El Vía Crucis Primera Estación
 Décima tercera Estación
Jesús es bajado de la cruz
”Había allí muchas mujeres que miraban
de lejos: eran las mismas que habían
seguido a Jesús desde Galilea para
servirlo”...”Ustedes, todos los que pasan
por el camino, miren y vean si hay dolor
semejante al dolor que me atormenta,
con el que Dios me ha herido” Mt 27,55.
Lamentaciones 1,12
Décima cuarta estación
El cuerpo de Jesús es llevado al
sepulcro
“Al atardecer, llegó un hombre rico de
Arimatea, llamado José, que
también se había hecho discípulo
de Jesús y fue a ver a Pilatos
para pedirle el cuerpo de
Jesús...José tomó el cuerpo, lo
envolvió en una sábana limpia y
lo depositó en un sepulcro nuevo
que se había hecho cavar en la
roca. Después hizo rodar una
gran piedra a la entrada del
sepulcro” Mt 27,57-61
Oración a Jesús Crucificado
(se recomienda orarla frente a un
crucifijo después de
comulgar)
Miradme, ¡oh mi amado y buen
Jesús! Postrado en vuestra
santísima presencia os ruego con
el mayor fervor, imprimáis en mi
corazón los más profundos
sentimientos de fe, de esperanza
y de caridad, dolor de mis
pecados y propósito de jamás
ofenderos, mientras que yo, con
todo el amor, y con toda la
compasión de que soy capaz,
voy contemplando vuestras
cinco llagas, comenzando por
aquella que dijo de Vos el santo
profeta David: “Han taladrado
mis manos y mis pies, y se
pueden contar todos mis
huesos”.
Vía Crucis es el camino de la cruz o sea
acompañar a Jesús en su Pasión hasta su
muerte en la Cruz, como protagonistas
de esta crucifixión, porque si Jesús muere
en la Cruz es para nuestra salvación
(Gal 2,20 ).
Nuestra actitud inicial será ponernos
frente a Dios con un corazón arrepentido
(se puede rezar el acto de contrición).
En cada estación se la nombra, se hace la
genuflexión orando: Te adoramos, oh
Cristo y te bendecimos, porque por tu
santa cruz redimiste al mundo. Se lee la
cita bíblica y se reflexiona brevemente. Se
puede terminar rezando un
Padrenuestro o haciendo algún canto
Jesús es condenado a muerte por
Pilatos
“Pilatos preguntó al pueblo que estaba
reunido: ¿A quién quieren que
ponga en libertad, a Barrabás o a
Jesús, llamado el Mesías?”...Ellos
respondieron : “A Barrabás”.
Pilatos continuó: “¿Y qué haré
con Jesús, llamado el Mesías? “.
Todos respondieron: “Que sea
crucificado”...
Pilatos hizo traer agua y se lavó las
manos delante de la multitud,
diciendo: “Yo soy inocente de
esta sangre. Es asunto de
ustedes”...Pilatos puso en
libertad a Barrabás; y a Jesús,
después de haberlo hecho azotar
lo entregó para que sea
crucificado” Mt 27,17-26
Segunda Estación
Jesús carga con la cruz a cuestas
“Los soldados lo llevaron dentro del
palacio, al pretorio y convocaron
a toda la guardia. Lo vistieron
con un manto de púrpura,
hicieron una corona de espinas y
se la colocaron. Y comenzaron a
saludarlo: “Salud , rey de los
judíos”. Y le golpeaban la cabeza
con una caña, le escupían y
doblando la rodilla, le rendían
Tercera estación
Jesús cae por primera vez bajo el
peso de la Cruz
“Y con todo eran nuestras dolencias las
que El llevaba y nuestros dolores
los que soportaba. Nosotros le
tuvimos por azotado, herido de
Dios y humillado. El ha sido
herido por nuestras rebeldías,
molido por nuestras culpas. El
soportó el castigo que nos trae la
paz y con sus moretones hemos
sido curados...Fue oprimido y El
se humilló y no abrió la boca.
Como un cordero al matadero
era llevado y como oveja que
ante los que la trasquilan está
muda, tampoco El abrió la boca”.
Isaías 53,4-5.7
Cuarta Estación
Jesús se encuentra con su madre
“Simeón...dijo a María, la madre: “Este
niño será causa de caída y de elevación
para muchos en Israel; será digno de
contradicción, y a ti misma una espada te
atravesará el corazón”. Lc 2,34-35
Quinta Estación
Jesús es ayudado a llevar la cruz
por Simón de Cirene
“Cuando lo llevaban, detuvieron a un tal
Simón de Cirene, que volvía del campo y
 Sexta estación
La Verónica limpia el rostro de
Jesús
“Creció como un retoño delante de El,
como raíz de tierra árida. No tenía
apariencia ni presencia; le vimos y no
tenía aspecto que pudiésemos estimar.
Despreciable y desecho de hombres,
varón de dolores y sabedor de dolencias,
como uno ante quien se oculta el rostro,
despreciable y no le tuvimos en cuenta”.
Isaías 53,2-3
Séptima Estación
Jesús cae por segunda vez bajo el
peso de la Cruz
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?...todos lo que me ven, de
mí se burlan, tuercen los labios, menean
la cabeza...Como el agua me derramo,
todos mis huesos se dislocan, mi corazón
se vuelve como cera, se me derrite entre
mis entrañas. Está seco mi paladar como
una teja y mi lengua pegada a mi
garganta; tú me sumes en el polvo de la
muerte. Perros innumerables me rodean,
una banda de malvados me acorrala
como para prender mis manos y mis
pies”. Salmo 22,2.8.15-17
Octava Estación
Jesús se encuentra con las mujeres
de Jerusalén
“Lo seguían muchos del pueblo y un
buen número de mujeres, que se
golpeaban el pecho y se
lamentaban por él. Pero Jesús
volviéndose hacia ellas, les dijo:
Hijas de Jerusalén, no lloren por
mi, lloren mas bien por ustedes y
por sus hijos. Porque se acerca el
tiempo en que se dirá: felices las
estériles, felices los por  senos
que no concibieron y los pechos
que no amamantaron. Entonces
se dirá a las montañas: Caigan
sobre nosotros y a los cerros:
Sepúltenos. Porque si así se trata
a la leña verde ¿qué será de la
leña seca? “ Lc 23,27-31
Novena Estación
Jesús cae por tercera vez bajo el
peso de la Cruz
“Fue oprimido, y El se humilló y no
abrió la boca. Como un cordero al
matadero era llevado, y como oveja que
ante los que la trasquilan, está muda,
tampoco El abrió la boca”. Isaías 53,7
Décima Estación
Jesús es despojado de sus
vestiduras
“Después...los soldados...tomaron sus
vestiduras y las dividieron en cuatro
partes, una para cada uno. Tomaron
también la túnica y como no tenía
costura, porque estaba hecha de una sola
pieza de arriba abajo se dijeron entre sí:
No la rompamos. Vamos a sortearla,
para ver a quien le toca”. Jn 19,23-24
Undécima Estación
Jesús es clavado en la cruz
“Cuando llegaron al lugar llamado “del
cráneo” lo crucificaron juntos con los
malhechores, uno a su derecha y el otro a
su izquierda. Jesús decía: “Padre,
perdónalos, porque no saben lo que
hacen” Lc 23,33-34
Duodécima Estación
Jesús muere en la cruz
“Jesús, con un grito, exclamó: Padre en
tus manos encomiendo mi espíritu. Y
diciendo esto expiró”. Lc 23,45-46