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STAMOS frente a la enorme puerta de entra- más pobre. Allí, las viviendas -que son mucho
E da de una típica ciudad del siglo primero.
Como muchas otras, la ciudad está situada so-
más simples, deslucidas, cuadradas y peque-
ñas- se amontonan en estrechas callejuelas o
bre una colina. Al entrar, elevamos la vista ha- alrededor de pequeños patios.
cia la parte más alta y alcanzamos a ver unas Al ir caminando por las abarrotadas calles,
lujosas mansiones de color blanco que brillan nos llegan todo tipo de olores y sonidos. Las
bajo el sol. Muchas están rodeadas de hermo- mujeres perfuman el barrio con el delicioso
sos jardines tapiados. Efectivamente, se trata aroma de sus comidas, mientras se oye el ruido
del barrio de los ricos. Un poco más abajo ob- de los animales y la algarabía de los niños ju-
servamos las viviendas de la clase media, for- gando. Los hombres están ocupados en sus bu-
mada por comerciantes y terratenientes, entre lliciosos -y, a decir verdad, malolientes- ne-
otros. Cada una de estas grandes casas de pie- gocios.
dra, dispuestas a lo largo de las calles empedra- En el siglo primero, la vida de las familias
das, tiene un diseño diferente, pero todas dis- cristianas giraba en torno a su hogar, incluida
ponen de más de un piso. La parte baja de la la adoración a Dios y la instrucción espiritual.
ciudad, ya en el valle, corresponde a la zona Pero ¿cómo eran esas viviendas?
Las viviendas de los pobres En el siglo pri-
mero -como en la actualidad-, el hogar de
cada familia dependía de su situación eco-
nómica. Las casas más modestas ( 1 ) consis-
tían en una habitación pequeña y poco ilumi-
nada donde convivía toda la familia. Podían
estar hechas de adobe o de piedra sin labrar, en y hacendados, que eran aún más grandes (3),
ambos casos sobre cimientos de piedra. se construían con bloques de piedra caliza uni-
Las paredes interiores y el piso solían enlu- dos con argamasa. A los pisos de piedra y a
cirse, por lo que requerían frecuentes cuida- las paredes se les aplicaba un revestimiento,
dos. También se abría un hueco en el techo o mientras que los muros exteriores se blan-
la pared para que el humo de la cocina saliera queaban.
al exterior. El mobiliario era muy escaso y se Al techo y a los pisos superiores se llegaba
reducía a los artículos imprescindibles. por una escalera exterior. A fin de evitar acci-
Para construir el techo, se colocaban unos dentes, los techos planos se cercaban con un
postes verticales, sobre los cuales se apoyaban pequeño muro (Deuteronomio 22:8). Las azo-
vigas de madera. A continuación, estas se cu- teas eran un lugar ideal para estudiar, meditar,
brían con cañas y ramas y, para hacer el techa- orar o descansar con tranquilidad, pues solía
do un poco más impermeable, se añadía una haber algún tipo de cubierta que protegía del
capa de arcilla apisonada que luego se enlucía. sol durante las horas de calor (Hechos 10:9).
Para subir, solían contar con una escalera de Estas sólidas y espaciosas casas contaban
mano en el exterior. con dormitorios separados, un buen comedor
A pesar del reducido tamaño de estas casas, y una amplia cocina, lo que permitía alojar
los hogares cristianos eran lugares agradables con comodidad a familias grandes.
donde las familias más pobres podían vivir fe- Las viviendas de los ricos Eran casas de es-
lices y disfrutar de riquezas espirituales. tilo romano ( 4) con diferentes diseños y ta-
Las viviendas de la clase media Estas eran maños. Las habitaciones estaban distribuidas
más grandes, de piedra labrada y con dos pi- alrededor del triclinio, un gran comedor cen-
sos (2) . Además, solían incluir una habitación tral donde la familia pasaba gran parte de su
para invitados arcos 14:13-16; Hechos 1:13, tiempo. Algunas de estas espaciosas casas dis-
14). Este espacioso cuarto, que se encontraba ponían de dos o tres pisos (5) e incluso jardi-
en el piso superior, se empleaba para celebrar nes tapiados.
reuniones los días de fiesta (Hechos 2:1-4). Las familias más acomodadas poseían un
Tanto estas casas como las de los comerciantes mobiliario muy elaborado, a veces con
incrustaciones de oro y marfil. Los pisos po- near, moler el grano, comer y hablar con los
dían ser de madera o de mármol de diferentes vecinos.
colores, y muchas paredes se revestían de ce- En Capernaum eran comunes las viviendas
dro. Además, contaban con lujos exclusivos de un solo piso edificadas con basalto sin la-
como baños y agua corriente. Por lo general, se brar, una roca volcánica que se extraía en la
utilizaban braseros para proporcionar calefac- localidad. En el exterior había unas escaleras
ción. En los gruesos muros de piedra se solía que subían a la azotea. Este techo plano, cons-
tallar bajo las ventanas un hueco para sentarse. truido sobre vigas, estaba formado por cañas y
Además, era común instalar en ellas una celo- listones cubiertos de losas o arcilla apisonada
sía de madera por seguridad y cortinas para (Marcos 2:1-S). En el interior, los pisos eran de
mayor privacidad (Hechos 20:9, 10). piedra, y sobre ellos solían colocarse esteras.
Fueran ricos o pobres, los primeros cristia- Estos grupos de viviendas formaban calles y
nos se caracterizaban por ser hospitalarios y pasadizos a lo largo de la ribera del mar de Ga-
generosos. De hecho, siempre había familias lilea, haciendo de Capemaum una ciudad
dispuestas a hospedar a los ministros que re- ideal para quienes vivían de la pesca.
corrían las ciudades visitando a sus hermanos "De casa en casa" Como hemos visto, el es-
en la fe para animarlos (Mateo 10:11; Hechos
tilo de los hogares de los primeros cristianos
16:14, 15).
era de lo más variado: iba desde las humildes
"La casa de Simón y Andrés" En cierta oca- casas de adobe hasta las lujosas mansiones de
sión, Jesús se alojó en "la casa de Simón y An- piedra.
drés", que estaba en Capernaum, a orillas del Pero, sin importar cómo fueran, lo impor-
mar de Galilea (Marcos 1:29-31). Es probable tante es que allí era donde los cristianos se reu-
que esta formara parte de un grupo de humil- nían para adorar a Dios y recibir instrucción
des viviendas de pescadores ( 6) construidas espiritual. La Biblia indica que se congregaban
en torno a un patio central empedrado. en hogares privados para estudiar las Escrituras
En este tipo de casas, las puertas y ventanas y disfrutar de la compañía mutua. Lo que
daban al patio central, donde solían realizarse aprendían los ayudaba a cumplir su importan-
las actividades cotidianas, como cocinar, hor- tísima labor de predicar y enseñar "de casa en
casa" a lo largo y ancho del Imperio romano
(Hechos 20:20).
LA VIDA EN TIEMPOS DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS
L
LAS SINAGOGAS
en tiempos de Jesús y sus discípulos
"Y recorría toda Galilea, enseñando en sus sinagogas
y predicando las buenas nuevas del reino." (MATEO 4:23)
AL LEER los Evangelios notamos que Jesús Asimismo, los apóstoles de Jesús y otros
t-\ frecuentaba las sinagogas. Iba a las de cristianos del siglo primero a menudo ense-
Nazaret, donde se crió; .a las de Capernaum, ñaban en las sinagogas judías. ¿Cuál fue el
donde solía quedarse; y a las de los pueblos origen de estos centros de adoradón? ¿Cómo
que visitó durante su ministerio de tres años y eran en los días de Jesús? Veamos.
medio. Allí predicaba y enseñaba acerca del Importante elemento en la vida judía
Reino de Dios. De hecho, reflexionando so- El templo de Jerusalén era el sitio al que acu-
bre su servicio, él mismo dijo: "Siempre ense- dían los varones judíos tres veces al año para
ñé en una sinagoga y en el templo, donde sus fiestas religiosas. Sin embargo, era en
concurren todos los judíos" (Juan 18:2.0). las sinagogas donde rendían servicio sagrado
diariamente, sea que vivieran en Palestina o
Esta reconstrucción se basa en alguna de las colonias judías estableddas
en uno de los planos de la sinagoga en el extranjero.
de Gama/a del siglo 1
¿Cuándo comenzaron a usarse las sinago- nía un atril y un asiento para el orador (5).
gas? Algunos creen que fue durante el exi- En tres lados de esta plataforma había gradas
lio de los judíos en Babilonia -entre los para el auditorio (6).
años 607 y 537 antes de nuestra era-, pues el Por lo general, cada congregación estaba a
templo de Jehová estaba en ruinas. Otros cargo del funcionamiento y el mantenimien-
piensan que se instituyeron poco después de to de su sinagoga. Todos -ricos y pobres- da-
su regreso del destierro, cuando el sacerdote ban contribuciones voluntarias para conser-
Esdras animó al pueblo a aprender y com- var el edificio en buen estado. Pero ¿cómo
prender la Ley de Dios (Esdras 7: 10; 8: 1-8; eran las reuniones que se celebraban allí?
10:3).
Originalmente, la palabra sinagoga signifi-
caba "asamblea" o "congregación". Este era el
sentido que tenía en la Septuaginta, la tra-
ducción al griego de las Escrituras Hebreas.
No obstante, con el tiempo comenzó a usarse
para referirse al edificio donde se reunía el
pueblo a fin de adorar a Dios. En el siglo pri-
mero de nuestra era, prácticamente todos los
pueblos que Jesús visitó tenían su propia sina-
goga. Las ciudades grandes tenían varias, y
en Jerusalén había muchísimas. Ahora bien,
¿cómo eran estos edificios?
Una modesta casa de adoración Cuando
querían construir una sinagoga, los judíos
buscaban, por lo general, un terreno elevado
y hacían los planos de manera que la entrada
de la sinagoga (1) estuviera en dirección aJe- Programa de adoración El programa de
rusalén. Muchas veces, sin embargo, no era adoración en las sinagogas consistía en cantar
posible seguir dichas pautas, por lo que había alabanzas, orar, leer de las Escrituras, enseñar
que ser flexible. y predicar. Lo primero que hacía la congrega-
Una vez terminada, la sinagoga se equipaba ción era recitar un credo judío llamado la
. con muy pocos muebles. Uno de los elemen- Shemá. Recibía su nombre de la primera pala-
tos principales era un arca, o cofre (2), don- bra del primer texto bíblico que se citaba: "Es-
de se guardaba la posesión más valiosa del cucha [Schemá'], oh Israel: Jehová nuestro
pueblo: los rollos de las Sagradas Escrituras. Dios es un solo Jehová" (Deuteronomio 6:4).
El arca se llevaba a un lugar seguro (3), pero Acto seguido, se leía de la Torá -los prime-
durante el servicio religioso se colocaba a la ros cinco libros de la Biblia, escritos por Moi-
vista. Al terminar, se devolvía a su sitio. sés- y se hacían comentarios de la lectura
Cerca del arca y de cara al auditorio estaban (Hechos 15:21). Luego se leían extractos de
los asientos de los que presidían la sinago- los Profetas, o Haftarot, se explicaba su signi-
ga y de los invitados especiales ficado y se indicaba su aplicación. En ocasio-
(4) (Mateo 23:5, 6). Más alcen- nes tomaban parte en el programa oradores
tro de la sala se levantaba una invitados. Hallamos un ejemplo de esto en el
especie de plataforma, que te- relato registrado en Lucas 4:16-21, donde se
LAATALAYA • 1 DEABRILDE2010 17
narra la ocasión en la que Jesús visitó una si- tro escribía en una tablilla recubierta de cera.
nagoga y le dieron un rollo para que lo leyera. Gracias a la aportación de estas escuelas, toda
Imaginémonos la escena. Los rollos no es- la sociedad judía de la antigüedad -incluso la
taban divididos en capítulos y versículos gente pobre- estaba muy bien instruida y fa-
como las Biblias modernas. Así que Jesús tuvo miliarizada con las Escrituras.
que desenrollar el manuscrito con su mano No obstante, la sinagoga funcionaba prin-
izquierda mientras enrollaba el otro extremo cipalmente como lugar de adoración. No nos
con la derecha hasta encontrar el pasaje que sorprende, entonces, que las reuniones de los
quería leer. Después de leerlo había que hacer cristianos del siglo primero se parecieran a las
el mismo movimiento en sentido contrario que se hacían en las sinagogas judías. El obje-
para dejar el rollo como estaba al principio. tivo de las reuniones cristianas también era
Muchas veces, estas lecturas se hacían en adorar a Jehová: se hacían oraciones, se canta-
hebreo, el idioma original, y se traducían al ban alabanzas y se leía y analizaba la Palabra
arameo. En las congregaciones donde se ha- de Dios. Pero las semejanzas no terminan ahí.
blaba griego se usaba la Septuaginta. En ambos casos, las necesidades y los gastos
Parte de la vida diaria La sinagoga era se sufragaban con donaciones voluntarias; la
un elemento fundamental en la vida de los lectura y el análisis de las Escrituras no eran
judíos. De hecho, servía para diversos propó- privilegios exclusivos de una clase clerical, y
sitos. Allí se celebraban juicios, reuniones de las reuniones estaban a cargo de varones de
comunidad y asambleas. Algunas sinagogas mucha experiencia.
formaban parte de un complejo de edificios, Hoy día, los testigos de Jehová se esfuerzan
otras estaban divididas en varias dependen- por seguir el ejemplo de Cristo y sus seguido-
cias. Podían contar con comedores y con ha- res del siglo primero. Por eso, las reuniones
bitaciones donde de vez en cuando se aloja- que celebran en el Salón del Reino tienen
ban viajeros. cierto parecido con las que se realizaban en
En casi todos los pueblos, la sinagoga tam- las sinagogas de la antigüedad. Los Testigos,
bién tenía una escuela, a menudo en el mis- al igual que todos los que han amado la ver-
mo edificio. Así que podemos imaginarnos dad a lo largo de la historia, se reúnen con un
una sala llena de jóvenes estudiantes apren- mismo objetivo: acercarse a Dios (Santiago
diendo a leer las grandes letras que su maes- 4:8).
En las escuelas de las sinagogas se educaba
a niños de 6 a 13 años de edad
LA VIDA EN TIEMPOS DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS
El oficio de carpintero
"¿No es este el hijo del carpintero?" (MATEO 13:55)
la caja de herramientas
Como todo buen carpintero del siglo primero, jesús debía
de conocer y usar las herramientas que vemos junto a estas lí-
neas. La sierra (1) consistía en un marco de madera con una
hoja de hierro cuyos dientes cortaban en una sola dirección.
La escuadra (2) servía para trazar sobre la madera las líneas de
trabajo, y la plomada (3), para señalar líneas verticales. Otras
herramientas eran el nivel (4), la regla (5) y el cepillo (6), por
cuya base asomaba una afilada cuchilla que alisaba la madera.
El hacha (7) era, lógicamente, el instrumento ideal para talar
árboles.
El torno de arco (8) se usaba para crear piezas cilíndricas, y
la gubia (9), para labrarlas. Sobre la tapa de la caja de herra-
mientas vemos un mazo de madera (10), que se utilizaba
tanto con las espigas -clavos de madera para ensamblar ta-
blones- como con los formones o los escoplos. También se
muestran un serrucho (11 ), una cuchilla de dos mangos para
modelar (12) y unos cuantos clavos (13). Delante hay un mar-
tillo de hierro (14) y una azuela (15), con la que se daba forma
a la madera. Encima de la tapa pueden observarse un cuchi-
llo (16) y un par de formones (17) de diferente tamaño. Yapo-
yado en la caja, a la derecha, hay un taladro de arco (18) .
1
LA VIDA EN TIEMPOS DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS
Los viajes
por tierra y mar
"Al día siguiente [Pablo] partió con Bernabé para Derbe.
Y después de declarar las buenas nuevas a aquella ciudad
y de hacer una buena cantidad de discípulos, volvieron
a Listra y a lconio y a Antioquía." (HECHOS 14:20, 21)
ELmarcha.
MISIONERO se prepara para emprender su
Sus pies están hinchados y sus sanda-
lias gastadas, pero el frescor de la mañana le da
nuevos bríos para afrontar otro día de viaje.
Con el sol calentando su espalda, comienza a
avanzar por un polvoriento sendero que asciende
a través de viñedos y olivares. En su trayecto se cru-
za con agricultores que van de camino a sus labo-
res, mercaderes con animales cargados de produc-
tos y peregrinos que se dirigen a Jerusalén. Con
todos ellos se detiene a conversar, pues está cum-
pliendo con una misión: llevar el mensaje de jesús
"hasta la parte más distante de la tierra" (Hechos
1:8).
Este tenaz misionero del siglo primero bien
podría haber sido el apóstol Pablo, o Bernabé,
o cualquier otro (Hechos 14:19-26; 15:22).
En aquel tiempo, para viajar había que ser fuerte
y estar dispuesto a sufrir penalidades. El propio
Pablo describe así sus travesías en el mar: "Tres
veces experimenté naufragio, [y] una noche y
un día los he pasado en lo profundo". Y respec-
to a sus desplazamientos por tierra, cuenta que
afrontó "peligros [en] ríos" y "peligros por par-
te de salteadores" (2 Corintios 11:2S-27).
¿Le gustaría conocer mejor cómo eran los
viajes de aquellos misioneros? Por ejemplo,
¿qué distancias recorrían, qué equipaje lleva-
ban y dónde dormían?
Viajes por tierra El Imperio romano conta-
ba con una extensa red de calzadas que unía
sus principales ciudades. El cuidadoso diseño
de estas carreteras las hada muy resistentes. So-
lían ser empedradas, con bordillos en los late-
rales, y medían hasta cuatro metros y medio
(1S pies) de ancho. Las distancias se marcaban
con unas grandes piedras cilíndricas. Estas cal-
zadas permitían a los misioneros recorrer unos
30 kilómetros (20 millas) diarios.
En Palestina, los caminos eran muy diferen-
tes ... y, de hecho, más peligrosos. Se trataba de
simples senderos de tierra en los que uno podía cuero para sacar agua de
encontrarse con barrancos, obstáculos que im- los pozos (7), un envase
pedían el paso, animales salvajes e incluso la- para beber agua (8) y una
drones. gran bolsa de piel que se llevaba al hombro (9).
¿Qué equipaje llevaban los viajeros? La ilus- Era común que los misioneros se encontra-
tración de la derecha muestra algunos artículos ran con mercaderes que transportaban produc-
indispensables: una vara para protegerse (1 ), tos a lomos de sus asnos. Este resistente animal
una estera (2), un monedero (3), unas sanda- era ideal para los caminos empinados y pedre-
lias de repuesto ( 4), un bolso para los víve- gosos. De hecho, se dice que un buen burro era
res (5), una muda de ropa (6), un recipiente de capaz de recorrer con toda su carga unos 80 ki-
lómetros (SO millas) al día, mientras que los
carros tirados por bueyes solo alcanzaban de 8 a
20 kilómetros (de S a 12 millas). Eso sí, los bue-
yes eran muy útiles para llevar cargas más pesa-
das en trayectos cortos. Tampoco era raro que
los viajeros se cruzaran con largas caravanas
de camellos o de asnos con productos
de todas partes del mundo.
Y en ocasiones se encon-
traban con mensajeros
que se dirigían a todo galope a algún remoto lu- En cualquier caso, las travesías marítimas
gar del imperio para entregar importantes car- no eran precisamente viajes de placer. Los bar-
tas o decretos reales. cos se fletaban sobre todo para transportar
Si la noche los sorprendía en el camino, los mercancías, por lo que la comodidad de los via-
viajeros improvisaban allí mismo un campa- jeros era secundaria. Como el espacio interior
mento. A veces dormían en un caravasar, una se reservaba para mantener a resguardo la
posada para caravanas con un patio interior y valiosa carga, los pasajeros pasaban todo el via-
habitaciones casi sin amueblar. Estos lugares, je en cubierta. ¡Hasta dormían a la intemperie!
sucios e incómodos, apenas protegían a sus Además, tenían que llevar su propia comida, ya
ocupantes de los ladmnes y de las inclemencias que solo se les proporcionaba agua. Para col-
del tiempo. Por eso, siempre que podían, los mo, a veces se desataban violentas tormentas, y
misioneros se quedaban con sus familiares u el bamboleo del barco podía provocarles náu-
otros cristianos (Hechos 17:7; Romanos 12:13). seas durante días.
Viajes por mar Cuando se quería navegar Sin duda, viajar en el siglo primero presenta-
ba muchos inconvenientes. Pero eso no impi-
con pasajeros o mercancías cerca de la costa o
dió que misioneros como Pablo difundieran las
por el mar de Galilea, se utilizaban barcas pe-
"buenas nuevas del reino" a lo largo y ancho
queñas (Juan 6:1, 2, 16, 17, 22-24). Para surcar
del mundo conocido en aquel entonces (Mateo
el Mediterráneo y alcanzar puertos lejanos, se
24:14). De hecho, solo treinta años después de
empleaban embarcaciones mucho mayores.
que jesús les encargara a sus discípulos
Con este tipo de navíos se suministraban provi- transmitir su mensaje, Pablo afirmó que
siones a Roma y se llevaban mensajes y funcio- este ya se había predicado "en toda la
narios del gobierno de un puerto a otro. creación que está bajo el cielo" (Colo-
¿Cómo se orientaban los marineros? De día, senses 1:23).
con puntos de referencia en tierra, y de noche,
con las estrellas. Debido a ello, procuraban ha-
cerse a la mar solo entre mayo y mediados de
septiembre, cuando el tiempo solía ser más es-
table. Al fin y al cabo, los naufragios estaban a
la orden del día (Hechos 27:39-44; 2 Corintios
11:25).
LA VIDA EN TIEMPOS BÍBLICOS
El dinero
"Se sentó con las arcas de la tesorería a la vista, y se puso a observar cómo
la muchedumbre echaba dinero en las arcas de la tesorería; y muchos ricos
echaban muchas monedas. Luego vino una viuda pobre y echó dos monedas
pequeñas, que tienen muy poco valor.'' (MARcos 12:41, 42)
24
gar de entierro para Sara, su amada esposa (Gé- flanes entre dos troqueles metálicos que tenían
nesis 23:14-16). símbolos o imágenes grabados (3). Entonces,
Para el tiempo en que Jehová proporcionó a con un golpe de martillo, imprimían los dise-
Israel la Ley escrita, había mercaderes codicio- ños en el flan ( 4). Como la rapidez del proceso
sos que estafaban a sus clientes usando pesas y a menudo hacía que el grabado saliera desajus-
balanzas manipuladas. Por eso Dios, quien de- tado, tenían que seleccionar las monedas. Por
testa la falta de honradez, ordenó: "Debe resul- último, las pesaban para asegurarse de que to-
tar que tengan balanzas exactas, pesas exactas" das valieran lo mismo, y si alguna pesaba más,
(Levítico 19:36; Proverbios 11:1). En la actuali- le quitaban el exceso (5).
dad, los comerciantes han de tener presente
que el punto de vista divino sobre la codicia y el Cambistas, recaudadores de impuestos
fraude no ha cambiado (Malaquías 3:6; 1 Co- y banqueros
rintios 6:9, 10). Durante el siglo primero llegaron a Palestina
monedas de diversos países, pues quienes viaja-
Primeros métodos de amonedación ban a Jerusalén desde lugares distantes lle-
Se dice que las primeras monedas se fa- vaban dinero extranjero. Los encargados de
bricaron en Lidia (actual Turquía), cerca del cobrar el impuesto anual solo aceptaban deter-
año 700 antes de nuestra era. Los forjadores de minadas monedas, y por eso los cambistas
metales de diversos países no tardaron en pro- realizaban allí sus transacciones monetarias.
ducir monedas a granel, y los habitantes de las Aquellos eran hombres codiciosos que solían
tierras bíblicas comenzaron a utilizarlas. imponer enormes comisiones, razón por la
¿Y cómo se fabricaban las monedas? Prime- cual]esús los acusó de convertir la casa de Jeho-
ro, los forjadores retiraban del fuego el metal vá en "una casa de mercancías", una "cueva de
fundido (1) y lo vaciaban en moldes con varios salteadores" (Juan 2:13-16; Mateo 21:12, 13).
huecos que daban lugar a discos lisos conoci- Los habitantes de Palestina también tenían
dos como flanes (2). Después colocaban los que pagar varios impuestos a las autoridades.
Algunos tipos de monedas
e El leptón de cobre, también lla-
mado óbolo, era una de las mone-
das más pequeñas utilizadas en
Palestina durante el siglo primero.
Para un jornalero, dos leptones re-
presentaban apenas unos quince e El denario de plata e El sido de plata pura,
minutos de trabajo. Las dos mo- era una moneda romana acuñado en la ciudad de
nedas que la viuda depositó en con una efigie de César, Tiro, circulaba en Palesti-
el arca de la tesorería del templo símbolo muy apropiado na durante la vida de je-
probablemente eran leptones en vista de que se usaba sús. Se cree que las "trein-
de esta clase (Marcos 12:42). para pagar "la capita- ta piezas de plata" que
ción" que todo varón pagaron los sacerdotes
e El dracma de plata era
una moneda griega equi- adulto tenía que rendir principales a judas lsca-
valente al sueldo de casi durante la ocupación riote por traicionar a jesús
romana (Mateo 22:19). eran s.iclos tirios (Mateo
una jornada de trabajo
Equivalía al salario de 26:14-16).
(Lucas 15:8, 9). Los varo-
una j.o rnada de doce ho-
nes judíos debían pagar
dos dracmas como im- ras (Mateo 20:2-14).
puesto anual del templo
(Mateo 17:24).
Monedas a escala real
Uno de estos era "la capitación", sobre ,el los esclavos que recibieron distintas sumas de
cual cuestionaron ajesús sus enemigos (Mateo dinero para producir ganancias (Mateo 25:
22:17). Entre otras contribuciones estaban el 26, 27).
peaje y las tasas sobre artículos importados y
exportados. Los recaudadores de impuestos te- El punto de vista correcto
nían la fama de ser corruptos, y la gente los des- sobre el dinero
preciaba (Marcos 2:16). Acumulaban cuantio- Hoy día, prácticamente todo el mundo utili-
za dinero para comprar lo necesario. La declara-
sas fortunas con el dinero que cobraban de más
ción que hace siglos escribió el rey Salomón
a los contribuyentes. Sin embargo, algunos
por inspiración divina aún es vigente. "El di-
recaudadores, como Zaqueo, respondieron al
nero es para una protección", afirmó. Pero
mensaje de Jesús y abandonaron sus prácticas también dijo que la sabiduría es más valiosa,
corruptas (Lucas 19:1-10). En nuestros tiempos, pues "conserva vivos a sus dueños" (Eclesiastés
para seguir a Cristo debemos ser honrados en 7:12). Dicha sabiduría se encuentra en la Biblia.
todas las cosas, incluso en nuestros tratos co- jesús ayudó a sus seguidores a tener un pun-
merciales (Hebreos 13:18). to de vista equilibrado sobre el dinero al decla-
Otras personas que manejaban mucho dine- rar: "Hasta cuando uno tiene en abundancia,
ro eran los banqueros, los cuales intercambia- su vida no resulta de las cosas que posee" (Lu-
ban monedas extranjeras, administraban cuen- cas 12:15). Al igual que los cristianos del siglo
tas de ahorro, hacían préstamos y pagaban primero, obraremos sabiamente si somos pru-
intereses a quienes depositaban su capital en el dentes y honrados y evitamos la trampa del
banco. Jesús se refirió a ellos en la parábola de amor al dinero (1 Timoteo 6:9, 10).
lA MÚSICA y los músicos desempeñan des- ¿De qué estaban hechos aquellos instru-
L de hace mucho un papel esencial en la mentos? ¿Qué apariencia tenían? ¿Cómo so-
adoración a Dios. Por ejemplo, después que naban? ¿Y cuándo se usaban?
Jehová ayudó a los israelitas a cruzar milagro-
Tipos de instrumentos musicales
samente el mar Rojo, Míriam -la hermana
de Moisés- y las demás mujeres cantaron y La Biblia menciona instrumentos hechos
danzaron al son de las panderetas para ce- de madera noble, piel de animal tensada, me-
lebrar la victoria sobre los egipcios. ¡Así de tal, cuerno y hueso, e incluso con incrusta-
importante era la música para los israelitas! ciones de marfil. Las cuerdas eran de fibra
Aunque acababan de escapar de un ejército, vegetal o de tripa animal. Y aunque casi nin-
muchas mujeres tenían sus instrumentos a guno ha perdurado hasta nuestros días, sí hay
mano y afinados (Éxodo 15:20). Posterior- dibujos que muestran cómo eran.
mente, el rey David dispuso que miles de mú-
sicos tocaran en el tabernáculo. Y lo mismo
se hizo en el templo construido por su hijo
Salomón (1 Crónicas 23:5).
(Los instrumentos no están a escala)
28
Una vez allí, reúne a sus animales de tiro, les que q¡ueden cubiertas. Posteriormente afloja el
pone el yugo y los aguijonea para que se mue- suelo con un azadón (3) y arranca las hierbas
van. La punta de hierro del arado desgarra el que podrían ahogarlos brotes (Mateo 13:7).
suelo pedregoso; no remueve la tierra, solo la
rompe y abre surcos (1 ). Para que los surcos Tiempo de segar
queden rectos, él se va inclinando a un lado y a Ya han pasado varios meses y ha llovido bas-
otro. De hecho, no mira atrás, pues si lo hicie- tante. Las espigas de cebada madura se mecen
ra, el arado se desviaría (Lucas 9:62). Debe al sol. Los campos se ven blancos (Juan 4:35).
mantenerse dentro de los límites de su parcela Durante la siega, el agricultor y su familia es-
y aprovecharla al máximo. tán muy ocupados. Un segador agarra los ta-
El campo, que con tantos surcos parece pei- llos con una mano y con la otra los corta con
nado, está listo para la siembra. Con una su hoz de hierro (4). Otros trabajadores reco-
mano, el agricultor sostiene la bolsa de la ceba- gen el grano, lo atan en gavillas (5) y lo cargan
da, y con la otra esparce a ambos lados las va- sobre asnos o carretas (6) para llevarlo a la era
liosas semillas (2). Hay veredas que cruzan por del pueblo.
allí, pero él procura con mucho cuidado que El ardiente Sol brilla en lo más alto del cielo
las semillas caigan "sobre la tierra buena" (Lu- azul. Toda la familia descansa un ratito a la
cas 8:5, 8). sombra de una higuera. Ríen y charlan mien-
Después de sembrar, toca rastrillar. Así que tras comen pan, grano tostado, aceitunas, hi-
el agricultor engancha ramas espinosas a los gos secos, pasas y toman unos tragos de agua
bueyes para que las arrastren por todo el terre- fresca (Deuteronomio 8:7).
no, mientras ruidosas bandadas de pájaros pi- En un campo cercano, los rebuscadores
cotean la tierra para robar las semillas antes de recogen los granos que han quedado (7). Al-
gunos son pobres y no poseen tierras (Deute-
ronomio 24:19-21).
Más tarde, el agricultor extiende las gavillas se la lleve el viento. Él alza el bieldo una y otra
en la era del pueblo, un terreno firme y eleva- vez hasta que ha aventado todo el grano.
do. Los bueyes dan vueltas y vueltas arrastran- Al amanecer, la esposa y las hijas comienzan
do un pesado trillo (8) (Deuteronomio 25:4). a pasar el grano por el cedazo (lO) para sepa-
En la parte inferior de este hay afiladas piedras rarlo de las pequeñas piedras. La cebada cae
y piezas de metal que cortan y abren las espi- dentro de las cestas, y las impurezas se echan a
gas. un lado. La cosecha ha sido abundante. Parte
El agricultor espera a que sople la brisa de la del grano se almacena en vasijas (11 ), y el resto
tarde (Rut 3:2). Mientras cae el sol, desliza un en graneros.
bieldo de madera o "aventador" (9) por deba- Nuestro protagonista está sobre la era esti-
jo de las gavillas ya trilladas y las lanza al aire rando su espalda y sus agotados músculos a la
(Mateo 3:12). Así consigue que el grano, más vez que echa un vistazo a las tierras que rodean
pesado, caiga al suelo y que la paja, más ligera, el pueblo. Contempla con satisfacción las par-
celas de color paja cubiertas de rastrojo, re-
cuerdo de los pasados días de extenuante la-
bor.. Observa a otras personas cuidando las
viñas, los olivares, los granados y las higueras.
Cerca hay un vecino que lo saluda y sigue ca-
vando su huerta, donde recogerá pepinos, len-
tejas, frijoles, puerros, garbanzos y cebollas.
El agricultor mira al cielo y hace una oración
breve y sentida para agradecerle a Dios todas
sus generosas dádivas (Salmo 65:9-11).
LA VIDA EN TIEMPOS BÍBLICOS
"Como pastor pastoreará su propio hato. Con su brazo junttlrá Jos corderos;
y en su seno los llevará." (ISAíAs 40:11)