don Rodrigo M jnríque.
id don francisco de ^uiiiga.
id don pedro gíron.
E n la ju u ta de xxix. de Agosto se bailaron el dícbo ynfante don
ju a n capitan genera) e todas las otras personas que en la de Su-
pra I y mas don bernardino pimentel y Juan Rodrigues de bae^a y
hernando de yllescas pedro de Mayorga y el bachiller diego lopes e
«niguel Ruis e ju a n Calderón e diego de barrantes y el bachiller daU
cala e ju a n de Marquina e fem ando de Cie9a y el bachiller pulgar
los quales acordaron lo Siguiente.
quel lioenciadu Villa tuviese el Sello desta villa cada dia en la
ju n ta oenbiase persona que lo tuviese.
yten que el dicho licenciado tuviese cargo de enbiar las carias y
pagar los correos.
que Sitravia Recibiese las armas que don pedro girón prestava a
<^sla villa.
este dia acordaron que fuesen por procuradores a la jun ta davila
jorge de herrera e aSonso de Saravia y el prior de la yglesia mayor.
En la jun ta de xxx de Agosto estuvieron los susodiclios eceto
don bernardino e juan Rodrigues de bae^a y acordaron lo Siguiente.
que luis gon^ales de Mercado to viese cargo de enbiar los co­
rreos.
que pedro de ^ ^ a l l a pudiese entregar a) pagador nogerol se ya
quentos trescientos m ili mrs. para enbiar a pagar la gente de Na­
varra.
que anduviesen treynta onbres de guarda con el ynfante.
que se derribase el pasadizo de don alonso y que fuese de d ia y
no de noche.
M ie ntras fu n c io n ó osta J u n t a de l a C o m u u id a d de V a lla d o '
lid . escribió el 26 d e Agosto á la c iu d a d de Z a m o r a (1) qu e ha*
b ia n sentido se hubiesoo revocado los poderes á los Procurado*
res e o la J u n t a d e A vila» y les m a n d a b a n se vinieseu» p o rq u e
u uD ca fa ita b a u revolvedores y estorbadoree dol bien p ú b lico , y
su p lic a b a n los nom brase do D u e v o l a c iu d a d , puesto q u e y a los
te n ía n o m b ra d o s, y n o era razóu q u e faltaseu Procuradores de
u n a t a n h o n r a d a c iu d a d . Pero es m ás im p o rtan te la c arta que
e l In fa n te D . J u a o d e G r a n a d a (2) y la C o m u n id a d de V a lla ­
d o lid escribieron á la J u n t a d«^ A v ila a p ro b a n d o la m a rc h a del
ejército p o p u la r á Tordesillas, n o hacieud o m u d a n z a de la per­
dona R e a l de S. A ., lo c u a l c o m u n ic a b a n á los C apitanes de
los ejércitos de T oledo, Segovia y M a d rid , p a r a q u e p a r tie -
fleu y fuesen eu bueu b ora eu lo de evitar q u e n a d ie se apode*
rase de ia persona R e a l y la lle vara á o tra parte. H a b ía n lle­
g a d o ios Procuradores d e B u rg o s y do S o ria , y los de Vallado-
lid p a rtiría n dentro d e dos días. £ u c u a u to á la c u lp a de los
q u e a c o n s e ja r o D el hecho de M edica, o p in a b a u q u e los c u lp a ­
dos recibiesen el castigo q u e debían; pero esto de b ía hacerse
coD acuerdo de toda la J u u t a y P rocuradores de las ciudades.
V a lla d o lid a ú u v o lv ió á condolerse con Z a m o r a (3) de la revo­
c ac ió n del poder á ios Procuradores, y de nuevo le sup licó qu e
ios destguase, pues los suyos y lo s de Burgos p a rtía u para
A v ila a q u e lla sem ana con el propósito d e q u e estuviesen todos
ju n to s p a ra tratar el b ie n de eslos R einos. A sí se explica n a tu ­
ra lm e n te la P ro v isió n de 31 de A gosto desterrando de Z a m o ra
a l C o nde de A lb a de L iste, a l P rio r de S an J u a n y á D . P edro
E n ríq u e z , anterio rm ente m encionados.
E l d ía 31 de Agosto b u b o ex traordinario Tnovimiento episto­
lar. Merece especial atención la R eal c éd ula (4) qiie el C arde­
n a l G o bern ad o r ex pidió desde V a lla d o lid p a ra qu e los P ro c u ­
radores de ciudades y v illas qu e estaban reunidos eu A v ila ,
vinleseu á V a lla d o lid á teuer la d ic b a j u n t a ó congregación
p a ra p la tic a r y tra ta r las cosas para q u e h a b ía n sido n o m b ra *

(4) Archivo m uaicipal de Zamora.


(2) Arcb. gen. de Sim ., Comunidades de Castilla^ lib« I, fol, 42.
(3) Archivo m unicipal de Zamora.
(4) Arch. gen. de Sim ., Cédulas, lib . LIl, fol. 40.
dea. siu hacerla eu Á v ila n i an n in g u n a o tra parto. Y p a ra ga-
r a u tir á ios D ip u tad o s y Procuradores q u e estaban en A v ila au
seguridad personal eu au traslación á V a lla d o lid , ex pidió e n ia
c ita d a fecha o tra R e a l céd ala, y e u o tra com u nicó esta reaolu-
<;i6n á la J u u t a de A v ila . T odas estas p rovisiones tas llevó á I h
m a n o el C o m eu dador J u a u de H iue strosa, d á u d o le p o r in s tru c ­
ció n qu e ias entregase ¿ lo s dichos D ip u ta d o s y P rocuradores y
tra b a ja r c o u ellos, p or todas las vías posibles, p a ra q u e U J u n t a
qi)e q u erían hacer en A v ila la realizasen en V a lla d o lid , pues erM
lu g a r m á s cou veniente p a ra ello, dánd oles á entender, q u e esto
eería m ejo r, pues p o d ría u p latic a r todo lo q u e conviuieee al
bien de estos R einos con t-X seiior C ard enal y c o n los dei C o n ­
sejo, eu los qu e h a lla ría u toda la a y u d a q u e conviniese p a ra el
rem edio de ios agravios q u e p retendían baber recibido, á cuyo
efecto se les e n v ia b a la carta de seguro qu e les seria g u a rd a d a
enteram ente. E l m ism o d ia q u e el C ard enal G o bern ad o r fírma-
b a las anteriores provisiones (1), el Consejo R e a l h a c ía á Su
M ajestad u n a exacta descripción de c u a u to b a b ía preseuciad<»
V a lla d o lid , de laa concesiones hechas á la C o m u n id a d y de
requeriiuieutos á los reunidos en A v ila , p a ra el efecto ante»
m encionado.
N u n c a con cnáB razón p u d o escribir Pedro M á rtir d e A n g le ­
ría á sus am ig os el G ra u C anciller y á M a rlia n o , O b isp o de
T u y (2), qu e las ciudades y pueblos, quejosos d e q u e hubiesen
h a b la d o , se ju n ta b a n e n A v ila c o n tra i a v o lu u ta d del C ardenal
y del Consejo, e nv ia ndo a lli dos 6 tres P rocuradores c ad a uoa.
£ i C ardeual y Cousejo dicen q u e n o se ju u te n , y q u e ai quieren
pedir algo a l César, lo i\agan con ellos, ofreciendo apoyar sus
peticiones. N o d a n oidos. E m p la z a n á los dem ás m iem bros del
R e in o para qvte v a y a n á tra ta r del p ro c o m ú n . V a lla d o lid se
«spereza. H iérvele la sangre en el cuer[>u y lo rm au Concejos.
N i el Senado u i el G o bern ad o r se atreven á prender á a lg u n o .
E n otra c arta del 20 de A gosto (3) a fia d ía , q u e V a lla d o lid se
t u r b ó luego qu e ftupo la desgracia de M e d in a . O lv id a d o d e la

{\) Arcb. gen, de S im ., Cédulas, leg. 2 .^ fol. Id.


(2) Carta de P. M árlir de Anglería de 16 de Agoslc de
QÚm. 681.
(3) Idem id . id. de iO de Agosto de o ú m . 68¿.
b^nefíc^iiciu del CésAt. se tu ro u ltu ó y enfurecid. Y a n o hace
caso dd C a rJe u a l n i Consejo. V a á la m a g a ífíc a casa d s Fon-
flecha» la q u e m a n , la a rru ío a o y p id e n q u e se le q u ite el m a nd o
d e l cjérclto. Temerosos el C ard enal y el Consejo d e la fu ria del
pueblo, pregonan su d e stituc ió n . O ído el edicto, a b a n d o n a n los
soldados ¿ Fouseca. H u y e coa su h e rm an o el O b isp o de B u r ­
gos. R o n q u illo n o se h a vuelto á ver m á s ......L o s vizcaínos, as*
tu rian o s y guípuscoanos ofrecen v enir todos en favor de la
C o ro n a R e al, siem pre q u e los lla m e n ......V a m o s cad a vez peor,
« i u o os d a is prisa.

BUTgOt.

E s ta c iu d a d , com o cabeza de C a stilla é in flu id a poderosa­


m ente p or el C ondestable q u e a llí fu é p a ra servir á S u M ajes­
ta d , c o ady u vaba a l pensam iento del C a rd e n a l G o bern ad o r y
d e l Consejo R e a l, de qu e y a q u e n o pu diero n im p e d ir la ren-
n ió n de las ciudades y v illa s de voto eu Cortes, a l m enos se
reuniesen en V a lla d o lid , d on de era m á s fácil y eñcaz interven ir
y a m in o ra r la crudeza de los acuerdos qu e se adoptasen. B u e u a
p ru e b a de ello os )a carta q u e el 1.^ de A gosto escribió B urgos á
Ja c iu d a d de Z a m o ra (1), refiriéndose á la r e u u ió n de los P r o c u ­
radores de las ciudades; y com o estos negocios eran t a n arduos,
le p a rticip ab a qu e h a b ía h a b id o u u e v a m a u e ra de Consejo,
q u e se d e te rm in a b a fuese en ia v illa d e V a lla d o lid , q u e sería
g ra n b ie n p or m u c h as cosas, n n a la m u c h a a u to rid a d q u e ten­
d r ía el K m o . C ard enal y el Consejo según su sa n tid a d y v irtu d ;
otra, q u e á dic h o p u u to a c u d irían las ciudades de a q uen de y
a llen de los puertos, q u e h a sta entonces u o se h a b ía n m ostrado
e n este caso; o tra , q u e seria g ra n m a l q u e hubiese dos puntos,
uno en V a lla d o lid y otro eu A v ila 6 Segovia, c o n ta u to costo
y zozobra, y todos ju n to s n o era dudoso q u e se h a r ía cu a n to
se deseaba, p or lo q u e S u M ajestad h a lla ría m á s g rato p a ra lo
q u e le convenía.
B urgos, q u e esto escribía á Z a m o ra , dijo á V a lla d o lid el 12
d e A gosto (1) q u e e n v ia b a sus P rocurad ores, y Ies pedía p or
merced Ies c o m u D ic a s e D y /avorecieseu y 8e ju u ta s e o c o d ellos
eu todo a q uello q u e vierau qu e era necesario p a ra el fin desea-
d o p or todos. £ l 22 del m ism o mes (2), a n te el E scribano A n ­
to nio de C am posa, ios Procuradores y D ip u ta d o s nom brados
p or las veciudades d e la c iu d a d de B u rg o s , cuyos nombres
expresan, y reunidos en la cap illa de S a n ta C a ta lin a de la Ig le ­
s ia C atedral, según uso y costum bre, concedieron poder á Pero-
d e C artagena y a l L icenciado Francisco de S a la m a n c a y Jcr6-
o im o de Castro, á todos tres ju n ta m e n te , p a ra ir á la v illa de
V a lla d o lid , y con los otros Procuradores de las dem ás ciudades
y v illa s, suplicaren a l R m o . C ard enal y Consejo R e a l m a n d a ­
sen rem ediar y proveer e a las cosas convenientes a l servicio d »
S u s Majestades y a l bieu c o m ú u de estos R e in o s y de la c iu d a d
d e B urgos y su p rov in cia, conform e á los capítulos é instruc­
ciones q u e llevabao signados p o r el E scribano C am posa. Y p o ­
cos dias después, el 28 (B), B urg os v o lv ió á escribir á V a lla d o *
lid , m anifestando que, deseando conservar la a n tig u a y nece­
saria a m ista d , env iaban sus Procuradores p a ra q u e se ju n ta se n
co n ellos e a todo lo qu e fuese coQveuiente a l servicio del R e y .
T a m b ié n escribió á C órd o b a el 29 [4), ro g án d o la asistieee á Ja
J u n t a de las C o m u o ida des, ruego q u e re pitió c u a n d o las ciuda*
des se reanieron en A v ila ; pero C órd o b a replicó, q u e sin licen­
c ia de B u M ajestad ó del C ard enal R egente n o b a r ia lo qu e so>
lic ita b a n .

ToWo.

E n los prim eros m o v im ie n to s de los ejércitos d e Toledo, So-


g o v ia y M a d rid era ta u grande la p o p u la rid a d de J u a n de P a ^
d illa , q u e fué a clam ado com o libertador de la p a tria, no m bra-

(4] Arch. g c D . (le S ím i, Comunidades de Castilla, leg.


lio 58.
(2) Idem id ., id . id ., leg. 4.^, fol. 30.
(3) Idem id ., id. id., leg. 6 .^ cusd. fol. 3.
(i) Rodrigues V illa, Ct^doba y las Comunidades. Hevista eitro*
pea, 28 Febrero 4875.
d o O &piCán Genera) de la J u n t a de A v ila ( l ) , y h a sta el cro­
n is ta G o n za lo de Á y o ra pretendió in m o rta liz a r su m e m oria,
m ie ntra s F r . J u a n de S a n ia M a rin a, el predicador d e Toledo,
le lla m a b a rem edio de laa Ë^panHa, poderoso señor y C a p ité o
de la libertad. Toledo ta m b ié u n o m b ró Oa|>itáu G eneral de au
ejército á J n a n de P a d illa (2), y eu 6 de A gosto su C o m u u id a d
escribía á la J u n t a de A v ila , q u e Z a m o ra estaba dete rm inada á
env ia r 8U$ Procuradores, de q ne fte lío lg ab an m n clio , y q u e
Burgos escribió qne la J u n t a hiciere eu V’ aD adolid, de lo qu e
p o d ia u seguirse m u ch os inconvenienles. Toledo estaba eu q u e ee^
hiciese en A v ila y q u e n o tendrían otra m u d a n z a , y m a ra v illa *
dos de ta l no vedad les p o d ría escribir diciéndoles su parecer,
pues a l cabo B urgos se vendría q u e d a n d o sola e u bu opinión^
y qvie Z a m o r a de b ía avisar á las otras ciudades y sus P ro c u ra ­
dores seríau a llí m u y prestos. C;)m o se ve, la idea q u e acari-
c ia b a el C ard enal G o bern ad o r y el Consejo de q u e la J u n t a d o
las ciudades se realizase en V a lla d o lid , era apoyarla resuelta­
m e n te p o r B urg os, y á su in ñ u e u c ia se debió q u e Z a m o r a v a ­
cilase en su ju ic io , contenid a com o estaba su v o lu n ta d p o r el
C o nde de A lb a de Liste y sus parciales. L a insistencia de V a ­
lla d o lid c o n tin u a b a , com o se h a visto anteriorm ente, a l finaU-
z a r el mes de A gosto; pero Toledo in sistió en q u e la J u n t a se
celebrase e n A v ila , fuera del alcance de ia in flu e n cia de los go*
bernantee, qu e fué la o p in ió n q u e triu n fó d e ñ u idv am ente.

8«g07Í&.

Deede q u e Segovia ensangrentó sus caÜes asesinando iu h u *


n ia n a m e n te a¡ P rocurador Tordesillas, y a lia d a d e T oledo en<
su» designios, estim uló la rebeldía de M edina del C a m p o , e n v ió
sus representantes á la J u n t a de A vila» y sus gentes de a rm as,
a l m a n d o de J u a n B rav o, ¿ c o m b atir a l ejército R eal, su h is to ­
r ia , trazada p or et concienzudo Colm enares, exige escasa recti­
ficación. P u b lic a d a s están las cartas qu e Segovia escribió á T o *

(4j MS. Academia de la Historia; Arcb. gen. de S im ., Comxini~


dudes de C aítilla, leg. 6.*
(8) Archivo m unicipal de Zamora.
ToHu xixv 39
ledo eu 29 d e Ja Ü o (1), p id iéu d o le socorro contra el ejército
m a n d a d o p or FouBeca y R o u q u illo ; en 17 de A gosto á Medí-
l ia del C am p o , para q u e u o eutregaseu la artille ría q u e guar-
d a b a n en su re ciu to y era uecesaria p a ra castigar ¿ los segovia-
uos; y en 24 del m ism o mes dánd oles el pésam e p or los dafios
q u e h a b ía n recibido y ofreciéndoles todo su apoyo, a l m ism o
tiem po q u e celebraban se hubiese to m a d o la v illa de Alaejos y
se estuviera com batiendo la fortaleza.
Sólo fa lta a d a d ir q u e , c u a n d o S egovia se v ió asediada p or laa
fuerzas de R o n q u illo , escribió á la v illa de S epúlveda cou fecha
1^ de Agosto (2), condoliéndoae del ru m o r d e q u e ib a á am p a*
rar á R o n q u illo y ddfenderae en ella, y p idiendo n o dieran lu g a r
á tales COSA», puea lo q u e ellos defendían era servicio de Dlo8 y
del R ey y bien y lib e rta d de estos R eynos (3). Y el 28 envió
u n a carta a l C a p itán General y D ip u ta d o s de la C o m u n id a d de
V a lla d o lid , m ostrándose gozosos de tener loa m ism os p ro p ó si­
tos y deplorando ]os acoutecim ientoa de M e d iu a realisados por
A n to n io de Fonseca y R o u q u illo , eu c u y a reparación parecía
q u e el A y u n ta m ie n to de A v ila com enzaba á proveer en ello,
«don de p la z e ria á nuestro SeQor q u e los malecliores Uü quedasen
s in pena n i los dafios recibidos sin remedio.*

M e d ia s d e l C u n p o .

C o m o d ntaqxieé in cen dio de M ed ina del C a m |)0 fué el acón*


teciuí^iento q u e m as estim uló las C om unidades y m á s h a preo-
o upsdo á los historiadores y cronistas del E m p e ra d o r, debería
considerarse la m a te ria ago ta d a, y sin em bargo, a ú n la in v e s­
tigación es provechosa y ofrece datos nuevos, dig uo s de estudio
y m editación. T odos convienen generalm ente eu q u e , fíada á
Fonseca y R o n q u illo la ttiisión de castigar los atrevim ientos de
Segovia con 150 lanzas y pocos peones, encontró u n a inespe­
ra d a reeistencia. Entonced se pensò en u u bloqueo; pero insù-
iicientes las fuerzas p a ra m antenerlo, se resoWió retirarse á

{4) Sandoval, Historia c\i., líb. V, pégs. 178, 184 y


¡2) Archivo municipal de Sepúlvedd, a&o4520, prim er cuaderno.
(3) Aroh, gen. de S im ., Ccmunidades de C aitiíla, leg. i fol. 38.
:S a n U M a ría de N ie va para esperar a llí los refuerzos reclam ados
a l O a rdeu a l G o beruador. S egovia b a b ia re u u id o 3.50'') h o m >
bres, y a l m a n d o del C a p itá n P e ra lta se encacoinarou á b u scar
las fa e n a s R eales, q u e , escasas eu QÚiuero, ó cu p abaii
M a ría de N ievu. A llí llegaron á las in a a o a y resultarou varias
•descalabros; y siu grandes deseos de pelt^ar, la gente d e Foos«*
•oa-Rooquillo p a rtió p a ra Coca, recibieudo la orden d e ir á Mü*
d in a del C a m p o y recoger la ai'Lilleria q u e a lli estaba desde
rtiempo de los Reyes C atólicos. S ú p o lo S egovia y escribió á Me>
d in a a q u e lla sentida c arta de 17 de Agosto q u e p u b lic ó S a u d o ^
v a l¡ l) , y resolvió á los medlnensee á u o e n t r ^ a r l a a rtille ría q n e
se buscaba p ara castigar á Segovia.
E l ejército de Funseca R o iiq u illo se h a b ía trasladado d e C o ­
c a á A ré v a lo , y en I h m n fíatia del 21 a m a ne c ió sobre M e d h ta
del C a m p o , q u e en 11 del luism o mes h a b ia escrito (2) a l Car>
d e u a l G o bern ad o r c la m a n d o c o n tra la P ro v isió n R e a l q u e es­
tablecía nuevos trib u to s y asegurando q u e a llí d o faltarla u ün *
c a to d a lealtad; pero q u e avisados p o r S ego via, estaban resuel­
tos á n o entregar la a rtille ría . }i/ra C orregidor de M e d in a del
O a m p o G u tierre Q u ix a d a , q u ie n , á pesar de sus conciliadoras
geslioües, n o p u d o alc a nza r q u e los medinenses m odiñcasen su
a c titu d , apoyados, com o e staban , en q u e no eicistÍH R e a lC é d u *
la q u e ordenase la entrega de la a rtille ría (3 ). Y cousta, en do*
cuuaento autorizado, qu e siete horas antee del nsediodía del 21 ,
a n te el L icen ciado Jo a u e s d e A v ila , teniente de C orregidor, y
« n presencia del escribano F e rn a n d o del C astillo , pareció Ve-
lasco Sánchez, E scribano p ú b lico y del Consejo de M edina, m a*
nifestando q u e la v illa estaba m u y a lb o ro ta d a á causa de que*
rer entra r en ella el C a p itá n G eneral D . A n to n io de Fonseca
p or la a rtille ría qu e en la d ic h a v illa estaba d e S S . M M .; y con««
•él creía q u e de b ía darse, p id ió a l T eniente le m andase lo q u e ai
servicio de S. xM. conviniese. E l T eniente, vista la v o lu n ta d de
V elasco Sáu cb ez, le m a n d ó q u e a n d u v ie ra con él c o n sus ar*
m as y q u e le favoreciese h a sta le poner eu la cárcel p ú b lic a de*<-

(4) Siiodovnl, Historia c\l., lib. V. pág. 184.


( í) A»*cb. gen. d e S im ., C'omumtííídw de CnslUla, I«*#?.
4io 7.
(5) Iduat id .. C ám ara, leg. 137, fol. 3^8.
ía villa, donde era bu posada, pues veía que la dicba villa
taba m uy alborotada.
L o estaba tanto, q u e hechas las intim acioDdS por Fonseca^
M e d in a las d6dobedeció y se aprestó a l com bate, colocando I 9
o r tílle n a eu las bocas de las calles y reuniéndose en ellas y ei>
la p laza gran golpe de gente a rm a d a . A l n o ta r Fonseca ]a a c ^
titu d del pueblo, m a n d ó entrarlo peleando; sonó la artillería y
h u b o desgracias de u n a y o lra parte. V ario s de los historiad ri­
res, entre ellos S a u d o v a l, q u e n o es sospechoso, a ñ rm a n
Fonaeca pensó hacerles u n eng año, n o entendiendo q u e fu e ra
ta n dañoso com o salíói y secretamente m a n d ó bacer u n a s el-
can zías de a lq u itrá n p a ra arrojarlas p or la calle de S a u Fran-
cisco, lla m a r la aten ción del pueblo por aq uella parte y. entro
t a u to , apoderarse de la artillería; pero el fuego pren dió de liil'
suerte, qu e en poco tiem po ardieron S a n Francisco, m ucbísi*
m a s casas y gran n ú m e ro de mercaderías depositadas p ara la*
fe ria. Fouseca y R o n q u illo huyeron á A révalo, y M odina p ro­
c la m ó la C o m u u id a d y escribió é P a d illa y dem ás C ap itan e»
p a ra vengarse de los qu e h a b ía n a y u d a d o á Fouseca. E sto es lo*
esencial q u e determ inó el in cen dio de iMedina del C a m p o y a u ­
m e n tó el progreso de las Com unidades.
M e d in a , en el siguiente d ía 22 (1), escribió a l C ard enal G o ­
bernador y á la C o m u n id a d de V alladolid » dicieudo al prime«*
ro haber recibido su carta en q u e le decía qu e A n to n io de Fon-
seca DO fué p or su orden n i p or la del Presidente del Consejo,
n i á sacar la artillería, n i saquear ni q u e m a r á M e d in a . Añadió-
q u e q uem aron el M onasterio de S an Francisco (2), teniendo
sas frailes qne d o r m ir en el suelo de la huerta, y colocar e l

( 4 ) Sandov»!, Historia cit., lib. V, pág. 487.


(9) Los diimnificados reclamaron indemnización de daños y per-
ju ic íM , y sus recUmaciones se anotarán en las fechas que resul­
tan; pero hay otrss sin fecha, como la de la Priora, monjas y Con­
vento de Santa Uaria de las Dueñas la Real, extramuros de la villa<
de Medina del Campo (Arch. gen. d f S im ., Cámara, Memoriales,
leg. 13S); la de D. Francisco Pérez de Vargas, Alcalde de U Chanci­
llería de Granada (idem id, id. id., leg. H 7 ), y la de A lvar Díaz, ve­
cino de aquella villa, cuya casa y bienes fueron quemados, por lo'
que pedía mercedes (idem id . id., leg. 45i, fol. 63).
O o rp u » C h riati ea «l hueco de u u o lm o . In c e a d ia ro o to d a la
c alle de S a u Franciaco, to d a la R ú a y P la te ría , p lazuela de S a u
J i m o y calle del Pozo, laa mediaa cuatro callea y to d a la p la sa
cou la iglesia p a rro q u ia l de S a n A g a s tíu , la in e d ia calle d e A v i­
la y la R iu c o u a d a , con to d a la p laza alrededor y parte de la ca­
lle del A lm ira n te . C u a n to eu laa casas es istia y todos los depó*
sitos de los mercaderes, todo ae q u e m ó . E u tra ro n eu laa casas
y cortjiban los dedoa de las m ano a á ias mujeres p a ra sacarles
Iris sortijas, a lzo rc a s y m a n illa s ; a c u c h ü la b a u á u naa, aaaeta-
4*ou á otras; robaron clérigoa y anciauo s, p on ie n d o en ellos sus
m a n o s sacrilegas. Y com o traidores seQaló M e d in a ¿ A n to n io
•de Fonseca, ¿ G u t ie r r e Q u ix a d a y a l aaugrieuto ro bador Li-
cenciado Jo a u ne s de A v ila , in v e n to r y c a u d illo de lad e a tru c ción
•de la v illa . E l m ism o cuadro de horrores p in tó Me<Hua ¿ V a lla ­
d o lid {1?, a ña d ie n d o q u e A u to o io de Fonseca fué el d ía anterior
Cüu 200 escopeteros y BOO lan zas, todos ¿ p u n t o de gu erra. A
ias puertas de la v illa lea d ijo q u e era el C a p itá n G eueral y ve­
n ía p or la artillería; y com o n o constase á M e d io a q u e fuese
íh I C a p itá n G eueral de C a stilla y estuviesen ciertos de qu e la
q u e ria p a ra ir contra Segovia, se pusieron en defensa, y A uto *
n io de Fonseca y ios suyos, desde q u e vieron qu e les sobrepuja*
b a n en fuerza de a n n a s , acordaron poner fuego á la s casas y ha«
ciendas. H a c ía dos meees q u e D . A louso d e Fonseca, O bispo
de B urg os, estuvo en M e d iu a á p edir la a rtillería, y a h o ra h a ­
b ía id o el h e rm a n o á reclam arla p o r fuerza. T e o ía n los cuerpos
fatigados de las a rm as, las casas todas q u e m a d a s, las haciendas
todas robadas, loa h ijo s y mujeres aiu tener do abrigarlos» loe
tem ploa de D ioa hechos p o lv o y , sobre todo» los coraeones ta u
4urbados q u e p ensaban tornarse locoa. N o era posible determ i­
nar» n i eecribir, n i pensar» n i tasar el daOo qu e h a b ía hecho ei
^uego. H alláro n se en esta rom ería A u to n io de Fonseca, el A l­
calde R o n q u illo , D . R o d rig o de M exía, Jo a n u e s de A v ila y G u ­
tierre Q u iz a d a , qu e usaron en M e d iu a d e m ay o r c ru eldad q u e
los bárbaros en R o m a , q u e u ia u d o lus tem plos y monasterios^
o b lig a n d o á loa pobres frailes ¿ m o ra r en la huerta, aalván-
doae el S a n tísim o Sacram ento cabe la n o ria , eu ol hueco de u d

o lm o .
S egovia escuchó estos lam entos el d ía 28 (1), y el 24 dscríbi6-
á M e d in a del C a m p o condoliéndose de su desgracia y dtcíéndola
q u e pues M ed ina se perdió p or Segovia, ó de S egovia n o q u e ­
d a ría m e m o ria, <S Segovia vengaría la in ju r ia á M e d in a , com o
lo p rom etían y ju r a b a n ¿ ley de cristianos. Todes los vecino»
d e M e d iu a p o d ría n aprovecharse de los pinares d e S egovia, cor­
ta n d o m a d e ra p a ra hacer sus casas. J u a u de P a d illa pasó p or
M e d in a , tom ó ¿ T ordesillas y se apoderó de la R e in a N uestra
S e fior». E l A lcalde R o n q u illo h u y ó de S a n ta M a ria de N ieva.
E l Consejo m a n d ó pregonar q u e toda la gente se apartase de
A n to n io de Fonseca, y ésle se m a rch ó fuera de E s p a ñ a . E l C o n ­
sejo n o m a n d ó aquello sin o de m iedo, y el C a p itá n G eneral no-
h u y ó FÍno de cobarde. L a R e in a D o n a Isubel d ió el C o n d a d o
de C h in ch ó n á la M a iq iie sa de M oya, lla m a d a la B o b a d illa , y*
la tierra era de Segovia desde tiem po iu m e n to ria l. 8 u a Injos p o ­
seían en tenencia perpetua el A lc á z a r de S egovia, q u e era u u a
d e las insignes fuerzas q u e h a b ía en y estaban deter­
m in a d o s á recobrar la tierra y tomarlee la fortaleza. Los C a p i­
tanea h a b ía n escrito á Segovia qu e estaba toncada la v illa de
A laejos y la fortaleza se defendía cou ciertos soldados; pero no
d e b ía n desistir de la em presa, pues si necesario fuese enviarían
m ás gente ai c am p o y socorrerían con m á s dineros, porque
g ra n p oquedad sería d e S e guv ía, y n o pequefia afrenta á M e d i'
n a , q u e n o ae llegase a l cabo en ásta tan ju s ta guerra.
L aa trea anteriorea cartas publicadas ínte g ra m e n te p or S a n ­
do v a l, h a b ía n sido com prendidas eu la Ilü to r ia <U M edvia, que
escribió su vecino J u a n López O ssorio (2); pero el A rc h iv o g e ­
neral de S im an ca s ofrece valioaoa docum entoa p a ra com pletar
la hiatoria de tan triste com o lam entab le suceso, y Jos c u a ­
les h a u perm anecido h a sta a h o ra iné^iitos. Debe fig u ra r en p ri­
m e r térm in o la carta qu e V elasco S áu ch ez, en u om bre de la
C o m u u id a d de M e d in a del C a m p o , escribió el 22 de Agosto á<
los Procuradores de las ciudades y v illa s qu e asistían á la
J u u t a de A v ila á propósito de la reclam acióu de la a rtillería.
D ic e así:

(4) Sandoval, Historia c il., lib . V, pág. 186.


(5) Historia He Medina del Campo, Biblioteca da la Rea) Acade­
mia de la Historia, JdS., eat. 24, gr. B, nú m . 46.
C arla orlg;]na) de Medina 4el Campo i la Ju n io de Avila,
fecha 22 de Agoslo de J520 (l).

Magnificos Señores.

oy miercoles que fueron veynte e dos ditis (leste presente mes de


Agosto Rescevimos una cart^ de v. m . en Ih qual nos dizen que han
oydo dezir que vinieron a eslu villa als^unus personiis non voluntad
de sacar el artilleria que en esta villu esta lo q ual creemos que saben
«le cierto por Ío acaescido que es cosa que nunca se vio ní oyo con­
tra ynñeles tan grande ynum anidad y cruelda l q u e e n l<i beniüaque
bino fonseca e los capitanes que con el binieron c sus i^entes de
armas hizieron en esta villa que nos quetnaron la mayor e ni^jore
mas principal parte della con el monasterio de Sant francisco e
otra iglesia hizieron muchos dapños los quales son tnn crudos y tan
y normes que en dezirlos paresce cosa yncreyble a Xpianos<leque es
mu<*lia Razón v. m . se^n sabedores para que puesest<m jun ios p^ira
m irar ei servizio de i t i o s e de la Uey na e Bey nuestros Señores y
hien destos Reynos nos »yuden a lo remediar { el artilleria quedo
en sta villa lo qual tenemos en mas que no el dapílo que Rescibi-
mos...... dapc^o y perdida que syn duda no bxstarian todas las Ren­
táis del Reyno p ..... Remediarlo, y tenemos por cierto segund e-vta
villa siempre h» sydo muy leal a ia corona Real c r o o 'T 'O S que S í i b i d o
su magestad lo terna por muy grand deseruicio y perdida de sus
Rentas Reales y diipí^o de todo el Reyno por lo que <Í«t aqui Redun­
da y porque a causa de lan grand perdida | de Ih villa esta tun Ae*
bueltn y alborotada los unos en llorar sus perdidas | los otros en
poner Recab<lo cn esas pocas de haziendas que les quedaron no se
pudieron ju n ta r para ynbiar mensajeros como vras mdes dize ju n ­
tado se proveerá ea ello con nquella diligencia segund que de la
T o l u n t a d de vras mrdes conoscemos e sy por nuestros dapños ovie*

re alguna dilación suplicamos a vras mdea. en ello bean lo que de­


ben prober y hazer por nosotros en Reparar tan graad dapi^o e per­
d i d a tanto en deservicio de la Reyna e el Rey nuestro Señor a esta

v illa acaescido de lo q ual el mensajero dara larga Relación | nues­


tro Se^or las magnificas personas de v. m . guarde y acresciente
como desean | de m.* a xxij de Agosto.
por m andado de los Señores justicia Regidores e bonrrada com u'
nidrtd de la noble villa de medina del canpo.^V elasco Sanches.
M e d iu a , á las ó k z de la noche del d ía 23, volvió á eecribír á
la J u u l a de A v ila , cocnpleiacdo la relacióu da sus desveuturas
en estos términos:

Carla original d f Medloa del Campo á los Procuradores de U


JuHla «le Avila, á de A fo slo de 1520 (1).

ÁJut/ maf/n¿ficos Señores.

Recibimos udh cart;» de vuestras mercedes boy jueves á las ocho


lloras ()e la mañana y ayer miercoles en respuesta de otra de vues«
LrüS mercedes les escribimos algo de lo que ac«^ hübia pasado que
hieu creíamos segund lo que paso quo no iría todo por estenso y
^gora por cum plir lo que vuestras mercedes mandítr) se lo hiiremos
saber mas Urgumente y fue tanto que por mucho que digamos que«
dará lo mas por desir y fue en esta maueru que el lunes que agora
paso en la nociie m>s vino nueva que venia gente la vía desta villa
y creemos que por su parte d o s fue ephddo algunas personas quo en
eáli) villa publicasen que la gente que venia era el egercitode vuos*
ii HS mercede:» y destii causa nosotros nos apercihitnos antes para
los servir que para poder ofender y con est;i dospech» incierta $e
nos p<tso toda la noube liasia la m«ií)ana que ya vieron venir la
gente y por nuestras espias fue conocido ser Antonio de Fonseca y
el alcalde ronquillo, y aiendo ya muy acercado ^ la villa, esta villa
le envío sus mensageros para sabor á que venían y le rogasen y
requiriesen se quisiesen pdsar sin entrar en e^ta villa ni hacer en
ella da&o, á lo cual respondió que el venía por el ariilleria y mu**
nicion y pólvora que en ella eslaba y que desta manera ei se iría
sin hacer ningún dauo y que no bacicndose asi el pondría á fuego y
á sangre esta vilLu e visto su injusta demanda y que no mostraba
proviskon ni facultad para !a poder pedir lo cual baciamos con él
j>or dilatar mas que Do porque en verdatl nos# ie bobiade dar esta
villa de término de se poner á todo el dauo que le pudiese venir o d
no se la dur leniendo par cierto que esto era en deservicio de sus
alteias y pora el dauo de todo el Reyno y á la hora comento á mo­
ver para se entrar en la villa donde c o d el mal apercibimiento que
teníamos d o se le pudo resistir que no se entrase en las calles, y
desde allí comento á combatir esta villa con mucho uumero de es-
copeteros y gente darmas en ei cual combate fueron iimerlos y he-
ríilos niuch» gente así de su parle como de la nueâlro y visto que
por combate no podhm entrar determ inó de la poner fu(»gi» por
fDuchas partes con tanta crueldad como )o hiciera con turcos y
•aunque esta villa se vio arder y destruir determinó de antes pere­
cer del todo que no dnlla y vista nuestra üeterminacion aoordo de
se ir yendo por la villa saqueando casos y matando mugeres y ni-
fioSy esta viild quedó con tan gran daí^o que no se podria contar
sino con mucha proligidad y porque creemos que yH vuestras m er­
cedes lo habian sabido de los muchos que habrán ido que lo sabrán
d e c ir mejor que nosotros porque lo habian visto no se dm i mas
sino que caso que eí da&o sea tan grande y mas de lo que se puede
decir lo tenemos por muy bien empleado pues se b iio en \n defensa
y bien destos Reynos y seyeado I» voluntad y propósito de vues-
tr<is ineroedt*s, y besarnos las manos de vuestras mercedes por la
voluntad que muestran si repino de nuestro daño y p»*na de núes*
tra perdida que somos ciertos que habiendo acnecido y padecido
p or servicio general asi del Rey nuestro Señor como de todo su
Ueyno no seria justo que particulnrmente pagasemos y luego que
<*gércitos de vuestras mercedes supieron lo acaescido nos escri­
bieron ofieciendonos todo favor y ayudn y diciendo que a ía bora
movian la via desta villa á los cuales habernos respondido conforme
á sus carias y tenlendoles en mucha merced su venida y venidos y
consultado con ellos la voluntad desta villa y lo que h ellos les pa­
rece so escribirá á vras mds. para que en ello manden proveer
«cimo conviene á todos. E l Sor ('•ardenal sabido el dai\o que est^i
villa recibió, escribió una carta á esta villa la cual h» puesto algu­
na parte de espera nzii del daño y perdida desta villa |»esándole
fDucho dello como vuestras mercedes verán por su carta el tremía-
do de la cual les enviamos con esta s^^ñaUda de mano del presente
escribano. Nuestro Sefior la vida y muy inagnifiuo estado <Íe vues-
iras mercedes prospere y acreciente por largos tiempos á bueno y
prospero regimiento de servicio de sus altezas y bien y reparo des­
ios Reynos. De MetÜna del Campo á de Agosto á las diez de la
noche.
Y o Diego Gonzaies de Santlllana escribano publico del número
d e la noble y lea) villa de Medina del Campo por sus Majestades la
Escribí por maudado del A bad, justicia, regidoiN^s, cal>alleros y no­
ble comunidad de la dicba villa «D iego Gonzaies de SantÜlana.

A ú n v o lv ió M e d in a á escribir ¿ la Ck)m uuidad de V a lla d o lid


el d ia 28, desm intien do q a e el C o m e a d ad o r D iego de R iv e ra
estuviese en el desastre de la v illa . D ice así la carta:
o ii

C arla de Merlina dcl Campo ¿ la Comuiifdad de Valladolid, co 28 de


Agosto de 1&20 (4).

Bfuy magnificos Señores.

csia v illa a sabidc» que por algunas personas desa noble villa se »
dicho quel Comendador diego de Kibera avia venido a esla v ilb coa
fonseca al lienpo que le entro e biso el daño que ea ella esta hecho
y pard ae certificarsi era asi para lo castigar y para lo escrívir a
V . ind. esta viila $e ynformo dello e ase hallado quel miercoles que

fue otro día que Rescibío el daño esta villa el p a n io de mojados y


v ino a esta villa a saher que avia techo nuestro Señor asi de su mu*
ger como de sus padres y de Pedro de Ribera su hermano y otros
deudos que en esla villa tiene y que luego el mismo dia en la no­
che se bol vio a mojados y desto se podra v. m . sy mandare ynfor*
m a r de los de la villa de mojados y allende desto doliéndose del
^run doilo desta villa y procurando el castigo de ios mal«chores pro­
curo de prender un bonbre que en esta villa se dise que fue en )a
Lra^zion que se hͣo y le iraso luego por su persona y con los de su
casa para que aq ui se hisiede del lo que fuese justicia y así sus pa­
dres y |>edro de Kibera su hermano como oirus deudos suyos ban
sido tan leales y buenos cavalleros y an tanto m íiado y trabaxado
«i bien desta villa que ciertamente ban hechado cargo y todo el
pueblo los de ve mucbo y pedro de Ribera entre otras cosas allende
de defender como muy buen ca vallero y del se espera su estancia
que fue arta saludable y cosa nescesariu estando en la persecución
del fuego y con todos sus trabajos el por su persona salbo toda la
polvera y salitre que esta villa tenía en palacio donde se esperava
mucho peligro y lo puso en Recabdo todas son obras que sí parti­
cularmente se o viesen de dezir pensamos por entero no se podria
contar de donde y por la pesquisa que dolimos que hedimos contra
diego de lUbera claramente resulta ser el dicho diego de Ribera sin
culpa y que algunas personas con buena yntencion y por le dañar
dísen U que no debrían y con razón no pueden dezir ni es de creer
que de tal persona saliese cosa que manzillase su fama y nobleza
quanto mas donde tenia sus padres y hermano y deudos que tenian
todos puestas las vidas al tablero pedírnosles por m rd que porque
somos ciertos que diego «io Ribero es cierto servidor ile vro m rd
y desta villa y en su anim o tiene la voluniad que tienen el que mas
desea nuestro bien le aya v. m . por encomendado y <|ue su personn
y sus C8.*;as sean m iradas e bien tratadas e que no se baga cnn(ra el
cosa de hocbo y no orean lo que del nos dizen que se dize syn aver
m u y bastante ynformacion dello porque si otra cosa oviese o aqui
se supiese o dixere tanhien lo escnviriamos a v. m d. y aun lo cas-
liga riamos y en esto queremos ver e) amor que nos tiene y porque
«si en esto, como en otras rosas el dicho pedro de Riltera e Xpual
<,'Apardiel procurador de quadrilla hablaran mas largamente a v. in.
pedírnosles por mrd les den crédito cuyas vidas y m u y magniñco
eslailo nuestro Sefior suarde y acreciente como desean de Medina a
veinte y ocbo de agosto do m ili e quinientos e veynte aí^os [ el abad
de MedinH | francisco de mercado | peifrodeUiberA | jív a ro de lugo |
garcia de montalbo | Juan biiño | fem ando de mercado ¡ bernando
de quiros | el licenciaduda^a | alamos | femando de bobadilla | nlon*
so de vlllafrades | pedro de veUsco \pedro de c^nbrdy | alonso de
q u íntanilla | gutíerre Regidor I francisco diez de mercado | vcUsco
San ches | por mandado de los diobos Señoros~-(lie,^o gon9dle5 de
Santillan.K

E s ta c o m u a ic ac iÓ D descubre q u e fo rm abao la C o m u n id a d de
M e d in a del C a m p o el A b a d de M e d in a . F rancisco de M ercado.
P edro d e R iv e ra , A lv a ro de L u g o , G a rc ia de M o u ta lb n , J u a u
B a fío , F e ru a n d o de M ercado, H e rn a n d o d e Q u ir ó s , el L ic e n cia ­
d o D a ^ a , Alaixiofl, F e rn a n d o de B o b a d illa , A lo n so de V illafro-
dea. P edro de Velasco» P edro de C arobray, A ioo ao de Q u iu ta -
n illu , G u tierre R e g id o r, Francisco D iez de M ercado y V elasco
S ánch ez. Y p o r m a n d a to de estoa sefiores autorizó la c arta Die*
go G o n zále z d e S a u tilla u a . A lg u n o de los iu d iv íd u o s de la C o­
m u n id a d d e M e d iu a , com o F rancisco de M ercado, escribió par-
ticu la ru ie u te á la C o iu a u íd a d de V a lla d o lid (1) h a cién dole saber
q n e M ed ina estaba en )a v o lu u ta d q u e escribía y q u e fíaseu en
la [>alabra q u e te n ía d&da. E l estado del p a ís c u a n d o ocurrió el
in ce n d io de M e d in a de) C a m p o , lo retrató fielm ente el D u q u e
d e B éjar, q u e era u u o d e los m ás fieles p artidarios del *Empe*
rado r. £ n c arta q u e le escribió desde B éjar ¿ 28 de A gosto, le
d a b a cne o ta de) estado general de E s p a ñ a y le tra u s m itía los
siguientes juicio s:
C arla origlsal del Duque d f Bejar i l Kmpcrador, Techa en B éjar á
28 de AgoMo de J52Ü (4).

M wj alto y muy esclarecido CatoHco principe y muy ptxU i'O S O Rey y


Señor.

pensando de partir cada di.i para do vra. al. esta | no le he es­


crito liHtiemlole saber lo que pasa en estos aus Keinos | muchos
wrvidores tiene v. al. aca creo que la avran escrito lodo io que
|>asa I mas aun que esto sea | pareceroe que no cumplo con dios ni
con vva. alteza ni con mi onra si por mi caria no hiziesse suber a
V, in.^ lo que aqui dire | y si escri viese todo lo que pasa nunca
acab<iria ¡ m uy poderoso Sefior ha da saber v. al. que estos sus
reynos se le queman | y en lugar de echar agua echan leña y si v, al.
no remedia presto las cosas van de manera que tardando en el re­
medio no lo a vra despues y crea v. que no solo el da^o verna a
los pies I mas al cuerpo y a la cabeia y a todos losmienbros | p o r ­
qu e si lo viese v. aI. como lo vemos los que estamo» aca | creerla
todo lo que se dizese | y ¿lunque a v. al. ayan escrito muchos | do
)e pueden escrevir tonto quanto es y las pasiones de las gentes son
tantas y lates que d jn cabsa que todos no escrivan una cosa | y
syno las huviese ¡ todos escrivirian a v. al. lo que yo ( porque ja>
m as tove pasión ni parcialiddd para las cosas de su servicio | y los
que au escrito o escri viesen que no ay remedio sino el de dios y e.
de v. al. crea que le escnven la verdad y que desean el servicio de
V. al. I yo estava de puriid<i peira 'dbi | y dieronme una carta de
V. m.<l ^ en la qual mu inandaua io tucsmo | y que fdvoresca a su
Real justicia y untes tiesto el Cardenal me avia escrito q ue a perci
viese tod«a uií gente | porque asy cunplia al servicio de vra. a lte ­
za I y aunque yo estaua de partida para alia luego apercebi toda m i
^ente | y esto me ha hecho detener algo por poder servir a vra. a l­
teza I que recibo la mayor pena del m undo en ver lo que pasa
aca I y en no ver a vra. mag.'^ | que yo juro por nuestro Señor que
estoy en el inñerno | agora yo estava de partida para ver al Carde­
nal I y ver lo que le parecia y mandava | y tanbien paradezille mi
{»«recer de lo que a seruicio de v. al. cunple ¡ y bien destos sus
Iteynos | y estando ya el pie en el estribo vinome nueva c o id o Va-
iiadolid se auia alterado algo | y que la gente de Ronquillo traya
vino a Meciina det Canpo | y quemo mucba parte de la villa | y ansi-
m e s m o que venia mucha genie de toledo y de Segoaia ¡ y de olra»
Gibdade» baila Valladolid | y hazia Medina y Tordesillas y que ve­
nían con b o i y pensamiento de bater muchas cosas | las qunles no
escrivo porque no las se | y porque ya v. al. qu^indo esta recibiere-
las deve tener sabidas I Esta quema de Medina ha dado tanta alte­
ración en Medina y en Valladolid | y en lodos los pueblo:^ que estan<
levantados y que están por levantar que crea v. mag.^ que ha sido
la m as terrible c o s ii del m undo | porque no ay quien los ponga en
paz I syno'que lodos so quieren ju n ta r | y con mano armada para
cosas se|;un publican muy grandes [ quiera dios que todo como p<ts»
y ha sucedido lo sepa v. al. | y provea en el remedio como cunr
pie I y por estas cusas me be detenido | por los grandes ynpe<limen*
tos que ay y por ver sy en algo podia st>rvir | mas nu porque esie
descuidad" de yr a servira v. m .^ a lla | que nr>ay en el m undo cosa
de que m^iyor pena reciba que de no estar adonde v. al. esta | y lo
de aca va tan per<lidu que aunque no fuese por estar alia en ser­
vicio de v. al. Î por no ver lo de aca querría estar cien m ili leguas
de aqui | no he dado cuenta a v. al. antes de agora de las cosas de
uca I n i tan poco de lo que yo he hecho y hugo en servicio de v. mA
porque nunca acostunbro a hazer demostraciones syno cunplir con
obra en todo lo que toca a seruicio de v. al. y a lo que devo | y bien
creo que v. al. m e conoce | y eslo me haze estar contento | y m u ­
cbo mas lo estaría sy acabase v. al. de conocer a todos | que gran
trabajo es para sus servidores que sus males o bienes sean sabi­
dos por relaciones y hablando con el amor que tengo a v. al. y con
el acatamiento que le devo las menos son las ciertas | porque en
esta vuestra Castilla muchos asy lo usan | y con estoen las cosas^
pasadas ovo algunas cosas que se muestr^m a gora remedíelo dios y
v. al. I cuya muy Real persona y estado Nro. Señor guarde y por
muchoa tien pos ensalce y prospere ¡ de bejar x%viij.^ de Agosto de
0 d XX.
Muy poderoso Señor um yl seruidor de vra. altesa que sus muy
Reales manos besa— el duque.

E xiste adem ás otro docum ento im p o rtan tísim o de q u e hasta'


a h o ra n o se h a d a d o co D O cim ie n to , y es el proceso q u e la J u n ­
t a de A v ila m a n d ó fo rm a r en 1520 c o D tra A n to n io de F onse­
ca^ G utierre Q u ija d a , el A lcalde K o n q u illo y sos consortes p or
la q u e m a de M e d in a del C a m p o (1). E ste proceso se presentó en
T ordedilla» á 22 de Septiem bre en Jas Cortes y J u u t a general
p o r J u a u V a ca y Pedro de Cambr&y, P rocuradores d e la v illa
d e M ed ina del C a m p o y los Procuradores de las d ic h a s Cortes
y J u n t a genera) ]o ovierou p or bastante y presentado. P o r m -
beza de este proceso aparece el poder q u e el 18 de Sepliembr«^
d ió la v illa de M e d iu a del C am p o á J u a n V a ca y P edro de C a a i'
bray , P ro c u ra d o r de la c u a d rilla de S a lia g u n d , para parecer
a u t e lu R e in a y el R ey ó a n te los sefiores de ía J u n t a y acusar
c n iu in a lm e o te á A n to u io de F onseca, Á G u tie rre Q u ija d a , u)
L icen ciado Ju a u e s, a l L icen ciado E o u q u illo y á las dem ás per*
souas culpables de los d a ñ o s causados en las personas y bienes
d é la referida v illa . D ich o poder se m a n d ó ver p or los Letrados de
las Cortes y J u n l a gonernl, y á c o n tin u a c ió n existe la acusación
fo r u iu la d a á n o m b re del Concejo. J u s tic ia , Regidores, cabal teros
y h o n r a d a C o m u n id a d de M e d in a del C a m p o , y los dam nifica*
dos della. contra A u to n io de F on se c a, de q u ien era la v illa de
C o c a y otros lugares; ei L icen ciado R o d rig o R o n q u illo , vecino
d e A révalo; G utierre Q u ix a d a , d u e ñ o de Ía v illa de V illag arcía ,
y el Liceuciado Ju a n e s de A v ila , vecino de N u fio n ie l, en c u y a
acusación se relata, q u e reinando D o ñ a J u a n a y el R ey D . C ar­
los sn h ijo , y estaudo celebrándose Cortes en la c iu d a d de A v ila ,
y la m ay o r parte de estos R e in o s en m u c h a paz y sosiego, los
referidos F ouseca, R oncjuillo, Q u ix a d a , Ju a u e s y sus consortes
COD m u c h a geute de a rm as, asi de á pie com o de á c a b a llo , q u e
serían m ás de dos m il personas, sepreseutarou en 2a m a ñ a n a del
d ía 21 de Agosto con d a ñ a d o y d iabólico pensam iento, y ef«tau*
d o los veciuos d e la v illa de M ed ina del C am p o pacíficos, salvos
y seguros, sin hacer n i decir cosa a lg u n a , entraron por sus c a ­
lles con sus banderas tendidas en escuadrones, haciendo guerra
guerreada contra los vecinos, hiriéndolos y m a tu u d n así h o m ­
bres com o m ujeres y d í Qos y viejos in d e fe n H O f* . L u ^ g o pusierou
fuego a l M onasterio de S a u F rau cisco, q u e m a n d o im ágenes, co­
sas sagradas y privilegios qu e M e d in a tenía ganados de sus Re-
y ^ > y provisiones y senteucias; y estendido el fuego á las casas
<ie la v illa p o r diversas partes, se q u e m ó la calle de S a n F ra n ­
cisco y la R ú a y m ita d de las...... calles, calle del Pozo y m ita d
d e la de S ego via, la m a y o r p a rte de la p lazuela de S a n J u a n ,
u n a acera de la calle de D iego B u is de M on tnlv o, la calle de la
P la ta ; to d a la p la z a M ayor, q u e eran la joy ería, som brerería, si-
lle n a y gnarnícioDeríft» con parte del P ala c io del R e y ; la m ita d
de la calle del A lm ira n te ; am bas partes de la acera d e hi Espe-
<!íería y R iu c o n a d a , coa toda la m ercería y librería; la m a y o r
parte de la calle de A v ila , cou a m b a s partee; la iglesia p arro­
q u ia ) del S r. S a h a g u n d , con m u c h as im ágeues y c*08ae s a g ra ­
das; la acera de la c arp in te ría , y con ello todas las mercade*
rías q a e en las dichas casas estaban a lm ac e n ad as, p o r ser el
p riu c ip n l trato de todo el R e in o eu tie m p o de ferias. E u tra ro n
e n m u c h a s casas, ro b án d o la s y llevándose m ujeres casadas y
doncellas, ofendiéndolas, y com etieado los excesos y a relata-
dos; y los daños Im p o rta b a n m á s d e 950 cuentos de m aravedís.
E stos delitos y excesos fueron p rin cip io y c a u sa de grandes al>
teraciones y m o vim ientos en e^tos R e in o s , y de cosas q u e ja *
m ás se oyeron. D espués de otras m u c h a s reSexIones, te rm in a ­
ro n s u p lic a n d o se Íes hiciese c u m p lid a ju s tic ia contra F onsecn,
Q u ix a d a , R o u q u illo y Ju a n e s y dem ás c u lp a d o s, a d m itié n d o ­
les justiñcacio ues, y condenándoles eu de fin itiv a á las ¡>e»ufl
cap itales corporales y á los 95 0 cuentos d e m arav edís p o r los
d a ñ o s y robos efectuados. E s ta d e n u u c ia la suscribió el B a c h i­
lle r C u é lla r.
Los Letrados d e la J u n t a de A vila, á quienes p o r ios P ro c u •
radores re unidos en Cortes y J u n t a general se les com etió el
exam en de )a acusación h e ch a p or la v illa d e M e d in a del C a m ­
po, acordaron el 23 de Septiem bre recibir la in fo rm a c ió n o fre­
c id a , y los testigos ju ra m e n ta d o s fueron: B s n ito S á n c h e z , s a ­
cristán de la A n tig u a de i a v illa de M e d in a ; Pedro de S a la m a n c a ,
J u a n de Z a b a llo s, L u is de Q u in ta n illa , C a p itá n G eneral de la
v illa ; Iñ ig o Sáu ch ez, F rau cisco A ld e re te y A lo n so de E sp inosa.
E n ta l estado las actuaciones, com parecieron A lo n s o de O lía s ,
B ach iller J u a n de V ia u a y Francisco d e Xeres, vecinos de la
c iu d a d de S egovia, querellándose coutra el L icen ciado R o n ­
q u illo , A lc a ld e de casa y Corte, y de E s q u in a » y de E s c a lo n a ,
A lguaciles, y de Rosales, E scribano, y del L ic e n ciad o Muño7<,
vecino de la c iu d a d de A v ila , p orq u e v in ie n d o c o n el ejército
d e S egovia les prendieron, p oniéndoles e n m u y graves y áspe>
ras prisiones, a to rm e n tán d o lo s y lla m á n d o lo s perros ju d ío s ,
traidores y otrfis [>alabras in ju rio sa s, h a sta qu e les o b lig aro n á
entregar, m a lb a ra ta n d o sus hacisudas, 2 2 0.000 m aravedises,
y en arm as, vestidos y bestias de cauaiuo, h a sta otros 50 .0 00
m aravtdiads. PidíeroD se les uandeuase á restituir dichus
m as, y q u e el escribano R osales, a u te qu ien pasaron loe pro>
cesofl, los trajera origíoalee, p orq u e eu ellos constaba todo^
lo e ip u e d to , ofreciendo adem ás in fo rm a ción .
L a q u e ofreció la v illa de M e d in a del C a m p o com enzó p or
el exaraeo de su vecino P edro de S a la m a n c a , q u e afirm ó haber
oído preg onar en el arrabal que, so p ena d e aleves y traidorP!»..
salieran todos de la v illa dentro de u n cuarto de hora, h a cién­
doles su acatam iento y dejando la artillería q u e a llí estabn;
q n e pasado e) plazo establecido» se d ijo p o r todos, y alrededor
de Fonseca y R o n q u illo , q u e si oo entregaban la artillería, la
to m a ría n á sangre y fuego, com o lo hicieron luego, pegando>
fuego á M e d in a p or m u c h as partes y m a ta n d o hom bres y m u ­
jeres q u e peleaban desde las ventanas, arro ja n d o piedras y
otras cosas. A ntes del io ceu dio, Fonseca y R o n q u illo anduvie*
^o n en tratos cou los de M e d io a p a ra qu e les diesen la m ita d
la artillería; tratos q u e c o n tin u a ro n después q n e el fuego c o ­
m e nzó, y q u e fueron rechazados p or la v illa . £ u su quenja.
a y u d a ro n L o p e de Vera» G u tie rre Q u ix a d a , u n paje de éste y
otro lla m a d o R e jó n . J n a n Z a b a llo s, q u e fu é otro de los testi»
gos, adicioo ó a l anterior relato, q u e c o u Fonseca y R o n q u iiio
v e níau G il N ieto, y el C orregidor G u tie rre Q u is a d a , y G a ld o . y
F rancisco R u y z y u u h ijo de M e d in a , cuyo n o m b re ignoraba,,
y G a rc ía de L e y v a . L o s qu e c o m u n ic a ro n la resolución de I&
v iila de n o querer d a r la artillería, fueron A lv a ro d e L u g o ,
Q u in ta n illa , A b a d de M ed ina y M icer B e r n a ld in o . C o nfirm ó lo
del pregón eu el a rrabal, la nueva u e g a tira de la v illa , eu in ­
cendio y las desgracias ocurrid ne. A ú n a ñ a d ió , qu e c u a n d o
Fonseca y R o n q u illo vieron q u e u o p o d ía n llevarse la artille*
ría . propusierou q n e hiciesen pleito hom e naje de u o d a rla á
o io g ú u otro. C a lcu ló el d a fio en m ás de 700 cuentos. Y sefialó
com o coautores del incendio^ á varios vecinos de Alaejos y Aré*
v a lo qu e vinie ron co o Fonseca, y en c a m b io a y u d ó m u c h o á
e x tin g u irlo Francisco R u y z , á q u ie n Fonseca q u iso ahorcar
p or lo q u e h a b ía hecho eo favor de M e d in a . L u is de Q uintaui-
lia , C a p itá n G eneral de la gente y artillería de M e d in a , con­
firm ó lo substancial de la d e n un cia, adicionando* qu e la a rti­
lle ría estaba eo la p laza de la v illa y con ella a lg un o s de los
Procuradores de la C o m u n id a d y otros m uchos vecinos. A lli
rogaron a l tesligo> al A b a d y á M ic«r B e rn a ld in o , qvie fúeseu
á h a b la r con Fotis&ca y K o n q n illo y les com unicasen la l eso-
lu c ió n de M e d in a . Refiera lo qu e sucedió eu la coDÍerencla, y
q u e Foofleca ordeuó á R o n q u illo diese losprego^ies en e] a rra­
b a l. E ) tesligo fué á la p laza , $>e apeó de su caballo y se puso
cabe la a rtille ría con u u escuadróu de gente de bieu y de la
C o m u n id a d eu defensa de laa seis ó siele bocas q u e a lli h a b ía .
P uesto fuego á la v illa p or varias partea, a ú n salieron de ella
v a n o s Procuradores á to m a r cierto asieuto cou Fouseca; y
a u u q u e el declarante lo suscribió, n o v ió lo q u e fírm ó, pero si
qu e estaba firm a d o p o r m u c h o s Procuradores y caballeros.
A seguró qu e se q u e m a ro u 800 casas ó m ás, s in el M onaaterio de
S a n Francisco é iglesia de S a n S a h a g u n d , D jo u tan d o el d a ñ o
doa m illoD es de ovo, q u e seríau 750 cuentos, siu la re n ta de las
casas» q u e c ad a u n a p o d ría re n ta r de 15 á 20 .0 00 maravedises.
Ig n o ra b a el n ú m e ro d e m uertos p or l a gente de F ouseca; pero
tenía p o r cierto q u e Fonseca y R o u q u illo m a n d a ro n poner
fuego á M e d in a dei C a m p o . Y creía q u e v in ie ro n á hacer el
d a ñ o el C orregidor Q u iz a d a , q u e dejó a) testigo y se paaó con
Fonseca, y el L iceu ciado Joauea, s iu cuyo consejo n a d a h a cía
el Corregidor, é p o rq u e h u y ó . E l sacristán B e n ito S áuches
confirm ó, p orq u e lo h a b ía presenciado, laa conferencias de
Q u in ta u illa , el A b a d y B e rn a ld in o coo Fonseca y R o n q u illo ;
qu e el C orregidor y J o anea ib a n se ñ a la n d o laa casas á q u e de­
b ía n p o ne r fuego, y qu e oyó decir qu e se q u e m a ro n 44 6 casas,
el M onasterio d e S a u Francisco é iglesia de S a h a g u u d , consu­
m iéndose m u ch aa m ercaderías, y sólo lo de S a n Francisco en
valor de 40 0 cuentos, y 500 lo qu e los mercaderes te n ían en
Sas otras casas. Ifiig o S án c h e z de A zpeitia peleó contra la gente
de Fonseca y le dieron con u n a escopeta en el brazo izquierdo.
E s tim a b a qu e Fonseca llevaría 1.200 la n za s y 200 escopeteros.
Se decía q u e se q u e m a ro u 800 casas sin el M onasterio y la
iglesia de S a h a g u n d , en v alo r de 800 cuentos d e maravedises.
Francisco A lderete fu é u n o de los presos y robados y le quisie-
ro n m a ta r; pero lo g ró escaparse y v ió varias m ujeres m uertas.
Se decía en M e d in a q u e ae q u e m a ro n sobre 1 .0 0 0 casas con
m ercaderías, q u e v a ld r ía n m áa de 500 cuentos. Y qu e el C o­
rregidor y su T enieute vendieron la v illa p o rq u e ap e llid ab an
tra id o r a l q u e dijese q u e v e n ía n p or la artillería. A lonso de
T on o m i v 34
E sp iuo aa füé otro de loa q u e aulierou á con fereneiar con Foii-
seca, y aíit'caó el pregóa y el in cen dio p or tres parte», conocien­
d o á J a a u de G a ld o y a l A lcaide de la fortaleza de A laejos.
E i d ía 26 de Septiem bre de 1520, estando los Procuradovee
d é l a S a u ta J u u t a y Corte del R e y n o ja u to s eu los palacios
d o u de m o ra b a la R e y n a D o fia J u a u a , ordenaron preuder los
cuerpoa de D . A u to u io de Fonseca, L icen ciado R o n q u illo y Q u *
tierre Q u iz a d a , Corregidor, y Licenciado J o a u e s , T eniente Co-
r regidor de la v illa de M e d in a d e l C a m p o , y con d a cirios á la
cárcel R eul de la v illa de T ordesillas, d ou de residía S . A ., para
q u e los tuviesen á b u e u recaudo é hicieran ju s tic ia , secuestran ^
d o sus bienes. A lonso A lderete, p or m edio de escribano, se cons-
tltu y ó el 1.^ de O c tu bre eu la v illa de A laejos p a ra uotiiicúrleH
la a nte rio r o rden•p ro vlsi6 u; pero re u n id a m u c h a gente arm a-
d a , le hicierou apear del c a b a llo q u e m o u ta b a y le condnjeruu
á la fortaleza, cuyo pueute levadizo estaba defendido p or dos
h ileras de gente a rm a d a , y p re g u n ta d o p or el A lcayde, se pre*
sentó G o n za lo V e la y le repitió la com isión q ne lle v a b a , á q u e
coutestó: «aud ayo s luego fuera n o esteys m as a q u i n i pareys
n y bableys á a lcalde u i R e g id o r ni h o m b re del p u e b lo y otra
ve:^ n o bolvays a c a y porque aveys h a b la d o cortes m ente os de­
x a re y r asy q u e de otra m a u e ra vibrad es la pena qu e y o os d a v a
com o vos mereciades.> Después de estas palabras, A ldereto
p a rtió de la fortaleza escoltado por gente a rm a d a , y estando en
el a rrabal de la v illa les recordó su m is ió u y les dejó copia de
la P ro v isió n qu e lle vaba. A l regresar p or Siete Iglesias, siendo
las doce de la uocbe, se le preseutaroo G o m es de P erlínez y
J u a n de Cubado» veciuos de Alaejos, m anifestando qu e su C o u ­
cejo eetaba presto á c u m p lir la P rov isióo de Ja R e in a ; pero que
com o el A lcayde de la fortaleza era ta u poderoso y p o d ia ha-
oerlea m u c h o dafio, se necesitaba q u e A lderete volviese cod po­
der de gente p a ra q u e la v illa uo padeciese detrim ento del A l ­
cayde, á lo c u a l contestó leyéndoles n u ev am eute la P rovisión
p a ra qu e viesen qu e era Ig u a l á la copia q u e lee dejó en A laejos.
D e todo eeto ae d ió c u e n ta á los P rocuradores del R e iu o eu
Tordesillas, á 8 de O c tu b re , y m a u d a ro u q u e los ejércitos del
R e in o fueseu sobre la v illa y fortalesa de Alaejos, y lo m á s pa-
cíñcam eate y sio d a ñ o tom asen la v illa y fortaleza y pusiesen,
e n ésta A lcayde, teniéndo la e u tercería h a sta q u e se hiciese jus-
tic ia . q u íta u d o laa varas á ]as juB ticias y n o m b ra n d o otras.
OoD otra P ro v isió n d e los P rocuradores de las ciudades y villa#
d e estod R e in o a , p or a p an dad a de la H e in a D o fia J u a u a , se m a n ­
d ó el secuestro del lu g a r de C oca y su fortaleza, q u e eran de
D . A n lo itio de Fonseca, y requerido el Á lcayde, Á u d ré s de O li­
ver, q u e era ta m b ié n C orregidor y A lcalde M a y o r de la v illa ,
couteetó q u e n o estaba o b lig ad o ¿ obedecerla n i c u m p lirla p o r ­
q u e la P rovisión n o era de la R e y n a y del R e y . L a J u n t a d e ­
cretó lo siguiente: L q de Coca sohrt la fortaleza. T a m b ié u se ba-
b ía decretado el secuestro d e l lu g a r de V illa g a r c ía y su fortaie-
z a , y el 2 de O ctu bre se re q u irió p ersonalm ente á G u tierre
Q u iz a d a , q u ie n p id ió tra sla do d e la P ro v isió n , y el d ía 4 d ió
p or ofendida su d ig n id a d de caballero y excusó contestar. S iu
o m b a ig o , el 12 de O c tu b re , A lo n so de V e g a , p o r v irtu d de
la ProvisióQ de la S a u ta J u n t a y Cortes d e l R e in o , entró y to*
m ó la fortaleza d e la v illa d e V illa g a rc ia y q u e d ó d e n tro d e e lla.
M e d in a del C am p o p id ió e n 16 d e O c tu b re , y se acordó la c o n ­
tin u a c ió n del proceso, lla m a n d o p or edictos á A u to n io de Fon-
seca y L icen ciado R o n q u illo , p o r ser n o to rio estaban ausentes
d e estos K e in o s, L a s ú ltim a s p á g in a s de este n o ta b ilís im o pro*
ceso acreditau la pretensión q u e d e d u je ro n ]os vecinos de Se­
go via , q n e re clam aban iu d e m u iz a c ió n d e perjuicios p a ra q u e
e n v ía o rd in a ria se le recibiesen sus pruebas; u n a so lic itu d de
F ranciaco de E zuru e fia , vecino d e M e d iu a , q u e p or haberle
q u e m a d o toda su h a c ie n d a p e d ía 60.000 m arav edís p or indem «
nización; y otra de M ig u e l R u y z E n e b ro , que, p or ig u a l ro zón ,
re clam aba n n a C o n tn d u iín de u n a C a p ita n ía d e h om b res de
a rm a s de la s c o m p a llía s q u e vinieron de los Gelbes. L a s últi-
ntas palabras del proceso son las siguientes: « E n prim(*ro de
O c tu b re fne ley d a , qu e q u a n d o se entendiere eu otras cosas se-
mejanttiB la verán y proveerán.» C o n todos los antecedentes y
d o c u m e n to s n u ev am ente obtenidos, p u e d e fácilm e nte recousti-
tuirse la h is to ria del in cen dio de )a v illa d e M e d in a del C a m p o .
E l m ism o d ía 29 de A gosto, qu e V a lla d o lid secundó el m o v i­
m ie u to de las C o m u n id a d e s, llegaban P a d ü la , B rav o y Z a p a ta
á M e d in a con las fuei'zas d e T oledo, S egovia y M a d rid , y a u n ­
q u e su presencia les in fu n d ió nuevos alientos, los pendones y
banderas q u e salieron á recibir á los C apitanes ib a n e nlu ta do s
e n sefial de dolor y pesadum bre. F u e ro n b ie n aposentados y re-
guiados» y c u a n d o J u a n de P a d illa lea reconvino p orq u e d o
oontestarou á la carta an q u e les a n u n c ia b a q u e Fonseca h a ­
c ía gente p a ra ir p o r la a rtillería, se m araT iilaron de esta noti*
eia, y averiguado en el acto q u e la carta se b a b ia reDiitido al
R e g id o r G il Nieto, se presentò éste» y le va nta d a contra él terri*
b le teDipestad, su m ism o criado el tn n d id o r B o b a d illa le llamó-
tra y d o r, y atravesándolo d e u n a estocada le arro jó p o r la ven­
t a n a del R e g im ie n to sobre laa picas de la gente de guerra q u e
a llí estaba, encontrándole e u el pecho la carta q u e P a d illa le
re m itió . Desde entonces se persiguió á otros á títu lo de traido*
res» h u b o a lg u n a s m uertes m á s y B o b a d illa a d q u irió ta l asceu-
diente entre el pueblo, q u e n a d ie p u d o arrebatarle la dirección
de la C o m u n id a d en M edina.

2ftmon^.

Z a m o ra v e n ía lu c h a n d o entre la poderosa in fluen cia de) C o u ­


d e de A lb a de Liste y la de D . P ero Laso y D . Pedro de A y a la ,
q u e desde T oledo fueron á sublevar la c iu d a d , com o y a result«
in d ic a d o anteriorm ente, y confirm a la carta q u e D . F a d ríq u e d e
Z ú fiig a y M a n riq u e (1) escribió á la J u n t a de A v ila el 3 de A gos­
to de 1520. A sí, contestando á la Ju s tic ia , R e g im ie n to y E stados
y C o m u n id a d , pueblos y táerra de la c iu d a d de A v ila (2), le»
dijeron el 14 d e A gosto los cuatro del grem io de caballeros hijos*
dalgo de la c iu d a d de Zam ora» qu e n in g u n a m u d a n z a h a b ía he*
c b o en su propósito de ju n ta rse don de el R m o . C ardenal Gober*
n a d o r de eaios R e in o s estuviese» y así lo escribieron á las dem ás
ciudades c u a n d o estos negocios se p rin cip ia ro n , p or ser siem pre
ésta su in tención y n o querer hacer agravio á los Sres. G utierre,
F e rn án d e z de C am p o y H e rn a n d o de Porras. Y puesto qu e eu
las cartas escritas p or ta u prudente y sabio A y u n ta m ie n to toda­
v ía h a b ia alg un as p alabras q u e estarían m ejor p or decir, u o
q u e ría n responder á ellas y su p lica ba n escusasen escribir sobre
estos negocios, porque q u e d a b a n determ inados d a r p or coates­
ta d a s todas laa q u e escribieran en adelante. L o m is m o cootea-
taroD á las C o m unidades de T oledo; pero á V a ila d o lid lo hicíe-
ro n saber en el m ism o d íu .
C u a n d o Z a m o r a tuv o u o ticia del in ce n d io d e M e d in a d e l
C a m p o ^1;, le escribió eu el m ism o d ía 21» en q u e o c u rrió el
suceso, qu e h a b ía pesado m u c h o á 2a c iu d a d el d a fio q u e a q u é ­
lla recibió com o si acá hubiese acontecido, y q u e p a ra el rem e­
d io de ello estaba a parejada p a ra satisfacer sus voluntades^ y
este ofrecim iento u o era p or cartas, sino por sus pei'sonas. Mo-
N iñ e a nd o su prim era actitud (2), Z a m o ra d ijo á Toi'o el 25, q u e
a lg un as persouas de esta c iu d a d se h a b ía n venido q u f'ja n d o de
q u e fueron m altratados con sinrazón, según la vecindad q u e
te n ía n y la v o lu n ta d qu e ésta a b rig a b a deservirles en lo q u e se
ofreciere, y ju n ta m e n te saber, com o se h a b ía sabido, q u e d ió la
c a u s a u n a f a b a in fo rm a c ió n q u e á esta c iu d a d y otras del R e y
n o se h a b ía hecho, diciendo q u e ésta u o se q u e ria ju n t a r á en-
tender sobre el b ie n p ú b lic o de estos R e in o s , lo c u a l se de b ia
tener eu tan to q u e debía preceder á to d a o tra cosa, c o m o se
peusaba asi qu e se h a ría siempre, y q u e esto m á s b ie n fué v o ­
lu n ta d a lb o ro ta d a de poner cism as de u n a s ciudades á otras,
q u e v o lu n ta d qu e tuviesen a l bien general, p or lo qu e suplicar
b a n q u e de esta c iu d a d tuviesen el concepto q u e de e lla se d e ­
b ia tener y su a n tig u a nobleza y fidelidad, y q u e a llá se trató
d e otra m a n e ra á las personas de ella y su tierra, y q u e n o fu e ­
se b astan te u n a m a la iu te n c ió n p a ra ser m a ltia ta d a (3). P ero á
la J u n t a de A v ila v o lv ió á repetirla el 24, q u e con lo contesta­
d o p or el R e g im ie n to y g rem io de Z a m o ra , q u e d a b a n respon­
d id o s para agora e p a ra adelante.
M u y diverso leo g u a je em pleaba con V a lla d o lid , pues el 27 ,
condoliéndose do lo q u e se p ro p a la b a en su p e g u ic io y a l revés
d e sus voluntades p<ir personas de m u y m a la y d a fia d a ínten-
d ó n . deseando revolver n n as ciudades con otras, porque d e la
u n ió n d e todas se esperaba g ra u paz y sosiego en estos R e in o s ,
escribía la sig uiente carta:

(4) Archivo rnuoicipi^l de Zamora.


(5) Idem id. id.
(3) Arcb. gen.' de Sím ., Comunidades de CastUíay ieg. 4.% fo­
lio 24.
C >rU original íid /am ore á V alladolid, Trcha 27 d« Agosto
de 1520 (1).

M uy magníficos Señores.

Gomo esta cib<)»d t«nga lan entera voluntad para el servicio de


la Goron<i Real y bien publico dosios Reynos heredada de tan anti­
guo tiempo y conservoila con tanio derramamiento de sangré senti­
mos mucíio mas f\vie nadie puede pensar lo que conlra esto dise­
rò I como a quien tanto les ha costado, esta um honrrada heren*
cia I y pues agora pensRsnos los que en ella vivirnos que a la <inli»
gua obligación hemos añadido nueva» ohras con nuestras voluntades
y personas tenemos en mucho lo que hemos cabido loque so ha p u ­
blicado en esa muy noble viltà en tanto perjuyzio nuestro y tan a(
reves do nuestras voiuDtodes. y pues eu ludo lo que ha sub<:edido
ha hecho lo que ¿ ella es posible asi despues de la muerte del Ca-
tholioo Iley nueslro Señor como en la ausencia de la Cesarea majes­
tad de Ntro. Señor el Rey. tenemos por muy cierto que ene ha sido
movido por personas de mala y dHñada yntención, deseando Re-
bolver unas Cibdades con otras porque de I<1 unión de todas se es'
pera va grand pas y sosiego en estos Reynos. y los qne csio no de­
sean deven aver querido c o in e n ^ r por e&ta. pareciendoles alguno
color para ello la Revocación que hesimos de nuesti^is procurado­
res 1 la qual se hito por una carta de burgos cuyo traslado enbia*
mos porque como esta cibdad tenga hecha amistad y hermandad
con esa villa y en loa principios vs. ms. nos escnvienm que la ju n ­
ta se hiziese ay poique seria con mas aultoridod. en presencia dei
Reverendisymo Señor Cardenal, pareciónos deapues que como en
esa villa no se concerto que para tan santa obra como el Hamamien«*
to hera que a do quiera esta cibdad devia enbiarsus procuradores,
y como despues burdos con quien tenemos fecha la rnesma herman­
dad que C O D vs. ms. nos escrivio lo que por su curu* vereys. que
hera bien m udar el consejo pues hera en mejor, y pues estos son
l)astantes Uespettos para hazer lo q u e se hito Suplicamos hoy Sefio—
res esta platica y opinión desta Cibdad cese, pues como ya esta d i­
cho esta muy linpia de ninguna culpa en eMe caso, muy aparejada
para juntarse y poner nuestras personas y haziendas eo servicio de
la Reyna e Rey nuestros Se&ores y bien publico destos sus Rey*
nos I Ntro. Setior las muy magniBca$ personsts de vs. mds« guar­
de I de Qamora a xxvij de Agosto.
por acuerdo e mandado do los S5. justíci.< e Regidores e gramío
^ com unidad de la m uy noble e leal Cibdad de ^ m o r a .
Antonio de Salamanca.

Parecióle poco á Z a m o ra la anterior cartA, y en el siguiente


d ía 28 (1) d irig ió dos, a l C a p itá u G eueral, ciu co D ip u ta d o s de
la guerra y D ip u ta d o s de las catorce cuadrillas de V a lla d o lid .
dicie ndo q u e n o deb ían m aravillarse de ]a revocación del poder
q u e la c iu d a d d ió á sus Procuradores, p orq u e h u b o m uchas
causas para ello; y com o n in g ú n estorbador h a b ía de im pedir
q u e Z a m o ra hiciese lo debido« les pareció qu e V a lla d o lid fuera
m u c h o m ás á propósito p a ra re u n ir m á s c o p ia de ciudades,
pero asegurando p or su carta que iría n d ic h a v illa y otras mu*
chas ciudades; Z a in u ra e n v ia ría sus P rocuradores á la ciudad
de Á v ila con poder bastante y su instrucción. S u p lic a b a n Les
hiciese snber V a lla d o lid q u é d ía e n v ia b a n sus Procuradores,
)Kira en v ia r Z a m o ra los suyos. E l m is m o d ía 28 a ú n escribió
Z a m o r a á L eón y á Toledo (2)» apreciando m u y bien el propó­
sito q u e te n ían de procurar el servicio de S S . M M . y pacifica­
ció n del R e in o , y q u e siem pre estaría l a c iu d a d en el m ism o
propósito, com o lo h icieron sus antepasados.

Toro.

A las cartas q u e Z a m o ra escribió á T oro, contestó esta c iu ­


d a d el 28 de A gosto (B), q u e todos estaban con v o lu n ta d de
conservar la b u e n a a m ista d q u e de tiem pos a n tig u o s con esta
n o b le c iu d a d h a tenido, la c ua l e nte nd ía n conservar y llevar
adelante, y les pesaba m u c h o q u e esta c iu d a d tuviera pensa­
m iento de q u e vecino d e ella n i o tra p ersona h u b ie ra sido m a l­
tra ta d a , porque siem pre h a b ía tenido y procurado conservar en
su reg;imiento y g o bern ación q u e n iu g u n o tuviese razón de que-

(i) Arch. geo. de Sim ., Gomunidadesde Casiiíla, leg. 1.% fo­


lios 37, 39 y iO.
(S) Archivo m unicipal de Zamora.
(3) Idem id.
j&rse, y esta v o lu n ta d h a b ía n tenido cou todos, y eu p a rticu lar la
deseaban tener cou esta no ble c iu d a d y con los vecinos de ella;
sup licando se les avisase q u é persouas h a b ía n sido las quere­
llosas, haciendo protestas de q u e q u e d a rían satisfechas.

S»Um&no&.

S a la m a n c a escribió á Z a m o r a .e l SO de A gosto (1), q a e no


era cosa n u e v a saber la a n tig u a nobleza y lealtad de esta c iu ­
d a d , sus m oradores y vecinos q u e ga n a ro n en todos tiem pos
h asta entonces, porque si a lg u n o lo quisieee negar, lo decían las
historias de estos R einos, y a u n las de los rom anos d a b a n testi­
m o nio de ello; y d a b a n aviso cóm o los d e S a la m a n c a env iaban
su gente á M e d in a pava q u e n o lo a cabaran de q u e m a r los que
com enzaron, lo c u a l se creía n o parecería m a l ¿ esta c iu d a d , te-
nie n d o presente lo q ne h a b ía pasado en ella eu tiem pos pasados.
R esuelta S a la m a n c a á tener representación eo la J u n t a de
A v ila , al n o m b ra r p ara Corregidor á D . P ed ro M aldonado (2),
designó para q u e representase ¿ la c iu d a d al D r . T hom as, y a
q u e el D r. Z ú ñ ig a p or sus achaques n o p o día desem peñar aquel
encargo.

IfMn.

L a c iu d a d d e L eón contestó á ^ a is o r a el d ía 80 (8), q u e es­


peraba q u e . com o ella, u o m b ra H a sus Procuradores p a ra la
J u n t a de A vÜ a. con el objeto de rem ediar los males porque
pasaba el R e in o .

Pftleneia.

Y a se h a d ich o qu e la a ctitud de P alencia. a u n q u e sentía ta


in fluen cia del m o v im ie n to general, se d irig ía p rin cip alm en te á
m odificar las facultades q u e el O b isp o v e n ía ejerciendo e n el

(1) Arcliivt) m unicipal de Zamora.


(3) Arel), gen. de Sim ., Comunidades de C««¿i7M,|leg. 1.*, fo­
lio il.
(3j Archivo municipal de ¿Zamora.
uom bram íe D to de ios R egidores q u e c o n stitu ía n el A y u n ta -
m iento. P or ello c o n tin u a b a la c iu d a d en la deb ida obediencia
á su R e y , y en C a b ild o de S de A gosto ( I ) p u d o leerse u n a
c arta del C ard enal G obernador, fechada el 31 de J u lio , 6Q la
q u e lea prevenía q o se cobrase el servicio otorgado e n la C o*
r n ñ a , p or estar la ciudad en obediencia. T r a n q u ila perm aneció
d u ra n te todo el mea de A gosto, dic tan d o , siu e m b arg o , d iv e r ­
sas m edidas p ara conservar la paz y tra u q u ilid a d p ú b lic a .
E n C abildo del d ía 22 , á q u e asistieron D ip utad o s de las
parroquias, con el Corregidor y Regidores, se acordó e n v ia r á
V a lla d o lid personas qu e ae inform asen del alboro to de M ed ina
d e l C a m p o y asegurasen qne eata c iu d a d estaba u n id a á ellos;
q u e se guardasen las puertas y portillos d e la cerca, y q u e se
pregonase q u e n a d ie vendiese arm as p a ra fuera de la c iu d a d .
A l siguiente d ía 23 se enteró a l C a b ild o del estado del R e iu o .
E l Provisor de) O bispo presentó P rovisión del R ey. E l C orre­
g id o r rogó a l Provisor q u e el A lcaide de M agaz (sefiorio del
O bispo) se tem plase de h a b la r de las cosas de ia c iu d a d . Se
acordó pregón p a ra q u e n a d ie hiciese alborotos o i repicase 2a
c a m p a n a , so p ena d e m uerte. E i 2 4 ae acordó poner II a vea y
cerraduras eu las puertas de la c iu d a d ; y q u e se d irig ie ra n c a r­
tas ¿ Jos lugares de la com arca {C arrión, Paredes, F u entes,
F re ch iiia , P alacios). N o m b ra ro n L etrado de la c iu d a d a l Liceu-
ciado de la Torre, qu e fué u n o d e loa m áa aefialados y excep­
tuados del perdón p or Carlos V e n 1522. £1 m iatno d ía se diri*
g ió carta á Becerríl (2), q u e era cabeza de behetría, ex citando
¿ esta v illa p a ra q u e perseverase en conservar la h e rm a n d a d
con F a le n c ia , y ofreciéndoles favor y ay ud a.
V ario s Regidores, D ip u ta d o s p or la c iu d a d , v isitaron el
d ia 27 (3) a) C a b ild o catedral, p roponiéndole u o a inteligencia
para procurar todo el soeiego, paz y b u e n a go bernación, eu
vista de los alborotos y alteraciones q u e b a b ía en la c iu d a d y
en la m a y o r parte d o las ciudades y lugares principales. E l
C a b ild o dep u tò a l Tesorero y C h a n tre y ¿ los C a n ó n ig o s L ic e n ­

zi) Archivo m unicipal de Falencia, Carta de Simón y Nieto.


^i) Idem id ., id . id.
(3) Archivo de la Catedral de Falencia, Carla de Simón y Nieto
de 16 de Octubre de 1896.
c ia d a G regorio de C A stilloé E sp inosa, p a ra q u e asistiesen con*
tiDU ám ente ul R e g im ie n to , y ju n to s cou la J u e f id a y Regidores
enteudieseu y proveyeran en lo susodicho. L os com isionados
del C a b ild o p latic a ro n acerca de lo dicho, y encargaroo y ro*
garo n m u c h o é los D ip u ta d o s antes no m b ra d o s qu e lo m irasen
bien y proveyesen en todo lo q u e fuere servicio de D ios, del
R e y y R e in a , y paz y sosiego d e los Reinos.
N o p u d ie n d o perm anecer indiferente P ale n cia a n te el desas­
tre d e M e d in a de) C a m p o , el d ía 29 (1) escribió u n a carta á la
C o m u n id a d d e V a lla d o lid , diciénd ola, q u e n o h a b ie n d o el C a r ­
den al G o bern ad o r sosegado las alteraciones anteriores y suce­
d id o el desastre d e M ed ina, le env iaban m ensajeros para m a n i­
festarle su b u e n a disposición. E l d ia 80 (2) se n o m b ra ro n en
C a b ild o dos com isionados p a ra ir á lia b la r con el C ard enal y
dos Procuradores p a ra la J u n t a de A v ila , q a e lo fueron el L i­
cenciado de la Torre y A n d ré s de V illa d ijo . O tros p a ra q u e fue­
ran á B u id o s y c om p raran arm as. Y otros p a ra qu e pidieran ai
C a b ild o cauto y m adera. A l propio tie m p o ordenaron á loe
cuadrilleros q u e apercibiesen su gente, q u e rondasen sus a rra ­
bales sin ru id o y qu e n o fuesen menos de q u in c e personas. E l
ú ltim o d ia d e A gosto (3) acordó el C abildo q u e los v a g a b u n ­
dos saliesen de la c iu d a d ; todo lo q u e acusaba u n a grrtti in tra n ­
q u ilid a d , de ja n d o presum ir qu e m ás ó menos tarde P aleucia se
a d h e riría a l m o v im ie n to general.

Plas«noi&.

E n la c iu d a d de P lasencia existían dos bandos (4), u n o de lo9


Carvajales y o tro de D . F a d riq u e de Ç à fiig a y sus deudos, en­
tre los cuales h u b o m u c h as peleas y muertes de hom bres. E l b a n ­
do de los Carvajales, con 40 0 hom bres de píe y de caballo de la
C o m u n id a d d e S a la m a n c a , echaron ó, Ç ù û ig a y sus deudos de

{{J Ai'cb. gen. de S im ., Comunidades de C aslilla, leg. 1 .^ fo­


lio 13.
(?) Archivo m unicipal de Palencia.
(3) Idem ¡d.
(i) Arcb. gen. de S Im ., Cám ara, leg. 441, ful. 445 aniiguo.
la c!udftd,ten¡en<1o q u e reíuginrsd en e) lu g e r de M irabel, q u e era
de D . F a d riq u e . C u a n d o p or orden de 8 . A . v e n ia cierta gente
d e A n d a lttd a c o n tra laa C o m u nid a d e s, Francisco de C a rv a ja l
h i 20 n n a C a p ita n ía de gente y p or au C a p itá n á u n criado Ruyo
lla m a d o A n to n io de Trejo, el c u a l fué c a m in o de )a F ne nte del
C a rd e n a l á im p e d ir ol paao; y h abiend o salido al c a m in o ]od
deudos de D . F a d riq u e q u e estaban eu M irab el, pelearon non
ellos de ta l m a n e ra q ne m a taro n é hirieron y prendieron m u ­
ch os d e la gente de la d ic h a C o m u n id a d y los desbarataron y
tom aron las banderas q ne lle v a b a n , haciendo prisionero a l Ca*
p itá n A n to n io de T rejo. A fre n ta d o C a rv a ja l, in te n tó re u n ir m ás
gentes, y con m andam ient(» d e l C orregidor qne a llí estaba p or la
C o m n n id a d » sacó m ás de 500 hom bres de Ids lugares in m e d ia ­
tos á Flasencia y con ellos atacó á M irabel, don de fué rechaza*
d o , dejando m u y m a l heridos m á s d e trein ta hom bres. D e nuevo
re u n ió m ás gente; pero M irabel se negó á prestársela, a u m e n ­
ta n d o el odio eutre a m b o s ba nd o s. N o m b ra d o Corregidor y A l­
c aide D . Pedro M a n riq u e , n o se c alm aron tas pasiones, y rele­
v ado a q u é l, la c iu d a d y las varas de Ía ju s tic ia quedaron en
p od e r de ias personas q u e antes sostenían ia d ic h a C o m u u id a d ,
y enviaron á M irab el escribanos y alguaciles pesquisidores
c o n tra los q u e antes se h a b ía n negado á eu v iar gentes en su
favor. Después de a m p lia r estos hechos, pidieron se enviase un
C orregidor q u e hiciese ju s tic ia , y se m a n d a r a á los C arvajales
q u e n o les m olestasen p o r rasóu de los m a u d a m ie n to s exten­
didos p a ra sustentar la C o m u n id a d . E s ta solicitud , a u n q u e
n o lle v a fecha, eetá redactada á nom bre de A nd rés M a rtin
del C a stillo , en representación dei Consejo, A lcaldes, R e g id o ­
res, E scuderos, Oficiales y hom bres buenos del In g a r de X a-
rais en lu vera de P U ze n c ia , sirviendo p ara couocer c u á l era
el estado d e los á n im o s en d ic b a c in d a d y p or q u é la p a rc ia li­
d a d de los C arvajales fueron p artidarios de las C o m u n id a d e s.
R l C orregidor G il R e n g ifo escribía á los señores del Consejo
e n 2B de A gosto (1), q u e c u a n d o él íué á d ic h a c iu d a d la encon­
tr ó a lterada, habiéndose sosegado después; pero con la nuev a de
M e d iu a se causó a lg u n a alteración, y s i saberse el d ía 26 q u e
A n to n io de Fonseca se v e n ía á m eter e n la fortaleza, c u y a te-
D e u d a le perteuecia, y q u e venia desbaratado de laa Com uui-
dadee, c&uaó esto ta u gran escándalo, q u e a l decir q u e acogería
á Foneeca» com o lo hiciera, y q u e si él ib a las C om uuidadee
veodriaQ sobre é l y destruiriau la c iu d a d , le p re g u n ta ro n si
q u e ria to m a r Ía vara p or la C o m u n id a d , contestó q u e u o , y di*
jeroQ q u e les diese la v ara, él replicó q u e la buscasen, y así la
buscarou y la to m aro n , y de esto pesó m u c h o á m u ch os caba*
llero$ y com unes. I n con ti neo ti, com o vieran qu e q u e ría p a rtir­
se, le lo g a ro n q u e p o r la P asión de D io s q u e u o se fuese, q u e
eran todos perdidos y q u e perdería S . A . esta c iu d a d , p orq u e
tenia m u c h o s vecinos sospechosos, y q u e le d a ría n 150, y a u u
200.000 maravedises de partido, lo c u a l n o quiso escuchar,
d u ra n d o esta negociación to d a la uoobe y otro d ía h a sta m e d io ­
d ía , C o m o n o aceptase y buscara acém ilas de g u ía , le hicieron
m u ch os requerim ientos y protestas, y y a de c a m in o sopo q u e
las puertas de la c iu d a d estaban to m a d a s p a ra u o dejarlo ir , y
q u e eu C a stilla u o h a b ia Cousejo n i G u b e rn a d o r y el R ey au-
seute, p u d ie u d o ser la c iu d a d enajenada de la C orona R e a l; y
viendo la cusa eu tan gran p erdición, determ inó ofrecer su
cuerpo al m a rtirio y su h a cie nd a a l servicio de S . A ., y aceptó
el ruego h a sta saber la verdad y tom ó la v a ra p or la R e y u a y
el R e y , y todos ju r a r o n é hicierau pleito hom e naje de obedecer
¿ ia J u s tic ia y estar eu servicio de S S . A A . E u lo de laa J u n -
tas él n o e ntra ba n i saha; pero era menester qu e a l recibir ésta
le escribiese si S . A . era servido de q ne estuviese a llí y luego ie
m audase proveer de salario conveniente p a ra poderse sostener,
p agado (le las rentas R eales y los P ropio s de la ciudad.

Ciudad-Rodrigo.

N o son m u y im portantes los datos q u e respecto de C iudad-


R o d rig o h a proporcionado la investigación, referentes a l mes
de A gosto de 1520; pero ellos p re lu d ia n los acontecim ientos
q ne se desarrollaron e n los m ests posteriores h a s ta dejar cons­
titu id a la C o m u n id a d , q u e fué a p ro b a d a p or la J u n t a revolu-
c ion aria (I).
C ou efecto, el 8 de A gosto D iego G a rc ía de C haves y J u a u
Pacheco «scribieron á B a rto lo m é de Cafltañedftt Secretario á*s\
R e y (1), q u e desde qu e coraenzarou loa deaaeosiegos de las oÍu*
dades alborotadas» C iudad« R o d rig o estuvo siem pre en paz y
sosegada, y , á pesar de loa requerím ieutoa q u e la hicierou otras
ciudades, u o quiso unirse ó ellas, p orq u e ellos lo estorbaron
y todos loa caballerod h a b ía u te u id o b u o u a v o la u ta d . A u to u io
de) A g u ila y su h ijo el C o m e n d ad o r, gente m afiosa y n o de
m u c h a vergüenza, e nv ia ro n u n pariente suyo a l Cardenal» atri>
huyéndose lo q ne h a b ía hecho la c iu d a d , p a ra qu e les escribie-
se d án d o le s gracias y mercedes; pero todo ello era Inexacto,
pues b astan te h a c ía n A g u ila y sus hijos en g u a rd a r sa íortale-
za , to c u a l les sería d ifíc il si los q u e escribían n o tuviesen ta n ta
v o lu n ta d de servir a l B ey y v iv ir en pas. A eete m ism o p ropó­
sito, le in c lu ía n ur)a c arta p a ra el C ard enal Goberttador (2), y
o tra p a ra el A rzobispo de G r a n a d a (3), Presidente de) Consejo
R eal, con u n a In s tru c ción de )o qu e deb ían decirles el S r. Te-
je d a y el Sr. Fonseca» y c a y a su bstan cia era repetir qu e p a ra
las cosas de C iu d a d ‘ R o drig o n a d ie era parte sino Pacheco y
D iego de Chaves y ana parientea.

Som .

T a m b ié n S o ria escribió á V a lla d o lid el 16 de Agoato (4), h a ­


ciéndole saber qu e h a b ía esci ito á B urg os y á Toledo q u e la
J u n t a se hiciese en esta v illa , y q u e T oledo lee to rn ó á escribir
q u e la J u n t a se h a b ía de hacer en A v ila y q u e ellos e n v ia b a n
dos Procuradores p ara qu e se ju n ta s e n c o u esta v illa y con Bur*
gos y les hiciesen saber lo q u e acá pasaba.

ft«iao de ind&lcoift.

A u n q u e este R e in o sin tió los efectos del m o v im ie n to revolu­


c io n ario y alg un as ciudades im p o rtan te s se declararon p or ias
C o m unidades, a l fín prevaleció el sentim iento de la le altad cou-

(4) Arch. gen. de Sim ., Comunid<ides de Castilla, leg. 2.*, fol. f


(5) Idem id., id. id ., fol. 48.
(3) Idem id ., id. id», leg. 2 .^ fols. 46 y 17.
(4) Idem id., id. id ., leg. fol. $6.
densado eu la célebre capU ulacidu de la R a m b la , y Á u d a ia c ía
prestó u u g ra n servicio á la causa del ordeu y á la M ou& rquíu
le g ítim a representada p or D . Carlos*

/&en.

L a pi'iinera c iu d a d de A n d a lu c ía q u e siguió el p a rtid o de ia/t


C o m u n id a d e s fu é Ja é u , ia cual n o s6lo sustituyó la a u to rid a d
R e a l p or la fuerza p o p u la r, siu o q u e excitó ¿ las d e m ás ciuda-
de^ de A n d a lu c ía á s ^ u u d a t ’ el m o v im ie n to . D . R o d r ig o de Me-
j í a (1), a y u d a d o por la nobleza» a cu dió á í^ofocar el m o v im ie n ­
to, y todo q u e d ó en b m e desbaratado. A n d ú ja r p id ió á Cór-
dob a consejo y favor c o u tra los rebeldes de J a é n . E n tie ta n to ,
U b e d a, B aeza, R o n d a , V illa c a z o rla y otras poblaciones se d e ­
clararon por las C o m u n id a d e s. E l b a n d o de los Carvajales co­
m e tió varios desafueros, y eu u n c a m in o íu é asesinado el a n ­
c ia n o D . L u is B enavides, q u e ib a eu u n a litera. S u h ijo D o n
A louso y parientes sorpreudietou la v illa de J ó d a r y la e n tra ­
ron a i saco f a l d ^ ü e l l o , m a ta n d o m á s d e 2.000 persouas.
C órd o b a e u v ió á U b e d a y Bueza á F r . G regorio de C órdobu
para q u e pacificase estas poblaciones.
T odos estos hechos preocupaban a l C ard enal G obernador,
q u e se lim ita b a á eucargar tuviesen m u c h o c u id a d o eu la pa>
cificación d e a q u e l R e iu o , y el Presideute y O idores d e Grana-
d a contestaron a l C ard enal eu 19 de A gosto (2) qu e en R o n d a
h u b o cierto a y u n ta m ie n to de gente de ia C o m u n id a d , c o n m o»
tÍTO de ciertas provisiones q u e presentó D . F e n m n d o Ile n r í-
quez sobre div isióu de térm inos y a lg ú n desacato á la Ju s tic ia .
E l T eniente de Corregidor p id ió u n pesquisidor, y com o la c lU ’
d a d indicase qu e la pesquisa p ro d u c iría m ay o r escándalo, se
previno q u e se enviase lo a ctu ad o p a ra proveer (o conveniente.
L a v illa d e C azo ría se levantó contra el A d e la n ta d o , a l c u a l
recluyó eu la fortaleza, y loe de la C o m u u id a d se c o nju ra ro n

{V, Rodrigues Villa. Córdoba y ias Comunidades, lievisía euro-


peOf §8 de Febrero de 1875.
(é) Arch. gen. de Sien., Comunidades de Castii/a, leg. 2.*, fo­
lie G7.
ayudarse y fdvor«caree unos ¿ otros; y p orq u e D . H e r u a u d j
de Rojas, Corregidor de U b e d a y Baesa» de eatrom elid á 6D<
teader de este asuuto, se le euTÍó u u a p ro v isión p a ra q u e si u o
ios p o día coucertar em plazase c ia co ó seis de los priucipales
y compareciesen a llí cou el Corregidor» p o rq u e a lg uu o s se que*
ja b a u de agravios q u e Ies iia b ía iiecbo y les h a c ía . A q u e l mis*
rao d ía , ID de A gosto, escribió el C orregidor d e G u a d íx , A luie*
r ía y B a ?^, qu e eu esta ú ltim a c iu d a d de lia b ía iev autado la
C o m u u iu a d de ciertas parro quias, y c o u u u a b a u d e ra salierou
p o r ias caiies, y lo p a u d o a l T euieute d e C o rreg idor le tom aron
y q uebraro u \n vara, p or io q u e el C orregidor de G u a d ix ib a
ó eu tender eu ello y pedia ie eoviasea geute> c o m o lo escribió
a l C a p itán G enerul, M arqués de M o n déjar; y c o m o era la p r i­
m era coaa q u e eu el R e in o se conservaba, y eu B a za y su tie ­
rra h a b ía m u ch os moriscos, se resolvió q u e el d ic b o M arqués
fuese eu pcrsoua á s o ju z g a rlo s levantados, to m a n d o alguuos
usaravedises de las reutas Beales (1). E l C a rd e u a l G o b e ru a d o r
contestó a l Presideule y Oidores de G r a u a d a a p ro b a n d o las me*
d id ad to m adas y ro gando le avisasen de todo p a r a escribir á S u
M ajestad. A cerca de haber to m ado parte de las rentas Reales
p a ra ir sobre B a za y ia prov isión de pesquisidores, ee re m itía
todo á la p ru deu cia, u o p u d ie n d o enviarles u in g u u a geute p o r­
q u e la q u e a llí b a b ía era menester p a ra otras cosas q u e im p o r ­
ta b a n m ás.
L a C o m u n id a d de J a é u , en 5 d e S eptiem bre, designó á Se^
b astiáji de Torres y L u is de S e p ú lv e d a Procuradores p a ra ia
J u u t a de A v ila , y les d ió In s tru c c ió n , C a p ítu lo s, escrituras y p o ­
der lim ita d o . E i d o c u m e n to dice así:

Acta de la Comunidad de Js é n y escrituras qu? llevaron comí-


sliinados á la Ju iila <le Avila con una car(a (3).

Kn Jaén miercoles cinco dias de Septiembre de 1530 años en bis


casas del cabildo de la dicha CílxUd se juntaron a cabildo llamados
por cédula por mandado de R /d e Í Azeytuno alcalde los siguiente»,
los onrrados Alonso liu iz de Bartules é Miguel Sanchez monguijosa

(4) Arch. gen. de S im ., Cédulas, lib. X U V , fols. 44 y 45.


(5) Idem id ., Consejo Real, leg. 645.
e francisco fernandez d t Xeres e K.^del Azey(ano alídes horJína-
ríos <1e la dicbd Cibdad por sus mog.« e don bernaldino de lorrejv
alguacil mayor e de los veintiqualros don R.*MegÍa SeHor de It^s Vi-
Ibis de Santofímia e la guardia e iuy$ d^scobar e Alonso de quesada
e femando de leyva e ju a n de Valiodano e don p.* ponce de león e
ju a n furtado de Uierez e Alonso peres del Arquelíada e diego de
Contreras e pedro gonzales de tomerque presoncro e Sebastian d«
torres e juan de Vilcbes e Cristóbal de Vilches e juan de Valen^uvln
e pedro de Alfaro de Santo Andrés e pedro de valeniuela e fern.<i^
de quesada e gomez de Uiloa e luis de Arquellada e p .’ fernandez
de Ulloa jurados e Uaieo de Marcos e diego lopez de Valen^uela e
Alonso nufkes de Mesa e Martin Sánchez Cachiprieto e Andrés gar­
cía carpintero e Alonso de Aguilera e fernand lopei Colmenero e
p .» nuAez de Mesa e Alonso de Aguilera e luis de Sepúlveda e gar­
cia de vilches e Alonso Rodríguez de Villacartiis e femando dava-
los e luys de Utrera e diego lopez de Madrigal e Miguel lopez de Va-
len^u ela e Alonso de quesada lendines e p.® Martínez de mirez e
gon 9alo fernandez de hae^a e luis arias de Sayvedra e alonso de
Sallo el viejo e lucas decíja diputados en uonbre de la comunidad
desia cibdad y el lic.^^ Alonso íernandes de V a lc a ^rle tra d o délos
dicbos diputados y el bachiller pedro lopez de Verga ra letrado y
asesor de los dichos alcaldes y en presencia de m í temando de gor-
maz escrivano mayor del concejo de la dicba cibdad.
esle dia los dichos Sres. mandaron librar al jurado Sebastian de
torres e a luis de Sepúlveda diputado cuarenta dias de salario a
dozienlos mrs. cada dia a cada uno dellos para yr por mensageros
en noDbre desla Cibdad e comunidad della a la Ju nla que los pro­
curadores de las Cibdades bazcn en la Cibdad de Avila los quates
mrs* se paguen de los propios do la Cibdad.
La ynstrucion e capytulos y escrituras que llevaron los dicbos
Sebastian de torres o luys de Sepúlveda son los siguientes: Mccno*
rial para los que an de yr a tolodo e A vüa el q ual se colige del po­
der que llevan lim itado para que hayan lo que por el se les manda
e no mas.
que den la letra de la Cibdad de Jaén que llevan para toledo e
ayan respuesta della e con ella hayan luego mensagcro e con el in«
bien memorial toda la urden que tiene aquella cibdad e comunidad
y de la manera que se entra en acuerdo para proveer lo que convie­
ne a i bien de la comunidad e sy los diputados hazen cabildo junta-
D^ente con los Regidort*s e la orden que se tiene en la guarda de la
Cibdad de dia e de noche e de la administración de la justicia e de
la nía n a. que se tuvo en el juramento.
Iten que de alli se p^^riaa para avhti e q le <ien \ a letra que lievan
a los procuradores y presenten de parte de la cihdad los capítulos
que llevan para que alli se de o rle n como se manden c u n p lir por su
alleza y demas alli an de entender la certificación de lo que aílí se
entiende de proveer por todas aquellas cibdddes cuyos procuradores
son alli juntos e a todos los otros capilulos de lus otras cibdades que
cada una dixeren para quel Reyno se govíerne en pas e con justicia
e porque borden acuerden que se haga e avida certíQcacioii de
aquesto con el traslado de loito lo q u e ernbíen luego a esla cibdad
de J<ien para que la Co munida I proven de su p^irle y se concierte
en todo aquello que sea servicio dedyos e bien universal de todo el
Reyno a de s u a lle ia e e n aquesto entiendan e Sdber an de ser muy
solícitos y en dar luego aviso para que de aca se enbiun poderes
para aquello que fuere servicio de dios e de su magestad e bien e
pro del Reyno e para lo questa cibdad proueera mejor syendo a v i­
sada e certiñcada | yo femando de gonniis escrivano mayor del
Concejo de la cibdad de Jaén f>or sus Cesa reas Católicas magcstades
los fíze escrivir por mandado de Jaén— femando de gormas.
Las cosas que por la muy noble e muy leal c ib ia d de Jaén pares*
ce que son necesarias que Su provea para la governacion des-
los Reynos son las syguientes.
porque las gentes de las espa5as son leales y de grandes corazo­
nes e por aquesto es menester que la lealtad se mantenga con ver­
dad e la forialcia de la voluntad con derecho e oon jasticia Lo qua|
faltando no puede ser bien govemadas e para que aquesto se cun-
pla paresce a la dicba cibdad de Jaén que se provea lo siguienle.
primeramente »porque la esperiencia nos demuestra el gran daíio
que a sucedido en estus Reynos despaña despues de la venida da
Su a ellos por no le aver dicho la verdad de lo que a su servi­
cio conviene que S a M .^ establezca ley e prematíca Sdncion contra
qualesquier personas que ante Su M .^ie visorrey o ante el presi­
dente e oydores del su m uy alto consejo dixeren falsediid o mentid
ra e syen loles proba Ío sean publicados en la corte de Su e en
los lugares donde bivierea por pregón publico por mentirosos e que
no sean jamas creidos en otras cosas e los condenen que satisfagan
el daño que por su falsa relación qualquiera persona aya Rescebido
eon el doblo.
)te n que se tenga gran vigilancia e cuydado en proueerlos oficios
de la governacion de la justicia eo las cibdades e villas e lugares de
los IWynos e SeQorios de su mas^nsiad como en los oficios que se
provuyei'en de su corte e chancilleria que se Irabaxeen buscar per­
sonas que tengan las condicioües que por las leyes destos Reynos se

TOHO XXXT 35
Kequiere conviene a séber que sean de bueno e lynpio linaje por
(|ue ayan vergüenza de non errar e sean entendidos e letrados e
bien Razonados y de esperíencia e 9urridos e onbre^ costantes e
íirm(‘S e naturales del Reyno e leales e que principalmente se en>
líenda a proveer los odeíos e no las personas porque sy asy se ovie-
ra heebo cn Jaén e las otras partes del Rey no las cosas esUrían en
mejor estado que no estHn.
yten que en la corte de Su e áo Rpsydiere su visorrey o pio-
vernadur o los de su m uy alto Consejo eslen diputados cierto nume-
ro de pesquisidores escogidos como dicho es salariados para que
aqueUo.s y no otros vayan a hazer*las pesquisas de los casos que
acaecieren por los Reynos a los quales no se les de otro salario del
(|ue tuvieren ordinario porque cumunmente se a visto en estos
tiempos que por ser pajeados de su salario buscan e yuponen culpas
donde no las ay h«izeii muchos agravios.
yten que se vesiten las abdencins e chancillerias de sus Reynos e
presidentes e oy dores dellos e otros ofìciales y que se nonbren para
ello visitadores de ciencia e conciencia que tengan las calidades de
suso dichas en el segundo capitulo por que a mucho tiempo que no
se an visitado.
yten que los alcaldes y alguaciles de la corte hagan residencia,
yten que no se den ni provean oñcios de tenientes de corregido­
res en las cibdades sin con peten te salano y que sean de las condi­
ciones 9usodÍL*h;is porque la necesidad no sea cabsa que hagan cosa
que no deban.
yten que no se den ni provean nficios a los que los an tenido syn
que se vean primero las residencias que hizieren.
yten que losalldes de la hermandad hagan Residencia,
y leu que su inag.H tenga por bien de m andar probeer e estable­
cer que no aviendo parte quexante n i syendo cosa de muerte ni de
mutilación de miembro ni de pena corporal que en los otros casos
criminales perdonando la parte no puedan los jueces proceder de
oñcio.
yten que no se den oñcios ni dinidades n i encomiendas a estrao-
geros ní cartas de natura lez<i.
yten que U s oñciales e criados de la casa real sean espat^olea
como por los antecesores de su mag.^ los tenían e servían de ellos.
yten que no de su m.^ espeiaiívas de personas bibas e las dadas
las mande revocar ni haga mrd de bienes ni de partes dellos de
persona ninguna antes que sean condenados y la sentencia pasada
en cosa juzgada.
yten que no salga la moneda del Reyno ní su m .t de cédula por
•camava ni en otra innnera asy oomo lo perrailyo en IdA corles de
y en la Coruñ:^.
yten que no se saquen orvallos ilel Reyno.
yten c|ue se cunpUin los testamenlos e descargos de los bienaven>
•tarados el Rey don íernando e la Reyna doña ysabel sas agaelos.
yten que ios diez quentos que mundo el cardenal de espaíia doQ
fr^iv fran.M Xiinenoz de Cisneros que aya gloria para redención de
cabtivos que se cunpla e se saquen deilos los españoles questan
cabtivos en tierra de moros en especial en Argel y que se cunplan
los quiiiro quen tos que mando para baser un mouesterio en toledo
donde se criasen mugares pobres o se casasen.
yten que se guardasen las pre ma ticas d estos Reynos que deñen-
>den el traer de los brocados dorado e plateado e libretado y el traer
•de ia seda se de horden quHl convenga al Reyno porque anda mu-
>cba desorden.
yten que se mande labrar vellón y mone^ía menuda porque ay
•n«'cesidrid della en eslos Reynos.
yten que los ganados no se saquen fuera de los Reynos de Casti­
lla e se guarden las prematicas del Reyno,
yt^n qu e no se echen guespedes en el Reyno aunque la corte es-
4>oviere en las c ib ia Je s e villas deslos Reynos syoo que todos posen
por sud dineros poniéndoles la t^&a que bien vist^ fuere.
yten que se pague el enprestido a las personas que lo an presta ^
do a quien se debe.
yten que por ningún caso crim inal ponga ninguno a quistion de
tormento syno fuese por crimen de eregia o crimen lexa m^igestalis
yn prym o e secundo capitulo e por traycion de la patria e por fal-
sadn de moneda o crim en ne pilando o ladrón famosD o otro caso de
iraycion.
Lhs cosas que por la Uiclia cibdad de Jaben se suplica que se
manden proveer que son m uy justas e necesarias.
primerjtDente que les conárm ea los privilegios que los Reyes
antepaseilus de gloriosa memoria les liisseron mrd por los muchos
•e grandes servicios questa cibdad hito a la Curona Keal de los qua*
les llevan traslado y por ellos se verán las cabsas tan grandes e
tan justas porque se concedieron pues que generalmente su mag.^i
q u an d o entro en estos Reynos en las cortes de ValL^ le ju ro de les
•conlirmar generalmente a tod>is las cibdades destos Reynos.
ytr*n que en esta Cibdnd mande su cnag.il que aya casa de mo-
oeda como antiguamente la ovo.
yten que se defienda la saca del pan trigo e cevad< de la Orden
^ e Galatrava deste partido del Andaluzia e no se saque para fuera
del Reyno n i se dexe sacar a ginoves n i a otra persona alguna por
que en aver s4»cado el dicho pan ovo mucha e gran necesidad eo^
esta comarca los años de quinientos e seys e quinientos e sie(e en*
tanta manera que muchas personas peremeron de hambre.
yten por quantoesU cibdad tiene un derecho antiguo en la c^rne
qu e se dize lope Ruys e pagan de cada vaca tres Radies e de cada
res menuda medio arreldo por la qu;il cabsa no ay quien se oblig n^
a dar abasto de come a la di<*ha cibdad que se provea y vea y apre­
cie lo que vale esta renta en cada un »fio e que la dicha cihdad de-
Jaén esu tierra se lo den e paguen en dinerosa cuyo es el valor que
se averígu«ive y apreciare que vale el dicho derecho e para lo pagar
se eche sisa en los mantenimientos de carne y pescado fasta que se
aca ve de pagar e para ello den su provi>ion.
yten que entretanto sy con su mag.d se consulta para que con­
firme los dichos privilegios de la dicha cibiiad que se les guarde-
a la dicha cibdad los dichos privilegios.
yten que los nirs questa cibdad e su tierra prestaren para pagar
la gente que fue a la costa de granada a la villa de Adra por m a n­
dado del marques de Mondejar se los manden pagar de las rentas
de su mag.d
yo Fernando de gormas escribano mayor dei Concejo de la dicha>
cibdad de Jaén por sus cesareas católicas majestades los íize escri**
b tr por mandudo de Jaén.— Fernando de gormas.

Muy magnificoa $eñorts.

no somos bastantes para les servir e pagar los mrds que nos di>
hecho e hazen en nos a visor y desengañar de las trayciones e m aU
dades e taK^^as Ri^hiciones que por nos comarcanos e vecinos se es*
ere vían porque no ay ygual enemigo de aquel que es de la propia
casa avisando a vras mrds que aquestR U'tr^do que eicrivio eslas-
cartas muchos di^ts ha que por la cihilad le debiéramos aver echa­
do del puehlo poique a su cabsa sean Hehuelto muchas diferencias
y enojiis e cai>^ado enemistades enlre los vecinos desla cib<lad y el
dia quntH universidad se movio para ser desHgravlada e reintegra­
da en sus prr'viUrj^^s que fue a los d íe z e nueve días del mes próxi­
mo p:i$adi» el suso licho deskeal e mal li«^iente se huyo desla cibdad>
a la cibdad de Andujar de donde escribió las dichas cartas luS qua­
les de9pM<*hu s^n saber la justicia de dios que por su casa otro dié'
siguiente vino que le derribaron la ni'iy«»r píirte delta e te destru*
yeron lo que en ella ballaroa e la Im z del pueblo que es boz de dios*
encam ino para ello a la mayor parte del pueblo se maravilla ra
como a) dicho letrado le aviad destruido su casa no sahiemlo lo que
agora por el grand recabilo e diligencia de vras mr.U se a descu­
bierto en lo qual emos Rescebido tanta buena obra que de aqui
adelante bibiretnos cod mayor bigilancia e nos recatar«^iuo»de nues­
tros veo I d o s que d o tuvieren buen respeto al biau de nuestra
p u b lic a tanto e mas que de los estrangeros asyuii:»mo cerca de lo
que m andan que proveamos d» enbiar a vras mrds a esa tan ju s U
J u n la con tan bueno e leal ün ayuntada como co»a alumbrada por
dios on cuyo servicio e de su mag.^ creemos que se h jra n todas las
•cosas que ay se trataren e por tanto avemos proveydo de enbiar
ciertas personas hermanas nuestrds e naturales para que se confor­
men en todo acfuello que sea serv." de dios e de sus aitesas e bieo
universal de todo el ileiao Jos quales trabajaremos que partan lu e ­
go en este dia. ____
por las nuevas de que vras mrds nos dan parte les referimos
mucbas g ra d a s e mercedes e avemos tomado nuestra parte de la
pena por la destruycion techa tan cruelmente en la villa de Medina
io qual provea y remedie dios nro Señor por su grand misericordia
el qual las muy mag.^^» personas de vras mrds y estado acrecieate
a su serv.*de Jaén quatro dias de Sete. aho de 1520 atlos la qual
mandamos despachar e firmar al escriv.^ mayor de nuestro Conce­
j o e sellalla con nuestro sello yo temando de gorman escrivano ma-
vor e dol Concejo de la dicha cibdad de Jaén por su cesarea c ató li­
cas mag.* la ñce escribir por mandado de Jaén e la selle con su
j$ello.
E l Sábado 8 de Set.« se acordó que fueran con Sebastiaa de T or­
res y Luis de Sepúlveda mensageros que iban a la Junta cuatro
ballesteros casi para las cosas del camino como de las de la Junta»

L a J a u t a de A v ila couocía perfectam ente la a c titu d de la oia-


<iad de J a é n , y eu 20 de Agoeto le escribió u u a c arta (1) rogáu*
d o lé euviara 6U8 Procuradores con to d a brevedad p a ra euteu*
de r y d a r orden eu la bvieua gabernacióu d e estos R e iu o a y su ­
p lic a r á 8 . M . q u e la m o neda uo se sacase de el loa; q u e uuee*
tra u a c ió n gozara de los o6cios y beneñcios y n o ae repartiesen
á lo s extranjeros, y m andase proveer sobre todos los otros a g ra ­
vios q u e á estos R e in o s se b u b la u hecbo. Parecíale á ia J u n t a
q u e u u a cosa tau g r a u d e y tau general u o debia tratarse s iu q u e
concurriese u o a c in d a d ia » p rin c ip a l y ta n a n tig u a com o Jaéo..
A los siete días volvió á escribir otra carta (1) encarecieodo )a u r ­
gente necesidad de qu e J a é n en v ia ra sus Procuradores, y acom-
p a fiáu d o le las cartas q u e h a b ía n interceptado á u n E scrib a n o del
Concejo de A u d iija r; y te rm iü a b a u dándoles c u e u ta de) desas­
tre de M e d iu a y de q u e para castigar á los tira no s ib a n á j u n ­
tarse con ¡os ejércitos de Toledo, Segovia y M a d rid , q u e esta­
b a n en M e d in a y los de A vila» S a la m a n c a , T u ro y V a lla d o lid .
Jaén» q u e , com o se h a dicho autes, y a estaba sosegada p o r
J u a n Lépez del V illa r, escribió carias á G ra n a d a y A lc a lá la R eal
p ro le s U o d o de su fidelidad y lealtad» recordando sus antiguos
servicios; p idió se le confirm ase el prÍTÍlegio de ser francus y
libres d e pecbo» dereobo y servicio» com o lo otorg aron los Reyes
C atólicos, te rm in a n d o con relatar, con onriosos detalles» pov q u é
se h a b ía n p rod ucido en Ja é o los desórdenes anteriores. O tras
cartas escribió Ja é n á S evilla, U b e d a, Baeza, M u rc ia , E c ija y
Jerez.

Górdobs.

Córdoba» en c u a n to tuv o u o tic ia del desastre de M e d in a del


C am p o , escribió al G obernador y Presidente del Consejo, expre­
sándoles su sentim iento por lo ocurrido y rogándoles (2)'que»
caso de ir en a u m e n to el poder de loa com uneros, se viniesen á
esta c iu d a d , doo de con toda obediencia y agasnjo seríau recibU
dos. A s í consta p or acuerdo del C abildo , q u e consignó, q u e
c u a u d o Mipo q u e J a é n eslaba aite iado y h a b ia a q u ita d o las
v aras á la Ju stic ia , C órdoba les escribió (3) reprendiéndoles lo
hecho y persuadiéodcles qu e enm endasen lo p asado y estuvie-
seu com o deb ían en servicio de SS . M M . Sevilla» com o M á la ­
ga» permauecleroD tra nq uila s en ei mes de A gosto de 1520.

(4] Arch. gen. de S im ., Consejo Real^ leg. 645.


{%) Hodriguez VMIa» Córdoba y las Comunidadts* Revista euro­
pea, 28 de Febrero de 4875.
(3) Documentos inéditos para la Hisioria de España, torno CXII»
pág. 27.
U&drld.

R e n d id o el A lc áza r (1) a l L iceu ciado Cafltiilo, A lcalde m ay o r


e u la v illa p or la C o m u n id a d , eucontró en él el num eroso ar-
m a m e u lo qu e los Reyea Católicos h a b ia u depositado c u a o d o la
jo ru a d o de los Gelves. D u ra n te las conferenciad q u e p a ra ello
m ediaroD , los com uneros de M a d rid pidieron a u x ilio á V>. J u a u
A ria s d e A v ila , caballero p rin cip al del R e iu o de Toledo y se­
ñ o r d e T orrejóu de Velasco, y éste, eu vez de prestarlo, sacó
150 caballeros y otros tantos iufautes, y cou veiute tiros grue­
sos, fué eu Socorro del A lc á z a r. A v isó M a d rid á Toledo y á
A lc a lá , y re uuidas alg uu as fuerzas,'cayeron sobre T o r rejón de
V elasco. c u a n d o »e h a lla b a ausente D . J u a u A ria s y saquea*
ro n é in c e u d ia ro u el lu g ar. A ria s ju r ó to m a r venganza, y a u n ­
q u e n o encon tró en D iego de V era el apuyo q u e deseaba, u n a
no ch e saqueó el lu g ar de Móstolee, pero n o ie dejaron aprove*
d i a r los despojos del saqueo. T a m b ié u se m e tió eu la vUla de
I I leseas y concertó la p a z en servicio del R e y , é hiciera lo m is­
m o en Ocalla> si n o se hubiese fortificado para im p e d irlo (2).
C u a n d o el Condestable fué n o m b ra d o G obernador de Espada»
A rias le rem itió el sello de su casa y a rm as, ofreciéndose todo
p or c u m p lir la o b lig ac ió n qu e tenía a l servicio del R ey, lo c ua l
agradeció m u c h o el Condestable, ofreciendo )*epresen ta rio a l
E m p e ra d o r, d e q u ie n mereció el títu lo de C o nde de P u d o eo
R o stro (3), por haber reeistldo entregar su artillería á los rebeU
des. E n Ciem pozuelos se levantaron coutra el Conde de C h in ­
c h ó n , pero los a lla n ó presto y castigó bieu.

iv ils .

L a intervención q u e el C abildo de la Iglesia Catedral de A v i­


la tu v o eu el fu nc io na m ie n to de la C o m u u id a d a llí proclam ada»
resulta del libro m a n u a l de D iego de D u e ñ a s, Secretario de las

(4) S.indoval, Historia c ii., lib. V, pág. 181.


(2) Libro de setas munielpHles de 4505 á 45¿3.
(3) Bernl y Catalá, Creación de los litnlos Ue Castilla, pág.
C09& 6 capitulares, a D l^ r ío r m e n te c itado . E o é l cod sta, q u e ei
«m artes 14 óe A gosto de 1520, se reunieron eu la sala del S a ­
grario de ]a yglesia de A v ila , ju n to s á su cabildo com o lo te*
DÍau por uso y costum bre, lia in a d o s p or su perteguero, eu pre*
sencia de m y D iego de D uefias no ta rio cap itu la r é de los testi­
gos in fra sc rip to s estando p or presidente el señor Alvai*o C a r­
rillo, arcediano de O lm edo é la d ic b a yglesia todos los señoree
q u e a lly se aliaron q u e están puestos sus nom bres a l fio deste
registro v otaron y revocaron el poder quo tienen dado á ios se*
ñores D eao e e s c u d .^ e ar de b o n illa , los q u ales dichos se­
ñores despues q u e votaron dize ron, qu e p or q u a n to ellos aviaD
d a d o é dieron su poder á los dichos señores D ean é licenciado
E scudero e arcediano de b o u illa para asistir en la congregación
qu e se av ia de ba^er é hizo eu la d ic h a cibdad con ios regidores
e cora u u y d a d d e lla según qu e m as la ig a m e n te eu el dicho poder
se coutlene, y q u e ellos agora p or alg un as causas qu e á ellos les
m o v ía n e m ovieron, era su v o lu n ta d de los revocar e qu e los
revocavan e revocaron el dic h o {»oder e facultad q u e los dicbos
señores les a viau d a d o p a ra q u e n o usen m as de dicbo poder oy
de lo a el anexo ó conexo, la q u a l d ic h a revo^acioD hicieron los
dichos señores ó ellos e cada u u o dellos p a ra q u e n o tengan de
a q u y adelante poder del dic h o cabildo p a ra tra ta r en la d ic h a
congregación so p ena de vin mes de discuento á ellos e cada u n o
dellos ipso fa d o : otrosy les m a n d a ro n y prohibieron á ellos e
cada u n o dellos q u e n o se ju n te n eo las Cortes eo la congre-
gai^ioD de los Procuradores de laa C ibdades, so p ena de dos
mesea de discuento, y si fueren y se yngirieren en ello» ellos ó
qvialquyer dellos q u e allende de los dichos dos meses de dis­
cuento, q u e los dichos señores les da v a n la pena conform e i su
delito e m a n d a ro n á m y el dic h o no ta rio lo n o tifiq ue á cada
u n a de las dichas partes, >
E l C abildo volvió á reunirse el d ía siguiente 15 con el señor
D . A lv a ro , y d iziero n : «q ue pasados tres dias q u e se comiense
desde oy d ia h asta el vyernes prim ero q u e verná inclusivos lee
relevaron á los dichos señores D ean é Licenciado e ar."<^ debo^
n illa , qu e puedan asistir en la congregación de dicha C ibdad
com o personas particulares e n o c o m o diputados por los dichos
señores, é si pasados los dichos tres dias entraren eu la d ic h a
congregación, qu e n o y n c u rra n eu las dichas penas del dis*
cue nto qne les está puesto y qu e eu la c o n g re g a d o » de loa P r o ­
curadores de la C ib d a d n o p u ^ a n entrar p or n in g u n a m anera
y asi lo m a n d a ro n á m y el n o tario q u e se lo n o tifiq ue . £1 d ia
16, reunidos O iise d o C h antre, maestree cu ela O r o p e s a ju n to a y
A prej^enda del no ta rio c a p itu la r entraron en el d ich o c ab ild o loa
nobles, caballeros G o m ez de Á v ila é S anch o S auch es é los se»
florea Francisco de Pajares y D iego Lo)>e2, vecinos de A v ila ea
u o m b re de la J u n t a de la d ic h a C ib d a d de A v ila é pidieron p or
m erced á loa dichos señores D ean y C abildo , q u e ie^ quisieren
d a r la C a p illa de S a n t B a rn a b é q u e ea dentro en la d ic h a igle*
s ia d ou de se ju n te n los P rocurad orea de las C ibdades qu e a q u í
se ju n t a n , y dixieron, m as q u e p or q u a n to el sefior don Al.^^
de Pliego D ean en la dicba yglesia e e l arcipi'eate de no v ij.*
R acionero eu ]a d ic h a ygleaía coa no m bre y com o p rocu rado •
res de los diclios sefiot'ea D e an y C a b ild o a v ia n asistido á la
d ic lia J u n t a d e la C ib d a d y a gora a v ia sabido la d ic h a j u u t a
c o m o les avian revocado el poder y m a n d a d o so cierU s penas
q u e entren eu la d ic h a ju n ta , u i puedan asistir á la general de
las cibdadea; y q u e p or q u a u to los dichos sellorea D e au é
ar.no están y n s tn iid o s eu las cosas de la C ib d a d . pidieron por
merced a los dichos seQores, perm itan q u e los dichos sefiorea
D eau y Ar.*^^ puedan corno personas particulares entrar en la
d ic b a ju n ta general, y luego los dichos señoree D e a n y C a b ild o
m a n d a ro n á los señores dou A lv a ro C a rrillo arcediano de O l­
m edo é a l bachiller u y n ro.* de O sm a c a u c u ig o en la d ic lia
yglesia» q u e de su parte e .los dichos señorea le respoudieseu.
qu e con m u c h a v o lu u ta d lee p lazia q u e se ju u te n eu la dich a
capilla; y en q u a u to á perm itir q u e los dichos señores D e a u e
arcediano entren en la d ic h a j u n t a de las dichas C ibdades, q u e
ellos tienen m u c h o deseo de hacer todo a q uello q u e a l servid o
de D ios é bien del reyno é desta C ibdad com pílete, pero q u e
c o m o estas cosas sean seglares é eilos seau eclesiásticos, q u e
su a mercedes deveu de tener p or bieu q u e ellos n o seau moa
syngulares eu esto qu e todas las otros ygleeias del R e y n o , qu e
esta ygleeia visto lo q u e las otras hacen cou sus C iudades lia ­
ran lo m ism o e m a s sy pudieren com o q u ie n m as deseo tiene su
servicio y q u e p o r esto su p iic a u á sus mercedes, q u e la yglesia
teuga su libertad, pues p or protectores della syem pre ruegau
p or ellos.» £1 m ism o día , ju u to s D eán y C a b ild o , ae o b lig aro u
Í08 unos á ]ct9 Otros « p a ra q u e ai a lg u u dafío, aireo ta ó moles*
t ia vynieee á q u a lq u ie r p ersona ó p^rBOoas delloa» p a rticu lar 6
generalm ente d e todo e>\dicho cab ildo, así presen tea com o au*
sentes, p o r causa de la congregacioo é congregaciones q u e se
a n fecho e ha^eu eu esta cibdad ó p or causa de la revocacioD
del poder q u e les fué revocado ó de la pena 6 penas qne les íu é
p u esta ó n y m a ta ó execu taren q u e l dic b o cabildo era obligado
á q u a lq u ie r p ena de todoa loa dichos sefiores les vengan e pue*
d a o venyr q u a lq u ie r dafio anai en las personas com o eu las
h aciendas asi espirituales c o m o temporales, q u e eran obligados
Á 8e la d a r e restituir todo e n o faltar cosa a lg u n a dello y á lo
a y u d a r á seguir e proseguir p o r todoa los remedios qu e se pue­
d a n rem ediar e restituir, p a ra lo q u a l ellos é cada u n o de ellos
obligaron sus peraonaa é todos sua bienes é otorgaron u n a carta
de o b lig ac ió n fuerte e firm e e á consejo de letrado tal q u a l pa*
re^ciere sí quede de m i aigoo | lo cual d ix o A lonso de Carriol)
q u e n o cousentya id consytitio.»
P o r los anterioree docum entos se com prueb a que» á petición
de los P rocuradores de ias ciudades, re u n id oa en A v ila , el C a ­
b ild o C atedral les cedió la cepilla de San B eruabé, q u e tenía
e n tra d a p or el claustro de la iglesia, y hoy ea su sacristía m a ­
y o r, con lo q u e se aclarau laa dudaa haata hoy m antenid as
acerca del p u n to don de celebró sus prim eras sesiones la J u u ta
d e A v ila . Y asim ism o se descubre, q u e si eu su com ieuzo el D eáu
y el A rcediano d e B o n illa form aron parte de la prim era C o n ­
gregación, después» sin d u d a a l considerar el ru m b o qu e lle va­
b a n los sucesos, les retiraron el poder qu e les h a b ía n concedí*
d o y les prohibieron asistir á la J u n t a de los ciudades, com o
éstas lo suplicaron. £1 d ía 19 de A gosto, según laa actas del
Consistorio, resulta qu e estando ay el aeflor P.^ D o m in g o é los
sefiores Suero del A g u ila y S anch o 8.^ y 8 a u ch o C iu b ro u é
C risto v al del Peso, regidores, acordaron q u e se hiciese liegi-
royento eu casa de G regorio del Barco con loa Procuradorea
de laa C iudades. Y el C a b ild o acordó el d ía 21 q u e ae hiciese
u n a proQesioD p or la p a z e aosiego dei U eyno p a ra et D o m in g o
veuidero.
CouocídoB los detalles del m o v im ie n to on al R e in o de M ur*
cia, la d ocu m eo lacíón del mes de A gosto a d e la n ta poco; pero
c o n firm a la g ra u a o im o s id a d qu e de^de el p riu c ip io existi6 e n ­
tre el M arqnéa de los V élez y e) A lcalde L eguÍ 9a m o , ein*iado
p or el C ard enal G obernador y el Consejo p a ra c a lm a r y a m i
castigar lits excesos com etidos. E l M arqués escribió el 2 de
A g o sto (1) al C a rd e n a l de T ortosa: acusaba recibo de la carta
det E m p e ra d o r qne le entregó Leguii^am o; se m o straba ap e na ­
d o de ia aiteraci(5n y m o v im ie n to q u e la C o o iu n id a d de M u r ­
c ia h izo , don de h a b ía trabajnd o para pacificarle todo lo posible.
y n o cesaría de hacerlo h a sta el ü u , com o se lo u ia u d a b a ; pero
las coicas iban ta n diferentes de lo qu e a llá se p odía figurar, que
p or DO ser enojoso con la rg a escritura e n v iaba á su solicitador»
S a n Ju at) de V e razt^g u i, p a ra q u e Ihs explicase y proveyese en
ello lo q u e d e su m u c b a p ru d e n c ia y saberse esperaba; porque
p o d ría ser q u e a lg u n a persona, estando ciega de pasión, n o d i­
jere la verdad de lo q u e a )li p a s a b a « ta n claro com o y o q u e soy
syn ella.> Y do se eq u iv o c ab a en verdad el M arqués de loa Vé-
lez, pnes el L icenciado L e g u iz a m o , desde M olina» doa leguas
de M urcia, escribió al C ard enal G o bern ad o r u n a b n p o rta n te
c arta , coü fecha 5 de A g o sto (2), d irig iendo cargos gravee á la
lealtad del M arquéa de loa Vélez. L a carta dice asi:

Carla original d«*l U c J ’* l.ei^iilzamo al Cardenal de Tortosa. fecha


en Molina a 5 <1e A^oslo de l5*¿0 (3).

Muy y Ilustre y Señor.


queriendo yo despachar un correo llego este que V. S. H.*»* enbio
1 cinco bezea sin esla he escnpto a V. S. Rev.“ * las dos del camino
y las tres de murcia (a postrera ve£ escrevi con uo correo que yn-
biaua diego de vera e por ella escrevi a V. S. como le avia yn-
Mado Jas cartn.s que (oledo avia escripto a esta germania y de como
al marques se avío y do desta cibdad sin ninguna cabsa no séria mu-
cbo que dfzase hurdida aiguna trama | e de como le torna a reque­
rir otra vez cuando se sa lia de la cibdad con la provision Keal dei
consfjo que se boluiose a lu cibdad e me diese fabor e ayuda para
pacificar esta cibdad.
el me respondio eolre oiras oabsas d o m uy ligitimas n i verdade-
ras que todu lo de aca esta Uebuelto e que la marquesa eslava mal
dispuesta e quel se halla va mol dispuesto e lenia nesc«stdad de pro*
veheer sus fortalt^zas.
despnes que vine a esta tierra y hHblecon et marques nunca balle
en el voluntad para el servicio dcl Hey nuestro Sr. e bien deste ne­
gocio dándome mucbas que:^a8 de quan mal se avia becbo con el y
de como no le avian guardado la palabra.
e aunque ei^io sentia dei con algunas buenas palabras que Respon­
día e con lo que le dezia syempre tube alguna esperanç<i que d o ha-
ria tHn mal como lo ba liecho e porque yo querria dar servidores a
Su e no deservidares nunca escri via lodo io que dei sentya sino
solamente lo que Respondía.
quandi) yo vine a estíi cib lad algunos deSla huyan de miedo aun­
que alguna cAlor les avia dado el marques despues que vino a libri-
lia e quando supe que venia el marques viendo que esta gente de la
germanía quería salirle a Rescebir y con el Kescebimicnio estavan
alterados fui la víspera que avia de entrar una legua de murcia
adonde el vino aquella noche e le requerí de parte de su mag.^ ede
V. S. R .a « e d e mi parte quxnto pude le suplique que no curase de&-
te RecibimieQto e que entrase aquella noche a hora quel Uescebi*
miento ^e pudiese escusar porque ia gi*n(e eslava akerada y se alte*
raria mucho rn<is con el Uescebimienlo e nunca se pudo acabar con
ei y entro con loda la gf^nnania aprobando lo que hazian y dando*
les mucho tabor eandovo con ellos como si fuera su capítan por ioda
la oibdad e despues syempre se acompaño dellas y les dio mucho
f.ivor ofreciendoles su persona y estado y despues que se fue de la
oibdad syenpre ha tenido ynteligencia con ellos escriviendoles y en-
Mandóles mensajeros.
despues que se fue desta cibdad enbio algunos medianeros para
que entendiesen que estas diferencias se pusiesen en sus manos
poi quel se fue enojado de los Regidores y desta otra gente principal
porque esUvan m uy sentidos del mat'ques y ao entraban en su casa
e cumo cuUüscian del marques dos cosas ia una que no veyese cas-
tigo e que ante todas cosas querian que esla germania quedase ata-
da no quisieron ponerlo en sus manos ni en las mias juntam ente con
é\syno que por justicia st deU rm inore aunque yo arto trabaje por
quo ae pacifícase como quiera.
syonpro conosci <)el marques que queria que quedase esta germa-
nia atada aunque al presente se pHCificase o puea el huelga de la
germania en su tierra no es mui bo que quiera quo la haya en la de
su no alcanço ques su pensamiento syno que no parece que tie­
ne buena ynlencion.
estando ei marques en murcia trataron dos Regidores que san sus
servidores que tas varas de la justicia se diesen al marques y diego
de vera me vino a hahlar creo que seria de su parte que yo debria de
dar borden y escrebir a V. S. como las varas de la justicia s^
diesen a l marques yo le respondi que no seria yo en cosa n i ei
debria de hablar en ello y creo que como el marques su|h> esto que­
do Resabiado desto de m i que su yntencion según lo que ha pareci­
do mas bera esta que para pacifi ar esta cüxiad o lue^o ñngiendo
cabs^s se fue porque me parece quel quiere ser seúor desta tierra.
Con el postrero mensajero escrevi a V. S. R.®* que sos pecha va
que el marques dexaba alguna cosa tramada e despues que el se fue
•«yenpre esta gente anda va mas alterada e nunca quiere Responder
A lo que lus Regidores demandaVHn ni pedir ellos cosa alguna n iq u e
se les dovhiciese agravio alguno sino venirme con muchas platicas y
ias palabras que les dezia para su pHcificacion ynterpretamlolds a
m ai y dando a entender ai pueblo lo contrario de lo que les dezia
trastrocando mis palabras por mas alborotarlos | creo queda van a v i­
sados de ia btgica del marques por que aun estando en murcia supe
como el los avisava de lo q u e avían de hazer e yo por tenerle mas
contento nunca queria hazer cosa sin dalle parte de todo y syn su
parescer pensando por bien cunbencerle a que huaase do virtud
pero todo h'A aprobechado poco.
E\ marques según parece quando se fue dexo concertado que me
hechbseo de la cibdad e los desta germanía avisaron a la germanía
de lorcM e Cartagena e de otros lugares comarcanos que para ayer
acudiesen á Murcia | yo como a l marques he conoscido por oinbre
maAoso no dexa va de sospechar algo e a ble a diego de vera muchas
vezes como esta gente estava alterada e que con una provisyon que
yo teñí» p«trA ello queria requerir a el e a los otros capitanes que me
dieseu favor e ayuda que quería estar sob ieavU o y aunque yo avia
dilatado tanto pensando por bien pacíñcaresta c ilx ia d q u e s í ellos
perselx*ravrtn en estas alteracioues yo queria entender cüd ía gen le
de armas a pacificar e castigar est" | y el nunca a esto me acu*
dia I dándome muchas escusas y que no se devia de hazer nada
ayer sabado de maí^ana fue a su posada que pensando que aproue^
cliAriH algo le hize aposenl«r ju n to con mi posada y dixe Cfue avia
oydo ddcir que la gente de loroa venia y que liamase a lodas las
capitHnias y quel y ellos y toild la otra gente de armas estuviesen
9|)arejH<ios el me dixo que no avía nescesidad de ju n ta r los uipita-
nes que sei la alborolo pero quel pi'oveeria e Íes diría qucestovieaen
aparejados e quel se dava |H>r requerido | e asy creyendo qne baria
lu que dezia aunque me mostró ciiucho tibie9u uinostrdDdoine un
memorial de los caminos ]>or donde le m^indavan y r y que no le
manda vdu venir por marcía e diziendome quel e lu gonLc de aroioS
que COD el henia no se avia de poner en nada pero tuiUvia pense
que no faltara a la justicia el y toda \
n otra gente de armas e aun
me dixo que querí» ynbiar luego la gente albacetee yole Respondí
que no lo hiciese ha^la que hubiese Respuesta del correo que avia
yül)ÍH(Io.
despues desto ayer como (enia hordi*nada l«i truycíon so color de
uno de la germania que tenia preso el tonienie vinieron a mi los
síndicos o diputados de su rntania paid que cnbiase a l lenientea
de$ir que le soltíiso o porc{Uft nin^uoa ocasyon tubiesen de si* mas
alborotar porque vía q u e lodo andava alboroiado etibie luego a qu«'
soltasen aquel preso e suollo el preso como olios no lo avian por el
encomen 9Hron a repicar IdS campanas y iodn la gi'nuaniii quoslava
ya sobre aviso saltaron con sus armas y encomendaron a decir que
mo hechrisen do la cibdad o me matasen.
hiendo esto alboroto luego á principio antes que se ju n u se n on-
Uic por diego de vera e dixcle que se armase o mandase a todos los
capitanes e gente du armas que se armasen e acudiesen a m i posa­
da a me faborecer porque con la gente de armas se reslsiiria lan
;;rande desacato el me dixo que le perdonase que la gente de armns
no es^va para eso e qne antes me requería que me saliese do la
eib<lad e a oivos ombros do armas e ca pítanos quo llegaron ay les
dixo que se armasen y se viniesen a faborecer la justicia dizen me
que publicamente diego de vera m<*Ddoa todos los capitanes y om^
bres de armas que ninguno se armnse y se fuesen lodos a su posa­
da e que quando la gente principal vio lo que huzia diego de vera
se det ubi ero n de no venir á my posada yo me detuve en ella tcdo
lo que pude pensando que la cente de armas e \u o lía gente princi­
pal no lo haria Uin mal e quando mas no pude cavaigu«» en mi muía
e con algund peligro de m i persona salí fuera de la cibd.id y lo que
en algund peligro me puso fue que de>pues quel m a rq ú e s e don
alonso de Sviva vinieron a murcia esta gente común avia arre­
pentido de a verme dado las cartas que toledo esci ívia a ellos las
quales y n b ie a V . S. e como don alonso de Sylva eslava «y
a unque yo no lo ay creo quel ynstava para que ma tlomandaseri las
carias de toiedo e cuino yo no las lenia escúdeme con algunas piUa-
bras diziendoics que yo ge Ihs daría paro como el alboroto era m u ­
cho no podía escasarse en esla algund peligro e asy vine a molína
ques dos leguíis de Murcia donde ai prosen le estoy.
yo no se qui» diego do Vora aya sydo eu trato alguno an esto ni
creo quel aria tal cosa porquv la tango por buen sarvidor da su
m .t ) aunque si' sospecha quel bien devia de saber algo desto e yo
a lo manos tenj^o por cierto que si el no bu viera dado f<il>or a osla
germania y ofrecidosel«*s mucho con toda la genle da armas par.n
todo lo que quiera y ellos no eslovieran seguros ni ¿janeados que
diego de vera y la izante de armas no avia de ser contra ellos syn
duda ellos no sa pudieran ni hosaran ponerse en eslo \diego do vf^ra
» dicho algunas palabra:) escandalosas para confirmación desta ger-
manía e syn duda como so pense que con su venida e de la gent<>
de armas enilaqueceria esu genia ¿iiites cobraron calor y esfuergo e
según me dizen solían tener sus concilios alia en su posada cun los
sindyccjs dasla germania podrá ser que su yntoncioo sea buena pero
la obra no ha sydo buana ni aun la y mención parece ser tal | alia
ynbio á V. S< una yntormacion aunque no tan cunplida como
se potiria lom ar despacio deslo que digo no se sy lo conbarllo el
marques o (>orquesegún su juizio le parece ques esto bueno.
hánme hoy dicho que oy hazen en .Murcia los de la germania su
Reseña o qne a todos los que no entraren en la germanía los q u ie ­
ren hrrchar fuera de la cibdad | no sa lo qne h^ran.
ayer escrívi a! cavildo que escrivia.sen a un lugar suyo que sa lia*
niH aguaba ques legua e ni«*dia da murcia donda ay una casa buena
e fuerte para me aposentar alli porque en lugar del marques yo no
querría estar aposentado | e bien ha |>arocido en sus vasallos la vo­
luntad que su Sr^üor tiene de acoger a la justicia de $u m.^ no ba
ávido respuesta del cavildo y e n la verdad todos huyen en este tiem ­
po des tos luga rejos por cabsa dos tos arroses aunque si me lo dan
no dexare por esto de tomarlo.
Con este correo recebi una letra de V. S. R.>^ y otra provisión
del consejo que me m anda que vaya dexadas todas estas cosas lue­
go a Cartajena esta provisión misma fue la que tomaron los de io-
ledo que ya yo la tenia como por otras he escripto a V. S . R ." *
Gomo los de Murcia han hecho esta desacato no querria que los de
Cariiijena se pusiesen en no me rescebir pero yo procurare de sa­
berlo de Gartsijena e yr lut^^o alia a entender en lo que V. S . me
manda cerca doste desacato que se hizo á la gente de armas j die­
go de vera dise que no fue nada porqae todo tu que faze la germa-
fìia le parece bien por otra parle he sydo ynrormado como aunque
DO se pusieron de hecho en resistir pero so jur»inentaron pnra ello
e hizieron grand alboroto quedexaron de ponerse un ello porque no
vieron apar<?jo esto es de oydas quando me y n forma re podre escre-
r ir a V, S. R > lo cierlo.
Cerca deste desacato que se ha fecbo en Murcia sy diego de vi^ra
e )a gente de armas no saliesen de la cibdad e tuviese diego de ve­
ra mejor volunta que hasta agor^ s m jndandolo V. S. M.*»* creo que
lo baria seyendo el fíel en ello bien tengo por cierto que podria
castigar este desacata con iodo lo pasado y desatarse li^a y e n ­
trar yo dentro en la cibdad V. S . mande en ello lo qi>e fuere
servicio de su ra,^ \que si yo tuviera la confiimoii que fuera razón
en diego de vera yo hubiera prevenido de manera que syn escánda­
lo se pudiera Kaser justicia pt'ro como en el ningund aparejo alie
DO quise ponerme en cosa de alborotar | yo me temo que diego de
vera saldré de la cibdad ames que aya respuesio de V. 8 . R ."«
puesto que diego de vera oviese salido con ia gente de am ias e
con su ariüieria e con la gente que por virtud destas provisiones yo
podría ju n ta r tengo por cierto que se podria castigar e as^sogar
esto.
A qui me han venido a ofrecer algunos cavallems que por servi­
cio de su m .^ se juntaran en una fortaleza comigo hosta ciento de
cavallo e que de alli si es serv.^ de su m.*^ se |me<ie haser daiio a
estos que este desacato e delitos an becbo no sesy serán tantos por­
que agora en tiempo de necessidad vi que pocos me acudieron | si
algund castigo no se haze en esto de Murcia creo sera rouolio d^iio
para otras partes V. S. K.»« ynbiem ea m andar lo que tengo de La­
ser e donde manda que este.
dios es testigo que yo no be podido mus hazer y no les he podido
tratar mejor n i asosegal^os mas aunque quando el negocio se acier­
ta atribuyese solamente al negocio e cuando se hierra nunca falta
quien culpe aunque no aya culpa despuei que bine a este lugar me
han dicho que m ili colores ñngen que nunca yo las supe ni las Hy
hasta agora y si el marques o alguno escri viere algo p<<ra se escu­
sar suplico a V. S. no de credito hasta que yo sea o)do» U
cibdad de Gartajena roe ynbiooy dus carta.s e hazeme saber que tie­
ne por cierto que V, S. H . ^ me mando ynviar una provision para
que fuese a Carlajena sobrestá misma alteración e que los de taledo
la lomaron e la ban y nbiadoa la ge* mania de Murcia creosy nsy es
como estaban mas avisados no me la dieron como la otra.
a zni escrivano en el oaintno le tomaron ciertos pupeles entrello»
le tomaron un dicbo que avia tomado a un vecino de Murcia e como
parece que de^ia conira lea de la germania despues de yo salido de
la Cibdad diz que le tenian en u n asno para dalle oíent acotes so-
pilco a V. S. luego con u n correo me yabie la respuesta de
lo que m anda en todo que haya I y donde m anda que este.
estando escHviendo esta me ban ynformado unos que agora bie-
MU de Murcia como cierta gente desta germania de lorca hasta en
dozientos e tantos onbrea poco m u s o menos han entrado en mur>
cia, dizenme que esta gente vino de murcia quando el m a r ((U O S fue
alia que por lorea paso p ira yr abela e que publicamente se dize
en murcia que mucha ocasion dio diego de vera ha esto e que m u»
chüS eslavan arrepentidos de lo (|ue avian hecho viendo la pocu
cabsa que para ello avia tenido.
agora me ha dicbo su onbre que me ynblo la cibdad de Gartajena
quel marques de Yoiez escrivia cada dia cartas a la germania de
Cartajena esforzándola y en blando les a decir que esto viesen recios \
io que desto se es que el capitan de la germania de Cartajena vino
a m i a murcia e me dijo que me entreg^tria las vanderas y el atan**
bor quando yo vine u Murcia | e despues quel marques vino a mur*
cia nunca mas en eÜo me bablo | los requerimientos que yo hize al
Marques de veles por virtud de ia provision Real dol Consejo pare-
ceme que no los ha tenido en mucho | a dicho publicamente que
sus pasados no le dezaron otra mejor herencia que conservar las
comunidades.
Los Regidores tenian mucha pasión e quisieran que me pusyera
en algo y a) tiempo del menester ascondieronme en sus casas yo no
mirando su pasyon ni los hierros destos otros procura va de paciO-
car la cibdad para que pac iñca men te se pudiese hazer justicia.
Nuestro señor la muy Vlt. e U .«* persona e grun estado de V. S. R .»*
guarde e prósperamente acreciento de molina a cinco de agosto.
este correo llego en moUna esta noche pasada a poco mas de me­
dia noche | e dizeme que llego asta murzia e como se puso que es-
tava aqui se bolvio aca yo le he dicbo que aga buena diligencia en
este viaje y aventaje ias leguas y el viaje como syrviere.
de V. S. R.ra'^
muy cierto servydor quo las muy yllustres manos de V. S.
b e s a ^ e l licenciado leguigamo.

A su vez la c iu d a d de M u rc ia escribió a l E m p e ra d o r, re)a-


tftDdo todo cu a n to h a b ía pasado entre el M arqués de los Vélez
y el A lcalde Leguizam o» con la p a rticu larid a d q u e todas sua
aprcciacioncs coincidieron con las d e dic h o A lcalde.
Carta de la d u d a d de N u rd a a l Emperador, 9Ìn techa é incom-
plela, pero de 1520 (1 ).

8 . C a . C.“ S ÍM

Pedro de perea y pedro d e ^ ^ m b r a n a a n nombre de los Regidores


y jurados de lo ciudad do murcia besan los pies y manos de V. y
le haien saber <|ue como ek loarques de veiez estaua concertado con
los que a nd a u jn traman lo ostos escuodalos de CuatiII<1 echo cieriai
personas en aquella ciudad para que entendiesen en alborotalla | y
para que esto vuícse erructohizo que un predica<lor suyo predícase
que era m uy Sancta cosa hazer una confadria de San josepe y m u ­
chas personas pensando que era asi escriuieronse en eHa y ya que
ienian »Iguna quanlidad escritos { aquellas malas personas que te­
nían este cargo bizietonlos ju n ta r y particularmente y en general
Íes dauan a entender que Recebian muchos agrauios de los He^ido'
res y jurados de aquella ciudad, y que se juramentasen y hiciesen
hermandad destar juntos y de guardar secreto y procurar de con-
uocar toda la mas gente a su confederación que pudiesen dándoles
que con venia al servido de V. M.*t y esto fue m uy secreto y trayan
los que entendían en ellos sus memoriales de lo que bauian jurado
y desque vieron que tenían mucha gente en la dicba líga el día de
la acension proximo pasado acordaron de declararse con mucho al*
boroto y escándelo con banderas y alambores» y asi anduvieron
^quel dia y otros muchos basta seyscientos honbres y de secreto
hauia muchos mas | y nosotros víslo esta nouedad enbiamos a ha-
zello saber a vro muy alto consejo y aquella Comunidad de temor
del castigo y no entendiendo á que /in los leuantauan enbiaron asi­
mismo al consejo a poner ciertos agravios conlra nosotros y el Car­
denal y consejo proveyeron al alcalde Íegui;amo para que fuese a
la dicha d u d a d y conociese de los agrauios que estos pedian y que
si alguno tuuiese de nosotros culpa fuese casiígadu | y si no casti­
gase a los escandalosos y venido que fue entro sin ser recebido de
ninguna de laa partes y luego muchos de los culpantes huyeron de
la ciudad y en esia conjunctura vino el marques y antes que entra­
se a una legua de la ciudad donde paro a comer fue a el el alcalde
Icguiíamo y le requirió que no entrase con recibimiento ninguno
porque era fauoreccr y alborotar lo que el tenía ya atemorizado y ul
marques Dunca quiso antes concerto qae toda la comunidad se
juntase que ya d o se os^ba ju n ta r y toda ju n ta le sallio a recebir
con vanderas y alambores y dio bueUa por toda la ciudad de lo
qual y de su venida lomaron tanto favor que los buydoa se Ijoluie*
ron y los otros se esfor9»ix)n en sus delictos y escándalos y luego el
dicbo alcalde les requirió que si algunos agravios teDian de nosotros
los pidiesen para que el bisiese justicia y aunque muchas vezes
fueron requeridos nunca mostraron ni pidieron narla como no fuese
aquel su proposito | y como el alcaide y nosotros víesemos estoque
yba a mal ñn com en 98m " 8 a entender en medios con ellos paru que
todos estuviesemos en servicio de V. y como esto no fuese el fin
de) marques fuese de aquella ciudad y dexo concertado que hecha-
sen al dicbo alcMide con grande alboroto y asi fue huyenJo liASta
molina dos leguas de murcia ques viila del dicho marques y otro
dia en la oocbe fue la misniH comunidad a matallo el qual alcalde
fue avisado por b o r m / de arro nii Regidor de murcia el q ual fue
en un cauallo y le dixo como le tenían tomados ciertos pasos y le
niostro por do se pudiese saluar y diole su cauallo y asi se saluo
y luego llego a) dicho lugar )a d ^ h a comunidad y Robaron quanto
hallaron del dicho alcalde y pensando que estnua escondido en el
dicho lugar mando pregonar el alcalde mayor del marques que es-
taua alli que qualquiera que supiese del dicho Alcalde legoi^amo |
o de criados suyos lo manifestase so pena de muerte y los dichos
regidores y jurados dimos a entender J a algunos de los depulados
de ia comunidad el yerro que hauian becbo y que para s o s ^ ^ r el
pueblo que viniese legui^amo y conociese solamente de todos los
agrados que quisiessen pedir contra nosotros y que sus yerros
nosotros les offrescirnos que v. m .^ les perdonarla con que jurasen
destar en su servicio y obedecer a su gouernador y consejo y la
dicba comunidad holgaua dello y estaua ya concertada y contenta
desto y el archidiano de lorca y Diego de Agüero que sou ios mas
principales que han tenido este cargo del Maiques anduvieron
aquella noche por las casas de lus diputados hasta que les bizieron
desdecirse y no querer ningún concierto con nosotros y concertaron
que nos echasen de la ciudad y de echo nos echaron con mucbo r i ­
gor y alboroto y a todos nuestros parientes amigos y valedores y
este mismo archidiano fue a lorca a hazer assimismo la com u nid ad)
y amenazaban a algunos que la estorbaban por servir a v. y
el Marques procuro de atraher a los regidores de lorca a su propo­
sito ya despues de echados nosotros de Murcia ellos acordaron de
hazer lo mismo que nosotros bauiamos becbo los quales assimismo
fueron ecbddos de lorca y destruydos y después desto el marques
vino a Murcia y entro con roucbo rescdbhníento de la Comunidad y
ju ro de ser con ellos y hizo que muchos caualleros y liidalgos jura*
seo la dicha Coinuuidad y porque de principio no la liauian queri>
do jurar lleuauanles do pena a cada uno los ducados que les pai'e*
cid y desia que la jurasen que pues el lo bazia que no deuian de
rehusar y asi hizo el marques que la jurasen todos quantos avia
en Murcia salvo veynte caualleros que ñ o la quisieron jurar los
quales están desterrados como lo están los Regidores y jurados que
son quarenta las personas del ayuniam ienio de regidores y jurados
y veynte caualleros que sou sesenta y en eslo el Marques C0 meD90
a tentar a algunos regidores para Iraellos a su proposito y los unos
a los otros se auísaron | y auisados hízyeron una escriptura en que
hizieron juram iento en una yglesia y pleyio omenaje de no tener
desculpa aunque los prendiesen y ios degollasen | u ellos y a aus
hijos n i por ninguna persecución que les viniese de no concertarse
con la comunidud asi cun el marques sino jurasen destar al servicio
de V. M. y obedecer sus muntiramientos y de sus gouernadores y
consejo visto esiu a los pei*$eguido to ufándoles sus haziendas no
consinliendoles eslar en yglesias ni en monesterios n i en lugares
de la yglesia y toda la tierra fecha comunidad y luego los toman
juram ento que no acogan | a onbre de todos los desterrados de m a­
nera que no ay lugar donde los acogan sino en ricote y en este
lia sido harto amenazado por el Marques y por la comunidad y
víendu el maestro daualos en quanto desacato y deseruicio de v.
estas cosas se hazian predicando el dia de N.* 5.* de Setien-
bre prouo en ei pulpito como todos aquellos que en esto cabian es-
tauan descomulgados y esto con clarissinias auctorídades y bazan*
do del pulpito en presencia del marques muchos de los dicbos de­
seruidores de V. C. M. se leuantarun con mucbo alboroto y le qui*
sieron matar y viendo muchas dueñas de aquella ciudad tan graue
caso fueron al dicho Marques rogándole quisiese socorrer al dicbo
Uaesiro de aualos el qual marques no tan solamente dexo de
socorrerlo mas aun conbido a comer a los principales delin*
quenles y como los diputados de la comunidad bazian tantos desor­
denes y querian enbiar a la jun ta de tordesillas y como noso-’
tros avíaii»os publicado que lodo esto era para bazellos leuantar
contra seruicio de V. M. y que era para hacellos traydores y
que los eogai^auan fue causa que de la comunidad se leuanto la
mayor parle y hizieron u n conuenio y querian que entrasemob
nosotros y que aquellos traydores muriesen que querian yr contra
ei seruicio de V. M. y el marques eabio a apaziguario y lo apaziguo
dándoles a eateoder que no y ba a lo que creyan a tordesyllas sino
a otras cosas que hnuían ile pedir a V. M. en honeñcio de aquella
cíudiid y para que los otUoios de regimientos rodasen por todos y
no fuesen per(ictur>s y corno estauñn en e$ta deferencia hicieron un
a Urde de toda la ciudad aunque ya hauia hecho otro alarde y en el
hauia sallido a pie hizo haier otro y biso que (oda la comunidad )o
jurase por c a p iu n y que Lodos hariiin lo que el mandase y el de mo­
rir por ellos y perder iodo su estado aum ^ucantes hauia fecho ju ra r
en todas las cainnrcas su Hjo mayorazgo por capitan genera) y lue­
go entro en su cabildo con ellos y eslava en las audencins con un
alcalde para que toslo se pri»ueyesi* a su voluntad y asi prometiendo
dadiuas y d^u lo a entt*uder utras cosas anduuo dos nieses^ que no
pudo acabar que eubiason a la jun ta hasta que ya lo acabo y enbio
alia el dicho m arques a juan fajardo criado suyo y a l doctor Cabera
de baca que es casado con una criada suya y p»ra la yda el marques
les dio dü vertir y fíixo que echasen en el canpo de Cartajena sobre
los ganados q u e alli havian venido a herv/ijar ciento y veinle m il
m rs I en los capítulos que lleuaron fue uno lo que ha acayecido eo
huesea q u e se ba puesto en condicion el reyno de grana la | agora
queriendo enbiar muoha genle sobra la dicha huesea queria sacar la
bandera de la ciudad y uno de Íos diputados dixo que no le parecía
bien de ennjadu desto fuese a un lugar suyo y dende a lli enbio sus
quexas diile ndo lo q u e hauia hecho por ellos y el dipulado fuese
huyendo y aun unos abades y un inquisidor i^ue alli esla concerta-
ron que el dicho maixjues bnluiese y tomo Us huras de la justicia y
apo*lerose mas tiranamente de aquella ciudad y como nosotros emos
publicado la traycion que seguían en cada lugar ay artos que q u an ­
do V. M> lo quiera castigar ay buen aparejo | Asimismo vino uno de
villena muy servl>lordel dicho marques con proTisi«»nes de la jun ta
y para eonvucar el marquesado al proposito de la jun ta y que ga-
briel de guzman Allcile de Chinchilla prendido y enbio a losgouar>
nadoras a ver que manda van hazer del y el marques le escriuioque
lo soltase y sobresto muchas amenazas que sino lo haiía que se hauia
de descarar contra el adelantado de granada y que no le ayudarla a
cobrar a elche antes le desampararía a azp^ que estaua desampara­
do del y que si no lo soltaua seria causa que rompiese con eladelan*
tado y perdiese el adelantado de granada aquel estado [ el alcalde de
Chinchilla no 1o quizo hazer y visto esto el marques enbio un correo
al adelantado con grandes amenazas sobrdlu ¡ y otras grandes caU
pas que cuando V. M. mande hazer su íntirm acion sabra | Suplica-
mos a V. M. sobre to lo nos haga coinjdimiento de justicia castigan­
do a loa que le h<m deseruido y galardonar asimismo a los que han
sido perseguidos por su seruicio.
iiea el dicho marques Uso derribar Id forlaleza de X iquena que es
del marques dti vülenu porque e&taaa a dos leguas de los Velis y bizo
que le diese )a comunidad de lorca di dicbo marques de villeoa en
recompensa de la dicha fortaleza un lu g ar del patrimonio Real de
V. M.d

E u 1& carpeta de esta c o m n nicacióu se escribió este siguifíca-


tivo decreto: *A l Alcalde qtie desemnle.»

V itorii.

L a s desaveneDcias eotre el O oudd y la Coudesa de S alv atie rra


te n ían a u lig a o abolengo. S eparado el m a trim o n io , a cu dió la
Condeea a l E m p e ra d o r pidiéudole protección y a m p a ro p a ra rí
y p a ra flus hijos. D . Carloe se lo <li:*peu»ó c u m p lid am e n te , y el
D ip u ta d o genera) de Álava» D . D ifg o M artínez de A la v a , fué el
encargado de c u m p lim e n ta r les órdenes del E m p e ra d o r. A la
p a r, COD estos hechoa, ae suscitaron diversas cuestione« eutre el
Conde de S alv atie rra y el pueblo de su título» acerca de suí^ d e ­
rechos señoriales, en los q u e no siempre alcanzó ia razón. Todo
ello co n trib uy ó á qu e el C o nde de S alvatierra a d op tara c o n tra el
B ey de E s p a ñ a u n a a c titu d rebelde, y buscase la cooperación de
las C o m u nida des de Caetilla, las qu e le n o m braro n C a p itá n Ge«
n e ra! de A la v a y su tierra, n o para defender libertades de n in ­
g u n a especie, puesto qu e c o m b atió y fu é veucido p or las Ju n ta s
forales, sino p u ra y exclusivam ente por defender am biciones
personales é intereses p ai ticulares, y acaso p or aatiafacer anti-
gQos é in fu n d a d o s agravios. E l mes de A gosto sólo registra el
acuerdo del A y u n ta m ie u to de V itoria del d ía 29 ( l ) , ren>itieudo
a l C o nde de S alv atie rra traslado d e las provisiones eo q u e se
m a n d a b a qu e la Condesa estuviese y fuese a m p a ra d a eu ia
ciudad.
U s 0rd«ne8 m ilit»6s.
C asi te rm in a d a la im presión de los docum entos qu e se reñe-
reo a l mes de Agosto de 1.520, nos favorece el S r. D . Fran-
cisco XJhagóu, M inistro d e l Cousejo de las Ordeoee militares»

^4) Archivo ntunicipal de Vitoria, ilh . X d e Decretos de la Cáma­


ra del concejo de Vitoria 4518 á 452¿.
c o n el R egistro de las Reales cédulas y caria s qu e lo s Com en-
dadores de G ula tra v a y A lc á o ta ra reciblerou desde 17 d e ftíayo
d e 1517 h asta 27 de M arzo de 1523. E s u u verdadero copiador,
escrito COD letra coetánea, y e n el q u e se t r a D s c r il> e u literal-
m eute todas las órdenes qne C a latra v a y A lc á n ta ra re cib ía n y
q u e , á QO d u d a r, se circ u la ría n ta m b ié n á la de S a n tia g o . D es­
pués de agradecer p ro fu nda m ente la deferencia g u a rd a d a p or
el Secretario <ie la A sam blea de las Ordenea m ilitarea, exige la
im p a r c ia lid a d reconocer qu e laa Ordenea m ilita re s de E spafia,
desde el com ieuzo del njo v im ie n to de las C om uuid afle s, p e rm a ­
necieron fieles á la causa del R e y , a y u d á n d o le c o u sua {versouas
y lanzas de q u e p o d ía n disponer, á lo c ua l se de b ió la q u ie tu d
y sosiego de la p t'o v iu d a de C iu d a d R e al, c o m o se c o m p robará
e n su lu g a r o p o rtu n o cou las com unicaciones q u e el Presidente
y Consejo de lus O rdenes dirigieron á S . M ., d á u d o le c u e n ta
d e todo c u a u to b a b ia u hecbo en su servicio.
L a p rim e ra c o m u n ic a c ió n q u e se registra en el m cD cionado
c o p ia d o r lle va la fecha de 10 de M arzo de I&20. m a n d a n d o re*
p a ra r ias fortalezas de la O rde n de C a la tra v a , c o m o luego se
c rd e n ó respecto de ias de A lc á u ta ra ; pero y a e u 11 de J u lio se
ordeuó á las vi Uaa d e A lm o g u e ra . P astra a a , A lbulate, A lm oua-
c id , A u ü ó u , l lla n a , Z o rita y V ale ncia de A lc á o tu ra , q u e e s tu ­
viesen apercibidas p üra su defensa c o n tra las C o m u n id a d e s, y
el C ardetial de T ortosa, Cobernadoi* de E s p a fia , en car tu d e 7
d e A gosto, decía á los Com endadores de C a la tra v a y A lc á n ta ra
lo siguiente (1):

Carta á t l (a n le n a l de Torios» á Us villas de Calatrava y Alcá«-


(ara, fccha en VallaJwUil, á 7 AgoU o de !5*i0.

nobU señor.

Viendo la muehA fidelidad y deseo que en servicio de sus mages-


iades ias v ílU s é log^tres d(>sto$ H«'yno$ an tenido e tienen, m e ha
obligado k procurar el bien de UyUts ellos» parque me p»reacia
mucha razón que donde tanto mérito habia o viese al^und galardón.

(1) Archivo de las Ordenas mi litares. Registro de Calatrava y


Alcántara desde 47 de ñiayo de 1ó17 27 de tíarzo de l o ¿3, pá­
gina 96.
e con esta voluntad siempré he suplrca<to a) Rey nuestro señor que
tenga por bieu que todos los que assi le han servido é sirvieren re>
ciban merc<H)es de su mano, e su magestuU ynclinaito á benevolen*
cía e liLertilídad ha sido seivido de me cometer en estf> caso lo que
á m i pareciere que se debe hazer en grutiñoacion délas dichas pro-
vincins é cibd^ides é villas é logares en quiinto al servicio é enea-
bezamientOt y por esto me h» paresciJo de m andar quel servicio
que á su nu»gpstad se otorgó este año en la Coruna no se pida ni
cobre de l<is cíhdiides é villas ^.loi¿»res destos Reynos que han es­
leído y esUin en obediencia de su M.t é qu»* se les remita é perdone,
6 que assi mismo á Ihs dichas cibdailese villas logares se les pror*
rogue el encabezamiento que teninn queriéndolo ellos en el mismo
precio questa ua antes que la puj» dtt las rentas destos Reynos se
hiciese el uto pasado en Barcelona; y parque esa provincia ha sido
tno obediente á su uiagestadé fírl que r<tion que goce desta m er­
ced y beneficio, acorde os lo baier s<iber á diligencia p jra que lo
ha^ays pregonar por todas las villas e Itig.ires della para que gocen
del p la ie r «lelio y luego que es bien por las provisiones al caso to-
cuntes las mandHre despachar y encariñarles mucho que pues veen
lu voluntad e obra que tiene su en has-^rles mercedes y el cui­
dado que yo he tenido y tengo para se las procurar, que siempre
tengan memoria de lo reconocerá su m>igestu l con la ñdeliilad acos*
lum brada é procuren la pnciñ(*a«'lon destos Reynos y el castij^o de
los mas culpados en el escándalo deltos mientras no quisiesen ve­
n ir á la obediencia de su mng.t que deben y son obligados. Con*
^^Y eos Dios é su santo servicio de Valladolid á syete de Agosto de
bxx años.
A . E l Cardenal de Tortosa.— Juan Tello.— Secretarlo.

E l a nte rio r docuineuto c o n fin n a cuatro cosas: 1 * Q u e en


1519 fle efectuó en B arcelona la p u ja de las reutas Kealea de
estos R eino », produciéndose eu ellos u n p rofundo disgusto.
2.* Q u e a l com enzar el mes de A gosto de 152D se devolv ía á
loa pueblos y ee lea prorrog aban los eucabezam ientoa p or el
mismc» precio qu e te n ían antes de la in eac io ua da p u ja . B.* Q ae
a s im ifu jo ae re nun ció ú> cobrar el servicio coucedido p or laa
Cortes de la C orufia. Y 4.* Q u e todo eato ae otorgaba á laa
Ordenes m ilitares en prem io y recom pensa de la ñ d e lid a d q u e
g u a rd a ro n a l R e y deade ei com ienzo de las Com uuidades.

FIN DEL TOMO XXXV Y PRIUBRO DE ESTA HISTORIA


INDICE DEL TOMO PR IM ERO

PifÍBM.
A LA KKuomA DEL Ëxcxo. 5r. D. Anro,>(Ko CÁNOVAS DBL C a s ­

t il l o , .................................................................................................................... ..................................... 5

F obntss b ib l io g r Ap ig a s .................................................................... 7
OfiBAS y HANUâGRiIOS GÛNS0LTA009................................................. 4d

CONSIDERACIONES GKNEftALES

S thakio. — Lo que sod las revoluciones.— Utilidad de 6xami>


nar sus causas.— Necesidad de escribir umi Memoria acer­
ca de las Comunidades de Castilla.— O piaióo de las Cortes
espartólas de 1821.— Trabajos realisados en el presente si­
glo.— Colección deSimanous y nuevas investigaciones par>
ticulares.— Criterio con que va á realizarse el presente tra­
bajo.. ............... ............ ...........................»................................. * 35

INTRODUCCION

SuvAtíO.— Situación de Espaua á la muerte de la Reina Ca­


tólica Dofia Isabel.— Su últim o tcstameato y codioilo en IS
de Octubre y ^3 de Noviembre de 150i . — Patrióticas pre­
visiones.— Su in cu m p lim iento.^O rigcn de las alcabalas.—
Causas que m otivaron su egresión de la Corona.— In u tili­
dad de la revisión decrotada.^^Idea de onrgar u n impues-
Páciow.
to á la nobleza.— Puja áts l»s reñías Healps.— Disgusto que
se produjo en los pueblos.— Rebelde actitud de la ciudad
de Tol»*do.— Origen de la confederación de las ciudiides y
villas de voto en Corles.— Concesión de ofícios y dignida­
des á los extranjeros.— Reinado de Felipe 1 de Castilla.—
Transición de la política nacional ¿ la extranjera.— Rívali«
dades entre Felipe I y D. Fernando el C<itólico por la inca>
pacidad d e la R e in a Doiia Ju a n a .» K m b a jn d a conñada por
D . Felipe á Mr. de Veyre.— Deseos de nom brar Contador
m ayorá D. Juan Manuel.— Tentativa de arrendaré los pue*
blos por cuatro años las renitis tleales.— CuDdiciones de
D. Antonio de Acuña, Arcediano de V^lpuertH.— Misión que
le conñó D. Felipe en la corte román«*.— Suspt*nsión dolos
procediihientos de la Inquisición en ivspaha.— Inteligencia
de Acuña con lus Qumencos.— Importancia de las Corles dn
4506.— Kducación extranjera que recibió D. Carlos.—
Reacción en favor de D. Fernando el Católico.— Protección
que dispensó á la noblesa española.— Disminución d « la in*
ílueneia de la corte flam enca.^V enida ¿ España de Adria^
QO, Deán de Lovaina, preceptor de D. Car]os.--Disgusto
que produjo al Rey Católico.— Muerto óste, se reproduje­
ron los disgustos entre Adriano y Cisneros, Gobernador del
Reino.— Inteligencia que Cisneros procuró con Mr. de Xe­
vres.— Extranjeros que rodeaban á D. Carlos er. Flandes al
fallecer el Rey Católico.— Primeras disposiciones del C<irde*
nal Cisneros.— Resentimientos de la nobletn.— Nombra-
miento de Mr. de Laxao para suavizar lasasperezHS de Gis-
ñ e r o s .Q u e ja s de las ciudades contra la rapacidad Hrimen-
ca y la obtención de los caicos públicos por los extranje­
ros.— Opinión del Consejo Real.— Llegada ¿ España de Uoo
Carlos I de Castilla.— Continuación de la protección á los
flamencos.— Mercedes é Adriano de una canongia en Bur­
gos y del capelo de Cardenal.— Animosidad y encono entre
flamencos y castellanos.— Cortes de Valladolid de 1518.—
E l Rey accedió á las peticionesde las ciudades de no crear
nuevos impuestos ni conceder á los extranjeros los oñcios
y beneficios de Castil la.— Muerto Mr. de Laxao, tuó sustituido
por Mercurino de Gatinara.— El castillo de Lara en Rurgos
se concedió á Jofre deCotannes.— El incumplimiento de lo
ordenado por la Reina Católica fué una de las causas origi­
narias del movimiento de las Comunidades......................... 45
n
P if iO M .

S umari o.— bio del espirilu y lenrlencia d« la politic» es-


piiñola é la qae representó PeHpe I de Castilla.— Archidu­
que de A u s tm y extranjero por efiucación, por costum­
bres, por aficiones y hasta por intereses.— Paréntesis que
en la inQuencia extranjera reprosenuin las Regencias de
D. Fernando el Católico y <lel CtirJenal Cisneros.— Mercado
establecido en Fia nd es.-^Acom paila miento que trajo á Es-
pañ.) D. Carlos.—>lnfIuennÍH decisiva de Mr. da Xevres.—
Gestiones de tiste para que la nobleza pechase.^A calora­
dos debates en el Ayuntniniento de Toledo.— Actitud de
Juan de Padilla.— Unicas excepciones que distrutabu Tole*
do.— Límite de las quejas de las ciudade^f.— Décima im ­
puesta á las rentas de los bienes del clero.— Resistencia de
éste.— Predicaciones contra el Gobierno del Rey.—^A varí­
ela de Mr. ile Xevres.—>Kxporlación de monedii y alh<*jas
por l«i Aituana de Barcelona. — Servicio acordado en las
Cortes de V allailolid de 15IS.— Cambio de la actitud del
Or. Zum el.— Merced á <^ste de 75.000 maravedises.— Parti­
da á Ftandes del Infante I). Pernamlo.— Concesión del Ar-
zobisp'ido de Tuledc á un sobrmo de Mr. de Xevres —Juan
de Padilla. C ipitán de bopiibres de arm as por renuncia de
su p u d re .- L u is Marliam», Obispo de Tuy.— Varias c iu d a ­
des pHCturon carta de Hermandad.— Fallecimiento del Em ­
perador Maximiliano.— Ambición de l>. Carlos de ceñir lu
Corona de Alemania.— Kleoción favorable.— Antepuso el
título de Ktnperadoral de Rey sin consultar á las Cortes. ^—
Convocó las de San ti ago* Coruña para pedir un nuevo ser>
vicio.— Disgusto general.— Temor de Xevres-— Presidió las
Cortes Mercurino de Gatinara.— Acuerdos importantes.—
Se nombró á Adriano Gobernador de E¿spaña.— Debilidad
de este Gobierno.— Rebelión en Valencia.— Rebeldía en
Toledo.— Al ausentarse de España su Rey D. Carlos I, dejó
encendida lu guerra civil.......................................................... 73

IH

Su VAHIO.— Anliguas parcialidades en Toledo entre Silvas y


Ayalas.— Disgusto por la creación dol ejército permanente
y nombramiento de Guillerm o de Croy para el ArzoMspa-
P ifÍB W .

do.— Intluencia de Juan de Padilla en el Ayunlainíenlo co­


mo Re)¿idor.— Predicaciones contra el Gobierno del Hey.—
InícU iiva que lomó Toledo p«»rd que las ciudades elevasen
sus quejas al R ey.— Límite de lasquojas.— Resistencia que
opuso el Ayuntamiento á que antepusiera el tilultule íim*
perador al de Rey.— Nombriimiento de mensajeros para
cooíercnciur acei'oa del encabezamiento,— Las tres únícjs
cosfts que debian tratar.— Oonle^tación de las ciudades á
U invitación de Toledo.— Lfecio que causó en Uurg«»s Ía
concesión del castillo de Lara á Jofre de Cotnnnes.— Debi­
lidad del Corregidor Conde de Palma.— £1 Rey desaprobó
la acdtud de Toledo.— Sustituyóse al Cunde de Palma con
D. Antonio de Córdnv», ordenando tomarle residencia.—
Convocatoria de las Corte^i de Sitntiago C oniza.— Kl Uey
recomendó para Procurador á Cortes por Toledo é D. Gu>
lierre de Guevar». — Escribió á I h ciudad que no insistiese
en enviar mensajeros, sino Procuradores.—Tu ledo desobe­
deció et Keal mandato.— Se comprometió é no conceder
poder |>ara consentir servicio alfzuno.— Concedió Inslruc-
cióD á los mensajeros y escribió á las demás ciudades para
que imitasen su conducta.«-Sesión importante del Ayunta^
míenlo de Toledo elS7 de Febrero de 1520.— Actitud favu>
rabie del Cabildo Catedral. — Los predicailores hablaban en
los pülpitos muy sueltamente.— Intervención y nombra-
miento de D. Pero Laso como m ensajoro.^E I Corregidor
propuso al Rey el castigo del Ayunt<iinienU>. — Dis.uusto
que Burgos demostró al i'ecibir at Rey.— Petición de servi*
cío á Valladolid.— Conlradicción de Córdova para que las
Cortes se hiciesen en Castilla.— Amellarías de Ü. Pedro Gi-
i*ón de tomarse la jusiicía por su mano.— El Hey excusó
recibir á los mensajeros de Toledo y acordó la prisión de
D. I'edro G irón.— Alboroto eu Valhidulid contra Xevres. —
HI Hey salió huyendo á Tordesillas.— Los mensajeros de
Salamanca se unierun é los d<^ Toledo.— Pidieron al Rey
que no se ausent«)se, que diese á las ciudades parte en la
gobprnaciÓD del Reino y que no se les exigiera servicio al­
guno.— El Consejo Heal opinó que los mensajeros mere­
cían castigo.— S u Presidente tes aconsejó nombra sen Pro­
curadores para las Cortes de Santiago. — Disgusto entre
Mr. de Xevres, el Cunde de Benavente y et Arzobispo de
Santiago.— Gestioues perturbadoras deD . Pero Ln&o.— Re-
PAc í d m .

fle jo q u e tu v ie r o n e n las C o rle s .— Los Procuraci ores d e S a -


iacn an ca n o fu e ro n a d m it id o s .— O p in ió n d e Pe 1ro M á r l ir d e
A n g le r ía .— D e slie rro d e lo s m e n s a je ro s d e T o le d o .— P r(w
testa escrita q u o in te n ta r o n y se r e c h a z ó .- A c iit u s l d e To-
le d o .— IflstigA ciones d e H e rn a n d o d e A t ü I o s y J u a n d e P a­
d i l l a . — P ro | > a ^ n d a e n los p u lp it o s .— U a M ia m ie itio d e A va-
lo s y P aU illd .— M otín p r e p a ra d o p a ra im p e d ir lo .— t i r i tos
s u b v e r s iv o s . — Se o b lig ó a l C o rre g id o r ¿ a b < ind o nar la c iu ­
d a d . — U l C o m u n iila d o c u p ó e l A lc á z a r .— Q u iló las v d r a s á
la ju s lie iH .— D e s c o n o c im ie o to e n h Goruika d e la v e n ia d e -
ra s it u a c ió n d e T o le d n .— C o n ce s io n e s ta r d ía s s o b re c o n c e ­
s ió n d e o ñ c io s ¿ los n a tu r a le s , p r o h ib ic ió n d e e x tra e r m o ­
n e d a y n o m b r a m ie n to d e G o b e r n a d o r ,— Los P ro c u ra d o re s
d e T o led o n o in t e r v in ie r o n e n las C o rte s d e S an tiag a- C o -
ru5a. — Juicios de Pedro Mártir de A n g le r ía , Pedro Mexía y
Fr. Alonso Fernández.— C o n c lu sio n e s (¡u e ' p u e d e n dedu­
cirse de los {interiores hechos................................................... 89

IV

SuHAftio.—Intervención de la nobleza espionóla en el m ovi­


miento de las C om unidades.«P rohibición desde iintiguo
de establecer confederaciones.— Causas de la división de
la nobleza.-Ü.indos en Toledo y oirás ciudddes. — C on­
cordia de 1506 entre los Silvas y los Ayalas.— lndí.scij»lina
social ingénita.—Contenida por los Heves Católicos, lena-
c ió é la muerle de la Reina Católica.— Contribuyó á Tomen-
tarla el Gobierno de un Hey extranjero y la ambición de
sus Ministros.— La incapacidad de Doua Juana hizo rena­
cer Us antiguas rivalidades y fucciones.— Pacto solemne
a l fallecer Felipe I de Castilla.— Alteraciones en A ndalu­
cía.— l). Carlos apoderó al Arzobispo de Toledo y Consejo
Keal para gobernar estos Reinos.— Luego d ió k la nobteiá
parte en ia gobcarnación.— Disposiciones laudables de la
Reina Duúa JuHna.— Síntomas de rebeldía en varias ciuda*
áes*— Provisión subrepticia del Obispado de Zamora, y
cuestiones que tuvieron lugar entre D. Antonio de Acuna
y el Alcaide Ronquillo.^Dosórdeues en S e g o v ia .^ F a lia
de autoridad en el Consejo Real.— Regreso del Rey C a lóli­
co á España y efectos de su v e n id a .«O rig e n de las desave^
P á f f illB » .

cencíos enlre cl Duque de MedlnssidoDia y D. Pedro Girón.


— Educación del Príncipe D. Carlos confiada á Adriano,
Deán de Lovaina.— Untrimonio de D. Fernando el Católico
con Duña Germana de Puix.— Alteraciones en Córdoba y
castigosque crdenóel Rey.— Amortiguanschis divisiones de
la noblezü.— Mercede» que se otorgaron ú varios desús in ­
dividuos.^G lo riosas empresas en Atrica «comotidos por el
Cardenal Cisneros.— Las Cortes de Aragón» Valencia y Ca­
talu ña reiteraron la prohibición de la confederación de ia&
Universidades.— D. Fernando el Católico juró el cargo de
Gobernador en las Corles de Madrid de 4540.— Perlurba-
ciones en Andalucía.— Confianza regia dispensada al ObiS'
po de Zamora.— Su prisión en el Bearne.— Incorporación
de Navarra á la Corona de Castilla.— Clemencia gUHrdada
con el Duque de Medinasidonia y D. Pedro G iró n.— Distur­
bios en Aragón.— Kigores de Ronquillo en Toledo.— Con fe-
federación« alícinzn y pleito homenaje entre varios nobles,
uno de ellos ei Conde de Salvatierra, en fovor de la Keina
Doña Juana y su hijo el Principe D. Carlos.— Tratado que
éste celebró con Francisco I, Rey de Francia.— Privanza de
Mr. di* Xevres» G ian Chambelán dt* D. Carlos.— Nombra­
miento de Adriano para Gobernador de Ksparia.— Concor*
dia entre D. Fernando y D. Carlos. —Muerte d e l Rey Cató­
lico en 1516 y su testamento.— Desavenencias enlre Adria­
no y Ü s n e r o s . ' ^ E s L a b l e c i m i e D t o de la Corte e n Madrid.—
Compromiso jurado por ios nobles de no levantar bandos
n i parcialidades y defender el dere<^ho de Doña Juana y de
b . Carlos.—Alborotos en Burgos entre el Condestable y el
pueblo.— Nuevos disturbios en Amlalucia y cerco de S<in-
lúcar.— Murmuraciones contra los Gobernadores.— Am­
pliación del poder á Adriano.— Unión de aml>os Goberna­
dores.— Nueva invasión de N avarra.^B m bajada de Ara*
gón para rogar al Rey su venida á España.— Extranjeros
que formaban la Corte de Flandes.— Primeras disposicio­
nes del Cardenal Cisneros.^La entereza de su carácter
disgustó é la nobleza.— Su inteligencia con Mr. de Xovres.
— Creación del ejército permanente.— Disgustos que pro­
d u jo .— Proclamación de D. Carlos Boy de Kspafla. Suble­
vación de Halaga contra el Almlrant<‘.— Más disturbios en
A ndalucía.— Resistencia de Valladolid y otras ciudades á la
creación del ejército permanente.— Injurias al Rey.— Se
Pócin««'
robofttecíé ia aulorídad de la inquisición.— El Cardenal
G is n e m , Inquisidor general.— Misión confinda á Mr. de
Laxao para suavizar ins asperezas del Cardenal Cisneros.
— Graves revelaciones de Juan Bravo. — Se so
bresoor en todo lo referente á la creación dei ejército.—
Efecto que causó en Burgos la concesión deí castillo de
Lara al francés Jofre de Cotannes.—^Las ciudadr*s roj^ron
a l Rey apresurase su venida á ‘ Provisión del A r­
zobispado de Toledo en Guillerm o de Croy, sobrino de Xe­
vres.— Concesión del capelo á Adriano, DcAn de Lovaina.
— Encona contra !o.*^ flamencos.— Autorización de la déoi«
ma de las rentáis del clero y disgusto de ésle.— Quejas de
los aragoneses.— Temores de que fuese proclumado Rey do
Bspaíia e) Inf<<ntc D. Foro^indo.— Cuestiunes «cerca del
Priorato de S« d Jm m y cómo se r«»solvÍeron.— Tentativa de
reunirse en 4517 Bur/^os, Va)lad<»lid, León y Zuronra en Se*
govíu.— El Rey mandó se evitase; pero en Agosto ñrmaroQ
cartn de Hermandad.— Toledo contradijo esta confedera­
ción.— Designación de los pueblos que conslituIrUn la viu­
dedad de ÜoAa Germuna de Foix.— Lleg<ida del Hey á Es-
p a üa .— Muerte del Cardenal Cisneros.— Disgusto general.
— Corles en Valladolid para ju r a r 6 D. Carlos Rny de Es-
p aA a.^C ap ítu lo s generales.— Especíales de Granada. Za*
mora, Cuenca, Soria» Toledo, A vila, Madrid, Valladolid y
Burgos.— No se suplicó lib e rtid a)guna.^C ortes de A ra­
gón.— L1 Rey ju ró las Comunidades de C<ila(ayud.— El
Gran Canciller. Mr. de Laxao» m urió, y fuó sustituido por
Mercurino de Gatinara.— Cortes de Cataluña.— No llegaron
¿ celebrarse las de Valencia.— Encono entre flamencos y
castellanos.^H ivalidades entre españoles y renacimiento
de los antiguos oilios.— Protección que D. Carlos dispensó
á la Condesa de Salvatierra.— Partida del Infiinte D. Fer­
nando parii Flandes ^ N u e v a confederación de Burgos, Va­
lladolid, León y Zamora en 1518, dejando abierto el pncto
para todas las demás ciudades.— Se contradice U opinión
de Argensola respecto del origen de las C o m u n id a d e s.^
Muerte del Emperador Maximiliano.— Se eligió para suce­
derle al Rey de E$paS\a.— Deseo en éste de ir 6 ceñir la Co­
rona del Im perio.— Interés en sofocare) movimiento de la
Germanía en Valencia.— Comisionados que se enviaron coo
dicho objeto.^Ineficacia de sus gestiooes.— Progreso del
movimiento valenciano.«DiferencU s entre la Germania de
Valencia y 1»s Comunidades do Castilla, é inteligencias en­
tre ambas.— Lh debilidad dcl Gobierno engendró nuevas
divisiones en lus clases sociale».— Desórdenes en Granada
y Aragón.— Uebeldíd de D. Pedro G irón.— Ofertas del Rey.
— Intervención de éste en ias querellas familiares de) CoD'
de de SaIvatierra.~ Intentó de trasladar k la Ueina Doña
Jaana de Tordasillas á Toro.->Reacción en favor de la au­
toridad dül Srtnto Oñoio.— Lucba con el Uey de Francia.—
Interrupción ds relaciones.— Petición de nuevos recursos.
— Ausencia de los flamencos cargados de riqueids.— Dis­
gusto general.— Rebeldía iniciada en Toledo.— Partida de
D. Garlos p<ira Flandes.— Existencia de la guerra civil en
España al finalizar el ano 1519...... ....................................... .. 1i7

SoMAftio.—Contenido de la presente Introducción.— Resumen


de las causas del movimiento de las Comunidades.— Ju i­
cio que nos merece este m ovím ieiuo...................................... 229

HISTORIA CRÍTICA Y OOCÜMBSTAOA

UK LA«

C O M U N ID A D E S DB C A S T IL L A

E n e r o d e 1520.

S u m a rio . — Origen de 1« Germania de Valencia.— Estado de


Castilla, según Pedro Mártir de Anglería.— Actitud del cle­
ro.— Depredaciones de los flamencos.— Resolución del Uey
de ausentarse de España.— Antepuso el título de Empera­
dor al de Hey.— Tentativa de aum entar las rentas Reales.
— Disgusto en el Heino.— Actitud de Toledo.— Nombra*
miento de mensHjeros.— Ineficacia de sus gestiones.— To­
ledo pidió apoyo á las demás ciudades.— Sus primeros
acuerdos.— Límite de sus pretensiones.— Contestación de
Madrid, Bargos, Hurcia, Gudd«l<njAra, Córdoba, Soria y
Granada.— Se indicó la idea de reunir Cortes.— Actitud de
Juan de Padilla y resistencia de Toledo.— Adhesión de
CuencH, Se^ovi» y Sevilla.— Bs relevado el Corre^^iilor de
Toledo y sujeto é residencia.— Se ajtrvvó la situación de
Valencia.— Presencia en esta ciudad de Pedro Mártir de
A nglería.— Estado de aquel pais.— Comisión dada a i Car>
denal de Tortosa para prestar el Keal juram ento eo Valen-
— Resistencia de los valencia n o s .- ^ u organización ar­
m ada.— Ausencia de los nobles.— Desobediencia é las au­
toridades.— üifttrencia entre las GomunidaJes y la Germa­
n ia.— Tardías resoluciones del Rey.— Organización del Pu*
der popular.— Instrucciones dndas al ('.ardenal.— E m b a ja ­
da valenciana al R e y .^ E s te se excusó de ir á ValeDcta.—
Aut*<n£Ó el »rmumento de los agermanados.— Inteligencias
de Juan de P<idilla con Mr. de Xevre».— Esperanzas dadas
á Burgos.“ Nueva resistencia á a d m itir los mensajeros de
Toledo. — Conílicto entre los Inquisidores de Cuenca y el
TenienVe Corregidor.................................................................... S37

F e b r e r o d e 1520.

SoHARio.*^Org'in iza ción de la fuerea armada de los agerma­


nados.— Fracaso de la misión del Cardenal de Toi^tosa.—
Juicio de Mártir de Anglería acerca de la situación de Va­
lencia.—Convocatoria d é la s Cortos de Santiago.— Agita­
ción en las ciudades.—^ u ^ ja s de Betonzos cuntra Zamora.
— Limitaciones en los poderes de los Procuradores.— In-
quietude.4 en V alladolid .^Instrucción d e C ó rlo b » .— Itine­
rario del iley.— Su entrada en Burgos.— lntim>iciÓD de la
ciudad par<i que prestase juram ento. ^P revenciones á To*
ledo.— llesotución de los toledanos de no otorgar el servi­
cio ni retirar los mensajeros^—Toro se conformó con Tole*
do.— Valladolid, Zamora, Salamanca, Mailrid y Burgos» d i­
ficultaron la elección de los Procuradores.-Rebelde acti­
tud del Concejo de Toledo.— Participación del Cabildo de la
Iglesia Catedral«— Predicaciones de los frailes toledanos.. . ^5
DOCUMENTOS

Carta de los a|?(islin<M y «Somlnico« de Salamanca á Ivs fraU


Ifft de Zamora para Ivs Regidores de e.Ua duduU ( Ü de
Febrero de 1520]........................................................................ 272
Copla de la 4:arla de D. Poro Laso para el ju rad o l'edro Or*
te^a. T'cha cu Toledo 21 de Febrero de 15iO..................... t%i
Carla o rd in a l de D. A n tün b de Cordova al Kaperador,
cha en Toledo á 27 de Febrero de 1520................................ 989
Carta del Corregidor D. Aolonlo d«> ( órduva a l ^^río. Fran­
cisco de lo$ Cubofi, fecha en Toi«'do a 27 de Febrero de
J&ÎO............................................................................................... m
Carta original del Corregidor de Toledo IL Antonio de Cor­
dova a l gran Canciller, fecha en Toledo á 27 de Febrero
de 1 5 2 0 ........................................................................................ 291

M a rz o d e 1520.

SoHAsio.— D . C.irlos nn Valladolid. — P re te n sion e s qu e fo rm a ­


l iz ó .— C o n te sta c ió n c|ue m e re c ie ro n .— L legada é in ílu e n o ia
d e los c o m isi'> n ado s d e T o led o .— R e u n ió n c o n los de S ala*
m a n c a . — El Key, disgustado, re s o lv ió p a r t ir á Tordesillas.
—Actitu^l *h\ pueblo p.ira i m p e d i r l o . r e ^ d i z ó la p arti­
da violdiitainento.— Inútiles averiguaciones acercrf de
quién tocó la campana de San Miguel.— Incidente ocu rri­
do en ValUdoli'i entre el liey y D. PeJro G irón.—Juicio de
Mártir de Anglería respecto de las Gortoá convocadas en
Santiago.— Toiedo otorgó poder á sus mensajeros.— Per­
manencia del Uey eu Tordesiilas.— Conrerencias con los
oomisionatlos de Toledo y Salamanca.—E n Hen.ivente el
Consejo opinó se procedieise con rigor.— liectillcacíón de
los poderes de los Procur.idgrea por Madrid.— Crítica de la
política im perial.— Notable Instrucción de Segovia é sus
Procuradores.— l.e.iitad de Cuenca y Burgos.— Confirma­
ción de los privilegios á Santo Domingo de la Callada.—•
Apertura de las Cortes de Saniiag«».^Consecoencías dW fa­
llecimiento del Obispo de Falencia.— Prisión de un fraile
de San F r a n c is c o .................................................................... 297
A b r i l d e 1 52 0.

S umario.— A pertura y presidencia de la&Cortesde Santiago.—


No éstavíeron represantdJaa Toledo y Salamanca.— Kxpli-
cación de M ártirde Anglería.— Mayores d e u lle s s^gún Me-
xía.— Deslierru de 1). Alonso Suárez y D. Pero LaüO.—
clamacioDes del KemodeG<ilicía.— Amenazas del Conde de
Villalba.— Su destierro.— Acuerdos de las Cortes <Je San­
tiago.— fícsistenciaá la concesión del servicio.— Alzamíen*
to del juram ento y pleito hon)en<tjeá los P rocuradores.^
Estado de Ins ánimos en Toleeio y S«dainanca.— Animosi-*
dad contra Mr. át^ Xevres.— Llamamiento á la Corte de los
toledanos més caracteriz^idos.— Evasivas de Avalus y Pa>
<ji||a.— Tnim a urdida para no firesentarse en la Coi%e.—
Alboroto en Toledo.— Detención de Avaloa y Padilla.— Ex­
citaciones á clérigos y fra i les.'-Entrega del Alcázar de To­
ledo.— Destitución popular del Corregidor y sus oñciales.—
Continuación de las Cortes en la Corufia.— Nuevas conce*
slones á las ciudades.— Otorgamiento del servicio.— Dis­
gusto de I hs ciuilailes por la ausencia del Rey.— N om bra­
miento de Lugarteniente y Capitán General de Cataluña,
Aragón y Valencia.— Disgusto que produjo el nombrainíen«
to de Gobeinydor en favor del Cardenal de Tortosa.-«Hue-
go á los valencianos para que recibieren bien al Conde de
Méliio.— Se les ofreció guardar y conservar sus fueros y
privilegios.— Cunspiración descubierta en la casa del In«
fante D. Fernando........................................................................ 313

DOCUM ENTO

.Vinula de despacbo al Cardenal T ortoM ............................ 328

M ayo de 1520.

SntfAmo.— Mercedes otorgaiias ¿ los Procuradores de las ciu ­


dades que asistieron á las Cortes de ^antlago-Coruña.—
Efecto que causó en ésta la actitud de Toledo.— Consejo al
Rey de que fuese á pacilícar Toledo. —Partida Jel Monarca
P^riaw.
al exiranjftro.-^uicios de Mórtir de Anglería» Víllalolws y
Mexia.— Límiuiciunes impuestas al Cardonal ()h Tortosa.—
Tranquilidad ddl Obispo de ZamoM.— Prohibición á los
clérigos de Scvüia do congregarse.— Alteraciones en Oren­
se.— Asesinato de Tordesillas. Procurador por Segovia.—
Mercedes á sus bijos.— Juan Bravo, aulor de la rebelión
segoviana.— Sucesos en Zamora.— Quemu de las efigies de
los Procuvadores.^Hl Oardena) con el Condesiable se re­
fugiaron en Valladolid.— Rebelión de Guadaiajara.—Pri­
mera carta dcl Cardenal al Rey.— Murcia proclamó la Co«
m u n id ad .— Relato del Alcalde de Leguiiamo.— Alzamien­
to de Muía.— Inteligencias que propusieron los agermana*
dos de Videncia.^Disposiciones adoptadas en este Reino.
— I.H elección de lo5 Jurados produjo una situación de fuer*
za .^N om bram iento de Virrey de Aragón á fdvor de Don
Ju a n de Lanu¿a.-^Disgustos y reclamacíoaes que m otivó.. 33t

DOCOMBNTO

Podorofi del Rey D. Carlos para Adriano. Cardenal, su Go-


bernadur eo CasUlla............................................ ....................... 33^

J u n i o d e 1520*

Sd HABIO.— Correspondencia diplomática del Cardenal Gober­


nador con el Rey de España.— Cnión de los toledanos con
los salamanquinos.— Desaires com uies.— AllK>roto en Sa­
lam anca — l¿sla ciudad socorrió á Segovia.—La nobleza y
el clero apoyaron el movimiento de Salamanca.— Eco del
movimiento en Burgos.— Destitución de su Corregidor.-
Ocupación del Alcázar.— Saqueos, rebosé incendios.— im-
prudonciasde Jofre de Colannes.— Su asesinato en Burgos.
— Entrada del Condestabte.— Juramento de no abandonar
al pueblo.— Fné nombrado Corregidor.— Primeras disposi*
ciones.'— Movimienlo on Madrid.—^Ataque infructuoso al
Alcázar.—‘Varonil esfuerzo de DoRa María de Lago.— Ren­
dición de) A lcéiar.— Alzamiento de Cuenca.— Sangrienta
vengtinsa de Do£ka loésde Barrienlos.— Propósito» pacíficos
de Valladolid.— Actitud de León.— Nuevas gestiones de To-
P iffiD M

ledo.— Intento de reunirse eo Cortes.— Salamanca nombró


Procuradores.— PiddÜdad da A vila.— Efecto del asesinato
del Procurador Tordesillas en Segovia. — Expedición de
lioiiquillo.— Protestas de lealtad de Medina del Campo.—
Ocaíia y Alicante secundaron el m ovim iento................... 357

DOCUMENTOS

Carta original dei CoudesU tle a l Kmperador, fechada cn


Durgos á 24 de Junio» sín a ñ o ....................... .................... 367
Carla original dcl Condestable al Cardenal de T orlo^i,
fechada en Bunios á 2V de Ju n io de 1520....................... 368
*<Lo que se sacó de la cifra de la carta del Cardenal.» La car*
la parcce dirigida al im perador (1 )....................................... 373
^'Párrafos de carta original del Cardenal de Tortosa (Adria­
no] a l Kmperador, focha en Valladolid á 25 de Junio
de 1520......................................................................................... 376
*Carta original del Cardenal Adriano a l l¿mi>erador, fecha en
Valladolid á úllim o de Junio de Í52 0 .................................... 382
El memorial que d ió D. Pedro de <»uevara de parle del Coo*
deUable........................................................................................ 386
Carla de Sancho Zynhrón á Diego Fernández de A vila, fe­
chada en Avila á 5 de Junio de 1520..................................... 393
Despacho que llevó t^ llr a n del Sailo á la villa de Illescas, á
2tíde Junio (1520)..................................................................... 3«7

J u l i o de 1520.

Sumario .— Lucha entre el poder Real y el revolucionario.__


El primero se concentra en Valladolid.— El segundo pro­
pone reunirse en Segovia y después en A vila.— Disculpas
de Segovia por el asesinato de Tordesillas.— Los segovia-

(1) Los documentos señalados eon este * fueron publicados en


Praga en Í881, por el Dr. Constantín R . v. l|{(üer, ea su
acerca del Cardenal de Torlofa A drián von (Jtreckt; pero como se
tradujeron libremente y algunos se publicaron sólo en parte y coa
baatantes incorrecciones» se reproducen ahora tal como resultan de
los originales.
P á f lllA I.

nos se aUaron en armas para resistir ¿ Ronquillo.— Avila


se al£Ó en Comunidad.— Cuenca h«ce lo mismo.— Tardías
concesiones é Valladolid.—Juicio del Cardenal de Tortosa
acerca del estado del país.— Inleíigencía de Burgos con el
Cabildo Catedral.— Quejas de Córdoba.— Deseo de las c iu ­
dades de reunirse en Segovia.— Indicación de Toledo de
reunirse en A vila.— Temores de Segovia de verse atacada
por Ronquillo.— El Obispo de Zamora se presentó en Sala­
manca secundando la Comunidad.— Zamora ae adhirió al '
m ovim ienW .-^Intenió el Cardenal íniroducir la discordia
entre las ciudades y villas convocadas para A viia.— Juan
de Padilla salió en socorro de Segovia.— Primeros actos y
acuerdos de la Junta de A vila.— Instrucciones que algu^.^
ñas ciudades dieron á sus Procuradores.— Nombramiento
de Padilla de Capitán General por la Junta de A vila.- O r-
ganiiaeión de las fuerias populares.— Avileses comprome­
tidos en el m ovim iento.— Principales acuerdos adoptados
en A vi i a.'-Consejos del Cardenal y Consejo Heal al Rey.
•^La situación de Valencia empeoraba.— Vacilaciones de
Palencia.— Permanecieron leales Córdoba y Santo Domin­
go de la (Alzada.— Se robusteció la autoridad del Tribunal
del Santo Oñcio.................................................. ........................ 407

DOCUMENTOS

Carta original del Cardenal de Tortosa a l Rey, fecha en


Valladolid á 6 de Julio de 1&20.............................................. iU
*Carta original del Cardenal Adriano a l Kaperador, fecha en
Valladolid á 10 de Julio de 1520............................................ 422
*Carla original del Cardenal de Tono»a al Kmperador, fecha
en Valladolid á 13 de Julio de 1520...................................... 427
Relación de lo que el Cardenal cBcrlbló y de las carias y
memorial del Corregidor de Salamanca de %m u y x\ del
mes pasado.................................................................................. 433
*Carta del Cardenal de Tortof*a al im perador, fecha en Va-
lladolid á 20 de JuMo de 1520................................................ 434
Carta original del Cardenal de Torlosa al Kinperador, fecba
24 de Ju lio de 1520................................................................... 437
*Carla original del Cardenal de Tortosa al Emperador, fecha
eo Valladolid á ^9 de Julio de 15 2 0 ..................................... 442
PArioM.

SOMAMO.— Situación y lucha entre ambos ejércilo«.— Prime­


ra entrevista de Juan de Padilla con la lU ina Doña Juana.
— Correspondencia diplom ática entre el Cardenal Goberna­
dor y ei Rey de España.— La Ju nla de A vila.— Desarrollo
de los sucesos en Valladolid, residencia del Cardenal y del
Consejo Reol.— Actas de la Comunidad en dicha villa.—
A ctilud de Burgos.— Popularidad de Padilla en Toledo.—
Temores en Segovia.— Medina del Campo.— Su incendio.
— Proceso inédito.-^Situación de Zamora.—Toro.— Sala­
manca.— León,— Palencia.— Plasencia.— Ciudad-Rodrigo.
— Soria.— Estado de A ndalucía.-R ebeldía de Jaén.— Ma­
drid y saqueo de Torrejón de V elasco.-A vi te.— Muroia.—
Animosidad entre el Alcaide Leguitoino y el Marqués de
los V élet.— V alhdolid secundó el movimiento.— Se resol«
vió el cerco de Alaejos, que ern de Fonseca.— El ejército
de las Comunidades socorrió á Medina del Campo.— Ase­
sinato del Regidor Gil N ielo.- N uevos datos acerca de la
Germanía de Valencia.-«Las Ordenes militares................... 461

DOCCJMRNTOS

Teíillmonio de la e ilre v U U que el Teniente Correg:ldor de


Tordesillas, por acuerdo del ReKÍmlenlo y Comunidad de
dicha villa, luvo con la Reina Doña Juana el 23 de Agos­
to de 1520................................................................................... 467
TesliiQonío de la plállca que Juan de Padilla, Ju an Bravo y
Juan de (papala tuvieron con la Reina Doña Juana en
Tordesillas el 29 de Agosto de 1520......................................
Caria de Padilla, liravo y (^apaU al Infante D. Juan de
írranada > á les Diputados de Valladulld, desde Velilla á
30 de Agosto de 1520................................................................ 472
Carta original de la Comunidad de Valladolid á \on Cs|Hta-
nes de la Junta en 31 de .\gosto de 1520............................. 473
*Carta original, muy m altralada, del Cardenal de Tortosa al
Emperador, fecha en Valladolid á 8 de Agosto de 1 5 2 0 .. 475
Carta original del Cardenal de Tortosa a l Emperador, fecha
en Valladolid á 12 de Agosto de 1520.................................. 479
*C«rta orlfcinal del Cardenal Adriano a l Emperador, fecha
en Valladolid á 24 de Agosto de 1520.................................. 4S^
Carta orlf^lnal del Cardenal de Tortosa a l Emperador, fe­
cha en Valladolid á 31 de Af^osto de 1520 .......................... 489
*Carla original del Cardenal de Tortosa al Emperador« fecha
en Valladolid á 31 de Agosto de 1520.................................. 489
Cifra de una carta del Cardenal a l Emperador (sin fe c h a ).. 49l>
Carta original de i^adilla, Bravo y Zapata i la Junta de
A vila, fecha en Martin IHhiI oz de las l ’osadas á 23 de
Agosto (debe ser de 1520).................................................. .. 497
C arla original de Avila á los muy magníficos señores Infan­
te Don Juan de Granada CapItan General e Deputados e
muy honrada Comunidad de la muy n o b k j muy leal villa
de Valladolid: 27 de Agosto de 1520.................................... 499
Carta de la Junta de Avila á la ciudad de Ja é n , á 27 de
Agosto de 1520........................................................................... 500
Carla de l^adilla, Bravo y (,'apata á la Ju n la de Avila desde
Medina del Campo, á 27 de Agosto de 1520........................ 50 i
Lo que parece por los libros de la Ju n ta de Valladolid que
se ñcleron por los de la Comunidad deUa desde veynte e
quatro dias del mes de Agosto del año que paso de qui­
nientos e veynte anos en adelante es lo signlcnte.............. 507
Carta original de Medina del Campo á la Junta de Avila.
fecha 22 de Agosto de 1520................................................. 919
Carta original de Medina del Campo á los Procuradores de
la Ju n la <le Avila, á 23 de Ago^t« de 1520......................... 5¿0
Carla de Medina del Campo á la Comunidad de Valladolid,
en 28 de Agosto de 1520.......................................................... 532
Carta orlglaai del Duque de Béjar al Emperador, fecha en
Béjar á 28 de Agosto de f520................................................. 524
Carta origioal de í^m o ra á Valladolid« fecha 27 de Agosto
de 1520........................................................................................ 534
Acta de la Comunidad de Jaén y escritoras que llevaron sus
comisionados á la Junta de Avila con una carta................. 513
Carla original del Llc.^« Leguizamo al Cardenal de Tortosa,
fecha en Molina á 5 de Agosto de 1520................................ 555
Carta de la ciudad de >lurcla al Emperador, sin fecha é
Incompleta, pero de 1520........................................................ 56V
C arta del Cardenal de Tortosa á las villas de Calatrava y
Alcántara, fecha en Valladolid, á 7 de Agosto de 1520. . 567
1000075572

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