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Hombro doloroso
Prof. Dr. Luciano A. Poitevin*
Hombro doloroso
I) INTRODUCCIÓN 1) Esta ubicación de la escápula permite que los brazos se dirijan hacia adentro y
adelante, permitiendo a las manos trabajar por delante del tronco bajo control
Se conoce como Hombro Doloroso a una entidad que responde a diversas causas, visual. Esta disposición es peculiar del hombro humano.
caracterizada por dolor subacromial y en el sector externo del 1/3 medio del brazo 2) Las radiografías de frente y perfil del hombro deberían tomarse en forma per-
(dolor referido), que aparece sobre todo a la elevación. pendicular y paralela al plano escapular, respectivamente (fig. 2). Para las radio-
grafías de frente, el paciente se coloca de espaldas al “chassis”; el hombro a es-
Las causas más frecuentes de hombro doloroso son: tudiar se apoya sobre el mismo, y el tronco se oblicúa de modo que el hombro
opuesto se adelante 30º. Para el perfil escapular, el paciente se coloca de perfil
1) Síndrome de fricción acromial y lesiones del manguito rotador. al chasis, el hombro da estudiar se apoya en el mismo; y el paciente gira 30ª ade-
2) Hombro congelado (capsulitis adhesiva). lantando el hombro opuesto. El rayo entra por el borde medial o espinal de la
3) Artrosis acromioclavicular. escápula.
4) Inestabilidad escápulohumeral. 3) Los movimientos de flexión y de abducción del hombro deberían referirse al pla-
5) Lesiones del labrum superior. no de la escápula, en lugar de hacerlo con relación a los planos sagital y frontal.
6) Artrosis escápulohumeral. Así, se debería hablar de “elevación perpendicular al plano de la escápula” (fle-
7) Sinovitis reumatoidea y otras. xión) y “elevación en el plano escapular” (abducción).
Para una adecuada interpretación de estos síndromes, es menester un conocimien- La articulación esternoclavicular es por encaje recíproco. La acromioclavicular es
to preciso de la anatomía y biomecánica de la cintura escapular y del hombro. una artrodia (figs. 1 y 4). Ambas presentan un fibrocartílago o disco intraarticular. La
articulación esternoclavicular constituye el único anclaje del esqueleto apendicular al
esqueleto axial. Todo el miembro superior pende del tronco por este anclaje (fig. 3).
II) RECUERDO ANATÓMICO Y FUNCIONAL Es por ello que se necesitan poderosos músculos elevadores de la cintura escapular pa-
ra mantener en su posición al miembro superior en relación con el tronco. El más im-
Estudiaremos sucesivamente 1) La morfología de la Cintura Escapular; 2) La morfolo- portante es el trapecio superior. Accesoriamente contribuyen el angular de la escápu-
gía del Hombro; 3) La función y biomecánica del Conjunto Cintura Escapular-Hombro. la y el romboides.
La Cintura Escapular (fig. 1) es el conjunto de estructuras que une el esqueleto axial La articulación acromioclavicular permite que la escápula y todo el miembro supe-
(tronco) con el esqueleto apendicular del Miembro Superior. Está constituido por la rior estén suspendidos de la clavícula. Para ello presenta, además de sus ligamentos
clavícula y la escápula, y las articulaciones esternoclavicular, acromioclavicular (articu- intrínsecos, poderosos ligamentos extrínsecos, los córacoclaviculares internos —trape-
laciones verdaderas) y escápulotorácica (seudoarticulación o mecanismo articular) zoides y conoides— (fig. 4).
(figs. 1, 4, 5).
La escápula no se encuentra colocada en el plano frontal, sino en un plano que for-
ma con el plano frontal un ángulo abierto hacia delante y afuera de 30º (fig. 1). Esto
tiene algunas implicancias prácticas:
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Fig. 11: EXTREMO PROXIMAL Fig. 12: EXTREMO Fig. 13: CINTURA ESCAPULAR. VISTA EXTERNA
Fig. 5: CORTE AXIAL U HORIZONTAL DE LA CINTURA Fig. 6: CORTE CORONAL O FRONTAL DE LA CINTURA DEL HÚMERO. PROXIMAL DEL HÚMERO. SIN LA CABEZA DEL HÚMERO. 1: Tendón de la
ESCAPULAR. 1: Cabeza del húmero. 2: Deltoides. ESCAPULAR. 1: Supraespinoso. 2: Bolsa VISTA ANTERIOR. CORTE FRONTAL O CORONAL. porción larga del bíceps. 2: Labrum o rodete
3: Infraespinoso. 4: Cuerpo de la escápula. 5: subacromiodeltoidea. 3: Tendón del supraespinoso. 1: Troquín. Nótese la convexidad glenoideo. 3: Acromion. 4: Apófisis coracoides.
Subescapular. 6: Serrato mayor. 7: Pared torácica. 4: Cabeza del húmero. 5: Deltoides. 6: Articulación 2: Troquíter. de la superficie articular 5: Ligamento acromiocoracoideo. 6: Orificio de
8: Pulmón. *: Articulación escápulo-torácica. acromioclavicular. 3: Corredera bicipital. de la cabeza. salida o “outlet” del supraespinoso. 7: Clavícula.
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MÚSCULOS TÓRACO-ESCAPULARES
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fija en el 1/3 externo de la clavícula, el acromion (sector interno, y la espina de El manguito rotador es una estructura continua en su inserción distal o humeral,
la escápula (labio superior). Se distinguen fibras superiores (elevadoras y bascu- que involucra a 4 músculos escápulohumerales: supraespinoso, infraespinoso, redon-
ladoras de la cintura escapular); medias (retropulsoras) e inferiores (depresoras). do menor y subescapular. Los tendones de inserción distal de todos estos músculos se
El músculo en conjunto es retropulsor de la cintura escapular. Su porción supe- entremezclan entre sí y con el sector más lateral de la cápsula articular.
rior, sinérgica con la porción inferior del serrato mayor, participa del movimien-
to de elevación del hombro (flexión y abducción) (figs. 26 y 28). Está inervado 1) El Supraepinoso (figs. 20 y 27) nace de la fosa homónima. Pasa por debajo de la
por el nervio espinal y el plexo cervical (C2 y C3). articulación acromioclavicular y luego debajo del tejadillo acromiocoracoideo,
por el denominado orificio de salida o “outlet” del supraespinoso. El mismo es-
tá delimitado: hacia arriba, por el ligamento acromiocoracoideo; hacia arriba y
MÚSCULOS ESCÁPULO-HUMERALES atrás, por el acromion, hacia abajo y atrás por la base del acromion; hacia aba-
jo por el borde superior de la cavidad glenoidea; y hacia abajo y adelante por la
El Manguito Rotador base de la apófisis coracoides (fig. 29). Se dirige luego hacia fuera y adelante,
Existen 6 músculos que se insertan en la cintura escapular y terminan en el húme- por arriba de la cabeza del húmero, pasa bajo el deltoides y termina en la cari-
ro: Los mismos pueden dividirse en 3 categorías: 1) El deltoides, principal elevador del lla superior del troquíter. Como todos los músculos del manguito rotador, con-
brazo; 2) Los músculos del manguito rotador: subescapular, supraespinoso, infraespi- trae íntimas adherencias con la cápsula articular y con los citados músculos veci-
noso y redondo menor, que son rotadores y estabilizadores; 3) El redondo mayor, que nos. Éstas son más firmes con el infraespinoso, y más laxas con el subescapular.
no forma parte del manguito rotador.
Existe un delicado equilibrio entre el Deltoides, por un lado, y el manguito rotador,
por el otro. La rotura de este equilibrio, por múltiples circunstancias, se traducirá en
disfunción y dolor en la elevación del hombro.
El Deltoides (fig. 19) es el principal músculo elevador del hombro. Ocupa el plano
muscular más superficial de la región del hombro, cubriendo en abanico a la articula-
ción y al manguito rotador. Toma inserción proximal en forma de una V abierta hacia
adentro, en el borde posterior (labio inferior) de la espina de la escápula, en el acro-
mion y en el borde anterior (1/3 externo) de la clavícula. Su inserción distal, también
es en V, abierta hacia arriba, sobre la V deltoidea, en la cara ánteroexterna del húme-
ro. Este músculo es el principal músculo elevador del hombro. También es extensor,
por sus fascículos posteriores. Está inervado por el nervio circunflejo (de las raíces C5
y C6), nervio de la elevación del hombro (anterior = flexión y lateral = abducción). Se
distinguen en este músculo 3 porciones: anterior (es flexor o elevador anterior); me- Fig. 23: PECTORAL MAYOR. Fig. 24: DORSAL ANCHO. Fig. 25: PAR DELTOIDES-
1: Porción Clavicular. 2: Porción SUPRAESPINOSO. 1: Supraespinoso.
dio (es abductor o elevador lateral) y posterior (es extensor). Esternocostal. 3: Porción Inferior 2: Deltoides.
o Condrocostal.
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Con este último, se entremezcla por intermedio del ligamento transverso de tremezclado con fibras del subescapular, supraespinoso y del ligamento córaco-hume-
Gordon-Brodie, que techa la corredera bicipital. Esta zona de transición entre el ral. El tendón termina insertándose en la fosa supraglenoidea y, además, continuán-
supraespinoso y el subescapular se denomina Intervalo rotatorio (figs. 9 y 16). El dose hacia delante y atrás con las fibras del labrum o rodete glenoideo. Esta estructu-
tendón de la porción larga del bíceps constituye una guía segura para encontrar ra tiene una función estabilizadora del hombro y ayuda a guiar a la cabeza, como un
el intervalo rotatorio en un acto quirúrgico. El supraespinoso está separado del riel a la rueda del tren, durante la elevación.
deltoides y del tejadillo acromiocoracoideo por la bolsa serosa subacromiodel-
toidea, constituyendo la seudoarticulación subacromiodeltoidea. Se describen MÚSCULOS TÓRACO-HUMERALES
en el tendón del supraespinoso una cara bursal, en contacto con la bolsa suba-
cromiodeltoidea, y una cara articular, en contacto con la cápsula articular. Su ac- Son el Pectoral Mayor y el Dorsal Ancho, ambos fuertes rotadores internos y aduc-
ción es coaptar la cabeza del húmero dentro de la glena y colaborar con el del- tores del brazo.
toides en la elevación del brazo. Integra con este último músculo una de las dos
cuplas elevadoras principales del hombro —la otra está compuesta por el par 1) El Pectoral Mayor (fig. 23) se inserta proximalmente por fascículos claviculares,
trapecio-dorsal ancho—. Está inervado por el nervio supraescapular, rama de las esternales y condrocostales, en los 2/3 internos de la clavícula (borde anterior),
raíces C5 y C6 del plexo braquial. en el esternón, 5 primeros cartílagos costales y extremo anterior de la 6ª costi-
lla. Desde allí, se dirige hacia la corredera bicipital, en cuyo labio externo se in-
2) El Infraespinoso (figs. 20, 21 y 27) se origina en la mayor parte de la fosa infra- serta. Es aductor con proyección ventral (por delante del tronco) y rotador inter-
pespinosa. Desde allí asciende hacia fuera y se inserta en la carilla media del tro- no del brazo. Está inervado por ramos colaterales del plexo braquial (de las raí-
quíter. Este músculo es un poderoso rotador externo del hombro. También de- ces C5, C6, C8 y T1).
prime y coapta la cabeza del húmero contra la glena. Está inervado por el ramo
terminal del supraescapular (proveniente de las raíces C5 y C6). 2) El Dorsal Ancho (fig. 24) se inserta en las apófisis espinosas de las últimas 6 vér-
tebras dorsales o torácicas y de todas las lumbares, en la cresta del sacro y en la
3) El Redondo Menor (figs. 20 y 21) es un pequeño músculo que nace del borde ex- cresta iliaca. Desde allí se dirige hacia arriba y afuera, rodea al redondo mayor
terno o axilar de la escápula, para ir a terminar en la carilla inferior del troquí- y se inserta por delante y fuera de éste, también en el labio posterior de la co-
ter. Tiene la misma acción que el infraespinoso. Está inervado por un ramo del rredera bicipital. Es aductor con proyección dorsal (por detrás del tronco) y ro-
circunflejo, proveniente de las raíces C5 y C6. tador interno del brazo. Está inervado por el nervio homónimo, procedente del
5º nervio cervical.
4) El Subescapular (figs. 22 y 27) nace de la fosa del mismo nombre, se dirige obli-
cuamente hacia arriba y afuera y se inserta distalmente en el troquín, uniéndo- La ELEVACIÓN DEL HOMBRO es una actividad importante para las actividades de la
se también a la parte lateral de la cápsula articular. Está separado del supraespi- vida diaria. Si bien puede producirse en infinito número de planos, se consideran dos
noso por el intervalo rotatorio. Es aductor y rotador interno del hombro y de- movimientos básicos de elevación: a) Hacia delante (elevación anterior o flexión),
presor de la cabeza humeral, aplicándola contra la glena. Está inervado por dos donde interviene fundamentalmente el deltoides anterior: y b) hacia fuera (elevación
nervios colaterales del plexo braquial (provenientes de las raíces C5 y C6). lateral o abducción), donde actúa especialmente el deltoides medio. Se produce, de
manera sintética, por la acción de dos pares o cuplas de músculos: un par escápulo-
El 5º músculo es el redondo mayor (fig. humeral (deltoides + supraespinoso) (fig. 25), y un par tóraco-escapular (trapecio + se-
20), que, como se dijo, no forma parte del rrato mayor) (fig. 26). Es decir que intervienen fundamentalmente los nervios circun-
manguito rotador. Parte del ángulo infe- flejo, supraescapular, espinal y del serrato mayor. Es decir, prácticamente todos pro-
rior de la escápula para dirigirse oblicua- vienen del plexo braquial alto (raíces C5 y C6).
mente hacia adelante y afuera, y terminar Sin embargo, la realidad es algo más compleja: existen otros músculos coaptadores
insertándose en el labio interno de la corre- y depresores de la cabeza humeral (fig. 27), con un importante componente de fuer-
dera bicipital. Su acción es de rotación in- za transarticular: el subescapular, el infraespinoso y el redondo menor, que también
terna y de aducción con proyección dorsal se oponen al ascenso de la cabeza, solicitada por el importante componente vertical
(por detrás del tronco). Está inervado por que tiene el deltoides, sobre todo cuando el brazo está al costado del cuerpo y se ini-
una rama del tronco posterior del plexo cia la elevación. Los denominamos músculos coaptadores.
braquial, proveniente de las raíces C6 y C7.
La porción larga del bíceps recorre la La báscula de la escápula (rotación alrededor de un eje ánteroposterior) (figs. 26 y
corredera bicipital o intervalo rotatorio Fig. 29: ORIFICIO DE SALIDA (“OUTLET”) DEL 28), producida por el par trapecio - serrato, eleva gradualmente su ángulo súperoex-
entre el troquín y el troquíter (figs. 9 y SUPRAESPINOSO. 1: Tendón largo del bíceps. 2: Labrum
terno, donde se ubica la glena, y va suministrando una plataforma móvil que se ubi-
o rodete. 3: Acromion. 4: Coracoides. 5: Ligamento
16). Este canal está techado por el liga- Acromiocoracoideo. 6: Orificio de salida (“outlet” ca siempre por debajo de la cabeza, permitiendo el apoyo de la misma durante todo
mento transverso (de Gordon-Brodie), en- del supraespinoso. 7: Clavícula. el arco de elevación. Esto se denomina ritmo escápulo-humeral.
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Del total del movimiento de elevación del hombro, 2/3 corresponden a la articula-
ción escápulohumeral y 1/3 a la escápulotorácica.
El ritmo escápulohumeral permite posicionar la mano en el espacio, que es una de
las funciones primordiales del hombro. La articulación escápulohumeral se encuentra
en el vértice de un amplio cono de circunducción que es capaz de trazar la mano en
el espacio, y que se proyecta hacia arriba, afuera, adelante, abajo, adentro y atrás. Es-
to permite alcanzar y tomar objetos en dicha amplia zona, arrojarlos, trepar, defen-
derse, atacar, empujar, abrazar, etcétera.
1) Cápsula articular glenohumeral con laxitud normal (sin retracciones = rigidez ni Fig. 33: ACROMION PLANO. Fig. 34: ARTROSIS Fig. 35: TENDINITIS DEL
excesivamente laxa = inestabilidades). ACROMIOCLAVICULAR. SUPRAESPINOSO - RESONANCIA.
2) Indemnidad anatómica de todos los tendones del manguito (ausencia de desgarros). 1: Articulación acromioclavicular S: Supraespinoso. La flecha muestra
artrósica. 2: Receso capsular inferior. el cambio de señal en el área de
3) Fuerza muscular normal (ausencia de parálisis muscular). tendinitis.
4) Regularidad de la superficie superior del manguito y las tuberosidades
5) Regularidad de la cara inferior del techo acromio-coracoideo.
6) Paredes de la bolsa subacromial lisas, delgadas y bien lubricadas En la elevación del hombro, entre los 60 y 120º, el supraespinoso se acerca al sec-
7) Concentricidad de las esferas de rotación subacromial y glenohumeral. tor ánterolateral del acromion y hasta contacta con el mismo, del cual lo separa la bol-
sa subacromiodeltoidea. En esta situación está reducida al mínimo la luz subacromio-
deltoidea. Este contacto se produce en la vecindad de la inserción del supraespinoso
III) PATOGENIA en el troquíter. Esta zona es la de menor vascularización y la más susceptible a sufrir
tendinitis con desgaste, inflamación (fig. 35), degeneración y ruptura. Los músculos
El Síndrome de fricción acromial (causa más común de hombro doloroso) se gene- del manguito rotador tienden a descender la cabeza y centrarla en la glena, mientras
ra por patología de la articulación subacromiodeltoidea. que el deltoides tiende a luxarla hacia arriba.
Existe un desfiladero estrecho, limitado por el acromion y el ligamento acromioco- Cuando el contacto del supraespinoso con el techo acromiocoracoideo está aumen-
racoideo y la articulación acromioclavicular hacia arriba, la base de la coracoides por tado en intensidad y/o en forma prolongada, aparece el síndrome de fricción acro-
delante, la base del acromion por detrás, y la articulación escápulohumeral hacia aba- mial, caracterizado por dolor a la elevación del hombro entre 60º y 120º (fig. 67), que
jo (fig. 29). Este espacio ha sido denominado por Neer “outlet” u orificio de salida del luego se hace de reposo y puede llevar a la rigidez del hombro.
supraespinoso. En dicho espacio se ubican la bolsa subacromiodeltoidea, el tendón del El sustrato anatómico suele ser una tendinitis o tendinosis del supraespinoso y/o de
supraespinoso y el tendón del bíceps. Cualquier desproporción entre continente y la porción larga del bíceps, acompañado en forma variable por bursitis subacromio-
contenido puede producir un roce e impactación de las estructuras del espacio suba- deltoidea.
cromial contra el techo o tejadillo acromio-coracoideo. Existen cuatro mecanismos fundamentales, que pueden presentarse aisladamente,
secuencialmente o simultáneamente, a saber:
Las variedades planas y en gancho se ven sobre todo en los síndromes de fric-
ción acromial. Neer considera que estas variedades son causa del síndrome.
Otros autores consideran que son deformaciones patológicas consecuencia
del síndrome. Es así que el acromion en gancho sería un osteofito ánteroin-
Fig. 30: ACROMION NORMAL. Fig. 31: ACROMION CURVO. Fig. 32: ACROMION EN GANCHO. ferior por calcificación del ligamento acromiocoracoideo.
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• La artrosis de la articulación acromioclavicular (fig. 34), con osteofitos inferio- 4) Degeneración por trastornos vasculares. Como ya se dijo, la zona del tendón del
res, también reduce el espacio subacromial y contribuye a la fricción acromial. supraespinoso vecina a su inserción en el troquíter, es relativamente hipovascu-
• También las calcificaciones del supraespinoso o de la bolsa subacromiodeltoi- lar. El sobreuso puede lesionar esta zona hipovascular e iniciar un desgarro.
dea (fig. 82), pueden desencadenar o contribuir al desarrollo de un síndrome
de fricción acromial. El dolor que aparece por los mecanismos anteriores, y, en los casos avanzados, el
• Del lado humeral, una fractura del troquíter viciosamente consolidada, o una trastorno biomecánico de la elevación, van disminuyendo la movilidad del hombro,
fractura del cuello del húmero consolidada en varo, van a reducir el espacio especialmente la elevación, con lo que gradualmente va produciéndose una retrac-
subacromial y producir fricción. ción de la cápsula posterior, lo que limita la elevación y la rotación interna. El hombro
tiende a hacerse rígido y puede desembocar en el denominado Hombro Congelado,
Según Neer, la persistencia del frote, choque o “impingement”, va produciendo un en el que hay una rigidez total de la articulación escápulohumeral, acompañada de
desgaste de la cara bursal del supraespinoso, llevando a su degeneración y ruptura. intenso dolor y de signos neurovegetativos.
La retracción de la cápsula posterior agrava la fricción acromial, porque al elevar el
2) Reducción dinámica del espacio subacromial. Se produce por disbalance entre hombro, se tensa dicha cápsula retraída y hace ascender pasivamente la cabeza hu-
los músculos coaptadores escápulohumerales y/o depresores de la cabeza (subes- meral al contraerse los músculos elevadores, con lo que hay mayor choque contra el
capular, supraespinoso, infraespinoso y redondo menor), y el deltoides. Predo- techo acromiocoracoideo.
mina el componente de ascenso de la cabeza humeral sobre el componente El desgarro que comienza generalmente como parcial en la cara articular del ten-
coaptador transarticular. Esto hace que el supraespinoso, la porción larga del bí- dón del supraespinoso, se va propagando hasta hacerse total —de todo el espesor,
ceps y la bolsa subacromiodeltoidea sufran un proceso de fricción contra el acro- comprometiendo las caras articular y bursal— (figs. 39 y 40). Se propaga luego radial-
mion y el ligamento acromiocoracoideo. Puede presentarse aisladamente, o aso-
ciada a desgarros del manguito rotador.
En la inestabilidad multidireccional del hombro, por cápsula hiperlaxa y redundan-
te, el manguito rotador no puede estabilizar la cabeza humeral durante la eleva-
ción, y puede producirse una fricción acromial por predominio del deltoides.
3) Desgarros parciales del tendón del supraespinoso (figs. 36-38). Se asocian con el
envejecimiento y el uso del hombro. Pueden ser incompletos o completos. Ge-
neralmente, comienzan como incompletos. Estos pueden ser: intrasustancia, de
la cara articular o de la cara bursal del tendón. Estos últimos son siempre sinto-
máticos. Los otros dos, si bien casi siempre asintomáticos, suelen ser gradual-
mente progresivos hasta hacerse completos y por consiguiente sintomáticos. Un
desgarro completo o uno incompleto de la cara bursal, producen disbalance y se
asocian a dolor. El desgarro parcial más frecuente parecería localizarse en la ca- Fig. 38: DESGARRO PARCIAL DEL Fig. 39: DESGARRO DEL Fig. 40: DESGARRO DEL SUPRAESPINOSO DE
SUPRAESPINOSO. RESONANCIA. SUPRAESPINOSO ESPESOR TOTAL. RESONANCIA. La flecha marca
ra articular del tendón. La flecha muestra un desgarro DE ESPESOR TOTAL. el desgarro. 2: Supraespinoso.
en la cara bursal.
Fig. 36: DESGARRO PARCIAL DEL SUPRAESPINOSO. Fig. 37: DESGARRO PARCIAL DEL SUPRAESPINOSO. Fig. 41: FENÓMENO DEL Fig 42: BURSITIS SUBACROMIAL CON Fig 43: BURSITIS SUBACROMIAL CON
RESONANCIA. Las flechas muestran desgarros RESONANCIA. La flecha muestra un desgarro “PUENTE COLGANTE” DERRAME. RESONANCIA. CORTE CORO- DERRAME. RESONANCIA. CORTE
en la cara articular. en la cara bursal. 1: Desgarro del supraespinoso NAL O FRONTAL. CORONAL O FRONTAL.
de espesor total pero con
márgenes laterales sólidos.
2: Tendón del supraespinoso.
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mente al resto del tendón, el que, en el sector desinsertado del troquíter, llega a
adoptar una forma de arco a concavidad externa. Mientras conserva sus inserciones
anterior y posterior, aunque esté desinsertado en su sector medio, puede ser compa-
tible con una buena elevación del hombro (fenómeno del puente colgante) (fig. 41).
La bolsa subacromiodeltoidea puede presentar grados variables de inflamación y con-
tribuir al cuadro doloroso (figs. 42-44). En los cuadros crónicos, el tendón de la por-
ción larga del bíceps también se afecta, y sufre un desgaste que puede llegar a pro-
ducir la rotura espontánea de dicho tendón, que expresa un trastorno crónico del
manguito rotador.
El desgarro puede propagarse luego hacia adelante, al subescapular, y hacia atrás,
Fig 44: BURSITIS SUBACROMIAL CON DERRAME. Fig. 45: ROTURA MASIVA. FEMORALIZACIÓN DEL al infraespinoso, constituyendo un desgarro masivo (fig. 45). En esta circunstancia, la
RESONANCIA. CORTE AXIAL U HORIZONTAL. HÚMERO Y ACETABULIZACIÓN GLENO-SUBACROMIAL.
S: Cuerpo muscular del supraespinoso con rotura de su cabeza asciende, solicitada por el deltoides, y se acerca al acromion, lo que se verifica
tendón. Flecha negra: Rotura del supraespinoso. Flechas en una radiografía de frente (fig. 46). El remanente del manguito queda debajo del
blancas gruesas: Acetabulización. Flechas blancas finas: ecuador de la cabeza, produciéndose una lesión en ojal o “boutonnière”. El ascenso
Femoralización.
aumenta la fricción subacromial y desestabiliza la cabeza, perturbando aún más la
elevación del brazo. Se ha perdido la concentricidad de los dos círculos: el escápulo-
humeral y el acromiodeltoideo.
Gradualmente pueden irse produciendo luego cambios óseos (figs. 45 y 47-50), a saber:
1) ESTUDIO DE LA MOVILIDAD
La elevación en ambos planos debe ser completa e indolora, hasta los 180ª.
Fig. 49: RESONANCIA MAGNÉTICA
DE ARTROPATÍA POR MANGUITO.
Se evalúa luego la rotación externa activa (fig. 54). Ello se realiza colocando las ma-
CORTE AXIAL Corresponde al caso nos detrás de la nuca con los dedos entrelazados y llevando los codos hacia atrás.
de las figs. 47 y 48. La flecha Fig. 50: RESONANCIA DE ARTROPATÍA POR Fig. 51: PRÓTESIS TOTAL DE Se evalúa luego el triple punto de Kapandji. Un hombro normal debe poder tras-
marca excrecencias en la corredera MANGUITO. CORTE FRONTAL. Corresponde HOMBRO EN ARTROPATÍA
bicipital, que está deshabitada al caso de las figs. anteriores. A notar la POR MANGUITO
ladar activamente a los dedos a dicho punto, constituido por el ángulo posterior del
(signo de rotura del tendón de la rotura masiva del manguito, el derrame (corresponde al caso acromion contralateral; por 3 caminos:
porción larga del bíceps). articular, y el osteofito inferior (asterisco). de las figs. anteriores).
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• Por delante del tronco (fig. 55) (flexión, aducción y rotación interna). Se cuanti- • Se realiza la maniobra de la rotación interna del hombro por detrás del tronco,
fica midiendo la distancia del pulgar al acromion posterior. como ya se explicó. Se valora por la altura a que llega el pulgar en relación con
• Por detrás del tronco y por arriba de la cabeza (fig. 56) (flexión y rotación ex- la columna vertebral, y reparos anatómicos con los que contacta: trocánter ma-
terna). Se cuantifica midiendo la distancia del pulgar al ángulo posterior del yor (fig. 60); glúteo (fig. 61); sacro (fig. 62); cresta ilíaca (fig. 63); ángulo inferior
acromion. de la escápula (fig. 64); espina de la escápula (fig. 65).
• Por detrás del tronco y desde abajo (fig. 57) (extensión, aducción y rotación in- • Se evalúa la elevación anterior máxima (flexión), con el enfermo acostado. Se
terna). Se señala el nivel que alcanza el dedo pulgar. La línea media a la altura mide en grados (fig.66).
de las crestas corresponde al espacio L4-L5, el vértice inferior de la escápula, a
T7; la base de la espina a T3. El acromion corresponde a C7, pero el pulgar no
llega normalmente a esta altura. 2) ARCO DE FRICCIÓN ACROMIAL
Para evaluar una posible limitación de la movilidad por retracción de la cápsula Existen varias maneras de realizar esta maniobra:
posterior, se realizan las siguientes maniobras, que evidencian una limitación de la
flexión y rotación interna: • Se hace elevar activamente el hombro al paciente en el sentido de la flexión o
de la abducción. Dichas elevación es indolora hasta los 60°. Entre los 60° y 120°
• Se lleva el brazo a 90º de abducción, con el codo flexionado a 90º. Se explora la (fig. 67) aparece un dolor subacromial que se genera por la disminución de di-
rotación interna en esa posición. Se expresa en grados. Es la maniobra más sen- cho espacio en el citado arco y por el choque (“impingement”) y/o fricción de las
sible (fig. 58).
• Se lleva el brazo a la aducción máxima por delante del tórax. Se mide la distan-
cia del pliegue del codo al borde anterior del acromion (fig. 59).
Fig. 58: EVALUACIÓN DE LA ROTACIÓN Fig. 59: ADUCCIÓN CRUZADA SOBRE EL Fig. 60: EVALUACIÓN DE LA
INTERNA EN ABDUCCIÓN DE 90º. PECHO. Se está midiendo la distancia ROTACIÓN INTERNA. Nivel
pliegue del codo/acromion trocánter mayor.
Fig. 52: PRUEBA DE ELEVACIÓN Fig. 53: PRUEBA DE ELEVACIÓN Fig. 54: PRUEBA DE ROTACIÓN EXTERNA.
ANTERIOR. LATERAL.
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3) PALPACIÓN SUBACROMIAL
Fig. 64: EVALUACIÓN Fig. 65: EVALUACIÓN Fig. 66: ELEVACIÓN ACTIVA EN DECÚBITO.
DE LA ROTACIÓN INTERNA. DE LA ROTACIÓN INTERNA. La palpación subacromial anterior y lateral puede ser dolorosa. El punto subacro-
Nivel ángulo inferior de la Nivel espina de la escápula. mial del dolor se localiza haciendo flexionar al paciente el codo y la muñeca. El dedo
escápula.
medio del paciente señala el punto doloroso subacromial anterior (figs. 69 y 70). Este
dolor puede aumentar o manifestarse realizando la palpación asociada a 3 maniobras:
Fig. 67: ARCO DEL SUPRAESPINOSO. Fig. 68: ELEVACIÓN RESISTIDA DOLOROSA EN LA FRIC-
CIÓN ACROMIAL. Fig. 71: PALPACIÓN SUBACROMIAL Fig. 72: PALPACIÓN SUBACROMIAL Fig. 73: PALPACIÓN SUBACROMIAL
POTENCIADA CON ELEVACIÓN. POTENCIADA CON ADUCCIÓN ANTE- POTENCIADA CON ADUCCIÓN
RIOR Y ROTACIÓN INTERNA. POSTERIOR Y ROTACIÓN INTERNA.
Fig. 69: SEÑALIZACIÓN DEL PUNTO SUBACROMIAL CON Fig. 70: PALPACIÓN SUBACROMIAL. Fig. 74: CORREDERA BICIPITAL CON Fig. 75: MANIOBRA DE SPEED PARA Fig. 76: MANIOBRA DE YERGAS-
EL DEDO MEDIO DEL PROPIO PACIENTE. BRAZO EN 10º DE ROTACIÓN LA TENDINITIS BICIPITAL. SON DE LA SUPINACIÓN RESISTIDA
INTERNA. PARA LA TENDINITIS BICIPITAL.
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V) CUADRO CLÍNICO
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• Debilidad: Dificultad para elevar el hombro. Se pone de manifiesto con las prue- 5) Desgarro parcial sintomático: Hay dolor a la elevación. La resonancia magnética
bas de movilidad activa y con las maniobras descriptas en Valoración de la Fuer- muestra el desgarro.
za Muscular. 6) Desgarro total: Hay dolor a la elevación. La resonancia muestra el desgarro to-
• Impotencia funcional: Presente en las lesiones extensas del manguito, se mani- tal del supraespinoso. Puede haber debilidad de la elevación por el dolor o si el
fiesta por imposibilidad de elevar el hombro. También deben realizarse las prue- desgarro es extenso.
bas de valoración de la fuerza muscular para determinar la extensión de la le- 7) Desgarro masivo: Dolor e impotencia funcional para la elevación. Las pruebas
sión. Para diferenciar la Impotencia Funcional o la debilidad, del dolor, es útil el musculares de contracción isométrica contra resistencia muestran debilidad o
test de Neer ya descripto. ausencia de acción del supraespinoso, infraespinoso y subescapular. Las radio-
• Rigidez: Puede presentarse casi desde el comienzo, en cuyo caso para algunos grafías muestran ascenso de la cabeza humeral. La resonancia magnética mues-
autores sería una entidad diferente: el hombro congelado, o luego de la insta- tra el desgarro masivo.
lación del dolor y la debilidad, por actitudes antálgicas prolongadas. Se debe a 8) Artropatía por desgarro del manguito: Igual que el anterior, pero las radiogra-
retracción de la cápsula posterior, y se detecta con las maniobras ya descriptas. fías muestran cambios óseos, de acetabulización de la glena y el arco acromio-
• Inestabilidad: En ciertas oportunidades, un desgarro del manguito rotador, es- coracoideo, y de femoralización de la cabeza humeral. Esta forma, de discreta
pecialmente los agudos del subescapular, cursa con inestabilidad del hombro. A frecuencia, constituye el estadío final de los desgarros del manguito rotador.
su vez, una inestabilidad multidireccional por laxitud capsular predispone a la
fricción acromial, al permitir el ascenso de la cabeza, de modo tal que pueden Las formas sintomáticas más frecuentes son el desgarro parcial y el desgarro total
coexistir ambos cuadros, si bien no es muy frecuente. Las inestabilidades se eva- del supraespinoso.
lúan como se señala más adelante en acápite Diagnóstico Diferencial.
• Chasquidos: Se producen al elevar el hombro. Son audibles y palpables, percep- 2) HOMBRO CONGELADO O CAPSULITIS ADHESIVA
tibles por el enfermo y el examinador. Traducen un desplazamiento y roce del
supraespinoso o de la porción larga del bíceps contra el tejadillo acromiocora- Es una rigidez progresiva de la articulación escápulohumeral. Puede aparecer en
coideo. forma idiopática, constituyendo una enfermedad. En este caso, suele ser bilateral.
• Crepitación: Se percibe al mover el hombro. Es palpable por el examinador y a También puede presentarse acompañando a un síndrome de fricción acromial. En am-
veces perceptible por el paciente. Ver la maniobra en Semiología elemental. bos casos, el cuadro se debe a una retracción progresiva de la cápsula posterior, y pos-
Puede ser asintomática o integrar el cuadro de un síndrome de fricción acromial teriormente a una obliteración del receso capsular inferior que impide la elevación
o de un desgarro extenso del manguito y también, de una artropatía por desga- del brazo. Las radiografías son normales. La resonancia magnética muestra, en los ca-
rro del manguito sos avanzados, la obliteración del receso o fondo de saco capsular inferior y eventual-
mente patología del manguito rotador. El tratamiento inicial es de rehabilitación, si-
FORMAS CLÍNICAS milar a la de un síndrome de fricción acromial. Si fracasa, puede recurrirse a la libera-
Existen varias formas clínicas del síndrome de fricción acromial y lesión del mangui- ción artroscópica.
to rotador. A veces pueden asociarse dos de estas formas clínicas. Son las siguientes:
3) ARTROSIS ACROMIOCLAVICULAR
1) Desgarro parcial asintomático: Hallazgo de desgarro parcial en la resonancia
magnética, con buena función del hombro y sin dolor. Esta entidad se manifiesta también por dolor a la elevación del hombro, pero, en
2) Limitación de la movilidad por retracción capsular posterior: Hay dolor y limita- los casos puros, el dolor no es subacromial.
ción de la elevación y de la rotación interna, evidenciada por las maniobras que La palpación de la articulación acromioclavicular es dolorosa.
se describieron. No hay lesión del manguito rotador en la resonancia magnéti- La maniobra de cruzar el brazo sobre el pecho en aducción y flexión, produce do-
ca. Puede terminar en una rigidez total u hombro congelado. lor acromioclavicular y no subacromial.
3) Fricción acromial por desgaste del supraespinoso. No hay desgarro. La resonan-
cia magnética muestra signos de tendinosis o tendinitis. Hay dolor a la elevación Maniobra de Paxinos (fig. 83): El examinador se coloca por detrás del paciente,
y crepitación a las rotaciones del hombro. abrazando el hombro con la mano opuesta al lado del paciente que se examina. El
4) Tendinitis calcificante (fig. 82): El tendón del supraespinoso puede presentar cal- pulgar se apoya sobre el ángulo posterior del acromion y los dedos sobre el 1/3 me-
cificaciones. Con menor frecuencia pueden estar afectados otros tendones del dio de la diáfisis clavicular. El pulgar empuja el acromion hacia arriba y adelante, y los
manguito rotador. La etiología es desconocida, y, con el tiempo, la calcificación dedos empujan la clavícula hacia abajo y atrás. La maniobra es positiva cuando apa-
tiende a reabsorberse. Este proceso de reabsorción suele ser muy doloroso. El rece dolor acromioclavicular.
cuadro clínico no difiere del de la fricción acromial, pero hay un hallazgo radio- Radiográficamente se aprecia irregularidad y esclerosis en la interlínea articular. A
gráfico de calcificación subacromial. En la resonancia no suele haber desgarros veces hay osteofitos que se proyectan hacia abajo y lateral y pueden ocasionar un sín-
del manguito, salvo en ocasiones en que la calcificación puede romper la cara drome de fricción acromial. El tratamiento inicial es médico y fisiokinésico. Si fracasa,
bursal del tendón. el tratamiento es quirúrgico, resecando 1 cm del extremo externo de la clavícula.
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4) LESIÓN SLAP
Se produce por lesión del labrum o rodete superior. Esta lesión puede extenderse
al tendón de la porción larga del tríceps. Es así que se distinguen 4 grados, aprecia-
bles por artroscopia:
• Grado 1: rotura fibrilar de parte de la inserción en el reborde glenoideo, conser-
vando intacta la inserción del tendón largo del tríceps.
• Grado 2: desgarro completo con separación. Está desinsertado el tendón largo
del tríceps en su porción central. Fig. 83: MANIOBRA DE PAXINOS Fig. 84: TEST DE APRENSIÓN Fig. 85: PRUEBA
• Grado 3: desgarro transversal en asa de balde. PARA EL DOLOR PARA INESTABILIDAD DE HOMBRO. PULGAR/ANTEBRAZO PARA
ACROMIOCLAVICULAR. LAXITUD (INESTABILIDAD
• Grado 4: desgarro longitudinal en asa de balde que se extiende al tendón largo MULTIDIRECCIONAL).
del tríceps.
Esta lesión es generalmente traumática, por caída con el brazo en abducción. Se 7) INESTABILIDAD DEL HOMBRO
manifiesta por dolor y sensación de resalto o de bloqueo al elevar el hombro. La con- (Antiguamente llamada luxación recidivante)
firmación del diagnóstico se realiza por resonancia magnética y por artroscopia.
El tratamiento es habitualmente artroscópico, y consiste en: La inestabilidad del hombro puede revestir dos formas:
• Grado 1: debridamiento con “shaver”.
• Grado 2: cruentado y fijación al reborde glenoideo. • Traumática. Es unidireccional, generalmente anterior. Existe el antecedente de
• Grado 3: debridamiento, cruentado, resección del asa de balde y reinserción del un traumatismo violento con luxación inicial. Es mucho más frecuente cuando
resto. dicho traumatismo se produce en sujetos de menos de 30 años. El diagnóstico
• Grado 4: igual al anterior pero reinsertando también el tendón largo del bíceps. clínico se efectúa con el test de la aprensión (fig. 84) Para ejecutar el mismo, el
examinador se coloca detrás del paciente, con la mano del mismo lado empu-
5) ROTURA DEL BÍCEPS LARGO ñando la muñeca y la opuesta abrazando el hombro. Se lleva pasivamente el
brazo a 90º de abducción y se imprime al hombro una rotación externa. El do-
La rotura de la porción larga del bíceps suele culminar un proceso crónico de ten- lor y una defensa muscular limitan este movimiento. La resonancia magnética, y
dinitis bicipital asociado a un desgarro del manguito rotador con fricción acromial. Se mejor aún, la neumoartro-TAC suelen mostrar un desgarro cápsulo-labral en el
suele referir como un accidente agudo, en el cual, sobre un fondo de dolor crónico sector ánteroinferior del reborde glenoideo (entre horas 3 y 6 para un hombro
del hombro, se produce un dolor agudo y aparece una masa ovoidea visible y palpa- derecho), denominado lesión de Bankart. El tratamiento es siempre quirúrgico
ble en el sector distal de la región anterior del brazo. El diagnóstico es clínico, y pue- y consiste en reinsertar las estructuras desprendidas, a cielo abierto o por vía ar-
de documentarse con una ecografía del hombro, que muestra la corredera bicipital troscópica.
vacía, o con una resonancia magnética, que arroja igual resultado. El tratamiento de • Atraumática. Es multidireccional. No hay antecedentes de traumatismos. El pa-
las roturas es quirúrgico en atletas y dentro de los primeros 5 días. Consiste en rein- ciente presenta hiperlaxitud generalizada y puede luxar voluntariamente su
sertar el tendón con perforaciones en el lecho de la corredera. Pasado este tiempo, o hombro. No suele ser tan dolorosa como la anterior. El test de aprensión no sue-
en adultos que no realizan actividades de competición, se prefiere la abstención qui- le ser tan francamente positivo. Tres pruebas apoyan el diagnóstico:
rúrgica y rehabilitación, con excelentes resultados funcionales. • Prueba pulgar-antebrazo (fig. 85). Llevando pasivamente el pulgar y la muñeca
a la hiperextensión y abducción, el pulgar llega a contactar con el antebrazo.
6) LUXACIÓN RECIDIVANTE DEL BÍCEPS • Prueba de la traslación anterior y posterior (fig. 86). El médico toma la cabe-
za del húmero con la mano homolateral, abrazándola por el sector externo
En los desgarros crónicos del manguito rotador, en los que se afecta el intervalo ro- del hombro. Le imprime fuerzas anteriores y posteriores, verificando una tras-
tatorio, se distienden las fibras confluentes del ligamento córaco-humeral, el ligamento lación anormal.
transverso de Gordon Brodie, y las de los tendones del subescapular y el supraespinoso, • Prueba del surco (fig. 87). El paciente permanece con el brazo al costado del
que forman un complejo que retiene al tendón largo del bíceps. El cuadro es similar al cuerpo. El médico tracciona de la muñeca hacia abajo, y aparece un surco su-
del síndrome de fricción acromial, pero puede haber dolor provocado más distalmente, bacromial lateral anormal.
sobre la corredera bicipital. Las maniobras de Speed y de Jergasson son positivas, así co-
mo la prueba de Abbott. El tratamiento suele ser quirúrgico, pudiéndose optar por la El tratamiento consiste en rehabilitación muscular. En algunos casos de fracaso, se
plastia del ligamento de Gordon Brodie con tejidos vecinos, o la fijación del tendón a la debe recurrir al tratamiento quirúrgico. El mismo consiste en la plicatura e imbricado
corredera bicipital. de la cápsula redundante.
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VIII) DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL movilidad del hombro y prevenir una eventual capsulitis adhesiva (hombro con-
gelado), ya que la natural tendencia del paciente a inmovilizar el hombro por
Debe hacerse con: el dolor, puede introducirlo en un círculo vicioso de dolor y rigidez.
• Ejercicios con roldana: con una polea al frente y sobre la altura de la cabeza,
• Las diferentes cérvicobraquialgias (ver separata anterior), entre ellas especial- se trabaja con el miembro opuesto, que desciende y provoca el ascenso del
mente la protrusión discal cervical y el atrapamiento del plexo braquial en el miembro afectado, que se mantiene completamente relajado.
desfiladero interescalénico. El dolor suele ser irradiado y nacer proximal o distal
al hombro. Suele haber también parestesias, siguiendo un neurodermatoma. b) Elongación de las estructuras retraídas
• El atrapamiento del nervio supraescapular: puede producirse al pasar por el • Ejercicios con bastón
agujero coracoideo. Produce atrofia del supraespinoso e infraespinoso, a veces De pie, con un bastón empuñado con ambas manos, codos en flexión de 90º
dolor, y trastornos consiguientes en la elevación del hombro, por desequilibrio y brazos pegados al cuerpo, la mano del miembro sano imprime rotación in-
entre el deltoides y el manguito rotador. Generalmente son deportistas que so- terna y externa graduales, tratando de vencer la rigidez. El bastón se despla-
meten al hombro a amplios y rápidos movimientos, lo que tracciona del nervio za de derecha a izquierda (figs. 88 y 89).
en el punto de fijeza constituido por el agujero coracoideo. De pie, paciente agachado, sujeta con ambas manos el bastón por delante de
• El atrapamiento del nervio del infraespinoso (rama terminal del supraescapu- su cuerpo y paralelo al mismo, codos extendidos, mano del lado afectado em-
lar), puede producirse a su paso por el agujero espinoglenoideo, en la base de puñando el bastón por arriba. Comienza con el bastón entre las piernas, y
la espina. Hay únicamente atrofia del infraespinoso. La causa más común es un luego, la mano del lado sano va empujando el bastón y el miembro del lado
ganglión que nace en el sector posterior de la articulación escápulohumeral, y
comprime el nervio. Se lo evidencia en los estudios de resonancia magnética.
• El síndrome de Parsonage y Turner: es una neuritis plexual, probablemente de
etiología viral, que comienza con intenso dolor en la región del hombro, para
luego dar atrofias y parálisis. Suele comprometer al supraespinoso y al infraes-
pinoso.
• El síndrome de Pancoast: el dolor es excruciante y con gran componente neuro-
vegetativo, y se irradia a todo el miembro superior. La radiografía descentrada
de vértice o la tomografía computada certifican el diagnóstico.
IX) TRATAMIENTO
El 80% de estos cuadros responde al tratamiento conservador. En los casos con in-
tenso dolor, pueden realizarse dos infiltraciones con lydocaína y corticoides, en el
punto subacromial anterior (extraarticular), con intervalos de una semana, para lue-
go pasar al tratamiento de rehabilitación. En muchos casos, puede comenzarse direc-
tamente con dicho tratamiento. El mismo consiste en ejercicios de amplitud de movi-
miento, elongación y entrenamiento muscular. El tratamiento debe durar hasta 6 me-
ses. La mejoría comienza a notarse recién al mes y medio.
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afectado hacia arriba, mientras el paciente se yergue, empujando el hombro 2) TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
a la flexión. El bastón se desplaza de abajo arriba (fig. 90).
• Ejercicios con toalla Se aplica en los casos refractarios al tratamiento incruento, y en las roturas masivas
El más empleado es el siguiente (fig. 91): se coloca el miembro del lado afec- del manguito rotador.
tado por detrás del tronco, en rotación interna, tomando un extremo (el in-
ferior) de una toalla. Con la otra mano detrás de la cabeza, se toma el extre- • En el síndrome de fricción acromial persistente, sin desgarro del manguito rota-
mo superior de la toalla y se tracciona hacia arriba, buscando elevar el miem- dor o con un desgarro del supraespinoso con conservación de sus inserciones an-
bro afectado por detrás del tronco y forzar así la rotación interna. teriores y posteriores (fenómeno del puente colgante), con buena función al eli-
minar el dolor mediante el test de Neer, se realiza la Acromioplastia anterior (re-
c) Ejercicios de fuerza muscular sección, mediante abrasión con escoplo o con fresa quirúrgica, de la cara infe-
Pretenden rebalancear las fuerzas centradoras y depresoras del manguito rota- rior del acromion, fig. 97). Este gesto quirúrgico produce una ampliación del ori-
dor con las elevadoras del deltoides. Consisten en ejercicios de extensión, fle- ficio de salida del supraespinoso y aleja el tendón del techo acromiocoracoideo.
xión, rotación interna y externa y abducción contra resistencia de bandas elásti- Puede acompañarse de resección del ligamento acromiocoracoideo. También,
cas (figs. 92-96). en los casos de osteofitos inferiores acromioclaviculares, puede acompañarse de
resección de 1 cm del extremo lateral de la clavícula. La operación puede reali-
zarse a cielo abierto o en forma artroscópica. Un punto capital es no debilitar las
inserciones del deltoides.
• En los desgarros del manguito con insuficiencia mecánica para la elevación, se
realiza también la acromioplastia, pero se la acompaña de reinserción del man-
guito rotador con puntos transóseos o con arpones quirúrgicos que se fijan al
hueso (figs. 98-99). Si el desgarro es masivo y antiguo, suele ser necesario movi-
lizar los músculos para acercarlos al sitio de sutura. En casos irreparables, se pue-
den hacer transferencias tendinosas para suplir en parte la función del mangui-
to. Se utiliza preferentemente el pectoral mayor, transferido al sector superior
del troquíter.
X) CONCLUSIONES
Fig. 92: EJERCICIO CON BANDA. Fig. 93: EJERCICIO CON BANDA. Fig. 94: EJERCICIO CON BANDA.
EXTENSIÓN CONTRA FLEXIÓN CONTRA RESISTENCIA. ROTACIÓN INTERNA CONTRA El hombro doloroso reconoce múltiples etiologías. La causa más común es el síndro-
RESISTENCIA. RESISTENCIA.
me de fricción acromial, que consiste en un conflicto entre continente y contenido a
Fig. 95: EJERCICIO CON BANDA. ROTACIÓN EXTERNA Fig. 96: EJERCICIO CON BANDA. ABDUCCIÓN CONTRA
CONTRA RESISTENCIA. RESISTENCIA.
Fig. 97: ACROMIOPLASTIA Fig. 98: REPARACIÓN DE Fig. 99: REPARACIÓN DE MANGUITO
ANTERIOR. MANGUITO ROTADOR CON ARPONES O TORNILLOS CON
CON PUNTOS DE SUTURA SUTURAS ENHEBRADAS (RADIOGRAFÍA).
TRANSÓSEOS.
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nivel de la articulación subacromiodeltoidea. Se pone de manifiesto por dolor a la ele- Bibliografía sugerida
vación anterior o lateral del hombro, entre 60º y 130º. Este síndrome puede coexistir
con trastornos degenerativos del supraespinoso, o con grados variables de desgarros
parciales, totales o masivos del manguito rotador. El diagnóstico es cínico: arco de fric-
ción acromial y test de Neer. La confirmación la realizan la resonancia magnética y Craig EV. The Shoulder. Master Techniques in Orthopaedic Surgery. Raven Press, New
eventualmente la artroscopia. La mayoría de estos cuadros son pasibles de tratamien- York, 1995.
to de rehabilitación y rebalance entre el manguito rotador y el deltoides. En algunos Neer CS. Shoulder Reconstruction. W. B. Saunders, Philadelphia, 1990.
casos es necesario el tratamiento quirúrgico, consistente en una acromioplastia (resec-
ción de la parte inferior del acromion), y en otros debe realizarse una sutura quirúr- Poitevin LA. Cérvicobraquialgias. Separata 2004, Montpellier, Buenos Aires, 2004.
gica transósea del manguito rotador. Rockwood CA, Matsen FA. Hombro. 2a. ed., Mc Graw - Hill, Interamericana, México,
2000.
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Notas
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