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Historia de españa romana

ÍNDICE

Marco conceptual
Para comprender la historia antigua de la Península Ibérica hay que
entender que los conceptos que manejamos en la actualidad pueden
no coincidir con los propios de la época estudiada. Por ello, resulta
fundamental establecer una serie de consideraciones tanto en el
ámbito material, como en el conceptual.

Cada cultura desarrolla su propio marco conceptual: desarrolla una


serie de conceptos que tienen más peso y valor que otros, igual que
sucede hoy en día, en función de su estructura. Por ejemplo, para un
romano la palabra princeps nada tenía que ver con la monarquía, sino
que éste era el primer ciudadano; el princeps senatus era el presidente
del senado. Este término lo acuñó Augusto y definió al Principado; la
Res publica, que significa la cosa pública, los recursos públicos, era el
sistema de gobierno del pueblo, los cargos eran electivos; los
ciudadanos tenían como obligación gobernar. En el 509 se sustituyó el
sistema de gobierno monárquico por la República y eso significó
sustituir al rey. En realidad no fue una monarquía, ya que era un
término griego y los reyes no estaban vinculados por el parentesco, no
había una sucesión. El rey en Roma era el que regía y gobernaba,
concentrando todos los poderes, por lo que sería una especie de poder
absoluto, contra el que se reaccionó generando un sistema de gobierno
popular, con división de poderes entre el senado y el resto de
magistrados, siempre cargos por elección, a diferencia de lo que
ocurría con el rey, que gobernaba toda la vida. El dictator era otro
cargo republicano, no asociado en absoluto a nuestro vocabulario y
concepción actuales.

Los romanos crean un nuevo sistema que sustituye al anterior, y


después Augusto llega a la conclusión de que éste es inservible para
regir un imperio, generando un nuevo sistema en el cual él ocupa una
posición preferente pero no equiparable propiamente a la del rey.
Dentro de ese senado, es el primero entre los senadores. Los romanos
distinguen conceptualmente una monarquía original del término de
principado. Por ello el rey romano no es igual al rey actual, porque
aquél acumulaba todos los poderes mientras que el monarca español
reina pero no gobierna.
Por tanto, no se perdía de vista que Augusto era un ciudadano más,
aunque tuviera mayor capacidad de decisión. A Diocleciano le
sucedió lo mismo trescientos años después, percatándose de que el
sistema político no funciona sólidamente, originando un nuevo
sistema en el que introduce el término dominus (señor). Lo que
implica subordinación. El ciudadano es igual ante la ley, pero el
dominus no, ya que es un peldaño mayor. Así surge la palabra
súbdito, que siempre significa condición de inferioridad con respecto
a otra persona, lo que indica un cambio substancial y, a la vez,

explica el motivo de las persecuciones a los cristianos. Sus sucesores


se conceden a sí mismos la misma titulación.

En la República, el buen funcionamiento indicaba que los cargos


serían normalmente electivos y el poder siempre compartido. Pero
ocurrir que se concentraran los poderes de los cónsules en una sola
persona, solo temporalmente. El dictador es un cargo transitorio
propuesto primeramente por el senado y emerge de la institución
republicano.

En Roma imperator tampoco era un emperador en nuestro sentido


actual, sino que era el poder militar. Éste se lo atribuye Augusto y se
convierte en jefe de los ejércitos, aunque nunca se llama a sí mismo
emperador. Pero al unirlos, el poder militar y civil, emerge el término
de emperador en nuestro sentido actual.

• La expresión conceptual
Los términos de la época antigua no siempre tienen el mismo
significado que en la actualidad. Por ejemplo, para referirse a los
pueblos prerromanos se suele emplear de manera general el término
"tribu". Sin embargo, cuando los romanos utilizan el término "tribus",
lo hacen con una función administrativa: todo ciudadano romano se
inscribía en una "tribu", en la que ejercía su derecho de voto. Véanse
los dos textos siguientes.

Pero el sistema político "más bonito" de todas las tribus vecinas de


los Celtíberos es el sistema de los Vacceos. Este pueblo todos los
años reparte entre sus miembros la tierra que hay que cultivar, y,
como la cosecha pertenece a la comunidad, cada uno de los
labradores sólo recibe su parte correspondiente, estando prevista la
pena de muerte para quienes no entreguen todo lo que han recogido
(para quienes se queden parte de la cosecha sin entregarla a la
comunidad)".

DIODORO DE SICILIA

Lucio Cecilio Optato, hijo de Lucio, de la tribu Papiria, centurión de


la legión VII Gemela Feliz y centurión de la legión XV Apolinar,
licenciado mediante honesta licencia por los Emperadores Augustos
Marco Aurelio Antonino y Aurelio Vero, elegido por los
Barcinonenses entre los ciudadanos inmunes, habiendo alcanzado los
honores de edil, dunviro tres veces, flamen de Roma, de los
Emperadores Divinizados y de los Augustos, que dejó un legado a la
ciudad de los Barcinonenses en los términos siguientes:

"Doy, lego y quiero que se entreguen 7.500 denarios, con cuyo


interés, del 6% anual, quiero que todos los años se dé un espectáculo
de boxeo el día 10 de Junio por una suma de 250 denarios, y que ese
mismo día se dé aceite al pueblo en las termas públicas por valor de
200 denarios. Todo ello con la condición expresa de que mis libertos
y los libertos de mis libertos a quienes les corresponda detentar el
honor del sevirato, sean dispensados de todas las cargas que dicho
honor comporta, porque si

alguno de ellos fuera requerido para cumplir sus cargas, en ese caso
ordeno que el legado de 7.500 denarios sea transferido a la ciudad de
los Tarraconenses, a fin de que se organicen en Tarragona los
espectáculos de la misma manera que se ha descrito anteriormente".

Colocado en el lugar asignado por decreto de los decuriones.

C.I.L (CORPUS INSCRIPTIONUM LATINARUM))

En el primer texto, el término griego (etnos) suele traducirse por


"tribu" refiriéndose al "pueblo" de los vacceos. En el segundo, Lucio
Cecilio Optato no pertenece a ninguna tribu (o pueblo prerromano).
Es un ciudadano romano que ejerce su derecho de la tribu Papiria.

Lo correcto sería utilizar el término "pueblo" y no el de "tribu", pero lo


que debe tenerse bien claro es que el término latino "Tribus" es
totalmente distinto del significado que "tribu" tiene en nuestra lengua.
Cf. en la bibliografía del Seminario de este módulo, uno de los
libros, el de A. Tovar, lleva por título Las tribus y las ciudades de
la antigua Hispania, en el que “tribus” se refiere a los “pueblos
prerromanos”.

Esto ocurre con muchos términos latinos:

Diócesis: (Latín) Circunscripción administrativa civil que comprende


varias provincias; por ejemplo: Diócesis Hispaniarum.

(Español) Circunscripción administrativa religiosa, presidida por un obispo.

Basílica: (Latín) Edificio en el que se desarrollaba principalmente la


administración de justicia. (Español) Edificio religioso destinado al
culto cristiano.

Villa: (Latín) Casa de campo, con funciones agrícolas o de


descanso.(Español) Población que tiene algunos privilegios con que
se distingue de las aldeas y lugares.

La Península Ibérica: la administración del


territorio por indígenas y por romanos
Cuando existe un Estado o Imperio centralizado, caso de Roma, las
tierras sometidas se organizan administrativamente de manera
jerárquica y con límites precisos. (Cf. mapa siguiente).

En caso contrario, cada “pueblo” ocupa un espacio “imprecisamente


delimitado”, cuya administración concreta pocas veces se conoce.
(Véase el mapa de pueblos prerromanos conocidos y compárese con el
anterior).

Para comprender mejor el mapa, conviene partir del siguiente análisis:

• Hay pueblos que se conocen por una fuente


anterior a la ocupación romana. Son los que
en la leyenda aparecen citados en la “Ora
Marítima”. Algunos como
los Iberinunca recibirán este nombre por parte de los romanos.
Otros como los Dragani, Saefes, Cempsi, Etmanei, Ileates,
Cilbiceni,
(Liby)phonices, Gymnetes, Berybraces y Elisyces nunca aparecen en
las fuentes romanas: o quedaron absorbidos en otros pueblos o
desaparecieron con el paso del tiempo. Los demás, Sordi, Ceretes,
Indigetes, Tartesii, Cynetes, recibirán denominaciones ligeramente
diferentes, que confirman su continuidad.

• De las Germani sólo existe la referencia de


Plinio Germani qui et Oretani. Hay que
entender que estos “germanos” eran
conocidos también como “oretanos”, es
decir, que es un mismo pueblo sobre el que
se utilizaron dos nombres, aunque el
verdaderamente difundido y conocido es el
de “oretanos”.

• De algunos pueblos se ignora si hubo


“grupos más pequeños” o “tribus” y
ocupan grandes espacios, como
Carpetanos, Vetones y Lusitanos. Otros,
como los Celtíberos también ocuparon
amplios espacios, pero entre ellos
distinguían Titos, Belos, Lusones y
Arévacos. Ya en época imperial se
mencionan también los Pelendones.

• Por el contrario, de los tres grandes pueblos del Norte,


Galaecos,
Ástures y Cántabros, se conocen varios “pueblos” de menor
entidad, como puede verse en el mapa.

• Esta disparidad impide trazar fronteras


“siquiera aproximadas", dificultad que se ve
favorecida o aumentada por nuestro
deficiente conocimiento sobre su estructura
económica y política.

Roma, por el contrario, jerarquizó el espacio dividiéndolo en las tres


provincias que se ven en el mapa, división administrativa que se
mantuvo durante los tres primeros siglos de nuestra era. La antigua
Provincia Ulterior se dividió en dos, para lo que se utilizó un adjetivo
identificativo: Baetica (porque el río Baetis era el eje fundamental) y
un étnico Lusitania.

Como las provincias eran demarcaciones extensas se hizo una


subdivisión simétrica: 7 conventos jurídicos en la antigua Citerior
(ahora Tarraconensis) y otros 7 entre las dos Uletriores (4 en la
Baetica y 3 en Lusitania).

El rango inferior eran las “ciudades”, de las que el mapa recoge las
respectivas capitales provinciales y conventuales. La “ciudad” (con
diferentes categorías jurídicas) era el núcleo fundamental de la
administración romana. Los límites (provinciales,

conventuales o municipales) no suelen conocerse con precisión


absoluta, excepto cuando coinciden con cursos de ríos o puntos
orográficos bien conocidos. Pero en función de los territorios
municipales se pueden establecer los límites con los que está
confeccionado el mapa de la “División Administrativa”.

Los pueblos prerromanos conservaron sus nombres y se integraron


dentro de la distribución provincial, igual que sus ciudades y
“pueblos”, ahora “municipalizados”.

Los dos textos siguientes permiten apreciar las diferencias


semánticas entre diferentes términos en latín y en español.

En la actualidad la provincia toda se halla dividida en siete


conventos: cartaginense, tarraconense, cesaraugustano, cluniense,
astur, lucense y bracarense. Añádanse las islas de las que hablaremos
más adelante. La provincia en sí misma, además de 293 ciudades
subordinadas a otras, tiene 179 “oppida” entre los que hay: 12
colonias, 13 “oppida” de derecho romano, 18 con el viejo del Lacio,
1 con el de los federados y 135 estipendiarios.

Al Conventus Cluniensis HYPERLINK


"http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-la-peninsula-
iberica/fichas-fotos/clunia" llevan los várdulos catorce pueblos, de
los cuales basta con citar a los alabanenses. Los turmódigos llevan
cuatro, entre ellos a los segisamonenses y a los segisamaiulienses. Al
mismo convento van los carietes y venneses con cinco ciudades, de
los cuales son los valienses. También van a él los pelendones de los
celtíberos, con cuatro pueblos de entre los cuales fueron famosos los
numantinos. De las diecisiete ciudades de los vacceos destacan las de
los intercatienses, palantinos, lacobrigenses y caucenses. De los siete
(nueve) pueblos cántabros solo se rememora Iulióbriga y entre las
diez ciudades de los autrigones a las de Tritium y Virovesca. Los
arévacos recibieron su nombre del río Areva; tienen seis oppida que
son: Secontia, Uxama, nombres que tomaron también otros muchos
lugares, Segovia, Nova Augusta, Ternes y la misma Clunia, límite de
la Celtiberia. Lo que resta está sobre del Océano, así como los
várdulos, de los que ya hemos hablado, y los cántabros.

PLINIO

Los romanos dividieron las provincias en circunscripciones civiles menores


llamadas conventos, que no tienen ninguna relación con nuestros
conventos (edificios para reunir una comunidad religiosa). Cada
convento agrupa a varios "pueblos", a veces ya urbanizados.

La necesidad de organizar los territorios ocupados obligó a Roma a


distribuirlos en tres provincias, en las que se integraron todos los
pueblos prerromanos que habitaban la Península Ibérica (Hispania).
Su atribución a “ciudades”, como “modelos básico” de una
administración eficaz, permite delimitar con bastante precisión la
inicial ocupación y extensión de dichos pueblos.

• lA
PENETRACIÓN
ROMANA EN
HISPANIA
……………………………………………………………
• Estructura organizativa y semántica
Al principio solo había una ciudad, Roma, una ciudad-estado con un
núcleo urbano y un territorio sometido que repite el sistema de sus
vecinas. Al conquistar Grecia, ésta se ha venido organizando así a
pesar de la estructura de los reinos helenísticos. En Hispania
encuentran unos pueblos muy aventajados y otros menos aventajados,
que han desarrollado ciudades y otros que no.

Unos aceptan fácilmente la dominación romana y otros se resisten


hasta la muerte. Cuando los romanos encuentran un territorio sin
organización efectiva o reconocible por ellos lo denominan populus,
pueblos que funcionaban como tribus, aunque esto tiene una
significación muy distinta. Una vez que se organizan estos pueblos, la
idea fundamental de organización romana era la civitas, pero en
Hispania hay pueblos y ciudades Hay ciudades que establecen un
pacto con Roma, un foedus, siendo por tanto una ciudad federada,
funcionando en virtud de las cláusulas de ese pacto.

Las hay que se llaman inmunes, porque no pagarán impuestos


a Roma por su comportamiento; las otras serán las que
otorguen el stipendium, y serán ciudades estipendiarias.

Pero Roma también funda ciudades de nuevo cuño, mediante


ciudadanos romanos, que eran labradores que poseían su tierra y
debían servir al ejército. La ciudad fundada ex novo es la colonia, una
extensión de Roma, con ciudadanos romanos de pleno derecho,
mientras que en la actualidad el sistema es bien distinto, ya que no
poseen los mismos derechos que la Metrópoli. Por ejemplo,
Caesaraugusta era una colonia. Por ello esta ciudad es de trazado
rectangular, planificada al estilo romano.

Las de civitas y populus serán indígenas. Sin embargo, pueden atraer


después población indígena, con estatuto jurídico diferenciado. Se
trata de una estructura jerárquica. Por ello, cuando se pretende
promocionar una de aquéllas, la convierte en municipium, estado
intermedio entre colonia y las civitas, con mayores derechos que las
inferiores.
Pero hay otras categorías sociales y jurídicas. Un ejemplo de ciudad
federada es Gades, pues era fundación fenicia en origen. Cuando
Cartago no se ve en condición de enfrentarse nuevamente a Roma, los
gaditanos deciden pactar con Roma.

La organización en tribus provenía de antiguo y se pasó a treinta y


cinco tribus, en la que cada ciudadano ejercía su voto según la tribu a
la que pertenecía en los comitia tributa. Cuando se funda una colonia,
se le asigna una tribu de entre las treinta y cinco. En cambio las
civitas carecen de dicha asignación.

2.1.2 La distribución en provincias


Los romanos distribuyeron en provincias citerior y ulterior desde
época augústea: más tarde, Ulterior Lusitania, Citerior Tarraconensis,
cada una con capital. Pero además las dividen en circunscripciones
menores llamadas conventus jurídicos, ya que la administración de
justicia es demasiado heterogénea. Al mando de cada conventus
ponen un juridicus que ayuda a administrar en justicia al gobernador.
Generalmente tienen el nombre d ellas capitales respectivas. Toda la
franja costera hasta Valencia sería la Tarraconensis, en la que
coinciden Tarraco con Cartago de la Cartaginensis. En la ulterior y
citerior habría unas siete.

Hay ciertas ciudades que ya desde muy antiguo tenían una


importancia creciente y que los romanos potencian además. El núcleo
administrativo de Roma es la ciudad y en el conventus habrá varias
ciudades, pero rendirán cuentas en la capital provincial
correspondiente. Más tardíamente la Tarraconense se dividiría
después de Diocleciano.

• Los pueblos prerromanos


Los pueblos perromanos son bastante dispares y no poseen una
delimitación estricta. Cuando los romanos llegan a Hispania se
encuentran con pueblos que ocupan espacios flexibles, y tampoco
éstos tienen intención de delimitar estrictamente el territorio, ya que
los pueblos eran pastoriles y nómadas. Lo que de verdad le
importaba a Roma de los lusitanos, por ejemplo, era su capacidad
guerrera y defensiva, su valentía; no le preocupaba tanto hasta dónde
se extendían.

Los celtíberos preferían la zona al norte del Ebro, y se sabe que no


rebasaban ese límite; los vetones ocuparon inicialmente la zona norte
de la Rioja, y no eran celtíberos ya que eran autónomos. Los
celtíberos ocuparon la zona de Aragón y Zaragoza, y son los que más
aparecen documentados en las fuentes. De los vascones en cambio
aún no hay noticias.

Las estructuras indígenas diferencian una distribución espacial: pero


hay pueblos que ocupan espacios casi vacíos, dado que hay escasez de
fuentes, ya que no crearon demasiados problemas a Roma y no tenían
necesidad de mencionarlos. Incluso hay germanos, quizás venidos de
Europa muy excepcionalmente, que son también indoeuropeos. Una
obra antigua llamada “Obra Marítima” aludía a pueblos y tribus
documentados por griegos que luego no aparecen documentados por
los romanos. ¿Han desaparecido? Es posible que fueran absorbidos
por otros pueblos de mayor entidad. Y entre estos mismos pueblos
existían muchas divisiones: entre los cántabros, estaban los
orgenomescos, los tamáricos, los bavinienses, los coniscos...

Los ibéricos, por el contrario, aparecieron como una etnia más


desarrollada, ya que sabían escribir en su propia lengua, pero tampoco
pueden ser estrictamente delimitados.
Sin embargo, hay una evolución de la posición geográfica de los
pueblos prerromanos en tiempo tras la romanización. Dentro de los
conventus, existían categorías: colonias, oppida, federadas y
estipendiarias.

Los fenicios ocupaban un territorio que se extendía entre Siria y el


Líbano, en ciudades tan antiguas como Biblos, organizados en
ciudades-estado que los enfrentaban con las homólogas vecinas.
Desarrollaron fundamentalmente el comercio, y buscaban mercados
de aprovisionamiento de materias, lo que sostenía su economía.
Llegaron algo más allá del estrecho de Gibraltar, ya que Hispania
proporcionaba metales de interés. Oriente ya estaba más avanzado que
Occidente, contando con el bronce y con el hierro, pero no era rica en
estos metales, lo que sí ocurría con Occidente y con Hispania, el
perfecto abastecedor de oro, plata, plomo y otras materias primas.
Fundan Gades, la primera ciudad ibérica de la que tenemos
constancia, existente desde el 1100. Las fuentes que nos informan son
diversas: fundamentalmente las fuentes que lo documentan son
literarias, así como también la arqueología. Normalmente no hay una
correlación exacta entre ambas tradiciones ya que la documentación
responde a criterios distintos. Quizás se mitificara, pero puede que no
quedaran suficientes restos arqueológicos de más allá del 900 a.C.
Normalmente sus construcciones eran de materiales perdurables, pero
su objetivo no era fundar ciudades sino establecer enclaves
comerciales.

2.2.1 La colonización fenicia y la llegada de Roma a Hispania


La siguiente fundación es del 814, y ésta es Cartago, en la actual
Túnez. Se trataba siempre de puertos naturales. Como lo importante
eran las minas de Hispania, Cartago sería un puerto logístico, a
medio camino, lo mismo que Ibiza, que formará un triángulo,
acotando el espacio con puertos comerciales que garanticen la
seguridad de las rutas del comercio. La importancia radicaba en el
suministro de materias primas, y de tal importancia se deriva la
fundación de Cartago y otras.

Además de Tartessos, aparecen los griegos, un pueblo colonizador de


la costa septentrional del Mediterráneo, ya que la meridional la
ocupaban los fenicios. Llegaron hasta Tartessos y comerciaron con
un rey llamado Argantónio, al que denominaban “tirano”. Las fuentes
que nos informan, por desgracia, no son fenicias de tipo literario, sino
únicamente numismáticas, ya que comerciaban o bien con el trueque
o bien con la moneda.
Como los indígenas no sabían escribir, tampoco acuñarían moneda.
Pero sí tenemos fuentes literarias griegas y son los que dieron el
nombre de Tartessos, ya que carecemos de la denominación autóctona.
Cuando llegan los romanos Tartessos ya no existe, sino que lo llaman
Turdetania. Igualmente fuentes hebreas documentan un reino próspero
y rico llamado Tasism o Tarsis, que podría asociarse o no a Tartessos.
No hay evidencias que lo demuestren. Gades en origen era llamada
por los griegos Gadix, teniendo por tanto varias denominaciones. Con
la escritura ibérica, pues los pueblos que habitaban la zona eran íberos,
los tartesios aprenden a escribir, pero no por emulación. No acuñarán
moneda, solo los fenicios y griegos.

Ocurre en Oriente un hecho fundamental para Occidente: también en


la Antigüedad existía una “globalización”. Los fenicios se
comunicaban ya a través del comercio con Cádiz, y existían riesgos
de piratería e incursión. Un rey de Babilonia, en su expansión hacia el
Levante, decide conquistar Tiro y, aunque le lleva meses, lo logra en
573, símbolo de la resistencia fenicia frente a Nabucodonosor.
Momento a partir del cual los fenicios quedan sometidos a Babilonia
y rompen la ruta comercial o se interrumpe, al menos por Oriente.
Pero quedaba una colonia rica en Occidente, que sería Cartago, la
nueva sucesora. Sin embargo, el vacío de poder fue aprovechado por
los griegos, que fundaron Ampurias, muy al norte de la Península
Ibérica, aunque igualmente fundaron Marsella, intentando comunicar
con la costa sur, dominada por Cartago.

Sin embargo, los griegos se aproximarán así a Tartessos. Ya en el 348


a.C se establece un pacto entre Roma y Cartago para frenar el avance
griego, estableciendo un límite, no pudiendo pasar los griegos de
Alicante y el sur del cabo de Palos, que será de influencia cartaginesa.
Por eso los griegos desarrollan una vía terrestre a través del
Guadalquivir, a fin de evitar el bloqueo marítimo. Así pues Roma y
Cartago volverán a ser enemigos, lo que concluirá con la primera
Guerra Púnica. Un siglo después Roma empieza a ser una potencia
marítima, haciéndose con el control de Sicilia y Cerdeña, perdiendo
estas plazas los cartagineses, volcando así su interés en la Península
Ibérica, fundando así Cartago Nova.

Entonces desarrollan una política de afianzamiento en el territorio,


estallando un nuevo conflicto con Roma en el 219, la Segunda Guerra
Púnica, apoyándose Roma en los griegos, ya que el enemigo común
son los cartagineses, desembarcando en Ampurias por este motivo, ya
que los griegos no pueden pasar del cabo de Palos, interesándoles la
derrota cartaginesa para abrir las rutas de nuevo. Se abrirá un nuevo
proceso, el tratado del Ebro y la toma de Sagunto. Pero para frenar a
los cartagineses, los griegos complican a los romanos, firmándose el
tratado del Ebro entre griegos y fenicios, con cierta intervención de
Roma, no pudiendo extenderse hasta más allá del Ebro, que sería
territorio de expansión de los griegos.

Los romanos intervienen ya que si en ese territorio cartaginés hay


algún pueblo sometido o relacionado con Roma, era necesario
respetarlo. Sagunto era teóricamente de expansión cartaginesa, pero
Roma interviene aduciendo que los cartagineses respetarán las
cláusulas. Cuando Aníbal toma la decisión de ir sobre Roma,
atacando por tierra contra todo pronóstico frente al poderío naval de
Roma. Peron en la ruta costera estaba Sagunto y Aníbal sabía que no
podía dejar este puerto al descubierto, con lo que la toma en 219.
Roma hace valer las anteriores cláusulas, debiendo darles satisfacción
y a la primavera siguiente se pone de camino a Italia, ya que cuenta
con Ampurias. Para cortarles los suministros para propiciar una
retirada.

Los fenicios comerciaban frecuentemente, pero igualmente podían


realizar saqueos y abocarse a la piratería. Sus rutas comerciales
entroncaban con Egipto y Creta, bordeando la costa africana, donde
fundan más colonias, como Cerdeña y Sicilia, como enclaves
logísticos. No sabemos muy bien de qué medios disponían, pero
seguramente

se orientaban por los astros celestes y la estacionalidad de las mareas.


Cartago estaba más interesada en el comercio occidental que su
predecesora.

• Cartago y la Segunda Guerra Púnica


Cartago cambió un poco el planteamiento fenicio, ya que no solo eran
comerciantes sino también magnifícos agricultores, ocupando un
espacio bastante amplio, lo que se explica porque Aníbal fue
derrotado en Zama, muy lejos de Hispania. Los cartagineses, cuando
debieron pagar unas estrictas indemnizaciones a Roma, su “senado”
decidió aprovechar la riqueza peninsular enviando allí a Amílcar, su
prestigioso general, controlando el espacio de las principales minas ,
lo que les sirve para pagar su contribución. Cartago se hace con el
control de la parte suroccidental del Mediterráneo, mientras Roma se
involucraba en la conquista del territorio itálico.

En la Segunda Guerra Púnica, los grandes enemigos son Roma y


Cartago, con algunos con intereses de supervivencia: los griegos, que
favorecen a Roma y permiten el desembarco de tropas en Ampurias.
Aníbal parte de Cartago Nova penetrando en el interior y pasando los
Alpes, para no perder la plaza de Marsella, y contando con el apoyo
logístico de los pueblos sometidos a los romanos, vencer sobre Roma
y que sea ésta quien pague las indemnizaciones de guerra. Aníbal
conquistó Sagunto hasta prácticamente destruirla, allanando el camino
hacia Italia. Pero cuando los romanos saben de esta circunstancia y de
que la infantería que llevan es muy pesada por el armamento, deciden
cortarle el paso en Marsella por aviso de los ampuritanos.

No había interés en combatir hasta que llegara al Valle del Po. Los
romanos creyeron que Aníbal llegaría debilitado y se confiaron,
distribuyendo sus fuerzas entre las que dejó en Marsella y las que
combatieron en Trebia y Trasimeno. Más tarde los itálicos y los galos
se sublevaron y Aníbal logró su objetivo. En la primavera siguiente
aún estaba en condiciones de medirse con Roma, procurando que ésta
se rindiera. Lo que le salva a Roma es que el centro de Italia no se
subleva. Otro de los enfrentamientos se produce en Cannas,
demostrando su superioridad numérica frente a Roma, que se ve
forzada a un nuevo reclutamiento. Roma se hallaba en situación crítica
pero aprovecha a reorganizarse en vistas a que Aníbal no se decide a
asestar el golpe de gracia. Él se instala en Capua, en el 215 a.C, y la
política de Roma es contener a su enemigo. Aníbal confiaba en sus
recursos en Hispania y ahí descansa la importancia. Cartago, además,
no tenía ejército, y lo había reclutado esencialmente en Hispania,
porque era un pueblo más que nada comerciante, pero Roma exige que
todo ciudadano acuda a la guerra cuando sea llamado. La filosofía de
ambos bandos es bien distinta.

Cuando los Escipiones desembarcan en Ampurias, persiguen el


desabastecimiento de Cartago. Había un frente principal itálico y otro
secundario en Hispania. Los griegos controlaban el espacio de
Cataluña, donde los romanos podían encontrarse cómodos por la
disponibilidad de puertos como Barcino y Tarraco. Sus operaciones se
dirigen desde el Ebro hacia arriba para impedir el avance cartaginés.
En 211 los cartagineses obtienen un triunfo sobre los romanos,
muriendo los dos Escipiones en la batalla. Llevaba ya
cinco años en Capua y en este tiempo no habían podido enviar tropas
a Italia por el bloqueo, pero Roma envía a Escipión Africano, con
gran iniciativa. En 209 toma Cartago Nova: los servicios secretos le
informaron de que poseía una guarnición reducida y como Cartago
Nova era un puerto muy seguro, tenía los rehenes de las poblaciones
hispánicas. Asalta y libera los rehenes coartando la estrategia
cartaginesa, trasladando las tropas en barco de Ampurias a Cartago
Nova, cayendo sobre ésta pese a la resistencia cartaginesa, aunque
acaba conquistándola.

La situación ha cambiado radicalmente, pero mientras tanto Aníbal


espera en Italia, apremiando los refuerzos de Asdrúbal, que llega
hasta el centro de Italia. La táctica romana era impedir que ambos se
unieran a cualquier precio, lo que finalmente consiguen. Los romanos
de Hispania también destrozan otro ejército de Asdrúbal y en el
mismo 207 los cartagineses han perdido la iniciativa en Hispania y en
Italia. Otro jefe cartaginés trata de distraer la atención, pero la política
es defensiva y Roma no se deja engañar. En 204 los indígenas se
sublevaron pero apenas afectó a la estrategia de Roma: ésta fija un
pacto con Gades y los cartagineses se quedan sin opciones portuarias.
Así, se funda la primera colonia romana en Hispania, llamada Itálica,
cerca de Hispalis, mediante veterani del ejército, lo que indica que los
romanos han pensado en explotar las riquezas hispanas. Por este
motivo se desvía el escenario bélico a África. Las cláusulas del
tratado no conciernen ya a Hispania, sino exclusivamente a romanos y
cartagineses. Solo ya en el 197 se decide dividir Hispania en dos
provincias: Hispania Ulterior e Hispania Citerior, enviando
gobernadores regulares con funciones civiles y militares.

El circuito de comercio de Gades se extiende a sus alrededores, dadas


las monedas de acuñación ibérica que se han encontrado. Las
originarias de Cartago Nova también se extendían, pero por un área
mucho mayor, prácticamente por todo el Levante. El comercio
cartaginés se expandió mucho más que su vecino o bien la moneda
cartaginesa tenía más prestigio que la moneda gaditana. También
tenemos monedas griegas e indígenas, como las procedentes de
Sagunto, cuya acuñación viene en nombre indígena (Arse), por lo que
el puerto de Sagunto debía de ser bastante importante, un puerto muy
activo. Por ello toda la fachada mediterránea entendía el comercio
mediante la moneda, no mediante trueque. El Ebro marcaba la
frontera entre ambos marcos de influencia por ser la línea más visible
en términos geográficos. Cada una intentará acuñar una moneda
fuerte para ser válida en el comercio internacional.
Los gaditanos eran los grandes beneficiarios del comercio que
procedía de Cartago, ya que habría una ruta que subiría de Gades por
Tartessos hasta Galicia. Los gaditanos tenían contacto con el norte por
vía marítima o terrestre, ya que, por ejemplo, el estaño no se producía
en el sur. Puede que no hubiera moneda al norte de Gades, pero
existían otros tipos de intercambios de productos y manufacturas,
seguramente el trueque. De heco, existía un puerto indígena llamado
Lisipo.

• Tartessos
La organización social de Tartessos es difícil de discernir. Se sabe que
tienen relación con griegos y fenicios pero forman una cultura o
civilización independiente de ellos. No se piensa que pueda ser un
imperio. Mantienen cierta influencia fenicia por las tumbas, que
tienen su origen en grandes sepulcros, con elementos de importación
fenicia de Cádiz.

Esta cultura realiza intercambios comerciales de exportación e


importación oriental. La concepción de la riqueza parece basarse en
una jerarquía social con una aristocracia rica y un estrato humilde y de
gentes pobres. Puede asociarse este territorio con la sucesora en época
romana, la Turdetania. Existen rutas comerciales que unen el
Mediterráneo y otras que enlazan con Andalucía, Córdoba y Baza y
Villaricos, lo que evidencia una unidad comercial controlada y
caracterizada por un transporte de ciertas mercancías controladas por
la vía política.

Entre la colonización fenicia y el momento anterior, las gentes vivían


de manera similar. Sin embargo las fuentes son muy fragmentarias.
Parece ser que con anterioridad a la influencia fenicia y griega hubo
una especialización en determinadas actividades. Eran indígenas con
fuertes influencias mediterráneas y al entrar en contacto con otros
grupos dan pie a su propia transformación. La fundación de Gades
obedecía a la necesidad de creación de un enclave comercial que
comunicase con Tartessos y reactivara el comercio.

En los momentos en que se ha encontrado escultura tartésica esto se


ha asociado a la posibilidad de un desarrollo del urbanismo. De
hecho se han hallado inscripciones que se remontan a tiempos más
antiguos, en torno al siglo VI a.C. Se deduce de ello que existía una
escritura y que por ello era una sociedad organizada y jerarquizada.
De un siglo después se conservan estelas de escritura en el suroeste,
en su mayoría, escritura de tipo funerario cuya cronología no está del
todo bien esclarecida

En cuanto a la cultura material, hay diferencias entre la alta y la baja


sociedad que se plasman en los recursos que se explotan políticamente
en la Baja y en la Alta Andalucía, situándose en una órbita cultural
distinta, pues en unas zonas se crean cecas e industrias fenicias y en
otras no. La fundación fenicia de Almuñécar fue una rica zona minera
y en ella se perciben los brazos de influencia e intercambio.

Entre la colonización fenicia y el momento anterior, las gentes vivían


de manera similar. Sin embargo las fuentes son muy fragmentarias.
Parece ser que con anterioridad a la influencia fenicia y griega hubo
una especialización en determinadas actividades. Eran indígenas con
fuertes influencias mediterráneas y al entrar en contacto con otros
grupos dan pie a su propia transformación. La fundación de Gades
obedecía a la necesidad de creación de un enclave comercial que
comunicase con Tartessos y reactivara el comercio.

Previamente hubo una cierta uniformidad política y una unidad de


pueblos que tienen determinados grupos y culturas. En una primera
etapa se produce un comercio dominado por productos de lujo como
las joyas manufacturadas, dirigidas a un público selecto y pudiente
para obtener otro tipo de beneficios. Lo primero que llegan son las
cerámicas griegas, específicamente como contenedoras de bebida, que
quizás se emplearan también en sacrificios y libaciones. Estos objetos
se han encontrado en Mastia, el nombre originario de lo que sería
después Cartago, en el tesoro de La Aliseda y en Cancho Roano,
donde fundamentalmente se han hallado copas griegas de
Kilikes/Cádiz. Había un interés en comprar este tipo de copas a los
griegos. También aparecen en enterramientos sobre tablas perforadas,
presuntamente dirigidas a una clientela más amplia. En unas zonas
producían más objetos de lujo mientras que en otras se dedicaban a
objetos de uso común y accesibles a las clases populares.

Han aparecido estelas de guerreros que remiten a su cultura política.


La guerra se entiende entonces como un fenómeno histórico
característico que se hace de acuerdo a una cultura. La guerra puede
ser un sistema social, parecida a la guerra en Grecia, de tipo
nobiliario. Las tumbas muestran al guerrero, con lo que quizás
existiera una especie de aristocracia guerrera en la cúspide de la
pirámide social. También podía producirse el mercenariazgo, lo cual
se aprecia en el mundo turdetano. Los guerreros aparecen vestidos de
determinada forma y recuerdan a los del mundo homérico y egipcio.
En cuanto al armamento, igualmente se aprecian este tipo de
influencias

Parece que se trata de una civilización y no de una ciudad concreta.


Sin embargo, en un momento dado, se produjo una destrucción, una
especie de cataclismo en Tartessos. La razón es que se destruyen
algunos santuarios, mientras que otros se reactivan. Es un período en
el que desaparecen las fuentes fenicias. Los posteriores hallazgos
corresponden ya las fuentes romanas, que hablan ya de la Turdetania,
la cual fuese quizás una evolución de la civilización tartésica.

• Roma y las Guerras Lusitanas y Celtibéricas


La administración fundamental recaía en el senado. En Esaña siguen
existiendo magistrados pero con un mandato más irregular. Lo que les
hace reflexionar es la llegada de metales preciosos. La decisión es
convertir eso en un territorio propio, en 197, creándose dos
provincias, recibiendo cada una un magistrado de manera regular al
que se le encarga la responsabilidad. Realmente Roma no tenía una
imagen del gobernador, prolongando el mandato de los pretores y los
cónsules, que actuaban como tales, por lo que no existió un
imperialismo romano. Como en Hispania había necesidad de ejército,
debían de ser cargos con poder militar, es decir, o propretores o
procónsules. Como el territorio los fenicios lo habían llamado
Hispania, continuaron con esa denominación, enviando magistrados
con funciones de pretores y cónsules.

Roma avanzó desde este a oeste militarmente, pasando a dominar


una gran parte del Atlántico, penetrando por el Tajo y el Duero,
que correspondía al territorio lusitano y celtibérico. Las guerras
celtibéricas y lusitanas son simultáneas. Hacia el 140 los

lusitanos mantienen una paz relativa. Éstos correspondían al


gobernador de la Ulterior, y los celtíberos en la Citerior, por lo que
intervenían los respectivos gobernantes, ya que era la concepción
administrativa y militar romana. Aunque dependen del senado, cada
uno en función de las necesidades del momento, será más activo o
menos. Hacia el 159 los lusitanos tienen un jefe, Viriato, que
responde a un período sin tregua, mientras que los celtíberos se
hallaban menos activos. Cuando éste muere asesinado por traición, la
guerra celtíbera se reanuda al cabo de dos años, resistiendo Numancia
hasta el 133 a.C.

No supuso el cese de las guerras, pero Roma logró someter a dos


pueblos muy belicosos. Hasta ese momento, nos encontramos con
escritura ibérica. Era un alfabeto que podía utilizar cualquiera, lo que
implicaba una progresión cultural. El ámbito del alfabeto ibérico no
solo se reducía étnicamente a los íberos, por lo que podría haber
pueblos ibéricos y no ibéricos que usaban indistintamente el mismo
alfabeto.

• Las legiones romanas en Hispania


y los primeros conflictos con los
indígenas
Hispania no estaba pacificada tras la Segunda Guerra Púnica y era
necesario que un pretor o cónsul no dejara desorganizado al ejército.
En 195 se encuentra con que los hispanos no aceptan el dominio
romano, causando grandes bajas, unas 8000, al pretor de la Citerior.
La unidad estratégica básica de Roma es la legión. El envío del
cónsul a Hispania se realiza por sorteo y el afortunado es Catón. El
otro cónsul debería permanecer en la Urbs. La legión fue variando
mucho con el tiempo y combatía entre líneas, cada con 4200
infantes, con un núcleo básico de 200 hombres; una caballería
auxiliar implicaba unos 300 hombres. La legión se componía
siempre de ciudadanos romanos, por lo que no había mercenarios,
gente interesada en defender su propio Estado. Por ello, el pretor
había perdido unas dos legiones, y se trata de reponer lo que se había
perdido, aunque podían pedir al senado más efectivos si la situación
obligaba. Se reclutarán unos 9000 ciudadanos romanos, 8000
infantes y 600 caballeros.

Primeramente tuvieron problemas con los ilergetes, un pueblo


indígena del entorno de Lérida y la desembocadura del Ebro, con dos
caudillos poderosos, Indíbil y Mandonio. Catón pone orden en la
provincia y éste tiene un factor añadido: es la primera vez que se
menciona a los cántabros. El Ebro nace en territorio de los cántabros y
él no llegó hasta allí, pero sus informantes se lo comunicaron. Es
decir, que Catón se preocupó por informarse de la situación
geográfica.

La política romana es que, cuando Catón desembarca en Ampurias, el


senado romano al tiempo que reclutaba hombres hacía también la
provisión de fondos. Llegó con 25 navíos,con tropas y
avituallamiento. Cuando puso pie en Hispania, formuló una frase
lapidaria: “la guerra se alimentará por sí misma”. Los mismos
hispanos pagarían la guerra, de modo que Roma se puede guardar sus
provisiones, principio que siguieron otros generales. Pero Catón solo
cumplió on su misión durante su único año de consulado. Hacia el
180-179, se reanuda la situación, pero en la Ulterior Paulo Emilio se
ocupó de la Ulterior. Un bronce del 189 alude a una parte d euna
ciudad, el primer

bronce conocido escrito en latín en la Península Ibérica: una concesión


de Paulo Ermilio por haber colaborado con él en las operaciones
militares del territorio. Generalmente se apoyaban en poblaciones
indígenas para combatir a los propios indígenas. Como pretor, les
realizó esa concesión. Es un latín arcaico, no clásico como el de época
de Cicerón.
Mientras, Sempronio Graco, aparte de someter la Citerior, dio nombre
a otra ciudad, rebasando la línea de Zaragoza: fundó Gracuris y otra
de nombre indígena más hacia el sur.

En el 168 una delegación de hijos descendientes de legionarios


romanos solicitan a Roma las tierras que les corresponden , aunque
no sean descendientes de madres romanas sino ibéricas. Así, en
Carteia, que no era una colonia propiamente, se va colonizando con
veterani del ejército y con indçígenas romanizados, que participan
tanto de su cultura tradicional como de la romana. Es el efecto d euna
pacificación que se ha hecho tras una guerra, extendiéndose un
modus vivendi llamado romanización. Poco a poco la cultura ibérica
declinará en favor de Roma, imtegrándose el latín y abandonándose
la lengua ibérica. Esto ocurre fundamentalmente en el valle del
Gualquivir y en Andalucía.

A diferencia de los lusitanos, los celtíberos sabían cultivar, acuñar


moneda y escribir, aprendiendo el alfabeto d ellos íberos. Los
lusitanos son pueblos sobre todo pastores, que no saben escribir ni
acuñar moneda. El impacto civilizador de fenicios y griegos es
menor cuanto más nos acercamos a Occidente.

En el 155 los lusitanos al mando de Púnico hacen una incursión en la


Ulterior y cogen por sorpresa a los romanos, destrozándolos y
causando un desastre de 5000 muertes, una legión completa. Uno de
los que murió fue un cuestor, el que llevaba las cuentas de la
administración. Los lusitanos, por tanto, se habían desplazado desde
sus núcleos habituales. Se ponen en contacto con los vetones y los
celtíberos, y lo cierto es que inician un período de expansión que
provocará la guerra irremediablemente. Mientras que de los lusitanos
apenas conocemos ciudades, los celtíberos empiezan la guerra desde
Segeda, pretendiendo amurallarla.

Los romanos les recuerdan los pactos de Sempronio Graco,


comprometiéndose a no fortificarlas. El argumento de los celtíberos
era no fortificar ciudades nuevas, pero sí las antiguas, a lo que Roma
declaraba que ninguna se contemplaba explícita en el pacto.
Púnico ataca la Ulterior por motivos de pillaje. En cambio en Segeda
crean un conflicto diplomático. En el 133 se arrasa por completo
Numancia, pero una ciudad en concreto. Con ella terminaban las dos
grandes guerras. Pero Roma al tiempo que mantiene el frente
hispánico, lo mantiene en Cartago y en Grecia, y hay tres guerras
simultáneas, lo que tiene dos efectos. Roma debe desplegar fuerzas en
diferentes fuerzas y no puede concentrarlas en Hispania, lo que
permite el éxito de los indígenas. Una vez acaban con el resto de
conflictos, terminna con lusitanos y celtíberos.

Los romanos solían aprovechar su potencial demográfico y se lleva a


los lusitanos para fundar la actual Palencia, lo que les debilita, porque
desarraiga a los más jóvenes y les

sitúa al frente de unas tierras fértiles para cultivar. Roma integraba a


estas gentes en su propia estructura social y económica en el 138.

Entre los celtíberos, se encuentran varios pueblos: belos, titos,


lusones y arévacos. De los celtíberos existen algunas ciudades, como
Contrebia Belaisca y Segeda. Al comienzo de las dos guerras, los
lusitanos se vanagloriaron de su victoria sobre Roma y se
aproximaron a las fronteras celtíberas, presumiendo de su hazaña.
Hacia el 151 hay dos frentes simultáneos y sincrónicos, de los cuales
el más activo es el lusitano. Los lusitanos suelen llevar la iniciativa,
pero en el 151 Galba trata de acabar con los lusitanos mediante un
engaño, prometiéndoles tierras, con lo que se reúnen con sus familias,
desarmados, y entonces ordena asesinarlos, aunque algunos
consiguieron escapar, como Viriato. Éste no inició una nueva guerra,
pero sí la guerra de guerrillas será su táctica habitual y novedosa.

• La entrada de Viriato en la guerra


Viriato se mueve sobre todo por la Ulterior, porque es una provincia
rica y desarrollada e incurre en ella con su ejército móvil, con un
armamento ligero, mientras que los romanos llevaban un armamento
más pesado que limitaba sus acciones. Pero Roma consigue vencer a
los macedonios en el 146, así como la antigua Cartago, convirtiendo
dos territorios en provincia.

Una vez muerto Viriato a consecuencia del soborno del cónsul a


Cepión a sus propios hombres, su sucesor no es capaz de maniobrar
con la misma talla que él, y los lusitanos sucumben finalmente a
Roma que, por su parte, hizo un esfuerzo sobrehumano tras solo cinco
años después de someter Macedonia y Cartago.

Posteriormente Roma trató de domeñar a los vacceos, los cuales


fueron vecinos de los vetones y aliados de los lusitanos, de manera
que controlaron varios territorios en la línea del Duero, que con la
conquista se convierte en línea fronteriza. Los celtíberos demostraron
poca disciplina, porque saquearon inmediatamente el campamento
romano, y éstos los esperaban, porque el campamento es lugar de
provisiones y de armamento, una organización en agmen cuadratum
de tal forma que el avituallamiento siempre estaba protegido por los
flancos, rodeado de tropas que lo protegían.

Cuando los celtíberos atacan a Nobilior y creen haberlo vencido, éste


reorganiza las tropas que le quedan y repele a los indígenas, aunque
apenas le quedan tropas para tomar Numancia, ya que los celtíberos
piden ayuda a los arévacos, lo que parece una batalla en “tablas”.
Debieron esperar a que pasara el invierno, y empezaron en enero
para tener estos dos meses de preparativos y tener el frente en marzo,
con el nuevo general Marcelo. Se produce una paz entre éste y los
celtíberos, pero Lúculo rompió la paz para conseguir botín, de forma
que ataca las ciudades, no celtíberas, sino las vacceas, involucrando a
los vacceos en el combate. Otros cónsules continuarían su labor.

Los palentinos resistieron a Lúculo, que pretendía la misma estrategia


que Galba. Mientras, los vacceos proveían de trigo a los numantinos.
Ya en el 134, los romanos, como otras veces, cuando ven que no
pueden dominarlos, forzaron la situación y nombran expresamente a
Escipión Numantino, descendiente de El Africano, realizando una
trayectoria inversa: eliminar el aporvisionamiento de Numancia y
cercarla consumiendo su resistencia, destruyendo finalmente
Numancia como castigo ejemplar. Para los romanos, fue una
capacidad de resistencia admirable, y por ello enaltecieron a los
celtíberos y a Viriato, tanto como a Aníbal.

• La lengua y el alfabeto ibérico


La lengua ibérica se extendía por toda la Cataluña actual y la baja
Andalucía y la baja Extremadura. El alfabeto es ibérico pero no es
igual en todas las zonas. Es posible que los maestros fueran los
fenicios, porque se vincula a la zona de máxima influencia fenicia.
Hay dos alfabetos ibéricos ligeramente distintos, ya que en un caso los
maestros fueron los griegos y en otro caso los fenicios. Los fenicios
estaban muy próximos a los íberos y también difundieron el alfabeto
ibérico, llegando hasta Pamplona.

Una vieja teoría que establecía un paralelismo lingüístico entre el


ibérico afirmaba que el vasco podría ser el sucesor de la lengua
ibérica. La lengua celtibérica era de raíces celtas, y nada tenía que ver
con la lengua ibérica. Sin embargo, Roma irá extendiendo
progresivamente el latín. Cuando los lusitanos aprendieron a escribir,
aprendieron de los romanos, por lo que utilizaban el latino. En
cambio, tenemos escritura de los pueblos ibéricos entre el Duero, el
Ebro y la Meseta. Mientras, en el norte peninsular, y muy
concretamente al norte d ella línea de los vascones, no poseemos
escritura.

Había cuatro lenguas con sus alfabetos: el autóctono ibérico, el


griego, el fenicio y el latín. Hay un ibérico sub-bético y otro
nororiental. No tiene una única grafía, pues para la A tiene hasta
cuatro variantes. No es un alfabeto unificado, porque no hay un
poder político unificado.

Otras veces la grafía responde a un fonema, o bien a una sílaba con


una sola grafía. Es un alfabeto semisilábico, mientras el nuestro es
fonético. Ni los romanos ni los griegos poseían este sistema. Las élites
aprenden siempre la lengua dominante, por lo que abandonarán el
ibérico, y ya en la época de Augusto ya no se escribirá en esta lengua
ni en este alfabeto. Parece que a veces son listas de personas, de
magistrados, monumentos funerarios, o normas de funcionamiento. La
mayor parte son inscripciones epigráficas, sobre soporte duro.
Generalmente en bronce o en plomo, según la influencia griega o
romana. El bronce lo usaban los romanos para disposiciones judiciales
u oficiales.

Algunos investigadores consideran el íbero como una lengua


franca que se había extendido gracias al comercio, espoleado por
el contacto con los griegos HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Focea"focenses, mientras que otros
investigadores consideran al íbero como la lengua materna de un
grupo y lingüísticamente homogéneo.

La lengua ibérica es considerada habitualmente una lengua aislada.


No obstante, tras constatar las diversas afinidades existentes con la
lengua vasca y la aquitana, muchos investigadores han propuesto que
tales afinidades se justificarían por algún tipo de parentesco, siendo
conocida esta teoría como vascoiberismo. Pero también hay muchos
otros investigadores que creen que esas afinidades no provienen
necesariamente de una relación de parentesco, puesto que las
afinidades fonológicas podrían ser debidas a fenómenos de área
lingüística entre lenguas que comparten un mismo territorio, mientras
que las afinidades de léxico y onomásticas podrían ser debidas al
préstamo lingüístico.

• Hipótesis sobre el origen del ibérico


Las hipótesis principales respecto del origen de la lengua ibérica son las siguientes:

• Norteafricana: Esta hipótesis propone que la


cultura ibérica procede del norte de África.
Estuvo en boga a mediados del siglo xx,1 pero
actualmente no tiene muchos defensores. Desde
el punto de vista lingüístico,Antonio Tovar
relacionó la lengua ibérica con las lenguas
HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Lenguas_bereberes
" HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Lenguas_berebere
s"bereberes.

• Contestana (de Hoz 1993): Esta hipótesis


considera que la diversidad cultural de los íberos,
estimada a partir de datos arqueológicos, debería
traducirse también en una diversidad lingüística.
Así pues, se postula que la lengua íbera sería en su
origen sólo la propia de los íberos contestanos (y
quizás también de
los edetanos, oretanos y bastetanos), que se habrían convertido en
los intermediarios privilegiados del comercio con los griegos, y que
se habría convertido en la lengua franca del comercio de todos los
pueblos que se identifican como íberos. La presencia de
antropónimos de filiación desconocida en textos ibéricos deC.
Valenciana (Castellón), Aragón, Cataluña y del sur de Francia
serían la prueba de la existencia de otras lenguas en estas zonas.

• Pirenaica (Ballester 2001): Esta hipótesis


considera que la afinidad entre la lengua ibérica y la
aquitana debería traducirse en una proximidad real
de su lugar de origen, por lo que postula la existencia
de un grupo lingüístico pirenaico producto de la
coexistencia milenaria de los grupos humanos de la
zona. De las hablas occidentales de este grupo
pirenaico procedería la lengua aquitana en la
vertiente septentrional y
la vasca en su vertiente meridional. La lengua íbera seria fruto de la
evolución de las hablas orientales de este grupo, que se habría
expandido de norte a sur desde el Pirineo oriental o sus estribaciones
hacia el mediodía.

• Campos de Urnas (Rodríguez Ramos 2003): Esta


hipótesis considera que el parentesco entre las
lenguas ibérica, vasca y aquitana debería traducirse
en términos históricos y culturales en algún factor
común que justificaría la expansión de esta familia
lingüística en una amplio territorio en pocos siglos.
Así pues, se postula que esta familia de lenguas
procedería de una capa demográficamente invasiva
que formaría parte de la cultura de Campos de
Urnas, puesto que en la que península ibérica el área

de difusión de esta cultura coincide básicamente con el territorio de


difusión de la lengua ibérica.

• Catalana (Velaza 2006): La lengua ibérica tendría


su origen en el norte de Cataluña, donde se
documentan las inscripciones ibéricas más antiguas
(Ullastret), y su expansión en dirección norte sur se
habría producido mediante movimientos de
población amplios en tiempos no muy anteriores a
los primeros documentos escritos, quizás en el
s. vi a. C., puesto que la lengua íbera aparece homogénea en los textos
conocidos, mientras que si se hubiera establecido con mayor
antigüedad (ss xi / x aC por ejemplo) su dialectalización debería ser
evidente. La presencia de elementos no interpretables como
antropónimos ibéricos entre las inscripciones de esta zona no se
considera estadísticamente significativa, siendo los antropónimos
ibéricos muy frecuentes incluso entre las inscripciones más antiguas.

• Regionalización
Los íberos (o iberos) utilizaron tres escrituras diferentes para
representar su lengua. Los contextos arqueológicos más antiguos las
sitúan a finales del s. v a. C., mientras que las más modernas son de
finales del s. i a. C. o quizás de principios del s. i d. C.

• signario íbero nororiental

• Variante dual

• Variante no-dual

• s

u
r

L
I

"

r
g

3
%

"

"

/
e

b
e

"

c
o

Además, existen dos textos en escritura latina de ibericidad no segura.

Signario íbero nororiental

También conocido como levantino o simplemente íbero por ser con diferencia
el signario íbero más usado. Esta escritura presenta signos con valor
silábico, para las oclusivas, y signos con valor alfabético, para el resto
de consonantes y vocales. Su desciframiento, culminado el 1922 por
Manuel Gómez-Moreno, es prácticamente total. Del signario íbero
nororiental se conocen dos variantes: la variante dual permite
diferenciar los silabogramas oclusivos dentales y velares sordos de los
sonoros con un trazo añadido de forma que la forma simple representa
a la sonora y la forma compleja a la sorda. Este signario fue adaptado
por los celtíberos para escribir su lengua.

Signario íbero suroriental

También conocido como meridional. Este signario también presenta


signos con valor silábico, para las oclusivas, y signos con valor
alfabético, para el resto de consonantes y vocales, pero se diferencia
del signario íbero nororiental, tanto por la forma de los

signos como por el valor que los signos representan. El signario íbero
suroriental es muy similar al signario tartesio que podría ser su
antecedente. Su desciframiento aún no se puede dar por cerrado,
puesto que no hay consenso entre los diferentes investigadores que
han realizado propuestas concretas.

Alfabeto greco-ibérico

El alfabeto greco-
ibérico es una adaptación casi directa de un alfabeto griego jónico a
las particularidades de la lengua ibérica.

• Vascoiberismo
El vascoiberismo es una hipótesis que afirma la relación genética entre las
lenguas vasca e íbera, de manera que o bien la lengua vasca sería
el resultado de una evolución de la íbera o el de una evolución de
una lengua de la misma familia que la íbera.

Estrabón en el siglo I a. C. (es decir, cuando todavía se hablaba


íbero en la Península) afirmaba que los íberos y los aquitanos eran
similares físicamente y que hablaban lenguas "parecidas", si bien se
ha intentado discutir el alcance exacto del aserto de Estrabón, dado
que en la actualidad se considera probado que elaquitano sería una
forma antigua de vasco.

Orígenes renacentistas de la teoría vascoiberista

El vascoiberismo propiamente dicho empieza en el siglo XVI.


Autores como el siciliano Lucio HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Lucio_Marineo_S%C3%ADculo"Marin
eo Sículo (Opus de rebus Hispaniae mirabilibus 1533) habían
indicado la idea de que los antiguos pobladores de España hablaban
vasco, pero consideraban que los íberos no eran parte de esa
población originaria, sino advenedizos.
Es por este motivo que Julio Caro Baroja considera que el
primer vascoiberista fue Esteban de Garibay, quien en 1571
fue el primero en publicar algunas de las
etimologías vascoibéricas que posteriormente recogería von
Humboldt, por más que su trabajo fuera poco riguroso.

En 1607 se publicó en México el libro "Discursos de la


antigüedad de la lengua cantabra Bascongada" escrito por el
pintor Balthasar de Echave, natural
de Zumaia HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guip%C3%BAzcoa",Guipúzcoa. En él,
el euskera habla como vieja madre a su hija el romance y narra la
historia vista desde Gipúzcoa. Durante siglos fue una obra
vascoiberista de referencia y es de reseñar que existe una copia
manuscrita por Manuel Larramendi en Loiola. Eran tiempos de
persecución que dieron con la expulsión de la Compañía de Jesús en
1766. El trabajo de Arnaud Oihenart (1592-1667) en su Notitia
utriusque Vasconiae (1638), donde introduce la idea (todavía
defendida en la actualidad) de que la forma antigua 'ilia' significa
"ciudad". Mientras que en 1674 José de Moret (Annales del Reyno de
Navarra) considera que hay por toda España un gran número de
topónimos "vascónicos", lo que indicaría que el vasco era la lengua
común de toda España.

W. von Humboldt y el estudio de las hipótesis en el siglo XIX

Wilhelm von Humboldt es considerado padre de la teoría; si bien


partía de su contacto con intelectuales vascos y de la lectura de los
trabajos de Astarloa y Hervás.
Básicamente, la teoría afirmaba que el íbero era la lengua madre del
vascuence, es decir, el vascuence sería un descendiente directo del
íbero. Debe tenerse en cuenta que entonces se consideraba que
básicamente en toda la Hispania indígena prerromana se hablaba la
lengua íbera (pues entonces no se consideraba ni siquiera probable la
presencia de hablantes de lenguas celtas en Hispania). Este tipo de
afirmaciones derivó

enseguida en la idea de que los vascos serían los habitantes originales


de la península mientras que los demás, es decir celtas y romanos,
serían invasores posteriores.

Posteriormente, los trabajos sobre el vascoiberismo se fueron


desarrollando en paralelo con los del desciframiento de la escritura
íbera (que tuvo grandes avances en el siglo
XIX) llegando en 1907 un trabajo fundamental de Hugo Schuchardt
(Die iberische Deklination), gran conocedor de la lingüística vasca,
que en reacción a un estudio de Philipon (quien proponía que las
inscripciones paleohispánicas estaban en una lengua indoeuropea)
intentó establecer un paralelismo entre diversas supuestas
terminaciones que se encontraban en las inscripciones ibéricas y la
declinación vasca.

Mitxelena y el Sprachbund

Sin embargo, la práctica totalidad de estos estudios se quedaron


obsoletos cuando en los años 20 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_G%C3%B3mez-
Moreno"Manuel Gómez-Moreno inició el desciframiento de la
escritura íbera, mostrando que las lecturas previas tenían muchos
errores. El trabajo revisado de Gómez-Moreno fue publicado en
1949. Este trabajo permitió leer de forma aproximada los textos, pero
los textos siguen siendo ininteligibles en la actualidad, aunque
puedan ser pronunciados aproximadamente. Fonológicamente el
ibérico y el euskera tienen una cierta semejanza2 y paralelos de
alternancia morfológica llamativos.3

Muchos autores trataron de interpretar los textos ibéricos a partir de


raíces vascas a lo largo del siglo XX pero sin demasiado rigor y con
manipulaciones poco rigurosas. Por esa razón la hipótesis
vascoiberista, cayó en descrédito, principalmente a causa de la
imposibilidad de avanzar en la traducción de los textos íberos
basándose en el euskera.

Antonio Tovar y Koldo Mitxelena que prestaron atención a la teoría y


apuntaron la posibilidad de ciertos cognados, acabaron desechando la
hipótesis. Tovar en una larga serie de publicaciones (1949, 1951,
1954, 1959, 1961) probó que muchas de las semejanzas encontradas
eran superficiales, que el ibérico y el euskera diferían notablemente en
muchos aspectos y lo que es más importante el ibérico no podía
entenderse directamente a partir del euskera. Koldo Mitxelena en una
serie de trabajos (1955, 1958, 1973, 1976, 1979) llegó a exactamente
a las mismas conclusiones de manera independiente, aunque los dos
reconocieron que existían semejanzas y posibles préstamos que
podrían ser el resultado de un Sprachbund reflejado en los nombres
propios. El trabajo de Koldo Mitxelena fue importante porque
revelaba que el euskera antiguo había sufrido importantes cambios
respecto al moderno y que cualquier comparación válida debía
hacerse con el proto-vasco reconstruido o con el aquitano, lenguas
atestada fragmentariamente que puede considerarse un antecesor
antiguo del vasco moderno documentada en tiempos romanos.

Tras el trabajo de Tovar y Mitxelena la teoría es dejada de lado


durante décadas hasta la aparición del trabajo del lingüista Juan Luis
Román del Cerro, que anunció haber logrado traducir varias
inscripciones ibéricas a partir del euskera. Este trabajo fue revisado y
fue ampliamente rechazado a pesar del entusiasmo inicial que
despertó.

Los últimos avances en el conocimiento de la lengua íbera, partiendo


de estudios meramente internos, han inducido algunos significados y
semejanzas entre la lengua vasca y la íbera, sin llegar a tratar de
pretender traducir la una a partir de la otra. La mayoría de los
lingüistas se han mostrado prudentes y Joaquín Gorrochategui por
ejemplo denomina "un cierto aire de familia" a esta relación, lo que en
un lenguaje más científico se llama Sprachbund HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Vascoiberismo". HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Vascoiberismo"5 6

Otros lingüistas como Rodríguez Ramos van más allá y sugieren la


posibilidad de que aunque el protovasco y el protoíbero provendrían
de un mismo grupo de lenguas emparentadas, no tendrían una relación
genética directa y los hablantes de ambas protolenguas habrían
llegado a la zona de los Pirineos y a la Península Ibérica hace unos
3000 años con la cultura de los campos de urnas. De manera que
aunque el íbero no era el protovasco, ambos sí serían parte de la
misma familia lingüística.

Últimos avances
Los últimos avances en el conocimiento de la lengua íbera, partiendo
de estudios meramente internos, han inducido algunos significados y
semejanzas entre la lengua vasca y la íbera, sin llegar a tratar de
pretender traducir la una a partir de la otra. La mayoría de los
lingüistas se han mostrado prudentes y Joaquín Gorrochategui por
ejemplo denomina "un cierto aire de familia" a esta relación, lo que en
un lenguaje más científico se llama Sprachbund HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Vascoiberismo". HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Vascoiberismo"5 6

Otros lingüistas como Rodríguez Ramos van más allá y sugieren la


posibilidad de que aunque el protovasco y el protoíbero provendrían
de un mismo grupo de lenguas emparentadas, no tendrían una relación
genética directa y los hablantes de ambas protolenguas habrían
llegado a la zona de los Pirineos y a la Península Ibérica hace unos
3000 años con la cultura de los campos de urnas. De manera que
aunque el íbero no era el protovasco, ambos sí serían parte de la
misma familia lingüística.

La teoría del sustrato vascónico propuesta por el lingüista alemán


Theo Vennemann HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Theo_Vennemann"8
defiende que muchos idiomas de Europa occidental contienen
restos de
una antigua familia lingüística, de la cual el euskera es la única
sobreviviente. Según esa hipótesis no solamente el protovasco y el
íbero, sino otras lenguas de Europa occidental surgieron de un mismo
estrato de población que se dispersó después de terminar la pasada
glaciación desde de la península ibérica y, que de acuerdo con los
análisis genéticos llegó hasta Gran Bretaña e Irlanda HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Vascoiberismo". HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Vascoiberismo"9
Tal expansión coincide con la
distribución homogénea en el área atlántica del haplogrupo R1b del
cromosoma Y y de las variantes del haplogrupo H del HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Haplogrupo_H_(ADNmt)"ADN
HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Haplogrupo_H_(ADNmt)"mitocondrial
predominantes actualmente entre vascos, irlandeses y británicos. La
época de la difusión de este último haplogrupo por Europa occidental
ocurrió partir del Neolítico medio, hace aproximadamente 6.100 a
5.500 años, en tanto el incremento de su frecuencia y
diversidad coincidió con la expansión de la cultura del vaso
campaniforme desde la península ibérica en el Neolítico
Tardío, hace unos 4.800 años.
• La guerra sertoriana
En el 123 Metelo conquista las Baleares, en el momento de la reforma
agraria de Cayo Graco. Roma estaba internamente pasando por una
dificil crisis, entre la pugna entre optimates y los populares, entre
senadores y cónsules y tribunos de la plebe, creándose una brecha
cada vez mayor en la que se proponen medidas para corregir el
desequilibrio, lo que no cayó en saco roto ya que en el 114 Cayo
Mario continuó de alguna manera con ello diez años después. Esto
tuvo dos efectos inmediatos: se conquistaron Palma y Polentia.
Primero consolida el territorio fundando dos colonias, lo cual es
habitual después de una guerra. La colonización se hizo por vía
marítima y por ello eran fundamentales los puertos. Algunos de ellos
fueron de origen fenicio, como los de Ibiza y Menorca. A continuación
quedaría el territorio peninsular perfectamente conectado con Roma.
Ya controlan puertos como el de Lisboa, en zona lusitana.

En el 114, Mario viene como pretor a la ulterior, siendo de origen


plebeyo pero logrando hacer la carrera política. Sus acciones de
desenvuelven sobre todo en terreno lusitano. En un documento muy
particular se señala la deditio, un pacto de rendición de un pueblo
lusitano, probablemente no muy grande, seguramente una tribu. Parte
del bronce del documento ha desaparecido, y se trata de un
documento oficial. Aparecía incompleto el nombre de “Seano...(ci)”.
Recogía las cláusulas entre el gobernador romano y los seanócidas, la
rendición estipulada según el término de deditio. Roma establecía
que podían seguir utilizando sus casas y sus tierras al modo habitual,
siguiendo con sus costumbres. En su funcionamiento interno no se
producía ninguna alteración.

Todavía ya en el 105 había algunas tribus lusitanas no sumisas. La


sumisión era más sobre el papel que sobre el terreno, porque en algún
momento estos lusitanos se sublevaron y después pactaron. Lo que
ocurrió veinte años después con Sertorio fue que éste llevó a cabo una
guerra contra Roma apoyándose en los lusitanos indígenas. En este
contexto, las fronteras no eran herméticas, porque Mario debió sofocar
la entrada de cimbrios y teutones en territorio romano. Estas dos
invasiones apenas tuvieron efecto ya que los vencieron rápidamente.
También se desencadena la guerra social de Roma: Los sometidos
debían contribuir con un tributo estipendiario y con tropas auxiliares,
reservando las tropas auxiliares (no ciudadanos romanos) para otros
encargos menores.
Mario perdió ante Sila, pero un seguidor de aquél, Sertorio, llega a la
Peninsula a hacerse cargo de su provincia en la Hispania Citerior. Sila
lo persigue en Hispania como resultado de las proscripciones. Sertorio
se apoya rápidamente en los lusitanos para salir del apuro. La guerra
social se llamó así por motivos particulares: los ciudadanos se
llamaban a sí mismos cives romani, pero los itálicos nunca se
sintieron como sometidos, no eran ciudadanos, tampoco sometidos,
pero eran denominados socii. Son los socii los que se sublevan contra
Roma porque quieren el mismo nivel jurídico que los ciudadanos
romanos, es decir, quieren la ciudadanía. En esta guerra se enfrentan
tropas romanas con tropas itálicas, en las que Roma recluta tropas
auxiliares.

• El Bronce de Áscoli
Casualmente en Áscoli el bronce concedía la ciudadanía romana, por
un Pompeyo, a los indígenas romanos, el padre de Pompeyo Magno.
Y este escuadrón indígena hispano recibe el nombre oficial de Turma
Salluitana. No combatían como una legión sino como un escuadrón,
una turma. Eran un total de treinta hombres que combatían con su
unidad propia, y procedía de la ciudad de Salluiye, que era la actual
Zaragoza en su nombre ibérico. Eran poblaciones circundantes de la
actual Zaragoza. Son recompensados por su valentía con premios en
especie y con la ciudadanía romana.

Muy pocos kilómetros más allá, tenemos otro bronce, el contrebiense


ya escrito en latín, y unos pocos años antes otros bronces aún en
ibérico, lo que da una idea de cómo se comportaban fuera de la
península y dentro de ella: eran capaces de entender el ibérico y el
latín. Da una idea de cómo es el proceso de romanización en Hispania
y este hecho es extensible a los lusitanos en el contexto de la guerra
sertoriana.

El bronce de Ascoli es una placa inscrita de bronce del año 89 a. C. encontrada


en 1908 en Roma(Italia). Para combatir contra los itálicos
sublevados en la Guerra de los Aliados (91-88 a.C), el cónsul
Pompeyo Estrabón contó con una caballería llamada Turma
Salluitana. Como premio a la conquista de Áscoli, el cónsul les
concedió entre otras recompensas la ciudadanía romana, hecho que
reflejo en una tablilla de bronce.
El bronce de Ascoli es una placa inscrita de bronce del año 89 a. C.
hallada en 1908 en Asculum en Roma y que se encuentra
actualmente en el Museo Capitolino.

Básicamente hace referencia a las recompensas dadas por Cneo


Pompeyo Estrabón a la Turma Salluitana en la toma de Ascoli
durante la Guerra Social o de los Aliados (hacia el 90 a. C.).

Su importancia estriba en que los nombres de la lista son todos


ibéricos y han permitido conocer la estructura interna de los
antropónimos íberos.

Cabe destacar que los jinetes que participaron en esta batalla


procedían de Hispania, en concreto del valle medio del Ebro.

Otro aspecto a tener en cuenta es que los padres de estos jinetes


seguían siendo extranjeros, mientras que ellos pertenecía a Roma, esto
da cuenta de los progresos de la romanización del imperio.

• Los Bronces de Botorrita


Los bronces de Botorrita son una serie de planchas de bronce del siglo
I a. C. encontradas en Contrebia Belaisca, en Cabezo de las
Minas, cerca de la actual Botorrita, en las proximidades de
Zaragoza.

El yacimiento de Contrebia Belaisca ha producido cuatro bronces, tres


de ellos en escriturapaleohispánica (lengua celtíbera) y otro en
escritura latina (el cual es legible sin

demasiadas dificultades). La relación de los textos es muy


cuestionable, en cuanto proceden presuntamente de la acrópolis o en
todo caso del tabularium (archivo municipal) de la ciudad. La riqueza
escritural de esta ciudad puede ser debida a condiciones sociales (ser
centro jurídico de la zona) o bien condiciones fortuitas (lugar donde
algún desastre bélico rápido impidió la posterior reutlización del
bronce cuando no era útil).

El llamado bronce de Botorrita I o gran bronce de Botorrita fue


encontrado en 1970 y es el texto en celtíberomás extenso que se
había hallado hasta la fecha. Se trata de una placa de bronce de unos
40x10 cm datada hacia el año 70 a. C. Este Bronce está escrito por
ambas caras. Consiste en un texto de 11 líneas en la parte delantera
que se continúa con una lista de nombres en la parte trasera.
El Bronce II o TABULA CONTREBIENSIS, fue hallada a finales de
1979, es una inscripción en latín que recoge un texto jurídico, datado
el 15 de mayo del año 87 a. C., en una lámina de unos 41 x 20 cm.
Recoge, en veinte líneas, un pleito entre los habitantes de Salduie
(actual Zaragoza) y Alaun (actual Alagón), por una canalización de
aguas que querían realizar los primeros,los alavonenses se
consideraron perjudicados y las partes acordaron encomendar el fallo
a neutrales (los magistrados de Contrebia Belaisca, Botorrita), que
dieron razón a los saluienses. Todo ello previo conocimiento y con la
sanción aprobatoria del proconsul romano, Cayo Valerio Flacco. Es la
primera querella documentada en la Península ibérica.

El tercer bronce fue descubierto el 20 de octubre de 1992. Se


encontró en tal estado de corrosión que sólo se pudo leer con
rayos x. Representó una gran promesa por la extensión del mismo
(77x48 cm) al estilo de los escritos romanos sobre bronce, de
hecho el texto celtíbero recogería un neologismo técnico: albana
presuntamente
derivado del correspondiente término latino alba (plural de neutro
album). Album era la forma con la que se denominaba a la tabla de
comunicados, edictos, listas, anales sobre tablones de madera
encalados con yeso y que tenían la finalidad de ser expuestas al
público. Del latino pasaría, por neologismo, al celtíbero
modificándolo correspondientemente.Lo que muestra es un censo de
personas sin que el motivo esté claro aún: reparto de tierras,
contabilidad de contribuyentes en los impuestos, ....

En cuatro columnas se registran 254 personas, de las que, al menos,


27 corresponden a mujeres. Aparecen personas que llevan nombres de
grupos lingüísticos diferentes como Iunstir, Bilosban,
Bubilibor;nombres griegos como: Antiocos, Tiokenes (¿Diógenes?), y
Tais (¿Thais?) y latinos como Balakos Sekonzos (¿Flaccus
Segondus?), Markos (¿Marcus?), Bolora (¿Flora?), Saluta (¿Saluta?)...

El paralelo documental más cercano tanto cronológica como


geográficamente se halla en el famoso Bronce de Ascoli del año 89
a.C. Como contraposición el
enigmático titulum de Botorrita III frente a la fácil lectura latina de
Ascoli lo que origina que su propósito siga siendo controvertido.
¿Listado de colonos de un reparto de tierras?
¿Censo de regantes ?. El ámbito de aplicación no tiene porqué
subscribirse al ámbito de Contrebia Belaisca (Botorrita, Za) lugar de
aparición del texto, sino que necesariamente,
por la alusión a los Alavonenses y a los Sosinestanos pudiera implicar
a territorios de la ribera alta del Ebro y, tal vez, de la comarca de las
Cinco Villas, de notable y floreciente presencia romana, como
atestigua el enclave de Los Bañales de Uncastillo. Así de este modo
Botorrita quedaría marcada por la presencia temporal de la silla
proconsular o ser centro religioso-civil para las comunidades cercanas,
de forma que fuera lugar exquisito para la publicación de documentos.

• Las estrategias de la guerra


La guerra sertoriana es una guerra romana que venía arrastrando las
diferencias entre optimates y populares desde el siglo I hasta César y
Pompeyo. Cuando César intenta volver a Roma, tiene el veto del
senado por defender a la plebe. Hispania son provincias que entran en
el entramado político de manera indirecta. En su lugar, pues está en
las Galias, defienden sus intereses los tribunos. Después se abalanza
sobre Roma como si d eun golpe de estado se tratase. Hispania
participa indirectamente del conflicto. Sila envía a Metelo contra
Sertorio, moviéndose por lusitania ya que se apoya Sertorio en ellos,
fundando Metellinum como colonia en el 77. Después Sertorio
desplaza el centro de operaciones al Valle del Ebro, tomando como
eje Osca (Huesca). Como no se llega a nada, envían a Pompeyo, y
pasan cinco años luchando entre ellos.

Pompeyo funda Pompeya como centro logístico contra los


sertorianos. Y la guerra acaba en el 72, sin llegar a ninguna
consecuencia: Sertorio muere por traición y la guerra se reanuda, tras
apagarse un año después, entre César y Pompeyo. César, al vencer a
Pompeyo, concede nuevamente la ciudadanía a los combatientes y
funda una colonia, la de Urso (Osuna).

Cuando César vino a Hispania, trato de tejer una red clientelar, que se
manifiesta en los nombres de sus clientes, que adoptan el de sus
patronus, sirviéndose de ella para la guerra civil, por lo que los
hispanos también entrarían indirectamente en la misma.
Metelo activó un centro logístico desde el que operar, la fundación
propia de Metellinum, a orillas del Guadiana. La convierte en su base
de operaciones y parte en el 79, buscando el corazón de la Lusitania,
la sierra de la Estrella, etc, la zona principal de los lusitanos.

No obtiene resultados fructíferos y decide bordear el Guadiana hacia


Lisboa, volviendo otra vez por el Tajo, debilitando a Sertorio por el
sur, pero no lo consigue ni en una campaña ni en otra. Mientras tanto
Sertorio le encarga a su lugarteniente Hirtuleyo que salga hacia el
este para frenar al pretor de la Citerior, Calvino, que viene en ayuda
de la Ulterior. Después éste busca el Jalón y se dirige hasta
Caesaraugusta, a Saluye, donde logra que la Ulterior quede
desprovista de tropas y a merced de Sertorio.

Al año siguiente en el 77 Sertorio traslada su campo de operaciones al


Valle del Ebro, posiblemente muy romanizado y apto para lo que
pretendía: crear un núcleo pro-popular romano para tratar de imponer
en Roma un gobierno popular. Desde Osca se mueve durante cinco
años. Además, posee los puertos de Tarraco, Sagunto y Valencia,

pudiendo fácilmente embarcar. Por ello la guerra se encarga a


Pompeyo, que le lleva cinco años la guerra y al final asesina a
Sertorio.

Finalmente la pugna es por controlar los puertos. Pompeyo desciende


denorte a sur y derrota a otro de sus lugartenientes. Más tarde en
Lauro se enfrentan Sertorio y Pompeyo, que se saldó realmente a
favor de Sertorio, pero la guerra continuó: Pompeyo compró a otro de
sus lugartenientes, Pertenna, para asesinarle. Sertorio muere en Osca.
Sin embargo, el conflicto se prolongó durante 10 años y existió en
todo momento un frente militar de los populares totalmente activo.

Después de muerto, Calagurris fue una de las ciudades que resistió


hasta sucumbir a Pompeyo. Allí se acuñaba moneda, pero entonces en
caracteres ibéricos. Cuando César vence en la guerra civil, establece la
clientela calagurritana de César goza de un estatuto jurídico en la que
ya acuña en latín, una generación después. En cambio, en Pompaelo
(Pamplona), fundación de Pompeyo, al norte del Ebro, seguiría siendo
una ciudad estipendiaria, por motivo de castigo, la cual tampoco
acuñaba moneda. ¿Y cómo funcionaba una colonia romana?
Afortunadamente se conservó un documento oficial, la Lex de la
colonia de Urso (Lex Ursolensis), y el resto funcionaba igual que ésta.

• Quinto Sertorio
Quinto Sertorio, en latín Quintus Sertorius (Nursia, 122 a. C. -
Osca, 72 a. C.), fue un destacado político ymilitar HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Antigua_Roma"romano de la época
final de la República romana, célebre por el movimiento antisilano
que dirigió enHispania. Posteriormente fue mitificado como héroe
nacional de España.
Perteneciente a una familia humilde aunque relacionada con
la aristocracia HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Rep%C3%BAblica_romana"republicana
a través de su tío, Cayo Mario, sirvió a las órdenes del mismo durante
la Guerra de Yugurta y durante la Guerra Cimbria, donde se labraría
cierta fama como militar. Su carrera política comenzó cuando fue
nombrado tribuno
militar (97 a. C.) y destinado a Hispania, donde sirvió a las órdenes
de Tito Didio; aquí mostró de nuevo sus habilidades militares
llegando a ser condecorado con una corona gramínea (93 a. C.) tras
derrotar a unos rebeldes en Cástulo.

En 90 a. C. fue elegido cuestor de la Galia Cisalpina. Tras expirar su


tiempo en el cargo combatió en calidad delegatus durante el
transcurso de la Guerra Social. Cuando estalló la guerra civil entre su
tío y su antiguo lugarteniente, Sila, se declaró aliado del primero; no
obstante, siendo nombrado pretor por el régimen de Cinna y Carbón,
se trasladó a Hispania antes de que los conservadores tomaran la
capital.

Tras ser nombrado dictador por el Senado, Sila decidió acabar con el
último vestigio del régimen rebelde que aún se resistía a someterse a
su persona; para ello enviaría a dos de sus comandantes más hábiles y
leales, Metelo Pío (79 a. C.) y Pompeyo (76 a. C.).

La llegada de este último inclinaría la balanza bélica a favor de los


conservadores que, en una campaña conjunta acabaron con casi toda
la resistencia (74 a. C.). Estas últimas derrotas dieron pie a la
concepción de una conspiración liderada por Marco

Perpenna que acabó con su vida en 72 a. C. El propio Perpenna


asumió el liderazgo del régimen rebelde, al que Pompeyo aplastó
pocos meses más tarde.

La guerra contra Pompeyo

El Senado de Roma envió a la Citerior a Cneo Pompeyo Magno, quien cruzó


los Pirineos por su parte oriental al frente de un ejército de
30.000 legionarios1 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Quinto_Sertorio" y 1.0004 a
1.5001 jinetes, más 20.000 auxiliares,4 5 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Quinto_Sertorio" y penetró en la
provincia
en 76 a. C. Ese mismo año, Pompeyo fracasó estrepitosamente en su
intento de liberar del asedio sertoriano la ciudad de Lauro, también
conocida entonces como Edeta,
hoy Liria, que a causa de distensiones internas había cambiado de
bando. El general sabino realizó una hábil maniobra táctica que le
ocasionó a Pompeyo la pérdida de
10.000 hombres y algunos de sus oficiales en una brillante acción
militar, mientras el grueso de sus fuerzas luchaban contra Pompeyo,
envió una fuerza de 6.000 hombres a atacar por la retaguardia al
enemigo.1 6 Pompeyo, humillado y derrotado, sin suministros y
encerrado en su campamento, fue testigo del escarmiento del sabino.
Sertorio fue indulgente con la población civil pero no con la ciudad
que fue saqueada e incendiada, además envió dos cohortes a saquear
los restos del campamento pompeyano.6 Mientras Pompeyo se
retiraba durante la noche, fue emboscado por 2.000 jinetes y 20
cohortes de infantes comandas por Tarquino Prisco y Octavio
Grecimo,6 sufrió la pérdida de otros 10.000 soldados.1 Otros 5.000
aliados suyos que intentaron defender su retaguardia fueron
masacrados y dispersados.4

Un año después, gracias a la colaboración de los dos procónsules, el


curso de la guerra comenzó a cambiar: Metelo logró vencer a
Hirtuleyo en Itálica y, meses después, destruir su ejército en la batalla
del río Silingis (probablemente en las inmediaciones de una Segovia
de difícil localización) en la cual perdió la vida el propio Hirtuleyo
con
20.000 de sus hombres.6 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Quinto_Sertorio" A continuación,
Metelo salió a marchas forzadas a reunirse con Pompeyo, el cual tras
derrotar a Cayo Herennio y 20.000 de sus hombres cerca de la actual
Valencia HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Quinto_Sertorio", HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Quinto_Sertorio"7
uno de los lugartenientes de Sertorio,
el cual murió frente a los muros de la ciudad junto a más de 10.000
soldados,6 7 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Quinto_Sertorio" y conquistar la colonia
aliada de los rebeldes de Valentia Edetanorum, tuvo un desafortunado
encuentro con el general sabino en el río Sucro. La batalla tuvo un
desenlace dudoso, 3.000 sertorianos y 6.000 pompeyanos murieron en
ella.1 En un flanco salió victorioso Lucio HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Lucio_Afranio"Afranio, uno de los
oficiales de mejor prestigio de Pompeyo, mientras que en otro flanco
fue el propio Sertorio quien frenó la derrota parcial de su lugarteniente
Perpenna. En esta cruenta batalla salió herido el mismo Pompeyo tras
la refriega con un íbero. Sertorio y Perpenna perdieron cerca de 5.0001
a 20.0008 de sus hombres, y los senatoriales una cifra similar.8
Sertorio huyó de Sucrone tras la batalla al cerciorarse que las
avanzadas del ejército de Metelo aparecieron por el suroeste de la
llanura de Sucrone. Hubo un tercer enfrentamiento campal frente a los
muros de Arse poco después, de idéntico resultado ambiguo, que se
saldó con la muerte de Lelio, cuñado de Pompeyo, y la aparatosa
herida en combate de Metelo, con el que concluyeron las campañas de
75 a. HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/75_a._C"
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/75_a._C"C.

Sin duda durante estos meses los vascones, o una parte de ellos,
concertaron una alianza con Pompeyo, quien avanzado el año y
encontrándose escaso de víveres, se retiró a su territorio. Aquel mismo
invierno fundó la ciudad de Pompaelo, quizá sobre una aldea
preexistente.

En el año 74 a. C. Pompeyo disponía de 40.000 a 50.000 hombres en


su ejército gracias a los refuerzos que recibió desde Roma, mientras
que Sertorio veía menguar sus fuerzas, más por las deserciones que
por bajas en combate.9 Fue entonces que los senatoriales cambiaron su
táctica, en lugar de enfrentar al hábil Sertorio en costosas campañas
campales optaron por asediar y conquistar una por una las plazas
fuertes enemigas. Sin embargo, Sertorio consiguió causarles
numerosas bajas al socorrer oportunamente a sus ciudades. A esto se
suma que los senatoriales tras apoderarse de las zonas costeras
llevaron la guerra al interior de la península, evitando así la llegada de
refuerzos y suministros por mar a los sertorianos. HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Quinto_Sertorio"1

Campañas militares y desenlace

En 74 a. C., ambos -Pompeyo y Metelo- avanzaron en dos frentes (el


primero por el valle del Duero hacia el oeste, y el segundo en el
frente oriental, a lo largo del valle del Jalón), asediando los puntos
fuertes de Sertorio, destruyendo los campos y tratando de atraerse a
la población indígena. Las dificultades de Sertorio parecen venir
confirmadas por el pacto suscrito con Mitrídates VI, rey del Ponto y
eterno enemigo de Roma quizá ya a finales de 75 a. C.Pompeyo y
Metelo se unieron, a finales de esta campaña, en su intento de tomar
Calagurris, ciudad defendida personalmente por Sertorio. El fracaso
de ambos les costó 3.000 soldados4 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Quinto_Sertorio" y les obligó a retirarse
y esperar, tras el invierno, a una nueva campaña.

A lo largo del año 73 a. C., Pompeyo, sin la ayuda ya de Metelo,


llevó a cabo una intensa campaña de conquistas en la Celtiberia, lo
que obligó a Sertorio a hacerse fuerte en el valle del Ebro
(especialmente en las ciudades de Ilerda, Osca y Calagurris). Las
plazas fuertes de Sertorio en el Levante -Tarraco y quizá Dianium -
también cayeron durante estos meses. Finalmente, ya en el año 72 a.
C., una conspiración de sus más directos colaboradores, encabezada
por el instigador Marco Perpenna y secundada por Aufidio, Octavio
Graecino, Fabio el Hispaniense, Antonio y otros cuantos allegados
más del sabino, puso fin a su vida durante un banquete organizado
por el propio Perpenna en su villa de Osca con el pretexto de agasajar
a Sertorio por una falsa victoria.

Marco Perpenna asumió el gobierno de las pocas plazas que se


mantenían firmes a la rebelión en la Citerior como sucesor de
Sertorio, pero poco después fue derrotado en combate al presentarle
batalla a Pompeyo, cayó prisionero en el lance y fue ejecutado poco
después por orden directa de Pompeyo. Con su ejecución evitó que
Marco Perpenna utilizase cierta correspondencia comprometedora que
consiguió tras la muerte de Sertorio que inculpaba a muchos
aristócratas itálicos en la revuelta.

En este momento, diversas ciudades se sometieron a Pompeyo, entre


ellas Osca. También se sometieron los vascones leales a Sertorio.
Sólo tres ciudades se resistieron: Tiermes, Uxama (Osma), Clunia y
Calagurris, pero las tres fueron tomadas por los legionarios romanos.
Cabe hacer especial mención a la obstinación final
de Calagurris, en cuyo asedio según la propaganda de la época los
sertorianos más radicales llegaron a la antropofagia antes de rendirse
a las tropas pompeyanas. Este hecho trascendió tanto en la opinión
pública que bien entrado el Imperio aún se hablaba de la "fames
calagurritana". La mayoría de los prófugos sertorianos huyeron a
Mauritania o se unieron a los piratas cilicios.

La personalidad de Sertorio fue presentada de forma muy distinta,


tanto por la tradición romana (Plutarco es favorable a su persona,
mientras Apiano es contrario a ella) como por la moderna
historiografía.
• Viriato, el caudillo lusitano
Viriato (muerto en 139 a. C.) —Viriathus en latín, tal como fue
recogido en las fuentes romanas— fue un líder de la tribu de los
lusitanos, que hizo frente a la expansión
de Roma en Hispania a mediados del siglo II a. C. en el territorio
suroccidental de la península ibérica, dentro de las llamadas guerras
lusitanas. Su posición al frente de los lusitanos tenía al parecer una
naturaleza electiva, es decir, no era hereditaria, sino que se debía a los
éxitos militares del caudillo.1 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" El nombre de Viriato deriva de
la palabra céltica «viña», equivalente al término latino Torquatus, que
haría referencia a un tipo de adorno característico de los guerreros
célticos.2 También puede provenir del ibérico
«viria», equivalente también a Torquatus y que significaría «pulsera»
o «brazalete», en definitiva, un ornamento.3 Se le ha llegado a
considerar como «el terror de Roma»

Las fuentes para el estudio de Viriato son todas clásicas, de


historiadores romanos, y entre ellas destacan la deApiano y la de
Diodoro de Sicilia. Mientras que la obra del primero se centra más en
una enumeración cronológica de hechos, dando especial importancia a
lo militar, la del segundo tiene más bien «una finalidad moralizante y
dramática», idealizando la figura del líder lusitano.5 También
escribieron sobre
él Eutropio, Orosio y Suidas, Tito Livio o Floro. Según la mayor parte
de las fuentes Viriato era originalmente un pastor.6 Otras fuentes
proponen que pertenecía a la clase de los guerreros, la ocupación de la
élites gobernantes lusitanas. Los autores romanos se refieren a él
como el dux del ejército lusitano y como el adsertor —protector— de
Hispania,7 o como un imperator —conductor—8 de las tribus lusitanas
y celtíberas. HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"9

La mayor parte de su vida y de sus campañas guerreras forman parte


de la leyenda tejida en torno a su persona. Tito Livio le describe como
un pastor que se hizo cazador y soldado. Para Apiano, fue uno de los
guerreros que escapó de la encerrona del
pretor Galba a la flor de la juventud lusitana descrita más adelante.
Según Apiano, Viriato fue el jefe «que mayores dotes de mando había
tenido entre los bárbaros y el más presto al peligro atrevido (...) y el
más justo a la hora del reparto del botín», lo que
hizo que durante los ocho años de guerra su heterogéneo ejército no se
le rebelara jamás y fuera «el más resuelto a la hora del peligro»

En el siglo III a. C. Roma comenzó la conquista de Hispania durante


la Segunda Guerra Púnica, cuando el Senado envió un ejército para
bloquear la llegada de refuerzos
a Aníbal, que estaba en Italia. La conquista duró doscientos años, y
la Guerra Lusitana es una de las mejor documentadas de dicho
periodo. La primera incursión de
Roma seria en Lusitania tuvo lugar en el 185 a.C..25 Ante los
constantes ataques de los ejércitos romanos a los lusitanos, con los
que el pretor Marco Atilio Serrano había firmado un tratado de paz26
en 151 a.C. —que los lusitanos rompieron rápidamente— 27 , una
comitiva de estos —• 30 000 según las fuentes—28 acudió en son de
paz
ante Galba, el cual les prometió un reparto de tierras. Alegando tal
propósito, los dividió en varios grupos y mató a traición a muchos de
ellos —de 800029 a 900030 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" —, tras lo cual envió a los
supervivientes a las Galiascomo esclavos, prisioneros que sumarían un
total de 20 000 lusitanos. HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"30 31 Entre
los pocos lusitanos —unos 100030 — que consiguieron huir de la
matanza se encontraba Viriato.31 32 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"33
Galba sería más tarde juzgado por el
Senado de la República Romana pero resultaría absuelto.

La pobreza de la tribu lusitana, unida a la afrenta sufrida por la


masacre de Galba, hizo rebelarse a Viriato.28 En el año 147 a. C.
Viriato y un contingente de lusitanos comandados por él decidieron
hacer una incursión en la Turdetania,36 aunque serían cercados —en
los alrededores de Urso—36 por el ejército de Cayo Vetilio, quien les
ofreció una propuesta de paz que sería rechazada por Viriato debido al
temor a un incumplimiento del pacto por parte de los romanos.36
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" Finalmente
Viriato y los lusitanos lograron invertir la situación, al conseguir huir
del cerco de Vetilio y emboscar a sus tropas supuestamente en el
desfiladero del río Barbesuda HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato", HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"37
con lo cual lograron infligir 4000 bajas al
ejército de Vetilio y derrotar al pretor.37 32 Un guerrero lusitano acabó
con la vida de Vetilio al tomarlo por un soldado sin valor, ante la
vejez y gordura del pretor.38 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"39
Esta derrota de Vetilio tendría lugar cerca
de la polisde Tribola y permitió el saqueo posterior de Carpetania por
parte de los lusitanos, así como ataques a destacamentos romanos en
el Guadiana y el Tajo HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato", HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"28
además de suponer el encumbramiento de
Viriato como líder lusitano.40 En el año 146 a. C. Viriato consiguió
nuevas victorias militares contra el pretor Plautio, en Carpetania,41 28
y el gobernador de la Citerior, Claudio Unimano HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato". HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"28
Se cita el año 146 a. C. como la fecha en la
que Viriato supuestamente habría atacado la ciudad de Segobriga,
identificada por Schulten en el yacimiento de Cabeza del Griego,
cerca de la actual Saelices el Chico, Cuenca HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato". HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"42

Apiano afirmó que el guerrero, tras vencer a Gayo Plaucio, se retiró a


un monte llamado de Venus,43 44 al que habría acudido de nuevo tras
batallar contra Quintias
(App. Iberike, 66).45 Este cerro ha sido relacionado hoy en día con el
cerro de San Vicente, en virtud a hallarse al norte del Tajo, al cultivo
de olivos y a su carácter de atalaya natural.

En el año 144 a. C. el cónsul Fabio Máximo consiguió la retirada de


Viriato, el cual, sin embargo, siguió atacando a Roma los años
posteriores, durante los cuales conquistaría

la ciudad de Tucci —la actual Martos HYPERLINK


"http://es.wikipedia.org/wiki/Martos"28
o bien Tejada la Vieja HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Tejada_la_Vieja"47
— y la región de la
Bastetania HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato". HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"28 47
En el año 143 a .C. Viriato logró
extender la revuelta a
la Celtiberia con la participación dearévacos, HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"48
tittos y bellos, ya que hasta entonces sólo
habían tomado parte lusitanos y vetones, HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"49
lo que dio inicio a latercera guerra
celtíbera.

Durante las campañas posteriores Viriato venció a Cayo Plaucio


cerca de Viseo, entre el Duero y el Mondego, HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"50
a Claudio Unimano cerca de Ourique
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Ourique"51
—tras lo cual, según Floro y
Orosio, Viriato se haría con los estandartes romanos y decidiría
colocarlos a modo de trofeo de guerra en lo alto de las montañas—52
y a Cayo Nigidio, gobernador de la Citerior HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato". HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"53 52
HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" En el apogeo de estas
campañas contra Roma, los lusitanos controlaban una gran parte de
la Ulterior y el sur de la Citerior.54

El año 145 a.C. supuso cierto punto de inflexión en el desarrollo de


las guerras lusitanas, puesto que Roma, tras acabar laguerra contra
Cartago, podría destinar más tropas y atención a la provincia de
Hispania.55 HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"
Las fuerzas que trajo consigoQuinto Fabio Máximo Emiliano —
que sustituyó a Cayo Plaucio, desterrado por sus fracasos
militares—56 , quien instaló su centro de operaciones en la ciudad
de Orsona HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato",
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"57 56
así como su experiencia
militar ocasionaron la retirada de Viriato, con lo que tuvo que
ceder las principales ciudades dominadas por los lusitanos en el
sur de la península, HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"58 tras lo
cual se replegaría a la ciudad de Baikor —que Schulten relacionó
con Baecula, la actual Bailén HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato", HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"59
aunque puede también asociarse con
60
Baena— .
Viriato sería hostigado asimismo desde el norte por Cayo Lelio el Sabio.

Tras una serie de victorias posteriores de Viriato contra los ejércitos


romanos,62 con continuas correrías y razzias lusitanas alrededor de
143 a.C.63 , los romanos enviaron al cónsul Quinto Fabio Máximo
Serviliano con un número mayor de tropas y con elefantes
—18 000 unidades de infantería, 1600 de caballería, 10 elefantes y
300 jinetes africanos—64 . Este empezaría liberando ciudades del sur
de Hispania como Tucci, para continuar en persecución de Viriato
hacia Lusitania —sufriendo también el ataque de los desertores Curio
y Apuleyo—.65

Viriato terminó cercando a Serviliano en Erisana, con una incursión


nocturna. HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"65 En esta situación el
caudillo forzaría a Serviliano a firmar un acuerdo de paz en el
140 a. C.,66 67 ratificado por el Senado romano.28 En este pacto —
foedus— se otorgaba la independencia a las tierras de Lusitania
poseídas por Viriato,64 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" los romanos reconocieron a
Viriato como dux(jefe) de los lusitanos y le otorgaron el título de
amigo del pueblo romano («amicus populi romani»).64 68
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" Las
motivaciones de Viriato para firmar la paz con Serviliano podían
obedecer a unas posibles pretensiones del caudillo de lograr
convertirse en una especie de rey de una Lusitania independiente y en
paz con Roma, así como al hartazgo de la guerra.69 70 Estefoedus con
los lusitanos sería visto con malos ojos por otros generales romanos
—deformem pacem71 —, por considerarlo una cesión inaceptable y
vergonzosa ante Viriato,64 y Serviliano sería sustituido por su
hermano Quinto Servilio Cepión, que reanudaría la guerra en la
región previo permiso del Senado

Tras la llegada de Cepión, Viriato huyó de Erisana hacia


la Carpetania. Cepión se adentró profundamente en Hispania en pos
del caudillo, en territorios pertenecientes a las tribus de los vetones y
los callaicos. Viriato tuvo que hacer frente también al hostigamiento
por parte de las tropas de Marco Popilio Lenas desde la submeseta
norte. HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"73 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" En esta situación el líder
lusitano se vio finalmente obligado a negociar con Roma, a través de
Popilio Lenas,74 quien exigió a Viriato la entrega de desertores, así
como de las armas, a lo cual este se negó, retirándose.75 Sin embargo,
en el año 139 a.C. Viriato tuvo que volver a intentar pactar con Roma,
esta vez directamente con Cepión.

Según Apiano a los asesinos de Viriato —los ursonenses


HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Audax"Audax, Ditalcos y
Minuros— Cepión les prometió la entrega de grandes riquezas,
ventajas personales y tierras una vez perpetrado el crimen.76 77 Se
contempla tanto la opción de que la iniciativa del asesinato partiera
inicialmente de estos tres como la de que proviniera de Cepión, quien
les habría sobornado tras acudir estos en calidad de embajadores, sin
mala fe.78 HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" Este
hecho tendría lugar en el 13979 o el 138 a. C.76 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" La leyenda cuenta que, al
volver a su campamento después de la reunión con Cepión, estos lo
mataron mientras dormía, clavándole un puñal en el cuello, puesto
que Viriato siempre dormiría con la armadura puesta. HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"77
HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" A continuación estos
marcharon al campamento romano a cobrar la recompensa, donde
Quinto Servilio Cepión les habría negado esta con la frase: «Roma
traditoribus non praemiat», esto es, «Roma no paga a traidores».80
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" La historiografía
posterior admite la posibilidad de que esta frase fuera una invención
posterior. De cualquier modo transmite la idea de la versión
tradicional que sostiene que los romanos nunca habían aprobado la
muerte de un jefe rival a manos de sus propios hombres.
También es posible que esta versión sobre la reacción de Roma
ante el crimen fuera posterior y la República romana quisiera
ocultar el hecho de ser responsable de tal traicionero asesinato.

Tras su muerte recibió por parte del ejército lusitano un magnífico


funeral, en el que fue incinerado, con la realización de distintos
sacrificios animales y más de doscientos combates en honor del
fallecido.81 Este funeral fue significativo del gran carisma del guerrero
entre sus soldados,81 pues bajo su liderazgo no hubo motines ni
disensiones en el seno de su ejército.81 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" El poeta Federico Muelas sitúa
—legendariamente— la tumba de Viriato sobre el Tormo Alto, una de
las figuras de piedra caliza de laCiudad Encantada de Cuenca
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato". HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"14
HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato"82
HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Viriato" La muerte de Viriato supuso el
comienzo del fin de la resistencia lusitana en Hispania.

• Las guerras celtibéricas


Se denominan guerras celtíberas o celtibéricas a los enfrentamientos
bélicos producidos a lo largo de los siglos III y II a.C , entre la
República romana y los distintos pueblos, denominados celtíberos,
que habitaban en la zona media del Ebro y la meseta superior. Estos
enfrentamientos tuvieron una extensión temporal, muy desigual en la
duración, con diversas treguas, pactos, asedios y batallas.
Antecedentes

A la llegada de los romanos, los celtíberos que estaban gobernados


por príncipes, no por reyes, HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas"3
tendían a formar una gran
confederación y a ejercer su influencia en áreas muy alejadas de su
territorio. Las relaciones entre Celtiberia y la Oretania, en el valle alto
del Betis, eran intensas, en Cástulo en un cementerio del siglo IV a.
C., las armas y broches típicos de la Celtiberia son abundantes.
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas"4
HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas" La
tendencia a la unificación de Celtiberia no parece que fuera obra de
ningún jefe político o militar, sino un proceso interno, donde el papel
más importante fue la posesión de las minas.5

Las fuentes clásicas, refiriéndose a la Celtiberia, hacen mención de


un país pobre, con clima riguroso, con un hábitat diseminado,
usualmente tipo poblado, de extensión muy reducida. La principal
actividad económica que desarrollaban los celtíberos era
la ganadería influidos por la pobreza del suelo, desconocimiento de
las técnicas agrícolas avanzadas y concentración de la riqueza en una
jerarquía guerrera, lo que originó una fuerte desigualdad social que
se traduciría en la organización de bandas de mercenarios y
bandoleros que buscaban en el uso de las armas una posible salida a
esa tradicional penuria.

Cuando los romanos desembarcan en Ampurias en el 218 a. C., su


pretensión era cortar la fuente de suministros, tanto materiales como
humanos, que desde la península Ibérica abastecía al ejército de
Aníbal. Sin embargo, tras la expulsión de los cartagineses, decidieron
quedarse en Iberia, ocupando el Levante yAndalucía, las zonas más
ricas y desarrolladas de Iberia.

Ya desde la rebelión de los pueblos íberos, en el 195 a. C., los


celtíberos habían sido mercenarios de losturdetanos, vencidos por
el cónsul HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Cat%C3%B3n_el_Viejo"Catón, que
regresó a sus bases en Tarraco atravesando, por primera vez, la
Celtiberia y organizando la explotación sistemática de las
provincias de Hispania.

Primera Guerra Celtíbera


Los romanos siguieron a partir de entonces el modelo de
explotación marcado por Catón, desarrollándose rebeliones de
las tribus del centro de la Península Ibérica.

La primera guerra celtíbera9 (181- 179 a. C.) es una guerra defensiva


por parte de Roma. Se trata de impedir la unión y proyección de los
celtíberos sobre los bordes de la Meseta y su expansión hasta la
Hispania Ulterior, el valle del Ebro y el Levante ibérico.10 Así, en el
año 193 a. C. el cónsul Marco Fulvio Flaco vence a una coalición de
vacceos, vetones y celtíberos (lusones) en las cercanías de Toletum
(Toledo), capturando vivo al jefe de la coalición Hilerno,11 las tropas
dispersas se refugian en la ciudad lusona
de Contrebia Belaisca HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas", HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas"12
HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas" que es tomada por el
cónsul y reprimido el levantamiento.

En el año de 180 a. C., Tiberio Sempronio Graco, procónsul de la


Hispania Citerior, inicia las luchas para someter a los celtíberos de
la Meseta Norte, y acudió desde la Bética para liberar del asedio de
20.000 celtíberos a la ciudad de Caraues (Magallón), aliada de los
romanos, con un ejército de 8.000 infantes y 5.000 jinetes.13
HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas" Tomó

Contrebia y pueblos vecinos, repartiendo las tierras entre los indígenas y


fundando Gracchuris, (Alfaro), para instalar en ella a las bandas de
celtíberos sin tierras. Finalmente, en el 179 a. C. derrota a los
celtíberos en la batalla del Moncayo y acaba definitivamente con la
rebelión, frenando radicalmente la expansión celtíbera fuera de los
límites de su territorio.

Firmó pactos con las tribus de los belos y los titos, consiguiendo una
cierta pacificación y atracción de las élites indígenas hacia Roma. Por
estos pactos, los oppida celtíberos deberían pagar un tributo anual y
prestar servicio militar en las legiones romanas, a cambio podrían
mantener la autonomía y se prohibía amurallar nuevas ciudades.
Estos pactos serían invocados, en muchas ocasiones, en los
enfrentamientos futuros.
Si bien el gobierno de Graco no difería demasiado de la política que
Escipión había iniciado con el dominio romano en la península, en su
gobierno se refleja un intento de consolidar e integrar las provincias
hispanas en la administración romana. La postura de Roma, agravada
por los problemas sociales y la pobreza de muchos sectores indígenas
que les obligaba a un bandolerismo endémico sobre las ricas tierras
del sur, aliadas de Roma, desembocó en nuevos períodos de lucha.

Segunda Guerra Celtibérica

La excusa para el comienzo de la segunda fase de la guerra (154-


152 a. C.) ocurre en el 154 a. C. con la ampliación de la
fortificación de Segeda HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas",
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas"14
capital de
losbelos HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas".
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas"15
El
Senado romano lo consideró como una infracción de los acuerdos de
Graco de 179 a. C. y una amenaza para sus intereses en Hispania. Sin
embargo,Polibio HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Polibio"16 atribuye el
origen de la guerra al comportamiento de los gobernadores romanos,
que habían convertido la administración romana en insoportable para
los indígenas.17

El senado romano prohibió continuar la muralla y exigió, además, el


tributo establecido con Graco. Los segedenses arguyeron que la
muralla era una ampliación y no una nueva construcción y que se le
había exonerado del pago del tributo después de Graco.18

Roma envió al Cónsul Nobilior al mando de 30.000 hombres. Al


enterarse los habitantes de Segeda, se refugiaron en Numancia,
oppidum de la tribu de losarévacos, donde eligieron jefe de las dos
tribus, arévacos y belos, a Caro de Segeda. Nobilior marchó por el
valle del Ebro hacia Segeda, donde destruyó la ciudad, tomo Ocilis
(Medinaceli) y avanzó por Almazán hacia Numancia. En el camino,
Caro con 20.000 soldados y 5.000 jinetes logró emboscar a los
romanos cuando pasaban, causándoles
6.000 bajas, pero al perseguirlos en desorden, la caballería romana
cayó sobre él, matando al mismo Caro y salvando al ejército.19
Después llegó ante Numancia, donde se le unieron tropas enviadas
por Massinisa, que incluían diez elefantes de guerra, pero sufrió otra
dura derrota al desbandarse dichos animales. Tras varias derrotas y
de pasarse Ocilis, donde mantenía las provisiones y el dinero, al
bando de los celtíberos, a Nobilior no le quedó otro remedio que
recluirse en su campamento a pasar el invierno, donde murieron
muchos soldados de frío y en escaramuzas con los indígenas.

Al año siguiente, llegó como sucesor en el mando el


cónsul Claudio Marcelo con 8.000 soldados y 500 jinetes,20
HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas" cercó a
Ocilis a la que supo atraerse y les concedió el perdón.
Ante las condiciones magnánimas de rendición, rehenes y cien talentos de
plata, Nertóbriga también pidió la paz. Marcelo les puso la condición
de que todos los pueblos, arévacos, belos y titos, la pidieran a la vez,
cosa que consiguió, pero algunos pueblos se opusieron porque habían
soportado sus razias durante la guerra. Marcelo decidió enviar
embajadores de cada parte para que dirimieran sus rencillas y
recomendó al Senado la aprobación de los tratados.21 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas"
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas"22
El Senado
desestimó la oferta de paz y preparó un nuevo ejército al mando del
cónsul Licinio Lúculo, quien tenía como lugarteniente a Publio
Cornelio Escipión Emiliano.

Marcelo declaró de nuevo la guerra a los celtíberos, que tomaron


la oppidum de Nertóbriga, persiguió a los numantinos
acorrálandolos en la ciudad. El jefe de los numantinos, Litennón,
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas"23

HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas"
pidió la paz en nombre de todas las tribus. Marcelo exigió
rehenes y dinero y aceptó la paz antes de la llegada de Lúculo.

Tercera Guerra Celtibérica

La obcecación del Senado, que exigía la rendición sin condiciones,


así como la perfidia de los dirigentes provinciales romanos, que
violaban continuamente las condiciones del pacto alcanzado con el
cónsul Claudio Marcelo en el 152 a. C. y las victorias
de Viriato en la Guerra Lusitana forzaron a la revuelta a las
tribus de los celtíberos, dando comienzo a la tercera guerra
celtíbera24 (143-133 a. C.).
Roma envió al cónsul Quinto Cecilio Metelo (143 a. C., Procónsul el
142 a. C.), vencedor del Falso Filipo, al mando de 40.000 soldados,25
HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas" que
empieza la pacificación de la celtiberia con la toma de varias
ciudades, como Nertobriga, con la que habían sido firmados pactos de
amistad con anterioridad. Cercó aNumancia, pero no pudo ocuparla, y
ante los ataques de los numantinos pasó el invierno en su
campamento.

El cónsul del año 137 a. C., Cayo Hostilio Mancino llegó con un
ejército de 22.000 hombres, de cuestor iba Tiberio Sempronio Graco.
Mancino sostuvo frecuentes enfrentamientos con los numantinos y al
ser derrotado en numerosas ocasiones y propagarse el rumor de que
los cántabros y vacceos venían en ayuda de Numancia, se retiró del
asedio refugiándose en el antiguo campamento de Nobilior, en los
alrededores de Almazán, provincia de Soria. Al verse rodeado por los
numantinos, capituló. Los numantinos exigieron un tratado con
paridad de derechos, (foedus aequum), negociado por Tiberio, y
aunque se reconocían las conquistas anteriores de Roma, el Senado lo
consideró el tratado más vergonzoso firmado nunca30 y enviaron a
Emilio Lépido, cónsul de Hispania Ulterior, llamando a Mancino a
juicio a Roma, al que siguieron los embajadores de Numancia. Lépido
atacó a los vacceos con la excusa de que habían ayudado a los
numantinos. HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas"31 Al
enterarse el Senado, le separaron del mando y el consulado. Mancino
fue obligado a entregarse personalmente a los numantinos,
permaneció un día entero ante las puertas, pero no lo aceptaron por no
romper el tratado firmado.

Aunque el pacto fue desestimado, Roma mantuvo un


armisticio real durante tres años. Entre el 137 y el 135 a. C. ni Emilio
Lépido ni Lucio Furio Filo ni Quinto Calpurnio Pisón reanudaron la
guerra.

Pero en el 134 a. C., a instancias del pueblo romano y gracias a un


procedimiento jurídico extraordinario,32 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas" obtuvo
de nuevo un mando consular Escipión Emiliano, el destructor de
Cartago, sin que hubieran transcurrido los diez años de intervalo que
marcaba la ley. Decidido a continuar la lucha y ante la prohibición de
nuevas levas, formó una cohorte de amigos, cohors amicorum, de
unos 4.000 hombres, entre lo que se encontraban personalidades tan
destacadas como Cayo Mario HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Polibio",Polibio o Yugurta, nieto de
Massinisa. A su llegada a la Península Ibérica reorganizó y disciplinó
a las tropas que se hallaban en las provincias, tropas totalmente
desmoralizadas por las continuas derrotas ante los enemigos. Durante
el verano, saqueó las tierras de los vacceos para que no ayudaran a los
numantinos, y en la primavera del 133 a. C. inició el definitivo asedio
de Numancia con un ejército de cerca de 60.000 hombres. Rodeó la
ciudad con
siete campamentos, fosos y torres de vigilancia y cortó el Duero para
que los sitiados no pudieran recibir ayuda. Los intentos de eludir el
cerco o las peticiones de ayuda a otras ciudades de losceltíberos
fueron infructuosos. Retógenes el Caraunio sobrepasó el cerco, pero
sólo recibió la ayuda de los jóvenes de la ciudad de Lutia. Enterado
Escipión a través de los ancianos de la ciudad, cercó a Lutia y cortó
las manos a 400
jóvenes.33 HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Celtib%C3%A9ricas" Ante la
precaria situación, los numantinos enviaron embajadores ante el
general romano, al mando de Avaros, para interesarse por la forma de
llegar a un compromiso, sin ningún resultado. La ciudad arévaca fue
reducida por hambre y los supervivientes o se suicidaron o fueron
reducidos a la esclavitud, quedando deshabitada hasta comienzos del
Imperio. Su destrucción puso fin a las Guerras Celtíberas y aunque
hubo otras rebeliones en el siglo I a. C. ( Guerras Sertorianas, Guerra
Cimbria), nunca volvieron, como pueblo, a inquietar a los romanos.

• Las guerras cántabras


Augusto cree que debe terminar con las correrías y las razzias de los
cántabros a los pueblos cometidos, y así completar la sumisión de
Hispania. Ninguna provincia había resistido tanto en la independencia
y ningún pueblo les había costado tanto a los romanos. Las fuentes
que hablan de ello son Orosio, Floro (latinos), y un griego, Dión
Casio. Todos ellos son fueron fuentes secundarias, de las que la más
tardía es de Orosio, autor del siglo V d.C. Cada una tiene un estilo
narrativo y cuando se combinan la narración no es del todo pertinente.

Sabemos que Augusto estuvo en una de las campañas, retirándose


después a Tarraco dejando el resto a sus lugartenientes, siendo el
más sobresaliente Agripa. Los astures mantuvieron contactos con los
de la Ulterior y los cántabros con la Citerior, por lo que había
realmente dos guerras dirigidas por dos generales disintos y con
objetivos distintos.

No disponemos de fuentes coetáneas, salvo alguna muy


puntual. Fundamentalmente tenemos tres secundarias: Floro, Dion
Casio y Orosio. Dos de ellas son visiones sintéticas, es decir,
epítomes. Dion Casio, griego pero siguiendo la línea romana de tipo
narrativo cronológico. Solo menciona la ciudad de Lancia, pero los
demás mencionan más. Esta ciudad, además, era astur, no cántabra.
Por eso nos sirve más la obra de Floro o la de Orosio. Pero ambos han
debido seguir una fuente similar y seguro que utilizó al propio Floro.
Orosio es la más tardía y puede divergir. Las fechas que remiten son el
29, el 27, el 22 y el 19 a.C, lo que nos permite ver lo que ocurrió en
este territorio. Pero
¿cómo delimitamos el espacio geográfico de cántabros y astures?
Cualquiera de las tres fuentes dice que Lancia fue el último lugar
donde se refugiaron tras la derrota por el cónsul Carisio. Sin embargo,
la ciudad no fue destruida por completo y quedan sus ruinas, el único
caso conocido.

Lo único que afirma D. Casio es que ocupaban la cordillera cantábrica


, “los Pirineos más occidentales”, hasta las planicies al sur de la
misma cordillera. A partir de ahí hay que recurrir a Floro y Orosio,
donde ya se presentan las diferencias: el primer lugar donde atracaron
los romanos se llamaba Aracilum o Aracellum, o bien Racilum. Lo
que ha podido ocurrir es que haya habido una génesis posterior de la
“a”. Posteriormente el historiador inglés Megi encuentra una
población llamada aracelitani (Aracili), en territorio vascón. Después
encuentra otro topónimo semejante para las Médulas, donde dice
Casio que se desencadenó la última batalla.

En consecuencia traza el mapa. Schulten retomó las fuentes ya que


entre cántabros y vascones se encontraban los autrigones y otros
pueblos. La siguiente derivación que hizo fue con el topónimo
Aradillos, al norte de Reinosa, que derivaría de Aracillium, lo que ya
sí cuadraba en el mapa.
Mucho más tarde otro historiador, Sine, lo reconsidera nuevamente,
porque ninguna de las tres fuentes menciona a los galaicos. Le dio fe
a la Aracillium de Schulten y a Medi por otro lado, trazando otro
mapa. La cuestión se retomó más tarde otra vez, porque “Medula” no
provenía del castellano, sino del galaico-leonés. Tenía que ver con el
término Meta, que significa montículo, y “médulas” sería su
diminutivo. Pero nada dice que el lugar donde combatieron fuera un
monte cónico porque se extraían minerales y metales. En definitiva,
no podían llevar a los cántabros hasta la desembocadura del Miño y el
Sil.

Entre los astures y los vascones, autrigones, caristos y bárdulos, se


suponían que se encontraban los cántabros. Lo que ocurrió fue que el
territorio de los bárdulos, como el de los astures, se extendió de sus
marcos originales, y por ello se habló de “bardulias” y de “asturias”.
Las fuentes nos hablan de una campaña organizada por Saugusto
entre columnas tácticas para poder envolver a los cántabros. Floro
dice que atacaron primero Pérgida mientras otros códices afirmaban
que atacaron Ática, otros que Bellica. El problema estaría en los
copistas medievales, que lo copiaron mal, pero estos tres nombres son
inconfundibles entre sí, porque son muy diferentes. Entonces se
prescinde de Orosio.

Bergida derivaría en El Bierzo astur, por lo que no sería


cántabra. Schulten encontró una Bellica/Bellica/Vellica escrita con
“v”, según Meggi. Debería ser Velica, y hay un yacimiento llamado
Monte Cildá, pero nada tiene que ver con lo anterior. Más tarde se
encuentran nuevas fuentes que documentan una serie de calzadas en el
norte. Una de ellas pasa por Villecia, que coincide con la Vellica de
época prerromana. Las tropas romanas salieron de Segisama, llegaron
a Monte Cildá, la naitgua Vellica, y poco después llegarían a
Aracillum y Picos de Europa. Y dos montes son señalados como el
último refugio de los cántabros. Lo último que se ha descubierto en el
itinerario del Barro, las tablas, es que es de la época, y por eso las
investigaciones son certeras. Pero después de 1882 se empezaron a
encontrar estos de campamentos romanos, justamente cerca de monte
Cildá, valles de Iguña y Toranzo... el área por donde fueron reducidos
por el flanco militar central de Augusto, lo que dice Dion Casio que
ocurrió.

• La descripción de los cántabros según Silio Itálico


Sirio Itálico, que escribió una poesía u obra llamada “Punica”, que
describía a los pueblos prerromanos peninsulares, definía a los
cántabros como pueblos guerreros por naturaleza que viven por y para
el combate, prefiriendo morir ya en la vejez por no servir para esto; de
los astures menciona la raza de caballos que criaban, de poca alzada
pero rápidos y flexibles para la guerra. Sin embargo, mezcla la
realidad con la mitología. Lo que destaca de los cántabros es su amor
a la guerra y su valentía, de los astures sus caballos; de los celtíberos
dice que “es un crimen quemar sus cuerpos” y que preferían morir
honrosamente en combate; de los galaicos destaca su “juventud”,
experta en la adivinación y los prodigios de las aves y los astros
(harúspices y augures), su actitud a la guerra, como los cántabros, y el
cultivo de la tierra; también cita a los lusitanos, a Viriato, diciendo
que éste los conduce a ellos y a los galaicos (pues fue Augusto el que
separó aquella parte de la Lusitania), aunque comete error anacrónico
al decir que era muy joven, porque de lo contrario Viriato ya no
estaría en condiciones para la guerra lusitana, tendría cuarenta años o
más o ya habría muerto. También afirma que los pueblos hispánicos
del norte fueron reclutados en el ejército de Aníbal, lo que no es sino
otro anacronismo, porque los cartagineses no llegaron tan al norte.
Realmente lo que recrea es un ambiente ficticio, muy propicio para
justificar el poder de Aníbal y para engrandecer todavía más a Roma.
Sirio Itálico vive entre el 26 y el 102 d.C, lo que le acredita como
familia culta al llegar al consulado y también como fuente secundaria,
porque lo que redacta nunca lo vivió en primera persona. Lo que hace
es un poema épico embellecido basado en un hecho histórico y con
referencias mitológicas, situándose en la trayectoria de la Eneida de
Virgilio, escrita poco tiempo antes. Pero esta no es toda la imagen de
los pueblos prerromanos. No es totalmente cierto.

Respecto a los pueblos hispánicos del sur, no dice nada de que fueran
belicosos, sino que destacaban más por su comercio y sus
“estandartes”, es decir, su riqueza: señala el tráfico marítimo de
Hispalis/Sevilla, y la leyenda del rey tartesio Argantonio, que vivió
trescientos años; Munda por ser el escenario de la guerra civil entre
Pompeyo y César. La imagen que se tiene de ellos no es estrictamente
correcta. De la misma forma, aquí se nombran sus ciudades, pero del
norte no se dice ninguna. El hecho es que al ser un
poema podía introducir sus licencias: su trasfondo es
reconocible por los romanos, pero tampoco podía inventárselo todo.

Con el fin de las guerras cántabras en el 19 a.C, empezará a hacerse


visible la nueva administración romana. En ese tiempo, hay un
período de crisis en Roma en el que se sucedieron los cuatro
emperadores, lo que no afectaba en absoluto a Hispania. La VII
Gemina Legio se instalará definitivamente en Hispania en népoca de
Vespasiano.

Después se producirá una invasión de los mauritanos del norte de


África, así como incursiones de alamanes y otros germanos en la
Tarraconense. Será en el 409 cuando se dé una invasión que afectará a
toda la Península. Augusto implantó la Paz Romana en todo el
imperio, afectando también a Hispania, que únicamente tendrá
pequeños repuntes.

Estrabón refirió a cántabros y ártabros, aunque identificables como


cantabri para los romanos. Probablemente se encontraban en el norte
de Galicia. Se ha llegado a estas conclusiones concluyendo que todos
estos pueblos del norte eran de origen céltico debido a que sus
ciudades, tras la romanización, acuñaban el sufijo -briga (=
ciudad/fortificación), y solo aparecían en núcleos del norte y muy
específicamente en Freginal de la Sierra, donde se fundó una
Nertobriga, en Badajoz, y otra Nertobriga en Aragón, en la Celtiberia.

Para los romanos estos eran pueblos primitivos, porque eran nómadas
y no vivían sedentarizados en grandes ciudades. Producían lo que la
naturaleza les disponía. Explotaban el cobre y el estaño, y de hecho
existió una ruta del estaño hasta el norte peninsular y el área de los
ártabros. Probablemente intercambiaban las pieles y los metales que
poseían por productos más elaborados, como las cerámicas.

• El final de las guerras cántabras


En principio, no tiene una relación directa con la división definitiva de
las provincias y la administración del sistema de cómputo. Pero en el
38 a.C se tomó como referencia un sistema de cómputo llamado Era
Hispánica y que solo afectaba a Hispania. El tiempo se contaba
teniendo alguna referencia. Sin embargo no todos los pueblos y
naciones usan el mismo sistema de cómputo. En Hispania influyen
sobre todo griegos y latinos: los griegos tomaban de referencia las
olimpiadas, porque aquéllos no integraban una unidad política;
mientras, los romanos, tomaron el año de la fundación de Roma, lo
cual no se sabía con exactitud (-753 a.C). Los romanos calcularon el
año de la República y los anteriores reyes de la etapa anterior, y
llegaron a esta conclusión. De alguna forma los pueblos hispánicos
adoptaron el 38 a.C como referencia, lo cual era perceptible sobre
todo en el norte peninsular. Mientras, en la mayoría de la Península se
siguió utilizando el cómputo romano, aunque se siguió utilizando
hasta el final de la Edad Media el sistema de cómputo de la Era
Hispánica (38 a.C), frente al sistema de cómputo romano.

Al final de las guerras cántabras, Augusto desplegó un promedio de


ocho legiones para someter cántabros y astures, aunque no actuaran
todas simultáneamente. Al acabar, son

prescindibles, pero deja al menos tres legiones, situando


dos bajo territorio astur y otra en territorio cántabro. La zona astur era
más rica en minas, y por ello Augusto consideró que era más necesario
proteger esta zona. Y como el material había que transportarlo, eran
precisas las calzadas romanas, de modo que el ejército se ocupaba de
mantenerlas en buen estado.

Entre el 16 y el 13 a.C Augusto vuelve por segunda vez a Hispania,


reorganizando Hispania: las provincias no pacificadas serán
imperiales y, d elo contrario, senatoriales si son administradas por los
senadores. Por eso la Ulterior se divide en Lusitania (Imperial) y
Betica (senatorial), ya que al ejército s ele pagaba con minas d eoro y
plata, y a Augusto le interesaba controlar esas minas por sí mismo, de
forma que se reserva la Citerior para su mando y parte de la Ulterior,
la Lusitania. A partir de entonces tendrá Hispania tres provincias, una
senatorial y dos imperiales, las más ricas en producción minera. En
cambio, el traslado de tropas, por este motivo, a la frontera del Rin,
respondía a razones de necesidad de control. Se desplazaban las tropas
allá donde fueran más necesarias según el momento.

• El debate en torno a los cántabros (vídeo)


Para los cántabros la romanización empieza en el 19 a.C, y un
ejemplo de ciudad romanizada en Cantabria es Julióbriga. Allí los
hábitos romanos penetraron muy pronto. Todavía los cántabros no
practicaban la agricultura; consumían frutos silvestres y ganado,
viviendo de lo que tenían. Robaban vino de las poblaciones del sur.
Se dedicaban al pillaje, no comerciaban, no escribían y no acuñaban,
en consecuencia, moneda. Las descripciones proceden básicamente de
los escritores latinos, que los conocen más directamente por las
guerras cántabras, para concederle así “mayor barniz al orgullo
romano y por consiguiente el emperador Augusto”. Sin embargo,
aprendieron tanto a comerciar como a manejar la lengua de los
dominadores.

Conocemos al menos nueve ciudades ubicadas en Cantabria y que


datan de esta época, aunque la más desarrollada económica y
urbanísticamente es Julióbriga. El resto se extendían
geográficamente más hacia el sur de la actual provincia, como
Camesa, Valdeolea, Maliaño como excepción en la costa norte... Por
el contrario, en Julióbriga ya se conocía la agricultura, gracias al
efecto romanizador que implantó un estilo de vida que recordaba al
helenístico. En esta zona se conservaron las respectivas estelas, unas
de carácter indígena y de cariz indoeuropeo, y otras de estilo
romano. Las indoeuropeas se caracterizan por su forma circular o
discoidea, relacionada con símbolos astrales o abstractos, mientras
las romanas se labraban con apariencia más rectangular, como serían
los miliarios. Las de tipo funerario o votivo podían incluir los
nombres de sus divinidades, como demuestra la estela de Turienzo, o
bien en ellas encontramos información sobre l onomástica a través
de las denominaciones individuales, como la que documentaba una
familia conocida como la de los Ambatos, que ya constataba los usos
y las costumbres romanas.

Respecto a la toponimia, tenemos múltiples términos y


denominaciones de localidades en Cantabria: términos como
Bárcena o Serna: la primera hacía referencia a una tierra fértil dejada
por el río y la Serna era tierra de siembra, para uso agrícola. Otro
término autóctono es el Sel, donde se apacienta al ganado. Su lengua
era expresiva del tipo de agricultura y costumbres cántabras. Existía
la propiedad privada, que es denominada Llosa-Clausa. Otros
términos eran Braña y Bisto, Piélago (marisma)...

Tras una breve introducción, Germán Rueda, especialista en Historia


Contemporánea, en calidad de moderador, abre el debate en torno a la
toponimia y la onomástica, el proceso romanizador en la Cantabria
prerromana y la discusión en torno a la fiabilidad y utilidad de la
documentación epigráfica, temas que tratan, por un lado, el profesor
titular de Historia Antigua de la UC, José Luís Ramírez Sádaba, y el
catedrático de Historia Antigua de la misma universidad, el profesor
Ramón Teja Casuso, quien interviene de primera mano señalando la
importancia de conjugar las fuentes literarias con las arqueológicas,
dado que las emanan los romanos, pues los cántabros desconocían la
escritura, con lo que únicamente poseemos una visión parcial de ellos.
Para J. L. R. Sádaba, los cántabros son un pueblo que no siente
preferencia por los cereales, por lo que no les es muy conocida la
agricultura. Se trata de un pueblo muy arcaico y las fuentes
toponímicas y epigráficas apuntan a un origen posiblemente
preindoeuropeo sobre el que se superponen elementos propiamente
indoeuropeos, en los que se continuó atisbando el germen anterior en
la toponimia, de tipo céltico, hacia los siglos II-III a.C.

Ramón Teja afirma y concuerda con J. L. R. Sádaba en que la


toponimia es muy compleja, pero a la vez indicativa de los diversos
sustratos y mezclas de etnias, pueblos y culturas. Y tiene su paralelo
en los estratos arqueológicos, porque hay estratos más grandes y más
pequeños. Primero hay un sustrato preindoeuropeo, luego otro céltico
y finalmente romano, con lo que ya tenían su lengua y cultura muy
definidas. Tras su breve intervención, Germán Rueda pregunta: “¿Me
puede poner un ejemplo?”, a lo que responde J. L. R. Sádaba,
remitiéndose a uno o varios autores especialistas, actualmente ya
fallecidos, como el doctor Tovar. En décadas anteriores, el problema
de la cultura y la lengua de los cántabros se pretendió explicar
atribuyéndolos al vasco, que es la lengua más antigua y más
desconocida de la Península hasta nuestros días. Sin embargo, las
hipótesis fracasaron, ya que la toponimia refleja que topónimos como
Sel del Haya no están relacionados con sus símiles actuales, como
Selaya; Nestares provenía totalmente del latín y en origen aparecía
como “Enestares”, aunque más tarde se perdió la referencia
etimológica y ello engendró elucubraciones, a pesar de lo que
demuestran las fuentes en castellano romance o medieval.

Según Ramón Teja, se debe ser muy minucioso en el análisis de los


topónimos y la onomástica, pues están muy vinculados a su contexto
geográfico. Por ejemplo, Bárcena o barcenilla aparece asociado
siempre a la zona fértil a la orilla del río, y Somballe proviene de sum
y valis (valle alto).

En lo sucesivo, los especialistas tratan de valorar mediante índices


muy subjetivos el impacto de la romanización en la Cantabria
prerromana, la cual no viene dada, como

hubiera podido sugerir implícitamente Germán Rueda,


por los ejércitos romanos de ocupación. Éste inquiere: Vosotros, que
estáis acostumbrados a calificar a los alumnos
¿me podríais poner un índice de romanización para Cantabria, de 0 a
10, tomando a Roma como el 10? ¿Y campamentos romanos…?”.
Ramón Teja matiza que entre el norte y el sur existen diferencias en
cuanto al establecimiento de campamentos romanos; J. L. R. Sádaba
propone una idea general del estado de la romanización en
perspectiva comparativa: “Las más próximas serían Tarragona o
Mérida, con un 8. Obviamente aquí es la más baja, muy cerca del
probado, pero no llegaríamos. Si tomamos en cuenta los elementos
característicos romanos, la urbanización, esto es diferente, porque en
Guipúzcoa no hay ninguna”, lo que viene a desvincular el factor
urbanizador con el de necesaria romanización. Respecto a grado de
civilización, en la
zona cantábrica era más perceptible entre los bavinienses y en
Julióbriga, predominando la población autóctona junto con algunos
emigrados.

Para finalizar, a modo de conclusión y petición de Germán Rueda, se


citan las publicaciones más recientes, algunas con motivo de la
exposición “Los cántabros: la génesis de un pueblo”, que resumen las
ideas y la información más actualizada sobre el estado actual de las
investigaciones.

G. R. ¿me Puede poner un ejemplo?

J L. R. S: Otros, como Tovar han tratado de explicar el asunto d ella


lengua y la cultura por el vasco, porque es muy antiguo: por ejemolo,
Sendelaya no tiene que ver con el vasco ni con la actual Selaya.
Nestares puede parecer muy extraño como término, y es totalmente
latino, y provendría de Enestares. En uno y en otro no hay un
dominio castellano ni en época medieval, y es lo que ambos términos
tienen en común. El referente era algún “haya” verdaderamente
grande o destacable”. NESTARES ERA UN TÉRMINO
TOTALMENTE Latino, que es empleado en plural, perdiéndose la
referencia etimológica, lo que da a pie a elucubraciones, a pesar del
dominio lingüístico castellano o romance medieval.

T. R.: es un territorio muy resbaladizo y hay que tener e cuenta los


diferentes lugares, los contextos geográficos de los topónimos. La
toponimia científica informa de muchas cosas pese a su complejidad.
Las Bárcenas siempre hacen referencia a las tierras que se encuentran
al lado de los ríos. Es el mismo caso de Somballe, que era la
derivación de sus-valis, “valle alto”.

G. R. : Vosotros, que estáis acostumbrados a calificar a los alumnos


¿me podríais poner un ejemplo de la romanización en la actual
Cantabria? Calificarla de 0 a 10?

T. R: Más alta que en Guipúzcoa.

JLS: Las más próximas serían Tarragona o Mérida, con un 8,


Obviamente aquí es la más baja, muy cerca dela probado pero no
llegaríamos. Si tomamos en cuenta los elementos característicos
romanos, la urbanización, esto es diferente, porque en Guipúzcoa no
hay ninguna.

G. R: ¿Campamentos militares?

JLS: Se están excavando actualmente en el valle de turienzo, donde parece que sí hay.

R. T: Hay que diferenciar entre lo que es el norte y lo que es el sur, y


en el sur la influencia civilizadora fue menor. Los campamentos se
concebían al sur de la cordillera, y aquí estaba la IV macedónica, en la
submeseta norte, aunque hubo campamentos militares provisionales.

G. R: En cuanto a población civil hay más gente civilizada?

JLS: Conocemos poca población civilizada, pero hay un alto


procentaje de población civilizada indígena. Unos son los
bavinienses, y por otro lado Julióbriga, del que sí conocemos el
emplazamiento urbano. La documentación informa sobre personas y
en Tarragona a através d ela onomástica se ve si es autóctona o
romanizada. La mayoría es autóctona pero parece que tenemos una
población híbrida.

G. R: Yo quizás pediría que nos recomendárais un libro…

JLS: Tenemos información reactualizada gracias a una publicación de


la fundación Marcelino Botín. En ello está insertolo que comentaba
Ramón Teja, el campamento romano que no es de ocupación. Puede
servir por ser una actualización reciente.

2.9 Textos
Ya entonces Ampurias HYPERLINK
"http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-la-peninsula-
iberica/fichas-fotos/ampurias" estaba formada por dos ciudades a las
que dividía una muralla. Una habitada por griegos de Focea, como
los nasaliotas; otra por hispanos. Pero a la ciudad griega, de cara al
mar, la rodeaba una muralla de menos de cuatrocientos pasos. La
ciudad hispana, más retirada del mar, tenía una muralla de tres mil
pasos de circuito… los hispanos, ignorantes de la navegación, se
alegraban del comercio de aquellos y deseaban comprar las
mercancías extranjeras que las naves llevaban y vender los productos
de sus campos. El interés de este mutuo comercio hacía que la ciudad
hispana fuese accesible a los griegos…

TITO LIVIO HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-la-


peninsula-iberica/fichas-bibliograficas/ficha-livio", Ab urbe condita, XXXIV, 9.

Habiendo dicho lo suficiente de Cerdeña, pasaremos a hablar de las


islas situadas inmediatamente. Después de la isla mencionada está la
llamada Pitiusa, que lleva esta denominación a causa de la multitud
de pinos que en ella crecen. Está en medio del mar, y dista de las
Columnas de Hércules tres días y otras tantas noches de navegación,
de Libia, un día y una noche, y un día de viaje la separa de Iberia. Su
extensión es igual a Corcira y es de mediana fertilidad; tiene poca
tierra de viñedos y olivos injertados en los acebuches. Y las lanas que
en ella se producen son reputadas bellísimas por su suavidad. La
entrecortan campos de risueños y colinas, y tiene una ciudad que se
llama Ebusus y es colonia de los cartagineses. Tiene también puertos
dignos de mención y
grandes murallas, y un número considerable de casas
admirablemente construidas. La habitan bárbaros de todas clases,
principalmente fenicios. La colonización de esta isla tuvo lugar
ciento sesenta años después de la fundación de Cartago.

DIODORO DE SICILIA HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-


antigua-de-la-peninsula-iberica/fichas-bibliograficas/diodoro-de-sicilia", Bibliotheca
Historica, V, 16.

Asdrúbal, yerno de Amílcar, conocido el desastre de su suegro,


levantó súbtamente el campamento y se dirigió a Acra Leuca,
llevando consigo a más de cien elefantes.
Proclamado general por el ejército y los cartagineses, eligió
cincuenta mil hombres entrenados, seis mil caballos y doscientos
elefantes. Venció primero al rey Oriso, castigando a los culpables de
la derrota de Almílcar. Recibió la sumisión de las ciudades, en
número de doce, y finalmente sometió todas las de Hispania.
Contrajo matrimonio con la hija del rey íbero y fue proclamado por
todos los íberos general con plenos poderes. Fundó después una
ciudad al mar, a la que llamó Néa Karchedón; y aún otra, queriendo
sobrepasar la fuerza de Amílcar. Sus fuerzas eran setenta mil
infantes, ocho mil jinetes y doscientos elefantes. Al final fue
asesinado por un siervo suyo altaneramente, a los nueve años de
mando.

DIODORO DE SICILIA HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-


antigua-de-la-peninsula-iberica/fichas-bibliograficas/diodoro-de-sicilia", Bibliotheca
Historica, XXV, 12.

Tras Abdera está Néa Karchedón, fundación de Asdrúbal, sucesor


de Barca, padre de Aníbal, la más importante de todas las ciudades
de esta zona. Tiene una situación de fácil defensa, unas murallas
bien construidas, y está enriquecida por puertos, una laguna y por
minas de plata. En ella y en sus cercanías abundan las industrias de
salazón; es el principal emporio para las mercancías que llegando
del interior han de ser cambiadas por las que vienen del mar, y
éstas por las que proceden de tierra adentro.

ESTRABÓN HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-la-


peninsula-iberica/fichas-bibliograficas/estrabon", Geografía, III, 4, 6.

La obra de Graco en Hispania

A Flaco le sucedió en el mando T. Sempronio Graco. Veinte mil


celtíberos sitiaban la ciudad de Caravis, amiga de los romanos;
espoleado por los rumores de que iba a capitular, Graco se apresura
a acudir en su ayuda, pero, cercado como estaba por los enemigos,
no tenía medios de notificar su llegada a los sitiados. Entonces un
oficial de caballería, Comidio, meditó un proyecto y, habiéndoselo
comunicado a Graco, se revistió con un sagum ibérico y se mezcló
subrepticiamente entre los merodeadores enemigos. Confundido con
ellos como un ibero, penetró en su campamento y, desde allí, logró
entrar en Caravis, anunciando la proximidad de Graco. De esta
forma, ellos resistieron valerosamente y. al tercer día de la llegada
de Graco, los enemigos se retiraron. De la ciudad de Complega
salieron 20.000 hombres con ramos de súplica hacia el campamento
de Graco; pero, al llegar cerca de él, lo atacaron de repente y lo
llenaron de confusión. Sin embargo, Graco astutamente abandonó el
campamento y simuló huir; en seguida, volviéndose de frente, cayó
sobre los enemigos, ocupados en el saqueo, mató a muchos y se
apoderó de Complega y de su comarca. Dividió las tierras entre los
pobres y los estableció allí; y dio a los pueblos de aquella región
leyes minuciosas, con cuya observancia serían amigos de los
romanos; dio y recibió juramentos, que en las guerras posteriores
muchas veces fueron anhelados. Por todo esto Graco se hizo famoso
en Hispania y Roma, y fue recibido en triunfo esplendorosamente.

Apiano HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-la-


peninsula-iberica/fichas-bibliograficas/apiano", Iberia, 43
Las guerras celtibéricas

Guerra de fuego es denominada la que los romanos llevaron a cabo


contra los celtíberos; extraordinaria fue la naturaleza de esta guerra,
así como el carácter ininterrumpido de sus enfrentamientos pues las
guerras de Grecia y Asia suele terminarlas generalmente en un solo
combate, raras veces dos y las mismas batallas suelen decidirse en un
solo momento, el del primer choque y encuentro de fuerzas. En esta
guerra, sin embargo, sucedió todo lo contrario, pues la mayor parrte
de los combates los terminaba la noche y los hombres resistían con
pleno ánimo sin que sus cuerpos cediesen ante la fatiga, sino que,
desistiendo de la retirada, renovaban la lucha con mayor ímpetu,
como si estuvieran arrepentidos. De esta forma, apenas el invierno
logró suspender esta guerra y la continuada serie de sus batallas;
realmente, si alguien tiene interés en imaginarse una guerra de fuego,
que no piense en otro conflicto bélico distinto a éste.

Polibio, Historia General, XXXV, 3

La caída de Numancia

Los numantinos, vencidos por el hambre, enviaron cinco mensajeros


a Escipión con el fin de saber si, en el caso de que se entregase,
podían esperar de él un trato benévolo; el presidente de esta
embajada, Avaros, ensalzó mucho la resolución y el valor de los
numantinos, añadiendo que no habían cometido por ello ninguna
falta, puesto que, si sufrieron hasta tal extremo aquellas calamidades,
lo hicieron por sus hijos y por la libertad de su patria. Por ello,
añadió Avaros, sería digno de ti, Escipión, y de tu fama el perdonar a
este puebo de tan gran ánimo y de tan gran valor, proponiéndonos a
nosotros, que acabamos de experimentar tales cambios de fortuna,
condiciones llevaderas y soportables. Así pues, el que la ciudad se
entregue, si pones condiciones moderadas, o, por el contrario, que
sucumba, no depende ya de nosotros sino de ti. Así habló Avaros, y
Escipión, que tenía conocimiento por los prisioneros de cómo estaba
la situación en el interior de la ciudad, le respondió que alegaba la
condición de que entregasen tanto la ciudad y sus ocupantes como
sus armas. Al conocer esta decisión los numantinos, muy irritados ya
por verse en tal trance, y acostumbrados como estaban a una libertad
sin trabas e incapaces de soportar órdenes de nadie, se enfurecieron
entonces mucho más aún al considerar sus desventuras. Fuera de sí,
dieron muerte a Avaros y a sus compañeros de embajada por
sospechar que habían tratado con Escipión de salvaguardar sus
propios intereses.

Poco tiempo después, faltos los numantinos de toda clase de


alimentos, sin granos ni ganados ni hierbas, comieron primero (igual
que otros habían hecho ya en condiciones similares) las pieles
cocidas; pero posteriormente, carentes también de pieles, se
alimentaron de carne humana; en un principio con la carne de los que
morían, que cocinaban en pedazos, pero posteriormente,
despreciando la de los enfermos, se entregaron los más fuertes a
matar a los más débiles. Ninguna calamidad les faltó: enfurecidos los
ánimos por esta clase de alimento, por el hambre y por la peste, sus
largas cabelleras y el abandono de sus cuerpos acabaron por darles
un aspecto como

el de las fieras. En tal situación se pusieron de nuevo en


tratos con Escipión, quien les ordenó que aquel mismo día llevasen
las armas a un lugar convenido y que al día siguiente se presentasen
ellos en otro lugar; pero los numantinos aplazaron el cumplimiento
de esta orden, confesando qué muchos aspiraban aún a la libertad
prefiriendo quitarse ellos mismos la vida; por ello pidieron un día
más de plazo para poder disponer de su muerte.

APIANO

Y atravesando el Duero recorrió combatiendo muchas tierras


exigiendo muchos rehenes de los que se sometían; de este modo llegó
hasta el río Lete y fue el primero de los romanos que se propuso
atravesarlo. Desde aquí llegó hasta otro río, el Nimio y, como los
brácaros hubiesen hecho presa de sus provisiones, se dirigió contra
ellos.
Este es un pueblo enormemente belicoso y también luchan con ellos
las mujeres armadas y mueren con gallardía, sin que nadie retroceda
ni vuelva la espalda ni emita ningún lamento. De cuantas mujeres
eran apresadas, unas volvían sus manos contra sí, otras degollaban a
sus propios hijos, prefiriendo la muerte a la esclavitud. Con todo,
hubo ciudades que se entregaron, aunque poco después hicieron
defección y fueron de nuevo sometidas por Bruto. Se presentó ante la
ciudad de Talabriga, la que se había sometido muchas veces y
muchas veces también se había rebelado; y, como los ciudadanos le
suplicasen clemencia y se entregasen a su merced, en primer lugar
les exigió que entregasen los tránsfugas de los romanos, los esclavos
y todas las armas, además de rehenes; después les ordenó que
abandonasen la ciudad con sus mujeres e hijos... Les quitó todas los
caballos, el trigo y el tesoro público, así como todos los pertrechos
comunes y, contra todas sus esperanzas, les devolvió su ciudad. Y
estos sucesos los puse junto a los de Viriato, por ser contemporáneos,
producidos por su ejemplo y provocados por otras bandas de
bandidos (salteadores).

Apiano, Ibérica, 72-73

Por estas hazañas Sertorio era admirado y querido por aquellos


bárbaros y también porque por medio de las armas, formación y
orden romanos les había quitado aquel aire furioso y terrible,
convirtiendo sus fuerzas de grandes cuadrillas de bandoleros en un
ejército... y así, interesándose por su buen parecer, ganaba su afecto.
Pero lo que principalmente le ganó la voluntad fue lo que hizo con los
jóvenes reuniendo en Osca, ciudad populosa, a los hijos de los
personajes más principales y poniéndoles maestros de todos las
ciencias y profesiones griegas y romanas, en realidad los tomaba
como rehenes; pero en la apariencia los instruía para que al llegar a
la edad varonil participasen del gobierno y de la magistratura. Los
padres, en tanto, estaban muy contentos viendo a sus hijos ir a las
escuelas muy engalanados y vestidos de púrpura y viendo que
Sertorio pagaba por ellos los honorarios, los examinaba él mismo
muchas veces, les distribuía premios y les regalaba aquellos collares
que los romanos llaman bulas. Siendo costumbre entre los hispánicos
que los que hacían formación aparte con el general, perecieran con él
si venía a morir, a lo que aquellos bárbaros llamaban consagración,
al lado de los demás generales sólo se ponían algunos de sus
asistentes y

amigos, pero a Sertorio le seguían muchos millares de


hombres resueltos a hacer por él esta especie de consagración.

Plutarco, Sertorio, XIV


César, en la asamblea que reunió en Córdoba dio las gracias a todos
en general: a los ciudadanos romanos por su celo en procurar
asegurarle la ciudad, a los hispanos por haber expulsado las
guarniciones, a los gaditanos por haber desbaratado los proyectos
del adversario y haber vindicado su libertad, a los tribunos militares
y a los centurionesvenidos a Cádiz como guarnición por haber
robustecido con su valor las resoluciones de aquéllos. Remite a los
ciudadanos la suma de dinero que habla ofrecido a Varrón para el
gobierno público; restituye los bienes a los que supo haber sido
castigados por su libertad en hablar. Después de conceder
recompensas en público y en privado a diversas ciudades, llena de
buenas esperanzas a las
restantes y, habiéndose detenido dos días en Córdoba, sale para
Cádiz, donde manda que el dinero y las ofrendas sacadas del templo
de Hércules y llevadas a una casa particular sean restituidos al
Templo. Pone a Quinto Casio al frente de la provincia y le asigna
cuatro legiones. Él mismo embarcó en las naves que había construido
Varrón y en las que habían construido los gaditanos por orden de
Varrón, y, a los pocos días, llegó a Tarragona. Aguardaban la llegada
de César legaciones de casi
toda la provincia Citerior. Decretadas de la misma manera varias
recompensas privadas y públicas a diversas ciudades, sale de
Tarragona y, por tierra, se dirige a Narbona y de allí a Marsella.
Aquí tuvo noticia de haberse promulgado la ley sobre la dictadura y
de haber sido él nombrado dictador por el pretor Marco Lépido.

CÉSAR HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-la-


peninsula-iberica/fichas-bibliograficas/cesar", Bellum Civile, II, 21

Terminadas estas cosas, César, nombrado cónsul por cuarta vez


marchó a Hispania contra los hijos de Pompeyo, jóvenes todavía,
pero que habían reunido un gran ejército admirable por su número y
estaban dando pruebas de un valor digno de grandes capitanes, hasta
el punto de poner a César en gravo peligro. Se trabó la gran batalla
cerca de la ciudad de Munda en la cual César, viendo vacilar a su
gente y resistiendo débilmente se lanzó a través de las armas y de las
filas gritándoles si no se avergonzaban de cogerlo ellos mismos y
entregado a aquellos jovenzuelos. A duras penas y aplicando todo su
ardor, rechazó a los enemigos, les mató más de treinta mil hombres,
perdiendo él un mil1ar de sus mejores soldados. Después de la batalla
dijo a sus amigos que muchas veces había luchado por la victoria,
pero entonces, por primera vez, su vida. Ganó esta batalla el día de
las fiestas de Dionisos, el mismo día en que se dice haber salido
Pompeyo para esta misma guerra, –hacía de ello cuatro años. De los
hijos de Pompeyo, el menor escapó; del mayor, Didio, a los pocos
días, presentó la cabeza. Esta fue la última que César trabó.

PLUTARCO HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-la-


peninsula-iberica/fichas-bibliograficas/plutarco", César, LVI

eptimio, tu que estas presto a ir conmigo hasta Gades y


al territorio de los Cántabros, pueblo que aún no ha aprendido a
llevar nuestro yugo, y a las bárbaras Sirtes, donde las olas están
constantemente agitadas…

Horacio HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-la-


peninsula-iberica/fichas-bibliograficas/horacio", Odas, II, 6, 1-4.

Desde el momento en que estéis conmigo, probaré con gusto el


furioso Bósforo como navegante y las ardientes arenas de la costa
siria como caminante.

Iré a ver a los Britanos, fieros con los huéspedes, y ál Cóncano,


feliz con la sangre equina. Iré a ver a los arqueros Gélonos y,
sin sufrir daño alguno, al río Don.

Horacio

HYPERLINK

"http://ocw.unican.e

s/humanidades/histo

ria-antigua-de-la-

peninsula-

iberica/fichas-

bibliograficas/horac

io", Odas, III, 4, 29-

36. (Traducción de
J. L. Ramírez

Sádaba)

Las raíces tintóreas abundan; el olivo, la vid, la higuera y otras


plantas semejantes crecen cuantiosas en las costas ibéricas que
bordean Nuestro Mar, y también en las del Exterior. En cambio, las
costas septentrionales ribereñas del Océano carecen de ellas a causa
del frío; en el resto del litoral faltan, más que por negligencia de los
hombres, que viven sin preocupaciones, porque dejan transcurrir su
vida sin más apetencia que lo imprescindible y la satisfacción de sus
instintos brutales. Si no se quiere interpretar como un régimen
confortante de vida el que se laven con los orines guardados durante
algún tiempo en cisternas, y que tanto los hombres como las mujeres
de estos pueblos se frotan los dientes con ellos, como hacen, según
dicen, los kántabroi y sus vecinos.
Esto, y el dormir en el suelo, en común, es propio de los íberes y de
los keltoí. Según ciertos autores, los kallaikoí son ateos; mas no así
los keltíberes y los otros pueblos que lindan con ellos por el Norte,
todos los cuales tienen cierta divinidad innominada, a la que, en las
noches de Luna llena, las familias rinden culto danzando, hasta el
amanecer, ante las puertas de sus casas. Los ouéttones, que fueron
los primeros que compartieron con los Romaíoi la vida de
campamento, viendo una vez a ciertos centuriones ir y venir en la
guardia, como paseándose, creyeron que se habían vuelto locos y
quisieron llevárselos a sus tiendas, pues no concebían otra actitud
que la de estar tranquilamente sentados o la de combatir.

También podrían tenerse como formas bárbaras los ornamentos de


algunas mujeres, ornamentos que describe Artemídoros. En ciertas
regiones –dice– llevan collares de hierro con garfios que se doblan
sobre la cabeza, saliendo mucho por delante de la frente; en estos
garfios pueden, a voluntad, bajar el velo, que al desplegarlo por
delante sombrea el rostro, lo que tienen por cosa de adorno. En otros
lugares se tocan con un “tympánion” redondeado por la parte de la
nuca y ceñido a la cabeza por la parte de las orejas, el cual disminuye
poco a poco de altura y anchura. Otras se depilan la parte alta de la
cabeza, de modo que resulta más brillante que la frente. Finalmente,
otras se ciñen a la cabeza una pequeña columnilla de un pie de altura,
alrededor de la cual enrollan sus cabellos, que luego cubren con un
manto negro. Junto a estas extrañas costumbres, se han visto y se han
dicho muchas cosas acerca de todos los pueblos
ibéricos en general, y en particular de los
septentrionales, y no sólo sobre su bravura, sino también sobre su
dureza y su rabia bestial. Se cuenta, por ejemplo, que en las guerras
de los kántabroi, las madres mataron a sus hijos antes de permitir
cayesen en manos de sus enemigos. Un muchacho cuyos padres y
hermanos habían sido hechos prisioneros y estaban atados, mató a
todos por orden de su padre con un hierro del que se había
apoderado. Una mujer mató a sus compañeras de prisión. Un
prisionero que estaba entre guardianas embriagados, precipitose en
la hoguera. Todos estos rasgos se cuentan también de los pueblos
keltikoí, thrákioi y skythai; como es cosa común entre ellos, la
valentía, no sólo entre los hombres, sino también en las mujeres.
Éstas cultivan la tierra; apenas han dado a luz, ceden el lecho a sus
maridos y los cuidan. Con frecuencia paren en plena labor, y lavan al
recién nacido inclinándose sobre la corriente de un arroyo,
envolviéndole luego.

No es costumbre privativa de los íberes la de montar dos en un mismo


caballo, de los cuales uno, llegado el momento del combate, lucha
como peón. Ni tampoco es cosa exclusiva de ellos la plaga de ratas y
las enfermedades epidémicas que por lo regular las siguen. Esto fue
lo que advino a los Romaíoi en Kantabria; hasta tal punto, que
hubieron de dar a aquellos que las capturasen una prima a tenor del
número de ratas presentadas, y aún así escaparon del peligro
difícilmente. Ocurrióles también escasez de otras cosas,
principalmente de trigo, teniendo que proveerse del de la Akyitania,
lo que se hacía penosamente por las dificultades del terreno. Se
cuenta también de los kántabroi este rasgo de loco heroísmo: que
habiendo sido crucificados ciertos prisioneros, murieron entonando
himnos de victoria.

Estrabón, Geografía III, 4, 16-17

• la pax
romana y la imagen
de los pueblos
prerromanos
…………………………………………………………..
3.1 Las fuentes auxiliares
Concluida la conquista de Hispania, los romanos obtuvieron una
determinada imagen de los pueblos hispánicos y así la transmitieron en
sus escritos.

En este módulo se analiza esta imagen a partir de la percepción


que se obtiene con la numismática, epigrafía y arqueología
(ciencias auxiliares) y con la literaria (ciencia instrumental).

En esta práctica se analizan una serie de fuentes auxiliares que


resultan muy útiles para el estudio de las diferencias entre el mundo
indígena y los conquistadores romanos. En concreto, el análisis
puede desarrollarse en torno a los siguientes elementos:

• Dos monedas de la ciudad de Calagurris (una en alfabeto ibérico y


otra romana).
• Dos inscripciones epigráficas de la ciudad de
Ampurias (una prerromana en alfabeto ibérico y
otra en lengua latina).

Fragmento
de inscripción ibérica en mármol rosado, procedente de Ampurias.
172 mm de altura x 190 de anchura. Altura de las letras 28 mm.
Tomado de M. Almagro: Las inscripciones ampuritanas griegas,
ibéricas y latinas, Barcelona, 1952.

Placa de mármol blanco, partida por la mitad, pero completa. 190 mm


de ancho por 148 de alto y 25 mm de grueso. L(ucius) STATORIVS /
IVCVNDILLVS / IiiiiI (sevir)/ H(ic) S(itus) E(st) S(it) T(ibi) T(erra)
L(evis). Traducción: Lucio Statorio Iucundilo sevir. Aquí está
enterrado: séate la tierra leve. Tomado de M. Almagro: Las
inscripciones ampuritanas griegas, ibéricas y latinas, Barcelona,
1952.

• Dos cerámicas utilitarias (la primera una


cerámica pintada del yacimiento de "La Ulaña"
(Humada, Burgos); la segunda una cerámica romana
de "terra sigillata" (Herrera de Pisuerga. Foto: Javier
Ayarza, Museo de Palencia).

3.4 Las Laudes Hispaniae


Estudiar este texto que San-Isidoro HYPERLINK
"http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-la-peninsula-
iberica/fichas-bibliograficas/san-isidoro-de-sevilla" redacta como
Introducción a Historia de Regibus Gothorum, analizar qué significó
en su tiempo, en qué fuentes clásicas se inspira y qué trascendencia
tuvo para la posterior historia de España.

Es una alabanza realmente hiperbólica que comienza diciendo "Tú


eres, oh España, la más hermosa de todas las tierras que se extienden
desde el Occidente hasta la India", y lo justifica por la fertilidad de
sus tierras, la variedad y calidad de sus productos (agrícolas,
ganaderos y mineros), así como por el talento de sus hijos.

San Isidoro manifiesta hacia los reyes de Toledo una fidelidad que
expresa algo más que un sentimiento personal, y se funda en la
grandeza que han dado a España, al conferirle la unidad y la
independencia, y defiende la monarquía goda frente a las apetencias
bizantinas.

Sus antecedentes y elogios a escritores grecolatinos: Polibio


HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-
de-la-peninsula-iberica/fichas-bibliograficas/polibio" y Posidonio
para Lusitania y las minas.

Estrabón HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-la-


peninsula-iberica/fichas-bibliograficas/estrabon" para la Bética y la costa.

Mela y Marcial HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-


la-peninsula-iberica/fichas-bibliograficas/marcial" para riquezas, gentes y emperadores.

Plinio, una de las fuentes mas utilizadas, y principalmente el


resumen de Justino (Epítome de las Historias Filípicas de
Pompeyo Trogo), además de otros autores tardorromanos
(Drepanio y Solino).

Para la forma son especialmente importantes: Cipriano y Virgilio.

Por la función primordial que cumplió S. Isidoro como transmisor de


la cultura antigua, este texto fue leído, copiado y difundido
ampliamente, tanto por autores medievales, como renacentistas. Lo
utilizaron como manifestación ejemplar del nacionalismo español.
Después, en 1609 fue Quevedo el que ensalzó España, aunque con
un método crítico. Comenzó siguiendo a S. Isidoro pero denunció las
falsedades de los reyes "míticos" inventados por la tradición. No
obstante resaltó los "grandes hombres producidos por España", la
superioridad española en las ciencias y la supremacía de la lengua
castellana.

3.4.1 San Isidoro de Sevilla


San Isidoro de Sevilla (Cartagena, 560 - Sevilla 636) fue uno de los
más grandes eruditos de la temprana Edad Media, ostentando el cargo
de obispo de Sevilla durante más de tres décadas (599-636).

Además de su importantísima faceta religiosa, San Isodoro fue un


prolífico autor. Escribió tratados de filosofía, lingüística e historia.
Pueden destacarse: De natura rerum (Sobre la naturaleza de las
cosas, un libro de astronomía e historia natural dedicado al rey
visigodo Sisebuto), De ordine creaturarum, Regula monachorum,
De differentiis verborum, y, sobre todo, Originum sive
etymologiarum libri
viginti (Etymologiae o Etimologías). Las Etimologías es una ingente
obra enciclopédica en la que se recopila de forma sistemática gran
parte del saber de la época (teología, historia, literatura, arte, derecho,
gramática, cosmología, ciencias naturales...). Gracias a las
Etimologías se hizo posible la conservación de la cultura romana en la
España visigoda. Su influencia fue tan grande, que muchos autores
posteriores se basaron más en la obra de San Isidoro que en las
propias fuentes clásicas.

Enlace a Las Etimologías HYPERLINK


"http://www.elalmanaque.com/etimologias/etimo.htm" en latín y español.

3.3 Textos
También está el Occidente entero y los pueblos que lo habitan.
Primero el Cántabro, invencible al frío, al calor y al hambre, y
portador de la palma del triunfo en todo tipo de trabajos.
¡Admirable el amor a su pueblo!: cuando, al encanecer, su energía
declina, entregan al destino los años inútiles ya para la guerra; no
soportan vivir sin luchar; la razón de su vida está, íntegra, en las
armas; vivir pacíficamente es una condena.

Viene también, bañado por las lágrimas de la Aurora cuando,


desviado hacia el otro extremo de la tierra, esquiva la tierra patria, el
Astur, desgraciado escudero del oriental Memnón. Tiene un caballo
pequeño, desconocido en la guerra; pero galopa sin sacudir la
espalda y tira con gran velocidad, con su flexible cuello, de un
pacífico

carro. Lo dirige Cydno, experto en recorrer las cumbres


de los Pirineos cazando o en combatir a distancia lanzando un
venablo moro.

Han venido también los Celtas, nombre asociado a los Íberos. Es


para ellos un honor caer combatiendo; un crimen inefable quemar su
cuerpo. Si los miembros yacentes los coge un buitre hambriento,
creen que son llevados al cielo, a los dioses de lo alto.

Una juventud, experta en la adivinación de las entrañas, los vuelos de


las aves y los astros divinos, envió la rica Galicia, que entona cantos
bárbaros en su lengua materna, bien golpeando la tierra con un
movimiento de pie alterno, o gozosa de golpear sus sonoros escudos
rítmicamente con la mano. Éste es el descanso, la escuela de los
hombres; éste es su deseo sagrado. Lo demás lo suministra el trabajo
femenino; echar semillas al surco y dar vuelta la tierra metiendo el
arado, eso es trabajo suave para un hombre. Lo que puede hacer sin
dura pelea lo cumple la diligente esposa del galaico.

Los conduce Viriato, a ellos y al lusitano, traído desde su lejana


morada, un Viriato aún joven, nombre destinado a ser después
conocido por los desastres de los romanos.

Silio Itálico, Punica III, 324 y ss.

Brillan por sus excepcionales estandartes la Parnasia Cástulo,


Sevilla, famosa por su tráfico marítimo y la alternancia de sus
mareas, y Nebrija, conocedora de los tirsos niseos del dios, que
habitaron los ligeros sátiros y las ménades, que celebran los
misterios nocturnos con la piel del ciervo y el arcano Lieo.

Carteya arma a los nietos de Argantonio. Entre los antepasados fue


el rey más afortunado de la existencia humana: contó, belígero,
trescientos años. Los arma Tartesos, conocedora del sol poniente, y
Munda que producirá a los itálicos dolores propios de Ematia.

Y tampoco faltó Córdoba, honra de una tierra aurífera.


A tales hombres los guiaron Forcis, de cabellos dorados, y Araurico,
duro guerrero de regiones cerealísticas, ambos de la misma edad, a
quienes engendró en su feraz orilla el Guadalquivir, cuyas riberas
cubren de sombra los ramos de olivo.

Silio Itálico, Punica, III, 391 y ss.

No obstante sus sentimientos pacíficos (refiriéndose a los habitantes


de Baleares), la defensa de su codiciada riqueza ha hecho de ellos los
honderos más famosos, y dicen que esta destreza data, sobre todo,
desde que los fenicios ocuparon las islas, Dicen también que fueron
los primeros hombres que vistieron la túnica con franjas moradas...
En el combate van desnudos, envolviendo con piel de cabra la mano
izquierda y con la otra una jabalina endurecida al fuego, raras veces
una lanza provista de una pequeña punta de hierro, Alrededor de la
cabeza llevan tres hondas de junco negro, de cerdas o de nervios: una
larga para los tiros largos, otra corta para los cortos y otra mediana
para los intermedios, Desde niños se adiestran en el manejo de la
honda, no recibiendo

el pan si no lo han alcanzado antes con ella; por esto,


Metelo, cuando navegando hacia las islas se acercó a ellas, mandó
tender pieles sobre la cubierta de los navíos para defenderse de los
tiros de honda,

Estrabón, Geografía, III, 5, l.

...los celtíberos suministraban para la lucha no sólo excelentes


jinetes, sino también infantes que destacaban por su valor y
capacidad de sufrimiento. Están vestidos con ásperas capas negras,
cuya lana recuerda el fieltro. En cuanto a las armas, algunos de ellos
llevan escudos ligeros, similares a los de los celtas, y otros grandes
escudos redondos del tamaño del aspis griego. En sus piernas y
espinillas trenzan bandas de pelo y cubren sus cabezas con cascos
broncíneos, adornados con rojas cimeras. Llevan también espadas de
doble filo, forjadas con excelente acero, y puñales de una cuarta de
largo para el combate cuerpo a cuerpo. Emplean una técnica peculiar
en la fabricación de sus amas; entierran piezas de hierro y las dejan
oxidar durante algún tiempo, aprovechando sólo el núcleo, de forma
que obtienen, mediante nueva forja, espadas magníficas y otras amas.
Un arma así fabricada corta cualquier cosa que se encuentre en su
camino, por lo que no hay escudo, casco o cuerpo que se resista a sus
golpes por la excepcional calidad del hierro. Son muy hábiles en
luchar de dos modos diferentes: primero atacan a caballo y, en caso
de ser rechazados, desmontan y atacan de nuevo como soldados de
infantería.

Según sus normas habituales son extremadamente crueles con los


criminales y enemigos, aunque con los forasteros son compasivos y
honrados; a los extranjeros que vinieron a vivir entre ellos, todos los
invitaban a parar en sus casas, rivalizando entre ellos para
prodigarles hospitalidad, y los extranjeros que fueron atendidos por
éstos los elogiaban y los consideraban amigos de los dioses ... En
cuanto a su alimentación, se sirven de toda clase de carnes que
abundan entre ellos, y como bebida poseen una combinación de vino y
miel...

Diodoro de Sicilia, Bibliotheca Historica, V, 33-34.

De Turdetania se exporta trigo, mucho vino y aceite: éste, además,


no sólo en cantidad dino de calidad insuperable. Expórtase también
cera, miel, pez, mucha cochinilla y minio mejor que el de la tierra
sinópica... Antes se importaban de aquí cantidad de tejidos: hoy
mismo sus lanas son más solicitadas que las de los koraxoi, y nada
hay que las supere en belleza...

La excelencia de las exportaciones e Turdetania manifiéstase en el


gran número y el gran tamño de las naves: los mayores navíos de
carga que arriban a Dikaiarcheia (Puteoli) y a Ostia, puerto de
Roma, proceden de aquí, y su número es casi igual al que viene de
Libia.

Estrabón, Geografía, III, 2, 6

Tienen los turdetano, además de una tierra rica, costumbres dulces y


cultivadas, debidas a su vecindad con los ketikoi, o como ha dicho
Polibio, a su parentesco, menor
no obstante, para aquellos, pues la mayor parte viven en
las aldeas. Sin embargo los turdetanos, sobre todo los que viven en la
ribera del Baitis, han adquirido enteramente la manera de vivir de los
romanos, hasta olvidar su idioma propio. Además, la mayoría de ellos
se han hecho "latinos", han tomado colonos "romanos" y falta poco
para que todos se hagan "romanos". Las ciudades ahora colonizadas
como Paxaugusta entre los keltikos, Augusta Emerita entre los
turdulos, Kaisaraugusta entre los keltiberos, y otras semejantes,
muestran bien claro el cambio que se ha operado en su constitución
política. Llámanse "togados" a los iberos que han adoptado este
regimen de vida: los keltiberos mismos se cuentan hoy día entre ellos,
aunque hayan tenido fama en otro tiempo de ser los más feroces.

Estrabón, Geografía, III, 2, 15

En la región sita entre el Tagos y el país de los ártabros habitan unas


treinta tribus. Esta región es naturalmente rica en frutos y ganados,
así como en oro, plata y otros muchos metales; sin embargo, la mayor
parte de estas tribus han renunciado a vivir de la tierra para medrar
en el bandidaje, en luchas continuas mantenidas entre ellas mismas, o
atravesando el Tagos, con las provocadas contra las tribus vecinas.
Pero los romanos, poniendo fin a este estado de cosas, las han
obligado en su mayoría a descender de las montañas a los llanos,
reduciendo sus ciudades a simples poblados, mejorándolas también
con el establecimiento de algunas colonias entre ellos. El origen de
tal anarquía está en las tribus montañesas, pues, habitando un suelo
pobre y carente de lo más necesario, deseaban, como es natural, los
bienes de los otros.

Estrabón, Geografía, III, 3, 5


ECONOMÍA,
SOCIEDAD Y
ADMINISTRACIÓ
N DE LA
HISPANIA
ROMANA
………………………………………………………….
• Economía social y administración
En consecuencia, se produce una cultura material y también una
cultura inmaterial. En relación a esto, Augusto fundó tanto ciudades
como colonias, bien exnovo o bien a a través de una repoblación
anterior. Por ejemplo, Caesaraugusta y Emerita Augusta, así como
Asturica Augusta y Julióbriga. Asturica y Juliobriga se fundan en el
marco de las guerras. Ésta era un lugar estratégico, dominando el
Ebro y sus comunicaciones, donde instaló a indígenas y
probablemente también a romanos, no en calidad de colonia. De igual
forma, creó Asturica Augusta. Pero también fundó Caesaraugusta,
como soporte estratégico de las guerras, a medio camino entre la costa
y el Alto Ebro, una colonia logística a la que da su nombre, sobre una
población primitiva. Y con sus veteranos del ejército, es decir, los
licenciados de las últimas guerras, funda Emerita Augusta como
nueva ciudad, a orillas del Guadiana, siendo ésta de nuevo cuño,
organizándose al estilo típicamente romano (25 a.C). Todas serán
elementos de romanización.

• La categoría jurídica
Plinio describe el estatus jurídico supremo de la colonia, como
Caesaraugusta; después cita a los cives romani, los que poseen el
derecho latino viejo, aquellos que a poco mérito se convertían en
ciudadanos romanos, y entre ellos están por ejemplo los vascones, al
igual que los cives latinorum veterum. Los foederati o federados son
los que tienen una condición especial, marcada por un pacto. Los
stipendiarii conforman el último escalón y ahí menciona a los
calenses, los almeranenses, o los pompelonenses y aquitanos, entre
otros. En total él refiere hasta diez ciudades vasconas, probablemente
las que le parecían más importantes, empezando por las categorías
superiores.

A los cántabros, del conventus cluniense, dice que merece la pena


recordar los bavinienses y los bárdulos, y de entre los cantabri, solo
cita (como populi, porque son pueblos y no ciudades) Julióbriga, la
única en la que actualmente se puede explicar la trama urbana. El
resto, Bavinia, Monte Cildá y Amaya, se desconoce.

En Julióbriga se puede ver el foro, que siempre indica que se trata de


una ciudad. Ofrecía servicios civiles, como la administración, que
precisaba de una curia, los templos religiosos, un mercado, termas y
acueducto, edificios para espectáculos como teatros o circos.

• La sociedad
La ciudadanía romana era una posición social privilegiada en
relación con las leyes, estatus social, propiedad y acceso a
posiciones de gobierno, que se otorgaba a ciertos individuos a lo
largo de la historia de la Antigua Roma.

• La división en grupos
Es difícil generalizar a través de todo el periodo de la historia de la
Roma antigua, dado que tanto la naturaleza como el criterio de
accesión a la ciudadanía fueron modificados a través de la legislación
ante Cesar, etc, durante el desarrollo de esa historia. Sin embargo, y
muy generalmente, tanto durante el periodo de la República como
posteriormente, durante la época del Imperio, los residentes en Roma
podían ser divididos en los siguientes grupos:

• Los hombres libres o ciudadanos (en el


sentido de ser habitantes de o nacidos en Roma
-ver más abajo) quienes gozaban los derechos
que se atribuían al estatus de ciudadano. Esa
condición podía, en ciertas circunstancias,
perderse.

• Los “nativos”: aquellos que vivían o provenían de


territorios conquistados originalmente por Roma,
habitantes de estados aliados o “clientes”
(dependientes) incluyendo colonias de Roma, a
quienes se les otorgaba una forma limitada de
ciudadanía, que, en la práctica, consistía en una
especie de ciudadanía de segunda clase. El ejemplo
más conocido de este tipo de ciudadanía es el que se
aplicaba a los nativos del centro de Italia: el
Derecho Latino.

• Las mujeres: constituían una clase aparte -cuyos


derechos variaron, como los de la ciudadanía, a
través del tiempo-. Las mujeres, cualquiera fuera su
estatus, nunca tuvieron la totalidad de los derechos
ciudadanos otorgados a los varones. No podían, por
ejemplo, votar o ser elegidas en cargos de elección.
En teoría las mujeres estaban sujetas al control de
sus “pater familias”, los que, por lo menos durante
un periodo histórico, tenían incluso el derecho a
obligarlas a divorciarse y volverlas a desposar. -
durante la República y entre las clases altas era
práctica común utilizar los matrimonios para
consolidar relaciones políticas.- Tenían, sin
embargo, el derecho de propiedad personal.

• Esclavos: los esclavos y esclavas se consideraban propiedad y


poseían sólo algunos
—y muy limitados— derechos (podían comprar su libertad u
obtenerla por decreto del propietario). Los esclavos podían ser
vendidos, maltratados, mutilados, violados, torturados o muertos a
voluntad de sus propietarios. La muerte —por el propietario o algún
otro— de un esclavo era tratado como un asunto de destrucción de
propiedad, no como un homicidio. Sin embargo, un esclavo liberado
(un liberto) obtenía ciudadanía completa

• Obtención y pérdida de la ciudadanía


romana
• La ciudadanía se otorgaba automáticamente a
todos los hijos de un matrimonio legal de un
ciudadano

• Los esclavos liberados obtenían la


ciudadanía, sin embargo, mantenían algunas
formas de obligaciones con sus antiguos
amos, transformándose en clientes.
• Los hijos de los esclavos liberados eran ciudadanos de derecho
propio.

• La ciudadanía fue finalmente concedida a


aquellos que no habían nacido en Roma en 212 d.
C. por el emperador Caracalla.

• El derecho de ciudadanía se extendió,


gradualmente, a los habitantes de las provincias
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Lacio"
latinas.

• Aquellos que servían en cuerpos militares bajo


las órdenes de romanos (auxiliares
HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Tropas_auxiliares_
romanas" militares) adquirían ciudadanía, la que
se trasmitía a sus hijos.

• Se podía lograr ciudadanía por

servicios "extraordinarios" a

Roma. 9-La ciudadanía se podía

comprar, aunque el precio era

muy alto.2

10-Con el tiempo se hizo costumbre considerar ciudadanos romanos a


los habitantes de provincias (países) completos que habían mantenido
lazos de amistad y comercio con Roma por largo tiempo.
Generalmente esto era una especie de premio o reconocimiento de
una realidad político social. Sin embargo, a veces era una manera de
lograr fines políticos. Finalmente, el Edicto de Caracalla otorgó
ciudadanía a todos los habitantes libres del Imperio.

La ciudadanía se podía perder debido a varias razones, por ejemplo:

1-Si una persona se trasladaba voluntariamente a vivir en alguna

otra ciudad o estado. 2-Si un individuo cometía traición.

Sólo los ciudadanos romanos podían servir en las legiones. Sin


embargo, un legionario perdía algunos de sus derechos: no podía, por
ejemplo, contraer matrimonio y, consecuentemente, los hijos de tales
uniones no eran ciudadanos a menos que —una vez vuelto a la vida
civil— se desposara legalmente.
• La concesión de Vespasiano
El emperador Vespasiano concedió el ius latii a Hispania, lo que no
constituía la ciudadanía completa. Afortunadamente esta ley se ha
conservado como documento en bronce.

A las ciudades les concedía progresivamente el ius latii y a los


ciudadanos que quisieran detentar los cargos municipales, les
premiaba con al ciudadanía, aunque desempeñaban

el cargo gratuitamente. Había un circuito cerrado entre


administración, economía y sociedad, ya que había un colectivo que
gobernaba gratis sin que Roma invirtiera capital en ello.

La Lex Irritana era la ley del ius latii. Se trata de una fuente directa
que se ha conservado muy bien. También el emperador Adriano hizo
alguna concesión semejante a la ciudad de Itálica, la primera colonia
romana en Hispania y muy cerca de Sevilla, que era su lugar de
procedencia original.

Más tarde en 212 Caracalla concedió la ciudadanía universal, a todo


hombre libre de todo el Imperio, siendo algo más práctico que
fáctico. Fue más de decreto que de hecho en Hispania, al menos. Se
produce un cambio radical en 200 años, a efectos jurídico- sociales.

Diocleciano hizo provincias más pequeñas y las duplicó,


subdiviéndose la Tarraconense en tres (Gallaecia, Tarraconense y
Cartaginense), de forma que se controlase cualquier intento de
penetración en Hispania habiéndose añadido la Mauretania Tingitana,
esto a efectos administrativos, para controlar una parte del Estrecho.

• Derechos ciudadanos
Como se ha notado, los derechos asociados con los diferentes tipos
de estatus variaron sobre el tiempo, con el origen de los individuos y
los servicios otorgados al estado por los mismos. Sin embargo, los
diferentes derechos incluían —sobre un largo periodo de la historia
romana— los siguientes:
1-Ius suffragiorum: Derecho a voto en

las asambleas, etc. 2-Ius honorum: El

derecho a postularse y ser electo.

• Ius commercii: El derecho a efectuar contratos legales y tener


propiedades.

• Ius connubii: El derecho a contraer matrimonio


con otro ciudadano romano, a tener los derechos
de pater familias y a que los hijos de tales
matrimonios fueran considerados ciudadanos de
Roma.

• Ius migrationis: el derecho a preservar el nivel de


ciudadanía cuando se viajaba o re ubicaba a otra
ciudad de estatus comparable. Por ejemplo, los
ciudadanos romanos mantenían su ciudadanía si se
trasladaban a una colonia romana que poseyera
todos los derechos legales de tales (colonia civium
Romanorum) Los latinos también tenían este
derecho y mantenían sus condiciones bajo el jus
Latii si se trasladaban a otra ciudad o colonia latina
(Latina colonia). Este derecho no se aplicaba si el
individuo se trasladaba a una ciudad o colonia con
un estatus menor que la que abandonaba (siempre
que tal traslado fuera voluntario), por ejemplo, un
ciudadano romano que fuera a vivir a una colonia
latina pasaba a estar sujeto a la jus latii.

Adicionalmente surgieron una serie de derechos que, no


estando cubiertos por legislaciones (jus) específicas, llegaron a ser
consideradas parte de los derechos de los ciudadanos:

• Derecho de inmunidad de ciertos impuestos y


otras obligaciones legales (por ejemplo, de reglas o
leyes locales mientras se viajaba)
• Derecho a no ser encontrado culpable sin
juicio legal (incluyendo el derecho a defensa
frente a tribunales)

• Derecho a tomar acción frente los tribunales de justicia.3

• Derecho de apelación sobre las decisiones de magistrados.

• Un ciudadano romano no podía ser torturado o


azotado.4 Tampoco podía ser condenado a muerte
excepto en casos de traición. En ningún caso un
ciudadano podía ser crucificado.
• Si un ciudadano era acusado de traición, tenía

el derecho a ser juzgado en Roma. 7-

Ciudadanos eran requeridos servir en el

ejército, y a pesar de que esto era a veces

ignorado, tal servicio era parte esencial para quien deseara progresar en la magistratura.

8-I HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Ius_gentium"us


gentium: La realización - a partir del 300 a. C.- de la crecientes
relaciones internacionales de la presencia romana y la concurrente
necesidad de encontrar soluciones prácticas a problemas entre los
extranjeros y los romanos llevó a la evolución del “derecho de
gentes”. Debido a la importancia e influencia de Roma y de hecho el
“ius gentium” llegó a ser el derecho internacional de la época. El ius
gentium se basó en el altamente desarrollado derecho comercial que
se practicaba por las ciudades-estados griegas y otros centros
comerciales. Se consideraba que los derechos otorgados por el jus
gentum correspondían a todas las personas, sin consideración de
lugar de nacimiento o ciudadanía y finalmente llegó a constituir las
bases de la concepción romana del Derecho Natural

• La evolución de la ciudadanía como elemento de


romanización
El concepto romano de ciudadanía fue modificado a través de la
historia. Esta modificación puede ser vista como una extensión de
derechos a sectores cada vez más amplios. Tal extensión tomó lugar
junto con la expansión del área de aplicación del derecho romano
mismo, derecho que originalmente regía sólo en la ciudad misma y
terminó siendo entendida como aplicable a todos los habitantes del
“mundo conocido”, sin consideración de su nacionalidad o condición
social.

Originalmente los romanos tenían la concepción restringida -común


a la época- de quiénes eran ciudadano: se reservaba a quienes eran
descendientes directos de los míticos fundadores de Roma. Este
grupo - los patricios- agrupados en gens, mantenían celosamente sus
derechos y privilegios, estando incluso prohibido el matrimonio con
aquellos que no eran ciudadanos romanos completos. (ver más abajo
“optimo iure” en

civis romani) Sin embargo, y aun en épocas tempranas de


la historia romana, habían otros habitantes de la ciudad: los plebeyos,
quienes sólo tenían algunos de los derechos pertenecientes a los
patricios. Posteriormente los plebeyos, a partir de 497 a. C., se
embarcaron en una serie de luchas (ver Secessio plebis) que
culminaron con la obtención de la igualdad legal o extensión de
derechos ciudadanos a todos los nacidos de matrimonio legal en
Roma.

Casi paralelamente en el tiempo, y con la extensión de la influencia


romana, se encontró necesario y conveniente otorgar alguna forma de
derechos reconocidos en Roma a los habitantes de colonias y ciudades
y regiones aliadas. Esto se concretó en una forma de ciudadanía
“limitada” (tales como los derechos otorgados por el ius latinii).

Tal situación —junto con el prestigio de Roma— e implicado alto


estatus de “ciudadano romano” tanto a nivel regional como en otras
ciudades resultó en una situación en la que el focus de muchas de las
regiones que bordeaban Roma se centraron en mejorar
su statu quo en Roma, en lugar de competir con ella.

Así, en los hechos, la otorgación de ciudadanía —tanto a los aliados


como a los conquistados— se transformó en un método político de
romanización o atraer al área de influencia romana no sólo los
diferentes sectores étnicos o nacionales que se integraban a Roma
sino también los pueblos y naciones que la bordeaban. Se ha alegado
que tal política fue una de las grandes innovaciones que Roma
introdujo y una de la principales razones del éxito de la expansión
política y cultural romana.

Comenzando en 28 a. C., el derecho de ciudadanía fue otorgado ya


sea a individuos o familias particulares, principalmente de las capas
altas de los pueblos conquistados, o a comunidades locales enteras.
Después de 212 d. C., todos los habitantes libres que vivían en el
Imperio fueron reconocidos como ciudadanos, por el edicto imperial
de Caracalla (la llamada Constitutio Antoniniana).

• Tipos de ciudadanía
A pesar que los tipos de ciudadanía legal (y los derechos y deberes
relacionados) variaron a través de la historia de Roma, los siguientes
fueron bastante comunes:

Cives romani

Ciudadanos romanos plenos. Sólo ellos podían acceder a la totalidad


de los beneficios y protecciones que la ley romana otorgaba (por
ejemplo, sólo los ciudadanos romanos podían usar una toga). Estos
civis se dividían básicamente en dos “clases”: los “non optimo jure”
—quienes sólo tenían algunos derechos, tales como el derecho al
comercio y propiedad (jus commercii) y finalmente al matrimonio con
otros ciudadanos romanos (jus connubii)—, y los “optimo jure”,
quienes adicionalmente tenían derecho a voto (jus suffragiorum) y a
ser elegidos a puestos en la administración pública (jus honorum).

Cives latini

Este grupo estaba constituido por aquellos que eran habitantes de la


Liga HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Liga_Latina"Latina,
quienes estaban regidos por el “derecho latino” (jus latii). Tenían el
derecho a propiedad y comercio y el derecho a libre movimiento y
asentamiento en Roma (jus migrationis) pero no a casarse con
ciudadanos romanos. A pesar que la designación original designaba a
quienes cuyos ancestros provenían de las tierras de la Liga Latina
posteriormente el término llegó a designar una clasificación legal:
libertos y aquellos cives convictos de algunos crímenes e incluso civis
que se asentaban en colonias latinas fueron dados el estatus de
“latinos” por la ley. Posteriormente, el Edicto de Latinidad de
Vespasiano extendió esta clasificación a los habitantes de Hispania.

Socii

Socii o “asociados” o “federados” eran los ciudadanos de estados que


tenían ciertas obligaciones legales con Roma, usualmente, tratados de
acuerdo a los cuales ciertos derechos de los habitantes de esos estados
eran reconocidos por la ley romana a cambio de ciertos servicios
(generalmente los magistrados romanos obtenían el derecho a reclutar
soldados para las legiones en esas regiones).

Otra asociación común era la basada en aceptación del dominio


romano sin mayores tentativas de resistencia. Ciudades o estados que
mantenían esa actitud estaban, generalmente, exentas de pagar
tributo. La costumbre romana en este sentido era, la primera vez que
conquistaban a un pueblo, obtener una compensación única por los
gastos de guerra y obtener un tratado de paz que garantizara los
derechos de los ciudadanos romanos (por ejemplo, paso libre a
comerciantes romanos). Tentativas de repudiar esos acuerdos eran
castigadas duramente, terminando con la reducción a la esclavitud de
la totalidad de la población conquistada e incluso la destrucción
completa de las ciudades.

Una creciente insatisfacción con los derechos otorgados a los socii y


la creciente demanda por legionarios condujo, finalmente, a la Guerra
Social (91–88 a. C.) la que condujo a la Lex Julia (específicamente la
Lex Iulia de Civitate Latinis Danda, 90 a. C.) la que otorgaba los
derechos de los cives romanii a todos los latini y los socii cuyos
estados aceptaran una paz inmediata o no hubieran participado en
tales guerras.

Siguiendo la conclusión de la guerra social, lo mismo fue otorgado a todos los estados
socii, poniendo fin efectivamente a esas categorías legales.

Provinciales

Se consideraba “provinciales” aquellos que estaban bajo influencia


o control romano pero carecían incluso de los derechos de los
socii, esencialmente solo teniendo los derechos del jus gentium.
Peregrini

Un peregrinus (plural peregrini) era originalmente el término


utilizado para designar cualquier persona que no era un ciudadano
romano, es decir, quien fuera se encontraba en Roma sólo en
términos “temporarios”. Con la expansión del poder romano el
término empezó a cubrir más y más grupos, incluyendo por ejemplo,
los latini, los socii y los provinciales, además de cualquier extranjero.

• Libertos y esclavos
Un liberto o liberatus es un esclavo al que de algún modo le ha
sido concedida la libertad (manumisión). Esta denominación se
usaba para designar a
los gladiadores liberados por el emperador, después de salir
vencedores de grandes batallas en anfiteatros y más adelante en
el gran coliseo de la Roma imperial. Los libertos son figuras
existentes en todas las sociedades esclavistas.

Los libertos formaban aproximadamente el 15% de la población


(Antigua Roma) durante el Imperio romano. Como necesitaban un
apellido del que solían carecer, normalmente tomaban el nomen de
su antiguo dueño, quien se convertía en su patrono.

En la época de Claudio I los libertos fueron usados como funcionarios en


la burocracia romana. Dicho emperador aprobó la legislación sobre
esclavismo, de manera que los esclavos abandonados por sus amos se
convertían en libertos. Claudio fue ampliamente criticado por utilizar
esclavos en la Corte Imperial.

Los esclavos podían ganar su libertad de diferentes modos. Algunos


eran liberados en los testamentos de sus dueños, algunos dueños los
liberaban en vida y otros esclavos eran los que compraban su libertad
a sus dueños. Un esclavo podía comprar su propia libertad con sus
ahorros o posesiones personales. Los libertos podían incluso poseer
sus propias tierras.

Pero el esclavo no quedaba totalmente libre al obtener su nueva


condición de liberto, sino que mantenía unos lazos de dependencia
con su antiguo amo. Esta vinculación se concretaba en 3 apartados
acordados previamente:
• Obsequium: Significa deferencia (Amabilidad
que se tiene con alguien por respeto o cortesía), y
consistía en servicios de diversa índole.

• Opera: Son días de trabajo que realizaba el


liberto, normalmente en la misma labor que
efectuaba cuando era esclavo.

• Bona: Era un derecho de herencia sobre su patrimonio.

La esclavitud en la Antigua Roma constituía una de las características de la


sociedad romana. A lo largo de toda la historia del Imperio romano y
su dominio sobre el Mediterráneo, Europa, África y Asia, la sociedad
romana fue esencialmente esclavista, y tanto su economía como su
estructura social se basaba en un sistema de clases donde el esclavo
constituía el escalón más bajo de la sociedad.

La mayoría de los esclavos en la antigua Roma se adquirían a través


de las guerras, los ejércitos romanos llevan los prisioneros de vuelta
como parte de la recompensa de la guerra.

Delante del templo de Pietas, estaba la columna lactaria, donde eran


depositados, expuestos, es decir «ius exponendi», los bebés
abandonados, es decir, los que el pater familias se negaba a reconocer,
para que alguien los adoptara. Esto casi nunca ocurría, sino que los
recogían personas que los convertían en esclavos si eran hombres, y en
prostitutas si eran mujeres. Los niños inútiles, deformes o débiles eran
eliminados. El niño adoptado tomaba el apellido del nuevo padre.
Cuando una esclava tenía un hijo, era responsabilidad de su amo
aceptarlo en la familia. Que lo matara si no era aceptado no estaba mal
visto, aunque más tarde pudo llegar a tener un tipo de reprobación
moral.

Dentro del imperio, los esclavos eran vendidos en subasta pública o, a


veces en las tiendas, o por venta privada para los esclavos más
valiosos. La trata de esclavos fue supervisada por los funcionarios
fiscales romanos llamados Cuestores.

A veces los esclavos estaban expuestos en soportes rotativos, para ser


mejor observados y junto a cada esclavo iba colgado para la venta un
tipo de placa que describe su origen, la salud, carácter, inteligencia,
educación, y otra información pertinente para los compradores. Para
poder apreciar mejor sus cualidades y defectos siempre eran
expuestos desnudos. Los precios variaban con la edad y la calidad, así
los niños esclavos eran más baratos que los adultos, y entre estos
últimos los más valiosos alcanzaban precios equivalentes a miles de
dólares de hoy día. A modo de garantía, el concesionario estaba
obligado a reemplazar con un esclavo nuevo dentro de los seis meses
tras la compra, si el esclavo tenía defectos ocultos que no se
manifestaron en la venta. Los esclavos puestos a la venta sin periodo
de garantía estaban obligados a llevar una gorra en la subasta, y eran
más baratos.

La vida como esclavo dependía en gran medida del tipo general de


trabajo que se le asignaba, del que había una gran variedad. Para los
esclavos, la asignación de las minas era a menudo una sentencia de
muerte lenta. A los esclavos agrícolas generalmente les iba mejor,
mientras que los esclavos domésticos de las familias ricas de Roma
(familia urbana) probablemente disfrutaban del más alto nivel de vida
de los esclavos romanos, junto a los esclavos de propiedad pública
(servus publicus) que no estaban sujetos a los caprichos de un solo
amo. A pesar de que su alojamiento y comida eran de una calidad
notoriamente inferior a la de los miembros libres de la familia, puede
haber sido comparable a la de muchos romanos libres, pero pobres.
Esclavos domésticos se podían encontrar trabajando como
peluqueros, mayordomos, cocineros, empleadas domésticas,
enfermeros, maestros, secretarios y costureras. Esclavos con más
educación e

inteligencia podían trabajar en profesiones tales como la


contabilidad, la educación y la medicina.

Los esclavos de ciudad solían tener familia y una gran autonomía.


Podían lograr la libertad o manumisión de diferentes formas:

• Bastante irónicamente, con su propia muerte,


cuando lo liberaban para que tuviera un entierro de
persona libre.
• Con la muerte de su amo, en cuyo
testamento solían liberar a sus esclavos como
muestra de generosidad. Cuando eran
liberados de este modo, se les dejaba alguna
propiedad o dinero.

• Comprando su libertad, ya que después de haber


pasado años de intermediario de su amo en los
negocios, podían ganar un peculio.

• Por declaración ante un magistrado. Amo y


esclavo defendían su libertad ante un
magistrado. Si era aceptada, se le ponía un
bastón en la cabeza como señal de su libertad.

Muchos emancipados permanecían en sus casas haciendo las mismas


labores, aunque con mayor dignidad.

Los esclavos eran propiedad absoluta de su dueño. Carecían de


personalidad jurídica, de bienes, y hasta de familia propia. El esclavo
romano no tenía derecho almatrimonio,
al parentesco - no podía ejercer la paternidad ni la maternidad - ni a
la propiedad. Los hijos eran vendidos y separados de sus madres.
Sin embargo, mediante la potestas, podía adquirir, para su amo,
toda clase de propiedades e incluso solicitar un crédito, aunque no
estaba facultado para obligarlo a asumir deudas en su nombre.1

Recién después del siglo II, los esclavos tuvieron permitido casarse.

Ayudaban al amo a ponerse la toga, pues era una labor de gran


complicación. Eran los encargados de recibir a los invitados,
recogerles la toga y los zapatos y ofrecerles un baño caliente o un
lavado de pies. Los más guapos y de mejores modales servían la
comida vestidos de colores vivos, que contrastaban con sus
cabelleras, con las que a veces sus amos se secaban. Los más
agraciados servían el vino y cortaban los manjares mientras que los
que limpiaban los platos y recogían las mesas iban peor vestidos. A
cada invitado se le adjudicaba un esclavo servus ad pedes que
permanecía a sus pies.
Los que nacían como esclavos y eran educados, formaban una clase
privilegiada entre la servidumbre. No se les permitía entrar a
representaciones teatrales. A los esclavos se les adjudicaban las tareas
de acuerdo a su nivel cultural.

A los esclavos se les podía poner un collar con una placa en la que
se leería tenemene fucia et revo cameadomnum et viventium in
aracallisti, traducido como "detenedme si escapo y devolvedme a
mi dueño".

El precio de un esclavo nos llega a través de Catón, y


sabemos que era de promedio unos mil quinientos denarios, precio
que subió a lo largo del siglo II a. C. hasta alcanzar los veinticuatro
mil sestercios.

Algunos esclavos tenían la consideración de personas libres, bien por


la humanidad de sus amos o por el trabajo intelectual que
desarrollaban. Esto pasó con los esclavos procedentes de la Antigua
Grecia, que en cierto modo el amo consideraba de mayor educación
que la suya. Estos eran los que servían como secretarios,
administradores o educadores. En el siglo III se redujeron las masas
de esclavos y estos empezaron a valorarse casi como personas libres.
El emperadorDiocleciano era hijo de un esclavo que había comprado
su libertad.

Los libertos fueron a partir del siglo VI según el emperador Justiniano


I ciudadanos sin distinción alguna, procedentes de la esclavitud. Si no
conservaban los lazos de fidelidad a sus casas eran llamados libertos
ingratos. Ejercían mayoritariamente la labor de comerciantes o
artesanos, y en menor medida de maestros romanos(ludi magister),
gramáticos (encargados de la enseñanza secundaria), banqueros o
médicos, que no tenían la remuneración.

La economía romana, como su sociedad, dependían del trabajo de


esclavos, que eran fundamentales en los latifundios, minas e
industrias. Esta economía aumentó a partir del siglo II gracias a las
victorias de Julio César, que puso en subasta a aproximadamente un
millón de esclavos durante la Guerra HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_las_Galias"de HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_las_Galias"las Galias (58-51
a. C.) En Delos, llegaron a subastarse hasta diez mil esclavos en un
solo día.

• El evergetismo
En su definición original, el evergetismo consiste, para los miembros
ricos o notables de una comunidad, en la distribución de una parte de
su riqueza a la misma, aparentemente de forma desinteresada. A esta
persona benefactora, altruistase la llama «evergeta».

Complementa al clientelismo, vínculo individual y personal entre el patrono


(latín patronus, plural patroni, ‘patrón’) y sus clientes (latín
cliens, plural clientes), como fue el caso en la Antigua Roma.

En el clientelismo se genera una clientela privada que se


convierte en una mafia o crimen organizado; es lo contrario
del evergetismo. En el Imperio Romano el
evergetismo era una especie de mecenazgo pero que no se centraba
en actividades culturales, como en la época del Renacimiento, sino
que se dedicaba a cuestiones sociales y políticas siempre en relación
a la esfera pública. Por ejemplo, la mayor parte de los anfiteatros
romanos fueron construidos con aportes de ciudadanos ricos.1

El evergetismo no era lo mismo que el clientelismo, ya que no tenía


como intención el ganarse el favor de los clientes o conciudadanos
sino realizar agasajos colectivos. El donante se sentía importante,
respetable, ganaba prestigio, en una época en la que los hombres ricos
y poderosos eran también los cultivados y los gobernantes, todo en
uno.

Donar a su ciudad grandes obras públicas era una forma


de demostrar su fortuna; después de todo era su propia ciudad, algo
así como engalanar su propia casa ya que los que realizaban las
donaciones eran los mismos que gobernaban la ciudad.1

Se trataba de una especie de sistema de dádivas que les otorgaba más


autoridad y hacía que la gente se pusiera a su servicio. Lo
fundamental era obtener la sumisión de los otros. El gran señor les
regalaba una moneda por la mañana a todos los individuos que se
presentaran a rendirle sus respetos. En un momento en que comer
todos los días no era lo común para las cuatro quintas partes de la
población, en el imperio grecorromano, la riqueza suscitaba gran
admiración entre la población sumisa. Si el hombre rico perdía su
prestigio la plebe se burlaba de él frente a su casa y eso les resultaba
intolerable.
El evergetismo era una cuestión de imagen, el emperador romano, por
ejemplo, sólo era evergeta en Roma, no en otras ciudades. Las críticas
que recibía el evergetismo eran de tono político: había temas más
importantes que darle diversiones al pueblo. Resultaba escandaloso
que los ricos gastaran su dinero en placeres para la plebe, como por
ejemplo los juegos circenses.1

No los hacían motu proprio; muchos eran presionados para ser


evergetas y no podían negarse para no perder su prestigio.

Sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo IV a. C. y antes de la


época helenística, profundas evoluciones afectaron la financiación de
la vida pública tal y como estaba organizada hasta entonces. Sin que el
principio de esta financiación por los más ricos, al menos de manera
simbólica, fuera cuestionado, la legitimidad de su designación por la
ciudad no tuvo ya consenso. La idea que se difundió fue que los más
ricos no contribuirían menos si se les solicitaba sin obligarles. En la
misma época,
hacia 355 a. C., Demóstenes y Jenofonte lo mencionan, el
primero en el Contra Leptines, el segundo en Los ingresos
públicos.

Esta práctica social se manifestó en el mundo helenístico y pronto se


convirtió en una obligación moral para la gente rica, especialmente
cuando buscaban cargos de alta magistratura, como cónsul romano
(Consul) o edil curul (Aedile). Las beneficiencias no sólo incluían
«pan y circo» (panis et circenses), sino también edificios públicos y
caminos que llevaban la inscripción D.S.P.F. (De Sua Pecunia Fecit,
«Hecho con su propio dinero»), junto al nombre del donante.

Desde el siglo III, la presión económica hizo cada vez más difícil
practicar el evergetismo y las construcciones y monumentos se
hicieron más escasos debido a los altos costes y los magistrados
fueron reacios a poner dinero. Un ejemplo de esta crisis puede verse
en el Arco de Constantino, que se construyó con elementos
reutilizados. El evergetismo se acabó en Occidente con la
desaparición del Imperio de Occidente, mientras que en el Imperio de
Oriente continuó con losemperadores y magistrados, hasta
desaparecer finalmente con Justiniano, que suprimió el consulado y
dejó que posteriormente fuera sustituido, en su acción social
redistribuidora, por las iglesias.
• El comercio y el Monte Testaccio
En Sierra Morena había unas minas de gran riqueza llamadas
Mariánicas que se hallaban en propiedad privada de un tal Marius.
Sin embargo, con Tiberio se expropiaron y dejaron de estar en manos
privadas. Hacia el 143 el monte Testaccio era foco de excedentes de
producción de la Bética. Gracias a los sellos de las ánforas, en esas
décadas prácticamente todo el material que llega a Roma es bético.

Con Septimio Severo se practican algunas reformas económico-


sociales que benefician al emperador, debido a unos recursos que
beneficiaban al emperador y que se podían capitalizar. En cualquiera
de los géneros literarios que se cultivaban en Hispania, además había
un hispano responsable. Ejemplos son Marcial y Séneca, oriundos de
la Bética, cuyos padres se presupone que habían sido educados
enteramente al modo romano. En el Bajo Imperio este esquema se
mantiene, aunque se introduce la religión cristiana.

• Textos
La naturaleza del país (Celtiberia) no es apta para dar vida a un gran
número de ciudades, siendo, como es, sumamente mísera, de una
situación excéntrica y de un aspecto inculto: por otra parte, ni el
género de vida de sus habitantes ni sus actividades (excepto
naturalmente, las ciudades sitas sobre la costa de Nuestro Mar) dan
pie para ello. Los pobladores de las aldeas son salvajes, y así son
también la mayoría de los íberos: las ciudades mismas ni pueden
ejercer su influjo civilizador cuando la mayor parte de la población
habita los bosques y amenaza la tranquilidad de sus vecinos.

Estrabón, Geografía, III, 4, 13

El olivo, la vid, la higuera y otras plantas semejantes crecen


cuantiosas en las costas ibéricas que bordean Nuestro Mar, y también
en las del Exterior. En cambio, las costas septentrionales ribereñas
del Océano carecen de ellas a causa del frío; en el resto del litoral
faltan, más que por negligencia de los hombres, que viven sin
preocupaciones, porque dejan transcurrir su vida sin más apetencia
que lo imprescindible y la satisfacción de sus instintos brutales.

Estrabón, Geografía, III, 4, 16


Las islas Kattitérides son en número de diez, todas ellas muy
cercanas entre sí y sitas hacia el Norte del Puerto de los Ártabros, en
plena mar. Una de ellas está desierta: las demás están habitadas por
hombres que visten mantos negros… Viven, en general, del producto
de sus ganados, a la manera de los pueblos nómadas. Tienen metales
de estaño y plomo y los cambian, así como las pieles de sus bestias,
por cerámica, sal y utensilios de bronce que les llevan los
mercaderes.

Estrabón, Geografía,

III, 5, 11 Traducción

de los textos de

Estrabón:

García y Bellido, A.: España y los españoles hace dos


mil años. Col Austral, nº 515, Madrid, Espasa-Calpe, 1978.

Esta piedra nace también en Cantabria. No es el verdadero imán


que se encuentra en veta continua, sino otro que aparece en núcleos
dispersos que llaman
“bulbationes”. De todas las venas metalíferas, la más abundante en
Cantabria es la de hierro. En la zona marítima que baña el Océano
hay un altísimo monte que parece increíble, todo él es de metal, como
ya dijimos a hablar del Océano.

Plinio, Naturalis Historia, XXXIV, 149.

Hispania llama «striges» a pequeñas masas de oro. No se las


encuentra sino en forma de pepitas o de arena, mientras que para
obtener otros metales es preciso tratarlos antes por el fuego; pero
éste es oro al punto y es materia pura desde el momento en que se
encuentra; es, pues, oro nativo, así como el otro, del cual hablaremos,
es oro hecho tal por un artificio... [...]

… [El oro] se encuentra en pepitas en los ríos; como en el Tagus


de Hispania... no existe oro más puro, apareciendo pulido por el
curso y frote del agua... Además los montes de las Hispaniae,
áridos y estériles, en los cuales no nace ninguna otra cosa, son
forzados a ser fértiles en este bien… […]

... [describe a continuación el empleo de una corriente de agua para


facilitar la extracción del mineral). La tierra conducida así se desliza
hasta la mar; rota la montaña, se disuelve, y de este modo Hispania
ha hecho retroceder el mar lejos de sus orillas... El oro obtenido por
la «arrugia» no se funde, es ya oro; se encuentran masas, como en los
pozos, que pesan más de 10 libras. Llaman a estas masas «palagae»;
otros las dicen «palacurnae», y cuando es pequeña, llámanla
«balux»... Según opinión de algunos, Asturia, Gallaecia y Lusitania
suministran por este procedimiento 20.000 libras de oro alaño, pero
la producción de Asturia es la más abundante. No hay parte alguna
de la tierra donde se dé esta fertilidad durante tantos siglos.

Plinio, Naturalis Historia, XXXIII, 62. 66 y sig., 76 y sig., 80,


traducción A. García y Bellido.

Gayo fue uno de los principales jurisconsultos romanos, que vivió en


el s. 11 d. de C.; pocos autores han sido tan utilizados como él en
época posterior por su claridad y elegancia.

Omnes homines aut liberi sunt aut servi. Rursus liberorum hominum
alii ingenui sunt, alii libertini. Ingenui sunt qui liberi nati sunt;
libertini qui ex iusta servitute manumissi sunt. Libertinorum tria sunt
genera, nam aut cives Romani aut Latini aut dediticiorum numero
sunt. Latini vera multis modis ad civitatem Romanam perveniunt:
minores triginta annorum manumissi et Latini facti si uxores cives
Romanas duxerint ...

Libenter ex his, qui a te veniunt, cognovi familiariter te


cum servis tuis vivere: hoc prudentiam tuam, hoc eruditionem decet.
«Servi sunt.» Immo homines. «Servi sunt.» Immo contubemales. «Servi
sunt. » Immo humiles amici. «Servi sunt.» Immo conservi, si
cogitaveris tantundem in utrosque licere fortunae. Itaque rideo istos,
qui turpe existimant cum servo suo cenare: quare, nisi quia
superbissima consuetudo cenanti domino stantium servorum turbam
circumdedit? Est ille plus quam capit, et ingenti aviditate onerat
distentum ventrem ac desuetum iam ventris officio, ut maiore opera
omnia egerat quam ingessit: at infelicibus servis movere labra ne in
hoc quidem, ut loquantur, licet.

Todos los hombres o son libres o siervos. A su vez, de los hombres


libres unos son ingenuos, otros libertinos. Ingenuos son quienes han
nacido libres; libertinos quienes desde una justa servidumbre han sido
manumitidos. De libertinos hay tres tipos: pues o son ciudadanos
romanos o latinos o del número de los dediticios (ciudadanos de
pueblos que se habían rendido a los romanos). Los latinos, en cambio,
de muchas maneras llegan a la ciudadanía romana: los menores de
treinta años manumisos y hechos latinos, si hacen mujeres suyas a
ciudadanas romanas...

Con mucho gusto por los que vienen de tu casa he sabido que tú vives
en familia con tus esclavos: esta conducta va bien a tu discreción, va
bien a tu formación. «Son siervos», Pero antes, hombres. «Son
siervos». Pero antes, compañeros de viaje. «Son siervos».
Pero antes, amigos humildes. «Son siervos». Pero antes, siervos como
nosotros si piensas solamente que tiene potestad la fortuna sobre unos
y otros. También yo me río de los que estiman escandaloso cenar en
compañía de un esclavo: ¿por qué ha de serlo sino porque una moda
llena de vanidad ha puesto en torno al amo, cuando cena, una multitud
de esclavos que se mantienen en pie? Come éste más de lo que le
cabe, y con enorme avidez carga su estómago dilatado y no hecho ya
a sus deberes, de modo que digiere todo con mayor esfuerzo del que
lo ha ingerido; ahora bien, a los infelices siervos no les está permitido
mover los labios ni siquiera para pronunciar unas palabras.

Mientras tú, seguramente, deambulas intranquilo en medio del


griterío de la Subura Juvenal, o pasas una y otra vez por la colina de
Diana la soberana, mientras por los umbrales de los poderosos te
ventila la toga, y errabundo te agotan el Celio grande y el Celio
pequeño; a mi, recobrada después de muchos Diciembres, me acogió
mi querida Bílbilis y me hizo rústico. Bílbilis, soberbia por su riqueza
y su hierro, Aquí, sin prisas, cultivamos con dulce esfuerzo el Boterdo
y Platea –las celtíberas tierras tienen estos nombres tan bastos-.

Disfruto de un sueño profundo e interminable que a veces no se


interrumpe ni siquiera a media mañana y es ahora cuando recupero
todo el que perdí por estar en vela tres
decenas de años. Desconocida es la toga; a cambio, al
que pide se le da una prenda cualquiera, que pende próxima de una
silla rota. Al que se levanta de dormir le espera un fuego majestuoso
avivado con un montón de leñas del encinar próximo, que corona la
“patrona” con abundantes ollas. Me acompaña el cazador –el que
deseas tú tener en un bosque apartado-; El “encargado” dispensa a
los esclavos y les ruega – complaciente- que recojan sus largos
cabellos. Así me gusta vivir, así me gusta morir.

Marcial, XII, 18

Terminada esta guerra, Augusto licenció a los más veteranos de


sus soldados y les concedió que fundaran una ciudad en
Lusitania, llanada Emerita Augusta: para los soldados que
estaban todavía en edad de servir hizo celebrar unas fiestas en
el mismo campanento, ejerciendo Marcelo y Tiberio las funciones de ediles.

Dion Cassio HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-la-


peninsula-iberica/material-de-clase-1/fichas-bibliograficas/dion-cassio", Historia
Romana, LIII, 25, 2

Marco Aurelio Polinices, miembro de la plebe urbana, vivió 29 años,


9 meses y 5 días. Obtuvo la palma 789 veces; en la facción de los
rojos, 655 veces; en la de los verdes 55; en la de los azules 12; en la
de los blancos 17. Obtuvo en recompensa 3 premios de
40.000 sestercios; veintiséis premios de 30.000 sestercios; premios de
segunda categoría 11 veces. Obtuvo la victoria 8 veces con carros de
10 caballos, 8 veces con carros de 8 caballos y 3 veces con carros de
6 caballos.

ILS 5286

"Plinio al emperador Trajano"

Señor: Cuando el año pasado estuviste en peligro de muerte por una


enfermedad muy grave, recurrí a un médico. Solamente por una
acción de tu benevolencia puedo gratificarle su atención y su celo. Te
ruego, pues, que le concedas la ciudadanía romana. Es, por supuesto,
de condición peregrina. Se llama Harpócrates y tuvo por patrona a
Termutis, esposa de Theón, que murió hace tiempo. Te ruego que en el
mismo acto concedas el mismo derecho a las libertas de Antonia
Maximila, dama muy distinguida, Hedia y Antonia Harmérides.

Plinio el Joven, Epistulae, X-6

Aquí yace Cayo Domicio Pylades, médico, de 55 años. Te ruego


que, al pasar, digas "séate la tierra ligera". Cornelia Maurila,
liberta de Marco, su esposa. Cayo Domicio Restituto, liberto de
Cayo.

Inscripción de Mérida

Tu, que quieres entrar como nuevo miembro en el colegio, lee


primero cuidadosamente la ley a fin de evitar quejas después o de
dejar procesos a tus herederos. Después entra.

Se dispone que todo aquel que quiera ingresar en el


colegio deberá pagar cuota de ingreso de 100 sestercios y un ánfora
de vino bueno, y una contribución anual de 5 ases (sestercio y
cuarto). Se dispone también que los funerales de aquel que no haya
cotizado durante los seis últimos meses no serán imputados al
colegio, incluso si ha hecho testamento en su favor. Se dispone que en
el deceso de un miembro que haya cotizado regularmente, la caja
proporcionará 300 sestercios para los funerales, de los que 50 se
distribuirán como regalo funerario delante de la pira; el cortejo
funerario irá a pie. Se dispone que aquel que se suicide, sea por el
motivo que sea, no tendrá funerales financiados por el colegio. Se
dispone también que todo esclavo, miembro del colegio, deberá
regalar un ánfora de vino bueno, en el momento de recibir la libertad.

CIL XIV, 2112 (ILS 7212)

Dedicado a Lucio Rasinio Saturnino, edil y duunviro quinquenal, por


el singular ejemplo de sus costumbres y su permanente clemencia en
ambos cargos, por la financiación de juegos que hicieron sus hijos
con motivo de la obtención del sacerdocio y por sus frecuentes
donaciones a favor de sus conciudadanos. Todos los miembros de las
curias municipales lo pusieron como testimonio perpetuo de su
agradecimiento e hicieron la correspondiente dedicación.

CIL, VIII, 11349

Prometió un mercado con sus columnas y estatuas, la sala de pesas y


medidas y además un edificio abovedado, todo lo cual había tasado
en 30.000 sestercios. Lo construyó íntegramente desde sus cimientos,
gastando una cantidad doble que la inicialmente presupuestada.

A.E. 1916, 35-36

“Senadoconsuto adoptado con motivo del mercado del territorio (saltus) de Begua”.

Publio Casio Segundo, Publio Delfio Peregrino y otros cónsules han


tomado la palabra sobre la propuesta de los amigos del senador
Lucilio Africano. Piden que le sea permitido “abrir” un mercado en
Casas, en la provincia de África, región de Begua, territorio de los
musulamii el 4 de noviembre y el 21 de Diciembre y en lo sucesivo las
mismas fechas (4 y 21) cada cuatro meses.

Sobre este asunto los senadores decidieron que se le autorizara al


senador Lucilio Africano a “abrir” un mercado en el lugar y la fecha
antedichas.

CIL, VIII, 270

Aquellos que hayan construido navíos poniéndolos al servicio del


abastecimiento del trigo para servicio del pueblo romano, siempre
que se trate de un navío de al menos
50.000 modios de carga, o de varios navíos cada uno de al menos de
10.000 modios, durante el tiempo en que dichos navíos estén en
servicio, los constructores o quienes los hayan puesto en servicio,
quedarán exentos de ocupar cargos públicos. No obstante, los

senadores no pueden beneficiarse de esta exención,


puesto que no se les permite, en virtud de la Ley Julia sobre delito
de concusión, poseer navíos.

Digesto, L, 5, 3
L. Licinio Papiriano, administrador financiero de los emperadores
M. Aurelio y Vero, quiso concederos 1.300.000 sextercios. A vuestra
lealtad confío, queridísimos munícipes, que con el rédito obtenido de
esta suma, a un 5% del interés se costee la alimentación anual de 300
niños y 300 niñas, que los niños comprendidos entre los 3 y los 15
años reciban 2 denarios y medio mensuales, y las niñas comprendidas
entre los 3 y 13 años 2 denarios mensuales. Deberán elegirse por
supuesto habitantes de derecho del municipio, y también podrán
elegirse forasteros con tal de que vivan en edificios de nuestra ciudad.
el mejor procedimiento de selección será, si os parece adecuado, el
que realicen los duunviros cada año. Conviene asegurar que las
vacantes producidas por defunción o por llegar a la edad adulta se
cubran inmediatamente, de modo que el número total de beneficiarios
sea siempre el ya mencionado de 600.

CIL, VIII, 1641

Aspectos administrativos

Los ronanos denominando a toda la Península Iberia o Hispania, han


llamado a una parte Hispania Ulterior ya la otra Hispania Citerior.
Pero algunas veces emplean otras divisiones, cambiando su
administración según los tiempos.

Del uso de los baños públicos. El arrendatario de los baños, o su


socio, debe calentar y tener abiertos los baños, tal como habrá
contratado en las primeras calendas de Julio, durante todos los días,
desde el amanecer hasta la hora séptima para las mujeres, y de la
hora octava a la segunda de noche para los hombres, bajo la
inspección del procurador que esté al frente de las minas. Debe
suministrar de forma conveniente agua corriente para el baño
caliente, y hasta la rana más alta, y para el frío, tanto para las
mujeres como para los hombres. El arrendatario puede exigir medio
as por cada hombre y un as por cada mujer. Quedan exentos los
libertos y siervos de César que trabajan al servicio del procurador o
reciben alguna remuneración; igualmente los impúberes y los
soldados. El arrendatario, o su socio administrador, debe devolver
los accesorios del balneario y todas las cosas que le fueran
asignadas, íntegramente, una vez terminado el contrato, excepto lo
que se hubiese destruido por el uso normal...

Bronce de Vipasca, 1, 3

Hoy de 1as provincias atribuidas en parte al pueblo romano y al


senado, en parte al Emperador romano, la Bética es del pueblo
romano y se manda a ella un pretor que tiene a su lado un cuestor y
un legado. El límite Este de la Bética se ha fijado junto a Cástulo. El
resto pertenece al Emperador. Este manda dos legados: uno que es
propretor, el otro que es procónsul. El propretor tiene a su lado un
legado y administra la Lusitania, que linda con la Bética y llega hasta
el Duero y

su desembocadura. Porque este es el concepto particular


que Lusitania tiene en el tiempo actual. Allí está también Augusta
Emerita. Lo demás, que es la parte más grande de Iberia, está bajo el
mando del procónsul que dispone de un ejército considerable, de tres
legiones y de tres legados; de los cuales uno con dos legiones
guarnece toda la región del Norte del Duero, llamada Lusitania y
ahora Galicia; añadíase a ésta la parte septentrional con los astures
y los cántabros; por el país de los astures corre el río Nelsos y a poca
distancia de él hay la ciudad de Noega; un estuario cercano separa a
los astures de los cántabros. La región que se extiende desde allí
hasta los Pirineos la tiene el segundo legado con la otra legión. El
tercer legado administra la parte inferior, que comprende los pueblos
llamados ya “togados”, cono si dijésemos pacificados y que han
adoptado con la toga la civilización y el modo de vida de Italia. Son
éstos los celtiberos y los que habitan a ambos lados del Ebro hasta el
mar. El gobernador suele invernar en la costa, residiendo
generalmente en Cartagena o Tarragona; en el verano recorre la
provincia inspeccionando las cosas que requieren corrección. Hay
también procuradores del César, de orden ecuestre, que distribuyen a
los soldados el dinero necesario para su sustento.

Estrabón, Geografía, III, 4, 19-20.

LEY FLAVIA MUNICIPAL

Rúbrica: Que los patronos retengan los mismos derechos que


antes tenían sobre sus libertos y libertas que hayan obtenido la
ciudadanía romana a través de la magistratura ejercida por un
hijo o por el marido.
Los libertos y libertas que hayan obtenido, en virtud de la presente
ley, la ciudadanía romana a través de las magistraturas ejercidas por
un hijo o por el marido, retengan, sobre ellos y sobre sus bienes,
quienes les hayan manumitido, si éstos no han obtenido, ellos
también, la ciudadanía romana, los mismos derechos que tendrían si
ellos (los libertos) y ellas (las libertas) no hubiesen sido hechos
ciudadanos romanos. Si los patronos o patronas consiguen la
ciudadanía romana, retengan, sobre esos libertos y libertas y sobre
sus bienes, los mismos derechos que tendrían si hubiesen sido
manumitidos por ciudadanos romanos.

LEY DE URSO

t
u

Todo pontífice y todo augur de la colonia Genetiva Julia que, una vez
promulgada esta ley, sea elegido o cooptado, en virtud de la presente
ley, para el colegio de pontífices y de augures, en el lugar de los
fallecidos o condenados, ese pontífice y augur figure como pontífice y
augur en el colegio en la colonia Julia, de la misma forma que
quienes

son y serán pontífices y augures de pleno derecho en


cualquier colonia. Nadie designe ni coopte ni elija a alguien (en
sustitución de otro) para el colegio de los pontífices, a no ser cuando
haya menos de los tres pontífices que le corresponden a la colonia
Genetiva. Nadie coopte ni elija a alguien (en sustitución de otro)
para el colegio de los augures, a no ser cuando haya menos de los
tres augures que le corresponden a la colonia Genetiva Julia.

Rúbrica: Sobre el derecho y potestad de los ediles.

Los que han sido nombrados ediles en ese municipio (antes de la


presente ley) en virtud del edicto del emperador Vespasiano César
Augusto, del emperador Tito César Vespasiano Augusto o del
emperador César Domiciano Augusto, y se hallan actualmente en esa
edilidad, estos ediles, hasta el día para el que fueron nombrados, y
los que, conforme a la presente ley. se nombren allí después, hasta el
día para el que sean nombrados, sean ediles del municipio Flavio
Irnitano. Tengan éstos derecho y potestad de exigir y repartir (las
contribuciones para) suministro, templos, lugares sagrados y
religiosos, villa, calles, barrios, cloacas, baños, mercado, pesas .y
.medidas, y de pedir (que se nombren) guardias, cuando sea
necesario, y por lo demás que los decuriones y conscriptos aprobaran
que hicieran los ediles, el derecho de cuidar y hacer todas estas
cosas; otrosí (el derecho y potestad) ,de tomar una prenda de los
munícipes e íncolas, por cada persona y día, sin exceder de 10.000
sestercios; otrosí de multar y penarles hasta con 5.000 sestercios por
cada persona y día. Tales ediles, así como los que sean nombrados
después conforme a la presente ley, tendrán jurisdicción y facultad de
dar y conceder juez y recuperadores conforme a la presente ley para
aquellas causas y personas para las que tienen jurisdicción los
duunviros hasta 200 sestercios. Podrán estos ediles tener adscritos
esclavos comunes de los munícipes de ese municipio que les sirvan
como auxiliares. Tengan derecho y potestad siempre que nada de
todo.lo supraescrito se haga contra las leyes, plebiscitos,
senadoconsultos, edictos, decretos y constituciones del divo Augusto,
de Tiberio Julio César Augusto, de Tiberio Claudio César Augusto,
del emperador Galba César Augusto, del emperador Vespasiano
César Augusto, del emperador Tito César Vespasiano Augusto, del
emperador César Domiciano Augusto, pontífice máximo, padre de la
patria.

Rúbrica: Sobre el derecho y potestad de los cuestores.

Los que han sido nombrados cuestores, antes de la presente ley, en


virtud del edicto, decreto o mandato del emperador César
Vespasiano Augusto, del emperador Tito César Vespasiano Augusto
o del emperador César Domiciano Augusto, y se hallan actualmente
en esa cuestura, estos cuestores, hasta el día para el que fueron
nombrados, y los que, conforme a la presente ley, se nombren
después, hasta el día
para el que sean nombrados, sean cuestores. Tengan
derecho y potestad para cobrar, gastar, guardar, administrar y pagar,
según el arbitrio de los dunviros, el fondo común de los munícipes de
ese municipio. Puedan tener para sí esclavos comunes de los
munícipes de ese municipio que les sirvan como auxiliares en ese
municipio. Tengan derecho y potestad, siempre que nada de todo 10
supraescrito se haga contra las leyes, plebiscitos, senadoconsultos,
edictos, decretos y constituciones del divo Augusto, de Tiberio Julio
César (Augusto), de Tiberio Claudio César Augusto, del emperador
Galba César Augusto, del emperador Vespasiano César Augusto, del
emperador Tito César Vespasiano Augusto, del emperador César
Domiciano Augusto, pontífice máximo, padre de la patria.

Rúbrica: Cómo se consigue la ciudadanía romana en ese municipio.

Aquellos magistrados que, entre los senadores, decuriones y


conscriptos del municipio Flavio Irnitano, han sido o serán
nombrados como se establece en la presente ley, éstos, al cesar en su
cargo, serán ciudadanos romanos, juntamente con sus padres,
cónyuges y los hijos habidos de matrimonio legítimo que se hallen
bajo la potestad de sus padres, así como los nietos y nietas habidos
de un hijo que se hallen, ellos o ellas, bajo la potestad de sus padres,
siempre que no resulten más ciudadanos romanos ,del número de
magistrados que se pueden nombrar en virtud de la presente ley.

Rúbrica: Que los que consiguen la ciudadanía romana


permanezcan bajo el poder marital, mancipio o potestad paternal
en que estaban.

Aquel o aquella que, en virtud de la presente ley o del edicto del


emperador César Vespasiano Augusto, del emperador Tito César
Vespasiano Augusto o del emperador César Domiciano Augusto,
padre de la patria, hubiera conseguido, él o ella, la ciudadanía
romana, permanezca, él o ella, en la potestad paternal, poder marital
o mancipio de aquel que se hubiera hecho ciudadano romano en
virtud de la presente ley, en que debiera estar si, él o ella, no hubiese
cambiado de ciudadanía, y tenga el mismo derecho de optar tutor que
tendría si hubiera nacido, él o ella, de un ciudadano romano y no
hubiera cambiado de ciudadanía, él o ella.

Rúbrica: Que los que consiguen la ciudadanía romana retengan


los derechos sobre los libertos.

Aquel o aquélla que, en virtud de la presente ley o del edicto del


emperador César Vespasiano Augusto, del emperador Tito César
Vespasiano Augusto, del emperador César Domiciano Augusto,
hubiera conseguido, él o ella, la ciudadanía romana, tenga el mismo
derecho y la misma condición respecto a sus libertos paternos y sus
libertas paternas que no hubiesen alcanzado, ellos o ellas, la
ciudadanía romana, y sobre los

bienes de ellos o ellas y lo que se les hubiera impuesto a


causa de su libertad, lo mismo que si no hubiese cambiado de
ciudadanía, él o ella.

Rúbrica: Sobre el prefecto del emperador César Domiciano Augusto.

Si los decuriones y conscriptos o los munícipes de ese municipio


hubieran ofrecido el dunvirado al emperador César Domiciano
Augusto, padre de la patria, en nombre de todos los munícipes de ese
municipio, y el emperador César Domiciano Augusto, padre de la
patria, hubiera aceptado ese dunvirado y hubiese delegado en un
prefecto que le representara, este prefecto tenga el mismo derecho
que tendría si hubiese tenido que ser nombrado único dunvir, en
virtud de la presente ley, y hubiese sido nombrado, en virtud de la
presente ley, único dunvir para la jurisdicción.

Por su parte Augusto combatió contra los astures y los cántabros;


pero como éstos ni se le acercaban, resguardándose siempre en sus
montes, ni se ponían a su alcance, a causa de su inferioridad
numérica y también por usar la mayoría de ellos armas arrojadizas,
causándole muchas molestias si alguna vez se ponía en camino,
ocupando los lugares favorables y emboscándose en los valles y en
las selvas, se encontró en una dificultad extrema. La fatiga y las
preocupaciones le hicieron enfermar, y tuvo que retirarse a
Tarragona para reponerse. Cayo Antistio continuó la lucha y la llevó
a un término completo, no porque fuera mejor general que Augusto,
sino porque, despreciándole los bárbaros, salieron al encuentro de
los romanos y fueron derrotados. Así éste tomó algunas ciudades, y
después Tito Carisio conquistó la ciudad de Lancia, que había sido
abandonada, y sometió muchas otras.

Terminada esta guerra, Augusto licenció a los más veteranos de sus


soldados y les concedió que fundaran una ciudad en Lusitania,
llamada Emerita Augusta; para los soldados que estaban todavía en
edad de servir hizo celebrar unas fiestas en el mismo campamento,
ejerciendo Marcelo y Tiberio las funciones de ediles.

DION CASSIO HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-


la-peninsula-iberica/fichas-bibliograficas/dion-cassio", Historia romana, LIII, 25, 2

Los romanos denominando a toda la Península Iberia o Hispania,


han llamado a un parte Hispania Ulterior y a la otra Hispania
Citerior. Pero algunas veces emplean otras divisiones, cambiando
su administración según los tiempos.

Hoy de las provincias atribuidas en parte al pueblo romano y al


senado, en parte al Emperador romano, la Bética es del pueblo
romano y se manda a ella un pretor que tiene a su lado un cuestor y
un legado. El límite Este de la Bética se ha fijado en Cástulo. El resto
pertenece al Emperador. Este manda dos legados: uno que es
propretor, el otro que es procónsul. El propretor tiene a su lado un
legado y administra la Lusitania, que linda con la Bética y llegue
hasta el Duero y su desembocadura.
Porque este es el concepto particular que Lusitania tiene en el
tiempo actual. Allí está también Augusta Emerita. Lo demás, que es
a parte más grande de Iberia, está bajo el mando del procónsul que
dispone de un ejército considerables, de tres legiones y de tres
legados; de los cales uno con dos legiones guarnece toda la región
del Norte del Duero, llamada Lusitania y ahora Galicia; añadíase a
ésta la parte septentrional con los astures y los cántabros; por el
país de los astures corre el río Melsos y a poca

distancia de él hay la ciudad de Noega; un estuario


cercano separa a los astures de los cántabros. La región que se
extiende desde allí hasta los Pirineos la tiene el segundo legado con
la otra legión. El tercer legado administra la parte inferior, que
comprende los pueblos llamados ya "togados" como si dijésemos
pacificados y que han adoptado con la toga la civilización y el modo
de vida e Italia. Son éstos los celtíberos y los que habitan a ambos
lados del Ebro hasta el mar. El gobernador suele invernar en la costa,
residiendo generalmente en Cartagena o Tarragona; en el verano
recorre la provincia inspeccionando las cosas que requieren
corrección. Hay también procuradores del César, de orden ecuestre,
que distribuyen a los soldados el dinero necesario para su sustento.

Estrabón HYPERLINK "http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-la-


peninsula-iberica/fichas-bibliograficas/estrabon", Geografía, III, 4, 19-20.

4.6 La Lex Metallis Vipascensis


Entre las riquezas que atesoraba Hispania ocupaban un lugar
destacado las minas. Los romanos continuaron la explotación de las
que ya habían explotado los indígenas y cartagineses y pusieron en
funcionamiento otras nuevas.

Las técnicas y sistemas de explotación diferían según las


características de cada mina, pero se conoce la legislación completa
por la que se regía un importante distrito minero lusitano: el
Metallum Vispacense, hoy Aljustrel (Alentejo, Portugal).

En dicha ley (que está grabado en dos planchas) se regula toda la vida
del distrito. En una plancha se regula el sistema de explotación.
Según se estipula en los distintos capítulos, el propietario es el estado
romano representado por su Emperador; la administración
corresponde al procurador imperial (procurator metallorum); la
explotación la puede "arrendar" cualquier hombre libre,
individualmente o en sociedad, y debe entregar al fisco, además de
pagar una cantidad como derecho de explotación, el 50% del mineral
que saque de la mina. Está obligado también a mantener en
explotación continua el yacimiento. Cualquier infracción es
duramente castigada.

En la segunda plancha se regula la vida "civil" del distrito: las


condiciones del pregonero, la utilización, arrendamiento y
condiciones de los baños públicos, así como las normas por las que se
deben regir los demás oficios: barberos, lavanderos, maestros de
escuela, etc.

En suma, la vida del distrito tenía que discurrir conforme al orden


romano, y el fisco, en calidad de propietario, debía obtener los
correspondientes beneficios, cualquiera que fuese la actividad.

De la centésima sobre la estipulación argentaria.


• El arrendatario reciba del vendedor el uno por
ciento del importe de las estipulaciones, que haga
por cada subasta dentro del territorio de las Minas
de Vipasca, excepto de las subastas que realice el
Procurador de las Minas por mandato del
Emperador.

• El arrendatario exija del comprador


el uno por ciento del precio de los pozos, que el
Procurador de las Minas vendiese.

• Si se saca a subasta una universalidad de bienes y


todos ellos fuesen adjudicados, no por eso dejará de
abonar el vendedor el uno por ciento al
arrendatario, a su socio o a su representante.

• Si el arrendatario, su socio o su representante


quiere que el comprador estipule, debe éste hacerlo.

• El arrendatario, su socio o su representante exija


el uno por ciento también de la suma, que fuese
exceptuada de la subasta.

• El que sacase al pregón mercancías, so no fuesen


adjudicadas, y dentro de los diez días, desde que las
sacó al pregón, las vendiera bajo las mismas
condiciones, deberá dar sin embargo el uno por
ciento al arrendatario, su socio ó su representante.

• Si lo que, según este capítulo de la ley, se debe al


arrendatario, a su socio o a su representante, no se
entrega, solventa y satisface dentro de los tres días
desde que empezó a adeudarse, habrá que abonarle
el duplo.

• Del arriendo del oficio de pregonero.


• El que arriende el oficio de pregonero, provea de voz pública el
territorio.

• Por honorarios exija el dos por ciento del que


venda por valor de cien denarios o menos y el uno
por ciento de que venda por valor de más de cien
denarios.

• El que venda esclavos al pregón, si vende cinco o


menos número, deberá dar como capitulario al
arrendatario, a su socio o su representante por cada
cabeza... denarios y si vendiese mayor número por
cada cabeza tres denarios.

• Si el procurador de las Minas en nombre del


Fisco vende o da algo en locación, el arrendatorio,
su socio o su representante deberá facilitar el
pregonero.

• El que espusiere al público en su nombre el


inventario de lo que fuere a vender, deberá al
arrendatario, a su socio o a su representante un
denario.

• El comprador de los pozos, que vendiere el


Procurador de las Minas, deberá abonar el uno por
ciento, y si no pagase dentro del tercer día, tendrá
que satisfacer el duplo.

• Está permitido al arrendatario, a su socio o a su


representante el apoderarse de prenda de garantía.

• El que vendiese al pregón mulos,


mulas, asnos, asnas, caballos o yeguas, deberá
abonar tres denarios por cada cabeza.
• El que saque al pregón esclavos u otros bienes y
dentro de los treinta días los vendiese sin subasta
bajo iguales condiciones, deberá dar lo mismo al
arrendatario, a su socio o a su representante.

• De los baños.

• El arrendatario de los Baños o su socio deberá a


sus expensas hacer calentar los que hubiese
arrendado, todos los días desde el inmediato treinta
de junio, teniéndolos a disposición de las mujeres
desde el amanecer hasta la una de la tarde y de los
hombres desde las dos de la tarde hasta las ocho de
la noche, a juicio del Procurador, que manda en las
Minas.

• Deberá tener el agua de los Baños hasta la rama


más alta en los templados y corriendo bien en los
fríos, tanto para las mujeres como para los hombres.

• El arrendatario exija a cada hombre medio as y a cada mujer uno.

• Se exceptúan los libertos y los esclavos


imperiales, que ejerzan algunas funciones cerca del
Procurador o reciban pensión alimenticio, como
también los niños y los soldados.

• El arrendatario, su socio o su representante,


deberá devolver, terminado el arriendo, los enseres
de los Baños y todo el mobiliario que se le hubiese
entregado en perfecto estado de conservación,
excepto el deterioro natural del tiempo.

• Deberá lavar, limpiar y untar por completo con


grasa fresca cada treinta días los utensilios de cobre
de que haga uso.

• Si durante algún tiempo fuerza mayor impidiere


el uso regular de los Baños, el arrendatario deberá
deducir de la pensión la prorrata correspondiente al
dicho tiempo.
• SI la suspensión de los Baños fuese por la
limpieza de los utensilios de cobre o por cualquier
otro motivo originado del mismo uso natural de
ellos, el arrendatario no deberá hacer deducción
alguna.

• No es permitido al arrendatario vender leña, sino


los residuos de las ramas, que no fuesen a propósito
para la calefacción, y si obrase en contra de lo
dispuesto, deberá abonar al Fisco cien sestercios
por cada carretada.

• Si los Baños no estuviesen bien


provistos, el Procurador de las Minas podrá
imponer al arrendatario por cada vez que no los
encontrase bien arreglados hasta doscientos
sestercios de multa.

• El arrendatario tendrá en todo tiempo un repuesto de leña


bastante para... días.

• LA
CULTURA
MATERIAL EN LA HISPA
……………………………………………………………….
• La regulación política local en los municipios
En las colonias romanas también funcionaban los colegia de
pontífices y augures, y la Lex Ursolensis legislaba en torno a ello. Se
estipulaba que hubiera un pontífice y dos o tres augures, de forma que
se cumplía con la colegialidad del cargo y las decisiones que se
tomaban siempre fueran impares, de tal manera que nunca hubiera
empate. También se legisló para que éstos ocuparan cargos vacantes
en el lugar de los que habían sufrido condena o habían muerto.

En los municipios los ediles regulaban el abastecimiento de aguas


limpias y fecales, y en un texto se señalan las alcantarillas, así como
debían regular los pesos y medidas y el orden público: si alguien
incumplía una multa el edil podía solicitar unos lictores a modo de
guardas, que portaban unas hachas para abrir las puertas, y que
reprimían a los culpables.

En los municipios, había personas munícipes, que eran los que estaban
censados como ciudadanos de derecho, pero el incola, que es el que
vive allí, puede ser un comerciante que se ha establecido allí y que
vive temporalmente pero no es munícipe, no es de pleno derecho, pero
sí es habitante de hecho, por lo que en unas votaciones no podría
votar.
Pero si el munícipe comete alguna acción ilegal, el edil lo puede
castigar, y al incola igual. Y otra facultad que tenían los ediles era la
“prenda”, que se devolvía al culpable si en un juicio se demostraba su
inocencia, porque había riesgo de que huyese el culpable y se perdiese
la fianza. La multa máxima era de 5000 sestercios. Además, podían
tener adscritos esclavos públicos de los munícipes del municipio, o
bien privados si no había públicos. Sin embargo, los esclavos ya no
tenían ningún derecho.

Además, existían diferentes tipos de leyes: había leges,


senatoconsultos y plebiscita, diferentes legislaciones emanadas desde
la plebe al emperador, pasando por el senado. Estas leyes se fueron
formulando desde Julio César, Augusto, Tiberio, Claudio y Calígula.
No se conservaron leyes de Nerón porque tanto a su persona como a
su mandato se le aplicó la damnatio memoriae.

• La estructura urbana
Las ciudades prerromanas tenían viviendas de planta rectangular y se
organizaban en planos cuadrangulares cuando seguían el estilo más
indoeuropeo. En sí mismos no poseían nada más que lo necesario para
vivir y calentarse. Mientras, hay otros tipos de organizaciones de
castros que no siguen pautas regulares: se agolpan las diferentes casas
sin formar calles estrictamente. Pero tanto en unos como en otros no
hay espacios públicos como en Roma. No hay un lugar donde poder
reunirse o discutir.
Frecuentemente estaban fortificados y cerrados por una
muralla, aunque podía haber una zona extramuros por desbordamiento
de población, como el castro de Terroso. En el castro de Coaña en
Asturias se aprecia el zócalo de las viviendas, lo que permite
reconocer cómo era la estructura y la vivienda de los pueblos
indígenas. En algunos casos el dominio era estratégico, por ejemplo,
cerca de ríos para preparar la defensa, o cerca del mar y en un alto. En
otros casos los ríos podían ser navegables y ello fomentaría la
actividad económica. Los castros no siempre eran rectangulares, y en
Hispania era más habitual encontrarlos de planta circular, si bien las
viviendas suelen tener las mismas características. En el norte de
Portugal está el castro de Citania Briteirus, bastante bien conservado.
La planta circular era más típica del norte noroeste frente a la planta
rectangular del sur. Se construian con materiales perecederos, a
excepción del zócalo. Tampoco acostumbraban a ornamentar los
espacios urbanos, ya que lo que se conservan son adornos personales.

La planta de una ciudad romana era siempre regular, y ello se puede


apreciar en una ciudad del norte de África. Los romanos delimitaban
en retícula básica y aplicaban la organización militar que conocían
para restringir las plazas de la ciudad. Sus viviendas estaban siempre
rodeadas de calle, y por eso se llamaban ínsulas. Básicamente
contenían un teatro y un foro, que en aplicaciones militares se
correspondía con el tribunal de las arengas, que era el que dirigía en
combate a los legionarios. Además, cada ínsula, que se correspondía
con las tiendas de campaña de los legionarios, por su organización,
daba a entender que tenía su propio sitio, por lo que la gente, o los
militares, si se retiraban o necesitaban ejecutar una determinada
formación, ya sabían cada uno el lugar que les correspondía. En lo
civil no hacen falta tribunales de arengas, sino edificios públicos
como la curia, la basílica, las termas, el mercado, el teatro... y como
son lugares indispensables que deben estar a servicio de todos los
ciudadanos, éstos se sitúan en la intersección de las dos calles
principales, que son siempre más anchas que las demás. Pero también
incluían aspectos ornamentales, como por ejemplo arcos del triunfo.
El pórtico también podía ser ornamental, pero por ejemplo en el norte
de África sí era necesario; el teatro era importante por los
espectáculos, que también aunaba el interés religioso.

No tenemos casos tan bien conservados en la Península, primero por


la sequedad que hace que el deterioro sea mínimo por estar cerca del
desierto. Mérida se fundó con los veterani de las guerras cántabras, y
las tierras que disfrutaban correspondían al ager públicus, lo que no
quería decir que los indígenas se marchasen, porque podían trabajar
para ellos. Y también existían necesidades e intereses que acababan
convergiendo: por razones higiénicas, las necrópolis se situaban extra
muros y se ubicaban en torno a las calzadas, y ahí era donde
convergían la devoción y la ostentación, el binomio
necesidad/interés.

Las calzadas eran las principales vías de comunicación por las que
transitaba el transporte terrestre (caballo, a pie o en carro), además del
transporte marítimo y fluvial, éste último dependiente del tipo de río,
si era navegable o no. En las calzadas existía un sistema de postas
llamado cursus publicus, así como mansio o mesones en el camino. El

sistema de abastecimiento de aguas también era


importante, para lo que existían acueductos que la suministraban a las
ciudades y sistemas de cloacas que desechaban el agua limpia o no
limpia.

Las termas constituían otro servicio de las ciudades, y solían estar en


el foro, pero a veces podía haber más termas complementarias. En el
foro también estaba la curia donde se reunían las asambleas de
magistrados: había decuriones, ediles y cuestores que participaban de
la política y la administración de la ciudad. Por ejemplo, legislaban y
favorecían así un sistema de pesos y medidas igual para todos que
regulaba las transacciones comerciales. Aunque todo pareciera
desenvolverse normalmente, siempre había posibilidad de litigios,
para lo que estaba la basílica, el edificio de justicia, en contraposición
a la administración municipal de la curia. La basílica fue adoptada por
los cristianos, que llamaban eklesía a la reunión de los fieles, aunque
la basílica fuera el edificio destinado a ello. También la basílica estaba
relacionada con los cultos, ya que había libertad de cultos en Roma,
pero existían a la vez unos cultos oficiales.
En cuanto al tipo de vida, las gentes se levantaban al amanecer y
contaban 12 horas de sol y otras 12 de noche. La hora sexta
correspondía al mediodía nuestro y suponía la paralización de todas
las actividades, momento en que las gentes destinaban el resto del día
al ocio y el espectáculo, o al descanso. De esta palabra deriva en
castellano “siesta”, porque era la hora del descanso. Otros sistemas de
ocio eran anfiteatro, teatro y circo, además de la palestra o las termas.

No todas las ciudades poseían estos elementos. Las más romanizadas


como Pompeya o las capitales municipales como Mérida (Emerita
Augusta) solían reunir estos elementos. Por supuesto, igualmente la
ciudad se decoraba con elementos ornamentales, pero no todas las
ciudades los tenían. Los arcos de triunfo se ubicaban en la entrada de
algunas ciudades romanas, como la de Medinaceli. Después, estaba la
muralla, símbolo de poder y no solo elemento defensivo. El capitolio
se edificaba en algún punto alto de la ciudad. Todos estos elementos
anunciaban fuerza y poder humano y divino, así como demostraban la
monumentalidad. Lógicamente todo había que costearlo y eran los
productores los que se beneficiaban. Ya lo griegos, antes que los
romanos, desarrollaron el evergetismo, y destinaban los excedentes de
riqueza a embellecer y mejorar la ciudad, aunque si vivían en villae
igualmente se preocupaban de que aquéllas gozaran de buena
presencia. Los pavimentos se decoraban lujosamente con mosaicos a
gozo del dueño.
Hay una estrecha relación entre cultura material y espiritual. Roma
siempre fue tolerante con los demás cultos, excepto con el
cristianismo, pero debido a que el cristianismo tampoco toleraba las
demás creencias. Sin embargo, en Mérida había un culto oficial muy
importante dedicado a Marte, pero igualmente cada grupo podía tener
un culto preferente: por ejemplo los gladiadores adoraban a Caelestis,
mientras los legionarios a Marte. Precisamente Mérida se construyó
con licenciados del ejército y de ahí viene el culto a Marte. Los
espectáculos eran elementos trascendentales en la sociedad romana,
aparte de que se rpeocupaban por el abastecimiento de la población.
Mérida posee su característico teatro, muy amplio y apto para
representaciones complejas. Su fundador fue Agripa, según las
inscripciones. Tenía capacidad para unos
6000 espectadores. El anfiteatro estaba más deteriorado
pero se conservó y se construyó después que el teatro, así como
después el circo, el más grande y el que más capacidad tenía.

Los grandes monumentos daban una idea de las técnicas constructivas


de los romanos, para confeccionar edificios que soportaran siglos y
siglos sin derrumbarse. Las estructuras de los acueductos y puentes
romanos se planificaban muy cuidadosamente para salvar los
desniveles de terreno, como es el caso del Puente de Alcántara que
cruza el Tajo, difícil de construir por cuanto el río discurre muy
encajado.

La casa romana propiamente es la domus, pero también estaban el


piso o insula y las villae. La domus romana, como edificio exento, se
articulaba en torno a un patio o atrio que recogía el agua de lluvia,
columnado o no. Allí es donde recibía el señor a los clientes. Después
en derredor se distribuían las diferentes estancias. El oecus era el
lugar de recepción de visitas, lugar de tertulia, y después estaba el
triclinium o comedor. También podían tener una biblioteca dentro.
Sin embargo, no todas las domus se distribuían igual y algunas podían
contener un segundo piso. Respecto a las insulae, ocupaban el ángulo
de las cuatro calles. En las insulae había simplemente una habitación
o dos o tres, un retrete común y probablemente ni siquiera una cocina,
o una cocina mínima. Eran viviendas modestas, y la vida se hacía
fuera, después de comer.

• Las ciudades prerromanas


Los pueblos prerromanos desarrollaron un urbanismo muy
diferente del que implantaron los romanos. Obsérvense las
figuras 1 a 5:
Tanto los pueblos del Valle del Ebro como los del Norte y Noroeste de
la Península trazaron sus oppida únicamente con casas para vivienda
y, en todo caso, con cuadras para el ganado pero sin espacios
destinados al uso público. Puede apreciarse la diferencia de
concepción: en un caso viviendas adosadas de planta rectangular
(Valle del Ebro), frente a las casas circulares y exentas típicas de los
castros. Estos son muy conocidos, especialmente en el Noroeste.
• La cerámica
La cerámica es el material más abundante en los yacimientos antiguos
incluidos los romanos. La cerámica era el material más versátil
usándose para fabricar objetos de uso cotidiano, envases y
contenedores, e incluso para objetos de adorno.

Además de su utilidad para conocer aspectos variados sobre la vida


cotidiana de los pueblos que la usan, en el caso de Roma se convierte,
además, en un material preciso para poder fechar las diferentes etapas
de un determinado yacimiento, en función de los tipos,
ornamentación, técnicas, etc., que cambiaron con el paso del tiempo.

5.4.1 La cerámica juliobrigense


El material que más abundantemente se recupera en el curso de las
excavaciones arqueológicas realizadas sobre yacimientos romanos es
la cerámica y, especialmente, fragmentos caracterizados por haber
sido elaborados con técnicas muy sencillas y cuyo aspecto puede
resultar, en ocasiones, tosco. Por ello, el conjunto de recipientes
destinados a la elaboración, servicio, almacén y transporte de
alimentos ha recibido el nombre de cerámica común.

Hasta mediados del presente siglo, este resto arqueológico fue


minusvalorado frente a la cerámica romana por excelencia, la terra
sigillata, que, por sus características de finura y belleza había
acaparado tradicionalmente la atención de los investigadores. Sin
embargo, hoy en día este concepto ha cambiado y se considera a la
cerámica común una fuente histórica de primer orden para el
conocimiento de la vida cotidiana en época romana. Disciplinas como
la Arqueometría, enfocada a la determinación científica de la
procedencia de la arcilla empleada en la manufactura de los vasos, o
la Filología, que a partir del examen de las fuentes literarias nos ayuda
a comprender el uso que recibían estos recipientes, se han hecho
asimismo indispensables para acercarnos a la reconstrucción de la
vida cotidiana en el seno de las casas en época romana.

El estudio de un lote cerámico procedente de las excavaciones realizadas


en Iuliobriga con anterioridad a 1980 y depositado en el Museo
Regional de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, nos ha permitido
diferenciar diez formas diferentes
de instrumenta domestica empleadas en época romana por los
habitantes de este yacimiento del sur de la Cantabria romana. Este
repertorio incluye formas abiertas, como platos, morteros, cuencos,
copas y tapaderas y formas cerradas: ollas, botellas, jarras, dolia y
cántaros. Todos estos recipientes, de acuerdo con su función, pueden
agruparse en tres bloques, que pasamos a estudiar: cerámica de
cocina, cerámica de mesa y cerámica de almacén y transporte de
alimentos.

Cerámica de cocina. Bajo esta denominación incluimos los vasos


cerámicos utilizados en las preparaciones culinarias, con
independencia de otros posibles fines secundarios. Su empleo facilitó
la elaboración de los alimentos en frío (morteros) o bien su
exposición al fuego para aquellos que precisaran el aporte de calor.
Éste es el caso de las ollas, platos, cuencos trípodes, morteros y
tapaderas, que frecuentemente presentan en su superficie restos de
hollín.

Cerámica de mesa. La vajilla empleada para contener los alimentos


tras su elaboración, como en la actualidad, estaba realizada en
cerámica. Pertenecen, por tanto, a este grupo los utensilios empleados
en el servicio de los líquidos (botellas y jarras), en su consumo
(copas) o los que servían para ambas funciones a la vez (cuencos).

Cerámica de almacén y transporte. En un hogar siempre es necesario


reservar un espacio de despensa. Grandes recipientes cerámicos
estaban destinados a contener productos sólidos (caso de los dolia,
orzas y ollas de gran tamaño) o líquidos (cántaros).

Pasamos a continuación a explicar las peculiaridades de cada uno de estos grupos.

CERÁMICA DE COCINA: OLLAS, PLATOS, MORTEROS Y TAPADERAS

La mayor parte de los fragmentos de cerámica común de Iuliobriga


analizados pertenecen a recipientes empleados en la cocina. Entre
ellos destacan las ollas realizadas a torno o a mano, vasos que fueron
denominados en época romana ollae o caccabi. Su abundancia en el
yacimiento resulta lógico sobre todo si tenemos en cuenta que, aún en
nuestros días, constituyen el instrumento de cocina más universal por
estar indefectiblemente ligadas a la cocción de cualquier tipo de
alimento y a la elaboración de guisos. Son productos de uso cotidiano
y escaso coste, adquiridas en el mismo lugar de fabricación o en
puntos muy cercanos.
Estas ollas presentan frecuentemente un perfil en 'S' y están rematas
por bordes exvasados, en ocasiones preparados para el asiento de una
tapadera. Pueden llevar asas y su fondo suele ser plano. Este mismo
modelo pervive, prácticamente sin variaciones, desde la Edad del
Hierro II hasta época medieval. Suelen estar realizadas con pastas de
color gris-negruzco, poco decantadas. Las paredes por lo general son
irregulares y algo gruesas, lo que asegura la resistencia del vaso al
calentamiento.

Consideramos platos a los recipientes anchos y planos. Se diferencian


de los cuencos en que poseen una altura menor que el radio de su
circunferencia, frente a los cuencos en que aquélla es igual o mayor.
Entre los latinos, estos recipientes recibieron diversos nombres:
catinus, catillus, lanx o patena.

Formaban parte de la vajilla de mesa, aunque también sirvieron de


utensilios auxiliares en la cocina. Eventualmente los platos eran
usados para preparar los alimentos o para cocinarlos, de ahí que la
base y las paredes de algunos ejemplares aparezcan ennegrecidos por
la lumbre. Diferenciamos dos tipos principalmente: los denominados
"de engobe interno rojo pompeyano", dentro de los cuales
distinguimos entre los modelos itálicos y las imitaciones, y los platos
de borde vuelto al interior con labio apuntado.

Los platos de engobe interno rojo pompeyano reciben este nombre


porque su borde y cara interna están recubiertos por un engobe
característico realizado en arcilla muy depurada, que posee un espesor
diez o veinte veces mayor que el que reviste los vasos deterra sigillata
y cuyo color, que recuerda al conservado en algunas pinturas murales
de Pompeya, oscila entre el rojo-naranja y el rojo-marrón,
dependiendo de los talleres y del estado de conservación de las piezas.
En la cara interna de su fondo, los platos pueden presentar, además,
una serie de estrías concéntricas que fueron realizadas incidiendo
suavemente sobre la pasta aún fresca con un instrumento dentado. El
exterior de los platos aparece alisado y sin engobe. Solían ir
acompañados de una tapadera con anillo. Podían presentar diversos
tamaños, aunque en general contaban con diámetros grandes o muy
grandes, de ahí que se les denomine platos-fuentes.

Las peculiares características físicas de estos recipientes obedecen a


las condiciones que la elaboración de la patina, típico plato romano,
imponía. En el recetario de Apicius, personaje romano de época de
Tiberio fascinado por la cocina y al que se le atribuye la redacción de
diez libros de recetas compilados en la obra De re coquinaria (1), se
encuentran treinta y siete referencias a patinae, de lo que se deduce
que era un alimento muy común en la Roma Clásica. Se elaboraba a
base de legumbres, pescado, queso, fruta u otros ingredientes y, de
acuerdo con ellos, recibía diferentes adjetivos: patina fusilis (Ap., IV,
2, 4), patina ex lacte (Ap., IV, 2, 13), patina sicca (Ap., IV, 2, 18).
También servía para realizar la ofella, una tortilla de leche, y para
cocinar cabrito o cordero. La vajilla de Cumas, a la que pertenece la
patina, se cita también como idónea para guisos de pollo (pullum
Particum o Laseratum), dulces, como el
flan tiropatina (Ap., VII 13, 7) y recetas a base de habas y
guisantes, concicla Apiciana (Ap., V, 4, 2) y concicla
Commodiana (Ap., V, 4, 4).

Una vez cocidos en otro recipiente y desmenuzados, los alimentos se ponían en


la patina, para añadirles la salsa y el condimento necesario,
colocándose después el recipiente en las brasas o en el horno. Un
ingrediente básico en estas recetas eran los huevos batidos, que
ligaban el guiso; para cuajarlos, la patina debía posarse sobre un fuego
lento, condición que se resalta varias veces en las recetas de Apicio.
Dentro de las

variantes de este guiso hay alguna que debía cocerse


colocando brasas tanto encima como debajo del recipiente,in
termospondio. Para este fin eran adecuadas las grandes tapaderas de
estos platos, ya que sobresalían lo suficiente de los mismos como para
que las cenizas no penetrasen en el interior. Otra utilidad que recibían
las tapaderas de estos platos de engobe interno era permitir dar la
vuelta a la patina, una vez realizado el guiso, de modo que se comiera
en ella y no en el plato tiznado que, gracias a su revestimiento y a sus
estrías interiores, era fácilmente desmoldable.

Este tipo de vasijas comenzaron a fabricarse en la Península Itálica a


mediados del siglo II a. C. y fueron exportadas a amplias zonas del
Imperio romano hasta la erupción del Vesubio en el 79 d.C. A partir
de entonces, la producción se diversificó en las distintas provincias
romanas, donde diversos talleres comenzaron a producir imitaciones.
En algunos casos, éstas fueron lo más fieles posibles y recibieron en
su interior un engobe rojo al modo del original, aunque menos espeso
y de inferior calidad, por lo que usualmente se ha perdido o sólo se
conserva en parte adherido a la cara interna de los platos. En otras
ocasiones se sustituyó el engobe rojo por otro negro. Además, se
respetó el perfil de los platos, de borde apuntado, aunque no su
diámetro, que se redujo drásticamente.

CUENCOS TRÍPODES

Los cuencos trípodes son, como su propio nombre indica, vasijas de


cocina caracterizadas por la presencia de tres pies de sustentación que
permiten colocarlas directamente sobre el fuego. Por ello los
ejemplares suelen presentar la base y los pies ennegrecidos.

Morteros

Se denomina mortaria a los cuencos poco profundos que presentan


en su cara interna piedrecitas incrustadas con el fin de configurar
una superficie de frotación. En ocasiones, estos gruesos
desgrasantes fueron sustituidos por varias incisiones que cumplían
esta misma finalidad. Para facilitar la evacuación de la salsa o los
condimentos preparados en el mortero, éste estaba provisto de una
vertedera. El fondo podía ser plano o apoyarse sobre un ligero pie
anular, según los tipos.

De nuevo, el recetario atribuido a Apicio recomienda el uso de los


morteros para la preparación de distintas salsas y especias como
el crucu, piper, zingiber, lasar,foliu, baca munte, costu filu, spica
Indica, addena, cardamomu o la spica nardi, tan importantes en la cocina romana (2).

En el lote cerámico estudiado de Iuliobriga, hemos documentado tres


tipos diferentes de morteros: el mortero Dramont D 1, de origen
itálico, producido con anterioridad al año 70 d.C. y caracterizado por
un borde con labio horizontal a veces perforado para permitir colgarlo
cuando no se usara; el Dramont D 2, de fondo plano y ancho borde
con labio colgante y vertedera de forma troncopiramidal y un grupo
de morteros locales.

Tapaderas

Las opercula o tapaderas estaban destinadas a


completar otros vasos, asegurando su cierre para una mejor
cocción o conservación de los alimentos. Diferenciamos cuatro
tipos principales:

• Tapaderas tipo Ostia. Caracterizadas por haber


sido cocidas en una atmósfera oxidante y por haber
recibido un acabado cuidado, bien engobado, bien
pulido a bandas. Proceden del norte de África.

• Tapaderas de labio ligeramente engrosado,


de diámetro medio (20-26 cm). Sus
superficies han sido alisadas y poseen un
perfil sencillo.

• Pequeñas tapaderas, empleadas en el sellado


de formas cerradas como botellas o jarras.

• Tapaderas de paredes abiertas de


factura tosca, realizadas con una pasta de
abundantes desgrasantes.

CERÁMICA DE MESA: BOTELLAS, JARRAS, CUENCOS Y COPAS

Los romanos denominaron a estos recipientes lagoena, lacuna o


laguncula, en el caso de los ejemplares de pequeño tamaño. El perfil
de las botellas romanas recibió la influencia de los lagynoi
helenísticos, de largo cuello y marcada carena, que dominaron el
repertorio de los contenedores de líquidos en los últimos siglos antes
del cambio de era. Estaban destinadas, sobre todo, a la conservación y
servicio del vino y de otros líquidos como el vinagre, el agua o el
aceite. Su cuello estrecho impedía su uso para verter alimentos o
preparados de cierto espesor.

La clasificación tipológica de esta clase de recipientes resulta


bastante compleja puesto que los perfiles de los bordes presentan
múltiples variantes. Predominan, sin embargo, los bordes exvasados,
decorados con dos o más molduras. En el interior, suelen presentar
una zona deprimida para asiento de la tapadera.

Las jarras, urceui, urnae o amphorae, en el caso de portar dos asas, se


diferencian de las botellas en la mayor apertura de su boca y en su
finalidad. Mientras que las primeras admitían varios usos, como
acabamos de ver, las jarras iban ligadas al consumo de agua caliente y
fría.

Encontramos diferentes tipos de jarras dependiendo de la forma de su


boca y del número de asas que porten, Así, son especialmente
frecuentes los oinochoes
o nasiterna, jarras de boca trilobulada derivadas de modelos griegos.
Fue un recipiente de gran éxito que se elaboró tanto en cerámica
común como en terra sigíllata. La pasta con que fue realizado solía
ser de color blancogrisáceo, bastante depurada, con desgrasantes de
pequeño tamaño, Los restos calcáreos encontrados en el interior de
algunos fragmentos inducen a pensar que se empleó
fundamentalmente para conservar, calentar y verter el agua o la leche

Los cuencos fueron denominados boletaria, puesto que,


como señala Marcial, en un primer momento sirvieron para contener
setas (boletus) (4). Posteriormente, se emplearon para todo tipo de
guisos, lentejas y otros alimentos líquidos. Estos recipientes no se
exponen al fuego. Documentamos en Iuliobriga cuatro tipos de
cuencos de acuerdo con su borde: cuencos de borde invasado (tipo
XXI), cuencos elaborados a mano (tipo XXII), cuencos de paredes
rectas y borde ligeramente exvasado (tipo XXIII) y pequeños dolia.

Las copas o calices son recipientes con pie alto, cuerpo poco profundo
y borde vuelto hacia afuera. El vástago, de sección cilíndrica,
constituye la zona de aprehensión del vaso y, en su parte inferior, se
abre ampliamente para conseguir la estabilidad necesaria. El diámetro
de la boca oscila entre 12 y 15 cm. de diámetro y la altura total del
recipiente alcanza los 11 cm. El tipo de copa hallado en Iuliobriga es
el caracterizado por un borde engrosado y pegado a la pared, con pie
cilíndrico. Responde, por tanto, al estilo de la cerámica del período
tardoceltibérico definido por J. D. Sacristán de Lama para los
materiales de Rauda (Roa, Burgos) (5) HYPERLINK
"http://personales.mundivia.es/flipi/cuadernos/Cuaderno_16/Ceramica
_comun.htm". La utilidad de las copas no está clara, pudiendo ser
quizá más que un vaso para beber, un vaso-soporte que pudiera
contener otro en su interior, puesto que el grosor de las paredes y el
peso de esta fora no parecen hacerlas aconsejables para su utilización
como vaso.

Precisamente, junto a estas copas, se suelen atestiguar una serie de


pequeños recipientes de uso individual que pudieron servir como
vasitos para beber (poculum) o para servir (catillus). En opinión de M.
Vegas estas copitas contendrían los diversos ingredientes que
sazonaban la rica y picante comida romana
CERÁMICA DE ALMACÉN Y TRANSPORTE:
DOLIAS, OLLAS Y CÁNTAROS

Los dolia romanos son grandes recipientes de forma piriforme que


alcanzan su máxima anchura en el hombro de la vasija para permitir
la expansión del contenido. El fondo solía ser plano, aunque algunos
ejemplares lo tienen resaltado al exterior, con un pequeño saliente.
Existía una gran cantidad de tamaños, siendo muy comunes
los dolia de 30 ó 60 ánforas de capacidad (unos 600 ó 700 litros),
aunque podían llegar hasta los 2.000 litros. Las paredes eran bastante
gruesas, con núcleo interior gris en muchos casos, debido a una mala
cocción. Bajo el borde se podían colocar estampillas, como señal de
procedencia o producción de un determinado taller.

Los usos a los que se destinaban los dolía eran muy variados.
Además, podía guardarse en ellos harina, frutas, agua, mosto e,
incluso, vino. En función de su empleo recibían diferentes nombres:
dolium vinarium (vino), dolium olearium (aceite), dolium
frumentarium(cereal), dolium acinarium (uvas pasas) o dolium
amurcarium (higos).

En Iuliobriga distinguimos cuatro tipos:

• Dolia de borde horizontal plano, como una simple


continuación del cuerpo, que suele presentar cerca
del borde una marcada línea incisa. A la altura de
los hombros se podían

disponer entre 2 y 4 asas que facilitarían el manejo de


estos grandes recipientes. Solían portar tapaderas de pizarra, caliza o
cerámica. Esta clase de dolia se documenta en contextos
arqueológicos de época de Augusto.

• Un segundo tipo de gran recipiente de almacén


se caracteriza por presentar un borde de perfil
redondeado muy engrosado. Se rata de un modelo
posterior al anterior, frecuente en contextos del
siglo II d.C.
• Junto a estos grandes contenedores se documenta
la presencia en Iuliobriga de grandes orzas de
almacén de aspecto tosco y granuloso. La resistencia
a los posibles golpes originados por su
desplazamiento quedaba garantizada por el gran
espesor de sus paredes y la adición de desgrasantes
de cuarzo y mica de buen tamaño a la pasta. Su
perfil y acabado recuerdan a vasos documentados
desde el Bronce Final en toda la vertiente
cantábrica.

Ollas

El lote cerámico estudiado contenía una serie de grandes ollas que,


debido a su tamaño y tratamiento, nos hacen pensar que su función
estaba más cercana a servir como contenedores de provisiones que a
ser empleados como instrumentos de cocina.

Cántaros

Por último, denominamos cántaros a las vasijas de amplia capacidad,


con cuello corto y estrecho, netamente diferenciado del cuerpo y
dotados de dos asas muy curvadas que arrancan de debajo del borde y
se apoyan sobre los hombros. Se identifican con
los catinus citados por las fuentes clásicas. Su gran capacidad
permitiría el almacén de agua y otros líquidos.

CERÁMICA LOCAL, REGIONAL E IMPORTADA. LA


PROCEDENCIA DE LOS VASOS

El estudio formal de estos diversos tipos de vasos cerámicos ha


puesto de manifiesto, asimismo, la presencia en la ciudad de
Iuliobriga de productos de origen foráneo, fruto de unos intercambios
comerciales entre esta ciudad del sur de la Cantabria romana y
ámbitos geográficos más o menos distantes. En concreto, a Iuliobriga
arribaron recipientes originarios de la Península Itálica y del norte de
África junto a otros procedentes de provincias vecinas como
Aquitania y, dentro de la propia Provincia Tarraconensis, de otros
enclaves del valle del Ebro. En el caso de los productos itálicos y
africanos nos inclinamos a pensar que su presencia en el norte de la
Península Ibérica es el resultado de un fenómeno de redistribución de
mercancías a partir de los puertos o ciudades del interior bien
comunicadas con importantes centros de consumo de creciente
demanda como podía ser Iuliobriga, respondiendo así a las
necesidades de los primeros habitantes de la ciudad, especialmente en
el caso de los productos itálicos.
En cualquier caso, el transporte de objetos a larga
distancia se realizaba preferentemente por vía fluvial o marítima. La
razón del traslado de vasos de cerámica común como morteros o
platos de engobe interno rojo-pompeyano, en el caso de los productos
de origen itálico, o de tapaderas en el caso de los norteafricanos,
radicaba en las propias necesidades del transporte marítimo ya que la
cerámica común servía para completar la carga de los barcos
destinados al transporte de productos agrícolas o minerales y
constituía el flete de retorno junto a vidrios, terra sigillata y ánforas.
Este comercio itálico con las provincias del Imperio se mantuvo
durante todo el siglo I d.C.

A lo largo de la siguiente centuria, los diferentes utensilios empleados


en los hogares de la Península Itálica, perfectamente documentados en
las cocinas de Pompeya y Herculano y en la obra de autores clásicos
como Apicius, acabaron por ser asumidos como parte del propio
menaje de los habitantes de las provincias recién conquistadas, que
los mezclaron en sus cocinas con sus "pucheros" tradicionales. En
este sentido parece que el ejército desempeñó un papel importante
como elemento de romanización. La llegada masiva de legionarios a
la Península Ibérica con motivo de las Guerras Civiles primero y de
las Cántabras poco después y su posterior asentamiento en el territorio
pacificado originó una amplia demanda de productos, entre los que se
encontraban los recipientes necesarios para elaborar dos de los
preparados más típicos de la dieta romana: las salsas y las patinae o
especie de tortillas realizadas a base de huevos que podían presentar
multitud de variantes. El hallazgo en Iuliobriga de morteros (para
machacar especias) y de platos de engobe interno rojo pompeyano
(para la elaboración de la patina) nos atestigua la existencia de unos
gustos culinarios típicamente romanos en, al menos, una parte de las
gentes que allí habitaban.

En la llegada de estos productos a Iuliobriga hemos de considerar


fundamental la labor del valle del Ebro como vehículo difusor y eje
comercial activo de la mitad septentrional de la Hispania Romana y,
en concreto, de su Provincia Tarraconensis.
Podemos suponer, según las investigaciones realizadas en este
campo, que tanto los productos itálicos como los africanos recalarían
en las costas mediterráneas y, desde allí, se extenderían por toda la
Provincia Tarraconense. El hecho de que el río Ebro fuera navegable
hasta Vareia(Varea) facilitaría en gran medida su transporte hacia el
interior del territorio. A partir de este punto se aprovecharían los
accesos terrestres. Así se explica la presencia de materiales como las
tapaderas de cocina africanas del tipo Ostia, muy difundidas por el
Bajo Ebro, en su cabecera.

Por otra parte, a partir del siglo I d.C., se inició en todo el Imperio un
proceso general de descentralización de la producción. Dentro de las
provincias se generaron nuevos polos económicos independientes de
la Península Itálica, que organizaron en torno a sí los intercambios
comerciales de áreas concretas.

En la vecina Aquitania, a la producción y comercialización de la


terra sigillata gálica, en auge entre los años 20-80 d.C., acompañan
productos de cerámica común. La documentación de jarras del tipo
Santrot 429-433 y Santrot 456 características de contextos del siglo
I d.C. en Burdeos y Saintes en Iuliobriga, así como en yacimientos

costeros como Flaviobriga o el fondeadero del Cabo


Higuer atestigua la existencia de un comercio marítimo entre ambas
zonas, posiblemente basado en el transporte del mineral de hierro
desde el norte peninsular a Burdigala (Burdeos). Los barcos portarían
un flete de retorno compuesto por terra sigillata gálica procedente del
taller de Montans, vidrios y cerámica común, mercancías que
quedarían dispersas por los sucesivos puertos de la costa cantábrica.
Desde esta costa, posiblemente
desde Flaviobriga, estos productos se redistribuirían hacia el interior
del territorio, muy posiblemente a través de las vías que conectaban
Flaviobriga tanto con Pisoraca como con Iuliobriga, vía esta última
de la que se han encontrado restos recientemente en el norte de
Burgos.

Paralelamente, como ya indicamos con anterioridad, el valle del Ebro


se constituía como un gran eje articulador del territorio. Iuliobriga,
por su situación geográfica, no pudo mantenerse al margen. A los
hallazgos de terra sigillata procedente de los alfares riojanos de
Tritium Magallum (Nájera, Tricio, Arenzana de Arriba, Arenzana de
Abajo, Manjarres, Sotés y Bezares) activos a partir de época de
Claudio o de monedas hispano- latinas de cecas de este valle, hemos
de añadir la presencia de determinados recipientes de cerámica común
similares a los hallados en otros yacimientos de la zona: ollas de
espatulado interior (tipo III), jarras de borde moldurado (tipo XVII),
cuencos trípodes (tipo VII) y algunos ejemplares de cántaros (tipo
XXIX).

La unidad cultural que presenta el valle del Ebro en época romana se


aprecia, asimismo, en la documentación en todo este ámbito
geográfico de una serie de vasos que son el resultado de la conjunción
de un modus faciendi típicamente romano con modelos heredados de
la cultura celtibérica preexistente. De este modo se explica la
presencia en el yacimiento de los dolia dotados de un labio horizontal
pegado a la pared, de cuencos de paredes verticales y labios
ligeramente engrosados, con paralelos en la llamada "cerámica
pintada de tradición indígena" (forma Abascal 9) o las copas de fuste
liso y borde ligeramente engrosado, formas claramente celtibéricas
que aparecen morfológica y tecnológicamente adaptadas a los gustos
romanos.

Junto a estos productos foráneos se empleaban ollas y cuencos


modelados a partir de una pasta gris, bastante porosa, que fue cocida
en una atmósfera reductora a muy baja temperatura. El tratamiento
recibido antes y después de la cocción les ha conferido un aspecto
acorchado, muy deleznable. Este tipo de recipientes modelados a
mano fue ya atestiguado en el vecino yacimiento romano de
Rebolledo Camesa (Valdeolea) y definido por algunos autores como
"cerámica de tradición cántabra" puesto que es inexistente enPisoraca
(Herrera de Pisuerga), territorio vacceo. Sin embargo, no
consideramos que este tipo de producción se corresponda con una
variante cerámica de carácter regional. La presencia de cerámica
común elaborada a mano resulta bastante frecuente en todo el ámbito
atlántico y, en general, en las regiones periféricas del imperio romano
durante el siglo II y, en especial, el siglo III d.C., siglos en que se
asistió a una vuelta en el empleo de recipientes elaborados a mano en
contextos urbanos y rurales que, por otra parte, nunca debieron de
desaparecer del todo. Sólo futuras excavaciones o el estudio de
materiales con referencias estratigráficas claras nos
permitirán discernir si esta cerámica realizada a mano
pertenece a una época temprana (anterior al siglo I o correspondiente
al cambio de era) o si, por el contrario, refleja una época de retroceso
tecnológico en la elaboración de los vasos.

• LAS
MANIFESTACIONES
RELIGIOSAS Y
CULTURALES EN LA
HISPANIA ROMANA
……………………………………………………………..
• La penetración de las creencias en Hispania
Las ideas y creencias fueron penetrando de manera continua y
progresiva en los pueblos prerromanos, de manera que sus
manifestaciones unas veces dejan testimonios de antiguas costumbres
y creencias, pero en la mayoría de los casos reflejan los efectos de la
romanización.

Por eso en este módulo se analizan y estudian las manifestaciones


religiosas con toda su variedad y diversidad.

Había unas creencias propias que en algunos territorios pervivieron


durante mucho tiempo, lo que permite conocer el "panteon" y el tipo
de creencias de los indígenas. Muchas veces las funciones de sus
dioses las conocemos por su asimilación con las divinidades romanas
(sincretismo), lo que facilita la comprensión del complejo mundo
indígena.
Pero, lógicamente, se fueron difundiendo las creencias romanas, tanto
por la aportación de colonos romanos y latinos, como por la "acción
oficial" desarrollada desde los municipios y colonias. Junto a los
dioses oficiales se difundieron también religiones orientales
(mistéricas) que tuvieron un éxito bastante profundo, sobre todo en
ambientes romanizados.

A este mosaico de creencias se añadió finalmente el cristianismo: otra


religión oriental con el hecho diferencial de ser una religión
monoteísta, por lo que chocó con la mentalidad romana y, por ello, fue
perseguida durante los primeros siglos. Interesa ver cómo se
consolidó, difundió y se convirtió después en la religión oficial del
occidente europeo.

En el ámbito cultural las inscripciones permiten conocer el grado de


conocimientos que tenían del latín los colectivos populares. Pero
donde mejor se aprecia el desarrollo cultural es en los escritos de los
literatos de origen hispánico, lo que merece también nuestra atención
y estudio.

• Los santuarios

Cuando en un santuario se dedicaban varias inscripciones votivas,


normalmente se evitaba ofender a alguno de los dioses, y lo ponían así
“a los dioses y las diosas”, que incluían las divinidades indígenas,
romanas y de otro tipo. Estos santuarios indígenas constituían sobre
todo aras rituales, es decir, una especie de altares. En torno a ellos se
disponen las inscripciones y lo que habrá de ser un templo, aunque no
en tal sentido es como se conserva. En las inscripciones aparece el
dedicante y quién lo consagra. En al menos un caso, lo consagra un
senador romano llamado Cayo Calpurnio Rufino. Aquél santuario
estaba preparado específicamente para sacrificios en los cuales se
inmovilizaba a la víctima y se la quemaba, según el ritual. La tradición
literaria en torno a los lusitanos habla igualmente de los rituales
sacrificiales. Igualmente los santuarios podían ser romanos, no solo
indígenas.

El santuario de Castro Ulaca de Ávila. Se situaba en un alto, a nueve


escalones de altura, un número simbólico, tanto como el siete, en
prácticamente todas las religiones mistéricas. Una de las divinidades
de los lusitanos se llamaba Endovelicus, mientras la de los vetones era
Vaelicus. Probablemente los romanos lo tuvieron en cuenta para
ubicar a ambos pueblos en la provincia romana de Lusitania. Muchas
veces el nombre de lso dedicantes podía incluso estar omitido y no
aparecer. Mientras, al menos en los romanos, era más típico que
incluyeran al dedicante y que se indicara su condición social. Esto
sucede con la diosa Ataecina.

6.2.1 El santuario del Castro de Ulaca

Castro de Ulaca, yacimiento arqueológico de


origen vetón, situado en Villaviciosa
(Solosancho), en la provincia de Ávila (España).

Se encuentra ubicado en las primeras estribaciones de la Sierra de


la Paramera, en su vertiente norte, sobre un promontorio elevado
sobre el terreno circundante unos 250 metros, con una cota
máxima de 1508 msnm, dominando perfectamente el valle de
Amblés y dando vista al Pico Zapatero. El castro está encajado
entre el arroyo de los Portillos y el río Picuezo, cuyos cursos
sirven de protección natural.

En 1931, Ulaca se declara Conjunto Histórico-Artístico. En 1986


Bien de Interés Cultural (B.I.C), que es la máxima figura de
protección que la ley otorga a un elemento histórico. En el año 1994
se delimita la Zona Arqueológica de Ulaca, amparada por la

Ley de Patrimonio Histórico Español, quedando


cualquier proyecto de restauración sujeto a lo que dicten las
Comisiones Territoriales de Patrimonio Cultural.

Ulaca es el más grande de los castros HYPERLINK


"http://es.wikipedia.org/wiki/Vet%C3%B3n"vetones [cita requerida]y cuenta con
restos arqueológicos poco comunes como un altar y una sauna de
iniciación, construidos en granito. Se halla situado en un promontorio
elevado, de difícil acceso desde el que se divisa todo el Valle de
Amblés en la provincia de Ávila.

Existen restos que abarcan desde la época calcolítica hasta la Edad


Media, aunque serán los vetones los que dejen especial huella.

Cuenta, como elementos más destacados, la muralla de más de 3 km


de longitud, levantada tardíamente a comienzos de la 2ª Edad
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Edad_de_Hierro"de
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Edad_de_Hierro"Hierro
(S. III – II a. C.), sauna ritual o "fragua", iglesia o torreón y el
perfectamente conservado altar de los sacrificios.

El Altar de los Sacrificios

El altar de los sacrificios es una construcción a cielo abierto,


realizada sobre grandes bloques graníticos que afloran en el sector
noroeste.

El monumento, en buen estado de conservación, consta de una gran


estancia rectangular tallada en granito, en uno de cuyos lados existe
una gran peña en la que dos escaleras de 9 gradas, labradas también
en la roca, conducen a una plataforma en la que se encuentran dos
cavidades de forma más o menos circular y comunicadas entre sí. La
más occidental de ellas vertía en una tercera que permitía a su vez que
los líquidos derramados en las libaciones corrieran hacia la parte baja
de la peña a través de un canal.

Su funcionalidad cultual, en la que habría que tener presente la práctica


de sacrificios animales e incluso humanos, se ha establecido a
partir del estudio comparativo con otras construcciones
parejas, entre las que destaca el santuario portugués de
Panoias, donde se documenta epigráficamente la existencia de
tales sacrificios.

La Sauna

La Fragua-horno o sauna se localiza en el centro del yacimiento, a


menos de 200 m de la estructura anterior. Está formada por una
especie de semihipogeo, tallado parcialmente sobre un gran canchal
granítico y por muros de piedra en la parte norte y acaso también en
los lados este y oeste. Hace tiempo que se identificó
como horno o fragua, pero recientemente le confieren un uso termal,
comparándola con las saunas o pedras formosas de la cultura castreña
del noroeste. Su sentido sería ritual, conectado con ceremonias
iniciáticas guerreras sugeridas en algunas referencias clásicas.1
El Oppidum

El oppidum de Ulaca llega a las 60 hectáreas frente a las 15 ha del


Castro de Cogotas y las 38 de la Castro de la Mesa de Miranda. Una
superficie enorme, no toda destinada a habitación, pero que supone
una aglomeración de primera magnitud, que debió de jugar el papel de
centro comarcal, en línea con la reordenación territorial que supone la
aparición de estos grandes oppida, en fechas situables en el siglo III a.
C., en que parece que fue fundado este gran castro abulense.

Por otra parte, tanto o más que la superficie, da cuenta de su papel


organizativo y político la posesión en su interior de un gran edificio
de aparejo monumental con función de atalaya o de otro uso público
desconocido, y espacios sacros e instalaciones para usos rituales o
ceremoniales que, como en el caso de los centros urbanos del mundo
ibérico y de las demás civilizaciones, son ingredientes habituales en
los centros principales por el papel aglutinador que desde ellos se
ejerce en el plano ritual y religioso.

Las casas

Las casas presentan plantas cuadradas y rectangulares con gruesos


muros de piedra. Hay plantas sencillas con dos o tres estancias, de
unos 40-80 m², y otras más complejas con más departamentos y
mayor superficie (hasta 250 m2). Las jambas de las puertas están bien
marcadas por grandes lajas de granito. Las cubiertas debieron ser de
piorno, como lo hacían los chozos de pastor y las tinadas para las
ovejas hasta hace poco tiempo. La falta de excavaciones -solamente se
excavaron dos casas en los años 1970 que se han restaurado- impide
precisar la organización interna, que en cualquier caso dispondría de
hogares, bancos adosados a las paredes, zonas de almacenamiento y
áreas de descanso. Desconocemos si además de estructuras domésticas
había otras sólo de almacenaje o con otras funciones.

El total de estructuras dentro del recinto amurallado es de algo más de


250, que se elevaría hasta alrededor de las 300, si se suman las casas
fuera de las murallas al noreste del recinto. La existencia de casas
extramuros permite suponer, además, que el recinto amurallado no
implica una situación de peligro e inestabilidad permanente. Pero
parece que en este sector hubo también murallas muy perdidas hoy.
En los momentos de conflicto, la población podría refugiarse dentro
del poblado, ya que existía espacio libre suficiente para todos.
Sabemos que otros oppida HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Vet%C3%B3n"vettonestenían arrabales
o barrios extramuros como Las Cogotas y Salmantica, en este último
caso referido al año 220 a.
C. en la toma de la ciudad por Aníbal.

Parece común la existencia en todas las viviendas de zócalos de


piedra de 80-100 cm de grosor y doble paramento. Apenas hay
vestigios de adobe o tapial para el recrecimiento de las paredes y la
abundancia de granito podría ser consistente con la idea de alzados de
piedra hasta la cubierta. La prolongación de los muros hacia el
exterior permite aventurar la idea de que algunas tuviesen un porche o
zaguán; aunque no habría que descartar que se tratase de pequeños
corrales anexos a la vivienda. La mayoría de las casas abren sus
puertas hacia el este, hacia la salida del sol. Nada se nos ha
conservado de las cubiertas pero, dada la disposición del terreno, lo
más lógico es que vertieran aguas por delante de la fachada en
dirección a las vaguadas, siguiendo la pendiente.

Las canteras

Un elemento excepcional y espectacular al mismo tiempo, desconocido en


otros oppida célticos, son las canteras de granito en el interior del
hábitat. Quedan visibles las huellas de la cuñas y los bloques cortados
en distinto grado de elaboración. Las canteras se sitúan en los sectores
oeste y suroeste de la ciudad. En ambos casos se buscaron grandes
planchas de granito y se aprovecharon siguiendo las vetas y las
fracturas naturales. El proceso de trabajo se debió iniciar marcando
con cortafríos y mazos, pequeñas ranuras a intervalos regulares (28 y
36 cm), después se introducían cuñas para romper la línea marcada y
así obtener bloques más o menos grandes, entre 60 y 120 cm de
longitud y aún mayores. Con perchas y palancas de madera se
moverían los bloques de primera extracción para posteriormente ser
objeto de nuevos cortes y conseguir bloques más pequeños. Todo este
proceso de trabajo ha quedado congelado en las canteras. Se pueden
medir los esparcimientos entre las ranuras para cuñas marcadas y
nunca utilizadas, los bloques de primera extracción sin trocear, los
bloques semielaborados y por último incluso algunos terminados y no
transportados. Este detalle hace pensar en que todo el trabajo de
cantería se desarrollaba en estos lugares. Como se ha señalado
recientemente (Del Val y Escribano, 2004: 38) las canteras de Ulaca
confieren un aspecto mágico al lugar, parece como si el tiempo
detenido pudiera ver en algún momento el retorno de las gentes de
Ulaca para terminar los trabajos abandonados a medio hacer.
La cantera oeste debió utilizarse para la obtención de material
constructivo para la viviendas de los alrededores, y de hecho la
dimensiones de los bloques se asemejan a los de las casas más
cercanas. La cantera del ángulo suroeste, muy próxima a la muralla,
parece que estuvo más relacionada con la elaboración de grandes
sillares para la construcción del cierre defensivo. La gran escala de los
trabajos de cantería -por encima del nivel doméstico de cada hogar-,
la posible existencia de especialistas, el empleo de medidas modulares
y las posibilidad de reconstruir casi íntegramente el proceso de
trabajo, confieren a las canteras de Ulaca un gran interés.3

Datación

La fecha del poblado puede datarse del S.VI al II a. C., cuando una
de las incursiones de Aníbal en los pueblos del centro peninsular
supuso el incendio de la ciudad (aunque este hecho no está
confirmado). Se calcula que en la época de mayor esplendor pudo
estar habitada hasta por mil personas (distribuidos jerárquicamente
en unas 250 - 300 viviendas), ocupando una superficie de 60
hectáreas.

Sus restos son numerosos, desde objetos cerámicos hasta áperos de


labranza, instrumental ganadero, alfarero, etc., muchos de los cuales
fueron expoliados en épocas pasadas; incluso hay restos de molinos
de piedra y de varias canteras.

• Cristianización de las divinidades


célticas

También ocurrió que algunos cultos indígenas fueron cristianizados.


En una iglesia visigoda se encontraron restos de aras dedicadas a
Ataecina. Probablemente cerca de la iglesia o debajo de ella había
erigido un santuario indígena con sus inscripciones que luego fue
cristianizado y consagrado a Santa Lucía, porque el cristianismo no es
religión mistérica y para ellos toda divinidad que no sea la suya es
falsa. A Ataecina también se la atribuían varios epítetos por los que
los indígenas la reconocían, y ocurría que éstos diferían según el
lugar. Unas veces la llaman “sancta” y otras “domina”. Unas veces se
la dedicaron gentes muy romanizadas, pero en otras ocasiones no. La
mayoría son nombres romanos, junto con algunos de origen griego.
También es posible que no sea el caso de ciudades con estatus jurídico
diferente al de colonia o de ciudades más insertas en el campo.

Más tarde la misma diosa Ataecina es asociada a Proserpina, lo que se


conoce como sincretismo. Porserpina era el equivalente a la Perséfone
griega, hija de Deméter /Ceres, diosa de los cereales y los cultivos, la
cual era tan hermosa que enamoró a Plutón/Hades, el dios del mundo
de los muertos., el cual la secuestra y provoca desesperación, porque
pierde devotos ya que se van al infierno, muertos por el hambre.
Según el relato, medio año Proserpina estaba en la Tierra, y medio año
en el Infierno. Este mito griego permitía explicar las estaciones del
año y la periodicidad de los cultivos cerealísticos, lo cual era muy
importante para los pueblos indígenas. Si ambas divinidades se
equiparan es porque son las dos divinidades infernales. No se sabe
muy bien cuáles eran sus poderes.

Con los vascones, se sabe que también poseían sus propias


divinidades. Prácticamente éstas son exclusivas de cada pueblo. Sin
embargo nos movemos en el terreno de las hipótesis. Algunas
palabras, como Lacubegi, parece que está relacionada, según el vasco
actual, con algo relacionado con el paisaje y la visión. Sin emabrgo,
no se puede certificar que sea así. Podría ser el nombre de un lugar
elevado con buenas vistas o quizás una divinidad relacionada con ello.
En otros casos se ha podido comprobar certeramente: por ejemplo,
Nabia significaba “agua” en lengua céltica, y la misma palabra
aparece en inscripciones. Por tanto, hay una divinidad relacionada con
el culto a las aguas que lleva ese nombre. Los vetones, igual que sus
vecinos, también tenían su propia divinidad acuática, probablemente
semejante a las ninfas griegas y romanas, llamada Ieltes. Se trata de
que hay semejantes conceptos para los cultos, y lo que varían son las
advocaciones. No había incompatibilidad entre la religión céltica y la
religión romana. Por eso sus dioses pudieron asimilarse fácilmente
por la población
hispanorromana. Unos y otros tenían sus banquetes y
rituales y se aprecian muchas similitudes.

En Mérida hay inscripciones votivas dedicadas a múltiples


divinidades. Por ejemplo, aparece una divinidad llamada Agathe, la
Bondad, ligada más tarde en el cristianismo a Santa Águeda. Hay
muchas otras, y una está exlícitamente dedicada a Júpiter Ótimo
Máximo, a Diana, por la importancia de la disponibilidad de agua para
los hispanorromanos, también a Silvano, la contraparte de aquélla y
dios de los bosques., etc.

En mitad de este panorama, en Oriente existían mayoritariamente


relgiiones mistéricas, como la egipcia, que tenía como dioses
fundamentales Isis y Osiris, los relativos a la vida, la muerte y la
resurrección. Del mismo modo estaba el culto a la Magna Mater
Cibeles. Todos explicaban que la muerte no significaba el final, que
más tarde la vida continuaba de otro modo, a través de la encarnación,
por ejemplo. Era una religión dirigida a la persona, a la que aseguraba
continuidad. Este tipo de cultos tenían un profundo calado, porque las
guerras eran constantes y la esperanza de vida muy breve. Por eso
estas religiones tuvieron un rápido desarrollo en el imperio romano.
En varios puntos de la Península había dedicaciones a Cibeles, la
madre de los dioses. La resurrección era un misterio difícil de
explicar, y por ello los fieles debían creer e insertarse en estos
misterios. Solo podían acceder los que se insertaban en estos cultos.

En el ara dedicada a Cibeles aparecen símbolos como las rosetas, que


representan la inmortalidad, así como ella es plasmada con cuernos de
carnero. En la inscripción el altar afirma que la dedicante ha sido
iniciada en los misterios, y por tanto, en una nueva vida, y con ello
manda grabar el ara. No se sabe en qué consiste el ritual, pero se sabe
que ella fue iniciada en los misterios y que los sacerdotes intervinieron
en el ritual. También en la capital, Mérida, había cultos a estas
divinidades orientales. En este mismo contexto se desarrolló el
cristianismo.
Las religiones mistéricas surgieron como una suerte de defensa contra
las que afirmaban que con la muerte se acababa todo. Sin embargo, en
Roma se creía en manes y lares. En otras palabras, creían en un estado
de alma que pasaba a la dimensión de los lares y los manes, los dioses
de los antepasados. Por ello dedicaban lápidas en las necrópolis
romanas extra muros de la ciudad, para evitar que los muertos cayeran
en el olvido.

• Cristianismo y paganismo

Paulo Orosio se encargó de escribir un libro que contradijese todas las


calamidades que se atribuían a los romanos, en defensa de la
romanidad frente al paganismo. La cultura y educación romana había
penetrado de tal forma que en Hispania está tan bien arraigada que
produce figuras de la talla de Orosio. No está a la altura de San
Agustín, pero su historia universal fue bien aceptada. Desde el punto
de vista de la Historia, será Orosio quien deje su impronta más
claramente en la edad Media.

En el siglo V el Imperio se dividió en una tetrarquía, mientras que a


nivel territorial se crearon prefecturas y diócesis. Hispania constituía
una diócesis completa bajo un único mando o autoridad, el Vicarius
Hispanii o de la diócesis, lo que mantiene la unidad en el territorio
hispano. Con Diocleciano la diócesis se restringía a términos
administrativos únicamente.

Cuando los germanos penetran en Hispania, suevos y visigodos se


quedan al este y en el centro de Hispania, aunque los primeros son
prácticamente absorbidos por los paganos. Por ello las diócesis se
expanden un poco. Los visigodos se aprovecharon de la división ya
preestablecida, no la modificaron. Sin embargo ahora hay diócesis
cristianas y episcopales. Una de ellas es Pallaentia, Calagurris, Auca,
y Pompaelo/Pompeya (Pamplona). Esto da una idea de lo poco
colonizada que estaba el norte de la Península. No había un desarrollo
urbano importante y por ello los obispados se encuentran más al sur.
Los visigodos mantienen primero la división provincial romana y, en
segundo orden, los episcopados.

6.4.1 El concepto de “pecado”

En el pensamiento religiosos cristiano hay destacar el concepto de


“pecado”. Es una idea exclusivamente cristiana. Que haya un dios que
castigue no es novedoso, pero que castigue vengativamente sí. Esto ya
no es novedad del cristianismo, porque ya lo incorporaba el judaísmo.
El concepto de pecado estaba muy inserto, e implicaba el castigo a la
Tierra sobre la que el Hombre había sido puesto, porque su aparición y
el pecado estaban intrínsecamente ligados. En la mitología
grecorromana, el mito de Prometeo se basa en el robo de éste de todas
las artes y el fuego divino de los dioses, de modo que Zeus le castiga,
pero sólo a él. A su hermano Epimeteo, que tenía una urna, le advirtió
que no la abriera porque conservaba todos los males del mundo.
Pandora abrió la caja y salieron todos los males, excepto la Esperanza.
Es una explicación de los males del mundo, de la concepción
femenina y de la concepción masculina. Sin emabrgo, el castigo de
Zeus no es contra los hombres, sino que está relacionado con los
males. En la

tradición hebrea, el Hombre estaba hecho a imagen y


semejanza de Yahvé, con agua y tierra al que les insufla vida, lo que
es un poco distinto de la otra tradición grecorromana.

Para los griegos y romanos, Prometeo está en el origen de los hombres


en la Tierra, una versión carente del pecado original. Los cristianos
sustituyen esa tradición por la hebraica, que en el fondo no es tan
diferente. En un caso, Eva y Pandora son las que arrastran el mal, y la
razón por la que en el cristianismo el hombre arrastra todos esos
males. Tanto la tradición griega, la mitología griega como la tradición
hebraica, tienen en común que se desarrollan en Mesopotamia. Unos y
otros adoptaron los mismos mitos, pero con explicaciones diferentes.
La diferencia es que en el cristianismo el pecado es hereditario,
mientras en el paganismo el error se podía purgar. Por eso el
cristianismo no tenía dificultad en sustituir los ritos paganos por los
cristianos.

Orosio se encuentra con una Roma saqueada y saltada, una región


pagana que culpa a los cristianos de todo esto, y se encuentra teniendo
que defenderse mediante una historia universal, porque el cristianismo
se ha convertido en una religión universal. Orosio empieza relatando
el origen del mundo a través de la Biblia, porque, como hemos visto,
los griegos explicaban su origen remontándose a Gea y Urano y, como
mucho, al Primer Imperio Asirio, mientras los cristianos partían de
Adán, Eva y el Pecado Original, en tanto los egipcios, así como los
romanos, que empezaban con la fundación de la ciudad de Roma, y
otros pueblos acuñaban también una explicación propia de sus
orígenes. Cada uno de estos pueblos estudiaba su propia tradición. A
los hispanorromanos del siglo V d.C no les interesaban el resto de
tradiciones.

Las dos tradiciones o corrientes filosóficas relacionadas con el pecado


y el temor al castigo de los dioses, son las filosofías estoicas y
epicúreas. Las primeras pretendían eliminar el temor que provocaba la
idea del castigo divino afirmando que no hay más remedio que aceptar
la Naturaleza como superior a las fuerzas humanas, de forma que solo
se puede asumir, sin remedio alguno. A esta corriente pertenece
Séneca. Los epicúreos sostenían un argumento similar pero diferente:
defendían que no había que temer a los dioses, porque éstos no
existen. Solo existen las fuerzas naturales. De ahí deriva el principio
epicúreo de “carpe diem” (“disfruta el día”). Manifestaciones
epicúreas se han podido encontrar en algunas aras y también en los
epitafios de las lápidas de las necrópolis romanas.
• La concepción de la muerte por griegos y
romanos

En cuanto a la concepción de la muerte, griegos y romanos creían en


un mundo celestial, un mundo terrenal (Ceres y Neptuno), y un mundo
infernal, el Hades o Inframundo, al cual derivaban en la concepción
griega las almas de los muertos, meintras que en Roma se mantuvo la
creencia de la entidad incorpórea, pero manifestada fundamentalmente
a través de los manes, o almas de los antepasados. Las manifestaciones
de tipo funerario evidencian las creencias en el mundo espiritual y de
la muerte. Es un indicativo del nivel de cultura y el tipo de cultura que
tenía la gente, sobre todo de la gente de menor nivel, porque el pueblo
común no tenía la misma formación educativa que Orosio, por
ejemplo. Si encontramos en una villa una representación de la Iliada,
eso indica una lato nivel de cultura. Pero de la misma forma que no
todo el mundo lo sabía, tampoco todo el mundo sabía escribir bien el
latín. Son indicadores de la diferencia del nivel de cultura. Sin
embargo el cristianismo continuó su devenir de desarrollo en
Hispania, y los hispanorromanos acabaron siendo tan cristianos como
los visigodos que luego llegaron. Aquellos bárbaros asumieron la
cultura romana cristiana y ya no se diferenciaba nada de la suya
propia, de modo que todos escribían en latín.

El procedimiento cristiano y pagano de grabar epitafios para las


lápidas y estelas no difiere mucho. Según esté escrito el epitafio, se
puede deducir el nivel cultural de quien lo grabó e incluso su
condición social: en una estela de Monte Cildá un Tiberio Claudio
Epaphroditos dedica a un siervo una estela funeraria bastante
deteriorada. El que lo grabó no lo hizo canónicamente y cometió
algunos errores. Al final de la inscripción se le desea “que le atierra le
sea ligera”. De ahí, más o menos, proviene la fórmula cristiana
“descanse en paz”. Lo que las diferencia es la concepción de la
muerte: para el cristiano la muerte supone un descanso, porque la vida
terrenal es puro sufrimiento o “valle de lágrimas”.

En otra estela funeraria se aprecia la diferencia de talla de la misma, y


ello se corresponde con la condición social del dedicante y del difunto.
La estela fue mandada construir a un posible taller especializado
situado en Mérida. El difunto había ostentado cargos municipales
importantes y por ello es un hombre reconocido por la corporación
municipal, que le concede la sepultura, así como corre con los gastos
económicos del funeral. La forma en que está grabada indica que hubo
una intención estilística en el grabado de las letras: emplea en cada
línea de la estela un concepto distinto e incluso juega con las sombras
de las letras y las abreviaturas de las palabras, así como con la simetría
de las letras. Las dos son lápidas hechas para el recuerdo, peor al
menos se puede ver la diferencia que existe entre el elogio fúnebre de
un miembro de la élite y de

un esclavo. A la élite se le encargaban incluso elogios


fúnebres y la elaboración de una estatua, mientras que en el caso del
esclavo no es así.

• La percepción del mundo y de las prácticas


cotidianas

¿Pero cuál era su mentalidad? ¿Cómo pensaban y veían el mundo?


Para ello conviene más analizar el Concilio de Elvira: en uno de sus
artículos se prohíbe la prostitución, y se penaliza con la excomunión
tanto a la esposa como al esposo si éste permitía la prostitución o
poseía un lupanar, porque a toda Hispania se la presupone inserta en la
Iglesia cristiana. En cambio, en Roma esto no estaba mal visto. Esto
formaba parte de la moral cristiana y estaba contemplada en los Diez
Mandamientos. A esto lo llamaban “fornicar”, que derivaba de una
palabra que significa “bóveda”, porque la gente lo hacía bajo las
bóvedas de los santos, en lugares concretos. Al romano no le parecía
mal que las prostitutas se refugiasen en las bóvedas de los edificios
públicos. Esto en cambio entraba en contradicción con quien poseía un
edifico expreso para la prostitución, un lupanar, en el mundo romano.
Con los paganos sucedía igual, no lo contemplaban mal. Pero en
Hispania aún domina el emperador y como él es romano no lo castiga.
Sólo lo penaliza la Iglesia. No se trata de una penalización civil. La
prostitución para el cristiano era un acto deshonroso, pero para el
pagano no.

El adulterio tenía la misma consideración que la prostitución, pero si


había consentimiento o arrepentimiento por parte de la víctima, se
podía eximir la culpa. De lo contrario, no. En cambio, en Roma existía
el adulterio, pero allí era un proceso civil: si la mujer cometía
adulterio, podía ser repudiada por el marido y perder todos los bienes.
Es una pena civil, pero en el mundo cristiano es una pena religiosa. El
cristianismo impuso una pena espiritual, al contrario de lo que sucedía
con la tradición judía: en el judaísmo a la mujer adúltera se la
condenaba a pena de muerte por lapidación. Por tanto, el cristianismo
legisla de acuerdo a principios religiosos, mientras en Roma se hacía
de acuerdo a criterio civil. El cristianismo procuró flexibilizar ciertas
penas que aplicaba el judaísmo, como sería el caso del adulterio. Pero
todo esto se sabe porque tenemos un pueblo que escribe y codifica sus
valores y sus reglas. Del que no escribe solo se pueden conocer sus
costumbres.

6.5 Textos
Consagrado a Diana. Quinto Tulio Maximo, Legado Imperial de la
Legión Séptima Gémina Felix. Cercó las llanuras del campo, las
dedicó a los dioses y levantó un templo para ti, Virgen Delia
Triforme, Tulio proveniente del África y comandante de la Legión
Ibérica para poder ensartar veloces cabras, ensartar ciervos, ensartar
erizados jabalíes, cazar la progenie de los caballos salvajes para
poder competir a la carrera, o para poder hacerlo sobre montura
tanto si lo hacía llevando las armas del infante, o si lo hacía como
lancero a lomos de un caballo ibérico.

Dientes de jabalíes que mató, Maximo los dedica a Diana, hermosa


prenda de su valor. Cuernos de ciervos altifrontes dedica a Diana
Tulio, a los que venció en la llanura del páramo montando sobre un
veloz sonípedo. Con esta piel te hace a ti, Diana, un don Tulio
Máximo, comandante de los Enéadas, a cuyo servicio está la Legión
Séptima Gémina, piel que arranco él mismo a un oso, ornado con la
mejor alabanza".

CIL, II, 2660.

Pascencio, amante de Dios y fiel devoto, abandonó este mundo a la edad de 28 años.

Apenas percibió en sus oídos la voz, es decir, la promesa de Cristo,


renunció al mundo y sus perecederas pompas, a una vida propia de
bestias (o funesta), a las embriagadoras copas de Baco, de modo que
su espíritu sereno pudiera contemplar el reino celestial.

Como en este combate luchó como un valiente atleta, fue la voluntad


de Dios llamarlo ante su tribunal para darle la palma, la estola y la
corona.

Vosotros, que estáis leyendo esto y os satisfacéis con una esperanza


vana, aprended la justicia previamente advertida y no despreciéis a
Dios.

Inscripción de Torrebaja (Badajoz). Ramírez Sádaba, Antigüedad y


Cristianismo VIII, 1991, p.90.

Tu, que quieres entrar como nuevo miembro en el colegio, lee primero
cuidadosamente la ley a fin de evitar quejas después o de dejar
procesos a tus herederos. Después entra.

Se dispone que todo aquel que quiera ingresar en el colegio deberá


pagar cuota de ingreso de 100 sestercios y un ánfora de vino bueno, y
una contribución anual de 5 ases (sestercio y cuarto). Se dispone
también que los funerales de aquel que no haya cotizado durante los
seis últimos meses no serán imputados al colegio, incluso si ha hecho
testamento en su favor. Se dispone que en el deceso de un miembro
que haya cotizado regularmente, la caja proporcionará 300 sestercios
para los funerales, de los que 50 se distribuirán como regalo
funerario delante de la pira; el cortejo funerario irá a pie. Se dispone
que aquel que se suicide, sea por el motivo que sea, no tendrá
funerales financiados por el colegio. Se dispone también que todo
esclavo, miembro del colegio, deberá regalar un ánfora de vino
bueno, en el momento de recibir la libertad.

CIL XIV, 2112 (ILS 7212)


• HISPANIA
EN EL SIGLO V D.C Y
EL LEGADO DE
ROMA
………………………………………………………..
• La invasión bárbara
Los bárbaros que entraron en la Península fueron los godos, vándalos,
suevos y alanos. No todos eran germanos, pues algunos de ellos
procedían de las estepas. Roma no consigue rechazarlos y por ello el
40 y el 476 son las dos fechas clave que marcan el fin del Imperio
Romano de Occidente, a pesar del pacto que establecieron con los
godos.

En el 409 el caudillo visigodo Odoacro depone al último emperador


romano. Los alanos fueron un pueblo que penetraron pero sufrieron
una derrota entre ellos mismos y los pocos que sobrevivieron fueron
reabsorbidos; los vándalos se instalaron definitivamente en el norte
de África, por lo que desaparecieron. Los visigodos se concentraron
básicamente en el centro peninsular, controlando el territorio militar y
administrativamente.

En Oriente el Imperio Romano continúa funcionando y Justiniano se


había propuesto como objetivo recuperarlo, pero no logra más que la
zona sur de la Península.
Entretanto, los pueblos del norte, al no tener una presión lo
suficientemente fuerte, cántabros, vascones, vivían normalmente
según su criterio aunque con cierta influencia romana.

• La idea de “Hispania” según el mito gótico


La conquista de Hispania por los árabes, año 711, se interpretará
posteriormente en la historiografía cristiana como "la pérdida de
Hispania".

Las nuevas organizaciones políticas se denominan reinos y


condados, pero ninguna lleva el nombre de España. Son los
reinos de Galicia, Asturias (después León), Pamplona y los
condados de Castilla y Aragón (después reinos) y Cataluña.

Cuando se empiezan a redactar crónicas (siglos VIII y IX) se toma


como modelo a los escritores visigodos, especialmente a San Isidoro.

La primera crónica conocida, la Crónica Mozárabe, cuenta las


desgracias de Hispania, pero aun no habla de su recuperación y
reconquista.

Cuando Asturias toma conciencia de su importancia política,


durante el reinado de Alfonso III, redacta la historia oficial.

Así, la Crónica Profética desarrolla la profecia hecha por Ezequiel a


Ismael anunciándole que su pueblo (Ismailitas = árabes) entrarán en la
Tierra de Gog (Goti =

godos), pero luego los sarracenos serán


expulsados de la península (recuperatio Hispaniae).

A su vez, la Crónica Albeldense se redacta como una historia


universal, que comienza con Adán, describe con detalle la historia de
Roma, continua con los godos y termina con Witiza. Pero "sigue con
los Reyes Católicos Leoneses" describiendo a "Pelayo, hijo de
Bermudo, nieto de Rodrigo, Rey de Toledo". Con ello, la monarquía
asturiana enlazaba con los Reyes Godos.

En el s.XIII se produce una utilización política similar por parte de


Castilla, que se erige en continuadora de la Guerra Santa. Así lo
explican El Toledano (Jimenez de Rada) y El Tudense: Castilla es la
heredera directa de los godos.

La teoría se refuerza en el s.XV por razones también políticas: hay


que justificar los derechos españoles en Canarias y en el norte de
África, para lo cual hay que remontarse al Bajo Imperio Romano,
cuando la Tingitana formaba parte de la Diócesis Hispaniarum. Como
los godos son los sucesores de los romanos, Castilla hereda también
sus derechos.

Continuando este "mito gótico", los Reyes Católicos aspiran a


restaurar la Hispania Romana en un solo reino, y a ello consagrarán su
política matrimonial, que fructificará con Felipe II, Rey de España y
Portugal, quien se denomina el rey Godo número 81 de España.

Se ha creado una genealogía artificial, porque Castilla no era la


heredera de Asturias ni se sabe si sus habitantes eran godos.

Por otra parte, Portugal, que tampoco tenía origen godo, había
tomado el nombre de Oporto (Portucale).

Pero como el "mito gótico" había mantenido viva la idea de la


"recuperación de Hispania" el nombre romance (España) se conservó
para los territorios conservados por Castilla, y por eso una parte de
Hispania se llama Portugal, porque en el país vecino no se desarrolló
ninguna teoría de continuidad con los godos.

A su vez, los hombres medievales son los que


actualmente perviven en las Comunidades Autónomas
(Galicia, Asturias, Navarra, Aragón y Cataluña).

• El cristianismo como transmisor de


la cultura clásica
• Arquitectura y monumentos funerarios.

Para su lugar de reunión adoptaron la planta de la basílica romana. El


ábside, estancia habitual en los espacios nobles de los romanos, se
destinó para el altar. Después se utilizaría la cruz como planta de los
nuevos templos, aprovechando igualmente la técnica romana.

En otro orden de cosas, como los cristianos predicaban la resurrección


de los muertos, practicaron la inhumación sin eliminar costumbres
paganas. Siguieron utilizando sarcófagos y lápidas funerarias, los
primeros con escenas bíblicas y con episodios de la vida de Jesús, y
las segundas grabadas en latín, con nuevos formularios pero con
tradicionales símbolos, como la palma, la corona de laurel (láurea), la
paloma, etc.

• Además de la nueva iconografía que acabamos


de mencionar, adaptaron a las necesidades de la
nueva religión, pinturas paganas fácilmente
cristianizables. Fue fácil cristianizar la figura de
Orfeo, absorber como propia la figura del Buen
Pastor, trasplantar a Jonás la imagen de Endimión,
o suplantar el cuadro del filósofo y sus discípulos
por el de Cristo con sus apóstoles.

• En la literatura se persiguieron y
anatematizaron ciertos géneros literarios, como el
teatro y la sátira. Eran contrarios a la nueva moral.
Por la misma razón dejaron de usarse los teatros,
anfiteatros y circo, porque los espectáculos,
incluidos los musicales, eran poco edificantes. Pero
los cristianos necesitaban formar a sus elites
dirigentes, a sus predicadores…Y los romanos
habían estructurado un magnífico sistema educativo
(el trivium y quadriivium) y tenían magníficos
escritores y manuales de retórica (Virgilio, Séneca,
Cicerón, Quintiliano,…), y los cristianos los
aprendcieron, los imitaron y los transmitieron. Por
eso los grandes formadores de la Edad Media, como
San Agustín (filósofo), Orosio (historiador), San
Isidoro (enciclopedista) manejaban perfectamente el
latín y la retórica latina y contribuyeron a la difusión
de la cultura clásica.

• Incluso difundieron el sistema de organización


del tiempo tal como lo tenían los romanos. Seguimos
usando el calendario juliano, con su duración de 365
días, su división en doce meses (con los nombres
romanos) y su división semanal. Los cristianos
cristianizaron ciertas fechas, como el día del sol
convertido en el domingo (día del Señor), los
solsticios, convertidos en la Natividad de Cristo y en
San Juan Bautista, e introdujeron las de sus propias
fiestas, como la Pascua, Pentecostés, o las cuatro
fechas relativas a la vida de la virgen: la purificación
(2 de Febrero; obsérvese que era el mes de las
purificaciones en Roma), la Encarnación el 25 de
Marzo (día grande de Cibeles), la Asunción el 15 de
Agosto y el Nacimiento el 8 de Septiembre.
• Textos
No ignoro que podría estimarse con razón propio de un espíritu
ingrato e indolente, si se menciona de pasada y en una exposición
sucinta la tierra hija y madre de todas las tierras [Italia], elegida por
la voluntad de los dioses, la cual hizo el propio cielo más iustre,
reunió imperios dispersos, suavizó ritos, congregó para que se
comunicaran, gracias a la posibilidad de conversar, lenguas bárbaras
y distintas de tantos pueblos, le dio al homnbre una civilización y, en
suma, se hizo en todo el orbe una patria única para todos los pueblos

Plinio, Naturalis

Historia, III, 39

Traducción de

J.L. Ramírez

Sádaba

…………………………………………………………………………………………

ANEXOS
……………………………………………………………

• Autores Latinos
• Diodoro Sículo
Diodoro Sículo o de Sicilia (en griego Διόδωρος Σικελιώτης) fue un
historiador griego del siglo I a. C. nacido en Agirio (hoy Agira), en
la provincia romana de HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Sicilia_(provincia_romana)" HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Sicilia_(provincia_romana)"Sicilia.

San Jerónimo (Chronica) sitúa la madurez de Diodoro hacia el 49 a.


C., lo que coincide con las afirmaciones del propio autor. La fecha
más antigua que menciona Diodoro es su visita a Egipto en la 180ª
Olimpiada (entre el 60 a. C. y el 56 a. C.), que fue recordada por un
tumulto en demanda de la pena de muerte para unciudadano
romano que había matado accidentalmente un gato, animal sagrado
para los antiguos egipcios (Bibliotheca historica 1.41, 1.83). El último
hecho recordado por Diodoro es la venganza de Octavio César
Augusto sobre la ciudad de Tauromenium (hoy Taormina), cuya
negativa a ayudarle condujo al futuroemperador a una derrota naval
en
el 36 a. C. Diodoro no da muestra de haberse enterado de la conversión
de Egipto en provincia romana -lo que ocurrió en el30 a. C.-, por lo
que seguramente publicó su obra completa antes de esa fecha. Diodoro
afirma que empleó treinta años en la composición de su Historia y que
emprendió varios peligrosos viajes a través
de Europa y Asia para completar sus investigaciones históricas; sin
embargo, los críticos modernos han advertido varios errores
sorprendentes que un testigo ocular no debería haber cometido.

Su Historia, a la que llamó Bibliotheca Historica, consta de 40


volúmenes, divididos en tres secciones:

La primera sección (libros de I a VI) narra la historia por regiones


geográficas: historia y cultura de Egipto (libro I),Mesopotamia,
India, Escitia y Arabia (libro II), África del Norte (libro III), así
como Grecia y Europa (libros IV a VI).
En la siguiente sección (libros VII a XVII) cuenta la Historia del
mundo desde la Guerra de Troya hasta la muerte deAlejandro Magno.

La última sección (libros XVIII a XL) trata de los acontecimientos


históricos desde la muerte de Alejandro Magno hasta el año 60 a. C.
o hasta el comienzo de la Guerra de las Galias por Julio César en el
45 a. C. (el final está perdido y no está claro si Diodoro llegó hasta el
comienzo de esa guerra, como promete en el prefacio de su obra o si,
como sugiere la evidencia, viejo y cansado de escribir, la terminó en
el 60 a. C.)

Eligió el nombre de Bibliotheca en reconocimiento de la


multiplicidad de fuentes que le sirvieron para componer la obra. Entre
los autores que han podido ser identificados figuran Hecateo de
Mileto, Ctesias, Éforo, Teopompo, Jerónimo de Cardia, Duris de
Samos, HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Diulo"Diulo,
Filisto, Timeo, Polibio y Posidonio.

El uso liberal que hizo de los historiadores que le precedieron articula


la crítica negativa que se le da en la edición de 1911de la Enciclopedia
Británica:

• Dión Casio
Dión Casio (c. 150-235), historiador y político romano. De origen
griego, nacido en Nicea (Bitinia), su abuelo materno fue el filósofo
estoico Dión Crisóstomo. Ocupó diversos cargos en Roma, y en otros
territorios imperiales, durante los gobiernos de los emperadores
Cómodo, Pertinax, Septimio Severo y Severo Alejandro; obtuvo dos
veces el consulado (en el 220 y en el 229). Redactó en griego una
Historia romana, en ochenta libros, de los cuales sólo dieciocho se
conservan completos, aunque se han conservado fragmentos de otros
y resúmenes de autores posteriores. Todos son valiosos para conocer
la historia de los últimos años de la República y los primeros del
Imperio romano.

Nació en Nicea de Bitinia (la actual Iznik), en Turquía. Pertenecía a


una gran familia senatorial, pues era hijo del influyente patricio
HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Casio_Aproniano"Casio
Aproniano, cónsul en 191, senador y gobernador de varias provincias,
y descendía por parte materna de Dion de Prusa. Su nombre completo
quizá fuera Lucio Casio Dion. El nombre deCocceianus quizá fuese
añadido en época bizantina, debido a una confusión con Dion de
Prusa.

Fue designado procónsul de varias provincias y ejerció las más


altas magistraturas: senador bajo Cómodo, pretor bajo Pertinax
en 194, cónsul sufecto
probablemente hacia 204... De 218 a 228 fue, sucesivamente, curator
(administrador imperial del tesoro) de Pérgamo y Esmirna, procónsul
de África y legado (gobernador) primero de Dalmacia y luego de
Panonia Superior. Cónsul bajo Alejandro Severo (229),
posteriormente se retiró a Bitinia. Gobernador en Asia menor. En 235
renunció a la vida pública y se retiró a Nicea para proseguir allí sus
estudios.

Dion vivió una época turbulenta: tanto él como sus compañeros


senatoriales se amedrentaron ante la tiranía de los emperadores y
lamentaron la ascensión al trono de una serie de hombres a los que
consideraban unos simples arribistas y en Pannonia tuvo que
enfrentarse a la indisciplina militar. Todas esas experiencias fueron
evocadas en el relato que hace de su propia época y tuvieron mucho
que ver en la idea que se hizo de los tiempos pretéritos.

Dion cuenta (lxxii.23) que, tras una breve obra sobre los sueños y
portentos que presagiaron la ascensión al trono imperial de Septimio
Severo, emprendió la redacción primero de una historia de las
guerras desencadenadas tras la muerte de Cómodo y después la de la
Historia romana (Ρωμαϊκή Ιστορία), obra para cuya composición
empleó diez años en recoger material sobre acontecimientos
anteriores a la muerte de Severo (211) y otros doce en redactarla.

No se conserva ninguna de sus primeras obras ni de los tratados


históricos que le atribuye la Suda (léxico bizantino).

Su obra más importante es la Historia de Roma desde su


fundación hasta la época de los Gordianos (229), abarcando más de
900 años. Dicha obra consta de 83 libros de los que sólo algunos de
ellos se conservan en su totalidad. Es, junto con Herodiano, el
escritor más importante de los siglos II y III pero su obra siempre se
ha visto envuelta en la polémica. Muchos lo tildan de «mentiroso».
En cierto modo tienen razón: al ser senador, no veía con buenos ojos
la ascensión al poder que tenían los equites, que serían,
desempeñando la función de prefecto del Pretorio, los que en muchas
ocasiones llegarían a tener el auténtico poder en Roma, en
contraposición con el Senado, que queda apartado a un segundo
plano, más como algo representativo que como un poder fáctico.

Por ese motivo, en muchos de sus relatos sobre emperadores, sobre


todo en la dinastía Severa, lleva la contraria a dichos emperadores.
Por ejemplo, en lo referente a
la Constitutio Antoniniana, promulgada por Caracalla en torno a
215: arremetió contra el emperador por conceder la ciudadanía
romana a todos los habitantes del imperio (a excepción de los
esclavos) pero, algunas páginas más adelante, él mismo apoya la
decisión de dar dicha ciudadanía.

La fecha de composición de la Historia romana es polémica, pero,


siguiendo al propio Dion, la más lógica es la de 202. Su ausencia de
Italia le impidió continuar con los sucesos posteriores a la muerte de
Severo y sólo pudo resumir el reinado de Alejandro Severo.
Concluyó la obra con el relato de su propio retiro.

• Plutarco
Plutarco (c. 46-125), biógrafo y ensayista griego, nacido en Queronea,
Beocia. Se educó en Atenas y al parecer viajó a Egipto e Italia, y
enseñó filosofía moral en Roma. Realizó frecuentes viajes a Atenas y
fue sacerdote del templo de Delfos. Pasó los últimos años de su vida
en Queronea, donde ocupó un cargo municipal. Muchos de sus
tratados se basan probablemente en sus notas de clase. Plutarco era
considerado por sus alumnos como un personaje genial: guía, filósofo
y director espiritual.

Las obras que de él se conservan, escritas en un dialecto ático


modificado, o dialecto común, se clasifican en dos grupos principales:
los ensayos y diálogos didácticos, agrupados bajo el título de Moralia
(Obras morales), y las biografías recogidas en Vidas paralelas, sobre
personalidades griegas y romanas. Los ensayos incluidos en Moralia
se ocupan de cuestiones éticas, y abarcan desde consejos para la vida
conyugal hasta cómo discernir entre los aduladores y los auténticos
amigos, o cómo controlar el miedo, además de cuestiones religiosas.
Otros son de carácter filosófico, y en ellos Plutarco defiende sus
creencias platónicas en oposición a las doctrinas de los estoicos y los
epicúreos. Destaca también los Diálogos de banquete, una obra en
nueve volúmenes que recoge las conversaciones de hombres sabios
sobre temas diversos.

La más conocida de sus obras es Vidas paralelas, una serie formada


por cuatro biografías individuales y veintitrés pares de biografías.
Muchas de estas últimas, como las de los legisladores Licurgo de
Esparta y Numa Pompilio, los generales Alejandro

Magno y Julio César, y los oradores Demóstenes y Marco


Tulio Cicerón, van seguidas de una breve comparación. Escritas con
gran conocimiento y fruto de una esmerada investigación, las Vidas
Paralelas no son sólo obras históricas de gran valor, sino también
estudios psicológicos que recurren a la anécdota y la cita para
desvelar la moralidad de la persona. La primera traducción de esta
obra a una lengua europea la hizo el español Juan Fernández Heredia,
en el siglo XV. Shakespeare partió de una traducción inglesa de
Plutarco para escribir sus obras inspiradas en la historia romana, como
Coriolano, Julio César y Antonio y Cleopatra.

• Julio César
Cayo Julio César (100-44 a.C.), general y político romano, creó los
cimientos del futuro sistema imperial romano al final de la República.

En el año 52 a.C., tras el fallecimiento de Craso, Pompeyo fue


nombrado único cónsul. Este cargo, combinado con sus otros poderes,
lo situó en una posición privilegiada.
Celoso de sus jóvenes rivales, decidió acabar con el poder de César,
un objetivo que no podía realizar sin antes quitarle el mando de las
Galias. Para protegerse, César sugirió que él y Pompeyo renunciaran a
sus mandos simultáneamente, pero esto fue rechazado; incitado por
Pompeyo, el Senado pidió a César que renunciara a su mando y
disolviera su ejército o sería considerado enemigo público. Los
tribunos, que eran agentes de César, vetaron esta moción, pero fueron
expulsados del Senado. Entonces éste confió a Pompeyo la seguridad
del Estado. Sus fuerzas, muy superiores en número a las de César,
estaban dispersas por todas las provincias y sus tropas de la península
Itálica no estaban preparadas para la guerra. A principios del año 49
a.C. César cruzó el Rubicón, un pequeño río que separaba su
provincia gala cisalpina de Italia y se dirigió rápidamente hacia el sur.
Pompeyo huyó a Brundisium (la actual Brindisi) y desde allí a Grecia.
En el periodo de tres meses, César controló toda la península Itálica y
sus fuerzas tomaron Hispania y el puerto clave de Massilia (la actual
Marsella, en Francia).

En Roma, César se convirtió en dictador hasta ser elegido cónsul en el


48 a.C. A principios de ese año llegó a Grecia y destruyó las fuerzas
de Pompeyo en Farsalia. Éste huyó a Egipto, donde fue asesinado.
Cuando César visitó Egipto, instaló a Cleopatra, hija del fallecido rey
Tolomeo XII, como reina. En el 47 a.C. sometió a Asia Menor y
regresó a Roma como dictador. Aproximadamente en el 48 a.C. todas
las fuerzas optimates habían sido derrotadas y el mundo mediterráneo
pacificado

La base del poder de César era su posición de dictador ‘vitalicio’.


Según la constitución tradicional republicana este cargo sólo podía
desempeñarse durante seis meses en una situación de gravedad
extrema. Sin embargo, esa regla se había roto incluso antes de César.
Sila había gobernado como dictador durante varios años y César
siguió este precedente. También fue nombrado cónsul por diez años
en el año 45 a.C. (en el mismo año en que derrotó, en la península
Ibérica, a los hijos de Pompeyo Magno en la batalla de Munda) y
recibió la inviolabilidad de los tribunos. Además obtuvo honores que
incrementaron su prestigio. Vistió la toga, la corona y el cetro de un
general triunfante y

usó el título de imperator. Es más, como sumo sacerdote,


fue jefe de la religión del Estado, pero sobre todo tenía el mando de
todos los ejércitos, lo cual continuó siendo la principal fuente de su
poder.

César estableció un programa de reformas muy variado. En las


provincias eliminó el corrupto sistema de impuestos, patrocinó el
establecimiento de colonias de veteranos y amplió la ciudadanía
romana. En la metrópoli reorganizó las asambleas e incrementó el
número de senadores. Su reforma del calendario dio a Roma un medio
racional para registrar el tiempo.
Sin embargo, varias familias senatoriales sentían que César
amenazaba sus posiciones; el honor y los poderes de César les hacían
temer que éste quisiera ser rex (rey), un título que, como
republicanos, odiaban. En el año 44 a.C., un grupo de senadores, entre
ellos Cayo Casio y Marco Junio Bruto, conspiraron para llevar a cabo
su asesinato. En los idus (el 15) de marzo del 44 a.C., cuando César
entró en el Senado, el grupo lo asesinó.

• Plinio el Viejo
Plinio el Viejo (c. 23-79 d.C.), escritor y enciclopedista romano,
máxima autoridad científica de la Europa antigua.

Cayo Plinio Segundo nació en Novum Comum (hoy Como, Italia),


pero se trasladó a Roma siendo aún niño. A los 23 años ingresó en el
ejército y participó en una campaña militar contra los germanos. Tras
regresar a Roma, en el año 52, estudió jurisprudencia pero al no
obtener éxito como abogado se dedicó al estudio académico y la
escritura.
Entre los años 70 y 72 sirvió en Hispania como procurador, o
recaudador de impuestos imperiales. En el año 79, cuando la gran
erupción del Vesubio arrasó y destruyó Herculano y Pompeya, Plinio
se encontraba en Miseno, cerca de Nápoles, al mando de la flota
romana de Occidente. Ansioso por estudiar de cerca el fenómeno
volcánico, surcó el golfo de Nápoles rumbo a Stabies (hoy
Castellmare di Stabie), donde perdió la vida debido a los vapores de
la erupción.

Escribió numerosas obras históricas y científicas, entre las que


destacan De iaculatione equestri, un tratado sobre el uso del venablo
por parte de los jinetes; Studiosus, tres libros sobre la formación de
un joven orador, escritos al parecer para su sobrino, Plinio el Joven;
Dubius Sermo, un tratado sobre las declinaciones y las conjugaciones
latinas en ocho volúmenes; una obra histórica en veinte volúmenes
sobre las guerras germánicas; y 31 libros de historia romana que
abarcan desde el año 41 hasta el 71.

La gran enciclopedia de Plinio, Historia Natural, consta de 37


volúmenes y es la única de sus obras que se conserva en la actualidad.
Contiene, como afirma el autor en su epístola dedicatoria al
emperador romano Tito, 20.000 hechos importantes, extraídos de
unos 2.000 volúmenes escritos por cerca de cien autores diferentes.
Los diez primeros libros se publicaron en el año 77, mientras que los
demás fueron publicados tras la muerte del autor, probablemente por
Plinio el Joven. La enciclopedia habla de Astronomía, Geografía,
Etnología, Antropología, Anatomía humana, Zoología,

Botánica, Horticultura, Medicina y medicamentos


elaborados con sustancias animales y vegetales, Mineralogía y
Metalurgia, y Bellas Artes, además de contener una valiosa digresión
sobre la historia del Arte. La importancia de esta enciclopedia reside
en la enorme cantidad de información que ofrece sobre el arte, la
ciencia y la civilización de la época de Plinio, así como en sus
curiosas anécdotas sobre diversos aspectos de la vida cotidiana en
Roma.

• Estrabón
Estrabón (c. 63 a.C.-c. 24 d.C.), geógrafo e historiador griego. Nacido
en Amaseia (Amasía, en el Ponto, en la actual Turquía), viajó por el
Nilo en una expedición dirigida por Aelio Gallo, prefecto romano de
Egipto. Pasó muchos años en Roma. Se sabe poco de su vida, pero
afirmaba haber viajado desde Armenia en Oriente, a Cerdeña en
Occidente, y desde el Ponto Euxino (mar Negro) en el Norte hasta las
fronteras de Etiopía en el Sur. Sólo se conservan algunos fragmentos
de su trabajo histórico, en 43 libros, complemento de la historia del
griego Polibio. Su Geografía, una descripción detallada del mundo, en
17 libros, tal como se conoció en la antigüedad, se conserva casi por
completo; tiene un gran valor, sobre todo por sus extensas
observaciones respecto de las relaciones entre el medio natural y los
hombres que lo habitaban.

• Marcial
Marcial (40-104), poeta hispanorromano, cuyo nombre completo
era Marco Valerio Marcial y fue uno de los más notables
escritores de epigramas satíricos de la antigüedad. Sus versos
ofrecen un retrato vivo y en ocasiones nada halagüeño de la Roma
imperial durante la segunda mitad del siglo I d.C.

Marcial nació en Bílbilis (Hispania) y alrededor del año 64 d.C. se fue


a Roma en busca de fortuna. En esta ciudad llevó la vida de un
hombre de letras itinerante y pobre. Entre sus amistades figuraban
eminentes literatos y hombres de leyes, como Plinio el Joven, Juvenal
y Quintiliano. Posteriormente se ganó el favor de los emperadores
Tito y Domiciano, y fue nombrado miembro del orden ecuestre (una
clase de ciudadanos con fortuna, al margen del orden senatorial).

Su Liber spectaculorum, la obra más antigua de las que se conservan


de este autor, celebra los actos de inauguración del Coliseo,
presididos por Tito en el año 80. Sus Epigramas posteriores (86-102)
abarcan doce volúmenes que incluyen los más de 1.500 poemas
breves en los cuales se basa su fama. Los epigramas, de métrica y
estrofa variable, atacan las debilidades universales, aunque en su
mayoría están dirigidos a un individuo, real o imaginario, y marcados
por una visión cínica de la naturaleza humana y un ingenioso y
mordaz giro de la frase. Unos lamentan la mezquindad de los
patronos, otros piden préstamos o favores; los dirigidos al emperador
Domiciano parecen artificiales e intencionadamente halagadores.
Muchos reflejan la brillante vida romana, y en ellos se pone de
manifiesto la admiración de Marcial por el heroísmo del pueblo
romano en los días de la República, el afecto hacia los propios amigos
y su amor por la vida campestre. La mordacidad de su obra sentó las
bases del epigrama moderno. Tras

una estancia de treinta y cinco años en Roma, Marcial


regresó a Hispania en el año 98 y murió en su tierra natal.

• Paulo Orosio
Paulo Orosio (fl. primera mitad del siglo V d.C.), teólogo e
historiador hispanorromano. Parece ser que era natural de Bracara
Augusta (actual ciudad portuguesa de Braga), en la provincia romana
de Gallaecia. Tras haber sido ordenado presbítero, marchó a África en
el 414. Su viaje pudo estar motivado por el deseo de conocer a san
Agustín, para buscar en el obispo de Hipona consejos que le ayudaran
a combatir el priscilianismo, herejía entonces vigente en Gallaecia.
Pero también pudo tratarse de un obligado exilio, debido a que la
fecha de su traslado coincide con las primeras fases de la invasión de
su región natal por los suevos. De su estancia en Hipona y
consiguiente amistad con san Agustín, de quien pronto se convirtió en
discípulo, surgió la redacción de Commonitorium de errore
priscillianistarum et origenistarum, escrito en el que atacaba
duramente a los seguidores de Prisciliano. Presentado a san Jerónimo
por san Agustín, Paulo Orosio marchó en el 415 a Palestina y allí se
involucró profundamente en la condena del pelagianismo. Cuando su
intención era regresar a Hispania, recibió de san Agustín el encargo
de permanecer en África para escribir una obra en la que quedaran
reflejados todos los acontecimientos de la historia de la humanidad
desde la creación de Adán hasta aquellos momentos. El resultado fue
Historiarum adversus paganos libri septem, obra de carácter
apologético y providencialista, que durante mucho tiempo se
consideró había sido concebida para servir como anexo al libro
tercero de La ciudad de Dios de san Agustín, con la cual guarda
muchas similitudes. Para la redacción de los siete libros que integran
la obra, Paulo Orosio utilizó como fuentes el Antiguo Testamento, la
Historia eclesiástica de Eusebio de Cesarea y las obras de Tito Livio,
Tácito y Suetonio. A través del recorrido cronológico por cuatro
imperios sucesivos, asirio-babilónico, cartaginés, macedonio y
romano, el autor vinculó la regeneración moral, política y social del
Bajo Imperio romano a una necesaria recuperación de los valores del
cristianismo.

• Polibio
Polibio (c. 203-c. 120 a.C.), historiador griego. Nacido en
Megalópolis, fue uno de los mil aqueos nobles enviados a Roma como
rehenes después de la derrota de la Liga Aquea en el 168 a.C. El
general romano Paulo Emilio recibió a Polibio en su casa y le
convirtió en tutor de sus hijos, el más joven de los cuales fue adoptado
por la familia Escipión y pasó a ser conocido como Publio Cornelio
Escipión. Escipión y Polibio llegaron a ser buenos amigos. En el 151
a.C., después de dieciséis años en Italia, el Senado romano permitió
que los aqueos exiliados regresaran a Grecia. Sin embargo, Polibio
volvió a unirse a Escipión, le siguió en sus campañas africanas y
estuvo presente en el saqueo de Cartago en el 146 a.C. que puso fin a
las Guerras Púnicas. Cuando estalló la guerra entre los aqueos y los
romanos, Polibio regresó a Grecia, donde usó su influencia con los
romanos para conseguir condiciones favorables para los vencidos.

Los últimos años de su vida los dedicó a la redacción de


su gran obra, Historias, en cuarenta libros. Su objetivo fue explicar
cómo y por qué los países civilizados eran dominados por Roma. Su
obra cubre el periodo comprendido entre el 264 y el 146 a.C., el año
en que cayó Corinto. El libro XXXIV de sus Historias narra las
guerras celtibéricas y lusitanas, de las que fue en algunos casos testigo
(por ejemplo, del sitio de Numancia en el 133 a.C.) al haber
acompañado a Publio Cornelio Escipión en tales acontecimientos.
Como historiador, Polibio no sólo intentó enumerar hechos y
acontecimientos sino descubrir las causas subyacentes y extraer
lecciones para el futuro. Con frecuencia su tono es didáctico y, a
menudo, la continuidad de su narrativa se interrumpe por la digresión.
Su estilo es sencillo y claro. Su obra es importante en la literatura
griega porque está escrita en el llamado dialecto común, ático
modificado, que hacia el 300 a.C. comenzó a usarse.

• Silio Itálico
Tiberio Catio Asconio Silio Itálico (en latín: Titus Catius Asconius Silius Italicus),
¿?, 25/26 - Campania, 101, fue unpolítico y poeta épico latino,
cónsul en el año 68 y autor de Punica, un larguísimo poema épico
sobre la Segunda Guerra Púnica.

Su lugar de nacimiento es desconocido, aunque hay quien lo sitúa en


Padua. A partir de su cognomen Italicus, muchos eruditos desde el
Renacimiento le creyeron originario
de Itálica en España (así Rodrigo Caro en su famosa oda), sin
embargo el gentilicio correcto de esta ciudad es italicensis, y también
es improbable queMarcial no lo incluyera en su lista de celebridades
hispanas de la primera mitad del siglo I. Hay quien sospecha que
algún antecesor de Silio adoptara el sobrenombre de Italicus como
miembro de la corporación de los Italici, que son nombrados a
menudo en Sicilia y en otros lugares.

Durante su juventud Silio fue un reconocido orador forense, y


después un cauteloso político, sin la habilidad o ambición suficiente
para oponerse a los crueles gobernantes de su tiempo. Pero la
mediocridad no bastaba para protegerse de los caprichos homicidas
de Nerón, y se cree que Silio aseguró su seguridad personal y su
promoción al consulado prostituyendo sus habilidades de orador en
las farsas judiciales que a menudo condenaban a las víctimas del
emperador. Fue cónsul en el año de la muerte de Nerón (68), y según
Tácito fue uno de los dos testigos que estuvieron presentes en las
conferencias entre Vitelio y Flavio Sabino, el hermano mayor de
Vespasiano, cuando las legiones del Oriente marchaban rápidamente
hacia la capital.
La vida de Silio después de su consulado fue bien descrita por Plinio el Joven, Epist. III,
7.1 Fue amigo y partidario de Vitelio, y cónsul en el año 68, el
último nombrado por Nerón, pero ello no le granjeó la enemistad
de Vespasiano. Ganó fama de buen administrador como
procónsul del Asia (77), y borró la mala reputación que había
ganado por sus acciones del pasado por medio del admirable uso que
dio a su tiempo libre. Por medio de su estilo de vida tranquilo,
evitando el poder y consecuentemente la

hostilidad, sobrevivió al final de la dinastía


Flavia, viviendo de manera digna y satisfactoria.

Silio era un estoico, y puso en práctica la teoría sobre el suicidio


adoptada por aquella escuela filosófica. Afectado por un tumor
incurable, dejó de alimentarse hasta morir, manteniendo un
semblante alegre hasta el final.

Silio Itálico compuso la obra llamada Punica tratando la Segunda


Guerra Púnica, y empezó a escribirla entre el 88dC y el 92 dC. Estas
fechas se deducen con el mismo método en que se dedujo tanto las
fechas de vida y muerte del autor como su procedencia. Así pues,
teniendo en cuenta que el poeta Marcial era uno de sus amigos más
allegados, se entiende que, cuando publicó su cuarto libro de
epigramas y no hacer ningún comentario de Silio más que alabanzas,
aún no se había dado ninguna intención de escribir la obra; pero se
sabe que en el 92 dC ya debían circular algunas copias de algunas
partes del poema. (Marcial, Epigramas

• Tito Livio
Tito Livio (59 a.C.-17 d.C.), historiador romano, cuya principal obra,
denominada Ab urbe condita libri CXLII (más conocida como
Décadas), es una de las fuentes más importantes sobre la historia más
antigua de Roma y uno de los mejores trabajos de la literatura latina.
Tito Livio nació en Patavium (actual Padua), en el norte de Italia,
pero posiblemente pasó la mayor parte de su vida en Roma, donde
fue tutor del futuro emperador Claudio I. Sus Décadas son una
narración en 142 libros de los acontecimientos ocurridos desde la
legendaria fundación de la ciudad en el 753 a.C. hasta el 9 a.C.,
publicados entre el 26 a.C. y el 14 d.C.

Tito Livio escribió durante el reinado del emperador Augusto, cuando


el Imperio romano dominaba el mundo mediterráneo, con la intención
tanto de demostrar que Roma había sido destinada a la grandeza ya
desde los días de sus humildes orígenes, como de proporcionar un
fondo adecuado para las glorias de la época de Augusto. Usó el
material que encontró en los relatos de historiadores romanos
anteriores a él, sin intentar diferenciar hechos veraces de los ficticios;
de ahí que su trabajo se distinga más por su estilo literario y
habilidades dramáticas que por su exactitud histórica. Su obra fue la
historia de Roma más leída y admirada hasta el renacimiento.

• Apiano
Natural de Alejandría, ocupó altos puestos como funcionario en
Egipto durante el reinado de Antonino Pío a mediados del siglo II
d. C., por lo que tuvo acceso a documentación imperial.
Desempeña diversos cargos administrativos en Alejandría, luego
será abogado, como ya fue Cicerón, y acabará como procurador
del emperador Antonino Pío.

Escribió una larga historia de Roma, en 24 libros, que abarca desde


su fundación hasta la muerte de Trajano.

Entre ellos, escribió la historia de Iberia con un


carácter etnográfico. En su libro se narran las Guerras Celtíberas
y la conquista de Numancia.

Su fuente principal es Polibio –supliendo muchas partes perdidas de


éste–, aunque también toma datos de Salustio, Paulo Clodio,
Posidonio, Livio, Celio Antipatro HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Jer%C3%B3nimo_de_Cardia",Jerónimo
de Cardia, Julio César, Augusto, HYPERLINK
"http://es.wikipedia.org/wiki/Asinio_Poli%C3%B3n"Asinio Polión,
Plutarco, Diodoro y otros autores.

• Horacio
Quinto Horacio Flaco nació en diciembre del año 65 a.C., hijo de un
liberto, en Venusia (hoy Venosa Apulia, Italia). Estudió en Roma y
Atenas filosofía griega y poesía en la Academia. Fue nombrado
tribuno militar por Marco Junio Bruto, uno de los asesinos de Julio
César. Luchó en el lado del ejército republicano que cayó derrotado
por Marco Antonio y Octavio (después Augusto) en Filipos. Gracias a
una amnistía general volvió a Roma y rechazó el cargo de secretario
personal de Augusto para dedicarse a escribir poesía.

Cuando el poeta laureado Virgilio conoció sus poemas, hacia el año


38 a.C., le presentó al estadista Cayo Mecenas, un patrocinador de las
artes y amigo de Octavio, que le introdujo en los círculos literarios y
políticos de Roma, y en 33 a.C. le entregó una propiedad en las
colinas de Sabina donde se retiró a escribir y pensar.

Horacio, uno de los grandes poetas de Roma, escribió obras de cuatro


tipos: sátiras, epodos, odas y epístolas. Sus Sátiras abordan cuestiones
éticas como el poder destructor de la ambición, la estupidez de los
extremismos y la codicia por la riqueza o la posición social. El Libro I
(35 a.C.) y el Libro II (30 a.C.) de las Sátiras, ambos escritos en
hexámetros, eran una imitación del satírico Lucilio. Las diez sátiras
del Libro I y las ocho del Libro II están atemperadas por la tolerancia.
Aunque los Epodos aparecieron también el 30 a.C., se escribieron con
anterioridad, ya que reclaman con pasión el fin de la guerra civil, que
terminó con la victoria de Octavio sobre Antonio en Actium en el año
31 a.C., y critican mordazmente los abusos sociales. Los 17 poemas
cortos en dísticos yámbicos de los Epodos constituyen adaptaciones
del estilo lírico griego creado por el poeta Arquíloco. La poesía más
importante de Horacio se encuentra en las Odas, Libros I, II y III (23
a.C.), adaptadas —y algunas, imitaciones directas— de los poetas
Anacreonte, Alceo y Safo. En ellas pone de manifiesto su herencia de
la poesía lírica griega y predica la paz, el patriotismo, el amor, la
amistad, el vino, los placeres del campo y la sencillez. Estas obras no
eran totalmente políticas y de hecho incorporan bastante mitología
griega y romana. Se nota la influencia de Píndaro y son famosas por
su ritmo, ironía y refinamiento. Fueron muy imitadas por poetas
renacentistas europeos.

Hacia el año 20 a.C. Horacio publicó el Libro I de sus Epístolas,


veinte cartas cortas personales en versos hexámetros en las que
expone sus observaciones sobre la sociedad, la literatura y la filosofía
con su lógica del 'punto medio', a favor de doctrinas como el
epicureísmo, pero siempre abogando por la moderación, incluso en lo
referente a la virtud. Para entonces su reputación era tal que, a la
muerte de su amigo Virgilio el año
19 a.C., le sucedió como poeta laureado. Dos años
después volvió a escribir poesía lírica cuando Augusto le encargó el
himno Carmen saeculare para los juegos seculares de Roma. Las
fechas de sus últimas obras, las Epístolas, Libro II; las Odas, Libro
IV; y la Epístola a los Pisos, más conocida como Ars poetica, son
inciertas. Las dos cartas que aparecen en el Libro II son discusiones
literarias. Ars poetica, su obra más larga, ensalza a los maestros
griegos, explica la dificultad y seriedad del arte de la poesía y
proporciona consejos técnicos a los poetas aspirantes. Horacio murió
en Roma el 27 de noviembre del año 8 a.C.

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