Estimación de la tasa de evapotranspiración a partir de imagen
Landsat TM
Joaquín Jurado Rodriguez, Ander Uribarri Gómez
Máster en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos - Dinámica del Medio-Océano-Atmósfera-Costa
Introducción
En el siguiente trabajo se ha procedido a estimar la evapotranspira-
ción del estuario del Gudalquivir (Lat: 36.7987, Lon: -6.2917) mediante
el sistema de teledetección Landsat 7. Este sistema satelital permite
obtener capturas satélite de cualquier punto del globo proporcionando
así todo un espectro de bandas las cuales pueden ser empleadas para
gran variedad de usos e investigaciones.
Mediante métodos para estimar la evapotranspiración (ET) se preten-
de mejorar la manera de diagnosticar y gestionar los recursos hídricos
de cualquier zona.
La ET es la combinación de dos procesos separados por los cuales se
produce una pérdida de agua por un lado, desde la superficie terrestre
mediante la evaporación y por otro lado, por la transpiración vegetal.
Los objetivos de este trabajo han sido, a) Estimar la radiación solar
neta instantánea y diaria, b) Realizar cálculo del balance energético
en superficie, c) Estimar Evapotranspiración (ET). Para ello la in-
formación obtenida del satélite, la cual esta conformada por números
digitales (DN) para cada pixel de la imagen ha sido transformada en
radiancia y en reflectividad mediante corrección atmosférica según el
caso.
1. Estimación radiación solar neta instantánea y diaria
El primer paso para la estimación de la radiación solar es conocer el
Índice de Diference de Vegetación Normalizado (NDVI) (Normalized
Difference Vegetation Index). Indica la cantidad del espectro electro-
magnético que la vegetación emite o refleja, variando en un rango desde
-1.0 to +1.0. Un valor de 0 significa que no hay vegetación, valores ba-
jos cercanos a 0 indican la existencia de rocas, arena, o nieve y un
número cercano a 1 indica una gran densidad de vegetación. El ND-
VI se calcula pixel a pixel mediante la diferencia normalizada entre la
banda roja (Banda 3) y la banda infraroja cercana (Banda 4). Éstas
bandas han de ser corregidas mediante corrección atmosférica.
Una vez conocido el NDVI se procede a calcular la proporción de ve-
getación (Pv), el cual depende del NDVI de cada pixel y de los N DV Is
(valor del terreno sin vegetación) y N DV Iv (valor de superficies vege-
tadas). La proporción de vegetación es calculada debido a que el flujo
de calor sensible se divide en dos contribuciones, una procedente del
suelo y otra de la vegetación.
El siguiente paso consiste en calcular la emisividad del suelo () a
partir del valor de Pv para cada píxel. Para ello se ha empleado el
método del umbral (Threshold Method (NTM)).
Mediante el método NTM se establecen tres umbrales de emisividad
en función del NDVI. Para valores de NDVI menores a 0 se considera
que esa superficie está formada por una masa de agua y por ello se
asigna una emisividad de  = 0,991, para valores NDVI entre 0 y 0.2 la
superficie terrestre es considerada como suelo (tierra) y se asigna una
emisividad de  = 0,996. Para valores NDVI entre 0.2 y 0.5 la emisivi-
dad se calcula mediante la expresión en Sobrino et al. (2008).
Para valores NDVI mayores que 0,5 se considera que la cobertura del
suelo está compuesta por vegetación y por ello se asigna una emisivi-
dad de  = 0,973.
Una vez calculada la emisividad, se calcula la temperatura del suelo
mediante la banda 6.
Como último paso se ha procedido a calcular la radiación solar neta,
con lo que para ello se ha partido de la ecuación del balance radiativo,
Rn = (Rs · (1 − α)) + (a · σ · Ta4 ) − ( · σ · Ts4 ).
donde
Rs: Radiación de onda corta incidente. Este término se puede apro-
ximar a la radiación solar global. La radiación solar global potencial
instantánea se ha calculado según la metodología propuesta por Pons
(1996).
α: Albedo de la superficie.
a : Emisividad del aire.
σ: Constante de Stephan-Boltzmann
Ta : Temperatura del aire (K).
Ts : Temperatura del suelo (K).
Los valores instantáneos de radiación neta (Rn) se han transformado
en valores diarios (Rnd) mediante la relación propuesta por Seguin e
Itier Rnd
Rn
= 0,30.
2. Balance energético y Estimación de ET
El siguiente paso es el de estimar el flujo de calor en el suelo (G),
calculada según Moran a partir del Índice de Diferencia de Vegetación
Normalizado y de la radiación neta instantánea, mediante la siguiente
relación, G = 0,583 · exp(−2,13 · N DV I) · Rn (W/m2 ) . El flujo de
calor del suelo (G) es la tasa de calor almacenada en el suelo y la
vegetación, debido a la conducción.
Para continuar es necesario calcular la resistencia aerodinámica
(ra ) mediante la expresión propuesta por la FAO, donde la constante
de Von Karman es K=0.41 y la velocidad del viento a la altura z=2m
obtenida a partir de los datos de la estación de la localización.
Como último paso es necesario estimar el flujo de calor sensible (H)
ρC
mediante la siguiente expresión, H = r p · (Ts − Ta ) (W/m2 ) (Rivas
a
y Schirmbeck, 2010).
El flujo de calor sensible (H) es el transporte de calor de la superficie
del suelo a la atmósfera por el mecanismo de convección y conducción
por la diferencia de temperatura de la superficie y la atmósfera.
Se han empleado valores de densidad del aire medios y la temperatura
del aire a 2 m de altura a la hora del paso del satélite.
Como último paso mediante la ecuación de balance de energético se
ha obtenido la evapotranspiración, la cual se obtiene como residuo del
balance:
Rnd
ET = · (Rn − G − H)
Rn
Figura 1: Evapotranspiración diaria en mm/d para el
2017/07/27
3. Conclusiones
La gran ventaja que ofrece este método es la facilidad de obtener
tasas de ET en cualquier zona del globo combinándolas con datos ob-
tenidos de estaciones de balance energético (EBE).
Por otro lado, en estos tiempos en los que la sostenibilidad y ecología
están al orden del día, esta herramienta adquiere especial interés. Esto
es debido a que la tasa de ET puede servir de indicador para analizar
posibles efectos del cambio climático. La ET es sensible a cambios en
temperaturas, aumento de humedad, incrementos de concentración de
CO2 , los cuales producen reducciones en la transpiración.
Otra práctica interesante sería la del empleo de la ET para la estima-
ción de las necesidades hídricas que sirva de base para la programación
de riegos. Esto conllevaría la mejora de la gestión de los recursos hídri-
cos y sostenibilidad de los sistemas agrarios.