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MRS.

MUNSON
Ahora, quiero saber qué está pasando.

DORR
Con la sed del saber me parece algo sumamente loable.
Sin embargo, en esta ocasión, creo que cuando escuche la explicación se reirá a carcajadas
golpeándose las rodillas y quizás derramando una que otra lágrima aliviándola de su
preocupación.

MRS. MUNSON
¡Hum!

DORR
¿Ve a Lump?, él es un ávido coleccionista de puntas de flecha indias y habiendo encontrado una
en el suelo de su sótano, por cierto, un artefacto bastante raro perteneciente a la tribu Natchez
nos reclutó con gran esfuerzo para inmiscuirnos en el sub suelo y encontrar más de estos. Y, al
hacerlo, aparentemente, dimos con una mina de gas natural. - - Yo, por mi parte, con plena
conciencia del olor a “huevo podrido”- - y fue hasta ese momento desdichado en el que el General
infringió las reglas fundamentales de esta casa y se encendió un cigarro.
El General rígidamente hace una reverencia.

GENERAL
¡Lo lamento!
El Profesor, inclina la cabeza, sonríe y se lava las manos (sigue viendo a Mrs. Munson,
aparentemente piensa que su historia ha terminado)
Ella ve de forma intrigante y fijamente.

MRS. MUNSON
…Y, ¿qué hay de todo ese dinero?
Se desdibuja la sonrisa de Dors.

DORR
…¡Ah! El dinero. El dinero es…de… el Sr. Pancakes.

PANCAKE
Es verdad

DORR
El sólo ha re hipotecado su casa con el fin de conseguir dinero para una cirugía que corregirá wl
ojo bizco de su suegra, Agua de Montaña, quien sufre de astigmatismo, estrabismo y problemas
generales en la gelatina ocular. El Sr. Pancake, es un ferviente detractor de los bancos y es uno de
esos excéntricos que leen periódico, guarda sus ahorros, en su caso, en una bolsa de basura que
siempre lo acompaña.
DOOR
…Saco de acero.

PANCAKE
No confío en los bancos, nunca lo he hecho.
Ella piensa decididamente.

MRS.MUNSON
Esto no me huele nada bien. Llamaré al Alguacil Wyhner.

DORR
Madame—por favor. ¡Era mentira! Una historia ficticia ¡Nos cachó! Pero, por favor, permítame
decirle la verdad- - en privado.

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