Noviembre, 2018.

MAPA DE IDEAS

Tesis: La posverdad es un problema tradicional del ser humano.

La posverdad no es una enfermedad, sino un síntoma que ha venido y ha

venido a quedarse (A).

La posverdad no es sino una manipulación intencionada para lograr tener un

control del poder de acuerdo con las conveniencias personales. (A1)

El lenguaje es un arma de manipulación (B).

La violencia verbal es más eficaz que la física. (B1).

El lenguaje crea realidades. (B1.1)

DIAGRAMA DE IDEAS

TESIS

A B

A1 B1

B1.1
DESARROLLO DE LAS IDEAS

Estrategia ecogida: Ampliación

El término de posverdad o mentira emotiva es un neologismo que toma fuerza

en el año 2016 con las campaña políticas de Estados Unidos y en el Reino Unido con en
el referéndum, este término según varias tesis y expertos en temas de relaciones
públicas mencionan que es citado para sustituir las connotaciones negativas de la
información que se presenta ante la sociedad realizando así una manipulación en la
información y reflejando sólo la parte que es de interés para controlar a la sociedad a su
conveniencia. Este término ha generado que las creencias personales sean irrefutables a
la realidad y la lógica, generando el desconcierto en la sociedad, que tiene la
información a la mano.

Para entender de una mejor forma a que se refiere la Posverdad debemos

introducirnos a los dos principales conceptos que es la verdad y que es la mentira; la
verdad no es sino la conformidad de lo que se dice, se siente y se hace mientras que la
mentira es lo contrario de lo que se piensa, es fingir o aparentar, el mentir lo hace quien
contradice a la verdad y quien la oculta. De esta forma podríamos decir que la
posverdad es una mixtura de las dos definiciones ya que por un lado se dice lo que se
siente, pero al mismo tiempo se oculta lo que nos perjudica y que no debería ser
revelado o puesto a la luz porque no sería beneficioso para alcanzar el objetivo deseado.

En su Tratado de semiótica general, Umberto Eco define la semiótica como «la

disciplina que estudia todo lo que puede usarse para mentir.» (TRA, p. 22). La
definición es una especie de juego que señala la arreferencialidad y sus trampas.
Humberto Eco nos remite así a una semiótica de las presuposiciones, del simulacro y de
la creación literaria en medio de la cual su propia obra es el mejor ejemplo. Sus novelas
son la actualización de su juego con lo no real, con lo posible, con lo imaginario, y un
botón perfecto de la ficción como mentira. Así podemos notar que el lenguaje se puede
considerar como una realidad subjetiva, de la que cada uno lectores u observadores que
obtiene dicha información, la crea de acuerdo a su discernimiento y búsqueda por lo que
puede considerarse como verdad.

La posverdad ha venido tomando fuerza en la última década debido a la gran era

tecnológica ya que la información se encuentra al alcance de la mayoría de la población
por lo que es más fácil que llegue de manera tergiversada o manipulada, práctica que ha
sido llevada a cabo en la política y el tema mediático, donde la realidad social es
ordenada a su conveniencia. En los medios de comunicación digitales, en la gran
mayoría de casos la verdad es ausente lo que genera una crisis de credibilidad
paradójica debido a que existe un autoengaño donde se interpreta la realidad con lo que
pueda convenirme y lo demás se pasa por alto. Por lo tanto, no es lo mismo decir una
mentira a decir una posverdad esta última es el horizonte de nuestra nueva época,
porque se convierten en un mecanismo de control o hegemonía de la población de esta
forma se encauzan la opinión pública en el sentido más provechoso, maquillando cierta
información que no quieren que sea tomada en cuenta y apelando siempre a la emoción
y no a la racionalización.

Si nos enfocamos básicamente en el diario vivir, todos de cierta forma vivimos

en una posverdad a medida que vamos creciendo y tenemos mayor acceso a la
información, a las redes sociales y demás medios digitales si realizamos un análisis en
cada aspecto de nuestra vida, desde un campaña publicitaria hasta las fotos e
información subidas en redes sociales donde se muestra la realidad que se quiere
exponer a las personas que nos siguen, estamos generando una manipulación de la
verdad para mostrar lo que queremos que la gente vea de nosotros o en el caso de las
spots publicitarios son montajes que luego de verlos los naturalizamos, los tomamos en
cuenta como si fueran verdad y los aceptamos, esto se debe a que los discursos son
manejados por muchas personas que están detrás generando una información que
beneficie a su candidato haciendo de las redes digitales una noticia de primera fuente
por lo tanto considerándolo como una información veraz.

Dentro del mundo periodístico hoy en día se ha perdido mucha credibilidad

debido a que se convirtieron en actores políticos olvidando así el ser autónomos e
independientes y lo más importante su labor de informar, convirtiéndose en monigotes
de los dueños del poder, si los comparamos podríamos decir que son como prostitutas
que se vende al mejor postor, por ende, se direcciona la información a conveniencia de
la persona que está pagando por ello. Las redes y medios digitales se han convertido en
la noticia que todas las personas tienen al alcance de su mano, donde todos generan
información y existe un manoteo de los medios de poder para generar beneficio o a su
vez controversia puesto que estos medios son armas de doble filo.
 Es por ello que la revolución tecnológica ha hecho que las autoridades de
opinión sean reemplazas por personalidades famosas o personas que generan
información a través de los medios digitales, estos proponen contenidos que lleguen a
las masas de forma más directa, los políticos por lo general hacen uso de estas personas
que son conocidas en los medios como portavoces de la información que quieren que
sea expresada para su beneficio, a las personas que les llega dicha información la toman
como verdad, porque la asocian a la imagen de la persona que la está divulgando, por
ende cuando son las elecciones los políticos siempre buscan poner en su lista de
candidatos a personas conocidas y queridas del medio para que la gente que no tiene
mucho conocimiento de la política se deje llevar por las caras que se encuentran en las
papeletas haciendo de ello un voto seguro.

La lucha por la verdad es la constante disputa del control o dominio de la misma,

la verdad está en manos de aquellas instituciones que están dispuestas o facultadas a
decir dichas verdades. Esta información dicha por los políticos que son manipuladas y
convertidas en posverdad para generar beneficio, al no hablar claro la realidad se
esconde en una nube de palabras que suenan bonitas, pero no dicen nada “El pez nunca
descubre que vive en el agua. De hecho, como vive inmerso en ella, su vida transcurre
sin advertir su existencia. De la misma forma una conducta que se normaliza en un
ambiente cultural dominante se vuelve invisible” (Foucaul, 2017). Lo que nos hace
replantearnos si la información con la que nos bombardean a cada minuto tiene
contenido o sólo son palabras vacias que captan el interes de la gente que las escuchan
sin ser participes de buscar dicha verdad.

La posverdad es una exaltación de todos los estados de ánimos esta arma es

poderos para los medios, porque genera una confusión de la realidad razón por la cual
explotado cada minuto a través de todos los medios posibles, para que el poder se ejerza
debería existir una resistencia que contradiga y además valide dicho poder, vivimos en
un mundo de memes y carecemos de criterios para discriminar lo verdadero de lo falso,
se cree todo lo que nos llega y no nos ponemos a analizarlo. ¿El contenido entregado
por las modas o por los influencer tiene validez o no? lo que es realidad es cuando se
expande el rumor es consciente de lo que se está compartiendo en redes sociales por lo
que se debe tener bastante criterio para discernir lo bueno y o lo malo.
 Finalmente, el lenguaje deja de ser imitación de la realidad para convertirse en
un órgano; así, el individuo vive con los objetos, pero sólo tal como le son presentados
por el lenguaje. (Cassirer, 1975, p. 85)

Como conclusión podría decir que la pos verdad está inmersa a lo largo de la
historia, en diferentes campos y aspectos de nuestras vidas y cualquier concepto de
nuestra percepción de la verdad puede ser deconstruido y no sólo por conveniencia,
para entenderlo mejor, un concepto simple tal vez lo que siempre creíamos que era
verdad es simplemente la verdad de otro que se nos fue dicha de esa forma y la creímos
como verdad porque sólo teníamos dos opciones lo bueno o lo malo la mentira o la
verdad.

Referencias bibliográficas
Foucaul, Michel. Relatos de la lucha. 16 de 10 de 2017.
https://relatosdesdeladucha.wordpress.com/2017/10/16/el-pez-nunca-descubre-
que-vive-en-el-agua-de-hecho-como-vive-inmerso-en-ella-su-vida-transcurre-
sin-advertir-su-existencia-de-la-misma-forma-una-conducta-que-se-normaliza-
en-un-ambiente-cultural-d/.

Oximora. «Las falcias de la Posverdad: desdela complejidad y la transdiciplinariedad.»

Revista Internacional de Ética y Política, 2018: 1-16.

Rincon, Omar (2017) Periodismo mutante y bastardo

Mendez, Lucia (2018). De que hablamos cuando hablamos de posverdad.

Bajtín, Mijaíl (1989). Teoría y estética de la novela. Madrid: Taurus.

Baudrillard, Jean (1978), Cultura y Simulacro, Barcelona, Editorial Kairós

Buen Abad, Fernando (2017). Semiótica de las falacias: Ética entre la “Plus verdad” y la
“Plus mentira”, Tele Sur. Disponible en https://www.telesurtv.net/bloggers/Semiotica-
de-las-falacias-Etica-entre-la-Pos-verdad-y-la-Plus-mentira-20170704-00- 07.html.
(Consultado en 26 febrero 2017)

Foucault, M. (1980). El Orden del discurso, Barcelona, Tusquets Editores.