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Este documento analiza el conflicto entre los presidentes Donald Trump y Enrique Peña Nieto sobre la construcción de un muro fronterizo entre Estados Unidos y México. Trump quiere construir un muro de 1600 km de largo y 10-15 metros de alto para detener la inmigración y el narcotráfico, pero quiere que México pague por ello. Peña Nieto se niega a pagar por el muro, lo que ha causado tensiones entre los dos países. El documento examina este conflicto desde varias perspectivas psicológicas.
Este documento analiza el conflicto entre los presidentes Donald Trump y Enrique Peña Nieto sobre la construcción de un muro fronterizo entre Estados Unidos y México. Trump quiere construir un muro de 1600 km de largo y 10-15 metros de alto para detener la inmigración y el narcotráfico, pero quiere que México pague por ello. Peña Nieto se niega a pagar por el muro, lo que ha causado tensiones entre los dos países. El documento examina este conflicto desde varias perspectivas psicológicas.
Este documento analiza el conflicto entre los presidentes Donald Trump y Enrique Peña Nieto sobre la construcción de un muro fronterizo entre Estados Unidos y México. Trump quiere construir un muro de 1600 km de largo y 10-15 metros de alto para detener la inmigración y el narcotráfico, pero quiere que México pague por ello. Peña Nieto se niega a pagar por el muro, lo que ha causado tensiones entre los dos países. El documento examina este conflicto desde varias perspectivas psicológicas.
CASO PRÁCTICO. ANÁLISIS DEL CONFLICTO TRUMP-PEÑA NIETO.
A continuación, una vez trabajados los contenidos de la materia, vamos a
tratar de analizar el conflicto que mantienen Donald Trump (presidente de Estados Unidos) y Enrique Peña Nieto (presidente de México) acerca del muro fronterizo que separaría ambos países. Pues bien, vamos a ponernos en situación. Por un lado, el presidente Trump, desde mucho antes de ostentar su cargo, públicamente ha defendido la idea de levantar un muro en la frontera entre EEUU y México que alcanzaría los 1600 km de longitud y tendría una altura de entre 10 y 15 metros. De esta forma pretende acabar con la migración de los mexicanos al país estadounidense y acabar con el narcotráfico. Nada más lejos de la realidad, este muro no sólo sería una barrera física, sino que contaría con la más avanzada tecnología, así como también con cañones y otros tipos de armas de fuego, lo que supondría aumentar el elevado costo de vidas de aquellas personas que quisieran cruzar la frontera. Por otro lado, tampoco conseguiría frenar el narcotráfico, ya que estas mafias, buscarían otros medios para seguir. Otro de los impactos que tendría, sería el económico, ya que Trump propone la retirada masiva de los visados al pueblo mexicano y la elevación de tasas para pasar por los puntos legales, lo que influiría de manera muy negativa en aquellos mexicanos que pasan cada día por la frontera para ir a trabajar, estudiar, etc. El dilema que se está planteando en este caso práctico, surge de la idea de que el muro tenga que ser financiado por México, no sólo se quiere construir de manera unilateral una barrera, sino que tienen que pagarla ellos. Lógicamente, esta obra de ingeniería tendría un coste que sobrepasaría los 12 mil millones de dólares (incluso se ha afirmado que puede superar los 25 mil millones), por lo que el Senado estadounidense, sólo ha aceptado financiar una parte. Aquí es donde se ponen de manifiesto las ideas de Trump, quien afirma que su país empezará con la construcción, pero que México debe hacerse cargo de los gastos que supondría. Por su parte, el presidente Peña Nieto, se niega a financiar dicho muro ya que en sus propias palabras “Lamento y repruebo la decisión de Estados Unidos de continuar con la construcción de un muro que, desde años, lejos de unirnos, nos divide. México no cree en los muros…México no pagará ningún muro”. Este choque de ideas entre ambas naciones, ha provocado que las relaciones entre ambos gobernantes sean tensas, negándose el presidente mexicano a acudir a la Casa Blanca para una reunión programada de trabajo. El conflicto entre ambos países, lejos de aclararse, se recrudece cada vez más, ya que el presidente norteamericano mantiene que de una forma u otra el país mexicano pagará por el muro y que tiene formas de conseguir que esto ocurra. Una vez hecho un análisis general del conflicto, vamos a tratar de encuadrarlo dentro de las diferentes perspectivas psicológicas vistas en los contenidos de la asignatura. Si analizamos este conflicto desde la perspectiva psicodinámica, podemos encuadrar la actitud de Trump dentro de lo que Freud denominó como “impulso agresivo”. Éste afirmaba que este impulso agresivo puede dirigirse hacia uno mismo o hacia otros y que es resultante de las necesidades insatisfechas y de los deseos frustrados. En este caso, Trump estaría tratando de dirigir estas frustraciones hacia otros objetivos más vulnerables, atribuyendo la frustración a otros, de tal manera que pueda legitimar sus impulsos. Se ha trazado una “línea enemiga”. El conflicto que estamos tratando, según la teoría de Smith, tiene como punto de partida el muro, pero esto sólo sería la “punta del iceberg”, una acción de desviar los problemas que provocaron la reacción inicial. Otro punto interesante de esta teoría, sería según Hilgard y Bower, sería la “sensación de dominio” que es la que se crea con la repetición de los comportamientos que son desagradables (en este caso, la insistencia en la creación del muro y el querer imponer a otros los gastos). Podemos analizar también este conflicto desde la perspectiva de la Teoría del campo y el concepto de Clima. En este caso, ambos presidentes tienen sus objetivos, que son importantes para ellos, así como también las barreras y condiciones necesarias para alcanzarlos. Ante el surgimiento del conflicto, la atmósfera psicológica es bastante tensa y hostil, por lo que todo lo que venga detrás estará impregnado de ella. Si seguimos la teoría de Morton Deutsch, hablaríamos de “climas de interdependencia”. Que quiero con esto, la situación entre ambos países, como hemos citado anteriormente es tensa y hostil, y viene propiciada por que el tipo de interdependencia que domina sería el “contrient, en donde todos perciben que las ganancias de uno, suponen pérdidas para el otro. Se tiende a competir. En el marco de este conflicto, que EEUU consiga crear el muro y que México lo pague, sería una ganancia para el primero, con la consecuente pérdida tanto de dignidad como económica del otro. Por el otro lado, que México se reafirme en su posición y no acepte esta demanda unilateral, supondría una ganancia para ellos y una pérdida de poder para los estadounidenses, lo que hace que la competencia cada vez sea mayor. Si lo que se quisiera es buscar una solución que fuera beneficiosa para ambas partes, se debería recurrir a convenir/negociar/ comprometerse, es decir, ganar algo frente a perder algo. Esto supondría que uno dejase de preocuparse sólo en lo suyo y empezara a considerar lo que el otro quiere. Habría que lograr que se llegara a un punto medio entre las dos posturas, por lo que ambos deberían ceder. Ambos mandatarios deberían elegir la colaboración, ya que si esto ocurre son más los beneficios para ambos, que los inconvenientes. Sería mucho más satisfactorio que hubiera buena relación entre los dos países y que ambos lucharan por mejorar juntos. Los resultados serían satisfactorios para ambos y las soluciones serían novedosas. Los inconvenientes, serían que este tipo de comportamientos o acciones, requiere de mucho más tiempo y energía que un conflicto de ganar perder, en el que una de las partes sólo busca su interés, así como también es requisito indispensable que ambas partes tengan voluntad y estén comprometidas con el proceso, lo que en este caso, por parte de EEUU se ve casi imposible.
BIBLIOGRAFÍA -bbc.com -Herber C. Kelman “International behaviour: A social-psychologycal analysis”.