Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
TACNA – PERU
2015
1. EL ARBITRAJE:
Para Napoli, es el procedimiento que tiene por objeto la composición del conflicto por
una persona u organismo cuyo laudo una vez dictado tiene que cumplirse
obligatoriamente.
.
Para Cabanellas, es toda decisión dictada por un tercero, con autoridad para ello, en
una cuestión o asunto que las partes han sometido su decisión y que tiene que
cumplirse obligatoriamente.
1.1. Características:
El laudo arbitral será siempre una solución de conciencia, toda vez que se
emite conforme a las disposiciones legales pero sobre todo a la equidad,
evitando por ello llegar a injustas desproporciones que puedan figurar en el
derecho y las obligaciones de las partes en conflicto.
Es necesario la existencia de un conflicto entre dos o más partes para que sea
necesario recurrir a la institución arbitral y que las partes involucradas hayan
decidido esta vía de solución, para cuyo efecto suscriben previamente un
acuerdo denominado compromiso arbitral.
Por un lado el juez tiene jurisdicción, el árbitro carece de ella, el juez tiene
facultades cautelares y ejecutivas que no tiene el árbitro, no obstante, para que
obtenga estas tendrá necesariamente que recurrir a aquel.
2. LAUDO:
Es la resolución dictada por un árbitro que permite resolver un conflicto entre dos o
más partes.
El fallo del árbitro puede compararse con la sentencia que dicta un juez, aunque la
jurisdicción de éste se encuentra fijada por la ley y la jurisdicción del árbitro se halla en
la autonomía de la voluntad. Esto quiere decir que la decisión del árbitro debe ser
aceptada por las partes para que el litigio se resuelva.
Por lo general, las partes en conflicto firman un acuerdo antes de acudir a la mediación
del árbitro a través del cual se comprometen a aceptar y acatar el laudo que se
proponga como resolución del conflicto.
Es vinculante y obligatorio.
Quien asume el rol de árbitro tiene pleno ejercicio de lo referente a la
jurisdicción, aunque esto sólo sea válido temporalmente (su poder empieza al
aceptar su cargo y termina una vez que plasma su decisión final en el propio
laudo).
El laudo sólo puede contener las cuestiones directamente relacionadas con la
controversia a tratar por el árbitro, un límite similar al que se debe respetar en
una corte, ante un juez.
Es posible distinguir entre diversos tipos de laudos, como los laudos de derecho,
los laudos de equidad, los laudos totales, los laudos parciales y los laudos definitivos,
por ejemplo.
El laudo total es aquél que logra resolver todos los puntos que dieron lugar al litigio,
mientras que el parcial se da cuando tan sólo uno o algunos de los puntos de la
demanda reciben una solución. El laudo definitivo (o firme) es aquél en el cual se
encuentran todos los puntos legales controvertidos que fueron sometidos al tribunal
arbitral, así como cualquier decisión que éste haya determinado de manera definitiva
sobre cuestiones o sustancias procesales o de su competencia y que haya calificado
como laudo.
Un laudo consentido tiene el fin de elevar una transacción en la que intervienen dos
partes a un laudo; en otras palabras, busca darle un título ejecutivo a la misma.
Cuando una de las partes se niega a participar del proceso y el tribunal arbitral no
tiene otro remedio que hacer su trabajo sin su presencia, se habla de laudo en
rebeldía.
3. CONVENIO ARBITRAL:
Es el acuerdo voluntario entre las partes para solucionar sus diferencias, que surgen
de una relación contractual o no contractual que sean o no, materia de un proceso
judicial, sujeta a requisitos generales establecidos en la legislación civil para la validez
de los contratos.
4. LAUDO ARBITRAL:
Es la decisión que emiten los árbitros para finalizar un litigo, de tal forma dan
cumplimiento a su designación como árbitro, a diferencia del juez de jurisdicción, que
al provenir de la estructura orgánica del estado tiene carácter permanente y genérica,
con delimitaciones, propias en materia territorial y funcional, y su labor no culmina con
la emisión de una sentencia definitiva. Es más el juez tiene la potestad para hacerla
cumplir disponiendo las medidas pertinentes para ello. Los árbitros en cambio nacen
de una fuente convencional y por lo tanto limitada al caso de la resolución de una
situación concreta, así una vez finalizado el conflicto desaparecen sus facultades.
Plazo.
La controversia debe decidirse y notificarse dentro del plazo establecido por las
partes, por el reglamento arbitral aplicable o, en su defecto, por el tribunal arbitral.
Laudos.
1. Todo laudo deberá constar por escrito y ser firmado por los árbitros, quienes
podrán expresar su opinión discrepante. Cuando haya más de un árbitro, bastarán las
firmas de la mayoría de los miembros o sólo la del presidente, según corresponda,
siempre que se manifiesten las razones de la falta de una o más firmas.
1. Todo laudo deberá ser motivado, a menos que las partes hayan convenido algo
distinto o que se trate de un laudo pronunciado en los términos convenidos por las
partes. Constarán en el laudo la fecha en que ha sido dictado y el lugar del arbitraje
determinado. El laudo se considera dictado en ese lugar.
a. Dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del laudo, cualquiera
de las partes puede solicitar la rectificación de cualquier error de cálculo, de
trascripción, tipográfico o informático o de naturaleza similar.
b. Dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del laudo, cualquiera
de las partes puede solicitar la interpretación de algún extremo oscuro, impreciso o
dudoso expresado en la parte decisoria del laudo o que influya en ella para determinar
los alcances de la ejecución.
c. Dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del laudo, cualquiera
de las partes puede solicitar la integración del laudo por haberse omitido resolver
cualquier extremo de la controversia sometida a conocimiento y decisión del tribunal
arbitral.
d. Dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del laudo, cualquiera
de las partes puede solicitar la exclusión del laudo de algún extremo que hubiera sido
objeto de pronunciamiento, sin que estuviera sometido a conocimiento y decisión del
tribunal arbitral o que no sea susceptible de arbitraje.
1. Transcurrido el plazo que las partes hayan señalado a este fin o, en su defecto,
el de tres (3) meses desde la terminación de las actuaciones, cesará la obligación del
tribunal arbitral de conservar la documentación del arbitraje. Dentro de ese plazo,
cualquiera de las partes podrá solicitar al tribunal arbitral que le remita los documentos
presentados por ella. El tribunal arbitral accederá a la solicitud siempre que no atente
contra el secreto de la deliberación arbitral y que el solicitante asuma los gastos
correspondientes.
2. Cualquiera de las partes también puede solicitar, a su costo, que las actuaciones
sean remitidas en custodia a las Cámaras de Comercio o instituciones arbitrales que
ofrezcan servicios de conservación y archivo de actuaciones arbitrales.
Recurso de anulación:
Causales de anulación.
1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue
y pruebe:
e. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son
manifiestamente no susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.
g. Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes,
previsto en el reglamento arbitral aplicable o establecido por el tribunal arbitral.
5. Contra lo resuelto por la Corte Superior sólo procede recurso de casación ante la
Sala Civil de la Corte Suprema, cuando el laudo hubiera sido anulado en forma total o
parcial.
Consecuencias de la anulación.
b. del numeral 1 del artículo 63, el tribunal arbitral debe reiniciar el arbitraje desde el
momento en que se cometió la violación manifiesta del derecho de defensa.
f. Si el laudo se anula por la causal prevista en el inciso g. del numeral 1 del artículo
63, puede iniciarse un nuevo arbitraje, salvo que las partes acuerden componer un
nuevo tribunal arbitral para que sobre la base de las actuaciones resuelva la
controversia o, tratándose de arbitraje nacional, dentro de los quince (15) días
siguientes de notificada la resolución que anula el laudo, decidan por acuerdo, que la
Corte Superior que conoció del recurso de anulación resuelva en única instancia sobre
el fondo de la controversia.
Ejecución arbitral.
1. A solicitud de parte, el tribunal arbitral está facultado para ejecutar sus laudos y
decisiones, siempre que medie acuerdo de las partes o se encuentre previsto en el
reglamento arbitral aplicable.
1. La parte interesada podrá solicitar la ejecución del laudo ante la autoridad judicial
competente acompañando copia de éste y de sus rectificaciones, interpretaciones,
integraciones y exclusiones y, en su caso, de las actuaciones de ejecución efectuada
por el tribunal arbitral.