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Historia de España. 2º BACH.

“Viajando por la España del siglo XIX”

Presentación. “Viajeros románticos XIX”


El viajero ilustrado del siglo XVIII da paso al viajero romántico del siglo XIX, con una nueva
sensibilidad acorde a los nuevos tiempos.
Ahora los relatos están plagados de una profunda percepción del paisaje, desmedida atracción por
el exotismo, búsqueda obsesiva por los orígenes, lo que deriva en un interés máximo por las
tradiciones, la lengua o las culturas locales, también la idealización del pasado, en especial por la
Edad Media.
El enfoque varía según el origen de los relatores, así como los viajeros franceses se centraban en
aspectos religiosos o manifestaciones populares influidos por la reciente guerra de la
Independencia, los viajeros ingleses resaltan el esplendor árabe comparándolo con su declive
posterior y como los viajeros americanos marcan en sus relatos el sentimiento de su madre patria.
A diferencia de relatos pasados el viajero romántico se hunde, se funde en el medio vital que
recorre. Sin duda, es el que más se acerca al turista contemporáneo.

1ª CRÓNICA ZONA INDUSTRIAL 2 MITAD SIGLO XIX ESPAÑA.


CRÓNICA BILBAO
En la segunda mitad del siglo XIX comienza el despegue industrial español localizado
esencialmente en dos zonas: Cataluña y el País Vasco.
Esta crónica pretende profundizar en la zona de Vizcaya en sus aspectos económicos-sociales.
Inicialmente se hará un análisis demográfico, donde se observa un crecimiento sostenido de la
población.
Esta tendencia será común para toda España, si bien el crecimiento en el País Vasco será muy
elevado, superior a la media nacional y estableciéndose en unas tasas de crecimiento superior al
50%.
Este hecho marcará grandes consecuencias para la evolución económica del lugar. La más
inmediata será la expansión y modernización del sector agropecuario, pero los cambios más
notables se observan en la industrialización, donde hay evidentes transformaciones:
– Vizcaya se convierte en un destacado foco de la industria siderúrgica.
– Mucho debe este esplendor a su relación con Gran Bretaña.
– Fue clave la creación de la compañía de Altos Hornos en 1882 y la Vizcaya en 1888.
Esta crónica también pretende relacionar cómo esta evolución económica tuvo sus consecuencias
sociales.
El éxodo rural se intensificó a la par que la ciudad recibe miles de inmigrantes para trabajar en la
industria.
Los barrios obreros tienden a localizarse a las afueras, carentes de servicios básicos.
Sus casas eran pequeñas, sin ventilación, hacinadas en callejuelas dónde la iluminación era
insuficiente. Esta falta de higiene conlleva a la transmisión de enfermedades como la tuberculosis
o el tifus. La alimentación es escasa y pobre al igual que la vestimenta. Todo lo anterior conduce
a una baja esperanza de vida. De todo lo más alarmante es el trabajo infantil que desemboca en
altísimas tasas de analfabetismo.
El movimiento obrero está poco desarrollado en España a diferencia de Europa amparada en sus
sistemas democráticos. España tímidamente avanza hacia una cultura obrera que demanda
mejores condiciones de trabajo y una más justa regularización de la actividad industrial.

2ª CRÓNICA ZONA INDUSTRIAL 2 MITAD SIGLO XIX ESPAÑA.


CRÓNICA DE MADRID
Madrid se ha convertido en la segunda mitad del siglo XIX en toda una moderna cuidad europea.
Los proyectos ilustrados iniciados con el Rey Carlos III para embellecer y renovar la capital
española son ya una realidad.
Madrid es ahora una cuidad evolucionada cultural y próspera con una industria moderna y
diversificada. La mentalidad social es más abierta que nunca, donde incluso nace en la década de
los 80 los primeros discursos a la sumisión de la mujer. Concepción Arenal puede ser considerada
como pionera en la reivindicación de la igualdad de género, si bien, para no ser utópicos, la
incidencia social ha sido muy reducida. Culturalmente el estilo dominante fue el Romanticismo
con representantes de gran prestigio como el Duque de Rivas, Espronceda, Larra, Zorrilla o
Bécquer.
El Positivismo bajo la influencia de Augusto Comte reflejo la sociedad burguesa de las tertulias,
son un espacio de producción cultural que han evolucionado a los Ateneos en sociedades de
debate.
Madrid a finales del siglo XIX no solo cambio en su cultura o mentalidad también ha cambiado
su aspecto físico. El crecimiento demográfico, la industrialización, la construcción del ferrocarril,
el tendido eléctrico cambiaron como nunca la fisonomía de la capital.
Muestra de ello son los nuevos planes urbanísticos, el proceso de reordenación urbana, tiene
especial importancia la construcción de ensanches. Se trata de un sistema de planeamiento
concebido como respuesta a la escasez de suelo urbanizable. El ensanche de Madrid ha sido
elaborado por el ingeniero Carlos María de Castro, otras ciudades españolas recurren a los
ensanches, destacado es el de Barcelona proyecto de Ildefonso Cerdá. Proyectos similares han
sido aprobados para Bilbao, Zaragoza o Valencia. En todos es común la alteración de los
planteamientos originales, causados por la especulación, como es la reducción de los espacios
verdes.
3ª CRÓNICA ZONA INDUSTRIAL 2 MITAD SIGLO XIX ESPAÑA.
CRÓNICA DE ANDALUCÍA.
Andalucía se consolida en este periodo como una región con personalidad propia, determinada
por su pasado histórico, sus propios recursos y propias tendencias que la diferencian de otras
zonas del territorio nacional.
El crecimiento demográfico fue por debajo de la media del país, situándose en torno al 22%,
donde se generalizan los contrastes. Las zonas liberales tienen las tasas más altas de densidad
mientras que las zonas del interior la densidad es más baja fruto del éxodo rural hacia las pocas
zonas industriales o capitales de provincia.
La repoblación de Sierra Morena, por tanto, se hace insuficiente. Se hace necesario analizar por
separado el mundo rural y el mundo urbano. Para una mejor compresión nos centraremos en una
región, Sevilla y provincia.
El mundo rural:
A diferencia de Europa, donde el despegue agrario actuó como antecedente al despegue
industrial, la agricultura española se mantiene lejos de alcanzar altos rendimientos, el
campo andaluz, si cabe, permanece aún más atrasado, fruto del gran peso del tradicional
latifundismo, que sigue manteniendo los mismos problemas de siglos pasados.
– Sólo existen pequeños propietarios campesinos.
– La mayoría de las tierras están en manos de grandes terratenientes.
– Abundan los jornaleros agrarios, con pésimas condiciones laborales.
– La desamortización fue un fracaso para el campo andaluz, en especial para las
grandes campiñas del Valle del Guadalquivir.
– Las políticas de Pablo Olavide fueron insuficientes para solucionar el problema
rural.
Las condiciones campesinas son tan terribles que desde la mitad de siglo empiezan a
producirse importante revueltas campesinales. Será en el campo andaluz donde las
ideologías anarquistas gozan de una gran difusión a finales de siglo.
Han sido destacadas las revueltas de los pueblos sevillanos de Arahal y Utrera, donde se
movilizaron 10.000 campesinos en el verano de 1861 (similar a la zona de Granada).
En este contexto se sitúa el bandolerismo, mitificado por la crónica romántica de los
viajeros extranjeros. El bandolero (con Curro Jiménez como líder) se refugia en las
montañas para huir de la miseria del campo y se busca la vida por medio del robo, el
pillaje y el contrabando. Los siete niños de Écija son una de las cuadrillas de bandoleros
más conocidas en los campos sevillanos.
La mejora de las comunicaciones, la expansión del ferrocarril y el nacimiento de la
Guardia Civil son las causas fundamentales en la erradicación del bandolerismo.
El mundo urbano:
Podíamos iniciar la crónica urbana con la siguiente cita:
“El solo nombre de Sevilla ejerce sobre la imaginación un encanto irresistible, su clima
es delicioso, aire tibio y perfumado, el cielo de una pureza inalterable”
Paul Tounal.
Lettres sur L’Espagne (1866).
Sevilla se convierte en el siglo XIX en uno de destinos predilectos de los viajeros
románticos, la capital hispalense ofrece:
– El exotismo del paso testimonial musulmán.
– El templete de la Cruz del Campo, que conecta con la Semana Santa.
– De obligada visita es la Giralda, Torre del Oro, Reales Alcázares y el Archivo de
Indias.
– Otra visita habitual es la Casa de Pilatos dónde se mezcla el encanto orientalista
de un Palacio con huellas góticas, mudéjares y renacentistas.
– El callejero sevillano fue uno de los elementos más recurrentes en la creación
romántica. Bajo la influencia islámica Sevilla es definida por Richard Ford como:
“La ciudad es una laberinto de callejas, cada una de las cuales se parece
a la de al lado”

Antoine de Latour (1855) manifestó:


“Nada me es más grato que pasear por Sevilla, por esas calles estrechas
y tortuosas, allí no hay un balcón que no guarde algún recuerdo del
pasado”

Destacan entre ellas dos calles: la Calle Sierpes corazón comercial y la Calle
Feria por su religiosidad y tradición.
– Destacable es la Alameda de Hércules considerado el primer jardín público
creado en Europa en 1574.
Mención especial merecen los personajes más universales de la ciudad de Sevilla:
Murillo, pintor barroco del siglo XVII.
Velázquez, pintor de reconocimiento mundial.
La Roldana, escultora.
Antonio de Figueroa, arquitecto.
González Fragoso, botánico y médico.
Bartolomé de la Casas, cronista y teólogo.
Gustavo Adolfo Bécquer, poeta.
Luís Daoiz, militar.
José Delgado Guerra conocido como Pepe-Hillo, torero.
Manuel del Populo, tenor y compositor…etc
Sevilla, como tantas localidades andaluzas es el lugar de nacimiento y el escenario de
grandes flamencos, tanto en cante, en baile o guitarra destacando Antonia Torres Vargas
“La gamba”.
La segunda mitad del siglo XIX es la etapa conocida como la Edad de Oro del Flamenco,
que tienen en los Cafés Cantantes su máxima difusión. No menos destacados son
sevillanos de ficción como Juan Tenorio o Carmen.

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