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Tema 3: Teatro realista.

Ventura De la Vega y Manuel Tamayo y Baus


El teatro costumbrista se centra en los intereses y en la visión del mundo de la
clase burguesa. En el proceso hacia el teatro realista y la alta comedia es fundamental
tener en cuenta el moralismo. El deterioro social y político en el que estaba inmerso
España en la segunda mitad del siglo XIX fue el que condujo a la Revolución del 68 (La
Gloriosa). Hubo un deterioro político muy marcado por la Gloriosa que echa de España
a la reina Isabel II. Época que dio lugar a la búsqueda de un rey y a una gran desestabilidad
política y social.
Al mismo tiempo que se imponen los temas de la realidad social burguesa el
teatro va ganando “naturalidad” y pierde grandilocuencia. Se sustituye la
cosmovisión romántica y surgen argumentos cada vez más domésticos y cotidianos para
conformar las obras de este género. Los referentes de la acomodación de la materia
realista son Bretón de los Herreros y Ventura De la Vega. Pero son Manuel Tamayo y
Baus y Adelardo López de Ayala los que se encargan de difundir el teatro realista. Estos
dos dramaturgos llenaron el panorama de obras moralizantes, defensores de Klaus de los
valores como la familia, el matrimonio, en sí de los valores de la clase burguesa. Este tipo
de obras refleja la realidad social mediante ciertos conflictos, personajes y argumentos en
los que el espectador se ve reflejado. Evidencian la sociedad que ellos quieren ver, es
decir, una sociedad idealizada. Es más, un teatro idealista (modelo de comportamientos
y normas morales) que un teatro realista. No son personajes tan tipo, se hacen más
completos no como en la comedia de costumbres. Se cuida la ambientación escénica.
Estos elementos ayudan a hacer creíble la obra. Sin embargo, según Ayala la impresión
es irreal y antinatural, porque el dramaturgo está demasiado ocupado con la intención y
con la moraleja, por ello simplifica demasiado el conflicto (como la división de los
personajes en buenos y malos). Envejece este género demasiado rápido por los conflictos
tan vacíos y por el público al que iba dirigido.
Comparación con los dramas románticos. Frente a las pasiones individuales
nos encontramos los males sociales (envidia, codicia). El conflicto elevado del drama
romántico se vuelve cotidiano. Los interiores son domésticos (el salón) frente a los
grandes paisajes románticos. Los personajes comienzan a tener conflictos psicológicos.
El lenguaje deja de ser enfático y retórico y se torna llano y sencillo. Los dramas
románticos estaban cargados de ideología, estos también, pero la forma de presentarla
cambia (más compleja que la de Bretón de los Herreros). La alta comedia se va pasando
a la prosa, porque ayudó a acomodar la materia realista a los escenarios al ser menos
artificiosa que el verso. Los escritores también componían dramas históricos diferentes a
los del Romanticismo, ya que no buscan el mismo tratamiento del tema histórico, sino
que este se vuelve más verosímil. Interesa de ellos solo el contexto o la acción dramática.
En esta etapa los dramas históricos también se escriben en verso. Aparecen numerosas
readaptaciones de obras francesas.

Manuel Tamayo y Baus fue traductor, adaptador de teatro francés e hijo de


actores. Era un hombre de teatro desde cualquier punto de vista (escena, actores).
Además, era un hombre conservador y sus obras tenían una carga moralizante muy
cerrada lo que no le permite dar una visión amplia de la sociedad del momento. En su
obra Un drama nuevo no hay moralismo, los personajes se alejan de la noción maniquea
de bueno y malo, y hay una novedad esencial: el empleo del recurso del teatro por dentro
y la superposición de realidad y ficción en un mismo plano. Esta obra plantea unos
conflictos que van más allá de lo cotidiano, por eso se mantiene en el tiempo y es su mejor
drama.
Un drama nuevo fue reconocida como una de las mejores obras de Manuel
Tamayo. No es alta comedia, sino que se acerca a las comedias que se alejan del
Romanticismo. El tratamiento histórico en estas obras se hace más relista, verosímil y
cercano al espectador en comparación con los dramas históricos. En esta obra no hay
moralismo que sí caracterizaba a la alta comedia. Tampoco aparecen los finales felices.
Introduce el teatro dentro del teatro y superpone realidad y ficción en un mismo plano.
Temas. El teatro dentro del teatro. Año 1605, Inglaterra donde una compañía de
teatro prepara su representación. Son los actores y el director de la compañía los
personajes de esta obra. Se mezcla la actividad teatral con la personal. Aparece una mujer
que actúa lo que quita relevancia a la Historia de la Literatura, ya que las mujeres no
podían actuar en las comedias. El resto de los asuntos son el amor, los celos, la envidia,
la venganza… en sí, las pasiones humanas representadas en los actores. Estas pasiones
componen el nudo de la acción dramática. Esta acción va en crescendo y desencadena en
un final dramático.
Argumento. El personaje principal es Yorick, este pretende realizar un papel
trágico cuando él es el bufón en las representaciones. Consigue este papel quitándoselo a
Walton. Paralelismo entre la vida real de los personajes y la obra que ellos mismos
representan. en la obra teatral se representa el mismo conflicto que sucede en la “vida
real”. Desde que Yorick empieza a ensayar su papel en la obra, está dando voz a su propio
ser. La representación teatral de los personajes está en verso, la comedia de Tamayo está
en prosa.
“(Leyendo en el manuscrito.) Aquí entra lo bueno. Un señor Rodolfo o Pandolfo...
Landolfo, Landolfo se llama. (Encontrando este nombre en el manuscrito.) Pícaro redomado,
entrega al Conde una carta, por la cual se cerciora éste de que Manfredo, con quien hace veces
de padre, es el amante de su mujer, la encantadora Beatriz. Recelaba él de todo bicho viviente,
excepto de este caballerito; y cuando al fin cae de su burro, quédase el pobre -claro está- con
tanta boca abierta, y como si el mundo se le viniese encima.”
Anticipa Yorick lo que va a ocurrirle en la obra. Llama la atención la evolución
psicología desde una ingenuidad inicial, que evoluciona tanto su situación como el papel
trágico que él mismo va a interpretar en su vida y en la obra teatral. Aparece anticipando
el nudo de la obra.
Lo más significativo de esta obra es el uso de una misma acción para contar los
dos enredos, el de la obra de Tamayo y el que sus personajes representan. La acción
representa la realidad y la ficción, lo que conlleva una estructura muy bien trabajada y
pensada por parte del autor.
Toda la obra está dirigida hacia el trágico desenlace, este se produce durante la
representación teatral. Esto se prepara durante las escenas y actos precedentes:
“arquitectura muy cuidada”. Es al final cuando todo el enredo se resuelve mediante una
carta y se confirma el adulterio.
Lectura contradictoria en la figura de Yorick. Nadie espera que salga bien su
representación, pero como empieza a vivir su conflicto este le da medios para interpretar
su papel dramático. Al final se produce la revelación junto a la humillación del propio
Yorick.
La última escena está toda escrita en verso, según algunos autores esto puede crear
una contradicción, ya que no sabemos si el asesinato se produce en el plano de la realidad
o en el de la ficción. En sí, sucede en los dos planos.
Personajes. Shakespeare: personaje más llamativo puesto que es real. Aparece
como director de la compañía teatral que va a representar una comedia de otro autor. Su
papel es ser responsable, protector, una figura cercana y paternal hacia y para el resto de
los personajes. Posee más calidad moral que el resto que se mueven por las pasiones
humanas. Son significativos sus parlamentos, sobre todo, en relación con la envidia:
“SHAKESPEARE.- Temoso estás hoy con tus alabanzas; y en eso que dices te equivocas.
Nunca faltará qué envidiar al que sea envidioso. Pone la envidia delante de los ojos antiparras
maravillosas, con las cuales a un tiempo lo ve uno todo feo y pequeño en sí, y en los demás, todo
grande y hermoso. Así, advertirás que los míseros que llevan tales antiparras no sólo envidian a
quien vale más, sino también a quien vale menos, y juntamente los bienes y los males. No hallando
cierto envidioso nada que envidiar en un vecino suyo muy desastrado, fue y ¿qué hizo?: envidiarle
lo único que el infeliz tenía para llamar la atención, y era una gran joroba que le abrumaba las
espaldas.”
Efectos que causa la envidia.
Alicia y Edmundo son los dos jóvenes enamorados que, en contraste con otras
obras de Tamayo, no existe en ellos el maniqueísmo. Son traidores pese a que lo han
querido evitar y se debaten en un conflicto por la deslealtad hacia Yorick. Son conscientes
de su situación y se sienten culpables. Ya aparece en la escena V del acto primero, la
primera vez que aparecen los dos solos en escena.
“EDMUNDO.- ¿Qué pensar? ¿Conoce Walton mi secreto? ¡Dios no lo quiera! ¿Hablaba
sin malicia o con intención depravada? ¡Siempre recelar! ¡Siempre temer! ¡Ay, qué asustadiza es
la culpa! ¡Ay, qué existencia la del culpado! EDMUNDO.- ¿Qué pensar? ¿Conoce Walton mi
secreto? ¡Dios no lo quiera! ¿Hablaba sin malicia o con intención depravada? ¡Siempre recelar!
¡Siempre temer! ¡Ay, qué asustadiza es la culpa! ¡Ay, qué existencia la del culpado! ALICIA.-
¿A mí me lo preguntas? Cabe en lo posible contar los momentos de un día; no los dolores y
zozobras que yo durante un día padezco. Si alguien me mira, digo: ése lo sabe. Si alguien se acerca
a mi marido, digo: ése va a contárselo. En todo semblante se me figura descubrir gesto
amenazador; amenazadora retumba en mi pecho la palabra más inocente. Me da miedo la luz;
temo que haga ver mi conciencia. La oscuridad me espanta: mi conciencia en medio de las
tinieblas aparece más tenebrosa. A veces juraría sentir en el rostro la señal de mi delito; quiero
tocarla con la mano, y apenas logro que desaparezca la tenaz ilusión mirándome a un espejo.
Agótanse ya todas mis fuerzas; no quiere ya seguir penando mi corazón, y la hora bendecida del
que necesita descanso llega para mí como nuevos horrores. ¡Ay, que si duermo, quizá sueñe con
él; quizá se escape de mis labios su nombre, quizá diga a voces que le amo! Y si al fin duermo, a
pesar mío, entonces soy más desdichada, porque los vagos temores de la vigilia toman durante el
sueño cuerpo de realidad espantosa. Y otra vez es de día; y a la amargura de ayer, que parecía
insuperable, excede siempre la de hoy; a la amargura de hoy, que raya en lo infinito, excede
siempre la de mañana. ¿Llorar? ¡Ay, cuánto he llorado! ¿Suspirar? ¡Ay, cuánto he suspirado! Ya
no tengo lágrimas ni suspiros que me consuelen. ¿Vienes? ¡Qué susto, qué desear que te vayas!
¿Te vas? ¡Qué angustia, qué desear que vuelvas! Y vuelves, y cuando, como ahora, hablo a solas
contigo, me parece que mis palabras suenan tanto que pueden oírse en todas partes; el vuelo de
un insecto me deja sin gota de sangre en las venas; creo que dondequiera hay oídos que escuchan,
ojos que miran, y yo no sé hacia dónde volver los míos...”
Los amantes le cuentan a Shakespeare la historia, lo que les hace menos culpables.
“ALICIA.- ¡Nunca jamás le hubiera conocido yo!
EDMUNDO.- La vi de lejos; me arrastró hacia ella fuerza misteriosa. Llegué a su lado; miré,
no vi; hablé, no se oyó lo que dije. Temblé; ¡la amaba!
ALICIA.- ¡Yo le amaba también!
EDMUNDO.- Quiere el amor, aun siendo legítimo, vivir oculto en el fondo del corazón.
Pasaron días... Resolví al fin declararme... ¡Imposible!
ALICIA.- Yorick me había manifestado ya su cariño.
EDMUNDO.- Era mi rival el hombre a quien todo se lo debía.
ALICIA.- Cayó mi madre muy enferma; carecíamos de recursos; Yorick apareció a nuestros
ojos como enviado de la Misericordia Infinita.
EDMUNDO.- ¿Podía yo impedir que mi bienhechor hiciese bien a los demás?
ALICIA.- Alicia, me dijo un día mi madre: vas a quedarte abandonada; cásate con Yorick;
¡te quiere tanto y es tan bueno!
EDMUNDO.- Yorick me había recogido desnudo y hambriento de en medio de la calle, para
darme abrigo y amor y dicha y un lugar en el mundo.
ALICIA.- Por Yorick gozaba mi madre en los últimos días de su existencia todo linaje de
consuelos.
EDMUNDO.- Destruir la felicidad de ese hombre, hubiera sido en mí sin igual villanía.
ALICIA.- Mi madre rogaba moribunda.
DMUNDO.- Lo que se hace rindiendo culto a la gratitud, eso es lo que yo hice.
ALICIA.- Lo que se responde a una madre que suplica moribunda, eso es lo que yo
respondí.”
Proceso por gratitud a Yorick. Justificación moral, que no ha podido resistir al
amor entre Alicia y Edmundo. Frente a los demás personajes se encuentra el antagonista,
Walton. El conflicto lo desencadena Yorick por quitarle el papel trágico a Walton. Lo que
desencadena la envidia y el ansia de venganza de este. La venganza la madura despacio
y con alevosía, pero utiliza frases con intención para despistar a Yorick y a los lectores.
Las frases cargadas de doble intención contrastan con la ingenuidad de Yorick.
“WALTON.- Si lo sabes, ¿a qué quieres que te lo diga? Pero ¿qué hacéis de pie, señor
Walton? (Dirigiéndose a sí mismo la palabra.) Aquí tenéis silla. (Tomando una silla y
colocándola en el centro del escenario.) Gracias. (Sentándose.)
YORICK.- Mira, mira, lo que es a mí no te vengas con pullitas, porque si me llego a
enfadar...
WALTON.- ¡Oh, entonces!... ¡Vaya!... ¡Pues ya lo creo! Si tiene un genio como un tigre...
¿Verdad, Edmundo?
EDMUNDO.- ¿Eh?...
YORICK.- ¿Te burlas de mí?
EDMUNDO.- ¿Burlarse él de vos?
WALTON.- Justo es que defiendas a tu amigo Yorick, a tu protector, a tu segundo padre...
¡Oh, este muchacho es una alhaja! (Dirigiéndose a YORICK.) ¡Y cuánto me gustan a mí las
personas agradecidas!
EDMUNDO.- ¡Walton! (Sin poderse contener y con aire amenazador.)
WALTON.- ¿Las alabanzas te incomodan?
EDMUNDO.- (¿Cuál es su intención?)
WALTON.- Vamos, se conoce que hoy todos han pisado aquí mala yerba.
Adiós. (Levantándose.) Tú te lo pierdes.”

Juega con esa doble intención hasta la escena final.


En la obra el personaje que interpreta Walton también es el que resuelve el
adulterio, al igual que este en la vida real. El elemento que más tensión dramática crea es
que Walton diga la verdad. Estos personajes realizan guiños a otras obras literarias, por
ejemplo, cuando Alicia y Edmundo se encuentran se hace un símil a la obra de
Shakespeare Romeo y Julieta y también es una versión de Fedra.
Estructura. Obra en tres actos en los que se presenta el trágico final anticipado.
A partir de este momento empiezan las insinuaciones que hacen el símil de la
representación con la realidad. Escena V y VI, en estas escenas conocemos el adulterio y
sus ejecuciones. “Cuadra a Yorick el papel de marido ultrajado.”
“EDMUNDO.- ¿Qué resolvéis? (Con mucha ansiedad a SHAKESPEARE.)
ALICIA.- ¡Decid!
YORICK.- Tiemble la esposa infiel, tiemble... (Asiendo por un brazo a su mujer con
actitud afectadamente trágica, y declamando con exagerado énfasis.)
ALICIA.- ¡Jesús! (Estremeciéndose con espanto.) ¡Perdón! (Cayendo al suelo sin
sentido.)
YORICK.- ¿Eh?
EDMUNDO.- ¡Infame! (Queriendo lanzarse contra WALTON.)
SHAKESPEARE.- ¡Insensato! (En voz baja a EDMUNDO, deteniéndole.)
YORICK.- ¿Perdón? (Confuso y aturdido.)
WALTON.- ¡Casualidad como ella! (Irónicamente.)
YORICK.- ¡Perdón!...”

Primer momento en el que Yorick deja de ser ingenuo y empieza a sospechar que
algo está ocurriendo con su esposa. El acto segundo va aumentando la tensión emocional.
“YORICK.- Y ya ves cuánto me alegro de que tú... (Conteniéndose y
disimulando.) Edmundo, ven acá. (Tomando de pronto una resolución y acercándole mucho
a sí.) Dime: ¿sentiste alguna vez estallar en tu corazón tempestad furiosa? ¿Pudiste durante mucho
tiempo evitar que se vieran sus relámpagos, que se oyeran sus truenos? ¿Es posible padecer y
callar? ¿No arranca por fin el dolor ayes lastimeros al más sufrido y valeroso? ¿Hará bien la
desgracia en dejarse agobiar de carga irresistible sin pedir ayuda a la amistad? ¿Y no eres tú mi
hijo, el hijo de mi alma?”
Comienza a estar atormentado, y sospecha de todos los que le rodean excepto de
Edmundo. Siente que el conflicto del drama que va a representar se traslada a su realidad.
Exige respuestas y no las logra.
“WALTON.- Repito que Alicia te es infiel.
YORICK.- Repito que lo pruebes. (Acercándose mucho a él.) Y si al momento no lo
pruebas, di que has mentido; di que Alicia es honrada esposa; di que a nadie ama sino a mí; di
que el mundo la respeta y la admira; di que los cielos, contemplándola, se recrean. ¡Dilo! ¡Si lo
has de decir!
WALTON.- Alicia tiene un amante.
YORICK.- ¿Eso dices?
WALTON.- Sí.”
El acto tercero ocurre entre bastidores y entre la puesta en escena de la
representación teatral. Walton descubre que Alicia y Edmundo están preparando su huida
a través de una carta. Debido a que en la escena final también hay que entregar una carta
en el propio espacio escénico, al cambiar una carta por otra se dan cuenta de que ha habido
un error y Yorick abre la carta y se entera de la huida y de la traición de los amantes. Deja
de representar al Conde y empieza a ser él mismo, hasta que acaba con la vida de
Edmundo. Se representan los dos planos a los vez en la misma escena, esta simultaneidad
hace valiosa la obra de Manuel Tamayo.

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