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ESPACIO

El espacio debe ser considerado como un elemento curricular significando


que es otra variable importante que se diseña, planifica, construye de determinada
manera, en función de los objetivos y contenidos que se quieren enseñar. Por todo
lo expresado, apostamos a la construcción de un ambiente alfabetizador, un
ambiente que enseña; una particular organización del espacio y materiales que se
ofrecen a los bebes y niños pequeños para enriquecer sus aprendizajes.

Su diseño y organización nos llevan a hablar de la posibilidad de construir un


ambiente dado que, al disponer los espacios y materiales de determinada manera,
se promueven diferentes acciones entre las personas que lo habitan. No es lo
mismo ocupar que habitar un espacio. En este sentido, afirmamos que el espacio
es un ambiente construido intencionalmente para enseñar. La disposición de
determinados materiales al alcance de los niños, la posibilidad de apreciar imágenes
estéticas en el recorrido por los espacios comunes ofrece experiencias educativas.

 Dentro del Jardín los espacios se encontraban organizados para que


los niños se pudieran mover libremente, para aprender y/o disfrutar siempre y
cuando el docente planificara la utilización de los mismos, sino no eran utilizados.
Todo el Jardín tenía sus espacios divididos, por ejemplo: la biblioteca, el patio, la
sala que era muy espaciosa para que pudieran realizar diversas actividades, ya sea
en las mesas u ocupar un espacio libre que se encontraba predispuesta para rondar,
juegos, inglés o catequesis, entre otras propuestas, además de una sala de música,
la sala de teatro, el gimnasio para realizar Educación Física, el patio con sus
respectivos juegos, como así, un comedor que se encontraba disponibles para
armar diferentes escenarios.
- Pude observar que los niños se habían apropiado de las instalaciones muy
gusto, las recorrían y trabajan en ellas cómodamente. Disfrutaban de las mismas y
no tenían problemas a la hora de llegar a ellas más allá de tener que compartir
algunos de las instalaciones con primaria o secundaria. En la sala donde
cotidianamente trabajan, todo estaba a su alcance, así como también otros espacios
como la biblioteca donde los libros estaban predispuestos en estanterías para que
pudieran agarrarlos.
Las acciones de los docentes han de considerar la importancia de organizar
los espacios comunes institucionales y propios de sus salas; resultan determinantes
para la creación de climas de enseñanza y aprendizaje, para promover y enseñar la
autonomía, la posibilidad de exploración, el respeto por los tiempos de juego y
participación particulares que pueden darse si se disponen los espacios de
determinada manera, y pueden obstaculizarse si se disponen de otra forma
(Ministerio de Educación de la Nación, 2017:2).

La sala es considerada un espacio dinámico, posible de ser adaptado a las


necesidades de los niños y de la tarea. Este se diseña desde una concepción de
sistemas abiertos y dinámicos que dan lugar a la emergencia del acontecimiento
reorganizando la plueanificación una y otra vez, por lo tanto, la disposición y
ordenamiento de los componentes que lo conforman, habilita para promover y
provocar que éstos entren en relación (Ministerio de Eduación de la Nación,
2012:56).

Enseñar construyendo escenarios para dramatizar, explorar, dibujar,


construir, observar y registrar es un principio vinculado con la multitarea por lo que
debe ser visto como un elemento curricular a planificar. Diseñar los espacios
compartidos e individuales, las estéticas institucionales y programar
sistemáticamente los materiales adecuados al grupo de niños y a las propuestas de
aprendizajes que se pretendan lograr (Cabanellas y otros, 2005:56).

Cuando hacemos referencia a los espacios, las instalaciones se encuentran


dentro de estos. Las mismas surgen en un contexto de cambios sociopolíticos y
económicos durante el pasaje del modernismo al posmodernismo, a mediados de
la década del 60´ estos cambios provocaron una nueva mirada acerca de la
concepción del arte .
Si bien el concepto de instalación posee múltiples definiciones desde la
mirada educativa puede hacerse mención “aquella que nace como
acontecimiento y especialmente que incluye al espectador” pasando a formar
parte de la obra de manera activa en la misma.

La instalación no solo supone una nueva comprensión del espacio, algunos


de los elementos que la componen son los muros, el techo, la entrada, el texto,
objetos, materiales y la luz. El entorno, el contexto y la interacción de los elementos
que configuran la obra pasan a un primer plano.

Esta experiencia estética en el contexto escolar, potencia en el niño el


desarrollo de la creatividad, la capacidad lúdica, la imaginación, el trabajo
colaborativo, además de establecer lazos de solidaridad, procesos de
comunicación, sentimientos de pertenencia e inclusión a un grupo, valores poco
habituales en la sociedad en que vivimos, donde prima el individualismo. Permite
articular otras áreas del conocimiento que posibilitan observar un objeto desde
múltiples miradas y cada sujeto es el protagonista de su propio proceso de
aprendizaje por medio de la vivencia y la interacción (Lapolla; Mucci; Arce, 2017:18).

En cuanto a la organización espacial, en los dos ciclos de la Educación Inicial


se deben ofrecer propuestas alternativas para el desarrollo de la jornada escolar,
siendo el diseño del espacio un elemento curricular que permita enseñar
construyendo escenarios para dramatizar, explorar, dibujar, construir, observar y
registrar. La construcción de estos escenarios supone la presencia en la sala de
diversos elementos, tales como objetos para explorar, rampas para trepar, libros
para mirar, muñecos y objetos cotidianos para dramatizar, lápices para dibujar, entre
otras posibilidades diferentes según las edades de los niños (Ministerio de Cultura
y Educación, 2012: 86).

Estas modalidades organizativas se constituyen en una forma propia y


característica de enseñar de la Educación Inicial que rescata, recupera y pone en
práctica el respeto por los modos de ser y hacer de los niños.
Ha de construirse un ambiente que resulte seguro, contenedor, donde los
niños se sientan resguardados, cuidados, reconocidos, escuchados y que, al
mismo tiempo, ofrezca desafíos y seguridad.

La organización del espacio en el Jardín Maternal debe estar organizada en


diferentes zonas o sectores. En primer lugar, en las salas de bebés han de armarse
cuatro sectores básicos, uno para la higiene, otro para la alimentación, otro para
el sueño y otro para el juego, siendo qué en el primer año de vida, los niños van
realizando las diferentes actividades en sus horarios particulares, con una
propuesta casi individualizada y si existe un espacio único, son los docentes quienes
han de sectorizar.

La zona de juego debe ofrecer diferentes alternativas, como pueden ser


colchoneta con móviles y objetos pequeños para quienes aún no se sientan, para
los que ya se sientan el juego con diferentes canastos, con objetos diversos para
explorar, y otro sector para los bebés que comienzan a pararse y a caminar con
apoyo.

Con respecto del sueño. Desde el año comienzan a establecerse algunas


rutinas estables con algunas diferencias todos almuerzan y, luego, se les ofrece un
momento de siesta y descanso. Si bien se respetan las diferencias individuales, la
mayoría de los niños comparten ciertas rutinas diarias en horarios similares, lo que
permite armar y desarmar espacios si fuera necesario.

En la sala de niños de 1 año y de 2 años es recomendable que la sala ofrezca


una distribución espacial permanente, organizada en diversos sectores de
actividades. Es adecuado armar espacios con las mismas propuestas para los
sectores permanentes pero que puedan ser para no más de dos o tres por vez
(propuestas de multitarea), de tal manera que el deambulador pueda deambular, ir
y venir un rato construyendo, otro rato mirando libros, otro dramatizando ciertas
acciones cotidianas, como dar de comer a los muñecos, hacerlos dormir, entre
otras, generándose, así, un clima de juego y participación sereno, respetuoso, que
le otorga al docente la posibilidad de participar y acompañar a los niños según vaya
observando lo que proponen en sus exploraciones y juegos.

Las propuestas de multitarea en salas de 1 y 2 años. Ofrecen diariamente y


será tarea del docente atender y observar qué elementos mantener, qué materiales
agregar, cuáles dejar al alcance de los niños, cómo puede resultar el proponer
espacios con algunas mesas, otros con almohadones en el piso, otros sectorizados
para resguardar la intimidad en las dramatizaciones, con techos armados con telas,
generando espacios mágicos para el juego y el “como si”.

Un espacio que enseña tiene que ser provocador. Sugerir cantidad de


acciones, de investigación, interesante; ofrecer diferentes posibilidades de invitar al
juego, a la creación, por esto mismo, es necesario que los espacios sean
promotores de autonomía, en tanto este sea uno de los más importantes
propósitos a lograr. Los niños, por sí mismos, han de poder acceder a tomar libros,
construir pistas con autos, explorar diferentes propuestas que se ofrecen en las
mesas o rincones de la sala (Ministerio de la Nación, 2017:5).

DESARROLLO PERSONAL Y SOCIAL

Fortalecer y enriquecer los desarrollos personales y sociales a través de la


experiencia educativa implica superar la mirada tradicional que identifica al proceso
de socialización con la adquisición de las pautas de trabajo necesarias para que el
niño que ingresa a la institución escolar se convierta en alumno. La función central
de la escuela se constituye en la transmisión de herencias y conocimientos. Por
tanto, enseñar implica que los niños adquieran los saberes que les permitan el
ejercicio de una ciudadanía responsable y su inserción en el mundo. Se pretende
formar de sujetos libres y críticos, cuya participación en la sociedad sea
transformadora y superadora. Acorde con ello, resulta de gran importancia
contextualizar el proceso de socialización en referencia al enriquecimiento de los
repertorios culturales, contemplando al mismo tiempo aspectos como el aprender a
estar con otros y la necesidad de conocer y participar de la cultura escolar. Los niños
nacen en la cultura de la que forman parte. “Durante el proceso de socialización,
construyen una identidad individual y social por la cual se insertan en un mundo
simbólico constituido por códigos, costumbres, hábitos y normas que dan cuenta de
los usos y costumbres de una sociedad y que el niño conoce a través de la familia
con la que se identifica para luego diferenciarse (Lezcano, 1999).

Es de este modo que, los niños y las niñas se desarrollan como sujetos
plenos en tramas de relación con otros y con los saberes, conocimientos y
experiencias que tienen con el mundo que los rodea. Los NAP (2004:15)
explicitan el sentido y los propósitos de los aprendizajes en relación con el desarrollo
personal y social de la siguiente manera: “Propiciar la conformación de identidad
personal y colectiva, promoviendo el reconocimiento de culturas, lenguajes e
historias personal, familiar, local, provincial y nacional”; así como, “Promover el
conocimiento y respeto de valores y normas para la formación de actitudes en
relación con la confianza en sí mismo, en los otros, la autonomía, la solidaridad, la
cooperación, la amistad, el trabajo compartido, etc.” Al demostrar actitudes
democráticas y transmitir de manera sistemática la enseñanza de valores que
permiten a los niños apropiarse de las pautas necesarias para la vida en comunidad,
se enseña sobre la justicia, la tolerancia, el reconocimiento y respeto por la
diversidad de género, diversidad lingüística, cultural y étnica como también el
respeto a los derechos de los demás.

En la Educación Inicial, enseñar es una acción inevitable y específica que no


puede reemplazarse por la acción de cuidar o asistir, aunque estas últimas
constituyan dimensiones de la formación integral y asistencia del niño, orientándose
a la obtención de los siguientes objetivos fundamentales enunciados en el Diseño
Curricular de La Provincia de La Pampa (2012:32): a) Promover el aprendizaje y
desarrollo de las niñas y niños como personas sujetos de derecho y partícipes
activos de un proceso de formación integral, miembros de una familia y de una
comunidad; b) Promover el conocimiento y respeto de valores y normas para la
formación de actitudes en relación con la confianza en sí mismo, los otros, la
autonomía, la solidaridad, la cooperación, la amistad y el trabajo compartido; c)
Favorecer el proceso de construcción de sus identidades, la autonomía personal y
la pertenencia a la comunidad local y nacional; d) Promover el juego como contenido
de alto valor cultural para el desarrollo cognitivo, afectivo, ético, estético, motor y
social; e)Desarrollar la capacidad de expresión y comunicación a través de los
distintos lenguajes verbales y no verbales: el movimiento, la música, la expresión
plástica y la literatura.

La Educación Inicial posee propósitos claros que aluden al desarrollo de las


capacidades de los niños pequeños. Éstos ingresan al Jardín con un cúmulo de
habilidades, experiencias y conocimientos que han adquirido con su familia, en su
entorno familiar o en los demás ambientes sociales de procedencia y poseen
enormes potencialidades de aprendizaje En este sentido, durante el trayecto en la
misma, se ofrecerán oportunidades de aprendizaje sistemáticas, continuas y
gradualmente más complejas que favorezcan en los niños el logro progresivo de las
diferentes capacidad: • Expresar y comunicar sentimientos, experiencias, ideas y
fantasías, a través de los distintos lenguajes (oral, escrito, plástico, musical y
corporal). • Abordar y resolver situaciones problemáticas de la vida cotidiana, a
través de procedimientos de observación, exploración, indagación y
experimentación. • Valorar las propias producciones y las de sus pares. • Confiar en
sus posibilidades y aceptar las limitaciones propias y ajenas. • Integrarse
progresivamente en la vida institucional con actitudes de solidaridad y cooperación.
• Explorar, indagar y valorar el ambiente natural y social cercano, interactuar con él
y participar activamente en su preservación y cuidado. • Conocer y cuidar su propio
cuerpo y el de los demás. • Poner de manifiesto actitudes de respeto hacia sí
mismos y los demás en el proceso de interacción social. • Desarrollar habilidades y
destrezas motoras a través del juego (espontáneo o reglado).

Para asegurar a todos los niños el logro de estos objetivos, y en el marco de


una educación para la inclusión social que los reconoce como sujetos de derecho,
resulta necesario identificar las barreras para el aprendizaje y la participación, a fin
de minimizarlas (Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, 2011-2015:8).

El lugar que se le concede a la cultura en la que se desarrolla una persona y


el contexto concreto en el que se construye el aprendizaje son los espacios donde
se entraman la representación y la acción, el desarrollo cognitivo y el desarrollo
subjetivo.

Al respecto Vigotsky afirmaba que “la buena enseñanza es aquella que está
atenta a los niveles de desarrollo potencial, es decir, a aquellos desempeños
logrados en el seno de una actividad colaborativa, de modo que los procesos de
aprendizaje producidos en situaciones de enseñanza deberían estar “a la cabeza”
de los procesos de desarrollo” (Baquero 2012:77).

En tal sentido, las instituciones correspondientes al Nivel Inicial constituyen


oportunidades para promover el desarrollo integral de los niños atendiendo al
desarrollo personal y social (Ministerio de Cultura y Educación, 2012:32).

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