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Publicado en http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires. Año 12 - N° 109 - Junio de 2007
Resumen
En este artículo queremos proponer un pensar del cuerpo-en-sí, del cuerpo-por-sí, en el
intento de introducirlo como objeto de estudio y no sólo como una contingencia o un
ejemplo de otros temas. La polisemia del cuerpo empuja los límites de las disciplinas y las
formaciones clásicas, manifestándose como un objeto complejo, esquivo y desafiante;
permanentemente "presente-ausente". Lo que nos lleva a resaltar la paradójica novedad del
espacio del cuerpo en las ciencias sociales y humanas donde mayormente se mantiene
como un factor implícito, algo dado por descontado, cuando tiene mucho que decir.
Introducción
Por esto, entendemos poco útil y más imposible, tratar de hacer una compilación
enciclopédica y exhaustiva de autores y publicaciones que se ocupan actualmente de él.
Tampoco sería eficaz el intento de hacer una división estricta por disciplinas de los
conceptos vinculados a la corporeidad. Creemos que estos intentos darían por resultado
más complicaciones que aclaraciones, pues las fronteras quedan muy diluidas en el
tratamiento del cuerpo.
"esta entidad que parece estar al mismo tiempo presente y ausente, la precondición necesaria para todas las
prácticas posibles [pero] aun exenta de existencia teórica" 2
Iniciamos este análisis a partir de las coincidencias que encontramos en el cruce de textos
provenientes de diversos autores y disciplinas. Estas coincidencias las podemos ordenar en
cuatro grandes ideas, estrechamente relacionadas, que nos permiten acercarnos a la
caracterización y evolución del cuerpo, en primer término como objeto de estudio para las
Dado que es este interés por el cuerpo parece manifestarse como un proceso reciente, ya
que consideremos que se pone de manifiesto en los últimos cuarenta y cinco años, los
autores y autoras y las obras de referencia no se pueden dividir claramente en etapas o
escuelas, ni por disciplinas. En algunos casos la obra de un autor o autora no se articula por
su disciplina de partida. Muchas veces no se define de forma explícita la disciplina de
procedencia de un investigador o investigadora. Por ejemplo Brian Turner es antropólogo,
pero es uno de los primeros autores en definir un campo para la sociología del cuerpo.
Michel Bernard es filósofo, realizó gran parte de su obra en relación a la estética, desde la
danza, y fue docente de la carrera de Educación Física. Su libro de 1976 "El Cuerpo"
perdió la doble lectura y los matices irónicos que el autor proponía y pasó como texto
básico a la educación y la psicomotricidad (entre la institución médica y la institución
educativa). Eugénia Vilela proviene de las Letras y propone un trabajo sobre el cuerpo que
integra lo que podría definir como sociología de la medicina, la estética, la crítica literaria y
el análisis biopolítico y anatomopolítico de Foucault. Michel Foucault era doctor en
filosofía, pero sus estudios influyeron profundamente en la historia, desarrolló análisis
estéticos, lingüísticos, y puso el cuerpo en el discurso. Así sería interminable la lista…. A
partir de nuestro análisis de la literatura sobre un campo indeterminado que algunos
autores, en su mayoría británicos, llaman Teoría del Cuerpo, consideramos que no hay
escuelas definidas, hay enfoques y temáticas que se cruzan o se oponen en las diversas
investigaciones, pero sería totalmente artificial y reduccionista querer catalogar los autores y
sus obras en categorías estancas.
En este artículo sólo queremos resaltar la paradójica "novedad" del espacio del cuerpo
en las ciencias sociales y humanas. Y con esto llamar la atención sobre la necesidad de
repensar el lugar del cuerpo en muchos estudios donde se mantiene como un factor
implícito, algo dado por descontado, cuando tiene mucho que decir.
En el primer punto proponíamos que el cuerpo como objeto explícito de análisis, surge
de un proceso reciente y que está en sus etapas más tempranas.
Por otra parte, decíamos que no sería posible una revisión exhaustiva de los conceptos y
modelos de cuerpo que actualmente conviven porque la corporeidad ha estado presente
siempre. Ha ocupado la producción de autores y creadores con enfoques de un amplísimo
espectro en todas las épocas y culturas, generando un volumen incalculable de posiciones
teóricas, documentos y obras.
Este proceso sería muy difícil de analizar como un fenómeno separado de un contexto
afín. Dicho de otra manera, sería muy difícil buscarle un sentido si se hubiera dado de
forma aislada y no dentro de un clima de transformación más amplio3.
Como ya señalara Edgar Morin en 1975, nos podremos preguntar si entre los años 1967
-1970 se dio sólo un "giro", o fue más bien un cambio de órbita en la evolución, una
transformación de las condiciones de transformación4.
Es en estos años, a partir de los últimos '60 y primeros '70 que encontramos una
manifestación cultural intensa alrededor del cuerpo como eje de análisis social y foco de
interés para nuevas expresiones artísticas, en todo caso, rescatando su dimensión simbólica.
En este periodo se engarzan varios acontecimientos que nos permiten hacer un mapa
donde el cuerpo se relaciona con múltiples factores y emerge con una nueva intensidad.
Tratamos en los puntos siguientes de revisar algunos de estos aspectos.
El cuerpo en las disciplinas sociales y humanas a partir de los años 1960. El ejemplo
de la sociología del cuerpo
"El modo de interrogación de las ciencias humanas, sus sospechas respecto del sujeto, sus recursos a ciertas
referencias obligadas han hecho nacer indirectamente las condiciones para que el cuerpo esté en el horizonte, y
a menudo incluso en el centro de su prospección" 5.
Este proceso se hace claramente evidente desde la sociología, ya que los trabajos que
analizan aspectos de la realidad social desde una interpretación del cuerpo, comenzaron a
dar forma, alrededor de la década de 1970 a una especialidad: la sociología del cuerpo.
Numerosos autores, entre ellos David Le Breton o Chris Shilling, apoyan la afirmación
de Jean M. Berthelot6 que plantea, en los años 1970 el paso de una "sociología implícita"
del cuerpo a una "sociología explícita". Esto no solamente podemos verlo en la sociología,
también se puede reconocer en muy diversas disciplinas, tanto entre las ciencias humanas y
En relación a las nuevas expresiones artísticas, vemos también una mayor exposición del
cuerpo. Se experimenta, con una búsqueda de nuevos límites, tanto en las artes del
movimiento y las performances como en las artes visuales y la literatura. Se integran las
nuevas tecnologías a lo que ha sido habitual en el arte: trabajar con conceptos provenientes
de la filosofía o posiciones políticas. Se exploran temas como género, virtualidad,
discapacidad, interfaz carne/maquina, cyborgs, nuevas estéticas, etc. Podemos reconocer
esta tendencia en la obra de artistas performáticos como Stelarc, Orlan, Cindy Sherman; o
cineastas como David Cronemberg y David Lynch, entre otros. Esto, a su vez, generó una
gran producción en torno a lo corporal que entró a formar parte de los enfoques de otras
disciplinas.
Por otra parte, Chris Shilling7 matiza la posición de J. M. Berthelot al sostener que a
pesar del creciente número de publicaciones sobre el tema, la sociología del cuerpo sigue
estando en los márgenes de la corriente principal de la sociología. Una posible causa de esta
marginalidad del cuerpo con relación a las corrientes masivas de su disciplina, la encuentra
en la profunda influencia del pensamiento cartesiano. Ya que sostiene que la sociología
mantiene al cuerpo en los márgenes por un enfoque des-corporizado (disembodied) del
individuo.
También podemos vincular a estos dos autores con Alexandra Howson8 quien comparte
la idea de Jean M. Berthelot, de que los sociólogos han estado cada vez más atentos a la
centralidad del cuerpo para el establecimiento y mantenimiento de la vida social.
En el segundo punto decíamos que este proceso se manifiesta por una mayor
"visibilidad" del cuerpo, que va a ir ocupando nuevos espacios en los discursos y prácticas.
Esto podría generar un nuevo narcisismo que no deja de plantearse como una falsa
resistencia ante los condicionamientos hegemónicos. O, más bien como una resistencia que
se traiciona a si misma, ya que la liberación del cuerpo que se proclamaba en los
movimientos del los años 1970, ha sido calificada como un proceso de desposesión cultural
y como un nuevo modo de regulación económica sobre la sexualidad, el cuidado del
cuerpo, las actitudes ante el trabajo, la enfermedad o el dolor10.
Algunos de los que coinciden en esta perspectiva -como Jean Maisonneuve, Jean
Baudrillard, Luc Boltanski, Didier Anzieu, Eliane Perrin o Jean Marie Brohm- son autores y
autoras contemporáneos al surgimiento del movimiento del corporeismo11 en la década de
1970. Cada uno abordará la crítica desde su enfoque particular, pero en sus obras y en su
tiempo, coinciden en una gran influencia del marxismo y del psicoanálisis. Que eran, a su
vez, las mismas teorías que sustentaban los movimientos corporeistas criticados.
La misma cuestión que exponíamos más arriba; la de este 'recorrido' que lleva de un
cuerpo implícito y a la vez difuso a un cuerpo explícito pero a la vez marginal - ¿la
podemos repetir o replantear ante situaciones más actuales?
De los años '60 a los primeros 2000, ha habido cambios contundentes en nuestras
sociedades, que también condicionan profundamente la visibilidad del cuerpo.
"Precisamente la opresión del cuerpo en una sociedad postindustrial, que marcha hacia la informatización se
expresa no sólo en el discurso sino también en el arte y especialmente en las artes plásticas (…); y hay que
tener en cuenta que un pasado reciente - que corre el riesgo de ser siempre actual - mostró que una cultura
técnica podía disculpar la agresión de los cuerpos en la guerra, la deportación y la tortura" 13.
Estos interrogantes, estas preocupaciones nos llevan a prestar atención a una paradoja
que surge entre: la visibilidad que gana el cuerpo en la vida social, en la que se presenta
como portador (simbólico?) de una alternativa "liberadora" y la perpetuación de normas y
jerarquías in-corporadas a nuestra cultura. Valgan como ejemplo las cuestiones relativas a
género, discapacidad, inmigración, estética corporal o pobreza.
Por esta renovada incorporación del cuerpo van surgiendo nuevos enfoques
disciplinarios, nuevos diálogos entre el arte, las teorías y tecnologías que se hacen eco de
esa inquietud que repercute sobre el cuerpo. En esto podemos analizar el tercer punto
sobre la proliferación de diferentes abordajes sobre el cuerpo.
"En medio de tal heterogeneidad epistemológica es donde el cuerpo - cuya realidad es a su vez
multidimensional - adquiere sentido como objeto múltiple de estudio" 15.
Otro aspecto de esta multiplicidad de enfoques que impone el cuerpo como objeto de
estudio está no sólo en la heterogeneidad de los roles que se le asignan, sino también en su
variabilidad de esos roles, y de su propia presencia. Todas las disciplinas que lo han
encarado, coinciden en poder mostrar tan sólo aspectos parciales; como si se tratara de la
construcción continua e inacabada/ble de un mosaico16, lo que ratifica la complejidad del
objeto de estudio.
Una primera aproximación a la literatura sobre el cuerpo podemos reconocer que no hay
una teoría del cuerpo única sino construcciones que se adaptan a las necesidades de
diversos análisis específicos. Y tampoco hay, por ahora, escuelas o líneas de estudio
claramente delimitadas dentro de esas teorías, más bien encontramos coincidencias y
diferencias particulares.
En afinidad con esto Brian Turner planteaba, en un texto de 1994, que los temas que
sustentan la importancia concedida al cuerpo, parten de un fondo social donde se incluye:
el impacto político y social del feminismo y los movimientos de mujeres tanto en lo
académico y como en la sociedad toda, las complejas cuestiones éticas y legales que rodean
los temas médicos, en especial lo relativo a la fertilización in vitro, el desarrollo de la
realidad virtual, la aparición de los cyborgs para propósitos militares e industriales y lo
referente a la estética del cuerpo en la cultura de consumo19.
A una década de esta evaluación podemos ver como han aumentado y se han
complejizado los temas que ocupan la atención de los estudios sobre teoría del cuerpo. Y
como, partiendo de una disciplina o metodología particular, han sobrepasado los márgenes
disciplinarios, obligando a la investigación multidimensional. Es el caso de temas como la
imagen corporal en los medios de comunicación, lo referente al envejecimiento, las
discapacidades, la interculturalidad, la realidad virtual, los nuevos protocolos médicos, las
nuevas familias, la sexualidad, los roles de género o los hábitos de consumo en general,
Conclusiones
Podemos en este punto plantear que, mas allá de los recortes que puedan hacerse a lo
largo del corpus de cada una de las disciplinas humanas y sociales, de las especializaciones
disciplinares o las trayectorias personales, podemos señalar el surgimiento de un nuevo
campo con un gran potencial, el de los estudios transdisciplinares sobre el cuerpo. Nuevo
enfoque que puede aportar conocimientos específicos más allá del uso del cuerpo en tanto
reclamo y ejemplo asociado a problemáticas que ya han definido su campo, como los
estudios de género o sobre discapacidad, multiculturalidad, diversidad, etc.
Un campo con una nueva mirada y un potencial no sólo académico, histórico o político,
sino también, y por su fuerza de fuga a través de las disciplinas, desvergonzadamente
emotivo y personal; enactivo.
Notas:
Bibliografía