Sunteți pe pagina 1din 7

Adolf Hitlerc (Braunau am Inn, 20 de abril de 1889-Berlín, 30 de abril de 1945) fue un político

y militar alemán, canciller imperial desde 1933 y Führer —líder— de Alemania desde 1934
hasta su muerte. Llevó al poder al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán o Partido Nazi,d y
lideró un régimen totalitario durante el período conocido como Tercer Reich o Alemania nazi.
Además, fue quien dirigió a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, que inició con el
propósito principal de cumplir sus planes expansionistas en Europa.

mundialmente conocido, cuándo acabó, cómo, y quiénes fueron


sus protagonistas, pero ¿cómo empezó?La fecha oficial fue el 1
se septiembre de 1939, pero hasta llegar a ese primer ataque,
hubo un largo recorrido de tensión entre las potencias, un
tira y afloja que duró años hasta que finalmente estalló la chispa.

Tras la firma del acuerdo de Munich (29 se septiembre de 1938),


por el que Alemania se anexionó los Sudetes, Gran Bretaña y
Francia confiaron en que las aspiraciones bélicas de Hitler se
apaciguaran, pero nada más lejos de la realidad.

En pocos días comenzó la evacuación de Checoslovaquia y las


tropas alemanas fueron tomando el control de sus nuevos
territorios. El primer ministro británico Neville Chamberlain y su
homólogo francés, Édouard Daladier, volvieron triunfantes a
sus respectivos países con la idea de que no habría guerra.
Pero Hitler, que tenía vocación de conquistador y no de
diplomático, tenía otras ideas en mente.

El 23 de agosto de1939, para sorpresa de todos, la Unión


Soviética (URSS) y la Alemania nazi decidieron dejar de lado sus
muchas diferencias y aunar fuerzas. Entró en vigor
el pacto Ribbentrop-Mólotov, por el cual ambas potencias
acordaron no agredirse mutuamente. Además, el pacto incluyó el
reparto de Europa oriental entre las dos potencias.

Alemania, al no tener enemigos en el frente ruso, el 26 de


agosto decidió invadir Polonia. Inmediatamente Gran Bretaña
firmó con Polonia la defensa mutua, y la invasión se demoró. Pero
no por mucho tiempo. Las SS calentaron el ambiente
simulando un supuesto ataque de las tropas polacas a una
antena de radio, y de esta forma obtuvieron un motivo para
justificar su invasión.

El 1 de septiembre de 1939 los alemanes iniciaron el primer


ataque sobre una ciudad polaca. Bombardearon Wileun sin piedad
alguna, destruyendo el 75% de la región y matando sin distinción
entre militares y civiles. Aquí comenzó, de manera oficial,
la Segunda Guerra Mundial.
Adolf Hitler nació el 20 de abril a las siete y media de la tarde 1889i año Gasthaus zum Pommer, una
posada en la ciudad de Braunau ubicado en
River Inn (forma la frontera entre Austria y Baviera). Cuando Adolf
nació, su padre, Alois Hitler hace más de cincuenta años y su madre Klara
Pölzl durante treinta años. Alois que se retiró antes de tiempo en la aduana
trabajar a los 58 años ya era una pensión perfectamente adecuada para
Adolf acusaciones de que venían de las malas condiciones y abismal
no es cierto. En 1895, Adolf Hitler comenzó en la escuela primaria y después
cinco años, cuando ingresó a la Realschule de Linz en septiembre de 1900a Ya
1903 Alois Hitler murió, pero ella no parecía molestar a Adolf especial
mucho. En Mein Kampf, escribió que él y su padre a lo largo de
Infancia de Adolf tenía grandes conflictos de Adolf artístico
ambiciones. Adolf abandonó la escuela después de cuatro años, esto no fue
que su madre era demasiado pobre para pagar las tasas sin
Adolf tenían grados pésimo.
CADA Hilter JUDIO?
Si Hitler era un Judio o no hay absolutamente ninguna
evidencia a favor o en contra. Esto se debe a que no sabes a ciencia cierta
que su abuelo era. Sin embargo, fue Adolf padres y hermanos para
casarse tenían que pedir permiso del obispo. Su ancestral
requisitos pueden haber dado lugar a Adolf Hitler tenía un
particularmente molesta.
1907 Hitler fue a Viena a estudiar las Artes.
La noticia de que él entró, tomó muy duro, pero se negó a darse por vencido.
Se quedó en Viena y ni siquiera el hecho de que su madre se estaba muriendo de
El cáncer podría llevarlo a visitarla. Sólo volvió a
ver a su funeral. Una vez de vuelta en Viena, vivió en una licenciatura hoteles
donde los vagabundos, alcohólicos y otras personas al azar colgado. Hay que pudo
Continuó sus estudios de arte que pueden ser bien asumido ejercido en su propio
mano. Los siguientes cuatro años fueron muy difíciles y que se describen en su
a sí mismo como el más infeliz de su vida. Tenía dificultades para obtener alimentos para
días en los que no tenían trabajo estable. El único dinero que ganaba era
en varios trabajos con una cierta Hanisch Sr. Ellos pala de nieve,
esteras batida, equipaje bar, etc Hitler pintó algunas obras de arte que
podría vender. Fue una época difícil de la vida de Adolf Hitler fundador
opiniones políticas. Hitler escribió en Mein Kampf de la gente
vivía con durante esos años: No sé que
más me horrorizó durante este tiempo: la miseria económica de mi entonces
entorno, su grosería moral y ético, o de su cultura espiritual
nivåö baja.
Hitler LEARNING CRECE
Durante este tiempo, Hitler estaba leyendo un montón de libros en la biblioteca de la ciudad. Ellos
podría incluir todo, desde: la Roma antigua, las religiones orientales,
yoga, ocultismo, hipnotismo a la astrología y el protestantismo.
Como Hitler comenzó a buscar un chivo expiatorio de la moral
y económicamente colapsado Alemania. Él estaba buscando un grupo de personas
que se puede poner toda la culpa. Como Hitler en Mein Kampf sobre
Su primer contacto con los Judios: Cuando un día me paseaba por el interior
la ciudad, me encontré de pronto en una criatura con un caftán largo y rizos negros.
Mi primer pensamiento fue: ¿Hay también un Judio? Eso no estaba fuera de Linz
(La ciudad donde se crió Hitler). Vi al hombre sigilosamente y con cautela
pero cuanto más tiempo me quedé mirando ese rostro extraño y se examina cada
características en él, más reformuló la pregunta en mi mente: ¿Es que
también un alemán? Como siempre en estos casos, me empezó a tratar de levantar la
dudo, por la lectura de libros. Algunos incluso me compré cuando mi
primera vida panfletos antisemitas. Cuanto más leída sobre Hitler los Judios
más seguro, él estaba en su caso. Es el Judio que ha corrompido a la alemana
la sociedad. Hitler culpó a la Judio en todo lo que no le gustaba,
El modernismo en el arte y la música, la pornografía, la prostitución y la explotación
de las masas. Con este telón de fondo, por lo que Hitler estaba interesado en todo
partidos que compartían sus puntos de vista sobre esta cuestión. Mientras que entró en erupción
1 ª Guerra Mundial y Hitler estaba completamente en éxtasis de alegría. El 3 de agosto
1914, se aplicó a voluntarios para el ejército bávaro a pesar de
él era un ciudadano austriaco. Así es como el propio Hitler cuando
Era la respuesta a la solicitud: Rompí la carta con manos temblorosas. Que pueda
no describir con palabras la alegría que experimenté ... Un par de días después, tenía
Me puse el uniforme que no iba a despedir de casi
seis son.
HITLER EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
A lo largo de la primera guerra mundial, Hitler luchó en el frente o en la
proximidad. Ya en diciembre de 1914, recibió la Cruz de Hierro de segunda clase
y 4 de agosto de 1918, recibió la Cruz de Hierro de Primera Clase, una muy inusual
decoración de un cabo.
RECONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO
Después de la guerra, Hitler entró en contacto con el Partido de los Trabajadores Alemanes y se unió a
en el partido. Hitler se convirtió en el séptimo miembro del partido, así que fue un completamente nuevo
partido y esto fue lo que atrajo a Hitler. En 1920 el grupo fue rebautizado
del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores (NSDAP). Cuanto más tiempo pasa
los seguidores consiguieron más del montón. Hitler dio un discurso en pubs y en
restaurantes. Folletos se imprimieron y se fijaron carteles en la ciudad.
Así que fue una manera "fácil" de que Hitler consiguió todo el pueblo alemán
con ella. Hitler es el más grande demagogo, asique él mismo dijo en
Mein Kampf: "Ser un líder es ser capaz de iniciar las masas".
based on 3 ratings

Cuando Hitler buscaba el control


mundial
Hace 77 años empezó uno de los enfrentamientos más terribles de la historia: la
Segunda Guerra Mundial. Aquí le explicamos el contexto en el que se construyó
un imperio nazi.

Fotoografía del libro El Imperio de Hitler de Mark Mazower. Foto: Semana Educación

Cuando el ejército rojo frenó la invasión nazi en Stalingrado, la Segunda Guerra


Mundial ya estaba definida: los soviéticos habían derrotado a Alemania. El imperio
que había construido Hitler empezaba a caer. Era sólo cuestión de tiempo. Los
meses pasaban y los rusos avanzaban. Ya estaba todo perdido para los nazis. Berlín
estaba en ruinas por los bombardeos aliados, los rusos ya la habían rodeado, y
mientras sonaban los disparos y las explosiones de la derrota, Hitler y su esposa,
Eva Braun, se suicidaron el 30 de abril de 1945.

Desde entonces, Hitler y la Segunda Guerra Mundial han sido muy estudiados por
los historiadores, los sociólogos y los antropólogos. Sin embargo, la literatura, y en
especial el cine, han sido los medios que más han marcado las imágenes sobre la
Alemania nazi. El problema es que solo describen algunos episodios: enmarcan
escenas terribles de uno de los regímenes más atroces que ha conocido la historia,
pero no lo explican. Así que hoy, después de 71 años de la muerte de Hitler, Semana
Educación expone a grandes rasgos algunas de las ideas centrales de El Imperio de
Hitler, el libro de Mark Mazower, profesor de Historia de la Universidad de
Columbia.

Los imperios
El mundo se había repartido. En el siglo XIX los ingleses, franceses y en menor
medida holandeses, belgas y portugueses tomaron casi toda África y Asia. Y en el
siglo XX se repartieron el Medio Oriente. Estados Unidos controlaba América y
avanzaba por el Pacífico. Los japoneses invadían Manchuria. Entonces, cuando
Hitler empezó a construir su imperio en Europa, no hacía otra cosa que competir
por los recursos con los otros imperios. Los nazis pensaban que solo así, Alemania
se convertiría en una potencia mundial.

Los territorios del oriente de Europa eran vistos como tierras baldías, rodeadas por
bosques impenetrables, que permanecían a la espera de que ampliaran sus
fronteras. Los nazis querían colonizar el Este de Europa, como hace unos años los
norteamericanos habían avanzado hacia el Oeste. Según Mazowe, a los nazis les
encantaba imaginar a unos pocos burócratas controlando continentes completos.
Era la mejor forma de expresar la supuesta superioridad racial. “Alfred Rosenberg,
autoproclamado filósofo del régimen, decía que el Imperio Británico también se
basaba en una reivindicación de dominio definida racialmente.”

Así, en 1942, un funcionario alemán comentó, con el mismo racismo con el que un
inglés veía África, que “aquí, en Ucrania, estamos entre negros”. Entonces, con
desprecio y exclusión, al igual que Francia, Inglaterra, Japón y Estados Unidos,
Hitler formaban su imperio en el Este de Europa. Solo así, pensaba, podría ser una
potencia mundial que compitiera con Estados Unidos e Inglaterra.

Superioridad excluyente

Los imperios nacionalistas no eran nuevos. Los franceses habían colonizado África
con campañas que supuestamente eran civilizadoras. Estados Unidos amplió sus
territorios por la grandeza americana: asesinaron y se apropiaron de los territorios
de las sociedades indígenas sin remordimiento. También se adueñaron, con
racismo y una gran convicción de superioridad, de territorios mexicanos y
españoles. Los japoneses entraron a China y masacraron a la población,
convencidos de que eran superiores. Lo mismo habían hecho los ingleses en África
y los belgas en el Congo.

No obstante, los alemanes eran más estrictos que muchas naciones en cuanto a lo
que significaba hacer parte de su nación. Su concepción de la patria era excluyente,
racialmente y culturalmente. Pero esto no se trataba de un caso atípico de exclusión
y de discriminación en el mundo. Según Mark Mazower, en la misma época “era
difícil obtener la plena ciudadanía británica, francesa o portuguesa si la piel de uno
no tenía el color adecuado. Los dobles sistemas de situación legal no eran un
invento nazi”.

Los campos de concentración

Lo que ocurrió entonces durante la Segunda Guerra Mundial fue que los nazis
sentían que estaban formando a un imperio en el Este de Europa. Pero su
concepción nacional de ampliación territorial estaba marcada por una
preocupación racial. Entonces, lo que hicieron fue llevar las teorías racistas,
comunes en Europa y en Latinoamérica, a un extremo. No querían mezclarse con
razas que consideraban inferiores como los eslavos, los rusos y los judíos. Por eso
asesinaron sistemáticamente cientos de miles de civiles del Este. Cerca de ocho
millones de rusos fueron asesinados. “A los nazis les llevó sólo unos meses dejar
morir a más de dos millones de prisioneros de guerra soviéticos en campos
abarrotados, inadvertidos y de los que en su mayor parte no ha quedado constancia
documentada”.

La guerra hizo que la represión nazi se hiciera cada vez más brutal y sistemática.
Mark Mazower afirma en su libro que en 1939 los seis principales campos de
concentración albergaban 21.000 prisiones, mientras que en 1945 la cifra subió a
700.000. La explicación de Mazower es que los campos de exterminio eran
medidas extremas para evitar las revueltas con la más cruel represión. Sin
embargo, “no hubo ningún sistema único de terror que surgiera plenamente
formado del cerebro de Hitler. Fue el control de la tarea de vigilancia del territorio
conquistado en el Este lo que permitió a las SS llevar a cabo su vertiginosa
ascensión hasta convertirse en la organización más temida en la Europa ocupada.”

Cooperación y simpatía

Después de que se acabó la guerra, cuando vieron los tanques americanos atravesar
los campos, los europeos parecieron olvidar, como por arte de magia, que en
general habían cooperado con los nazis. Gran parte de la población civil que había
simpatizado con las ideas de Hitler calló al verlo derrotado. Los países que
ayudaron al régimen alemán, recibieron a los soldados aliados con aclamaciones, a
pesar de que no habían organizado una oposición fuerte, ni sistemática. Antes de
que fuera derrotado Hitler, muchos en Europa y en América estaban convencidos
de que el Liberalismo había fracasado. Y no eran pocos los que veían al
nacionalsocialismo como una alternativa.

Lo mismo ocurrió en Iberoamérica, España y Portugal. En Colombia, Laureano


Gómez admiraba a Hitler, Franco y Mussolini, y Jorge Eliécer Gaitán emulaba en
sus discursos a Mussolini. De una manera similar, el fascismo y en la
nacionalsocialismo influyeron a Jacobo Árbenz en Guatemala, Getulio Vargas en
Brasil, y Juan Domingo Perón en Argentina. Francisco Franco unificó el huso
horario español con el alemán a pesar de estar a dos horas de diferencia, en señal
de simpatía hacia Hitler, por eso España, en relación con su región horaria, está
todavía dos horas adelantada.

Los aniversarios son un espacio para reflexionar la forma como hemos aprendido la
historia y para conocer diferentes versiones que permiten ampliar el debate sobre
hechos del pasado que no se deben repetir

S-ar putea să vă placă și