Oscar Armando Rodríguez Campos

COMENTARIO A CAPITULO 1 Y 2 DEL LIBRO DE TRINIDAD BARRERA.

Se comentan en el presente texto, los dos capítulos titulados, el primero “La vanguardia de
Europa a América” y el segundo “México y América Central” que corresponden al libro “Las
vanguardias hispanoamericanas” de Trinidad Barrera. El libro aborda la historia de la
literatura vanguardista y su paso de Europa hacia América, los países en los cuales se expresó
con mayor fuerza como también los principales exponentes literarios de nuestro continente
desde los inicios del siglo XX.
La corriente de vanguardias surge a principios del siglo XX, como una respuesta al
modernismo. Es una corriente que rápidamente influyo en todos los campos del arte y la cultura
y avanzo desde Europa hasta América, inicialmente a Sur América y luego se posesiono en
México y Centro América. Los principales impulsores fueron el chileno Vicente Huidobro,
Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo, César Vallejos, y otros más.
El significado que se le podría dar desde el punto de vista artístico es que la vanguardia busca
cambiar, renovar, romper con los patrones o esquemas establecidos por el modernismo. Como
expresiones surgen los “ismos”, futurismo, expresionismo, cubismo, dadaísmo o surrealismo
todos agrupados desde el punto de vista estético en el vanguardismo, reflejando una nueva
época, una ruptura atrevida con el pasado y por supuesto proyectándose hacia nuevas formas
estéticas no solamente desde el punto de vista artístico sino también en lo político y social. El
vanguardismo igualmente paso por diferentes etapas, y en el caso de América Latina se aduce
que la primera fase culmina en 1930, dando inició en ese mismo año a la segunda fase.
El vanguardismo trae consigo una nueva forma de ver el mundo, nuevos patrones de
producción y también de consumo y por supuesto de difusión. La visión vanguardista presenta
posturas más atrevida pero también más definida, convertido en un estilo de vida marcado por
la rebeldía del artista al momento de la creación en los diferentes campos.
En su difusión tienden a formas un tanto excéntricas para posesionar sus creaciones y en el caso
de sus posturas por lo general las asumieron mediante manifiestos o artículos en revistas o
periódicos buscando llegar de diferentes formar a los lectores para ganar simpatías.
Es en México en donde los vanguardistas principalmente los agrupados en los movimientos de
artistas plásticos y los escritores irrumpen con fuerza desde los principios del siglo XX. Se
organizan en diferentes grupos en los cuales la agenda central es el fortalecer las diversas
expresiones tanto artísticas como literarias que cumplen con los nuevos criterios vanguardistas.
En el fondo se respaldan aquellas expresiones que rompen con los esquemas del modernismo,
el cual para ese momento ya se considera conservador y tradicional, por lo que el vanguardismo
es de avanzada, rebelde, excéntrico y audaz. En lo literario entre los grupos vanguardistas que
más se destacan en el México de principios de siglo están el “movimiento estridentista” y
luego el “movimiento de los contemporáneos” que se pueden catalogar como los impulsores de
la corriente vanguardista en México a principios del siglo XX.