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Fradkin “Vivir bajo cruz y campana”. Cap.

6:

La ciudad como cuerpo: cada ciudad tenía títulos, jurisdicción, santo patrono y estandarte que
simbolizaba la unión con el rey. Lazos que tendían a construir a un tiempo, identidades locales y
sentimientos de pertenencia al imperio.

La vecindad categoría social fundamental de ese orden público. Al mismo tiempo ambigua y sujeta a
disputa social c/ categorías “indio” o “mestizo”. Eran construcciones mentales por el cual la sociedad
identificaba y clasificaba a sus integrantes. El término “vecino” lejos estaba de designar al conjunto
de sus habitantes. Los atributos que debía reunir para acceder a ella era una categoría social con
implicancias legales y jurídicas y expresaba los lazos sociales de integración, lealtad e identificación
con una comunidad; se accedía por reconocimiento.

Extramuros: expresión que se repite constate/ en documentos de las ciudades coloniales. Aunque pocas
ciudades tenían muros como la Ciudadela de Montevideo, tampoco la tenía BS AS aunque aquí a
principio s XIX seguía llamándose “extramuros” a la zona fuera de la traza urbana.

Al ser un condición social/ construida, por aquellos reconocidos vecinos eran los que regulaban
quienes podían ser admitidos como tales. Los grupos dominantes de c/ciudad fueron cerrados y
abiertos al mismo tiempos: cerrados, para reproducir la preeminencia social tendía a circunscribir al
grupo y diferenciarlo del resto del conglomerado urbano; abiertos por que esas prácticas requerían
la incorporación de nuevos miembros. La vecindad se entendía c/ vínculo de lealtad a una comunidad
ciudad y se contraponía a la existencia de otras lealtades corporativas que funcionaban en el ámbito
urbano. Excluía a sacerdotes, militares regulares y burócratas reales, considerados integrantes de
otros cuerpos y debían a otras fidelidades. Debían tener domicilio en la ciudad, demostrar lealtad
hacia ella aunque se resida en hacienda de la campaña, ser vecino de la ciudad; cabeza de familia y
tener casa poblada. No eran bien vistos jóvenes que sin estar casados Vivan fuera del dominio y
control paterno. La lealtad y honor social debía manifestarse de variadas formas: ejerciendo cargos
que sirvieran a la ciudad aunque fueran onerosos y no remunerados, contribuir con auxilios en caso
de necesidad. El servicio de milicia obligación ineludible y espacio de construcción de poder para el
individuo

La ciudad tenia sistema de justicia ejercido por el Cabildo, que buscaba que las campañs solo
contaran con las “justicias” que desigaba, los alcades de la Santa Hermandad o los jueces pedáneos.
La ciudad como republica: pensada c/ una republica y cuerpo jerarquizado a la cabeza se situaba una
corporacion con atribuciones jurisdicionales, politicas y militares: el cabildo, era la corporacion de los
vecinos, compartia el poder con otras c/ la igleia o en ciudades importentes con la burocracia. En el s
XVIII esas elites urbanas se renovaron con la incorporacin de nuevos muembros, la “gente decente”,
la “parte sana y principal” del vencindario o la “gente de razon” para utilizar las expresiones con que
se designaban a si mismos, individuos provenientes de la Peninsula en especial de las montañas de
Santander y las provincias vacongadas y otras areas mas destacadas en los ciruitos comerciales. Se
incorporaron a las elites a través del matrimonio con hijas de destados comerciante o asociacion
mercantil y crediticia.

Imágenes de la ciudad: según planos eran ordenada, idealizada, se distingue área plena/
urbanizada de otra rural que la rodea. Dentro d la traza se observa un universo de huertas,
quintas, potreros y huecos a través de los cuales la ciudad desdibujaba sus contornos. Muchas de
las calles solo existían en el plano pero no en los usos reales de espacio. Sin límites precisos lo que
sugiere que los muros mentales deben haber sido más generalizados y persistentes que los
materiales.

Buena parte de los hombres eran parientes de sus futuros suegros o provenían de las mismas
ciudades, contribuyó a conformar grupos de afinidad, identidad regional que atravesaban a la elite.
Este entramado de vínculos étnicos, parentales y comerciales conformaba la estructura básica de la
empresa mercantil colonial y convertía la elección del cónyuge en una cuestión crucial para la
ampliación, reproducción y preservación de los patrimonios acumulados.

En Jujuy, Salta, Tucumán o Córdoba linajes de conquistadores predominaron en los Cabildos hasta
mediados s XVIII. Los grupos no estaban aislados sino vinculados por redes de parentesco,
compadrazgo, amistad, crédito y comercio. Sus nudos de articulación dependían de sus engarces con
las instancias de poder y administración.

Las ciudades y el mestizaje: en la ciudad convivía conglomerado de grupos heterogéneos y


variables con menos blancos y europeos cuando más se descendiera en la escala social. Ese
conglomerado era percibido como relativa/ homogéneo y definido como la “plebe” de la ciudad, era
parte de ella como un agregado y subordinado. Su presencia creciente alertaba a la elite que durante
el s XVIII apelaron a exigir certificado de “pureza de sangre” para ejercer cargos u oficios.

Poblaciones urbanas y rurales: en todas las jurisdicciones la población “urbana” era una porción
reducida. Padrones y censos coloniales no discriminaban la población urbana de la rural. En relación
con las ciudades, suelen ofrecer datos confiables acerca de los llamados cuantos rectoreales; es decir, la
jurisdicción parroquial de la ciudad que incluía la población de sus arrabales. En cuanto a la población
de la campaña suelen informar acerca de sus curatos, ósea de parroquias en que se estaba organizando
la población del campo, aunque no incluyen información discriminada sobre población rural y la de los
pueblos. Esto también advierte acerca de la enorme importancia de la estructura jurisdicción del clero
secular en la territorialidad de la sociedad colonial.

En la Antigua Gobernación de Tucumán casi 80% de la población residía en las campañas y 20% en
curatos rectorales. Salta o Catamarca los curatos contenían alrededor 40%, en la Rioja o Tucumán
rondan el 20% y Santiago del Estero y Jujuy 10%. En Córdoba población rural era abrumadora
alrededor del 83%. En el Litoral la situación era igual y en Sana fe la población de la ciudad no debe
haber llegado aun 30%. El contraste lo ofrecía Bs As, la ciudad liberaba un 65% de la población.
Durante la2da mitad del s XVIII se vivió una 2da fase de urbanización. Aumento el número de
ciudades y Villas, las antiguas crecieron demográfica/y adoptaron modo de vida y administración
territorial mas urbanos. Esas ciudades estaban lejos de ser blanca y españolas; al contrario las
ciudades mineras de Potosí y Oruro, como las ciudades portuarias c/ Montevideo y Bs As polos de
atracción de poblaciones de diversos orígenes provenientes de la Península, áfrica y Brasil (los
esclavos) y otras regiones de americanas. Las ciudades espacio aptos para formación de
conglomerados mestizo.

En la ciudad predominaba población mestiza, indígena, la mayoría forasteros sin tierras, resultado de
migraciones indígenas del sur de Charcas. La ciudad estaba lejos de ser un islote urbano y europeo.

Salta a principio s XIX contenía 33 manzanas edificadas y 19 destinadas a huertas y 11 sin uso
determinado, la parte central ocupada por la plaza, el cabildo, la iglesia mayor y los tres conventos.
También grandes casonas de la elite, componente de un patriarcado mercantil que se afianzo
principio s XVIII con familias provenientes de Potosí, Tarija y de la Península. las casonas separadas
por calles de tierra, muros de piedra y adobe y en su interior habitaban la extensa familida del
propietrio, allegados y protegidos, criados y servidores. Pero en gran parte de la mz proliferaban
casuchas donde vivian sectores plebeyos.

Salta era centro de redistribución mercantil y ejercicio del poder político regional, sus edificios
atestiguaban la riqueza y el poderío de su elite local. El crecimiento demografico fue abriendo nuevos
barrios, como la Villa donde residian artesanos y la llamada gente de color.

En catarmarca con 2000 habitantes se componian de un 15% de españoles y un 10% de las castas
afromericanas poblacion que contrasta con la de la poblacion rural. La traza urbana no superaba las
6 cuadras y estbafomrada por dos brrios separados por la calle Real: al N. el de San Francisco donde
residia la mayor parte de los españoles; al sur de la Merces, mayor prsencia indigena. En Santiago del
Estero con 1700 habitantes, losesclavosrs eran escasos y los españoles apenas un cuarto del total. La
ciudad era mas india y mezstiza, como el mundorural inmediato.

La ciudad de San Miguel era cabecera de la jurisdicción mas poblada de la Intendencia, su territrio
contenia un 25 % del total de habibitantestantes. Su curato rectoral rondaba los 4 mil h 31%
españoles y 23 % de indios y 30% de castas libres y 14 % esclavos. Cordoba la mas popuar del
antiguo Tucuman.38% de esclavos, influyo en las modalides del del mesizaje, mientras en la capaña
la incidencia de la pobalcion indigena fue mas importante. Los calificados como “indios” eran el 11%
de la pobalcion total.

La plaza como espacio publico por excelncia: Frente a ella estaban las sedes de las autoridades
donde ocurrian las mas importante celebraciones, era tambien escenario de un mercado y en
oportuidades se ubicaba el cadalso de condenados.
Bs As con 26 mil hab en 1778 ciudad mas poblada del futuro territorio argentino no del Virreinato.
Su pobacion urbana superior a la de su campaña. Fue una de las capitlaes de la Americia española
que + creció en las ultimas décadas coloniales, hacia 1810 supraba los 42 mil, superior a Potosi y La
Paz. El 66% de la poblacion estaba empadronado c/ español y casi 30% como negro o mulato y de
estos 75% esclavos. En el litoral rioplatense, Montevideo rondaba los 15 mil habitantes y la 3r
Asuncion con 7 mil, seguian Santa Fe y corrientes con 4 mil c/u. San Juan no supera los 5 mil
habitante y San Luis pasaba apenas los 3 mil.

La mayor parte de las ciudades eran de tamaño reducido y diferente grado de urbanizacion, donde se
concenraba la pobalcion española. La mayor parte de los esclavos y grupos mesizos de origen
afroamericno que conformaban casi siempre el nucleo fundamental de los secotes bajos urbanos, se
concentran los grupos de poder.

Las villas y los pueblos. La corona intento que las comunidades indigenas adopatarn un modo de
vida urbanizado, que fue reforzado por el Visitador Alfaro. Los publos de indios furon herraminta
decisiva y las normas teniasn objeyivos precisos: el pueblo debia edificarse en torno a una traza con
su plaza y su iglesia en elcentro; cada uno debia sosnr un cura doctrinro y adoptar formas
institucinales hispanas como el cabildo de indios o las cofradias. Se trabata de una utoripai que
pretendia fojar dos mundos corporativa/ oranizados y jerarquizados en la ciudad, la republica de
españoles; en los ublos, la “republica de indios”. Este modelo se correspondia mal con la realidad
social signiada por la movilidad.

Algunos de sstos ppoblados tuvieron estatutor particlar y se trandomraron en villas. Contaban con su
propia jurisdiccion y su cabildo. En algunos casos las villas habian tenido su orien en pueblos de
indios, como sucedió con Santo domingo de Soriano, 1er asentamiento hispaño en la Banda Oriental.
La villa de Lujan en la campaña bonaerense eran poblaciones en torno a un cenrode culto

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