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Universidad Católica
Boliviana
ISSN: 1815-0276
gomezal@ucbcba.edu.bo
Universidad Católica Boliviana San Pablo
Bolivia
alex.r.ojeda@gmail.com
El autor declara no tener conflicto
de interés alguno con la Revista
Punto Cero.
ISSN 1815-0276
Alex R Ojeda Copa
ISSN 1815-0276
Universidad Católica Boliviana “San Pablo”
ISSN 1815-0276
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pectiva que tenemos sobre el tema de los de sistemas y las denominadas “ciencias
movimientos en red y la adecuada episte- de la complejidad”, donde la complejidad
mología de la sociología para el siglo XXI. se entiende por oposición al reduccionis-
No pensamos que la realidad sea mera- mo, el mecanicismo lineal y el aislamiento
mente objetiva y una cuestión de estruc- de los elementos de su entorno. Esta ver-
turas como afirma el positivismo como tiente del estudio de la complejidad nace
tampoco una cuestión tan solo subjetiva con la distinción de WEAVER (1991) entre
y de actores como en el caso del interpre- simplicidad organizada, donde se ubican
tativismo; la realidad es objetiva y subje- los modelos mecánicos, complejidad des-
tiva a la vez. Tampoco pensamos en que organizada, donde están los modelos es-
sea posible establecer leyes mecánicas y tadísticos, y complejidad organizada tra-
universales sobre los fenómenos sociales bajada con los modelos sistémicos. Estas
como plantea el positivismo, pero tampo- “ciencias de la complejidad” en realidad
co se trata sólo de particularizar y quedar- son un conjunto heterogéneo de enfo-
nos en la descripción de los casos como ques y procedimientos de análisis como la
en el paradigma interpretativo; un punto teoría de sistemas, la cibernética, la teoría
medio que seguimos es el de la búsqueda de la información, el análisis de redes, etc.
de patrones y tendencias. La observación Pero comparten un conjunto de princi-
desde afuera del positivismo contra la pios: las unidades que componen el siste-
comprensión desde dentro de los sentidos ma son relativamente simples en relación
de los actores, debe ser matizada; aposta- con el mismo sistema; existen propieda-
mos por un dialogo entre las observacio- des que emergen de las interacciones,
nes externas del investigador que pueden hay un vínculo entre lo micro y lo macro;
tener mayor alcance territorial, temporal y sin embargo, las propiedades emergentes
social, y los sentidos subjetivos e internos no pueden ser reducidas totalmente a los
de los actores que pueden tener mayor elementos individuales; las interacciones
profundidad en casos concretos. La des- entre los agentes no son lineales, no es un
estimación de la importancia de los va- cuestión de uno más uno igual a dos; no
lores en el proceso de conocimiento del hay un control central que coordiné todas
positivismo es algo ingenua, pero tampo- las interacciones; el observador es parte
co nos parece adecuado el sacrificio del del sistema de conocimiento y recono-
conocimiento por los valores políticos ce que su investigación crea modelos de
parcializados del paradigma socio-crítico; lo investigado que no son un espejo de
asumimos la importancia del observador la realidad, sino más bien construcciones
y cómo éste debe guardar una constante aproximadas (cf. MITCHELL 2009). El pa-
“vigilancia epistemológica” (BOURDIEU, radigma complejo nos permite superar los
CHAMBOREDON y PASSERON 2002) que problemas que encontramos en los para-
le permita producir un conocimiento aca- digmas clásicos de las ciencias sociales.
démico más imparcial.
El “enfoque de redes” y específicamen-
Así, en vista de nuestras objeciones a los te el “análisis de redes sociales” (FREE-
paradigmas clásicos de las ciencias socia- MAN 2012), es parte del paradigma de la
les, nuestra posición está más cerca del complejidad. Plantea que la sociedad está
“paradigma complejo”, en este caso una compuesta de actores, relaciones e inte-
complejidad social y particularmente den- racciones; que los individuos en sus con-
tro de este paradigma asumimos el para- ductas crean lazos y esos lazos tienen una
digma de redes. El paradigma complejo importancia central en el desarrollo de la
tiene dos versiones, una más retórica y vida humana. Se asemeja al planteamien-
pomposa encarnada en los trabajos de to de ELIAS (1999) para quien la sociedad
Morin (REYNOSO 2009) y otra más ope- no es un conjunto de círculos concéntri-
rativa y técnica relacionada con la teoría cos exteriores al individuo, sino una red
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son solo receptores, sino activos emisores donde solo unos pocos pueden incidir en
y receptores al mismo tiempo, pues es- la construcción del orden social; mientras
tas herramientas les permiten crear y di- la política 2.0 implicaría una construcción
fundir contenidos fácilmente. Los medios más participativa, abierta y colaborativa.
sociales se definen como “un grupo de
aplicaciones basadas en Internet que se 6. La política y su ampliación
desarrollan sobre los fundamentos ideo- 6.1. ¿Qué es la política?
lógicos y tecnológicos de la Web 2.0, y
que permiten la creación y el intercambio Existen diversas definiciones de la políti-
de contenidos generados por el usuario ca. Pero podemos agruparlas en un conti-
(KAPLAN y HAENLEIN 2010). Ejemplos nuo donde en un extremo se encuentra el
de los medios sociales son los blogs, que orden social y en el otro el conflicto social.
son bitácoras digitales, las wikis como do- Algunos autores se inclinan más por el ex-
cumentos colaborativos, y principalmente tremo del orden, el Estado y las institucio-
las redes sociales digitales, como Face- nes, como por ejemplo Hans Kelsen; otros
book y Twitter. Las redes sociales digita- por el extremo del conflicto, como Carl
les pueden definirse como: Schmitt, que piensan al conflicto como lo
central de la política a partir de la relación
servicios basados en la web que permiten amigo-enemigo (cf. CÓRDOVA VIANE-
a los individuos (1) construir un perfil pú- LLO 2010). Otros por su parte recuperan
blico o semi-público dentro de un sistema los dos polos, como Arditi que piensa la
delimitado, (2) articular una lista de otros política en una “doble inscripción” “como
usuarios con los que comparten una co- el momento de la institución y de lo ins-
nexión, y (3) ver y atravesar su lista de co- tituido, de lo político y la política” (2005:
nexiones y las hechas por otros dentro del 217). Así, se suele distinguir entre “la polí-
sistema. La naturaleza y la nomenclatura tica” que está relacionada más al orden y
de estas conexiones pueden variar de un a “lo político” más relacionado al conflic-
sitio a otro (BOYD y ELLISON 2007: 211; to, el primero más estático y procedimen-
traducción propia). tal, y el segundo más dinámico e impro-
Si bien esta definición captura lo esencial visado; o en lo que RANCIERE (1995) se
de las redes sociales digitales, dada su distinguiría como “policía” para el orden y
evolución continua deben agregarse otra “política” para el conflicto. La forma libe-
serie de funcionalidades muy utilizadas, ral de entender la política se acerca más
como son la mensajería instantánea, las al polo del orden y la representación, ad-
reacciones, las etiquetas y el compartir, mitiendo la competencia, el conflicto y la
además de los grupos y las páginas, para decisión sólo dentro de los canales insti-
el caso de Facebook. tucionales adecuados, como en el sistema
de partidos y el sistema electoral.
La distinción entre Web 1.0 y Web 2.0
como modelo de interacción no es trivial. Otra forma de plantear esta discusión es
Existen muchos autores que, siguiendo mediante los polos unidad-estado y diver-
estas lógicas, diferencian entre cultura 1.0 sidad-sociedad civil. La primera como una
y cultura 2.0, política 1.0 y política 2.0, de- política formalizada en las instituciones
mocracia 1.0 y democracia 2.0, activismo estatales y jurídicas; la segunda relaciona-
1.0 y activismo 2.0, entre otras. Es decir da a las prácticas de la sociedad civil que
que las lógicas de estas tecnologías pa- inciden en las cuestiones públicas. Pero
san a convertirse o promoverse como ló- cabe relacionar ambas dimensiones, una
gicas sociales. Para el caso de la política política entendida como una actividad so-
específicamente, una política 1.0 sería la cial que involucra a lo formal del Estado,
política vertical de arriba y hacia abajo, como también lo informal de la sociedad
civil. Un “campo político” que implica:
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institucionales de gobiernos y organismos los casos los […] ignoraron a los partidos
referentes a sus decisiones políticas (MA- políticos, desconfiaron de los medios de
CHADO 2004). comunicación, no reconocieron ningún li-
derazgo y rechazaron cualquier organiza-
Debemos agregar que forma colectiva ción formal, dependiendo de Internet y de
de “grupo” u “organización social” no es las asambleas locales para el debate co-
la única y la más adecuada para el movi- lectivo y la toma de decisiones (: 21).
miento; pueden existir otras formas como
la forma de “red”, que consideramos es Una asociación en red, pensamos, es una
más atinada para captar de forma más expresión del asociacionismo del que nos
fina las interacciones y las relaciones. El habló Arditi (2005), pero su tipo de or-
grado de organización del movimiento es ganización y acción no se restringe a las
muy variable, pero no se reduce a una pro- formas clásicas. Pueden ser diversos tipos
testa ni tampoco se tratan de organizacio- de asociaciones, que pueden analizarse a
nes bien establecidas únicamente, aunque partir de su estructura, sea esta más je-
estas últimas pueden ser una parte de un rárquica o rizomática o una combinación
movimiento social; una organización so- fractalica de ambos.
cial es mucho más estable y constante, a
diferencia de un movimiento social que Ahora bien, la característica central de
suele desaparecer una vez que ha logrado estas asociaciones y movimientos en red,
sus objetivos. Finalmente, dado que ha- además de su forma organizativa, es que
blamos de nuevos movimientos sociales, no desarrollan formas políticas tradicio-
los objetivos no solo apuntan al sistema nales, sino la forma tecnopolítica. La tec-
político, sino a la misma sociedad civil, nopolítica es el “uso táctico y estratégico
buscan también cierto cambio en los valo- de las herramientas digitales para la orga-
res culturales (ej. movimientos feministas nización, comunicación y acción colecti-
y ambientalistas). va” (Toret 2013: 20), que incluye, pero va
más allá del ciberactivismo. Mientras el ci-
7. Movimientos y asociaciones en red beractivismo es:
Un “movimientos social en red” según toda estrategia que persigue el cambio de
CASTELLS (2012) cuenta con las siguien- la agenda pública, la inclusión de un nue-
tes características: están conectadas en vo tema en el orden del día de la gran dis-
red de numerosas formas, tanto online cusión social, mediante la difusión de un
como offline; si bien nacen en las redes, se determinado mensaje y su propagación a
convierten en movimiento en la ocupación través del «boca a boca» multiplicado por
del espacio urbano; son locales y globales los medios de comunicación y publicación
s la vez; viven en un tiempo “atemporal”, electrónica personal (DE UGARTE 2008:
entre el ahora y el proyecto futuro; nacen 85)
de forma espontánea, en general con una
chispa de indignación; son virales, siguien- Es decir que en el ciberactivismo el centro
do la lógica de la redes mismas; pasan de es lo online, la tecnopolítica abarca más
la indignación a la esperanza a través de dimensiones. Cabe notar que la idea de
la deliberación; no tienen líderes, pero Castells como un medio de comunicación,
aun así existe una unidad aunque la co- organización e interacción, se traduce en
munidad es todavía un objetivo en cons- las tres dimensiones de la tecnopolítica
trucción; son altamente autorreflexivos; que son la comunicación, la organización
raramente son programáticos y apuntan y la acción colectiva. Queda definir estas
más bien a cambiar los valores de la so- tres dimensiones que son los conceptos
ciedad (cf. 212-218). En general se podría más concretos.
decir de estos movimientos que en “todos Definiremos la comunicación a partir de
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