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UNIVERSIDAD NEBRIJA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

Retos de la Seguridad privada

Título del trabajo


Colaboración entre la Seguridad Privada y la Seguridad Publica

Nombre del Magister


Javier Carrillo Castillo

Tutor
Marceliano Gutiérrez Rodríguez

Curso Académico
2018
CONTENIDO

1. Abstract……………………………………………………………01
1.1 Palabras Claves…………………………………………………………...01
2. Introducción……………………………………………………….02
3. Estado de la cuestión (State of Art)……………………………….03
4. Objetivos del trabajo………………………………………………06
5.1 General………………………………………………………………...06
5.2 Específicos…………………………………………………………….06
5. Análisis de resultados……………………………………………..07
6. Conclusiones………………………………………………………09
7. Referencias y Bibliografía………………………………………...11
1.Abstracto
Habiendo realizado una revisión bibliográfica ajustada al tiempo disponible según el programa
de la asignatura, el informe final correspondiente se enmarca en la posibilidad de identificar los
principales problemas, limitaciones y obstáculos encontrados en la colaboración entre la
seguridad privada y la seguridad pública, limitada en cuanto al ámbito geográfico o espacial a la
República Dominicana. Por tanto, se consideró conveniente señalar que actualmente en la
República Dominicana como en muchos otros países del mundo se ha registrado un notorio
incremento en el empleo de la seguridad privada, como consecuencia del aumento en los niveles
de delincuencia y crimen con su consabida escala de daños y pérdidas, tanto materiales como
humanas. De igual amanera, el presente informe final tiene por objeto destacar la importancia de
la colaboración pública y privada para la seguridad en sentido general, aprovechando las
experiencias obtenidas por otros países. El objetivo de este estudio es establecer que hace falta
para mejorar las relaciones de colaboración entre la seguridad pública, (Fuerzas Armadas/ Policía
Nacional) y la seguridad privada integrada por aquellas las empresas e individuos debidamente
registrados en la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada de Republica Dominicana,
no sin antes sacar a colación las debilidades operativas, limitaciones comunicacionales y
deficiencias estructurales.
Con los resultados plasmados en el informe se prevé la posibilidad de seguir alimentando el
interés por el tema, además de servir como soporte a futuras realizaciones, permitiendo mejorar
constante y permanentemente la relación entre la seguridad privada y la seguridad publica en toda
su extensión.

Palabras claves: seguridad privada, seguridad pública, colaboración, cooperación

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2.Introducción
Tal y como señala el título del presente informe, la necesidad de investigar sobre el tema no
radica solamente en identificar los problemas más frecuentes de la colaboración entre la seguridad
publica y privada en República Dominicana, sino determinar sus causales, pero sobre todo
proponer soluciones que permitan seguir mejorando la relación entre ambos sectores de un mismo
ramo, buscando su adaptación a las necesidades de uno y de otro respectivamente. oportunamente
a las exigencias del marco legal al momento de ser promulgado.
El trabajo tiene como escala temporal la actualidad, o sea el periodo de tiempo comprendido
entre septiembre del 2017 hasta septiembre del 2018, razón por la cual se decidió utilizar un
diseño descriptivo, limitado a la observación, registro y análisis de los hechos tal y ocurren en su
entorno natural, sin manipular las variables, ni tener que recurrir a la experimentación para
comprobar las causas y efectos de la colaboración entre la seguridad privada y la seguridad en
República Dominicana.

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3. Estado de la cuestión

En la actualidad muchos Estados del mundo tienen la responsabilidad, competencia y


autoridad asumida de velar por la seguridad general y la prevención del delito, siendo la función
esencial y responsabilidad de los Estados adoptar medidas para garantizar el ejercicio de sus
derechos ciudadanos, incluyendo su dignidad, bienestar, seguridad física y de sus bienes,
mediante la adopción de medidas eficaces para prevenir la delincuencia y reforzar la seguridad
de la comunidad.
En ese sentido se destaca que la Constitución de la Republica Dominicana, al igual que la de
muchos otros Estados consideran estos derechos en general, como derechos humanos
fundamentales para el desarrollo humano, sin embargo, hasta la fecha no se había prestado
atención a la importancia del papel que realizan las empresas se seguridad privada y los servicios
que ofrecen relacionados con estos fines, ni tampoco a la contribución de dichos servicios a la
prevención del delito y la seguridad de la comunidad.
En el país se han puesto en ejecución diversos planes de seguridad ciudadana como elementos
integrales de seguridad pública, pero sin la participación de la seguridad privas, dejando al menos
un vacío empírico, dados los beneficios de contar con una gran cantidad de empresas y personas
trabajando en el sector, sin que hasta el momento se haya establecido un mecanismo eficaz de
cooperación entre ambos sectores.
Los estados dedican medidas socioeconómicas encaminadas a contrarrestar los factores de
riesgo de la delincuencia, como la modificación de las condiciones de los barrios que favorecen
la comisión de delitos, la victimización y la inseguridad, al tiempo que se reducen las
oportunidades delictivas al adoptar medidas para prevenir la comisión de delitos, aumentando la
probabilidad de que los infractores sean aprehendidos.
En este sentido las políticas responsables y eficaces de prevención del delito mejoran la calidad
de vida de todos los ciudadanos, produciendo beneficios a largo plazo, al reducir los costos
relacionados con el sistema oficial de justicia penal, así como otros costos sociales resultantes de
la delincuencia. En este campo, la seguridad privada puede desempeñar medidas designadas
generalmente con la expresión “prevención situacional del delito”.
Entre los principales problemas relacionados con la colaboración entre la seguridad privada y
pública, en opinión del General de Brigada Almijar Fernández Tejada, actual director de la
Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada de República Dominicana es la escasa o casi
nula coordinación entre la seguridad pública y privada, con efectos altamente perjudiciales para
la seguridad ciudadana.

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Al respecto Andrés Sanz Coronado Coronel Jefe del Servicio de Protección y Seguridad
(SEPROSE) de la Guardia Civil Española señala: “es prioritario potenciar mecanismos de
colaboración y coordinación entre ambas seguridades, así como la necesidad de trabajar en la
concienciación sobre una “cultura de seguridad integral y vigilancia para la detección temprana
de aquellas amenazas catalogadas como nuevas”, (Coronado, 2017, págs. 10-14)
En opinión del General de Brigada Sandoval ex director del mencionado organismo entre la
principal limitación para lograr una estrecha colaboración entre ambos sectores es la inexistencia
de un marco legal adecuado que disponga, la forma en que debe concretizarse dicha relación, a
tal situación y de modo más específico se observan grandes vacíos de formación en el personal
que conforma ambos sectores.
La situación señalada se agrava con la competencia desleal entre las empresas de seguridad
privada, despertando suspicacia o desconfianza entre los organismos de seguridad publica
encargados de acercarse, relacionarse, colaborar o solicitar colaboración de las empresas de
seguridad pública, lo que dificulta grandemente la colaboración entre ambos sectores, sin
embargo al momento de ser entrevistado por el autor el Mayor General retirado Cuervo Gómez,
presidente de la empresa de seguridad privada SEDOSA, señaló:
“El hecho de que muchas de las empresas del ramo, sean dirigidas o sean propiedad de
militares y policías (activos o retirados) debería facilitar la coordinación entre dichas empresas y
las fuerzas de seguridad pública”. De esta manera, se puede inferir que la Seguridad Privada de
una forma u otra colabora con el sistema de seguridad pública de República Dominicana, porque
además de poseer gerentes militares, la mayor parte del recurso humano también forma parte de
las fuerzas de seguridad pública, en su condición de miembro activo, a quienes se agregan
aquellos en condición de retiro.
Consecuentemente con lo expuesto, podemos hablar de un papel fundamental de la Seguridad
Privada en nuestra sociedad para reforzar, suplir o complementar a la Seguridad Pública en
lugares, eventos o funciones concretas, bien de modo temporal o bien con carácter permanente,
de propia iniciativa o bajo el mando y coordinación de las fuerzas armadas y la policía nacional.
Esto configura un marco de relaciones matricial entre empresas de seguridad privada, personal
o usuarios de los servicios, Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada como encargada
del control administrativo, así como las unidades policiales competentes para proveer la
Seguridad Pública. Por tanto, no debemos perder de vista la importancia de contar con la
seguridad privada y verla como un Plus o valor agregado del sistema de seguridad pública y hasta
interior si se quiere, porque su sola existencia permite a los ciudadanos sentirse más seguros, de
otra manera las empresas que contratan sus servicios ya lo hubieran desestimado. Lo anterior
podría responder a una premisa sencilla, se pierde menos y se asegura más contratando seguridad
privada que no contratando sus servicios, de esta manera la seguridad privada ha ido

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convirtiéndose y casi sin quererlo en un actor importante del engranaje de seguridad pública
nacional.
En este sentido, el general Fernández Tejada, ARD llama la atención que las empresas de
seguridad privada a través de sus directivos o propietarios ya no sólo establecen relaciones
internas, sino también entre sus encargados de operaciones, ampliándose hasta niveles
decisionales de las fuerzas de seguridad pública. Al respecto se trae a colación la opinión del
Coronel Sanz Coronado sobre aquellos elementos que deben confluir para conseguir una
adecuada coordinación y colaboración entre el sector público y privado, al señalar:
Es que la colaboración sólo es posible desde la generosidad y la coordinación nunca es espontánea, sino
resultado de una buena planificación, de un correcto análisis metodológico de la situación de partida, del
problema a resolver y de los medios y capacidades disponibles para afrontar la tarea, y de una clara
asignación de cometidos, funciones y responsabilidades. Hay que saber: saber coordinar y saber dejarse
coordinar. Y no quiero ir mucho más allá en este momento. Simplemente apunto que no basta con que la
Ley establezca que dos personas, dos autoridades, dos cuerpos policiales o dos entidades de cualquier tipo
deben colaborar y coordinarse para que eso se convierta en realidad. (Coronado, 2017, p. 14)
Anna Aisa Biarnés. Gerente de la Asociación Catalana De Empresas De Seguridad. ACAES,
señalo no quiero finalizar sin mencionar el tema de la relación público-privada al cual se hace
alusión siempre que se recuerda la necesidad de la colaboración.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad están apostando, todavía más si cabe, por un diálogo más fluido,
constante e intenso con el sector de la Seguridad Privada. Cada vez son más constantes las jornadas
informativas que organizan y a las que invitan a los representantes del sector. Jornadas en las que la
información facilitada es de gran relevancia para los profesionales asistentes, donde se intercambian
conocimientos, experiencias, inquietudes y donde, entre todos, se consigue la consolidación de la
confianza mutua entre Seguridad Pública y Seguridad Privada, que en definitiva trabajan ambas en
aras a la seguridad ciudadana. (Barnés, 2017, págs. 22-25)
Algunos Estados han considerado que los servicios de seguridad privada son tan importantes
para la prevención del delito y la seguridad de la comunidad que han promulgado leyes de carácter
obligatorio y/o ciertas formas de asociación entre la policía y las empresas de seguridad privada.
Por ejemplo, en Sudáfrica, el Parlamento estaba considerando, a fines de 2013, un proyecto de
ley para modificar la ley original de 2001 de regulación del sector de la seguridad privada, que
asignaría mayor responsabilidad al órgano regulador, el Organismo Regulador de la Seguridad
Privada, para promover la creación de asociaciones de prevención del delito entre el sector de la
seguridad privada y los órganos del Estado responsables de la prevención del delito.
En México, el personal de seguridad privada civil tiene la obligación de asistir al personal de
seguridad pública en caso de emergencias o desastres o cuando así se lo solicite la autoridad
competente. En Filipinas, en caso de desastres o calamidades, las municipalidades o los alcaldes
pueden contratar a personal de seguridad autorizado para ayudar a mantener el orden y prevenir
la comisión de delitos. Este personal está bajo el mando directo del Jefe de Policía. España
también presenta un buen ejemplo de un sistema de regulación y control que permite a la
seguridad privada civil prestar apoyo a la policía estatal de diversas maneras. En realidad, las
empresas de seguridad privada españolas tienen el deber de cooperar con la policía y prestarle
apoyo siempre que exista un riesgo al orden público. (Gutiérrez, 2017, p.11)

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4. Objetivos del trabajo

4.1 General

a) Analizar la colaboración entre la seguridad privada y la seguridad pública en República


Dominicana.

4.2 Específicos

1. Describir a grandes rasgos la relación actual entre la seguridad privada y la seguridad


publica en República Dominicana.

2. Identificar las principales limitaciones para la colaboración entre la seguridad privada y


la seguridad publica en República Dominicana.

3. Proponer medidas orientadas a fortalecer la seguridad privada y la seguridad publica en


República Dominicana

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5. Análisis de resultados.

El presente y futuro de la seguridad privada, hoy más que nunca, ofrece una serie de
parámetros muy positivos por la existencia de proveedores altamente especializados, clientes
participantes e implicados en el proyecto, empresas cada vez más flexibles y en evolución,
tecnologías abiertas y reglamentaciones globales, pero sobre todo en alianzas, convenios y
acuerdos de colaboración entre la seguridad pública y la seguridad privada.
Al respecto Gutierrez (2017, p.18) señala que un aspecto importante de la cooperación es el
intercambio de información, donde las empresas y los oficiales y agentes de la seguridad privada,
reúnen información sobre personas, sucesos, entidades gubernamentales y comerciales. Esta
información puede llegar a ser información sensible, confidencial o privada; en incluso, puede
tratarse de datos sujetos a alguna forma de clasificación de seguridad nacional.
Por tanto, Gutiérrez considera normal que las empresas de seguridad privada contraten a ex
agentes de policía, ex funcionarios de los servicios de inteligencia o ex miembros de las fuerzas
armadas, en parte, por sus conocimientos especializados y, en parte también, porque estas
personas suelen mantener sólidas redes de información que pueden resultar útiles para su labor
en la seguridad privada.
En el trascurso del desempeño laboral de control, investigación y o vigilancia, los agentes de
seguridad privada reúnen información por distintos medios, como la televisión de circuito
cerrado, que observa y registra lo que sucede en espacios públicos. También gracias a
interacciones ordinarias o conflictos con el público, el establecimiento de redes estratégicas y la
información proporcionada por los clientes, como los planes y la infraestructura de seguridad.
En cierta forma se puede asumir determinado nivel de satisfacción con los avances obtenidos
hasta la fecha, porque muchas empresas privadas así como miembros de la seguridad pública con
determinado poder o influencia en la toma de decisiones, aprecian la calidad y cantidad de
colaboración que se recibe.
Es así, aunque puedan existir a veces diferencias entre dependencias o individuos, la relación
operativa es más sencilla, abundante o necesaria, claro que hay mucho margen de mejora. El
punto de partida ha de ser el mejor conocimiento mutuo para poder generar sinergias. En este
sentido, como ya adelanté, se deben revisar los planes de colaboración para servir mejor a la
sociedad y para aprovechar mejor sus capacidades.
Esto debe complementarse incentivando la relación a nivel operativo de nuestras Unidades
operativas y territoriales con los guardas rurales, los detectives privados, los escoltas, los
vigilantes de seguridad, los directores de seguridad y los departamentos de seguridad que dirigen
en las empresas que los han constituido.

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Consecuentemente, las principales demandas naturales para el fortalecimiento de dicha
colaboración viene de la mano con el desarrollo y crecimiento del sector de la seguridad privada
y estas a su vez provienen del proceso de externalización de las actividades de vigilancia, la
transferencia de tareas que antes eran competencia de los servicios públicos de seguridad, y sobre
todo, la exigencia y el desarrollo de nuevos servicios integrales de seguridad en actividades con
requerimientos de especialización.
Igualmente, en espera de una nueva legislación en la materia y su concordancia con la política
de seguridad pública del Estado dominicano, se están alcanzando elevados niveles de
optimización de la cooperación e interactuación de las fuerzas de seguridad publica con las
empresas de seguridad privada a través de una verdadera alianza de las seguridades, proyectando
un modelo profesional de complementariedad y corresponsabilidad para aprovechar los recursos
del sector privado en la seguridad pública.
En tal sentido, resulta impostergable seguir fortaleciendo la integración de los servicios y
capacidades de la Seguridad Privada como recurso externo de las fuerzas de seguridad pública,
dado que su personal, cultura y conducta están estrechamente vinculados al quehacer de las
fuerzas armadas y la policía nacional, pero se han olvidado de los posibles beneficios aportados
el trabajo de inteligencia el cual se traduciría en una actuación operativa más eficaz y eficiente.
En la actualidad en su trabajo muchas de las actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
cuentan con la presencia, información compartida y colaboración de la Seguridad Privada. No
obstante, es ahora especialmente el momento en que las empresas de servicios, instalaciones y
proveedores de seguridad privada deben adoptar una actitud proactiva, poniéndose en disposición
del Ministerio correspondiente dado los medios, conocimiento y experiencia que en esta materia
ha conseguido desarrollar este sector.
Las actuaciones necesarias para adecuar y optimizar la seguridad de las infraestructuras se
enmarcan principalmente en el ámbito de la protección contra agresiones deliberadas y, muy
especialmente, contra ataques terroristas, resultando por ello lideradas tanto por el Ministerio de
Defensa como el Ministerio del Interior como principales responsables de la seguridad pública.

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6.Conclusiones y planteamiento de nuevas líneas de actuación.

Tal y como se pudo comprobar en la Republica Dominicana la colaboración entre la seguridad


privada y la pública tiene luces y sombras, pero no por las sombras perderá la importancia cobrada
en los momentos actuales, porque sin un marco legal adecuado, con un recurso humano mal
remunerado y poca confianza para la asistencia mutua cooperación, se han podido enfrentar con
éxito las principales amenazas a la seguridad, se han podido prevenir los riesgos, se ha garantizado
la intervención, minimizando los daños o pérdidas, todo ello sujeto siempre al cumplimiento de
las regulaciones internas.
Sin embargo, ante la gravedad de los riesgos y las amenazas que nos ocupan, resulta
obligatorio fortalecer la cooperación, colaboración e interactuación de la Seguridad Privada en la
Seguridad Pública. Para ello, la mayoría de las opiniones consultadas coinciden al expresar como
imprescindible aunar esfuerzos, compatibilizando responsabilidades en algunos de los frentes,
superando los obstáculos a la hora de compartir información, mejorando la confianza mutua y
olvidando los desencuentros puntuales que en el pasado se han mostrado como barreras para la
excelencia de ese trabajo en común.
Esa integración operativa mejorará la respuesta actual ante los nuevos retos y exigencias de la
seguridad publica en República Dominicana, tal y como es el caso de la seguridad de ciertas
instalaciones de comunicación (puertos, aeropuertos) y energía (centrales y torres) las cuales son
protegidas por personal de empresas privadas subcontratado bajo supervisión de unidades
militares fijas previniendo la ocurrencia de actos vandálicos que pudieran afecta su normal
desenvolvimiento.
En este sentido, se considera fundamental mejorar la cooperación entre la seguridad pública y
una seguridad privada que, ni puede considerarse como un producto a ser regulado por el mercado,
ni puede ser tratado como un monopolio del gobierno, aunque sí deberá seguir siendo una
seguridad subordinada, auxiliar y complementaria de la Seguridad Pública. Por tanto, resulta
inevitable e irreversible la cooperación, en aras a la obtención del objetivo común de lograr
proveer la seguridad que necesitamos, una comunidad profesional cooperativa y única para la
mejor prestación del servicio público de prevención, vigilancia y protección, para cuyo fin el
Estado puede delegar en los privados, siempre de acuerdo con el régimen establecido por la ley,
y sin renuncia a sus prerrogativas ni obligaciones de cara al objetivo de lograr una seguridad
ciudadana única y sostenible, sustentada en la confianza, la transparencia y la profesionalidad, a
fin de crear un clima permanente de implicación consciente y orgullo de pertenencia,
compartiendo información técnica, facilitando flujos de comunicación profesionales y claros, y
eliminando potenciales suspicacias y recelos.

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La colaboración entre los entes de la seguridad privada y las instituciones de seguridad pública
pasa, principalmente, por la reflexión y aplicación de, entre otras, estas recomendaciones:

 Integrar el sistema de gestión de la Seguridad Pública y la Seguridad Privada


 Propiciar una nueva visión común y una cultura de seguridad sobre la base de las nuevas
amenazas
 Establecer sistemas de inteligencia de seguridad privada regulados por el sistema
nacional de inteligencia, con el propósito de eliminar malas prácticas e inconductas
 Desarrollar el esquema de gestión integral operativa de la seguridad
 Delimitar los espacios que separan la misión y visión de la seguridad privada profesional
y la seguridad pública de calidad
 Desarrollar la convergencia, alianza e integración de las seguridades
 Incrementar y aproximar la formación profesional y especializada
 Consolidar la cultura de la prevención y la protección relacionada con las competencias
público-privadas.

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7. Referencias y bibliografía

Barnés, Aissa (2017) Código de Buenas Prácticas en Seguridad Privada en,


http://www.seguritecnia.es/seguridad-privada/asociaciones/codigo-de-buenas-practicas-en-
seguridad-privada págs. 22-25
Congreso Nacional, Republica Dominicana (2018) Anteproyecto de Ley sobre Seguridad
Privada. Santo Domingo. DN
Coronado, 2017, Revisaremos nuestra colaboración con nuevos colectivos para aprovechar
mejor sus capacidades, en http://www.seguritecnia.es/seguridad-publica/fuerzas-y-cuerpos-de-
seguridad/revisaremos-nuestra-colaboracion-con-nuevos-colectivos-para-aprovechar-mejor-sus-
capacidades.
Gómez, A. C. (2010). La Seguridad Pública y privada en República Dominicana. San José,
Costa Rica: OAS.
Merelo, M. S. (2017). Seguridad Privada. Hacia la integración operativa y la operativa
Integrada. 45-46.
Ojer, C. C. (12 de octubre de 2018). Colaboración público-privada: no es una opción sino una
necesidad. Obtenido de seguritecnia.es: http://www.seguritecnia.es/seguridad-publica/fuerzas-y-
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