Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
14:12-14*
René Krüger
Resumen: Le 14 12-14 contiene una propuesta original y contracultural de Jesús relacionada con
la integración de las personas pobres y con discapacidades La propuesta invierte los criterios de
reciprocidad socioeconómica y de exclusión religiosa de aquel entorno, y cuestiona profundamente
vanos fundamentos ideológicos y prácticos de la sociedad del siglo I A la vez, sobrepasa
cualitativamente toda "lástima desde arriba" y toda "benevolencia generalizada" La moción implica
una transformación de las personas por la respectiva dignidad de cada una de ellas Constituye un
desafío en el momento actual en que sectores crecientes de la sociedad sufren bajo la pobreza y la
exclusión de toda posibilidad de sano desarrollo y construcción de la vida
Abstract: Lk 14 12-14 contains an original and countercultural proposition from Jesus related to the
integration of persons who are poor and handicapped The proposition inverts the entena of socioeconomic
reciprocity and religious exclusion of Jesus' milieu, and profoundly questions vanous ideological and
practical bases of society in the first century At the same time, it qualitatively surpasses any kind of
"pity from above" and all "generalized benevolence" The motion implies a transformation of persons
due to the respective dignity of each one of them It constitutes a challenge in the very moment in which
growing sectors of society are suffenng from poverty and the exclusion from every possibility of healthy
development and the construction of life
1 Dietfried Gewalt, „Exegetische Begründung diakonischen Handelns? Eine Fallstudie", en: Michael Schibilisky
(Ed.), Kursbuch Diakonie, Neukirchen-Fluyn, Neukirchener, 1991: p. 173.
Cuadernos de Teología, XXIII, 2005 69
2 Dado que una discapacidad es apenas un atributo de una parte de una determinada persona y jamas abarca la
totalidad de la misma ni pone en cuestionamiento el hecho de que se trate de un ser humano, es imprescindible
abandonar la terminología lesiva y ofensiva de "minusválido", "disminuido", "impedido", "imposibilitado", pues
su empleo hace que esa parte sea tomada como la característica esencial de la persona en cuestión A partir del
concepto de dignidad de cada persona y de la comprensión antropológica bíblica del ser humano como imagen
de Dios, se impone, pues, hablar de personas con discapaculad o portadoras de una discapaudad El lenguaie
es más que una formalidad No se trata de un libre juego de formulaciones exentas de valoración, sino de la
verbalizactón de actitudes y convicciones fundamentales de quienes pensamos, hablamos, escribimos de tal o cual
manera
3 Al respecto. Ulrich Bach señaló que una de las pocas desgracias realmente grandes en la historia de las
fundamentaciones teológicas de la diaconia es la afirmación del paralelismo de la diaconia con los milagros de
Jesús, U Bach, "Heüende Gemeinde" ? Vei such, einen Τι end zu korrigieren, Neukirchen-Vluyn, 1988 ρ 30
70 René Krüger, La inclusión de las personas excluidas...
Para encarar las situaciones dramáticas con las que se confrontaba, la joven
iglesia proclamaba normas éticas que derivaba de la acción y la enseñanza de Je-
sús. Diversos textos neotestamentarios dan cuenta de este proceso de construcción
comunitaria alternativa, y Lucas 14:12-14 es uno de ellos. Muestra cómo el joven
cristianismo "manejó" aspectos de la cuestión económica, social y comunitaria
mediante la propuesta de integración y de formación de comunidad cristiana alter-
nativa y solidaria, que a su vez era una manera de resistir al imperio.
Veinte siglos después, en una sociedad fragmentada y antisolidaria que ido-
latra el éxito, la competitividad y el alto consumo (a pesar de que la mayoría de sus
integrantes no alcanza ninguna de estas metas), en muchos lugares las personas con
discapacidad siguen formando parte del amplio grupo de personas marginadas y me-
nospreciadas. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, entre el 10 y el 13
% de la población mundial sufre algún tipo de discapacidad, contándose entre las más
frecuentes (y en este orden) las situaciones de personas sordas e hipoacúsicas, ciegas y
ambliopes; y la de personas con alguna disminución mental, Síndrome de Down o pa-
rálisis. Su plena integración constituye un desafío enorme para todas las comunidades
religiosas. Esta integración ya fue planteada en Le 14:12-14. Vayamos al texto.
10 Normal Geldenhuys, Commentary on the Gospel of Luke, Grand Rapids, Michigan, Eerdmans, Repr. 1960: p.
390.
11 Véase también Mt 18:4; y Jn 5:29 con relación a la resurrección.
12 Debido a que la designación ehionitismo suele relacionarse generalmente con una modalidad posterior del
judeocristianismo, siendo atestiguada con este término por los padres de la Iglesia como calificación heresiológica
del siglo II, es preferible emplear la designación pauperismo o piedad de los pobres.
13 James Alfred Loader, Das Buch Ester, en: Hans-Peter Müller - Otto Kaiser - James Alfred Loader, Das Hohelied
/ Klagelieder / Das Buch Ester, ATD 16/2, Gotinga, Vandenhoeck & Ruprecht, 1992, p. 223, con la referencia
a la presentación de este esquema por Loader en su disertación Aspekte van menslike mag in die Ou Testament,
Groningen, 1975.
14 Sobre ello véase X. de Meeûs, "Composition de Le 14 et le genre symposiaque", en: EThL 37 ( 1961 ), p. 859.
Cuadernos de Teología. XXIII, 2005 73
materiales en torno a una cena vinculada a su vez a una curación15. Los tópicos
de la mesa - invitación de huéspedes, orden de asientos, castigos por rechazar la
invitación, invitación de pobres y enfermos - eran elementos conocidos en los
antiguos simposios y suscitaban gran interés16. Todo ello quedaba reflejado pre-
cisamente en un género literario de la antigüedad llamado simposíaco que desa-
rrollaba sus contenidos en el marco de la descripción de un banquete griego - un
"simposio". Dicho sea de paso, hay muchos paralelos entre la estructuración de las
comidas judías y los simposios grecorromanos.
Una de las características del género simposíaco era la relación entre los
discursos y el contexto de la comida; y exactamente eso es lo que hace Lucas en
el cap. 14 de su evangelio. La terminología lucana y la combinación del motivo
de la cena con las unidades particulares revelan un fino trabajo redaccional hecho
por el evangelista.
15 F Hauck, Das Evangelium nach Lukas, THKNT 3, Leipzig, Deichert, 1934, ρ 187
16 J Ernst, „Gastmahlgesprache Lk 14 1-24", en Die Küche des Anfangs, Festschrift Η Schurmann, Erfurter
Theologische Studien 38 Leipzig, Sankt-Benno Verlag, 1978 ρ 57-63 y 74-76 Véase también E S Steele,
"Luke 11 37-54 - A Modified Hellenistic Symposium'?", en JBL 103 (1984) 379-394
17 Hans-Joachim Degenhardt plantea que es posible que asi sea, cf Lukas Evangelist dei Αι men Besitz und
Besitzverzicht in den lukamschen Schuften Eine tiaditions- und ledaktionsgeschichtliche Untei suchung,
Stuttgart, Verlag Katholisches Bibelwerk, 1965 ρ 101
18 Ahora bien, Degenhardt insiste también en la responsabilidad de la comunidad cristiana con relación a las
necesidades materiales, ibidem
74 René Krüger, La inclusión de las personas excluidas...
19 John Nolland, Word Biblical Commentary, Vol. 35b: Luke 9:21-18:34, Dallas, Texas, Word Books, Publisher,
1998: ad locum.
20 Gerhard Schneider, Das Evangelium nach Lukas. Kapitel 11-24, p. 315.
Cuadernos de Teología, XXIII, 2005 75
21 H. Stoebe, „Die Einnahme Jerusalems und der Sinnor", en: ZDPV73 (1957), p. 89.
76 René Krüger, La inclusión de las personas excluidas...
lógico y menos especulativo que ver en el v. 8 una respuesta de David que haya
querido convertir en sinónimos a jebuseos y "ciegos y cojos".
Por su parte, Flavio Josefo, al relatar la historia de su pueblo, toma el texto
de Samuel en un sentido literal y dice:
Los jebusitas, habitantes de Jerusalén, que eran de origen cananeo, cerraron
las puertas e hicieron subir a las murallas a los ciegos, los cojos y los lisiados
de la ciudad, para hacer mofa del rey, declarando que bastaban los cojos para
impedirles la entrada. Tanta confianza tenían en al solidez de sus murallas.22
Por su parte, la tradición rabínica, quizá inspirada en Sal 115:5.7: ve en los
ciegos y los cojos ídolos cananeos23. Hay más interpretaciones, tales como que la
fórmula "ciegos y cojos" constituía una descripción jebusea de los soldados de Da-
vid; y otras más rebuscadas. Alcanza con las expuestas, pues lo que aquí interesa
es el carácter de etiología que adquirió el texto como justificativo "historizado" de
la aversión contra personas con discapacidad24.
El texto hebreo del v. 8 presenta varias dificultades que han producido di-
ferentes interpretaciones y traducciones, siendo la más aceptable la que hemos
indicado. Algunos exégetas introducen en el texto de Samuel elementos del texto
paralelo - más conciso - de 1 Cro 11:4-6: que omite totalmente la referencia a
los ciegos y cojos25. Es altamente significativo para el tema que aquí nos interesa
que muchos comentarios suelen dedicarse de lleno al análisis de determinados
términos problemáticos (sobre todo, de sinnor, traducido aquí por canal) y a la
construcción de las frases, pero pasan totalmente por alto la problemática de la
atribución de la aversión contra los ciegos y cojos a David y su ubicación en aquel
episodio de la conquista de Jerusalén - ¡y vaya que es significativo que la narra-
ción de la conquista de la capital, uno de los relatos fundantes de la identidad
nacional, esté "manchada" por el desprecio de personas con discapacidad!
22 Antigüedades Judias, Libro VII, Cap. 111,1; Obras completas de Flavio Josefo, II, Antigüedades Judias, Libros
VII-XIII, Buenos Aires, Acervo Cultural, 1961: p. 16.
23 A. A. Anderson, Word Biblical Commentary, Vol. Il: 2 Samuel, Dallas, Texas, Word Books, Publisher, 1998: ad
locum.
24 Dado que las etiologías no necesariamente tienen que atenerse al orden de sucesión histórica subyacente a los
eventos que quieren explicar, tampoco importa que el templo aún no haya existido en la época de David. No es,
pues, necesario interpretar la casa (a la que no entrarán ciegos ni cojos) como el palacio de David. Por otra parte,
en 1 Cro 22-28 David es recordado como el personaje que preparó la construcción del templo e instituyó diversas
prácticas cúlticas.
25 Sobre las dificultades del texto y las diversas posibilidades de interpretación véanse Fidel Buck, S.I., "Los dos
Libros de Samuel", en: Antonio Torres Fernández (Secr. Red.), La Sagrada Escritura. Texto y comentario por
pwf'esores de la Compañía de Jesús. Antiguo Testamento II. Conquista de Canaan y monarquía (Josué, Jueces,
Rut, Samuel, Reyes y Crónicas), BAC, 281; Madrid, La Editorial Católica, 1968: p. 391; Hans Wilhelm Hertzberg,
Die Samuelbücher, ATD 10: Gotinga, Vandenhoeck & Ruprecht, 1973, p. 220 n. 4; G. Brunet, "Les Aveugles et
Boiteux Jébusites", en: VTSup 30 (1979) 65-72 ; Wolfgang Schräge, Artículo tyftòs M, ThWNTWU, p. 280 n.
74; J. J. Glück, "The Conquest of Jerusalem in the Account of II Sam 5:6-8a, with Special Reference to 'the blind
and the lame' and the Phrase 'weyigga'bassinnor'", en: Biblical Essays, 98-105.
Cuadernos de Teología, XXIII, 2005 77
29 4QMMT = Miqsat Ma'aseh ha-Torah = Algunos de los preceptos de la Ley. Véase el "texto compuesto" según
la reconstrucción de E. Strugnell y J. Qimron en F. García Martínez, Textos de Qumrán, p. 127-130. Las distintas
copias y fragmentos, 4Q394-399: se presentan en las p. 130-136.
30 4Q394, Fragmento 2 de la Col. II, 8-9; y Fragmento 3 de la Col. II, 1; F. García Martínez, Textos de Qumrán, p.
131.
31 4Q394, Fragmento 2 de la Col. II, 18-19; F. García Martínez, Textos de Qumrán, p. 131.
32 4Q394, Fragmento 3 de la Col. II, 2-4; F. García Martínez, Textos de Qumrán, p. 131.
33 4Q394, Fragmento 3 de la Col. II, 14; F. García Martínez, Textos de Qumrán, p. 131; y 4Q397: Fragmento 5+6:
2.4; F. García Martínez, Textos de Qumrán, p. 134.
34 4Q394, Fragmento 2 de la Col. II, 8-9; F. García Martínez, Textos de Qumrán, p. 131.
35 4Q394, Fragmento 2 de la Col. II, 17-18; F. García Martínez, Textos de Qumrán, p. 131
36 David E. Aune, "Qumrán and the Book of Revelation", en: Peter Flint - James C Vanderkam (Eds.), The Dead
Sea Scrolls after Fifty Years. A Comprehensive Assessment, Vol. II, 1999: Leiden, Brill, p. 636-637.
37 Florentino García Martínez - Julio Trébol le Barrera, Los hombres de Qumrán. Literatura, estructura social y
concepciones religiosas, p. 170.
Cuadernos de Teología, XXIII. 2005 79
38 Herbert Braun, Qumrán und das Neue Testament, T. I, Tubinga, J. C. Β. Mohr (Paul Siebeck), 1966: p. 90.
39 Gustav Stählin, Articulo./?/«* ktl, ThWNT, IX, p. 157.
40 Platón, Fediv, 233d-234a.
41 Wolfgang Wiefei, Das Evangelium nach Lukas, ThHKNT III, Berlin, Evangelische Verlagsanstalt, 1988: p. 271.
80 René Krüger La inclusión de las personas excluidas...
por Dios y sólo por él. Aquí hay una fina relación entre la fe, la esperanza y el
amor; pero no en el sentido de una ecuación o un cálculo matemático, sino como
algo basado en la gracia de Dios.
Ha de rechazarse rotundamente el juicio de Rudolf Bultmann que había
afirmado que la unidad Le 14:12-14 corresponde más bien al temperamento de
resentimiento, p. ej., de los últimos capítulos de Henoc, que a la proclamación de
Jesús42, y que se trata de una pieza específicamente judía43. Semejante valoración
superficial sólo la puede sostener quien se elabora previamente una determinada
imagen de un supuesto Jesús para luego eliminar del proyecto teológico-praxeo-
lógico de los Evangelios todos aquellos elementos que se resisten a una domes-
ticación ideológica del mensaje. Además, el mandato de amor a aquellos que no
pueden devolver recompensa alguna se sitúa en la misma línea isotópica de rela-
ciones invertidas que el mandato del amor a los enemigos Le 6:27-35: otro caso
de propuesta de inversión de la ética del ideal de reciprocidad44. Si bien el texto
emplea terminología helenística (kalôs poiéô, agathopoiéô, agathòs, agathòs án-
thrôpos, agathòs thesaurós), su intención consiste en la superación de la práctica
del intercambio de servicios y regalos entre iguales, y en el énfasis en el compro-
miso por los pobres y despreciados.
H. Braun había sostenido que el logion es atipico para Jesús, ya que el tipo
de exhortación relacionada con una recompensa como también su contenido pro-
vienen de manera inequívoca del judaismo tardío45. Metodológicamente, éste es un
procedimiento desechable, pues es un postulado indemostrable que ha de negársele a
Jesús todo pensamiento de recompensa. Al contrario: la idea de retribución no puede
eliminarse de las enseñanzas jesuanas. Por lo demás, el criterio de diferenciación,
sostenido durante mucho tiempo, que afirmaba que había que negar la originalidad
jesuana allí donde los evangelios ponían en boca de Jesús palabras y temas que tam-
bién se hallaban en el judaismo de la época, fue sustituido por una visión contraria
que precisamente contextualiza a Jesús en su propia cultura.
42 Rudolf Bultmann, Die Geschichte der synoptischen Tradition, Gotinga, Vandenhoeck & Ruprecht, 1979 ρ 108
43 Ibidem, ρ 220
44 Sobre Le 6 32-35 véase el excelente estudio de W C van Unnik, „Die Motivierung der Femdesliebe in Lk
6 32-35", en NovTest 8 (1966) 284-300, y también Luise Schottroff- Wolfgang Stegemann, Jesús de Nazaiet
esperanza de los pobres, Salamanca, Sigúeme, 1981 ρ 211-217
45 Η Braun, Spat/udischer und frühchristlicher Radikalismus, II, Tubinga, 1957 ρ 89 η 1
Permítasenos señalar de paso que la designación por demás generalizada en la exegesis de "judaismo tardío"
no ha sido derivada del objeto bajo investigación, a saber, el judaismo mismo, sino que fue construida a partir
de una cronología cristiana, originándose la idea subjetiva y equivocada que la historia principal del judaismo
había llegado a su fin con el advenimiento del cristianismo La formulación debe reemplazarse, pues, siempre por
"judaismo antiguo" Cabria preguntar a quienes emplean la fórmula errada cómo habría que llamar al judaismo
actual en caso de seguir desarrollando cronológicamente a través de dos milenios las designaciones de "judaísimo
temprano" y "judaismo tardío"
Cuadernos de Teología. XXIII, 2005 81
46 I Howard Marshall, The Gospel of Luke A Commentary on the Greek Text, NIGTC, Exeter, The Paternoster
Press, 1978 ρ 583 Sobre el giro semitico cf Η Kruse, .„Dialektische Negation' als semitisches Idiom", en VT
4(1954)385-400
47 I Howard Marshall, ibidem
48 Tratado Padres -Abot de la Misna, 1 5, Carlos del Valle (Ed ), La Misna, Salamanca, Sigúeme, 1997, ρ 838
49 Se trata de un desarrollo a partir de Job 31 32, que dice simplemente Poique ningún fonistem pasaba fileni la
noche, sino que vo abría mis puertas al caminante
50 Strack-Billerbeck, Kommentar zum Neuen Testament aus Talmud und Midiasch, li, ρ 206-207
51 W Schräge, Artículo tvftós ktl, ThWNTWW, ρ 287 Agregúese a nivel parabólico también Le 14 21
82 René Krüger, La inclusión de las personas excluidas...
52 L. C Crockett, The Old Testament in the Gospel of Luke. With Emphasis on the Interpretation of Isaiah 61.1-2,
Diss., Brown University, 1966: p. 280.
53 Según Mt 21:14-16: Jesús construyó su comunidad alternativa también en el mismísimo templo, curando allí a
ciegos y cojos y aceptando la alabanza de las criaturas.
54 Hans-Joachim Degenhardt, Lukas Evangelist der Armen, p. 100.
55 Véanse al respecto Walter Grundmann, Das Evangelium nach Lukas, ThHKNT III, Berlin, Evangelische
Verlagsanstalt, 1984l0: p. 294 y η. 2; y Wolfgang Wiefei, Das Evangelium nach Lukas, p. 271 y η. 4.
Cuadernos de Teología, XXIII, 2005 83
56 Alois Stöger, El Evangelio según san Lucas, T. 2, Barcelona, Editorial Herder, 1975: p. 37.
57 Como lo afirma Gustav Stählin, Artículo filéô ktl, ThWNT, IX, p. 158: η. 119.
84 René Krüger, La inclusión de las personas excluidas...
58 Mencionado muy de paso por F. Bovon, El Evangelio según San Lucas II (Le 9:51-14:35), p. 597.
59 Para más detalles de análisis semiotico, véase W. Magass, „Semiotik einer Tischordnung (Lk 14:7-14)", en:
LingBihl 25/26 (1973) 2-8.
Cuadernos de Teología, XXIII, 2005 85
por las personas marginadas. La idea de recompensa está anclada en la ética evan-
gélica; pero no se trata de una recompensa integrable a un sistema matemático de
puntajes contabilizables ni al reino de la especulación material. Ella se halla en la
línea de la fe y la esperanza, estableciendo el vínculo entre los tres elementos pre-
sentados en 1 Cor 13:13. Lo que propone Jesús es el riesgo del amor incondicional
basado a su vez en el "riesgo" de la fe, ya que la obtención del objeto resurrección-
recompensa se sitúa fuera de las coordenadas especulativas "normales", y a la vez
está fuera del alcance humano: se trata de un verdadero objeto de fe y esperanza.
El mandato se construye sobre una ética teocéntrica que formula el proyec-
to de vida a partir de los pobres y excluidos. Este proyecto es ilustrado mediante la
figura de la recompensa verdadera que se opone a la recompensa pasajera terrenal.
El enunciado makários (bienaventurado) introduce la figura de la bienaventuran-
za, en conjunción explícita tanto con la praxis del amor incondicional como con
la resurrección. La bienaventuranza anticipa un contrapeso a la del v. siguiente, a
la que Jesús responderá con su parábola de la gran cena,en la que retomará preci-
samente el listado de las personas excluidas que debe invitar el anfitrión para ser
bienaventurado - y aquí se cierra el círculo.
La bienaventuranza del v. 14 juega con el contraste, pues la promesa se
asocia con la imposibilidad que sufren los excluidos de devolver algo. El verbo
serás no remite al futuro escatològico, sino al tiempo que habrá de seguir a la cena
con las personas marginadas60. Con ello la comunión de mesa y la satisfacción de
las necesidades de los marginados adquieren los colores de un anticipo del reino.
Sintetizando la idea, puede decirse que la práctica de la ética del reino brinda
bienaventuranza.
Jesús quiere liberar a sus discípulos y discípulas de una mentalidad do-
minada por un patrón conformado por desniveles económicos, sociales, morales
y/o religiosos; un esquema en los que se aprecia siempre lo "elevado", lo sano, lo
perfecto, lo brillante. Pero esto no es todo. El descontento con las prácticas y los
valores en curso y la mera liberación de tales esquemas mentales y de prácticas
también podían expresarse mediante otras manifestaciones: el retiro total de la red
de relaciones sociales, la fuga al desierto, la creación de un grupo perfeccionista
y elitista, la vida solitaria contemplativa, el ejercicio de crítica filosófica; y fueron
varias las modalidades de perfeccionismo judío de aquel entonces y de alternativas
cristianas a lo largo de la historia que asumieron una u otra de estas modalidades.
A nivel de la crítica y del desenmascaramiento adquiere importancia el
mandato negativo de no hacer tal o cual cosa; a nivel del proyecto de ortopraxis
evangélica el énfasis queda colocado en el mandato positivo de hacer tal o cual
cosa. Ésta es, pues, la segunda intención del texto: mover a los seguidores y las
seguidoras a un compromiso que vive de valores totalmente opuestos a los de la
sociedad. Jesús mismo realiza esta práctica como actitud contracultural, debién-
dose justificar por ello en más de una ocasión, pues él no se ajusta a los patrones
sancionados socialmente. Con su propia práctica eleva a los marginados y despre-
ciados al rango de quienes son verdaderamente importantes; y pronuncia un no
tajante a la mentalidad clasista y con ello, a toda sociedad organizada en clases y
estratos con ese claro declive de arriba hacia abajo.
Las personas pobres, lisiadas, ciegas son las que reciben dignidad y conten-
ción. Se cumple lo anunciado por Jesús en Le 4:18 y lo que él mismo comunicó a
Juan el Bautista en Le 7:22: la inclusión de ciegos, cojos, leprosos, sordos, muer-
tos resucitados (i !) y pobres. Incluir a estas personas excluidas es imitar la práctica
de Jesús y simbolizar el banquete del reino de Dios. Es anticipar la escatologia.
61 Tomamos este concepto de la "comunidad de desiguales" de Jürgen Moltmann, Diakonie im Horizont des Reiches
Gottes. Schritte zum Diakonentum aller Glaubigen, Neukirchen-VIuyn, Neukirchener, 19892, p. 21.
Cuadernos de Teología, XXIII. 2005 87
una cena de reconciliación e integración del muerto que revivió y del perdido que
fue hallado (Le 15:32). La propia práctica de Jesús fue ésta: convertirse en "com-
pinche" (según la ideología de los "perfectos") de publícanos y pecadores; digni-
ficarlos, integrarlos, contenerlos, salvarlos. De allí que el mandato de Le 14:12-14
pueda ser considerado también como una justificación de la actitud básica de Jesús
mismo, a saber, la comunión con personas pobres y marginadas.
Con seguridad uno de los problemas de la diaconia es la mentalidad de ayu-
da brindada "desde arriba": de los sanos hacia los enfermos, de los "normales" ha-
cia los "diferentes", de los que tienen hacia los que no tienen, de los fuertes hacia
los débiles, de los felices hacia los que sufren. La propuesta de Jesús implica una
transformación de los sanos, fuertes y felices. No se trata de ayuda, sino de inte-
gración, en la que todos y todas resultan transformados por la respectiva dignidad
de cada persona implicada en la relación. Esto no es "predecible", sino sólo expe-
rimentable en el encuentro concreto. Su comprensión no es "lógica", sino más bien
intuitiva; y en cierta manera aún nos faltan los términos adecuados para expresar
lo que sucede realmente en este encuentro62. Lo decisivo es que Jesús empuja a sus
seguidores y seguidoras a una práctica de amor incondicional y comprometido con
la necesidad del prójimo, que repercute sobre cada seguidor y cada seguidora en
el sentido de una transformación personal y comunitaria con proyección sobre la
sociedad. Esto tenía un enorme significado en aquella sociedad del siglo I basada
en la estratificación social, la actitud clientelista de los pobres, el prestigio de los
ricos y famosos, la explotación económica y el enriquecimiento desmedido. Las
primeras congregaciones que leían el evangelio de Lucas y se sentían desafiadas
a poner en práctica esas palabras no sólo se oponían a una mentalidad equivocada
de su entorno. Se oponían al imperio mismo.
La propuesta de Jesús mantiene su plena vigencia en toda sociedad en la que
se siguen marginando y excluyendo a las personas pobres, débiles, insignificantes
y con discapacidad. Tiene especial vigencia en un momento en que el sistema
socioeconómico neoliberal globalizado produce a escala mundial e "industrial"
verdaderas masas de pobres, débiles e insignificantes; y en que la sociedad como
tal y no sólo un porcentaje de sus individuos sufre por crecientes discapacidades
debido a la exclusión de amplios sectores de toda posibilidad de sano desarrollo,
construcción de la vida, proyección profesional, felicidad familiar.
Con su ministerio, Jesús mostró que las personas débiles, enfermas, aisla-
das, despreciadas son el lugar preferencial - si se permite emplear este término
- de la revelación del Dios de amor. Aquí se vislumbra como a través de un velo
ligeramente corrido un fragmento del misterio del verdadero ser de la persona
62 Bernard Wolf, „Mit behinderten Menschen leben. Diakonie als Ort der Begegnung", en: Michael Schibilisky
(Ed.), Kursbuch Diakonie, Neukirchen-Fluyn, Neukirchener, 1991: p. 351.
88 René Krüger, La inclusión de las personas excluidas...
humana y de su relación con Dios y de Dios con ella. La crucifixión de Jesús entre
dos "fracasados", el crucificado enfrentado al abandono y a la vergüenza pública,
y la resurrección de este mismo Jesús expresan sin ambages dónde actúa y se re-
vela Dios y dónde aparece el verdadero ser humano.
El texto lucano recuerda a los gritos que el compromiso con la persona
necesitada y el esfuerzo por la inclusión de todas y todos no es un hobby o pasa-
tiempo de algunos pocos o la responsabilidad de alguna comisión encargada del
servicio social de la iglesia. Es el único estilo de vida que ha de asumir la comu-
nidad cristiana. Y si bien la iglesia no puede exigir que toda la sociedad acepte sus
ideales, sí puede anunciar, proyectar y hacer atractivo de manera paradigmática su
modelo de convivencia y de verdadera comunidad de "desiguales". Esto implica
un enfrentamiento con los poderosos de todos los tiempos, pero es obediencia a
Dios. Allí se juega nuestra propia vida.
As an ATLAS user, you may print, download, or send articles for individual use
according to fair use as defined by U.S. and international copyright law and as
otherwise authorized under your respective ATLAS subscriber agreement.
No content may be copied or emailed to multiple sites or publicly posted without the
copyright holder(s)' express written permission. Any use, decompiling,
reproduction, or distribution of this journal in excess of fair use provisions may be a
violation of copyright law.
This journal is made available to you through the ATLAS collection with permission
from the copyright holder(s). The copyright holder for an entire issue of a journal
typically is the journal owner, who also may own the copyright in each article. However,
for certain articles, the author of the article may maintain the copyright in the article.
Please contact the copyright holder(s) to request permission to use an article or specific
work for any use not covered by the fair use provisions of the copyright laws or covered
by your respective ATLAS subscriber agreement. For information regarding the
copyright holder(s), please refer to the copyright information in the journal, if available,
or contact ATLA to request contact information for the copyright holder(s).
About ATLAS:
The design and final form of this electronic document is the property of the American
Theological Library Association.