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Asignatura:

Psicología Social

Tarea:
Ensayo ¿Se manda en el corazón?

Catedrática:
Lic. Xiomara Rivas

Alumna:
Katia Lizeth Santos Bonilla

Cuenta:
61421031

Fecha: 26/08/2018
¿Se manda en el corazón?

El corazón es el único órgano capaz de enviarle información de modo autónomo al cerebro en base
a los estímulos orgánicos que recibe, es un órgano emocionalmente inteligente. El corazón también
siente, piensa y decide. Hay una red de neurotransmisores con unas funciones muy concretas que
lo convierten, para nuestra admiración, en una extensión perfecta de nuestro cerebro. El corazón
está íntimamente vinculado al cerebro, tanto, que de hecho está enviándole información de forma
constante e incluso activando o inhibiendo diversas áreas cerebrales según ciertas necesidades.
Cuando queremos referirnos a nuestra propia persona, es común llevarnos la mano hacia el
corazón. Es algo automático, casi instintivo, como si una voz misteriosa y atávica nos indicara que
justo ahí se localiza el centro de nuestro auténtico ser, de nuestra conciencia. Hay emociones
como el amor y sus manifestaciones a través del cariño, la ternura o la necesidad y cuidado nacen
de este complejo excepcional de células, nervios, energía y electricidad que conforman lo que
somos una ingeniería perfecta lista para interrelacionarse con su entorno y con sus semejantes.
Existen culturas en las que se considera que el corazón es la mente, en donde están los
pensamientos que te llevan a tener emociones diversas. No creo que esa idea este errada, pues
somos tan complejos y nuestra mente tan valiosa que se inventará un mundo terrible si la dejamos
o un mundo paralelo y fantástico si así lo necesitamos. El corazón se manda tanto como tú quieras y
decidas mandar. Por lo tanto el amor se puede recuperar si has pactado que sea para toda la vida.
Creo que en las relaciones humanas en general, esta dicha teoría del corazón anarquista es
propiamente sostenida por una misma sociedad que se victimiza. El ser humano puede no tener
control por innumerables situaciones en su vida. Sin embargo, hay otras tantas en las que con una
voluntad firme y un dominio propio puedes llegar a manejar. Nuestro corazón está dentro de esas
cuestiones que podemos controlar. Se puede decidir a quién amar, una relación no tiene por qué
fallar por falta de amor o una persona no tiene por qué sufrir por amar a la persona incorrecta.
La mente y el corazón son educables, se puede redescubrir cosas que se habían olvidado de la
persona a la que se piensas ya no amar, y puedes sacar de tu mente a la persona en la que simple y
sencillamente ya no quieres pensar. Tenemos que estar conscientes que nuestras emociones y
sentimientos son producto de nuestros pensamientos.

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