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Eficacia terapéutica de la movilización de tejidos blandos asistida por

instrumentos para la lesión de tejidos blandos: mecanismos y aplicación


práctica

RESUMEN

Este artículo revisa el mecanismo y los efectos de la movilización de tejidos


blandos asistida por instrumentos (IASTM), junto con las directrices para su
aplicación práctica. IASTM se refiere a una técnica que usa instrumentos para
remover tejidos cicatrizados de tejidos blandos lesionados y facilitar el proceso de
cicatrización a través de la formación de nuevas proteínas de matriz extracelular
como el colágeno. Recientemente, el uso frecuente de este instrumento ha
aumentado en los campos de la rehabilitación deportiva y el entrenamiento de
atletas. Algunos estudios experimentales e informes de casos han reportado que
IASTM puede mejorar significativamente la función del tejido blando y el rango de
movimiento después de una lesión deportiva, al mismo tiempo que reduce el dolor.
Basado en los estudios anteriores, se cree que IASTM puede ayudar a acortar el
período de rehabilitación y el tiempo para regresar.

INTRODUCCION

En la sociedad actual, una gran proporción de la población participa en el


ejercicio. Sin embargo, cuando el público en general se esfuerza demasiado con
ejercicios de alta intensidad o largos períodos de ejercicio con una mala postura,
pueden producirse lesiones en los tejidos blandos, como músculos, ligamentos y
tendones (Hart, 1994; Yeung y Yeung, 2001). Debido a que las lesiones deportivas
reducen la función de los tejidos blandos y aumentan el dolor, pueden tener un
impacto negativo en el mantenimiento del acondicionamiento óptimo. Por lo tanto,
la rehabilitación después de una lesión deportiva es crítica, y se han propuesto
varias intervenciones para ayudar al proceso de curación. Éstos incluyen
electroacupuntura, terapia extracorpórea por ondas de choque, terapia con oxígeno
hiperbárico, terapia con láser, proloterapia y crioterapia corporal completa (Barata
et al., 2011; Costello et al., 2015; Delbari et al., 2007; Inoue et al,

Recientemente, la movilización de tejidos blandos asistida por instrumentos


(IASTM) ha recibido mucha atención. La IASTM es una técnica que involucra el uso
de instrumentos para tratar las deficiencias relacionadas con la patología
musculoesquelética y ayudar a sanar tejidos blandos (Kivlan et al., 2015; Sevier y
Stegink-Jansen, 2015). Cuando se aplica un estímulo al tejido blando lesionado
utilizando un instrumento, la actividad y el número de fibroblastos aumenta, junto
con la fibronectina, a través de la inflamación localizada, lo que facilita la síntesis y
la realineación del colágeno es una de las proteínas que conforman la matriz
extracelular (Davidson et al., 1997; Gehlsen et al., 1999; Hammer, 2008). Algunos
estudios han informado que la IASTM puede reducir el dolor causado por lesiones
deportivas y mejorar la función del tejido blando y el rango de movimiento articular
(Howitt et al., 2009; Miners y Bougie, 2011; Schaefer y Sandrey, 2012). Howitt et al.
(2009) reportaron que cuando se aplicó a un triatleta que había sufrido una cepa
aguda de grado 1 en el músculo tibial posterior, IASTM fue capaz de reducir el dolor,
mientras que Schaefer y Sandrey (2012) indicaron que IASTM mejoró la ROM del
tobillo en atletas de preparatoria con inestabilidad crónica del tobillo. Además,
Miners y Bougie (2011) también informaron que IASTM ayudó a mejorar la función
de los tejidos blandos en personas comunes con tendinopatía crónica de Aquiles
como resultado de la persistencia de la carrera.

Los resultados de los estudios mencionados demuestran que IASTM es


eficaz en el tratamiento y rehabilitación de atletas y personas comunes con lesiones
deportivas. Si la IASTM se puede aplicar clínicamente, entonces puede ayudar a
acelerar la curación después de una lesión y el regreso exitoso a los deportes o
actividades diarias. En consecuencia, el objetivo del presente estudio era utilizar
estudios anteriores como base para examinar el mecanismo y los efectos de la
IASTM y proporcionar directrices para su aplicación práctica.

MOVILIZACIÓN DE TEJIDOS BLANDOS ASISTIDA POR INSTRUMENTOS

En la antigua Grecia y Roma, un pequeño instrumento metálico conocido


como "strigil" se utilizó en las casas de baños para fines terapéuticos (Hammer,
2008), y tal instrumento ha llevado a la IASTM de hoy en día. Otro origen de la
IASTM es una terapia china tradicional conocida como "gua sha" (Nielsen et al.,
2007). La palabra "gua sha" se refiere a la mancha roja que aparece en la piel
cuando se usa un instrumento para empujar o raspar la piel, aumentando el flujo
sanguíneo para facilitar el suministro de sangre y oxígeno a los tejidos blandos (Chiu
et al., 2010; Hammer, 2008). IASTM se basa en estos principios y es una técnica
que es una versión modificada de la movilización tradicional de tejidos blandos,
como "gua sha", que incluye la movilización aumentada de tejidos blandos (Astym),
la técnica de abrasión fascial, la técnica Graston y la movilización de tejidos blandos
asistida por sonido (Hammer, 2008; Kivlan et al., 2015; Markovic, 2015), con
diferentes nombres que hacen referencia a los diferentes materiales o formas del
instrumento utilizado. Mientras que las rocas, los palos de madera y los huesos de
animales pueden haber sido usados históricamente para aplicar un estímulo a la
piel, hoy en día se utilizan varios instrumentos hechos principalmente de acero
inoxidable (Fig. 1).

La IASTM es una técnica sencilla y práctica (Loghmani y Warden, 2009).


Debido a que la superficie del instrumento minimiza la fuerza utilizada por el
practicante, pero maximiza la fuerza aplicada a los tejidos, es posible estimular
puntos de adhesión ubicados en áreas profundas (Baker et al., 2013; Burke et al.,
2007; Carey-Loghmani et al., 2010; Hammer, 2008; Hammer y Pfefer, 2005). Hayes
et al. (2007) descubrieron que los niveles de incomodidad y fatiga experimentados
por los terapeutas que trataban a pacientes con IASTM eran significativamente más
bajos que los niveles de los terapeutas que trataban a sus pacientes usando el
extremo metálico de un martillo reflejo. Además, IASTM tiene otra ventaja de poder
producir efectos positivos en un período mucho más corto que el masaje por fricción,
otro modo de terapia de tejidos blandos, que requiere entre 15 y 20 minutos
(Hammer, 2008). Actualmente, IASTM (especialmente la técnica Graston) está
incluida en el currículo de terapia física y quiropráctica en algunas universidades
americanas, mientras que su uso en los campos de rehabilitación deportiva y
entrenamiento de atletas también está aumentando.

MECANISMO IASTM

En los deportes, las lesiones de tejidos blandos pueden ocurrir por tensión
excesiva o sobrecarga (Hart, 1994; Yeung y Yeung, 2001). Después de una lesión,
se produce inflamación y proliferación de nuevas células, durante la cual puede
ocurrir fibrosis y formación de tejido cicatrizal en el tejido blando lesionado (Sato et
al., 2003). Estos cambios reducen la elasticidad del tejido y causan adhesión, lo que
puede llevar a una disminución de la función del tejido blando y dolor (Huard et al.,
2002; Melham et al., 1998). En particular, el tejido cicatrizal limita la perfusión al
tejido blando lesionado, restringiendo el suministro de oxígeno y nutrientes, e
interfiere con la síntesis de colágeno y la regeneración de los tejidos, lo que puede
causar una recuperación funcional incompleta (Chen y Li, 2009; Gauglitz et al.,
2011). Estas alteraciones también incrementan el riesgo de lesiones (Huard et al.,
2002).

El objetivo principal de IASTM es remover los tejidos cicatrices y promover


un retorno a la función normal después de la regeneración de los tejidos blandos
(Gehlsen et al., 1999; Melham et al., 1998). Cuando el tejido cicatricial es removido
por IASTM, la normalización funcional alrededor del tejido blando puede ser lograda
(Black, 2010). La hemorragia microvascular y capilar, junto con la inflamación
localizada, puede ocurrir como resultado del uso de IASTM para aplicar presión y
fuerza cortante apropiadas al tejido blando. Dicha inflamación reinicia el proceso de
cicatrización al remover el tejido cicatricial y liberar adherencias, mientras que
también aumenta el suministro de sangre y nutrientes al área lesionada y la
migración de fibroblastos (Baker et al., 2013; Davidson et al., 1997; Gehlsen et al.,
1999; Hammer, 2008). En última instancia, el nuevo colágeno se sintetiza y se
realinea, lo que permite la renovación y regeneración del tejido lesionado (Davies y
Backopp, 2010; Gehlsen et al., 1999).

Esta hipótesis ha sido apoyada por algunos estudios en animales y humanos.


Davidson et al. (1997) aplicaron IASTM al tendón de Aquiles en un modelo de rata
con lesión inducida por enzimas y encontraron que la recuperación más temprana
de la función de las extremidades fue facilitada por un aumento significativo en el
reclutamiento y activación de fibroblastos. Además, Gehlsen et al. (1999) también
reportaron que cuando se aplicó IASTM a ratas con lesión inducida por enzimas del
tendón de Aquiles, se observó un número significativamente mayor de fibroblastos
en las muestras de tejido bajo microscopía electrónica. En otras palabras, debido a
que IASTM afecta a los fibroblastos, fue capaz de acelerar la cicatrización de los
tendones lesionados. Los fibroblastos están asociados con la síntesis de colágeno
(Davidson et al., 1997; Gehlsen et al., 1999). El Tropocolágeno producido por los
fibroblastos actúa como precursor del colágeno (Church et al., 1971). La
deformación del colágeno en los tejidos blandos es una de las causas del retraso
en la cicatrización, mientras que la IASTM tiene un impacto positivo en la resíntesis
y organización del colágeno (Davidson et al., 1997; Gehlsen et al., 1999).

Tales cambios en el colágeno requieren fibronectina (Lehto et al., 1985),


cuyos niveles son aumentados por IASTM. La fibronectina es una glicoproteína no
colagenosa que se mueve como moléculas de adhesión que conectan el colágeno
y las células, es sintetizada por fibroblastos y células epiteliales, y es esencial para
la formación y reparación de tejidos (Lenselink, 2015). Según un estudio, la
aplicación de IASTM a los tendones de ratas lesionadas mostró un aumento en la
tinción de fibronectina (Davidson et al., 1997). Por el contrario, no aplicar ningún
tratamiento después de una lesión puede resultar en una alineación desorganizada
del colágeno en el tejido blando y en la formación de tejido cicatricial. Loghmani y
Warden (2009) informaron que la aplicación de IASTM a ratas con una lesión en el
ligamento colateral medial (LMC) de la rodilla resultó en una cicatrización más
rápida que la del ligamento no tratado, con el ligamento de la pierna sin tratar
mostrando una mala alineación del colágeno y un mayor grado de formación de
tejido cicatricial.

También se ha reportado que IASTM causa cambios en la respuesta vascular


en tejidos blandos lesionados. Loghmani y Warden (2013) aplicaron IASTM al ACM
lesionado de la rodilla en ratas y encontraron que la pierna que tenía IASTM
aplicada mostró un aumento significativo en la perfusión, junto con la proporción de
vasos sanguíneos del tamaño de arteriole en el tercio tibial del ligamento, en
comparación con la pierna no tratada. Recientemente, Loghmani et al. (2016)
reportaron que la aplicación de IASTM resultó en un aumento triple en el número de
células madre mesenquimales residentes en tejidos que existen en adventicias
arteriales y microvasos. El hecho de que los fibroblastos se originan a partir de
células madre mesenquimatosas (Mills et al., 2013), IASTM se puede considerar
que está estrechamente asociado con la actividad de los fibroblastos. Además,
estos cambios sirven como prueba de que la IASTM puede aumentar el suministro
de sangre a los tejidos blandos lesionados ejerciendo un efecto positivo en la
reparación de la morfología microvascular cercana. Portillo-Soto et al. (2014)
indicaron que la aplicación de IASTM al becerro humano incrementó el flujo
sanguíneo en el área donde se aplicó IASTM, como se observó por el aumento en
la temperatura de la piel (de 25.83°C ± 0.30°C a 31.831°C ± 0.205°C).

Mientras tanto, algunos estudios han mencionado que el mecanismo de


acción de IASTM involucra reiniciar el proceso de curación causando inflamación
localizada en el tejido blando (Hammer, 2008; Melham et al., 1998). La mala
vascularidad en los tejidos blandos debido a una lesión actúa como un factor que
restringe la respuesta inflamatoria. La restricción de la respuesta inflamatoria causa
desorganización o debilitamiento de la estructura del tejido blando (Fredericson et
al., 2005; White, 2011). Por otra parte, una cantidad adecuada de inflamación en el
tejido lesionado puede inducir la secreción de factores de crecimiento, lo que puede
facilitar la curación al estimular la estimulación de los fibroblastos y la síntesis de
colágeno (Molloy et al., 2003). Además, sobre la base de los resultados de estudios
de la asociación entre la inflamación y los fibroblastos (Molloy et al., 2003), así como
las afirmaciones de que IASTM puede mejorar la vascularidad pobre y aumentar
significativamente el número de fibroblastos (Davidson et al., 1997; Gehlsen et al.,
1999; Loghmani y Warden, 2013), la hipótesis de inflamación puede parecer
plausible. Sin embargo, un estudio reciente de Vardiman et al. (2014) informó que
no se encontraron resultados significativos cuando se observaron cambios en el
nivel de citoquinas implicadas en la inflamación, como la interleucina-6 y el factor
de necrosis tumoral-? También no encontraron ningún efecto sobre algunos
indicadores de la función musculoesquelética (ROM pasiva, par resistivo pasivo y
par máximo de contracción voluntaria pico de contracción máxima). Sin embargo,
Vardiman et al. (2014) llevaron a cabo su estudio en machos sanos sin lesiones. A
diferencia de los pacientes con lesiones deportivas, los individuos sanos no tienen
inflamación. En consecuencia, la IASTM no puede mostrar ningún efecto. Hasta
donde sabemos, el estudio realizado por Vardiman et al. (2014) es el único que ha
examinado los cambios en la inflamación después de IASTM. Por lo tanto, la
hipótesis de inflamación de IASTM necesita ser verificada más a fondo a través de
estudios experimentales bien diseñados en pacientes con lesiones deportivas. En
la Fig. 2 se resume el mecanismo de la IASTM presentado en esta sección.
EFECTOS IASTM

TEJIDOS BLANDOS

La disminución de la función del tejido blando después de una lesión


deportiva hace que sea difícil volver a participar en deportes o actividades de la vida
diaria. Por lo tanto, la recuperación de la función de los tejidos blandos representa
una de las metas más importantes en la rehabilitación deportiva. IASTM se ha
estudiado principalmente en relación con lesiones del tendón. Estudios anteriores
han demostrado que la IASTM es una técnica de tratamiento que puede producir
cambios positivos en la recuperación de la función de los tejidos blandos después
de una lesión del tendón. Black (2010) declaró que cuando se aplicaron cinco
sesiones de IASTM durante un período de 4 semanas en pacientes que sufrieron
lesiones del tendón rotuliano por baloncesto, sus puntuaciones en la escala
funcional de las extremidades inferiores mejoraron en un 23%-44%, mientras que
Sevier y Stegink-Jansen (2015) informaron que cuando se aplicó IASTM dos veces
a la semana durante 4 semanas en pacientes con tendinopatía lateral del codo, más
conocido como codo de tenista, su Mientras tanto, Park et al. (2015) informaron que
la aplicación de IASTM tres veces por semana durante aproximadamente 22 días
en pacientes hospitalizados por tendinitis de Aquiles resultó en un aumento
significativo en la distancia caminada; los pacientes que tenían dificultades para
caminar 180 m antes de la aplicación de IASTM pudieron aumentar su distancia
caminando hasta 390 m después de IASTM. Además, Papa (2012) también indicó
que cuando se aplicó IASTM para una o dos sesiones a la semana durante 8
semanas como parte de un programa de rehabilitación para pacientes con
tendinopatía de Aquiles, sus puntuaciones LEFS mejoraron de 48 a 80.

Recientemente, McConnell et al. (2016) aplicaron ocho sesiones de IASTM


durante un período de 4 semanas en adultos con tendinopatía de Aquiles y
descubrieron que el módulo de Young, una medida de elasticidad, aumentó en un
34.5% y la rigidez aumentó en un 31.8%, mientras que la puntuación del Victorian
Institute of Sport Assessment for Achilles (VISA-A), un índice que muestra la
severidad de la tendinopatía de Aquiles, mejoró de 1.000 a 2.000 veces más.
Además, dos sujetos en particular mostraron puntuaciones VISA-A de? 90 puntos,
demostrando que se habían recuperado de la tendinopatía de Aquiles. Además,
McConnell et al. (2016) también reportaron cambios clínicamente significativos en
los resultados de las pruebas funcionales de los pacientes con tendinopatía de
Aquiles después de aplicar IASTM. Además, un estudio realizado por McCormack
et al. (2016) demostró que la aplicación de una combinación de ejercicio excéntrico
junto con IASTM durante 12 semanas resultó en una mejoría mayor en las
puntuaciones de VISA-A de pacientes con tendinopatía de Aquiles en comparación
con la aplicación de ejercicio excéntrico solo. El hecho de que estas mejoras se
mantuvieron incluso en la semana 26 y 52 de tratamiento es particularmente
notable.

Las lesiones crónicas de los tendones, como la tendinopatía, requieren un


tratamiento prolongado debido a las características fisiológicas y anatómicas de los
tendones y, en algunos casos, el paciente puede no responder bien a los
tratamientos (Sharma y Maffulli, 2005). En comparación con los músculos, los
tendones tienen un menor consumo de oxígeno y una tasa metabólica más baja y,
por lo tanto, demuestran una cicatrización más lenta después de una lesión
(Williams, 1986). Hasta ahora, se han utilizado fármacos y/o fisioterapia para el
tratamiento de la tendinopatía, pero hay opiniones contradictorias sobre su eficacia
(Andres y Murrell, 2008). Especialmente en el caso de los esteroides, pueden ser
efectivos para controlar el dolor en un paciente con tendinopatía a corto plazo, pero
el uso a largo plazo puede tener efectos negativos en la función de los tejidos
blandos, ya que pueden retrasar la cicatrización del tejido y exacerbar aún más la
lesión (Magra y Maffulli, 2006; Marsolais et al., 2007). A la luz de esto, el IASTM
puede ser considerado como una buena alternativa para la recuperación de la
función del tejido blando después de la tendinopatía. Informes recientes también
han indicado que IASTM puede ser usado para prevenir la tendinopatía de Aquiles.
Bayliss et al. (2015) aplicaron ocho sesiones de IASTM durante 4 semanas en
adultos que habían sido confirmados de tener un tendón de Aquiles acortado a partir
de una prueba de enclavamiento y encontraron que sus tendones mostraron un
patrón de ganancia significativa en el módulo de Young y un aumento en la longitud
de reposo del tendón que los tendones de control que se sometieron a estiramientos
simples solos. Si el tendón de Aquiles se acorta, aumenta el riesgo de lesiones en
las extremidades inferiores y puede progresar hacia la tendinopatía de Aquiles,
mientras que la eficiencia de la carrera también se reduce (Bayliss et al., 2015). Por
lo tanto, el aumento del módulo de Young o la duración en reposo de los tendones
acortados a través de IASTM no sólo puede eliminar el riesgo potencial para la
tendinopatía de Aquiles, sino que también puede conducir a una mejora funcional
potencial.

Mientras tanto, algunos estudios han reportado que IASTM también puede
afectar los músculos. Faltus et al. (2012) afirmaron que cuando se aplicaron cinco
sesiones de IASTM durante un período de 6 semanas en un ciclista que había
sufrido un desgarro parcial del recto femoral, el examen de ultrasonido demostró
una reducción del tamaño de la lesión focal, la ecogénesis y la zona hipoecoica
alrededor del tejido en comparación con el resultado de la etapa temprana del
tratamiento, al mismo tiempo que demostró una mejoría en la continuidad del tejido.
Después de aplicar la IASTM, los cambios morfológicos en los tejidos confirmados
por ecografía pueden servir como evidencia directa de la recuperación funcional
musculoesquelética, y se ha demostrado que tales cambios morfológicos conducen
a mejores puntuaciones LEFS (de 67 a 75). Sin embargo, este estudio fue un
informe de caso en el que sólo participó un ciclista, lo que implica que es necesario
realizar estudios con muestras de mayor tamaño. Kivlan et al. (2015) utilizaron una
postura en cuclillas isométrica unilateral para medir el rendimiento muscular en
pacientes con debilidad muscular por lesión inmediatamente después de una sola
aplicación de IASTM en los músculos de las extremidades inferiores. Los resultados
mostraron que el cambio en la producción de fuerza máxima mejoró
significativamente en el grupo IASTM que en los grupos placebo y control. A
diferencia del estudio de Faltus et al. (2012), el estudio de Kivlan et al. (2015) fue
capaz de mostrar rápidamente un cambio significativo en la función muscular a
pesar de una sola aplicación de IASTM. En cuanto al posible mecanismo de acción,
Kivlan et al. (2015) sugirieron un aumento en la movilidad fascial, proliferación de
fibroblastos de matriz extracelular, y suministro de sangre al área cercana al tejido
lesionado, junto con una disminución en la adhesión de la matriz celular e isquemia
localizada. Como ya se describió en la sección "Mecanismo de IASTM" de este
artículo, algunas de las hipótesis sugeridas por Kivlan et al. (2015) han sido
probadas a través de varios estudios en animales y humanos (Davidson et al., 1997;
Loghmani y Warden, 2009,2013; Portillo-Soto et al., 2014).

En resumen, se encontró que IASTM puede estimular no sólo los tendones


sino también otros tejidos blandos, como los músculos, para ayudar a mejorar las
funciones de los tejidos blandos de manera crónica o aguda. Sin embargo, aún no
está claro hasta qué punto los cambios estructurales y funcionales en los tendones
o músculos inducidos por la IASTM pueden afectar las lesiones o la prevención
futuras. Por lo tanto, es necesario verificar estos aspectos mediante observaciones
a largo plazo.

DOLOR

Los efectos de reducción del dolor de IASTM ya han sido probados en


algunos estudios de enfermedades musculoesqueléticas. Lee et al. (2016)
informaron que cuando se aplicó IASTM durante 4 semanas en 30 pacientes con
dolor lumbar crónico, el dolor disminuyó significativamente. Anteriormente, Howitt et
al. (2006) demostraron que la aplicación de ocho sesiones de tratamiento de IASTM
durante 4 semanas en pacientes con pulgar disparador fue útil para reducir el dolor.
Se han encontrado resultados similares en estudios de lesiones deportivas.
Aspegren et al. (2007) afirmaron que cuando se aplicó IASTM dos veces por
semana durante dos semanas en las jugadoras de voleibol universitarias a las que
se les diagnosticó una costecondritis aguda, el dolor se redujo, lo que permitió a las
jugadoras participar de nuevo en su deporte, mientras que en un estudio realizado
por Daniels y Morrell (2012), el dolor se redujo en las jugadoras de fútbol juvenil con
fascitis plantar mediante la aplicación de IASTM una vez por semana durante seis
semanas. Howitt et al. (2009) también reportaron que cuando IASTM fue incluido en
el programa de rehabilitación para triatletas con esguince tibial posterior, el dolor se
redujo 2 semanas después de aplicar IASTM, y después de 6 semanas, el dolor se
disipó completamente para permitir a los triatletas participar nuevamente en correr
o nadar. Mientras tanto, White (2011) aplicó una o dos sesiones de IASTM a la
semana durante 6 semanas en un corredor de distancia de 36 años con tendinopatía
de los músculos isquiotibiales, después de lo cual el dolor de los músculos
isquiotibiales se resolvió.

Generalmente, el dolor es causado por inflamación (Proske y Allen, 2005).


Cuando un tejido lesionado se inflama, se reclutan células inmunitarias y se produce
fagocitosis. El dolor se induce cuando los fragmentos de tejido descompuestos por
fagocitosis o sustratos secretados por varias células inmunitarias estimulan las
terminaciones nerviosas tipo III y IV (Graven-Nielsen y Mense, 2001). En particular,
después de una lesión deportiva, si el área lesionada no se trata adecuadamente o
no se rehabilita adecuadamente, entonces la inflamación crónica puede llevar a la
degeneración tisular y convertirse en una causa de dolor prolongado (Franceschi y
Campisi, 2014). Teóricamente, el control de la inflamación puede ser considerado
como una razón potencial para la habilidad de IASTM para reducir el dolor. Crane
et al. (2012) afirmaron que la movilización de tejidos blandos fue efectiva para
reducir la inflamación inducida por el ejercicio, pero en este estudio en particular, se
aplicó una técnica de masaje, y no IASTM. Sin embargo, según un estudio de
Vardiman et al. (2014), se encontró que la IASTM no tenía ningún efecto sobre los
cambios en los factores relacionados con la inflamación, y el dolor realmente
aumentó después de aplicar la IASTM. En el estudio de Vardiman et al. (2014), no
hubo ninguna situación en la que se produjera inflamación. Los sujetos del estudio
estaban sanos sin inflamación y no se aplicó un modelo de ejercicio para inducir
lesiones. Por lo tanto, los efectos de la IASTM en los cambios inflamatorios todavía
se desconocen y este tema requiere más estudio. Otra posibilidad incluye el
aumento del flujo sanguíneo debido a la IASTM. El aumento del flujo sanguíneo
puede eliminar rápidamente los sustratos del dolor o reducir la inflamación que se
desarrolla alrededor del tejido lesionado (Zainuddin et al., 2005). Loghmani y
Warden (2013) indicaron que IASTM mejoró la perfusión, mientras que Portillo-Soto
y otros (2014) sugirieron que IASTM aumentó la circulación sanguínea. Sin
embargo, aún no existen pruebas directas del aumento del flujo sanguíneo causado
por el IASTM que conduzca a la reducción del dolor.

ROM

Se necesita suficiente ROM articular para una óptima función


musculoesquelética y una flexibilidad insuficiente puede hacer que uno sea
vulnerable al síndrome de sobreuso y a lesiones agudas (Hreljac et al., 2000; Sainz
de Baranda y Ayala, 2010). Por lo tanto, tener suficiente ROM es importante para
mejorar el rendimiento del ejercicio, además de la rehabilitación o prevención de
lesiones deportivas (Merkle et al., 2016). Algunos estudios han sugerido que la
IASTM puede mejorar significativamente la ROM (Baker et al., 2013; Hammer y
Pfefer, 2005; Kim et al., 2014; Laudner y otros, 2014). Hammer y Pfefer (2005)
informaron que cuando se aplicó IASTM dos veces por semana durante tres
semanas en pacientes que tenían dolor de cintura debido al síndrome
compartimental, hubo un aumento en la flexibilidad de los músculos isquiotibiales,
mientras que Baker et al. (2013) aplicó tres sesiones de IASTM durante una semana
en los tendones isquiotibiales y las suras de tríceps de los hombres que tenían
problemas en las extremidades inferiores, como la tensión y el dolor, lo que resultó
en un aumento de la posición sentada.

IASTM mejora la extensibilidad de los tejidos blandos tratando sus


restricciones (Heinecke et al., 2014), y cuando el calor es generado por la fricción
del instrumento, la viscosidad del tejido disminuye, haciéndolo más blando
(Markovic, 2015). Fisiológicamente, una disminución en la viscosidad del tejido
mejora la ROM (Ostojic et al., 2014). Mientras tanto, los cambios significativos en la
ROM como resultado de IASTM también pueden ser explicados por hipótesis
relacionadas con el sistema nervioso. Cuando se ejerce un esfuerzo mecánico
sobre la fascia muscular, se estimulan los mecánico-receptores intrafasciales. Este
cambio altera la entrada proprioceptiva enviada al sistema nervioso central, lo que
a su vez cambia la tensión en las unidades motoras relacionadas con los tejidos
(Schleip, 2003). Aunque se cree que IASTM mejora la ROM a través de los
mecanismos descritos en estas hipótesis que ocurren independientemente o como
una combinación, todavía no hay pruebas científicas que apoyen tales afirmaciones.

La IASTM también mostró mejoría en la ROM en estudios en atletas. Merkle


et al. (2016) indicaron que la aplicación de dos sesiones de IASTM por semana
durante 3 semanas en jugadores de béisbol colegiados sanos mejoró
significativamente su ROM de tendones isquiotibiales, mientras que Heinecke et al.
(2014) mencionaron que la aplicación de dos sesiones de IASTM por semana
durante 4 semanas al área del hombro de jugadores de softbol, béisbol y voleibol
colegiados fue útil para prevenir una pérdida de ROM. A diferencia de algunos
estudios existentes, otros estudios han mostrado una mejora significativa en la ROM
desde una sola aplicación. Kim et al. (2014) mostró mejoría en la ROM después de
una sola aplicación de IASTM en los tendones isquiotibiales de hombres y mujeres
adultos (antes: 133.4° ± 6.7°, después: 146.1° ± 13.2°), mientras que Laudner et al.
(2014) reportaron que una sola aplicación de IASTM ayudó a mejorar la ROM en
toda el área del hombro de los jugadores de béisbol colegiados. En el estudio
realizado por Laudner et al. (2014), el grupo IASTM (11.1°) mostró una mejoría
significativa de la ROM en comparación con el grupo de control (-0.12°) y también
se encontró una diferencia significativa en la rotación interna glenohumeral ROM
entre los grupos IASTM (4.8°) y control (-0.14°).

Recientemente, Markovic (2015) aplicó una sola sesión de IASTM o rodillos


de espuma en las caderas y rodillas de los jugadores de fútbol y midió su ROM
mediante flexión pasiva de rodilla y pruebas de elevación recta de piernas. Sus
resultados mostraron que, inmediatamente después del tratamiento, la ROM mejoró
más en el grupo IASTM que en el grupo de rodillo de espuma (10%-19% vs. 5%-
9%); a las 24 horas después del tratamiento, sólo el grupo IASTM mostró mejoría
en la ROM (7%-13%). El hecho de que los estudios realizados por Laudner et al.
(2014) y Markovic (2015), en particular, se dirigieran a jugadores de béisbol o fútbol
puede considerarse como una prueba de que la IASTM puede aplicarse con efectos
positivos en un corto período de tiempo en atletas que sufren restricciones crónicas
de la ROM. Sin embargo, hay una limitación en la generalización de los resultados
de estos tres estudios que utilizaron una sola aplicación de IASTM (Kim et al., 2014;
Laudner et al. 2014; Markovic, 2015). Los sujetos en los tres estudios no tenían
lesiones deportivas y estaban en un estado saludable. Por lo tanto, es necesario
investigar si una sola aplicación de IASTM podría mejorar significativamente la ROM
en personas con lesiones deportivas. Mientras tanto, Vardiman et al. (2014)
informaron que una sola aplicación de IASTM en hombres sanos no afecta los
cambios en la ROM. Se cree que estos resultados contradictorios de los estudios
pueden atribuirse a diferencias en las características del sujeto, el material y el
protocolo de aplicación del instrumento IASTM, y las posiciones de medición ROM.
APLICACIÓN PRÁCTICA PARA EL TRATAMIENTO DE TEJIDOS BLANDOS

Algunos estudios anteriores han aplicado IASTM utilizando los siguientes


protocolos. Para aplicar IASTM en el área del hombro, Laudner et al. (2014)
mantuvieron a los sujetos acostados en posición prona sobre una cama y luego
realizaron abducción del hombro, flexión de 90° en el codo y rotación neutra
después de lo cual se colocó una toalla debajo del húmero. A continuación, se
colocó un instrumento sobre el músculo en un ángulo de 45° y se aplicó durante
unos 20 segundos en una dirección paralela a las fibras musculares, seguida
inmediatamente por el cambio a la dirección perpendicular durante otros 20
segundos para un total de 40 segundos. Para el tratamiento del dolor lumbar
crónico, Lee et al. (2016) utilizaron el mismo método usado en el estudio por
Laudner et al. (2014) y aplicaron IASTM en la fascia posterior, el sacro, los rotadores
laterales de la cadera y el área del tendón isquiotibial.

Daniels y Morrell (2012) aplicaron IASTM en un ángulo de 30° a 60° sobre


los músculos gastrocnemio y soleus de jugadores de fútbol juveniles con fascitis
plantar, mientras que Aspegren et al. (2007) aplicaron IASTM en un ángulo de 30°
a 60° durante 60-120 segundos sobre la articulación condrosternal y el quinto
segmento de costocondral cuando trataron la costocondritis aguda en el voleibol
colegiado femenino. En resumen, al aplicar la IASTM, se requiere un ángulo de 30°
a 60° y un tiempo de aplicación de 40-120 segundos. Estos protocolos IASTM se
basaron en el manual para la técnica de Graston (Carey-Loghmani et al., 2010). La
frecuencia de la IASTM, en general, fue de una a dos sesiones por semana durante
4-5 semanas, pero puede variar dependiendo de la gravedad de la lesión y del
programa de rehabilitación. Estudios anteriores también aplicaron IASTM de 1 a 3
veces por semana (Aspegren et al., 2007; Daniels y Morrell, 2012; Park et al., 2015).

La movilización de los tejidos blandos debe implicar tanto movimiento como


fortalecimiento para facilitar la adaptación y remodelación de los tejidos (Black,
2010). Cuando se aplica la IASTM en la rehabilitación deportiva, generalmente pasa
por los seis pasos siguientes: examen, calentamiento, IASTM, ejercicios de
estiramiento, fortalecimiento y crioterapia (Tabla 1) (Black, 2010; Carey-Loghmani
et al., 2010; Melham et al., 1998; Miners y Bougie, 2011). En primer lugar, el estado
actual del paciente debe examinarse con precisión. El paciente necesita calentarse
durante 10-15 minutos con trote ligero o utilizando una bicicleta fija, un ergómetro
de la parte superior del cuerpo o una máquina elíptica. A veces, se puede aplicar un
paquete caliente o ultrasonido durante 3-5 minutos para el calentamiento (Black,
2010; Hammer, 2008). Este tipo de calentamiento aumenta el riego sanguíneo, así
como el calentamiento y la plasticidad de los tejidos. IASTM comienza
inmediatamente después del calentamiento. El médico frota una crema sobre la piel
de los pacientes y aplica el instrumento a una presión que el paciente puede
soportar, mientras encuentra la zona a tratar con sensaciones de "arenosas,
gravosas y arenosas" (Carey-Loghmani et al., 2010). Después de la realización del
IASTM, se deben realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular
dirigidos al área tratada para fortalecer el tejido tratado y realinear el colágeno
(Hammer, 2008). Este proceso puede ayudar a prevenir lesiones en el área.
Finalmente, la crioterapia se aplica durante 10-20 minutos (Miners y Bougie, 2011;
Papa, 2012). El hielo se utiliza a menudo para el tratamiento del tejido blando en la
rehabilitación deportiva (Bleakley et al., 2006). La crioterapia puede reducir el dolor
y controlar la inflamación residual que permanece en el tejido, al mismo tiempo que
previene la lesión hipoxia celular secundaria (Howitt et al., 2006).

Se requiere una ingesta suficiente de líquidos antes y después de la


aplicación del IASTM. La ingesta de líquidos ayuda al suministro de sangre al tejido
lesionado para facilitar la administración de oxígeno y nutrientes. En particular,
cuando se consume agua rica en hidrógeno, la inflamación y el estrés oxidativo
generado por la lesión pueden reducirse para acelerar el proceso de curación
(Tamaki et al., 2016). Además, el consumo de suplementos nutricionales que
proporcionan aminoácidos, como arginina, glutamina y butirato de? -hidroxi-? -metil
butirato, también puede ayudar al proceso de curación del tejido lesionado
(Gündo?du et al., 2016; Yaman et al., 2016). Otros estudios han utilizado cinta de
kinesio junto con IASTM (Aspegren et al., 2007; Solecki y Herbst, 2011). La cinta
Kinesio es una cinta elástica que corrige la función musculoesquelética mediante el
fortalecimiento de los músculos debilitados, aumenta la circulación sanguínea y
linfática y reduce el dolor a través de la supresión neurológica (Kase et al., 2003).
Solecki y Herbst (2011) incluyeron IASTM y cinta de kinesio en un programa de
rehabilitación de 12 semanas y la aplicaron a pacientes que se sometieron a cirugía
del ligamento cruzado anterior. Los resultados mostraron la recuperación de la
fuerza muscular y la ROM de las extremidades inferiores sin complicaciones y una
reducción drástica del dolor, lo que permitió a los pacientes volver a sus actividades
de la vida diaria y los deportes. Por lo tanto, clínicamente, la aplicación de cinta
kinesio inmediatamente después de IASTM puede ayudar a la función de los
músculos debilitados durante los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento
muscular, lo que puede ser útil durante el proceso de rehabilitación.

Mientras tanto, los efectos secundarios que pueden aparecer de IASTM


incluyen moretones y dolor. En particular, los moretones son una respuesta que
aparece junto con el sangrado y ocurre más fácilmente en los tejidos blandos que
han sido lesionados por un período de tiempo más largo. Los moretones y el dolor
pueden controlarse con crioterapia, siguiendo la IASTM. Además, existen
contradicciones relativas y absolutas con la IASTM (Carey-Loghmani et al., 2010;
Hammer, 2008). Las contradicciones relativas incluyen cáncer, disfunción renal,
embarazo, artritis reumatoide, venas varicosas, osteoporosis, linfedema, fractura,
síndrome de dolor regional crónico y el uso de ciertos medicamentos (por ejemplo,
anticoagulantes, esteroides o fármacos antiinflamatorios no esteroides). Las
contradicciones absolutas incluyen la presencia de una herida abierta, sitios de
sutura sin cicatrizar, tromboflebitis, hipertensión incontrolada, infección cutánea,
hematoma, miositis ossificantes y fracturas inestables. Por lo tanto, el médico debe
ser capaz de explicar completamente estas cuestiones al paciente antes de
comenzar el tratamiento, y debe obtenerse el consentimiento informado del
paciente.
CONCLUSIONES

IASTM se refiere a una técnica que usa un instrumento para remover tejido
cicatrizal que se ha formado en los tejidos blandos y ayuda en el proceso de
cicatrización activando los fibroblastos. IASTM es simple y práctico y requiere sólo
un corto período de tiempo para un solo tratamiento. Según estudios previos, se
encontró que IASTM mejora la función de los tejidos blandos y la ROM en lesiones
deportivas agudas o crónicas de los tejidos blandos, al mismo tiempo que reduce el
dolor. Estos efectos positivos pueden ser útiles en los campos de la rehabilitación
deportiva y el entrenamiento atlético. Sin embargo, la mayoría de los estudios que
apoyaron las hipótesis referentes a los mecanismos y efectos de IASTM fueron
estudios en animales, con muy pocos estudios en humanos. Los artículos
publicados consisten principalmente en informes de casos y no en estudios
experimentales. Algunos de los informes de casos ni siquiera presentaron los
detalles del protocolo IASTM que se aplicó. Por lo tanto, la base científica para los
mecanismos y efectos de IASTM debe ampliarse a través de estudios
experimentales en humanos y la fiabilidad del protocolo de aplicación debe
mejorarse también. Por último, hasta la fecha, la mayoría de los estudios relativos
a IASTM se han centrado en lesiones de los tendones, más que en músculos o
ligamentos. Para seguir adelante, es necesario proporcionar una prueba adicional
de los efectos de IASTM en los músculos y/o ligamentos.

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