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puntuaciones.
Por Abel Langer
Gaëtán de Clérambault fué un personaje singular. Fue el producto más acabado y el más
representativo de la clínica psiquiátrica francesa del siglo XIX. La misma se cocinó en un caldero
lingüístico franco - alemán a ambos lados del Rhin. Pinel con su obra puede marcar el momento
fundacional del nacimiento de la psiquiatría hacia 1800, aunque siempre hubo en la cultura
occidental alguna percepción del fenómeno psicopatológico. Podemos decir que hay una historia
de la locura en la cultura occidental pero la historia de la psiquiatría comienza en 1800, cuando la
locura es apropiada por la medicina como objeto de estudio y conceptualización.
1- Gaëtán de Clérambault fué un personaje singular. Fue el producto más acabado y el más
representativo de la clínica psiquiátrica francesa del siglo XIX. La misma se cocinó en un caldero
lingüístico franco - alemán a ambos lados del Rhin. Pinel con su obra puede marcar el momento
fundacional del nacimiento de la psiquiatría hacia 1800, aunque siempre hubo en la cultura
occidental alguna percepción del fenómeno psicopatológico. Podemos decir que hay una historia
de la locura en la cultura occidental pero la historia de la psiquiatría comienza en 1800, cuando la
locura es apropiada por la medicina como objeto de estudio y conceptualización.
Esa producción de la clínica psiquiátrica del siglo XIX tuvo grandes exponentes. Es una clínica
minuciosa, detallada, al acecho de algún signo patognomónico desde la observación del paciente,
oscilando entre la escucha y la mirada, predominando la mirada médica, interrogándose sobre el
origen orgánico, porque era una entidad médica y, por lo tanto, buscando aspectos psicogenéticos
que pudieran estar en la base de la locura. Será en esta escuela de la mirada y de la escucha donde
lo encontramos a Gaëtan de Clérambault que fue un médico con una personalidad muy particular,
descendiente de la nobleza francesa, nacido en 1872, un hombre solitario, solterón, muy estudioso,
con una amplia cultura. Siempre vivió solo, siendo joven peleó en la guerra del 14, estuvo en el
frente del Este, después en el frente Oriental. Lo hirieron dos veces y después lo "mandaron" en
convalecencia a Marruecos y ahí se interesó profundamente por la manera en que se vestían los
árabes, la manera en que disponían sus vestimentas sobre el cuerpo, es decir el drapeado del
albornoz árabe y su significado. A su regreso a París, durante los años 1.922 al 24 dictó cursos sobre
el drapeado en las vestimentas de las culturas mediterráneas en la Escuela de Bellas Artes así como
conferencias ilustradas en la Sociedad Etnográfica. En su juventud había cursado en la Escuela de
Arte Decorativo y durante toda su vida continuó dibujando. Hay ediciones interesantes con
fotografías(1) al respecto y hace unos años se realizó una exposición de su obra visual (fotográfica)
auspiciada por la Sociedad Etnográfica de Francia en el Centro Pompidou de París, calculándose en
varios miles la cantidad de las mismas que tomó durante su estadía en Marruecos.
Volvió a París en la década del 20 y asumió su trabajo como psiquiatra en un lugar mítico de la
psiquiatría parisina, cual era la enfermería especial de la prefectura de policía de París y no es ocioso
mencionar el lugar, porque tuvo mucho que ver con la clínica que desarrolló y con su noción del
automatismo mental. En París se había creado a fines del siglo XIX la "enfermería especial", en ese
lugar donde había estado el antiguo palacio real. Actualmente es el Palacio de Justicia, en las orillas
del Sena. Era un edificio medieval con algunas celdas pequeñas, donde cabían unos pocos pacientes,
15 pacientes que la policía traía cada vez que se producía un escándalo y los dejaba por un período
breve, con la intención de identificar la imputabilidad o inimputabilidad de esta gente. Luego se
dilucidaba si eran casos para el hospicio o para la cárcel o tendrían que continuar en tratamiento
ambulatorio. El promedio de estadía en ese lugar era de cuatro días y Clérambault trabajó ahí entre
1921 y 1934. En los últimos años de su vida sufrió una artrosis muy severa de columna y con un
problema en la vista causado por cataratas de mala evolución cayó en depresión y se suicidó. Fue
un hombre hermético, colérico y severo. Con motivo de su muerte escribió Joseph Kessel en "Le
Fígaro": Construyó esa famosa teoría del drapeado...fue el primero en considerar los plieges de las
vestimentas flotantes como la rúbrica de una raza, de una tribu... Era tan artista como sabio..."
Su práctica en la enfermería especial consistía en tomar una decisión clínica en un breve lapso de
tiempo. Había una rotación de 2000 pacientes anuales. O sea que atendió arriba de 20000 pacientes
en todo ese tiempo. En una hoja ponía en forma telegráfica los síntomas que había observado del
paciente, su evolución en esos cuatro días, luego sacaba una conclusión clínica y finalmente daba la
indicación. La técnica, según relatan sus alumnos, era una técnica muy particular, el podía estar
varias veces por día entrevistando al paciente, horas enteras para ver como evolucionaba la
sintomatología. Su planteo era que el médico no tiene que hacer de escriba o de secretario del
paciente(3): tiene que venir a buscar el síntoma, en una actitud semiológica, con una conducta
activa: esto es lo que pensaba Clérambault. El decía: hay que accionar al paciente para que, debajo
de su reticencia, escondido tras algún gesto, pudiera irse a buscar el pensamiento, la idea delirante.
Gaëtan de Clérambault va a explorar el momento inicial a partir del tipo de experiencias que tiene
con los pacientes. Entonces es allí donde rescata sus primeros trabajos. Él en esos trabajos se había
centrado en el estudio de los cuadros psicóticos, en los delirios tóxicos del alcoholismo, de los
opiáceos. Tengamos en cuenta que nunca publicó libro alguno. En 1942, después de su muerte,
algunos de sus alumnos editan la "Obra Psiquiátrica" de Clérambault. En 1987 un grupo de
psiquiatras sacaron una edición similar en donde están todos sus trabajos.
Al principio están los trabajos donde Clérambault estudia las psicosis tóxicas. Ahí cree encontrar en
las manifestaciones de tipo sensorial que las psicosis tóxicas podrían ser diferentes en función del
tipo de tóxico. Hace muchos trabajos sobre el hidrato de cloral que es un medicamento que se llegó
a utilizar hasta los años 60 o 70 y que actuaba como un sedante. El mantiene la idea de que las
manifestaciones psicóticas podían responder a determinadas áreas cerebrales que eran afectadas
en mayor o menor medida por cada tipo de tóxico. Se convence de un dogma para él que era la
organicidad de la locura. Es un organicista puro y duro.
La clínica de Clérambault
Sus trabajos se asientan en una clínica que en una presentación de ahora es difícil de encontrar por
la influencia determinante que tiene la medicación y sus efectos en el paciente. Comienza con la
descripción del paciente, luego hará el comentario clínico. Y después que hace el comentario clínico
sobre cada uno de los pacientes termina con una síntesis general donde trata de extraer las
conclusiones generales que se pueden tener de todos estos casos clínicos.
En primer lugar, Clérambault habla de la organogénesis; dice que si bien no puede ser probada en
la mayoría de los casos de demencias vesánicas, locuras sin materia, seguramente tiene que haber
habido alguna lesión histológica opuesta, menor, inicial, que podría haber aparecido en un
momento precoz del desarrollo, hasta en la vida intrauterina o alguna infección que pasó
desapercibida con manifestaciones sólo respiratorias o sistémicas pero que también tocó el cerebro,
etc. y que dejaría lo que hoy llamaríamos una suerte de vulnerabilidad. Con esto él despeja
axiomáticamente la organogénesis, y la supone: tiene que ser. Y liga esta organogénesis apoyándose
en aquellos estudios de los tóxicos a determinadas zonas del cerebro. Es decir que hace una especie
de psicofisiología asocianista y atomista. Las funciones mentales estarían separadas una de otra
atomísticamente y a su vez cada una de ellas respondería a alguna zona del cerebro o algún circuito
cerebral. Dice: a partir de una lesión inicial comienza en un momento de la vida a veces por un factor
externo y ahí introduce la posibilidad de inicio reactivo, que a veces puede ser absolutamente banal
comenzando este proceso orgánico a desplegarse. Habla de un "proceso irritativo de progresión
serviginosa". Era muy literario en su manera de escribir y además fue el clínico de la psiquiatría que
más neologismos acuñó para atrapar en un significante algo de lo que él veía y trataba de describir
como manifestación de la locura.
Inventó muchas palabras entre otras la del automatismo mental que se atribuía no a él sino a Gilbert
Ballais. Otro rasgo de Clérambault era que no reconocía ningún antecedente, no mencionaba a
ningún autor como fuente de sus opiniones. Tampoco aceptaba discípulos.
Dice organogénesis, algo en el cerebro empieza a funcionar mal porque algo estaba predispuesto a
funcionar mal, y este proceso irritativo puede empezar a avanzar sobre distintas áreas del cerebro
por vía de fibras de asociación, conexiones internas, etc. y pueden tener una mayor o menor
extensión. Con esta metáfora anatómica él empieza a dar cuenta de las formas de psicosis más
completas, más crónicas o más breves en el tiempo o psicosis fásicas (en fases), explicando que hay
una resistencia mayor o menor según los individuos, desde el punto de vista orgánico a estos
procesos irritativos.
Lo cierto es que la primera manifestación conductual o mental de ese proceso neurológico que él
postula al comienzo, es lo que llama pequeño automatismo mental o sindrome de Pasillard,
sindrome S y dice que tiene la característica de ser neutro y abstracto. En esta etapa del pequeño
automatismo mental no hay ningún tipo de producción nueva, lo que hay es que los fenómenos
mentales habituales empiezan a perturbarse, no tienen un contenido nuevo, no tienen un tema
nuevo, son los habituales con respecto a los cuales el sujeto está familiarizado, pero empiezan a
tener características extrañas. Por eso le llama anideicos en el sentido de no ser ideas nuevas. Son
sutiles, fenómenos del tipo ideo verbal entre los cuales el paradigma es el eco del pensamiento.
Escucha el pensamiento en eco, el sujeto dice que lo está pensando y al mismo tiempo hay un eco
de pensamiento. Y ahí se queda sin explicación. El sentimiento que acompaña a estos primeros
fenómenos es la perplejidad, conjunto que posteriormente Lacan denominará fenómenos
elementales. El avance de la enfermedad se hará lenta o rápidamente, depende de la importancia
de la lesión anatómica. Vamos a ver que él crea algunas leyes para poder comprender a toda la
clínica porque el proyecto de Clérambault es abarcar toda la clínica.
Entonces del pequeño automatismo mental empieza a surgir el gran automatismo mental o
automatismo motor ideico e ideo verbal. Allí estos fenómenos se acentúan, empiezan a ser de
distinto tipo. En el plano ideico él habla de jaculatorias, repetición de palabras, oraciones,
fenómenos de memoria. Estos fenómenos se van disociando del sujeto y entonces se produce el
fenómeno de "escisión del yo" o sea la aparición de una "neopersonalidad" que está junto a la
personalidad anterior del sujeto a la cual él reacciona. Es decir que da cuenta con esto de la parte
no "loca" y de la parte "loca", de aquélla con la que se puede luego hablar y hablar de la parte "loca".
Muchos clínicos hablaron de esto. En términos "contemporáneos" podríamos hablar de la parte
"sana" del yo, la parte conservada de la personalidad. Lo cierto es que en esta "escisión del yo"
aparece la parte "loca", la parte enferma.
Sobre todo este conjunto de fenómenos que acarrean perplejidad, generan una angustia intensa en
el sujeto y que pueden divertirlo o aterrarlo, aparecen las alucinaciones y el delirio. Como dice él, la
reacción de la parte sana de la personalidad: el delirio para tratar de reconstruir un "neomundo",
para darse una explicación coherente pero obviamente individual, privada, no compartible, de lo
que le está pasando. Frente a todo este desarrollo del proceso anideico, luego se dará el despliegue
del gran automatismo mental.
Mientras que las psicosensoriales son las intrapsíquicas donde lo que el sujeto dice es que se lo
imponen, son ideas, carecen de esthesia, son voces dentro de la cabeza, son voces que puede decir
que vienen de al lado o del perchero. Las alucinaciones psicosensoriales están en el espacio, son
rechazadas por la subjetividad de la persona y dicen: "es mi pensamiento, es algo que aparece en
mi cabeza pero no me pertenece". Esto lo conduce rápidamente a la atribución a otro que le impone
o que lo obliga a pensar eso. Frente a esto aparece el otro, influencia y posesión porque estoy desde
adentro tomado. Aparece entonces el delirio como reacción de la parte sana frente a todos estos
fenómenos. Por el vacío y sensación de "fin de mundo" generador de angustia, surge la explicación
más o menos pausible. Aparece el delirio explicativo: restitución como intento de curación.
Al tener que dar cuenta de estos fenómenos construye una clínica muy compleja. Frente a una
posición que intentaría decir que las distintas formas de delirio son las expresiones creativas de cada
sujeto dirá que, por lo tanto, no hay psicosis comparable una a la otra. Clérambault tratará de
normativizar la evolución de todas las formas delirantes y entonces dirá: ¿Cómo doy cuenta de la
variedad? Diciendo que a): depende de la intensidad del proceso b): depende de la resistencia de
la personalidad y c): depende del tipo de personalidad previa, por lo tanto con estos tres conceptos
vamos a contener a toda la variedad. En algunos casos si el proceso orgánico es poco intenso, o la
personalidad es muy resistente, o el proceso empieza tardíamente en una personalidad muy
asentada, entonces puede detenerse en el gran automatismo y quedarse o puede remitir el cuadro,
o puede precipitarse hacia la forma de gran delirio fantástico.
Clérambault va articulando sus conceptos de tal forma que nada de la clínica le quedará afuera:
entonces dirá: el delirio va a tomar la forma de acuerdo a la personalidad previa.
Cuando el sujeto tiene menos de 30 años y la psicosis sigue enseguida su cauce por la intensidad del
ataque, aparece el delirio. Puede saltearse el estadio del pequeño automatismo mental, se lo puede
puentear y si este proceso es muy fuerte se puede caer en el cuadro alucinatorio delirante, para dar
cuenta de las famosas "bouffé delirante".
En este cuadro psiquiátrico incluye las formas agudas, las formas crónicas, las más severas y las
intermitentes. Y en cuanto a las temáticas delirantes, con el tema de que la personalidad previa
define el contenido, también las incluye.
3- La teoría del automatismo de Clérambault es una de las teorías del desencadenamiento de las
psicosis abarcativa en la historia de la psiquiatría. Las otras, anteriores a éstas, una es la de Eugen
Bleuler con la spaltung, con la escisión o disociación generadora de la esquizofrenia. Tambien Bleuler
hablaba de una base orgánica, en algún momento habla de una teoría autotóxica, haciendo
mención de que habría toxinas en las glándulas endócrinas. La segunda que es de orden
psicogenético es la de Karl Jaspers: es la denominada experiencia delirante primaria de Jaspers.
Ha habido varias teorías de entrada en la psicosis. Es interesante leerlas en paralelo porque todas
en esencia plantean lo mismo: que hay un momento de ruptura. A este momento de ruptura, le
sucede un momento de marasmo, anonadamiento y perplejidad acompañados de angustia, y luego
un trabajo delirante donde el sujeto va tratar de reconstruir un nuevo mundo en reemplazo del que
se ha hecho pedazos para salir del vacío y de esa sensación de angustia extrema que produce lo que
se desorganizó y/o destruyó. Y entonces en este tercer momento aparece la búsqueda del sentido
por lo nuevo que emerge para el sujeto: es así como en el texto acerca de las "Memorias del
presidente Schreber", Freud dará cuenta del delirio como un intento de curación a través de la
restitución delirante
Clérambault completa su teoría con dos leyes. La ley de la edad y la ley de la masividad. El dice que
cuando más temprano en la vida del individuo comienza el proceso, más vacío, más invasor, más
destructivo va a ser el proceso del automatismo mental. Y dice: en el feto va a generar una idiotez
esa lesión orgánica. En el niño imbecilidad, en el adolescente la demencia precoz, en el joven la
demencia paranoide, (es la que incluye Kraepelin como esquizofrenia paranoide), y a más de 40
años la psicosis alucinatoria crónica que había descripto Gilbert Ballais y que las subdivide en psicosis
reivindicativas y psicosis pasionales. Estas dos subdivisiones que corresponden al cuadro de la
paranoia van a ser tomadas y desarrolladas por Lacan en el seminario 3 a lo que se agregarán las
parafrenias descriptas por Kraepelin. Es decir que cuánto más edad se tiene, más asentada está la
personalidad, es decir que más ha resistido ese proceso, y el cuadro sería de menos gravedad.
Y la ley de la masividad dice que cuando más global, difusa y masiva es la afección orgánica más
groseros los fenómenos pudiendo ser completos de entrada. Entonces habla de confusión onírica,
demencia precoz, demencia paranoide, psicosis alucinatoria crónica. Combinando estas dos leyes,
él puede terminar de armar su explicación del conjunto de las formas de psicosis: el delirio es una
construcción psicológica sobre una base orgánica que provee al automatismo mental. Entre otras
cosas él va delimitando lo que son las psicosis tóxicas y también lo que son las psicosis alucinatorias
crónicas.
4- "Los fenómenos elementales no son más elementales que lo que subyace a la construcción del
delirio. El delirio reproduce la misma fuerza constituyente, es también por lo tanto un fenómeno
elemental." sostendrá Lacan. Como decíamos más arriba, para Clérambault el automatismo mental
es esencialmente de carácter anideico, es decir no conforme a una sucesión de ideas. Entre otras
cosas él va delimitando lo que son las psicosis tóxicas por ejemplo.
Clérambault dice una frase que de alguna manera lo ha hecho famoso: "En el momento en que el
delirio aparece ya hay psicosis, ésta es antigua" el delirio no es más que una superestructura. Por lo
tanto, el núcleo del automatismo de orden etiológico es como consecuencia de una organicidad
mórbida y la ideación, o sea que el delirio será de orden psicológico. En 1925 en "La psicosis en base
al automatismo" dice "la ideación se elabora mecánicamente en el subconciente" y agrega que es
una "ideación neoplásica" que va tomando al sujeto. Este sujeto que aparece en un período de su
vida en el orden de la "normalidad" al ser tomado por la ideación neoplásica es subsumido. Y dice
Clérambault en ese trabajo: "Que toda psicosis alucinatoria es una suerte de delirio de dos". Es como
si en un sujeto funcionaran dos personalidades ("Escisión de la personalidad", dirá Freud). Aquí
Clérambault va a hablar de "...anillos intrincados, derivación de la idea de que son construcciones
que siguen a fuerzas intrínsecas comparable a complejos naturales tales como los cristales y
políferos. Esta es la estructura común al automatismo."
Lacan en 1931, en un trabajo previo a su tesis sobre la paranoia, va a hablar de que a él le llega,
escuchándolo a Clérambault, la idea de los anélidos. Clérambault no escribió nunca qué son los
anélidos y Lacan lo desarrolla en base a sus recuerdos de haberlo escuchado en la presentación de
enfermos de Clérambault y lo escribe en su tesis: "De la psicosis paranoica en sus relaciones con la
personalidad"-: "Los anélidos son unos bichitos invertebrados, lombrices formadas por anillos
independientes con funciones independientes una con respecto a otra.", a su vez esta idea de los
anélidos Lacan la va a desarrollar en el 55/56 en el seminario 3 hablando de la estructura de una
planta. Y dice: " En cualquier parte de una planta se observa una estructura que puede ser elemental
y que se va a repetir en cada una de las partes de esa planta". Es decir que de los anélidos que serían
anillos con una estructura de partes iguales una a la otra y que se pueden separar pasa a la idea de
una planta que repite la estructura en cada una de sus partes. Desde la raíz hasta la hoja se repite
la misma estructura. Entonces Lacan lo equipara al automatismo mental pero se diferencia de
Clérambault. Mientras que para éste no solamente tiene carácter anideico sino que es una parte
independiente del sujeto que corresponde a la estructura orgánica que funciona mecánicamente,
para Lacan corresponde a la estructura psíquica del sujeto y ahí es donde dirá que no son más
elementales los fenómenos elementales que lo que subyace a la construcción del delirio. En este
sentido esta es una concepción estructural. Es decir que la estructura está en la parte más pequeña
de una planta y de ésta se deriva reproduciéndose exactamente similar a otra u otras partes de la
misma: es decir que, en las psicosis, la misma estructura se repetirá desde el origen y ésta está
precisamente en el origen del delirio siendo éste el mismo fenómeno elemental contenido en su
estructura y que se reproducirá
Hay un libro de un autor griego, G. Gribka llamado "Estética de las proporciones en las artes y en la
naturaleza"(4) , donde el mismo desarrolla cómo se repite una estructura en la naturaleza y da como
ejemplo la concha que cubre a determinados moluscos y crustáceos determinando cómo se repite
la estructura de la concha, de menor a mayor: de acá sacará la idea de esta repetición de estructura
que se va desarrollando y que será siempre esencialmente equivalente e igual a la estructura
originaria. Esta repetición de una estructura desde el comienzo al final tiene todo un desarrollo en
la geometría más antigua puesta en palabras por Euclides. Pero ya antes, en los babilonios aparecía
palabra gnomon, desarrollada luego por Euclides el gnomon es una estructura geométrica que se
va a repetir desde su origen para adelante en expansión.(4)
5- Para Lacan la estructura del fenómeno elemental está en el delirio, en la paranoia la estructura
del fenómeno elemental está incluida: es el carozo del delirio. En el mismo trabajamos en el
psicoanálisis con el detalle. En el detalle, (del latín detaliare o sea cortar), la función es la escucha y
leer desde la escucha. En "De nuestros Antecedentes" Lacan nombra a Foucault que en el año 61
publica "El nacimiento de la clínica" y una de las cuestiones que plantea Foucault es que desde
Hipócrates la clínica médica tiene que ver con lo que dice el paciente. Hay un corte histórico
producido por la tradición cristiana y por la relación que establece ésta con el cuerpo y cuando se
reinicia será a partir de que el cuerpo del paciente puede ser examinado (tocado- mirado -
auscultado: manipulado) por el médico. Este lugar de la observación y del tocar un cuerpo por el
médico introduce un cierto corte o hito en la historia de la práctica médica. Pero lo que va a suceder,
por eso lo cita Lacan, es que en un momento ya no es solamente el mirar, el tocar y el auscultar un
cuerpo sino que la escucha adquirirá otra dimensión. Tomemos el caso de "marrana" (la paciente a
la que hace referencia Lacan en el seminaro 3 "Las psicosis") el interrogatorio que hace Lacan a la
paciente es escaso y el relato que hace de la misma también. Sin embargo Lacan "escucha"
"marrana" y piensa que este significante con perfume neológico quiere decir algo, está referenciado
a algún suceso o escena que pudo haber vivido la paciente y que luego aparecerá bajo esta forma
neológica. Lo que escucha Lacan es el "perfume" neológico del significante. Esta idea de que quiere
decir algo implica un interrogatorio sobre lo que quiere decir. Lo importante es que la escucha de
un neologismo que rompe una cadena discursiva gramaticalmente lógica reubica toda una serie de
relaciones es decir que la palabra enunciada tiene un receptor que privilegiará el orden de la
escucha y que esa escucha permitirá reubicar la serie gramatical y la cadena discursiva
6-Lacan, al tratar el fenómeno elemental lo diferencia del automatismo mental de Clérambault. Dice
en la pág. 47 de su tesis: "La psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad": "El problema
que se plantea aquí es el mismo que se le ha planteado a cada una de las ciencias naturales en su
comienzo y que se siguen presentando a cada instante Es el problema de la jerarquía de los
caracteres de saber decidir cuál es el carácter terminal para la estructura de lo que no corresponde
más que a unas variaciones sin repercusiones sobre el conjunto. Pero más aún es el problema de la
identificación del carácter. En efecto lo que en un principio se toma por una identidad del carácter
puede no ser más que una homología formal entre aspectos que traducen una estructura del todo
diferente. Tal son en botánica los radios de las flores compuestas que pueden representarse según
los casos en los pétalos de la flor simple con sus hojas de envoltura."(Las palabras en negrita me
pertenecen A.L). Al renglón siguiente dice: "Un mismo carácter estructural por el contrario puede
presentarse y ahí está para demostrarlo todo el estudio de la morfología bajo aspectos muy
diferentes."
Es decir que él toma, en el año 32 cuando escribe su tesis, el ejemplo de la Botánica para
diferenciarlo de los anélidos formados por anillos iguales. Lacan va a decir más adelante en la misma
tesis: "Esta impresionante identidad estructural entre los fenómenos elementales del delirio y su
organización general impone la referencia en el tipo de morfogénesis materializada por la planta.
Esta imagen es más válida que la comparación con el anélido que nos fue inspirada en una
publicación anterior por las aproximaciones aventuradas de una enseñanza completamente verbal".
Es en el año 1931 que habla de los anélidos y dice que se presentan siempre bajo el mismo aspecto
y son por lo tanto una sumatoria de elementos análogos.
Para Gäetan de Clérambault, el automatismo mental es un fenómeno que parasita al sujeto. Luego
va a ir desarrollando una concepción diferente donde va a hablar de que este mecanismo parasitario
lo va a ir tomando y abarcando al sujeto. Por eso lo llama parasitario y habla de una construcción
subconciente en donde el sujeto trata de rellenar, en función del automatismo mental, y construye
el delirio de acuerdo a la característica personal de cada sujeto.
Lacan lo que hace es difererenciar el fenómeno elemental que está incluído en el delirio y dirá que
el delirio mismo es el fenómeno elemental. El fenómeno elemental está en el delirio del paciente.
El problema se presenta cuando aparecen las voces sin ir acompañadas de una construcción
delirante. Por ejemplo aparecen voces que le ordenan al sujeto matarse, y el riesgo es cuando estas
alucinaciones por ejemplo auditivas, que le ordenan, no van acompañadas de una construcción, de
una significación. Lo que hay es un vacío de significación. Este vacío de significación lo deja al sujeto
inerte, anodadado, con la certeza de que esto le sucede a él y no encuentra ninguna explicación de
esto que le sucede.
Un paciente escucha voces que dicen "sos un hijo de puta", "matate". Voces que no están
articuladas en una "construcción intelectual secundaria" como la denomina Clérambault, o en un
delirio donde el paciente pueda darle un sentido a esas voces que lo atormentan.
En 1955, Lacan dice lo siguiente (pág. 33 del seminario "Las psicosis"): "Hay algo que me parece ser
exactamente el quid del problema. Si leen por ejemplo el trabajo que hice sobre la psicosis
paranoica, verán que enfatizo allí lo que llamo, tomando el término de mi maestro Clérambault, los
fenómenos elementales, y que intento demostrar el carácter radicalmente diferente de esos
fenómentos respecto a cualquier cosa que pueda concluirse de lo que él llama la deducción ideica,
vale decir de lo que es comprensible para todo el mundo."(Las palabras en negrita me pertenecen.
A.L.)
"Lo importante del fenómeno elemental no es entonces que sea un núcleo inicial, un punto
parasitario, como decía Clérambault, en el seno de la personalidad, alrededor del cual el sujeto haría
una construcción, una reacción fibrosa destinada a enquistarlo, envolviéndolo, e integrarlo al mismo
tiempo, es decir explicarlo, como se dice a menudo. El delirio no es deducido, reproduce la misma
fuerza constituyente, es también un fenómeno elemental. Es decir que la noción de elemento no
debe ser entendida en este caso de modo distinto que la de estructura, diferenciada, irreductible a
todo lo que no sea ella misma." (El subrayado me pertenece. A.L.)
Se verifica por la irrupción de aquello que está forcluído y que es el significante primordial - Nombre
del Padre - forcluído, quedando afuera de la estructura simbólica. El significante Nombre del Padre
al estar forcluído reaparecerá en lo real. La forclusión de este significante primordial aparecerá en
la falla, en la hiancia de la estructura del sujeto y produce consecuencias en la significación del
sujeto.
Por otra parte es importante plantear las vicisitudes de un sujeto en la constitución del estadío del
espejo, cómo puede llegar a ser hablado por otro, en las psicosis le habla ese otro pero desde una
exterioridad a su "aparato" psíquico y que sin embargo al comprometerlo al sujeto y al implicarlo
nos está dando la pauta de que esta exterioridad es de absoluta intimidad del sujeto involucrado al
estar cuestionándolo en su existencia: esta voz le habla desde esta exterioridad íntima y para él es
fundamental dado que tiene la certeza que las voces le hablan y lo implican. El psicótico sabe que le
concierne íntimamente y sabe discriminar que las voces le hablan a él, y que son exclusivamente
para él. Por lo tanto la función de la voz es de ser parasitaria del sujeto, lo va tomando. Y cuando
digo que es parasitaria debemos despegar el delirio que se construye en función de esas voces
porque le tiene que dar un sentido a esa voz y a lo que esa voz o esas voces le están diciendo.
Cuando Lacan dice en el seminario 3: "el lenguaje de sabor particular y a menudo extraordinario
que es el del delirante, lenguaje en que ciertas palabras cobran un énfasis especial, una densidad
que se manifiesta a veces en la misma forma del significante dándole ese carácter francamente
neológico tan impactante en las producciones de la paranoia. En boca de nuestra enferma del otro
día surgió la palabra galopinar que rubricó todo lo dicho hasta entonces. La enferma era víctima de
algo muy diferente a la frustración de su intimidad, de su independencia de sus pequeños asuntos.
Este término frustración forma parte desde hace tiempo del vocabulario del común de la gente. Ella
estaba en otro mundo evidentemente, mundo donde ese término galopinar y sin duda muchos otros
que ocultó constituyen los puntos de referencia esenciales."(Las palabras en negrita me
corresponden) Es decir que en el momento en que aparece ese neologismo es el momento para
pensar que ahí hay algo que para esa persona tiene una densidad, una importancia especial por su
referencia a la esencia del fenómeno que interroga acerca de su intimidad. Ahí tenemos que
escuchar y de ahí tenemos que empezar, en un interrogatorio, a escuchar e interrogarnos acerca de
la producción en las psicosis
Notas
(3) Planteo inverso al de Lacan que al decir de éste el psicoanalista debe de funcionar como
"secretario del alienado" aunque podemos leer una actitud activa en las versiones que encontramos
de sus interrogatorios a los pacientes: por ejemplo en la entrevista a M. Proumeau con motivo de
detectar el automatismo mental y lo que se denominó "Una psicosis lacaniana"
(4) Citado por Claudio Godoy en "La nervadura del significante", capítulo de "Las psicosis. Fenómeno
y estructura" de Roberto Mazzuca y colaboradores.
Bibliografía
Paul Bercherie: "Los fundamentos de la clínica. Historia y estructura del saber psiquiátrico"
Gaëtan Gatian de Clérambault: Automatismo mental y paranoia. Editorial Polemos. Bs.As. 1995
Jacques Lacan: "De las psicosis paranoicas en sus relaciones con la personalidad". Editorial SigloXXI. México
Jacques Lacan: "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de las psicosis" en "Escritos II" Editorial
Siglo XXI, México