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Revista de la Asociación Geológica Argentina 74 (1): 125 - 133 (2017) 125

PABLO GROEBER Y LA DILATACIÓN DE LA TIERRA


Miguel E. RAMOS1, Edmundo D. RAMOS2 y Victor A. RAMOS1

1
Instituto de Estudios Andinos Don Pablo Groeber, UBA-CONICET. Departamento de Ciencias Geológicas, FCEN, Universidad de Bue-
nos Aires. Email: miguelestebanramos@hotmail.com
2
Secretaría de Investigaciones, Universidad de la Marina Mercante.

RESUMEN

Se presenta la visión de Groeber acerca de La dilatación de la Tierra, su pionero trabajo de finales de la década del 50´. En éste
brinda una explicación de diversos mecanismos y fenómenos que actuarían en el planeta Tierra, tales como su expansión a tra-
vés del tiempo y el desarrollo de corrientes convectivas. Buscó una respuesta a la paleogeografía de los continentes y océanos
desde el Neopaleozoico a la actualidad, vinculándolos a una eventual dilatación de la Tierra. Esta teoría que comenzaba a ganar
adeptos entre los geólogos, si bien sigue parcialmente vigente, no explica adecuadamente la movilidad de los continentes. Sin
embargo, es defendida aún por una pequeña porción de la comunidad científica. Para justificar esta hipótesis Groeber, expli-
ca cómo en una Tierra en expansión dominada por esfuerzos extensionales, podían convivir esfuerzos compresivos responsa-
bles del levantamiento de las cordilleras, producidos por las corrientes convectivas y el accionar de la zona de Benioff. Discute
aspectos tanto de la geología teórica como aquellos obtenidos a través de evidencias de campo. En la presente contribución se
destacan elementos significativos asociados a un cambio teórico en la geología en un momento en que se estaba abandonando
el paradigma de los continentes fijos y de la teoría geosinclinal y trata de explicar la movilidad de los continentes a través de la
dilatación de la Tierra. Si bien hoy sabemos que fue un acto fallido, es interesante destacar la solidez de los razonamientos de
Groeber en busca de explicar esa movilidad.
Palabras clave: Dilatación de la Tierra, corrientes convectivas, zona de Benioff, levantamiento andino, densidad de la Tierra

ABSTRACT
Pablo Groeber and the expanding Earth
The Groeber's vision on “The Expanding Earth” is presented based on his pioneering work published in the late 50's. This es-
say provides an explanation of various mechanisms and phenomena that would act on planet Earth, such as its expansion over
time and the development of convective currents explaining the variation of paleogeography of the continents and oceans
over time. The theory began to gain adherents among geologists and it is still partially valid, but does not adequately explain
the mobility of the continents. To justify this hypothesis Groeber explains how in an expanding Earth dominated by exten-
sional efforts, compressive efforts could uplift mountain ranges, produced by convective currents and the Benioff zone. He
discusses aspects of both theoretical geology and those obtained through field evidence. This new contribution highlights sig-
nificant elements related to a theoretical change in geology at a time when the paradigm of fixed continents and the geosyn-
clinal theory was being abandoned, trying to explain the mobility of the continents through the expanding Earth. Although
we know today that it was a failed act, it is interesting to emphasize the robustness of Groeber's reasoning in order to explain
that mobility.

Keywords: Expanding Earth, convective currents, Benioff zone, Andean uplift, Earth density

INTRODUCCIÓN sión actualizada de los conceptos teóri- “un pensamiento antropocéntrico, el del
cos. envejecimiento y el de la muerte”, donde
El objetivo del presente trabajo es revi- La fundamentación del ensayo de el “universo marcha hacia su muerte por
sar algunas contribuciones del Dr. Pablo Groeber sobre la Dilatación de la Tierra, se frío” (Groeber 1959, pág. 4). Estas teorías
Groeber al estudio de los procesos tectó- basaba en primer lugar en conceptos filo- explicaban fácilmente la contracción y el
nicos que actuarían en la Tierra. Es con- sóficos. En la introducción combate las plegamiento, pero con ellas no se podía
veniente aclarar que no se persigue rea- teorías contraccionistas, postuladas por entender la existencia de procesos exten-
lizar una crítica de su trabajo, sino más la influyente obra de Suess (1904-1909), sionales y compresivos que actúan simul-
bien destacar las virtudes que en éste se de gran influencia entre los geólogos del táneamente en la Tierra.
encuentran con el fin de revalorar algu- hemisferio norte. Este contraccionismo La naciente propuesta de la deriva con-
nos enunciados propuestos bajo una vi- por enfriamiento del planeta involucraba tinental había impactado por ese enton-
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ces en la comunidad geológica. La teoría vedad en Nature, que comparan paleopo- expansión del fondo marino. Se basaron
tenía todavía escasa aceptación y con- los de Estados Unidos con los del Reino en las anomalías magnéticas observadas
frontaba con los denominados “fijistas” Unido, concluyen que los resultados son mientras cruzaban el norte del océano
que no aceptaban la condición móvil de relativamente buenos para una correla- Atlántico y el noroeste del Índico. Estos
los continentes, en especial aquellos per- ción entre ambas regiones y postular una indicios desempeñaron un papel princi-
tenecientes al hemisferio norte. En este deriva de los polos. En esos trabajos se pal en la hipótesis de la expansión del sue-
contexto Groeber, aceptando las premi- descarta la existencia de una deriva con- lo marino y en la deriva continental (Vine
sas de Wegener, resuelve las variaciones tinental apreciable como la postulada por y Hess 1968) y dieron inicio, así, a nuevas
en la posición de las masas continentales Wegener y Du Toit (véase Runcorn 1956). propuestas. Por un lado se encontraban
recurriendo a un incremento del radio te- Se debe esperar al famoso “A Symposium quienes justificaban la deriva continen-
rrestre, hipótesis que sería seguida años on Continental Drift” de 1965, para dis- tal a partir de la tectónica de placas (Wil-
más tarde por diversos especialistas en cutir las nuevas herramientas que el pa- son 1965, Mckenzie y Parker 1967) y por
tectónica. Esta hipótesis lo lleva a escri- leomagnetismo aporta a la deriva de los otro lado un grupo de geólogos y geofí-
bir en 1959 su ensayo sobre “La dilatación continentes donde recién en forma explí- sicos que retomaban el antiguo concep-
de Tierra”. cita se demuestra la deriva (Creer 1965 a) to de la dilatación terrestre para justificar
En ese trabajo el autor presenta una se- y años más tarde la incorporación de da- el movimiento de las grandes masas con-
rie de argumentos para sostener esta nue- tos de América del sur en Valencio y Vi- tinentales.
va hipótesis de la Tierra en expansión. las (1969). Esos trabajos no fueron cono- Las ideas de Mantovani de una Tierra en
Su contribución consta de dos seccio- cidos por Groeber, quien fallece en 1964. expansión fueron continuadas en Alema-
nes. La primera, con un marco introduc- Para poder comprender y asimilar las im- nia por Hilgenberg (1933 y 1965) y en Ru-
torio, plantea los principales fundamen- plicancias del trabajo de Pablo Groeber, sia por Bogolepow (1930), entre otros.
tos geofísicos para apoyar la teoría. Con es necesario, en primer lugar hacer una Hacia la segunda mitad del siglo XX, se
ese fin, realiza una serie de análisis basa- breve mención histórica de la teoría ex- incrementó el número de investigado-
dos en trabajos previos logrando obtener pansionista. Posteriormente se resumi- res que trabajaban en esta nueva teoría:
la variación interna de la densidad en la rán los aspectos destacados del trabajo Egyed (1956), Creer (1965 b), Dearnley
Tierra, y así justificar la dilatación de la de Groeber para finalmente discutirlos y (1965), Carey (1975, 1976), Shields (1979),
Tierra considerando la necesidad de una contrastarlos sobre la base de nuestro co- Owen (1981), Blinov (1987), Kremp
serie de procesos en el núcleo terrestre. nocimiento actual. (1992), Chudinov (1998), por nombrar
A su vez, revisando datos sismológicos algunos destacados (véase una lista más
(Bullen 1940, Jeffreys y Bullen 1958) rea- Trabajos pioneros sobre la teoría de completa en Carey 1975 y Scalera 2003).
liza una descripción e interpretación de la una Tierra en expansión Es interesante destacar que si la Tierra
composición y condición de las capas in- A fines del siglo XIX la idea de la expan- estaba en expansión, la variación de las
ternas de la Tierra. En la segunda parte el sión de la Tierra encontró sus primeras paleoinclinaciones obtenidas median-
autor desarrolla los fundamentos geológi- participaciones de la mano de Roberto te estudios paleomagnéticos en un mis-
cos que soportan el sistema expansionis- Mantovani, quien partiendo de las mis- mo bloque a lo largo de un meridiano, de-
ta. Describe la geología tanto a una escala mas premisas que Wegener, propuso un bería mostrar valores cada vez menores
global como regional, y aborda los proce- incremento en el radio terrestre para jus- (van Andel y Hobster 1966). Estos estu-
sos geodinámicos implicados. Concluye tificar el desacople de Sudamérica y Áfri- dios presentaban resultados consisten-
finalmente con una justificación de la di- ca (Mantovani 1924, Scalera 2009). Sin tes tanto para una Tierra con radio cons-
latación terrestre y cómo pueden convivir embargo, no hay duda que fue el mismo tante, como para una Tierra con radio en
en ese proceso esfuerzos contracciona- Alfred Wegener (1912) quien presentó expansión (véase en Valencio 1980, una
les asociados a la zona de Benioff respon- los primeros argumentos sólidos susten- completa discusión sobre el alcance de
sables del levantamiento de la cordillera, tados con evidencias geológicas, paleon- estos métodos). Debemos esperar varios
junto con un modelo que muestra cómo tológicas y geofísicas para introducir el años para que los estudios paleomagnéti-
aumentó el radio terrestre en el tiempo, concepto de la “deriva continental”. En cos mostrasen que esa expansión era de la
el cual implica diferentes paleoposiciones un principio estos nuevos mecanismos misma magnitud que la sugerida por las
de los continentes. no contaban con la aceptación de la co- teorías cosmológicas (Blanco et al. 1980)
Es interesante destacar que en esa década munidad científica, pero de a poco fue- e insuficientes para las variaciones paleo-
se inician los estudios paleomagnéticos, ron abriendo el camino a nuevas teorías geográficas observadas en la Tierra.
al poder obtener el magnetismo rema- que proponían un cambio de paradigma Entre los pioneros se destaca Samuel Ca-
nente de rocas de diferentes edades. Sin que dejaba de lado los modelos fijistas. rey quien fue el primero en realizar mo-
embargo, los primeros estudios publica- Vine y Matthews (1963) proporcionaron delos análogos de la Tierra en expansión
dos por Runcorn (1955) como gran no- una prueba favorable a la hipótesis de la y realizar una descripción y justificación
Groeber y la dilatación de la Tierra. 127

detallada de los mecanismos que la ge- nicos (Kremp 1992, Maxlow 2001, Sca- reescribe el desarrollo matemático para
neran (Carey 1975). Este último, como lera 2003). Otros autores buscan mejorar calcular la curva de densidades realizado
profesor en Australia, enseñó estos con- el modelo y avanzar en su desarrollo in- para el presente trabajo, con el fin de res-
ceptos en sus cátedras y en simposios a dividual (Scalera 2015). Recientemente se catar la valiosa información que se inten-
varias generaciones de estudiantes y cole- obtuvieron interesantes valores para las taba difundir en el trabajo original.
gas. Por esta razón fue considerado como tasas de expansión y de incremento del Considerando a la Tierra como un elip-
“El Padre de la teoría de expansión moderna” radio terrestre, a partir de mediciones de soide de revolución de densidad homogé-
(Hurrell 2011). En su libro “The Expan- GPS y datos del campo gravitatorio (Ge- nea, el momento de inercia del mismo, al-
ding Earth” (1976) introduce muchos de rasimenko 1993, Shen et al. 2011, 2015). rededor del eje de rotación (Iz ), se puede
los conceptos que hoy en día la comuni- De cualquier forma, el modelo expansio- calcular analíticamente y resulta
dad geológica utiliza comúnmente. Defi- nista es una “voz” que sigue sin afectar el
niciones como “oroclino” que han sido curso del flujo principal (main stream) del Iz =0,4 a 20 M (1)
aceptadas y discutidas a nivel internacio- conocimiento presente de las Ciencia de
nal, han perdurado hasta nuestros días y la Tierra dominado por la tectónica de donde a0 es el radio ecuatorial de la Tierra
siguen aún vigentes. placas. y M su masa. Si bien Groeber cita esta ex-
Dentro de esta generación cabe incluir a presión del trabajo de Helmert (1884), la
Pablo Groeber (1959) con su ensayo de la LOS ARGUMENTOS DE misma se puede obtener descomponien-
dilatación de la Tierra. Si bien este trabajo GROEBER do el elipsoide en discos paralelos al ecua-
no tuvo ni la divulgación ni el impacto de dor, e integrando desde un polo hasta el
los anteriores, las hipótesis en él propues- a) Argumentos geofísicos otro. Sin embargo, debido a que no existe
tas están a la altura de sus contemporá- En este apartado Groeber busca recono- una solución analítica para el caso de un
neos, con algunas proposiciones sobresa- cer la variación de la densidad de la Tierra elipsoide no homogéneo, cuya densidad
lientes dentro del estado del arte de aquel en función de la profundidad. Para tal ob- varía en función del radio como propone
entonces. Las estimaciones de densidad jetivo, el autor realiza dos aproximacio- Groeber, se utiliza para el desarrollo, de
para el núcleo terrestre, así como una se- nes, una desde el punto de vista analítico, aquí en adelante, un modelo esférico sim-
rie de modelos propuestos para justificar realizando un interesante ensayo mate- plificado de la Tierra. En este caso sigue
el mecanismo expansionista, sustentado mático, y otra basada en las validaciones siendo válida la ecuación (1)
por datos sísmicos, de gravedad y fun- sismológicas. El desarrollo teórico surge El hecho de que el valor observado a tra-
damentalmente de geología general, for- a partir de una revisión y recopilación de vés de mediciones astronómicas (Hel-
man parte de las virtudes de su trabajo. los valores de la densidad media de la Tie- mert 1884) sea
Con el pasar de los años, la teoría de la rra calculados hasta ese momento. Este
tectónica de placas fue alcanzando gran análisis basado en determinaciones de la Iz =0,332 a 20 M (2)
aceptación y consenso entre la comuni- constante de gravitación universal con-
dad científica. Es difícil establecer en qué duce a valores de densidad promedio de indica que la Tierra no es homogénea y
momento exacto se impuso esta nueva 5,60 para el globo terráqueo. Tomando que hacia el centro de la misma, su den-
teoría. Como parte de toda revolución como punto de partida la incongruen- sidad debe aumentar para que el momen-
científica el cambio de paradigma se dio cia que existe entre este valor promedio to de inercia sea menor que en la expre-
de manera paulatina (Kuhn 1970).Ya si, de densidad y el dato observable en la su- sión (1).
en las últimas décadas del siglo XX, los perficie terrestre, que él estima entre 2,5 Considerando la Tierra como una esfera,
modelos tectónicos fueron progresando y 3, se plantea como interrogante calcu- Groeber propone una aproximación po-
vertiginosamente y se propagaron de una lar la variación de la densidad interna de linómica para la densidad en función de
manera estentórea en el ámbito científi- la Tierra. Este ejercicio fue realizado an- la distancia “a” al centro de la Tierra. La
co en general. Lograron así, ubicarse co- teriormente de manera similar por Hel- densidad puede expresarse
mo “la teoría dominante” del nuevo pa- mert (1884) y es este trabajo el que motiva
radigma, en términos kuhnianos. No a Groeber a repetir el análisis sistemático δ(a)=δc (1+c 1 ( aa )2+c 2 ( aa )4) (3)
obstante, la hipótesis expansionista si- con datos más actualizados. 0 0

gue parcialmente vigente, representada El ensayo publicado originalmente en Donde δc es la densidad en el centro de la
por un grupo minoritario. En algunos ca- 1959 en el Boletín de Informaciones Pe- Tierra δ(a=0) . La ecuación (3) ya contem-
sos, dedican todo su esfuerzo en refutar troleras pierde parte de su riqueza debi- pla que ( (dδ(a)) ) =0 garantizando que
y comprobar las falencias de la tectóni- do a serios problemas de edición así como da (a=0)
ca de placas, presentando trabajos donde de imprenta. A su vez el autor comete al- la densidad se mantiene constante para el
muestran punto por punto las ventajas de gunos descuidos a lo largo de su desarro- centro de la Tierra.
la expansión por sobre los axiomas tectó- llo. Por tales motivos a continuación se Los coeficientes c1, c2 y la densidad al cen-
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tro de la Tierra δc son las tres incógnitas Integrando se obtiene densidades en función de la profundi-
que se determinarán satisfaciendo las si- dad (Fig. 1). Posteriormente comprueba
a
guientes condiciones: Iz =∫0 0dIz = 8 πδc a 50 (1+ 5 c 1++ 5 c 2 ) las similitudes entre las variaciones de es-
15 7 9
ta curva y los datos obtenidos del reco-
δ(a 0)=2,8 (4.1) Utilizando el momento de inercia enun- nocimiento sismológico de las superficies
δpromedio =5,6 (4.2) ciado en (2) y dividiéndolo por la masa de discontinuidades internas de la Tierra
Iz =0,332 a 02 M (4.3) M=δ promedio 4 πa 03 se obtiene (Jeffreys y Bullen 1940). Así obtiene al-
3
gunas de las conclusiones más notables
Nótese que la tercera condición surge de Iz /M=0,830 δpromedio =δc (1+ 5 c 1++ 5 c 2 ) (7) de su informe. Contrastando el valor de la
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las mediciones astronómicas de Helmert densidad obtenida para el núcleo terres-
(1884) enunciadas en la ecuación (2). Se tiene así el sistema de ecuaciones (5), tre, tanto de manera analítica como a par-
Combinando la ecuación (3) y la condi- (6) y (7) que permite obtener las constan- tir de los datos sísmicos, entre 11 y 11,6 y
ción (4.1) los coeficientes c1, c2 y la den- tes conociendo la densidad calculada para un
sidad al centro de la Tierra δc deben sa- núcleo Nífico (compuesto únicamente por
tisfacer c 1=-1,12 Fe y Ni) de 8,5. Era consecuentemente
c 2=+0,36 necesaria la presencia de otros elementos
δ(a 0)=δc (1+c 1+c 2 )=2,8 (5) δc =+11,595 más pesados, generalmente radioactivos,
en el núcleo para justificar este déficit de
Se calcula δpromedio como el cociente entre la En consecuencia la ecuación (3) se puede masa. El autor reconoce también que es
masa de la Tierra y el volumen de la mis- expresar de la siguiente manera necesaria la presencia de gas en una ca-
ma, condición (4.2). Se obtiene la masa de pa que denomina “manto de transición” pa-
la Tierra considerando la densidad como δ(a)=11,6 {1-1,12( aa )2+0,36( aa )2 } (8) ra justificar la falta de propagación de las
se expresa en la ecuación (3), para lo cual 0 0
ondas sísmicas transversales. Ambas pre-
se descompone la esfera en una sucesión Al final de este desarrollo Groeber con- misas lo llevan a conjeturar la presencia
de cascaras concéntricas de distinta den- sidera una reformulación de la ecuación tentativa de nitrógeno en el núcleo, con
sidad. (8) considerando una densidad media lo cual podría obtener una densidad de
La masa de una cascara esférica dM con δpromedio =5,6 y una densidad para la superfi- 11,6. Asume a su vez que la desintegra-
radio a y espesor da, y una densidad δ(a) es cie de la Tierra de δ(a 0)=0,8. De esta ma- ción de las substancias radioactivas del
nera resulta núcleo generaría nuevo gas en el mismo y
dM=δ(a)4πa 2 da que la liberación de neutrones vinculada
c 1=-1,00 a este proceso estaría siendo manifestada
En consecuencia la masa de una esfera de c 2=+0,036 en las denominadas “fuerzas endógenas”.
radio a 0 es δc =+11,220 La desintegración trae aparejado un au-
δ(a)=11,2 {1-1,12 ( aa )2 + 0,36 ( aa )2 } mento del volumen y los gases generados
M=∫0 0 δ(a)4πa 2 da= 4 πδc a 03(1+ 3 c 1++ 3 c 2 )
a 0 0
en ésta actúan como agentes que contri-
3 5 7
Se considera que Groeber posiblemen- buyen a la distensión, y sobre todo en lo
Dividiendo por el volumen de la esfera te asume una densidad muy baja para la que respecta a la movilidad de la Tierra.
4 πa se obtiene superficie terrestre en la última fórmula
3 0
con el fin de obtener un valor de 11,2 para b) Fundamentos geológicos
δpromedio =δc (1+ 3 c 1++ 3 c 2 )=5,6 (6) la densidad del núcleo, reproduciendo el En la segunda parte del extenso traba-
5 7
valor de densidad obtenido por Helmert jo de Groeber se presentan una serie de
Finalmente se debe calcular el momento (1884). argumentos de geología global demos-
de inercia Iz de una esfera cuya densidad Lo destacable del desarrollo que llevó a trando como la configuración de los con-
varía en función del radio, según la ecua- cabo Groeber es la representación de ma- tinentes apoya la teoría de la deriva de
ción (3). Nuevamente descomponiendo la nera sencilla y realista, como se muestra Wegener. Aquí, el autor justifica el movi-
esfera en una suma de cáscaras de espesor en la figura 1, del comportamiento de la miento de los continentes a partir de la
da, e integrando los momentos de inercia densidad en el interior de la Tierra basado distensión de la Tierra advirtiendo que
dIz de cada una entre a=0 y a=a 0. Obsérve- en tres simples parámetros como la den- aparece un nuevo sima rellenando los es-
se que de esta forma las cáscaras esféricas sidad en la superficie, la densidad media pacios que se generan al aumentar el ra-
tienen densidad constante según ecua- y su momento de inercia observado con dio terrestre. Desde este punto hace unas
ción (3), y su momento de inercia es mediciones planetarias externas. estimaciones de las medidas de disper-
A partir del desarrollo de estos cálculos sión en el tiempo calculando la superficie
dIz = 8 πδ(a) a 4 da Groeber logra construir una curva de que cubren “las cubetas símicas” repre-
3
Groeber y la dilatación de la Tierra. 129

sentadas en el océano Atlántico, Pacífico


y otros paleo-océanos. Extrapolando es-
tos valores a la base del Proterozoico in-
ferior alcanza un valor para la densidad
de la Tierra en ese tiempo de 33 gr/cm3.
Consecuentemente, el mismo autor resal-
ta este hecho como improbable y propo-
ne entonces que la dilatación habría co-
menzado a partir del Proterozoico. De
esta manera asume que la expansión de la
Tierra no ha sido permanente, infiriendo
incluso una posible futura contracción.
Es destacable el dominio que tiene
Groeber en este trabajo para reconstruir
los diferentes sistemas de plegamiento.
En su reconstrucción del continente de
Gondwana para el Pérmico inferior hace
un exhaustivo análisis de los sistemas de
plegamiento circumgondwánicos y cir-
cumlaurénticos, los que explica como un
Figura 1: Representación de la variación de la densidad en el interior de la Tierra. En línea continua se
resultado de la expansión de la Tierra. Los muestra la curva obtenida a partir del desarrollo de Groeber. La línea entrecortada muestra la curva com-
primeros estarían ubicados sobre el flan- parativa del trabajo de McDonough (2003). Las principales discontinuidades del interior de la Tierra son
co occidental del Gondwana, en especial el resultado de observaciones sismológicas ( Jeffreys y Bullen 1940).
en América del Sur, donde se desarrolla la
cadena andina. En un ensayo anterior ha- En su análisis utiliza el concepto de pleta cómo los esfuerzos generados por
bía explicado el origen de los Andes por Amferer (1906) de subducción de la cor- un lento movimiento convectivo eran su-
grandes deslizamientos gravitacionales teza para explicar la compleja estructu- ficientes para romper y desplazar los con-
de la corteza siálica (Groeber 1927), sin ra de los Alpes, hoy día conocido como tinentes (Holmes 1953). Actualmente se
poder vislumbrar el origen mecánico de subducción del tipo A. Ésta caracteri- han confirmado las premisas iniciales so-
la fuerza que los originaba. En el presen- za la estructura cortical de zonas de co- bre la viscosidad del manto y la viabili-
te ensayo encuentra a través de la dilata- lisión entre dos bloques continentales dad de las propuestas iniciales de Holmes
ción y la formación de cuencas “símicas” yuxtapuestos tectónicamente. A su vez (véase Schubert et al. 2001).
(cuencas oceánicas) las fuerzas necesarias aplica los nuevos conceptos de Benioff Si bien Groeber no cita a Holmes, sus
para el ascenso y deformación posterior. (1955), no sólo para explicar los terre- ideas habían quedado plasmadas en su
Trata de desterrar el viejo concepto de la motos alineados en el margen continen- famoso libro Principles of Physical Geolog y
contracción de la Tierra por enfriamiento tal, sino como una mecánica que explica- (Holmes 1945 y subsecuentes ediciones
que venía siendo postulado desde la pro- ría la deformación en el frente de avance, en español), e influenciado a toda una ge-
puesta original de Bacon (1620) y popu- hoy día conocida como subducción del ti- neración de geólogos. Entre ellos se des-
larizado en la comunidad geológica por po B (Roeder 1973), que involucra corte- tacan trabajos como los de Gilluly (1955),
Suess (1904-1909) en sus teorías contrac- za oceánica. el que es usado por Groeber en su aná-
cionistas en su libro Das Antlitz der Erde. En el origen de las fuerzas tectónicas tie- lisis.
Este libro es citado por Groeber y con- nen relevancia la acción de las corrientes La relación entre la ruptura de los conti-
siderado por numerosos geólogos euro- convectivas. Es interesante destacar la nentes y las corrientes convectivas era un
peos, como el de mayor influencia para asociación que realiza Groeber entre las proceso ya bien conocido, siendo el mé-
el entendimiento de los procesos geoló- corrientes convectivas y el desplazamien- rito principal de Groeber el haber vincu-
gicos después de los Principles of Geolog y de to de los continentes. Esa idea había si- lado estas corrientes con el levantamien-
Lyell (1833). Mediante el uso de corrien- do propuesta originalmente por Holmes to de la cordillera de los Andes a través
tes convectivas Groeber puede explicar la (1931), quien fue el primero en establecer de la zona de Benioff (Fig. 3). Estas co-
coexistencia de fuerzas extensionales, en cuantitativamente que la convección ter- rrientes convectivas brindaban una jus-
los sectores donde las mismas ascienden mal era un mecanismo viable en un man- tificación para generar plegamientos en
como se ilustra en la Fig. 2 y fuerzas con- to sólido con las viscosidades estimadas. un sistema en expansión. Groeber aplica
traccionales en los márgenes de las masas Años más tarde en su famoso trabajo en el criterio de plegamientos gravitaciona-
continentales como indica la Fig. 3. Nature desarrollaba en forma más com- les a los Andes, dándole una base teórica,
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Figura 2: Esquema de Groeber (1959) en donde muestra el comportamiento de las corrientes convectivas.

derivada de sus estudios en la Cordille- vez, en este apartado el autor desliza, vin- primera aproximación que el autor tuvo
ra. Este criterio desarrollado en un traba- culándolo con este proceso de adelgaza- con el concepto posteriormente conoci-
jo previo (Groeber 1927), considera que miento, el concepto de foredeep (antefosa), do como zona de subducción (Isacks et al.
las corrientes convectivas se ponen en como las grandes zonas de hundimiento 1968, Roeder 1973).
movimiento en el sima (o sea en el man- que se generan asociadas a la fajas de ple-
to) al disminuir la carga siálica (debido al gamiento. DISCUSIÓN
estiramiento la corteza continental). Es- Finalmente aplica todas sus proposicio-
te estiramiento lo adjudica a la dilatación nes teóricas a un ejemplo de campo en la En las líneas anteriormente desarrolladas
de la Tierra. Estas corrientes convectivas cordillera andina entre los 20º y 40ºS. En se busca resaltar la ardua tarea que ha si-
símicas (mantélicas) procedentes del in- esta descripción de la geología regional do llevada a cabo de una manera impe-
terior (Fig. 2), generan la fusión del sial andina, destaca una serie de evidencias cable y por sobre todo bien resuelta por
(de la corteza) que se mezcla con el sima neotectónicas a lo largo de los Andes, a las Groeber en su publicación sobre “La di-
subyacente produciendo las masas efusi- que el autor se refiere como levantamien- latación de la Tierra”. Es simple compren-
vas mesosilícicas. En términos actuales tos de la zona costera. Según Groeber der que su trabajo no haya tenido amplias
lo que Groeber está describiendo es co- (1927), este levantamiento está generado repercusiones a un nivel internacional,
mo un subplacado basáltico puede fundir por fallas a las que denomina como “su- en primer lugar por la escasa divulgación
la base de la corteza y mediante mezcla bempujes” o bajocorrimientos. En es- que presentaba en ese entonces el Bole-
de magmas originar rocas mesosilíci- te nuevo trabajo, aprovecha para demos- tín de Informaciones Petroleras, y en se-
cas. El adelgazamiento del sial (de cor- trar que los “subempujes” bajo su punto gundo lugar por un conflicto comunica-
teza) es el responsable de la exhondación de vista, se encuentran constreñidos por cional debido al idioma utilizado. En esos
de la cuenca geosinclinal que es rellena- las, en ese momento, recientes evidencias años las publicaciones escritas en español
da por sedimentos de menor densidad, y sísmicas de Benioff (1955) (Fig. 3).A raíz en revistas nacionales tenían mucho me-
trae consigo un defecto de masa y como de esto justifica la necesidad de una incli- nos impacto en la comunidad científica,
consecuencia un ajuste isostático expre- nación de los planos de fractura entre 30º que el que podrían alcanzar en la actuali-
sado en un ascenso “epirogénico” de la y 32º. Tal inclinación posibilita el despla- dad con la ayuda de la tecnología. Es por
cadena plegada. En los casos en los que zamiento de porciones continentales, y el esta razón que no se encuentran referen-
no podían ser acarreados sedimentos te- consecuente plegamiento. A su vez, des- cias a este artículo en los trabajos poste-
rrígenos a estas depresiones, porque las taca el comportamiento diferencial entre riormente publicados sobre la temática
mismas se hallaban excesivamente aleja- el sima y el sial (entre el manto y la corte- expansionista. De la misma manera, la di-
das de los continentes, se abrían venta- za), donde este último es el que exclusi- ficultad comunicacional afectó a este au-
nas símicas, como la del Atlántico. A su vamente presenta plegamiento. Esta es la tor. Es notable la ausencia en su trabajo
Groeber y la dilatación de la Tierra. 131

de autores reconocidos por sus investi-


gaciones en la temática de la expansión,
composición interna de la Tierra o en
fundamentos geodinámicos (Bull 1921,
Mantovani 1924, Hilgenberg 1933, Leh-
mann 1936, Gutenberg 1951). Indudable-
mente, contar con estos antecedentes hu-
biese mejorado potencialmente el trabajo
y las conclusiones de Groeber.
A lo largo de la historia en las ciencias
geológicas como en toda ciencia se han
presentado sucesivas posiciones de con-
frontación y debate entre teorías; “uni-
formistas y catastrofistas”, “movilis-
tas y fijistas” y podríamos agregar a
estas “expansionistas y tectonistas”. Pa-
blo Groeber, en sus primeras contribu-
ciones (Groeber 1927), se encontraba Figura 3: Propuesta de Groeber (1959), donde muestra un corte esquemático de los “subempujes” (under-
thrusts) y la arquitectura del margen determinada por datos sismológicos de Benioff (1955).
en una posición “intermedia” entre los
“movilistas y fijistas” donde comenzaba
a aceptar, en parte la teoría de la deriva de entre 10 y 14 gr/cm3, los modelos ac- rante muchos años se plantearon como
continental (Lazarte 2008). Sin embar- tuales del núcleo terrestre consideran pa- teorías opuestas para justificar la deriva
go, posteriormente, halló en el mode- ra el mismo una densidad de 11,5 gr/cm3 continental a la expansión de la Tierra y a
lo expansionista el marco necesario pa- (McDonough 2003). Este dato respalda la tectónica de placas. La evidencia actual
ra poder justificar el movimiento de los los cálculos realizados por Groeber en su permite postular que las evidencias de ex-
continentes. De esta manera se alejó por obra “La dilatación de la Tierra”. pansión pueden convivir con la tectóni-
completo de las ideas fijistas y de aquellas ca de placas. Será objeto de futuros estu-
involucradas en una naciente teoría de CONSIDERACIONES dios demostrar su importancia relativa y
tectónica de placas. De todas formas, co- FINALES como ambas pueden coexistir en los pro-
mo se demostró anteriormente en el pre- cesos que modelan la estructura interna
sente artículo, sus aportes son por demás Por último se debe considerar que Pablo de la Tierra.
valiosos en el concepto de la geodinámi- Groeber realiza un aporte más que inte- Es de destacar finalmente que este ensayo
ca global y tectónica general. resante a la teoría de la Tierra en expan- lo escribe Groeber en 1959, a los 74 años
En su propuesta de modelo expansionis- sión. Si bien su trabajo no tuvo gran re- de edad, afectado por una seria enferme-
ta el autor alcanza a través de un sencillo percusión, cabe destacar su mentalidad dad que le impidió completar las citas bi-
desarrollo una densidad para el núcleo in- abierta para incorporar, en un momen- bliográficas de su trabajo, como es docu-
terno de 11,6 gr/cm3. Basado en este va- to donde dominaba el concepto de con- mentado por el editor en el pie de página
lor, propone la necesaria participación de tinentes estáticos, el carácter móvil de los (Groeber 1959, pág. 35). No obstante, la
otros elementos en la composición del mismos. Gracias a esta virtud de acepta- vigorosa expresión de sus ideas, y la so-
núcleo, más allá del hierro y níquel. Es- ción de cambios en el paradigma, es que lidez de sus razonamientos, apoyados
te argumento, que parece débil en prin- el autor resuelve con novedosas ideas aco- en un notable dominio de la fundamen-
cipio, encuentra su aval en trabajos pos- modar bajo ese nuevo modelo la evolu- tación matemática, permiten vislumbrar
teriores sobre la composición del núcleo. ción tectónica de la Tierra con sus com- una mente brillante y un dominio de la
A partir de ensayos análogos y mode- portamientos y mecanismos. No solo sus literatura geológica extraordinarios para
los de cálculos se ha demostrado no so- ideas se encuentran parcialmente en vi- su tiempo. Sus propuestas han influencia-
lo la posible existencia de otros elemen- gencia, sino que el modelo de expansión do a varias generaciones en el desarrollo
tos en el núcleo, sino incluso la presencia de la Tierra permanece hoy como una al- de diferentes hipótesis sobre la evolución
de elementos radioactivos como U y Th ternativa científicamente válida (Maxlow geodinámica de nuestro territorio.
( Jephcoat y Olson 1987, Labrosse et al. 2001). Como ya se desarrolló anterior-
2001), cuya presencia había sido propues- mente existen novedosas contribucio- AGRADECIMIENTOS
ta por Groeber, y hasta incluso C, P y S nes con mediciones que corroboran un
(Wood 1993). Si bien de los cálculos re- aumento en el radio terrestre (Gerasi- Los autores desean expresar su recono-
cientes se obtienen valores de densidad menko 1993, Shen et al. 2011, 2015). Du- cimiento por la revisión crítica del ma-
132 M.E. RAMOS, E.D. RAMOS Y V.A. RAMOS

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