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Las orientaciones
metodológicas y las
competencias
tema
1. INTRODUCCIÓN
Una sociedad es la suma de los individuos que la componen. A su vez, los individuos
se podrían definir por “lo que son” y por “lo que hacen” dentro de ese entorno social. Pues
bien, tanto lo que el individuo es como persona, como el papel que juega dentro de la
sociedad, están directamente relacionados con el patrón educativo en el que se desarrollan,
entendido éste en su sentido más amplio (entorno familiar, social, laboral, etc.). La educación
tiene una importancia capital en las sociedades actuales y de ella depende tanto el bienestar
particular como colectivo de todos sus miembros. Gracias a la educación, los integrantes
de una sociedad modelan su personalidad, adquieren las competencias y las capacidades
necesarias para su porvenir, crean y conforman su identidad personal y definen el marco
de valores y los principios por los que se regirán sus conciudadanos. En la etapa educativa
del niño, se aporta y renueva el conocimiento existente y se sientan las bases que servirán
para que el ciudadano pueda comprender
la realidad e interactuar con ella.
En este tema vamos a definir una
serie de orientaciones metodológicas que
deben ayudar a que el alumno alcance
las competencias clave que se estiman
oportunas para su correcta integración
en la sociedad. Estamos hablando de una
tarea crítica en todo proceso educativo,
2.5.2. Áreas.
Con el objeto de facilitar al profesor la tarea de ordenación y planificación de los
contenidos se procede a una agrupación por áreas educativas que no debe en ningún caso
olvidar las finalidades de la Educación Primaria y los objetivos generales que se persiguen.
En esta etapa las asignaturas se agrupan en tres bloques: troncales, específicas y de libre
configuración autonómica.
Dentro del bloque de asignaturas troncales, los alumnos y alumnas deben cursar
en cada uno de los cursos las siguientes áreas:
3. EL APRENDIZAJE
3.1 CONCEPTO DE APRENDIZAJE.
Cuando hablamos de aprendizaje no debemos ceñirnos a un solo enfoque a la hora
de explicar cómo aprendemos los seres humanos y, más concretamente, cómo aprenden
los alumnos dentro del aula. La razón de ello está, sobre todo, en dos hechos concretos:
el aprendizaje en el aula es un proceso sumamente complejo y, al mismo tiempo, abarca
distintos tipos de aprendizaje.
Los alumnos en el aula no solo aprenden conocimientos, sino también valores,
actitudes, hábitos y modos de comportamiento cuya adquisición es explicada de una
manera más clara y directa por unas teorías que por otras. Por ejemplo, el aprendizaje de la
3.2.4 El constructivismo.
El salto con el cognitivismo se produce de la mano del constructivismo, que traslada
al alumno al centro del aprendizaje y lo convierte en el protagonista de la acción, dejando
de ser un reproductor pasivo de las informaciones o contenidos, para pasar a construir
proactivamente los nuevos mensajes, a través de las experiencias y conocimientos que
tiene almacenados en su memoria. El papel del profesor consiste en facilitar y promover
el aprendizaje, lo que supone centrarse en proporcionar las herramientas necesarias
para habilitar al alumno de las competencias necesarias, para adquirir un aprendizaje
significativo. Como figuras clave del constructivismo cabe citar a Jeann Piaget, Lev Vigotski
y David Ausubel.
Por otra parte, Vygotsky se centra en cómo el medio social permite una
reconstrucción interna. La “Teoría del Desarrollo Sociocultural” de Vygotsky afirma que los
individuos aprenden a través de las interacciones sociales y su cultura, es decir, para que
se produzca el aprendizaje debe existir un contexto social y un proceso de interacción del
niño con otras personas de modo que el individuo pueda internalizar las pautas culturales
que de ahí se derivan. El desarrollo consiste precisamente en ese proceso de internalización
de la información procedente de su relación con otros seres, bien sean adultos u otros
niños más competentes. Esa información debe ser internalizada, y una vez hecho esto,
el niño ya podrá realizar sus conductas por sí mismo, sin ayuda. Esta manera de generar
aprendizaje se conoce con el nombre de “Ley de doble formación”, dado que según la teoría
de Vygotsky el desarrollo cultural del niño es una función doble: primero entre personas
y después en el interior del propio niño.
Vygotsky justifica su teoría en dos premisas:
1) Que las relaciones sociales en el escenario cultural determinan la estructura
y el desarrollo psicológico del individuo, o lo que es lo mismo, que el niño
aprende a pensar de una manera que está directamente relacionada con el
contexto cultural en el que vive.
Bruner (1966-1973) mantiene que la enseñanza debe tener presente estos tres modos
complementarios de conocer algo: a través de la ejecución, a través de un grabado o una
imagen, y a través de un significado simbólico, como es el lenguaje y defiende que la forma
ideal de presentar la materia a los alumnos radica en una secuencia que comience por una
representación en activo, continúe por una representación icónica y que termine en una
representación simbólica. Por otro lado, Bruner también defiende el currículo en espiral
frente al currículo lineal. En éste, los alumnos progresan por los distintos niveles educativos,
volviendo a tocar temas ya conocidos, para ampliar y profundizar sus conocimientos.
Lo que se pretende con el currículo en espiral, es que el alumno alcance, en un primer
momento la esencia más básica y elemental de los contenidos de la materia, su estructura
fundamental y, periódicamente, regrese a ella, ya sea en otros momentos o en otros niveles
educativos, para ser ampliada y profundizada. Bruner defiende, además, el aprendizaje por
descubrimiento, lo que implica que el aprendizaje debe ser inductivo, es decir, debe partir
de datos, hechos y situaciones particulares, experimentando y probando hipótesis, más
que tener su apoyo en lecturas o en las explicaciones del profesor. ¿Cómo se consigue?
Estimulando a los alumnos, por medio del descubrimiento guiado, a que sean ellos los que
descubran la estructura de la asignatura. Los profesores, pues, deben plantear situaciones
y problemas adecuados, que conduzcan a los alumnos a intentar descubrir las soluciones
y respuestas. En su contra, tenemos que decir que, este tipo de enseñanza-aprendizaje es
difícil de llevar a cabo cuando el número de alumnos que componen un grupo es alto, que
no resulta eficaz con los alumnos lentos y además requiere el uso de muchos materiales.
- Reforzamiento. Por último, Bruner, también cree que el aprendizaje se
favorece mediante el reforzamiento. Para llegar a dominar un problema es
necesaria la retroalimentación o feedback.
Para Ausubel el aprendizaje que se debe perseguir en el aula debe ser el aprendizaje
significativo por recepción, cuya esencia consiste en que las ideas expresadas simbólicamente
no sean relacionadas de modo arbitrario sino sustancial con lo que el alumno ya sabe. Sin
embargo, no descarta que, para ciertos tipos de aprendizaje y particularmente con alumnos
pequeños, sea necesario e incluso imprescindible, cierta proporción de aprendizaje por
repetición (mecánico o memorístico) y de aprendizaje por descubrimiento.
Para Ausubel son necesarias que estén presentes tres variables en cuanto a la
estructura cognitiva del alumno: en primer lugar, la disponibilidad en la estructura cognitiva
de ideas de afianzamiento pertinentes, relacionadas con el contenido que se va a aprender.
Sólo aprendemos cuando la nueva información está relacionada con conocimientos previos,
caracterizados por poseer un nivel de generalidad y de inclusividad apropiados, para así
poder permitir la relacionabilidad y el afianzamiento óptimos de los nuevos conocimientos.
En segundo lugar, la discriminabilidad de estas ideas de afianzamiento de otros conceptos y
principios parecidos pero no relevantes, de manera que se eviten confusiones. Finalmente,
la estabilidad y claridad de las ideas de afianzamiento. Si en nuestra estructura cognitiva
no tenemos ideas previas o si, aun habiéndolas, no hay suficiente discriminabilidad entre
ellas o si esas ideas no son lo suficientemente claras o no están bien constituidas, no
obtendremos un aprendizaje significativo.
1. Aprendizaje de representaciones.
Tipos 2. Aprendizaje de conceptos.
3. Aprendizaje de proposiciones.
1. Aprendizaje subordinado.
- Derivativa.
Formas - Correlativa.
2. Aprendizaje supraordinario.
3. Aprendizaje combinatorio.
3.3.1.1. Motivación
Para cualquier actividad que nos propongamos realizar necesitamos motivación,
es decir, la motivación es importante para la ejecución de la tarea y, principalmente, para
Maslow (1968) establece que las cuatro primeras se caracterizan porque, cuando
no son atendidas, aumenta la motivación para satisfacerlas, dominan por completo la
conducta del individuo y no dejan lugar a ningún otro tipo de necesidades. Por ejemplo,
cuanto más hambrienta esté una persona, más se esforzará por encontrar alimento.
Todas las necesidades de deficiencia, cuando son satisfechas, se extinguen y dejan
paso a que aparezcan las necesidades de logro intelectual, de apreciación estética y de
autorrealización. Estas necesidades de ser no desaparecen cuando son atendidas, sino que
aumentan.
Este planteamiento tiene importantes implicaciones educativas, pues nos obliga a
reflexionar sobre la motivación de los alumnos. No debemos obviar que, en ocasiones, los
esfuerzos de los alumnos por satisfacer las necesidades de los niveles inferiores, pueden
inhibir sus impulsos de lograr objetivos de los niveles superiores. Lo habitual es que, si un
estudiante no tiene cubiertas sus necesidades básicas, como el alimento, la salud y el afecto,
no se sienta motivado para el aprendizaje y la adquisición de conocimientos. Tampoco es
de esperar que aparezca una motivación fuerte para el estudio en aquellos alumnos que
se sienten temerosos, inseguros, escasamente aceptados o integrados en su grupo o con
baja autoestima y sin confianza en sí mismos (Woolfolk, 1987).
Teoría de la atribución.
Weiner (1974, 1979, 1986, 1992), con su Teoría de la atribución, viene a decirnos
que los alumnos en el aula y cualquier persona en otras circunstancias tratan de explicar
sus éxitos o fracasos asociándolos con la capacidad, el esfuerzo, la suerte, la dificultad en la
3.3.1.2 El autoconcepto.
El autoconcepto debe entenderse como el conjunto de percepciones, sentimientos y
creencias que un individuo tiene de sí mismo que según González-Pineda (1998) contiene
dos tipos de información acerca de uno mismo que interaccionan:
- Descriptiva: la autoimagen (el sujeto se describe a sí mismo).
- Evaluativa: la autoestima (valoración que hace el sujeto de sí mismo y que
tiende a mantenerse).
Se construye con el tiempo en base a experiencias e interacciones con otros
individuos y tiene mucha relevancia como variable motivacional para impulsar la actividad
del alumno hacia el aprendizaje y, a su vez, en sus resultados escolares.
Los resultados de numerosas investigaciones sobre la influencia del autoconcepto en
el rendimiento académico muestran la existencia de una persistente y significativa relación
entre ambas variables. Una cuestión no tan clara de dicha relación es la direccionalidad
de ésta. Actualmente, parece claro que la relación es, sin lugar a dudas, bidireccional. A
este respecto, Gonzalez-Pienda (1996) afirma que la influencia del autoconcepto sobre el
rendimiento puede ser inmediata, mientras que la incidencia del logro académico sobre
el autoconcepto se encontraría mediatizada por la elaboración cognitivo-afectiva del
propio concepto.
Desde el punto de vista educativo, Beltrán (1995) destaca dos tendencias distintas
en la investigación actual. Una de ellas argumenta que el autoconcepto actúa causalmente
3.3.1.3. La inteligencia.
La inteligencia es otro de los factores importantes del aprendizaje. Antes se
consideraba que la inteligencia era el factor más relevante del aprendizaje escolar, aunque
hoy en día, sabemos que es sólo un factor entre muchos otros. La estrecha vinculación
entre la inteligencia y la capacidad de aprendizaje es algo evidente.
Son muchas y muy diversas las teorías que se han publicado sobre el tema, casi
tantas como estudiosos del mismo. Por todo ello, tampoco existe una única clasificación de
las teorías de la inteligencia existentes aunque la mayoría presentan muchas similitudes.
La clasificación de las teorías que aquí proponemos está tomada de Domínguez
Rodríguez, en Bueno y Castanedo (1998), la cual propone dos grandes enfoques
complementarios entre sí, nunca excluyentes, en el estudio de la inteligencia.
Enfoque psicométrico o diferencial.
Todas las teorías incluidas en este enfoque pretenden analizar la estructura de la
inteligencia y conciben la capacidad intelectual como una disposición biológicamente
determinada. Definen la inteligencia como una única capacidad, como una estructura de
aptitudes o factores covariantes integrados en una jerarquía dinámica. Dichos factores
pueden ser rasgos estables pero no fijos y su nivel de eficacia depende de la integración
entre la dotación genética y el ambiente del sujeto. Todas ellas utilizan los factores para
entender y evaluar la inteligencia, variando, sin embargo, tanto el número como el orden
de los factores existentes.
Enfoque cognitivo.
El enfoque cognitivo de la inteligencia estudia los aspectos del procesamiento de la
información y pretende identificar, representar, conocer y justificar la cadena de procesos
o sucesos mentales que se dan en la conducta inteligente (Beltrán, 1995). Para estudiar
dichos procesos mentales surgen los estudios cognitivos o componenciales, que entienden
la inteligencia como un conjunto de procesos dinámicos que se adquieren gracias a la
interacción con un ambiente que permita aprender las estrategias necesarias para mejorar
las habilidades cognitivas.
12 El Plan de Acción Tutorial (PAT) es el instrumento por excelencia para la planificación de la tutoría.
Constituye el marco en el que se especifican los criterios de la organización y las líneas prioritarias
de funcionamiento de la tutoría en el centro educativo. (MEC,1996).
BIBLIOGRAFÍA
Gonzalo Sampascual Maicas. Psicología de la educación (vol. 1), 1ª Edición. Madrid. Uned. 2007.
Hernández Armentia, Mª Teresa. Desarrollo de las Habilidades Sociales en el aula. Formación
Continuada Logoss, 2008.
Educación Infantil y Primaria. Orientaciones didácticas para Educación Primaria. Ricardo
Fernández Muñoz. UCLM. Disponible en: http://www.uclm.es/profesorado/ricardo/
Documentacion.htm
LEGISLACIÓN
Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre.
La Educación Primaria en la LOE (Ley Orgánica 3 de mayo de 2006 de ordenación de la
Educación).
La Educación Primaria en la LOMCE (Ley Orgánica 9 de diciembre de 2013 para la Mejora
de la Calidad Educativa).
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http://www.scribd.com/doc/6772765/Curriculo-de-Primaria-Orientaciones-MetodolOgicas
http://www.cepazahar.org/recursos/course/view.php?id=31
http://www.csicsif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_14/JOSE %20
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http://www.slideshare.net/jnovoa/la-concrecin-curricular-en-primaria http://www.
efdeportes.com/efd127/las-competencias-basicas-en-la-educacion-primaria.htm
http://biblioteca.ucm.es/tesis/edu/ucm-t27044.pdf