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RESPUESTAS DE LA ACTIVIDAD: PUNTOS DE ENTRADA DEL

ACORDEÓN A COLOMBIA.

MIGUEL ANDRÉS LIZARAZO DÍAZ

Ensayo presentado al docente: ABEL ANTONIO MEDINA SIERRA.

UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

PROGRAMA DE LICENCIATURA EN MÚSICA

VALLENATOLOGÍA

RIOHACHA

2017
RESPUESTAS DE LA ACTIVIDAD: PUNTOS DE ENTRADA DEL
ACORDEÓN A COLOMBIA.

La fecha más antigua que hace referencia al sonido del acordeón en Colombia
pertenece a la década de 1860. El suceso se registró en la ciudad de Santa Marta, el
médico francés Charles Saffray escuchó su sonido en medio de un desembarque
(Saffray, 1872 y 1948; Bermúdez, 2012b; Posada, 1984). El texto presenta dos
dificultades: no da una fecha específica y no da mayor información sobre el hecho.
Melo (2001) sostiene que la descripción de lo ocurrido le permite estar seguro de la
estadía del médico en Colombia entre 1861 y 1862. De acuerdo con esto, Saffray estuvo
en Colombia entre 1960 y 1962, siendo ésta la primera referencia del acordeón en
Colombia.

El primer registro de ingreso del acordeón a Colombia fue a finales de la década


de 1860. En esa época (1869-1870) se registraron las importaciones de 17 acordeones
por diferentes aduanas del Caribe: once por Riohacha, cuatro por Sabanilla
(Barranquilla) y dos por Cartagena.

Para finales de la década de 1860, se registra de manera detallada la información


sobre importaciones y exportaciones, países de origen o destino de los productos,
aduana de entrada, cantidad en kilogramos, entre otros. Se observa que la región con
mayor tradición acordeonera (Riohacha) importó el mayor número de estos
instrumentos. Los investigadores se basan en estos registros para determinar el ingreso
del acordeón a Colombia.

Se registra el ingreso aproximado por cálculo sobre el peso en los primeros años
de importación (1869-1870) de 11 acordeones por la aduana de Riohacha, 2 por
Cartagena y 4 por Sabanilla (Barranquilla). Se puede observar que la mayor
importación de acordeones a Colombia se registra en Riohacha.

Para la época de las primeras importaciones de acordeones los principales


comerciantes eran: Nicolás Daníes (de Curazao), Antonio Cano (español), Francois
Dugand (francés), José Laborde Ariza (nació en Riohacha, de origen francés), Isaac
Pinedo y Henrique Aarón (judíos sefarditas de Curazao), entre otros Viloria, J. (2017).

Los primeros puertos de entrada para los acordeones a Colombia en el periodo


de 1869 a 1873 fueron: Sabanilla (Barranquilla) con 210 unidades, Cúcuta con 107
unidades, Riohacha con 11 unidades y Cartagena con 2.

La procedencia de los acordeones importados en esos años (1869-1870) fue la


siguiente: nueve de Nueva York, cuatro de Bremen, dos de Colón y dos de Hamburgo;
registrando un total de diecisiete acordeones. Es probable que los acordeones
importados de Nueva York y Colón fueran comprados en países como Alemania, Italia
y Francia, siendo productores de la época y luego vendidos en el Caribe y otros países
de América Latina.

El Riohachero Florentino Goenaga (1915, pp. 47 - 48) da referencias de la


cumbiamba que se bailaba e interpretaba en la provincia de Guajira, le nombraba
“bulliciosos pasillos”. Se caracterizaban por la presencia de hombres de la élite
riohachera bailando con jóvenes mulatas de origen popular. También documenta la
cumbiamba al aire libre, caracterizada por parejas de bailadores alrededor de los
músicos. Otra variante de la cumbiamba que observó Goenaga era al aire libre pero
formado por parejas de bailadores mulatos (Goenaga, 1915, pp. 47, 50). Goenaga
escribe en 1893 sobre las famosas cumbiambas de Perebere, caserío en inmediaciones
de El Hatico. Todas estas fiestas usaban instrumentos como el acordeón, la guacharaca
y un pequeño tambor.

La cumbiamba hace referencia al festejo, el sitio o lugar donde se baila la


cumbia. Cumbia se denomina la música y la danza. En la plaza principal de todos los
pueblos costeños se organizaba una improvisada tarima durante las fiestas patronales y
allí se instituía la cumbiamba. Se organizaba alrededor de un poste o “varasanta” que se
ubicaba en la mitad de la calle o la plaza. Se izaba la bandera de Colombia y se
instalaban los tres músicos que hacían bailar a la multitud a ritmo de cumbia con caja
(pequeño tambor), guacharaca y acordeón.

Riohacha fue un punto crucial para el ingreso del acordeón a Colombia. Los
primeros acordeones empezaron a llegar a Colombia por el puerto de Riohacha en
1869-1870, se podría interpretar como el primer indicio de las preferencias de este
instrumento por parte de la población nativa. Para la época la influencia comercial y
cultural de Riohacha le permitió expandir su mercado y cultura por la región. Siendo
muy probable que en esta región se hiciera la fusión primigenia que produjo el baile de
la cumbiamba, finalmente llamado vallenato.

Según Viloria, J. (2017) el vallenato inició como cumbiamba, luego llamado


merengue, porro y finalmente vallenato. Brugés en la década de los treinta hacía
mención en el periódico El tiempo como “la música del Magdalena”. Lanao (2007, p.
1359) hace referencia con la expresión “bullangueros y alocados merengues”.

En el siglo XX Valledupar pasó de tener una economía decadente a crecer más


rápidamente que Riohacha y en 1918 la superó levemente en población. Valledupar
empezó a consolidarse en su economía. En 1876 empezó a hacerse la diferenciación
entre Valledupar y El Valle de Upar por parte de un explorador francés. Siete décadas
después Brugés delimitó el Valle de Upar con mayor detalle. El auge de Valledupar
inició durante la mitad del siglo XX a partir de la bonanza algodonera y la dinamización
de la economía ganadera.

Referencias bibliográficas

Viloria, J. (2017). Un paseo a lomo de acordeón: Aproximación al vallenato, la


música del Magdalena Grande, 1870 – 1960. Memorias: Revista Digital de Arqueología
e Historia desde el Caribe (septiembre-diciembre), 7-34.

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