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Psicología y Espiritualidad

• Iniciando con la definición de lo que es espiritualidad, podemos retomar a tres autores:


• «Es el mundo de los valores que nos hacen encontrar un sentido a la vida; sentido que nadie
nos puede ofrecer -mucho menos imponer-(...) (porque) debemos encontrarlo nosotros
mismos (Rodríguez, 1999).
• «El conjunto de acciones que el hombre realiza y que le dan sentido a su vida" (García
Hernández, 1996).
• «No hay -ni puede haber- civilización ni humanidad, en el sentido moderno de la expresión,
sin vida espiritual" (Dueñas, Pardillo y Fernández, 2002).
• Como en otros aspectos del desarrollo humano, lo que puede llamarse «desarrollo espiritual» o
experiencia religiosa, sigue unas pautas o etapas, que son llevadas a través de las fases de la
vida, sin que éstas sean condicionantes o causantes de que se de dicho desarrollo.
• Por esta razón no puede hablarse de varias espiritualidades, sí de varios caminos para su
desarrollo o de diversas aplicaciones en la vida diaria, pero en sí no de varias espiritualidades.
• James Fowler, psicólogo americano, y sus colaboradores han iniciado desde hace dos décadas,
el estudio de la espiritualidad y el desarrollo humano, obteniendo como resultado una serie de
estadios o fases que explican el desarrollo de la fe.
• Podemos reducir este desarrollo en dos grandes bloques, que representan dos polos que
pueden parecer conflictivos pero que se conjugan en cada etapa del desarrollo:
• lo divino y lo humano
• la gracia y la naturaleza,
• la santidad cristiana y la madurez psíquica,
• la teología y la psicología.
• Unidos por su origen y por su finalidad salvífica, cada uno de estos bloques tiene su propio
significado, su propio valor, sus propias leyes evolutivas.

Desarrollo humano y espiritualidad

La niñez y la espiritualidad
• Los niños, por la limitación de su propio razonamiento, tienen una imagen muy simple de la
vivencia espiritual, pero con la creciente capacidad mental y la interacción con otras personas
en lo referente a la fe, se va desarrollando hasta alcanzar las etapas más avanzadas y de mayor
madurez.
• En la etapa de escuela, con un mayor desarrollo cognitivo, comienzan a creer en las cosas que
no ven sin cuestionarse nada y son mucho más abstractos en la manera de pensar sobre un ser
superior, teniendo y dando explicaciones de suma sencillez.
• La espiritualidad desarrollada en la niñez fomenta la aparición de la resiliencia para enfrentar
con éxito la adversidad.
• El desarrollo espiritual de los niños redunda en una notoria mejoría de la calidad de vida, de su
forma de vivirla y de relacionarse con los demás.
• Los niños se encuentran en:
• Desarrollo psicosocial: Etapa de iniciativa vs. culpa; laboriosidad vs inferioridad.
• Desarrollo psicosexual: Etapa fálica
• Desarrollo cognitivo: Etapa de las operaciones concretas
• Desde este punto del desarrollo, el niño puede desarrollar su espiritualidad a partir de las
enseñanzas de sus padres o de los adultos que están con ellos.
• Si se une al desarrollo moral, los niños practican las costumbres religiosas pero no llegan a
razonarlas en sí, por la limitación en su desarrollo.
• El acto religioso es un acto intelectual y volitivo, por lo que el niño propiamente no está
capacitado a realizarlo en modo consciente y plena; en él es más bien un acto perceptivo e
instintivo, sin quitarle nada de su valor y de su plenitud propia y primigenia.
• El niño es capaz de religiosidad en sentido propio, pero su vida religiosa tiene un carácter
fuertemente exterior: cree en aquello que se le dice o en base a la autoridad de los adultos, es
la naciente «fe por imitación».
• Es por esta razón que en su desarrollo debe buscarse pasar de esta etapa inicial, logrando que
no se quede con el concepto de una autoridad castigadora que actúa cuando el o ella no hacen
lo que «las reglas dicen», olvidándose del principio del amor.

La adolescencia y la espiritualidad
• La adolescencia es una etapa en la que lo espiritual adquiere relevancia, esto debido a que
comienza su búsqueda de respuestas a ciertas preguntas: ¿Cómo empezó la vida? ¿Tiene
sentido? ¿Hay vida después de la muerte? ¿Alguna vez acabarán las injusticias?
• El adolescente ya no se queda satisfecho con respuestas simples, desea soluciones profundas a
esas cuestiones, pues se encuentra precisamente en la etapa en donde puede plantearse este
tipo de cuestiones.
• Por esta razón, en diversas tradiciones religiosas, hay un punto de atención en la pubertad para
iniciar con un compromiso espiritual. Por ejemplo, en la Iglesia Católica se lleva a cabo la
Confirmación un poco antes de entrar a la pubertad y los judíos celebran el Bar Mitzvah,
algunas religiones protestantes realizan el bautismo precisamente en la adolescencia.
• La fe puede ser una vía que ofrece al adolescente explicaciones a estas cuestiones
trascendentales. Es aquí donde aparecen en toda su belleza los ideales religiosos. Hay el deseo
profundo de realizar en sí esos ideales que antes eran simplemente atrayentes.
• En el adolescente la religión adquiere un aspecto más emotivo que en la niñez, pero también se
da una mayor penetración de los valores, de la doctrina y de la práctica religiosa, y la fe llega a
ser convicción.
• Eso no excluye, que la experiencia religiosa del adolescente siga siendo inmadura, con pocas
bases sólidas, fundada en elementos emocionales. Es muy normal, por ejemplo, que haya una
adhesión a las prácticas litúrgicas más por el gusto exterior del ceremonial religioso que por el
significado profundo de tal liturgia.
• El egocentrismo psicológico de la adolescencia, unido al carácter altruista e idealista, se
encuentran a menudo bajo la forma de una especie de mesianismo: el adolescente se atribuye
con toda modestia un papel esencial en la salvación de la humanidad y organiza su plan de vida
en función de esa idea; hace un pacto con Dios, comprometiéndose a servirle sin recompensa,
pero esperando desempeñar, por ello mismo, un papel decisivo en la causa que se dispone a
defender.
• Es importante encauzar esta percepción del muchacho en lo que tiene de verdadera ("una
misión personal y trascendente en la vida") y la inserte en la dinámica de la voluntad y el amor
de Dios ("Cristo te invita a participar de su misión mesiánica y de su vida íntima") y en la
dimensión corporativa ("una misión que compartes con otros, haciendo una única fuerza de
salvación").

La juventud y la espiritualidad
• En relación a la juventud, por otra parte, la fe parece ser un factor significativo para la
prevención de la mayoría de los problemas serios que existen hoy por hoy en las sociedades
occidentales: la delincuencia y el uso de las drogas, además de convertirse en una ayuda
sumamente fuerte para evitar caer en depresión.
• Se han hecho diversos estudios en donde se ha demostrado que la presencia de la religión en la
vida del adolescente es una «salvaguarda» contra las conductas antisociales más comunes:
delincuencia, violencia y consumo de drogas.
• Este resultado aparece repetidamente: los muchachos con creencia religiosa, que asisten
regularmente a una iglesia y que hacen uso de la oración, cuentan con un riesgo mucho menor
de iniciarse en cualquier tipo de conducta antisocial.
• Ahora bien, uno de los obstáculos más comunes en el desarrollo de la espiritualidad justo en
esta época es la parte de la transmisión de las creencias de los padres o autoridades a los hijos.
• Muchos jóvenes, al estar en la etapa entre la adolescencia y la juventud, cuestionan a quienes
tratan de trasmitirles un mensaje. Recordemos que están viviendo:
• Desarrollo psicosocial: Búsqueda de identidad vs. Difusión de identidad
• Desarrollo psicosexual: Etapa Genital (Surgimiento de los deseos)
• Desarrollo cognitivo: Operaciones formales
• Por esta razón los adolescentes y jóvenes enfrentan muchas creencias con el rechazo típico de
los valores espirituales y religiosos, sin que sea esto una aversión personal (a una persona en sí,
aun padre o a una madre) sino a una situación en sí: Por ejemplo, la injusticia que los hace
muchas veces protestar y desaprobar comportamientos.
• El trato autoritario que los padres tienen hacia ellos provoca que sientan la inflexibilidad de las
normas y en vez de que con una actitud positiva puedan sentarse a hablar con ellos para llegar
a acuerdos sobre ideas morales y religiosas, la inflexibilidad, cerrazón, autoritarismo y
dogmática de los padres pueden hacer que los adolescentes rechacen en cierto punto «las
normas» que se les imponen.
• En la etapa de la juventud, la coherencia de vida es una de las grandes metas que busca
alcanzarse, las creencias para ellos deben ser vividas y transmitidas hasta las últimas
consecuencias. El idealismo, que recién está adquirido en ellos por el razonamiento abstracto,
hace que argumenten siempre que existe una fuerte incompatibilidad entre creer una cosa y
practicar otra.
• El grado de amistad entre los padres y el hijo o hija es un factor que contribuye también en
gran medida el desarrollo de la espiritualidad, pues para ellos no tiene sentido recibir
instrucciones de parte de una autoridad, pero sí están dispuestos a escuchar un consejo de
alguien que confía en ellos como si fuera su amigo, aunque en sí no lo sea.

La adultez y la espiritualidad
• En la adultez, siendo la etapa de mayor plenitud del ser humano, la espiritualidad se desarrolla
a partir de la trascendencia de sus acciones, retomando las etapas que se viven:
• Desarrollo psicosocial: Etapa de Intimidad vs aislamiento/Generatividad vs estancamiento
• Desarrollo psicosexual: Etapa genital
• Desarrollo cognitivo: Etapa de operaciones formales.
• En esta fase del desarrollo la espiritualidad se convierte en una oportunidad para «trascender»
e ir más allá, recuperar los ideales y aterrizarlos a una realidad que se vive en el hoy, buscar ser
fecundos a través no sólo de los hijos, sino de cualquier obra o apostolado que pueda
realizarse, cualquier tipo de actividad para transmitir los valores o una creencia religiosa.
• La madurez se va alcanzando a medida que la confianza del creyente se desplaza de la
horizontalidad (dirigida a algunos seres humanos, representantes o no de la divinidad) hacia la
verticalidad, que sería la relación personal con Dios.
• Una persona adulta que ha alcanzado un desarrollo de una espiritualidad madura y firme,
aunque comprende y tolera las debilidades humanas, no las acepta ni las justifica, por lo que
cuenta con una capacidad de amar y comprender al prójimo.
• Uno de los beneficios aportados por la espiritualidad en la adultez es la paz espiritual y
emocional al contar con Dios en las diversas crisis y decisiones que se presentan en la vida, un
mejor y más claro discernimiento del bien y del mal en el mundo, cuidado personal y conciencia
de su propia realidad interior.

La vejez y la espiritualidad
• En la vejez, la espiritualidad tiene mucho que ver con el bienestar psicológico de la persona y
con la relación que tiene con os demás, con su propio crecimiento personal y el propósito que
le da a su vida.
• El envejecimiento produce cambios naturales en los ritmos de vida, deja espacios propicios
para practicar nuevas rutinas y disminuye la ansiedad que implica el cumplir un sinnúmero de
obligaciones que se tienen en la etapa media de la vida, favoreciendo esto el desarrollo de la
espiritualidad.
• Las personas que demuestran, en esta etapa, prácticas religiosas, reconocen que a medida que
han avanzado en edad, pueden ver un «aumento» de su espiritualidad, recuperando prácticas
religiosas de la infancia y sus experiencias con lo divino.
• En esta etapa la espiritualidad fortalece y anima, cambia lo negativo en positivo, da sentido a lo
que les toca vivir sea su tristeza, dolor, pérdida o enfermedad.
• No hay muchos estudios sobre este tema, pero hay muchos antecedentes que indican que
personas activas religiosamente en esta etapa muestran niveles más bajos de consumo de
alcohol y tabaco, menos cuadros depresivos y reducción en muchas otras enfermedades, lo que
puede explicarse por las miradas optimistas de la vida que provee la espiritualidad.
• La espiritualidad se manifiesta en el anciano como un principio de transformación personal e
interpersonal, que lo fortalece para resistir las dificultades del último tiempo. La búsqueda de
lo divino transforma la muerte en un cambio, un cambio positivo hacia un estado en el que se
podrá disfrutar de condiciones ideales, sin dolor, sin sufrimiento.
• Finalmente es correcto pensar que los sentimientos que genera la espiritualidad permiten que
se desarrollen mecanismos psicológicos que favorecen la aceptación del envejecimiento y que
las prácticas asociadas con la espiritualidad, como la meditación, tienen efectos beneficiosos en
la persona, estableciendo un equilibrio en su estado físico, psíquico y emocional.
• La fe y la espiritualidad son experiencias de una vida, no puede juzgarse un «nivel» de
espiritualidad de alguien, puede tal vez analizarse las creencias y valores de una persona pero
no su nivel de espiritualidad.
• La psicología aporta, desde el desarrollo del ser humano, la capacidad de respuesta, sus
habilidades y limitaciones dentro de cada etapa al estar abiertos al desarrollo de esta esfera del
desarrollo humano como lo es la espiritualidad.
TAREA

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computadora.

Etapa Capacidades en la etapa para el desarrollo de la Mi propia experiencia de


espiritualidad desarrollo de la espiritualidad
(Enlistadas). (Explicadas).
Niñez

Adolescencia

Juventud

Adultez

Adulto mayor

¿Qué aprendizajes te deja este tema? (Menciona por lo menos tres).

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