Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
El Padre Jacques D'Arcy S., pss, coloca en manos de los señores obispos,
predicadores de retiros, profesores de liturgia, formadores de seminarios y los
mismos elegido-. ira el sacerdocio, una obra que llena un vacío bastante sensible
< i los seminarios, cuando se trata de buscar elementos doctrina-. ' iros
referentes al Rito de Admisión (Candidatura), Ministerio^ v 1 edenes.
BUA0010256
9789586254281
CELAM
Manual de Preparación
al Rit° de Admisión,
Ministerios y Órdenes
Sagradas
Afectos históricos, teológicos, canónicos,
• ■ 11 A . ^ ,»sri y'/V' • I fll.l/zílT
hiticiotti
ilcs, litúrgicos i/ espirituales
Tomo 1
CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO
Manual de Preparación
al Rito de Admisión, Ministerios
y Órdenes Sagradas
Aspectos históricos, teológicos,
canónicos, funcionales, litúrgicos y espirituales
Tomol
PARTEI
EL RITO DE ADMISIÓN
PARTE II
LOS MINISTERIOS INSTITUIDOS
(LECTORADO Y ACOLITADO)
7
El Rito de Admisión
Apéndice II
8
PARTE III (En preparación)
LOS MINISTERIOS ORDENADOS Y JERÁRQUICOS
(DIACONADO, PRESBITERADO Y EPISCOPADO)
Sección I: Los ministerios ordenados y jerárquicos en la
Iglesia latina
9
El Rito de Admisión
10
PRESENTACIÓN
11
El Rito de Admisión
12
PREFACIO
13
El Rito de Admisión
14
INTRODUCCIÓN
i En francés, muchos han conocido los libros del padre sulpiciano, René
Dubosq, Les Étapes du sacerdoce (ou Présentation analytique du Cérémonial
de l'Ordination), Desdée & Cié, Raris-Tournai-Rome, 1936; y Mes retraites
avant les Étapes, (ou Guide complet pour chacune des Retraites
d'Ordination), Tome i-H, éditions Desclée et Cié, Paris-Tournai- Rome, 1941
et 1947; en lengua castellana, existía también del padre eudista, Ambrosio
Hays, Ceremonial de las ordenaciones, 2° Edición, Paris-México, 1927; se
utilizó durante muchos años, en el Seminario Mayor de Bogotá, el pequeño
libro en latín del padre supiciano Adriano Canee, A tonsura ad
Presbyteratum, Gabalda et Cie, Paris, 1933; después del Concilio Vaticano II,
se publicó en Roma para los examinadores apostólicos del clero del
Vicariato de Roma un sumario para la preparación de los candidatos a los
Ministerios y Órdenes sagradas, titulado: Breviarium Theologicum,
Tipografía Cittá Nuova, Roma, 1976.
15
El Rito de Admisión
Por este motivo, nuestro trabajo quiere ser una especie de manual
práctico para la preparación de los ministerios y órdenes
sagradas, teniendo en cuenta los diversos aspectos históricos,
teológicos, canónicos, funcionales, litúrgicos y espirituales de
1
S. Congregación para la Educación Católica, Instrucción ln ecclesiasticam
futurorum (3 de junio de 1979), n° 38, en CELAM, La formación sacerdotal
(Documentos eclesiales 1965-1988), Bogotá, 1989, p. 268. Para apreciar
mejor esta recomendación, transcribimos el n° 38 en su totalidad: "Esta
celebración de los ritos, juntamente con las instrucciones preparatorias,
ofrecerá a los alumnos una ocasión propicia para orar con mayor interés
los unos por los otros, y para comprender mejor el significado, la
importancia y las obligaciones de los oficios que recibirán y la
espiritualidad requerida para el ejercicio de cada uno de los ministerios y
de las órdenes. Los elementos principales de esta preparación espiritual y
doctrinal se deducen fácilmente de cuanto se establece acerca de los
deberes del lector y del acólito en el Motu proprio Ministerio quaedam.
16
Introducción
17
El Rito de Admisión
2 Oña tibia, Ignacio, "La identidad del ministerio ordenado (Segunda edición del
Ritual de Órdenes)", en Phase, n® 186, 1991, pp. 449-450.
3 Ibidem, p. 450.
18
Aún teniendo en cuenta este cambio de perspectivas del Ritual
de órdenes, hemos pensado seguir de todos modos el orden
Introducción
4
Para una mejor comprensión, sugerimos leer el Sumario de la obra.
19
El Rito de Admisión
20
Introducción
21
El Rito de Admisión
22
Introducción
El autor
r
5^
SIGLAS Y ABREVIATURAS
I. LIBROS DE LA BIBLIA
Ab Abdías J1 Joel
Ag Ageo Jn Evang. de Juan
Am Amos IJn laJuan
Ap Apocalipsis 2Jn 2aJuan
Ba Baruc 3Jn 3aJuan
ICo Ia Corintios Jon Jonas
2Co 2a Corintios Jos Josué
Col Colosenses Jr Jeremías
lCro 1° Crónicas Judas Judas
2Cro 2o Crónicas Le Evang. de
Q Cantar Lm Lucas
Lamentaciones
Dn Daniel Lv Levítico
Dt Deuteronomi 1M l°Macabeos
o
Ef Efesios 2M 2°Macabeos
Esd Esdras Me Evang. de
Est Ester Marcos
Mi Miqueas
Ex Exodo MI Malaquías
Ez Ezequiel Mi Evang. de
Flm Filemón Na Mateo
Nahúm
Flp Filipenses Ne Nehemías
Ga Gálatas Nm Números
Gi Génesis
Os Oseas
Ha Habacuc
1P Ia Pedro
Hb Hebreos 2P 2a Pedro
Hch Hechos
Pr Proverbios
Is Isaías Qo Eclesiastés
Jb Job (=Qohélet)
Je Jueces IR l°Reyes
Jdt Judit 2R 2o Reyes
El Rito de Admisión
Rm Romanos St Santiago
Rt Rut Tb Tobías
1S 1° Samuel lTm Ia Timoteo
2S 2o Samuel 2Tm 2a Timoteo
Sal Salmos lTs Ia
Sb Sabiduría 2Ts Tesalonicenses
2a
Tesalonicenses
Si Eclesiástico (=Sirádda) Tt Tito
So Sofonías 2a Zacarías
28
Siglas y Abreviaturas
29
El Rito de Admisión
31
EL RUO DE
ADMISIÓN
Primera Parte
No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he
elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis
y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca....
(Jn 15,16)
El Rito de Admisión de
los candidatos a las
órdenes sagradas del
Diaconado y
Presbiterado
Sección Primera
1
RESEÑA HISTÓRICA
SOBRE EL RITO DE ADMISIÓN
38
Reseña Histórica sobre el Rito de Admisión
J° El llevar la tonsura por parte de los monjes y clérigos remonta a los siglos
IV y v. Sin embargo, como escribe Mario Righetti, en su obra Historia de
la Liturgia, (Tomo II, Edición española preparada por Cornelio Urtasun
Irisarri, Madrid, BAC n° 144, 1956, pp. 924-9Á5): "el rito de la tonsura
se encuentra por primera vez en el sacramentario de Gelón (gelasiano
del siglo vil!) como acto consistente en sí mismo y con fórmulas propias,
orationes ad capillos incidendos, inserto después en el Ordo ad clericum
faciendum con diverso formulario y con rúbricas relativas. Se abre con un
prefacio de tipo galicano invitando a los fieles a rezar por el que por
amor de Dios está para deponer comas capitis sui, para que obtenga del
Espíritu Santo la gracia de conservar habit um religionis in perpctuum, es
decir, la vida propia de quien se ha consagrado a Él. El Obispo le corta
entonces un mechón de cabellos en forma de cruz, mientras la schola
canta la antífona Dominus pars haereditatis rneae... Por último, bendice al
nuevo clérigo con la fórmula Praesta quaesumus, Deus, ut famulus tuus cuius
hodie comas capitis pro amore divino deposuimus, in tun dilectione perpetuo
maneat et eum sine macula in sempiternum custodias. Per Christum Dominum...
Esta primera disposición del rito fue ampliada más tarde por G.
Durando en su Pontifical con la añadidura de la entrega y la vestición de
la sobrepelliz, el blanco sobrevestido coral que estuvo en uso en el
Septentrión después del siglo XII. La idea se la sugirió probablemente la
frase que según él quiere expresar sensiblemente habitus religionis, del
invitatorio geloniano, derivado del Ordo de la profesión monástica (cf.
impone al clérigo la sobrepelliz. El rito se concluye con la colecta gelasiana Otnnip. Setup. Deas propitiate..., que
alude a la tonsura recibida, ut sicut siinilitudinem coronae tuae eos gestare facimus in cnpite, sie..., y con la
exhortación a los nuevos clérigos a vivir en conformidad con el hábito recibido. El ritual de Durando ha pasado, sin
substanciales modificaciones, al Pontifical que se usaba hasta el Concilio Vaticano II bajo el título De clerico
faciendo.
Pontif. Rom. Curiae, de Andrieu, XVII, 7).; también las palabras Induat te
Dominas novum hominem..., dichas por el Obispo mientras
39
El Rito de Admisión
10 Cf. René Dubosq, pss. Mes retraites ai>ant les Étapes, Tome I, p. XLVl; también pp.
179; 231-233; 274-277; 339-340.
11 Righetti, Mario, Historia de la Liturgia, Tomo II, Madrid, BAC 144, 1956, p. 924.
40
Reseña Histórica sobre el Rito de Admisión
¡
i
41
2
NATURALEZA Y SIGNIFICACIÓN
TEOLÓGICA DEL RITO DE ADMISIÓN
44
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
15
Código de Derecho Canónico, Edición bilingüe comentada, Madrid, BAC, 1983,
can. 1034 § 1.
45
El Rito de Admisión
Libertad y madurez
Antes de proceder al rito de admisión, el aspirante debe
manifestar, por una petición escrita autógrafa, su libre, consciente
y
47
El Rito de Admisión
20
CDC 1036; cf. también la Carta apostólica Ad pascendum V, p. 11.
21
Cf. Pablo VI, Carta apostólica Ad pascendum, Introducción, §16, p. 9; cf.
Pontifical y Ritual Romanos, (CELAM-DELC), Rito de admisión de un
candidato: cf. Homilía y Examen, pp. 171-172.
48
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
22
Pontifical y Ritual Romanos, Petición de la ordenación de los elegidos, pp.
150 y 151.
49
V
El Rito de Admisión
>
50
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
16 CDC 1008.
17
Exhortación apostólica postsinodal Pastores dabo vobis 35, 6.
51
El Rito de Admisión
52
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
18
Concilio Vaticano II, Decreto Presbyterorum ordinis 11.
53
El Rito de Admisión
19 Pablo VI, Alocución del 5 de mayo de 1965: LOsseivatore Romano, 6-5- 1965,
p. 1, en Concilio Vaticano II, el Decreto Presbyterorum ordinis, Madrid,
Edición BAC, 1975: nota 66 del número 11, p. 496.
54
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
56
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
57
El Rito de Admisión
58
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
28
Mensaje para la V jornada mundial de oración para las vocaciones
sacerdotales (19 de abril de 1968): Insegnamenti, VI, 1968, 134-135.
59
El Rito de Admisión
60
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
61
El Rito de Admisión
63
El Rito de Admisión
64
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
65
El Rito de Admisión
Por todo esto, los futuros presbíteros deben cultivar una serie de
cualidades o virtudes humanas muy necesarias para formar una
personalidad equilibrada, firme y libre, capaz de llevar el peso de
las responsabilidades pastorales; y eso no sólo para una justa y
necesaria maduración y realización de sí mismos, sino también en
vista de su futuro ministerio. Ya decía al respecto el Concilio
Vaticano II:
66
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
23
Ibidem, pp. 104-105.
El Rito de Admisión
68
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
69
El Rito de Admisión
34
Ibidem, pp. 103-104.
70
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
35
Resumimos aquí la presentación hecha al respecto en las Normas
fundamentales para la formación sacerdotal, del Seminario Mayor de San José
de Zipaquirá (Colombia), Zipaquirá, 1994, pp. 9-10.
71
El Rito de Admisión
36
Compañía de los sacerdotes de San Sulpicio, La formación psico-nfectiva
de los seminaristas, París 1993, cf. III criterios de discernimiento
(Madurez y motivaciones), p. 5.
72
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
§3 La rectitud de intención
Antes de pronunciar su llamada la Iglesia se detiene en un tercer
elemento objetivo, también importante, la recta intención. Se
define habitualmente la recta intención:
A
-*/
BI'BUOTt C A
E SUBA 73
¿ci Confio i*
El Rito de Admisión
37
Griéger, Paul, Vocación común y vocaciones especificas, T. III, p. 101.
74
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
38
Hostie, R., Le discernement des vocations, Collection Bibliothéque
d'Études psycho-religieuses, Desclée de Brouwer, Bruges (Belgique),
1966, pp. 78-79; la tradución castellana es personal.
75
El Rito de Admisión
76
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
40
Anastasio del Santísimo Rosario, Teología della vocazione religiosa, en
Riv. Vita Spirituale, 16 (1962), pp. 6-8; citado por Pigna, A., La
vocación (Teología y discernimiento), Madrid, Atenas, 1983, pp. 204-
207.
77
El Rito de Admisión
78
Naturaleza y Significación Teológica del Rito de Admisión
44
Hostie, R., Le discernement des vocations, Collection Bibliothéque
d'Etudes psycho-religieuses, Desclée de Brouwer, Bruges (Belgique)
1966, chap. II: Les auteurs du discernement, pp. 21-32, spécialemente;
pp. 31-32.
45
Esta cita, que corresponde al apartado § 1 de la Carta al Episcopado de
la Sagrada Congregación de Seminarios (27 de septiembre de 1960), es
reseñada por R Pigna en su obra. La vocación (Teología y
discernimiento), Madrid, Edición Atenas, 1983, pp. 207.
79
El Rito de Admisión
46
Cf. Pablo VI, Carta apostólica Ad pascendum, III, p. 11.
81
El Rito de Admisión
47
Cf. CDC 620-622.
48
Cf. CDC 588; sin embargo los profesos de Institutos religiosos clericales,
que se preparan a la Orden sagrada, no están obligados a este rito: cf.
Pablo VI, carta apostólica Ad pascendum, I, a, p. 10.
49
Cf. Pablo VI, Carta apostólica Ad pascendum, I, b-c, pp. 10-11; Pontifical y
ritual Romanos, Admisión de candidatos: Homilía, pp. 170-171.
82
Aspectos Canónicos del Rito de Admisión
50
Cf. Pablo VI, Carta apostólica Ad pascendum, I, a, pp. 10; Pontifical y
ritual Romanos, Admisión de candidatos: Normas generales, pp. 170.
51
Cf. CDC 588 § 2.
52
Cf. CDC 1019 § 1; 1052 § 2.
83
El Rito de Admisión
53
Cf. Pablo VI, Carta apostólica Ad pascendum, 1, a, p. 10; Carta apostólica
Ministerin quaedam, II! y VIII.
54
Cf. Pablo VI, Carta apostólica Sacrum Diaconatus Ordinem, dada en
forma de Motu proprio, para restablecer el diaconado permanente en la
Iglesia Latina (18 de junio de 1967), VII, nn. 32-35: in Documentación
Litúrgica postconciliar Enchiridion, preparado por Andrés Pardo,
Barcelona, Editorial Regina, 1992, p. 840.
55
Cf. Pablo VI, Carta apostólica Ad pascendum, I, a, p. 10.
56
Cf. Pablo VI, Carta apostólica Ad pascendum, I, b-c, pp. 10-11; Pablo VI,
Carta apostólica Sacrum Diaconatus Ordinem, II, nn. 4-10.
84
Aspectos Canónicos del Rito de Admisión
57
Cf. Concilio Vaticano II, Decreto Optatam totius 8; precisamente en este
sentido insiste la Exhortación apostólica postsinodal Pastores áabo vobis
para presentar todo el proceso de maduración y de formación de los
candidatos al sacerdocio ministerial, como un vivir, al estilo de los
Apóstoles, en el seguimiento de Cristo; y así enfoca las diversas
dimensiones de la formación: la formación humana como el fundamento
de toda la formación sacerdotal, la formación espiritual como comunión
con Dios y búsqueda de Cristo, la formación intelectual como una
inteligencia de la fe, y la formación pastoral como un comunicar la
caridad de Cristo Buen Pastor (cf. Indice del cap. V, pp. 226).
58
Cf. Pablo VI, Carta apostólica Ad pascendum, I, a y V, pp. 10-11; CDC
1034 § 1.
85
El Rito de Admisión
28
Juan Pablo II, Exhortación apostólica postsinodal Pastores dabo vobis, p.
113; cf. Carta apostólica Ad pascendum, I, c, p. 11; también Pontifical y
ritual Romanos, Admisión de candidatos (Examen), p. 172.
29
Cf. Carta apostólica Ad pascendum, Introducción § 16, IX; Carta apostólica
Ministerio quaedam I; Pablo VI, Carta apostólica Sacrum Diaconatus
Ordinem, IV, n° 18; CDC 266 § 1, 2, 3.
86
Aspectos Canónicos del Rito de Admisión
Cf. L'Oss. Rom., 18-19 ottobre 1982; la traducción castellana del numeral
(n° 6) es personal, del Padre Jaime D'Arcy S. pss.
62 Transcribimos algunos apartes de la Carta del Santo Padre, Juan Pablo II,
al Cardenal Vicario General de Roma sobre el vestido eclesiástico y
religioso como signo y testimonio en el mundo (septiembre 8 de 1982); cf.
Revista Diocesana di Roma, nn. 11-12 nov.-dic. 1982; la traducción
castellana es personal, del Padre Jaime D'Arcy S. pss.
"...Más de una vez en los encuentros con los sacerdotes he expresado mi
pensamiento al respecto, subrayando el valor y el significado de tal signo
distintivo, no sólo porque contribuye al decoro del sacerdote en su
comportamiento externo o en el ejercicio de su ministerio, sino sobre todo
porque evidencia en medio de la comunidad cristiana el testimonio público
que cada sacerdote debe dar de la propia identidad y de su pertenencia a
Dios. Y puesto que este signo expresa concretamente nuestro "no ser del
mundo" (cf. Jn 17, 14), en la oración compuesta para el Jueves Santo de
este año, aludiendo al vestido eclesiástico, me dirijo al Señor con esta
invocación: "haz que no entristezcamos a tu Espíritu... con lo que se
manifiesta como un deseo de esconder el propio sacerdocio ante los
hombres y evitar toda señal externa" (AAS 74, 1982, p. 526).
Invitados por Cristo para anunciar el Evangelio, tenemos un mensaje para
transmitir, que se expresa sea con palabras, sea también con signos
externos, sobre todo en el mundo de hoy que se muestra tan sensible al
lenguaje de las imágenes. El vestido eclesiástico, como aquel religioso, tiene
un significado particular: para el sacerdote diocesano éste tiene
principalmente un carácter de signo, que lo distingue del ambiente seglar
en el que vive; para el religioso y para la religiosa éste expresa también el
carácter de consagración y evidencia la finalidad escatológica de la vida
religiosa. Por tanto, el hábito eclesiástico sirve a los fines de la
Evangelización y ayuda a reflexionar sobre la realidad que nosotros
representamos en el mundo y sobre el primado de los valores espirituales
que nosotros defendemos en la existencia del hombre. Por medio de este
signo les queda más fácil a los demás llegar al Misterio, del cual somos
portadores, a Aquel al que pertenecemos y que queremos anunciar con
todo nuestro ser...
En la ciudad secular moderna donde se ha perdido el sentido de lo
sagrado, la gente tiene más necesidad de estos signos de Dios, que no
pueden descuidarse sin un cierto empobrecimiento de nuestro servicio
sacerdotal...".
87
El Rito de Admisión
Ministerios y su ejercicio
Los candidatos, si no los hubieran recibidos todavía, deben
recibir los ministerios de Lector y de Acólito, y ejercerlos por
un tiempo conveniente, para disponerse mejor a los futuros
servicios sacerdotales de la palabra de Dios y del altar. La
dispensa de recibir los Ministerios está reservada a la Santa
Sede63.
La Iglesia,
89
El Rito de Admisión
90
Aspectos Canónicos del Rito de Admisión
91
El Rito de Admisión
92
Aspectos Canónicos del Rito de Admisión
más amplio que el necesario para que resulte claro que se trata de
un rito diferente73.
93
4
PREPARACIÓN Y
CELEBRACIÓN LITÚRGICA
DEL RITO DE ADMISIÓN EN EL
PONTIFICAL Y RITUAL ROMANOS
RITOS PREPARATORIOS
Homilía
Después de la proclamación del Evangelio, el Superior
competente o normalmente el Obispo se sienta en la sede
preparada y dirige a la comunidad reunida la homilía, en la que
hace una reflexión sobre la necesidad de los ministros sagrados
para continuar en el mundo la obra de la salvación realizada por
Cristo, y expone el sentido del rito que se realiza.
0
Hacia el final de la homilía, el celebrante se refiere a la
preparación espiritual que deben haber recibido los aspirantes,
no exclusivamente pero ante todo en el Seminario Mayor. Insiste
sobre el hecho de que los aspirantes desde tiempo atrás han
empezado su formación en
33
Cf. Pontifical y ritual Romanos, Homilía, § 4, p. 176.
96
Preparación y Celebración Litúrgica del Rito de Admisión...
Examen
Luego, a los aspirantes, el Obispo dirige unas palabras, con las
que confirma haber recibido sobre cada uno de ellos un buen
testimonio por parte de los pastores y de los maestros
responsables de su formadón y, aún, de cuantos dan testimonio
de conocerlos.
RITO CENTRAL
RITOS EXPLICATIVOS
Oración conclusiva
La oración conclusiva de las preces de los fieles se presenta en
doble forma, a escogencia del celebrante. En la primera, se
implora la bendición de Dios, para que los candidatos perseveren
en su vocación y lleguen a ser aptos para recibir dignamente el
ministerio pastoral. En la segunda oración, se suplica a Dios se
digne dar a los candidatos la gracia de prepararse con ánimo
generoso, a fin de ejercer en la Iglesia el sagrado ministerio y de
trabajar con entusiasmo para la gloria del nombre de Dios.
ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN
A LA VIRGEN MARÍA
99
El Rito de Admisión
77 "El Leccionario del ritual de órdenes" en Phase 139 (1984) pp. 23-25.
100
Preparación y Celebración Litúrgica del Rito de Admisión...
Jr 1,4-9 Nuevo
Evangelios
Testamento
Hch 14, 21-23 Mt 9, 35-38
1 Co 9,16-19. 22-23 Me 1,14-20
1 Co 12, 4-11 Le 5,1-11
2 Tm 3,10-12.14-15 Jn 1, 35-42
Jn 1, 45-51
Aleluya
Me 1,17; Le 4,18; Jn
12, 26
BIBUOTEC A 10
éc SU0A
1
El Rito de Admisión
102
Preparación y Celebración Litúrgica del Rito de Admisión...
Apertura de la celebración
Canto de entrada
Salutación del Obispo
(Gloria a Dios)
Oración-colecta
Liturgia de la Palabra
Primera lectura Salmo
responsorial Segunda
lectura Aclamación al
Evangelio
103
El Rito de Admisión
Liturgia eucarística
Oración sobre las ofrendas
Oración después de la comunión
Bendición final
HOMILÍA
(6) Después del Evangelio, el Obispo, con la mitra
puesta, se sienta en la sede preparada, y hace la
homilía, la cual concluye con estas palabras:
106
Preparación y Celebración Litúrgica del Rito de Admisión...
EXAMEN
(8) El Obispo se dirige a los aspirantes, con estas u
otras palabras:
Queridos hijos/ los pastores y maestros a quienes se
encomendó la tarea de vuestra formación y todos
aquellos que os conocen han dado de vosotros buen
testimonio; yo, por mi parte, confío plenamente en
este parecer.
¿Estáis dispuestos, pues, a responder a la llamada del
Señor, llevando a término vuestra preparación de tal
forma que lleguéis a ser aptos para recibir, cuando
llegue el día, la ordenación sagrada y ejercer así el
ministerio en la Iglesia?
El Obispo:
¿Estáis dispuestos a ir formando vuestro espíritu de
tal forma que podáis servir fielmente a Cristo, el
Señor, y a su cuerpo, que es la Iglesia?
Los aspirantes:
Sí, estoy dispuesto.
107
(8 bis) Si algunos aspirantes al rito de admisión son
casados, el Obispo puede verificar el consentimiento
de las esposas sobre la decisión de sus maridos de
iniciar el proceso de formación y preparación al
ministerio diaconal, preguntando por ejemplo:
N. (Señora), ¿está de acuerdo con la decisión de su
marido y acepta ayudarle en su preparación a la orden
diaconal?
Cada esposa responde:
Sí, estoy de acuerdo.
El Rito de Admisión
108
Preparación y Celebración Litúrgica del Rito de Admisión...
Todos:
Te rogamos, óyenos.
El diácono:
Para que sepan hacer suyas las preocupaciones de los
hombres y estén siempre atentos a escuchar la voz
del Espíritu Santo, roguemos al Señor.
Todos:
Te rogamos,
óyenos El diácono:
Para que lleguen a ser ministros de la Iglesia y, con
su palabra y ejemplo, confirmen a sus hermanos en la
fe y los congreguen para participar de la Eucaristía,
roguemos al Señor.
Todos:
Te rogamos, óyenos.
ORACIÓN DE CONCLUSIÓN
109
El Rito de Admisión
I
Escucha, Señor, nuestra plegaria, y dígnate bendecir
+ a estos hijos tuyos que desean entregarse a ti para
el servicio de tu pueblo; para que perseveren en su
vocación y, unidos con amor sincero a Cristo
sacerdote, lleguen a ser aptos para recibir dignamente
el ministerio pastoral. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
II
RJ. Amén.
112
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
82
Los textos escogidos son tomados de la Edición crítica con
introducción y notas, realizada por Gilles Chaillot, Paul Cochois e
Irénée Noye, titulada: Traité de saints Ordres (1976) comparé aux
Ecrits authentiques de Jean-Jacques Olier (+ 1657), Procure de la
Compagnie de Saint-Sulpice, Paris 1984; la traducción castellana es
del Padre Jacques D'Arcy S. pss.
114
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
aspiran a este estado de vida, hay que recordar que, según San
Pablo, el cristiano es bautizado en la muerte y en la
resurrección del Hijo de Dios (cf. Rm 4,3s.), es decir, que
recibe su espíritu de muerte y de nueva vida por el bautismo.
quiero nada más que a Dios en todo; soy todo para él; no soy
nada más para el mundo; no quiero nada más que a Él solo en
todo. Entonces, éste es el momento o la disposición para ser
elevado a la clericatura; pues el alma está en la perfección de
la vida cristiana, hace profesión de la vida perfecta a la que el
bautizado está llamado para ser un cristiano de verdad y un
cristiano plenamente realizado, en cuanto está muerto a sí
mismo y vivo para Dios. [...].
116
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
117
El Rito de Admisión
118
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
119
El Rito de Admisión
120
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
121
El Rito de Admisión
[...] Éstos son, pues, los signos que pueden servir para
reconocer si aquellos que se presentan al estado eclesiástico, son
122
Resonancias Espirituales de! Rito de Admisión
34
San Juan Eudes, La vie et le Royaume de Jésus dans les ames chrélinnes, 2a par
tie; Oeuvres Complétes, 1,161-166, cité dans Deville, Raymond, L'Ecole
franqaise de spiritualité, Bibliothéque d'Histoire du Christianisme, n° 11,
Desclée, Paris, 1987, p. 84; la traducción al catellano es personal.
123
El Rito de Admisión
124
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
§ 1 El significado de la vocación
(Juan Pablo n, Exhortación apostólica postsinodal
Pastores dabo vobis 34)
125
El Rito de Admisión
127
El Rito de Admisión
“Llamó a los que él quiso y vinieron a él” (Me 3, 13). Este “venir”, que
se identifica con el “seguir” a Jesus, expresa la respuesta libre de los
doce a la llamada del Maestro. Así sucede con Pedro y Andrés; les dijo:
“Venid conmigo y os haré pescadores dehombres”. Y ellos al instante,
dejaron las redes y
130
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
Muchos tienen una idea de Dios tan genérica y confusa que deriva en
formas de religiosidad sin Dios, en las cuales la voluntad de Dios se
concibe como un destino inmutable e inevitable, al que el hombre debe
simplemente adaptarse y resignarse en total pasividad. Pero no es éste el
rostro de Dios que Jesucristo ha venido a revelarnos. En efecto, Dios es
el padre que, con amor eterno y precedente llama al hombre y lo sitúa en
un maravilloso y permanente diálogo con El, invitándolo a compartir su
misma vida divina como hijo. Es cierto que, con una visión equivocada
de Dios, el hombre no puede reconocer ni siquiera la verdad sobre sí
mismo, de tal forma que la vocación no puede ser ni
132
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
133
El Rito de Admisión
§ 4 La vocación en la Iglesia
(Conferencia Episcopal de Colombia84)
134
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
La Iglesia
En el Vaticano n la Iglesia ha dicho de sí misma que es el
Pueblo de Dios. Ya bajo esta figura
135
El Rito de Admisión
El servicio en la Iglesia
A través de los escritos del NT encontramos la misión de
Jesucristo como cumplimiento de la voluntad del Padre y
servicio a los hombres (cf. Mt 20,26-28; Le 17,7-10; Jn 13,1-
38). Un análisis de este servicio de Jesús nos hace descubrir
que consiste en la entrega de su propia existencia por la
salvación de todos, cargando sobre sí nuestras faltas (cf. 1P
2,21-25; 1 Co 15, 3; Km 4,25). El servicio de Jesucristo es su
existencia obediente: Él acepta el plan del Padre y se entrega
para ser el Salvador. El servicio de Jesús es su existencia para
los demás.
137
El Rito de Admisión
138
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
139
El Rito de Admisión
§ 5 La vocación en Cristo
(Conferencia Episcopal de Colombia35)
141
El Rito de Admisión
142
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
143
El Rito de Admisión
144
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
145
El Rito de Admisión
ESQUEMA BÁSICO
146
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
147
El Rito de Admisión
Son muchos los santos, hijos de esta tierra bendita, que han
sentido en el corazón la llamada a colaborar en la formación
integral de los sacerdotes, o futuros sacerdotes, según el modelo
del Buen Pastor y de los Apóstoles. Santa Teresa de Jesús quiso
dar a la renovación del Carmelo esta dimensión también,
aportando la oración y el sacrificio, especialmente para la
santificación de los sacerdotes. San Juan de Ribera dedicó sus 36
36 Juan Pablo II en España (texto completo de todos los discursos), Madrid, edición
BAC, 1982, pp. 160-167.
148
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
149
El Rito de Admisión
que dala vida por sus ovejas” Qn 10,11), como Redentor que
“aprendió de sus padecimientos la obediencia” (Hb 5, 8). La
fidelidad no es, pues, una actitud estática, sino un seguimiento
amoroso, que se concreta en donación personal a Cristo, para
prolongarlo en su Iglesia y en el mundo.
Fidelidad a Cristo
Fidelidad, en primer lugar, a Cristo. Su llamada es una
declaración de amor. Vuestra respuesta es entrega, amistad,
amor manifestado en la donación de la propia vida, como
seguimiento definitivo y como participación permanente en su
misión y en su consagración. Ser fiel a Cristo es proclamarlo
como Señor resucitado presente en la Iglesia y en el mundo,
centro de la creación y de la historia, razón de ser de nuestra
propia existencia.
150
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
151
El Rito de Admisión
Fidelidad a la Iglesia
Fidelidad, en segundo lugar, a la Iglesia. “Cristo amó a la
Iglesia y se entregó por ella” (Ef5y 25). Toda vuestra formación
debe estar impregnada del “misterio de la Iglesia” (079). En la
Iglesia habéis nacido como cristianos; ella os ha seguido
después al
152
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
15
3
El Rito de Admisión
154
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
155
El Rito de Admisión
156
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
157
El Rito de Admisión
158
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
161
El Rito de Admisión
162
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
Nuestros sentimientos deben ser los mismos del Señor que “al
ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella”, y dijo: “la
mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la
mies que envíe obreros a su mies” (Mt 9,37-38). La debilidad
humana, mediante la oración, se transforma, con la gracia
divina, en fuerza, pues todo lo podemos en Aquel que nos
conforta (cf. Flp 4,13).
88
La Iglesia necesita muchos sacerdotes santos que sean testigos de la fe
auténtica, cf. L'Oss. Rom. n® 26 (30 de junio de 1995) pp. 7-8 (371-372)
163
El Rito de Admisión
164
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
Formación completa
Al reconocer los nuevos desafíos que es preciso afrontar en la
preparación de los hombres que van a ser los sacerdotes del
tercer milenio de la cristiandad, quise que se publicara la
Exhortación Pastores dabo vobis con el fin de orientar a los
166
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
167
El Rito de Admisión
Formadores selectos
Además, una vez realizada con el máximo cuidado la auténtica
selección de los llamados, será necesario preocuparse, con el
mismo celo, de la selección y la preparación de los educadores y
los formadores en los seminarios y en los noviciados, con vistas
a una serena pero previsora, sólida y vigorosa formación humana,
cultural, espiritual y ascética. Con miras a una buena
168
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
169
El Rito de Admisión
La formación permanente
Teniendo en la justa consideración las dificultades antes
mencionadas, cuya importancia y gravedad cambian no sólo en
relación con el ambiente del ministerio, sino también en relación
con las características específicas del ministerio sagrado, será
necesario que vuestra atención providente, venerables hermanos,
considere, además de lo que hemos definido como formación
inicial, también la así llamada formación permanente de los
mismos ministros sagrados.
170
Resonancias Espirituales del Rito de Admisión
&
172
Apéndice I
§1
DOCUMENTOS DEL
MAGISTERIO DE LA IGLESIA
ACERCA DEL RITO DE ADMISIÓN
37
El texto, en lengua castellana, de la Carta apostólica Ad pascendum es
tomado y transcrito tal cual de: Enchiridion Documentación litúrgica
postconciliar, preparado por Andrés Pardo, Barcelona, Editorial Regina,
1995, pp. 845-850.
175
Los Ministerios Instituidos
176
Apéndice I: §1 - Documentos del Magisterio
177
Los Ministerios Instituidos
179
Los Ministerios Instituidos
180
Apéndice I: §1 - Documentos del Magisterio
Pablo PP. VI
2. INSTRUCCIÓN IN ECCLESIAST1CAM
FUTURORUM*0, SOBRE LA
FORMACIÓN LITÚRGICA DE LOS
SEMINARIOS
(Sagrada Congregación para la Educación Católica, del 3
de junio de 1979)
(Extracto)
184
Apéndice I: §1 - Documentos del Magisterio
(Extracto)
1. LECCIONARIO
(Selección de las lecturas bíblicas92)
187
Los Ministerios Instituidos
Salmos responsoriales
188
Apéndice I: §2 - Textos Litúrgicos
Evangelios
(I) Mt 9, 35-38: (Rogad al Señor de la mies que
mande trabajadores a su mies): "En aquel tiempo,
recorría Jesús todos los pueblos...".
189
Los Ministerios Instituidos
2. MISAL ROMANO
(Misa por las vocaciones a las sagradas
Órdenes40) opcional
Oración colecta
Xu provees, Padre, de pastores a tu pueblo; derrama
en tu Iglesia el espíritu de piedad y de fortaleza que
suscite en ella dignos ministros de tu altar, y los haga
testigos valientes de tu Evangelio. Por nuestro Señor
Jesucristo.
190
Apéndice I: §2 • Textos Litúrgicos
191
¡0
§ in
FORMULARIOS94 DE PETICIÓN Y
RESPUESTA AL RITO DE ADMISIÓN
Monseñor
N.N _______________________________________
Obispo de la Diócesis _________________________
Ciudad de __________________________________
Estimado Monseñor:
94
Los Formularios propuestos en seguida (de petición al rito de admisión,
de respuesta del Obispo del lugar y de petición del Rector del
Seminario al Señor Obispo) se inspiran en los formularios en uso en el
Vicariato de Roma, cf. Breviarium Theologicum, a cura degli esaminatori
apostolici del clero vicariato di Roma, Roma, Tipografía Cittá Nuova,
1976, pp. 326-328.
193
Los Ministerios Instituidos
domiciliado en_________________
Departamento de _______________
Diócesis de ___________________
alumno de este Seminario Mayor de.
Ciudad, (fecha).
l
Modelo 2 = Carta de respuesta del Obispo al
candidato
195
Los Ministerios Instituidos
Monseñor
N.N _______________________________________
Obispo de la Diócesis _________________________
Ciudad de __________________________________
Estimado Monseñor:
196
Apéndice I: §3 - Formularios de Petición y Respuesta
Ciudad, (fecha).
197
9
§IV
CUESTIONARIO
SOBRE EL RITO DE ADMISIÓN
199
Los Ministerios Instituidos
200
Apéndice I: §4 - Cuestionario
201
0
Pero no ha de ser asi entre vosotros, sino que el que quiera llegar a
ser grande entre vosotros, sera servidor, y el que quiera ser el
primero entre vosotros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo
del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida
como rescate para muchos (Me 10,43-45)
Los Ministerios
Instituidos (no
ordenados) en la
Iglesia Latina
Sección Primera
La primera sección de esta segunda parte de esta obra la
dedicamos al estudio de los Ministerios instituidos (no
ordenados) en la Iglesia latina. Toda esta sección nos sirve de
introducción general a los ministerios instituidos del lectorado
y del acolitado, y está construida alrededor de tres capítulos.
El primero es una reseña histórica sobre los ministerios
instituidos (no ordenados) que nos permitirá conocer la
situación de los ministerios en la Iglesia latina antes y
después de la reforma de Pablo VI, así como todo el proceso
de la reforma y preparación del Motu proprio Ministeria
quaedam, concluyendo este capítulo con una síntesis de la
reforma de Pablo VI. El segundo capítulo está dedicado a una
reflexión sobre la naturaleza y la significación teológica de
dichos ministerios en el proceso de formación de los
candidatos al Orden Sagrado. El último capítulo está
reservado a la presentación de los aspectos canónicos
comunes a ambos ministerios instituidos. Para evitar repetir
los mismos aspectos canónicos comunes al lectorado y al
acolitado, hemos preferido tratarlos en esta sección (i) de
introducción general.
1
RESEÑA HISTÓRICA SOBRE
LOS MINISTERIOS INSTITUIDOS
(NO ORDENADOS)
1
Para este breve recuerdo histórico remitimos al artículo de Roger
Béraudy, pss -que seguimos de cerca en esta presentación-, titulado:
"Les ministéres institués dans Ministeria quaedam y Ad pascendum",
publicado en la revista litúrgica francesa La Maison-Dieu, 115 (1973),
pp.86-96, especialmente pp. 86-88.
2
Cf. La Tradition apostolique, édition B. Botte (coll. "Sources
chrétiennes", 11 bis), Paris, 1968, pp. 66-69.
208
Reseña Histórica sobre los Ministerios Instituidos
La evolución histórica
Un primer giro, muy importante por sus
consecuencias -observa R. Béraudy- ha sido tomado
atando se empezó a hablar de ordenación para
referirse a estos ministerios, y cuando se hizo
anteceder la tonsura. Desde entonces, estas fundones
aparederon como unas fundones subalternas,
orientadas hada las órdenes sagradas, a las que a
menudo servían de preparadón3. Un segundo cambio,
también importante, se realizó en la época, en que,
bajo la influenda de los libros litúrgicos franco-
germánicos4, -ellos mismos tributarios de los Statuta
Ecclesiae antiquae galicanos-5, se introdujo la
costumbre de conferir sucesivamente todas las
órdenes menores antes del diaconado6. De acuerdo
con esta disri- plina, estas órdenes, que a menudo no
eran conferidas en función de las necesidades
pastorales, no podían sino volverse ficticias. Así que
durante el siglo XVI, con frecuenda se conferían todas
juntas, y aún con el sub- diaconado7.
3
Cf. Pelagio I (555-560), Ep. Ad Sapaudum episc. Arelatensem, éd. P.
Ewald, "Die Papstbriefe der Britt. Samml", Neues Archiv V, 1880, pp.
538-539; Ordo romanus 34, 1-2, éd. M. Andrieu, Les ordines romani du
haut moyen age, t. Ill, Louvain, 1951, p. 603; Ordo romanus 35,1-8, éd.
M. Andrieu, opus citavit, t. IV, 1956, pp. 33-34.
4
Cf. Pontifical romano-germanique, éd. C. Vogel et R. Elze, t. I ("Studi e
testi", 226), Cité du Vatican 1963, pp. 13-19. Pero la influencia de los
Statuta se hizo sentir desde antes del siglo 10®, puesto que se
manifiesta ya en el Sacramentario gelasiano Cod. Vat. Reg. Lat. 316
[nn. 737-747, éd. L. Mohlberg, L. Eizenhöper y P Siffrin ("Rerum
ecclesiasticarum documenta. Series major", Fontes 4), Roma, 1960,
pp. 115-116], del que el ritual de ordenaciones es una compilación
romano-franca, añadida en Gaule, al principio del siglo 8°, al texto
romano de sacramentario (cf. A. Chavasse, Le sacramentaire gélasien,
Toumai, 1957, pp. 5-27).
5
Cf. M. Andrieu, opus cit., t. III, pp. 616-619.
6
A propósito de esta disciplina en uso antes del siglo décimo, cf. M.
Andrieu, "La carriére ecclésiastique des Rapes et Ies documentos
liturgi- ques du moyen áge", Revue des sciences religieuses 21, 1947,
pp. 90-120.
7
Béraudy, R. "Les ministéres institués dans Ministeria quaedam et Ad
pascendum", La Maison-Dieu, 115, 1973, p. 87.
BIBLIOTECA 209
del Contiento de
Los Ministerios Instituidos
8
Cf. Canon 17: "Quodsi ministeriis quattuor minorum ordinum
exercendis cierici coelibes praesto non erunt, suffici possint etiam
conjugati vitae probatae, dummodo non bigami, ad ea muñía obeunda
idonei, et qui tonsuram et habitum clericalem in ecclesia gestant".
210
Reseña Histórica sobre los Ministerios Instituidos
9
Lécuyer, J., "Les ordres mineurs en question", Revue La maison-Dieu,
102, 1970, p. 100.
Ibidem, p. 100.
211
Los Ministerios Instituidos
lí Seguimos literalmente el articulo del Padre Pierre Jounel para esta reseña
histórica: "Les ministéres non ordonnés dans l'Église", Revue La Maison-
Dieu, 149, 1982, pp. 91-105; la traducción en castellano es personal.
42
Reseña Histórica sobre los Ministerios Instituidos
43
En efecto, Dom Bernard Botte osb., -historiador, especialista de estas
cuestiones y miembro de la Comisión encargada de la reforma de las
ordenaciones-, publicó precisamente en 1965 un artículo, donde expuso
todos los datos históricos del problema sobre las órdenes menores y
donde justificaba sencillamente la abolición de las miañas. He aquí en
pocas Palabras el resumen que él mismo hizo de su primer artículo,
publicado esta vez cinco años más tarde, bajo el título: "A propos des
ordres mineurs", Revue Questions liturgiques, 51-52, 1970, pp. 129-
132, especialmente p.129:
"La legislación actual (es decir, la que estaba vigente antes de la
reforma realizada por los dos Motu proprio de Pablo vi) que impone el
paso por todos los órdenes para llegar al sacerdocio no representa la
tradición romana auténtica; ella está basada en una falsa decretal. Ella
es contraria al uso romano atestiguado por las cartas de los Papas y por
su cursus honorum del 5° al 9B siglo. No se accedía directamente al
sacerdocio antes de haber ejercido uno u otro ministerio inferior; pero
se trataba de "stages" reales en las órdenes que tenían su utilidad para la
comunidad. Nunca se trata del paso por todas las órdenes. Parece aún
que las órdenes de portero y de exorcista hayan desparecido desde el
final del siglo 4°. Todo cambió hacia mediados del siglo 9°, cuando un
falsificador fabricó una decretal bajo el nombre del Papa Caius,
imponiendo el paso por todas las órdenes. La decretal pasó a diversas
colecciones canónicas y
213
Los Ministerios Instituidos
214
Reseña Histórica sobre los Ministerios Instituidos
El proyecto de la Congregación
para el Culto divino (1970)
Al final del afio 1970, la misma Congregación para el
Culto divino elaboró un nuevo proyecto que aceptaba
la supresión del subdiaconado y de las órdenes de
portero y de exorcista, así como de la tonsura. Este
proyecto mantenía el lectorado y el acolitado como
unas órdenes menores, que se debían recibir
obligatoriamente antes del diaconado. En cuanto al
rito de la admisión de los candidatos al diaconado o al
presbiterado, se volvía un rito de admisión entre los
clérigos. A pesar de las similitudes con el proyecto de
los obispos transalpinos, el de la Congregación mani-
44
44
Los Ministerios Instituidos
216
Reseña Histórica sobre los Ministerios Instituidos
218
Reseña Histórica sobre los Ministerios Instituidos
45
Cf. M. Andrieu, Les Ordines romani du haut moyen age: tome 3, Louvain 1951,
Ordo 34, p. 603 (acolyte); tome 4, Louvain 1956, Ordo 35, pp. 33-34 (lecteur), citado
por Pierre Jounel en su artículo: "Les ministéres non ordonnés dans TÉglise",
Revue La Maison-Dieu, 149, 1982, p. 101.
46
Cf. C. Munier, Les Statuta Ecclesiae antiqua, París, 1960, pp. 96-98, citado por
Pierre Jounel en su artículo: "Les ministéres non ordonnés dans l'Église", Revue La
Maison-Dieu, 149, 1982, p. 102.
15 También aquí referimos al artículo ya mencionado de Pierre Jounel: "Les
ministéres non ordonnés dans l'Église", Revue La Maison-Dieu, 149, 1982, pp. 102-
105.
219
Los Ministerios Instituidos
El ministerio
extraordinario de la
Sagrada Comunión
Cuando se procedió a la aplicación de la
Constitución Sacrosanctum Concilium sobre la
Liturgia, que prescribía en particular el dar la
comunión a los fieles que participaban de la Eucaristía
inmediatamente después del sacerdote, algunos
pastores consideraron indispensable recibir una ayuda
para esta función. Desde 1966, la Sagrada
Congregación para los Sacramentos dirigió a los
Nuncios apostólicos una Instrucción que no estaba
destinada a ser pública. Dicha Instrucción Fidei custos
permitía a los Obispos autorizar a algunos fieles para
distribuir la sagrada comunión en casos de necesidad.
La Conferencia Episcopal Francesa manifestó en 1968
el deseo de ver concedida esta facultad en todo su
territorio. La petición fue aceptada en 1970. Tres años
más tarde, una nueva Instrucción romana, Immensae
caritatis, volvió a tomar el texto del documento de
1966, para precisar las normas y facilitar su
aplicación. Dicha Instrucción fue promulgada el 29 de
enero de 1973. He aquí lo esencial de su
reglamentación.
220
ejerce las funciones sagradas deputar una persona
capacitada para distribuir la comunión en un caso
preciso, si ello es realmente necesario.
221
Reseña Histórica sobre los Ministerios Instituidos
221
Los Ministerios Instituidos
ral del Misal Romano nos ofrece una buena descripción de los
mismos.
En primer lugar, viene la proclamación de la Palabra de Dios
(cf. OGMR 66). El lector, aun no instituido, tiene su función
propia en la celebración eucarística, que debe ejercer por sí
mismo, aunque esté presente un ministro de orden superior. Con
el lector, hay también el salmista a quien le corresponde la parte
de salmo o de algún otro canto bíblico que se encuentre entre las
lecturas (cf. OGMR 67).
Entre los otros ministros, hay que notar primero “aquellos que
están encargados de llevar el Misal, la cruz, los ciriales, el pan,
el vino, el agua, el incensario” (OGMR 68). Se puede notar
también en esta enumeración la importancia dada a la procesión
de los dones u ofrendas al comienzo de la liturgia eucarística.
Vienen luego el comentarista, los ministros encargados de la
acogida y aquellos que hacen la colecta (cf. OGMR 68). Ademas,
conviene que el conjunto de la actividad de estos diversos
ministros sea armonizada útilmente por un ministro, guía de
ceremonia, encargado de la preparación y coordinación de toda
la celebración (cf. OGMR 69).
Luego, después de esta enumeración de los diversos
ministerios, la Ordenación General del Misal precisa que “todos
los servicios inferiores a los que son propios del diácono,
pueden confiarse a los laicos, aunque no hayan recibido tal
ministerio”. Sin embargo, las funciones que se desempeñan en
el presbiterio, hasta hace poco, estaban reservadas a los
varones48. Luego, se explica en el mismo número (cf. OGMR 70)
que “la Conferencia Episcopal puede permitir que una mujer
idónea haga las lecturas que preceden al Evangelio y presente
las intenciones de la oración universal o de los fieles; y puede
determinar con precisión el sitio adecuado desde donde la mujer
48
Con la interpretación del can. 230 § 2 del Código de Derecho Canónico por parte
del Pontificio Consejo para la Interpretación de los Textos Legislativos (30 de
junio de 1992), las funciones litúrgicas pueden ser desempeñadas igualmente por
hombres y mujeres, incluyendo el servicio del altar, en paridad con las otras
funciones indicadas por el mismo canon; cf. más adelante, la nota 73.
anuncie la Palabra de Dios ante la asamblea litúrgica”. 49
49
Reseña Histórica sobre los Ministerios Instituidos
La disciplina actual
Desde el primero de Enero de 1973, rige en la Iglesia católica
de rito romano la disciplina siguiente:
223
Los Ministerios instituidos
224
Reseña Histórica sobre los Ministerios Instituidos
225
Los Ministerios Instituidos
61
Cf. Ministerin quaedam, IX; Ad pascendum, III.
62 Ibidem.
63
Cf. Ad pascendnm, III.
64
Cf. Ad pascendum, VI.
65
Esta visión panorámica recoge las enseñanzas del Concilio Vaticano II en sus
principales documentos (LG 10; SC 28-29; AA 20. 23-24; AG 15. 17), las de las
Exhortaciones apostólicas: Evangelii nunliandi {EN 73) y Christifideles Laiá (ChL
21-23), las enseñanzas de Puebla {DP 833; 804-805; 811-817) y de Santo Domingo
{DSD 101; 104; 258), y las señaladas en la Ordenación General del Misal Rotnano
{OGMR 58; 63-64; 67-68) Remitimos para prolongar esta reflexión al capítulo V de
Alberto Altana sobre "La vocación a los ministerios laicales" in Vocación común y
vocaciones específicas, tomo II: Aspectos teológicos, Madrid, Ediciones Atenas,
1984, pp. 99-135; también a los dos números (nn. 25-1981; nn. 44-1985) de la
Revista Medellin, sobre los nuevos ministerios. Sobre la situación de los ministerios
en la Iglesia y la espiritualidad de los ministerios remitimos al excelente artículo de
Joseph Lécuyer, titulado "Ministéres" in Dictionnaire de Spiritualité, Tome X, col.
1255-1267, Paris, Edition Beauchesne, 1980.
226
Reseña Histórica sobre los Ministerios Instituidos
227
Los Ministerios Instituidos
68 Cf. Pierre Jounel, "Les ministéres non ordonnés dans l'Église", dans la Revue La
Maison-Dieu, 149, 1982, pp. 102-103.
228
Reseña Histórica sobre los Ministerios Instituidos
69
Los Ministerios Instituidos
70
2
NATURALEZA Y SIGNIFICACIÓN
TEOLÓGICA DE LOS MINISTERIOS
INSTITUIDOS
2.1 LA NATURALEZA
DE LOS MINISTERIOS INSTITUIDOS
Para comprender bien la naturaleza de los ministerios
instituidos del lectorado y del acolitado hay que tener en
cuenta principalmente el Motu proprio Ministerio, qmedam,
pero también el rito de la Institución de ambos ministerios, y
en especial el modelo de la homilía sugerida en el nuevo
Ritual de ordenación.
231
Los Ministerios Instituidos
39 Pierre Jounel, "Les ministéres non ordonnés dans l'Église", dans la Revue La
Maison-Dieu, 149, 1982, p. 96.
232
Naturaleza y Significación Teológica de los Ministerios Instituidos
La Institución
El Motu proprio Ministeria quaedam al suprimir, en la Iglesia
Latina, las órdenes menores, el subdiaconado y la tonsura,
mantiene, sin embargo, las funciones que estaban
encomendadas a las antiguas órdenes. La novedad fundamental
consiste en el hecho de que esas funciones ya no se confieren
por medio de una “ordenación**, sino por la “Institución** en
un cargo, en un ministerio, según el uso atestiguado en Roma
durante el siglo m por la Tradición apostólica40.
233
Los Ministerios Instituidos
73
Los Ministerios Instituidos
237
Los Ministerios Instituidos
Terminología antigua
El proyecto de Ministeria quaedam se quedaba en la línea de la
concepción de las órdenes menores según la concepción de
Trento. La reforma propuesta se limitaba a la sola abolición del
exorcistado, del ostiariado y del subdiaconado. El lectorado y
el acolitado recibían, por cierto, algunas atribuciones nuevas,
pero se mantenía su significación de órdenes menores. Lo
esencial de la reforma se resumía en el texto siguiente: “En la
Iglesia de rito latino, las órdenes menores se reducen a dos, es
decir, el Lectorado y el Acolitado”.
54
Cf. Roger Béraudy, pss, "Les ministéres institués dans Ministeria quaedam
y Ad pascendumpublicado en la revista litúrgica francesa La Maison-
Dieu, 115 (1973), pp. 86-96, especialmente pp. 88-94. Sintetizamos aquí
las reflexiones del autor sobre el sentido de la reforma del Papa Pablo
VI.
BIBLIOTECA 241
del Conrtrr.^ S[ fß.4
Los Ministerios Instituidos
Cambio de terminología
Una segunda constatación se impone. El texto definitivo
realiza una substitución56 de términos: en vez de “ordenación”
se habla de “institución”, y en vez de “órdenes menores” se
habla de “ministerios”. Esta substitución indica un cambio de
significación al nivel de las funciones. Los ministerios del
lectorado y del acolitado no se entienden ya como órdenes
menores, es decir, como funciones ordenadas a la orden
sagrada, sino más bien como unos ministerios laicales, cuyo
rito de colación no es ya la ordenación por imposición de
manos, sino una Institución
76 Cf. Ibidem, § 8, p. 7.
77 Cf. Ibidem, XI, p. 10.
Los Ministerios Instituidos
59 Cf Ibidem, I, p. 8.
60 Cf. Ad pascendum, IV, p. 11.
61 Cf. Ibidem, II, p. 11
62 Cf. Ministerio quaedam, XI: "Los candidatos al diaconado y al
sacerdocio deben recibir, si no los recibieron ya, los ministerios de
Lector y Acólito y ejercerlos por un tiempo conveniente para
prepararse mejor a los futuros servicios de la Palabra y del Altar";
también Ad pascendum: "En concreto conviene que los ministerios de
Lector y de Acólito
244
Naturaleza y Significación Teológica de (os Ministerios Instituidos
245
Los Ministerios Instituidos
3.1 EL MINISTRO DE LA
INSTITUCIÓN DE LOS
MINISTERIOS
El Superior competente65, tanto para la aceptación de los
candidatos al ministerio del lectorado y del acolitado como
para la celebración del mismo rito litúrgico de la
“Institución” o colación de los ministerios, es el Ordinario
del lugar, es decir, el Obispo del candidato, y, en los
Institutos religiosos clericales, el Superior mayor.
BIBLIOTECA 247
3
éti Convento <¿e SUBA
Los Ministerios Instituidos
248
Aspectos Canónicos comunes a ambos Ministerios Instituidos
249
Los Ministerios Instituidos
73
Para la interpretación exacta del canon (230 § 2) hay que tener en
cuenta que se había preguntado a la Santa Sede (en junio de 1992) "si
las funciones litúrgicas que, según el mencionado canon, pueden ser
confiadas a los laicos, podrían ser desempeñadas igualmente por
hombres y mujeres, y si entre dichas funciones podría incluirse la del
servicio al altar, en paridad con las otras funciones indicadas por el
mismo canon". La respuesta fue afirmativa y con la justa instrucción
por parte de la Santa Sede. Transcribimos las precisiones
comunicadas a la Conferencia Episcopal de Colombia por parte de la
S. Congregación para el Culto divino y la Disciplina de los
Sacramentos, en fecha del 15 de marzo de 1994, sobre algunos
aspectos del canon 230 § 2 y de su interpretación auténtica:
1) "el canon (230 § 2) tiene carácter permisivo y no preceptivo: Laid...
possunt. Por tanto, el permiso dado a este propósito por algunos
Obispos, en modo alguno puede ser invocado como obligatorio para
los otros Obispos. En efecto, compete a cada Obispo en su diócesis,
oído el parecer de la Conferencia Episcopal, dar un juicio ponderado
sobre lo que hay que realizar para un ordenado desarrollo de la vida
litúrgica en la propia diócesis. 2) La Santa Sede respeta la decisión
que, por determinadas razones locales, algunos Obispos han
adoptado, en base a lo previsto por el canon (230 § 2), pero al mismo
tiempo, la misma Santa Sede recuerda que siempre será muy
251
Los Ministerios Instituidos
oportuno seguir la noble tradición del servicio del altar por parte de los
muchachos. Como es evidente esto también ha favorecido el surgir de
vocaciones sacerdotales. Por tanto, siempre existirá la obligación de
continuar sosteniendo estos grupos de monaguillos. 3)
79 en alguna diócesis, en base al canon (230 § 2), el Obispo permite que, por
razones particulares, el servicio del altar también sea desempeñado por
mujeres, esto habrá de ser explicado convenientemente a los fíeles a la luz de
la norma citada, haciendo también presente que dicha norma encuentra ya
una amplia aplicación en el hecho de que las mujeres desempeñan muchas
veces el servicio de lector en la liturgia y también pueden ser llamadas para
distribuir la Santa comunión, como ministros extraordinarios de la Eucaristía
y ejercer otras funciones, como lo prevé el mismo canon (230 § 3). 4)
Además, debe quedar claro que los mencionados servicios litúrgicos de los
laicos son realizados ex temporánea deputatione a juicio del Obispo, y que
no se basa en un derecho de los laicos a desempeñarlos, sean éstos hombres o
7 mujeres".
4 Cf. Ministerio quaedam, Villa, p. 9.
7 Cf. Ibidem, VlIIb, p. 10.
5 Cf. Ibidem, VIIIc, p. 10.
7
6
252
Aspectos Canónicos comunes a ambos Ministerios Instituidos
80
Cf. Hch 6,3; también Conferencia Episcopal de Colombia, Legislación
canónica (Normas complementarias para Colombia), SPEC, Bogotá
1986: cf. Decreto sobre lector y acólito (canon 230 § 1) Artículos I-VI, pp.
18-19.
la Eucaristía81.
81
Cf. Pontifical Romano (ritual), nn. 5-6, p. 190.
253
Los Ministerios Instituidos
255
Los Ministerios instituidos
83
Cf. CDC (1983) 910 § 1-2; 230 § 3.
84
Cf. Catecismo de la Iglesia Católica 1256; CDC (1983) 861.
85
Cf. Ministerio quaedam, X, p.10; cf. Ad pascendum, IV, p. 11.
86
Cf.. CDC (1983) 1035 § 1-2.
256
Aspectos Canónicos comunes a ambos Ministerios Instituidos
87
Cf. Aá pascendum, Introd., § 17; II, pp. 10-11.
88
Cf. Ministerin quaedam, X, p.10; cf. Ad pascendum, IV, p. 11; CDC
(1983) 1030 § 1; 1035 § 2.
257
Los Ministerios Instituidos
258
Aspectos Canónicos comunes a ambos Ministerios instituidos
83
Cf. Ad pascendum, Introd., § 17; II, pp. 10-11.
84
Cf. Ministeria quaedam, X, p.10; cf. Ad pascendum, IV, p. 11; CDC (1983)
1030 § 1; 1035 § 2.
259
Palabra de Dios. El lector obviamente puede ejercer su
Los Ministerios instituidos
89
Cf. Ibidem 1; Ibidem VI, p. 9.
260
El Ministerio
Instituido del
Lectorado
Sección Segunda
1
RESEÑA HISTÓRICA
SOBRE EL LECTORADO
85
Para esta visión panorámica sobre la historia del lectorado seguimos
en gran parte el esquema y los elementos valiosos presentados por
el Padre Carlos G. Álvarez en su libro: Lectores de la Palabra para el
pueblo de Dios, Bogotá, edición Editorial Carrera 7*, 1989, p. 13ss.
263
1
heredó mucho de la liturgia sinagogal; por eso podemos
pensar
Los Ministerios Instituidos
264
Reseña Histórica sobre el Lectorado
265
Los Ministerios instituidos
266
Reseña Histórica sobre el Lectorado
268
Reseña Histórica sobre el Lectorado
270
Reseña Histórica sobre el Lectorado
273
Los Ministerios Instituidos
- Los cristianos se reúnen todos juntos el día del sol, es decir, “el
primer día de la semana” para los judíos (Hch 20,7); para los
romanos, era “el día del sol” {Apologia I, 67); y para los cristianos
era ael día del Señor” (Ap 1,10).
274
Reseña Histórica sobre el Lectorado
91
De praescfiptione haereticorum, c. 41: PL, t. II, col. 57.
92
Cí. Guny, A., su artículo "Lectorado", in Dictionnaire Catholicism«,
Tome XVII, París, 1975, col. 174. La traducción castellana es personal.
275
Los Ministerios instituidos
93
^ San Cipriano, Carta 38 (cf. Migne, Patrologie latine, tome 4, col. 324ss).
9*' Godefroy, L., su articulo "Lector", in Dictionnaire de Theologie
Calholique, Tome IX, París, Líbrame Letousey et Ané, 1926, col. 119.
La traducción castellana es personal.
95 La Tradition apostolique, éd. B. Botte (coll. "Sources chrétiennes", 11
bis), Paris, 1968, pp. 66ss.
96 Righetti, M., Historia de la liturgia, Tomo II: (La tonsura y las órdenes
menores), Madrid, ed. BAC 144, 1956, p. 928.
97 PU tome VIII, col 832, citado por Godefroy, L.
276
Reseña Histórica sobre el Lectorado
«8 Epist. 4, 25.
88
In nai. S. Felic., IV.
l°o De excessu patris. I, 61. \
90
Righetti, M., Historia de la liturgia, Tomo II, Madrid, ed. BAC 144,1956,
pp. 927-931.
91
Cf. Godefroy, L., su artículo "Lector", in Dictidnnaire de Théologie
Catholique, Tome IX, Paris, Librairie Letousey et Alié, 1926, col. 123-
124.
277
Los Ministerios Instituidos
278
Reseña Histórica sobre el Lectorado
103
104
105 Cf. M. Andrieu, Les Ordines romani du haut mayen age: tome 4, Ordo
95 (Lecteur), Louvain 1956, pp. 33-34; citado por P. Jounel, "Les
ministéres non ordonnés dans l'Église" in Maison-Dieu, 149 (1982) 101.
280
Reseña Histórica sobre el Lectorado
281
Los Ministerios Instituidos
Como podemos damos cuenta, las tres cartas de San Cipriano dan
un claro testimonio de la existencia y organización del ministerio
del lectorado, tenido en gran honor en la iglesia de Cartago del
siglo m. El elegido, llamado por el Obispo y la comunidad a tan
grande ministerio, debíaser sometido a uíT examen riguroso antes
de ser ordenado lector por el Obispo de la Iglesia local. El examen
tenía en cuenta no sólo la preparación, la capacidad y las cualidades
del futurolecíor sino7y sobre todo, la calidad del testimonio de vida
del elegido, porque puede subir al ambón para proclamar la Palabra
del Señor a favor de la comunidad solamente quien ya la estaba
áhuñaañdo con el testimonio impecable de su vida personal. Én dos
de las tres cartas, los elegidos (Aurelio y Celerino) eran valientes
confesores de la fe y mártires de Cristo.
282
Reseña Histórica sobre el Lectorado
-¿Eres_cristíano?
- ¡Sí, soy cristiano!
- ¿Qué oficio tienes?
- Soy el responsable de la escuela de los lectores
(primicerius lectorum, dice el Acta latina).
- ¿De qué lectores?
- De los que tienen costumbre de leer a los pueblos la
sabiduría divina.
- ¿Esos que se dice pervierten a las ligeras mujercillas
prohibiéndeles casarse y las persuaden para una vana
castidad?
- Nuestra ligereza y vanidad hoy las podrías comprobar.
- ¿De qué manera?
- Ligeros y vanos son los que, abandonando a su Creador,
siguen vuestras supersticiones. En cambio, los leales y
constantes en la fidelidad al Rey eterno se prueban en que,
por más tormentos que se lo pretendan impedir, ellos se
esfuerzan por cumplir los mandamientos que leyeron.
- ¿Qué mandamientos?
- Los piadosos y santos mandamientos de Cristo Rey.
- ¿Cuáles?
- Los que enseñan que sólo hay un Dios que truena en los
cielos; que no pueden ser llamados dioses los fabricados de
madera o piedra; los que corrigen y en-
283
Los Ministerios Instituidos
ios Actas de los mártires, Madrid, Edición BAC, 1951, pp. 1045-1050.
284
Reseña Histórica sobre el Lectorado
98
Cf. Guny, A., su artículo "Lectorado", in Dictionnaire du Catholicisme, Tome
XVII, Paris, 1975, col. 175.
285
99
Cf. Ordines romani, III, 596; citado por Guny, A., en el anterior artículo
citado sobre el lectorado, col. 175.
Caius, en el que se exigió la recepción de las cuatro menores
antes del subdiaconado. Este falso,
Los Ministerios Instituidos
286
Reseña Histórica sobre el Lectorado
287
Los Ministerios Instituidos
288
Reseña Histórica sobre el Lectorado
112 Ub. il, 17; citado por Righetti, M., en su Historia de la liturgia, tomo II, p.
930.
113 Epist. Ad sabinianum: PL 22, 1200; citado por Righetti, M., p. 930.
289
t
Los Ministerios Instituidos
117
Altana, A., La vocación a los ministerios laicales (cap. V), en la obra
titulada: Vocación común y vocaciones especificas, Tomo II, Madrid,
Ed.Atenas, 1984, p.114; pero se recomienda todo el capftulo V (pp.
99-134).
293
Los Ministerios Instituidos
101
Cf. La Constitución dogmática Sacrosanctum Concilium, sobre la liturgia, 60:
"La santa Madre Iglesia instituyó, además, los sacramentales. Estos son signos
sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se
expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la
Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los
sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida".
294
Naturaleza y Significación Teológica del Ministerio del Lectorado
295
Los Ministerios Instituidos
296
Naturaleza y Significación Teológica del Ministerio del Lectorado
m Aquí, se cita parte del texto de la homilía del Obispo, pero del Ritual de Ordenación
en francés, porque explícita mucho mejor los mismos elementos del Ritual de
Ordenación en castellano: cf. Pontifical romain. Les Ordinations-Les Institutions
aux ministéres, De Desclé-Mame, Paris, 1977, pp. 113-114; la traducción
castellana es personal.
BIBLIOTFC 4 297
¿¡.•pj Contíento de SUB/l
Los Ministerios Instituidos
104 para presentar esta triple dimensión del ministerio del lectorado,
298seguimos el esquema interesante presentado por el Padre Carlos G.
Álvarez, en el libro ya mencionado anteriormente.
Naturaleza y Significación Teológica del Ministerio del Lectorado
300
Naturaleza y Significación Teológica del Ministerio dei Lectorado
105 Cf. Morin, Alfredo, "El único libro que me lee a mí. Modestas
reflexiones al caer la tarde", en Revista Medellin, vol. XIV n° 56
(diciembre de 1988) pp. 464-481. Entre otros textos, vale la pena citar
el de la anécdota que dio origen a este título: "El conocido biblista del
Consejo
302
Naturaleza y Significación Teológica del Ministerio del Lectorado
304
3
PREPARACIÓN DE LAS FUNCIONES
PROPIAS DEL LECTOR
BIBLIOTECA 305
J C? 'O
Los Ministerios Instituidos
125
Cf. S. Congregación de Ritos y Concilium, Instrucción general
(primera) Inter Oecumenici, para aplicar debidamente la Constitución
Sacrosanctum Concilium (26-IX-1964), cap. II, in Enchiridion-
Documentación litúrgica posconciliar, Barcelona, Editorial Regina,
1995, pp. 150-153.
126
Cf. Enchiridion- Documentación litúrgica posconciliar, Barcelona, Editorial
Regina, 1995, pp. 1258-1272.
127
Cf. Ibidem, pp. 155-183.
306
Preparación de las Funciones Propias del Lector
§ 10 La Instrucción In ecclesiasticamfuturorum
sobre la formación litúrgica en los seminarios de la
S. Congregación para la Educación católica107, de
junio 3 de 1979
(1EF);
§ 11 La Instrucción Inaestimabile donum
recordando algunas normas acerca del culto del
Misterio eucarístico, de la S. Congregación para los
Sacramentos y el Culto divino, de abril 3 de 1980;
308
Preparación de las Funciones Propias del Lector
310
Preparación de las Funciones Propias del Lector
311
Los Ministerios Instituidos
Entrada
(n° 26) Si no hay canto de entrada, los fieles o
algunos de ellos o un lector reatarán la antífona que
aparece en el Misal. Si esto no es posible, la reatará
al menos el mismo sacerdote después del saludo.
Liturgia de la Palabra
(nQ 33) Las lecturas tomadas de la Sagrada
Escritura, con los cantos que se intercalan,
constituyen la parte principal de la Liturgia de la
Palabra; la homilía, la profesión de fe y la oradón
universal y oradón de los fieles, la desarrollan y
concluyen. En las lecturas, que luego desarrolla la
homilía, Dios habla a su pueblo, le descubre el
misterio de la redención y salvación y le ofrece el
alimento espiritual; y el mismo Cristo, por su
Palabra, se hace presente en medio de los fieles. Y
esta Palabra la hace suya el pueblo con los cantos, y
mostrando su adhesión a ella con la profesión de
fein0 34) En las lecturas se dispone la Mesa de la
Palabra de Dios a los fieles y se les abren los tesoros
bíblicos (cf. SC 51). Como, según la tradidón, la
lectura de estos textos no es un ofido presidendal,
sino ministerial, conviene
312
Preparación de las Funciones Propias del Lector
Rito de comunión
(na 56i) Si no hay canto, la antífona (de comunión)
propuesta por el Misal es rezada por los fieles o por
algunos de ellos, o por un lector, o, en último
término, a recitará el mismo sacerdote, después de
haber comulgado y antes de distribuir la comunión
de los fíeles.
Ministerios peculiares
(na 66) El lector ha sido instituido para hacer las
lecturas de la Sagrada Escritura, excepto el
Evangelio. Puede también proponer las intenciones
de lá Oración Universal, y cuando falta el salmista,
proclamar el salmo responsorial.
Liturgia de la Palabra
(n° 89) Terminada la oración colecta, el lector se dirige
al ambón y proclama la primera lectura, que todos
escuchan sentados y pronuncian al final la aclamación.
(n° 91) Luego, si hay una segunda lectura antes del &
Evangelio, el lector la hace desde el ambón, como se
ha
dicho antes, permaneciendo todos sentados mientras
escuchan y aclamando al final.
314
Preparación de las Funciones Propias del Lector
315
Los Ministerios Instituidos
316
Preparación de las Funciones Propias del Lector
317
Los Ministerios Instituidos
319
Los Ministerios Instituidos
132
Seguimos la versión castellana para América Latina del Consejo
Episcopal Latinoamericano (CELAM), Departamento de Liturgia (DEL),
Santa Fe de Bogotá, Colombia, 1991.
320
Preparación de las Funciones Propias del Lector
133
Cf. Pablo VI, Carta Apost. Ministerio quaedatn V; Misal Romano,
Leccionario de la Misa, Nociones preleminares 51-55; Liturgia de las '
Horas, Intrucción general 259.
321
Los Ministerios Instituidos
134
De acuerdo al nuevo Bendicional un laico (hombre o mujer) puede
realizar varias bendiciones, por la eficacia del sacerdocio común, del
que se ha hecho partícipe por el Bautismo y la Confirmadón (cf. n®
18); con mayor razón si es lector instituido; dichas bendiciones son las
siguientes: adultos (enfermos), aeropuerto, animales, avión, barco,
catequesis (reunión), campos y prados, drcunstandas diversas, niños
(bautizados, todavía no bautizados, en familia, por sus padres), niños
enfermos, esposos, familias, novios (celebración del compromiso),
frutos nuevos, instaladón técnica, instrumentos de trabajo, casa nueva,
madre y padre (después de un nadmiento), medios de transporte (vía,
puente, vía del ferrocarril, puerto, aeropuerto), reunión de oración,
escapulario, mesa, andanos (en la casa), viaje (antes). Es de notar que
en las diferentes bendidones posibles para los laicos: -la fórmula de
salutadón inidal es propia; -la fórmula de bendidón se dice: no con las
manos extendidas (como lo hacen los diáconos y los presbíteros), sino
juntas; -la bendidón final se hace de la manera siguiente: el ministro
laico no bendice a la manera del sacerdote o del diácono (hadendo la
señal de la cruz sobre los demás), sino que él mismo se santigua y
invita a los partidpantes a hacer lo mismo; -la despedida se hace
invocando la bendición de Dios sobre uno (cf. Bendicional 18d; 131;
142. 153. 156).
322
Preparación de las Funciones Propias del Lector
323
Los Ministerios Instituidos
108
Cf. CDC 1248, § 2; Instrucción Inter oecumenici (26 septiembre 1964), 37; S. Cong.
Para el Culto Divino, Directorio para las celebraciones dominicales en ausencia del
presbítero, Christi Ecclesia (10 junio 1988): Notitiae 263 (1988).
>36 Cf. Juan. Pablo II, Alocución (5 junio 1993): AAS 86 (1994), p. 340.
324
Preparación de las Funciones Propias del Lector
Si tu voz no resuena,
no resonará la Palabra de Cristo;
si no das bien el sentido,
el pueblo no podrá comprender la Palabra;
si no das la debida expresión,
la Palabra perderá su fuerza
(Enarrat. In Salmo 103,3s.)
327
Los Ministerios Instituidos
329
Los Ministerios Instituidos
330
Preparación de las Funciones Propias del Lector
111
Bendicional o Ritual de bendiciones. Coeditores Litúrgicos, Barcelona 1986, n®
397 (Monición antes de la bendición), p. 178.
331
Los Ministerios Instituidos
112 Cf. Aldazabal, J-, Ministerios de laicos, (El lector), Dossiers, CPL 35,
Barcelona, 1987, p. 59; quien cita el texto de san Jerónimo.
332
Preparación de las Funciones Propias del Lector
113
Cf. Conferencia Episcopal de Colombia, Legislación canónica - Normas
complementarias para Colombia, (XLV Asamblea Plenaria), cf. Decreto nB
10, Bogotá, 1986, pp. 18-19.
333
Los Ministerios Instituidos
Estas virtudes son las que se exigen para los candidatos laicos que se
preparan a recibir el ministerio estable del lectorado o del acolitado
mediante el rito instituido; con mayor razón se las exigirán al lector
seminarista que se prepara a la orden sagrada del diaconado y del
presbiterado.
334
Preparación de las Funciones Propias del Lector
335
Los Ministerios Instituidos
336
Preparación de las Funciones Propias del Lector
141 Celam, Ministerios Eclesiales, DEVYM 20, Bogotá 1989, (cap. I: pp. 19-71).
BIBLIOTECA 337
ÍIT.1 ( onDf.ntn V« SLItí-Ai
Los Ministerios Instituidos
La Sagrada Biblia
Aquí, no nos referimos al estudio de la Biblia que pertenece a
los estudios bíblicos como tales; más bien pensamos que todo
lector debe saber cuáles son los libros que conforman la
Sagrada Biblia y cómo ubicarlos y encontrarlos con facilidad;
por eso, debe conocer el cuadro sinóptico de los libros y de su
distribución, según los editores de la Biblia de Jerusalén; además,
este cuadro le sirve para tener una visión panorámica de la
Biblia. Basta que se busque el índice general de la Biblia de
Jerusalén, y que vaya también aprendiendo y memorizando las
siglas bíblicas que corresponden a los diversos libros del AT y
NT.
El Misal romano
Es conveniente que el lector se vaya familiarizando desde su
ministerio de la Palabra de Dios con el mismo Misal romano,
en su nueva edición en lengua española (1994); sobre todo el
lector seminarista que se está preparando a la orden sagrada.
Debe aprender a manejarlo de tal modo que pueda identificar
sus partes y encontrarlas con facilidad. Según el índice general,
éstas son las partes que constituyen el nuevo Misal: el Propio
del tiempo, el Ordinario de la Misa, el Propio de los Santos, las
338
Preparación de las Funciones Propias del Lector
Los Leccionarios
Los Leccionarios114 que se usan en las celebraciones euca-
rísticas, después de la reforma del Concilio Vaticano n, están
distribuidos en 6 grupos, a saber:
339
Los Ministerios Instituidos
340
Preparación de las Funciones Propias del Lector
BÍBLiOTFr 4 34i
Jr.'l Convento de SUBA
Los Ministerios Instituidos
342
Preparación de las Funciones Propias del Lector
117
Cf. Liturgia de las Horas según el Rito Romano, Documentos preliminares,
(Principios y Normas generales de la Liturgia de las Horas), Mallorca-
Barcelona, Editorial Regina, 1979, pp. 23-112.
343
Los Ministerios Instituidos
344
Preparación de las Funciones Propias del Lector
345
Los Ministerios Instituidos
118
Bendicional o Ritual de Bendiciones, Coeditores litúrgicos (DELC), Barcelona,
1986.
346
Preparación de las Funciones Propias del Lector
347
Los Ministerios instituidos
Conocimientos prácticos
En el ejercicio del ministerio de lector, hay que tener en cuenta que
no es exactamente lo mismo un templo grande con afluencia de
fieles, que un oratorio pequeño o una casa particular, ni es lo mismo
proclamar la Palabra de Dios para gente del campo o para gente de la
ciudad, para gente de fe ilustrada o para gente sin mucha cultura
religiosa, para personas ancianas o para jóvenes o niños. Además,
hay una gran diferencia entre leer en un libro pequeño y leer en el
libro grande del Leccionario, entre el hacerlo con micrófono y su
amplificador o sin él.
348
Preparación de las Funciones Propias del Lector
350
Preparación de las Funciones Propias del Lector
351
Los Ministerios instituidos
El arte de comunicar
Prolongando la reflexión anterior, hay que reconocer que la
proclamación de la Palabra de Dios es también una forma de
comunicación humana, por eso vale la pena reflexionar sobre
el arte de la comunicación.
352
Preparación de las Funciones Propias del Lector
iso Battista Mondín, Dizionario enciclopédico di filosofía, teología e morale, Editrice Massiomo,
Milano, 1989, artículo "Communicazione", pp. 147-148; cf. del mismo autor, L'Uomo: chi é?
(Elemento di antropología filosófica), Editrice Massimo, Milano 1977, pp. 154-180; ¿Cómo
hablarde Dios hoy? (El lenguaje teológico), Madrid, Ediciones Paulinas, 1979, cap. II, pp. 17-52.
122
Cf. Instrucción del Concilium sobre la traducción de los textos litúrgicos para la celebración con el
pueblo, de enero 25 de 1969, en Enchiridion-Documenlación litúrgica posconciliar, Barcelona,
Editorial Regina, 1995, pp. 44-51.
353
Los Ministerios Instituidos
Por todas estas razones, es más que conveniente que el lector sepa
manejar este arte de la comunicación humana para ponerlo al
servicio de su ministerio de la Palabra de Dios, con el fin de
enriquecer, embellecer y profesionalizar un poco más la Liturgia de
la Palabra de nuestras celebraciones.
355
Los Ministerios Instituidos
356
literatura sapiencial (Pr 8,22-31; Sb7,7-11).
Preparación de las Funciones Propias del Lector
357
Los Ministerios Instituidos
359
J.
Los Ministerios Instituidos
Por último, añadimos que el acceso al lugar del ambón debe ser
fácil y digno. Además, conviene que el lector no se ponga en
movimiento hasta que el sacerdote-celebrante no haya terminado
la oración colecta, en el caso de la primera lectura; o hasta que el
salmo responsorial no se haya concluido, en el caso de la segunda
lectura.
El libro
El libro apropiado para la proclamación de la Palabra divina es el
Leccionario, previsto a este fin. Este libro debe manifestar en su
mismo formato y uso que su contenido es apreciado por toda la
asamblea de los fieles que lo escucha y recibe, y por el ministro
que lo proclama. Es ciertamente “válido” leer el texto sagrado en
la hoja dominical, pero no es muy significativo ni simbólicamente
expresivo. Este libro debe ser visible para que se vean claramente
las diversas actitudes de veneración que se toman para con él:
durante la procesión, en el momento de abrirlo, de cerrarlo, de
incensarlo o de besarlo. Además, el Leccionario debe ser un libro
bien impreso, con letra suficientemente grande y, sobre todo, con
una buena puntuación y disposición gráfica de las frases,
distinguiendo por ejemplo con exactitud los diálogos y los relatos,
siempre con el fin de favorecer una mejor lectura, una verdadera
proclamación del texto sagrado.
360
Preparación de las Funciones Propias del Lector
361
Los Ministerios Instituidos
365
Los Ministerios Instituidos
366
Preparación de las Funciones Propias del Lector
»54 Alvarez, C, El lectorado, Bogotá, Editorial Carrera 7a, 1990, pp. 70-
126
367
Los Ministerios Instituidos
368
Preparación de las Funciones Propias del Lector
La voz
Como lo señala la Ordenación del Leccionario de la Mi$ay “lo
que más ayuda a una adecuada comunicación de la Palabra de
Dios a la asamblea por medio de las lecturas es la misma
manera de leer de los lectores, que deben hacerlo en voz alta y
clara, y con conocimiento de lo que leen” (OLM14). Esta
recomendación habla de la manera de leer, de la potencia de la
voz y del conocimiento previo de lo que se lee; sintetizamos
diciendo una palabra sobre la potencia de la voz, su expresión y
su velocidad.
El lector debe poder ajustar su voz al auditorio humano y al
lugar físico de la celebración. Para leer o proclamar en “voz alta
y clara”, es previo que conozca primero el lugar físico: iglesia
grande o pequeña capilla o salón; luego, cuenta o no con un
equipo de sonido: micrófonos y parlantes; ademas, ¿cómo está
la acústica del lugar? ¿Participará mucha gente o poquita? Todo
ello es importante para poder ajustar el tono de la voz: un buen
tono obliga a escuchar; si es gritado, cansará; si es muy bajo,
adormecerá.
Al proclamar el texto sagrado, el lector, porque entiende lo que
lee y porque se preparó antes, debe poder comunicar con la
expresión de su voz el verdadero volumen a cada palabra y
frase. Le pertenece volver el texto vivo, subrayando con su
expresión las palabras más importantes y su significado, dando a
cada palabra volumen, relieve, vida. Hay que evitar una lectura
monótona, rectilínea, evitando la declamación y la drama-
tización...; todo dio exige practicarse y corregirse.
Finalmente, sin lentitud ni excesiva velocidad, hay que saber ir
desgranando lentamente las palabras, evitando el silabear. Si la
velocidad no es conveniente, muchas palabras se perderán,
como sin eco, sin lograr comunicar a los oyentes lo que el autor
sagrado pretendió. Todo ello pertenece al arte de la
comunicación verbal por lectura.
369
Los Ministerios Instituidos
Las pausas
El manejo inteligente de las pausas tiene su importancia en la
proclamación de la Palabra de Dios. Una lectura sin pausas no
comunica nada, porque se pierde gran parte de su mensaje y
contenido. La asamblea se marea, se cansa con el bombardeo
del ruido producido por las palabras que resuenan, pero carecen
de sentido como algo vacío de mensaje.
La respiración
El ritmo y el movimiento de la lectura, así como el volumen de
voz para las palabras leídas, dependen además de un elemento
también importante como ese1 de la respiración. Hay que hacer
ejercicios para aprender a respirar normalmente ejecutando la
lectura de un texto escrito, evitando así desvirtuar el significado de
lo que se lee.
370
Preparación de las Funciones Propias del Lector
El mirar a la asamblea
¿Conviene que el lector mire a la asamblea durante la lectura?
Como escribe J. Aldazabal:
155 "El lector", en Ministerios de laicos, Dossiers CLP 35, Barcelona, 1987, p. 56.
371
Los Ministerios Instituidos
Leer despacio
La precipitación es uno de los defectos más comunes de los que
proclaman las lecturas. Por eso, hay que leer despacio. Dos
cosas deben ser tomadas en consideración: primero, en la
asamblea los oyentes no tienen sino el oído para entrar en
contacto con el contenido de un texto; segundo, el sonido viaja
más rápido, el sentido, no. Precisemos.
372
Preparación de las Funciones Propias del Lector
373
Los Ministerios Instituidos
La expresividad en la voz
A diversas lecturas, en cuanto género literario, debe
corresponder diversa expresividad en la voz. Aquí, no puede
haber improvisación. El lector que va a actuar ante la asamblea
debe prepararse con cuidado (cf. preparación remota e
inmediata). No se lee de igual manera un diálogo que un relato.
No requiere la misma expresividad en la voz una página poética
que una dramática. Una lista de tribus de Israel no se lee igual
que un pasaje lleno de euforia. Si hay paralelismo o antítesis en
el texto, eso pide que el lector los subraye con su acentuación.
Vocalizar bien
Una buena lectura exige vocalizar bien, es decir, pronunciar
claramente todos los sonidos. Pues, la buena dicción es una
articulación exacta, de manera que todos los oyentes pueden
entender fácilmente todas las palabras, con todas sus sílabas, y
así poder captar su sentido global.
374
Preparación de las Punciones Propias del Lector
bajan la voz de tal manera que se les pierden las últimas sílabas
(cf. los vicios de pronunciación).
Frasear bien
Otro elemento importante en la proclamación de un texto es un
buen fraseo. No es suficiente con pronunciar bien; el lector debe
organizar bien las palabras de cada frase, y las frases entre sí, si
no se hará. mas difícil la comprensión del sentido de un texto
sagrado.
375
Los Ministerios instituidos
376
4
PREPARACIÓN Y CELEBRACIÓN
LITÚRGICA DEL RITO DE LA
INSTITUCIÓN DEL LECTOR EN EL
PONTIFICAL Y RITUAL ROMANOS
377
Los Ministerios Instituidos
RITOS PREPARATORIOS
Homilía
Estando todos sentados, el Obispo pronuncia entonces la
homilía, que concluye con unas palabras dirigidas a quien va a
ser instituido lector y en las que le explica en qué consiste “el
oficio especial” y “la preciosa ayuda” que el lector
desempeñara al servicio de la fe, en el seno del pueblo de Dios,
como participación en la misión confiada a la Iglesia, y cuya
raíz y fundamento se encuentran en la Palabra de Dios.
RITO CENTRAL
RITO EXPLICATIVO
158 El Leccionario del ritual de órdenes en Phase 139 (1984) pp. 29-30.
379
Los Ministerios Instituidos
380
Preparación y Celebración Litúrgica...
160
Cf. El Leccionario del ritual de Órdenes, en Phase 139 (1984) pp. 29- 31.
381
Los Ministerios Instituidos
127 El Ritual de órdenes trae la respuesta: "El que come de este pan vivirá
para siempre" (Jn 6, 52) que pertenece al salmo cuando se usa para la
institución de acólitos, para la de lectores es "Glorifica al Señor
Jerusalén" (Sal 147, 12).
382
Preparación y Celebración Litúrgica...
CELEBRACIÓN
DEL RITO DE LA INSTITUCIÓN DEL LECTOR
Apertura de la
celebración Canto
de entrada Saludo
del Obispo (Gloria a
Dios) Oradón-
colecta
Liturgia de la Palabra
Primera lectura Salmo
responsorial Segunda
lectura Aclamadón al
Evangelio
Liturgia eucarística
Oración sobre las ofrendas
Plegaria eucarística Oración
después de la comunión
Bendición final
383
Los Ministerios Instituidos
Preparación y Celebración Litúrgica...
Presente
HOMILÍA
385
Los Ministerios
Instituidos
386
5
RESONANCIAS ESPIRITUALES DEL
LECTORADO EN LOS CANDIDATOS
A LA ORDEN SAGRADA
387
Los Ministerios Instituidos
388
Resonancias Espirituales del Lectorado...
389
Los Ministerios Instituidos
162 Obras de san Cipriano, Madrid, edición BAC, 1964, carta n® 34, pp. 480-
484.
390
Resonancias Espirituales del Lectorado...
¿Qué otra cosa quedaba por hacer sino elevarlo sobre el estrado,
es decir, sobre el ambón de la Iglesia para que, puesto encima de
tan elevado puesto, a la vista de todo el pueblo, conforme a la
gloria de sus méritos, dé lectura pública de los preceptos y del
Evangelio del Señor, que tan valerosa y fielmente ha seguido? La
voz que ha confesado al Señor debe ser oída todos los días al leer
la Palabra del Señor.
391
Los Ministerios Instituidos
392
Resonancias Espirituales del Lectorado...
393
Los Ministerios Instituidos
164 cf. Del Breviloquio de san Buenaventura, Obispo (Prólogo: Opera omnia
5, 201-202),en Liturgia de las Horas, según el Rito romano, tomo III
(Lunes de la semana v), Mallorca-Barcelona, Editorial Regina, 1980, pp.
162-163.
394
Resonancias Espirituales del Lectorado...
395
Los Ministerios Instituidos
165 Cf. Del Tratado de san Juan de la Cruz, presbítero. Subida del monte
Carmelo (Libro II, cap. 22, nn. 3-4), en Liturgia de las Horas, según el
Rito romano, tomo I (Tiempo de Adviento: Lunes II), Mallorca-
Barcelona, Editorial Regina, 1979, pp. 77-79.
396
Resonancias Espirituales del Lectorado...
397
Los Ministerios Instituidos
398
Resonancias Espirituales del Lectorado...
399
A
Los Ministerios Instituidos
167 Transcribimos aquí todo el artículo 3 del Catecismo (nn. 101-133) sobre la
Sagrada Escritura, in Catecismo de la Iglesia católica, Madrid, Asociación
de Editores del Catecismo, 1993, pp. 33-40.
400
Resonancias Espirituales del Lectorado...
402
Resonancias Espirituales del Lectorado...
403
Los Ministerios Instituidos
El sentido de la Escritura
Según una antigua tradición, se pueden distinguir dos sentidos de
la Escritura: el sentido literal y el sentido espiritual; este último
se subdivide en sentido alegórico, moral y anagógico. La
concordancia profunda de los cuatro sentidos asegura toda su
riqueza a la lectura viva de la Escritura en la Iglesia.
404
Resonancias Espirituales del Lectorado...
405
Los Ministerios Instituidos
406
Resonancias Espirituales del Lectorado...
El Nuevo Testamento
“La Palabra de Dios, que es fuerza de Dios para la salvación del
que cree, se encuentra y despliega su fuerza de modo
privilegiado en el Nuevo Testamento” (DV 17). Estos escritos
nos ofrecen la verdad definitiva de la Revelación divina. Su
objeto central es Jesucristo, el Hijo de Dios encamado, sus
obras, sus enseñanzas, su pasión y su glorificación, así como los
comienzos de su Iglesia bajo la acción del Espíritu Santo (cf.
DV20).
407
Los Ministerios Instituidos
408
Resonancias Espirituales del Lectorado...
409
Los Ministerios Instituidos
§ 2 Palabra de Dios en el AT y el NT
(La Palabra de Dios en el Vocabulario de teología
bíblicaI68)
ANTIGUO TESTAMENTO
410
Resonancias Espirituales del Lectorado...
cierto modo hasta hacerle violencia (Am 7,15; 3,8;Jr 20,7 ss).
Para ellos, la Palabra de Dios es, pues, el hecho primero que
determina el sentido de su vida, y la forma extraordinaria en que
la Palabra surge en ellos hace que atribuyan su origen a la
acción del Espíritu de Dios. Sin embargo, en otros casos, la
Palabra puede llegar por vías más secretas, aparentemente más
próximas a la psicología normal: las que sigue la sabiduría
divina para dirigirse al corazón de los hombres (Pr 8, 1-21. 32-
36; Sb 7-8), sea que les enseñe cómo deben conducir su vida,
sea que les revele los secretos divinos (Dn 5,1 ls; cf. Gn 41,39).
De todos modos, no se trata de una Palabra de hombre, sujeta a
fluctuación o a error: profetas y sabios están en comunicación
directa con el Dios vivo.
411
Los Ministerios Instituidos
412
Resonancias Espirituales del Lectorado...
413
Los Ministerios Instituidos
414
Resonancias Espirituales del Lectorado...
415
Los Ministerios instituidos
NUEVO TESTAMENTO
Algunos pasajes del NT reasumen la doctrina de la Palabra de
Dios en sentido idéntico al del AT (cf. Mt 15,6). Así María cree
en la Palabra que le es transmitida por el ángel (Le 1,37s. 45), y a
Juan Bautista se le dirige la Palabra como a los profetas de otros
tiempos (Le 3,2). Pero, la mayoría de las veces, el misterio de la
Palabra tiene ya por centro la persona de Jesús.
Poder que opera: con una Palabra Jesús realiza los milagros que
son los signos del reino de Dios (Mt 8, 8. 16; Jn 4, 50-53).
También con una Palabra produce en los corazones los efectos
espirituales cuyos símbolos son estos milagros, como por
ejemplo, el perdón de los pecados (Mt 9,1-7 p). Con una
Palabra transmite a los Doce sus poderes (Mt 18,18;/» 20,23) e
instituye los signos de la nueva Alianza (Mt 26,26-29 p). En él
y por él está, pues, en acción la Palabra creadora, operando acá
en la tierra la salvación.
416
Resonancias Espirituales del Lectorado...
417
Los Ministerios Instituidos
por la que todo fue hecho (1, 3; cf. Hb 1, 2; Sal 33, 6ss). La
Palabra iluminadora que brillaba en las tinieblas del mundo para
aportar a los hombres la revelación de Dios (Jn 1,4s. 9). Ya en
el AT, era él quien se manifestaba bajo las formas externas de la
Palabra operante y revelante. Pero finalmente, al término de los
tiempos, este Verbo entró abiertamente en la historia,
haciéndose carne (1,14); entonces, vino a ser para los hombres
objeto de experiencia concreta (1 Jn 1, lss), de modo que
“nosotros vimos su gloria” {Jn 1,14).
421
Los Ministerios Instituidos
422
Resonancias Espirituales del Lectorado...
423
Los Ministerios Instituidos
424
Resonancias Espirituales del Lectorado...
425
Los Ministerios Instituidos
426
Resonancias Espirituales del Lectorado...
428
Los Ministerios instituidos
428
Resonancias Espirituales del Lectorado...
429
Los Ministerios Instituidos
430
Resonancias Espirituales del Lectorado...
431
Los Ministerios Instituidos
432
Resonancias Espirituales del Lectorado...
(n° 22) Los fieles han de tener fácil acceso a la Sagrada Escritura.
Por eso la Iglesia desde el principio hizo suya la traducción del
AT llamada de los Setenta; y siempre ha honrado las demás
traducciones, orientales y latinas; y entre éstas, la Vulgata. Pero
como la Palabra de Dios tiene que estar disponible en todas las
edades, la Iglesia procura con cuidado materno que se hagan
traducciones exactas y adaptadas en diversas lenguas, sobretodo
partiendo de los textos originales. Si se ofrece la ocasión de
realizar dichas traducciones en colaboración con los hermanos
separados, contando con la aprobación eclesiástica, las podrán
usar todos los cristianos.
433
Los Ministerios Instituidos
435
Los Ministerios Instituidos
436
Resonancias Espirituales de) Lectorado...
437
Los Ministerios Instituidos
171
Cf. Pablo Vi, Const. Apost. Missale Romanum: "Vivamente confiamos
que la nueva ordenación del Misal permitirá a todos, sacerdotes y fieles,
preparar sus corazones a la celebración de la Cena del Señor con
renovado espíritu religioso y, al mismo tiempo, sostenidos por una
meditación más profunda de las Sagradas Escrituras, alimentarse cada
día más y con mayor abundancia de la Palabra de Dios" Cf. Misal
Romano.
438
Resonancias Espirituales del Lectorado...
439
Los Ministerios Instituidos
440
Resonancias Espirituales del Lectorado...
441
Los Ministerios Instituidos
442
Resonancias Espirituales del Lectorado...
129
Un mismo texto, por tanto, puede ser leído y usado bajo diversos aspectos,
según las diversas ocasiones y celebraciones litúrgicas del año eclesiástico.
Esto se ha de tener presente en la homilía, en la exégesis y en la catequesis.
A través de los índices de los diversos Leccionarios, ello resulta evidente
para todos, por ejemplo, en cuanto al uso de los capítulos 6 y 8 de la Carta
a los Romanos, según se lean en los diversos tiempos del año litúrgico y en
las diversas celebraciones de sacramentos y sacramentales.
443
Los Ministerios Instituidos
444
Resonancias Espirituales del Lectorado...
c) La Palabra de Dios
en la participación litúrgica de los fieles
La Iglesia, en la acción litúrgica, responde fielmente al mismo
“Amén” que Cristo, mediador entre Dios y los hombres, con la
efusión de su sangre, pronunció de una vez para siempre, para
santificar en el Espíritu Santo, por voluntad divina, la Nueva
Alianza (cf. 2 Co 1,20-22).
176 Cf. San Jerónimo: "Si, como dice el Apóstol Pablo (1 Co 1, 24), Cristo es
fuerza de Dios y sabiduría de Dios, el que desconoce las Escrituras
desconoce la fuerza y sabiduría de Dios, ya que ignorar las Escrituras es
ignorar a Cristo" (Commentarii in Isaiam prophetam. Prologue: PL 24,
17A; CCL 73, 1); Concilio Vaticano II, Constitución dogmática Dei
Verbum, sobre la divina Revelación 25.
445
Los Ministerios Instituidos
130 Cf. Oraciones colectas, Por la santa Iglesia, en Misal Romano reformado por
mandato del Concilio Vaticano II y promulgado por su Santidad
Palabra
446
Resonancias Espirituales del Lectorado...
447
Los Ministerios Instituidos
448
Resonancias Espirituales del Lectorado...
Silencio interior
Debe el futuro sacerdote llegar a ser capaz de escuchar y
entender la Palabra, el “Verbo” de Dios.
449
Á
Los Ministerios Instituidos
El arte de orar
Para llegar, a este silencio interior hay que poner los medios.
Esta es una educación lenta y difícil, pues se trata de arrancar al
hombre de la inercia de sus mecanismos interiores y de las
solicitaciones del mundo. Sin tener la pretensión de juzgar de
modo superficial los métodos aquí o allá propuestos, decimos
que en nuestra formación hay que desconfiar de los “medios
450
Resonancias Espirituales del Lectorado...
La enseñanza de la oración
En este contexto, hay que enseñar la oración. Hacer aceptar sus
comienzos, laboriosos y decepcionantes. No tener miedo de dar
reglas, de adoptar humildemente un método y ponerlo en
451
Los Ministerios Instituidos
La oración de la Iglesia
Con todo, no hay nada tan importante y decisivo como la
participación cada vez más profunda y completa en la oración
de la Iglesia. Es decir* sobre todo, en la celebración eucarística
y en la liturgia de la Palabra que introduce en ella -volveremos
sobre esto-, pero también en la “liturgia de las Horas”. La
oración de la Iglesia se alimenta de la oración de los Salmos.
Por medio de ellos, la Iglesia recibe del mismo Dios las
Palabras “inspiradas”; son como el “molde” donde ella
introduce pensamientos y sentimientos humanos. El Espíritu
Santo es quien, a través de los Salmos, sugiere las Palabras y
va configurando el corazón. Así es como Jesús rezaba -su
pasión lo atestigua- Así es como María rezaba, tenemos un
ejemplo claro en su “Magnificat”. Si esta oración es sencilla,
inteligible y, también, perfectamente cantada -interior o, mejor
comunitariamente- no hay otra más capaz de crear poco a poco
el silencio interior que se busca, el verdadero, el que viene de
Dios.
El silencio exterior
No es que el silencio exterior sea indiferente o inútil. Cuando
existe el silencio interior, el silencio exterior es reclamado,
exigido,
452
Resonancias Espirituales del Lectorado.
El clima general
Salta a la vista que esta inidadón supone muchas condidones.
Pero ¿cómo sustraerse a ellas sin falta a un deber? Ya lo hemos
dicho, la educación para la oración no es separable de la
educación general. No se la puede considerar como un sector
cerrado; aunque la educación para la oración exige sus medios
específicos, debe estar ligada a una vida de caridad mutua, a una
búsqueda de Cristo por los caminos del estudio, por el servicio
del Reino de Dios presente o futuro en la Iglesia. Pero sobre
todo, quizá, la formadón en el silendo interior ha de ser objeto
de un acuerdo continuo por parte de los responsables de un
Seminario: todos tienen en él su tarea específica, el Rector, el
Director espiritual y cada uno de los profesores. Si esta cadena
se rompe, la formación no tiene lugar; si cada uno no asume su
responsabilidad en condenda y de hecho, si se rehúsa
reflexionar sobre ello conjunta y permanentemente, los mejores
medios, a falta de un clima favorable, pierden su valor.
453
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
(Por autores)
455
Los Ministerios Instituidos
456
Notas Bibliográficas
457
Los Ministerios Instituidos
458
Notas Bibliográficas
459
Los Ministerios instituidos
a
DE KEMPIS, Tomás, La imitación de Cristo, 5 Edición, San Pablo,
Santafé de Bogotá, 1994.
, Mes retraites avant les Étapes, (ou Guide complet pour chacune
des Retraites d’Ordination), Tome WI, editions Desclée et Cié, Paris-
Toumai-Rome 1941 et 1947.
460
Notas Bibliográficas
_____ Juan Pablo lien España (texto completo de todo los discursos),
Madrid, Edición BAC, 1982.
461
Los Ministerios Instituidos
462
INDICE
2.......................................................................................................
NATURALEZA Y SIGNIFICACIÓN TEOLÓGICA DEL RITO DE ADMISIÓN.............. 43
2.1 La naturaleza del Rito de Admisión..................................................... 43
¿Qué es? ............................................................................................... 43
Libertad y madurez ............................................................................... 46
Celebración pública del Rito de Admisión ........................................... 48
2.2 La significación del Rito de Admisión en el proceso de la formación
sacerdotal .............................................................................................. 49
¿Quées la vocación sacerdotal? ........................................................... 51
¿De qué modo se manifiesta la vocación sacerdotal? ........................ 52
¿Cuáles son los signos que manifiestan la vocación al ministerio
sacerdotal? ................................................................................. 53
2.3 ..........................................................................................................
Los signos positivos de la vocación al sacerdocio ministerial ........................ 54
Los signos o factores internos .............................................................. 54
§ 1 La llamada misma de Dios ............................................................. 55
§ 2 La respuesta libre del llamado ........................................................ 58
Los signos o factores externos .............................................................. 60
§ 1 El ambiente general y familiar ........................................................ 62
§ 2 La idoneidad o las aptitudes del candidato ..................................... 63
§ 3 La rectitud de intención .................................................................. 73
§ 4 La llamada de la Iglesia a través del Obispo ................................... 76
Los Ministerios Instituidos
464
índice
5.4 ...........................................................................................................................
El misterio de la vocación a la Orden sagrada............................................................. 124
§ 1 El significado de la vocación ....................................................................... 125
§ 2 La vocación, un don de Dios en, mediante y para la Iglesia ...................... 127
§ 3 La vocación: historia de un diálogo entre Dios y el hombre ................... 129
§ 4 La vocación en la Iglesia ............................................................................. 134
La Iglesia ............................................................................................................ 135
El servicio en la Iglesia ...................................................................................... 136
§ 5 La vocación en Cristo .................................................................................. 140
El llamamiento a ser discípulo ........................................................................... 141
El llamamiento especial de alos doce” ................................................................ 142
Características de la vocación al sacerdocio ministerial .................................... 144
5.5 Las exigencias de la vocación sacerdotal y de la formación en el
Seminario ........................................................................................................... 147
$ 1 La fidelidad a Cristo, a la Iglesia y a la propia vocación ........................... 148
Fidelidad a Cristo ............................................................................................ 150
Fidelidad a la Iglesia ....................................................................................... 152
Fidelidad al carisma de la vocación y misión .................................................. 155
§ 2 La formación de los candidatos al sacerdocio ministerial ...................... 159
§ 3 Las exigencias de la formación espiritual en el Seminario ..................... 161
§ 4 Las etapas de la formación de los candidatos al sacerdocio
ministerial ................................................................................................ 163
Importancia de la formación sacerdotal ......................................................... 163
Aumento de las vocaciones.............................................................................. 164
Selección de los candidatos ............................................................................. 165
Formación completa ....................................................................................... 166
Formadores selectos ........................................................................................ 168
Necesidad del Seminario ............................................................................... 169
La formación permanente ............................................................................... 170
El afecto del Papa ......................................................................................... 172
465
Los Ministerios Instituidos
1. Leccionario............................................................................................ 187
2. Misal Romano ....................................................................................... 190
§m Formularios de petición y respuesta de Admisión ............................................. 193
§TV Cuestionario sobre el rito de admisión ............................................................ 199
(I) Rito de admisión de los candidatos a la Orden sagrada ........... 199
(II) Vocación al sacerdocio ministerial ................................................ 200
466
Indice
467
Los Ministerios Instituidos
469
Los Ministerios Instituidos
470
6
Pablo VI, Carta apostólica Ministerin qunedam , en forma de Motu proprio
por la que se reforma en la Iglesia Latina la disciplina relativa