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El siguiente escrito está enfocado en la obra de la Ilíada del autor antiguo Homero
y que como propósito tiene el demostrar la manera en que este mismo autor nos
narra de forma detallada en su obra los valores que en ella hay y la manera de como
los embellece. En esta misma línea nos data la forma en que estos mismos valores
justifican las guerras y el como también tendrán una utilidad en los ejércitos.
Es por ello que comenzaremos por citar algunas escenas donde el autor se refiere
a los ejércitos y encuentros bélicos, de manera detallada, enalteciendo estos
episodios y embelleciéndolos para la gran interpretación de la historia.
Con este análisis en donde involucraremos estos aspectos detallados por Homero,
es como podremos obtener los elementos necesarios para profundizar respecto a
los valores que maneja en su texto la Ilíada y el cual vamos a desarrollar.
También es importante aclarar que no podremos analizar todos los valores puestos
por el mismo autor y que por la variedad de personajes y lo extensa que es la obra,
solo analizaremos uno en específico, con sus cualidades y que contiene en sí mismo
valores éticos.
Estos serán los puntos a desarrollar en este presente ensayo, con los que logremos
demostrar la permanecía de estos valores en la actualidad y como son ocupados
para algunos fines.
Sin embargo, estos episodios narrados en esta obra puede que no contengan algún
tinte estético para algún individuo de nuestra época contemporánea. Pero Homero
con su retórica hace lo posible por embellecer la guerra, con lo cual nos demuestra
su capacidad retórica, para hacernos ver y hacer destacar algunos puntos clave que
hagan posible la belleza de la guerra.
Pues no sólo es una cuestión de poder detallar los episodios bélicos donde tanto
los troyanos como los aqueos, pelean a muerte. Sino describir de la manera más
contemplativa estos pasajes, para que no resulten monótonos a la hora de la lectura
de esta obra y puedan brindarnos tal situación que con palabras se vean estos
momentos plasmados en la imaginación.
Uno de esos momentos habrá que citarlo en una parte de la Ilíada, en específico en
el canto IV de donde se puede observar lo antes dicho:
1
Homero, la Ilíada, canto IV (p. 79) Editorial Gredos, RBA, España, Madrid, 2015.
En esta parte del canto IV, Homero expone con gran entusiasmo la magnitud del
momento en que los dos batallones se enfrascan en la batalla, donde destaca su
manera de convertir este momento en algo también estético, pues en la descripción
que hace podemos notar el lenguaje fluido y bello que ocupa para así enriquecer
aquel momento, echando andar nuestra imaginación, haciendo que nos
embullamos a su propio mundo de aquella época.
Algo que es muy notable para resaltar es la falta de conciencia crítica que tenían
sobre las batallas que se llevaban a cabo en aquella época, pues parece no
encontrarse alguna contraposición hacia esta valorización de las guerras, pues era
de más importancia la retórica para los griegos, que el pensar en si las guerras eran
algo realmente razonable. Era esta manera de tratar de concebir las cosas como
sublimes y bellas, lo que dificultaba pensar un modelo como el que Homero nos
presenta; cual función del hombre consistía en la del hombre como héroe siendo
honrado por los demás.
A lo largo del escrito solo hemos abordado el capítulo IV, pero creo que es uno de
los que mayor contenido tiene pues incluye momentos como el desembarco de lo
aqueos en las costas de Troya, como la batalla que tiene lugar ahí y el épico
encuentro. Y es aquí donde también notamos la gran coherencia y fluidez que hay
en este canto, gracias al esmero que tiene Homero al plasmar en estos pasajes los
enfrentamientos y la guerra, como también lo plasma en el canto III, que a
continuación citaremos:
“Tal como se alza delante del cielo el chillido de las grullas, que, cuando huyen del
invierno y del indecible aguacero, entre graznidos vuelan hacia las corrientes del
Océano, llevando a los pigmeos la muerte y la parca, y a través del aire le tienden
maligna disputa. Los aqueos en cambio, iban respirando furor en silencio, ansiosos
en su ánimo de prestarse mutua defensa.”2
En este fragmento del canto III, se menciona la llegada de los aqueos a costas
troyanas en donde también podemos notar la manera estética en la que Homero
describe aquella llegada. Y que pareciera no ser una llegada común y corriente, sino
que trata de pintar algo bello durante este encuentro, donde la imagen de esta
llegada nos muestra a los guerreros impacientes, enfatizando la actitud de los
aqueos y el valor de hermandad que estos tenían, cuando los barcos iban surcando
aquel mar.
Con esto me gustaría analizar el valor que nos presenta, retomando no solo el
aspecto social sino también el militar. Pues al aludir el valor de la hermandad, este
valor intrínseco de los batallones griegos, hace que surja la cuestión de ¿cómo era
posible que teniendo este sentir, el ejército griego pudiera transmitir miedo al
enemigo?, pero este valor de hermandad para los griegos es indispensable, pues
ya como vemos en los siguientes cantos la soberbia entre los hombres solo
produciría la desunión de estos y el desorden de los ejércitos, pero como veremos
en Aquiles sino fuera por este, sería imposible de ganar la batalla.
Los momentos de guerra que narra la Ilíada son bastos, pues hay varias escenas
que podríamos describir como bellas, usando la retórica de Homero, se puede ver
reflejado esto cuando Héctor y Ayax se enfrentan llegando a cierto punto en donde
los dos parecen ser equitativamente fuertes y de tener las mismas condiciones, o
como también se menciona la formación de los aqueos en la batalla.
Como se nos muestra en este texto podemos darnos cuenta que la motivación a
seguir del ejercito troyano es la valentía en la que Héctor se ve envuelto, por su
forma de pelar, que parece ser bella a la hora de propiciar el ataque cuerpo a
cuerpo, donde se muestran estos dos lados de la moneda, tanto el lado emotivo
para lo troyanos, como el lado intimidante para los aqueos, pues para ellos Héctor
se ve cual animal asemejado al jabalí o león y como resulta ser en la vida salvaje,
su mirar provoca miedo .
Siguiendo los ejemplos de las batallas que nos presenta Homero y con su forma
bella y sutil de presentarnos aquellas imágenes de enfrentamientos entre los héroes
y sus batallones, ahora analizaremos la manera de como Homero introduce los
valores en el ámbito bélico y como estos se justifican, no por el hecho de
presentarse en sentido de ser bellos, sino que aparte de contener ese toque
estético, los valores pueden llegar a ser validos en nuestra actualidad o justificados
por el contenido. Porque pareciera que estos valores que enaltece y destaca
Homero, construyen actualmente el mecanismo de enseñanza y adoctrinamiento de
los ejércitos para en cierta forma domesticarlos.
3
Ibid, canto XII (p.233)
Como podemos notar en el personaje que decidimos analizar, que es Héctor, lo que
en primera instancia parece representarlo es la valentía, y que, es este mismo valor
el que pareciera ser bello, pues Homero con sus intenciones y fines quiere justificar
este valor en medio de la guerra, y darle también un sentido de embellecimiento,
para que así le resulte más atractivo al Hombre que pareciera pretender educar.
Pues también con los otros personajes que utiliza como son Aquiles, Néstor, o
Menelao, parecen ser estos héroes quienes hicieran ver la belleza en los valores
como los del honor, la inteligencia, la audacia, el liderazgo o como la valentía, del
cual hemos venido hablando a lo largo de este escrito, entre otros. Pues a la hora
de retratarlos en aquellos gloriosos momentos, perece ser justifican su manera de
ser y su Ethos.
Así Homero refleja esta forma de ser y lo que los hacia ser esos seres recordados
para toda la historia, ya que esta justificación seria la absoluta para poder adquirir
este tipo de valores.
“Distribuye a los hombres por tribus y clanes, Agamenón, de modo de que el clan
defienda al clan, y la tribu a la tribu. En caso de que obres así y te obedezcan los
aqueos, pronto sabrás quien de los jefes o huestes es cobarde, y quien es valeroso,
pues lucharan por grupos separados sabrás si por deseo divino vas asolar la ciudad
o por la cobardía e impericia de los hombres en combate.”4
4
Homero, la Ilíada, canto Il (p. 31-32) Editorial Gredos, RBA, España, Madrid, 2015.
Podemos notar los valores que forman al héroe y el apoyo mutuo de las tribus, como
en un sentido de pertenecía, así en este canto II nos damos cuenta de cómo todos
los valores se relacionan en sí mismos y que Homero justifica para poder desarrollar
su historia bélica y lograr en ella el desarrollo de Hombres que lleguen a ser
virtuosos.
CONCLUSIONES
Una guerra donde no hubiera valores, difícilmente habría emociones de por medio,
pues no se pudiera sentir aquella pasión que se provoca el ver recreada la belleza
de esos episodios de contiendas. Hemos de concluir que una guerra sin valores no
habría nadie que pudiera adoctrinarse al acondicionamiento militar, así podemos
ver que en la actualidad en la milicia se embellecen los valores que Homero plantea
en esta obra, para así poder conservar un orden y poder seguir desarrollando una
tradición militar.
Esta forma retórica de hacer bellos los valores de la guerra nos podría llevar a
reflexionar de que si es “bueno” o “malo” lo que se hace en la guerra, pues solo nos
justificaríamos por medio de nuestros valores y no por medio de nuestros actos.
Pero creo que lo que realiza Homero es un acto educativo, manifestando la belleza
de estos valores en la guerra, para poder desarrollar ese ser virtuoso en el hombre.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS.
Vernant, J. El hombre griego. Madrid: Alianza Editorial, Madrid: (1ª edición italiana:
1991).