Sunteți pe pagina 1din 91

CLINICA Y TERAPEUTICA DE LAS ADICCIONES

PARA EL MEDICO GENERAL

Dr. Ricardo González Menéndez


Dedicatoria

Al médico de familia, primera tropa de choque en el enfrentamiento a la más trágica problemática de salud
conocida hasta hoy: las drogadicciones.

A los pacientes adictos, y sus familiares.

A todos los que se han conmovido ante sus sufrimientos y movilizado sentimentalmente para ayudarles.
INDICE

SECCION I
GENERALIDADES
INTRODUCCIÓN
- DEFINICIÓN DE DROGAS
- DIFERENTES COMPORTAMIENTOS ANTE LAS DROGAS
- LAS DIFERENTES MODALIDADES DE COMPORTAMIENTO ANTE EL ALCOHOL COMO
DROGA MODELO
- CRITERIOS A UTILIZAR PARA IDENTIFICAR LA MODALIDAD DE COMPORTAMIENTO
ANTE EL ALCOHOL
- APLICACIÓN PRACTICA DE LOS CRITERIOS DESCRIPTOS
- LA DEPENDENCIA Y SUS MODALIDADES
- CONCEPTOS ACTUALES SOBRE ADICCION Y DEPENDENCIA
- EL FACILITADOR
- EL CODEPENDIENTE
- CLASIFICACION DE LAS DROGAS
- LA CONCIENCIA
- LA PERSONALIDAD
- MECANISMOS PATOGENICOS DE LAS ADICCIONES
SECCION II
DROGAS SIN EFECTOS RELEVANTES SOBRE LA CONCIENCIA Y LA PERSONALIDAD
CAFÉ
- INTRODUCCION
- BREVES APUNTES HISTORICOS
- MECANISMOS DE ACCION DEL CAFE
- EFECTOS DEL CAFÉ SOBRE LA SALUD
- MEDIDAS PREVENTIVAS
- TRATAMIENTO
TABACO
- INTRODUCCION
- BREVES APUNTES HISTORICOS
- MECANISMOS DE ACCION DEL TABACO
- EFECTOS DEL TABACO SOBRE LA SALUD
- MEDIDAS PREVENTIVAS
- TRATAMIENTO
- RECURSOS TERAPEUTICOS ESPECIALIZADOS
SECCION III
DROGAS CON NOTABLES EFECTOS SOBRE LA CONCIENCIA Y LA PERSONALIDAD
ALCOHOL
- INTRODUCCION
- BREVES APUNTES HISTORICOS
- SIGNIFICACION SOCIAL DEL CONSUMO INADECUADO DE ALCOHOL
- MECANISMOS DE ACCION DEL ALCOHOL
- MITOS POPULARES SOBRE EL ALCOHOL
- EFECTOS DEL ALCOHOL SOBRE LA SALUD
- DIFERENTES ETAPAS DEL CONSUMO ANORMAL DE ALCOHOL
- Consumo de riesgo
- Consumo perjudicial
- Dependencia alcohólica

- EFECTOS DEL ALCOHOL SOBRE LA SALUD


- CUESTIONARIOS DE ALCOHOLISMO
- CUESTIONARIO DE PROBLEMAS VINCULADOS CON EL ALCOHOL
- CUESTIONARIO C. A. G. E.
- CUESTIONARIO DE INDICADORES DIAGNOSTICOS (C. I. D.)
- ETIOLOGIA DEL ALCOHOLISMO
- MEDIDAS PREVENTIVAS
- TRATAMIENTO
- FASES DE LA EVOLUCION DEL TOXICOMANO ANTES, DURANTE Y DESPUES DEL
TRATAMIENTO
PRINCIPIOS DEL TRATAMIENTO DE LAS TOXICOMANIAS
- EXIGENCIAS Y TACTICAS ESPECIFICAS
- METAS PERSEGUIDAS
- ETAPAS DEL TRATAMIENTO DEL ALCOHOLICO Y OTROS TOXICOMANOS
- RECURSOS ESPECIALIZADOS EN EL TRATAMIENTO DEL ALCOHOLICO Y OTROS
TOXICOMANOS
- Recursos aversivos
- Recursos psicoterapéuticos
- La significación de los recursos psicoterapéuticos en las diferentes modalidades
de toxicomanías según su patogenia
- Recursos sociales
- Un mensaje final de alerta a la población sana

IMPORTANCIA DEL ALCOHOL COMO DROGA PORTERA


- INTRODUCCION
- CONCEPTO
- MECANISMOS PORTEROS
SECCION IV
LAS DROGAS ILEGALES
MARIHUANA
- INTRODUCCION
- CARACTERISTICAS GENERALES
- EFECTOS DAÑINOS
COCAINA
- INTRODUCCION
- CARACTERISTICAS GENERALES
- EFECTOS DAÑINOS
DERIVADOS DEL OPIO
- INTRODUCCION
- CARACTERISTICAS GENERALES
- EFECTOS DAÑINOS
- ALGUNOS MEDICAMENTOS USADOS EN LAS ADICCIONES AL OPIO
OTRAS DROGAS ILEGALES
MECANISMOS DE ACCION DE LAS DROGAS QUE AFECTAN LA CONCIENCIA Y LA
PERSONALIDAD
- LIBERACION SUBCORTICAL
- ACCION SOBRE LOS NEUROTRANSMISORES
- ACCION SOBRE LOS CENTROS DE GRATIFICACION CEREBRALES
PREVENCION DE LAS ADICCIONES ILEGALES
- AMBITO FAMILIAR PARA PREVENIR LAS TOXICOMANIAS
TRATAMIENTO DE LOS ADICTOS A SUSTANCIAS ILEGALES
- RECURSOS DE MAYOR UTILIDAD
LAS OTRAS ADICCIONES AJENAS A SUSTANCIAS
- EL JURAMENTO
- LA TARJETA DE CONCIENTIZACION
SECCION V
REFLEXIONES SUGERIDAS AL TOXICOMANO Y SU FAMILIA COMO BIBLIOTERAPIA
ORIENTADA AL DEBATE EN ENTREVISTA INDIVIDUAL O COLECTIVA
- LA CONCIENCIA DE ENFERMEDAD
- ¿PUEDE EL TOXICOMANO APRENDER A CONSUMIR CON CONTROL?
- ¿SIENTE USTED LA DROGA COMO ALIADA O COMO ENEMIGA?
- ¿QUE ES EL TOXICOMANO PASIVO?
- LA TENTACION DEL CONSUMO
- LAS ARMAS DEL ENEMIGO
- LAS TRES FORMAS DE EVASION
- EVITE LA TENDENCIA DERROTISTA
- EL JURAMENTO
- ESTILO DE VIDA: HEDONISMO ANHEDONIA
- PROGRAME QUE HACER CON EL TIEMPO LIBRE
- LOS COMPLEJOS DE LOS TOXICOMANOS
- LA VIDA FAMILIAR DEL TOXICOMANO
- NO PIDA PERAS AL OLMO
- EL PRINCIPIO PIGMALION
- LA DECEPCION
- LA SEXUALIDAD DEL TOXICOMANO
- EL DESLIZ Y LA RECAIDA
- LOS RECURSOS INSPIRATIVOS
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

SINTESIS DEL CURRICULUM

Dr. Ricardo González Menéndez

Doctor en Ciencias Médicas. (Ph. D), Académico Titular, Especialista de Segundo Grado en Psiquiatría,
Profesor Titular y Profesor Principal de la Facultad Universitaria de Medicina General Calixto García de la
Habana, Jefe del Servicio de Toxicomanía del Hospital Psiquiátrico de la Habana, Presidente de la Sociedad
Cubana de Psiquiatría, y Presidente de la Comisión Nacional de Etica Médica.

Autor de diez libros de Psiquiatría y Psicología Médica y de 175 trabajos científicos publicados en Revistas
Nacionales e Internacionales. Ha participado con ponencias en 30 Congresos Psiquiátricos Internacionales y
ha desarrollado como profesor cursos sobre Rehabilitación, atención a toxicómanos, Psicofarmacología,
Psicología Médica y Ética Médica en Cuba y otros países del área.

Es profesor honorario de varias universidades de Latinoamérica y el Caribe y algunos de sus libros son
literatura complementaria en diferentes escuelas de medicina de Latinoamérica.

Tiene más de 25 años de dedicación intensiva a la problemática de las toxicomanías y ha publicado en ese
campo los libros: “compilación de trabajos sobre el Alcoholismo”; “El Alcoholismo y su atención
específica”; “Psicoterapia para alcohólicos y otros toxicómanos”, “¿Como liberarse de los hábitos tóxicos?” y
“SOS: Alcohol y Otras Drogas”.
Sus libros de mayor difusión internacional han sido “Psicología para Médicos Generales”, 2da. Edición,
“Psiquiatría para Médicos Generales”; “El Médico Ante el Trastorno Psiquiátrico Menor” y “Recursos
Terapéuticos Psiquiátricos para el Médico Integral”, y en toda su obra se ha reflejado el interés por ampliar el
campo de acción del especialista, mediante el entrenamiento adecuado del médico general, cuya función
social admira profundamente.
Prólogo

Cuando un profesional de la medicina resulta sensibilizado por la enorme tragedia de las drogadicciones y
reconoce que por mucho tiempo compartió criterios populares erróneos sobre la presunta poca calidad
humana de los drogadictos, es frecuente que la lucha contra este flagelo mundial se convierta en objetivo
relevante de su gestión docente, asistencial, investigativa y editorial. Este es el caso del Profesor Ricardo
González Menéndez, Jefe de Docencia Superior de nuestro hospital y responsable del Servicio de Atención a
pacientes alcohólicos y otros drogadictos.

Con este libro completa en nuestra apreciación un importante espectro de publicaciones que van desde
educación para la salud, objetivo de su libro “Como liberarse de los hábitos tóxicos”, la proyección científico
popular “S. O. S. Alcohol y Otras Drogas”, la publicación dirigida a especialistas en alcohología “El
Alcoholismo y su Atención Específica” y ahora retoma su consistente línea editorial dirigida al médico
general, profesional que durante más de tres décadas ha sido la motivación fundamental de sus obras.

Consciente de la alta significación social del médico de familia, transmite en el lenguaje asequible de
siempre, importantes recursos para la atención integral de las adicciones en cualesquiera de sus modalidades
clínicas vinculadas a sustancias psicoactivas y también a otras adicciones calificadas por el profesor Francisco
Alonso Fernández como “las otras drogas” cuyos modelos son la adicción al juego, a la televisión, a la
comida y a Internet.

Consideramos que el presente aporte resulte de utilidad a los que dan los primeros pasos como profesionales
en el enfrentamiento a la epidemia del siglo XX, que lejos de atenuarse parece que desafortunadamente se
intensificará en el próximo milenio.

Dr. Eduardo B. Ordáz Ducungé


Director del Hospital Psiquiátrico de la Habana
PRESENTACION

25 años de trabajo intensivo en un servicio psiquiátrico originalmente dedicados a la atención de pacientes


alcohólicos cubanos y toxicómanos de países vecinos han sido suficientes para valorar que en mis 37 anos de
ejercicio médico desconozco otras enfermedades capaces de producir tanto sufrimiento a quienes las padecen
y sus seres queridos. También lo han sido para percatarme que detrás del comportamiento disocial
sintomático de estos enfermos se encuentran seres humanos de igual o mayor calidad que muchos de los que
nos consideramos ciudadanos promedio.

Otro aspecto igualmente doloroso, es que la mayoría de estos pacientes reclaman atención muchos años
después de haberse iniciado su enfermedad, etapa en la que han acumulado infinidad de experiencias
traumáticas para sus hijos, esposas, padres, hermanos y para ellos mismos.

Finalmente hemos llegado al criterio de que el médico generalista puede desempeñar un papel de primera
línea en la atención de los adictos a cualquier tipo de drogas, sean estas legales, de prescripción médica, o
ilegales y que por su vínculo más directo con la comunidad representa la primera tropa de choque de nivel
profesional en el enfrentamiento a esta problemática.

A ellos con todo mi respeto y admiración por la significación social y humana de su trabajo, va dirigido este
manual donde pretendo transmitir en lenguaje asequible para el profesional no especializado en la materia, los
conocimientos y recursos que en mi apreciación les permitirán ampliar sus potencialidades preventivas,
diagnósticas y rehabilitatorias en esta constelación de afecciones capaces de destruir la felicidad del hogar
más armonioso.

Espero que el mensaje sea también útil para otros profesionales, técnicos y legos, motivados por luchar en
alguna forma contra este flagelo de la humanidad que desgraciadamente afectará en alguna de sus
modalidades a mil millones de habitantes de nuestro planeta en el año 2000. Algo más del 15 % de la
población mundial.

El Autor
SECCION I

GENERALIDADES

INTRODUCCION

Las drogadicciones constituyen una de las grandes tragedias del mundo actual, sólo comparable – en lo
referente a significación humana – con las guerras, las hambrunas y la miseria.

Las potencialidades nocivas de estas afecciones – llamadas también farmacodependencias, abuso de


sustancias, toxicomanías, toxicodependencias, toxicofilias o trastornos debido al consumo de sustancias
psicotropas – son de tal magnitud que el nivel de sufrimiento, invalidez y muerte que determinan es
equivalente al asociado a las enfermedades cardiovasculares y al cáncer. Resulta espeluznante además
reconocer que en países desarrollados, la mitad de las camas hospitalarias dedicadas a la atención de adultos
se ocupan actualmente por personas con adicciones o con complicaciones relacionadas con las mismas. [1]

Definición de Drogas

En su acepción más amplia droga es cualquier sustancia capaz de determinar algún cambio en el organismo
cuando es incorporada por este. Dicho así, el concepto abarcaría todos los medicamentos – incluidos
antibióticos, cardiotónicos y antidiarreícos – y además cualquier otra sustancia de acción beneficiosa o
perjudicial.

Nos interesa sin embargo destacar el concepto restringido que es precisamente el relacionado con las
dolorosas realidades expuestas al principio de esta acápite.

La droga sería en dicho marco, una sustancia natural o sintética, médica o no médica, legal o ilegal de efecto
psicoactivo y cuyo consumo excesivo y/o prolongado determina tolerancia y dependencia, así como diversas
afectaciones biológicas, psicológicas, sociales o espirituales.

Si valoramos en detalle esta definición, podremos establecer que las drogas pueden ser naturales como el
tabaco, sintéticas como las anfetaminas, médicas como los tranquilizantes, no médicas como la cocaína,
legales como el alcohol o ilegales como la marihuana.

De efecto psicoactivo, es decir, que modifican las funciones psíquicas – ya sea deprimiéndolas como hace la
morfina, excitándolas como hace la cafeína o distorsionándolas como ocurre con la dietilamida del ácido
lisérgico (LSD).

Cuyo consumo excesivo (por encima de los patrones culturales de normalidad) y/o prolongado (por el tiempo
necesario para que se produzca su efecto nocivo) determinan tolerancia (la que hace necesario el aumento
progresivo de dosis) y dependencia (necesidad del producto para evitar la abstinencia) y que producen
diversas afectaciones biológicas como la bronquitis del fumador; psicológicas como la depresión culposa del
alcohólico; sociales como las reiteradas pérdidas de empleo del cocainómano y espirituales como la notable
reducción de intereses morales, artísticos, filosóficos y culturales del consumidor de heroína.

Diferentes Comportamientos ante las Drogas

Con el propósito de valorar conceptos que puedan generalizarse a las diferentes drogas, utilizaremos como
prototipo la llamada droga modelo, que es precisamente el alcohol, por tratarse de una droga legal, capaz de
producir todas las afectaciones de la conciencia y la personalidad que caracterizan a la más nociva de las
drogas conocidas hasta hoy.

El espectro de comportamientos ante el alcohol abarca dos grandes categorías a saber: los comportamientos
normales donde se incluye el abstinente y el consumidor social, y los comportamientos anormales entre los
que se encuentra el abuso de alcohol o consumo perjudicial y la dependencia alcohólica o síndrome de
dependencia alcohólica según la nomenclatura de la Clasificación Internacional de Enfermedades en su 10ma
revisión (CIE – 10) [2] y el Manual de Diagnóstico y Estadística de la Asociación Psiquiátrica Americana
(DSM – IV) [3] respectivamente.

Debe destacarse, que entre una y otra categoría (normalidad y anormalidad) el Glosario Cubano de la 10ma
revisión de la Clasificación Internacional (GC – III) incluye la modalidad de comportamiento llamada
consumo de riesgo que constituye una etapa de transito entre el bebedor social y el consumidor abusivo o
consumo perjudicial que es ya una forma clínica del alcoholismo. [4]

Una vez establecido que este modelo sólo es éticamente aceptable para sustancias legales, la
conceptualización de sus diferentes etapas y los recursos prácticos para su identificación por el médico de
familia pueden ser a grosso modo generalizados a otras sustancias las diferentes modalidades de
comportamientos ante el alcohol como droga modelo.

El abstinente (que no debe confundirse con el síndrome de abstinencia) es el sujeto que no bebe en cantidad
alguna o que no lo ha hecho en un período determinado de tiempo que debe ser precisado por quien utilice el
término.

El bebedor social que se ajusta a las normas culturales de cantidad, frecuencia, momento y situación para el
consumo y por ello su conducta es aceptada como normal.

Si se sobrepasan estas normas – sobre todo las de cantidad y frecuencia – el sujeto transita hacia la
anormalidad, hasta que aparecen los primeros efectos nocivos ( biopsicosocioespirituales) y entonces pasa a
la categoría de alcohólico en su primera fase (abuso o consumo perjudicial), sin que se manifieste aún la
esclavitud, que una vez establecida delimita la fase de dependencia alcohólica primero sin complicaciones,
luego complicada y finalmente se instalará la fase terminal de deterioro del sujeto.

Criterios a Utilizar para Identificar la Modalidad de Comportamiento ante el Alcohol [5]

a) Criterio Temporal.– Su esencia es que para delimitar una modalidad de comportamiento se tomará en
cuenta que dicha conducta forma parte del estilo de vida del sujeto y que no se trata de algo coyuntural
(que podría determinar por breve tiempo un comportamiento que sería falsamente clasificado de no
tomarse en cuenta su eventualidad)
b) Criterio de Cantidad y Frecuencia. – Cuyos límites superiores abordaremos más adelante
c) Criterio de Nocividad o Perjuicio. – Que se cumple cuando aparece algún daño evidente
biopsicosocioespiritual
d) Criterio de Pérdida de Libertad o Esclavitud. – Se cumple cuando el sujeto o bien no puede controlarse
cuando comienza el consumo, o es incapaz de mantenerse dos días sin beber, o necesita el tóxico para
poder desarrollar sus actividades cotidianas
e) Criterio de Etiquetado. – Con sus dos variantes: autoetiquetado, de enorme valor (ya que cuando un
toxicómano reconoce su condición pese a sus defensas, seguro esta en lo cierto) y el aloetiquetado que es
la apreciación de otras personas ya sean familiares, amigos o vecinos que hacen su valoración sobre la
conducta de la persona en cuestión,

Aplicación Práctica de los Criterios Descriptos

En el abstinente no se cumple criterio alguno de los enunciados, ni en el bebedor social aunque a veces podría
estar presente en este último un aloetiquetado sin fundamento real.

Consumo de Riesgo. – Se cumple el criterio temporal, el de cantidad y frecuencia y a veces el aloetiquetado.

Consumo Perjudicial. – Están presentes además del criterio temporal, el de cantidad y frecuencia, el de
necesidad y generalmente el aloetiquetado (esta vez con fundamento).
La Dependencia Alcohólica. – En esta modalidad generalmente se cumplen todos los criterios aunque a veces
falta todavía el autoetiquetado como expresión de la negación del paciente.

Posteriormente se instalaran progresivamente las complicaciones inherentes al abuso del tóxico, entre las que
se cuenta el deterioro psicosocial – paso previo a los cuadros demenciales – expresado en primer lugar por
una relajación de los valores morales así como una reducción progresiva de la espiritualidad del sujeto.

La Dependencia y sus Modalidades

En su concepción inicial, la esencia era la aparición de manifestaciones de abstinencia ante la carencia de la


sustancia determinante. Posteriormente se amplió su espectro a diversas modalidades que incluyen desde la
dependencia sociocultural – fundamentada en la presión del grupo social en que se desenvuelve el sujeto –
cuyo ejemplo sería el adolescente que sólo necesita o busca droga cuando está con sus pares; la dependencia
psíquica determinada por el interés de reproducir los efectos psicoactivos – supuestamente gratificantes – del
tóxico; la dependencia psicopatológica o sintomática de alguna entidad psiquiátrica subyacente como ocurre
en el fóbico, que busca el tóxico con la pretensión de atenuar su miedo irracional (aunque el efecto sea a la
larga negativo); y la dependencia fisiopatológica; fundamentada en los cambios metabólicos determinado por
el consumo mantenido del tóxico y que se vincula con mayor nitidez, al modelo inicial de dependencia física
o biológica. Así existen drogas como el alcohol y la heroína donde esta última dependencia es la más
relevante y otras como la cocaína donde predominan la cultural, la psíquica y la psicopatológica.

Conceptos Actuales sobre Adicción y Dependencia

Existe últimamente la tendencia a diferenciar clínicamente estos dos fenómenos, en el sentido de vincular el
primero con el impulso, búsqueda, deseo imperioso y expresión en el nivel psicosocial y la dependencia con
la adaptación, carencia, disfunción y síntomas de abstinencia expresados en el nivel biológico del hombre
como puede inferirse, ambos conceptos constituyen los polos de un espectro en cuya zona media llegan a
superponerse e indiferenciarse. La aceptación de estos criterios lleva de nuevo a vincular la dependencia con
lo biológico y la adicción con lo psicosociocultural. Esto nos llevaría a utilizar preferentemente el término
dependencia para los casos donde se manifieste nítidamente la pérdida de libertad en el nivel biológico, y
adicción en el caso contrario. El ejemplo más trágico del primero sería el recién nacido de una madre
consumidora y como prototipo del segundo estaría la adicción a la marihuana en sus primeras etapas de
consumo o la adicción al juego o ludopatía.[6]

En niveles especializados se manejan también los conceptos de dependencia funcional y dependencia


metabólica que vinculan el primero con la adaptación del sistema nervioso central (expresado por los
síndromes de abstinencia en el período de desintoxicación temprana que dura generalmente 7 días) y
consideran la dependencia metabólica como determinada por la adaptación celular en todo el organismo,
situación que demoraría otras 2 semanas en ser superada (es por eso que en muchos servicios de internación
de alcohólicos se esperan 21 días antes de autorizar el primer pase).[7]

Abordaremos ahora dos términos de reciente incorporación en el campo de las toxicomanías ellos son:
facilitador y codependiente que califican fenómenos clínicos cuya identificación y corrección reviste alta
significación humana.[8]

El Facilitador

Se refiere a una persona, generalmente un familiar, conyugue, o amigo, que pese a desear la recuperación del
toxicómano, en forma inconsciente, crea situaciones que lejos de ayudarlo, empeoran la situación. Un
ejemplo sería la madre que pese a sufrir las consecuencias de la conducta de consumo por su hijo, le asigna
como estipendio una cantidad de dinero muy superior a sus necesidades o la que lo acompaña para conducir
el auto cuando se embriaga.

El Codependiente
Se trata de algún familiar, conyugue, o amigo que sufre doblemente al atribuirse en exceso la misión de
protección, supervisión y vigilancia del consumidor, llevando ello a constituirse en la tarea fundamental de su
vida. Otros le llaman toxicómano pasivo, por sufrir en grado superlativo las consecuencias de la dependencia
de otros.

Clasificación de las Drogas

Además de las categorías de drogas legales; de prescripción médica; e ilegales, existen otros criterios, como
la clasificación que se fundamenta en sus acciones más relevantes. De este modo existen drogas estimulantes
como el café, el tabaco, el té, las anfetaminas y la cocaína; drogas sedantes como el alcohol, la morfina, la
heroína y algunos de los llamados somníferos y sedantes; y drogas distorsionantes o deformantes de las
percepciones como el LSD, la marihuana, el ICE y algunos hongos, determinantes de alucinaciones y de
ilusiones. [9]

Una rápida valoración de este listado permite apreciar que, aunque todas las substancias incluidas encajan en
la definición de droga que empleamos, unas son incuestionablemente más nocivas, desde el punto de vista
social, que otras que solo afectan el organismo del consumidor, sin determinar grandes daños interpersonales,
excepto en los casos de muertes prematuras. Entre las primeras están la marihuana, la cocaína y el alcohol,
mientras que el prototipo de las segundas está en el tabaco, determinante del mayor número de muertes, por
enfermedades prevenibles, en el mundo, aunque su consumo convencional prácticamente no afecta la
conciencia ni la personalidad. [10]

Con estos criterios, en el presente manual utilizaremos también una clasificación operativa entre las drogas
que en su forma de consumo convencional no afectan prácticamente ni la conciencia, ni la personalidad, ni la
conducta, y drogas que presentan efectos opuestos.

Así, en el primer grupo estarían el té, el café y el tabaco y en el segundo las drogas de prescripción como los
psicofármacos y algunos analgésicos; las drogas legales como el alcohol; las ilegales como la marihuana,
cocaína y heroína y finalmente los inhalantes.

Antes de pasar al estudio de las substancias incluidas en estas categorías, queremos hacer algunos
comentarios sobre la conciencia y la personalidad. [11]

La Conciencia: como factor de relación en el ser humano

Las relaciones de las personas con su ambiente y con su mundo interno son posibles gracias a las funciones
del cerebro llamadas de la vida de relación o psíquicas. El hombre conoce, siente y actúa. Para ello debe estar
despierto, atender y memorizar, además durante su interacción con el medio, es capaz de valorar y resolver
las situaciones nuevas que se le presentan.

Se trata, respectivamente de las denominadas funciones cognoscitiva, afectiva, conativa, de vigilia, atención,
memoria y capacidades intelectuales. Todas ellas son diversas facetas de las funciones psíquicas inherentes a
su condición de ser humano. Ahora bien, algunos animales, son capaces de reconocer a su amo, sentir alegría
y acercarse a él en forma cariñosa, algo parecido a las funciones cognoscitivas, afectivas y conativas que
vemos en el hombre y se manifiestan también la vigilia, la atención y la memoria. Un perro es además capaz
de resolver algunos pequeños problemas como abrir una puerta, y sentir dolor, lealtad y temor. Luego las
funciones psíquicas pueden aparecer, aunque sólo en forma rudimentaria, en los animales. [12]

Existe sin embargo, una función de más alta jerarquía y carácter integrador que posibilita la actividad
coordinada de las diferentes facetas de la psiquis. Esta función, exclusiva del hombre y posible gracias a su
desarrollo biológico y social, es la que le permite percatarse con toda nitidez de lo que ocurre en si mismo y
en su entorno y comportarse en forma adecuada ante lo que acontece. La conciencia posibilita los
descubrimientos, los sentimientos altruistas, los actos heroicos, los grandes sacrificios, las convicciones y las
grandes decisiones y es por ello la contrincante fundamental ante un tóxico.
Además, la conciencia es la cualidad esencial del hombre, la que le diferencia de los animales. ¿Cree usted
que un hombre reaccionaría con igual indiferencia que un pollo si una mano gigantesca comenzara a extraer a
sus congéneres de una jaula y sacrificarlos en su presencia?.

Compartimos el criterio de que no existe en el mundo nada más poderoso que la fuerza de las conciencia. Es
así que una de las metas fundamentales de la relación de ayuda con los toxicómanos es la clarificación del yo
interno, o sea, descorrer los velos impuestos por los autoengaños, que según veremos, dificultan por un
tiempo que se haga la luz.

Si la conciencia es la característica de mayor relevancia en la diferenciación del hombre y los animales ¿en
qué condición queda la persona cuando un tóxico afecta esta función?. Esto es lo que ocurre durante la
embriaguez por cualquier sustancia, en que prácticamente se mutila la conciencia y la personalidad.

La Personalidad: rasgo distintivo en la interacción

Desde que se produce la fecundación del óvulo por el espermatozoide, el sujeto en su más primitivo estado
comienza a interactuar con su medio ambiente y este proceso, al principio mediado por la madre, alcanza su
nivel más destacado cuando nueve meses después surge del claustro materno e inicia su vida autónoma, hasta
que alcanza la madurez, se reproduce y muere.

Durante toda la interacción, pero sobre todo en su primera mitad, se va estableciendo características
biológicas, como el tono de los músculos, la postura y la velocidad de la reacción ante un estímulo;
características psicológicas como la seguridad personal, la autovaloración, y la disponibilidad afectiva; y
características sociales ejemplificadas por sus distintos intereses, relaciones y grado de adaptación a las
normas de convivencia. [13]

Éstas y muchas otras especifícidades que, como se pueden inferir, son hijas de la relación herencia –
experiencia - ambiente, se imbrican firmemente y constituyen un sistema consistente que comienza a
perfilarse desde los primeros años de la vida. La combinación de cualidades prácticamente infinitas, que
diferencian a unas personas de otras, integra la personalidad, palabra derivada de la denominación -persona-
de las máscaras utilizadas en el teatro griego más de dos mil años atrás, con el propósito de diferenciar unos
actores de otros y expresar diversos tipos de emociones que, con el escaso desarrollo de los medios de
difusión de la época, difícilmente habrían sido captadas en condiciones normales por el auditorio situado a
varios cientos de metros. [14]

De la raíz etimológica persona, surge el termino que hoy definimos como { conjunto estructurado de
características bio-psico-sociales, que se establecen y manifiestan durante la interacción dialéctica del sujeto
con su medio y que diferencian a unos sujetos de otros en un medio sociocultural determinado}. [15]

En forma menos técnica, diríamos que la personalidad es la manera de ser, de reaccionar, de hacer y resolver
que diferencia a unos sujetos de otros. Sus estructuras básicas son el temperamento, que al ser modulado por
el medio deviene caracteres, las aptitudes que por igual proceso dan lugar a las capacidades intelectuales y el
somatotipo o configuración corporal que como producto de dicha interacción culmina en figura.

Aunque inicialmente, se pensaba que existían tipos de personalidad que favorecían la instalación de las
toxicomanías, los estudios prospectivos, orientados a conocer las características de la personalidad en grandes
grupos de sujetos y valorar años más tarde cuales eran las que estaban presentes en los sujetos que
desarrollaron una toxicomanía, no apoyaron estos criterios y hoy muchos autores consideran que no existe
realmente un perfil caracterológico especialmente vinculado a las toxicomanías, si bien algunos rasgos
aislados pudieran ser facilitadores.

En nuestra experiencia cualquier personalidad puede sucumbir antes los embates de un tóxico, siempre que
por algún mecanismo, como se verá más adelante, se viabilice el contacto frecuente con él. Por el momento,
nuestro interés en abordar conceptualmente la personalidad se motiva en lo fundamental en las grandes
transformaciones que ésta sufre bajo el efecto de las drogas, determinado este último tanto por su acción
directa e inmediata, durante los cuadros de embriaguez, como por su acción a largo plazo que se evidencia
por las consecuencias del consumo prolongado de esas sustancias.

Mecanismos Patogénicos en las Adicciones

Existen seis vías básicas que conducen a las toxicomanías, ellas son:

1. La Sociocultural
2. La Hedónica
3. La Asertiva
4. La Evasiva
5. La Sintomática
6. La Constitucional

Vía Sociocultural

Esta es producto de las costumbres, tradiciones y convenciones de las diferentes culturas, se relaciona
íntimamente con la presión ejercida por los grupos humanos grandes o pequeños. Se ejemplifica por el
adolescente que dice sí a la droga para demostrar "audacia" ante sus congéneres que lo subvaloran en esa
etapa de inmadurez por no "haberse iniciado". Paradójicamente, ese mismo grupo durante su adultez
rechazará como "flojo o tarado" a quienes no se han podido liberar de la droga.

Vía Hedónica

Aunque estrechamente vinculada a la primera, se caracteriza por ser la búsqueda de "placer"; la motivación
más importante para el consumo reiterado sin valorar que esos minutos de "placer" artificial se convertirán en
décadas de sufrimiento para el adicto y sus seres queridos. Esta vía es la más importante en pacientes con
rasgos disociales previos a la adicción.

Vía Asertiva

Su esencia es la utilización del tóxico como muleta para enfrentar situaciones en algún grado temidas o
determinantes de inseguridad o ansiedad, se establece frecuentemente en personas tímidas.

Vía Evasiva

Ha sido muy enfatizada en la literatura científica hasta el punto de considerarla como la más relevante. La
mecánica es la pretensión de "ahogar" penas presentes o pasadas y de carácter consciente o inconsciente.

Vía Sintomática

Donde existe una afección subyacente, generalmente psiquiátrica como la depresión la manía, obsesiones,
fobias y otras.

Vía Constitucional

Es la más cuestionada y debe ser tenida en cuenta cautelosamente en sujetos que combinan una gran carga
familiar de toxicómanos con un inicio temprano, ausencia de otros mecanismos patogénicos hegemónicos y
tendencias disociales.

SECCIÓN II

DROGAS SIN EFECTO IMPORTANTE SOBRE LA CONCIENCIA Y LA PERSONALIDAD


CAFÉ

Introducción

Corría el año 1962 cuando, al ejercer como médico rural, fui despertado para atender con toda urgencia a un
paciente que al decir del enfermero "se había vuelto loco". Al arribar al cuerpo de guardia encontramos a un
hombre de complexión fuerte que a duras penas era controlado por cuatro vecinos a los cuales zarandeaba
como si fuesen hojas de papel. La esposa, llorosa, daba por hecho que su compañero había perdido la razón,
pues nunca antes había presentado molestia igual pese que hacía meses o notaba intranquilo, irritable y con
dificultades para dormir. Poco fue lo que pudimos obtener del interrogatorio que le hicimos a José, ya que su
estado de desesperación lo llevaba a "buscar aire", pues creía que estaba en sus minutos finales. Por diferentes
vías supimos que se trataba de un hombre muy querido y respetado en su zona, donde atendía una pequeña
plantación cafetalera, y que no existía razón alguna de tipo ambiental para el cuadro que requirió dosis
importantes de medicamentos.
La preparación recibida como interno de psiquiatría nos permitió diagnosticar: crisis de angustia aguda y,
guiado por la referencia del insomnio y la nerviosidad observados desde meses atrás, así como por su trabajo
en la siembra de café, encontramos la causa fundamental de su concurrencia al hospital: cafeinismo.

Pasarían muchos años para que apareciera en una publicación médica el trabajo de investigadores
norteamericanos (Griffiths R. 1988) sobre la estrecha relación entre la ingestión de dosis fuerte de café y los
estados de pánico (que es como actualmente se denomina la crisis de angustia). Los resultados de dicho
estudio fueron contundentes. De 14 voluntarios sin ningún tipo de antecedente psiquiátrico, a los que se dio a
tomar el equivalente de siete tazas de café fuerte, 12 tuvieron cuadros similares al de José. Éste, desde luego,
fue un caso de alto consumo, pero en los consumidores moderados se presentan también molestias que
aunque menos severas, resultan igualmente desagradables y determinantes de nerviosidad crónica. [16]

Breves apuntes históricos

El término café deriva de la palabra turca quahué, y su conocimiento como substancia tóxica se debió a un
pastor etíope que en 1440 apreció que su rebaño había estado muy activo durante la noche, luego de haber
ingerido los frutos de unos arbustos silvestres. El café, 200 años después, era muy utilizado en Europa y de
allí paso a las colonias francesas hasta que, concluida la rebelión de los negros dominicanos, se extendió por
América Latina.

En la actualidad, la exportación mundial de café representa, según fluctuaciones del mercado, entre 3 000 y
20 000 millones de dólares y sólo en Estados Unidos de América se consumen cada año 200 000 millones de
tazas. Después de petróleo es la segunda mercancía legal más importante en el comercio internacional. [17]

Mecanismos de Acción del Café

El principio activo del café es la trimetilxantina (cafeína), cuya concentración en relación con el peso fluctúa
entre el 1 y el 2 %, también se encuentra, aunque en menor proporción, en el té y el cacao.

La cafeína pasa a la sangre a través de la mucosa del estómago e intestino. Su acción sobre el sistema
nervioso se produce por elevar considerablemente las sustancias llamadas neurotransmisores, que transmiten
la excitación nerviosa de una neurona a la otra, y su peligrosidad estriba en que esa elevación ocurre a
expensas del mecanismo de gasto anticipado, es decir, que los neurotransmisores almacenados para una
semana pueden consumirse en un día y después vendrán muchos días de carencia que explican lo que en estos
tóxicos se llama efecto de rebote, caracterizado por notable falta de ánimo y somnolencia. [18]

Efectos del café sobre la Salud

Una taza de café contiene de 100 a 150 mg. de cafeína; una de té entre 60 y 75 mg. y un refresco de cola entre
40 y 75 mg.
Efectos sobre el sistema nervioso

El café provoca ansiedad, cefalea, vértigos, temblores, insomnio (sobre todo en las personas con notable
dificultad para lograr quedarse dormidos y con sueños interrumpidos por pesadillas). En los casos más
severos puede haber convulsiones y también ideas delirantes de persecución y daño, así como crisis de pánico
agudo.

El síndrome de abstinencia a la cafeína aparece generalmente entre 18 y 24 horas luego de la supresión y se


caracteriza por cefalea, irritabilidad y disforia. [19]

Efectos sobre el aparato cardiovascular

El café provoca palpitaciones, extrasístoles, aumento de la presión arterial, pulso rápido y dolores
precordiales de tipo angioso.

Efectos sobre el aparato digestivo

El café aumenta notablemente la secreción de ácido clorhídrico del jugo gástrico con la consecuente acidez y
regurgitaciones ácidas, además, provoca diarreas acompañadas de cólicos, empeora notablemente las úlceras
gástricas y duodenales, da sensación de tirantez en el epigastrio y aumenta la producción de saliva, y
disminuye el apetito.
Efectos sobre el aparato genitourinario

Por su eliminación en forma directa por la orina, el café determina poliquiuria y micción imperiosa.
En un estudio realizado por nuestro equipo en Ciudad de la Habana en 1984,[20] se evidencio’ que el 44%
de los adultos entrevistados desconocían totalmente los efectos dañinos del café y en la exploración de
alumnos de medicina en l998 dieron más relevancia a los efectos sobre el aparato digestivo que a los
determinados sobre el sistema nervioso[21]

Medidas Preventivas

No existe duda alguna con respecto a que los esfuerzos más significativos en la lucha contra las substancias
tóxicas deben dirigirse a la prevención, es decir a evitar que se establezca la mala costumbre de su consumo;
como puede fácilmente apreciarse, esto, en gran parte, tiene que ver con el estilo de vida.

Para sólo poner un ejemplo, una persona que al organizar sus actividades cotidianas no tenga en cuenta el
requerimiento mínimo de 7 horas de sueño nocturno, posiblemente se verá inclinada durante el día a tomar
alguna substancia que disminuya su somnolencia, aún al precio de sufrir todos los efectos dañinos referidos.
El aspecto más importante es el de la educación de las nuevas generaciones. Los padres, como modelo que se
debe copiar, desempeñan un gran papel en este sentido y sería bueno comenzar a disminuir y, finalmente,
erradicar los rituales familiares sobre el consumo de café, así como evitar ofrecer dicho producto a los niños
que deben ser alertados de que se trata de una substancia tóxica. Las conductas hogareñas que ubican al café
en el mismo nivel de significación de los alimentos deben ser, por tanto, abolidas, sobre todo si se quiere
tener una familia saludable.

Tratamiento

Sólo en casos excepcionales, como el referido al principio, será necesario utilizar medicación de urgencia, ya
que en la gran mayoría, una vez que se hace evidente el efecto dañino del café, el tratamiento indicado es la
supresión de su ingestión. Este proceso debe hacerse en forma gradual, para lo que se recomienda la
reducción escalonada siguiendo el método de la media hora semanal, que consiste en establecer, durante la
etapa de consumo habitual, el horario de la última toma de café y a partir de entonces ir reduciendo el horario
de consumo permitido en media hora semanalmente. Es decir, si la última toma era a las 8:00 p.m. (con la que
seguramente se garantizaba un sueño tranquilo), al iniciar el tratamiento, la última toma permitida será a las
7:30 p.m. Una semana después será a las 7:00 p.m. y así sucesivamente hasta eliminar el hábito sin grandes
esfuerzos ni síntomas de abstinencia.

Nuestra población seguramente se llevaría las manos a la cabeza si conociera la cantidad de medicamentos
tranquilizantes y favorecedores del sueño, que son utilizados en personas cuya única indicación adecuada
sería suspender el consumo de café. En estos casos en que se emplea la medicación para controlar las
molestias que produce el tóxico, sería como tratar de eliminar una mala hierba cortando sus ramas y dejando
la raíz con toda su fuerza.

Por la misma razón apuntada, las personas que padezcan alguna enfermedad psiquiátrica deben evitar el
consumo de café, ya que éste actúa justamente en forma contraria a como lo hacen los medicamentos
psiquiátricos y eliminaría, por tanto, sus efectos terapéuticos.

Debemos apuntar que en algunos países se indica la reducción gradual del café mediante el uso de tabletas de
cafeína que, poco a poco, son también disminuidas semana tras semana. Los autores que recomiendan este
método aducen que de esta forma se evitan las estimulaciones provocadas pos la ingestión de café en su
forma típica, en la cual están presente los olores, las maniobras con la taza y el ritual social en el contexto en
el que se produce el consumo.

Señalaremos finalmente que los métodos descritos son para aquellos tomadores de café que se exceden de las
cinco tazas diarias, ya que en los restantes casos la supresión puede hacerse de forma más rápida, es decir, las
etapas semanales de reducción pueden ser de una o dos horas en lugar de media.

TABACO

Introducción

El caso con el que ejemplificaremos el tabaquismo es precisamente un paciente aquejado de uno de los
efectos dañinos menos conocido por la población general y, no excepcionalmente, por algunos profesionales
no dedicados a la lucha contra los hábitos tóxicos.
Roberto es un hombre de 36 años, de alto nivel escolar y un trabajo calificado en el que devenga un salario
tres veces superior al promedio. Su inicio en el consumo del tabaco se produjo en la adolescencia cuando
"quería dar la imagen de adulto". Los consejos de su padre (fumador de larga historia y en total abstinencia
desde los 45 años, luego de habérselo suprimido el médico por presentar un grave infarto cardíaco) no fueron
efectivos ya que "cuando los escuchaba consideraba que tenía la fuerza de voluntad suficiente para eliminar el
consumo cuando lo deseara". Después la cantidad de cigarros consumidos iba en aumento y ya le resultaba
difícil estar más de una hora sin encender alguno.

Hace 3 meses concurrió a su primera consulta tras separarse de su esposa, luego de presentar durante 2 años
un cuadro de disfunción sexual eréctil (antiguamente mal llamado impotencia) que no respondió a los
tratamientos habituales. Su esposa lo achacaba a que él tuviera otras relaciones, y los médicos que consultó le
habían manifestado que las pruebas muy complejas realizadas durante semanas no arrojaban ninguna
alteración que justificara sus dificultades sexuales. La profunda y calificada exploración realizada por los
facultativos que lo atendieron tuvo en cuenta los hábitos tóxicos, pero dicho dato se recogió en la historia
clínica solamente como: "consume café, tabaco y alcohol". Luego de varias consultas sin resultados
favorables y al percatarnos de que le era imposible mantenerse sin fumar, en las entrevistas surgió la pregunta
¿fuma usted mucho? La respuesta abrió las puertas a su recuperación y aportó un nuevo elemento para
entender la petición de divorcio por parte de su compañera, pues además de los conflictos maritales antes
referidos estaba el significativo daño económico hogareño. El consumo en los últimos años fluctuaba entre 18
y 20 tabacos diarios, cifra realmente excepcional en nuestro medio y que implicaba la dedicación de la mitad
de su salario a dicho hábito tóxico. En esos momentos surgía una nueva preocupación, le resultaba, a su decir,
imposible pasar la pensión de 60 pesos a sus dos hijas y esto le creaba una gran culpabilidad, con la
consecuente depresión. Sólo la supresión total del tabaco, lograda después de varios meses de esfuerzos, dio
fin a las dificultades sexuales afrontadas y resolvió los conflictos económicos de aquel paciente.
Breves Apuntes Históricos

El tabaco, originario de América, es una planta de la familia de las solanáceas cuyas hojas secas y arrolladas,
utilizadas en forma de tizón que se encendía por un extremo y se chupaba por el opuesto, llamaron la atención
a los colonizadores.

La denominación de la planta en el lenguaje nativo era cohiba y su uso no era exclusivo del Behíque
(sacerdote de la tribu), sino de todos los integrantes del grupo primitivo. La forma de consumo podía ser
fumado, masticado y otras veces aspirado, y el nombre del tizón era tabaco. A principios del siglo XVI,
Carlos V recibió semillas de la planta, que sembró y cultivó; medio siglo después Juan Nicot, embajador
Francés en Portugal, la llevó a la Reina de Francia, quien recomendó su aplicación para la curación de las
heridas y lo usó también en forma de polvo. En reconocimiento a Nicot, la planta fue llamada nicotiana, y su
producto activo, que veremos a continuación, se denominó nicotina.

El consumo actual de tabaco, en el mundo desarrollado, se tipifica en Estados Unidos de América, donde
anualmente se producen 623 000 millones de cigarrillos y donde existen 55 millones de dependientes al
tabaco. [22] Un estudio efectuado en nuestro país, 10 años atrás, en un municipio de la capital evidenció que
el 38,5% de la mujeres y el 71% de los hombres mayores de 15 años consumían tabaco regularmente, lo que
representa el 55% de la población en el grupo de edad referido. Los continuos y calificados esfuerzos por
lograr la reducción del consumo en nuestro medio sólo han logrado bajar la proporción de fumadores a cifras
de 43 y 22 en hombres y mujeres respectivamente con promedio global de 32% en la población adulta [23], y
desgraciadamente Cuba ocupa todavía el tercer lugar entre los países consumidores de tabaco, después de
China y España.

Mecanismos de Acción del Tabaco

El tabaco actúa también elevando la cantidad de neurotransmisores, en forma similar al café, pero al mismo
tiempo disminuye la circulación de la sangre por el cerebro y el corazón [24] y bloquea los impulsos
nerviosos de la médula espinal. Este fue precisamente uno de los mecanismos que explicaban la
"inexplicable" dificultad que trajo a consulta al paciente con quién comenzamos este capítulo. Todos estos
efectos se determinan por la nicotina que se encuentra en proporción aproximada al 1 ó 2,5% del peso del
tabaco. Existen también otros mecanismos ajenos a los químicos, relacionados con los diferentes rituales
(comportamientos rutinarios al manipular el cigarrillo o tabaco - cigarro en otros medios).
Hay investigaciones, efectuadas en países fríos, que demuestran que la mayoría de los fumadores, cuando se
apagan su cigarrillos, siguen exhalando humo (esta vez por acción del frío) y no se percatan que realmente no
fuman en ese momento. Debe también recordarse que aunque los indios norteamericanos usaban el tabaco en
ceremonias de paz (fumar pipa de la paz), en épocas anteriores, el simbolismo fundamental de exhalar humo
de cualquier tipo era expresar ira.

Además de los efectos esperados por los mecanismos de acción referidos, debemos tener en cuenta que
existen muchos otros mecanismos que explican precisamente los efectos inesperados o al menos no deseados
de este tóxico, que por la cantidad de fallecimientos que determina podría denominarse como asesino con
cara de ángel.

Efectos del Tabaco sobre la Salud

Estudios científicos muy serios permiten establecer que cada cigarrillo consumido por un fumador habitual
reduce en 9 min. su vida, ya que los fumadores como promedio viven 15 años menos que los que logran
alcanzar las personas no fumadoras.

Antes de referirnos a los efectos dañinos que explican esta reducción de la esperanza de vida, consideramos
conveniente comentar algunos aspectos generales entre los que se cuenta el hecho de que además de la
nicotina, que constituye sin lugar a dudas el veneno fundamental del tabaco, existen otros factores dañinos
como:
1. El alquitrán, de alto significado como causante de cáncer pulmonar y de la garganta.
2. El monóxido de carbono, que se libera durante la combustión del tabaco (este el mismo tóxico del escape
de los motores de combustión, con el que ocurren en todo el mundo accidentes mortales).
3. La alta temperatura de humo que se inhala. Debe conocerse que en la zona de combustión del cigarrillo la
temperatura pasa de 1000 grados, este calor es también un factor que predispone al cáncer de las vías
respiratorias. [24]

Finalmente, las personas que fuman con la creencia de que esto les ayuda a controlar los nervios [25], deben
saber que la nicotina es un excitante del sistema nervioso [26], por tanto, aumenta notablemente el nivel de
ansiedad en aquellos que padecen problemas emocionales, quienes buscan el tóxico por su efecto relajante
muscular secundario a la acción medular que antes señalamos, sin saber que los efectos sobre el sistema
nervioso son justamente los opuestos a los perseguidos.

Destacaremos ahora los efectos del tabaco sobre los diferentes aparatos y sistemas del organismo: En primer
lugar su significado como productor de cáncer del pulmón, que resulta el más frecuente, seguido del cáncer
de la laringe (es bueno saber que el 95% de los que padecen cáncer del pulmón y el 90% de los que presentan
cáncer de la laringe son fumadores de hasta dos cajetillas diarias). Además, cuando se combina el consumo de
tabaco con exceso de bebidas alcohólicas, la posibilidad de presentar cáncer en la lengua, faringe, esófago y
estómago es muchas veces mayor. El cáncer del labio en el fumador de pipa expresa dramáticamente el
significado del calor derivado de la combustión del tabaco y se ve también con gran frecuencia en quienes
fuman los cigarrillos hasta consumirlos casi totalmente. [27]

Efectos sobre el aparato cardiovascular

Hoy se sabe que el 25% de las muertes por enfermedades de las arterias y el corazón están determinadas por
el tabaco, lo que merece algunas consideraciones para entender esta relación fatal. Si en lo relativo al cáncer
lo fundamental era el alquitrán, el calor y el efecto irritante del humo sobre las mucosas respiratorias, en el
caso de las afecciones cardiovasculares el factor de mayor importancia es el efecto de la nicotina que libera
substancias como la cortisona y, como si esto fuera poco, la nicotina bloquea e consumo de oxígeno por el
músculo cardíaco y aumenta el nivel de grasas en la sangre, grasas que después se acumulan en las paredes de
las arterias estrechándolas y endureciéndolas.

Todas estas condiciones determinan la arteriosclerosis temprana de los grandes fumadores (a veces desde los
30 años de edad) y la frecuencia 5 veces mayor de infartos del miocardio y otros órganos, así como de
accidentes vasculares encefálicos. Los problemas circulatorios determinados por este estrechamiento de las
arterias, bloquean el aporte de nutrientes y oxígeno que llega a los tejidos a través de la sangre. Ahora
imagine usted que ocurre cuando se dificulta ese aporte dirigido al cerebro, al corazón, los pulmones, los
riñones y al pene, para poner solo algunos ejemplos. Es por esto que la primera indicación médica ante
enfermedades de las arterias y el corazón prohibir totalmente el tabaco. El lema de la medicina preventiva se
ajusta al conocido es mejor prevenir que tener que lamentar. [28]

Efectos sobre el aparato respiratorio

La acción irritante del humo y la reducción de la llegada de la sangre para alimentar los tejidos, son los
principales responsables de la bronquitis crónica del fumador y también de las frecuentes faringitis, laringitis,
disnea y disminución de la elasticidad de los pulmones (enfisema) con la consecuente dificultad para oxigenar
adecuadamente la sangre. [29]

Efectos sobre el aparato digestivo

La nicotina es uno de los tóxicos que más estimula la producción de ácido clorhídrico en el jugo gástrico, y
por esta vía y por la excitación general del sistema nervioso desencadena y agrava muchos casos de gastritis y
úlceras gástricas y duodenales.
Está demostrado que entre los fumadores hay casi 3 veces más úlceras gástricas y duodenales que entre los no
fumadores y algo similar ocurre con el cáncer gástrico. Otro aspecto poco valorado por la población general
es la halitosis del fumador, en la cual no solamente desempeña un papel el olor muy desagradable del tabaco
y otros productos tóxicos acumulados en las vías respiratorias, sino también las infecciones secundarias que
se producen en las encías debido a las pocas defensas de esos tejidos ante las infecciones provocadas por la
reducción de la llegada de la sangre a ellos por la acción de la nicotina sobre las pequeñas arterias que los
nutren.

Es también por estos mecanismos que la dentadura se daña seriamente y aparecen caries, manchas
amarillentas y por último pérdida de piezas.

Efectos sobre el sistema nervioso

Aunque al inicio del consumo puede tenerse la sensación de aislamiento de preocupaciones y tensiones, el
verdadero efecto del tabaco es de tipo excitatorio y por ello determina ansiedad, temblores, trastornos de la
concentración, dolores de cabeza de tipo tóxico (como un casquete en la cabeza) y también mareos, zumbido
de oídos y afectación del equilibrio. Hay que recordar que una de las experiencias mas desagradables en
relación con las sustancias tóxicas es la borrachera del tabaco que se puede ver tanto con el consumo de
cigarrillos como con el de cigarros (tabaco). Es bueno recordar también que cada cigarrillo contiene de 6 a 8
mg de nicotina y cada tabaco unos 120 mg y que la dosis que produciría la muerte a un sujeto si se le
administra de una vez al torrente circulatorio sería de 60 mg. Afortunadamente un porcentaje alto de la
nicotina no puede ser absorbido en dependencia del grado de acidez o alcalinidad del tabaco y de la
costumbre de absorber o no el humo, aunque debe saberse que el tabaco negro (que es el de mayor consumo)
se absorbe y pasa a la sangre a través de la mucosa de la boca, lo que implica que el frecuente decir de
algunos fumadores “a mí no me hace daño porque no absorbo el humo" no es otra cosa que un autoengaño
basado en el desconocimiento de esta realidad. [30]

Efectos sobre el aparato genitourinario

Aunque el tabaco facilita por disminución de las defensas locales ante las bacterias, las infecciones de riñones
y vejiga, es indiscutible que el efecto más importante es el de disminuir la erección, por su efecto tóxico a
nivel del cerebro, al que se suman el efecto bloqueador de la médula espinal y la disminución del aporte de
sangre a los cuerpos cavernosos del pene. El caso de nuestra historia inicial recupero totalmente su capacidad
de erección 2 meses después de superar su hábito de fumar.

Otros efectos negativos sobre la salud

Si reconocemos el daño que produce el tabaco en un organismo adulto en plenitud de desarrollo para
enfrentar diferentes agentes dañinos del medio, que no ocurrirá en el de un niño y más aún en el de un feto en
desarrollo dentro del vientre de su madre. Entre los últimos aspectos conocidos está el nacimiento con bajo
peso y los abortos repetidos y, además, una nueva modalidad de daño al futuro niño que se denomina
teratogenia conductual, expresada no precisamente por deformidades en los órganos internos, cráneo y cara,
sino por trastornos del comportamiento que los hace niños nerviosos, irritables o impulsivos, y a veces con
dificultades de la inteligencia.

Como si todo esto fuera poco, hace unas décadas surgió, después de estudios investigativos japoneses, el
concepto de fumador pasivo este no es más que una persona que no fuma, pero que convive con un fumador o
está cerca de él en su trabajo o en diferentes actividades donde con frecuencia inhala humo desprendido
mientras el otro fuma. Así se vio que las esposas de los fumadores corren mucho más riesgo de presentar
cáncer pulmonar que las esposas de personas que no fuman y también que los hijos de padres fumadores
tienen dos veces más frecuencia de enfermedades respiratorias como bronquitis y asma que los niños de
padres no fumadores. [18]

En el estudio referido cuando hablamos del café, la proporción de personas encuestadas que informaron
conocer efectos dañinos de tabaco fueron: cáncer en general, 30%; cáncer del pulmón, 16%; otros trastornos
respiratorios, 12%; enfermedades del corazón en general, 5%; infarto cardíaco, 0,8%; afecta el embarazo,
1,3%. Estos resultados llaman la atención si se tiene en cuenta que nuestro pueblo tiene una alta información
sobre problemas de salud, aunque en la época en que se realizó este estudio, todavía muchos médicos de
diferentes países, no especializados en la materia, desconocían el efecto perjudicial sobre la vida sexual.
Medidas Preventivas

Conocidos estos efectos del tabaco cabría preguntarse ¿por qué la gente fuma? y también ¿por qué se produce
tabaco? La respuesta debíamos buscarla en las tradiciones populares, en la capacidad de imitación de unas
personas con otras, en factores económicos y en el desconocimiento hasta fecha relativamente reciente de
muchos efectos dañinos que hoy son totalmente reconocidos. Parece que aún informados de sus acciones
perjudiciales, muchas personas se despreocupan, pues piensan que estas podrían ocurrir a largo plazo y hacen
razonamientos como "bueno, mi abuelo fumó y vivió hasta los 90 años" (pero ya sabemos que el promedio de
los fumadores vive 15 años menos que los que no fuman) o utilizan chistes como "voy a dejar de fumar para
morir con los pulmones sanos", esta no es más que una forma de subestimar la cuestión tirándola a broma.

Se ha reconocido mundialmente que la mayor supresión del consumo ha ocurrido precisamente en los
médicos y estudiantes de medicina, que durante su trabajo cotidiano son frecuentes testigos de las funestas
consecuencias del hábito de fumar.

La prevención debía empezar con el ejemplo de los padres, con el control mundial de la propaganda del
tabaco (una de las más desarrolladas del mundo) y por el desarrollo de una actitud de rechazo al hábito que
debía sustentarse sobre todo, en la existencia del fumador pasivo, quién podría plantear: si decide usted dañar
su salud hágalo, pero por favor no fume donde pueda dañar a otros. La invitación a fumar por parte de adultos
a personas jóvenes es otro mecanismo que debía evitarse, aunque incuestionablemente el recurso más efectivo
a nivel mundial ha sido la elevación del precio del tabaco y la continua campaña de información y persuasión
con la población. Aquí repetimos lo señalado sobre la actividad física.

Tratamiento

Mark Twain comentaba: "¿Quién dice que dejar de fumar es difícil? Yo he dejado de fumar unas 150 veces".
Debemos reconocer que se trata de un hábito que demanda un esfuerzo personal importante para ser superado
y a veces requiere del esfuerzo simultáneo del fumador y del equipo médico, sin embargo se ha demostrado
que más del 95% de los fumadores que dejan el consumo no requieren otra ayuda médica que el consejo al
respecto durante un estudio rutinario [31]. A los trabajadores de la salud nos resulta muy doloroso ver que
muchas veces la interrupción total del consumo sólo se logra después de haberse instalado una complicación
como el infarto al miocardio, ya que aunque esto es fundamental para evitar nuevos infartos, lo ideal es dejar
de fumar a tiempo; con el propósito de ayudar a quienes tomen esa decisión revisaremos los aspectos
esenciales de algunas técnicas para eliminar esta peligrosa costumbre.

El primer aspecto es reconocer que no existe tóxico alguno que sea más fuerte que la decisión firme de un ser
humano. El segundo, reconocer que los efectos nocivos no sólo deben valorarse en lo referente a la pérdida
de la salud y la posibilidad de muerte, sino también en lo que significaría una muerte temprana para nuestros
seres queridos (sobre todo los hijos), ya que es bueno recordar que el consumo de sustancias tóxicas es a fin
de cuentas una conducta a la que tenemos que oponer nuestro sentido de responsabilidad.

Muchas personas logran interrumpir el consumo brusca y definitivamente, pero puede también usarse el
método de la reducción progresiva de los cigarrillos fumados [32]. Para ello debe establecerse el nivel de
consumo de la última semana y a partir de aquí ir reduciendo un cigarrillo semanal, es decir, comenzar un
sábado y mantener esa nueva cantidad toda la semana, al sábado siguiente reducir otro y así sucesivamente
hasta eliminar el consumo.

Informe a todas sus amistades que ha decidido dejar de fumar, esto evitará que le inviten y, además, en cierto
grado, lo comprometerá ante ellos. No acumule nunca cajas de cigarros en su casa y utilice sólo una cajetilla
o depósito donde estarán todos los cigarrillos comprometidos para el día; establezca rígidamente que dicha
cantidad no podrá ser superada bajo ninguna circunstancia. Vaya a lugares, como el cine, donde no podrá
fumar. Cuando esté en su casa tenga los cigarrillos en un lugar en el que le resulte incómodo ir a buscarlos y
establezca como regla que sólo fumará (mientras esté en su casa) en una silla poco cómoda y colocada frente
a una esquina donde no tenga posibilidades de realizar ninguna otra actividad recreativa mientras fume, es
decir no podrá leer, ni ver televisión, sino que estará sentado frente a una esquina de la habitación.

Este método, que parece una broma como la de Mark Twain, resulta de alta utilidad. Además, si usted es
creativo, debe preparar un depósito para los cigarrillos, que requiera cierta manipulación para obtenerlos
como varios sobres o depósitos envueltos de mayor a menor. Evite estar - cuando no sea imprescindible- en
compañía de fumadores egosintónicos (fumadores que aceptan su hábito de fumar y no luchan contra él,
como sí hacen lo egodistónicos) y después de eliminar el hábito esté preparado para aceptar, durante un año
aproximadamente, que podrá sentir atracción por el tabaco cuando vea a alguien fumando [33]. Tenga
presente que si consume otra vez un primer cigarrillo o tabaco, las posibilidades de caer nuevamente en el
hábito son muy altas. [34]

Recursos Terapéuticos Especializados

Cuando los esfuerzos personales no cristalicen con el éxito, existen tratamientos más especializados, que
desde luego requieren la atención médica directa. Para comenzar su relación, en forma breve señalaremos que
algunos se derivaron de la apreciación clínica de que los pacientes con enfermedades como la hepatitis viral
presentan un franco rechazo al tabaco, el cual, al ser consumido provoca respuestas muy desagradables. Con
ese principio se han fabricado algunas tabletas que fueron utilizadas con relativo éxito en nuestro país. En
otros medios se han utilizado la Mecamilina y el Propanolol como bloqueadores de la nicotina [35] y también
la goma de mascar y los parches de nicotina y también de Clonidrina. [36]

Acupuntura

Este recurso de notable utilidad no solamente para superar las molestias que determina en algunas personas la
supresión brusca del tabaco, sino también para controlar el hábito.

Recursos aversivos

El propósito que se persigue con estas técnicas es vincular el consumo de tabaco con molestias desagradables,
de manera que se produzca un condicionamiento de rechazo o aversión. Las técnicas más novedosas en
algunos países desarrollados son: la del humo retenido [37], que se fundamenta en el efecto irritante del humo
cuando se mantiene en la boca por más de un minuto y se aplica en sesiones de diez inhalaciones; y también
la técnica de fumar rápido, consistente en el consumo con aspiraciones sucesivas y fuertes del cigarrillo o
tabaco con el propósito de lograr una intoxicación aguda (borrachera por tabaco) cuyas molestias son de tal
magnitud que llevan al establecimiento de reflejos condicionados de rechazo al tóxico. Existen en nuestro
medio, finalmente, equipos especializados que tratan a grupos con problemas de tabaquismo en forma similar
a como se tratan los pacientes alcohólicos. Esta es otra opción asistencial a la que puede recurrir quien se
haya decidido a dejar este tóxico[38] Mas adelante describiremos el juramento y la tarjeta de concientización

Pese a sus relevantes efectos nocivos sobre la salud, los dos tóxicos valorados, no afectan en su consumo
habitual los valores morales de los consumidores pues no modifican en forma relevante ni la conciencia ni la
personalidad, a diferencia de las substancias que veremos a continuación, cuyo abuso implica un
significativo deterioro de la imagen personal ante la familia y la sociedad, aunque su atención médica
adecuada puede revertir totalmente dichas consecuencias como veremos a continuación.

SECCIÓN III

DROGAS CON NOTABLES EFECTOS SOBRE LA CONCIENCIA Y LA PERSONALIDAD


En noviembre de 1991, tuve el honor de integrar la delegación cubana a la VI Conferencia Pontifícia bajo la
denominación ese año de Alcohol y (otras) drogas contra la vida. En este evento, organizado por El Vaticano,
participaron personalidades de alta relevancia mundial, entre los que se incluían, altas personalidades
eclesiásticas, una reina muy carismática, varios presidentes con magníficas capacidades oratorias, científicos
y literatos reconocidos con el premio Nobel; los secretarios generales de organizaciones tan prestigiosas
como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización para la Alimentación y la Agricultura
(FAO), así como especialistas del más alto nivel dedicados de por vida a la lucha contra las drogadicciones.
Estuvimos también presentes otros científicos y funcionarios públicos igualmente interesados por estas
problemáticas.

No es difícil imaginar la alta calidad de las ponencias y el entusiasmo con que fueron aplaudidas; sin
embargo, un hecho llamó poderosamente mi atención: las expresiones tan calurosas de reconocimiento, en
muchos casos acompañadas de lágrimas, que se prodigaron a un joven que refirió estar a cargo de las
comunidades terapéuticas para drogadictos auspiciadas por El Vaticano. El clímax emocional de su ponencia
se alcanzó al comunicar que durante catorce años había sido uno de los más graves drogadictos de Italia;
según destacó, conoció todas las desgracias de la droga, para salir finalmente adelante gracias a la relación de
ayuda encontrada en estas comunidades. La explicación de la espontánea manifestación de admiración y
reconocimiento del auditorio, es algo que frecuentemente compruebo en mis entrevistas con alcohólicos de
nuestro medio y otros toxicómanos procedentes de países vecinos que ha logrado la abstinencia.

La historia de un toxicómano que ha logrado su rehabilitación podría presentarse en forma de gráfica, similar
a las que expresan el éxito o fracaso de una empresa, a través de una línea, al principio descendente, durante
la etapa de cuesta abajo de la toxicomanía. En la parte negativa del trayecto muchas puertas se cierran,
infinidad de amistades valiosas se alejan, la persona amada se desilusiona, los hijos cuando son pequeños se
aterrorizan y cuando mayores se llenan de resentimiento y dolor; los padres sufren hasta el grado de reducir
su esperanza de vida, los jefes se cansan y el nivel de trabajo se degrada, la economía familiar y personal se
daña hasta niveles impensables, se pierde el empleo y, en los casos más avanzados, se llega a la afectación
total de la imagen pública e incluso al vagabundeo.

No nos referimos a las serias complicaciones corporales o la muerte prematura ya que, contrariamente a lo
que la población general piensa, la enfermedad y la muerte tienen para el toxicómano mucha menor
importancia que el sufrimiento cotidiano, que se trata de olvidar con la reiteración del consumo. Como he
oído muchas veces en mi consulta, "la muerte, doctor, sería mejor que la vida que llevo". Esta cuesta abajo
puede ser detenida por la relación de ayuda, capaz de iniciar un camino inverso que se reflejaría en la gráfica
por la línea ascendente, en la cual comienza la recuperación de lo que aparentemente se había perdido para
siempre y el daño producido a los demás y a uno mismo comienza a resarcirse.

Las profundas heridas inician su cicatrización, los valores sociales restablecen progresivamente su nivel, se
reinicia el ascenso laboral, los vínculos sentimentales con familiares y amigos se reinstalan y la imagen
pública sale a flote. Puertas cerradas que se abren, un nuevo estilo de vida que nace y, paulatinamente, la
terrible condición humana de perdedor se transforma en algo que llegó a considerarse imposible mientras
duró la esclavitud del tóxico: sentirse vencedor, gracias a la extraordinariamente grata apreciación personal
del deber cumplido y el mérito indiscutible de haber triunfado ante un enemigo muy poderoso, aunque en
modo alguno invencible.

Afortunadamente, existen millones de personas en el mundo que como el joven de nuestro evento puede
reconocer que, al rehabilitarse de una toxicomanía, no sólo se alcanza el nivel anterior sino que se logran
niveles superiores. Esta situación, que en el trazado de que hemos venido hablando se expresaría por una
meseta mucho más alta que la original, fue la que en forma totalmente sincera subrayó el auditorio del
congreso con sus calurosas demostraciones de simpatía y admiración. Son éstas y otras gratificaciones las que
explican el mantenimiento de la abstinencia de un tóxico, cuando se logra la rehabilitación.

Si está usted en disposición de ayudar a un toxicómano, le invito a leer, con objetivos reflexivos, las páginas
que siguen.
ALCOHOL

Introducción

Cuando fue atendido, Alberto era un joven gastronómico de 32 años, procedente de una familia campesina
camagüeyana. Diez años antes se había mudado a La Habana y aparentemente todo iba bien para él junto a su
esposa y su hijita de 5 años que a su decir "era la niña de sus ojos. La emoción entrecortaba su voz mientras
refería en un grupo de psicoterapia de alcohólicos, que cuando ella nació se había hecho el propósito de que
fuera la niña más feliz del mundo, ya que no quería que se repitieran sus experiencias infantiles cuando el
hambre lo hizo llorar en los meses siguientes al desalojo de que fue objeto su familia por la guardia rural.

Aquel tiempo sin techo le sembró valores muy profundos sobre lo que significaba un hogar sólido en la vida
de un niño. Su propósito, al contar sus experiencias al grupo, era expresar qué razones lo habían movido a
luchar contra el alcohol, y sus palabras no sólo emocionaron profundamente a otros pacientes participantes,
sino también al psiquiatra conductor de la actividad. Desde hacía algún tiempo su esposa le decía que bebía
demasiado y que durante sus cuadros de embriaguez se comportaba en forma muy agresiva, cosa que no
recordaba y consideraba un recurso femenino para que él tomara menos. También algunos compañeros de
trabajo le advirtieron "que se le estaba yendo la mano con las bebidas alcohólicas", pero eso "le entraba por
un oído y le salía por el otro", hasta que comenzó a llamarle la atención que Rosita durmiera con los zapaticos
puestos.

El diálogo, según su relato, fue más o menos así: "¿mimita, por qué duermes con los zapaticos puestos?
Papito es que yo tengo mucho miedo cuando llegas borracho y duermo así para poder salir corriendo si nos
das pau pau a mami y a mi". Esto ocurrió hace unos 15 años, y si para Alberto constituyó la experiencia que
le hizo abrir los ojos", para nosotros resultó una de las más claras evidencias prácticas de las grandes
tragedias que se vinculan con el consumo irresponsable de alcohol. Desde entonces, esta ha sido una de
nuestras más fuertes motivaciones para dedicarnos a evitar, en la medida de nuestras posibilidades, que otros
niños corran la suerte de Rosita.

Esta referencia de un caso también real fue concluida cuando, unos años después, las dificultades para
recordar a un antiguo paciente que me saludaba con gratitud fueron superadas al escuchar que "ya Rosita
dormía sin zapaticos puestos".

Breves Apuntes Históricos

El alcohol, del árabe alkuhl (esencia o espíritu), es el producto de la fermentación de substancias vegetales.
Su utilización por el hombre, en forma de brebaje, se supone que data de los albores de la humanidad cuando
nuestros más remotos antepasados tuvieron la experiencia de beber el líquido resultante de la colección de
agua de lluvia en alguna irregularidad del tronco de un árbol, luego de haber caído en dicho depósito natural
alguna fruta desprendida que sufriera posteriormente, el proceso de fermentación. La capacidad de
observación del hombre primitivo le permitió reproducir dicho fenómeno y obtener el preparado, aunque éste
sólo pudo ser utilizado en cantidades importantes, a partir de la cultura del neolítico, 10 000 años atrás,
cuando fue posible la utilización de recipientes adecuados gracias al desarrollo de la alfarería.

En la Biblia el consumo de alcohol es recogido como la primera enfermedad y como el segundo problema
social (después de el homicidio de Caín) y se descubre como consecuencia de la vid plantada por Noé,
después del diluvio cuyos frutos lo condujeron a la embriaguez y a ser los conflictos con su hijo Ham las
primeras referencias escritas de la repercusión del consumo de alcohol sobre la familia. [39]

La ingestión inicial con finalidades religiosas dio paso a su consumo colectivo con fines festivos, en
ocasiones muy especiales, y finalmente alcanzó mayor potencialidad dañina cuando su utilización dependió
de la decisión personal; desde entonces se establecieron dos grandes categorías de consumidores,
representadas por quienes beben dentro de las normas sociales de responsabilidad y aquellos que
desgraciadamente no pueden lograr ese objetivo y se convierten en bebedores irresponsables. [40]
El vino y la cerveza fueron conocidos desde la época de los egipcios (unos cinco mil años atrás). Hipócrates,
médico griego, habló hace unos 2 400 años de la locura alcohólica y en el año 800 de nuestra época. Ramses,
un químico árabe, descubrió lo que a la postre aumentaría notablemente el poder dañino del tóxico: la
destilación. Hasta ese momento las únicas formas conocidas de producción no superaban la concentración de
12 a 14 grados de alcohol, ya que a partir de esa cifra el contenido del tóxico neutraliza el proceso de
fermentación. Surgieron así, en la historia de la humanidad, las bebidas destiladas, llamadas también fuertes o
espirituosas como el aguardiente, ron, cognac y otras. [41]

En 1849 surgió el término alcoholismo gracias a Magnus Huss, un médico sueco que vivió en la época en que
su país era el primer consumidor de alcohol de todo el mundo, pero no fue hasta los trabajadores de Jellinek,
a mediados del presente siglo, que el alcoholismo fue considerado una enfermedad luego que este autor lo
describiera como "todo consumo de alcohol que determinará daños a quién lo ingiere, a la sociedad o a uno y
otra". [42][43][44]

Significación Social del Consumo Inadecuado de Alcohol

Hoy en día existe un alcohólico por cada 10 personas que han consumido bebidas alcohólicas alguna vez en
su vida, y la cifra de estas últimas llega aproximadamente al 70% de la población mundial si excluimos los
países islámicos.

En América Latina, esta toxicomanía afecta la población adulta en proporciones que varían entre el 4 y el
24%, y se calcula que existen en esta región del mundo unos 25 millones de alcohólicos, además, existe el
triste vaticinio de que en el año 2000 la cifra llegue a 38 millones (OPS.1989). [45]

En forma aproximada podemos decir que la mitad de los fallecidos en accidentes del tránsito [46], de los
homicidios [47], violaciones [48] y actos de violencia hogareña se producen bajo los efectos del alcohol. [49]

Está demostrado que el alcoholismo como enfermedad disminuye en 12 años la esperanza promedio de vida
de la población. [50]
Finalmente queremos comentar una cifra que para nosotros resultó sorprendente. Si se calcula el daño
económico producido por el consumo irresponsable del alcohol [51] (accidentes, ausentismo laboral [52],
daño a la propiedad y asistencia médica, tanto en alcohólicos como en no alcohólicos), la cifra durante un
año, en Estados Unidos de América, alcanza los 100 000 millones de dólares [53], por otra parte, los daños
económicos de todas las drogas ilegales conocidas hasta hoy, sumadas, no superan esa cantidad [54]. En
otros términos, esto se explicaría diciendo que el consumo irresponsable de alcohol provoca tanto daño
económico como el que determinan todas las drogas ilegales juntas y que este daño en solo un año representa,
en dicho país, aproximadamente la quinta parte del monto de toda la deuda externa de América Latina y casi
el doble de los gastos militares de la reciente guerra del Golfo Pérsico, cifras que pese a su magnitud
significan menos que el sufrimiento de millones de niños, esposas, padres y hermanos a los que les toca la
amarga experiencia de convivir con un alcohólico. [55]

Mecanismos de Acción del Alcohol

El alcohol es un tóxico totalmente soluble en agua, que en su forma más frecuente – alcohol etílico – se
encuentra en las bebidas alcohólicas en proporciones que varían entre el 5 y el 55% en relación con la
cantidad de agua. La cerveza contiene el 5%, el vino el 10% y las bebidas fuertes entre el 40 y el 55%.

Debe conocerse que existen otros tipos de alcohol, entre los que se encuentra el metanol o alcohol de madera
(aprecie que la diferencia entre metanol y etanol esta sólo en la M, pero ésta puede ser la M de muerte), este
alcohol se utiliza con finalidades industriales (pinturas, imprentas) y su ingestión produce la muerte y en los
mejores casos la pérdida definitiva de la visión. [56]

El alcohol etílico (también llamado etanol) cuando se ingiere pasa a la sangre a través de las paredes del
estómago y el intestino delgado y circula libremente por todo el organismo, donde por su condición de tóxico
dañará a diferentes órganos hasta que resulte neutralizado por oxidación en los tejidos (sobre todo en el
hígado). Este mecanismo de desintoxicación, que alcanza a lo sumo para neutralizar un trago fuerte por hora,
se encarga del 90% del alcohol contenido en dicho trago; el 10% restante se elimina a través de los pulmones
(de ahí el aliento etílico), la orina, el sudor y la saliva. [57]

Debemos resaltar que la ingestión de más de un trago por hora determina que progresivamente se acumule en
la sangre una cantidad mayor de alcohol que producirá paso a paso la inhibición o depresión del sistema
nervioso, que comienza por el estado de embriaguez ligero y después pasa por grados mayores de
profundidad hasta llevar al estado de coma y la muerte si la ingestión fuera excesiva. Esto es lo referente a la
intoxicación aguda, pero cuando se produce con frecuencia esta ingestión más rápida de lo que puede
eliminar el organismo, el alcohol va determinando efectos diseminados por todo el organismo y modifica,
además, el comportamiento para dar lugar al cuadro conocido como alcoholismo crónico, con el cual, a la
larga, lo único que llega a ser importante para la persona es la botella.

La acción enzimática va degradando el tóxico en los tejidos y esa degradación lo lleva primero a acetaldehído
(todavía más tóxico que el alcohol) y después a acetilcoenzima A y ácido acético. En un paso siguiente, este
último se convierte en colesterol, lo que explica la acumulación de grasa en las arterias y la arteriosclerosis
precoz del alcohólico, que de la misma manera que el fumador es frecuentemente víctima de infartos al
miocardio y accidentes vasculares encefálicos. [58]

El alcohol actúa también sobre las glándulas suprarrenales y hace que estas produzcan substancias que
determinan un notable aumento de la presión arterial. No queremos terminar este capítulo sin destacar que a
diferencia del café y el tabaco, el alcohol modifica la personalidad de quien lo consume en exceso y afecta de
manera importante su conciencia, que es en definitiva la función psíquica exclusiva del ser humano y que le
permite darse cuenta de lo que ocurre en cada momento de su vida (mientras está despierto) y comportarse en
forma adecuada ante cada situación.

Dos mil años atrás, La Biblia dejó plasmado un criterio que en forma figurada se refiere a lo antes dicho: "la
vid fue regada con sangre de mono, sangre de cordero, sangre de león y sangre de cerdo". En efecto, cuando
el alcohol comienza su acción sobre el sistema nervioso, lo primero que deprime son los centros que
garantizan el comportamiento social adecuado y esto hace que el sujeto se conduzca en forma diferente
haciendo papeles ridículos, "monerías". Un poco más de efecto y a veces hace que el sujeto acepte ofensas y
humillaciones y se porte como un "cordero", o que contrariamente se muestre agresivo y destructivo como si
fuese una "fiera". Finalmente, aparece el descuido por la presencia y el aseo, propio de los alcohólicos en fase
avanzada y de los grados profundos de embriaguez; entonces la figura animal más representativa es la
señalada en las Santas Escrituras. [59]

Mitos Populares sobre el Alcohol

Algunas de estas apreciaciones falsas, presentes en diferentes culturas son las siguientes: [60]

Primer mito: El alcohol mejora la actividad sexual

Lo que realmente ocurre es todo lo contrario, hasta el punto de que una pregunta obligada para los médicos
que atienden disfunciones eréctiles antes erróneamente llamadas impotencias [61] es: ¿tomó usted bebidas
alcohólicas antes del encuentro sexual?. La explicación de esta acción está en el efecto inhibidor o depresor
del alcohol sobre el cerebro y la médula espinal, y fue destacado 400 años atrás en una obre de Shakespeare,
Macbeth, donde un personaje comenta: "el alcohol provoca el deseo, pero dificulta la ejecución".

Segundo mito: El alcohol sirve para enfrentar el frío

Quien así se exprese debe saber que los soldados de Napoleón que murieron congelados durante la invasión a
Rusia fueron precisamente aquellos que ingerían bebidas alcohólicas, ya que el efecto verdadero del alcohol
es producir dilatación de los vasos sanguíneos de la piel y, de esa forma, el cuerpo se comporta como un
radiador de un automóvil cuyo efecto es, precisamente, la pérdida de la temperatura corporal al poner en
contacto el calor de la sangre con el frío que actúa sobre la piel.

Tercer mito: El alcohol es un alimento

El criterio de los entendidos en nutrición es justamente el opuesto, es decir que el alcohol es un antialimento,
pues sólo aporta calorías vacías que no pueden utilizarse por el organismo y, además, por su acción irritante
sobre el estómago e intestino dificulta la absorción de alimentos.

Cuarto mito: El alcohol es bueno para combatir la hipertensión y el infarto al miocardio

En realidad la aparición de hipertensión e infarto, así como accidentes vasculares encefálicos es seis veces
mayor en los que abusan del alcohol que en aquellos que no lo hacen. La acción sobre la presión arterial (de
elevarla considerablemente) no depende de la cantidad del líquido ingerido (como piensan algunos que
recomiendan evitar la cerveza y tomar ron, sino de la acción directa del alcohol sobre las glándulas
suprarrenales, lo cual determina la liberación de cortisona, que eleva de forma notable la presión arterial [62].
El infarto cardíaco es actualmente la más frecuente causa de muerte en el alcohólico y la cirrosis hepática la
segunda.

Quinto mito: El alcohol es un estimulante


Realmente el alcohol pertenece al grupo farmacológico de los anestésicos y sedantes y, como vimos antes, sus
efectos son inhibitorios y depresores hasta el punto de que su consumo masivo lleva al coma y la muerte [62].
Es bueno recordar el frecuente llanto de las personas en estado de embriaguez profunda y también que en
muchos países el 30% de los alcohólicos termina sus vidas por medio del suicidio. [63]

Sexto mito: Sólo se convierten en alcohólicas las personas débiles de carácter o carentes de moral.

Este es uno de los disparates mayores de todos los valorados, ya que uno de los aspectos más dolorosos del
alcoholismo es que afecta por igual a toda persona que por aluna razón consuma bebidas alcohólicas
habitualmente. Esto explica la alta frecuencia de alcoholismo en trabajadores de licoreras, cerveceras y
lugares de expendio como bares y clubes, con total independencia de su nivel escolar, socioeconómico o
característica de su personalidad.

El peligro del alcoholismo está presente por igual en todas las personas, aunque el conocimiento de este
tóxico puede contribuir a evitar que se caiga en sus redes. [64]

Efectos del Alcohol sobre la Salud

Factores que explican los efectos negativos sobre la salud

Varios factores explican la acción tóxica del alcohol; entre ellos están: [65]

1. Es absolutamente soluble en agua, por lo que puede circular libremente por todo el organismo.
2. Tiene un efecto irritante directo, que es tanto mayor cuanto más concentrada sea la bebida que afecta los
tejidos que contacta.
3. Demanda la energía para su neutralización en el organismo, que deja de ser utilizada en la oxidación y
eliminación de las grasas que, por eso también, se acumulan en las arterias y órganos como el hígado.
4. Consume en su neutralización prácticamente todas las vitaminas disponibles en el organismo, sobre todo
las relacionadas con el complejo B y, por otra parte, los trastornos digestivos que produce disminuye el
aprovechamiento de las vitaminas que se ingieren en la alimentación normal.
5. Tiene una acción reductora del apetito, por lo que conduce a la desnutrición.
6. Actúa como disolvente de las substancias que predisponen al cáncer (carcinógenas), por tanto,
determina que estas circulen por todo el organismo.
7. transforma en acetaldehído, una substancia más tóxica que el propio alcohol.
8. Existen otras substancias tóxicas acompañantes, que están presentes en las bebidas que se ofrecen para
el consumo y todavía más en el alcohol desnaturalizado, conocido en nuestro medio como el alcohol de
bodega.

Diferentes Etapas del Consumo Anormal de Alcohol

Las acciones dañinas determinadas por estos factores se van produciendo en forma progresiva según se
aumenta el consumo de alcohol con el decursar del tiempo, de manera que una persona pasa por diferentes
etapas que actualmente son llamadas:

1. Etapa de consumo de riesgo [53]


2. Etapa de consumo perjudicial de alcohol
3. Etapa de dependencia alcohólica

Creemos necesario explicar estos conceptos, ya que uno de los aspectos más frecuentes en la atención de los
pacientes alcohólicos es que estos generalmente llegan al médico muchos años después de ser alcohólicos,
como producto del desconocimiento de esta enfermedad tanto por parte del paciente como de su familia. [66]

La apreciación popular de lo que es un alcohólico, por lo general se corresponde con lo que en realidad son
los casos más avanzados de alcoholismo, en los que existen muchas de las complicaciones que veremos
después, pero es bueno destacar que cuando aparecen complicaciones psiquiátricas o corporales importantes,
la persona ha sido alcohólica (sin saberlo) desde varios años atrás. [67][68]

Consumo de riesgo. Es cuando la cantidad y frecuencia de la ingestión supera la norma establecida por la
sociedad. Aunque dicha norma no esté bien precisada; es lo que todos valoramos como lo que consume
alguien que bebe normalmente y que a nivel internacional se describe como alguien que ingiera no más de
dos veces a la semana una cantidad de alcohol que no supera el equivalente de un cuarto de botella de ron, o
una botella de vino, o cinco medias botellas de cerveza por cada día de consumo.

También se le llama consumo de riesgo a la embriaguez ligera (algún grado de euforia, disminución de la
crítica fina y cierto grado de incordinación motora suficiente para hacer peligrosa la conducción de un
vehículo) que ocurre más de una vez al mes, es decir más de doce veces al año

Consumo perjudicial de alcohol. Es el estado que sigue en severidad progresiva al consumo de riesgo,
cuando esto no resulta superado. Se establece cuando aparece algún daño inicial físico (como gastritis,
diarreas) o psíquico (cuadros de depresión o ansiedad) y también cuando se evidencia un daño social
reiterado como pérdidas repetidas de trabajo o parejas amorosas, accidentes o dificultades judiciales[69].

Dependencia alcohólica. Es cuando a los pasos anteriores (consumo de riesgo y consumo dañino) se agrega
la esclavitud progresiva ante las bebidas alcohólicas, de manera que éstas poco a poco se van convirtiendo en
el interés principal de la persona hasta el punto de que cada vez necesita más el consumo, ya que al
interrumpirlo manifiesta diferentes tipos de trastornos. [70]

Como puede apreciarse, el consumo de riesgo es el llamado de alerta de que se evoluciona hacia un
alcoholismo y que de mantener dicho patrón de consumo el sujeto caerá en las garras de esta toxicomanía. El
consumo dañino es realmente la forma inicial y benigna del alcoholismo, y la dependencia alcohólica es ya el
alcoholismo avanzado que después presentará graves complicaciones y llegará a su estado final de deterioro
en el que el sujeto prácticamente se convierte en un vagabundo. [71]

La esclavitud ante el tóxico, puede manifestarse, fundamentalmente, por una o más de estas variantes de
comportamiento:

1. La persona no puede controlar el consumo cuando comienza a beber.


2. La persona no puede estar más de dos días sin beber.
3. La persona necesita el alcohol para hacerle frente a las actividades cotidianas. [72]
Efectos del Alcohol sobre la Salud

Efectos sobre el sistema nervioso

El alcohol provoca pesadillas, insomnio, dolores de cabeza, temblores, convulsiones (sobre todo en personas
predispuestas a la epilepsia), depresión con ideas y conducta suicida [73] (un alto porcentaje de alcohólicos se
suicida) [74], celos enfermizos, alucinaciones delirios de daño y persecución, así como cambios importantes
en la manera de ser, en la memoria y las capacidades [75]. En casos más avanzados se evidencia degeneración
del cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos, lo cual determina falta de fuerza muscular, calambres
y dolores en las piernas y los brazos, cuadro típico de la polineuritis alcohólica. [62]

Efectos sobre el aparato digestivo y glándulas anexas

El alcohol provoca inflamación de la lengua, del esófago y del estómago; diarreas; úlcera gástrica; úlcera
duodenal; várices esofágicas; cáncer gástrico, de la boca y del esófago; lesiones sobre el hígado (provocadas
tanto por el efecto tóxico directo del alcohol como por los trastornos de nutrición)[76], que pueden ser
hepatitis, hígado graso y cirrosis hepática (en muchos países, la mitad de todas las cirrosis hepáticas
diagnosticadas son determinadas por el alcohol)[77]; además, lesiones sobre el páncreas, como la pancreatitis
aguda hemorrágica y la pancreatitis crónica.

Efectos sobre el aparato cardiovascular

El alcohol provoca arteriosclerosis temprana, hipertensión arterial e infarto al miocardio (en los últimos años
se ha hecho muy evidente en diferentes países que una de las causas más frecuente de fallecimiento en los
alcohólicos es el infarto). Existe también una enfermedad del corazón llamada "corazón de día de fiesta", que
consiste en un trastorno muy grave del ritmo cardíaco que a veces conduce al paro. Además, es frecuente la
insuficiencia circulatoria por debilidad del músculo cardíaco. [78][79]

Efectos sobre el aparato genitourinario

El alcohol provoca trastornos serios de las funciones sexuales en ambos sexos, tanto en su consumo agudo
como en el crónico; en este último caso, muchas veces es necesario un tratamiento prolongado pues se suman
varios factores que conspiran contra el normal funcionamiento sexual: [80]

1. Reducción de hormonas masculinas por la acción del alcohol sobre el testículo y la hipófisis.
2. Reducción de la entrada de sangre en los cuerpos cavernosos debido a la arteriosclerosis temprana.
3. Disminución de la actividad de los centros medulares de la erección por la acción depresiva del alcohol.
También en la mujer se producen serias dificultades en la respuesta sexual, aunque lo más peligroso, sin
lugar a dudas, es la acción perjudicial sobre el embarazo en mujeres que abusan del alcohol, expresada en
la aparición del feto alcohólico, es decir importantes deformidades del niño al nacer y graves trastornos
de la inteligencia o la conducta en los casos menos severos.

La acción irritante del alcohol sobre las vías urinarias (recordar que una parte del alcohol se elimina en forma
pura por la orina) determina trastornos vesicales que a veces degeneran en enfermedades más graves como el
cáncer de vejiga.

Otros efectos negativos sobre la salud

Culminaremos este capítulo de los efectos perjudiciales del alcohol recordando que por ser disolvente de las
substancias que predisponen al cáncer, facilita la aparición de éste. El consumo excesivo de alcohol hace que
el cáncer de esófago sea 19 veces más frecuente que en los que beben normalmente, y cuando se combina el
consumo excesivo de tabaco y alcohol, el sujeto tiene 44 veces más frecuencia de cáncer de dicho órgano que
los no bebedores ni fumadores. [65]
Cuestionarios de Alcoholismo

Griffing Edwards, un autor norteamericano que hizo importantes aportes al enfrentamiento médico del
alcoholismo, desarrolló uno de los primeros cuestionarios sobre el tema, al que denominó problemas debidos
al alcohol. Le sugerimos lea cuidadosamente sus 25 preguntas y conteste cada una con Si ó No. [81]

Cuestionario de problemas vinculados con el alcohol

1. ¿Ha pensado alguna vez que debe dejar de beber?


2. ¿Ha notado alguna vez, que gasta más dinero del debido en beber?
3. ¿Ha estado, alguna vez, un período sin beber para demostrarse que usted puede controlarse?
4. ¿Ha usado alguna vez el alcohol para atenuar tensiones?
5. ¿Alguien le ha molestado con críticas por usted beber?
6. ¿Ha tenido alguna vez problemas financieros debido al alcohol?
7. ¿Ha tenido alguna vez riñas con familiares o amigos después de beber?
8. ¿Ha tenido alguna vez problemas financieros debido al alcohol?
9. ¿Ha tenido alguna vez problemas con la policía debido a ofensas determinadas por la embriaguez (ajenas
a conducir embriagado)?
10. ¿Ha tenido alguna vez problemas con la policía por manejar embriagado?
11. ¿Ha tenido alguna vez problemas con la policía por alguna otra transgresión debido a la bebida?
12. ¿Ha estado usted comprometido en algún accidente de tránsito como conductor o peatón?
13. ¿Ha estado usted comprometido en otros accidentes en el hogar o en el trabajo relacionados con la
bebida?
14. ¿Ha tenido usted dificultades en el trabajo ocasionadas por la bebida?
15. ¿Ha llegado alguna vez tarde al trabajo como resultado de haberse embriagado el día anterior?
16. ¿Ha perdido alguna vez un día de trabajo como resultado de haberse embriagado el día anterior?
17. ¿Ha perdido aluna vez su empleo debido a la bebida?
18. ¿Ha recibido alguna vez orientaciones de su médico para que beba menos?
19. ¿Ha tenido alguna vez problemas de salud debido a la bebida?
20. ¿Le ha ocurrido alguna vez que después de beber no recuerda lo que hizo la noche anterior?
21. ¿Ha notado alguna vez que cuando comienza a tomar no puede detenerse?
22. ¿Después de beber ha notado alguna vez que sus manos tiemblan a la mañana siguiente?
23. ¿Alguna vez ha tomado por la mañana para calmar sus nervios o eliminar la resaca después de haber
bebido el día anterior?
24. ¿Alguna vez ha escuchado o visto "cosas" debido a la bebida?
25. ¿Ha tenido alguna vez tratamiento por alcoholismo?

Si existen de cuatro a cinco preguntas que hayan tenido contestaciones de Sí, es muy posible que el paciente
consuma peligrosamente el alcohol y, por tanto, le recomendamos que lo disminuya urgentemente y vaya
''sacando'', de forma progresiva, el alcohol de su estilo de vida.

Si el número de respuestas es mayor de cinco, le recomendamos profundizar su estudio, ya que existen


posibilidades de que se encuentre en la etapa de consumo de alcohol.

Hoy existen más de 250 cuestionarios para explorar si existe consumo anormal de alcohol. Por su fácil
aplicación y valoración recomendamos el cuestionario C.A.G.E. [82] de sólo 4 preguntas, y un cuestionario
desarrollado por nuestro equipo de trabajo y denominado cuestionario de indicadores diagnósticos (C.I.D.)
[83]

Cuestionario C.A.G.E.

1. ¿Ha sentido alguna vez que debe beber menos?


2. ¿Le ha molestado que la gente lo critique por su forma de beber?
3. ¿Se ha sentido alguna vez mal o culpable por su forma de beber?
4. ¿Alguna vez a tomado un trago en la mañana para calmar los nervios o eliminar molestias por haber
bebido la noche anterior.

Dos respuestas positivas deben hacerlo reflexionar sobre su consumo, con tres o cuatro debe ser tratado.

Cuestionario de indicadores diagnósticos C.I.D.

1. ¿Considera usted que su forma de beber está creándole dificultades en su salud, su familia, su trabajo o
sus relaciones con los vecinos?
2. ¿Considera usted que tiene dificultades para detenerse cuando comienza a beber?
3. ¿Cuando está más de dos días sin beber, aparecen malestares por la falta de bebidas alcohólicas?
4. ¿Se embriaga usted más de una vez al mes? (más de doce por año).
5. ¿Se ha despertado alguna vez y no recuerda lo ocurrido el día anterior mientras bebía?
6. ¿Considera usted que bebe más de la cuenta?
7. ¿Considera usted que debe recibir ayuda médica para beber menos?

Aproximadamente 3 respuestas positivas lo ubican como posible consumidor de riesgo, 4 o 5 pueden expresar
un consumo perjudicial y 6 o más hacen aconsejable el tratamiento.

Los interesados en profundizar en el tema podrían revisar el cuestionario MAST en sus variantes de 25, 13 y
10 preguntas, también valorado como muy efectivo [84][85]

Etiología del Alcoholismo

¿ Es el alcoholismo hereditario o determinado por factores ambientales?

Esta pregunta contestada de forma diferente si se hacía unas décadas atrás o actualmente, es adecuada para
hacer algunas reflexiones. En efecto, en el principio de siglo se planteaba que el factor más importante era el
hereditario y a partir de entonces se comenzó a plantear que lo fundamental era el aprendizaje, debido a
diferentes tipos de factores ambientales. A los efectos de este manual la respuesta más adecuada sería: en
algunos casos puede predominar la herencia y en otros lo ambiental, pero debe quedar bien establecido que lo
hereditario se refiere a cierta predisposición a determinar en más breve tiempo la aparición del alcoholismo y
que el factor más importante en todos los casos es cualquier situación que implique el consumo exagerado y
repetido de alcohol por la persona. LA UNICA DIFERENCIA ES QUE EN DICHAS CIRCUNSTANCIAS,
EL ALCOHOLISMO SE INSTALA CON MAYOR RAPIDEZ SI EXISTEN FACTORES
PREDISPONENTES HEREDITARIOS Y CON MAS LENTITUD SI ELLOS ESTAN AUSENTES. De
manera QUE TODAS LAS PERSONAS CORREN EL PELIGRO DE ENFERMAR DE ALCOHOLISMO
SI POR ALGUNA CAUSA COMIENZAN A INGERIR ALCOHOL EN CANTIDADES Y FECUENCIAS
NO RECOMENDABLES. Es una espada de Damócles que cuelga sobre la cabeza de todos nosotros con
independencia de nuestra procedencia, nivel sociocultural, desarrollo escolar, ideología, religión, preferencia
sexual o cualquier otra causa y esa leyenda de que tengo mucha resistencia al alcohol y por ello nunca seré
alcohólico es un rotundo disparate ya que mientras más alcohol se consume más peligro hay de hacer un
alcoholismo y esto es más grave si el consumo de alcohol llega a aportar el 20 % de las calorías de la dieta,
algo que ocurre cuando se consume el equivalente en alcohol de un cuarto de botella de bebidas fuertes (ron,
cognac o whisky) una botella de vino, o cinco latas de cerveza.

Medidas Preventivas

Los propósitos de esta publicación están lejos de recomendar la ley seca ni la abstención total del alcohol
(aunque el lector debe conocer que la mitad de población del mundo no consume ningún tipo de bebidas
alcohólicas).

En nuestra apreciación, lo verdaderamente importante y, además posible, es aspirar a que de desaparezca para
siempre el consumo irresponsable de estas bebidas, que es lo que determina tantas desgracias y enfermedades.
Debemos aclarar que este consumo irresponsable se expresa tanto por la ingestión de alcohol en ocasiones no
recomendables (como antes de conducir un vehículo o manipular una maquinaria peligrosa) como cuando se
establece el consumo excesivo habitual que llevará de forma irremediable al alcoholismo.

Está demostrado que la apreciación general de la población ante la ingestión de alcohol desempeña
precisamente el papel más importante en la prevención de este consumo irresponsable. Sobre la base de la
actitud predominante se han descrito cuatro tipo de culturas que describiremos brevemente: [86]

1. Culturas abstinentes. Su ejemplo es la cultura islámica donde por razones religiosas se prohibe el
consumo de alcohol.
2. Culturas ambivalentes. En estos casos existen una división en partes iguales de la población, en
personas que rechazan el alcohol y otras que lo toleran.
3. Culturas permisivas condicionales. En este caso se tolera el consumo de alcohol, pero se rechaza
abiertamente el estado de embriaguez alcohólica y también el consumo en situaciones que implican
peligro para el sujeto o quienes le rodean.
4. Culturas permisivas incondicionales. En estas culturas se toleran cualquier tipo de consumo alcohólico
y no se critica el consumo irresponsable ni el estado de embriague. En estos medios culturales donde
prolifera abiertamente el alcoholismo. Ahora bien, si valoramos nuestras costumbres actuales, ¿En que
tipo de cultura incluiría usted nuestra población en América Latina y el Caribe?.

Algunos autores hablan también de un patrón alimentario de consumo en el que las bebidas alcohólicas se
toman casi exclusivamente como acompañantes de las comidas y otro patrón de consumo que llaman, de
forma simbólica, de irlandés emigrado (en el pasado siglo de la emigración irlandesa a Estados Unidos se
caracterizó por la expresión de añoranza de la patria mediante ingestiones alcohólicas elevadas con el
propósito de embriagarse y pretender "ahogar sus penas"), es por ello que este patrón de consumo designa al
orientado a la embriaguez. Existe un dato epidemiológico muy importante, en Italia y Francia se consume
anualmente la misma cantidad de bebidas alcohólicas por personas adultas (lo que se llama consumo per
cápita anual o consumo por persona al cabo del año) y lo sorprendente es que en Francia existen 5 veces más
alcohólicos, en relación con la población, que en Italia. La explicación está en que este último país tiene un
consumo de tipo alimentario y el otro uno que sigue el patrón irlandés.

Consideramos muy importante recordar aquí que el organismo sólo está preparado para neutralizar un trago
fuerte o dos medias botellas de cerveza ligera en una hora, y todo consumo que exceda este ritmo hace que
avance hacia el estado de embriaguez, con afectación de la conciencia, que es precisamente el atributo más
importante que diferencia a los seres humanos de los animales. [87]

Lo más importante es desarrollar un estilo de vida donde el alcohol desempeñe un papel cada vez menos
importante, debe quedar bien establecido que una persona para celebrar, divertirse y mostrar amistad, amor
u hombría, no necesita el alcohol, ya que estos son atributos espontáneos en cualquier persona normal. [88]

En nuestro país se desarrolla actualmente una iniciativa de alto valor: Las actividades "secas", es decir con
ausencia de bebidas alcohólicas. Los familiares deben evitar por todos los medios que los niños y
adolescentes tengan acceso a la bebida, ya que el efecto perjudicial de estas es tanto mayor cuanto más joven
sea la persona que la consume.

El ofrecer bebida a un niño "para que sea hombre" es uno de los más frecuentes y dolorosos errores que
puedan cometerse en un hogar y también es un error que bebedores adultos inviten al consumo a personas
jóvenes, con edades inferiores a los 18 años.

Jamás beba en cantidad alguna cuando vaya a conducir un vehículo. Debe recordarse que en las primeras
etapas de la embriaguez, el sujeto piensa que sus habilidades son mayores que las reales y esto lo hace más
audaz y, por tanto, peligroso cuando conduce un vehículo. En la mayoría de los países desarrollados la norma
original de permitir una discreta proporción de alcohol en la sangre de los conductores cuando se hacían
pruebas de exhalación (respirar en un globo), fue primero reducida y después se prohibió totalmente la
ingestión de alcohol antes de conducir un vehículo. [89]
Otro importante aspecto a tomar en cuenta es insistir en el control de la propaganda intencionada por los
medios de difusión, adonde se da una imagen "muy positiva" del consumo, y todavía resulta más importante
evitar la propaganda ingenua que surge del desconocimiento por parte de productores, guionistas y directores
de cine, televisión y teatro del efecto tan dañino sobre la juventud de modelos "carismáticos" a imitar en el
consumo de alcohol". [90][91][92]

La utilización de los ejercicios físicos y los masajes como liberadores de tensiones, el control estricto de la
edad mínima requerida para el consumo de bebidas y sobre todas las cosas, el desarrollo de una actitud social
de franco rechazo a la embriaguez son aspectos de gran importancia. [93][94]

Queremos hacer la presentación de un nuevo término derivado de lo que se conoce – en lo relativo al hábito
de fumar – como fumador pasivo, y es el concepto de bebedor pasivo, que aunque en este caso no se ponga
en relación directa con el tóxico, porque no lo ingiere, sufre también (y en grado mayor que el propio bebedor
irresponsable), las consecuencias del uso inadecuado del alcohol, situación que alcanza ribetes
verdaderamente trágicos en los hijos y esposas de pacientes alcohólicos. [47][95]

Valore usted si no son también víctimas del alcohol los que mueren en un accidente de un chofer embriagado,
los hijos abandonados o maltratados físicamente por sus padres alcohólicos, o las esposas que a diario sufren
las consecuencias del alcoholismo de su pareja. [96]

Aunque cause sorpresa, el tratamiento a tiempo del alcohólico, es también una medida de prevención del
alcoholismo, si tenemos en cuenta que muchos pacientes son iniciadores del consumo irresponsable del
tóxico en jóvenes que de otra forma no hubiesen seguido esa evolución desfavorable. Este caso es sobre todo
muy evidente en los hijos de pacientes alcohólicos, en los que frecuentemente se presenta también el
alcoholismo y no sólo por cierta predisposición genética, sino porque su propio padre les sirve de ejemplo
negativo.

Por ser el alcohol la droga modelo, los principios terapéuticos y las recomendaciones que expondremos a
continuación pueden ser utilizados para el resto de las drogas sobre todo para aquellas que afectan la
conciencia y la personalidad.

Tratamiento

Freixa F., profesor español de mucho prestigio científico y humano, dedicado a la atención de pacientes
alcohólicos, ha dicho que "el tratamiento de éstos se parece mucho a una receta culinaria de conejo, donde el
primer paso es cazar al conejo". De esta forma se refiere a lo difícil que resulta convencer al alcohólico para
acudir al médico [97]. Igual ocurre con otras toxicomanías.

En nuestra experiencia, la mayoría de los pacientes reclaman ayuda médica luego de varios años de padecer la
enfermedad. Aunque el tratamiento fundamental es el preventivo, existen también recursos múltiples para
rehabilitar al alcohólico y lograr que no tome bebidas alcohólicas nunca más, porque cada vez que se ponga
en contacto nuevamente con el alcohol, recaerá en su enfermedad y se reiniciará el ciclo de sufrimiento para
él y su familia.

Los expertos que han dedicado su vida profesional al tratamiento de los alcohólicos han dicho que una vez
alcohólico, siempre se es alcohólico... si se repite el consumo. La mayoría de los pacientes vienen al
tratamiento con la meta inalcanzable de aprender a beber. Esto desgraciadamente había que hacerlo antes... de
enfermar, ya que una vez convertido en alcohólico ocurre algo parecido a lo que sucede en la alergia a la
penicilina, que con cada nuevo contacto con el medicamento se hace más peligroso el efecto.

El principio fundamental de la terapéutica es, por tanto, lograr la abstinencia total de alcohol, y esta meta se
relaciona con la frecuente pregunta: ¿es el alcoholismo enfermedad o desvergüenza?, que traducida al
lenguaje en que nos gusta comunicarnos con los pacientes significa aproximadamente: ¿es el alcohólico
responsable de su conducta o no lo es? o también ¿puede ejercer el alcohólico su fuerza de voluntad para
dejar la bebida? La respuesta, aunque parezca una broma, es sí y no, lo que requiere es una aclaración. En el
alcohólico se establecen diferentes niveles de esclavitud que a partir de ahora llamaremos dependencia. Un
primer nivel es la dependencia sociocultural, que se refiere a la influencia negativa de los compañeros
alcohólicos; un segundo nivel es la dependencia psicológica, relacionada con el deseo de beber en busca de
los efectos inmediatos del tóxico (ya que los tardíos no los desea nadie); y un tercer nivel, que es la
dependencia biológica u orgánica expresiva de que el alcohol se ha convertido temporalmente en una
substancia apetecida por las células y los tejidos del organismo, y es lo que pudiéramos llamar atracción fatal.
[98]

Debemos aclarar que la responsabilidad de decidir tomar o no, solamente disminuye cuando se ha establecido
la dependencia biológica, en la que la fuerza de voluntad (que en el alcohólico ha mermado como producto de
la propia enfermedad) muchas veces resulta insuficiente y generalmente se requiere la ayuda médica. Existen,
sin embargo, millones de personas en el mundo que se han curado por sus propios medios enfrentando los
malestares que aparecen en esta fase, cuando se suspende la bebida, y que se llaman reacción de abstinencia,
que con asistencia médica afortunadamente se pueden resolver con mayor facilidad. Ahora bien, una vez
superada la dependencia biológica (lo que toma un tiempo de unas tres semanas), el sujeto es totalmente
responsable de su comportamiento y como tal debe exigirse el control ante la bebida.

Nuestro consejo es que se concurra de inmediato al médico y este señalará el tratamiento adecuado que desde
luego será diferente si se trata de un alcohólico determinado por mecanismos socioculturales (costumbre de
beber frecuentemente) o de un alcohólico de tipo evasivo (que trata equivocadamente de buscar alivio en el
alcohol). En el primer caso, el tratamiento es más sencillo y estará orientado a eliminar el mal hábito
establecido; en el segundo, será necesario resolver la situación determinante del sufrimiento que trata de
aliviarse, ya sea un complejo, el mal manejo de un fracaso en la vida o alguna enfermedad de tipo psiquiátrico
o corporal.

Fases en la Evolución del Toxicómano antes, durante y después del Tratamiento

En la última década Prochaska, Di Clemente y Norcross [99], hicieron aportes notables en lo referente a la
evolución de las personas sometidas a tratamiento por alguna adicción, a punto de partida de sus
observaciones clínicas en la atención a pacientes de tabaquismo. Lo más significativo es que estas etapas se
definen también muy claramente en otras adicciones no sólo a sustancias tóxicas, sino también en adicciones
al juego, a la comida, a la televisión y a Internet.
Sus denominaciones son interesantes y nos permiten comprender algunas conductas que han sustentado los
errores de apreciación popular de que los toxicómanos (alcohólicos y consumidores de otras drogas que
afectan en grado importante la conciencia y la personalidad) son desalmados, egoístas, indolentes y de
escasos valores humanos.

En efecto, quien valora la conducta de un toxicómano en la fase precontemplativa, llegaría a esas


conclusiones si no valora que el primero que desconoce lo que esta ocurriendo es el propio paciente, como si
tuviese los ojos cerrados (de ahí en parte la denominación de precontemplativa) un tiempo después y sin que
sea necesario tocar fondo (es decir llegar a extremos catastróficos) la persona pasa a la fase contemplativa
que en nuestros grupos ejemplificamos como alguien que se esta hundiendo en una ciénaga y cuando el fango
le llega a la cintura abre los ojos y se percata de sus situación. En esta etapa ya se establece la conciencia de
que hay un problema que debe superarse y un poco después aparece la etapa preparatoria donde las
reflexiones hacen que vaya estableciéndose una situación de ambivalencia hacia el tóxico, es decir que por
una parte atrae y por otra resulta rechazado en cierto grado como si la persona estuviese en un serio conflicto
de intereses entre dos fuerzas que tiran en sentido opuesto, cuando se supera esta fase se entra en la fase de
acción a partir de la cual aparece junto a la abstinencia un importante cambio en el estilo de vida, separación
de los “Amigos Consumidores”, comienzo de nuevas actividades escolares, laborales, deportivas o culturales
y reconocimiento de la importancia de la abstinencia y finalmente se alcanza la última fase que es la de
prevención de recaídas precisamente el objetivo máximo a que se aspira ya que el paciente debe tener pleno
conocimiento que como toxicómano que es podrá recaer si reinicia el consumo del tóxico. Es por ello que se
dice que los toxicómanos no se curan, sino que se rehabilitan, pues existirán siempre mecanismos
facilitadores que determinarían una evolución catastróficamente rápida hacia la esclavitud en sólo unos días si
se reinicia el consumo. Esto es importante reconocerlo ya que el toxicómano podría pensar que como estuvo
varios años consumiendo (alcohol u otros tóxicos) antes de llegar al caos, luego de un tiempo de abstinencia
empezaría el consumo y demoraría otra vez varios años. Esto es un formidable error por desconocimiento de
los mecanismos que dejan una huella en el sistema nervioso y en todas las células del organismo. Es por ello
que Alcohólicos Anónimos destaca que para un alcohólico UN TRAGO ES DEMASIADO Y MIL TRAGOS
NO SON SUFICIENTES refiriéndose al hecho de que cuando se comienza se desencadenan los mecanismos
ya establecidos que reducen a pocas semanas lo que inicialmente demoró años.

Definitivamente la única opción es la abstinencia.

PRINCIPIOS DEL TRATAMIENTO DE LAS TOXICOMANIAS

En los párrafos que siguen, el médico general podrá valorar las exigencias, metas y tácticas fundamentales
para el tratamiento especializado de las toxicomanías que implican afectación de conciencia y reflexionar
sobre cuales de ellas resultan factibles en el contexto de la atención primaria y con su nivel de entrenamiento.

Exigencias y Tácticas Específicas

El entrenamiento a la gestión psicoterapéutica con toxicómanos requiere:


- El conocimiento profundo de los diferentes tóxicos, sus mecanismos de acción, vías patogénicas,
manifestaciones clínicas y evolución
- La convicción de que los toxicómanos son enfermos y no viciosos o personas con debilidades
morales
- La concepción de que cualquier sujeto con independencia de sus características personales o
condiciones socio – económicas y culturales puede caer en las redes de la adicción
- Considerar que la mayoría de las veces, los rasgos disociales que pueden evidenciarse, son
consecuencia y no causa de la toxicomanía
- Reconocer el mayor significado de la relación médico – paciente que los recursos específicos a
utilizar
- Haber concientizado la alta significación humana de estas afecciones que se consideran entre las de
más trágica repercusión familiar y social
- Estar preparado para involucrarse en una larga lucha entre sus enemigos poderosos y sus aliados
(otros consumidores y expendedores)
- Disponerse a establecer profundas relaciones interpersonales del tipo de la participación mutua que
posibilite entre otros, el mecanismo de la osmosis bienhechora
- Garantizar a toda costa las actitudes de disposición efectiva incondicional, ingenuidad, comprensión
empática y no enjuiciamiento ante el paciente
- Incorporar a la comunicación todo recurso que haga más concreto y recordable los mensajes: como
las metáforas y símiles(“ESTAR EN LA DROGA ES COMO HUNDIRSE EN UNA
TEMBLADERA DONDE SE EXTIENDE LA MANO EN BUSCA DE AYUDA. Los familiares,
los amigos sanos y el equipo terapéutico ofrecen esa ayuda para conducir al paciente a terreno firme,
pero los compañeros de consumo, aún sin proponérselo conscientemente, le ponen el pie en la
cabeza y lo hunden más”.)
- Insistir desde el principio en las futuras gratificaciones personales del paciente, implícitas en su
triunfo ante los tóxicos
- Combatir con enfoque sistémico todos los tóxicos que afectan la personalidad y la conciencia,
incluido el alcohol, cuyo consumo por otras modalidades de toxicómanos es el determinante de
muchas recaídas ya que aún cuando se hubiese logrado la actitud de rechazo ante otras drogas en
estado de sobriedad, dichos recursos se anulan totalmente cuando su conciencia se afecta por el
alcohol. No induzca la eliminación simultánea del tabaco excepto cuando sea iniciativa del paciente,
pero sí (y esto es muy importante) la del alcohol
- Manejar todos los recursos inspirativos a su alcance
- Enfatizar continuamente que la única alternativa posible para la rehabilitación es la abstinencia
permanente y total, pues el toxicómano siempre será toxicómano... si consume otra vez
- Recordar el extraordinario significado del seguimiento en estos pacientes y del apoyo implícito en
los grupos de autoayuda del tipo alcohólicos anónimos y narcóticos anónimos
- Conocer y disponerse a utilizar todos los recursos psicoterapéuticos aportados por las diferente
proyecciones teóricas “Herramientas” que integrará con flexibilidad a su esquema conceptual
primario en el contexto del planeamiento de objetivos establecidos ante cada paciente

Metas Perseguidas

Además del establecimiento de una profunda relación interpersonal técnica de ayuda, durante la imbricación
de la psicoterapia individual y de grupo, deben garantizarse los siguientes logros en el paciente:

- Conocimiento de aspectos esenciales de la toxicomanía. En nuestro servicio hemos desarrollado


pequeños cursos asequibles a los toxicómanos donde abordamos desde el mecanismo de acción a
nivel sináptico, hasta las complicaciones, así como los distintos tipos de dependencia y
manifestaciones clínicas, pero se evita aportar informaciones que puedan llevar al ensayo de otros
tóxicos
- Comprensión profunda de las vías patogénicas de su toxicomanía, así como la posible combinación
de ellas o superposición evolutiva como ocurre con los mecanismos de evasión secundaria que se
establecen durante el curso de la toxicomanía de patogenia socio – cultural, hedónica y asertiva
- Convicciones y actitudes egodistónicas con respecto al tóxico (en muchos países esta condición se
exige como requisito para iniciar el tratamiento). Nosotros hemos ayudado también a pacientes
egosintónicos, aunque su pronóstico en esta etapa es mucho menos favorable y el logro de la
egodistonia requiere notables esfuerzos del colectivo terapéutico
- Conocimiento básico de los mecanismos de aprendizaje condicionado, instrumental e imitativo
- Delimitación de los efectos nocivos determinados por el tóxico en los niveles biológico, psicológico,
social y espiritual
- Clarificación y evitación total de las situaciones tentadoras implícitas en invitaciones, reuniones con
antiguos compañeros de consumo, conversaciones egosintónicas sobre los tóxicos, visitas a barrios y
lugares de expendio, antiguos sitios de consumo, música rock, frustraciones interpersonales, estados
depresivos y otros
- Eliminación de la jerga típica del toxicómano
- Convicciones reforzadas de los notables beneficios que se derivan de la abstinencia y de alcanzar la
categoría de triunfador ante las drogas
- Concientización de posibles aspectos dinámicos subyacentes sobre todo en casos evasivos, asertivos
y sintomáticos
- Haber extinguido todos los conocimientos reforzantes del consumo y establecido los que se oponen
al mismo
- Haber modificado los esquemas cognitivos inespecíficos determinantes de inseguridad, ansiedad o
frustración y los de carácter específico como la falsa apreciación de que el no consumir alcohol es
una conducta anormal o que no se puede vivir sin consumir droga alguna
- Haber superado la triada cognitiva depresiva, tan frecuente en los toxicómanos que afecta su
valoración de ellos mismos en su entorno y su futuro
- Haber desarrollado el autocontrol
- Haber superado sus conflictos familiares
- Saber utilizar los diferentes recursos o armamentos aportados para enfrentar las situaciones
inductoras del consumo
- Estar entrenado para enfrentar con éxito las inevitables manifestaciones de desconfianza por parte de
sus familiares durante el primer año de abstinencia
- Haber modificado su estilo de vida a otro donde la droga no tiene cabida y donde las nuevas metas
trazadas tengan la firmeza adecuada
- Estar firmemente convencido de que es un toxicómano y siempre lo será en caso de reiniciar el
consumo, pues la utilización recreacional o social (Luna de Miel) con los tóxicos, jamás se recupera
una vez que se llegó a la condición de toxicómano (Luna de Hiel)
- Haber comprendido la importancia de la planificación y ejecución sistemática de actividades
adecuadas para ocupar el tiempo libre, donde el trabajo, el deporte, los ejercicios físicos y las
recreaciones sanas, así como los comportamientos orientados al resarcimiento de los sufrimientos,
otrora determinados a los seres queridos juegan un papel básico
- Estar en condiciones de establecer un vínculo de pareja estable
- Haber incrementado su sentido de responsabilidad
- Estar consciente de la importancia del seguimiento profesional y de los grupos de autoayuda
- Haberse preparado implícitamente (gracias a la observación del manejo terapéutico de otros
pacientes) para no derrumbarse ante un posible desliz o caída

La conquista de estos objetivos depende en gran parte de las características de personalidad, vocación,
conocimientos y entrenamiento específico del terapeuta, así como la utilización programada de los recursos
estudiados que manejará tanto en el contexto individual como en el grupo psicoterapéutico.

Etapas del Tratamiento del Alcohólico y otros Toxicómanos

A grandes rasgos podríamos señalar que el tratamiento del alcohólico y otras toxicomanías pase por las
siguientes etapas:

1. Confrontación y aceptación del tratamiento.


2. Convenio o alianza entre el enfermo y el terapeuta.
3. Desintoxicación.
4. Deshabituación.
5. Desarrollo del nuevo estilo de vida.
6. Ayuda mutua.

Fase de confrontación y aceptación del tratamiento. Es en realidad una fase premédica, pues se desarrolla
en el medio familiar ó laboral del paciente por las personas allegadas y consiste en convencerle en que su
forma de consumo no es normal.

Fase de convenio o alianza entre el enfermo y el terapeuta. Tiene como base el requisito fundamental para
iniciar el tratamiento: El deseo del paciente para salir adelante, dicho en otras palabras; que ya el paciente
sienta el alcohol como un enemigo y no como un aliado. Solo así tendrá éxito el tratamiento, y no en aquellos
casos que acuden al facultativo movido por presiones ajenas al propio deseo de curarse.

Fase de desintoxicación. Es aquella durante la cual se vence la dependencia biológica, y se superan o


mejoran los daños producidos por el tóxico en el organismo.

Fase de deshabituación. Durante esta fase se utilizan los recursos adecuados para romper la costumbre del
consumo alcohólico y es en dicha fase que pueden emplearse los recursos aversivos de los que hablaremos
someramente más adelante.

Fase de desarrollo del nuevo estilo de vida. Durante muchos años, el alcohólico vinculó el etanol con la
mayoría de sus actividades hasta que llegó el momento en que su vida giró en torno a las bebidas alcohólicas.
Ahora es necesario reactivar sus intereses familiares, laborales, recreativos, culturales, deportivos y sociales
en general. Es preciso establecer un nuevo calendario en el cual el tiempo dedicado al alcohol sea sustituido
por actividades más útiles y sanas.

Las puertas que progresivamente fueron cerradas en lo social, ahora deben abrirse de nuevo, de manera que
según se avance en la recuperación vayan ocurriendo nuevas experiencias de alto significado emocional que
actúen como reforzadores positivos de la conducta de abstenerse del alcohol. Cada nuevo día que pase en
abstinencia se experimentará la satisfacción del deber cumplido y cuando finalmente se venza el tóxico, la
persona no sólo recuperará sus valores al nivel que existía antes del alcoholismo, sino que agregará una nueva
calidad a su personalidad, la de haber sido capaz de vencer a un enemigo poderoso.
Fase de ayuda mutua. Expresada por la participación consistente en grupos de rehabilitados como
Alcohólicos .Anónimos, Narcóticos Anónimos, Toxicómanos Rehabilitados, Grupos Institucionales
Antialcohólicos (GIA), o grupos de autoayuda.

Luego de insistir en los aspectos comunes del tratamiento del alcoholismo y del resto de las toxicomanías que
afectan la conciencia y la personalidad invitamos al lector a reflexionar sobre la posibilidad de generalizar a
otras drogas, los principios estratégicos y tácticas, así como los recursos que se utilizan en el alcoholismo y
para ello transcribiremos varios párrafos de un trabajo publicado por nosotros en la Revista del Hospital
Psiquiátrico de La Habana Vol. 30 No. 3 con el titulo “Tratamiento del Alcoholismo”.

A manera de introducción señalaremos algunos principios que deben tenerse en cuenta al enfrentar
la significativa responsabilidad social implícita en el tratamiento de un alcohólico.
1. Recordar que el alcoholismo es una enfermedad de las que se conjugan con el verbo ser
(soy un alcohólico), a diferencia de los cuadros reactivos, habitualmente precedidos del
verbo estar (estoy deprimido), o de los cuadros exógenos vinculados al verbo tener (tengo
una gripe).
2. Es fundamental hacer comprender al paciente que es un alcohólico y que dicha situación
no desaparecerá mientras viva
3. La meta fundamental del tratamiento será por tanto la abstinencia total y mantenida, toda
vez que siempre que se reinicie la ingestión, se producirá el mismo cuadro por el que ahora
consulta
4. Una de las características más típicas del alcoholismo es su tendencia a la recaída y por ello
el equipo de asistencia debe prepararse para asimilar las frecuentes frustraciones implícitas
en nuevos episodios y crear las condiciones que ofrezcan al paciente un margen de
comprensión que garantice que dicha incidencia no implique la afectación de la relación
médico – paciente
5. El aspecto más significativo para lograr la adecuada disposición afectiva para una relación
de ayuda exitosa con el alcohólico, es la aceptación plena de su condición de enfermo al
despojarse el terapeuta, de los criterios populares que lo valoran como un vicioso
6. La genuinidad, la congruencia y la constancia son junto a la afabilidad y la capacidad
empática, los recursos más relevantes para lograr una relación profesional exitosa con el
enfermo alcohólico
7. Debido a las defensas del alcohólico y su consecuente llegada tardía al tratamiento, la
gestión terapéutica se imbrica habitualmente con la rehabilitatoria
8. La responsabilidad asistencial en ésta como en otras toxicomanías, debe descansar en un
equipo interdisciplinario con unidad de criterio y de acción
9. Las gestiones terapéuticas deben tener en cuenta que la participación de la familia en el
proceso curativo – rehabilitatorio es de alta relevancia
10. Los recursos aversivos deben ser utilizados en el contexto de un tratamiento integral con
objetivos potencializadores, pero nunca como terapéutica única
11. El seguimiento sistemático es un elemento de primer orden para garantizar el éxito de la
gestión

La relación del equipo con el paciente alcohólico

Su desarrollo exitoso implica un notable esfuerzo cognitivo – afectivo – colectivo cuyas menores o
mayores posibilidades dependen en gran parte de la aceptación del alcohólico como paciente y del
entrenamiento recibido para afrontar exitosamente las necesidades de esta relación. Utilizando la
relación médico – paciente como paradigma de este importante aspecto de la atención del
alcohólico, algunos estudios han evidenciado la frecuente actitud de rechazo hacia el paciente por
parte del profesional, actitud determinada por prejuicios ético – morales, condicionamientos
fóbicos proyectados al paciente, frustraciones ante las recaídas, sentimientos ambiguos derivados
de la identificación del paciente con familiares del terapeuta afectados por el alcoholismo o
deficiente entrenamiento.

RECURSOS BIOLOGICOS
Los fármacos utilizados han sido orientados a:

a) Controlar los síntomas asociados y mejorar el estado general


b) Superar las manifestaciones de abstinencia
c) Determinar respuestas aversivas
d) Reducir la ingestión etílica

Neurolépticos. Pueden utilizarse con preferencia a los tranquilizantes e hipnóticos para evitar la
tolerancia cruzada existente entre el alcohol y éstos, así como para evitar el riesgo adictivo de los
mismos.

Haloperidol. Ha sido utilizado en infusión venosa en casos de delirium tremens, pero sus
resultados son superados por el clormetiazol.

Tranquilizantes. Del tipo del clorodiazepóxido, diazepan, alprazolán y buspirone, han sido
recomendados en diferentes países pese a los riesgos antes señalados.

Antidepresivos. Preferentemente los bloqueadores selectivos de la recaptación de serotonina,


tricíclicos de doble acción como la amitriptilina donde se aprovecha el efecto hipnótico mediante
dosis única de 75 mg. antes de acostarse. Debe recordarse la frecuente asociación alcoholismo –
depresión.

Carbonato de litio. Utilizado inicialmente con el propósito de actuar sobre el substratum afectivo
endógeno existente en algunos alcohólicos sintomáticos, demostró también experimentalmente
cierto efecto reductor de la respuesta euforizante del tóxico.

Las vitaminas. El aporte esencial de vitaminas B1 , ácido fólico y nicotínico debe acompañarse de
otros elementos del complejo B y se asociará además la vitamina C por su efecto protector vascular
y facilitador de los procesos de oxidación. En nuestro servicio seguimos las normas del Hospital
Psiquiátrico de la Habana que establece el siguiente esquema:

- Vitamina B1 (100 mg.), Vitamina B6 (50 mg.), Vitamina B12 (100 mg.) I. M. Durante 15 días
- Vitaminerales 1 gragea de cada color en D. A. y C.
- Vitamina C (500 mg.) 1 tableta en desayuno

Tiapride. Este fármaco emparentado químicamente con la metroclopramida y el sulpiride es un


antidiscinético de efecto neuroléptico sin repercusión extra piramidal ni vegetativa; se utiliza
exitosamente en el control de los síndromes de abstinencia moderados y para la atenuación de la
ansiedad subyacente en el alcohólico. Su efecto más destacado es el antitremulante. Se presenta en
tabletas y ámpulas de 100 mg. y gotas de 0,5 mg. La dosis diaria es de 150 a 300 mg.

Clonidina. Este fármaco hipotensor α 2 estimulante, utilizado en el síndrome de abstinencia a


opiáceos ha sido ensayado con iguales objetivos en el alcoholismo.

Propanolol. Este beta bloqueador también ha sido ensayado con resultados similares a la clonidina.

Naxolona. Este producto que es un antagonista opiáceo utilizado en el tratamiento de los


morfinómanos y heroinómanos tiene posiblemente su indicación fundamental en caso de
embriaguez profunda, pero su uso en el alcoholismo está en fase experimental proponiendo
algunos autores que podría ensayarse como recurso para bloquear el efecto euforizante
(reforzador) de la ingestión de alcohol.

Clormetiazol (distraneurina). Este producto es la porción tiazólica de la Vitamina B1 se usa


específicamente en la profilaxis y tratamiento de urgencia de los cuadros agudos de abstinencia y
gracias a su uso la mortalidad en casos de delirium tremens se ha reducido considerablemente.

Tiene efectos sedantes, antiepilépticos y reduce además la hiperamoniemia presente en el delirium.

Su administración puede ser por venoclisis en solución al 8 por mil o por vía oral, esta última en
cápsulas de 192 mg. Su rango posológico varía de 16 cápsulas diarias a una y su utilización no
excederá los 7 días. En casos de delirium tremens puede indicarse inicialmente en venoclisis con 50
a 150 cc a goteo rápido al inicio y después hasta 2 000 cc en el día. Este fármaco debe usarse por
tiempo limitado (no más de 10 días), pues tiene importante riesgo adictivo.

Piracetam. Este fármaco cuyo efecto más relevante ha sido reportado en las demencias multinfarto,
se recomienda también en las manifestaciones psicorgánicas del alcoholismo y sobre todo cuando
existe obnubilación de la conciencia. Es un derivado cíclico del GABA que activa la fosfolipasa A2
neuronal. Su efecto fundamental es antihipoxidótico, al activar y proteger el metabolismo neuronal
y mejorar la microcirculación encefálica por acción desagregante plaquetaria. Se presenta en
tabletas de 800 mg. en ámpulas de 1 g. Y en solución oral de 20 g. Por 100 cc. La dosis
recomendada es de 2,4 g. Diarios.

Carbamacepina (tegretol). Ha sido utilizado con éxito para controlar los síntomas de abstinencia en
general y las manifestaciones disrítmicas en particular.

Medicamentos interdictores o disuasivos

Aquí se incluyen el disulfiram, la cianamida (carbamida cálcica), el metronidazol y el nitrefazole,


cuyo denominador común es el bloqueo de la acetaldehido deshidrogenasa con el consecuente
acúmulo de acetaldehido en sangre determinante del conocido síndrome acetaldehídico.

Disulfiram (antabuse). Originalmente utilizado con el propósito de establecer condicionamientos


aversivos de mayor consistencia por basarse en reforzadores cardiovasculares (palpitaciones,
ansiedad) de efectos más relevantes que los digestivos (vómitos). Actualmente se tiende a nivel
internacional a utilizar el fármaco con el objetivo disuasivo de apoyar la decisión del enfermo de
mantenerse en abstinencia. Se aconseja comenzar con una tableta de 500 mg. diariamente y 3 días
después bajar a media tableta.

Su utilización exitosa está limitada a enfermos cooperadores de cierto nivel cultural, y múltiples
estudios han demostrado que sus resultados son mejores si se logra la supervisión familiar de su
ingestión mediante el control hogareño que debe continuar con igual técnica el establecido en el
servicio especializado donde en forma rutinaria se pide al paciente que luego de ingerir el fármaco,
abra la boca y lleve la lengua a la región palatina. En los casos donde no se ha logrado aún la
cooperación del paciente, se manifiestan conductas orientadas a neutralizar los efectos del fármaco
y las más frecuentes son:

- Ocultación del fármaco, vomitarlo después de ingerido o tomar Vitamina C,


antihistamínicos, clorpromacina o anticonvulsivantes, fármacos que inhiben su efecto
- En algunos servicios se administra en forma de jarabes para evitar la ocultación de la
tableta; una variante de esta técnica es indicar la tableta triturada en agua.
En nuestro criterio, el obstáculo más serio al uso del disulfiram son sus contraindicaciones
y también la variabilidad de respuestas de unos pacientes a otros, ya que alrededor de un
50 % necesitan dosis mayores de 2 ó 3 tabletas diarias, y otros sin embargo con la dosis
convencional son capaces de reaccionar intensamente ante la aplicación de una loción
después de afeitarse.

Una modalidad de utilización que puede arrojar relevantes resultados, pese a que muchas
veces se basa fundamentalmente en el efecto placebo, es la implantación de tabletas
especiales para absorción subcutánea con 6 meses a un año de duración.

Carbamida Cálcica. Este fármaco con presentaciones en forma de tabletas 300 mg. (ABSTEM) y
también en forma de gotas (Colme) 1 gota = 3 mg. presenta efectos algo más atenuados que el
disulfiram, pero lo aventaja en sus efectos más rápidos, ausencia del bloqueo de la dopamina B
hidroxilasa y menores efectos colaterales. Sin embargo la dosis que fluctúa entre 50 y 150 mg.
diarios debe fraccionarse en dos tomas por su breve tiempo de acción.

Metronidazol. En pacientes donde existen contraindicaciones relevantes para otros disuasivos más
potentes, podría indicarse este fármaco que además del efecto bloqueador de la acetaldehido
deshidrogenasa produce también una distorsión del sabor del alcohol actuando en forma parecida
al fenómeno descrito con el tabaco en los pacientes con hepatitis. Se ha planteado además que en
algunos pacientes disminuye la apetencia por el alcohol y se dice que sus efectos son más
significativos en los enfermos de más larga evolución. Su dosis sería de 750 mg. diariamente por 30
días y después podría bajarse a 500 ó 250 mg.

Nitrefazole. Este fármaco cuya fórmula química es:


2 metil, 4 nitro, 1– (4– nitrofenil imidasole)
fue originalmente usado como tricomocida. Se dice menos riesgoso y de acción más prolongada
que el disulfiram, aunque algunos estudios refutan que sus efectos sensibilizantes al alcohol
superen las 72 horas. Sus mayores ventajas son que al igual que la carbamida cálcica sus efectos
sensibilizantes se instalan a la hora de haberse ingerido, y no bloquea la dopamina B Hidroxidasa,
por lo que resulta menos riesgoso como activador potencial de psicosis.

Finalmente valoraremos algunos fármacos que se han reportado como atenuadores del deseo de
beber.

Apomorfina. Este agonista dopaminérgico habitualmente usado como reforzador emético en


tratamientos aversivos, ha sido también indicado por Beil para contrarrestar los efectos de la
ingestión crónica de alcohol y otras drogas, reportando también significativa reducción del deseo
imperioso de beber y recuperación del deterioro alcohólico.

Bromocriptina. También ha sido ensayada con resultados favorables.

Homotuarina. Agonista del GABA

Recursos especializados en el tratamiento del Alcohólico y Otros Toxicómanos

Recursos Aversivos

Son aquellos que se orientan a lograr que la presencia, el olor, y el sabor de las bebidas alcohólicas produzcan
repugnancia. Se basan en el mismo principio de los reflejos condicionados (cuando ocurren al mismo tiempo
un estímulo que produce salivación – como un alimento sabroso – y otro que no tiene esa acción
originalmente, al cabo de un tiempo este segundo estímulo es capaz de determinar salivación), así ocurre con
el niño a quién "se le hace agua la boca" cuando escucha que se destapa la lata donde su madre guarda los
bizcochos que le ofrece.

Este es el mecanismo que se aprecia cuando una persona bajo los efectos de un vomitivo como la ipecacuana,
se pone en contacto con las bebidas alcohólicas oliéndolas y bebiéndolas. Al cabo de un tiempo adecuado, la
sola presencia de las bebidas producirá una gran repugnancia.

Otro tanto ocurre al utilizar el estímulo eléctrico doloroso [100] cuando el sujeto huele o bebe alcohol, técnica
que recomiendan en algunos países desarrollados, o cuando se hacen las pruebas de ingestión de alcohol
después de haber tomado disulfiram, un medicamento que determina la acumulación de acetaldehído (un
derivado del alcohol), que provoca malestares muy desagradables. El disulfiram puede usarse también con el
propósito de apoyar la decisión de no beber por parte del paciente, de manera que cuando se enfrente a las
invitaciones sabrá que la ingestión de bebidas alcohólicas le producirá efectos muy desagradables.
En el último lustro se han incorporado dos medicamentos orientados a reducir la apetencia (craving)
alcohólica ellos son la naltrexona – antagonista opiáceo de resultados muy valiosos en la adicción a
derivados del opio [101] y el acamprosate profusamente utilizado en Francia en el seguimiento de los
alcohólicos luego de lograr la abstinencia [102]. El primero se maneja en dosis de 50 mg. diarios y el segundo
de 3 a 6 tabletas de 333 mg. diariamente.

Recursos psicoterapéuticos

Son aquellos cuya acción terapéutica se produce por via de las funciones psíquicas del paciente, es decir
mediante conversaciones y experiencias orientadas a hacerle comprender los grandes peligros de su hábito
tóxico y la significación de tomar una decisión firme para su eliminación definitiva. Por medio de este
método que se desarrolla en forma individual y de grupo (esta última forma es reconocida mundialmente
como la más efectiva en estos pacientes), el alcohólico es "equipado" con recursos personales que le permiten
vencer en la guerra que sólo tiene dos alternativas: Alejarse definitivamente del tóxico o asfixiarse en sus
redes.

El Juramento y la Tarjeta de Concientización - que abordaremos en el tratamiento de ”las otras drogas” son
también recursos de alto valor. Asimismo han resultado my efectivos los Grupos Institucionales
Antialcohólicos creados en San Luis Argentina por el Profesor Jorge Pellegrini, basados en la utilización de
multiplicadores comunitarios tutoreados, entrenados y guiados por el equipo de salud mental [103][104]

Finalmente debemos comentar que a iniciativa de uno de nuestros residentes el Dr. Jesús Amador, desde hace
dos años iniciamos en nuestro servicio un método que pretende desarrollar la espiritualidad de nuestros
pacientes toxicómanos y es la lectura, en las reuniones matutinas de un pensamiento de nuestro Héroe
Nacional José Martí, pensamiento del que parten reflexiones que los pacientes acerca de su significación
general y también particular en el campo de las toxicomanías.

La Significación de los Recursos Psicoterapéuticos en las Diferentes Modalidades de Toxicomanías según su


Patogenia

Considerada la psicoterapia como el método terapéutico basado en la utilización de recursos que actúen por
vía psicológica sobre una o más personas con el propósito de promover o restablecer su adaptación creadora
al medio, insistiremos que en el caso que nos ocupa el obstáculo fundamental sería la instalación de la
adicción en sujetos hasta entonces psíquicamente dentro de límites normales, o la aparición de la toxicomanía
como consecuencia de alguna afección psíquica precedente que jugaría un papel de primer rango en la
patogenia de la drogadicción. Se perfilan así las toxicomanías primarias y las secundarias o sintomáticas, las
primeras tributarias de un planeamiento psicoterapéutico donde lo esencial será lograr la abstinencia y superar
las dificultades interpersonales consecutivas a la toxicomanía y la segunda con objetivos más complejos ya
que implican la atención de la afección subyacente, generalmente trastornos de personalidad, trastornos
neuróticos o afecciones de base orgánica, prenatal, perinatal o postnatal.
Cualquiera que fuese el tipo de toxicomanía y los mecanismos patogénicos predominantes consideramos que
para el planeamiento psicoterapéutico orientado al rescate del paciente de las redes de la trágica afección la
estrategia idónea se basará en la fundamentación filosófica del terapeuta (cualquiera que esta sea) y en la
corriente teórica que sea de su elección, pero en lo referente a la elección de recursos a utilizar como táctica
de ayuda, este debe ser totalmente ecléctico, con un enfoque similar al seguido por los terapeutas de familia
que en nuestra apreciación fueron los primeros en integrar armónicamente en su método psicoterapéutico,
todos los recursos aportados durante el desarrollo de este proceder, sin rechazar recurso alguno debido a su
fundamento filosófico, marco teórico o escuela de procedencia.

Con estos criterios describiremos muy en síntesis las cinco grandes corrientes psicoterapéuticas según su
fundamentación teórica y objetivos. Utilizaremos para ello la sistemática de Karazu con algunas
modificaciones.

Métodos psicoterapeúticos basados en :

A. La exploración del inconsciente con el psicoanálisis como modelo


B. Los resultados de la experimentación psicológica, cuyo prototipo es la terapia y
modificación de conducta
B. El efecto de la palabra con la psicoterapia racional como paradigma
C. La exploración, expresión e intercambio vivencial con el daseinanálisis como técnica más relevante
D. El análisis de la comunicación con la psicoterapia sistémica como pauta

En nuestro criterio, los recursos más aplicables en la atención del alcohólico según su procedencia de los
métodos referidos son:
Exploración del inconsciente

Pese a que clásicamente se ha excluido a los toxicómanos de la exploración psicoanalítica ortodoxa por la
necesidad de aumentar la participación directiva del terapeuta, existen actualmente técnicas orientadas en tal
sentido donde la psicoterapia breve de Sifneos ocupa un lugar destacado. De todas formas, algunos recursos
como la confrontación, la interpretación, la clarificación, la catarsis y la valoración biográfica son de
utilización muy frecuentes, en tanto que otros como el análisis de la transferencia se utiliza ocasionalmente.

B. Resultados de la experimentación psicológica

De esta escuela se derivan en nuestro criterio los más significativos recursos utilizados actualmente en el
tratamiento de las toxicomanías, aunque los mismos deben necesariamente considerarse solamente como
elementos integrantes de un programa psicoterapéutico más amplio. Con esta concepción hemos utilizado
exitosamente recursos como el token economy orientado en esencia a estimular la participación de los
pacientes en las diferentes actividades programadas en el seno de una comunidad terapéutica.

También consideramos valiosos los recursos aversivos basados en reforzadores cardiovasculares (disulfiram),
digestivos (emetina, apomorfina), somato – sensoriales (estímulo eléctrico), orientados indistintamente a
lograr aprendizajes condicionados o instrumentales. Asimismo se utiliza la gratificación y sanción con énfasis
en la primera, la inducción recíproca, el modelaje, el moldeamiento y los recursos aversivos, así como las
escenificaciones donde se trasmitan “tácticas” para rechazar cortésmente las frecuentes invitaciones.

C. Efecto de la palabra

La psicoterapia racional basada en esencia en la persuasión, la información, la sugestión y la exteriorización


de intereses, constituye en nuestro criterio una de las técnicas más valiosas, asimismo consideramos también
de utilidad los ejercicios de nivel inferior del método Schultz a los que se añaden frases autosugestivas como:
“El alcohol es mi principal enemigo y por eso debo rechazarlo...”
La terapia de actitudes y la hipnosis son también en nuestro criterio recursos valiosos y recomendamos la
primera específicamente en los alcohólicos evasivos y la segunda en casos de pacientes con alta
sugestibilidad, orientándola a lograr sugestiones poshipnóticas de rechazo mediante el énfasis en la
vinculación del tóxico a situaciones desagradables. El apoyo, la orientación, la exhortación, la guía de acción
y la biblioterapia son también recursos muy valiosos.

D. Exploración, exteriorización e intercambio vivencial

En su variante existencial o humanista con significativos matices inherentes a la fundamentación filosófica


del terapeuta en la relación con el paciente alcohólico se produce necesariamente la ósmosis bienechora de
que habló Biswanger y se manejan situaciones con la proyección de aquí y ahora, por otra parte como
decíamos antes, es conveniente explorar el significado del “ser un alcohólico” . Consideramos también como
aportes de esta escuela la recomendación de ponerse en lugar del enfermo, sentir como él y disponerse a
ayudarlo, así como el proponer la utilización de recursos inspirativos y el destacar los aspectos positivos en la
conducta del paciente con lo que en definitiva no hacemos otra cosa que aplicar el principio Pigmalión de
tanta efectividad psicoterapéutica precisamente por contraponerse a la habitual actitud de los familiares,
amigos y médicos no especializados con que se relaciona el alcohólico, ya que éstos en algún grado reflejan
su errónea apreciación de que éste es un vicioso.

En nuestro criterio esta situación es una de las razones por la que el alcohólico se siente solamente bien en su
grupo de homólogos y no en otras relaciones. Finalmente, pensamos que otros recursos de esta línea
psicoterapéutica como los somatosensoriales y los meditativos pueden también resultar de utilidad.

E. Análisis de la comunicación

Los aportes de esta escuela son de nuestro criterio de primer orden cuando afrontamos el imprescindible
abordaje familiar del alcohólico, quien frecuentemente deviene chivo expiatorio en su grupo hogareño. En
esta corriente que presenta algunos puntos de contacto con las cognitivas conductuales incluimos nosotros, el
análisis transaccional Berne y los aportes de Bateson y Haley. En la terapia del alcohólico es importante
proponerse el lograr lo que esta escuela denomina “el segundo salto” reflejado en la situación del alcohólico,
porque éste no sólo deje de beber, sino que logre también nuevos sistemas de interacciones. No coincidimos
con esta línea, sin embargo en lo relativo al planteamiento de que mediante el cambio del guión original de la
vida trazada por el paciente, puede lograrse que éste se convierta en “bebedor controlado” como plantean
Berne y Steiner. A los médicos interesados en profundizar en este campo recomendamos la lectura del
manual “Psicoterapia de Alcohólicos y otros Toxicómanos”. Solo expondremos en forma muy sintética y a
manera de esquema conceptual algunos de los más relevantes recursos a seleccionar por el generalista de
acuerdo con su motivación, actitudes, entrenamiento y disponibilidad de tiempo en su praxis cotidiana.

De dicho manual tomamos el resumen conceptual de los diferentes recursos aportados por cada corriente
mencionada y veremos en una escala del 1 al 5 donde el 5 es la máxima calificación, la utilidad de cada
recurso según nuestra apreciación en las diferentes modalidades patogénicas de las toxicomanías.

RESUMEN CONCEPTUAL DE LOS RECURSOS APORTADOS POR LOS DIFERENTES METODOS


PSICOTERAPEUTICOS

Significado de los recursos psicoterapéuticos según modalidad patogenética de la toxicomanía. Escala


ascendente de 1 a 5

Modalidad patogenética
Recursos según
fundamentacíon teórica Sociocultural Hedónica Asertiva Evasiva Sintomática

A. Exploración del inconsciente


1. Catarsis (salida o descarga 1 1 4 5 5
con énfasis ideativo)
2. Abreación (salida o 1 1 4 5 5
descarga afectivo – conativa)

3. Confrontación 5 5 5 5 5
(focalización del problema)

4. Clarificación 4 5 5 5 5
(subrayado en lo esencial)

5. Interpretación (el por qué 1 5 5 5 5


dinámico)

6. Experiencia Emocional . 1 3 5 5 5
correctiva (no es como
siempre pensé y sentí)

7. Análisis de transferencia 1 4 4 5 5
(valorar relaciones originales
desplazadas)

8. Working Through (El 2 3 5 5 5


proceso terapéutico fuera de
las sesiones)

9. valoración biográfica 2 3 5 5 5
(que ocurrió antes)

10. Interpretación de sueños 1 1 3 5 5


(de lo manifiesto y lo
latente)

B. Efecto de la palabra
11. Apoyo (seguridad 3 3 5 5 5
apuntalada por el terapeuta)

12. Información (transmisión 5 5 5 5 5


de conocimientos necesarios)

13.Guía de acción (conducta 2 3 4 4 5


dirigida por el terapeuta que
“toma el mando”)

14. Sugestión (influencia que 3 3 5 3 3


viola el razonamiento)

15. Autosugestión (efecto por 4 4 5 4 4


autoreiteración en
concentración)

16. Persuasión 5 5 5 5 5
(argumentación para
convencer)
17. Exploración causal 2 3 5 5 5
(exploración de primeros
mecanismos)

18. Análisis de actitudes 3 5 5 5 5


(por qué reacciona así y no de
otra forma)

19. Manejo de convivientes 3 4 4 4 4


(cambio de actitudes en
familiares)

20. Relajación (ansiolisis por 5 5 5 5 5


retroalimentación y
competencia inducida)

21. Inhibición recíproca 3 4 5 5 5


interpersonal (competencia,
inhibición - excitación por
palabras y gestos del
terapeuta)

22. Exteriorización de 4 5 5 5 5
intereses (exploración y guía
motivacional)

23. Biblioterapia (influencia 3 4 4 4 4


mediante lecturas orientadas)

24. Exhortación (guía de 3 4 5 4 4


acción por sugestión directa)

C. Experimentación psicológica
25. Modificación del medio 3 3 3 4 5
(eliminación de tensiones
ambientales)

26. Clarificación de patrones 3 5 5 5 5


inadaptativos (diagnóstico e
información de las conductas
desajustadas)

27. Modificación cognitiva 5 5 5 5 5


(modificación de esquemas
cognitivos errados)

28. Recompensa y sanción 5 5 5 5 5


(aprendizaje instrumental
planificado)

29. Condicionamiento 5 5 3 3 2
aversivo clásico (aprendizaje
condicionado planificado)
30. Condicionamiento 5 5 3 3 2
operante (reforzamiento o
inhibición de conductas)

31. Modelaje (ejemplificación 3 3 5 4 4


de comportamiento a imitar)

32. Moldeamiento (refuerzos 3 3 5 5 4


progresivos para ajustar
conducta)

33. Ensayo de papeles 3 3 5 3 3


(moldeamiento o clarificación
por actuación)

34. Autorrelajación (ansiolisis 5 5 5 5 5


por competición
autoinducida)

35. Inducción recíproca 3 3 5 4 5


contextual (competencia con
estímulos ambientales)

36. Desensibilización 2 2 3 3 3
sistemática (aproximación y
relajación)

37. Implosión (extinción por 1 2 3 3 3


exposición mantenida sin
evitación)

38. Detención del 1 2 2 3 3


pensamiento (interrupción
inducida de ideas)

39. Contrato de contingencias 3 3 4 5 5


(convenio interpersonal)

40. Token Economy 5 5 5 4 5


(reforzamiento mediado de
conductas)

41. Juramento 5 4 5 5 3
(compromiso y refuerzo
cognitivo)

42. Control cubierto 5 5 5 5 5


(clarificación motivacional)

43. Sensibilización cubierta 5 5 4 4 3


(competencia, acercamiento -
aversión imaginativa)
44. Respuestas cubiertas por 5 5 5 5 3
sustitución (oferta y ejecución
alternativa)

D. Compresión, expresión e intercambio vivencial


45. Intercambio de 4 5 5 5 4
experiencias (ósmosis
bienechora)

46. Exteriorización de 4 3 4 5 3
intereses (guía motivacional
inspirativa)

47. Guía de acción (conducta 3 3 5 5 3


dirigida con recursos
inspirativos

48. Inspiración (nuevos 4 4 5 5 5


enfoques optimistas
transmitidos)

49. Definición de metas 4 5 5 5 4


(solución del vacío
existencial)

50. Lecturas inspirativas 4 4 5 5 4


(inspiración mediada por
lecturas)

51. Dramatización 3 3 5 5 4
(introspección y catarsis
vivencial por actuación)

52. Cine debate 3 3 5 5 3


(dramatización filmada y
debatida)

53. Meditación 1 1 3 3 3
(introspección hipnoide)

54. Fantasía dirigida (vía 1 1 2 2 2


regia existencial)

55. Abreación inducida 1 1 3 3 3


(exteriorización guiada de
conflictos)

56. Ensayos asertivos 2 2 5 3 3


(ejercitación de nuevas
conductas de reafirmación)

57. Orientación paradojal 1 1 1 1 2


(inversión de acciones contra
el síntoma)

E. Análisis de la comunicación y concepción sistémica


58. Prescripción de síntomas 3 4 4 4 4
(control de conductas al
simularlas)

59. Identificación de 2 4 4 5 5
paradojas (diagnóstico y
discusión de mensajes
contradictorios)

60. Delimitación de jerarquías 1 2 2 3 3


(corrección de papeles según
autoridad)

61. Identificación de alianza 2 3 4 4 4


(detección de uniones por el
poder)

62. Ensayo de metas 2 4 4 5 5


alternativas (valoración
escenificada de otras
conductas)

63. Interacción guiada 2 4 4 5 5


(solución dirigida de errores
comunicacionales)

64. Moldeado familiar 2 4 4 5 5


(corrección escenificada de
conflictos)

RECURSOS SOCIALES

En esta categoría incluiremos la comunidad terapéutica, la terapia ocupacional, las gestiones familiares y
laborales desarrolladas en el nivel intra o extrainstitucional. Y finalmente, las organizaciones de apoyo
integradas por alcohólicos rehabilitados o sus familiares así como las organizaciones de masas y
comunitarias.

La comunidad terapéutica

Que en nuestro criterio no es mas que el fruto de la aplicación institucional de principios sociales,
psicoterapéuticos y administrativos orientados a lograr la estructuración intramuros de un micromedio donde
se aprovechen al máximo las potencialidades terapéuticas y rehabilitatorias de los recursos materiales y
humanos disponibles, garantiza, a nuestro modo de ver, las relaciones de ayuda en los niveles técnico y no
técnico necesarias para lograr la progresión del proceso terapéutico y la incorporación de nuevos modelos de
interacción al modificar en forma substancial el status y roles del enfermo.

Por otra parte, viabiliza constantes experiencias emocionales correctivas y vivencias en espejo que
condicionan el incremento de la crítica, permite la gratificación dirigida a las conductas deseables con el
consecuente reentrenamiento de hábitos, y evidenciar al enfermo en la practica, que es capaz de adaptarse
creadoramente a un medio que en mucho reproduce las condiciones ambientales habituales.
La Terapia Ocupacional

En nuestro medio, el termino terapia ocupacional abarca la ergoterapia y la terapia por el deporte, , el arte, la
recreación y la educación especializada y consideramos que la misma juega un papel de primer orden en el
desarrollo de las potencialidades adaptativas del enfermo y en el moldeamiento de un nuevo estilo de vida, ya
que estas actividades se programan con criterio de continuidad después del egreso.

Este recurso terapéutico social debe orientarse a superar precisamente las serias dificultades del paciente en la
organización de su tiempo libre, el aprovechamiento de su tiempo laboral y la eliminación del síndrome de
areactividad emocional o síndrome amotivacional presente
en toxicómanos de evolución prolongada.

Como recurso auxiliar, nosotros hemos obtenido buenos resultados con la aplicación de una variante de la
economía por fichas (Token Economy) orientada a estimular la participación de los pacientes en las
actividades comunitarias.

También resulta muy conveniente el establecimiento de un programa concreto de actividades que destaque en
cada día de la semana las opciones para ocupar el tiempo libre.

Las Gestiones de Trabajo Social

Muchas veces la rehabilitación de un toxicómano dependerá de la solución de una problemática laboral o del
logro de un cambio de actitudes familiares y ambas gestiones habitualmente se desarrollan tanto en el ámbito
institucional como mediante visitas al terreno resultando los mas frecuente, la imbricación de ambas
variantes.

La escuela de familiares

Constituye habitualmente el eslabón de enlace entre psicoterapia familiar y las organizaciones de ayuda a
familiares de rehabilitados .Este es en el caso del paciente institucionalizado el paso previo para continuar su
atención en asociaciones de ayuda mutua a familiares de pacientes.

Un médico generalista que trabaje en una comunidad puede desarrollar grupos didácticos con familiares de
toxicómanos con resultados que seguramente superaran sus expectativas más optimistas.

Las Asociaciones de Alcohólicos y otros Toxicómanos

Estos grupos, desarrollados con diferentes fundamentaciones teóricas , dan continuidad a la gestión
institucional en las primeras etapas y permiten el aprovechamiento extramuros.

De los vínculos positivos establecidos entre personas que afrontan una problemática de salud común, ya sea
en el rol de pacientes, o como de familiares de estos la más antigua y conocida es Alcohólicos Anónimos que
fue fundada por dos pacientes alcohólicos rehabilitados en l935 en Ohio U.S.A.

A partir de la experiencia de Alcohólicos Anónimos surgieron asociaciones de esposas de alcohólicos y que


agrupan también otros familiares y cuya denominación es Al – Anon. y finalmente, una integrada por hijos de
alcohólicos llamada Al - Ateen.

Esta organización, de reconocido prestigio internacional y valiosa utilidad terapéutica, presenta según nuestro
criterio cierta limitación de sus potencialidades al excluir las orientaciones profesionales y técnicas con el
propósito de no afectar su autonomía, pese a lo cual constituyen un recurso trascendente para muchos
pacientes.
Otra proyeccion es la de Alcohólicos Rehabilitados de Valencia (AVEX) fundados por Emilio Bogani y
también los grupos Institucionales Antialcohólicos de Jorge Pellegrini que han sido también altamente
exitosos.

Un Mensaje Final de Alerta a la Población Sana

Permítaseme la referencia de una experiencia personal que seguramente desempeñó algún papel en la
decisión de dedicar los últimos años de mi vida profesional a la lucha contra el alcohol y otras drogas:
Si muchos años atrás alguien hubiese preguntado en nuestro preuniversitario provincial quién era el
adolescente de mejores condiciones integrales, las respuestas hubiesen señalado unánimemente a un joven
estudioso, inteligente, solidario, carismático, desprendido, deportista, revolucionario, valiente y de gran suerte
con las muchachas. Era realmente el líder de nuestro centro docente. Las diferentes carreras universitarias
elegidas determinaron que por muchos años supiésemos solamente de él que había terminado sus estudios,
que participó en forma destacada en nuestra rebelión armada y que después había desempeñado actividades
de responsabilidad.

Veinte años más tarde, mientras esperaba recibir servicios en una gasolinera, se acercó un hombre mayor,
muy descuidado en su presencia y aseo, al que sólo reconocí cuando me llamó por el nombre que utilizaban
mis compañeros de bachillerato, el objetivo del encuentro fue: "Richard, tienes una peseta que te sobre".

Durante los tres ingresos que tuvo en nuestro servicio de alcoholismo, presionado por su familia, se hizo
evidente que el factor determinante de su toxicomanía fue el sociocultural, al establecer un estilo de vida que
lo llevaba a beber frecuentemente con sus muchas amistades. Después .... y como consecuencia de su propio
alcoholismo, ocurrieron experiencias dolorosas en su familia y su trabajo, y se estableció lo que nosotros
llamamos un mecanismo evasivo secundario, en el que se bebe pretendiendo olvidar lo que el propio
alcoholismo ha determinado. La última información familiar que recibimos fue que seguía igual o peor, pese
a que había tenido todo el apoyo imaginable por diferentes instituciones médicas y no médicas.

Desde entonces, para mi no existe duda alguna acerca de que el riesgo de las toxicomanías existe para todos.

IMPORTANCIA DEL ALCOHOL COMO DROGA PORTERA

Introducción

Las primeras imágenes que acuden a nuestra mente cuando escuchamos el termino droga son generalmente
las relacionadas con las sustancias ilegales, y de esa forma expresamos, en algún grado, nuestra subvaloración
de otras dos categorías representadas por las drogas de prescripción medica y las drogas legales, ambas
también de notable significación humana por su similar potencialidad patógena y mucho mayor accesibilidad.

Los diagnósticos, drogadicciones, toxicomanías, fármaco - dependencias, abusos de substancias,


farmacofilias, o más modernamente desordenes relacionados con substancias o trastornos mentales y del
comportamiento debidos al consumo de substancias psicotropas, designan como sinónimos, al estilo de vida
donde el consumo irresponsable de las drogas, cualquiera que sea la categoría, constituye la esencia, y su
relevancia como problema de salud es tal, que en algunos países desarrollados supera en frecuencia y alcanza
en mortalidad a las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, sobre todo si tomamos en cuenta su
importante papel en el origen de dichas afecciones. Su trascendencia actual y desafortunadas perspectivas
inmediatas lo sitúan junto a las guerras y las hambrunas, entre los tres grandes flagelos de la humanidad al
concluir el presente milenio y como el principal problema de salud en muchos países del primer mundo.

Cálculos recientes plantean que en Estados Unidos de América se consumen anualmente 623 mil millones de
cigarrillos, 200 mil millones de tazas de café, 50 mil millones de tabletas psicoactivas y 50 mil millones de
tragos de bebidas espirituosas (que no incluyen la cerveza y el vino. [22]

Se estima que en dicho país existen 55 millones de ciudadanos adictos a la nicotina, 66 millones de personas
que alguna vez han consumido marihuana, 27 millones lo han hecho con la cocaína y cerca de 1 millón son
adictos a la heroína. Alrededor de 15 millones presentan dependencia alcohólica, afección cuya expectativa
de vida afecta a uno de cada ocho nacimientos [105],la mitad de las camas hospitalarias se ocupan por
afecciones relacionadas con las drogas, y todos los años nacen en dicho país 350 mil niños bajo la influencia
de las mismas [53] de los que aproximadamente la mitad presentará algún tipo de daño, y la cuarta parte,
consecuencias irreversibles expresadas por malformaciones corporales, retraso mental, o trastornos incluibles
en el nuevo concepto de teratogenia conductual.

La trascendencia económica actual del consumo de estas substancias, alcanza en dicho país los 200 mil
millones de dólares anualmente, cifra unas cinco veces mayor que la determinada por la esquizofrenia. Estos
datos, que palidecen comparativamente ante los sufrimientos experimentados por decenas de millones de
personas en el rol de cónyuges, hijos, padres y hermanos, pueden constatarse con igual y hasta mayor
magnitud proporcional en otros países industrializados o del tercer mundo. [106]

Pocos de nosotros podríamos imaginar, antes de conocer estas realidades estadísticas, que dentro de la
espeluznante cifra referida, el 50% resulta determinado por la más subvalorada de las drogas, el alcohol. Es
decir, que el consumo irresponsable del mismo en el amplio espectro que abarca desde la ingestión antes de
conducir un vehículo, hasta la invalidez social implícita en padecer un alcoholismo crónico, presenta para los
Estados Unidos de América 100 mil millones de dólares en un sólo año, cifra similar a la determinada por la
suma de todas las restantes drogas conocidas hasta hoy y suficiente, repelimos, para resolver las necesidades
de vivienda de todas villas miserias de América Latina. [107]

Concepto

Para los expertos en la materia, el alcoholismo resulta la más trascendente y difundida de las toxicomanías y
dicha categoría no es solamente conferida por la condición del alcohol y el alcoholismo como droga y
drogadicción modelos, sino también por su carácter de droga y drogadicción porteras, término que expresa
metafóricamente su acción facilitadora del consumo de otras sustancias de tipo médico e ilegales. [108]

En esta categoría de porteras se incluye también el tabaco, pero aunque el consumo de ambas drogas
determina una actividad de aceptación pasiva pese al conocimiento de sus efectos nocivos, salta a la vista que
esta última produce sobre todo daños corporales y pese a ser de gran relevancia por determinar el mayor
número de muertes evitables en el ámbito médico, a diferencia de la droga que nos ocupa, no afecta en su
consumo habitual la conciencia, por lo que sus efectos sociales resultan mucho menos conflictivos.

Mecanismos porteros

Creemos, por tanto oportuno, valorar en forma sintética los mecanismos que explican su condición de droga
portera.

1. En el nivel histoquímico, estudios recientes parecen demostrar que existen aspectos comunes en la acción
de diferentes drogas sobre los canales de calcio, los neurotransmisores, los neuromoduladores y los
centros límbicos de gratificación y alerta. La necesidad biológica de la sustancia adictiva no es por tanto
tan selectiva como se pensaba.

Evidencia de ello es el efecto de la acupuntura (al elevar las endorfinas), de las benzodiacepinas y de los
antagonistas de los opiáceos del tipo Naltrexona en la abstinencia y deseo imperioso de los alcohólicos,
así como la tolerancia cruzada del alcohol como hipnóticos y sedantes. Por inferencia elemental, esta
necesidad indiscriminada puede explicar que exista comprobación estadística del riesgo cruzado de
consumo entre el alcohol, tabaco, café y drogas ilegales en la población general, es decir, que el consumo
de una, facilita el consumo de otras.

2. En el nivel neurofisiopsicológico, destacaremos que el consumo abusivo de alcohol lleva al sujeto a


utilizar como "estilo funcional", el nivel subcortial instintivo afectivo similar al de los animales, que
además de oponerse al comportamiento racional humano, expresa sus necesidades en forma no selectiva
y cualquier substancia que conduzca a dicho funcionamiento regresivo será rápidamente aceptada. En
lenguaje freudiano, el ello (los instintos) se fortalecería cada vez más, con la consecuente búsqueda de
placer y el super yo (los valores morales) se vería cada vez más debilitado.

3. Psicológicamente la droga portera determina una actitud de tolerancia ante el consumo de substancias
con alto riesgo de dañar la salud en sus aspectos físicos, psíquicos y sociales.

4. Determina asimismo una postura de aceptación pasiva del efecto esclavizante de cualquier substancia.

5. Establece por mecanismos de aprendizaje, la tendencia a buscar la desinhibición o la embriaguez y abre


así respectivamente la puerta a otras drogas estimulantes y depresoras.

6. Introduce el consumo de otras substancias, tanto para "cortar" el efecto de embriaguez como para
reforzar los efectos desinhibidores (su modelo es la cocaína).

7. Determina consecuencias familiares, laborales y sociales que posteriormente "tratan de olvidarse" con la
utilización de "substancias más estimulantes" y se establece así lo que nosotros llamamos evasión
secundaria.

8. Conduce a la reducción progresiva de valores morales con la consecuente marginación y vínculos


interpersonales con politoxicómanos.

9. Este deterioro social implica una actitud cada vez más irresponsable y el establecimiento de una postura
derrotista basada en el criterio de que "ya nada puede ser peor" (incluido el consumo de drogas ilegales).

10. Su consumo social generalizado lleva al desarrollo comunitario de una actitud de tolerancia
incondicionada donde se acepta tanto el consumo en situaciones no adecuadas, como el estado de
embriaguez por alcohol y posteriormente también por otras substancias. Esta peligrosísima indulgencia
ante el consumo de drogas se hace cada vez más evidente en las producciones cinematográficas de
muchos países desarrollados del primero y tercer mundos. [91][92]

Recientemente concluimos un estudio donde comparamos un grupo de toxicómanos no alcohólico cubanos,


con otro de pacientes de países vecinos y apreciamos que existen mecanismos facilitadores muy parecidos,
pese a las especifícidades etnosocioculturales en los grupos explorados. Las únicas diferencias relevantes
estaban en el muy limitado acceso a las drogas ilegales y la ausencia del patrón de "abuso de substancias" en
el estilo de vida de nuestro pueblo, lo que en gran parte explica las actuales diferencias garrafales en cuanto a
prevalencia de estas afecciones en Cuba y otros países de la región. Debemos resaltar, sin embargo, que las
medidas económicas imprescindibles tomadas para superar el período especial con el consecuente desarrollo
intensivo del turismo y la legalización del dólar, hacen esperar que en breve tiempo Cuba comience a ser una
plaza de interés para el narcotráfico internacional. [109]

Para seguir las históricas proyecciones profilácticas de nuestro Ministerio de Salud Pública, creemos
oportuno reforzar desde ahora nuestras potencialidades para la prevención del consumo de drogas ilegales,
desarrollar cada vez más nuestros controles sobre las substancias adictivas legales y de prescripción médica e
incorporar conocimientos, actitudes y habilidades para el tratamiento de los que desgraciadamente sean
afectados por este flagelo mundial que recibirá el próximo milenio como el problema de salud más relevante
de la humanidad. [110]

Conocidas las estrechas relaciones del alcohol con las drogas ilegales a quienes "abre la puerta", estamos
en condiciones de abordar dicho grupo de substancias y trasladar a ellas muchos de los aspectos tratados
en párrafos anteriores.

Permítasenos, por ello abordarlas en forma más sintética con la pretensión de resaltar sus características
esenciales y posteriormente referirnos a los efectos nocivos sobre la salud en su aspecto corporal.
SECCION IV

LAS DROGAS ILEGALES

MARIHUANA

Introducción

A. M. fue un paciente de un país vecino, que ingresó en nuestro servicio de rehabilitación luego de 5 años de
recibir atención de la mejor calificación – según nuestro criterio – en dos servicios norteamericanos y tres
servicios psiquiátricos de su país. El diagnóstico al ingreso, ocurrido cuando contaba sólo 21 años, fue de
Esquizofrenia hebefreno – paranoide de curso continuo.

Pese a los esfuerzos desarrollados en las instituciones señaladas y los recursos utilizados durante tres años de
atención intensiva en nuestro centro, los resultados fueron realmente frustrantes, hasta el punto de que hoy
desgraciadamente lleva ocho años en un hospital terminal de su país, sin muchas esperanzas de que, pese a
los avances científicos, pueda lograrse su reincorporación a la sociedad.

En este paciente, como en muchos otros procedentes de distintos países latinoamericanos y del Caribe,
constatamos en la práctica el efecto de la marihuana como desencadenante de otras perturbaciones mentales
con pronóstico generalmente peor que el de otros que no cuentan con ese factor precipitante.

Su cuadro se había instalado cuando contaba 16 años, justamente el día en que consumió marihuana por
primera vez mientras cursaba estudios en Boston.

Características generales

La marihuana, cuya denominación botánica es Cannabis sativa, es una planta originaria de Asia que fue
inicialmente utilizada como fibra textil y sus semillas como alimentos de pájaros [111]. El conocimiento de
sus acciones sobre el sistema nervioso son conocidas desde miles de años atrás y su debatida fama de ser una
"droga blanda" ha sido actualmente refutada al demostrarse sus efectos nocivos sobre la salud en aspectos tan
relevantes como la reducción del nivel de hormonas masculinas en la sangre, la deformación e inmovilidad de
los espermatozoides, y la reducción del nivel inmunológico, sin contar los daños psíquicos y sociales. [112]

Su consumo se produce en diferentes formas y vías de administración con mayor o menor grado de
concentración de su principio activo que es el tetrahidrocanabinol, dependiente en su concentración, del tipo
de planta, parte de la planta utilizada y forma de comercialización, surgen así las denominaciones de Bhang,
Ganja, Hashish (resina), y aceite. [113]

Efectos dañinos

En nuestra experiencia clínica hemos ratificado en primer lugar, el desencadenamiento de enfermedades


mentales muy graves [114], la producción de bronquitis y cáncer del pulmón en proporción muchas veces
mayor que la determinada por el tabaco [115], la afectación de la vida sexual y capacidades reproductivas no
sólo por el desinterés, sino también por la reducción del nivel hormonal [116][117] y movilidad de los
espermatozoides [118]. El efecto más frecuente y socialmente más costoso, es el llamado síndrome arreactivo
afectivo, o síndrome amotivacional, expresado por una notable falta de interés ante todo, similar a la que se
ve en formas severas de esquizofrenia. Este síndrome amotivacional es realmente común a todas las
drogas.[119][120]

Otra acción, común con otras drogas que afectan la conciencia, es la desinhibición de comportamientos
sexuales ajenos a la orientación habitual del sujeto con la expresión de conductas homosexuales. Los efectos
sobre la descendencia en madres adictas son catastróficos y se expresan por prematuridad, malformaciones
corporales y conductuales. [121][122]
Finalmente se ha demostrado científicamente que los efectos sobre las nauseas determinadas por algunos
medicamentos antitumorales son sensiblemente menores que los logrados con la propantelina, un fármaco de
uso común en afecciones digestivas y que la marihuana antes considerada como "droga blanda" puede causar
muertes por trastorno del ritmo cardíaco. [123]

COCAINA

Introducción

Esta droga es derivada de un arbusto llamado Eritroxilón coca, propio de las zonas elevadas en países
andinos. Su principio activo: la Benzoil – metil - ecgónina, fue descubierto en 1859. Comenzó a utilizarse en
la década de los 60 en los Estados Unidos de América como "droga recreacional" y en menos de 20 años, al
conocerse sus terribles efectos se convirtió en el "demonio con cara de ángel" por considerarse actualmente
como una de las drogas más mortíferas y esclavizantes. [124][125]

Características Generales

Sus presentaciones más frecuentes en el narcoexpendio son en forma de nieve (clorhidrato), en forma de
pasta (sulfato) o en forma de base libre (llamada crack debido al sonido que produce cuando se incinera).
[126][127]

Efectos Dañinos

Lass múltiples vías de administración facilitan también sus grandes peligros y aunque sus efectos mortales
pueden producirse en todas las modalidades [128], son mas frecuentes en la utilización endovenosa ,
determinante de: endocarditis, abscesos cerebrales [129] y pulmonares, miocarditis [130], hepatitis SIDA
[131]. Una dolorosa complicación que acompaña a cualquier droga administrada en forma inyectable es la
ceguera definitiva. [132]

Veamos ahora un ex - paciente.


Juan, fue un joven de 23 años, procedente de una nación latinoamericana, quien vino a Cuba muchos años
atrás, luego de lograr su familia que la justicia de su país les ofreciera la alternativa del tratamiento
obligatorio. En las primeras entrevistas parecía que se trataba de un cocainómano por mecanismos
socioculturales, pero la reconstrucción de sus vivencias permitió valorar otros factores dinámicos. Era
descendiente de una prestigiosa familia cuyo apellido paterno estuvo a punto de pasar a segundo plano por la
ausencia, en su generación, de descendientes masculinos. Su llegada al mundo fue, por tanto, acogida con
notable satisfacción, pero también con grandes expectativas familiares que se reflejaron después en metas de
muy alta exigencia.

El joven, inteligente y carismático, mantuvo por algunos años la satisfacción de su familia, pero
desgraciadamente la presencia de una impidió que al comenzar su vida escolar respondiera a los grandes
planes para él trazados. La frustración de los padres y la consecuente exigencia ante el pobre rendimiento en
los estudios determinaron en aquellos una gran hostilidad por considerar erróneamente que había falta de
esfuerzo en nuestro paciente y en éste se instalaron notables sentimientos de inferioridad, reforzados por
reiteradas comparaciones que sus padres le hacían con sus brillantes hermanas.

Cuando Juan inicio el consumo de la droga con el fin de "experimentar", el mantenimiento y agravación de la
dislexia bajo los efectos del tóxico dejaban de ser motivo de preocupación y, a despecho del notable
empeoramiento de las relaciones familiares, sentía distorsionadamente que por primera vez aquellos
dejaban de mostrarse rechazantes. Pese a sus magnificas condiciones humanas subyacentes, Juan estuvo
temporalmente imposibilitado de encontrar otra solución a sus conflictos que la evasión, sin percatarse que la
vía utilizada con tal finalidad conducía a un callejón sin salida.
El encuentro de otras "salidas" para él y su familia garantizó el éxito del tratamiento. Hoy lo recuerdo como
alguien que mereció con creces derrotar la droga, como el mejor ejemplo de la vía evasiva en la
determinación de una toxicomanía y como un perdedor temporal que se convirtió en vencedor.

Veamos otros efectos dañinos de la cocaína y reiteramos que solo abordaremos los daños corporales (menos
conocidos que los psicológicos y sociales, que son mucho más trágicos).

Las muertes súbitas por consumo de cocaína, llamada también la droga de la muerte, pueden deberse a
cuadros de colapso similares al Síndrome Gris Neuroléptico [133} y también a hemorragias o trombosis
cerebrales [134], o a paros cardíacos [135]. Las llamadas sobredosis muchas veces no son más que las
consecuencias de dosis habituales o de consumir dosis que el sujeto toleraba antes de interrumpir por unos
meses el consumo. [136]

Como expresión del poco conocimiento de algunos productores de cine con relación al daño implícito en los
mensajes que pueden llegar a la juventud, un comediante muy famoso expresó en un film, que él tenía tres
agujeros nasales: Los dos naturales y el de la perforación del tabique por el uso de cocaína. ¿Es acaso el
problema de las drogas algo que pueda tomarse a broma?

DERIVADOS DEL OPIO

Introducción

El opio es un producto de acción narcótica que se extrae como resina de la vaina de la flor del Papaverum
somniferum una vez que se desprenden los pétalos. Su consumo está asociado a la antigua cultura asiática y
sus múltiples derivados purificados entre los que se cuentan la morfina, la heroína y otros; son objeto de
abuso en diferentes países del mundo. [136]

Características generales

Este es posiblemente el grupo de drogas donde se manifiesta con mayor intensidad la dependencia física,
debemos resaltar que a diferencia de la dependencia psíquica de otras drogas como la marihuana y la cocaína
en los opiáceos predominan las manifestaciones corporales de abstinencia ya sean éstas moderadas como el
llamado “pavo” (síndrome de abstinencia de menor severidad en los opiáceos), o más intensas como en el
denominado "mono" donde los fortísimos dolores musculares y abdominales, lagrimeos, bostezos continuos,
escalofríos, calambres, secreciones nasofaríngeas, lentificación del ritmo cardiaco, hipertensión, diarreas y
vómitos expresan la severidad de estos cuadros que llevan frecuentemente a la muerte en los casos que no
reciban ayuda especializada. A tiempo [137][138]

J.M. 21 años de edad, estudiante universitario, se encontraba en Cuba como turista, procede de un país
europeo y fue traído al Cuerpo de Guardia por presentar intensos dolores abdominales, diarreas, vómitos,
sudoración intensa y dolores en ambos miembros inferiores, escalofríos, y notable angustia. En la entrevista
refirió que en su país era un consumidor habitual de heroína por vía endovenosa y que calculó que en la
semana que estaría en nuestro medio no se presentaría la abstinencia.

Efectos Dañinos

El examen físico demostró a que se debía que según la familia "siempre usaba camisas de manga larga a pesar
del intenso calor del verano en su país". Se evidenciaron notables zonas ulcerosas en ambos antebrazos a así
como enrojecimiento en los trayectos venosos, y severos signos inflamatorios en el lugar de las inyecciones.

Existen países europeos donde el porciento de portadores del virus del SIDA entre los drogadictos a opiáceos
supera el 70 % y debido a sus diferentes vías de administración esta droga presenta todas las complicaciones
corporales (y psicosociales) descritas en los toxicómanos.
Algunos Medicamentos usados en las Adicciones al Opio

En muchos medios se utiliza el tratamiento con Metadona (un opiáceo sintético), que permite substituir al
opiáceo natural esclavizante y después reducir en forma gradual la dosis equivalente al inicio hasta eliminar la
necesidad de la droga [139]. Este tratamiento substitutivo en ocasiones no logra sus objetivos por entrar la
droga substituta (que es entregada a los pacientes), en el propio mercado de los expendedores. Ultimamente
se ha utilizado para sus efectos más prolongados el LAAM (Levo, Alfa, Acetil, Metadol)

La Clomidina (medicamento que es también antihipertensivo ha sido usado con éxito para el tratamiento de
los cuadros de abstinencia. [140]

En la atención a las toxicomanías por derivados del opio surgió un recurso farmacológico de alto valor
rehabilitatorio. Es un medicamento llamado "Naltrexone" que actúa como bloqueador de los efectos
narcóticos de estos tóxicos, de manera que cualquiera que sea la dosis utilizada, no se produce la respuesta
"esperada", lo que implica que un vez tomada la tableta se garantiza la inutilidad del consumo y la
consecuente abstención del mismo. [141]

Los indiscutibles resultados de la Naltrexona en el tratamiento de los adictos a los derivados del opio abrieron
una puerta de esperanza en busca de los bloqueadores a los efectos de otras drogas y las investigaciones se
orientan en ese sentido.
Algunos neurolépticos derivados Tioxanténicos fueron propuestos para el bloqueo de la acción de la cocaína,
pero los resultados no han sido concluyentes.

Ya en el campo de los psicofármacos utilizados como recursos sintomáticos y a veces con propósitos de
modificar mecanismos patogénicos en las adicciones propondremos pensar en la Carbamacepina, los
bloqueadores selectivos de la recaptación de serotonina, sobre todo la Fluvoxamina por su efecto
antiobsesivo. También bloqueadores de recaptación mixta de serotonina y norepinefrina como la Velanfoxina
y la mirtazapina , así como bloqueadores preferentes o selectivos de la recaptación de norepinefrina como la
Desipramina y la Maprotilina. Al médico interesado en estos aspectos le sugerimos revisar el manual
“Terapéutica Psiquiátrica Básica Actual”. [142]

Finalmente, el ansiolítico de elección en toxicómanos pudiera ser el Buspirone por su ausencia de


potencialidad adictiva y doble efecto, aunque su acción no es inmediata. [143]

OTRAS DROGAS ILEGALES

Solo para dar una imagen de la proliferación de substancias de carácter ilegal mencionaremos la existencia
del L.S.D, (Dietilamida del Acido Lisérgico) determinante de muchas muertes por precipitación al vacío en
jóvenes que bajo sus efectos percibían que la calle estaba cerca de su balcón, El P.C.P (polvo de ángel) es la
sustancia con cuyo uso puede reproducirse el cuadro clínico de la esquizofrenia, se trata de un potente
anestésico veterinario que en el hombre determina efectos distorsionantes de la realidad y frecuentemente
convulsiones. La Mescalina (Peyote) utilizada ancestralmente en rituales indígenas en muchos países. La
Psilocibina (hongos alucinógenos también utilizados con dicho propósito). La MMDA (Metoximetileno
dioxianfetamina) droga llamada “éxtasis”, incluida entre los derivados sintéticos anfetamínicos y de una alta
potencialidad nociva por desencadenar al igual que el ICE, conductas destructivas y agresivas de alta
peligrosidad [144]

Finalmente incluiremos en esta categoría los medicamentos psicoactivos, cuando se utilizan con objetivos no
médicos. Su potencialidad adictiva es de tal magnitud que algunos benzodiazepínicos de efecto hipnótico y
algunos antiparkisonianos han desplazado no excepcionalmente a drogas tan fuertes como la cocaína y la
heroína en países europeos. Esto debe ser muy tomado en cuenta por el generalista para controlar la
prescripción de estos medicamentos en las dosis más bajas y por el menor tiempo necesario.

MECANISMOS DE ACCION DE LAS DROGAS QUE AFECTAN LA CONCIENCIA Y LA


PERSONALIDAD
A los efectos del presente manual han de considerarse tres mecanismos fundamentales: primero, el
determinado por la liberación subcortical secundaria a la afectación de la corteza cerebral; segundo, el
relacionado con las modificaciones sufridas por los neurotransmisores; y tercero, el vinculado con la
estimulación artificial del centro de gratificaciones. Veamos algunos aspectos básicos de estos mecanismos.

Liberación subcortical

En el desarrollo de las especies animales existe, en lo referido al sistema nervioso, una superposición
progresiva de niveles que si los valoramos, muy en síntesis, a partir de los vertebrados serían: médula espinal,
protuberancia y subcorteza en los reptiles; y médula, protuberancia, subcorteza y corteza a partir de los
anfibios, con mayor desarrollo en el orden creciente de aves, mamíferos y monos antropoides hasta el
hombre. Cada uno de los nuevos niveles que aparecen controlan, inhiben o frenan los anteriores, de manera
que la subcorteza frena la protuberancia y la médula y la corteza producen igual efecto sobre la subcorteza y
la protuberancia.

El comportamiento humano se caracteriza por el control cortical; y al basarse en el conocimiento y la


voluntad se le denomina comportamiento racional, mientras que los animales menos desarrollados son
regidos en su comportamiento por la subcorteza y su conducta es de tipo instintivo afectiva. Vale decir, en la
corteza están los centros del pensamiento, de los intereses y de las conductas sociales adecuadas, mientras que
en subcorteza compartimos con los animales inferiores los impulsos y necesidades más primitivas que se
expresan sin ningún tipo de modulación social

La subcorteza es totalmente ajena a los sentimientos más puros, a la precaución, la cortesía, el autocontrol y
también las preocupaciones; por ello su liberación determina una cierta alegría artificial así como un
comportamiento totalmente carente de crítica muy semejante al de los animales. Las drogas, cualquiera que
sea su tipo, afectan seriamente el funcionamiento de la corteza y liberan la subcorteza.

Acción sobre los Neurotransmisores

Estas sustancias sirven como intermediarios químicos para transmitir el impulso nervioso de unas neuronas a
otras, y juegan un importante papel en el comportamiento humano. La mayoría de las drogas modifican su
funcionamiento, ya sea por el mecanismo de "gasto adelantado", que después el organismo no podrá reponer,
dando lugar al "efecto rebote", o por el mecanismo de sustitución antinatural de acciones, cuyo peligro será
explicado más adelante.

Acción sobre los Centros de Gratificación Cerebrales

En experimentos con monos se ha demostrado que la aplicación de conductores eléctricos muy finos,
implantados en una zona central del cerebro llamado núcleo accumbens, determina comportamientos de
autoestimulación mediante la manipulación de una palanca que aplica impulsos eléctricos de muy pequeña
intensidad.

Lo más sorprendente de estas conductas de autoestimulación es que, una vez aprendidas, se convierten en el
único centro de interés del mono, llegando a morir de hambre y sed al autoestimularse continuamente. Por
diferentes vías, las drogas producen un efecto similar esclavizante, aunque afortunadamente existe una
función exclusiva en el hombre que viene a su rescate para evitar el triste final de los animales inferiores. Esta
función es la conciencia.

PREVENCION DE LAS ADICCIONES ILEGALES

Luego de reiterar que en sentido general la atención rehabilitatoria de cualquier toxicómano por substancias
que afectan la conciencia y la personalidad reproduce bastante fielmente el modelo de tratamiento propuesto
para el alcoholismo, insistiremos en que el más efectivo recurso en la lucha contra las drogas en general y
contra las ilegales en particular, es la prevención y con ese propósito expondremos algunas sugerencias
limitadas al contexto familiar para lograr dicho objetivo.

Recomendaciones en el ámbito familiar para prevenir las toxicomanías

1. Haga su mayor esfuerzo para garantizarle a sus hijos un hogar estable donde exista amor, armonía y
ejemplaridad.
2. No exija a sus hijos más de lo que sus capacidades les permitan, pero garantice que desarrollen éstas al
máximo de sus posibilidades.
3. Sea cariñoso, solidario, condescendiente, pródigo y protector con sus hijos, pero evite los excesos.
Recuerde que el hombre, durante el desarrollo de su personalidad es como una planta que se cultiva: si
no se riega se seca, pero si se le suministra exceso de agua, se pudre.
4. Evite que sus hijos manipulen mucho dinero hasta que tengan responsabilidad para hacerlo.
5. Trate por todos los medios de convertirse en amigo y confidente de sus hijos. Evite que otras personas
menos positivas asuman ese importante papel en las llamadas edades peligrosas.
6. No pierda oportunidad de mostrarles su satisfacción ante conductas positivas y dé a ello mayor
importancia que al señalamiento crítico, también necesario ante conductas negativas.
7. Inculque a sus hijos el amor consistente a la pareja, al estudio, al trabajo, al deporte y a la recreación
sana; oriéntelos a alejarse del peligro de las drogas, pero evite informaciones excesivas sobre estas
últimas, ya que en etapas tempranas de sus vidas podrían despertar su curiosidad.
8. Los padres son los modelos mas importantes para sus hijos. Eviten que lo copien en el consumo de
tóxicos y sobre todo que le vean en estado de embriaguez; esto genera apreciaciones y sentimientos muy
nocivos para ellos.
9. Jamás pretenda que sus hijos "se hagan hombres" mediante el consumo de tóxicos legales, ya que la
hombría nada tiene que ver con dichas conductas. No olvide que mientras más rápido comienza el
consumo mayor es su fuerza dañina.
10. No vincule los tóxicos con la expresión de amistad, amor y solidaridad, porque estos sentimientos se
expresan mejor sin intermediarios.
11. Si existe algún aspecto de su personalidad que le disguste, propóngase superarlo mediante su desarrollo
personal o perfeccionando virtudes que lo compensen. Jamás recurra a un tóxico con ese objetivo, pues
sólo lograría efectos opuestos a los perseguidos.
12. Jamás use un tóxico como apoyo para enfrentar problemas porque correrá el peligro de buscar una
"muleta" muy resbaladiza e ineficiente.
13. El probar por curiosidad algún tóxico es sumamente peligroso; recuerde que ése es siempre el primer
paso en falso y nadie puede predecir qué ocurrirá después.
14. El gasto mensual de un consumidor promedio de café, tabaco y alcohol equivale en muchos medios a la
tercera parte de su salario; en los consumidores excesivos, llega a convertirse en una catástrofe
económica, mucho más penosa cuando afecta los suministros del hogar.
15. La conciencia es el atributo más importante del hombre. Evite toda sustancia que pueda afectarla.
Recuerde que cuando alguien se embriaga pierde sus características esenciales como ser humano y se
comporta como un animal inferior.
16. Una persona responsable siempre debe sentirse orgullosa de mantener su comportamiento bajo control.
Recuerde que ningún triunfador permite que alguien lo vea en estado de embriaguez. La fórmula para
mantenerse sobrio en una fiesta es no pasar de un trago por hora, o no beber alcohol.
17. Recuerde el lema: si conduce no beba y si bebe no conduzca; su olvido podría truncar para siempre su
felicidad y la de sus seres queridos, o la de otras personas perjudicadas.
18. Evite al máximo posible las actividades que se vinculan al consumo de tóxicos legales y desarrolle
aquellas que como los deportes lo alejan de los mismos. Impida así que los tóxicos se incluyan en su
estilo de vida.
19. Si desea incrementar su disfrute de la vida no use medios artificiales, altamente dañinos. Le sugerimos
que explore el valor de la felicidad o alegría muscular determinada por la práctica de deportes.
20. Aterrorícese ante la invitación de tóxicos ilegales y programe de inmediato el alejamiento interpersonal
del proponente; su compañía a partir de entonces puede ser altamente peligrosa.
21. Recuerde que cada cigarro que usted fume reduce en nueve minutos su vida.
22. Tenga presente que el consumo excesivo de alcohol y el uso de drogas ilegales disminuye entre 12 y 15
años la esperanza de vida, y que las últimas conducen casi siempre al crimen.
23. La trampa de todas las drogas está en el hecho de producir minutos de bienestar artificial, a cambios de
años de sufrimiento para el consumidor y sus seres queridos; esto se reconoce generalmente, sólo al cabo
de muchos años de consumo, si no se recibe ayuda antes.
24. Tenga en cuenta que el uso abusivo del tabaco y el alcohol puede abrir las puertas al consumo de otros
tóxicos; por eso se consideran drogas porteras.
25. La libertad es unas de las aspiraciones más preciadas del ser humano; evite perderla al esclavizarse con
un tóxico y, si esto hubiese ocurrido ya, busque urgentemente ayuda para liberarse.

TRATAMIENTO DE LOS ADICTOS A SUBSTANCIAS ILEGALES

Cuando las medidas preventivas de todo tipo resultan ineficaces y se establece la toxicomanía, la atención
debe necesariamente basarse en la gestión de un equipo especializado, sobre todo si los esfuerzos del médico
de familia no fuesen suficientes, como ocurre frecuentemente en los casos más severos[145][146].

Recursos de Mayor Utilidad

Quisiéramos ahora comentar un recurso que en nuestro servicio ha resultado de alta utilidad:

La Tarjeta de Concientización

Aquí el paciente transcribirá luego de profundas reflexiones sobre el tema, los siguientes aspectos:

1. Experiencia de alto contenido emocional, que resulte útil para neutralizar la tentación de consumo (En el
caso del padre de la niña que dormía con zapaticos, ésta fue la imagen seleccionada), de manera que cada
nueva invitación al consumo, tendrá que competir con dicho recuerdo.
2. Listado meticuloso de los daños que el paciente reconoce que ha determinado el tóxico sobre él y sus
seres queridos.
3. Listado cuidadoso de los beneficios que se derivarán de la abstinencia permanente (Recordar la curva
ascendente que termina en una meseta superior a la original).

Otros recursos especializados

1. La lectura cotidiana de la Tarjeta de diferentes pacientes


2. La formulación solemne ante el colectivo del Juramento por 24 horas (ver más adelante)
3. La participación en la psicoterapia individual y de grupo; así como en las reuniones matutinas y de
balance
4. La participación en actividades deportivas, laborales y escolares
5. La convivencia en el seno de una comunidad terapéutica donde se estimulan los comportamientos
positivos y el debate y reflexión sobre temas informativos e inspirativos, constituyen la esencia del
tratamiento rehabilitatorio en sus fases iniciales a partir de las cuales se desarrollarán los pasos descritos
en el tratamiento del alcohólico.

Destacaremos finalmente, que los principios y recursos descritos pueden ser también aplicados al tratamiento
de adicciones ajenas a sustancias denominadas por Alonso Fernández como “Las otras drogas”[6].

Adicciones ajenas a sustancias psicoactivas

Siguiendo la línea de pensamiento del citado profesor, nos gustaría compartir con el lector algunas
reflexiones sobre la similitud de las conductas hasta ahora estudiadas y otras muchas
cuyos mecanismos patogénicos se acercan interesantemente a los ya abordados.
Las conductas de acercamiento y evitación, cuyos paradigmas clínicos respectivos serian las adicciones y
las fobias, se manifiestan desde niveles inferiores en la escala filogenética y su papel en la transformación del
prohomínido en hombre, así como en el posterior desarrollo de la adaptación creadora al medio de este ultimo
ha sido incuestionablemente relevante.

En muchos animales inferiores existen conductas de evitación que seguramente facilitaron la conservación
de la especie y ejemplo de ellas es el temor congénito del mono a las serpientes.

Como contrapartida, un típico ejemplo de conducta de acercamiento es la actividad sexual, tanto en su


expresión normal, como en otras que no integran esta categoría, como algunas desviaciones sexuales entre las
que se cuenta el fetichismo,el exhibicionismo y el transvestismo.

Apréciese además, la similitud entre la conducta de un fumador de crack y un mono que luego de ser
estimulado por microelectrodos que actúan sobre el centro del placer, cuyo comportamiento en el set de
experimentación lo lleva a oprimir el botón que lo estimula, hasta morir de inanición y valórese también la
semejanza entre la conducta del mono que teme a los ofidios y la del hombre ante estos reptiles o ante
pequeños animales como las arañas o las cucarachas. En estos casos, las conductas de evitación pueden
modificarse en animales de experimentación mediante ablación quirúrgica de zonas del sistema límbico o en
el hombre, mediante fármacos que actúan a ese nivel, pero también pueden lograrse similares resultados con
técnicas de exposición gradual, o mediante la desensibilización sistemática que se cuentan entre los recursos
de las terapias conductuales. La contrapartida es el efecto de la psicoterapia conductual y algunos fármacos en
la modificación de conductas de acercamiento que van más allá de lo adecuado.

Este esquema rudimentario nos permitirá comprender que el reforzamiento positivo o negativo de los
comportamientos de acercamiento o rechazo del hombre no se logra solamente por las acciones sobre su nivel
biológico, sino que resulta mucho más complejo e incorpora gratificaciones y sanciones psicológicas, sociales
y espirituales. Ellas constituyen la base de la terapéutica de estos comportamientos y la exigencia primaria
para garantizar su efectividad es el establecimiento con el paciente, de una relación interpersonal de ayuda
positiva cuyo modelo tradicional es la relación médico – paciente.

Otra reflexión al respecto es el vínculo de las manifestaciones adictivas – y también fóbicas – a la


constelación obsesivo compulsiva, aunque muchas conductas de acercamiento como las adicciones y algunas
parafilias tienen componentes impulsivos además de los compulsorios, considerándose las primeras como
egosintónicas (con las que el paciente está de acuerdo) y las segundas como egodistónicas (las que rechaza
pese a su alteración compulsoria).

Expresiones clínicas y terapéuticas relacionadas con los razonamientos anteriores son los efectos de la
carbamacepina en las adicciones de sujetos con substratum orgánico encefálico y la utilidad de los
bloqueadores selectivos de la recaptación de importantes efectos antiobsesivos en adictos primarios.

También queremos comentar la existencia de una amplia constelación psicopatológica obsesivo – fóbica –
hipocondriaca – depresiva, constelación fundamentada en la constatación clínica del parentesco de estas
manifestaciones cuya imbricación patogénica se manifiesta con el sensible empeoramiento de las obsesiones,
fobias e ideas hipocondríacas cuando se asocian a la depresión. Finalmente llamo la atención del generalista
sobre la similitud de los trastornos alimentarios como la anorexia y bulimia con las conductas de evitación y
acercamiento respectivamente.

Existen por tanto , múltiples cuadros patológicos y también comportamientos no mórbidos, cuyos
mecanismos de producción, expresiones comportamentales y manajo médico, resultan similares a los
descritos en las adicciones a sustancias psicoactivas.

Este sería el caso de la ludopatía (juego patológico o compulsorio), bulimia, potomanía (ingestión excesiva de
agua ), fetichismo, voyeurismo, exhibicionismo, masturbación compulsoria, pedofilia, transvestismo, frotismo
y otras desviaciones sexuales y también las denominadas adicciones al sexo, a la comida, al trote a la
televisión a Internet y hasta la adicción al trabajo.

Apréciese que todas son conductas de acercamiento y que entre las enunciadas algunas tienen características
legales y otras ilegales, aunque la diferencia fundamental con las adicciones convencionales es la falta de la
sustancia esclavizante y la falta de afectación de la conciencia.

El objetivo final del abordaje de estos comportamientos es proponer al lector que valore cuales de los
recursos descritos hasta ahora para la terapéutica de las adicciones, podrían ser utilizados en las situaciones
descritas y cuales no.

¿Cómo organizaría usted por ejemplo la tarjeta de concientización de un paciente de ludopatía? ¿y el


juramento?, y ¿que hacer ante un obeso adicto a la comida, o ante un exhibicionista o transvestista
egodistónico que acuda en busca de ayuda, movido por la confianza hacia el generalista amigo?. Creemos que
este es el momento para describirse algunos recursos que fueron hasta ahora sólo mencionados y que con las
variantes propias de la individualidad de cada paciente, pudiera traspolarse a diferentes situaciones.

Utilicemos como modelo la adicción al tabaco y al juego de azar.

Redactaremos una proposición de juramento y tarjeta de concientización y le sugerimos que durante su


lectura reflexione las variantes que incluiría al tratar otros casos de “Las otras drogas”. [6]

EL JURAMENTO DIARIO

Su objetivo es doble: de una parte establecer algún compromiso individual y secreto acerca de la abstinencia
ante el tabaco por 24 horas y de otra realizar un reforzamiento cognitivo cotidiano donde en algún grado se
reflexione acerca de lo dañino del fumar.

Podría ser algo como esto: Juro por _________________________________ que me mantendré durante 24
horas sin fumar, por tener plena conciencia de que cada cigarrillo reduce en 9 minutos mi vida y que afecto
tanto mi salud, como la de mis familiares allegados. Tendré siempre presente que cada inhalación
aparentemente tranquilizante, se convierte en un enemigo que irrita mis pulmones, obstruye mis arterias y
afecta mi vida sexual.

Este juramento se repite cada 24 horas con la finalidad de no trazar metas a largo plazo.

LA TARJETA DE CONCIENTIZACION

Este es un recurso cognitivo conductual de gran utilidad en las conductas de acercamiento y consta de
diferentes acápites fundamentalmente orientados a que el adicto realice un inventario progresivamente
detallado y profundo de sus reflexiones acerca del comportamiento que pretende suprimir, así como de los
mecanismos y situaciones que implican riesgo de consumo y los beneficios que se derivarán de la abstinencia
mantenida.

Ensayemos ahora el recurso con un adicto al juego de azar, es decir un ludópata, que cuando busca ayuda
generalmente ha sufrido las consecuencias de su conducta compulsoria y antiprobabilística. Veamos sus
diferentes acápites:

1. Sensibilización cubierta (imagen neutralizadora de la tentación)

Su propósito es inhibir lo que los norteamericanos llaman stinky thinking (pensamientos malolientes) que
son aquellos que progresivamente llevan al adicto a justificar la recaida en su comportamiento errado, y que
en el caso que nos ocupa, se produciría al pasar frente a un salón de máquinas tragamonedas por ejemplo.
Lo recomendable es traer a la mente una imagen ya ensayada, con significación afectiva, representar
mentalmente la imagen del llanto y desesperación de la esposa ante las limitaciones económicas a
consecuencia de la conducta del paciente, que la llevaron a vender sus pertenencias para cubrir deudas.

Lo significativo es entrenar al paciente para que ante cualquier tentación por el juego, traiga esa imagen a la
mente como recurso neutralizador.

2. Listado de consecuencias de la conducta problema

a) Me siento culpable ante mi familia


b) Me he endeudado con mis amigos y conocidos
c) Falta el dinero en mi hogar hasta para cosas esenciales
d) Se afecta mi imagen ante mi esposa y mis hijos
e) El juego ocupa el tiempo que debo dedicar a mis seres queridos
f) He abandonado recreaciones y amistades
g) He tenido conflictos judiciales
h) He sufrido agresiones por mis deudas
i) Puedo perder mi esposa y separarme de mis hijos
j) Llegaré a perder mi trabajo
k) Podré ser encarcelado

y todo por no recordar que la ley de probabilidades esta en mi contra todas las veces

3. Beneficios que se derivarán de la supresión de la conducta problema

a) Disfrutaré otra vez de la satisfacción del deber cumplido


b) Recuperaré el cariño y respeto de mi esposa y mis hijos
c) Mis amigos, compañeros de trabajo y conocidos dejaran de verme como un sujeto sin voluntad
d) Podré dedicar tiempo a mi familia
e) Trabajaré cada vez con mayor productividad
f) Recuperaré la situación económica de mi hogar
g) Dejaré de sentir culpa
h) Podré vivir con tranquilidad y dedicar mis energías a conductas positivas y realmente productivas
i) Dejaré de sentirme esclavo de mis impulsos
4. Reflexiones sobre las vías por las que llegó a la adicción

a) He copiado a mi padre ha pesar de haber sufrido tanto con su ludopatía


b) Esta es una forma involuntaria de hacer las paces con él, pero resulta un comportamiento muy errado
c) Los pocos éxitos que tuve al principio me hicieron olvidar la ley de las probabilidades
d) A veces creó que lo hago como forma de castigarme, o de castigar a mi familia
e) En mi adolescencia pensé que el jugar al azar era una conducta audaz y ahora veo que es irresponsable y
no audaz

5. A quienes he dañado con mi comportamiento

a) En primer lugar a mi mismo, pues he afectado mi tranquilidad espiritual y mi imagen ante las personas
significativas
b) He afectado económicamente a mis hijo y mi esposa
c) He engañado a mis padre para obtener dinero
d) He tenido conductas deshonestas en mi trabajo y he dañado a mi jefe que ha querido ayudarme
e) He afectado a muchas personas a quienes he dejado de pagar mis deudas

6. Cuáles son las situaciones de alto riesgo que debo evitar

a) Evitaré pasar cerca de los lugares de juego


b) Rechazaré toda fantasía de ganar y enriquecerme, pues la experiencia me ha dicho que estoy en una
trampa
c) Cuando algo me sale mal en el trabajo siento deseos de jugar
d) Cuando discuto con mi esposa
e) Cuando estoy sin ninguna actividad
f) La presencia y relación con amigos jugadores

7. Conductas alternativas (que hacer en el tiempo que dedicaba a jugar)

a) Salir con mis hijos al Zoológico


b) Practicar deportes y trotar
c) Llevar a mi esposa al cine
d) Visitar mis amigos no jugadores
e) Visitar mis familiares
f) Dar solución a problemas de mantenimiento en mi casa

Bien entendido que estos no son más que ejemplos imaginarios orientados a estructurar un esquema que debe
ser desarrollado con la creatividad del propio paciente, pues el médico sólo debe dar una explicación del
propósito de los diferentes acápites y transmitir al paciente que la tarjeta debe ir profundizándose según el
vaya teniendo mejor conocimiento de su problemática.

Estas tarjetas deben ser portadas por el paciente y leídas justamente antes de efectuar el juramento matutino,
como recurso reforzador cognitivo.

Existen además muchos libros inspirativos orientados a diferentes problemas y ellos deben ser recomendados
al paciente como biblioterapia específica y traer a la consulta siguiente cualquier reflexión o duda sobre lo
leído. Esta es una forma de prolongar el vínculo terapéutico del profesional más allá del limitado tiempo de la
consulta.

Las personas religiosas deben ser estimuladas a utilizar todas las potencialidades de su fe, en tanto que los no
creyentes deben ser inspirados a reforzar su sentido de responsabilidad y capacidad de decisión.

Sin negar que el entrenamiento del especialista hace más efectivo estos recursos, es indiscutible que el
médico generalista como primera tropa de atención, puede hacer mucho por detectar a tiempo y ayudar con
mucha mayor efectividad de la que se supone, a un alto porcentaje de personas que reclaman ayuda en este
campo, y dejar la remisión al especialista para aquellos casos donde la evolución no resulte favorable.

SECCION V

REFLEXIONES SUGERIDAS AL TOXICÓMANO Y SU FAMILIA

A continuación transcribiremos algunos temas para reflexión que hemos escrito para los grupos didáctico –
inspirativos de nuestros pacientes y familiares en el Servicio Rogelio Paredes del Hospital Psiquiátrico de La
Habana y que podrían ser utilizados por el generalista en el diálogo durante la relación de ayuda.
La redacción, pretende por tanto un lenguaje asequible para pacientes y familiares, y utiliza además
frecuentes metáforas que persiguen la comunicación en imágenes por su alto significado didáctico para estos
pacientes bloqueados por sus frecuentes defensas ante la afección

La conciencia de la enfermedad

En una magnífica producción cinematográfica titulada Días de vino y rosas, Jack Lemon, al interpretar un
toxicómano logra, en mi apreciación, interiorizar y expresar brillantemente lo que siente un paciente cuando
ante un grupo de Alcohólicos Anónimos expresa por vez primera "yo soy un alcohólico".
Esta frase, que en diferentes asociaciones de ayuda mutua, podría ser "yo soy un cocainómano” o "yo soy un
heroinómano", tiene como principal objetivo reforzar el reconocimiento personal de que se padece esta
enfermedad y, simultáneamente, recordar que siempre que se reinicie el consumo se llegará a iguales o peores
condiciones que las presentadas antes de la decisión de abstinencia, ya que una vez alcohólico siempre se es
alcohólico ...si se bebe otra vez. Bien entendido, el alcohólico en abstinencia permanente, logrará plenamente
sus objetivos, al superar para siempre las tragedias que su adicción determinó en su entorno familiar y social,
lo que constituye una meta más que suficiente para él y cualquier otro toxicómano. Es decir, seguirá siendo
un toxicómano (inactivo) pero dejará de ser un paciente y alcanzará la condición de rehabilitado, que vale
decir: vencedor en su guerra con la droga.

Parafraseando a Jardiel Poncela, en su célebre libro Amor se escribe sin H, diremos que el alcoholismo y las
restantes toxicomanías se conjugan con el verbo ser. La expresión "yo soy un alcohólico", o "yo soy...", tiene
también el significado de algo que no esta siendo transitorio, ni ajeno al sujeto, o sea, lo contrario de lo que
ocurre cuando decimos "estoy deprimido" y usamos el verbo estar, con el mensaje implícito de que en poco
tiempo se estará recuperado, o cuando expresamos "tengo una gripe", significando con el verbo tener que
algo ajeno a nosotros, en este caso un virus, nos ha atacado.

Las toxicomanías son mucho más que eso, ya que la conducta adictiva se impregna profundamente en el
sujeto y para librarse de ella es necesario un gran esfuerzo personal. En la mayoría de los casos esta decisión
requiere además de la relación de ayuda para que el paciente llegue a ser un toxicómano rehabilitado o, en
otras palabras, una persona en abstinencia permanente, en tanto la condición de toxicómano es tal que, una
vez alcanzada, no desaparecerá jamás si se reincide en el uso de tóxicos.

Este señalamiento, que pudiera parecer fatalista, es una de las realidades a tomar en cuenta por el toxicómano,
por aquel que está en vías de serlo (consumidor de riesgo) y por el prestador de ayuda; su olvido conducirá
inevitablemente a una recaída, de las que no es posible predecir si se saldrá o no.

Lo antes afirmado con absoluta seguridad, pudiera parecer una contradicción con los objetivos del presente
manual. Para valorar lo dicho debemos recordar que el hombre es una unidad biopsicosocial y que el notable
arraigo de la toxicomanía, aunque se produce en los tres niveles, sólo es reversible en el psicológico y en el
social, precisamente los objetivos fundamentales de la relación de ayuda.

En el nivel biológico, sin embargo, se produce un mecanismo que pudiera compararse con el que determina
muchos casos de sensibilización o alergia a diferentes medicamentos. Es decir, a partir de un momento la
persona se hace alérgica al tóxico y, desde entonces, cada nuevo contacto con el mismo determinará una
reacción progresivamente mayor que se manifiesta en el sujeto que aún después de muchos años de
abstinencia total, digamos más de veinte, al reincidir en el consumo del tóxico llega en muy pocas semanas al
nivel de esclavitud que requirió, al principio, años para desarrollarse.

A partir del establecimiento de la toxicomanía, el organismo queda muy vulnerable al nuevo consumo del
tóxico y, por los efectos dañinos que determina en todos los aspectos de la vida, éste encuentra un camino
muchas veces transitado y que se mantiene en iguales condiciones si por una decisión errónea se abre
nuevamente. Ello ocurre en el caso de quien claudica en su propósito de abstinencia por pensar que ya está
completamente restablecido. Realmente, la única solución posible, y por cierto totalmente suficiente para el
sujeto, su familia y la sociedad, es la abstinencia permanente.

Un toxicómano rehabilitado en plenitud es aquel que se libera de la esclavitud psicológica y social y aprende
que la dependencia biológica, que a los efectos prácticos también supera al lograr la abstinencia, permanece
sin embargo, como las "brasas bajo la ceniza", sin manifestarse, pero con toda la potencialidad de reactivarse
si la capa que la cubre es removida. Esta remoción sólo es posible mediante la nueva utilización del tóxico y
el sujeto rehabilitado ha de saber que ello no debe ocurrir jamás.

Es muy doloroso para un terapeuta, y todavía más para el toxicómano y su familia, reconocer que muchas
recaídas se explican fundamentalmente por olvidar esta realidad. "Una vez alcohólico, siempre se es
alcohólico", "una vez cocainómano ... ".
La opción es saber que una vez toxicómano, el tóxico se ha convertido en el enemigo más peligroso y la
forma de aniquilarlo es mediante la abstinencia definitiva, única vía para transformar lo que fue derrota, en
victoria.

Como decía en mis grupos un alcohólico rehabilitado, "lo más importante que he aprendido es que soy tan
capaz de dejar el alcohol definitivamente como incapaz de beber con control". Para Alcohólicos Anónimos
un trago es demasiado y mil tragos no son suficientes. Igual ocurre con cualquier otro tóxico.

¿Puede el toxicómano aprender a consumir con control.?

Muchos pacientes acuden al médico con el objetivo inalcanzable de aprender a consumir de una forma
controlada el tóxico que los esclaviza.

La comprensible meta, aunque absolutamente utópica, se expresa de esta forma por los alcohólicos: "Doctor
quiero poder tomar y tener control para detenerme después de uno o dos tragos, como hacen las personas
normales". Nuestra respuesta, pese a que esta aspiración es muy común en los pacientes alcohólicos (también
lo es en otros toxicómanos) es: "Debo decirle que si usted pudiera lograr eso, no sería un alcohólico". Acto
seguido entramos con mucho tacto en el tema. Una vez toxicómano...la reacción más común es la siguiente
reflexión: "Pero si no puedo tomar más en ninguna cantidad dejaré de ser una persona normal"; a lo que
respondemos: "Cuando usted logre eso estará haciendo lo que hace la mitad de la población del mundo". En
efecto existen tres mil millones de personas que por diferentes motivos no beben jamás y dentro de ellos se
incluyen millones de alcohólicos rehabilitados.

Esto nos lleva a un cuestionamiento, ¿qué razones pueden explicar que alguien, después de largos años de
sufrir y hacer sufrir a sus seres más queridos debido a la esclavitud ante un tóxico, aspire todavía a reiniciar
su consumo como si fuese algo indispensable en la vida?. Ello se explica en parte por existir una tendencia
muy peligrosa a recordar la etapa de consumo en la que todavía no había exceso, daño, ni esclavitud, es decir,
la etapa en que aún no se había establecido la toxicomanía. Tal tendencia lleva también a olvidar las grandes
tragedias de la otra etapa en que sí hubo exceso, daño y esclavitud.

En términos de metáfora, el toxicómano quisiera volver a la "luna de miel con el tóxico". Le ocurre algo
parecido a quien termina una relación con una pareja después de haber confrontado experiencias muy
dolorosas en los últimos tiempos. Los que hemos participado en el tratamiento de estas personas, observamos
que a veces sienten añoranza por los años buenos y se olvidan de los malos. En estos casos, no toman en
cuenta que, una vez establecida la toxicomanía, "la luna de miel" se convierte en "luna de hiel" y nunca más
se podrá volver al estado inicial.

Quien presta la ayuda debe insistir al paciente que los recuerdos de la "luna de miel con el tóxico" son un
canto de sirena que no debe ser jamás escuchando, pues conlleva el serio peligro de una recaída, que ahora en
muy breve plazo lo situaría en el mismo estado de esclavitud en que se encontraba cuando comenzó su
rehabilitación.

¿Siente usted la droga como aliada o como enemiga?

La mayoría de las instituciones para alcohólicos y otros drogadictos, a lo largo y ancho del mundo, establecen
el principio de que el ingreso en dichos centros debe ser absolutamente voluntario. Esta medida va orientada a
garantizar que todo el que sea admitido haya alcanzado el estado de egodistonia con relación a la conducta
adictiva. Ello quiere decir que el sujeto ve su anterior comportamiento como algo con lo que ya no está de
acuerdo. en otras palabras , el sujeto siente al tóxico como un enemigo y no como un aliado, que era su
apreciación durante la etapa de la egosintonía.

Valore que estos términos se relacionan bastante con lo que simbólicamente llamamos "luna de miel", donde
el sujeto está egosintónico, y la "luna de miel", en que progresivamente se alcanza la egodistonia.
En la práctica asistencial hemos apreciado diferentes situaciones, por las que los toxicómanos pueden pasar
de un estado a otro en breve tiempo, aunque la mayoría de las veces se requiere de un proceso espontáneo de
interiorización, que ocurre durante las experiencias negativas en la cuesta abajo y en otras se produce gracias
a una profunda y exitosa relación de ayuda que acelera el proceso de "abrir los ojos".

Jorge, un paciente cocainómano, vino a Cuba procedente de un país sudamericano después de más de veinte
años de dependencia, sin que hubiera logrado establecer la conciencia de estar enfermo, pese a las funestas
consecuencias de la droga sobre su vida y su hogar. Una noche, por la vía de un sueño, recibió de su propio
sistema nervioso un mensaje que hasta entonces había sido "desoído" por sus múltiples autoengaños
justificantes. Esa madrugada, en plena crisis de angustia se sentó en la cama, y recordó la pesadilla que
interrumpió su agitado sueño, en que la policía antidrogas irrumpía en un apartamento cercano a su propio
hogar, y era sorprendido en pleno consumo con un grupo de amigos.

El momento clímax de la angustiosa experiencia fue cuando antes de entrar al vehículo policial que lo
conduciría ante la justicia, miró al balcón de su casa y vio a sus dos pequeños hijos llorando
desesperadamente frente a la dolorosa escena del padre esposado junto a personas de muy mal aspecto, con
las que emprendería un viaje – de retorno incierto – hacia la criminalidad.

Las imágenes oníricas se contaminaban con otras en las que veía el estado de miseria en el que sumía a la
familia con su adicción. A la mañana siguiente Jorge ingresó a las filas de los que emprenden la batalla contra
las drogas. Había alcanzado la egodistonia y ese fue el primer y más importante paso hacia su rehabilitación.

¿Que es el toxicómano pasivo?

Estudios efectuados hace unas décadas destacaron los efectos dañinos del humo del tabaco sobre los
familiares y compañeros de trabajo de los fumadores, al evidenciar una mayor proporción de cáncer de
pulmón entre las esposas de fumadores, y establecieron que personas que involuntariamente inhalaban el
humo expelido por los fumadores debían llamarse por ello fumadores pasivos, pues sufrían similares
consecuencias negativas a pesar de no fumar. Años más tarde, una exploración sobre grandes masas de
población demostró que, en Estados Unidos, los hijos de padres fumadores presentaban dos veces más
enfermedades respiratorias, como bronquitis y asma, que los niños de padres no fumadores.

La gran significación de estos hallazgos radica precisamente en que a partir de ellos se modificó el enfoque
social de que el consumo de tabaco era una cuestión de elección personal y que quien lo decidía tenía el
derecho de asumir los riesgos conocidos. La actitud de los no fumadores se hizo más crítica y comenzaron a
proliferar los lugares y circunstancias en que se prohibe el consumo de tabaco. Los fumadores también han
ganado conciencia de la importancia de evitar el consumo bajo techo cuando otras personas pueden ser
afectadas.

Si tomamos como modelo al fumador pasivo, y salvamos la diferencia en lo relativo al mecanismo de acción
del daño, podemos proponer que existe también el alcohólico pasivo, así como el cocainómano, el
morfinómano, el heroinónamo y otros toxicómanos pasivos. Ellos son, sobre todo, los hijos, cónyuges, padres
y familiares de los toxicómanos, así como otras personas en el rol de compañeros de trabajo, conocidos y
hasta sin vínculo alguno con el consumidor, como quien muere atropellado por un vehículo conducido por
alguien bajo la influencia de un tóxico.

Este planteamiento pretende llamar la atención sobre el hecho que la decisión de consumir una droga, o de no
hacerlo, va más allá de constituir un problema individual y aquella frase tan frecuente en el pasado "en fin de
cuentas, al que le va a ser daño es a mí", resulta uno de los tantos enfoques distorsionados sobre las drogas.
Generalmente, el sufrimiento de los seres queridos es mucho más intenso que el del propio paciente, lo que en
fases avanzadas de la enfermedad llega a ser notable.

Un caso realmente trágico, que ejemplifica al toxicómano pasivo, es el de un abuelo amantísimo, que asumió
el papel de padre sustituto cuando su hijo pereció junto a la esposa en un accidente automovilístico. La
magnífica relación establecida con el nieto comenzó a verse afectada por el consumo de drogas de éste.
Mientras el sufrimiento del abuelo aumentaba según progresaba la adicción, un día le asaltó la terrible idea de
matarlo cuando lo viese otra vez bajo el tóxico y acto seguido suicidarse. El proyecto ganó fuerza con cada
nuevo consumo del joven, hasta que una noche lo esperó armado de una pesada herramienta con la que lo
golpeó en la cabeza. Cuando lo vio desplomarse comenzó, entre sollozos, a preparar su propia muerte, pero
un movimiento del presunto cadáver le hizo reaccionar a tiempo para arrancar dos vidas inocentes de las
garras de las drogas.

Semanas después, cuando entrevistaba al joven en mi servicio, preguntaba desconcertado: "¿Cómo es posible
que mi abuelo, la persona que más me quiere en el mundo, haya hecho esto?". La explicación estaba
justamente en el gran cariño que le llevó al grado de desesperación en que no veía otra salida que su
catastrófica decisión. Esta experiencia excepcional (en modo alguno recomendable como terapéutica),
permitió sin embargo, que el joven comprendiera que su abuelo era uno de los billones de drogadictos pasivos
que existen en el mundo. Esa fue la última vez que dijo sí a las drogas. Ahora es un triunfador.

Aprecie que este abuelo con su comportamiento cumple con las características del codependiente, concepto
explicado brevemente en la primera parte del manual. [8]

La tentación del consumo

En la antigua Roma se aplicaba el suplicio, pena que pasó a la historia como uno de los engendros más
torcidos y malignos de la mente humana en todos los tiempos. Los condenados a recibir esta tortura eran
atados de cada muñeca a poderosos caballos que tiraban en sentido contrario. Los resultados obtenidos
cuando las bestias eran azotadas implicaban el desprendimiento de los brazos y finalmente el brutal
descuartizamiento de las víctimas.

Esta terrible imagen es posiblemente uno de los símiles más apropiados para comprender qué es un conflicto,
pues este término se refiere a la lucha que se establece en la mente de un sujeto cuando se debate entre dos
tentaciones simultáneas y de dirección opuesta. Esta situación, que necesariamente enfrentamos con mayor o
menor intensidad muchas veces en la vida, puede ser tan sencilla como elegir entre ir al cine o visitar un
amigo, o tan terrible como la de la madre judía cuya horrenda experiencia fue el tema de la película La
decisión de Sofía, al tener que elegir cual de sus dos pequeños hijos debía entregar a los nazis.

Cuando un toxicómano se percata de que el tóxico es su principal enemigo, y no su aliado como


erróneamente pensaba, se establece durante un tiempo, variable de unas personas a otras, el conflicto entre la
atracción del tóxico y la decisión de rechazarlo, so pena de destruir su vida si fracasa en el empeño. A partir
de entonces habrá por tanto, una pareja de caballos que tire hacia el deber y otra que tire hacia la tentación
implícita en el tóxico.

En otras palabras, se establecerá una lucha a muerte donde los contrincantes serán, de una parte el
toxicómano con quienes participan en su relación de ayuda, y de la otra el tóxico y el ambiente vinculado al
mismo, es decir, los recintos de consumo, lugares de adquisición, barrios vinculados a estas actividades y
sobre todo los antiguos compañeros adictos. En ésta, como en cualquier otra guerra, uno de los secretos de la
victoria está precisamente en conocer las fuerzas y debilidades del enemigo.

Siguiendo el símil de los caballos, el propósito básico de la relación de ayuda sería liberar la muñeca atada a
la pareja que tira hacia la tentación, y seguir el estrecho vínculo con la que se dirige a la salvación. Este apoyo
deberá mantenerse hasta que el "rescatado" sea capaz, sólo después de haber consolidado su rehabilitación, de
ayudar a otros toxicómanos y con cada nueva misión de rescate, fortalecer su propia decisión de abstinencia
definitiva. Esta es la esencia de la asociación Alcohólicos Anónimos y de movimientos análogos en otras
toxicomanías. Es también, una de las razones de sus conocidos éxitos.

Lo contrario ocurriría si azotamos a los caballos que arrastran hacia la tentación y eso es lo que en forma
involuntaria hacen aquellos toxicómanos que, poco tiempo después de tomar su decisión de abstinencia,
pretender erróneamente volver a lugares y compañeros de consumo, con el propósito de demostrar que en tan
breve tiempo ya son capaces de estar frente al tóxico y abstenerse. Esta conducta es frecuentemente
responsable de las recaídas en los pacientes que, en fase temprana de abstinencia, desconocen el fenómeno
negativo de la suma de tentaciones y el peligroso papel sugestivo de frases como "vamos, pero un sólo
“traguito” no te hará daño", "tengo aquí un buen material" o "sólo se vive una vez".

Es como si alguien rescatado, cuando estaba a punto de hundirse en un pantano de arenas movedizas, se
mantuviera en las márgenes del lugar donde estuvo a punto de perecer trágicamente sin trasladarse de
inmediato a terreno firme. La tembladera es la toxicomanía; el rescate, la relación de ayuda. Mantenerse cerca
del lugar con riesgo de hundirse nuevamente representa la errónea actitud de ir a probarse o de no evadir de
inmediato situaciones peligrosas.

Finalmente, el "amigo" que invita es como si, en lugar de ofrecer la mano para salvarlo, pisoteara su cabeza
para hundirlo más. En el conflicto inicial de quien emprende la lucha contra un tóxico, sólo existe una
solución adecuada: fortalecer cada vez más la decisión de abstinencia definitiva y desplazarse a terreno firme.

Las armas del enemigo

Como parte de nuestra misión de "espionaje" en el terreno del enemigo, valoremos ahora algunos
mecanismos psicológicos que explican la tentación por el tóxico. Nos ocuparemos primero de ciclo objeto –
necesidad y necesidad – objeto, denominaciones técnicas de los fenómenos que en orden respectivo
ejemplificaremos.

La invitación a practicar béisbol, seguramente despertaría en mí una necesidad que estaba totalmente fuera de
mi conciencia mientras escribo estas líneas. En ese caso, el objeto sería la visión de los implementos
deportivos en manos de quien me invita lo que activaría una necesidad que hasta el momento no movía mi
conducta ni requería decisión alguna. La invitación, por tanto, desencadena el mecanismo objeto – necesidad
y requiere una decisión que, en mi caso, puede ser inocua, pero no en el caso de los toxicómanos tentados por
el objeto droga.

Debemos resaltar que este mecanismo es responsable de la mayoría de las recaídas en las toxicomanías. Su
contrapartida podría ejemplificarse por la tendencia espontánea a ingerir agua cuando el organismo lo
reclama y en este caso no es necesaria la visión del preciado líquido ni que se produzca invitación alguna.
Este es el fenómeno necesidad – objeto mayormente vinculado a las necesidades biológicas; su trascendencia
en las toxicomanías, se limita prácticamente a la etapa en que existe dependencia biológica.

Sin embargo, el mecanismo objeto – necesidad exagera la apetencia por el tóxico tanto en la fase de
dependencia biológica como en la de dependencia psicopatológica, psicológica y sociocultural.

Cuando un toxicómano supera en su tratamiento la fase de desintoxicación y desaparece por tanto, la


dependencia física, la necesidad espontánea del tóxico que implica la búsqueda del mismo, sin que exista la
situación que la estimula, es realmente poco esperada. Sin embargo, el ciclo objeto – necesidad es uno de los
pilares de la tentación y se desencadena no sólo ante la presencia del tóxico, o la invitación a su consumo,
sino también ante otras situaciones que se han vinculado al mismo por el mecanismo de los reflejos
condicionados. Veamos que importancia tienen estos reflejos en las toxicomanías.

Durante algún tiempo uno de mis perros más queridos – por cierto nada brillante intelectualmente – escuchó,
momentos antes de comer las galletas que le ofrecía, el sonido producido al destapar el recipiente que las
contenía. Luego de varias experiencias, cualquiera podía percatarse que a mi perro "se le hacía agua la boca"
con sólo escuchar el referido sonido. Es decir, se había establecido un reflejo condicionado. Estos reflejos,
que se producen aún con más facilidad en las personas, explican que ciertos tipos de música, ciertas
recreaciones, algunos lugares, y sobre todo algunas personas y situaciones puedan convertirse, por la vía de
los reflejos condicionados en desencadenantes del ciclo objeto –necesidad y por tanto, en reforzadores de la
tentación.

El otro mecanismo a tomar en cuenta es el aprendizaje instrumental. La persona aprende en parte a consumir
un tóxico, porque las consecuencias inmediatas de su consumo son en algún grado artificialmente placenteras,
sobre todo, en la etapa de "luna de miel", cuando todavía no han aparecido las desgracias humanas que
caracterizarán la "luna de hiel". Este mecanismo se considera como uno de los más importantes en el
aprendizaje del toxicómano, pues se produce algo similar a lo que ocurre a un animal amaestrado que recibe
un terrón de azúcar (reforzamiento) cuando ejecuta la orden de su entrenador.

Los científicos han demostrado que si las consecuencias negativas del consumo se presentaran desde el inicio,
dicho mecanismo instrumental sería anulado y las toxicomanías dejarían de ser una tragedia social. También
se ha hecho evidente que, si se administra una sustancia que impida los efectos reforzadores implícitos en el
placer artificial que determinan las drogas, no se produciría la adicción a las mismas o se eliminaría la
previamente establecida (este es el efecto de los antagonistas opiáceos como la Naltrexona que bloquean la
acción de los derivados del opio), por lo que han resultado muy efectivos en el tratamiento de los adictos a
estas drogas. Debe destacarse que este mecanismo de aprendizaje instrumental juega también un importante
papel en el mantenimiento de la abstinencia, cuando el toxicómano en rehabilitación siente continuamente las
gratificaciones personales familiares y sociales que su no a la droga conlleva.

Por último, queremos comentar cuáles mecanismos determinan la insistencia en la invitación por parte de los
toxicómanos, es decir, los egosintónicos. ¿Por qué pese a saber que alguien está luchando por liberarse,
insisten en hundirlo en la tembladera? Realmente no es ése el propósito de quien invita aunque sí puede ser el
triste resultado de la invitación. Las motivaciones para la conducta tentadora son diversas en las drogas
ilegales donde su alto precio determina que muchas veces existan factores económicos, en el caso del
drogadicto que necesita vender la droga a otros para poder sufragar el costo de la suya. En los alcohólicos y
algunos adictos a otras sustancias, los mecanismos son diferentes y se vinculan básicamente a la angustia de
quedarse sin compañeros de consumo o también por aquello de "mal de muchos....". Otras veces juegan su
papel motivaciones menos dignas como los sentimientos de envidia ante quien mejora.

Es bueno aclarar que estos mecanismos son generalmente involuntarios en quien induce al consumo. Es por
ello que el toxicómano en rehabilitación debe evitar, en primer lugar, acercarse a sus antiguos compañeros de
consumo y preparar una respuesta firme ante las posibles invitaciones. Esta respuesta, que puede ensayarse
frente al espejo, será firme y acompañada de una excusa para alejarse. Frases como "estoy tomando un
medicamento que me pondría en peligro de muerte si bebo", en caso de reiterarse la invitación "parece que no
me expliqué bien, pero te dije que si bebo puede costarme la vida, "resultan efectivas. En el caso de otros
tóxicos, la declinación de la invitación seria "gracias pero ya colgué los guantes o ya decidí dejar eso y ahora
excúseme pero tengo una reunión importante dentro de media hora", o "me espera mi novia".

Estas son sugerencias generales, ya que cada persona debe elaborar la respuesta más concordante con su
personalidad y con el nivel de sus amigos, pero es fundamental tenerla preparada para usarla con la rapidez
con que se desenfundan los revólveres en los oestes clásicos.

Las tres formas de evasión

En el capítulo de generalidades, destacamos que habían cinco caminos fundamentales por los que se podía
llegar a la toxicomanía: el sociocultural, el hedónico, el evasivo, el asertivo, y el sintomático. Hoy queremos
destacar la existencia de tres modalidades de evasión.

Rolando, un alcohólico que inició su consumo excesivo a los 18 años supo, gracias a la indiscreción de una
vecina, que no era realmente hijo de la pareja que siempre consideró como sus padres: la noticia fue aún más
dolorosa al informarle que la razón de su adopción no fue el fallecimiento de sus progenitores sino el
abandono de que fue objeto por parte de ellos. Esta experiencia melló profundamente su autoestima y también
su apreciación sobre los demás. Tres años después fue atendido en nuestro servicio con un alcoholismo cuyo
mecanismo era la evasión primaria ya que los propósitos fundamentales de sus frecuentes cuadros de
embriaguez fueron "tratar de olvidar su dolorosa experiencia". Sin embargo, como sabiamente se dice en el
argot popular "el que bebe, o consume otro tóxico para ahogar sus penas, pierde el tiempo porque las penas
aprender a nadar". Los profesionales decimos que esa conducta hará más profundas las penas existentes y
agregará nuevos problemas.
La evasión incorporada puede ejemplificarse con un paciente que se hizo alcohólico por la vía más
frecuente, la sociocultural, y dos años después de su primer tratamiento sufrió la pérdida de su esposa e hijos
en un accidente ferroviario. A partir de entonces el mecanismo evasivo ante ésta pérdida se incorpora al que
ya existía de antemano y agrava la toxicomanía.

La tercera variante fue la presentada por Felipe, que cuando acudió a nuestra consulta estaba tan "golpeado"
por las consecuencias de su alcoholismo, que penso que la solución era recurrir a la bebida para "olvidarse"
de las situaciones a las que ésta lo había llevado. Apréciese que en este caso fue el propio alcoholismo el que
dio lugar a los problemas que después, por la vía de retroalimentación, establecieron el mecanismo de evasión
secundaria que agrava la toxicomanía.

En la mayoría de los alcohólicos que concurren tardíamente al tratamiento, se aprecian mecanismos de


evasión secundaria, pues pretenden olvidar que son alcohólicos, incrementando el consumo. Uno de los
primeros objetivos de la relación de ayuda es romper el círculo fatal que se ha establecido.

Cualquiera que sea la variante de evasión, la salida que se pretende es por una puerta falsa. No cometa el
error de la autoconmiseración. Recuerde que millones de personas han estado en su situación y lograron salir
adelante.

Evite la tendencia derrotista

La apreciación de "ser muy fatal", o de que "la vida se ha ensañado con uno", es bastante frecuente cuando se
enfrentan tiempos malos y esta tendencia no sólo es exclusiva de los toxicómanos, aunque en ellos se
manifiesta con mucha fuerza.

Años atrás, mientras participaba en el tratamiento de un grupo de personas con problemas ajenos a la
toxicomanías, ocurrió algo que considero importante comentar. Justamente cuando a uno de los pacientes
magnificaba la situación que confrontaba, fuimos llamados con toda urgencia pues una enferma hospitalizada
había pretendido quitarse la vida mediante el ahorcamiento con una sábana.

Sin poder evitarlo, debido a la proximidad del lugar del intento, los integrantes del grupo presenciaron las
maniobras que fueron necesarias para devolver aquella mujer a la vida, objetivo que afortunadamente
logramos gracias al esfuerzo coordinado de todos los miembros de nuestro equipo. Se vivieron momentos de
gran tensión, sobre todo para los integrantes del grupo que colaboraron solidariamente. Más tarde cuando
reiniciamos la sesión, el propio paciente que contaba su "terrible" problema, antes de que ocurrieran los
hechos, reinició su participación con el siguiente recuerdo de unos versos "leídos cuando niño y
aparentemente olvidados, según refirió autocríticamente.

"Cuentan de un sabio que un día


tan pobre y mísero estaba
que solo se sustentaba
de unas hierbas que comía
¿Habrá en el mundo, decía
alguien más pobre que yo?

y al volver el rostro halló


la respuesta viendo, que
otro sabio iba cogiendo
las hierbas que el arrojó"

Luego de unos segundos de silencio, agregó: "Hace unos instantes yo también volví el rostro y me di cuenta
que mis problemas no son tan grandes como pensaba". Este mensaje parecía convenir especialmente a los
toxicómanos evasivos, pese a que en aquella etapa estábamos todavía lejos de comenzar la tragedia de las
drogadicciones.
Treinta años después, un paciente alcohólico expresaba al grupo su valoración exagerada de la penosa
experiencia que había vivido por su hijo quien nació con dificultades en un tobillo (cuando en realidad eran
de fácil corrección quirúrgica). En el intercambio de experiencias otro paciente relató que hacía sólo seis
meses su hermano, un joven ingeniero de 25 años había sufrido, producto de un gravísimo accidente de
tránsito, una amputación de la pierna derecha que incluyó la cadera y parte baja del abdomen, por lo que fue
necesario implantarle el final del intestino en el vientre.

El padecimiento de los familiares llegó al grado de que muchos no fueron siquiera capaces de visitarlo en los
primeros días. Lo más doloroso era pensar como reaccionaría el joven al recuperarse de la anestesia y
percatarse de las mutilaciones que resultaron inevitables para salvar su vida. Las primeras palabras,
seguramente planificadas para reducir la angustia que percibía en sus padres, fueron: "Bueno yo creía que no
saldría vivo del accidente, ahora lo que necesito es una buena prótesis para seguir adelante". La comparación
de ambas situaciones creó las condiciones para que esta vez fuese yo quien repitiera la fábula del Libro de los
Vedas referida al sabio fatalista.

En este sentido, muchas veces las supuestas causas de evasión en los toxicómanos son realmente
autoengaños, basados en mecanismos involuntarios mediante los cuales el paciente justifica ante sí mismo y
los demás su consumo del tóxico. Estos aspectos deben ser valorados siempre con mucha cautela y respecto
ya que no se trata de trampas del paciente, sino de trampas en las que él mismo ha caído.

El juramento

La primera actividad del matutino que se celebra en nuestro servicio "Rogelio Paredes" del Hospital
Psiquiátrico de La Habana, es el juramento de los toxicómanos. Todos ellos puestos de pie con la mano
derecha en alto repiten:

Juro por la vida de mis seres más queridos


que rechazaré durante veinticuatro horas el
consumo de los tóxicos que me esclavizan
y evitaré conversaciones y reuniones de carácter
tentador sobre los mismos.
Tendré siempre presente que el placer artificial
que me producen se convierte en sufrimiento
para los que me quieren y obstáculo para
mis metas en la vida.
Muy grande es el sufrimiento de mis padres
que cuando me trajeron al mundo
tuvieron para mí aspiraciones diferentes
a que me convirtiera en un toxicómano.
También yo tengo otros planes y sufro por
mi adicción.
Por mis seres más queridos y por mí,
debo rehabilitarme.

Esta es una proposición general que debe ser perfeccionada en cada situación específica y que sigue el
principio preconizado por Alcohólicos Anónimos, en cuanto a que la abstinencia debe proponerse como tarea
cotidiana e ir avanzando en ella, paso a paso, mediante juramentos que se renovarán cada veinticuatro horas.

Los objetivos del juramento que efectuamos en nuestro servicio son dobles. De una parte comprometer al
toxicómano consigo mismo y con el grupo de egodistónicos y, por otro, reforzar diariamente el razonamiento
acerca de su situación real y el significado de su decisión. Desde luego, la respuesta al juramento será
diferente de unas personas a otras, pero si se desarrolla con la solemnidad requerida y se valora
profundamente su significado, puede convertirse en un magnífico recurso en el plano individual, así como en
un medio para evitar el ciclo objeto – necesidad que se establece en los grupos institucionales mediante
conversaciones tentadoras cuando se incluyen egosintónicos junto a egodistónicos. En ese caso corresponde a
éstos últimos recordar a los primeros que se está bajo el juramento matutino.

El juramento es una forma de fortalecer la conciencia de la responsabilidad ante sí mismo y ante los seres
queridos. Uno de los aspectos más relevantes en la relación de ayuda con un toxicómano es precisamente
hacer aflorar en su conciencia los diferentes efectos negativos que el tóxico ha determinado en él, en su
familia y su entorno social y recordarle las motivaciones actuales para su curación, es decir, lo que le estimula
a luchar contra el tóxico.

Sin lugar a dudas, el sufrimiento de los padres, los hijos y su pareja, se cuentan entre los más poderosos
mecanismos, pero también son relevantes la recuperación de la autoimagen y la imagen pública, demostrar lo
que uno vale o alcanzar metas que por mucho tiempo pueden haber sido olvidadas durante la dedicación al
tóxico.

Cuando el paciente es egresado, o una vez terminada la fase diaria de su atención ambulatoria, el método más
recomendable es el de leer todas las mañanas en una agenda, que deviene diario personal, el juramento,
seguido de su firma y fecha y hacer también por escrito al acostarse un breve comentario de como se
desarrolló el día con relación a las posibles tentaciones afrontadas y la conducta seguida ante ellas.

La técnica de Alcohólicos Anónimos de celebrar los semestres y años de abstinencia, mediante cumpleaños
simbólicos o con el otorgamiento de diplomas o pequeños artículos de uso personal como llaveros,
estilográficas o monederos, objetos que frecuentemente refuerzan la decisión de abstinencia, es muy valiosa.
Mientras más se compromete un toxicómano consigo mismo y su nuevo grupo de pertenencia (ahora con el
propósito de abstinencia), más posibilidades tendrá de lograrla.

Estilo de vida: hedonismo y anhedonia

Estos términos referidos respectivamente a la forma de vivir, a la búsqueda de placer y a la incapacidad para
sentirlo, se relacionan estrechamente con la evolución de los toxicómanos.

Cuando se valora el nivel de madurez y responsabilidad personal, uno de los aspectos más significativos es el
grado de equilibrio que existe entre la tendencia al placer y la disposición al cumplimiento del deber. La
primera, se expresa por la búsqueda de experiencias agradables y la segunda por el sentido del sacrificio o
deber, que se manifiesta por la actitud ante el estudio y el trabajo, consistencia en las metas y preocupación
por los demás.

La dosificación e incorporación balanceada de esas dos actitudes fundamentales ante la vida, sin exagerar en
una u otra, resulta de gran importancia en la educación de un hijo.

El ofrecimiento de una vida demasiado fácil donde todo está resuelto y no existen experiencias de
enfrentamiento a dificultades, así como la administración exagerada de experiencias placenteras sin estimular
la actitud esforzada ante el deber, constituyen los errores que con más frecuencia hemos apreciado en la
conducta de los padres de muchos de nuestros pacientes. A ellos les recordamos que quien establece un estilo
de vida, donde el placer juega el papel fundamental, corre el riesgo de querer incrementarlo mediante el ocio
y la búsqueda de placeres no naturales, categoría donde las drogas y algunas desviaciones sexuales ocupan
lugares destacados.

Muchas veces unas experiencias se encadenan con otras. Así, la falta de sentido del deber lleva al descuido en
los estudios y esto al fracaso y desvinculación escolar, que después dejará abierta la puerta para igual
conducta en el terreno hogareño, laboral y social. Resultado final: de una parte, notable egoísmo y búsqueda
de placer a toda costa y, de la otra, frustraciones importantes por no haber satisfecho las expectativas de los
padres que ingenuamente sembraron olmos y ahora recogen peras.
El estilo de vida representado en esencia por el conjunto de intereses filosóficos, políticos, culturales,
estudiantiles, laborales, profesionales, deportivos, artísticos y recreativos, se refleja en el comportamiento del
sujeto por su dedicación a las actividades derivadas de los mismos. En forma esquemática se podría hablar de
un estilo de vida "apropiado" y un estilo de vida "desordenado". El primero se vincula a la salud y por tanto
al pleno y natural disfrute biológico, psicológico, social, y espiritual, en tanto el segundo se relaciona con los
excesos, las desviaciones, la pérdida de la salud y el sufrimiento.

El tiempo dedicado por un toxicómano al planeamiento de la obtención del tóxico, búsqueda de colegas
consumidores, actividades relacionadas con el consumo propiamente dicho y ocultamiento de dicha conducta
ante las figuras representativas, es de tal magnitud, que a veces llega a doce horas diarias o en casos extremos
implica dedicación casi total, con afectación de necesidades básicas como las de alimentación, las sexuales y
hasta la del sueño.

Cada minuto dedicado a estas experiencias es un minuto reforzador de la conducta del consumo, sin embargo,
el mantenimiento de los efectos del tóxico sobre los centros cerebrales del placer lleva a su total agotamiento
y el toxicómano comienza a presentar una notable falta de interés por todo lo que no sea droga, así como una
permanente incapacidad para sentir bienestar, agrado o satisfacción en actividades que antes resultaban
placenteras.

La música, el teatro, la televisión, el cine, los deportes, los hobbies , las relaciones interpersonales, los éxitos
de los hijos y el amor, dejan de tener significado cuando el toxicómano entra en la anhedonia, lo que se
manifiesta clínicamente con lo que los psiquiatras llamamos síndrome amotivacional o de arreactividad
afectiva, cuadro tan parecido a la esquizofrenia, que muchas veces resulta de diagnóstico sumamente difícil.
Esta es la etapa del deterioro del toxicómano. El camino emprendido por la vía del placer condujo a otro
rumbo y en la relación de ayuda ese trayecto debe modificarse para que poco a poco renazcan los intereses
normales que dan sentido a la vida.

Programe que hacer en el tiempo libre

Estudios científicos de gran rigor efectuados en la última década han llamado la atención sobre la enorme
significación de la programación del tiempo libre de lo toxicómanos, una vez iniciada la abstención, hasta el
punto de considerar éste como uno de los aspectos más importantes de la rehabilitación y también de la
prevención, como vimos al abordar el estilo de vida.

En efecto, el espacio vital disponible cuando se suprime el tóxico debe ser cubierto o se correrá el riesgo de
favorecer las recaídas. La tarea, sin embargo, enfrenta varios obstáculos, entre los que destacaremos la
anhedonia que limita seriamente, aunque en forma transitoria, el reforzamiento que las respuestas placenteras
debían determinar en las nuevas actividades, el hecho de que la mayoría de las relaciones sanas fueron rotas
por la toxicomanía y la resistencia habitual en los adultos para modificar el estilo de vida arraigado a través
de los años.

Es necesario, por lo tanto, buscar una fuente de energía para lograr ese extra en alguien afectado por el
síndrome amotivacional y la llave maestra para ese búsqueda es la persuasión. Llegó el momento en que el
toxicómano debe resarcir los daños ocasionados en la etapa de consumo. Hay que saldar la deuda con la
esposa maltratada, con los hijos que en algún grado quedaron abandonados, con los sufridos padres, con los
vecinos ofendidos, los jefes disgustados y, por supuesto, con el sistema nervioso y el resto del propio
organismo que fue tan maltratado. Por otra parte, hay que buscar y desarrollar actividades diferentes a las que
en cada medio se vinculaban al consumo de tóxicos y programar la frecuencia semanal de cada una como si
fuese un plan de trabajo.

Algunas actividades recomendadas para integrar este programa son:

Actividades con el cónyuge e hijos. Salidas al zoológico, acuarios, museos, conciertos, exposiciones, desfiles
de modas, teatros, cines y espectáculos deportivos. Visitas a familiares y amistades sanas, paseos en bicicleta,
viajes a la playa y campismo.
Actividades en el hogar. Reparaciones menores en conexiones eléctricas, plomería, carpintería, albañilería,
pintura. Trabajo hogareño como limpieza, jardinería y gestiones de suministro.

Recreaciones. Televisión, vídeo, música reproducida, juegos de mesa con la familia (dominó, damas, ajedrez,
parchís, ludo y otros).

Actividades culturales. Lecturas, modelado, talla de madera, cerámica, artesanía, pintura, creación literaria.

Crianza de animales. Cría de perros, peces, canarios y otras aves, pollos, conejos, etc.

Hobbies hogareños. Colección de sellos, monedas y otros.

Práctica de deportes y actividades físicas. La práctica de deporte ayuda mucho en el proceso de


desintoxicación del paciente y cuando se realiza en compañía de la familia ayuda a la integración que estuvo
perdida durante la etapa de esclavitud de la droga. Recomendamos el béisbol, softball, balompié, caza,
natación, pesca, calistenia, trote, trabajos rudos y en general todo tipo de actividad física.

Aquí nos detendremos para hacer un comentario. La aspiración de dar más años a la vida y más vida a los
años, expresada respectivamente, en sus formas pintorescas a través de la historia por la búsqueda de la
fuente de la juventud y los afrodisíacos sólo puede lograrse mediante la inclusión de la actividad física y la
exclusión de los tóxicos en el estilo de vida.

Este es el requisito para que cristalice el principio mente sana en cuerpo sano, donde juega un importante
papel la llamada alegría o felicidad muscular. Esa fuente de vitalidad y pleno disfrute sano de la vida depende
de substancias que producen los músculos durante su actividad y que son los más potentes y naturales
estimulantes de los centros cerebrales del bienestar del que tratamos en el capítulo de generalidades.

De ahí la gran importancia de la actividad física mediante la cual podemos sustituir el efecto dañino del
tóxico por el efecto natural y muy sano de la sustancia especial de que nuestro organismo dispone para
incrementar el disfrute de la vida.

Actividades laborales. El volverse de nuevo hacia el trabajo, para recuperar el terreno perdido y alcanzar
niveles superiores, es una de las medidas centrales en la reestructuración del estilo de vida.

Actividades de ayuda mutua. Asistencia a los grupos profesionales de seguimiento o los de asociaciones de
ayuda mutua como Alcohólicos Anónimos y homólogos, y cuando esté consolidada la abstinencia, pero sólo
entonces, dedicar tiempo al rescate de otros toxicómanos. Es bueno aclarar que según se asciende en la curva
que representa la recuperación, la anhedonia va cediendo paso a la satisfacción implícita en la reconstrucción
de la imagen personal, las actividades recuperan su carácter placentero y el perdedor se transforma en
vencedor. Estos son los reforzamientos que explican la abstinencia definitiva en millones de toxicómanos
recuperados.

Los complejos de los toxicómanos

Durante la atención a los toxicómanos, es frecuente la valoración de diferentes complejos que juegan papel en
el establecimiento de las formas evasivas de la enfermedad. Otras veces se trata de sentimientos transitorios
de igual contenido que los complejos pero, a diferencia de ellos, más que causa resultan consecuencia de la
toxicomanía y están mucho menos arraigados en la personalidad.

Complejo de inferioridad

Normalmente, una persona debe reconocer que, cuando se compara con otra, siempre habrá características en
las que será superado y otras en las que lleve la ventaja. Cuando este complejo está presente, sólo se valora la
primera alternativa y por ello se considera una total y permanente desventaja, excepto cuando se supone una
aparente superioridad como mecanismo de compensación.

Algunos buscan en los tóxicos la solución transitoria y artificial de estos complejos, sin reconocer que los
únicos resultados conocidos del consumo agudo y crónico de estas sustancias es la destrucción de la imagen
social. Ocurre también que muchas personas que gozan de una correcta autovaloración llegan, mediante el
consumo de drogas, a establecer apreciaciones de inferioridad por su condición de toxicómanos. En este caso
hablamos de sentimientos de inferioridad, fácilmente superables tan pronto se comience en el trayecto
ascendente en la rehabilitación.

Pese a que me pareció algo crudo, el siguiente chiste, publicado en una revista, podría servir para comprender
una característica importante en los complejos. Un psiquiatra, luego de escuchar al paciente tendido en el
diván, le informa con marcada indiferencia: "No es que usted tenga complejos de inferioridad, es que usted es
inferior". Contrario a ello, el aspecto que pretendo destacar con esta referencia es que las personas con
complejos de inferioridad, son generalmente de igual o mayor calidad que otros y pese a ello se torturan por
su falsa apreciación. La explicación de este fenómeno se encuentra en experiencias anteriores de tipo
traumatizante que determinaron, situaciones reales de inferioridad y, posteriormente, pese a haber sido
aparentemente superadas durante el desarrollo personal, se mantuvieron en la condición de las "brasas de
carbón", es decir, con toda su potencialidad para determinar sufrimiento.

Cuando la situación traumática ocurre en la infancia, y esto es lo más socorrido, la persona se comporta
muchos años después como si todavía apreciara la realidad con iguales ojos infantiles, hasta que "se
remueven las brasas y el carbón se consume". Y el oxígeno de la reflexión y el análisis madura la valoración
de lo ocurrido. Este es uno de los objetivos de la psicoterapia.

Una anécdota atribuida a Napoleón Bonaparte, nos ilustra en este sentido. Se dice que trataba de alcanzar su
sombrero colgado a mayor altura que la adecuada para su moderada estatura, cuando escucho la voz de un
joven oficial, "permítame general, que yo soy más grande". La respuesta fue inmediata "más largo teniente,
solamente más largo". En ese momento, uno de los más sobresalientes genios militares de la historia,
demostró sin proponérselo que a pesar de su enorme poder, mantenía autoapreciaciones de inferioridad, muy
distantes del criterio de otras personas que al valorarlo difícilmente tomarían en cuentan unos centímetros de
menos en su talla.

Hay que resaltar que en el caso de Napoleón y de todos los que logran canalizar la energía derivada de los
complejos, estos pueden convertirse en el motor impulsor para el desarrollo personal, pues en cierta forma
dichos mecanismos son comparables con los caballos salvajes, tremendamente dañinos en su estado original,
pero de notable utilidad una vez domesticados.

Existen otras dos manifestaciones que hasta cierto punto representan modalidades del complejo descripto ,
ellas son: El complejo de "oveja negra" que puede estar arraigado desde la niñez, por trato inadecuado de los
padres cuando rechazan a un hijo por algún tipo de comportamiento negativo y le asignan la categoría de
"caso perdido", "bala perdida" u "oveja negra de la familia", sin percatarse de que esa etiqueta pudiera ser
asumida por el descendiente con una actitud parecida a la de Don Juan Tenorio con aquello de "...llamé al
cielo y no me oyó, ya que sus puertas me cierra, de mis pasos en la tierra, responda el cielo, no yo".

Tanto éste, como otros mecanismos que abordaremos, pueden presentarse como complejos y también como
sentimientos, según funcionen como causa o como consecuencia de una drogadicción.

Complejo del patico feo

En este complejo, cuyo nombre es tomado del cuento de igual titulo del escritor danés Jean Christian
Andersen, la situación rechazada por la familia no se refiere a malas conductas, sino a la escasez de virtudes
en comparación con otros hijos. Es el caso del joven poco dotado intelectualmente o con alguna limitante que
le pone en desventaja con el resto de sus hermanos, en cuanto a desarrollo escolar y profesional.
Juan, el joven con dificultades para la lectura cuya historia comentamos antes (ver cocaína), presentaba este
complejo, y de la misma manera que el patico inicialmente rechazado por su familia debido a su pobre
presencia, se convirtió en hermoso y admirado cisne, el pudo recuperar el afecto y respeto de sus padres al
vencer a la droga. Algo similar puede ocurrir en los casos que presenten este mecanismo como causa o
consecuencia de una toxicomanía y que establezcan una adecuada relación de ayuda para salir adelante.

Complejo del hijo de padres prominentes

Recuerdo un paciente con esta obsesión, que luego de algún tiempo en mi servicio la refería de forma muy
personal: "Doctor, mi problema es que yo quisiera ser como mi padre, que es un verraco en mi país y lo único
que he logrado es ser un verraco en Cuba". Se refería a que el término verraco en Colombia expresa virtudes,
poder y éxito, mientras que en nuestro país se relaciona con ingenuidad, endeblez, fracaso.

Este complejo, como expresa su nombre, se ve en hijos de padres o madres especialmente destacados, quienes
devienen metas muy difíciles para los que pretenden identificarse con sus progenitores. En tales casos la
temprana apreciación de que el modelo resulta inalcanzable les lleva a la autovaloración de que no satisfacen
las exigencias y por esa vía se establecen sentimientos de frustración y fracaso, así como dificultades en la
relación con el padre o la madre prominente.

Finalmente, queremos referirnos a dos manifestaciones muy comunes y de fácil solución cuando se enfrentan
adecuadamente. Nos referimos a la timidez y la inseguridad, sentimientos relacionados, que en cierto grado
están presentes en todas las personas aunque algunas las manejan mejor que otras. Las drogas, lejos de ser
una solución de los mismos, constituyen un factor agravante.

La vida familiar del Toxicómano

Desde el comienzo de este manual hemos insistido en que las toxicomanías son enfermedades, aunque
reconocemos que existen vecinos, compañeros de trabajo, amigos, familiares y desgraciadamente también
algunos profesionales y técnicos de la salud, que rechazan este criterio. Debemos resaltar que, aún en los
casos de familiares convencidos de que el toxicómano es un paciente, se evidencian aspectos de la relación
interpersonal que se diferencian notablemente de los presentes en las relaciones familiares con otros
enfermos.

¿Ha notado usted alguna diferencia. entre la relación familiar que se establece con un drogadicto y las
constatadas con un diabético o un esquizofrénico? En nuestra experiencia, la actitud habitual ante estos y
otros enfermos "convencionales", es de comprensión, protección (muchas veces exageradas) y amor. En el
caso del toxicómano la relación tiene otro matiz, pues la hostilidad y cierto grado de rechazo, más o menos
evidentes y más o menos conscientes, la afectan seriamente. Apréciese que las enfermedades comparadas son
también frecuentemente de curso prolongado y que, en el caso de las esquizofrenias graves, se produce una
seria afectación de la conducta que implica frustraciones, tensiones y temores familiares. Entonces ¿ por qué
la actitud tan diferente?.

La respuesta está en que la gran mayoría de las enfermedades conocidas se producen sin que el paciente
juegue un papel voluntario en su determinación, mientras que en las toxicomanías existe un indiscutible grado
de responsabilidad presente desde que la persona establece los primeros contactos con el tóxico e ignora
infinidades de consejos y mensajes de alerta. Tal responsabilidad existe también, cuando después de un
tratamiento de desintoxicación que lo ibera de la dependencia biológica o física – que implica un alto grado
de esclavitud, - se reincide en el consumo.

Es indiscutible que el sujeto tiene, en el enfrentamiento a la dependencia psicológica y social, muchas más
posibilidades de tomar la decisión correcta, pues la pérdida de libertad ante el tóxico es menor y el conflicto
"¿consumir o no consumir?" puede resolverse en forma responsable siempre que se haya logrado interiorizar
adecuadamente la situación, mientras que al existir la dependencia biológica las posibilidades de éxito
disminuyen hasta que se logre la desintoxicación que muchas veces requiere hospitalización, aunque hay
casos que con la ayuda familiar y sin indicaciones médicas lo han podido hacer, encerrándose en el hogar
hasta superar dicha etapa que se manifiesta en los primeros días por los síntomas de abstinencia y dos
semanas después por cambios metabólicos en el organismo que pueden pasar inadvertidos para personas no
especializadas.

Cuando una esposa, una madre o un hijo se oponen a la reiteración del consumo del tóxico por parte del
cónyuge, hijo o padre, respectivamente, el sentimiento de que el paciente prefiere al tóxico que a ellos, no es
totalmente equivocado, aunque la conducta depende de la profundidad de la esclavitud, que es mucho menor
en las etapas de comienzo y después de la desintoxicación. Es bien conocido que la hostilidad generada por
dicha apreciación es tanto mayor cuando más profundo es el cariño que se siente por quien presenta la
drogadicción y la situación solo puede resolverla la abstinencia definitiva.

Los engaños

Si hay algo que empeora la relación paciente – familiar y llega a destruir totalmente, aunque en forma
transitoria, la confiabilidad del toxicómano, son sus reiterados engaños. Resulta conveniente, sin embargo,
hacer ver a la familia, que éstos no son más que expresiones interpersonales de los autoengaños que por
mucho tiempo sufre el propio paciente. En cuanto a las tendencias manipulativas y los frecuentes hurtos, al
principio hogareños y posteriormente de mayor relevancia social, debe tenerse presente que no son
expresiones de mala calidad humana, sino consecuencias de la esclavitud del tóxico que cada vez demanda
dosis mayores.

Desconfianza familiar

Aquellos polvos traen estos lodos. Este es el proverbio que transmitimos a nuestros pacientes cuando, en las
primeras etapas de la rehabilitación, refieren sentirse dolidos por las expresiones de desconfianza familiar
ante la abstinencia que realmente mantienen. Es prácticamente imposible aspirar a que , en tan breve lapso,
puedan borrarse las terribles huellas dejadas por la toxicomanía. Un aspecto muy importante en la relación de
ayuda es preparar al paciente para que afronte dicha desconfianza como una de las formas de pagar la deuda
que contrajo con su familia durante la pesadilla de las drogas. El crédito familiar no podrá restablecerse
totalmente hasta transcurridos por lo menos dos años de abstinencia y esto debe conocerlo el paciente por
aquello de que guerra avisada no mata soldado.

No pida peras al olmo.

Uno de los más graves errores que puede cometer la familia y que muchas veces determina serias
complicaciones, es la argumentación, la crítica o el regaño, cuando la persona está bajo la influencia del
tóxico. La regla indicada será esperar que pase la embriaguez, para llamar a la reflexión, ya que la aspiración
de que alguien con la conciencia afectada puede darse cuenta de sus actos sería como pedir peras al olmo y el
más frecuente resultado de esa gestión en mal momento es la disputa y hasta a veces la violencia.

El principio Pigmalión

Según la mitología griega, Pigmalión fue un escultor que luego de modelar la estatua de una mujer se
enamoró locamente de ella, hasta el punto que Afrodita, (diosa del amor), le infundió vida para que se
consumara el matrimonio. El objetivo de modelar la conducta de alguien, para que concuerde con nuestras
aspiraciones, es más fácilmente conseguido cuando se resaltan las acciones positivas que cuando se critican o
castigan las negativas. Si en la relación de ayuda con un toxicómano se toma en cuenta esa realidad decimos
que aplicamos el principio Pigmalión.

Rafael, que había presentado comportamientos bastante problemáticos durante su hospitalización, me


sorprendió muy favorablemente cuando enfrentó a otro enfermo de mayor corpulencia porque se burlaba de
un paciente indefenso. A partir de ese día reforzamos dicha acción, mencionándola en reiteradas ocasiones y
con nuestra actitud le guiamos implícitamente a que desempeñara otro rol, diferente al que históricamente le
habían asignado en su hogar: el de oveja negra.

Antón Makarenko, célebre educador soviético, dejó en manos de un joven con alta historia delictiva la
responsabilidad de cobrar el presupuesto de un mes para la escuela de reeducación. El sorprendido joven salió
solo institución, cobró y regresó, esta vez con el propósito de iniciar su nueva vida como oveja blanca. Una
aplicación de este principio en la relación con el toxicómano es ante la duda...siempre confiar, ya que hace
mucho más daño desconfiar injustamente que confiar ante el posible engaño.

En el primer caso se frustra al paciente al no reconocerle su esfuerzo, mientras que en el segundo se aumenta
su culpabilidad que en algún momento lo llevará a la reflexión y al establecimiento de la actitud de lucha ante
el tóxico.

La decepción

Hace poco me emocionó la imagen de un sordomudo que, pese a sus limitaciones en la comunicación,
cuidaba con gran amor de su hijito mientras este jugaba en un parque. Cualquiera hubiera podido apreciar que
para el pequeño niño seguramente no existe en el mundo hombre alguno más importante que su padre. Esa es
la apreciación habitual de un hijo ante quien le brinda su cariño y protección. ¿Que ocurre, sin embrago,
cuando el padre comienza una drogadicción?.

Un paciente lo decía muy claramente en nuestros grupos: "cuando estoy bajo el efecto del tóxico dejo de ser
yo". En efecto, la imagen se transforma totalmente ante los hijos, el cónyuge, los padres y ante otros
familiares que lo habían admirado como persona consciente, capaz de darse cuenta de lo que ocurre y
comportarse correctamente. La reiteración de esta situación es realmente decepcionante y tiene un alto precio
para la armonía familiar.

La afectación de la conciencia y personalidad ocurre, tanto por el efecto inmediato del tóxico, como por su
repercusión negativa sobre el sistema nervioso, según avanza la toxicomanía. En algunos casos, el terror se
suma a la decepción cuando aparece el síndrome de Doctor Jekill y mister Hyde donde el toxicómano, igual
que el protagonista de esta historia, se transforma en tal grado bajo el efecto del tóxico, que de una persona
caracterizada por un trato afable, cortés y solidario, se convierte en un monstruo agresivo y destructivo. El
síndrome es expresivo de daño cerebral y quien lo presenta debe ser atendido médicamente. Tal era el cuadro
que presentaba el padre de Rosita la niñita que dormía con zapaticos.

No quisiera terminar este tema, sin referir el aporte de Alexander uno de los pacientes que participó en su
debate. El insistió que existe un factor que coloca en notable situación de desventaja a los familiares en su
relación con el toxicómano y es la evasión del paciente de los conflictos interpersonales mediante el consumo
del propio tóxico (evasión secundario) o la posibilidad de afrontar las tensiones generadas por su conducta,
con cierta actitud de expiación, sustentada en sentimientos de culpa. Pero los familiares no utilizan ninguno
de estos mecanismos y su comportamiento es similar al de una olla de presión a la que se le obstruye la
válvula de seguridad, es decir, progresivamente acumula vapor hasta estallar, mediante cuadros de depresión,
ansiedad o trastornos en el funcionamiento de diferentes aparatos y sistemas del organismo, expresados por
crisis de palpitaciones, hipertensión, trastornos digestivos y sobre todo disfunciones sexuales, nada raras en
los cónyuges de drogadictos.

La sexualidad del toxicómano

Las funciones sexuales se incluyen entre las más valoradas por la población en el mundo, debido a su carácter
placentero, significación procreativa y apreciación popular de que ratifican el rol masculino o femenino. Este
último aspecto resulta muy relevante en culturas como la latinoamericana donde el machismo ha dejado sus
huellas.

La actividad sexual normal es el producto de la interacción armoniosa de una serie de factores psicológicos,
espirituales, sociales y biológicos cuya indemnidad resulta fundamental, y requiere de condiciones como
madurez emocional, capacidad de amar y ser amado, seguridad en sí mismo, y capacidad para vincular
adecuadamente lo sentimental con lo sexual. Plantea además exigencias sociales donde las relaciones
humanas, la imagen proyectada y la escala de valores juegan roles destacados. Finalmente, demanda del
organismo condiciones adecuadas en la actividad cerebral y medular, la circulación de la sangre, el nivel
hormonal y el equilibrio neurovegetativo.

Es gracias a estos requisitos que el ser humano progresa hacia el éxito por las diferentes fases de la respuesta
sexual que se denominan de atracción, de excitación, meseta, orgasmo y resolución, representadas en orden
respectivo por: búsqueda de pareja, respuesta genital inicial preparatoria del coito, incremento de la
excitación, culminación de ésta y relajación sucesiva al orgasmo.
`
Abordaremos a continuación el papel de los problemas sexuales como determinantes de algunas toxicomanías
y posteriormente los efectos negativos de las drogas sobre estas funciones.

La exploración de la vida sexual, previa a la instalación de una toxicomanía, resulta de notable relevancia,
especialmente en aquellas determinadas por mecanismos evasivos y sintomáticos. En efecto, las disfunciones
y desviaciones en este sentido pueden ser erróneamente enfrentadas mediante la utilización de drogas, debido
al mito antes comentado de que las drogas mejoran la actividad sexual. Por esa vía, muchas personas con
problemas en la erección o eyaculación recurren a los tóxicos en lugar de buscar atención adecuada en los
servicios de salud, sin saber que con ello están echando "leña al fuego".

Algo similar ocurre con personas homosexuales (egodistónicos) que rechazan dichas tendencias y tratan de
evadir el conflicto por una puerta falsa. Por otra parte, acusadamente en el caso de los toxicómanos evasivos,
hemos constatado serios conflictos derivados del enfoque incorrecto de experiencias o condiciones personales
que, pese a incluirse en el marco de la normalidad, determinan por su valoración distorsionada importantes
sentimientos de inferioridad e inseguridad sexual que a veces se intentan resolver mediante las drogas.

Recordamos un paciente latinoamericano que llegó a nuestro servicio para el tratamiento de la cocainomanía.
En breve tiempo logró establecer una imagen de "hombre duro" mediante frecuentes relatos de su
participación en la "mafia" plagados de múltiples situaciones de peligro que siempre enfrentaba con la mayor
sangre fría. Guiado por el popular principio de dime de qué presumes y te diré de qué careces, pensamos que
posiblemente todo aquello no era otra cosa que un mascarón de proa para aumentar su seguridad personal. El
factor que permitió disolver sus defensas, y facilitar la comunicación de los conflictos subyacentes, fue el
ingreso de un paciente con una psicosis cocaínica que durante los primeros días y debido a su toma de
conciencia pareció ignorar totalmente la condición de "hombre peligroso" de su compañero e hizo
comentarios desagradables sobre la obesidad de nuestro paciente y la cantidad de grasa acumulada en sus
glúteos.

La sorpresiva situación desarmó totalmente al joven de esta historia que de inmediato acudió a nosotros para
volcar su angustia y buscar medios más constructivos y reales para superar su inferioridad sexual. Este joven
había sufrido por muchos años las consecuencias negativas de desconocer que las experiencias sexuales
infantiles tienen, en la generalidad de los casos, matices francamente homosexuales sin que impliquen
anormalidad alguna. El las tuvo y estableció el criterio de que eran imperdonables por expresar algún tipo de
tendencia inaceptable. Esta apreciación distorsionada de que se acompañan las implicaciones psicológicas
habituales en medios machistas, se convirtió en el núcleo central de un complejo de inferioridad que trato de
compensar con sus fantasías de "mafioso". La ventilación y corrección de los enfoques erróneos resolvieron
los conflictos imaginarios de aquel paciente que hoy, lejos de pretender destacarse como hampón, lo hace en
su rol de padre y hombre público de éxito en su país.

Es también frecuente, en el grupo de toxicómanos evasivos, que existan preocupaciones en torno a las
dimensiones del pene y que se establezcan por esta vía valoraciones minusválicas en el plano sexual, que
llegan en casos extremos a convertirse en determinantes de timidez e inseguridad ante la pareja. Lo
verdaderamente doloroso de esta pequeña tragedia personal es que en la mayoría de los casos se trata de una
simple apreciación distorsionada, como producto del desconocimiento de las características estructurales y
funcionales del pene. De existir algún problema real ello llamaría de inmediato la atención de los padres
quienes pueden reclamar la ayuda médica especializada durante la infancia, y solucionar la situación.

Lo que en realidad ocurre depende del contenido de tejido elástico en unos penes y otros. El pene normal
cuenta con unos conductos fibrosos, y más o menos elásticos, que son responsables de la erección cuando se
llenan de sangre. Estos conductos, llamados cuerpos cavernosos, pueden aumentar en mayor o menor grado
su longitud y calibre, según sea mayor o menor el contenido de fibras elásticas en sus paredes. Estudios
científicos de absoluto rigor han comparado el cambio de dimensiones que experimentan los penes de una y
de otra características. Así se valoró la dimensión del pene, en estado de flaccidez y durante la erección, en un
grupo de personas con miembros evidentemente desarrollados cuando se medían en estado habitual y en otro
grupo de sujetos que en dicho estado presentaban menores dimensiones.

Los resultados de las mediciones en ambos grupos, luego de la erección, demostraron que éstas eran
prácticamente iguales y en algunos casos resultaron mayores las del grupo en aparente desventaja inicial. La
explicación es fácilmente inferible. Mientras más elástico es un pene, más se recoge cuando está inactivo
pero, al mismo tiempo más aumenta su volumen cuando entra en erección.

Junto a tales informaciones debe resaltarse que las dimensiones del pene tienen realmente poco significado en
el mantenimiento de una vida sexual exitosa ya que, en muchos casos de personas con desarrollo genital
superior al promedio, resultan frecuentes las molestias dolorosas por parte de la pareja durante el coito.

Todos los científicos están de acuerdo en que no es por la dimensión del pene por lo que se mide la calidad de
un hombre como amante. El aspecto más importante en la relación sexualidad – droga es,
incuestionablemente, el efecto negativo del consumo de estas sustancias sobre la relación sexual, evidenciado
en un estudio efectuado en nuestro hospital, donde se comparó la vida sexual de los toxicómanos con la de
pacientes esquizofrénicos severos, y personas sanas. La vida sexual del toxicómano fue mucho peor que la
del esquizofrénico y mucho más deficiente que en las personas sanas. [147]

Afectación psicológica

Como vimos al principio, las drogas, al perturbar la conciencia y la personalidad, dan al traste con las
cualidades humanas que cada sujeto ha desarrollado en el transcurso de su vida. Cuando se borran, por el
consumo agudo de un tóxico, lo primero que determinan es la desagradable apreciación por parte de la pareja
de que el intercambio sexual se realiza con alguien totalmente ajeno a la persona amada y la repetición de esta
experiencia llega a "enfriar" su respuesta, lo que frecuentemente da lugar al celo anormal del drogadicto que,
por sus mecanismos de autoengaño, no se percata de lo que ocurre y piensa que la explicación está en que su
cónyuge ha sido atraído por otra persona.

El consumo prolongado añade a lo dicho el síndrome amotivacional donde la pareja deja de ser importante y
lo único que mueve al sujeto es la búsqueda del tóxico.

¿Y qué decir de la afectación de la espiritualidad?

Afectación social

La afectación social de las relaciones humanas, la imagen pública y la escala de valores, se producen
parejamente durante el consumo agudo y crónico de los tóxicos; y entre las puertas que inevitablemente se
cierran, al menos mientras dure la toxicomanía, están las de la pareja que poco a poco se decepciona.

Afectación biológica

Este aspecto es uno de los menos conocidos por la población en general, que valora, sin embargo, con
bastante acierto el daño psicológico y social determinado por las drogas a la vida sexual. La afectación
biológica se establece por los siguientes efectos
Efectos dañinos sobre la actividad cerebral y la médula espinal

En estas estructuras se asientan los centros nerviosos más importantes para la vida sexual; su funcionamiento
adecuado resulta fundamental para el éxito de la relación.

El cerebro y la médula espinal están constituidos por un entrecruzamiento de vías nerviosas que podrían
compararse con el alambrado de un motor eléctrico cuya actividad normal depende tanto del revestimiento
como del aislamiento adecuado de dichas vías (alambres en el símil) para evitar cortocircuitos. La
administración, en fases aguda y crónica, de las diferentes drogas determina infinidad de "cortocircuitos" y el
resultado final sobre la actividad sexual es fácil de imaginar.

Como ejemplo del alto potencial dañino de las drogas sobre los circuitos nerviosos, están las grandes
distorsiones en la percepción de la realidad que acompañan a los estados de embriaguez por diferentes
drogas, incluida la visión de culebras y escenas terroríficas, la percepción de voces inexistentes y la errónea
apreciación de distancias, responsable de muchas muertes por caídas de grandes alturas en jóvenes que, bajo
el efecto de tóxicos, tienen la falsa valoración de que la calle está a sólo un paso del balcón.

Efectos dañinos sobre la circulación de la sangre

El suministro normal de sangre al cerebro y los órganos genitales se puede ver seriamente afectado por la
acción de diferentes drogas, en unos casos debido a la contracción vascular que determina una reducción
importante del calibre de las arterias y, en otros, por el mecanismo contrario de vaso – dilatación generalizada
que produce una caída total de la presión arterial hasta el punto de dificultarse seriamente la circulación, lo
que da al traste con la erección. Recuerde la primera pregunta de un experto cuando es consultado por un
problema sexual: "¿Está usted a menudo bajo la influencia de algún tóxico?".

El consumo prolongado de drogas lleva también a serios trastornos del metabolismo de las grasas
determinando el depósito de estas sustancias en las paredes arteriales que llegan a obstruirse en forma similar
a como lo hacen las cañerías de agua antiguas. Este mecanismo explica tanto las disfunciones sexuales como
la frecuencia de infartos, trombosis y embolias en los consumidores.

Efectos dañinos sobre la producción y circulación de las hormonas

De la misma manera que el hígado "se entrena" para destruir las drogas que circulan en la sangre (éste es uno
de los mecanismos que explican la tolerancia), se prepara para destruir otras sustancias que pueden tener
algún parecido químico aunque produzcan efectos totalmente diferentes. este es el caso de las hormonas
sexuales, las cuales resultan víctimas del mismo mecanismo de destrucción desarrollado por el organismo
como defensa ante la invasión de las drogas. Pero el daño hormonal de los tóxicos no depende solamente de
esto, sino también de la acción directa de ellos sobre glándulas tan importantes como las del testículo, ovario,
hipófisis y suprarrenales.

Efectos dañinos sobre el mecanismo neurovegetativo

Además del sistema nervioso central, responsable fundamental de la vida de relación con el medio, existe el
sistema nervioso vegetativo cuya función básica es la regulación del funcionamiento de los diferentes
órganos, aparatos y sistemas de nuestro organismo.

Esta parte del sistema nervioso, tiene una acción muy importante sobre la circulación de la sangre y la
preparación general del organismo para dos tipos de funciones diametralmente opuestas: las de defensa,
agresión o huida y las de tranquilidad, asimilación de alimentos y procreación.

El sistema vegetativo depende para su función normal del equilibrio de dos polos funcionalmente opuestos; el
primero garantiza las funciones de emergencia antes señaladas, es el ortosimpático y el segundo, responsable
de las funciones placenteras, es el parasimpático. Una de las acciones más importantes de las drogas es la
determinación de un notable desequilibrio entre estos dos polos y por esa vía producen, entre otros efectos,
serios trastornos en las funciones sexuales.

El desequilibrio vegetativo puede determinar indistintamente eyaculación adelantada o muy retardada, y hasta
abolida, así como bloqueo total de erección y, menos frecuentemente, erecciones dolorosas y mantenidas que
con el diagnóstico de priapismo requieren generalmente ayuda médico – quirúrgica inmediata. Trastornos
similares ocurren en la mujer, sobre todo, en lo referido al orgasmo.

Definitivamente, el consumo de drogas con el propósito de mejorar la vida sexual es como el famoso disparo
que sale por la culata. La desintoxicación y la práctica de deportes y ejercicios físicos es la verdadera ruta a
seguir.

El desliz y la recaída

Quizás no existe en el ámbito médico situación más frustrante que la recaída de un toxicómano luego de una
etapa en que todo marchaba bien. El nivel de frustración de la familia y del propio toxicómano cuando ha
realizado sinceros esfuerzos por su recuperación es muchas veces mayor, lo que determina, tanto en la
dinámica familiar como en la relación de ayuda profesional, situaciones que de no manejarse adecuadamente
serían catastróficas.

En efecto, la culpa, la inseguridad, la autoconmiseración y la hostilidad, generadas en el paciente, tienen su


contrapartida en el enjuiciamiento crítico, la subestimación, la actitud punitiva y la desesperanza en los
familiares y prestadores de ayuda, si no recuerdan que ante una caída o recaída sólo hay una alternativa...
ponerse de pie, levantarse y seguir adelante pues como dice el refrán, es de humanos caerse y de verdaderos
hombres levantarse.

Veamos primero algunos términos que creemos importante diferenciar, el desliz y la recaída. El primero se
refiere a la ruptura de la abstinencia, seguida de notable culpabilidad y búsqueda inmediata de ayuda para
evitar que nuevamente el tóxico se incorpore al estilo de vida de que fue expulsado. Cuando la ayuda
inmediata no es demandada o se reclama y no se recibe, la persona reitera el consumo y en muy breve plazo,
diríamos en un plazo sorprendentemente breve, se reinstala el mismo cuadro que estuvo presente al iniciar el
tratamiento. Es entonces que hablamos de recaída.

Muchos pacientes se preguntan a qué se debe que al inicio de su toxicomanía lograron algún tiempo de
consumo sin llegar a esclavizarse por completo y ahora en la recaída, aún después de una larga etapa de
abstinencia, la esclavitud se reinstala en sólo pocos días. La explicación está en parte en los conceptos de
"luna de miel" y "luna de hiel" de que hablamos antes y también en el camino pavimentado y conservado
permanentemente, aunque cerrado al paso por la abstinencia, que simboliza la sensibilización del organismo
al tóxico expresada por su alta y definitiva vulnerabilidad ante éste.

Algunos autores señalan que en las toxicomanías el desliz y la recaída deben considerarse parte del
tratamiento y con ello se refieren a que, cuando estos incidentes negativos ocurren, deben ser analizados
profundamente en la relación de ayuda y obtener de ellos nuevos conocimientos y recursos para seguir
adelante con la abstinencia y evitar nuevos "traspiés".

La lucha entre la tentación y la decisión, que antes comparamos con los caballos que tiraban en sentido
contrario, podría darse en la metáfora de la balanza en la que un platillo recoge las tentaciones y otro los
recursos que progresivamente el paciente va incorporando en su lucha ante el tóxico. Cuando la abstinencia
se rompe debemos agregar en este último platillo una pesa que es la conciencia plena de que reiterar el
consumo es como jugar nuevamente a la ruleta rusa; sólo que, a diferencia del trágico juego de azar, en esta
ocasión en lugar de cinco cámaras vacías hay una y en vez de una bala cinco, es decir que la posibilidad de
llegar a la recaída sería todavía mayor.

La respuesta inicial más frecuente en el paciente es achacar esta situación a las malas influencias y a la fácil
accesibilidad al tóxico, así como la desconfianza de sus familiares o la insuficiencia del tratamiento, lo que
hace surgir por esta vía sentimientos hostiles hacia las tentaciones, la familia, el prestador de ayuda, sobre
todo si es profesional y, a veces, también una gran hostilidad a sí mismo, que de no ser manejada
adecuadamente podría resultar catastrófica.

Sin embargo, lo importante es valorar profundamente en qué consistió la falla cuya respuesta es
habitualmente el olvido de la recomendación de huir de las "cercanías de la tembladera". Otras veces ocurre
que el paciente, capaz ya de mantener la abstinencia de una droga ilegal mientras está sobrio, sucumbe a la
menor tentación cuando se encuentra bajo la influencia del alcohol. Esto es peligrosísimo y una de las causas
más comunes de recaídas en pacientes en fase avanzada de recuperación o rehabilitación.

Es frecuente, por otra parte, que cuando un paciente se abstiene de una droga ilegal incrementa en cierto
grado su consumo de alcohol; ello debe evitarse celosamente ya que, de llegar a la embriaguez, se produce un
borramiento total de las defensas ante el tóxico. Muchas veces lo hemos dicho, "la lucha contra las drogas es
una guerra a muerte" donde los ejércitos en pugna son los tóxicos, de una parte, y la alianza terapéutica
integrada por el toxicómano y sus prestadores de ayuda, de la otra. Uno de los principales objetivos de esta
relación es "armar" al toxicómano adecuadamente para que resulte vencedor. Mientras más potente sea su
"armamento" más posibilidades tendrá de salir victorioso. El consumo de alcohol equivaldría a quedar
desarmado y entonces el enemigo no tendrá compasión.

Los Recursos Inspirativos

Una de las premisas de la escuela humanista en psicoterapia es que el profesional comparta con sus pacientes
experiencias personales que pudieran resultar útiles para la solución de problemas. El presente tema pretende
seguir esa línea en la que el terapeuta, conocedor de sus propias deficiencias como ser humano, deja por
momentos su papel de "experto que orienta" y se transforma en "persona que intercambia vivencias" en una
sencilla comunicación de persona a persona.

Sucedió exactamente el día que compre mi nuevo carro, cuando salía del hospital en dirección a la ciudad y
pasé junto a una paciente y su madre que llevaban igual rumbo. Una vez incorporadas al auto recibí de
inmediato dos importantes mensajes de la enferma: El primero captado mediante el espejo retrovisor, fue su
semblante de gran satisfacción; el segundo, apenas perceptible a mis oídos, se refería a lo que significaba para
ella "pasear con el profesor". En los siguientes minutos sus comunicaciones fueron cada vez más audibles e
incluyeron mi nombramiento como "embajador de su reino"; la asignación de parte de su herencia; y una
invitación para ser recibido en "su palacio" durante una fiesta en mi honor a la que asistirían representantes de
todos los países del mundo.

Su despedida fue sin embargo, mucho más impactante para mí, pues al salir del auto y en forma totalmente
ajena a su deseo, rasgó – con un alambre que sobresalía de su maletín- el forro de piel del asiento. El sonido
característico, unido a la dolorosa imagen del desgarro, por una parte, y mis patrones de personalidad algo
obsesivos, por la otra, estuvieron a punto de desencadenar una verdadera tormenta en mis coronarias, pese a
lo cual logré despedirme de mis pasajeras haciendo "como si no me hubiera percatado de los ocurrido".
Segundos después comenzaron mis inevitables reflexiones en casos como éste: "yo que tenía el propósito de
mantenerlo como nuevo", "ya nunca quedará como antes", "por qué no me fije en el alambre".

Estos pensamientos sólo me molestaron hasta que de forma súbita y espontánea surgió una idea que
neutralizó totalmente el efecto desagradable de la experiencia. El razonamiento fue: "en fin de cuentas, vale
mucho más el rato de felicidad verdadera que proporcioné a esta paciente que el daño del asiento". Sin
proponérmelo había utilizado uno de los recursos psicológicos más valiosos para enfrentar situaciones
negativas: La inspiración.

Con bastante frecuencia, la repercusión personal de una experiencia frustrante depende en gran parte de
forma en que la misma es afrontada y su manejo adecuado tiene mucho que ver con este mecanismo humano.
Que puede ser planificado, o involuntario.
Un paciente alcohólico, que inició muy tempranamente su toxicomanía por vías socioculturales, consideraba
erróneamente que el consumo excesivo se había instalado después de la dolorosa experiencia de no estar
presente cuando el fallecimiento de su madre, por encontrarse en otro país como oficial de la marina
mercante. Esta situación tiene aspectos comunes con la vivida por mí, cuando me inicié en el ejercicio
profesional.

La formación integral del médico cubano de nuestros días, es bien diferente de la que teníamos cuarenta y
cinco años atrás, en que la enseñanza era casi exclusivamente teórica y la dedicación total a los estudios
resultaba sólo factible para personas muy pudientes, y ese no era precisamente mi caso. Por otra parte, había
elegido y cumplimentado mi internado del último año, en psiquiatría, con el propósito de continuar esa
especialidad en algún hospital del interior del país tan pronto me graduara.

La noticia de que debido a una epidemia de gastroenteritis, todos los médicos debíamos ser ubicados en
hospitales rurales para enfrentar éste y otros problemas de salud, que caracterizaron aquella etapa, no fue por
cierto nada tranquilizadora; sabía que en sólo tres días enfrentaría las responsabilidades médicas implícitas en
una especialidad que años después designaríamos jocosamente como "piel... y su contenido", aunque en aquel
momento resultaba aterradora.

La inseguridad tocó intensamente a mis puertas y sé que, pese a sus esfuerzos por no demostrarlo, también a
las de mi madre que en los últimos dos años padecía una enfermedad cardiovascular. Era el momento de mi
gran prueba, y ella – que esperaba cristalizar su profunda vocación médica a través de mi ejercicio
profesional – lo sabía mejor que nadie.

Cuando el ómnibus se alejó del andén, tuve la corazonada de que aquel sería su último adiós. Dos horas
después de mi llegada al pequeño hospital rural de Niquero, suturaba dos tendones seccionados por una
mocha cañera y ese mismo día disequé la vena safena de un niño severamente deshidratado e hice un legrado
a una madre que corría por el gran sangramiento, el peligro de convertir en huérfanos a sus 5 hijitos. Cada
nueva experiencia que enfrentaba con éxito gracias a mis conocimientos teóricos y a la asesoría y ayuda de
mis colegas y grandes amigos Genaro y Angelito, profesionales de gran experiencia, aumentaba poco a poco
mi seguridad y con ello mis deseos de comunicar dichos éxitos a mis padres...

Desgraciadamente, el tiempo no fue suficiente para que ella leyera la primera carta. Seis días después de mi
estreno médico llegó la noticia: "Mamá muy grave, ven urgentemente, Eduardo". La misma persona que se
ofreció para traer el telegrama a mi hospital, se propuso – en gesto de solidaridad que jamás olvidaré – para
llevarme hasta Santiago de Cuba de donde saldría el avión hacia La Habana a las 5:00 p.m. Entonces, no
había carretera entre Niquero y Manzanillo y el recorrido hasta la escalerilla de la nave se calculaba en cinco
horas. Era ya más de la 1:00 p.m. El objetivo fue logrado, aunque el sobresfuerzo implicó un severo daño al
vehículo que en nada disminuyó la satisfacción de quien me hiciera el favor más importante de toda mi
existencia.

El abordaje por primera vez a un transporte aéreo pasó inadvertido. Temas infinitamente más relevantes
ocupaban mi atención: "¿la encontraré viva?", ¿podré contarle mis incipientes éxitos y la gran satisfacción
por sentirme tan útil ante los demás? Fue un vecino quien me enfrentó con la realidad. Lo que temí al
despedirme había sucedido. Cuando besé su frente fría por la muerte, diferentes reflexiones pudieron haberme
conducido a enfoques tan errados como rechazar mi profesión por haberme alejado de mi madre en sus
momentos más difíciles o pensar que jamás tendría satisfacción en mi trabajo; sobre todo me dolía que ella
hubiese muerto sin conocer que sus esfuerzos extraordinarios por que me hiciera médico, ya rendían sus
frutos.

Esa vez, sin embargo, surgió la inspiración que marcaría para siempre mi ejercicio profesional; cada uno de
mis actos médicos en el futuro sería un homenaje a su memoria. Cuarenta y ocho horas después del sepelio,
efectuaba en Niquero, mi primera traqueotomía a un niño a punto de morir asfixiado por un cuerpo extraño en
la glotis. La expresión de felicidad de su madre, al ver superado el peligro, me hizo fantasear que en aquel
momento la persona que más he querido también sonreía con satisfacción.
Los recursos inspirativos creados por el propio paciente o inducidos por personas que les ofrecen su mano
para sacarlos de la tembladera, constituyen uno de los medios más eficaces para la rehabilitación de los
toxicómanos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. González R. Psicoterapia de Alcohólicos y Otros Toxicómanos. Editorial Científico - Técnica. La


Habana 1996
2. López Ibor. CIE-10 "Tastornos Mentales y del Comportamiento: Descripciones Clínicas y Pautas para el
Diagnóstico". Editorial Meditor. Madrid 1992
3. A.P.A. Diagnostic Criteria from DSM – IV. Edit American Psychiatric Press. Washington D. C. 1994
4. Otero A. Glosario Cubano de la 10ma Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades
Capitulo V, GCIII. Editora Hospital Psiquiátrico de la Habana 1998
5. González R; S. Goicolea. "El Consumo Social y Anormal de Alcohol. Criterios para su Diagnóstico por
el Médico de Familia" Revista de Medicina General Integral 9 (3) 251 – 257, 1993
6. Alonso Fernández F. "Las Otras Drogas" Editorial Temas de Hoy. Madrid 1996
7. Alonso Fernández F. "Alcoholdependencia. Personalidad del Alcohólico". Editorial, Salvat Mason III
Edición Barcelona 1992
8. Beattie M. "Ya no seas Codependiente" 5ta Edición. Edit Promexa México D. F. 1994
9. López Ibor J. M. Drogas en Guía Práctica de Psicología. Dirigida por J. A. Vallejo Nagera 20va Edición.
Editorial Temas de Hoy 1998
10. S. O. S. Alcohol y Otras Drogas. Editorial Oriente Santiago de Cuba 1998
11. González R. "Introducción a la Psicología, Etica y Deontología Médicas. Editorial Científico Técnica
(En Prensa)".
12. Villavicencio Nuñez R. Psicología Médica. Libro de Texto Instituto Superior de Ciencias Médicas de la
Habana. Editorial Editorial Ciencias Médicas La Habana 1998
13. Allport G. "La Personalidad: Su Configuración y Desarrollo" 8va Edición Editorial Herder. Barcelona
1986
14. Bustamante J. Psicología Médica. Editorial Ciencias Técnicas. La Habana 1967
15. González R Clínica Psiquiátrica Básica Actual Editorial Científico Técnica. La Habana 1998
16. Graham K. Reasons for Consumsion and Heavy Caffeine Use. Generalization of a Model Based on
Alcohol Research. Adictive Behavior 13 (2) 209 – 214, 1998
17. Schroeder R. El Mundo de las Drogas. Editorial Edamex México D. F. 1982
18. Gof D. Stimulants: in Clinical Manual of Chemical dependence. Editor Ciraulo D. ; : R. Shader
American Psychiatric Press Washington D. C. 1991
19. Greden F. Caffeinism and Caffeine Withdrawal in Handbook on Drug Abuse. National Institute of Drug
Abuse Rockville 1979
20. González R ; Mascaro G. Los Hábitos Tóxicos en Mayores de 15 Años. Estudio en un Area de Salud.
Rev. Hosp Psiq Hab 25 (4) 1 – 8, 1984
21. González R. Consideraciones sobre los Efectos Nocivos de las Drogas Legales en la Apreciación del
Estudiante de Medicina. Rev. Del Hosp Psiq de la Habana (En Prensa)
22. Jones R. Tobacco in Clinical Manual of Chemical Dependence. Editor Ciraulo D. ; : R. Shader
American Psychiatric Press Washington D. C. 1991
23. Llorente S. Estudio de Intervención Epidemiológica, Estilo de Vida y Hábitos Tóxicos. Municipio
Caimanera. Guantánamo 1992
24. Benowits N. ; H. Porchet. ; L. Sheiner. Nicotine Absortion and Cardiovascular Effects with Smokeless
Tobacco Use: Comparisson with Cigarettes and Nicotine Gum. Clin. Pharmacol. Ther. 44(1) 23 – 28,
1988
25. González R. "¿Cómo Liberarse de los Hábitos Tóxicos?". Editorial Ciencias Médicas La Habana 1994
26. Vázquez F. ; E. Becoña. Los Programas Conductuales para Dejar de Fumar. *** a los 2 – 6 Años de
Seguimiento. Adicciones 8 (3) 369 – 392, 1996
27. Peto R. ; A. López, J. Boreham, M. Thun; C.Heath. Mortality from Smoking in Developed Countries.
Edit. Oxford University Press, New York 1994
28. Rosales J. ; G. Calero. Tratamiento del Tabaquismo. Editorial MacGraw – Hill. Madrid 1994
29. Lando A. Formal Quit Smoking Treatments in C Orleans, J. Slade Nicotine Addiction: Principles and
Management. Oxford University Press, New York 1993
30. Becoña E. Tratamiento del Tabaquismo en J. Graña. Editor Conductas Adictivas. Edit Debate Madrid
1994
31. Garvey A. ; J. Heinold. ; B. Rosner. "Self Help Approaches to Smoking Cessation a Report from the
Normative Aging Study"” Addict Beh. 14 (1) 23 – 33, 1989
32. Becoña E. La Técnica de la Reducción Gradual de la Ingestión de Nicotina y Alquitrán. Una Revisión.
Revista Española de Drogodependencia 17 (2) 75 – 91, 1992
33. Dawley H. ; B, Butler. An 8 Year Comparison of Hospitalaized Veterans Attitudes Toward Smoking
Cessation. Intern J. of Addictions 22 (8) 785 - 790, 1987
34. Mothersill K. ; I. Mac Dowel. ; W. Roser. Subject Charactheristic and Long Term Program Smoking
Cessaction. Addictive Behavior 13 (1) 29 - 36, 1988
35. Jarvis M. ; J. Henningfield. "Pharmacological Treatment of Tobacco Dependence. "Pharmacol
Biochem Behav. 30 (3) 279 - 294, 1988
36. Abelin T.; A. Buechler. ; P. Muller. Controled Trial of Transdermal Nicotine Patch in Tobacco
withdrawal. Lancet 1 7 - 10, 1989
37. Becoña E. "Decenso del Consumo de Cigarrillos en la Línea Base y Eficacia de un Programa para Dejar
de Fumar. Rev Esp. de Drogodependencias. 16 (4) 277 - 284, 1991.
38. Gmur M. ; A. Schoop. "Factor Determining the success of Nicotine Withdrawal : 12 Year Follow Up of
532 Smokers after Sugestion Therapy. Inte. J. of addictions 22 (12) 1189 - 1200, 1987
39. Meyer R. ; T. Babor. “’Explanatory Models of Alcoholism" Alcoholism Section III Chapter 23. Review
of Psychiatric Press. Washington 1989
40. González R. "El Alcoholismo y su Atención Específica" Editorial Ciencias Médicas. Habana 1994
41. Alfonso F. "La Dependance Alcoolique" Presses Universitaires de France 1987
42. Mella C. "El Concepto de Alcoholismo: Apuntes para su historia y estado actual". Rev. Cient.
Asociación Médica Dominicana". 1 (1) 15 - 20, 1985
43. Velazco R. Prólogo del libro “Las Adicciones, Impacto y Perspectivas”. Secretaria de Salud. México D.
F. 1994
44. Suarez Richards M. Introducción a la Psiquiatría. Editorial Salermo. Buenos Aires 1995
45. Levav I.; C. Lima; M. Somoza; N. Cramer; René González. "Salud para todos en América Latina y el
Caribe: Bases epidemiológicas para la acción". Boletin de la OPS 103 (3) 196 - 219, 1989
46. Mc. Millen D.; E. Parker. "The Effect of Alcohol Consumption of Risk Taking While Driving".
Addictive Behavior 12 (3) 241 - 247, 1983
47. García T.; R. González. "Influencia del Alcohol en las Conductas Delictivas". Revista Hosp. Psiq. de
La Habana 32 (1) 377 - 391, 1991
48. De Quesada E.; E. Galban; A. Cadiz. "SIDA" Edit Científico Tec. La Habana 1987
49. Breier S.; J. Pogady. "Alcohol Intoxication and Criminality" Ceskoslovenca Psychiatria 83 (2) 74 - 82,
1987
50. De la Fuente R.; E. Medina. "Las Adicciones en México: El Abuso del Alcohol y los Problemas
Relacionados. Salud Mental. 10 (2) 3 -13, 1987
51. Doenberg D. "From Surveillance Report No. 2 for the Alcohol Epidemiologic Data System of the
National Institute of Alcohol and Alcohol Abuse JAMA 257 (3) 290 - 292, Feb. 1987
52. González R. "Pesquisaje de Alcoholismo en Trabajadores Ausentistas". Rev. Española de
Drogodependencias, 16 (1) 29 - 34, 1991
53. Kebler H. "Use Abuse Dependance" Proceeding of 6th Annual Vatican Pontificial Conference. Contra
Spem in Spem. Drugs and Alcoholism Against Llife" Nov 21. Rome Italy 1991
54. Rouse Beatrice A (Editor). Substance Abuse and Mental Health "Statistics Sourcebook". DHHS
Publication No (SMA) 95 - 3064, Washington D.C. Superintendent of Documents U.S. Goverment
Printing Office 1995
55. Mendoza S. ; A. Gual, J. Verdaguez; J. Colón. Estudio Epidemiológico del Consumo de Alcohol en
Accidentes de Tráfico los Fines de Semana. Adicciones 9 (3) 363 – 374, 1997
56. Goldstein D. "Alcohol and Biological Membranes, in Alcoholism Biomedical and Genetic Aspects.
Edited by Goedle Pergamon New York 1989
57. San Juan A.; P. Ibañez. "Alcohol y Alcoholismo". Edit. Mezquita Madrid 1983
58. Van Thiel D.; J. Galaver. "Myocardial Effects of Alcohol Abuse. Clinical and Psysiologic
Consequences, in Recent Advances in Alcoholism Vol. 3 Edited by Galanter M. Edit Plenum New York
1985
59. Mendoza L., R. González. "El síndrome Acetaldehido en el Tratamiento con Disulfiram". Rev. Hosp.
Psiq. de la Habana 28 (1) 83 - 94, 1987
60. Bogani E. "El Alcoholismo Enfermedad Social" 2da Edic. Plaza y Janes. Barcelona 1976
61. Mella C. "Notas de Psiquiatría Popular". Editorial Taller. Santo Domingo 1989
62. González R.; A. Mateo. "Repercusión Neuropsíquica del Alcoholismo" Revista Dominicana de
Psiquiatría 4 (1) 9 - 16, 1991
63. Jaffe J.; D. Ciraulo. "Alcoholism and Depression in, Psychopatology and Adictive Disorders, Edited by
Meyer R. Guilford New York, 1986
64. Lewis D. "A Review of Medical Education in Alcohol and Other Drug Abuse. JAMA 257 (21) 2945 -
948, 1987
65. Noble E. "The Biochemistry and Pathophysiology of Alcoholism in West L. Moderator "Alcoholism" J.
intern Medicine 100 (3) 407 - 408, 1984
66. González R.; E. González; R. Dijarric. "Morbilidad Oculta del Alcoholismo Masculino y Valor de los
Instrumentos para Detectarla". Rev. Esp. de Drogodependencias.17 (1) 31 - 43, 1992
67. González R. "La Epidemiología del Alcoholismo: Sus Objetivos y Obstáculos". Rev. del Hosp. Psiq. de
la Habana 27 (2) 177 - 190, 1986
68. Rodriguez A.; R. González; L. Figueredo; G. Soto. "Morbilidad Alcohólica Masculina Oculta en
Consultorios del Médico de Familia" Rev. del Hosp. Psiq de la Habana 32 (2) 555 - 58, 1991
69. DSM – IV Casebook: a learning companion to the Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorder
Edited by L. Spitzer; M. Gibbon; A. Skodol; J. Williams and M. First American Psychiatric Press.
Washington D. C., 1994
70. Cuevas J. ; J. Gisbert; a. Betancourt. "Alcohólico Actual: Aproximación a la realidad" Rev. Esp. De
Drogodependencias 21 (4) 315 – 339, 1996
71. Mullen K. "The Believes and Attitudes of a Group of Men in Mid - Life Towards Use" International
Journal of Addictions 20 (3) 235 - 246, 1987
72. Treskov V.; V. Truvnicov.; A. Shuvalov; S.Kikia. "Genetic and Constitutional Differences in Patients
with Various Forms of alcoholism". Korsakov J. Neuropath psich 87 (5) 746 - 50, 1987
73. Conde López V. "Epidemiología, Etiopatogenia y Terapéutica de las Depresiones. Espax Barcelona
1988
74. Fernández C. ; J. Lorente; E. Onaindra. "Depresión y Actividad Cognitiva: Un Estudio en
Comunidades Terapéuticas para Toxicómanos". Adicciones 9 (1) 61 – 78, 1997
75. Gimeno C. "Alteraciones Cognositivas en Pacientes Alcohólicos". Rev. Esp. de Drogodependencias 12
(1) 59 - 61, 1987
76. Diez Manrique J. "Los Problemas Relacionados con el Alcohol en la Práctica Médica General". Rev.
Española de Neuropsiquiatría 7 (22) 381 - 398, 1987
77. Hugalie S. "Vitamin C Metabolism and Liver Function in Alcoholism and Alcoholic Delirium During
Desintoxication Therapy. Korsakov J. Neuropath Psych 87 (2) 240 -242, 1987
78. Korsten M.; C. Lieber. "Medical Complication of Alcoholism in the Diagnostic and Tratment of
Alcohol” Edited by Mendelson J. Mc Graw-Hill, New York, 1985
79. Pucdey I.; L. Beilin. "Regular Acohol Use Raises Blood Pressure in Treated Hypertensive Subjects"
Lancet 1 (8534) 647 - 651, 1987
80. Bach Lluis. "Alcoholismo, Mujeres y Familia” Rev. Esp. De Drogodependencias 22 (4) 257 – 261, 1997
81. Edwards G.; J. Chandler; C. Hensman. "Drinking in a London Suburb. I: Correlates of Normal
Drinking. Quaterly J. Studies on Alcohol Sppl 6, 69 - 93, 1972
82. Ewing J.;B. Rouse. "Identifying the Hidden Alcoholic. Read al the 29th International Congress on
Alcoholism and Drug Dependence Sydney. Australia. Feb. 1970
83. González R.; A. Rodriguez; L. Figueredo.;A. Cisneros. "El Cuestionario de Indicadores Diagnósticos
(CID) en la Detección de Morbilidad Alcohólica Oculta "Rev del Hosp Psiq de la Habana 32 (2) 7 - 12,
1992
84. González R.; T. Miqueo; A. Cisneros. El Cuestionarios MAST en sus Variantes de 25, 13 y 10
Preguntas: Capacidad para Diferenciar Dependientes Alcohólicos de Bebedores Normales, según Fuente
de Información Utilizada. Rev Española de Drogodependencias 32 (2) 529 - 537, 1991
85. González R.; T. Miqueo; E. Gumá; B. Lugo. El Cuestionario MAST API: Efectividad Comparativa
con el MAST de 25 preguntas. Rev Hosp. Psiq. Hab. 36 (2) 87 – 92, 1995
86. Pittman D.; R Snyder. "Society, Culture and Drinking". Willy and Son, New York, 1962
87. Young J. "Los Programas del Cerebro" Fondeo de Cultura Económica México D. F. 1986
88. Mateo A. "Temas de Salud Mental" Edit. Taller. Santo Domingo, 1996
89. Editorial "Lets Stop Driving After Drinking and Using Other Psychiatric Drugs". JAMA 255 (4) 529 -
530, 1986
90. Rogers R.; Scott. "Si Me Amas Ayúdame". Alcohol y Drogas. Editorial Atlántida. Buenos Aires 1989
91. González R., I. Donaire. "El Cine Como Reflejo de Actitudes Ante el Alcohol" Rev. del Hosp. Psiq. de
la Habana 27 (3) 377 – 385, 1986
92. González R.; A. Cisneros. "Los Patrones de Consumo Alcohólico en el Cine: Estudio de una muestra
de filmes cubanos y de otros países latinoamericanos". Rev. del Hosp. Psiq. de la Habana 29 (3) 41 - 1,
1988
93. González R.; S. Goicolea; A. Quintana. "El Bolero para Eduardo y Anillos de Oro, Difusión Televisiva
de Actitudes Ante los Tóxicos en Dos Latitudes". Rev. Hosp. Psiq. de la Habana 35 (1) 13 - 16, 1994
94. González R., G. Méndez. "Aspectos Tácticos en la Prevención del Alcoholismo. Rev. del Hosp. Psiq. de
la Habana 29 (4) 545 - 554, 1988
95. Mella C. "El Perfil Familiar del Alcohólico en Nuestro Medio" Tesis de Grado Hosp. Psiq. de la Habana
1980
96. González R., O. Hurtado.; L. Calzadilla.; L. Campietrons. "Significación Patogenética del Medio
Familiar del Alcohólico". Revista Sinopsis (Asociación de Psiquiatras Argentinos. 10 (28) 54 –5 9, 1994
97. Freixa F. "Toxicomanías: Un enfoque multidisciplinario". Edit. Fontanela, Barcelona 1981
98. Liscow B.; D. Goodwing. "Farmacological Treatment of Alcohol Intoxication, Whithdrawal and
Dependence: A critical Review. Journal of Studies on Alcohol 84 (4) 356 - 370, 1987
99. Prochaska J. ; C. Di Clemente; J. Norcross “In Search of Hour People Change Aplications to Addictive
Behavior. American Psychologist 47 (11) 1102 – 1114, 1992
100. Goicolea S. "El Condicionamiento Clásico Aversivo con Ipecacuana y Estímulo Eléctrico: Resultados
Comparativos en el Tratamiento del Alcohólico" Tésis de Grado. La Habana 1987
101. Landa Bas M. Utilidad de los Antagonistas Opiáceos en la Desentoxicación de Heroinómanos
Ambulatorios. Rev. Esp. de Drogodependencias 17 (2) 131 – 136, 1992
102. Wilde M. ; A. Wagstal. Acamprosate A review of its Pharmacology Clinical Potential in the
Management of Alcohol Dependence After Detoxification Drugs 53 (6) 1038 – 1053, 1997
103. Pellegrini J. “Alcoholismo, Identidad y Grupo. Ediciones Cinco. Buenos Aires, 1992
104. Pellegrini J. Alcoholismo y GIA. Talleres Gráficos Fray Luis Beltrán. San Luis 1997
105. National Institute on Drug Abuse, Drug Use Among Racial – Ethnic Minorities. US Deparment of
Heallth and Human Services. Maryland 1995
106. González R. "El Enfoque Sistémico en los Programas Antidrogas". Revista Sinopsis. Asociación de
Psiquiatras Argentinos 11 (3) 37 - 40, 1993
107. Declaración Final "Segunda Conferencia Regional sobre la Pobreza en América Latina y el Caribe".
Quito 1990
108. González R. "Como Liberarse de los Hábitos Tóxicos". Rev. Esp. de Drogodependencias 19 (1) 61 - 71,
1994
109. González R. "Comparación de un Grupo de Toxicómanos Cubanos y Extranjeros". Revista Sinopsis
Asociación de Psiquiatras Argentinos (En Prensa)
110. Gonzalez R. "Retos y Alternativas de la Psiquiatría en el siglo XXI. Revista Sinopsis. Asociación de
Psiquiatras Argentinos 8 (22) 41 - 43, 1992
111. Greenspoon L.;J.Bacalar. “Marihuana: The Forbiden Medicine”, Yale University Press, 1993
112. Nuñez L. Cannabis y Psicosis. Relaciones Etiopatogénicas Adicciones 9 (1) 129 – 143, 1997
113. Mello N.; J. Mendelson. Operant Acquisition of Marihuana by Women. J.Pharmacol Exp The. 235 (2)
162 - 171, 1985
114. Novak W. "High Culture: Marihuana in the Lves of Americans". Edit. Knops, New York 1980
115. Tenant F. Jr. "Histhopatologic and Clinical Abnormalities of the Respiratory System in Cronic Hashish
Smokers" Nat. Inst. Drug Abuse Res Monog Ser 27 (3) 309 -315, 1980
116. Mendelson J.; P. Cristofaro. ; J. Ellingboe. “Acute Effect of Marihuana on Luteneizing Hormone in
Menopausal Women. Pharmacol. Bioch. Behavior 23 (6) 765 -768, 1985
117. Mendelson J.; J. Ellingboe.;C. Kuehnle. "Effects of Chronic Marihuana Use on Integrated Plasma
Testosterone and Luteinizing Hormone Levels J. Pharmacol. Exp. Ther. 207 (5) 611 - 617, 1978
118. Morishima A. "Effects of Cannabis and Natural Cannabinoids on Chromosomes. Nat, Inst. Drug Abuse
Res Monogr. Ser. 44 (1) 25 - 45, 1984
119. Cohen S. "Cannabis: Effects Upon Adolescent Motivation, in "Marihuana and Youth: Clinical
Observations on Motivation and Learning NIDA, DHHS Publication No. ADM 82 - 1186. Goverment
Printing Office Washington D. C. 1982
120. Creason C.; M. Goldman. "Varying Levels of Marihuana Use by Adolescents and the Amotivational
Syndrom. Psycholo Rep 48 (4) 447 - 454, 1981
121. Tennes K. Effects of Marihuana on Pregnancy and Fetal Development in the Human. Natl. Inst. Drug
Abuse Res. Monog. Ser 44 (1) 115 - 123, 1984
122. Hingson R.; J. Alpert.; N. Day. "Effects on Maternal Drinking and Marihuana Use on Fetal Grow and
Development. Pediatrics. 70 (4) 538 –5 46, 1980
123. Kochar M.; M. Hosco. Electrocardiographic Effects of Marihuana. JAMA. 225 (1) 25 - 27, 1973
124. Navarro R. "Cocaína - Aspectos Clínicos, Tratamiento y Rehabilitación", Editorial Libro Amigo, Lima
1992
125. National Institute on Drug Abuse. "Cocaine Use" NIDA Capsules, Rockville M.D. National Institute on
Acohol Abuse and Alcoholism November 1989
126. Medina M.; C. Tapia.; M. Rascon.; G. Solache,; B. Otero; F. Lescano. M. Mariñol. Situación
Epidemiológica del Abuso de Drogas en Mexico, en Drogas. Número especial. Boletín de la O.P.S. 107
(6) Dic. 1989
127. Amaya D. "La Drogadicción como Enfermedad" . Rev. Dom. de Psiquiatría 8 (2) 36 - 39, 1996
128. Mittleman R. ; C. Wetli. "Death Caused by Recreational Cocaine Use" JAMA 252 : 1889 - 1893, 1984
129. Rao A. "Brain Abscess: A Complication of Cocaine Inhalation N.Y. State J. Med 89 (4) 548 - 550, 1988
130. Virmani R.; M. Robinowitz.; J. Smialek. "Cardiovascular Effect of Cocaine: an Autopsy Study of 40
Patients" Am. Heart J. 115 (9) 1068 - 1076, 1988
131. Chaison R.; P. Bachetti.; D. Osmond. "Cocaine Use and HIV Infection in Intravenous Drug Users in
San Francisco JAMA: 261 (4) 561 - 565, 1989
132. Derenyi P.; J. Schneiderman.; R.Derenyi. "Cocaine Induced Central Retinal Artery Occlusion Can.
Med.Assoc. J. 138 (1) 29 - 130, 1988
133. Wetli C. V.; D. Fishban. "Cocaine Induced Pychosis and Sudden Death in Recreational Cocaine Users".
J. Forensic Sci. 30 (7) 873 - 880, 1985
134. Ramoska E., A. Sachetti. Propanolol Induced Hypertension in Treatment of Cocaine Intoxication Ann.
Emerg. Med 14 (9) 1112 - 1113, 1985
135. Isner M.; N. Estetes.; P. Thompson. "Acute Cardiac Events Temporaly Related to Cocaine Abuse." N.
England J. Med. 315 : 1438 - 1443, 1986
136. Jones R. "The Pharmacology of Cocaine" Natl. Inst. Drug Abuse Res Monogr Ser 50 (1) 34 - 52, 1984
137. Landabaso M. "Utilidad de los Antagonistas Opiáceos en la Desintoxicación Rápida de Pacientes
Heroinómanos Ambulatorios". Rev Esp. de Drogodependencias, 17 (2) 131 - 136, 1992
138. Bickel W.; R. Johnson; M. Stitzer. "A clinical Trial of Buprenorphine I: Comparission with Methadone
in the Detoxification of Heroin Addict, II. Examination of Its Opioid Blocking Properties. Natl. Inst.
Drug Abuse. Res Monogr. Ser 76 (2) 182 -188, 1987
139. Senay E. “Methadone Maintanance Treatment Int. J. Addiction 20 (7) 803 - 821, 1985
140. Kebler H.; M. Topazian.; J. Gaspari. "Clonidine and Naltrexone in yhe Outpatient Treatment of
Heroine Withdrawal. Am J. Drug Alcohol Abuse 13 (1) 1 - 17, 1987
141. Kebler H.; T. Kosten. "Naltrexone Induction: Psychological and Pharmacological Strategies". J. Clin
Psych. 45 (1) 29 - 38, 1984
142. González R. Terapéutica Psiquiátrica Básica Actual. Editorial Ciencias Médicas La Habana 1998
143. Kransler H. J. Burleson; K. F. Del Boca. ; T. Babor. ; P. Korner. J. Brown. ; M. Bohon. “Buspirone
Treament of Anxious Alcoholics” Arch. Gen. Psychiatriy 51 (9) 720 – 731, 1994
144. Climko R.; H. Roehrich; D. Sweeney. "Ecstacy: A Review of MDMA and MDA Int J. Psychiatry
Medicine 16 (3) 359 - 372, 1987
145. Navarro R. Ñaña. Comunidad Terapéutica Peruana. Edit. Edex. Lima 1997
146. Ronald M. K and C Penta. Structural Impatient Treament in Washington A. Editor Psychoterapy and
Sustance Abuse The Guilford Press New York 1995
147. Amaro G., R. González; L. García. "Comportamiento Sexual del Paciente Alcohólico y su Pareja".
Revista Española de Drogodependencias 22 (2) 135 – 140, 1997

S-ar putea să vă placă și