Sunteți pe pagina 1din 1

El permitir darnos cuenta de que podemos estar equivocados.

Me viene una parábola que nos enseñan que estamos ciegos; la única
diferencia es que algunos de nosotros lo sabemos y otros no. Son dos
hombres ciegos, uno sabe que está ciego y el otro de alguna manera
cree que puede ver. El primero camina con cautela, siempre sintiendo
con cuidado el camino antes de dar su siguiente paso. Pero el otro
hombre siempre camina rápidamente y con seguridad, cayendo en
pozos, chocando con toda clase de objetos y culpando a las cosas
externas de hacerle daño. Nunca, ni una sola vez piensa que puede estar
ciego y que, por lo tanto, debería ser más cuidadoso mientras camina por
la vida. De la misma manera estamos ciegos de una u otra forma. La
única diferencia es que la persona que sabe que está ciega será
cuidadosa con sus acciones.

S-ar putea să vă placă și