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Seminario 02:
Fisiología hepática
Alumnos
Docente
Chiclayo – Perú
2019
Introducción
En el presente seminario, procederemos a mencionar y describir todo lo relacionado con
la fisiología hepática, una de las más importantes en todo el cuerpo, ya que como
mencionó Platón, el hígado, junto al cerebro y al corazón forman parte de la triada vital;
además procederemos a ver ciertas afecciones o patologías relacionadas, tales como
la hepatopatología alcohólica, cirrosis, etc., así como también hablaremos sobre sus
efectos sobre la salud y sobre ciertos signos o características clínicas que nos podrían
ayudar a una adecuada detección de la enfermedad, para así poder realizar un
tratamiento oportuno frente a esta y evitar mayores complicaciones.
Objetivos
Entre los principales objetivos a mencionar y desarrollar en este seminario destacan los
siguientes:
Figura 3
2. Histología
Hepatocitos
Figura 4
Células de Kupffer
Las células de Kupffer son células macrofágicas, móviles, ligadas a las células
endoteliales, pueden representar 80 a 90 % de la población macrofágica fija del
organismo, con funciones inmunitarias de fagocitosis de agentes infecciosos y de
células tumorales. Sintetizan citosinas, eicosanoides y derivados reactivos de oxígeno.
Sinusoides
Los hepatocitos secretan bilis dentro de diminutos canales que se distribuyen como una
red minúscula de túbulos o canalículos entre las células hepáticas adyacentes. Esta bilis
canalicular contribuye con 70% de la producción diaria en adultos y se modifica por la
secreción y absorción conforme pasa a través de los conductos biliares que contribuyen
con el otro 30% de la secreción biliar. La secreción biliar se concentra aún más en la
vesícula biliar (hasta 10 veces), antes de llegar al intestino. La secreción biliar es un
proceso osmótico que se determina por la secreción activa de solutos orgánicos dentro
de los canalículos, seguido por la salida pasiva de agua, electrólitos y otras sustancias
(como la glucosa) a través de las uniones intercelulares. Los principales solutos de la
bilis son: las sales biliares, los fosfolípidos y el colesterol; ellos forman micelas en los
conductos biliares.1
Metabolismo de carbohidratos
La célula ha diseñado para la glucosa, los ácidos grasos y los aminoácidos un proceso
metabólico único (metabolismo de carbohidratos, de lípidos y de proteínas,
respectivamente), acompañado cada uno de ellos de un estricto mecanismo de
regulación (control metabólico). A continuación, se hará una breve descripción de los
procesos anabólico y catabólico de la glucosa. Las vías enzimáticas relacionadas con
el metabolismo de la glucosa son: (1) oxidación de la glucosa, (2) formación de lactato
(3) metabolismo del glucógeno, (4) gluconeogénesis y (6) vía de las pentosas fosfato.2
Glucógeno
Galactosa y Fructosa
Gluconeogénesis
•Metabolismo de lípidos
•Metabolismo de proteínas
Aminoácidos no esenciales
Metabolismo de fármacos
Figura 7
Figura 9
Cuestionario
1. Haga un esquema del hepatocito, y explique la fisiología
hepática
Fisiología hepática:
El hígado produce alrededor de 600 a 1200 mI de bilis al día. Este líquido, que es
principalmente agua, contiene sales biliares (casi el 50%), glucurónido de bilirrubina
(pigmento biliar), fosfolípidos, lecitina, colesterol, electrólitos del plasma (en especial
sodio y bicarbonato) e IgA. Absorbe grasa, elimina cerca de 80% del colesterol
sintetizado por el hígado y excreta productos de desecho de origen sanguíneo como la
bilirrubina.6
La mayor parte de las sales biliares se reabsorbe de la luz del intestino delgado, penetra
al hígado a través de la vena porta, es endocitada por hepatocitos y se transporta a los
canalículos biliares para su liberación subsecuente de nuevo al duodeno (recirculación
enterohepática de sales biliares). El restante 10% de las sales biliares se produce por
primera vez en el REL de los hepatocitos mediante la conjugación de ácido cólico, un
producto accesorio metabólico del colesterol, con taurina (ácido taurocólico) o glicina
(ácido glucocólico).6
La bilirrubina, un pigmento verde amarillento insoluble en agua, es el producto de la
degradación tóxica de la hemoglobina. Conforme los eritrocitos muertos son destruidos
por macrófagos en el bazo y por las células de Kupffer en el hígado, se libera bilirrubina
al torrente sanguíneo y se une a la albúmina del plasma. En esta forma, que se conoce
como bilirrubina libre, es endocitada por hepatocitos. La enzima transferasa de
glucuronilo, que se localiza en el REL del hepatocito, cataliza la conjugación de
bilirrubina con glucurónido para formar glucurónido de bilirrubina (bilirrubina conjugada)
hidrosoluble. Una parte del glucurónido de bilirrubina se libera al torrente sanguíneo,
pero la mayor parte se excreta a los canalículos biliares a fin de llevarse al tubo digestivo
para su eliminación subsecuente con las heces.6
Las funciones de tipo endocrino del hígado están representadas por su capacidad
para modificar la estructura y la función de muchas hormonas.
El hígado modifica la acción de las hormonas liberadas por otros órganos. Las acciones
de tipo endocrino del hígado comprenden las modificaciones de los siguientes
compuestos:
Estas son etapas diferentes que pueden estar simultáneamente presentes en un mismo
individuo. Además, pueden estar asociadas con diversos cambios histológicos (que
tienen diferentes grados de especificidad para la EHA), incluyendo la presencia de
cuerpos de Mallory, megamitocondrias, fibrosis perivenular y/o perisinusoidal y
necrosis hialina esclerosante.7
Las consecuencias del metabolismo del alcohol por las vías oxidativas, que pueden
contribuir en varios grados de daño hepático, son:
Características histológicas:
F Figura 13
Figura 2.
Hepatitis alcohólica
Las lesiones morfológicas y las manifestaciones clínicas son mucho más graves que en
la EHA. Aunque es difícil conocer su prevalencia real sin efectuar una biopsia hepática,
se calcula que aparece en alrededor del 20% de los alcohólicos (10-35%), generalmente
tras periodos de consumo excesivo.
Estos químicos activan la inflamación que destruye las células del hígado.
Con el tiempo, las cicatrices reemplazan el tejido hepático sano, e interfieren con
la función hepática.
Esta cicatrización irreversible (cirrosis) es la etapa final de la enfermedad hepática
alcohólica.
La arquitectura normal del lobulillo es sustituida por puentes de fibrosis que rodean
a nódulos de regeneración hepatocitaria.
Para extraer energía de las grasas neutras, primero se escinde la grasa en glicerol y
ácidos grasos; luego, se rompen los ácidos grasos mediante oxidación β en radicales
acetilo de dos carbonos que forman la acetil coenzima A (acetil-CoA). Esta, a su vez,
ingresa en el ciclo del ácido cítrico para oxidarse y liberar cantidades ingentes de
energía. La oxidación β puede suceder en todas las células del organismo, pero sobre
todo y de manera rápida en las del hígado. El hígado, por sí mismo, no puede utilizar
toda la acetil-CoA formada; en su lugar, la acetil-CoA se transforma en ácido
acetoacético, un ácido muy soluble, por la condensación de dos moléculas de acetil-
CoA. El ácido acetoacético de las células hepáticas pasa al líquido extracelular y luego
es transportado por el organismo y absorbido por los demás tejidos. Estos tejidos
reconvierten, por su lado, el ácido acetoacético en acetil-CoA y después oxidan esta de
la manera acostumbrada. Así pues, el hígado se responsabiliza de una parte esencial
del metabolismo de las grasas.
Cerca del 80% del colesterol sintetizado en el hígado se convierte en sales biliares que
se segregan a la bilis; el resto se transporta con las lipoproteínas por la sangre hacia las
células de los tejidos. Los fosfolípidos también se sintetizan en el hígado y se
transportan sobre todo con las lipoproteínas. Las células utilizan el colesterol y los
fosfolípidos para formar las membranas, las estructuras intracelulares y numerosas
sustancias químicas esenciales para el funcionamiento celular.9
En la vía exógena, las grasas dietéticas digeridas; los triglicéridos (TG) y el colesterol
se empaquetan en quilomicrones en las células epiteliales del intestino. Estos paquetes
luego se liberan en el sistema linfático, adquieren Apolipoproteína (Apo) B y
posteriormente entran en la circulación. En la circulación, adquieren ApoC-II, ApoC-III y
ApoE en diferentes concentraciones. ApoC-II es reconocido por el tejido adiposo donde
la lipoproteína lipasa (LPL) hidroliza los TG que liberan ácidos grasos libres para la
captación celular y liberan restos de quilomicrones en el torrente sanguíneo. Estos
remanentes de quilomicrones se eliminan del plasma a través de receptores remanentes
en el hígado.10
El transporte inverso del colesterol devuelve el colesterol al hígado. Esto es crucial para
la homeostasis ya que la mayoría de las células en los órganos periféricos no pueden
catabolizar el colesterol. El hígado y los intestinos también secretan lípidos pobres
ApoA-I. Esto se lipida en la circulación a través del flujo de salida del colesterol mediante
transportadores ubicados en los tejidos periféricos y macrófagos. La adquisición del
colesterol genera lipoproteínas maduras de alta densidad (HDL). El colesterol es luego
eliminado selectivamente de la partícula por el hígado. El exceso de colesterol se
excreta luego en la bilis y los HDL pobres en lípidos se hidrolizan o se devuelven a la
circulación para la relipidación.10
Todo lo anterior se confirmaría con las pruebas de laboratorio en las que encontramos
aumentadas TGO, GGT, Bilirrubina, Bilirrubina Directa. Pues una relación TGO/TGP >2
orienta a daño hepático por alcohol. Es importante destacar que la elevación de
bilirrubina es un fenómeno relativamente tardío en las enfermedades hepáticas crónicas
y refleja un daño importante de la función hepática.
TGP 38 UI 7 a 56 UI
Arañas vasculares
Hipertrofia de las glándulas parótidas (cuando la etiología de la cirrosis es la
enfermedad hepática alcochólica)
Contractura de Dupuytren (también cuando la etiología de la cirrosis es la
enfermedad hepática alcochólica), esta se caracteriza por la deformidad de la
mano debida a la fibrosis y retracción de la aponeurosis palmar que hace que
uno o varios dedos permanezcan en flexión)
Pérdida del vello axilar, Telangiectasia aracniforme, Ginecomastia y atrofia
testicular , Distribución gineciode del vello púbico y Eritema palmar ( todas estas
alteraciones son secundarias al cambio del metabolismo hormonal, con
inadecuada inactivación de los estrógenos
Estrías ungueales y Enrojecimiento del 1/3 distal de las uñas y dedos en palillo
de tambor
Ictericia y disminución de la matidez hepática
Foetor hepático , Asterixis, Equimosis y hematomas y lesiones por rascado
Hiperpigmentación (En hemocromatosis y cirrosis biliar primaria).
La presencia de ascitis (la cual viene sugerida por la presencia de matidez en
ambos flancos). Sin embargo, se requiere una acumulación de al menos 1.500
cc de líquido en la cavidad peritoneal para que este signo sea evidente en la
exploración física.
Sin embargo, algunas veces se suelen confundir los estigmas hepáticos con los
signos de hipertensión portal, donde estos últimos a diferencia de los primeros
pueden ser:
Para iniciar a desarrollar el caso clínico primero se debe revisar los signos que se
pueden ver con facilidad en el paciente Primero la ictericia que presenta el paciente nos
dice que este se encuentra padeciendo un problema hepático, ya que este signo de
alarma se produce ya sea porque el hígado está sobrecargado o presenta daño, o
incluso se presenta ictericia cuando muchos glóbulos rojos están muriendo y pasando
al hígado o también es causado por la bilirrubina que no llega a pasar con facilidad al
tubo digestivo. Revisando el siguiente signo, la astenia, que es una fatiga física, tiene
diferentes etiologías, pero una de ellas se relaciona con la ictérica que presenta el
paciente, la cual es un posible caso hepatitis. Por último el aumento del perímetro
abdominal se le puede asociar a muchos problemas con órganos del abdomen. Estos
tres signos nos dan un idea muy ambigua sobre la condición que tiene el paciente, por
eso se debe revisar más a fondo y ahora esto relacionarlo con los antecedentes.
De los antecedentes del paciente, sólo uno puede ser el que tenga más prevalencia en
etiología de una enfermedad hepática que las otras, y esta es el consumo de alcohol. El
consumo de alcohol en abundancia puede ser la causa principal de una cirrosis
hepática. Aunque la cirrosis hepática sea la consecuencia de muchas causas, se ha
estudiado que la cirrosis causada por alcohol es la que tiene mayor de los casos
registrados en Estados Unidos y Europa, siendo el 65% de todos casos de personas
que padecen esta enfermedad. La cirrosis alcohólica se observa en pacientes con un
consumo prolongado de alcohol con cifras de 40 a 80 g/día en un periodo de 5 años;
esto se relaciona mucho con este caso, ya que el paciente consume alcohol dos o tres
veces por día, que calculando la cantidad probable que pueda ingerir en esos días,
puede llegar a estar en el rango mencionado antes.14
En los resultados físicos y sintomatología, nos da una idea más clara de la patología del
paciente, esto es debido a los signos característicos de una cirrosis hepática. Primero
lo más resaltante es la hipertrofia parotídea que presenta, esto a nivel gastrointestinal
puede estar acompañado de varices esofágicas y diarreas. A nivel endocrino el paciente
presenta ginecomastia, genitales masculinos disminuidos, la dirección del vello púbico
en forma ginecoide, todos estos síntomas se pueden acompañar con una eritema
palmar y una telangectasis que son las llamadas nevus tipo arañas, estos últimos son
unas pequeñas dilataciones de capilares pequeños y de los vasos superficiales de color
rojo brillante, llegando a tener 1 – 4 mm de diámetro que muchas veces palidecen a la
presión. Por último a nivel neurológico se mencionó en el caso clínico la presencia de
bradipsiquico, esto se acompaña mucha veces de neuropatías periféricas y
encefalopatías hepáticas.14
Conclusiones
Entre las principales conclusiones obtenidas tras el desarrollo del presente seminario,
tenemos las siguientes:
Como se ha podido ver, la estructura del hepatocito es muy compleja, así como
lo es la fisiología del hígado, el cual como sabemos influye y participa en una
gran variedad de funciones en el cuerpo humano, como lo son la producción de
bilis, el metabolismo lipídico, la producción de proteínas sanguíneas, etc.
El hígado puede sufrir diversas afecciones, entre las cuales pueden estar la
cirrosis hepática, la hepatopatía alcohólica, y otras más, las cuales, si no se
tratan a tiempo, pueden llegar a dañar el hígado en gran medida, tanto incluso,
que pueden llegar a causar una insuficiencia hepática, la cual ocurre cuando el
70 a 80 % de la capacidad funcional del hígado se ha perdido, en donde esta
pone en grave riesgo la salud del paciente.
El caso clínico presentado y desarrollado, se ha logrado describir gracias a los
conocimientos de los estigmas hepáticos, un conjunto de características clínicas
y signos que se presentan en una persona con cirrosis hepática, así como al
conocimiento de la fisiología normal del hígado y sus posibles alteraciones.
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