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ACTIVIDAD 10

EDWAR GIOVANI RODRIGUEZ


LEIDI XIOMARA RAMIREZ LIBERATO
MARY LUZ TRONCOSO RODRIGUEZ
ERIKA PAOLA GUZMAN CASTIBLANCO
ANGELA VIVIANA PACALAGUA RINCÓN
LEIDY JHOANNA NOVA GUTIERREZ
YEIMY MARISOL SANCHEZ VANEGAS
(ESTUDIANTES)

EHIDEE ISABEL GOMEZ LA ROTTA

(TUTOR)

CORPORACIÓN UNIVERSITRIA MINUTO DE DIOS - UNIMINUTO


CENTRO TUTORIAL UBATE
ADMINISTRACION EN SALUD OCUPACIONAL
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
NOVIEMBRE 03 DE 2018
ACTIVIDAD 10

Lácteos San Carlos S.A

SINTESIS LOS RIÑONES


Función:
Las principales funciones de los riñones son procesar la sangre y eliminar desechos
y agua en exceso a través de la orina. Sin estos órganos, se acumularían toxinas
(sustancias nocivas) en el torrente sanguíneo, las cuales impedirían el
funcionamiento del cuerpo.
Localización:
Los riñones están localizados debajo de la caja torácica, uno a cada lado de la
columna vertebral, aunque el derecho suele ubicarse más abajo que el izquierdo,
debido a que el hígado se localiza encima de él; son del tamaño de un puño (10
cm), en forma de frijol, y su peso aproximado es de 160 gramos cada uno.
Estructura:
Su borde interno es cóncavo y presenta una depresión o hilo renal en donde se
encuentran los puntos de unión con la arteria renal, la vena renal y el uréter.

La estructura del riñón consiste en:


Cápsula renal: membrana transparente, fibrosa y continua con la capa externa del
uréter que recubre al riñón. Presenta unas prolongaciones que por su forma se
llaman cálices, en cuya base hay unos orificios o papilas, que son los puntos de
desembocadura de los tubos uriníferos.
Zona cortical o corteza renal: de aspecto granulado, recibe 90% del flujo sanguíneo
para la función renal. En ella se localizan algunas porciones de las nefronas,
unidades funcionales básicas de los riñones (se encargan de limpiar el plasma
sanguíneo y producir orina, ente otras tareas). Cada riñón contiene
aproximadamente un millón de nefronas. La nefrona es la unidad estructural y
funcional básica del riñón, responsable de la purificación de la sangre. Su principal
función es filtrar la sangre para regular el agua y las sustancias solubles,
reabsorbiendo lo que es necesario y excretando el resto como orina.
Zona medular: compuesta por pirámides de Malpighi, cuyo vértice apunta hacia la
pelvis renal. Algunas pirámides crecen fusionadas, de modo que se forman
aproximadamente 8 vértices (papilas), que están repletos de pequeños orificios a
través de los cuales se vierte la orina y se vacían en los cálices, que a su vez
confluyen en la pelvis renal. Dentro de esta zona se localiza el asa de Henle y el
túbulo colector (porciones de la nefrona), con los que se puede formar orina
concentrada o diluida.
Uréter: cada día, los riñones de una persona sana procesan alrededor de mil 200
litros de sangre para eliminar de 1.5 a 2 litros de productos de desecho y agua, los
cuales se convierten en orina que fluye hacia la vejiga a través del uréter. El uréter
izquierdo es más grande que el derecho debido a la ubicación del hígado.
La sangre llega a su tejido por medio de la arteria renal, procedente de la aorta, y
sale mediante la vena renal, que desemboca en la vena cava inferior.
Se estima que, si se juntaran todos los tubos uriníferos, estos alcanzaran una
longitud de más o menos 20 km.
Hormonas:
Los riñones liberan tres importantes hormonas:
• Eritropoyetina, o EPO, que estimula a la médula ósea para producir glóbulos
rojos.
• Renina, que regula la presión arterial.
• Calcitriol, la forma activa de la vitamina D, que ayuda a mantener el calcio
para los huesos y para el equilibrio químico normal en el cuerpo.

Ya sea por defecto congénito o debido a cirugía, algunas personas viven sólo con
un riñón, ya que éste puede sustituir la función renal del órgano ausente.
¿Por qué fallan los riñones?
La mayoría de las enfermedades de los riñones atacan a las nefronas, haciendo
que pierdan su capacidad de filtración. El daño a las nefronas puede ocurrir
rápidamente, con frecuencia como resultado de lesión o envenenamiento. Pero la
mayoría de las enfermedades de los riñones destruyen las nefronas lentamente y
en silencio. Sólo después de años, o incluso décadas, el daño será evidente. La
mayoría de las enfermedades de los riñones atacan simultáneamente a ambos
riñones.
Enfermedad renal diabética: La diabetes es una enfermedad que evita que el
organismo use la glucosa, una forma de azúcar, como debería. Si la glucosa
permanece en la sangre en vez de descomponerse, puede actuar como un veneno.
El daño a las nefronas provocado por la glucosa intacta en la sangre se llama
enfermedad renal diabética. Mantener bajos los niveles de glucosa en la sangre
puede demorar o prevenir la enfermedad renal diabética.
Presión arterial alta: La presión arterial alta puede dañar los pequeños vasos
sanguíneos en los riñones. Los vasos dañados no pueden filtrar los desechos de la
sangre como deberían hacerlo.
Estructura detallada de la nefrona:
La capsula de Bowman envuelve al glomérulo. El glomérulo y la cápsula de Bowman
forman la unidad que filtra la sangre en la nefrona. Aquí, la presión sanguínea obliga
al agua y los solutos desde la sangre en los capilares glomerulares a través de la
pared de la cápsula de Bowman y hacia el túbulo de la nefrona. Este proceso crea
el filtrado, dejando atrás las células sanguíneas y las macromoléculas en los
capilares.
El resto de la nefrona refina el filtrado. En el túbulo hay 3 secciones:
1. El túbulo proximal (en la corteza).
2. El asa de Henle: transporta hacia (y en algunos casos dentro), la medula para
luego regresar a la corteza.
3. El túbulo distal: este vacía su filtrado en un conducto colector, el cual recibe el
filtrado de varias nefronas.
Pasando a través del conducto colector, el filtrado se transforma en orina. Después
del conducto colector, la orina pasa a la pelvis renal y después al uréter.

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