Sunteți pe pagina 1din 37

Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda.

Área Ciencias de la salud: Medicina

Trabajo comunitario y metodología de la investigación.

FACTORES QUE GENERAN DEPRESIÓN EN LAS HABITANTES

FEMININAS DEL INASS.

Tutores: Autores:

Pablo J. Subero (26450810)

Geraldine Jiménez (27145769)

Gustavo Pérez (27383965).

Octubre del 2018.


Resumen

En la presente investigación se realizaron encuestas mediante un instrumento diseñado para

diagnosticar no solamente la depresión en los adultos mayores del sexo femenino que residen en

el INASS, sino también para identificar con qué frecuencia los factores que la ocasionan se

repiten. Dicha institución, situada en el estado Barinas – Venezuela cuenta con una población de

personas en senectud oscilante entre las 100 y 105 personas. De esta población 60 incluyen

personas del sexo femenino que exceden los 54 años de edad. Hay una gran cantidad de

información recopilada por parte del equipo de trabajo que, mediante el contacto persona -

persona aislaron a una muestra que parecía presentar síntomas de depresión y enfermedades

cognitivas. Las estrategias de seguimiento para con mayor precisión evaluar la evolución de los

pacientes, incluyen las historias médicas redactadas por médicos y personal de enfermería,

prestado al equipo de investigación, la observación directa, preguntas a los demás residentes,

entre otras. Aquí describimos el análisis de información, uso del instrumento de recopilación de

datos elaborado y los resultados que este arrojo para el diagnóstico de depresión.
Abstract

In this research, surveys were conducted using an instrument designed to diagnose not only depression in

older female adults who reside in the INASS, but also to identify how often the factors that Cause are

repeated. This institution, located in the state of Barinas – Venezuela, has a population of people in

oscillating senescence between 100 and 105 people. Of this population 60 include female people who

exceeding 54 years of age. There is a large amount of information collected by the work team that,

through person-to-person contact, isolated a sample that appeared to present symptoms of depression and

cognitive illnesses. Follow-up strategies for more accurately assessing patient evolution, including

medical histories written by physicians and nursing staff provided to the research team, direct

observation, questions to other residents, among others. Here we describe the analysis of information, use

of the instrument of data collection elaborated and the results that this daring for the diagnosis of

depression.
Tabla de Contenidos

Capítulo 1 Introducción e información general .................................................................. 5

El problema ........................................................................................................................ 5

Delimitación del problema ................................................................................................. 5

Justificación de la investigación. ........................................................................................ 7

Limitaciones . ...................................................................Error! Bookmark not defined.0

Objetivos de la investigación ..........................................Error! Bookmark not defined.0

Objetivo general ...............................................................Error! Bookmark not defined.0

Objetivos específicos ......................................................Error! Bookmark not defined.1


Capítulo I

Problema de investigación

1. El problema.

1.1.1. Delimitación del problema.

La salud en todos los niveles va a estar conformado por un conjunto de caracteres, dicho

concepto con el de venir de los años ha mantenido una tendencia a reformularse, para así

acercarse un poco más a las necesidades básicas que deben suplir los individuos en un

determinado momento para considerarse “sanos”.

Según la OMS y la OPS (1948), uno de los componentes principales de la salud es el bienestar

psicológico y la correcta relación con el entorno, y no solamente como la ausencia de

enfermedades o procesos que afecten la fisiología de las personas. Dicha definición se conserva

sin enmienda desde el año 1948.

Los trastornos de depresión son muy comunes y cada vez más se reconoce que los síntomas

depresivos pueden ser angustiosos e incapacitantes si persisten (NICE, 2009). Con los nuevos

retos que enfrentan las sociedades, donde por diferentes circunstancias varios de estos

componentes quedan aislados, no es inusual que muchas personas alrededor del mundo no

cumplan con los requisitos necesarios para mantener una salud adecuada.

La gran mayoría de los problemas de salud en la actualidad se adjudican a problemas

psicológicos, que como bien es sabido, pueden afectar en gran medida a quienes los padezcan.
En el contexto de salud existe un abordaje de dimensiones reales para los problemas

psicológicos, sentimentales, entre otros. La Organización Mundial de la Salud, calculó que

para el año 2017, por lo menos 300 millones de personas en el mundo, sufrían los afectos de la

depresión; haciendo énfasis en el hecho de que dicha patología afecta con mayor frecuencia a las

mujeres.. Esta cifra es un 18% más elevada que la década pasada. Además, en un trabajo

realizado por la Universidad Autónoma Del Estado de México (UAEM) se determinó que cerca

del 36% de estas personas esta representado por adultos mayores.

El Dr. Italo Marsiglia (2011), médico internista venezolano, nos dice en su estudio de campo lo

siguiente: ‘’La depresión es un trastorno mental muy frecuente que puede afectar a la población

en general, de todos los colores, razas, posición económica y edad’’, él, mediante una serie de

encuestas que le permitieran acercarse en sobriedad a la realidad nacional de la depresión,

investigo sus agentes causales. En dicho sondeo se llegó a 1159 personas de las cuales se

determino que un 7.6 % (88 casos) indicaban síntomas que presumían estas afecciones, con

proporciones de 2: 1 para mujeres y los hombres, siendo las primeras más propensas a padecer

los efectos de la depresión ligados a distintos factores.

Se ha determinado también que gran parte de estos individuos superaba los 54 años de edad, esto

deja como evidencia que la depresión es un problema más de salud en el país y que la misma en

los adultos mayores es un punto importante a tener en consideración.

Distintos factores sociales, económicos, culturales, entre otro, están afectando el bienestar social

de los venezolanos, barineses, y por consecuencia, a las personas que por algún motivo u otro

están ahora residen en el instituto nacional de servicios sociales del mismo estado.

Lamentablemente por diversas razones dichas estadísticas no se actualizan con mayor frecuencia
y los agentes causales de estos problemas permanecen en la mayoría de los casos como algo

desconocido.

Ante esta situación el siguiente grupo de trabajo buscaría identificar estos factores que generan

depresión en los adultos mayores residentes del INASS, para así acercarse un poco más a la

solución del problema en cuestión. De esta manera realizar los aportes necesarios para que se

cumplan todos los componentes que integran la salud de las personas, que bien se les define a

todos sin distinción de raza, edad o sexo como seres biopsicosociales por excelencia o, seres

humanos con necesidades biologías, psicológicas y medio ambientales.

1.2. Justificación de la investigación.

Un gran número de instituciones académicas, sanitarias y de relaciones públicas a nivel mundial

se ha dedicado a la lucha por erradicar las enfermedades cognitivas. Mejorar la calidad de vida

de los individuos tiene mucho más que ver con su bienestar psicológico antes que con la ausencia

de enfermedades. Es sabido que cuando existe una base sentimental en la que apoyarse a la hora

de atravesar por situaciones difíciles, las personas en general son capaces de sobrellevarlas con

mayor eficacia. Es por ello y por un sinnúmero más de razones que la depresión, en el ámbito de

la salud, es uno de los principales problemas a resolver para el ser humano en la búsqueda de la

armonía y felicidad.

La OMS, institución dedicada al tratamiento y curación de enfermedades en todo el mundo, es

también una de los principales exponentes en cuanto a ayuda humanitaria respecta en el mundo.

La cruz roja, la OPS, entre otras unidades que permanecen en su lucha por hacer cumplir los

derechos de los seres humanos, nos dicen que ligado a distintos factores ambientales,
económicos y sociales la salud puede verse afecta por trastornos mentales, cognitivos y

sentimentales.

América del sur, es uno de los principales focos de atención, con cifras de depresión registrada

por hospitales y centros de ayuda que tienden a aumentar con el paso de los años. La lucha por

los alimentos, agua y la búsqueda de oportunidades para conservar una vida digna ha llevado a

los pobladores a incrementar sus esfuerzos para poder suplir sus necesidades y la de sus

allegados. Esto, afecta también la psicología de los individuos, sin distinción de raza, sexo o

condición social.

Venezuela es años recientes, ingresa en la lista de los principales países latinoamericanos con

diagnósticos hábiles de enfermedades cognitivas, siendo la depresión la primera de ellas con un

4,2 % de personas afectadas. La imposibilidad de suplir sus necesidades básicas de vivienda,

alimentación, recreación y aseo conducen a un gran número de individuos a padecer de estas

enfermedades. Una de las preocupaciones más grandes de los institutos nacionales del servicios

sociales, centros de ayuda y acoplo, universidades privadas y públicas, y todo organismo que

pueda sumarse a la búsqueda de soluciones, debería ser la salud psicológica de los pobladores de

la nación.

Siendo la depresión un trastorno tan frecuente en la actualidad, superando por mucho los 322

millones de personas a nivel mundial y manifestándose con relativa frecuencia en la población

venezolana, se convierte en un objetivo primario para quienes trabajan con la sanidad buscar

medios que le permitan el rápido diagnóstico de este padecimiento para agilizar su tratamiento.

Esta investigación tiene como objetivo principal lograr identificar los factores que generan

depresión a los residentes del INASS, más específicamente en la población femenina. Estudios
anteriores han demostrado que la manifestación de trastornos cognitivos que afectan el estado de

ánimo son mucho más frecuentes en personas de este sexo.

Por la influencia de hormonas, uso de medicamentos tales como benzodiacepinas, cortico

esteroides, betabloqueantes, antiespasmódicos; el padecimiento de enfermedades crónicas no

trasmisibles tales como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer; el

poco contacto con sus seres queridos y, la dificultad para realizar actividades recreativas, afecta a

la población femenina no solo del INASS, sino también de toda Venezuela y el mundo.

Haciendo mella en sus facultades mentales.

La edad y el sexo son factores más que notables en los antecedentes de investigación. Resaltando

una tendencia a padecer trastornos cognitivos en personas que exceden los 54 años de edad. La

situación socioeconómica de la nación puede de igual manera influir de manera negativa en el

estado de ánimo de los adultos mayores que hacen vida en las instalaciones del INASS.

El interés científico de esta investigación se basa en la importancia del reconocimiento de estos

factores que en la actualidad aumentan y, se precipitan como asesinos silenciosos por la

dificultad para ser detectados a tiempo por un examen físico general y, el poco conocimiento de

las personas que se proyectan hacia ellos día a día.

La necesidad de sentar bases que ayuden a tratar estas afecciones al poco tiempo de aparecidas o

antes de que representen un problema de salud real que pueda acarrear consecuencias

perjudiciales para los afectados, es un objetivo a cumplir para los presentes investigadores.

También se plantea un modelo de tratamiento psicológico que ayude a mejorar la salud mental

de los pobladores residentes del INASS. Entre las actividades recomendadas se proponen
eventos recreativos, tratar de restablecer el contacto con los familiares de los residentes y el

correcto aseo de los mismos para mantener intacta su moral.

El tomar conciencia sobre los aspectos que afectan nuestra psicología con el paso de los años, el

tener sensibilidad como seres humanos, como personas pensantes, es tan vital como tenerla

siendo estudiantes de la cerrara de medicina y, como ciudadanos venezolanos que edificaran una

carrera profesional, dedicada al estudio y tratamiento de enfermedades, en la búsqueda humilde

por disminuir el sufrimiento de los afligidos.

1.3.Limitaciones.

Los principales obstáculos con los que el presente equipo de investigación tendrá que lidiar en su

búsqueda de respuestas a sus interrogantes incluyen: la falta de tiempo y recursos. Como

estudiantes de pregrado del primer año de medicina, el poco tiempo para desarrollar con el

cuidado debido las actividades propuestas es un obstáculo de proporciones considerables para los

investigadores. La deficiencia de recursos económicos para material impreso, didáctico y que

ayude a la fácil difusión del mensaje entre los empleados y residentes del INASS acrecienta de

igual manera las preocupaciones del equipo de trabajo. También se pueden citar algunos factores

secundarios como el difícil acceso a transporte público que permita asistir a las instalaciones de

INASS. La poca colaboración o resistencia por parte de la población a entrevistar y, como un

punto débil, la inexperiencia por parte del equipo de trabajo que buscan formarse como médicos

cirujanos de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda.

1.4. Objetivos de la investigación:

1.4.1 Objetivo general:


Identificar los principales factores que ocasionan depresión o malestar psicológico a la población

femenina de residente del INASS.

1.4.2 Objetivos específicos:

1.4.2.1. Diseñar un instrumento que permita el diagnóstico de enfermedades cognitivas y

depresión.

1.4.2.2. Determinar qué porcentaje de la población femenina en INASS sufre de alguna

enfermedad o trastorno psicológico utilizando el test Goldberg como apoyo.

1.4.2.3 Conocer los posibles factores causantes de depresión en los adultos mayores mediante el

instrumento de recolección de datos diseñado.


Capítulo II

Marco teórico

1. Definición de conceptos y variables.

1.1. Depresión:

El DSM-IV describe el Trastorno Depresivo Mayor como un trastorno episódico con un

resultado crónico y un elevado riesgo de mortalidad (2000). La depresión, diferente de la

ansiedad y la melancolía, es un trastorno cognitivo, caracterizado por una profunda tristeza,

perdida de interés general y deterioro del autoestima.

El concepto de depresión nace por parte de Hipócrates, antiguo filósofo griego, en un principio,

bajo el nombre de melancolía. Dicho termino, que hace alusión a la tristeza, continuo como la

raíz etimológica de la palabra hasta que en la era del renacimiento, el británico sir Richard

Blackmore (1725), rebautizo el erróneo término con el actual de depresión.

La depresión no posee el carácter de una entidad homogénea, la diversidad de sus causas ha

hecho considerarla como un grupo de enfermedades cuyo común denominador es el abatimiento

del estado de ánimo (Santillana Hermandez, 1999).

El psicólogo clínico Manuel Farias Enez, define la depresión como: ''Un trastorno de los estados

de ánimo caracterizado por tristeza, melancolía, apatía, desgano, autoestima baja y

autopercepción disminuida'’, analizando dicho concepto podemos concluir que la depresión,

tanto como cualquier otra enfermedad, requiere de un tratamiento farmacológico y

psicoterapéutico que permita al afectado recuperarse o disminuir su dolencia.


Por si sola, la depresión puede definirse como un trastorno que afecta las facultades mentales,

causando tristeza extrema, pesadez, impotencia y una gran gama de síntomas que pueden atentar

contra la vida de las personas.

Otra definición viene por parte de la Dra. Irma Sotelo Alonso, especialista en medicina familiar.

Quien en su trabajo: La depresión en el adulto mayor (2011), nos dice lo siguiente: ‘‘La

depresión es el trastorno afectivo más frecuente en personas mayores de 60 años y del sexo

femenino, se manifiesta predominantemente como tristeza, llanto fácil, aislamiento, falta de

concentración, trastornos del sueño, labilidad emocional y lo más grave, como agitación e

ideación suicida’’.

Sin embargo, a pesar de su gran lista de síntomas, en un principio el tratamiento de la depresión

se limitaba a la magia y terapia ambientalista. Con la llegada de la biopsiquiatría y el despegue la

farmacología (XIX) pasó a ser reconocida como una enfermedad más, y no únicamente como

una molestia transitoria del ánimo.

Pedro Delgado, psiquiatra venezolano (2017), explica lo siguiente en una entrevista para el diario

El Nacional: ‘‘La depresión puede ser leve, moderada o severa. Al referirnos a la última,

hablamos de un cuadro depresivo mayor que se acompaña de ideas suicidas y la aparición de

síntomas físicos como dolores y molestias que a veces se confunden con otras patologías’’. Él

también explica, que dependiendo de la gravedad, esta puede extenderse meses o inclusive años.

Para los psicólogos y psiquiatras que se encargan del diagnóstico y tratamiento de esta

enfermedad, reconocen que el simple hecho de padecerla puede hacer que una tarea sencilla se

compare con escalar una montaña.


Entre los síntomas que caracterizan a la depresión podemos encontrar: Falta de ánimo,

irritabilidad, ansiedad, cansancio extremo, insomnio o dificultad para conciliar el sueño, cambios

del apetito, dificultad para concentrarse, cefaleas con intensidad variable, migrañas, disnea,

artralgia, dolores musculares, incontinencia y otros problemas digestivos.

1.2.Tipos depresión:

La depresión es un trastorno multifactorial, lo que quiere decir que tanto sus causas como sus

consecuencias pueden variar dependiendo del individuo afectado, la magnitud de la depresión

puede clasificarse, normalmente para dar tanto al paciente como al especialista la oportunidad de

tratar con mayor eficacia la enfermedad. Las clasificaciones básicas de la depresión, como lo

explicaba anteriormente el psiquiatra Pedro Delgado, puede ser leve, moderada o severa, e ir

yendo de una a la otra dependiendo de la condición del paciente en cuestión.

Según el DSM-IV (2009), la depresión puede clasificarse en:

1.2.1. Depresión mayor:

Concentra la mayoría de los síntomas frecuentes de la depresión. Caracterizado por apatía e

inhibición psicomotriz en algunos casos. Puede venir acompañada con pensamientos suicidas y

episodios de ansiedad que se repiten con periodicidad. En sus estadios más avanzados puede

conducir al llamado estupor depresivo, donde el paciente puede rechazar el comer o beber,

mantener aseo personal, o privarse del deseo de levantarse de la cama. La persona que sufre de

este tipo de depresión, puede experimentar episodios de normalidad que pueden extenderse por

meses o incluso años.


Según el Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR) (2009), los

síntomas más constantes de la depresión mayor son: Estado de ánimo reducido a lo largo del día

y que repite a diario, perdida u aumento de peso, insomnio o hipersomnia, problemas de

concentración o para tomar decisiones, agitación, retraso psicomotriz, conductas auto lesivas o

suicidas, fatiga, dolor articular, perdida de energía y por último perdida del interés y capacidad

para sentir placer.

De acuerdo al DSM-IV, deben existir un mínimo de cinco de los síntomas anteriormente

nombrados para un posible diagnóstico de la afección.

1.2.2. Distimia:

El DSM-IV define al trastorno distimico como: ‘‘una enfermedad crónica, persistente y

moderadamente grave, como un estado de ánimo deprimido, con dos o más síntomas adicionales

(alteraciones del sueño, disminución del apetito, sentimientos de desesperanza, letargo). ’’ Los

síntomas deben persistir durante al menos dos años, pero sin ser lo bastante graves como para

constituir un episodio depresivo mayor’’. El paciente que sufre la distimia, no necesariamente

llega a experimentar una tristeza extraña y desgano como lo haría una persona que sufra de

depresión mayor, pero, experimenta una sensación de despropósito y falta de motivación que

puede prolongarse por días enteros e incluso semanas.

Sus síntomas más comunes son: Perdida u aumento del apetito, insomnio o hipersomnia, fatiga,

baja autoestima, incapacidad para concentrarse, dificultad para concentrarse, sentimiento de

desesperanza.

1.2.3. Depresión maníaca o trastorno bipolar:


Combina estados de depresión con episodios de manía (aumento o disminución de la euforia),

caracterizada así por bruscos altibajos en el estado de ánimo que pueden ir de la excitación u

euforia total, a la tristeza extrema en cuestión de minutos. Se considera una patología seria, de

revisión y seguimiento médico, y no como un estado de inestabilidad emocional.

Su tratamiento es distinto al de la depresión mayor, que incluye estabilizador de humor (como el

litio), terapias con electricidad, entre otras.

Los síntomas que caracterizan a esta enfermedad son: sentimiento persistente de tristeza o

desamparo, baja autoestima, sensación de ineptitud, culpabilidad excesiva, deseos de morir,

dificultad para relacionarse con las personas en su entorno, aislamiento parcial o total, dificultad

para concentrarse o la capacidad de tomar decisiones, molestias físicas frecuentes, irritabilidad,

hostilidad, conductas erráticas u agresivas. Acompañada de algunos síntomas maniacos tales

como la falta de sueño, autoestima excesiva, aumento del libido o deseo sexual, intolerancia a las

interrupciones y velocidad de la locuacidad.

1.2.4. Trastorno afectivo estacional:

Según explica la Dra. Arcy Lyness (2013): ‘‘El trastorno afectivo estacional (TAE) es una forma

de depresión que aparece en la mismo época cada año. Típicamente con el TAE, una persona

sufre síntomas de depresión a medida que se acerca el invierno y las horas de luz se van

reduciendo. Cuando la primavera regresa y los días vuelven a ser más largos, las personas que

padecen de TAE experimentan alivio de sus síntomas y su estado de ánimo y nivel de energía se

normalizan’’.

Lo que quiere decir, que viene caracterizada por episodios de ansiedad y depresión poco

frecuentes, pero que se manifiestan, ligados a diversos factores, durante un periodo determinado
de tiempo. Sus síntomas, se asemejan a los de la depresión mayor o en menor medida, a los de la

distimia.

1.3. Factores que generan depresión:

Los investigadores en el campo del psicoanálisis, consideran que la depresión es provocada por

una combinación de factores bilógicos, psicológicos y sociales, que pueden manifestarse de

distinta manera y en diferentes etapas de la vida. Con la llegada de las nuevas tecnologías que

permitían un diagnóstico más preciso de los procesos patológicos en el organismo, dígase la

tomografía computarizada (TC) como uno de los ejemplos más relevantes del último siglo, se ha

logrado demostrar que la depresión tiene un efecto sobre la funcionalidad del sistema nervioso

central. Así, con la perdida de bloqueos sociales, se ha podido indagar más a fondo para

finalmente hacer un listado de estos factores que pueden afectar el correcto funcionamiento de la

mente humana.

Las causas epidemiológicas de la depresión, encuentran sus variaciones tanto en la región socio-

demográfica y económica donde se desarrollen los individuos, influenciado por factores como la

proporción de los salarios mínimos con el precio de los productos, empleos inestables,

matrimonio en disolución, embarazo a temprana edad, niveles bajos de educación o desarrollo

personal. Estos factores sociales se repetían una y otra vez por las diferentes encuestas

internacionales.

Además de estos resultados globales, la prevalencia de la depresión y sus correlatos varían entre

los países (Taisa Borges, 2017). Se han formulado hipótesis de que factores determinantes, como

el nivel de ingresos de los países o las desigualdades de ingresos netos, pueden contribuir a estas
diferencias. Por esta razón, los factores sociales, lugar de residencia y relaciones interpersonales

de cada persona puede influir en su salud psicológica tanto positiva como negativamente.

Otro de los factores determinantes de la depresión es el sexo. Es sabido que la prevalencia de la

depresión mayor (TDM) es más frecuente en mujeres que en hombres (Ferrari et al., 2013).

Todos los investigadores coinciden a su vez, en que los trastornos cognitivos y enfermedades

como la depresión son más comunes en las mujeres, con proporciones dominantes de 2:1 en casi

todos los estudios de campo. De igual manera las fluctuaciones se presentan con la edad, donde

en edades más tempranas de la vida como la adolescencia la relación proporcional de depresión

ligada al sexo es 1:1 para hombres y mujeres, pero por la evolución de distintos factores

hormonales, las personas del sexo femenino se hacen más propensas a padecer los efectos de la

depresión.

La Encuesta Mexicana de Salud Mental Adolescente reportó que la prevalencia del Trastorno

Depresivo Mayor (TDM) fue de 2 % para los hombres y 7,6 % para las mujeres. (Andrés

Vásquez Machado, 2013). Según la Encuesta Nacional de Evaluación del Desempeño (ENED)

realizada entre los años 2002-2003 en México, nos enseña que el porcentaje de personas que

refieren una sintomatología compatible con depresión en el área urbana, es de 6 % en las

mujeres y 2,9 % en los hombres; en el área metropolitana es de 5,7 % en mujeres y 1,9 % en los

hombres; mientras que en las zonas rurales 5 % de las mujeres y 3,5 % de los hombres estaban

afectados.

Algunos autores señalan que, aunque tanto los hombres como las mujeres pueden desarrollar los

síntomas de depresión, ambos tienen maneras diferentes tanto para lidiar con la enfermedad en

cuestión y, para poder expresar los síntomas de la misma. ‘‘Las mujeres buscan más ayuda

médica y expresan más fácilmente sus síntomas emocionales; mientras a los hombres les resulta
difícil expresar sus emociones y tienden más a la somatización’’, explica Andrés Machado en su

investigación (2013). Por esa razón, los hombres consultan a médicos generales en lugar de

buscar ayuda con psicólogos y psiquiatras. Sin embargo, Albert (2015) escribió un editorial

centrado en los contribuyentes biológicos femeninos, que son experimentalmente manejables y

pueden ayudar a entender cómo y por qué la depresión es más frecuente en las mujeres. Según

este autor, el hecho de que la prevalencia femenina: masculina sea similar en zonas con un

desarrollo económico considerable, sugiere que el riesgo pueda deberse principalmente a

diferencias biológicas entre los sexos y no tanto así en factores raciales, culturales, dietéticos,

educativos y muchos otros factores sociales y económicos.

1.3.1. Los factores genéticos ligados a la depresión:

Algunos tipos de depresión tienden a transmitirse de generación en generación. (INSM, 2009).

Esto sugiere abiertamente una relación genética. La investigación de los factores en genética

indica que el riesgo de desarrollar depresión es consecuencia de la influencia de múltiples genes

que actúan junto con factores ambientales y sociales. Lo que significa que tener antecedentes

familiares de depresión, aunque no hace predispuestas a las personas a padecer la afección, si los

hace susceptibles en menor medida o mayor medida. Los factores genéticos causantes de

depresión, nos dicen que las características individuales de la mente, se heredan de los

progenitores como cualquier otro carácter dominante o recesivo.

La depresión propiamente dicha, se acompaña con un descontrol de los mensajeros químicos que

rigen la función nerviosa eficiente (neurotransmisores), que bajo ciertas circunstancias

patológica, no cumplen con su función adecuadamente.


1.3.2. Factores hormonales:

Otro de los factores biológicos que podría afectar negativamente a las personas del sexo

femenino en cuanto a la prevalencia de trastornos cognitivos, podría ser la presencia de las

hormonas sexuales.

Estudios epidemiológicos señalan, que antes de la adolescencia, la depresión es más numerosa en

personas del sexo masculino. Pero luego, en la etapa de maduración sexual, cuando comienza la

segregación constante de hormonas, la estabilidad de las personas puede verse afectada. Luego

de la primera menstruación, la influencia de hormonas como el estrógeno, la gonadotropina, u

progesterona, podría causar episodios depresivos. Otros investigadores no han encontrado

relación directa entre el nivel hormonal y el estado de ánimo; proponiendo, que la relación entre

una cosa y la otra, existe cuando la adolescente está sometida a diversos factores ambientales; es

decir el aumento de los estrógenos hace más vulnerable a la mujer a la acción estresante de

factores exógenos. Dichas hormonas influyen en la reactividad del eje hipotálamo-pituitario-

adrenal (HPA), y en particular, en el mecanismo de retroalimentación negativa de cortisol

determinando la vulnerabilidad.

Algunas mujeres evidencian cambios en su estado de ánimo relacionados con el ciclo menstrual.

Según diversos autores entre 3% y 8% de las mujeres en este período desarrollan síntomas que

reúnen los criterios del DSM-IV para un trastorno disfórico premenstrual (PMDD). Es bien

sabido que las variaciones hormonales son propias de las distintas fases del ciclo menstrual; por

lo que estas serían las detonantes de las manifestaciones depresivas. Precisamente los síntomas

se presentan durante la semana previa al inicio del sangrado menstrual y generalmente mejoran

al cabo de unos días después que comienza la menstruación (Machado, 2013).


Entre los factores hormonales causantes de depresión, es necesario nombrar la maternidad. La

depresión post parto afecta a cerca del 10 % - 15 % de las mujeres durante las primeras dos

semanas de lactancia (Wissart, 2009). Durante el embarazo, los niveles de estrógeno y

progesterona son elevados, posterior al alumbramiento, ocurre un descenso significativo del

aporte de dichas hormonas, algunas mujeres son vulnerables durante este periodo de cambio,

sobre todo aquellas con antecedentes de inestabilidad emocional, en casos de embarazo

adolescente, embarazo no deseado, entre otras. Wissart y compañeros, durante un estudio

realizado en Jamaica (2009), determinaron que existe una relación entre la depresión que se

presenta en el periodo postnatal y las concentraciones de hormonas tiroideas en sangre,

principalmente la hormona T4. Ellos, señalan que estos cambios hormonales se observan

también en las mujeres que evidencian depresión durante el embarazo; por lo que existe

coincidencia entre la depresión pre y postparto y los cambios de las concentraciones de dichas

hormonas tiroideas.

Durante el periodo de la menopausia, coincidiendo con el deterioro de la función ovárica y la

consecuente depravación hormonal, ocurre un incremento en la incidencia y recurrencia de

depresión, ahora, por poco aporte de las hormonas tiroideas. Otros autores sugieren que los

síntomas depresivos aumentan durante la transición a la menopausia y disminuyen en mujeres

posmenopáusicas. Así mismo existen reportes de que las mujeres perimenopáusicas presentan un

primer episodio depresivo en una proporción tres veces mayor que aquellas mujeres que no han

llegado a esta etapa de la vida (Miao-kun y Alkon, 2011).

En la etapa previa a la menopausia, las manifestaciones somáticas del envejecimiento pueden

resultar en una fuente de estrés para la mujer. Esta etapa, caracterizada por la disminución del

deseo sexual y deterioro de la capacidad reproductiva, viene acompañada por frustración y


desesperanza originadas en las mentas no cumplidas. Todo lo anterior nombrado, puede verse

ampliado por la presencia de enfermedades características del envejecimiento, como

enfermedades reumáticas o enfermedades crónicas no trasmisibles.

1.3.3. Factores psicosociales:

No existe duda, de que los eventos que suceden a lo largo de la vida pueden tener consecuencias

negativas sobre la psique humana. Los factores psicosociales tienen una gran importancia en el

desarrollo y evolución de los trastornos cognitivos. Al igual que cuando tenemos malos hábitos

alimenticios podemos sufrir de diabetes; las personas que mantienen relaciones interpersonales

nocivas, o se encuentran en ambientes que pudieran afectar su bienestar emocional son propensas

a padecer de la depresión en cualquiera de sus niveles.

Como se nombró anteriormente, el lugar donde un individuo se desarrollo puede ser un factor

determinante en cuanto al desarrollo de depresión respecta. Los ingresos netos,

responsabilidades, relaciones interpersonales pueden influir de igual manera. Como afectan

estos factores a las personas, varía dependiendo del sexo y el coeficiente emocional de cada uno,

por ello los estudios prolongados sobre la depresión en seres humanos se centra principalmente

en las cualidades de cada ser.

En cuanto a la depresión ligada al sexo, las mujeres son más propensas a padecerla por influencia

de factores psicosociales cuando: sufren algún prejuicio social por su calidad de empleo,

condición social, matrimonio. Se conoce también que las mujeres son más propensas a sufrir

infidelidades de parte de sus esposo, también soportan eso durante más tiempo lo que prolonga el

sufrimiento. Según estudios realizados por Piccinelli y Wilkinson (2010), las mujeres también
son más propensas a sufrir traumas a cualquier edad, entre ellos el ejemplo más claro podrían ser

las violaciones.

Todo tipo de trauma ocurrido en la niñez o a una temprana edad puede afectar el eje HPA,

causando en años posteriores problemas psicológicos como depresión. Durante la vejez, el

abandono por parte de familiares, amigos o el peligroso sentimiento de soledad, afecta

indudablemente las facultades mentales de las personas, especialmente a las del sexo femenino.

Por ello el estudio individual de los factores sociales, tiene en algunos casos mayor importancia

que los biológicos, tanto genéticos como hormonales en el diagnóstico, tratamiento y curación de

la depresión.

1.3.4. Factores farmacológicos:

Los fármacos en ocasiones pueden producir gran variedad de reacciones adversas o indeseadas

en el organismo. Un estudio realizado en la Universidad Autónoma de Barcelona expresa lo

siguiente: Las alteraciones psiquiátricas son efectos indeseables diagnosticados y notificados con

poca frecuencia. De un total de 4.915 acontecimientos adversos notificados e incorporados hasta

el momento en el banco de datos de la tarjeta amarilla, sólo 230 (4,7%) son alteraciones

psiquiátricas (Bulleti Groc, 1987). Sin embargo, a pesar de no ocurrir con frecuencia, tanto los

psicofármacos como cualquier otro tipo de medicamento, pueden llegar a provocar síntomas de

depresión como una de sus reacciones adversas.

Normalmente los componentes en la formula química de los medicamento evita hacer un daño

irreparable en el organismo. Pero la sobre medicación, el uso indebido o la mezcla de fármacos

cuyos compuestos reaccionen entre sí, pueden llevar a las personas a presentar diversos efectos

secundarios.
El caso más notable en cuanto a la reacción de componente de los fármacos viene dado por parte

de sus múltiples reacciones con las bebidas alcohólicas, o también de la interacción de los

mismos con otras sustancias psicotrópicas nocivas (drogas). También, en ocasiones, las

reacciones psiquiátricas adversas de un fármaco pueden venir de la interrupción abrupta de la

ingesta y no de la acción directa que pueda ejercer el mismo sobre la psique.

Existe una gran variedad de efectos adversos que los fármacos pueden inducir, entre los que

destacan trastornos psicomotrices que dificultes actividades sencillas como el escribir, conducir o

servirse con vaso con agua, la somnolencia, pérdida de memoria y desorientación también son

muy frecuentes, pero las alteraciones psicóticas más numerosas producidas por fármacos son las

siguientes:

1.3.4.1. Confusión:

Constituye una alteración común de los procesos cognitivos (Hollister LE, 1986). La

característica principal de la depresión inducida por fármacos, es que el paciente afectado posee

una conciencia fluctuante, lo que quiere decir que se mantiene lucido por momentos, antes de

volver a sentirse confundido. Los pacientes con confusión también pueden llegar a sufrir

alucinaciones, excitación, paranoia y desorientación.

Un ejemplo de los fármacos que pueden inducir la confusión, serían las benzodiacepinas de

acción ultracorta empleados como hipnóticos. Los cuales, a pesar de producir menos resaca o

somnolencia, causan con mayor frecuencia episodios de amnesia.


1.3.4.2. Depresión:

Los cuadros depresivos inducidos por fármacos también son relativamente frecuentes. Sin

embargo, ya que la depresión es una condición humana tan fácil de observar, el diagnostico de

depresión ocasionada por fármacos en ocasiones resulta muy ambiguo. La depresión inducida

por medicamentos es especialmente difícil en pacientes que deben recibir un tratamiento de por

vida o durante un tiempo prolongado. Se habla normalmente de flunarizina y cinarizina

(antihistamínicos) cuando se busca citar fármacos que pueden causar síntomas de depresión,

estos bloquean la actividad excesiva del calcio en el organismo, pues son antagonista selectiva

del mismo.

1.3.4.3. Reacciones esquizoides y reacciones de manía:

Los fármacos generalmente no producen reacciones parecidas a lo que se ve en pacientes

esquizofrénicos, pero, algunos son capaces de inducir cuadros psicóticos agudos caracterizados

por una captación limitada de las sensaciones, conductas paranoides y en ocasiones agresivas

(Hollister LE, 1986).

Prácticamente los mismos fármacos que pueden inducir reacciones esquizoides lo hacen con las

reacciones de manía. Se han atribuido episodios de manía en pacientes que consumen

antidepresivos tricíclicos, aunque de igual manera no se puede descartar que la administración de

dichos fármacos pudiera desencadenar los síntomas de enfermedades maniacodepresivas. Los

bloqueadores b- adrenérgicos, antihipertensivos son algunos de los medicamente cuyas

características pueden inducir episodios como los antes descritos, por su función depresora del

sistema límbico.
Tabla 1. Fármacos que pueden inducir síntomas de depresión o enfermedades psicóticas.

Fármaco Reacciones adversas

Benzodiacepinas Pueden producir dependencia al fármaco, seguido del característico


síndrome de abstinencia por la retirada del mismo. Poseen un potente
efecto depresor del SNC, causan somnolencia.

Corticoides Cuadros maniacos o esquizoides, confusión y depresión.

Antiparkinsonianos Cuadros de confusión frecuentes, pesadillas, alucinaciones, ilusiones.

Betabloqueantes Depresión en la mayoría de los casos, confusión en algunos otros.

Antihistamínicos Confusión, paranoia e insuficiencia renal en pacientes de avanzada edad.

Antihipertensivos Mismo efectos los betabloqueantes.

Antidiabéticos Cuadros de confusión causados por hipoglucemia.

Anti arrítmicos Cuadros de confusión y depresión.

Tabla 1. En la tabla adjunta se indican las posibles reacciones psiquiátricas que pueden ser

producidas por fármacos recetados a personas durante la etapa de la senectud.

1.4. Efectos del envejecimiento sobre la salud mental:

Los efectos socio ambientales, van de la mano con el envejecimiento a la hora de provocar

depresión en las personas de edad avanzada. Indiferentemente del lugar donde se encuentren, las

personas mayores, tienen gran susceptibilidad a padecer depresión, inclusive en el ambiente

asistencial.

La depresión es uno de los factores de riesgo más comunes para el suicidio. La mayor tasa de

suicidios en EUA está representada por personas mayores de 70 años (Sotello, 2011). En los

varones adultos, el suicidio es 45 % más común en edades comprendidas entre los 65 – 69 años,
más del 85 % en mayores de 70. El 70 % de los adultos mayores que consumarían el suicidio,

visitarían a su médico en las semanas previas al suceso (Bello, M, Puentes, 2005).

El síndrome depresivo es un trastorno del afecto, el cual puede manifestarse clínicamente en

diversas variaciones de la depresión mayor, anteriormente nombrada y desglosada. Los factores

de riesgo en cuanto a estas afecciones son prácticamente las mismas en todos los grupos de

edades, pero existen diversas variaciones en las personas mayores que lo vuelven especialmente

vulnerables.

Durante el envejecimiento, por la pérdida de neuronas, el sistema nervioso comienza un proceso

de deterioro masivo en donde las funciones comunes se desvanecen periódicamente. El

decrecimiento de neurotransmisores, falta de efectividad del sistema límbico e incremento de

procesos catabólicos productos de los altos niveles de mono-amino-oxidasa cerebral entre otros,

aumentan la susceptibilidad de las personas mayores cuando de sufrir trastornos cognitivos se

refiere.

Los episodios de depresión breve, frecuentes en las personas mayores, incluyen síntomas

depresivos moderados y graves que mantienen coherencia con los especificados por los criterios

DSM-IV, exceptuando la duración mínima requerida de dos semanas para ser diagnosticada

según estos. En estas ocasiones, los síntomas parecen no tener un origen claro y generalmente

desaparecen de manera espontánea. Algunas personas en estado de senectud, evidencian

síntomas que pueden relacionarse con un proceso depresivo grave luego de alguna etapa de

adaptación o duelo. La adaptación, generalmente relacionada con el abandono familiar, la

perdida de cónyuge, amigos cercanos, hijos, allegados; los afectados tienden a recuperarse

pasado el tiempo o con la desaparición del foco causante de estrés.


Para finales del año 2017, la población de adultos mayores venezolanos se distribuía de la

siguiente manera: entre los 55 y los 64 años de edad representaban un 7,84 % de la población,

adultos mayores superiores a los 65 años de edad, representaban un 6,84 % de la población

venezolana total (CIA WORLD FACTBOOK, 2017).

Debido a la cantidad de habitantes que entran en la categoría de personas mayores, es necesario

tener un conocimiento de la cadena epidemiológica que puede crear factores de riesgo que

exponga a la población a padecer depresión en menor o mayor medida.

Es necesario entender que las situaciones psicoambientales pueden cambiar para una persona

posterior al periodo de jubilación, dependiendo de su condición y la autonomía que mantenga en

los años futuros, su condición puede mantenerse sin alteraciones muy importantes o, pueden

modificarse de manera negativa.

Las personas mayores evidencian síntomas que destacan en el área de la psicología: el llanto

fácil o los accesos de llanto desencadenados por estímulos triviales y la imposibilidad de

adaptarse a las situaciones determinadas, sobre todo si son desconocidas, están determinadas por:

• Eventos del pasado.

• Condición de salud.

• Capacidad de comunicación y respuestas.

Sobre los eventos pasados nada se puede hacer, pero sobre las enfermedades presentes se puede

influir de manera positiva con los cuidados pertinentes. Los estímulos correctos, pueden de igual

manera ayudar a un desarrollo positivo en la vida para las personas de edad avanzada. Para ellos
es común reunirse en grupos para convivir en su tiempo libre o de ocio, mantienen intereses

parecidos y una subcultura bastante marcada, por esa razón mantienen similitudes en cuanto a las

actividades que deciden realizar para recrearse. En el caso de contar con una condición

(económica, de salud, social) que les impida realizar algún tipo de actividad que les permita

mantenerse distraídos, las personas mayores se hacen más vulnerables a padecer la depresión,

por la acumulación de componentes estresantes que afecten su bienestar emocional.

1.5. Instrumentos evaluativos del estado afectivo:

Existen varias escalas de depresión, algunas de ellas empleadas específicamente para su uso en

adultos mayores. Las más conocidas son la Ratting Scale for Depresión de Hamilton, y la

Geriatric Depresion Scale (GDS) de Brink y Yesavage. Estas escalas, incluyen múltiples test que

ayudan a enfatizar en los resultados de los cuidados en los adultos mayores, más no se habla de

ella en su utilidad para el diagnóstico de la depresión en los adultos mayores. El General Healt

Questionaire de Golberg, se emplea para el diagnóstico de depresión y ansiedad, no para tamizar

los efectos y avances de la misma, como lo hacen las anteriormente nombradas.

Con o sin melancolía, la depresión mayor reúne variedad de síntomas para su diagnóstico, uno

de búsqueda central como lo es el estado disforico del paciente y, un mínimo de cuatro síntomas

comunes como: alteración del sueño, perturbación del apetito, pérdida de peso y retraso

psicomotor. En la mayoría de los casos, prevalecen los factores psicóticos sobre los somáticos,

como por ejemplo, prevalencia de pensamientos negativos, culpabilidad, conductas erráticas,

aislamiento.
Otro de las encuestas de diagnóstico diferencial utilizadas para detectar depresión, cuidando de

no atenuar y maximizar su sintomatología es el mini examen cognoscitivo de Folstein, cuya

sensibilidad es del 87 % y su precisión del 85 % (Sotelo, 2012).

A continuación, definiremos el instrumento utilizado para las encuestas realizadas en la

comunidad, elegido por su precisión, versatilidad en cuando al diagnóstico y también por la

facilidad de su utilización.

1.6. General Healt Questionaire de Golberg (V.1999):

Elaborado por David Goldberg por la necesidad de evaluar los niveles de salud de los pacientes,

el cual fue adaptando y perfeccionando con el paso del tiempo. Elaborado en el hospital

universitario de Manchester, Inglaterra, durante la década de los 70 (Manual Goldberg, 1978),

con el objetivo de evaluar la salud en general de los pacientes. Al principio el cuestionario

consistía de 60 preguntas, pero fue reformulándose para mayor comodidad.

El origen de los ítems utilizados se fundamenta en estudios previos sobre enfermedades mentales

y experiencia previa del equipo de trabajo de David Goldberg. Recorre cuatro áreas psiquiátricas

fundamentales: depresión, ansiedad, inadecuación social e hipocondría.

Esta escala, en cualquiera de sus versiones (60, 30, 28 o 12 ítems), consta de proposiciones que

deben ser seleccionadas en el orden que elija el paciente. Una versión más sencilla, que puede ser

rellenada con respuestas afirmativas y negativas es la publicada en 1998 (Escala de Depresión y

Ansiedad de Goldberg), consta de dos sub- escalas, cada una con 9 ítems.

En la primera (para la depresión), las preguntas se realizan hasta la tercera donde se concentra la

mayor parte del diagnóstico, de haberse respondido de manera afirmativa alguna de las
preguntas anteriores, se continua hasta llegar a la pregunta nueve. Todo resultado por encima de

3 indica posible depresión con un 82 % de precisión.

Para la sub- escala de ansiedad, que parte del mismo principio pero con la diferencia de que las

preguntas van del 1 – 4, de haberse respondido afirmativamente algunas de esas se continua con

el cuestionario hasta finalizarlo. Todo resultado por encima de 4 puntos indica posible ansiedad

con una precisión del 72 %.

Figura 1. General Healt Questionaire de Golberg:

Figura 1. Utilizada para el diagnóstico de depresión y ansiedad con precisiones del 82 % y 73 %

respectivamente.
1.7. Antecedentes de investigación:

1.7.1 Estudio sobre la depresión y ansiedad mediante el PQH en Venezuela. Realizado por

Taisa Borges Grun, para optar por el postgrado doctoral en psiquiatría clínica de la Universidad

Complutense de Madrid. Trabajo publicado a principios del año 2018.

Objetivos copiados textualmente de la investigación:

1. Objetivos generales:

Estudiar los niveles de depresión y ansiedad en pacientes de atención primaria en adultos

mayores de Caracas, Venezuela.

2. Objetivos específicos:

Aportar evidencias de validez psicométricas para el instrumento GHQ-28 en el contexto

venezolano.

Aportar evidencias de validez psicométricas para el instrumento PHQ en el contexto

venezolano.

Describir los niveles de depresión en una muestra de participantes venezolanos.

Describir los niveles de ansiedad en una muestra de participantes venezolanos.

Conocer si existe una relación entre factores sociodemográficos y depresión y/o ansiedad en

una muestra de participantes venezolanos.

La necesidad de realizar la investigación, nace en la crisis humanitaria que cruza actualmente el

país latinoamericano. Venezuela, que en el pasado fue clasificado como uno de los países ‘‘más
felices del mundo’’, ahora, por una serie de factores diferenciales, tiene una de las tasas de

depresión más alarmantes del mundo según cifras de la OMS. El PHQ, es un instrumento de

diagnóstico de alto espectro que sería utilizado para recopilar información sobre los pacientes

con edad avanzada en el Hospital Central de Caracas, para diagnosticar la depresión y ansiedad

con mayor precisión, identificar los factores que la ocasionan y el tratamiento más pertinente que

puede utilizarse para la erradicación de la misma. En ella se realizó un estudio longitudinal en

una población de muestra de atención primaria en Venezuela, en la que los participantes

respondieron a una serie de encuestas que mostraban la eficacia del test Goldberg.

Las conclusiones más importantes fueron las siguientes:

La prevalencia de la depresión mayor fue el 10,6%, así mismo se observa que la prevalencia de

la ansiedad fue el 7% en la muestra de estudio, ambos valores diferentes al referido en otros

estudios. Los resultados sugieren una correlación moderada y significativa entre la ansiedad y la

depresión mayor. La correlación entre ambas variables fue significativa y este resultado sí

corresponde al esperado.
Capitulo III

Marco metodológico

1. Nivel de investigación:

S-ar putea să vă placă și